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Alemán para la Prevención y la Gestión de la Salud (Saarbrüken, Alemania). 3Instituto de Ciencia del Deporte,
Universidad de Coblenza y Landau (Alemania). 4Universidad de Ciencias Aplicadas (Idstein, Alemania).
5
Instituto de Ciencia del Deporte, Universidad Johann-Wolfgang Goethe (Frankfurt, Alemania)
L
Tomo XXIV • Nº 1
El entrenamiento de la fuerza
Figura 1. Fotos de niños y adolescentes: una
de gimnastas que
han realizado un
perspectiva histórica
entrenamiento
suplementario de la En el pasado se asumía que en edad evolutiva no fuese
fuerza. aconsejable un entrenamiento dirigido a la fuerza antes
de la finalización de la maduración sexual (cfr. American
Academy of Pediatrics, 1983), y tal indicación era justifica-
da, en primer lugar, con las carencias del estado hormonal,
ción o suplementario, hasta el entrenamiento de alto nivel sobre todo de testosterona, típicas de los niños y de los
de los practicantes de power lifting o de los halterófilos adolescentes. “Un argumento contra el entrenamiento de
de nivel internacional. Mientras entre los defensores2 de los niños preadolescentes era que éstos no estuviesen en
este entrenamiento se encuentran afirmaciones como, por condiciones de obtener mejoras significativas a causa de
ejemplo: “Un entrenamiento dirigido y adaptado a la edad la carencia de niveles adecuados de andrógenos en circula-
es absolutamente necesario como prevención de defectos ción” (Pitton 1992, 55). Se tenía la sospecha de que, de por
posturales o para la mejora del rendimiento deportivo.” sí, un entrenamiento de la fuerza provocase un efecto nega-
(Weineck, 2003, 374), “Según las afirmaciones científicas y tivo sobre el crecimiento y sobre la maduración ósea y, en
por lo que se ve en la práctica, el inicio de la entrenabilidad consecuencia, aumentase la predisposición a los traumas3
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ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES: ESTADO ACTUAL DE LA CUESTIÓN Frölich, M.
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las capacidades de fuerza hay que remitirse a Bührle (1985; Entre el entrenamiento de la fuerza hay que distinguir
1989), Güllich, Schmidtbleicher (1999) y Schmidtbleicher también el entrenamiento del culturismo (en inglés, y de uso
(1980; 1987; 2003), a los cuales hace referencia la figura 2 común: body building), que tiene como objetivo desarrollar
que muestra el esquema de la estructuración de la capacidad un alto nivel de masa muscular y de definición de la muscu-
motora “fuerza”, en la cual no todas las diferentes capacida- latura (Giessing, Hildebrandt 2005; Fröhlich 2007ª; Tesch
des de fuerza deben ser consideradas en el mismo rango. 1992b). Sin embargo, estas diferentes actividades, todas
La fuerza máxima, de hecho, determina la fuerza rápida, la asociadas a la fuerza, no se diferencian conceptualmente
fuerza explosiva y la resistencia a la fuerza. Los factores que unas de otras. Como consecuencia no se puede descartar que
influyen en la duración y en la magnitud de la adaptación a se produzcan graves confusiones (Hamill 1994), hecho que
las cargas de entrenamiento de la fuerza (Conley, Rozenek destacan también de forma crítica Feigenbaum et al. (1996ª,
2001; Frölich et al. 2007b, 7) son representados por las 63), en el informe de la NEISS (*). En cualquier caso, no
variaciones de la magnitud del peso, del volumen, de la distingue entre accidentes asociados a la práctica del entre-
intensidad de la carga, de la masa muscular implicada, del namiento de la fuerza aquellos asociados a la práctica com-
régimen de trabajo muscular, de la pausa entre las repeticio- petitiva de deportes como el powerlifting o la halterofilia”.
nes y la series, de la elección del ejercicios y de su técnica de Por lo tanto, desde el punto de vista terminológico, se pueden
ejecución, del nivel actual de entrenamiento y del método de producir malentendidos, que hacen difícil la interpretación
entrenamiento seleccionado. de los estudios sobre el entrenamiento de la fuerza de sujetos
adultos. Para una mayor diferenciación entre los contenidos
de los distintos conceptos se puede consultar la tabla 1 (cfr.
