La comunidad LGBTTTI+ celebra en todo el mundo el mes de
la diversidad sexual en junio, un mes donde se realizan diferentes actividades y se lucha por concientizar a la población por la inclusión de este segmento de la población. Además, porque el 28 de este mes es el día en que se conmemoran los disturbios de Stonewall en Nueva York, de 1969, lo que marca el inicio del movimiento de liberación y lo que dio pie al día de la diversidad sexual, también se estarán celebrando la libertad de expresión y activismo en favor de los derechos de las poblaciones lésbico gay de México. Los disturbios de Stonewall consistieron en una serie de manifestaciones espontáneas y violentas contra una redada policial que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969, en el bar conocido como ¨Stonewall inn¨ del barrio neoyorquino de Greenwich Village. Frecuentemente se citan estos disturbios como la primera ocasión, en la historia de Estados Unidos, en la que la comunidad LGBT luchó contra un sistema que perseguía a los homosexuales con el beneplácito del gobierno, y son generalmente reconocidos como el catalizador del movimiento moderno pro derechos LGBTTT+ en Estados Unidos y en todo el mundo. Durante las décadas de 1950 y 1960, la comunidad LGBTTTI+ estadounidense debía enfrentarse a un sistema legal mucho más hostil con los homosexuales que en muchos de los países al este del telón de acero. Todos los estados del país, a excepción de Illinois, penalizaban el sexo homosexual consentido entre adultos en el ámbito privado. En 1961 un hombre adulto podía ser acusado de «crimen» por mantener sexo con otro adulto del mismo sexo de manera consensuada en la privacidad de su casa y podía imponérsele una multa ligera o llegar a pasar entre cinco y veinte años —a veces incluso toda la vida— en prisión. En 1971 veinte estados mantenían leyes sobre sexo «psicopático» que permitían la detención de homosexuales por esa razón. En Pensilvania y California, los considerados «ofensores sexuales» podían ser encerrados en instituciones mentales de por vida y en siete estados podían ser castrados. Durante las décadas de 1950 y 1960, la castración, la terapia emética, la hipnosis, la terapia de electrochoque y las lobotomías eran los medios usados por los psiquiatras para intentar «curar» a los homosexuales de sus deseos. Los primeros grupos homófilos de EE. UU. fomentaron una cultura de no confrontación entre homosexuales y heterosexuales en su afán por demostrar que las personas homosexuales podían insertarse en la sociedad. Sin embargo, los últimos años de la década de 1960 fueron turbulentos debido a la confluencia de varias reivindicaciones sociales, como el movimiento afroamericano pro derechos civiles (1955-1968), la contracultura de los 60 y las manifestaciones contra la guerra. Este clima beligerante, junto al ambiente liberal de Greenwich Village, influyó en el desencadenamiento de los disturbios de Stonewall. En México, en 1978, en una manifestación por la matanza del 2 de octubre, salió el primer contingente de personas LGBTTTI+ a marchar entre socialistas y comunistas. Eran pocos los que se animaban a salir a las calles y quienes lo hacían eran perseguidos por las autoridades. En 1979 se unieron tres grupos: El Frente Homosexual de Acción Revolucionaria, Grupo LAMBDA de liberación homosexual y OIKABETH Movimiento Lésbico Feminista de México, donde se defendían los derechos de los homosexuales y exigían erradicar la violencia por parte de policías y la sociedad. En los años 80’s, las marchas en México y el mundo aumentaron su popularidad y se realizaban para apoyar la lucha contra el VIH-SIDA que en esa época comenzaba a conocerse en todo el mundo. Las primeras manifestaciones en México donde se exigían reconocimiento e igualdad de derechos no eran muy concurridas, pero lo que importaba era la calidad de la gente que marchaba, en su mayoría intelectuales como el actor Tito Vasconcelos, el escritor Carlos Monsiváis y la actriz y escritora Nancy Cárdenas, se necesitaba mucho valor para salir a las calles pues no se sabía que iba a pasar durante los desplazamientos. Poco a poco se ha ganado visibilidad y reconocimiento de derechos, por ejemplo, en 1982 se crearon organizaciones no gubernamentales para ofrecer ayuda médica y brindar información sobre el VIH-SIDA. Hacia la década de los 90’s el gobierno comenzó a involucrarse más en las campañas de reconocimiento y fomentando el uso del condón entre la comunidad. Gracias a la lucha de antiguas generaciones, hoy en día se pueden pensar en cosas que hace algunos años era imposible como casarse o adoptar un hijo. Sin embargo, la lucha continúa, pues los grandes avances se han centralizado en la ciudad de México y aún existen grandes índices de violencia contra la comunidad LGBTTTI+ en algunos estados de la República y la igualdad de derechos no es una realidad aún. Las marchas del orgullo LGBTTTI+ son importantes para dar visibilidad, reconocimiento y fomentar el respeto en la sociedad, sin perder de vista que es una gran celebración del orgullo de ser quien eres y representar tu orgullo tal como lo sientes, la sociedad tiene que estar lista para aceptar, respetar y fomentar la inclusión con todos los seres humanos y educar a las nuevas generaciones el sentido de respeto, inclusión e igualdad de derechos que todos merecemos.
Fuente(s): eluniversal.com Becoming Visible: An Illustrated History of Lesbian and Gay Life in Twentieth- Century America. dailytrend.mx