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Importancia de las condiciones laborales

Publicado por José Vera el marzo 31, 2013 en RRHH

Bajo la perspectiva de Chiavenato (2002), el mantenimiento de las condiciones laborales de las personas,
exige una serie de cuidados especiales, entre los cuales destacan los estilos de gerencia, las relaciones con
los empleados y los programas de salud ocupacional.
(a) Disciplina: se refiere a cómo se comportan las personas frente a las reglas y procedimientos de
comportamiento aceptable para la organización. Esto se denomina autocontrol, sin embargo, algunas
personas no aceptan la responsabilidad de la autodisciplina, ni aceptan las normas de comportamiento
responsable. Es por ello, que estas personas requieren de algún grado de acción disciplinaria extrínseca,
con frecuencia denominado castigo.

(b) Higiene, Seguridad y Calidad de vida:

Higiene: dentro del mantenimiento de las condiciones laborales, la higiene laboral en un elemento clave
ya que está relacionada con las condiciones ambientales de trabajo que garantice la salud física y mental
y con las condiciones de bienestar de las personas, ahora bien desde el punto de vista de salud física, el
sitio de trabajo constituye el área de acción de esta, implicando aspectos ligados a la exposición del
organismo humano a agentes externos como ruidos, aire, temperaturas entre otras. En consecuencia, un
ambiente saludable de trabajo implica, brindar condiciones ambientales físicas que actúen de forma
positiva sobre todos los órganos de los sentidos.

En referencia, al punto de vista de la salud mental, el ambiente de trabajo debe establecer condiciones
psicológicas, sociológicas saludables que actúen de manera positiva sobre el comportamiento de las
personas, para evitar efectos emocionales, como el estrés.

Seguridad: Chiavenato (2002) lo define como el conjunto de medidas técnicas, médicas y psicológicas
utilizadas para prevenir accidentes, eliminar las condiciones inseguras del ambiente, instruyendo a las
personas sobre la necesidad de aplicar practicas preventivas.

Se hace uso de ciertas estrategias para asegurar ciertos niveles de seguridad en la organización;

(1) Educación; concientizar a los empleados mediante consignas en sitios de transito, artículos sobre la
seguridad de la importancia de tomar medidas y seguir las reglas y normas para evitar accidentes.

(2) Ingeniería; diseñar equipos o tareas que tomen en consideración factores como fatiga, sueño o
monotonía que pueden ovacionar accidentes.

(3) Localización de riesgo; la alta gerencia debe tomar en cuenta y supervisar la localización de áreas de
riesgo, establecer medidas para riesgos de accidentes y realizar inspecciones periódicas.

(4) Protección; proporcionar equipos de protección, a los cuales se les debe hacen mantenimiento
preventivo.

(5) Reglas de refuerzo; reforzar y aplicar de manera continua los reglamentos y reglas que permitan
prevenir accidentes.

Calidad de Vida: Este término hace referencia a la preocupación por parte de la organización, por el
bienestar general y la salud de los trabajadores en el desempeño de sus tareas. Es por ello que en la moderna
gerencia, la gestión de talento humano se preocupa por la calidad de vida de su elemento humano,
buscando satisfacer sus necesidades lo cual permite al empleado ser más productivo.

Dentro de este contexto, es importante destacar que la organización que invierte directamente en el
empleado está invirtiendo directamente en el cliente. La gestión de la calidad total en las organizaciones
depende de la optimización del potencial humano, dependiendo este de que tan bien se sientan las personas
trabajando en la organización.

¿Por qué c onvi e ne mej ora r las condic iones de


tra baj o?
13 agosto, 2013 | Autor Confi nem

El empeño por minimizar los costes laborales genera un enfrentamiento entre los
intereses del empresario y de los trabajadores. Gastar en el empleado lo mínimo
posible tiene consecuencias negativas sobre la motivación y la implicación de los
asalariados, así como sobre la atracción y la retención del talento del equipo
humano de la empresa.

Entendemos por “condiciones de trabajo” el conjunto de variables que definen la


realización de una tarea en un entorno, incidiendo sobre la salud y el bienestar del
trabajador. Estas variables pueden ser medioambientales (ruido, temperatura,
humedad, contaminación), relacionadas con la tarea (carga de trabajo, fatiga
mental) u organizativas (autonomía, monotonía, responsabilidad, estilo de mando,
tiempo de trabajo –turnos, nocturnidad). En un sentido amplio, la retribución
también forma parte de las condiciones de trabajo. Por retribución no hay que
entender únicamente la contraprestación monetaria, existen otros tipos de
retribuciones, la no financiera y la intrínseca, que no representan un coste directo
para la empresa (sólo el tiempo dedicado a gestionarlas), como un programa de
conciliación de vida familiar y laboral, un plan de reconocimiento o un buen
ambiente laboral, tal como explicamos en nuestro artículo.

