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La Industria del Cobre y el Desarrollo Sustentable

Me han pedido que hable sobre el desarrollo sustentable y la industria del cobre bajo el
título algo provocativo de “¿La Industria del Cobre: Necesita del Desarrollo Sustentable?”,
en particular si consideramos el clima muy favorable que el término parece haber ido
adquiriendo, especialmente en el debate internacional.

El tema del desarrollo sustentable cruza hoy toda la actividad empresarial, y resulta
particularmente relevante para las grandes corporaciones que operan a nivel internacional,
que se han visto cuestionadas por corrientes de opinión pública internacionales y ONG’s,
respecto a la sustentabilidad de sus prácticas empresariales y al impacto adverso ambiental,
social y económico que pueden tener dichas prácticas para el presente y futuro del mundo.
En respuesta a este desafío, se creó el WBCSD, una coalición de 150 compañías
internacionales de los más variados segmentos productivos, comprometidas con el medio
ambiente y los principios de crecimiento económico y desarrollo sustentable, de la que
Codelco forma parte. Para estas empresas el incorporar una gestión que sea compatible y
que apoye el desarrollo sustentable se está convirtiendo tanto en el estándar como en el
requisito para hacer negocios en el mundo de hoy.

Aunque me han pedido que hable de la industria del cobre y el desarrollo sustentable,
abordaré el tema en forma algo más amplia refiriéndome a la industria minera y el
desarrollo sustentable, ya que la mayoría de los temas que enfrentamos como industria del
cobre son comunes a toda la minería. Por cierto comentaré también a aspectos más
específicos que dicen relación con industria del cobre y con Codelco.

Dado el título que la Conferencia le asignó a esta ponencia, voy a intentar hacerme cargo de
las aparentes contradicciones o dificultades que muchos sienten en compatibilizar la misión
evidente empresarial de crear valor para sus accionistas o dueños y el incorporar estándares
de desarrollo sustentable en la gestión de las empresas.

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¿Qué Entendemos por Desarrollo Sustentable?

La primera dificultad con que nos encontramos es con el significado mismo del término
“desarrollo sustentable”. Al término se le ha dado muy variadas interpretaciones: algunos
ponen el énfasis casi exclusivamente en el aspecto de sustentabilidad, es decir los impactos
sociales y ambientales, mientras otros ven el aspecto de desarrollo, o impacto económico,
como fundamental. En parte la ambigüedad de lo que se entiende por desarrollo sustentable
ha fomentado en muchos sectores empresariales una desconfianza hacia el concepto.

En términos más genéricos optamos por la definición que entrega el WBCSD, para el cual
el desarrollo sustentable corresponde a “...formas de progreso que satisfacen las
necesidades del presente sin comprometer la capacidad de generaciones futuras de
satisfacer sus necesidades.” Creemos que esta definición captura la esencia del concepto.
No es desarrollo sustentable el crecimiento económico de una comunidad que no sienta
bases para la mantención de una capacidad futura de crecimiento. Tampoco lo es un
desarrollo que niega el aporte de la industria y el mundo empresarial, o el que pretende
hacerse sobre la base de cortapisas y regulaciones a la iniciativa. Creemos entonces en esta
definición el desarrollo sustentable que es compatible con el desarrollo de los negocios de
nuestra industria, más aún si, como luego veremos, creemos que lo favorece.

En el caso de la minería la interpretación del término ha sido extremadamente variada. Va


desde aquellos que piensan que por definición la minería no puede sustentable porque
explota un recurso no renovable, pasando por los que aceptan que la actividad puede
desarrollarse pero sometida a requerimientos de conducta social, económica y ambiental,
definidos globalmente por una comunidad vagamente delineada de partes interesadas (o
“stakeholders”), hasta el concepto de incorporar estándares de gestión y de mejores
prácticas en las empresas mineras que controlen y gestionen los impactos que la actividad
puede tener en aspectos ambientales, de seguridad y de salud laboral, comunitarios y en la
solución de pasivos ambientales, y que al mismo tiempo sean compatible con el desarrollo
del negocio. Es esta última interpretación la que nos parece adecuada y que refleja la
responsabilidad que debemos tener frente a nuestro entorno y nuestros propios trabajadores.

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Pero también la noción de desarrollo sustentable debe incorporar la importancia de los
metales en nuestra vida. La minería y los metales han sido y son esenciales para el mundo
de hoy, para nuestra forma de vida y para el desarrollo de las generaciones venideras. La
minería es un motor de creación de riqueza, la que puede traducirse en acumulación de
capital o inversión en otras actividades, incluyendo desarrollo social. Los avances
tecnológicos permanentes han desmentido las predicciones de que los metales serían cada
vez más escasos y su explotación de costos prohibitivos. No hay razones para pensar que
este progreso tecnológico no persistirá en el futuro, permitiéndonos explotar recursos que
hoy no son negocio y aumentando la tasa de reciclaje que en algunos casos, como el del
cobre, ya es alta. La industria ha dado pruebas de estar moviéndose continuamente en la
búsqueda de tecnologías más eficientes, limpias y seguras.

