Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Cuando hablamos de sobrepeso y obesidad, los factores a analizar son muchos, quizá
demasiados. Por una parte la obesidad es un tema sumamente "estructural", esto quiere
decir que es muy difícil encontrar el conflicto real que la desata, y claro, a esto hay que
sumarle que en la mayoría de los casos, es un conflicto que continúa repitiéndose por
mucho tiempo. Es una sensación de "peligro" constante. Por lo tanto, todos los casos de
sobrepeso, responden a motivos diferentes y únicamente pueden liberarse, aquellas
personas que realmente quieran bajar de peso a la vez que resuelven su problema
emocional.
La obesidad puede tener varias causas, pero en todos los casos la persona afectada se sintió
humillada en la infancia y todavía tiene miedo de sentir vergüenza, de que alguien se
avergüence de ella o de que alguien la avergüence. El exceso de peso es una protección
contra aquellos que le piden demasiado, porque esta persona sabe que le resulta difícil
negarse y tiene tendencia a llevar todo a sus espaldas. También es posible que la persona se
sienta prisionera desde hace mucho tiempo. Se siente como el relleno de un sándwich, y
debe partirse en cuatro para tener contenta a la gente que la rodea. Cuanto más quiere hacer
felices a los demás, y que la consideren buena persona, más trabajo le cuesta reconocer sus
verdaderas necesidades.
También suele suceder que una persona acumula demasiada grasa para no ser deseada por
el otro sexo, ya sea por temor a ser engañada o a no ser capaz de decir que "no". La persona
obesa también quiere ocupar su lugar en la vida, pero se siente mal por hacerlo. No se da
cuenta de que, a pesar de todo, ya ocupa bastante... y no solamente en lo físico.
Sobrepeso en abdomen:
"Siento que mi vida, la controla mi pareja".
"Debo proteger a mis hijos".
"Ya no quiero más hijos".
Sobrepeso en hombros y brazos:
"Debo ser fuerte".
"Debo mostrarme fuerte".
"Debo ganar. ser mejor".
Resentir:
- "Necesito protección".
- "Me protejo de..."
- "Me abandonó"
- "Me engañó".
- "Me lastimó".
- "No me toques".
- "No me violes".
- "No quiero ser atractiva sexualmente para ti".
- "No valgo nada".
- "Sólo me valoran por mi cuerpo".
- "Ya sólo quiero ser madre, no mujer".
- "Me engañaron tantas veces, que ya no más".
- "Debo ser fuerte, grande".
- "No puedo mostrarme débil".
- "No creo en nada ni en nadie".
- "No soy bonita, a nadie le gusto".
En todo caso de obesidad, hay un conflicto emocional que la desencadena y otro conflicto
que la mantiene. Y ese conflicto que mantiene la obesidad, puede durar toda la vida.
- Una persona puede ser obesa por ser hija o hijo primera, por la orden familiar de "tener
que ser fuerte".
- Una persona puede ser obesa por haber sufrido infinidad de traiciones y desilusiones
amorosas, que la llevan a pensar que no tiene caso ser atractiva.
- Una persona puede ser obesa al no sentirse querida o apoyada por su familia o pareja.
- Una persona puede ser obesa para defenderse de ataques sexuales, para mostrarse
repugnante ante su depredador.
- Una persona puede ser obesa conforme tiene más hijos, porque tiene la falsa creencia de
que ha dejado de ser mujer y lo primero ahora son sus hijos y su deber como madre,
olvidando su sexualidad. De esta manera aleja a la pareja para que no la busque
sexualmente.
- Una persona puede sentirse sola y encontrar en el alimento su única distracción, placer,
diversión.
- Una persona puede ser obesa por ser el hijo o hija más pequeño y haber recibido el
proyecto de "cuidad y cargar con los padres", hijo bastón. Necesidad de ser fuerte y grande.
DESVALORIZACIÓN E IMPOTENCIA
Cuando no nos sentimos reconocidos o amados, podemos subir de peso. Es una sensación
de no ser lo suficientemente buenos para alguien y que ese alguien no nos ame de verdad.
Las personas con sobrepeso suelen tener sentimientos de miedo y se suelen sentir
desprotegidas, en muchos casos suelen ser personas con carencias afectivas e insatisfacción
sexual. La comida se convierte en un paliativo de su insatisfacción, del tipo que sea. El
sobrepeso también lo favorece la soledad, el aburrimiento, la tristeza, el rechazo, un
sentimiento de fracaso, la sensación de impotencia, y las ideas negativas. La única dieta
efectiva, es la abstención de pensamientos negativos. Muchas veces engordan más los
remordimientos por el alimento que te estás comiendo, que el alimento en sí. Porque si tú
crees que te engorda, ten seguro que lo hará. Creer es crear.