Algunas condiciones de trabajo inciden directamente sobre la salud del asalariado.


Es obvio que un trabajador incapacitado temporalmente implica costes directos
(seguridad social y subsidios de enfermedad a cargo de la empresa) e indirectos
(selección, formación y menor rendimiento del sustituto). En una baja por
accidente laboral o por enfermedad profesional hay que añadir otros costes, como
la posibilidad de sanción. Por otra parte, un trabajador con mala salud, que no coge
la baja, también tiene una menor productividad.

Una relación laboral es básicamente un intercambio entre trabajo y retribución. La


visión tradicional de las relaciones laborales considera que existe una
contraposición entre los intereses de los patrones y los de los obreros. A raíz de
esta contraposición, se fundamentan teorías como la marxista, que aprecia
un conflicto de intereses entre la burguesía y el proletariado. Sin embargo, esta
concepción no es exclusiva de los trabajadores, pues muchos empresarios
entienden que cuanto menos paguen a los empleados, mayor será el beneficio
empresarial, dada la ecuación beneficio = ingresos – gastos. Desde este punto de
vista, lo que gana una parte implica una pérdida equivalente para la contraparte.
En negociación, esta forma de entender una relación se denomina juego de suma
cero o ganar-perder.

Existe otra forma de entender los intercambios, de forma que ambas partes
obtengan beneficios: ganar-ganar. Y ello es debido a que la mayoría de las
situaciones económicas son de suma no nula, pues la creación de bienes y servicios
valiosos genera una ganancia neta.

Cuando el empresario y los trabajadores tienen una cultura de ganar-perder es


conveniente transformarla en una relación de ganar-ganar. Todos van en el mismo
barco y, si la empresa se hunde, todos naufragan. De la misma manera, los
trabajadores se esforzarán más en que la situación vaya viento en popa si saben
que se compartirán los beneficios. Es iluso esperar que los trabajadores se esmeren
especialmente cuando de los frutos de su esfuerzo se beneficia exclusivamente otra
persona.

Por otra parte, debemos tener en cuenta que cuando compramos un producto o
servicio caro, las expectativas del cliente y del proveedor son muy altas con
respecto a su valor y, si es barato, las expectativas son más bajas. De la misma
manera, los trabajadores peor retribuidos tienen una expectativa más baja sobre su
valor y una menor motivación e implicación. Por el contrario, una retribución alta
genera una expectativa alta, tanto por parte de quien paga como por quien recibe.
Si, además, premiamos a aquellos trabajadores que tienen ideas o rendimientos
superiores que hacen ganar más dinero a la empresa, ambas partes obtendrán
beneficios (relación ganar–ganar). Cada quien cosecha lo que siembra. Quien da
lo mínimo, recibe lo mínimo. En cambio, si compensamos a las persona por encima
de sus expectativas, rinden por encima de lo estipulado.

Por otra parte, una compensación competitiva permite atraer retener talento. Por el
contrario, las organizaciones que no remuneran lo suficiente, difícilmente captan
a los mejores profesionales de su sector, amén de sufrir la fuga de sus mejores
trabajadores a empresas de la competencia (los peores suelen permanecer en la
empresa), lo que implica costes por rotación, como pueden ser los derivados de
seleccionar personal o enseñar a los nuevos.
Los servicios de recursos humanos de la consultoría de empresas
Confinempueden ayudarle a transformar la cultura de su empresa y a implantar un
sistema retributivo que fomente que los trabajadores den lo mejor de sí mismos.

¿Hablamos?

Eduardo Colomer

Consultor de Recursos Humanos de Confinem

http://www.mirelasolucion.es consultada 28/05/2018

TRES MANERAS DE
MEJORAR EL
DESEMPEÑO
PROFESIONAL
Liderazgo, pensamiento estratégico, trabajo en equipo y la capacidad para tomar
decisiones son algunas de las cualidades que las empresas buscan en sus
colaboradores.
Por
Mesa editorial Merca2.0

-
27-07-2017

El mundo profesional en todas las áreas está en constante movimiento, evolución y


cambio, por lo que es necesario renovarse con regularidad para conseguir
habilidades que marquen una diferencia y por lo tanto agreguen valor ante las
empresas.
De acuerdo al Reporte Laboral México 2016, el 54% de los empleadores
encuestados expresó que falta talento con las habilidades requeridas en su sector; lo
cual, plantea un panorama en el que graduarse y titularse de una carrera universitaria
es un requisito, pero ya no es suficiente para convertirse en un agente de cambio en
la empresa.

