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Capítulo 4

Los principios rectores de la


desmanicomialización. Los recursos
humanos que los sustentaron

Los principios de la desmanicomialización (Cohen y Natella, 2009, 2001,


1993) se fueron gestando gradualmente, conforme avanzaba el curso de
la reforma de los servicios en la provincia y la producción de prácticas
comunitarias, formas locales propias de promover un cambio significativo
en el sistema de sm.
Si bien estos principios se desarrollaron en torno al área de la salud
mental, fueron reconocidos y asumidos por otros sectores y programas de
salud provinciales y municipales, que buscaban encontrar nuevas formas
de pensar y de implementar acciones que resultaran más apropiadas para
resolver los complejos problemas de las personas, familias y comunidades.
En efecto, era evidente la necesidad de transformación en diversos
sectores, que intentaban abrirse paso a nuevas propuestas y respuestas.
No fue casual que desde campos diferentes existiera una convergencia de
inquietudes referidas a, entre otras: el empoderamiento de grupos socia-
les representativos y/o vulnerados; la participación ciudadana; el valor de
los recursos no convencionales; el trabajo intersectorial; el desarrollo de
redes sociales; el rescate de las capacidades1.
Cabe admitir que, a pesar de que estas inquietudes y voluntades se
plasmaban en análisis y proyectos superadores con postulados de corte
comunitario, en no pocas ocasiones se circunscribían a programas y ex-
periencias aisladas, desconectadas de actores sociales fundamentales, en
particular de la población destinataria de sus inquietudes.

1. Años después de iniciar el proceso de reforma se sancionó la Carta de Ottawa (1986), pilar
de la promoción de la salud en el mundo y que impulsó estos valores de manera cabal.
130 Hugo Cohen - Graciela Natella Los principios rectores de la desmanicomialización 131

Durante el desarrollo de la reforma, fueron frecuentes los debates teó- Estos principios han facilitado la construcción de aspectos operativos
ricos sobre la restructuración de los sistemas de salud mental, que mu- y metodológicos, y de forma dialéctica han sido producto, a su vez, de la
chas veces encubrían la falta de conocimiento sobre una práctica concreta práctica misma2. Han sido además un elemento sintetizador, al proveer un
de cambio. Había mucha inteligencia puesta en el análisis de los motivos denominador común para los trabajadores de salud mental provenientes
de las dificultades –“el diagnóstico”–, pero curiosamente no en su resolu- de una diversidad de disciplinas, campos teóricos, destrezas técnicas y ex-
ción en lo inmediato (¡como si la solución solo pudiese venir de afuera, de periencias previas, que pudieron integrarlas en una perspectiva común.
otros poderes y actores!). En esta, el marco comunitario primó sobre las diferencias individuales,
Estos debates sobre la reforma del sistema de salud mental no eran que fueron de suma importancia a la hora de enriquecer “la oferta tera-
ajenos a la resistencia al cambio de grupos en busca de poder y/o con in- péutica” y ampliar así los instrumentos para responder a las demandas
tereses económicos, que veían una amenaza en los sistemas comunitarios particulares de los usuarios.
de atención y en las reformas de salud mental. Estos nuevos enfoques, al
cuestionar las instituciones psiquiátricas que dichos grupos representa- Los principios rectores de la desmanicomializacion han dado orienta-
ban, podían significar una amenaza para algunos de los privilegios vincu- ción y sustento al conjunto de las prácticas del sistema. Algunos de estos
lados a su conducción. principios tienen en sí mismos un correlato operativo, por lo que serán
La experiencia del día a día en la construcción de la desmanicomializa- profundizados en el capítulo de metodología, estrategias y prácticas.
ción mostró que, a la hora de generar transformaciones, hubo una canti- Se enumeran los diez principios que fueron eje de la reforma y que
dad importante de grupos que las predicaron o las resistieron, y muy po- serán desarrollados a continuación:
cos recursos humanos que –junto con los profesionales que impulsaban la 1. Atender y reintegrar a la persona con sufrimiento mental en su me-
reforma– se implicaron y comprometieron con un cambio en una práctica dio habitual, priorizando las estrategias de intervención en crisis y
cotidiana. Estas personas eran en su mayoría recursos no convencionales de reinserción social.
de salud, tales como agentes sanitarios, promotores de salud, operadores 2. Rescatar los recursos de salud presentes en las personas y comuni-
de salud mental comunitarios, familiares o usuarios recuperados, volun- dades.
tarios o personas sensibles a esta problemática, que eran parte de una 3. Intervenir en los planos técnico, político y social.
institución o particulares. 4. Implementar estrategias de intervención por medio del trabajo en
El porcentaje de recursos profesionales especializados que se involucra- equipo.
ban en la atención comunitaria en salud mental era muy bajo y sobre todo 5. Socializar e intercambiar los conocimientos y redistribuir respon-
representado por los enfermeros y trabajadores sociales, quienes adherían sabilidades.
con menos reserva que los psicólogos y psiquiatras a los procesos de cam- 6. Desmanicomializar las propias mentes.
bio. Es probable que esta aceptación se vinculara con la orientación de sus 7. Reconocer las necesidades básicas como condicionantes de la salud
disciplinas inclinadas hacia los cuidados, el acompañamiento y la gestión mental y gestionar su satisfacción.
de necesidades de las personas, pero además con la búsqueda de una rei- 8. Producir una práctica intersectorial, interinstitucional y con las re-
vindicación de sus roles, habitualmente subordinados al poder médico- des sociofamiliares.
psicológico, francamente dominante. 9. Promover la transformación de la representación social de “la locu-
ra” por la de sufrimiento mental y la producción de nuevas prácticas
que modifiquen la demanda social de encierro, y los conceptos de
Los principios rectores de la desmanicomialización han servido peligrosidad y cronicidad.
como marco de referencia para quienes, inmersos en un proceso de 10. Aceptar la incertidumbre como aspecto inherente a la transformación.
cambio, no disponían de los elementos teóricos y prácticos –insufi-
cientes en ese momento histórico– para resolver la gran cantidad de
2. El diseño de estos principios está vinculado con los procesos de reforma de los sistemas de
interrogantes e inquietudes que surgían de la nueva experiencia. salud mental que tocó vivir. Primero en Argentina, impulsando la experiencia de “desmanico-
mialización”, y más tarde desde el trabajo para la reforma de los sistemas de salud mental en
otros países, los que permitieron el enriquecimiento y la consolidación de estas ideas.

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