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LEGÍTIMA DEFENSA: CAUSAS EXCLUYENTES DEL DELITO

POR JESÚS LÓPEZ LEYVA. - SINALOA, MÉXICO

La legítima defensa como causa de justificación o excluyente del delito, es una de las figuras
jurídicas, más polémicas que ha sido debatido tanto por la doctrina como por la jurisprudencia se
trata de un tipo penal permisivo, que elimina la antijuridicidad, y es según algunos autores “El
derecho que tiene todo ciudadano a responder por medio de la violencia, a una agresión actual,
injusta”.

De acuerdo a las disposiciones normativas, obran en legítima defensa, de bienes jurídicos propios o
ajenos, “El que repeliendo una agresión actual, violenta, sin derecho y de la cual resulte un peligro
inminente, a no ser que se pruebe que el agredido provocó la agresión, dando causa inmediata y
suficiente para ella; que previó la agresión y pudo fácilmente evitarla por otros medios legales que no
hubo necesidad racional del medio empleado en la defensa; y que el daño que iba a causar el
agresor, era fácilmente reparable , después por medios legales o era de poca importancia
comparando con el que causó la defensa.

Este tema no pierde actualidad ya que constantemente se me pregunta como abogado y criminólogo
que si un ladrón entra a tu casa y lo lesionas ¿Deberás pagar las lesiones?, o ¿tendrás
consecuencias penales?. En este orden de ideas, cabe señalar que repeler significa rechazar, y la
agresión es la conducta que lesiona o amenaza, bienes jurídicos tutelados por el derecho como lo
son: la vida, la libertad, el patrimonio, etc.

Pero la agresión debe ser real, actual, inminente; sin derecho, protegiendo bienes jurídicos propios y
ajenos; que existe necesidad del medio empleado. De acuerdo al Código Penal Federal y algunos
códigos de los estados de la República Mexicana, se presumirá la legítima defensa: “Salvo prueba en
contrario, el hecho de causar daño a quien por cualquier medio, trate de penetrar, sin derecho, al
hogar de la gente , al de su familia, o sus dependencias o a las de cualquier persona que tenga la
obligación de defender, al sitio donde se encuentren bienes propios o ajenos respecto los cuales
existe la misma obligación o bien lo encuentren a alguno de aquellos lugares en circunstancias tales
que revelen la probabilidad de una agresión” el código de Sinaloa establece al referirse a la legitima
defensa y sus requisitos, al que rechazare , en el mismo momento de estarse verificando el
escalamiento o fractura de los cercados, paredes, o entrada de su casa o departamento habitado, o
sus dependencias, cualquiera que sea el daño causado al agresor; “igual presunción favorecerá al
que causare cualquier daño a un extraño, a quien encontrare dentro de su hogar; en la casa en que
se encuentra su familia, aun cuando no sea su hogar habitual; en el local en el que aquel tenga sus
bienes, o donde se encuentren bienes ajenos, que tenga la obligación legal de defender; y el intruso
ejerza violencia sobre las personas o sobre las cosas que en tales sitios se hallen.

Hay necesidad de salvaguardar un bien jurídico, cuando exista un peligro real, actual, no ocasionado
por el agente. Ubicando el planteamiento del problema en el aspecto práctico, es muy común que el
dueño de una casa lesione o mate a un sujeto si lo encuentra dentro de su domicilio armado o
ejerciendo violencia sobre los objetos, sobre las personas, esta circunstancia, en ocasiones trae
consecuencias jurídicas para el propietario de la casa, porque no se evita la detención ni la
investigación preliminar, mientras se acreditan los elementos de la legitima defensa, institución
jurídica difícil de probar, controvertida, sin embargo, cuando hay necesidad del medio empleado por
la peligrosidad inminente que representa el sujeto, la ley permite privarlo de la vida o causarle daño a
fin de proteger los bienes jurídicos del agente como lo son: su domicilio su patrimonio, su libertad, su
vida, su familia, que axiológicamente tiene más valor que la intensión dolosa y perversa de un sujeto,
que sin ningún derecho y con violencia trata o penetra en el domicilio de las personas con la libre
intensión de lesionar o poner en peligro, bienes jurídicos tutelados por el derecho penal.

Pero se ha hecho costumbre que los jueces sancionen con “el estómago” (es decir, sean viscerales)
y son muy exigentes en cuanto al cumplimiento de los elementos de la excluyente de
responsabilidad. También hay que tomar en cuenta que si el ofendido tiene influencia política , o
poder económico , inmediatamente se le hace justicia y se acredita la excluyente pero si se trata de
un ciudadano común, es lamentable que la autoridad exija demasiados requisitos para acreditar la
excluyente, y en ocasiones se tiene por acreditada hasta en la sentencia, lo cual considero injusto,
porque además de la agresión violenta que sufre la víctima y el ofendido , existe otra clase de
victimización secundaria que es la falta de justicia pronta y expedita.

Un caso concreto de legítima defensa como causa de justificación que elimina la antijuridicidad, es
decir: que no obstante que la conducta es típica, no se sanciona porque está amparada por una
causa excluyente como lo es la legítima defensa, “hace unos días” tuve conocimiento de un agente
policíaco que mató a un ratero en la línea del metro sin embargo, inmediatamente se acreditaron los
elementos de la legitima defensa, ya que éste sujeto iba armado y agredía a personas que tripulaban
en el metro en ese momento e inclusive golpeó a un ciudadano para robarle su cartera y al huir en su
persecución, el agente policíaco le hizo unos disparos y lo privó de la vida y así, hay otros casos que
ya depende de circunstancias de tiempo modo y ocasión en que se dan los hechos, procederá la
legitima defensa o el exceso en legítima defensa que algunos códigos contemplan; interesante tema,
controvertido, que obviamente seguirá levantando polémica ante la opinión pública.

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