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DESPACHO NOTARIAL DE FRANCISCO GARCIA DE URTEAGA

El despacho notarial de Don Francisco García de Urteaga es un tema incierto,


puesto que éste notario, frecuentaba viajar a Lima y Ayacucho, para poder ejercer
sus funciones como Notario designado por el Rey.

Existe una controversia respecto al lugar del ejercicio de la función del escribano
porque en la Guía General de Archivos del Perú se puede constatar que en el
Archivo general de la nación y archivos regionales existe información referente al
año de ejercicio de su función y esta es anterior a la que se encontró en el archivo
regional de Ayacucho, entonces existe una gran probabilidad de que también haya
ejercido funciones en la capital del Perú y luego, en Ayacucho. Prueba de las
funciones ejercidas en Ayacucho son los protocolos que se encuentran en el Archivo
Regional de Ayacucho y además sobre la construcción del retablo mayor de la
compañía de Jesús de Ayacucho tal y como consta en el trabajo de Raúl H. Mancilla
Mantilla.

“…y de lo que fuese recibiendo ha de dar recibo para que por ellos se
liquide la cuenta al tiempo del, entrego de dicha obra que ha de ser
puesta en el altar mayor en toda perfección en la misma conformidad
que está el dicho dibujo y planta firmada de todas tres y de dicho
escriuano Por que qualquier falta que tuviese la obra del dibujo se han
de tassar Por dos personas Puestas de cada partevna y por la tassacion
que hubieren jurada se ha de estar (Y , Yo) (?) la cantidad que importare
dicha falta se me ha de rebajar a mi el dicho Joseph de Albarado de los
dichos qüatro mil y doscientos Pesos Por quanto ha ofrecido a sus
Paternidades Reberendas no solo no faltar de dicho dibujo, sino exceder
de el Para la mayor hermosura del dicho Retablo dejandolo Perfecto en
todo arte de Simetria aSSi mismo nos obligamos a guardar y cumplir la
condición II que Va expresada es esta escritura ... ". (ADAy; Prol. Leg.93
f. 584 v., f. 585 r. 1691-1703).”1

Asimismo, Mancilla, agrega que: “Para el mejor cumplimiento se obligan el padre


Rector y Procurador General con los bienes y rentas del dicho Colegio, y Joseph de
Alvarado con su persona y bienes. En el concierto firmaron como testigos Don Pedro
de la Riva, el Capitán Felipe de Montero y Don Clemente de Rosaria, Cristóbal Arias
(rúbrica) Juan de la Riva (rúbrica). Joseph de Alvarado (rúbrica). Ante el escribano
de Su Majestad Francisco García de Urteaga.”2

FIRMAS SIGNOS Y SELLOS

1. FIRMAS
Según la RAE: “Rasgo o conjunto de rasgos, realizados siempre de la misma
manera, que identifican a una persona y sustituyen a su nombre y apellidos
para aprobar o dar autenticidad a un documento.”

“El instrumento (público) no se considera autorizado por escribano con solo


la presencia de este en su otorgamiento, pues es también preciso que
estampe en él su firma y signo, que es lo que le da el carácter de público, y
que lo ponga y lo guarde en el libro de protocolos y registros; así es que
mientras estas formalidades no estén cumplidas no puede darse copia
signada del instrumento, bajo pena de nulidad de la copia, pérdida del oficio,
inhabilidad para obtener otro y obligación de pagar a la parte los daños y
prejuicios. El signo que el escribano pone al fin del libro de los protocolos,
creen algunos autores que es suficiente para autorizar todas las escrituras
que en él se contienen; pero nos parece más conforme a las disposiciones
de las leyes citadas que se signe cada una de ellas, no solo porque el signo

1 Mancilla Mantilla, Raúl H. “El retablo mayor de la Compañía de Jesús de Ayacucho y el taller de
ensambladores en la primera década del siglo XVIII”.Pág. 201.
2 Mancilla Mantilla, Raúl H. “El retablo mayor de la Compañía de Jesús de Ayacucho y el taller de

ensambladores en la primera década del siglo XVIII”.Pág. 201.