En particular en el caso del cobre, hay argumentos de peso para plantear que su producción
y uso no sólo son compatibles, sino que pueden contribuir, al desarrollo sustentable.
Primero, se trata de un metal que es un nutriente esencial para todos los organismos vivos,
incluido el ser humano. Recordemos que en 1998, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) concluyó que a nivel global el riesgo de deficiencia de cobre en seres humanos es
muy superior al riesgo de exposición a un exceso del metal. Segundo, el cobre es un metal
con un altísimo potencial de reciclabilidad, en teoría infinito. En países desarrollados hasta
un 50% del cobre consumido proviene de chatarra reciclada. Esto desmiente que el cobre se
esté agotando y que será cada vez más escaso y caro. Tercero, el cobre es un material muy
eficiente desde el punto de vista energético. Su uso en motores, cables y transformadores se
traduce en ahorro energético, un tema que en vista de la preocupación por las emisiones de
gases efecto invernadero, está en la agenda para el desarrollo sustentable. Por último, en
cuanto a su extracción y producción, creemos que una industria del cobre responsable
contribuye al desarrollo económico de las áreas donde opera y que, gracias a los avances
tecnológicos, la minería es compatible con la protección del medio ambiente y la salud
humana.

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¿Por qué el Desarrollo Sustentable debe estar en Nuestra Agenda?

Muchos se preguntan por qué la industria debe comprometerse con los temas del desarrollo
sustentable. El argumento es que una empresa debe tener como norte la rentabilidad y
generación de valor para los accionistas y dueños, y la inclusión de estándares de desarrollo
sustentable son vistos como un costo que interfiere en esa misión. Otros hablan de la
importancia que las empresas tengan estándares éticos y de responsabilidad social para
sustentar el desarrollo del negocio. Puesta así la discusión, se está hablando en dimensiones
y usando paradigmas paralelos, lo cual dificulta generar una visión compartida. Es
importante por lo tanto llevar esta discusión a un lenguaje común para poder llegar a una
visión compartida del negocio.

Sin duda, la mayoría de las corporaciones modernas suscriben principios éticos en su


actuar. Pero dejar allí la discusión puede llevar el tema a una cuestión de creencias o
preferencias personales. Alternativamente, el tema puede mirarse desde la óptica de los
estándares aceptables para hacer negocios en el mundo de hoy y en la contribución que el
desarrollo sustentable puede hacer a la generación de valor de la empresa.

En cuanto a los estándares, basta con mirar la historia. Hoy está en el sentido común de
todos que ciertas prácticas que en pasado parecían legítimas resultan inaceptables. El
trabajo infantil, el uso de trabajo esclavo, la persecución sindical o la desprotección de los
trabajadores en su ambiente laboral, y en tiempos relativamente recientes la depredación
del medio ambiente, en la actualidad nos parecen prácticas inaceptables, sin necesidad de
mayor argumentación. Los estándares aceptables para hacer negocios varían a través del
tiempo, y hoy se instala con cada vez mayor fuerza en el mundo, que la gestión empresarial
debe incorporar el desarrollo sustentable como estándar de hacer negocios.

Pero más allá del fundamento de estándares de gestión sustentable que la sociedad pide,
basamos además nuestra opción por el desarrollo sustentable en que creemos que es un
buen negocio.

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El Caso de Negocio para Desarrollo Sustentable.

La propuesta que queremos desarrollar es que existe un potencial de creación de valor para
las empresas, al incorporar estándares de desarrollo sustentable. En la filosofía del control
de costos que primó en la industria minera por mucho tiempo, todo gasto adicional en
medidas medio ambientales u otros, era evaluado bajo el prisma de incremento de costos y
por lo tanto contradictorio con los objetivos de la empresa. En la lógica de la creación de
valor para el accionista, esta visión puede darse vuelta ya que el valor proviene no sólo de
reducir los costos. Vamos a poner algunos ejemplos que nos permitan reflexionar en esa
dirección.

Control Integral de Calidad y del Ciclo de Producción hasta la Satisfacción del Cliente.

La adopción de un enfoque integral que incluye el ciclo completo de producción, desde el


mapeo geológico y la planificación hasta la satisfacción de las demandas y necesidades de
los clientes, permite reducir costos e incrementar el valor de la empresa. La
implementación de programas de mejora continua de procesos que abordan conjuntamente
temas de calidad, medio ambiente, seguridad, prevención de riesgos y salud ocupacional,
lleva a un mayor control y optimización de los procesos y reducción de costos.

En la medida en que los temas de calidad de producto se introducen en las etapas más
tempranas del trabajo geológico y la planificación minera, teniendo en cuenta las impurezas
y otras características de los minerales, se pueden reducir las quejas y rechazos de
productos por parte de los clientes.