Factores influyentes American Academy of Pediatrics 2001; American College
de naturaleza fisiológica of Sports Medicine 2002), o bien a los manuales de Baechle,
Earle (2000), Fleck, Kraemer (1997), Martin et al. (1993),
Hohmann et al. (2002), Comí (1994) y Weineck (2003).
Fuerza máxima Capacidad de
Fuerza inicial oponerse a la Sin una diferenciación de los contenidos, “entrenamien-
Fuerza explosiva fatiga to de la fuerza” puede ser interpretado como concepto gene-
ral. Para una solución pragmática de los problemas termino-
lógicos es preciso que, según los grupos a los que se dirigen,
los objetivos, los medios y los contenidos del entrenamiento
de la fuerza sean seriamente discutidos, recurriendo a
Fuerza rápida Resistencia a la fuerza planteamientos basados en análisis estructurales y dimen-
sionales. En el Position Statement Paper de la National
Figura 2. Estructuración
Capacidad motriz Strenght and Conditioning Association (Nsca) de los
de la capacidad motriz
“fuerza”. Fuerza Estados Unidos se destaca, asimismo, que las experiencias
y los programas de entrenamiento anteriores, la situación
específica de test y de entrenamiento, la elección de los ejer-
cicios y la calidad de las indicaciones sobre el ejercicio de los
En el entrenamiento de la fuerza es preciso que sean test, así como el supuesto efecto de aprendizaje y de depen-
claramente distinguidos conceptualmente la halterofilia7 y dencia de las situaciones de entrenamiento o de test, hacen
los levantamientos de potencia (en inglés: weightlifting y difícil la posibilidad de comparación de los resultados de los
powerlifting), que representan disciplinas de competición distintos test, y a menudo son elementos insuficientemente
con intensidad de carga elevadísima y con ejercicios de descritos en los principales estudios (cfr. Feigenbaum et al.
competición que tienen características muy específicas 1996a; Fröhlich, Marschall 2001; Rutherford, Jones 1986).
(Benjamín, Glow 2003; Hamill 1994; Schafer 1991). “No Además, con frecuencia, no se consideran las diferencias
sabemos cuál es la dimensión y la intensidad de la implica- entre sujetos entrenados y no entrenados, aún sabiendo que,
ción de los adolescentes en el powerlifting. El hecho de que al inicio de un entrenamiento de la fuerza se encuentran
(*) NEISS: National
se pueda levantar pesos elevados sin una excesiva atención sobre todo efectos de adaptación de naturaleza nerviosa
Electronic Injury de tipo inter e intramuscular, que determinan las primeras
Surveillance System of a la técnica puede ser un factor que atrae a deportistas ado-
US Consumer Safety lescentes a este deporte” (Brown, Kimball 1983, 636). Si nos mejoras de la fuerza en los sujetos no entrenados (Häkkinen
Commision - el sistema referimos al especto de la seguridad en el levantamiento de et al. 2000; Moritani 1992: Rutherford, Jones, 1986).
nacional de control pesas, Fry, Schilling (2002, 7) subrayan que: “actualmente, Otro criterio que es fundamental tener en cuenta
electrónico de los
accidentes de la comisión
los datos indican que los programas de levantamiento de cuando se interpretan los efectos de adaptación al entrena-
para la seguridad del pesas son seguros, y lo son más que muchas otras activi- miento de la fuerza de los sujetos en edad de crecimiento,
consumidor de los dades deportivas juveniles y que este entrenamiento no es es la posibilidad de comparar los efectos con un grupo de
Estados Unidos. perjudicial para los deportistas jóvenes”. control (muestra de comparación). Así es absolutamente
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CONCEPTO DEFINICIÓN
Entrenamiento de la fuerza Principal concepto general de orden jerárquicamente superior que indica el tipo de
entrenamiento que tiene por objetivo general la mejora de la capacidad motriz “fuerza”.