o sello es el que las reviste del carácter de públicas y les da fuerza y
autoridad, sino también porque no signándose el protocolo sino al fin de cada
año, resultarían graves inconvenientes bien fáciles de conocer, como le sería
el de quedarse los documentos sin autorización en el caso de ocurrir el
fallecimiento del escribano después de otorgada la escritura y antes de estar
signado el libro, y el no menos pequeño de que todas las copias que antes
de la conclusión del año se diesen, estarían sacadas contra la expresa
prohibición de la ley, que no quiere se de copia alguna de escritura sin que
su matriz esté anteriormente signada.”3 (SIC)

2. SIGNOS Y SELLOS
El signo notarial es uno de los requisitos extrínsecos de la parte denominada
autorización de un instrumento público.

“La palabra “signo”, de la raíz sue, significa señalar, y por aplicación se llama
signo notarial a la señal manuscrita que con figura determinada e idéntica en
todos los casos, ha de poner el Notario al pie de la escritura y antes de su
firma.”4

Según la RAE, el sello es: “Trozo pequeño de papel, con timbre oficial de
figuras o signos grabados, que se pega a ciertos documentos para darles
valor y eficacia.” Adicionalmente, es definido como “Cuño o impronta con el
escudo del Estado, que emplean los órganos del poder público, para marcar
o caracterizar algunos documentos expedidos en el ejercicio de su función.”5

“García Pelayo en el libro de mito y la razón advierte que las ordenanzas,


privilegios, bulas, encíclicas, etc., expedidas por los papas o reyes que no

3 El Nuevo Escribano Instruido. Ed. 4º Librería General de Eug. Maillefert y Cía. París y México. 1859.
Pág. 18-45.
4 PEREZ FERNANDEZ, Bernardo. “El signo y el sello notarial”. Biblioteca Jurídica del Instituto de

Investigaciones Jurídicas de la UNAM. México. 1986. Pág. 151.


5 COUTURE, E. “Vocabulario Jurídico”. Edit. Depalama. Buenos Aires. Argentina.1976. Pág. 535.
tuvieran estampado el sello pontificio o real carecían de todo valor. Al tiempo
que los reyes de Castilla otorgaban una patente (Fiat), otorgaban también el
signo que el escribano debía utilizar, con una frase casi sacramental.”6

“Entre los signos notariales más antiguos que se conocen, se encuentran los
italianos del siglo XI y los españoles y alemanes del siglo XII (…). En España,
en el siglo XIII, Alfonso el Sabio, en la III de las Siete Partidas, legisla acerca
de los signos; y, más tarde en la Novísima Recopilación de las Leyes de
España.”7

“El signo en otras épocas poseía gran importancia y equivalía a la que


actualmente es el sello de autorizar, de tal manera que el instrumento que
carecía de él, era nulo. Los tabeliones y escribanos, al igual que ahora los
notarios, autorizaban los documentos por medio de su firma y signo, dándoles
así pleno valor probatorio.”8

Los tratadistas de la época al comentar la importancia del signo expresaban:


“AUTENTICO SELLO. Es aquel signo que sirve como de instrumento para
autorizar, y dar firmeza a las escrituras públicas o cartas hechas por mano
de Escribano público a quien se le presta entero crédito.”9

Por otro lado Independiente Rodríguez de San Miguel, expresaba: “El signo
del escribano no es otra cosa que una señal de la cruz trazada en diversos
modos según el tipo o modelo estampado en el título que la nación le concede
para que con él autorice los instrumentos. Este signo es que da carácter de
auténticas y públicas a las escrituras, y lo que demuestra la autoridad del

6 PEREZ FERNANDEZ, Bernardo. “El signo y el sello notarial”. Biblioteca Jurídica del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM. México. 1986. Pág. 151.
7PEREZ FERNANDEZ, Bernardo. “El signo y el sello notarial”. Biblioteca Jurídica del Instituto de

Investigaciones Jurídicas de la UNAM. México. 1986. Pág. 152.