Factibilidad de Proyectos, Acceso al Negocio y Valor Actualizado Neto (VAN)

Una conducta social y ambientalmente responsable puede facilitar y acortar los tiempos de
obtención de permisos y autorizaciones requeridos para un proyecto de inversión. Esto
redundaría en un impacto positivo sobre el valor neto actualizado asociado al proyecto, al
acortar su periodo de desarrollo. Considerando la inversión de Codelco en proyectos de
desarrollo durante el 2002, sus ganancias promedio y volumen, un retraso de 6 meses en la

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obtención de los permisos para esos proyectos tendría un impacto aproximado de US$ 180
millones de dólares en menor VAN. Un retraso de esa magnitud es posible si las relaciones
con autoridades o la comunidad no son óptimas.

Riesgo Financiero

Otro aspecto es que una conducta corporativa sustentable aumenta la naturaleza bancable
de los proyectos y, eventualmente, mejora las condiciones de financiamiento al reducir los
riesgos y por ende las probabilidades de demandas, multas y otras penalidades pecuniarias.
Los aspectos de responsabilidad ambiental y social están siendo incluidos con creciente
frecuencia en las evaluaciones de riesgo que realizan las instituciones financieras, por lo
que un buen desempeño se está transformando en un requisito para acceder al crédito.

Calidad y Satisfacción de la Fuerza Laboral

La conducta social y ambiental de una corporación tiene consecuencias importantes sobre


la capacidad de reclutar y mantener una fuerza laboral capacitada de primera línea. Los
profesionales jóvenes tienen una conciencia cada vez mayor del perfil ambiental y social de
una corporación, y empresas con un historial pobre en este aspecto tienen dificultades
crecientes para contratar y retener profesionales destacados. Por el contrario, un
comportamiento corporativo responsable mejora la calidad de vida laboral y facilita el
compromiso de sus trabajadores con su misión, con consecuencias positivas para la
productividad y los costos laborales.

Consumidores e Inversionistas

Hoy los consumidores, a lo largo de toda la cadena del negocio, toman sus decisiones no
sólo sobre la base del costo y características técnicas del producto, sino que se preocupan
crecientemente el grado de sustentabilidad con que el producto ha sido producido y su
impacto en todo su ciclo de vida. Esto es facilitado por la globalización de la información y
el auge de organizaciones no gubernamentales dedicadas a hacer “lobbying” en torno a
estos temas. Esta ética del consumidor también se está dando a nivel de inversionistas,

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donde los “portafolios verdes” se están expandiendo para incorporar temas laborales,
sociales, de uso de tierras, de relación con comunidades nativas, conservación, etc.

Ahorro y Reciclaje de Insumos y Residuos

El ahorro de insumos, como energía, agua y otros y el reciclaje de elementos como el agua
o residuos, tiene un evidente impacto positivo ambiental a la vez que es una fuente de
ahorro de costos o creación de beneficios para la empresa.

Seguridad, Control de Riesgos, Salud Ocupacional y Reducción de Costos

Una buena gestión y resultados en términos de seguridad laboral y control de riesgos no


sólo es un imperativo moral hacia nuestros trabajadores, sino que también redundará en
beneficios de costos para la empresa por menores incidentes con tiempo perdido y
detenciones de producción, menores costos de atención médica y mayor protección de
equipos.

La mantención de un ambiente saludable para trabajadores y comunidades asociadas tiende


a mejorar el bienestar, potenciar la productividad y reducir los costos de salud asociados a
ambientes más contaminados, incluyendo los relacionados con esquemas de compensación
y demandas judiciales. Aunque es un tema que no carece de complejidades, donde las
respuestas obvias pueden tener resultados no deseados, es claro que un medio ambiente más
sano reduce los riesgos de salud, y la salud es un bien de alto costo.

Innovación Tecnológica, Medio Ambiente y Eficiencia Productiva

La búsqueda e introducción permanente de innovaciones tecnológicas en los procesos


productivos asociadas al medio ambiente, pueden derivar en que la mayor eficiencia de las
técnicas de beneficio del metal reducen costos, tanto porque permiten extraer cobre desde
minerales con menor ley, como porque reducen el metal contenido en residuos, impactando
los costos asociados a su disposición.

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Menores Costos de Cierre

Un plan de cierre bien planificado y a largo plazo puede reducir significativamente los
costos de cierre, cada vez más significativos para nuestra industria. Si bien en Chile no
contamos hasta el momento con una legislación en este sentido, lo más probable es que ello
llegue a ser una norma. Por lo tanto será más eficiente desarrollar un proyecto minero con
las prevenciones financieras correspondientes para el cierre de la operación. Una
planificación minera que considere todo el ciclo de vida del proyecto, en un contexto de
responsabilidad medioambiental, contribuirá significativamente a reducir tanto costos como
riesgos financieros asociados.

En síntesis, creo que he planteado un número importante de potenciales beneficios de


negocio asociados a la incorporación de estándares de desarrollo sustentable en la gestión
de la empresa, que permite ligar tal gestión a la creación de valor para los accionistas.