El entrenamiento de la fuerza puede ser diferenciado según su efecto (por ejemplo,
entrenamiento para la hipertrofia) y según su objetivo (por ejemplo, entrenamiento de la fuerza
rápida)
Duración de la carga Duración cronológica del ejercicio, de la serie, de la secuencia global de ejercicios
Volumen de la carga Carga realizada en la unidad de entrenamiento, por norma el número de repeticiones de una
serie
Densidad de la carga Duración de las pausas en las series y entre las series
Régimen de trabajo Isométrico (aumento de la fuerza sin un cambio visible de la longitud del músculo); concéntrico
muscular (modalidad de trabajo muscular en la que la inserción y el origen del músculo se acercan entre
sí); excéntrico (modalidad de trabajo muscular en la que la inserción y el origen del músculo se
alejan entre sí)
Periodización Cambio por etapas de los objetivos parciales, de los contenidos, de los métodos y de la
organización del entrenamiento
Sin repeticiones máximas Un serie que se interrumpe una vez se alcanza un número determinado de repeticiones
Repeticiones máximas Un serie que termina con la última repetición completa que puede ser realizada con la correcta
técnica de ejecución
Punto de agotamiento Define el momento en el que una repetición que ya se ha iniciado no puede ser acabada con la
muscular momentáneo técnica correcta
(Point of Momentory
Muscular Failure, PMMF)
PMMF + (Point of En el PMMF + la serie no es interrumpida en el momento del agotamiento muscular, sino que
Momentory Muscular se recurre a técnicas de intensificación para continuar entrenando
Failure +)
Sobrecarga progresiva Aumento sistemático de la resistencia a superar con la mejora del estado de entrenamiento
Halterofilia (levantamiento Disciplina olímpica que requiere el máximo de la capacidad de fuerza y que prevé dos
de pesas) ejercicios de competición: arrancada y dos tiempos
Power lifting (levantamiento Deporte que requiere el máximo de la capacidad de fuerza y que prevé tres ejercicios de
de potencia) competición: sentadilla o squat, extensión de brazos sobre un banco plano o press banca
(bench press) y peso muerto o deadlift
Body building (culturismo) Forma de entrenamiento o de competición en la que el objetivo no es la fuerza máxima sino el
Tabla 1. Conceptos unidos
mayor desarrollo posible de la masa, la definición, la simetría y la proporción de la musculatura
al entrenamiento de la
fuerza y su definición.
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necesario que los procesos de socialización, selección y, en de 1RM no sería necesaria, puesto que su determinación a
particular, de desarrollo/maduración sean distintos a los través de un test de 6RM sería igualmente significativa para
procesos de adaptación a los estímulos de entrenamiento una prescripción posterior de las cargas (planificación de la
de la fuerza. Desde un punto de vista metodológico, medios carga, habitualmente, a partir de datos sobre el porcentaje
que pueden servir de ayuda y que se deberían aplicar, son de la carga y el número de repeticiones asociado a la misma
estudios con distribución aleatoria, con grupos de inter- (in merito cfr. críticamente Frölich et al. 2002a; 2002b;
vención y de control y estrategias8 eficaces con fases de Frölich et al. 2003; Frölich 2003).
entrenamiento y desentrenamiento (cfr. Feigenbaum et al.
1996b). Feigenbaum et al. (1996ª) lamentan que, en el sector
del deporte infantil y juvenil, los test de la fuerza se basan en
los llamados test submáximos (test de resistencia a la fuer-
za) con un alto número de repeticiones y, lógicamente, con
cargas de escasa intensidad. En su utilización se olvida que, Aconsejan (Kraemer y Fleck, 2005) este plan-
con un número alto de repeticiones, la energía se suministra teamiento:
por la vía anaeróbico-láctica con la correspondiente acumu- - calentamiento ejecutando de 5 a 10 repeticio-
lación de lactato (cfr. Fröhlich 2003). Cuando nos referimos nes y el 50% del 6RM estimado;
a niños y adolescentes esto debe ser valorado negativamente - después de 1 minuto de descanso, stretching,
puesto que en ellos la capacidad de generar y eliminar el 6 repeticiones con el 70% del 6RM estimado;
lactato es escasa o inexistente.
