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EDUCACIÓN CRISTIANA

Dt. 6:1-9

Introducción

¿A qué nos referimos con educación cristiana? Nos referimos a la enseñanza de lo concerniente a
la experiencia de practicar una vida de fe en Dios y en Cristo. Va más allá del aprendizaje o
memorización de conocimientos, datos o información bíblica, más allá del adiestramiento de los
hijos en el comportamiento y conductas aceptables en el templo, en la escuela y en el hogar. Es
más bien, formar en ellos un carácter temeroso de Dios, que amen al Señor y que incorporen a su
vida, es decir, a sus decisiones, a sus argumentos, a sus relaciones, a sus pensamientos,
sentimientos y acciones los valores universales que encontramos en Dios. Tampoco se trata de
educar para preservar una religión, sino para fomentar vidas andando en los caminos de Dios y en
la salvación de Jesucristo.

LA FAMILIA ES LA BASE DE LA EDUCACIÓN CRISITIANA

Si analizamos nuestro pasaje en Dt. 6:1-9 notamos que el profeta no le habla al pueblo como una
comunidad organizada socialmente con instituciones públicas, sino a una considerada como un
conjunto de familias. Es frecuente pensar que la educación cristiana es un asunto de la iglesia local
y por lo tanto de la Escuela Dominical; Dios, más bien, encargó esa tarea a los padres en el hogar.

Consideremos que nuestra Biblia presenta a los padres varones como los sacerdotes de la familia,
cada jefe de familia es responsable de los suyos ante Dios. En la práctica tanto el padre como la
madre deben compartir esa tarea para que sea reforzada y no contradictoria. Por ello es necesario
que el matrimonio sea llevado con sabiduría, basado en el principio de unidad: “Los dos serán una
sola carne”, “no son ya dos sino uno” dice la Biblia. Esa unidad se notará en la devoción del uno
para con el otro, en el acuerdo sobre actividades, procedimientos, prioridades y métodos; de igual
manera en la unidad real: economía, trabajo y propiedad.

El hogar es una referencia importante a los niños y jóvenes, de tal manera que si allí se valora la
astucia y la trampa para generar ganancia, eso se tomará como algo normal y válido para lograr
sus propósitos. Los medios masivos como la TV, difunden entre otros, tres grandes valores
erróneos: la astucia, la suerte y el dinero como fuente de felicidad.

LA EDUCACIÓN CRISTIANA CONSISTE EN PALABRAS Y TAMBIEN EN PRACTICA

La imposición de reglas sin razón no es el método de Dios. Ej. Dt. 6:20-24; Dt. 10:19

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Las repetirás en todo momento quiere decir que debemos usar todo lo que está a nuestro alcance,
los alimentos, la enfermedad, la pobreza y la riqueza, los cumpleaños, aún la televisión y la
noticias para enfatizar los valores cristianos.

Muchos utilizan la TV como niñera, como un desahogo para que los niños no molesten o estorben
nuestro quehacer, sobre todo en estos tiempos, muchas veces por necesidad pero otras por
comodidad entregamos a nuestros hijos a terceras manos, sea la guardería, las niñeras, las abuelas
o tías para evitarnos molestias o para poder trabajar, tengamos en cuenta que serán otros los que
repetirán cotidianamente a ellos valores y enseñanzas que pueden no ser adecuadas, al fin de
cuentas ellos serán una poderosa influencia en sus puntos de vista futuros y en sus acciones.

Habla con ellos en casa, en el camino, al acostarte y cuando te levantes, platica con ellos sobre
historias y experiencias que resalten el carácter de Dios, lo que Dios pide.7

Coman juntos platicando las virtudes de una vida llevada de acuerdo al plan de Dios. Déjenles ver
en todo, hasta en los más mínimos detalles que cumplimos nosotros lo que les enseñamos y
platicamos. Esta es la otra faceta de la educación cristiana en el hogar: que nos vean orar, cantar y
servir a Dios, que nos vean practicando el amor, la ayuda al prójimo; que nos vean actuando con
verdad y con justicia; que sepan y vean que somos fieles al Señor.

LA EDUCACIÓN CRISTIANA SE BASA EN EL CARÁCTER DE DIOS

Por supuesto que debemos enseñarles a amar al único Dios y a nuestro Salvador, el Señor
Jesucristo. Ellos son el ideal, pues concentran en su carácter los valores que debemos enseñar,
porque son eternos, justos y perfectos. Pablo dice que nuestra meta es la estatura de la plenitud
de Cristo. Y que nosotros debemos ser imitadores de Dios como hijos amados.

Por eso debemos conocer a Dios y Cristo para tener una guía de los valores universales que son
útiles hoy y siempre para llevar una vida venturosa. Note usted como la Biblia apela al carácter de
Dios y/o a su ejemplo: Col. 3:13; 1Pe. 1:15-16; 1 Pe. 2:21-23.

¿y cómo es Dios, qué debemos enseñar? He aquí algunas características:

Verdad, Justicia, Amor, Misericordia, Fidelidad, Benigno, Perdonador, Paciente…

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