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Yo soy su segundo hijo, pues para ellos el más querido, ya que cuando yo era pequeño
estuve a punto de morir, porque yo había nacido muy bajo en peso y tenía algunos
problemas respiratorios, según los doctores yo no tenía ninguna probabilidad de que yo
me cure y que mis padres no más esperaran lo peor, ya que las probabilidades de que yo
salga bien eran muy bajas. Pero mi mami cuenta que paso, algo inesperado ya que, yo
respondía bien a los medicamentos que en ese tiempo no me servían, y me cure y se me
dio una oportunidad de una nueva vida.
Mi vida en la Finca de mis abuelitos fue muy dura, ya que no me acostumbraba a vivir en
una casa donde prácticamente no había televisión, ni radio, ni electricidad para conectar
el celular o para conectar una consola. Bueno yo como era niño, para mí era difícil que
mi vida diera un giro de 360 grados. Pasar de una vida buena a pasar a una vida sin nada,
llegue a deprimirme demasiado, ya que con mis primos no me llevaba muy bien, ellos
eran diferente a mis amigos. Mi mami solo me decía que tenía que acostumbrarme que
esto de vivir en el campo iba a ser temporal, hasta que haiga una buena estabilidad
económica y podamos mudarnos a un lugar mejor, mi padre trabajaba con mis tíos en la
construcción de casa de madera.
Mis abuelitos me querían mucho y más la pasaba con ellos, ya que ellos me contaban
lindas historias, las cuales me hacían volar la imaginación y algunas historias triste de su
vida, ellos siempre querían que yo sea alguien en la vida, ellos me enseñaron a vivir en el
campo y gracias a ellos me pude adaptar a esa vida los primeros 3 meses.
Cuando yo salía al gran patio de la finca, siempre me daba celos de que mis primos sabían
manejar caballo, todos mis primos sabían, menos yo. Me sentía un poco mal, que no
pudiera hacer lo que ellos hacen, manejar caballo y ayudar a mis tíos en lo que sea, me
hacía sentir un inútil, todos ayudaban menos yo. Mi mami me enseñó a manejar caballo,
las lecciones que ella me daba, bueno eran muy duras ya que tuve hartas caídas que me
han dejado cicatriz, pero yo seguía adelante practicando, para perderles el temor y
manejar como lo hacen mis primos, sin ninguna dificultad.
Yo ya estaba acostumbrado a vivir en el campo, yo tenía mis propias cosas, que me las
gane con mucho esfuerzo y trabajo, aprendí que la vida era muy dura en el campo, yo
tenía ya mis propios caballos, tenía dos ese era el regalo que me había dado mi mami y
mi tío cuando yo aprendiera a manejar caballo, aun los conservo y nunca los cambiaria.
Ya cerca del año viviendo en la finca de mis abuelitos, los cuales yo quería mucho, al
igual que mis primos y mis tíos. Mi padre ya había juntado en todo el año un dinero para
cambiarnos de casa, ya que yo no podía seguir sin estudiar y antes ya era tiempo que
tengamos nosotros una casa propia. Mi padre había encontrado una casa bonita, que es en
la que yo vivo ahora, ya todos nos habíamos puesto de acuerdo para irnos a vivir, aunque
me dio es tristeza, a lo primero que yo me despidiera de nuevo de la gente que quería
mucho, y con las cueles yo compartí buenos momentos.
Pero después entendí que el cambio me iba a servir mucho, ya que yo tenía que estudia r
y hacer relación social con otras personas, no solo con mis primos y tíos. El viaje se lo
planifico para una semana, la casa ya estaba comprada, y las cosas ya se las había llevado
un camión, todo ya estaba listo. Solo tenía una semana o para aprovecharla a lo máximo,
la cual para mí fue la peor semana de mi vida. Era un día viernes, al siguiente día yo me
iba a mi nueva casa, en ese viernes hubo una tormenta la cual fue muy fuerte, el cielo
cambio de la nada, había un sol brillante y se llenó de nubes rápidamente, y a las 7 de la
noche empezó a llover con relámpagos. Yo no sabía porque mi madre, mis abuelitos y
mis tías estaban demasiado preocupados, y no me querían decir nada, hasta que yo oí
decir de la boca de una de mis tías, que dos tíos míos estaban en el rio, yo no vi nada malo
en eso que estén en el rio cuando lo oí, hasta que una de ellas dijo que ese rio con una
simple llovizna, crece de la nada y su crecida es muy fuerte e iba arrasando todo a su
paso. Yo ya estaba preocupado al oír eso, tenía miedo a que pase algo malo en la crecida
del rio, la lluvia cada vez era más fuerte, yo no sabía quiénes eran esos dos tíos míos que
estaban en el rio, atarrayando. Y uno de ellos era mi tío Alfonso, después que oí su
nombre, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi preocupación y desesperación fue grande.
Empecé a rezar para que todo salga bien, y no pase nada en la tormenta.
Y creo que mis rezos, fueron de por gusto, yo me había dormido con las lágrimas en los
ojos, al siguiente día en la tarde, vino un hermano de mi abuelita a avisar que en la llovida
fuerte que hubo, mi tío Alfonso había muerto, la corriente se lo había llevado, él sabía
nadar ya que él me enseño, pero no pudo de una corriente tan fuerte. Ese día fue el más
triste y melancólico de mi vida, mi tío y mejo r amigo que iba a estar cuando yo me
gradué, había fallecido, todo mi mundo cayo de nuevo, mis tíos lloraban y yo simplemente
veía el ataúd, mis sentimientos habían reventado, no tenía gana de llorar, simplemente
veía el ataúd y respiraba. Eso me afecto mucho, que mis padres para que yo no siga triste,
no me llevaron al entierro me quede con mi abuelita, la cual estaba muy triste y yo
también, no sabía qué hacer. Solo pude abrazarla y decirle que la quería mucho. Y me fui
al cuarto a descansar, cuando llegaron mis padres, ellos estaban arreglando todo para irnos
al próximo día, ya que mi madre estaba muy afectada antes tal acontecimiento, ella decía
que nos iba a hacer bien alejarnos un poco de la casa de mis abuelitos, para tales
olvidarnos un poco de la tristeza. Fue duro despedirme de mis familiares, pero fue bueno
irme de haya, ya que no quería estar triste y sé que mi tío no hubiera querido eso. Todo
esto fue muy fuerte para mí, que me acuerdo todo lo que paso en ese entonces.