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PROFESOR:
GARAYAR-AVALOS-MARIO
INTEGRANTES:
LIMA – PERÚ
REFINACION DE ACEITES VEGETALES
La mayoría de los aceites crudos comestibles están compuestos por más de un 90% de
triglicéridos, siendo el resto una mezcla que contiene cantidades variables de mono- y
diglicéridos, fosfátidos, ácidos grasos libres, productos de oxidación, materia
insaponificable y otras impurezas. Las cantidades de estos componentes varían según
su proceso de extracción1, su origen geográfico, época del año y, por supuesto, según su
naturaleza (coco, girasol, palma, oliva, soja, etc.).
El uso más frecuente de los aceites y grasas es, por supuesto, como producto
alimenticio, pero, además, también se utiliza en la fabricación de barnices, cosmética,
farmacopea, pinturas, alimentación animal, como lubricante, en jabonería, como fuente
de sustancias beneficiosas para el organismo (tocoferoles, ácido oleico, etc.) y,
especialmente, desde un tiempo a esta parte, como fuente para la producción de
biodiésel.
Sin embargo, a pesar de las numerosas ventajas que posee la refinación física, no
siempre puede ser aplicable a cualquier tipo de aceite. La elección final entre un modo
de refinación u otro depende, principalmente, de dos factores: la calidad del aceite a
refinar y la acidez de este. Cuando se trata de un aceite de baja calidad, es decir, cuando
el grado de productos indeseables que hay que eliminar o minimizar es considerable, es
aconsejable efectuar la refinación química, ya que dicha eliminación es mucho más fácil
y rápida con un tratamiento alcalino (neutralización) que con un proceso basado
simplemente en operaciones físicas. Por otro lado, la cantidad de ácidos grasos va a
limitar la práctica de una u otra refinación: por ejemplo, la aplicación de una refinación
física a aceites con acidez elevada puede provocar un efecto de interesterificación
(modificación de los triglicéridos) en el aceite refinado. Por tanto, en líneas generales,
cuando la acidez del aceite supera el 2% aproximadamente, se realizará refinación
química, mientras que para valores inferiores se realizará, siempre que la calidad del
aceite lo permita, refinación física. En la realización de este Proyecto, esta será la
premisa fundamental para utilizar uno u otro tipo de refinación, aunque, obviamente,
en la práctica real, dicha elección tendrá en cuenta otros factores que dependerán de
las características y procedencia del aceite.
Por otra parte, cabría la posibilidad de neutralizar el aceite con reactivos químicos hasta
una acidez que pudiese ser eliminada mediante destilación de los ácidos grasos, todo
ello sin que el producto resultase con defectos. Es lo que se denomina “refinación
mixta”, que tiene por objeto minimizar las pérdidas.
Desgomado
Fundamentos del Desgomado
El objetivo principal de esta etapa, también llamada depuración o desmucilaginación,
es la eliminación de los fosfolípidos, comúnmente denominados fosfátidos o gomas.
Estos compuestos están constituidos por una molécula de glicerol esterificada en
posición 1-2 con ácidos grasos y en posición 3 con el ácido fosfórico que, a su vez, está
normalmente unido a un grupo polar de naturaleza variada.
Fig. Reacción de la sal del fosfátido con el ácido (Ejemplo con el ácido fosfatídico)
Como agentes desgomadores valdrían también otros ácidos y soluciones salinas. Sin
embargo, en la industria alimentaria sólo se permite el uso del cítrico y del fosfórico,
siendo este último el de utilización más extendida por ser más económico.
Además del aceite libre de gomas, tras la etapa de Desgomado se obtienen unos lodos
que constituyen la materia prima de la lecitina, compuesto ampliamente utilizado en
procesos industriales, fundamentalmente alimentarios, por sus propiedades
emulsificantes, humectantes, coloidales, antioxidantes y fisiológicas. Por otro lado, en
procesos discontinuos, el Desgomado suele ser útil para evitar la formación de
precipitados indeseados en caso de que el aceite vaya a sufrir procesos de
almacenamiento o transporte durante periodos de tiempo prolongados.
Alternativas de Desgomado
b) Desgomado Ácido
Con este procedimiento el aceite alcanza una temperatura de 60-90 °C. A
continuación, se realiza un tratamiento con ácido, normalmente ácido fosfórico,
para hacer que los fosfolípidos no hidratables se transformen en hidratables.