La Evidencia de Creación de Valor por un Buen Desempeño en términos de


Desarrollo Sustentable.

Como lo ha señalado el WBCSD, el valor accionario “del mejor 10% de las compañías en
68 tipos de industria de 21 países, consideradas como líderes en desarrollo sustentable”,
cuyo desempeño financiero combinado se refleja en el Indice de Sustentabilidad Dow Jones
ha sido mejor que el desempeño de las empresas listadas en el Indice Global de Dow Jones.
Mientras el Indice de Sustentabilidad tuvo una tasa anualizada de retorno de 15,8% durante
los cinco años previos a Agosto de 2001, el Indice Global Dow Jones aumentó en un 12,5%
en el mismo período.

En el sector minero en general, no contamos aún con suficiente evidencia empírica de una
correlación positiva entre un desempeño empresarial responsable en este ámbito y un
mayor valor del negocio. Tenemos el desafío de lograr asociar valor a estos beneficios
potenciales que hoy podemos enumerar cualitativamente. Sin embargo, existen numerosos

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ejemplos de la relación inversa, es decir de cómo una conducta corporativa social o
ambientalmente irresponsable puede llevar al desastre económico para las empresas.

• Quizás el caso más dramático es el ocurrido en 1998 en la región de Sevilla, España, al


fallar los muros del tranque de relaves de la mina Los Frailes de Boliden. Los 5
millones de metros cúbicos de relave liberados a los Ríos Agrio y Guadiamar llegaron a
un parque nacional e inundaron 2000 hectáreas de terrenos agrícolas. El costo de las
operaciones de limpieza, de US$136 millones, más otros problemas financieros llevaron
la compañía a la quiebra.
• En Febrero de este año, la Corte Suprema de British Columbia en Canadá rehusó
permitir el proyecto de la mina Tulsequah Chief, un proyecto multimetálico aprobado
por la Provincia en 1998. El fundamento de la corte fue que la Provincia no consideró
cuánto afectaría la mina los pueblos aborígenes de la zona.
• También este año, la provincia filipina de Mindoro Oriental ha declarado una moratoria
de 25 años a todo proyecto minero en su territorio. Con esto se frenó virtualmente el
proyecto de una mina de níquel y cobalto de la Crew Development Corporation, una
empresa canadiense. El argumento usado fue que los impactos de la mina afectarían
gravemente el medio ambiente y comunidades agrícolas y pesqueras de la provincia.

De paso, estos ejemplos negativos empobrecen la imagen de todas las empresas del rubro,
en muchos casos injustamente.

Sustentabilidad y la Industria Minera Internacional.

A lo largo de los últimos años la industria minera ha dado pasos progresivos primero los
desafíos y temas de impacto ambientales y en salud que enfrentaba y luego más
ampliamente los aspectos relacionados con el desarrollo sustentable. En 1991 alrededor de
30 empresas mineras crearon el International Council on Metals and the Environment
(ICME) que adoptó una Carta de Principios Ambientales y proyectos de trabajo
relacionados con gestión ambiental en minería; acceso a mercados, comercio y regulaciones
en el uso de metales; aspectos relacionados a salud, minería y metales; y comunicaciones.
En el año 2000, el ICME amplió su Carta de Principios a Desarrollo Sustentable.

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Paralelamente en 1999, diez de las principales compañías mineras internacionales,
incluyendo Codelco, formaron la Iniciativa Minera Global (GMI), cuyo fin fue buscar
formas de definir cómo potenciar la contribución de la minería al desarrollo sustentable a
nivel global.

Los resultados principales de la GMI han sido dos. El primero, fue la transformación del
ICME en el International Council on Mining and Metals (ICMM), organismo que tiene por
objetivo liderar los esfuerzos para perfilar a la minería como un sector que contribuye al
desarrollo sustentable. El segundo fue poner en marcha lo que se ha llamado el proceso
MMSD (Mining, Minerals and Sustainable Development) que contemplaba un aspecto de
investigación y otro consulta y participación de “stakeholders” o audiencias interesadas
relacionadas a la actividad minera. El objetivo era realizar un diagnóstico de la situación
actual de la minería mundial en cuanto a su contribución al desarrollo sustentable y
proponer recomendaciones de cómo mejorar significativamente dicha contribución. El
proceso MMSD fue concebido como un ejercicio independiente del control de la industria,
que realizaría una revisión de los aspectos más críticos que preocupaban a los
“stakeholders” en relación con la industria minera y metálica y recopilaría la investigación
y antecedentes disponibles sobre estos aspectos. El trabajo fue encargado a una empresa
consultora independiente (International Institute for Environment and Development, IIED),
y patrocinado no sólo por empresas sino también por algunos gobiernos, agencias u
organismos internacionales y organizaciones no-gubernamentales. Para ello el MMSD
convocó a una serie de actores, desde ONGs, organizaciones comunitarias e indígenas,
organizaciones laborales, organismos internacionales y financieros, gobiernos hasta la
propia industria, para configurar una visión de la minería desde el punto de vista de terceras
partes. Este estudio culminó a principios del 2002, y se espera un informe final, una vez
recibido comentarios de diversas partes interesadas, y será presentado en una Conferencia
sobre Minería, Minerales y Metales para el Desarrollo Sustentable que se realizará en
Toronto en mayo de este año. Las empresas miembros del ICMM deberán luego adoptar
decisiones sobre las recomendaciones que surjan del informe y del debate que se dé en la
reunión de Toronto.

