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José María Recondo, en el V Encuentro Nacional de Sacerdotes en Villa

Cura Brochero - Cordoba – Argentina

"La fe ubica al sacerdote en el corazón del misterio divino, que


es misterio de amor"

En la mañana del miércoles 10 de setiembre, el padre José María Recondo, Rector del Colegio
Sacerdotal Argentino en Roma, habló sobre el tema “Esperanza y Pseudo Esperanzas”, en el
marco del V Encuentro Nacional de Sacerdotes que se está desarrollando en la localidad
cordobesa de Villa Cura Brochero.
El Padre Recondo destacó que “la presencia del mal en el mundo no puede dejarnos insensibles
como sacerdotes. Lo ideal es no suprimir la sensibilidad del dolor, sino ubicarlo dentro del plan
de Dios. El sacerdote debe cargar con la angustia de todos los demás”, afirmó.

Asimismo, indicó que “no se puede confundir esperanza con indiferencia, que es una especie de
negación y de vacío. En cambio, la esperanza es una riqueza interior y una valoración positiva.
La negación de los bienes temporales y de los valores humanos, bajo el pretexto de buscar solo
lo eterno y lo divino, es la destrucción de la esperanza”. En este sentido, el sacerdote también
expresó que “esperanza no quiere decir irrealismo”.

El Padre Recondo enfatizó, citando al fallecido Cardenal Eduardo Pironio, que “la esperanza no
nos impide hundir con autenticidad nuestros ojos en la realidad. Podemos ver con realismo, con
veracidad, con autenticidad, un montón de dificultades, pero eso no es desesperación. Pero hay
que recordar que el Señor Jesús se adelanta a todas esas cosas y nos invita a tener coraje y saber
que vamos a sufrir”.

El Rector del Colegio Sacerdotal Argentino en Roma señaló que “la alegría de darse siempre es
sentir que la vida se va haciendo fecunda en la medida que se entierra y desaparece. La alegría
del desprendimiento es aquella que le permite al sacerdote pertenecer a la Iglesia y a las almas,
es no ser dueño de sus cosas, ni de su tiempo, ni de su salud ni de su vida”. En tanto, el Padre
Recondo aseguró que “la alegría de la virginidad sacerdotal es cuando la castidad es plenitud
espiritual, y no ausencia o represión. Es plenitud de amor y condición de verdadera paternidad”.

El sacerdote bonaerense sostuvo que “el Evangelio nos pide que seamos verdaderamente pobres,
solo así conseguiremos comprender las exigencias absolutas del Señor y nos animaremos a
comprometer definitivamente nuestra felicidad. De la pobreza surge la confianza, y ésta
engendra la completa disponibilidad. El llamado de Cristo es absoluto. Solo en la plenitud de la
fe puede captarse lo absoluto del llamado y entrenarse en la obediencia sin preguntar
demasiado”.

Finalmente, el Padre Recondo expresó que “Cristo exige constantemente de sus apóstoles la fe,
el desprendimiento y el servicio. En una palabra, Cristo exige absolutamente todo. Solo quien
entienda por la fe lo absoluto de la gracia y del pedido podrá ser capaz de entregarse con alegría.
La fe ubica al sacerdote en el corazón del misterio divino, que es misterio de amor. No tiene
sentido nuestro sacerdocio sino en el contexto esencial del amor”.

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