Você está na página 1de 4

36.

CRECIMIENTO ECONÓMICO, ESTRUCTURAS Y MEN-


TALIDADES SOCIALES EN LA EUROPA DEL SIGLO XVIII. LAS
TRANSFORMACIONES POLÍTICAS EN LA ESPAÑA DEL SIGLO
XVIII

El siglo XVIII es un siglo de prosperidad y de crecimiento económico y


demográfico donde las guerras, hasta la Revolución francesa, son pocas y se
dirimen con ejércitos reducidos, las pestes medievales son desterradas por
las mejoras en los hábitos higiénicos y los avances científicos y médicos, y
la agricultura sufre un proceso de expansión de la mano de las innovaciones
inglesas (maquinaria, rotación de cultivos, selección de semillas).

Tal es el progreso agrícola que la tierra llega a ser considerada por los
fisiócratas o economistas liberales (Hume, Smith) como el eje de la marcha
de la vida económica, reclamando dichos pensadores la no-intervención del
Estado en la las cuestiones de la producción y los bienes. Se supera así el
mercantilismo imperante en la primera mitad de la centuria que, apoyado por
las monarquías absolutistas, defendía el intervencionismo y el proteccionismo
estatales sobre las actividades económicas (reglamentación producción y
trabajo) y comerciales (Colbert, ministro de economía de Luis XIV:aranceles,
creación compañías comerciales nacionales monopolísticas con control sobre
productos/mercados coloniales) y la acumulación de metales preciosos como
base de la economía.

Hacia 1775, la expansión económica del Dieciocho recibe su mayor empuje


con la revolución industrial inglesa, consumación del proceso de cambio
general a nivel británico que se abre tras Revolución burguesa de 1688, la cual
permite una acumulación de capital proveniente de una agricultura reformada
(enclousure laws) y mecanizada y la aplicación de avances cientifíco-técnicos
al sector artesanal y a los medios de transporte.

En el plano ideológico, se impone un pensamiento reformista y crítico


conocido como Ilustración, que supone la consumación del proceso de
renovación general iniciado en el Renacimiento y acelerado en el siglo XVII

165
Joaquín Riera Ginestar

con aportaciones como el racionalismo, el parlamentarismo o el empirismo


de la mano de personalidades como Descartes, Locke o Newton. Los filósofos
de la Ilustración consideran que pueden y deben reformar la sociedad,
expurgándola de sus vicios y haciéndola definitivamente feliz a través del
saber y la educación. Ello implica el ataque a sectores poderosos como la
Iglesia y el Estado, ataques de los que se deriva el resquebrajamiento de ambos
poderes a través de la laicización y la democratización de la sociedad.

La consumación del pensamiento ilustrado, tras el agotamiento del


reformismo limitado del absolutismo ilustrado, es el inicio del período
revolucionario con los hitos de la independencia de los BE. UU. (1776) y
la Revolución francesa (1789). Dichas revoluciones son acometidas por
una burguesía enriquecida que quiere ocupar un puesto en la sociedad y
el gobierno proporcionado con su creciente poder económico, anulando la
sociedad estamental y alumbrando la clasista. En su asalto al poder con la base
ideológica de la Ilustración, la burguesía se vale del artesanado urbano que
empieza a convertirse en obrero y de un campesinado que quiere sacudirse de
manera definitiva cualquier vestigio de servidumbre y tributación feudal.

En el ámbito científico, se quieren dominar los secretos de una Naturaleza


que ha sustituido al dios cristiano como sujeto máximo de adoración. Se
avanza en las matemáticas, la astronomía (descubrimiento mundo galaxias),
las ciencias físicas (Faraday y Celsio y el termómetro, óptica, Franklin, Volta
y Galvani y los fenómenos eléctricos), las ciencias naturales (Linneo y Buffon
en antropología) y la química moderna (Lavoisier).

En el campo artístico, se suceden el estilo Barroco, al servicio de la


Iglesia de la Contrarreforma y de las monarquías absolutistas, decorativo y
grandioso, lleno de religiosidad y que da cabida a lo cotidiano y popular;
el estilo Rococó, elegante, preciosista y aristócrata, sensual y frívolo, que
rehuye la monumentalidad y busca lo íntimo; el estilo neoclásico, que
revisita la antigüedad grecolatina al calor de descubrimientos como la ciudad
de Pompeya, y que se vincula al movimiento revolucionario francés, y,
finalmente, el estilo prerromántico, que se centra en los aspectos interiores
del individuo y en valores como la libertad en un marco de recuperación de la
época medieval, denostada durante el período de la Ilustración.

En España, el acceso de los Borbones al trono tras la guerra de Sucesión


supone la aplicación de formulas político-administrativas propias del

166
Temario oposiciones: Geografía e Historia para educación secundaria

absolutismo de Luis XIV Tales medidas se sustancian en la unificación


política y legal del Estado a través de:

~ la supresión de las autonomías de la Corona de Aragón, cuyos fueros


e instituciones son abolidos por los decretos de Nueva Planta;

~ la división del territorio nacional en provincias y corregimientos


(unificación administrativa), agrupados en partidos judiciales gobernados por
funcionarios de designación real (capitán general,jefe militar con atribuciones
político-administrativas/ Audiencia, tribunal de justicia y órgano asesor del
capitán general/ intendente o canalizador problemática económica de la
provincia);

~ reorganización del gobierno central donde el monarca asume todo el


poder y sustituye a los Consejos por ministros especializados en distintos
asuntos. Solo se mantiene el Consejo de Castilla como alto tribunal de justicia
y órgano consultivo y elaborador de proyectos de ley a aprobar por el rey. Las
Cortes castellanas, las únicas supervivientes, ven limitado su papel de jura del
heredero de la Corona.

Junto con el centralismo político y la unificación legal del territorio


nacional, los nuevos monarcas, sobre todo Carlos 111(1759-88) y sus ministros
(Campomanes, Jovellanos, Olavide, Floridablanca), impulsan una serie de
reformas que, dentro del espíritu de la Ilustración, intentan sacar a España de
su secular atraso y devolverla, en los campos político y económico, al primer
plano internacional. Para ello, se promueven medidas en diversos campos
como:

~ la agricultura, con colonizaciones de extranjeros en Andalucía para


fomentar el cultivo y la lucha contra el bandolerismo y con el Expediente
de Ley Agraria que pretende la mejora de los arrendamientos, la dotación
de utillaje para el campesinado y el inicio de la desamortización (Carlos IV,
problemas fiscales);

~ la industria con la creación una industria nacional a través de las


Manufacturas Reales (Tabacalera, tapices, etc.);

~ el comercio con la mejora de la red de caminos, la eliminación de adua-


nas y la apertura del comercio con América para todos los puertos ( 1765);

167
Joaquín Riera Ginestar

~ la educación con la modernización científica y técnica y la expulsión


de los jesuitas (1767);

~ el urbanismo con la construcción de una red de alcantarillado y de


abastecimiento de agua o con la aparición de la iluminación nocturna.

Con el reinado de Carlos IV (1788-1808), el reformismo queda abortado,


pues, como reacción a la Revolución Francesa, Floridablanca es sustituido por
Aranda en 1792, y éste a su vez por el advenedizo Godoy. Solo es reseñable
la orden de 1798 de venta de las propiedades de una serie de instituciones
benéficas administradas por el clero, obteniéndose fondos para salvar las
dificultades de la Hacienda.

168

Você também pode gostar