- repetición del procedimiento con el 90% del
Por otra parte, en lugar de test de 1RM (One Repetition 6RM estimado;
Maximum)9, para cuantificar las adaptaciones debidas al - después de 2 minutos de descanso (depen-
entrenamiento, se usan test de 10 o 15 RM, partiendo de diente de la carga al 90%), 6 repeticiones con el
la suposición de que se trataría de cargas menos elevadas 100% o el 150% del 6Rm estimado.
desde el punto de vista ortopédico o de la carga interna10
Si el procedimiento del punto 4 tiene éxito,
(Abbadie et al. 1999; Braith et el. 1993; Mayhew et al. 1989;
la carga se aumenta entre el 2,5 y el 5% y el 6RM
Mayhew et al. 2007). Bauer et al. (1999), Feigenbaum et al. queda determinado.
(1999, 2003), Going et al. (1987) así como Pate et al. (1993)
Si en el punto 4 no ha sido posible realizar las
(cfr. Fry et al. 2002, 156) han demostrado suficientemente,
6 repeticiones, la carga debe ser reducida del 2,5
que, si se tienen en cuenta los aspectos biomecánicos, se
al 5%.
dispone la ayuda de un experto y se respetan los procesos de
calentamiento adecuados, para la valoración de las mejoras El 6RM, obtenido en el punto 5, debe ser vali-
de entrenamiento de sujetos en edad evolutiva, se pueden dado después de 24 horas.
utilizar test con 1RM o máximas contracciones voluntarias
isométricas apropiados. De este modo, por ejemplo, en
niños (de edad media 9,3 años) no se ha observado que
se produjeran ni lesiones, ni dolores musculares en la eje-
cución de test de 1RM para las extremidades inferiores y Para el test RM se calcula un período de 1 a 15 min., los
superiores (leg press, leg extensión, standing chest press y períodos de descanso pueden ser utilizados para hacer el
seated chest press)(Feigenbaum et al. 2003). test a otros niños. Ya sea en el test 1RM, sea en el test X-RM,
Otro argumento que autorizaría el uso de test de 1RM se debe prestar atención a respetar exactamente la modali-
podría residir en el hecho de que numerosas actividades dad del test (por ejemplo, ángulos de la rodilla, amplitud
deportivas como saltar, lanzar o escalar, ya sea por la dura- del agarre, punto de rotación, longitud del brazo de palanca,
ción ya por la intensidad, desde el punto de vista ortopédico posición del asiento, etc.) y tenerla en cuenta para la estan-
y de la carga interna, representan cargas más elevadas darización con vista a posteriores test.
y menos controlables para las extremidades inferiores y Un decisión definitiva sobre hasta qué punto debe
superiores que un test de 1RM. Por ejemplo, las fuerzas que aconsejarse un test de 1RM o de X-RM para la prescrip-
actúan principalmente sobre las estructuras parcialmente ción de la carga, debe ser tomada individualmente por
blandas del aparato locomotor activo y pasivo, como menis- entrenadores y entrenadoras expertos teniendo en cuenta
cos, cartílagos y ligamentos, suponen de 2,5 a 3 veces el aspectos biomecánicos y específicos, según el grupo a
peso corporal en un salto en extensión, de 3 a 5 veces en la evaluar, el nivel de rendimiento, la experiencia en test y
carrera, de 4 a 10 veces en la batida del salto de longitud (cfr. en entrenamiento, el desarrollo cronológico y biológico, la
Freiwald 2005; McGinnis 1999; William 2000). constitución general y especial, así como según el objetivo,
Kraemer y Fleck (2005, 49), mantienen, en cambio, el contenido y la metodología del entrenamiento planifica-
que la determinación de la capacidad de fuerza con un test do. Para que esto sea posible, se presupone por parte de los
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responsables un elevado nivel de conocimientos específi- de nuevo, períodos diferentes (cfr. Wollny 2007, 17 y sig.).
cos y de cualificación pedagógica. Por ello es preciso tener en cuenta en qué medida, repre-
Como alternativa se podría considerar un plantea- sentando condiciones y factores biológicos determinantes,
miento “orientado sobre el número de repeticiones”, en el influyen directa o indirectamente sobre la entrenabilidad.