Posteriormente, puede haber una adición de agua en el proceso.
c) Desgomado Especial
En este método el aceite es previamente calentado hasta una temperatura
óptima de hidratación, que suele ser unos 70 °C. Seguidamente, se realiza un
primer tratamiento con ácido y, tras un tiempo de retención, se procede a
realizar un tratamiento con sosa, para neutralizar el ácido, y con agua, para
hidratar las gomas. Con el tratamiento cáustico también se consiguen
transformar los fosfátidos en sales de sodio solubles en agua, fase que luego es
eliminada por centrifugación tras un breve calentamiento previo de la mezcla.
e) Desgomado TOP
La primera parte de este proceso consiste en un tratamiento ácido en el que la
mezcla es muy rápida. Seguidamente, existe un tratamiento alcalino. Este
método se caracteriza por emplear breves tiempos de reacción. Un esquema del
proceso de Desgomado TOP podría ser el siguiente:
Las especificaciones en fósforo propuestas para aceites que vayan a ser sometidos a
refinación física establecen que su contenido no debe ser superior a 5 ppm. En general,
el Desgomado Especial, el Super-UniDesgomado y el Desgomado TOP son de los más
eficientes si tenemos en cuenta el contenido de fósforo residual que queda en el aceite
tratado, pudiendo conseguir valores por debajo de 5 ppm tras refinar aceites
“complicados”. El Desgomado con agua es el que menos reduce el porcentaje inicial de
gomas y el Desgomado ácido se encontraría en un puesto intermedio entre el anterior
y los primeros comentados. Sin duda, los métodos más eficientes son los que se han
nombrado en el último apartado, siendo algunos de ellos capaces de conseguir que el
nivel de fósforo residual sea casi inapreciable. No obstante, la eficiencia del Desgomado
depende directamente de la calidad del aceite crudo y ésta a su vez de la relación entre
fosfátidos no hidratables e hidratables. Es decir, por un lado, cuanta mayor cantidad de
fosfátidos no hidratables contenga el aceite, más difícil se hará esta etapa, y por otra
parte, dependiendo de la calidad de la alimentación será necesario o no un tratamiento
más o menos severo.
En cuanto a los costes de operación y de equipos, los procesos de mayor coste son los
que disponen de las tecnologías más avanzadas o sofisticadas (Desgomado enzimático,
de ultrafiltración). A continuación, le seguirían el Super-UniDesgomado,
fundamentalmente, por el número de cambiadores de calor que precisan, y el
Desgomado TOP. Finalmente, estarían los restantes.
Parámetros de Diseño
Los principales factores que influyen en la eficacia del Desgomado son la concentración
de ácido, la temperatura y el tiempo de reacción y operación, y ellos constituyen las
bases para el diseño y el dimensionamiento de los distintos equipos aquí implicados.
En lo que se refiere al tiempo de reacción, hay que tener en cuenta que, al ser inmediata
la reacción entre el ácido fosfórico y las gomas no hidratables, tiempos de tratamiento
excesivamente largos a la temperatura de trabajo originan que las gomas convertidas
en hidratables reviertan a su forma no hidratable. Este hecho se puede observar en la
siguiente gráfica:
Fig. Influencia del tiempo de reacción y de la concentración de ácido fosfórico sobre el fósforo residual
en el aceite de soja
Neutralización
Fundamentos de la neutralización
El reactivo más ampliamente utilizado es el hidróxido sódico, ya que, al ser una base
muy fuerte, neutraliza fácilmente a los ácidos grasos. Dicha reacción es la siguiente:
RCOOH + NaOH RCOONa + H2O
Reacción de neutralización de los AGL
Sin embargo, este hecho, a su vez, supone una gran desventaja: la sosa cáustica no sólo
reacciona con los AGL, sino que también saponifica una parte de aceite neutro, es decir,
de triglicéridos, lo cual implica pérdidas de la corriente de interés11. Esta reacción de
saponificación es la responsable de la formación del jabón. Existen reactivos alcalinos
más débiles, como el carbonato de sodio o el hidróxido de amonio, que han sido
utilizados solos o en combinación con la sosa, pero no han proporcionado tan buenos
resultados como ésta.
