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"Nuestro sistema escolar entrena a las personas para ser empleadas

más que para ser dueñas de negocios y por esa razón es que
la mayoría no está preparada para dirigir su propio negocio. Así
que yo estaría de acuerdo con nuestro reconocido asesor".
Haciendo una pausa, dejé que mi comentario de acuerdo
quedara claro. Estaba haciendo mi mejor esfuerzo por no entrar
en una discusión, aunque me sentía provocado por el asesor de
inversiones. Siguiendo adelante dije: "No obstante, les
recuerdo que hace menos de cien años, la mayoría de las personas
eran pequeños negociantes independientes. Muchos de
nosotros tenemos parientes que eran granjeros o que tenían
negocios pequeños. Todos eran empresarios. La gente hace
cien años era lo suficientemente fuerte como para dirigir su
propio negocio a pesar de los riesgos. No fue sino hasta que
gente como Henry Ford comenzó a construir meganegocios
cuando cada vez más personas se volvieron empleadas. Sin
embargo, aun con el advenimiento de meganegocios como
Ford o General Electric, los pequeños negocios independientes
siguen prosperando.
"De hecho, los pequeños negocios son responsables de casi
todo el crecimiento laboral y de una gran parle de todos los impuestos que se cobran. Así
que a pesar de los riesgos, cada
vez más personas siguen empezando su propio negocio. Sin
ellas, habría mucho más desempleo. Sin esos individuos dispuestos
a correr riesgos, seríamos una nación financieramente
rezagada. La libre empresa nos da a todos la oportunidad de
correr riesgos y crecer. Si esos individuos no corrieran riesgos,
nuestra nación no sería tan próspera como lo es actualmente.
Las personas que corren riesgos aumentan la prosperidad".
La entrevista prosiguió durante otros diez minutos. No hubo
ni una resolución ni un acuerdo. Era obvio que proveníamos de
realidades diferentes. A medida que continuó la conversación
sin acuerdo, podía escuchar a mi padre rico diciendo: "Muchas
discusiones en la vida real son ocasionadas por diferencias de
realidad".
Las proporciones de riesgorecompensa
están a tu
favor
Una de las cosas que quería decir al asesor era que la proporción
de riesgorecompensa
estaba a mi favor. Sin embargo, eso
seguramente
habría llevado a una discusión... a una prueba para
ver quien estaba bien y quién estaba mal. No logré dejar en claro
mi punto en la radio, pero te lo quiero explicar a ti... el punto es
que hay riesgo en lo que hago pero no tiene que ser arriesgado.
Hace años, mi padre rico nos explicó a su hijo y a mí la
importancia de conocer los riesgos, las recompensas y de tener
una estrategia ganadora... una estrategia ganadora que incluyera
perder. Mi padre rico estaba consciente de la proporción
de
fracaso de nueve de cada diez que tiene la mayoría de los negocios
que están empezando. También estaba consciente de que
la recompensa de hacerlo sólo una de diez veces aumentaba
mucho el riesgo de perder nueve. Mi padre rico explicó con

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