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La mitomanía es un trastorno del comportamiento.

La persona
que lo padece es adicta a mentir. El psicólogo Juan Moisés de
¿Existe cura?
Según el psicólogo la mitomanía es un trastorno curable. El
la Serna, que ha tratado a varias personas con este problema,
primer paso es convencer al paciente de que tiene un problema
considera que "el mitómano busca con sus engaños la
psicológico y que necesita someterse a terapia. "Al igual que
aceptación de los demás. Compensar sus bajos niveles de
sucede con cualquier adicción, si la persona no quiere curarse,
autoestima".
sucederá como con el tabaco, que lo dejas durante un tiempo, y
Pero no cualquier embustero es un mitómano. "El mitómano no
luego recaes".
tiene un plan, no va buscando nada a medio o largo plazo más
De la Serna reconoce que no todos los profesionales de la salud
que la admiración inmediata. La clave para detectarles
consideran que la mitomanía tenga solución clínica. Muchos
es descifrar la intencionalidad de sus bulos", explica de la
mienten en la propia terapia, haciéndose pasar por sanos, lo
Serna. Aún no se ha determinado con exactitud el origen de la
que dificulta trabajar con ellos. Muchos también dejan de acudir
enfermedad.
a las sesiones poniendo excusas a sus parejas o familiares como
"No se ha encontrado ningún gen relacionado con la mentira, por
"el doctor me ha dicho que ya estoy bueno" o "me han dicho que
lo tanto, no se puede decir que se nazca con ello. Aunque es
es algo pasajero que se cura con reposo". La terapia más utilizada
cierto que existen condicionantes en la niñez que pueden facilitar
para este tipo de pacientes es la cognitivo-conductual.
su aparición, especialmente la baja autoestima", señala de la
El psicólogo nos cuenta cómo funciona. "Se utiliza para trabajar
Serna.
el aspecto de la autoestima, reforzándola y enseñando a la
La mentira también está ligada a varias enfermedades
persona a valorarse tal y como es. Busca reducir el número de
mentales como la demencia, el trastorno límite de la
veces que se miente al día". Por su consulta han pasado
personalidad, el trastorno antisocial o el trastorno bipolar.
mitómanos con circunstancias muy dispares. Pero casi todos alternativo donde es el héroe, todos le quieren, y aborrece el
eran traídos a la fuerza: o por sus parejas o por sus familiares. mundo real, del que se aleja más y más cada día, hasta que se
Incluso en algunos casos la persona sana llega a chantajear a su hace casi imposible regresar.
cónyuge mitómano, amenazándole con el divorcio si no asiste
a terapia. "Es muy difícil que estas personas reconozcan su
problema. Incluso cuando es descubierto hace todo lo posible
por evadir la situación", asegura.
Así le sucedió al ciudadano estadounidense Ferdinand Demara,
conocido popularmente como El gran impostor, cuando se
descubrió en la década de los 50 que durante años había
suplantado la personalidad de varias personas, haciéndose pasar
por monje, soldado, marinero, doctor en psicología, doctor en
zoología y sheriff. Un currículum interminable e impoluto para
alguien queni siquiera tenía el graduado escolar. El drama de
la mitomanía reside en el círculo vicioso que se produce. "Por
esa razón, suelen ser personas que acaban solas, rechazadas
por familiares y amigos cansados de su comportamiento",
asevera el psicólogo.
En los casos más graves, al mitómano le acaba sucediendo lo que
a Don Quijote. Se cree sus mentiras, inventa un mundo

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