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Heller – El hombre del Renacimiento

Renacimiento como aurora del capitalismo.

“La vida de los hombres renacentistas, y en consecuencia del desarrollo del concepto
renacentista del hombre, tenía sus raíces tenía sus raíces en el proceso mediante el cual los
comienzos del capitalismo destruyeron las relaciones naturales entre el individuo y la
comunidad, disolvieron los lazos naturales entre el individuo y la familia, su posición social y su
lugar prestablecido en la sociedad, al mismo tiempo que zarandearon toda jerarquía y
estabilidad, volviendo fluidas las relaciones sociales, la distribución de las clases y los estratos
sociales, así como el asentamiento de los individuos en éstos”. P. 9

Dinamismo de la estructura social y del individuo que se encuentra en ella.

Nuevo concepto de hombre: el hombre dinámico.

“El concepto de hombre dinámico es indefinible. Se puede resumir diciendo que todos los
conceptos relativos a las relaciones humanas se vuelven dinámicos. Se desplazan los conceptos
de valor; lo infinito (el carácter infinito del espacio, el tiempo y el conocimiento) se convierte
no sólo en objeto de especulación sino también en experiencia inmediata, un componente de
la acción y del comportamiento; la perfección deja de ser una norma absoluta, puesto donde
todo está en curso sólo puede haber búsqueda constante de perfeccionamiento, aunque no de
perfeccionamiento absoluto en el sentido de kalokagathía (“probidad”) de los antiguos ni de la
santidad del cristianismo.” P. 14 y 15 -> resultado: individualismo renacentista, o más
propiamente, “culto al hombre que se hace a sí mismo”

La relación del hombre y la naturaleza. El conocimiento ligado a dos ideas: · El hombre puede
conquistar algo a la naturaleza para crear una segunda naturaleza. Conquista de la naturaleza
· La humanidad evoluciona. Evolución de la humanidad.

“Pero durante el Renacimiento, la razón se consideraba todavía una fuerza contradictoria,


especialmente preñada de contradicciones éticas, a menudo aliada cabalmente con el diablo”
P. 20

Concepto renacentista de hombre: La pequeñez y la grandeza del hombre, pequeñez ante la


infinitud del unverso, grandeza en la conquista del mundo. vs. Idea renacentista del hombre:
ya no hay una idea unitaria del hombre como en la antigüedad y en el medioevo, sino que hay
tanto hombres ideales como hombres reales utopizados, reflejado esto en un sistema plural de
valores morales. P. 24

Rico – El sueño del humanismo

“El ídolo que a Erasmo le importa derribar es el enemigo tradicional del humanismo, el método
escolástico, y tampoco ahora por mera rivalidad de escuelas, sino porque cumple elegir entre
un código artificial para iniciados y una lengua a medida de todos los hombres, porque está en
juego el predominio de una noción del saber como teoría arcana, reservada a una minoría de
especialistas, o bien como cultura viva, destinada a iluminar la experiencia real del mayor
número posible de beneficiarios. (…) Como en ellos [en los studia humanitatis] el núcleo de la
teoría erasmiana reside en el lenguaje, y con perfecta coherencia, porque Dios se ha hecho
lenguaje y a través del lenguaje hay que buscarlo, con un mínimo de preceptos y la intensa
frecuentación de unos libros cardinales (…).” P. 118 y 119
Burke – El Renacimiento

Las humanidades (studia humanitatis) con los estudios que “perfeccionan al hombre” (Bruni),
porque lo entrenan en la característica fundamental del ser humano: la capacidad de hablar, y
de distinguir el bien y el mal. Los estudios se enfocaban entonces en las materias relacionadas
con el lenguaje y en la ética. En un segundo nivel, ciertos humanistas estaban interesados
también por ciertas ciencias como la matemática, la medicina, la astronomía, la astrología y la
magia. “podemos afirmar que durante ese período se produjo un renacimiento matemático,
científico e incluso mágico”. P. 30

“El movimiento neoplatónico no se reducía a interés por los escritos del propio Platón, sino
que incluía también los de sus discípulos clásicos, como Plotino y Jámblico, que cada vez
habían prestado mayor atención al misticismo y a la magia. Parece ser que se produjo un
creciente interés por la “filosofía oscura” (o lo que podríamos llamar “magia”) y la filosofía
natural (en términos modernos, “ciencia”), debido quizás a que estos estudios –que aún
resulta difícil separar- ofrecían una escapatoria al turbulento mundo de los humanos.” P. 91

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