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Al respecto quisiera destacar algunos aspectos que consideramos importantes al revisar el
planteamiento de la industria, el desarrollo sustentable y las acciones futuras que puedan
adoptarse.

Primero, es fundamental rescatar y destacar el valor de la minería, los minerales en general


y los metales en particular, para el desarrollo de la humanidad y para el desarrollo de
muchos países ricos en recursos minerales.

Segundo, es importante reconocer y valorar los esfuerzos de la industria para reducir sus
impactos ambientales y mejorar sus relaciones con las comunidades donde opera. La
minería, la industria de los metales y su uso son actividades compatibles con la salud
humana, la calidad del medio ambiente y un desarrollo social cuantitativo y cualitativo.
Nuestra creciente inversión en tecnología limpia, reciclaje de residuos, capacitación laboral,
desarrollo comunitario, entre otros aspectos, así lo ha demostrado.

Tercero, creemos fundamental asegurar que los metales reciban un tratamiento regulatorio
fundado en bases científicas sólidas y demostrables. Hemos visto en estos últimos años el
predominio de tendencias regulatorias basadas en aplicación frecuente del Principio
Precautorio por falta de evidencia científica en las que basar tales regulaciones.

En cuarto lugar, todo plan de acción hacia una agenda minera pro-desarrollo sustentable
debe diseñarse teniendo en cuenta las peculiaridades propias de cada región y realidad
nacional. En temas ambientales y de desarrollo económico, social, cultural deben respetarse
las realidades locales para asegurar que la acción sea efectiva. Directrices de desempeño
internacionales para la industria deben incorporar las flexibilidades y gradualidad
necesarias para permitir acomodar distintas realidades. Esto es particularmente sensible
para las empresas de países en vías desarrollo, donde las prioridades y realidades
económicas, sociales y políticas muy diferentes a las existentes en países desarrollados. Los
esquemas globalizantes tienen el riesgo de no reconocer adecuadamente estas diferencias y
de tener un sesgo hacia la visión predominante en los países desarrollados.

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Tampoco nos parecen adecuadas propuestas que implican ignorar los mecanismos políticos
nacionales de toma de decisiones, como por ejemplo establecer nuevas instancias
deliberativas que decidirían desde cómo disponer los residuos mineros masivos hasta cómo
distribuir los beneficios económicos que genere la actividad, pasando por estandarizar la
forma de relacionarse con las comunidades.

Es también importante que de este proceso surja un mejor entendimiento de quiénes son
legítimas partes interesadas (“stakeholders”) en el tema de la minería y el desarrollo
sustentable y cuáles son los ámbitos y la extensión en que las empresas mineras pueden
interactuar productivamente con ellas. Al mismo tiempo, es esencial que aprendamos cómo
buscar formas prácticas, efectivas y viables de diálogo con aquellas partes interesadas que
teniendo posturas muy antagónicas a la industria, demuestran un interés legítimo en
situaciones relacionadas con la minería.

Creemos que es un requerimiento estratégico que el conjunto de la industria minera así


como cada empresa individualmente muestre su contribución y compatibilidad con el
desarrollo sustentable.

Así mismo creemos que teniendo en cuenta los principios delineados en esta sección, la
industria minera global tiene la oportunidad de alcanzar acuerdo en un conjunto de valores,
principios y directrices que sean consistentes con nuestra propia definición de desarrollo
sustentable. Pensamos que es posible establecer mecanismos que permitan establecer
metas de resultados y métrica para medir el cumplimiento o avance en los compromisos
establecidos.

También creemos que debemos incorporar la filosofía de gestionar y mitigar los eventuales
impactos negativos de nuestras operaciones en su entorno y de compensar aquellos
impactos que no podamos controlar. El concepto de externalidad, pecuniaria y no
pecuniaria, ofrece un marco útil de referencia para evaluar y enfrentar tales impactos.
Conjuntamente, se debería establecer un sistema profesional independiente de auditoría y
certificación, el que sería usado por las compañías que voluntariamente deseen hacerlo. Por
último, parece útil explorar iniciativas como programas de difusión, capacitación y para

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comunicar experiencias y prácticas exitosas en los ámbitos relacionados con el desarrollo
sustentable. Mejorar nuestro entendimiento y manejo de los problemas y oportunidades en
esta área expandida de responsabilidad debería ser un objetivo primordial de la industria, y
hemos planteado que este debe ser un proyecto prioritario del ICMM.