que el peso utilizado en el test (por ejemplo 20RM como Desde este punto de vista Wollny (2007, 215) demuestra
carga adecuada para un entrenamiento de resistencia a la que, en lo que se refiere a la capacidad de fuerza (resis-
fuerza) sea igual al peso de entrenamiento de las primeras tencia a la fuerza, fuerza máxima y fuerza rápida) no se
series (Frölich 2003, 167 y sig.). Dentro de cada unidad de pueden determinar recorridos uniformes de desarrollo.
entrenamiento se debería hacer, por lo tanto, una regresión Se destaca que, por lo menos a partir de la edad infantil,
de las series, y sobre más unidades de entrenamiento una la edad cronológica pierde progresivamente su valor expli-
progresión en el microciclo (Frölich et al., 2002b). cativo y que realmente presenta sólo una validez limitada
para cada individuo (Wollny 2002, 79). Según Martin et
al. (1999), además, es necesario considerar las diferencias
entre sujetos que tienen un desarrollo acelerado y los que
Ontogénesis y desarrollo motor tienen un desarrollo retardado, así como entre índices de
la constitución física que presentan un desarrollo acelera-
Mientras se afirmaba, sobre todo en las publicacio- do y los que lo presentan retardado (cfr. Tittel, Wutscherk
nes anteriores, que antes de la pubertad, y después de los 1992).
70 años, de por sí, la fuerza no fuese susceptible de ser Entre los niños de desarrollo acelerado y los del retar-
entrenada desde el punto de vista de la adaptación mor- dado es posible encontrar desviaciones de varios años entre
fológica, actualmente es posible constatar, que el organis- la edad cronológica y la biológica. Las mayores diferencias
mo humano es entrenable durante todo el período vital en el desarrollo se encuentran sobre todo desde el inicio de
(Conzelman 1997; Perig-Chiello et al. 1998; Schmidtbleicher la segunda edad escolar hasta el final de la adolescencia
1994; Whitehurst et al. 2005; Winter 1998), si bien esta (Crasselt 1994; Winter 1998; Wollny 1997). Wollny (2002,
posibilidad de entrenamiento está sujeta, en ocasiones, a 79) subraya, además, que la misma edad cronológica no
notables oscilaciones que dependen de la fase de desarrollo conlleva obligatoriamente la presencia de la manifestación
individual (Israel 1992; Mellerowicz et al. 2000; Voeckler- de una determinada característica, y que hay que tener en
Rehage, Willimczik 2006). cuenta las diferencias individuales en el proceso de desa-
Para poder tratar de forma diferenciada y evaluar rrollo relacionadas con el momento de inicio, la velocidad y
todos los aspectos de los posibles procesos de adaptación el nivel inicial. Hasta ahora, además, no está claro que en la
en el marco de la ontogénesis general y, sobre todo, el edad infantil existan fases12 y períodos sensibles en cuanto
desarrollo motor, lo primero debe ser describir, diferen- se refiere al entrenamiento de la fuerza.
ciándolas entre sí, las distintas etapas del desarrollo hasta Mientras en las definiciones encontramos un amplio
la madurez (Mellerowicz et al. 2000; Winter 1998; Wollny consenso en cuanto a la delimitación entre infancia y ado-
2002, 2007 cfr. tabla 2, en la página siguiente). Mientras lescencia, en el ámbito de la capacidad de rendimiento y la
en el manual dedicado al entrenamiento de los niños y de entrenabilidad de los niños y de los adolescentes, la cons-
los adolescentes de Martin (Martin et al. 1999, 13 y sig.) trucción a largo plazo del rendimiento, las planificaciones
encontramos una descripción general de la infancia y de la
y la estructura organizativa del entrenamiento juvenil en
niñez definida formalmente como el período que va desde
general, y en el campo del entrenamiento de la fuerza en
el nacimiento a los 14 años de vida, Winter (1998), adopta
particular, todavía es necesaria una gran actividad de inves-
el modelo de las fases o de los estadios de la psicología del
tigación, ya sea científica o práctica (Daugs, Emmerich, Igel
desarrollo11, la edad preescolar (de 4 a 7 años), la primera
1998; Hollmann, Hettinger 1990; Weineck 2003). Con el
edad escolar (de 7 a 10 años) y la segunda edad escolar
agravante añadido de que, no solamente en el deporte juve-
(niñas de 10 a 12; niños de 10 a 13). Después, dentro de la
nil, tanto desde el punto de vista específico de los requeri-
fase de la pubertad, se distinguen todavía otras dos fases
de maduración, teniendo en cuenta que entre la primera mientos generales del rendimiento, como desde el particular
fase –pubescencia o primera fase puberal – y la segunda – de los modelos de rendimiento de los distintos deportes y
adolescencia o segunda edad puberal – se refuerzan nota- disciplinas deportivas, la sistemática de los contenidos y el
blemente las diferencias específicas entre los dos sexos control del entrenamiento deberían estar orientados por la
(cfr. Ehlenz et al. 1998, 76; Mellerowicz et al. 2000, 78 y evolución del rendimiento.