Por tanto, la nueva corriente a separar en esta etapa será una mezcla formada
básicamente por sales de sodio y jabones.
Una vez elegida la concentración del álcali, la cantidad del mismo se calculará con
respecto al ácido graso mayoritario, es decir, el ácido oleico, teniendo en cuenta la
relación estequiométrica entre ambos y adicionando, por un lado, una cantidad “extra”
para neutralizar el posible ácido que no hubiese reaccionado en la etapa del Desgomado,
y por otro, un exceso para favorecer la reacción, el cual depende también del tipo de
aceite en cuestión, aunque suele ser de un 10-20%. Otro parámetro a tener en cuenta
es la temperatura de operación, la cual debe ser suficiente para romper la emulsión
aceite-jabón pero no demasiado alta, ya que esto implica el aumento de la velocidad de
saponificación de aceite neutro.
Procedimiento:
Se realizará esta etapa con Alcalí caústico.
Decoloración
Esta fase del proceso consiste, principalmente, en la reducción de pigmentos
(carotenos, clorofila, etc.), además de restos de fosfolípidos, jabones, trazas de metales
y productos de oxidación.
Fundamentos de la Decoloración
Análisis de Alternativas
Una opción, aplicable, consiste en el tratamiento que implica el uso de ácido fosfórico
concentrado y un secado a vacío, lo cual produce la precipitación de impurezas,
especialmente de componentes clorofílicos, que serían eliminadas por filtración o
centrifugación. Otra opción consiste en precipitar los pigmentos clorofílicos por
contacto con un álcali (este fenómeno ocurriría en la etapa de Neutralización), pero sólo
con este proceso no suele ser suficiente.
Diagrama de Flujo
El flujo del aceite en esta etapa sería el siguiente: el aceite proveniente de la etapa de
secado se va a dividir en dos corrientes de distinto caudal, de las cuales la más pequeña
se va a emplear para su mezcla con las tierras decolorantes. El hecho de haber decidido
esta opción de mezcla con el adsorbente se ha debido, fundamentalmente, a la
consecución de un mejor control del suministro de este. Elegida la dosis de tierras, éstas
serán suministradas cada cierto tiempo mediante un dosificador de sólidos. Como tanto
la mezcla del aceite con el adsorbente como la propia decoloración se van a llevar a cabo
bajo vacío, gracias a la instalación de una bomba de vacío, para la adición de las tierras
se instalará un sistema de válvulas de apertura y cierre automáticos con el fin de no
perder el vacío a través del dosificador. Como se verá en el siguiente apartado, el hecho
de operar a vacío reducirá las posibilidades de oxidación del aceite. Tras formar una
papilla, ésta será inyectada en la corriente mayor, dirigiéndose la corriente total hacia
el depósito propio de la decoloración. Después de permanecer el aceite con las tierras
en agitación durante un tiempo de contacto y a una temperatura determinados, la
mezcla pasará por un refrigerante (succionada por una bomba) para bajar su
temperatura y disminuir las posibilidades de oxidación durante el proceso de filtración
al que será sometida para eliminar el adsorbente del aceite, el cual se produce a presión
atmosférica, obteniendo, por fin, el aceite decolorado.
Parámetros de Diseño
Las variables a tener en cuenta en el diseño en esta etapa, y que serán analizadas a
continuación, son la temperatura de operación, la presión de operación, el tiempo de
contacto y el tipo y dosis de tierra adsorbente, además de otros factores influyentes
como la humedad y la velocidad de agitación.
▪Temperatura de operación
▪Presión de operación
▪Tiempo de contacto
Con respecto al tiempo de contacto existen muchas opiniones. Sin embargo, en general
se puede decir que, para la mayoría de los aceites y dentro del rango de temperaturas
que se ha indicado anteriormente, el tiempo de operación suele estar comprendido
entre 20 y 30 minutos, siendo este periodo más que suficiente para alcanzar el equilibrio
entre las tierras decolorantes y los componentes que han de ser adsorbidos. Tiempos
de residencia mayores no son recomendables porque pueden producir una fijación del
color indeseable.