No visualizamos grandes dificultades para llegar a este tipo de acuerdos en el tema


ambiental, donde gran parte de las empresas que operan en Chile, por ejemplo, se hacen
exigencias que van más allá de lo requerido por la legislación nacional. Estamos avanzando
en ámbitos de seguridad y salud ocupacional. Tenemos sin duda mayor camino que recorrer
en impactos y relaciones sociales y comunitarias.

Codelco y el Desarrollo Sustentable.

Quisiera empezar planteando nuestra postura corporativa frente al tema, para después
reseñar las acciones más relevantes que estamos realizando en este sentido.

Para Codelco, el compromiso de la industria minera con el desarrollo sustentable pasa


esencialmente por:

• Una gestión moderna y responsable de los temas ambientales, de seguridad laboral,


salud ocupacional y las relaciones comunitarias.
• La mitigación de los posibles impactos ambientales de los procesos productivos.
• Un plan de inversiones en proyectos que reduzcan impactos ambientales y aumenten la
eficiencia en el uso de recursos escasos.
• Una política de compensaciones en casos en que no es posible eliminar o mitigar los
impactos ambientales.
• Una política de solución de pasivos ambientales históricos.

En Codelco, nuestro compromiso con algunos principios que subyacen al paradigma del
desarrollo sustentable se remonta a nuestra Política Medioambiental Corporativa, emitida el
año 1995, la que se fundó en tres impulsos rectores: económico, legal y ético. Desde un
punto de vista económico, entendemos que un desempeño medioambiental irresponsable

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puede tener severas consecuencias tanto desde el punto de vista de riesgos del negocio, de
la percepción que se tiene del cobre como material a través de toda la cadena productiva y
de consumo, como de pérdida de valor para los accionistas. Naturalmente, tenemos un
compromiso fundamental cumplir con la legislación vigente. Pero hemos ido más allá,
comprometiéndonos a gestionar responsablemente nuestros impactos ambientales, proteger
no sólo a los que trabajan en nuestra empresa sino también de quienes estén potencialmente
expuestos a consecuencias negativas de nuestras operaciones, y promover estándares de
desempeño en nuestros contratistas y proveedores. Creemos que general, toda la gran
minería que opera en Chile ha incorporado estos principios a su negocio.

En este contexto, desde 1994, hemos desarrollado una agresiva política para mejorar
nuestro desempeño medioambiental, la que se refleja en un portafolio importante de
inversiones, cuya magnitud y logros deben apreciarse en el contexto de una historia
corporativa previa en la que el tema medioambiental estuvo esencialmente ausente. Entre
1994 y 2000, Codelco invirtió US$773 millones en proyectos relacionados con el medio
ambiente, incluyendo reducción de emisiones de gases en nuestras tres fundiciones,
aumentos significativos de la eficiencia en el uso de agua y energía, manejo de residuos
sólidos, eliminación y reciclaje de residuos líquidos, etc.

Estos esfuerzos se han realizado paralelamente con la implementación de un sistema de


gestión ambiental, el que estamos en vías de certificar en todas nuestras divisiones de
acuerdo a los estándares de la ISO 14.000. La primera división que ya recibió su
certificación a comienzos del presente año fue Radomiro Tomic, y esperamos que en el
primer trimestre del año 2003 el conjunto de la Corporación esté certificada.

También en el ámbito de la gestión ambiental y de sustentabilidad, desde comienzos de los


años 90, opera en Codelco el sistema de Convenios de Desempeño (Balanced Scorecard),
instrumentos que se negocian de año en año entre Casa Matriz y las Divisiones, y en las que
éstas se comprometen a cumplir objetivos específicos en temas de medio ambiente,
seguridad, salud ocupacional y relaciones comunitarias. El compromiso lleva una métrica
asociada, y su cumplimiento se asocia a sistemas de incentivos.

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Desde 1999, estamos publicando un Reporte Ambiental anual, en el que revisamos nuestra
gestión en los temas ambientales, y más recientemente comunitarios y de seguridad,
contrastando lo logrado con los compromisos adquiridos el año anterior. A contar del
Reporte 2001, estamos intentando ajustar este instrumento de comunicación pública a los
lineamientos de la Global Reporting Initiative, para alcanzar un grado de transparencia que
contribuya a mejorar la credibilidad de la industria en nuestro país y el mundo.

En septiembre de 2001, la Presidencia Ejecutiva emitió la nueva Política Corporativa de


Gestión Ambiental, Seguridad y Salud Ocupacional que reemplazó a la Política Ambiental
vigente hasta esa fecha. La nueva Política Corporativa establece orientaciones integrales
que apuntan a la protección no sólo del medio ambiente, sino de los trabajadores (propios y
de terceros) y comunidades relacionadas con la Corporación; y se aplica en forma general a
todos los trabajos y negocios de Codelco, tanto en Chile como en el extranjero. Además, la
Corporación se compromete a realizar esfuerzos promover prácticas similares a las
empresas colaboradoras y proveedoras, y a mantener al cobre como un material de uso
futuro ambientalmente sustentable, contribuyendo a reducir los posibles impactos negativos
de su producción y uso en todo su ciclo de vida.