sig.; Weineck 2003, 111). Ciertamente en la primera fase En los apartados siguientes nos ocuparemos más deta-
puberal (chicas: de 11 a 13 años; chicos: de 12 a 15 años) lladamente de los aspectos principales del desarrollo bioló-
y en la adolescencia (chicas: de 13 a 17 años; chicos: de gico que son importantes para la práctica del entrenamiento
14 a 19 años), hasta la primera edad adulta se distinguen, de la fuerza.
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Tomo XXIV • Nº 1
Estadio del Edad en Características específicas Consecuencias para la práctica del entrenamiento
desarrollo años del desarrollo
Edad de 3 a 6/7 Elevado impulso a moverse Adquisición de una gran base de entrenabilidad, ejercicios
preescolar y a jugar de breve duración y divertidos; evitar un entrenamiento
especial de la condición física, especialmente de la
fuerza; los movimientos de las tareas deben estimular la
creatividad y la experiencia del propio cuerpo
Segunda edad Niños: Fase fundamental para la Ejercicios variables y dirigidos a las técnicas deportivas;
escolar de 10 a 12 posterior maestría motriz, alto aumento multilateral del patrimonio de movimientos, sin
nivel de control del cuerpo, que, sin embargo, la cantidad vaya en detrimento de la
relación fuerza-peso corporal calidad, los movimientos deber ser aprendidos con la
muy favorable, máxima mayor precisión posible; crear las bases coordinativas de
expresión de la movilidad las habilidades; es aconsejable empezar un entrenamiento
articular especial de la resistencia; iniciar un entrenamiento de
la fuerza con elementos, pero sólo si están adaptados
a la edad, en caso contrario se aconsejan ejercicios
“gimnásticos” de la fuerza y de desarrollo de la movilidad
articular
Primera edad de Fase de máxima expresión Con la condición de una buena salud, es posible un
adulta 18/20 del desarrollo motor y del entrenamiento ilimitado de las principales formas de
a 30/35 conjunto de los sistemas actividad motriz
orgánicos (edad de los
Tabla 2. Estadios máximos resultados
del desarrollo y sus deportivos)
características específicas
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El desarrollo motor en la primera ñero y con material y/o también ejercicios gimnásticos
edad escolar (de los 7 a los 10 realizados de formas complejas (por ejemplo, circuitos
años) con distintos elementos (Mellerowicz et al. 2000, 79). La
tabla 2 presenta un cuadro de los distintos estadios de
desarrollo y sus particularices específicas.
Además de un cambio en las proporciones y en
la forma del cuerpo, producido por el crecimiento, la
fase de la primera edad escolar va acompañada por
otros grandes cambios, no sólo somáticos, sino también
El desarrollo motor en la segunda
psíquicos y cognitivos (Crasselt, 1994; Scheid 1994).