Yo no puedo vivir pensando que lo que me hace gordo es una genética familiar ni mucho
menos cierto tipo de alimentos, no. Lo que me hace gordo y me mantiene gordo, son
problemas emocionales sin resolver, sin aclarar. Si mi familia es "gorda", algún problema
emocional venimos compartiendo y heredando, alguna emoción tóxica venimos
transmitiendo, pero no es genético. Hay cierta propensión familiar a no resolver conflictos
emocionales, a compensarlos con comida o con falta de ejercicio.
Grande es la cantidad de personas que buscan bajar de peso, afinar la silueta, ser delgadas
como en aquellos años maravillosos pero no están dispuestas a mover un dedo, a hacer con
rigor una dieta ni a dejar de comprar esos antojitos en el supermercado. Ya de más estaría
pedirles que analicen su vida emocional, porque se niegan rotundamente, para estas
personas "todo está bien" y adjudican su aumento de peso a "quién sabe". Quieren bajar de
peso, sin cambiar nada en ellos ni en su vida.
Igualmente grande es la cantidad de mujeres, que una vez que se han casado, comienzan a
subir de peso, y preguntan a los 4 vientos la razón, sin ponerse a analizar que interiormente,
sienten que ya atraparon a la presa y que como ya no deben "cazar" más, pueden ser felices
comiendo y disfrutando de aquello de lo que se privaron por verse esbeltas y atractivas para
los machos.
¿Y qué decir de las mujeres que suben de peso al tener hijos? Sencillo, para ellas el sexo
era un "deber" y tuvieron que someterse a él para tener a sus hijos, pero el sexo ha quedado
atrás, ahora la responsabilidad y la vida únicamente está enfocada en los hijos. Una vez que
este tipo de mujeres engorda, la veremos sufrir aparentemente por ello, pero en fondo, en su
inconsciente, bien saben que lo que buscan es alejarse de todo lo que implique sexo.
Y es por ello que las dietas no funcionan, ni las gotitas, ni las cremas, ni ningún suplemento
alimenticio, porque es un problema emocional, no es una situación física. Luchar contra la
obesidad es perder tiempo y energía. Las dietas no funcionan, porque tan pronto como se
las interrumpe, el peso vuelve a aumentar. Amarse y aprobarse, confiar en el proceso de la
vida y depositar su segundad interna en el conocimiento del poder de su propia mente son
los elementos básicos de la mejor dieta que conozco. Póngase a dieta de pensamientos
negativos, y el problema del peso se resolverá solo.
OBESIDAD INFANTIL
Demasiados padres y madres piensan que cualquier problema que tengan sus hijos se
soluciona atiborrándolos de comida. Les compran yogures, cereales, papitas, refrescos,
leches de sabores, nuggets, donas, etc,. Incluso se los dicen, "si haces esto, te compro
aquello que tanto te gusta", "si es tu cumpleaños hay que comer pastel", "si te sientes triste,
cómete un helado". Estos niños, cuando crecen y cada vez que tienen un problema , sólo
encontrarán como primera solución el "comer".
De igual manera, existen los padres que cuando el niño llora, hace berrinche, sufre un susto,
le dan la paleta, el caramelo, el dulce para "estén felices". Por lo tanto, no transcurre tanto
tiempo, en que el cerebro del niño comienza a relacionar "tristeza se resuelve con postres".
De adultos lo primero que buscarán para compensar una pena, será algo dulce.
Y tenemos también a los padres que obligan a los hijos a comer. A terminarse el plato lleno
de comida. Y amenazan, amedrentan, con tal de que sus hijos coman. Si un niño no quiere
comer, ya comerá después, entiéndanlo. Un niño es como un animalito, si no tiene hambre
no comerá, no está regido por "normas" ni "horarios". Así que si todos están sentados a la
mesa y el niño no quiere comer, déjenlo por favor. De hambre no morirá compréndanlo y al
contrario, aprendan de ello. Cuando no hay hambre, no se come y punto.
Solución Posible:
Tener autoestima.
Ser capaz de discernir, lo real de lo imaginario.
Aprender a expresar emociones.
Salir al mundo.
Disfrutar de una sana sexualidad.
Confiar en la vida.
Confiar en mí.