En el contexto definido por la nueva Política, nos estamos moviendo crecientemente hacia
sistemas de gestión que manejen integradamente los temas de calidad, ambientales, de
seguridad y riesgo, de salud ocupacional y de impacto en las comunidades. El enfoque es
sobre procesos, identificando factores e impactos críticos, en cada uno de los aspectos
mencionados, que puedan ser gestionados por la línea. En este enfoque integral, es
consistente con nuestra política de certificación de sistemas de gestión de acuerdo a
estándares aceptados internacionalmente, la ISO 9.000 y la ISO14.000, y ya estamos
estudiando alternativas para certificar un sistema de gestión de salud ocupacional y
seguridad.

Hemos expandido nuestro compromiso a implementar una mejora sustantiva de nuestras


relaciones con las comunidades asociadas a nuestras operaciones. Este esfuerzo, al que
hemos denominado la política de “Codelco Buen Vecino”, busca terminar con los vicios
clásicos de la relación entre operaciones mineras y su entorno social: paternalismo,

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dependencia económica, antagonismo, segregación entre trabajadores y demás habitantes, y
en general desconocimiento por parte de las empresas de cuáles son las aspiraciones de
desarrollo de quienes habitan su entorno. Buscamos desarrollar una política proactiva que
busque mitigar eventuales impactos negativos de nuestras operaciones en las comunidades
en nuestro entorno, apoyar el desarrollo de dichas comunidades y entorno, aprovechar
oportunidades de sinergías positivas entre nuestras operaciones y las comunidades, y
resolver pasivos ambientales y sociales históricos.

Quisiera referirme a algunos ejemplos de nuestra política de Codelco Buen Vecino.

Traslado de Chuquicamata a Calama

El año 2001 se inició el proceso de traslado del campamento de Chuquicamata y sus


actividades a la ciudad de Calama, ubicada a 10 kilómetros al sur del campamento,
Aproximadamente 10.000 personas (2.500 familias) se trasladarán en dos años y medio.

El Proyecto supone tres aspectos ligados al desarrollo sustentable: desde un punto de vista
económico, el crecimiento de la mina y de los residuos industriales sólidos asociados,
requería más espacio libre para evitar costos elevados de transporte; desde un punto de vista
ambiental, era necesario proteger la salud de las familias de los trabajadores del material
particulado arrastrado por el viento desde las pilas de residuos; y, desde una perspectiva
social, Codelco está decidido a aprovechar este cambio, para impulsar una mejor
integración de sus trabajadores con las comunidades locales, buscando poner fin a la
mentalidad de campamento asociada a la minería en todo el mundo.

Debido a la complejidad del traslado, la Corporación ha llevado a cabo desde los inicios del
proyecto, un proceso de participación de todos los actores involucrados, que hasta el
momento muestra un considerable nivel de acuerdo en los objetivos que persigue la
integración de estas personas a la ciudad de Calama.

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El Proyecto Integra Nueva Calama implicará una inversión de US$200 millones, en un
período de dos años y medio. Ello supondrá, a su vez, generar empleo para 2.000
trabajadores permanentes durante ese lapso. El proyecto finalizará en el 2003.

Primer Acuerdo Ambiental Voluntario

Durante el 2001 se conformó una Mesa de Trabajo Ambiental, con la firma del Primer
Acuerdo Ambiental Voluntario entre organismos públicos regionales con competencia
ambiental y la División El Teniente. Este acuerdo es la primera iniciativa de esta naturaleza
en Chile, en que organismos públicos y una empresa se comprometen a mejorar y sanear
los problemas ambientales históricos de una de sus operaciones. El Acuerdo establece tres
etapas: identificación de los problemas ambientales; diseño de soluciones conjuntas entre
los organismos públicos y Codelco, y la solución de los problemas antes identificados. Este
acuerdo regirá hasta fines del 2003, cuando se evaluarán los resultados obtenidos. Una
iniciativa similar se está implementando en la División Chuquicamata; y a partir de marzo
del 2002, en División Salvador.

Programa Agrícola

El Programa Agrícola, un convenio entre Codelco (Divisiones Chuquicamata y Radomiro


Tomic) y el Gobierno de la II Región, tiene por objeto desarrollar proyectos enfocados a
potenciar las capacidades y sustentabilidad de comunidades agrícolas de la II Región. Los
proyectos se centran principalmente en la agroindustria, el turismo y la forestación rural y
urbana. Incluye actividades muy innovadoras como el revestimiento de canales con correas
transportadoras dadas de baja para reducir las pérdidas asociadas al riego en una zona
desértica. En el período 1995-2001, Codelco ha aportado al Programa Agrícola alrededor
de US$ 1.650.000.