▪Tipo y Dosis de adsorbente
En los procesos de filtración del aceite para la eliminación del adsorbente, es necesario
tener en cuenta una cuestión importante: al tratarse de sólidos muy finos, las arcillas
adsorbentes pueden formar una torta muy densa e impermeable, produciendo como
consecuencia la obstrucción rápida de cualquier medio filtrante que sea suficientemente
fino como para retenerlos y un aumento enorme de la caída de presión. La filtración
práctica de estos sólidos exige que la porosidad de la torta aumente de forma que
permita el paso del líquido con una velocidad razonable, para lo cual pueden añadirse
coadyuvantes de filtración, tales como tierras diatomeas (las más utilizadas en este tipo
de procesos), perlita, celulosa u otros materiales inertes a la suspensión. Estos
coadyuvantes pueden ser suministrados antes de que comience el propio proceso de
filtración o bien de manera continuada.
Aunque, obviamente, la mayor parte de la adsorción de pigmentos por parte de las
tierras adsorbentes se produce en el depósito de decoloración, se ha observado que una
parte significativa ocurre durante el proceso de filtración. A medida que el adsorbente
se va acumulando formando la torta, se puede decir que el aceite va atravesando dicha
estructura como si de un lecho fijo se tratase. Como el adsorbente posee todavía puntos
activos de adsorción no ocupados durante el tiempo de residencia en el depósito de
decoloración, cuando el aceite atraviesa la torta y se pone en íntimo contacto con esta
alta concentración de adsorbente, se produce una adsorción adicional. En cuanto a los
equipos empleados para la filtración del aceite, la mayoría trabajan en discontinuo, por
lo que, al tratarse de un proceso continuo, la planta deberá contar con, al menos, dos
filtros que operen alternativamente, de manera que, mientras uno realiza el proceso de
filtrado, el otro sufrirá un proceso de limpieza y se preparará para una nueva operación.
Desodorización
Esta operación constituye la última fase de la purificación destinada a producir
finalmente un aceite inodoro e insípido.
Métodos de desodorización:
Entre los diversos métodos posibles de desodorización sólo una se utiliza actualmente
con carácter general: la desodorización por medio de vapor vivo al vacío. Como los
compuestos químicos a los que se deben el sabor y olor son todos volátiles, pueden ser
eliminados mediante este tratamiento.
Plantas continuas. - En estas plantas, el aceite circula por gravedad, desde la parte
superior al fondo de una columna, sobre una serie de placas. La corriente puede
ser totalmente continua o interrumpirse a intervalos regulares con la apertura y
cierre de válvulas que retiene el aceite durante un corto período en cada placa o
sección antes de dejarlo pasar a la próxima. Esta corriente interrumpida es semi-
continúa, pero la corriente general a lo largo de la planta es siempre continua. Cada
placa o sección está compartimentada de diversas maneras. Frecuentemente, se
instalan permutadores externos entre el aceite frío que entra y el aceite caliente
que sale. El aceite fluye a través del desodorizador durante 20 a 60 minutos, según
el sistema que se utilice. Al igual que en los desodorizadores por lotes, la
temperatura, la tasa del vapor y el vacío son factores determinantes. El consumo
de vapor y de agua refrigerante en un desodorizador continuo es una tercera parte,
o menos, que en un desodorizador por lotes. La pérdida de aceite también son
menores, aunque ese factor no es tan significativo como en el caso de
neutralización. La pérdida de aceite en una planta continua deberá ser
aproximadamente del 0.2% y en un planta por lotes puede llegar tal vez al 0.3%. El
consumo de agua y de vapor para refrigeración varía según los sistemas, pero puede
darse como indicación la cifra de 150 a 250 kg. de vapor por tonelada de aceite, en
tanto que el consumo de agua de refrigeración en una planta continua de tamaño
mediano se sitúa entre 70 a 100 veces aquella cifra.
PM (g)
Por tanto, gastaría menos peso de NaOH para titular una cantidad igual de ácido grasos
libres, que al hacerlo con hidróxido de potasio. Entonces para poder establecer una
relación titular con NaOH a mg de KOH podemos plantear multiplicar al peso en mg de
NaOH empleados por 5.61/4 = 1.4025 y obtendríamos los mg de KOH que se emplearan.
III. BIBLIOGRAFIA
Blanco Ramírez P. Universidad de Cádiz. Proyecto de fin de carrera de Ingeniería
Química. 2007.