8 PEREZ FERNANDEZ, Bernardo. “El signo y el sello notarial”. Biblioteca Jurídica del Instituto de

Investigaciones Jurídicas de la UNAM. México. 1986. Pág. 151.


9 CORNEJO, Andrés D. “Diccionario Histórico y Forense del Derecho Real de España”. D. Joachín

Ibarra. Impresor de Cámara de S. M. Madrid. MDCCLXXIX. Pág. 83.


escribano, quien no puede ejercer su oficio en lo concerniente al
otorgamiento de escrituras si en el título se omitiese el señalamiento del signo
que debía usar en semejantes actos. Y como según lo que se acaba de
exponer, la designación del signo pertenece al gobierno, se sigue que sin
expresa facultad de este, no pueda el escribano variarle, ni tampoco mudar
la firma que puso al tiempo de su aprobación, para evitar las dudas que estas
variaciones podrían producir acerca de la autenticidad de los instrumentos,
los cuales por tal defecto carecerían de fe, no podrían ser considerados sino
como privados, y el escribano se haría merecedor de una fuerte censura, y
sería responsable del resarcimiento de daños que por ello se ocasionaren a
los interesados.”10

3. PAPEL TIMBRE Y SU IMPORTANCIA


Hoja de papel numerada por la Administración que lleva implícita una
pequeña tasa. Sirve como soporte físico de determinados escritos con
carácter público, relacionados con la Administración o con procedimientos
judiciales.

El papel timbre, es un material desarrollado a lo largo de la historia y tiene


como antecedente a los escritos antiguos sellados y expedidos por reyes,
quienes se servían de estos para decretar leyes, ordenanzas o bulas papales,
e incluso para la redacción de los documentos que un escribano podía
realizar, es por ello que el señor Francisco García de Urteaga, notario que
ejerció sus funciones en Ayacucho y Lima en los años 1698-1701, hizo uso
de estos, como prueba de ello tenemos sus propios documentos protocolares
conservados en el Archivo Regional de Ayacucho.

4. ESCRITOS DEL ESCRIBANO FRANCISCO GARCIA DE URTEAGA

10“El Nuevo Escribano Instruido”. Ed. 4º Librería General de Eug. Maillefert y Cía. París y México.
1859. Pág. 18-45.
La escribanía era una institución que prestaba servicios a toda la población
por intermedio de los escribanos, que eran funcionarios reales encargados
de la elaboración de los contratos y toda clase de documentos que suscribían
los particulares así como de la preservación de los acuerdos contenidos en
ellos. Estas escrituras encuadernadas conjuntamente en el transcurso de un
año se conocen con el nombre de Protocolo notarial. Desde la colonización
hispana hasta mediados del siglo XIX, el escribano era el funcionario que,
con título legítimo, redacta y autoriza con su firma las escrituras públicas de
los contratos (acuerdos entre partes), autos y diligencias de los procesos
judiciales.

A partir del siglo XIX, se separan las funciones que ejercía el antiguo
escribano. Una clase de escribanos se encargó de la actuación en los
procesos judiciales, y la otra de la redacción y autorización de escrituras
públicas. Los primeros fueron llamados “secretarios de juzgado”; los otros,
“escribanos público o notarios”. Los primeros eran secretarios porque su
oficio los obligaba a guardar el secreto de todos los asuntos que los
contratantes trataban ante ellos. Los segundos eran notarios porque, antes
de que se hiciese cualquier escritura, debían elaborar las notas o minutas,
que eran un borrador de los acuerdos a los que llegaban las partes ante su
presencia y que tenían que estar conforme a los requerimientos del derecho.
FIRMA DE
FRANCISCO
GARCIA DE
URTEAGA
SIGNO O
SELLO DE
FRANCISCO
GARCIA DE
URTEAGA

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