Mellerowicz et el. (2000) hablan de un aumento medio edad escolar (niñas: de 10 a 12
anual del peso corporal de 2,5-3,5 Kg., así como de años, niños de 10 a 13 años)
grandes prestaciones funcionales del SNC, que pueden
ser asociadas a la gran capacidad de aprendizaje motor La segunda edad escolar empieza sobre los 10 años
de esta edad. y dura hasta el inicio de la pubertad (Winter 1998). Hay
En este período, la conducta motriz se caracteriza que recordar que el paso de la primera a la segunda edad
por una “gran viveza y movilidad” (Winter 1998) que, en escolar no muestra soluciones de continuidad y los dos
esta fase del desarrollo, se refleja en el llamativo com- estadios sólo se distinguen gradualmente (Israel 1992;
portamiento lúdico de los niños (cfr. Verter, Montada Martin et al. 1999). Para el desarrollo motor en esta edad es
2002), mientras que los movimientos no son fluidos especialmente importante el mayor desarrollo del aparato
y redondos, sino más bien desgarbados (Scheid 1994). vestibular y de los otros analizadores del movimiento y de la
La viveza de la que hemos hablado, y los presupuestos posición, por lo que se hace evidente la mejora de la fluidez
psicofísicos para la adquisición de las capacidades y de los movimientos y el aprendizaje de movimientos difí-
habilidades motoras que la acompañan (Weineck 2003), ciles. En consecuencia sería necesario que las capacidades
pueden conducir, por medio de una formación “polide- de coordinación fuesen sometidas a una mayor formación
portiva”, a una entrenabilidad importante y constante, que las condicionales. Por lo que el método a elegir sería
así como al aumento tanto de la fuerza como de la utilizar ejercicios de fuerza complejos, sin uso de aparatos.
velocidad13 (Schmidtbleicher 1994; Weineck 2003), con El crecimiento físico posterior conlleva una mejora de las
un desarrollo de la capacidad de fuerza que tiene una proporciones y, por consiguiente, un aumento de la fuerza
evolución relativamente lenta por ahora, salvo que sea relativamente pronunciado con un escaso incremento de las
entrenada específicamente. medidas y del peso del cuerpo (Crasselt 1994), por lo que se
puede ver también una mejora de la relación peso-fuerza
Feigenbaum et al. (1999), de hecho, en niños y niñas
(Winter 1998, 289; Weineck 2003, 113). La fuerza máxima
de 5 a 12 años de edad, tomando como referencia la
presenta incrementos anuales medios. En lo relativo a la
evolución en 1RM, describe efectos de entrenamiento
especificidad de sexo14 en los chicos se puede comprobar
que alcanzan un aumento del 40% de 1RM en ejercicios
una capacidad máxima de fuerza que tiene una evolución
como el chest press y el leg extensión, después de un
casi paralela que, aunque escasamente, es constantemente
entrenamiento de ocho semanas. Las diferencias entre
mayor que la de las chicas (cfr. Menzi et al. 2007, 39).
sexos en el rendimiento todavía son poco relevantes,
pero, como norma, los hombres consiguen resultados
ligeramente mayores. En general, los grupos muscula-
res que son poco utilizados en los movimientos y en las
actividades cotidianas – se trata, con frecuencia de los El desarrollo motor en la
músculos de las extremidades superiores – presentan pubertad (primera edad puberal
capacidades de fuerza menores que los músculos que –pubescencia– y segunda edad
son utilizados en ejercicios como caminar, correr, saltar, puberal –adolescencia)
etc. (Schmidtbleicher 1994, 134). Éste es un efecto que
debe ser muy considerado, y al que debe darse la impor- Los múltiples y diversificados procesos de naturaleza
tancia justa, en la interpretación de las intervenciones endocrina que se desarrollan en la pubertad, la producción
directas al entrenar la fuerza. de hormonas de acción andrógena que los caracterizan, y
Generalmente, en los niños de esta edad, se debe- los efectos de dirección anabolizante que van asociados,
rían estabilizar las habilidades motoras básicas. Se aumentan enormemente la entrenabilidad en los adoles-
puede hacer, entre otros modos, entrenando de forma centes hombres (Schmidtbleicher 1994). Hay que destacar,
explícita y mejorando las capacidades coordinativas, sobre todo, el crecimiento de la masa muscular causado
por ejemplo, a través de juegos con balón, con compa- por el aumento de la síntesis proteica que, a su vez, es
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Frölich, M. ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES: ESTADO ACTUAL DE LA CUESTIÓN
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5 En el estudio no se ha realizado una diferenciación 12 Las fases sensibles y los modelos de períodos en
o una delimitación sobre la base de adaptaciones de tipo el ámbito del desarrollo de la motricidad deportiva son
morfológico y/o neurofisiológico. siempre objeto de discusiones críticas, y en parte han sido
6 “El entrenamiento con resistencias que incluye el uso cuestionados (cfr. Bauer 1989; Voelker-Rehage, Willimczik
regular de pesos libres, máquinas con pesas, el peso cor- 2006; Willimczik, Meiererander, Pollmann, Reckweg 1999).