¿Qué es lo que hace falta? Para sobresalir laboralmente es necesario explotar al


máximo las capacidades que se tienen y adquirir tantas más como sea posible.

Conforme a los resultados de un estudio realizado por la Asociación Nacional de


Universidades y Empleadores (NACE), una organización estadounidense sin fines
de lucro, los empleadores buscan colaboradores preparados, especializados, que
sepan trabajar en equipo y tomar decisiones para resolver problemas.

Alineados a estos requerimientos, existen tres maneras en las que puedes explotar
tus capacidades al máximo y aumentar el desempeño profesional.

1.-Mantener un aprendizaje continuo.

Las empresas valoran esta iniciativa, pues proyecta el perfil de una persona
competitiva, con planes de crecimiento, dedicada y perseverante.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), menos de


un millón de personas en México cuenta con un posgrado, lo que convierte dichos
programas en un área de oportunidad para diferenciarse en el campo laboral.

¿Diplomado, taller, Maestría, Especialidad o un MBA? Todos aportan peso a tu


carrera profesional, por lo que la decisión dependerá de tus objetivos y situación
actual. Si lo que deseas, es desarrollar cualidades de liderazgo y estrategia para
desempeñarte en esferas directivas nacionales e internacionales, o emprender un
proyecto, sin importar tu disciplina, un Master in Business Administration (MBA) es
la mejor opción.

Algunas universidades, como el ITAM, que ha sido rankeada por Grupo Expansión
en el TOP3 mexicano de las mejores escuelas de negocios, ofrecen diversas
modalidades para perfiles concretos que van desde líderes en desarrollo, hasta altos
directivos, por lo que puedes encontrar un programa que se adapte completamente a
tu perfil profesional para aportar ideas y proponer soluciones competitivas y de alto
nivel de excelencia.

2.-Organizar el tiempo

Un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económicos (OCDE), revela que, en México, las personas trabajan en promedio
2,246 horas al año, un dato que contrasta con las 1,371 horas que trabajan los
alemanes, quienes mantienen la cuarta economía más importante del mundo.

Lo anterior nos da motivos para asegurar que los resultados no dependen del número
de horas extra que trabaja una persona, sino de su capacidad para planificar,
organizar y priorizar el trabajo.

Para aumentar la eficacia, se recomienda atender un tema a la vez, realizar primero


las tareas más difíciles y dividir los proyectos más grandes en actividades más
pequeñas con un tiempo límite de entrega.

3.-Innovar

Si hay un personaje que marcó un hito en nuestra era por su innovación y de quien
podemos aprender para mejorar el desempeño profesional, es Steve Jobs.
En uno de los libros que expone la vida profesional del fundador de Apple,
“Innovación: 100 consejos para inspirarla y gestionarla” de Enric Barba, se exponen
los principios bajo los cuales Jobs se regía para innovar y convertir su marca en una
necesidad.

En resumen, consiste en hacer lo que te apasiona con visión y manteniendo el foco


en eso sin perder la capacidad de verlo desde diferentes ángulos para reactivar tu
cerebro. Preguntar lo que nadie se pregunta y conectar lo que a simple vista parece
disociado.

Desarrollar al máximo tu capacidad profesional no solamente beneficiará a las


empresas, sino que se convertirá en un valor agregado que te permitirá alcanzar cada
una de tus metas en el campo laboral.

https://www.merca20.com

Las condiciones laborales que inciden en la productividad no son las normas legales
establecidas por el gobierno, sino las prácticas de gerencia laboral que implementan las
empresas internamente para generar un buen ambiente de trabajo. Según una
investigación recién concluida1, los trabajadores más productivos son aquellos que
sienten que pueden dar lo mejor de sí mismos, que cuentan con el estímulo de su
supervisor y cuyas opiniones son tenidas en cuenta. También es esencial para la
productividad que los trabajadores no se sientan amenazados de perder su trabajo. Estas
condiciones laborales dependen mucho más del estilo de gerencia de recursos humanos
que de la legislación laboral. Un trabajador que goza de estas condiciones es un 40% más
productivo que un trabajador idéntico en todo lo demás.

Además de ser un buen negocio para la empresa, un clima laboral conducente a


aumentar la productividad es beneficioso para los trabajadores. Los trabajadores que
gozan de las buenas condiciones de trabajo descritas reciben salarios 15% más altos que
trabajadores semejantes que caen en manos de malos gerentes. Más importante aún, son
personas sustancialmente más satisfechas con su trabajo y con sus vidas.

Es bueno saber que la productividad y la felicidad pueden ir de la mano. Es necesario


repensar la legislación laboral teniendo en mente ambos objetivos.

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