Mantención de Zona Verde en el Desierto

El convenio de cooperación técnica Forestación de Zonas Áridas de Altura entre Radomiro


Tomic y Corporación Nacional Forestal, Conaf, suscrito en 1998, ha significado la

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plantación y mantención de 13 hectáreas con 3 mil plantas adaptadas a zonas áridas y de
altura, ubicadas en varios paños alrededor de las instalaciones de la División (a 42 Km de
Calama).

Zona de Protección en la Hacienda Loncha

Codelco lleva adelante un proyecto que supondrá la creación de un área protegida alrededor
del tranque Carén -depositario de los relaves de la división El Teniente-, ubicado en la
hacienda Loncha. El objetivo es avanzar en establecimiento de zonas de protección
ambiental asociadas a nuestras operaciones, que permitan la coexistencia sustentable entre
nuestras faenas, el ecosistema circundante y sus comunidades. Para ello, la Corporación
firmó en noviembre de 2001, un convenio con la Facultad de Agronomía de la Universidad
Católica de Chile para realizar un Plan de Ordenamiento Territorial para la Hacienda Loncha
(de 23 mil hectáreas de extensión y de propiedad de Codelco), que presentará un programa de
uso múltiple, con actividades de conservación y recuperación del patrimonio natural,
recreación, educación ambiental, ecoturismo y programas de desarrollo de las comunidades
aledañas.

Nuestro Proyecto Común de Empresa.

Una iniciativa de gran relevancia y magnitud en nuestra Corporación, y que también da


cuerpo a nuestro compromiso con el desarrollo sustentable, es el Proyecto Común de
Empresa (PCE), que quisiera describir brevemente.

El PCE es un esfuerzo en que la Administración y las organizaciones laborales que


representan a nuestros trabajadores están trabajando conjuntamente para definir el Codelco
futuro y cuáles son los caminos para alcanzar ese objetivo. El Proyecto es participativo y se
funda en una serie de valores que orientan su quehacer, entre ellos: el respeto a la dignidad
de las personas, la ética, transparencia y probidad, así como la equidad, la responsabilidad
social y la solidaridad.

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El PCE queda definido por una visión, misión, valores, estilo de gestión y 7 impulsos
estratégicos que han sido desarrollados y suscritos en conjunto por la Administración de
Codelco, sus organizaciones sindicales y sus trabajadores. Entre los objetivos estratégicos
podemos destacar en el contexto que nos ocupa:

El Impulso N°3: “Asegurar la calidad integral y el mejoramiento continuo de los procesos.”


Este impulso llama a la innovación sostenida en las prácticas de trabajo, la excelencia
operacional, el control integral y prevención de riesgos, la seguridad de las personas y la
protección del medio ambiente, haciendo énfasis en un enfoque integrado y participativo y
la certificación de la ISO 14.000; y

El impulso N° 6: “Compromiso con la protección del medio ambiente y el fortalecimiento


de las relaciones con la comunidad.” Entre otras cosas, este impulso explícitamente llama a
participar en actividades prioritarias de la comunidad local o regional, sobre bases
sustentables en el tiempo.

El PCE es una iniciativa novedosa para nuestra Corporación, y creemos que para la minería
en general, en cuanto busca desarrollar una relación con los trabajadores en un esquema de
participación abierta y respaldada en el respeto y la confianza mutuas. Creemos que estas
características lo validan plenamente como una iniciativa que se inscribe en cómo avanzar
hacia una minería coherente con el desarrollo sustentable.

Una Organización que para Desarrollar la Estrategia.

Codelco se ha dado una organización para dar un mejor cumplimiento a su compromiso


estratégico con los principios compromisos y desafíos que nos hemos propuesto y que han
sido reseñados anteriormente. Para ello creó la Vicepresidencia de Mercados y
Sustentabilidad, que incorpora a la Gerencia de Desarrollo de Mercados, la Gerencia de
Desarrollo Sustentable, y la Gerencia de Gestión Ambiental y Sustentabilidad. La misión de
esta Vicepresidencia se ha definido en los siguientes términos: “...liderar el desarrollo del
mercado de cobre e impulsar una estrategia de desarrollo sustentable a nivel de la industria,
incorporando así mismo una gestión de sustentabilidad al interior de nuestras operaciones.”

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La opción de ubicar bajo esta misma Vicepresidencia, Gerencias dedicadas al tema de
mercados y de sustentabilidad, interna y de la industria, subraya nuestra convicción de la
fuerte interacción que existe entre nuestro desarrollo de mercados y una gestión sustentable,
no sólo desde una perspectiva defensiva de evitar regulaciones que limiten infundadamente
nuestro acceso al mercado, sino más importante aún, nuestra visión de que nuestro principal
producto, el cobre, tiene características positivas en términos de desarrollo sustentable,
reciclabilidad, eficiencia energética, esencialidad, que son atributos que nos permitirán
promover su uso. Es además consistente con nuestro planteamiento de que los temas de
desarrollo sustentable son también temas de negocio, y que nuestro compromiso con la
sustentabilidad determinará la sustentabilidad de los mercados mismos de nuestro
producto.

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