poral, elásticos y otros tipos de artilugios para mejorar la 13 Fröhner, Tronick (2007, 12), indican bandas medias
fuerza, la potencia y la resistencia muscular se han conver- de diferentes edades, como edad de inicio al entrenamiento,
tido en una forma de actividad física cada vez más popular.” en los distintos grupos de deporte, señalando las condiciones
(Conley, Rzenek 2001, 9) fisiológicas correspondientes: la banda de edad hasta los
7 Según Ebada, Krüger (2004) el inicio sistemático de 7 años para los deportes con bastante componente técnico
un entrenamiento de levantamiento de pesas en cada país y (deportes y disciplinas de composición técnica). De los 7 a
en los diferentes grupos de autores oscila en una franja de los 9 años para los deportes con predominio coordinativo-
edad que va desde los 9 hasta los 11 o 12 años. La federación condicional, como la natación, diferentes modalidades del
alemana de halterofilia prevé un campeonato en la catego- atletismo, bádminton, voleibol, etc.; de los 9 a los 11 años
ría de 10 a 12 años de edad de los niños (Categoría jóvenes para deportes de predominio condicional-coordinativo como
halterófilos D). El entrenamiento correspondiente se inicia la carrera, el ciclismo, triatlón, esgrima, balonmano; de los
entonces más precozmente. 11 a los 13 años para los deportes de fuerza/resistencia a la
fuerza, como piragüismo, lanzamiento del atletismo, etc.
8 De esta forma, muchas interpretaciones erróneas de
supuestos efectos de entrenamientos están basadas sólo 14 Killing (2008, 8) titulando: “Las mujeres deben
sobre el plano metodológico. realizar un mayor y más precoz entrenamiento de la fuerza”
se refiere a estas fases: a) con el inicio de la pubertad es
9 “Muchos investigadores y muchos médicos no han uti-
racional un entrenamiento específico de los puntos débiles
lizado test basados en 1RM para evaluar la evolución en la
que son el tronco, la zona lumbar de la columna y los pies; b)
fuerza muscular producida por el entrenamiento, partiendo
las técnicas más comunes de levantamiento de pesas deben
del supuesto de que cargas de intensidad alta podían causar
ser aprendidas en edad escolar (de los 13 a los 16 años) uti-
daños estructurales en los niños. Por ello, en muchos estu- lizando cargas ligeras y barras de madera; c) paralelamente
dios, las capacidades de producción de la fuerza máxima de se realizará una preparación física general, por ejemplo con
los niños no se han evaluado directamente. Pero, hasta hoy, circuitos multilaterales de fuerza (de 14 a 17 años); de los
no se han referido accidentes en estudios exploratorios en 15 a los 16 años son adecuadas dos unidades semanales de
los que, para evaluar los cambios en la fuerza de los niños entrenamiento de la fuerza, en las que se utilizan ejercicios
producidos por el entrenamiento, se han utilizado los ade- para todo el cuerpo con barras de pesas.
cuados tiempos de calentamiento, una correcta progresión
de las cargas y test de fuerza máxima seleccionados de
forma crítica (ejercicios con 1RM y test isométricos e isoci-
néticos máximos).
Bibliografía
10 La presión sanguínea, la necesidad de oxígeno
del corazón y la concentración de lactato en las cargas Abadie B. R., Altofer G. L., Schuler P. B., Does a regressione equa-
submáximas son claramente más elevados que en 1RM, tion to predict maximal strenght in untrained lifters remain
representado de esta forma una carga cardiovascular y valid when the subjects are technique trained?, J. Strenght
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submáximos producidos por esfuerzos repetidos, en este Braith R. W., Graves J. E., Leggett S. H., Pollock M. L., Effect of tra-
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11 Habitualmente los modelos por estadios o por fases Erwachesenenalter, Schorndorn, Hofmann, 1997.
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