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Su población es de 988.003 habitantes, con una densidad de 125 habitantes por kilómetro
cuadrado; limita con el departamento de Antioquia, al Norte en los municipios de La Dorada,
Norcasia, Samaná, Pensilvania, Aguadas, Pácora, Marmato, Supía y Ríosucio; este límite
“comprende la zona ocupada por el Valle del Magdalena Medio, pasando por la Cordillera
Central y el Cañón del Cauca, hasta las estribaciones de la Cordillera Occidental” (1).
Figura 2.1. Mapa de la ubicación geográfica y límites del departamento de Caldas (2).
En el año 2004, se definieron seis subregiones (3) según la categoría de clasificación del
distrito agroindustrial, con el fin de orientar los planes de desarrollo; estas agrupan a los
municipios que presentan relaciones acentuadas en el transporte y vías, en el mercado y
en las características culturales de su población: Alto Occidente, Bajo Occidente Centro
Sur, Magdalena Caldense, región Norte y Alto Oriente.
Hacen parte de esta subregión los municipios de Filadelfia con 10.874 habitantes (56,8
habitantes/km2), La Merced con 5.393 habitantes (14,8 habitantes/km2), Marmato con
9.162 habitantes km2 (223 habitantes/km2), Ríosucio con 62.296 Habitantes (145,1
habitantes/km2), Supía con 26.910 ( 220,5 habitantes/km2), Manzanares con 23.112 (94,5
habitantes/km2), Marquetalia con 15 000 habitantes (92 habitantes/km2), Marulanda con
3.396 habitantes (8,14 habitantes/km2), Pensilvania con 26.343 habitantes (51,3
habitantes/km2).
Está conformada por los municipios de Anserma con 33.669 habitantes (163,12
habitantes/km2), Belalcázar con 10.760 (93,97 habitantes/km2), Risaralda con 9.471
habitantes (87,7 habitantes/km2), San José con 7.595 habitantes (141,7 habitantes/km2),
Viterbo con 12.438 (112,15 habitantes/km2).
Está conformada por los municipios de La Dorada con 77.355 habitantes (154,4
2 2
habitantes/km ), Norcasia con 6.322habitantes (28,34 habitantes/km ), Samaná con
25.784 habitantes (31,87 habitantes/km2), Victoria con 8.321 habitantes (16,4
habitantes/km2).
Región Norte
Aguadas con 21.865 habitantes (45,3 habitantes/km2), Aránzazu con 11.293 habitantes
(74,5 habitantes/km2), Pacora con 11.673 habitantes (43,9 habitantes/km2), y Salamina con
16316 (404 habitantes/km2).
Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) del 2010 en Colombia (4), el
estado nutricional de una población:
Acceso físico y económico a los alimentos: “es la posibilidad de todas las personas de
alcanzar una alimentación adecuada y sostenible.” (7) Hace referencia a la capacidad de
obtención o compra de alimentos de una familia, comunidad o país. Está determinada por
el nivel y la distribución de los ingresos, la presencia de vulnerabilidad, las condiciones
socio-geográficas, la distribución de ingresos y activos (monetarios y no monetarios) y los
precios de los alimentos. (7)
Consumo de alimentos: se refiere a “los alimentos que comen las personas” está
relacionado con el tiempo destinado al proceso de selección de los mismos, las creencias
(vegetarianismo, veganismo) las actitudes y las prácticas (sanitarias, de consumo). (7).
Está determinado por la cultura particular de la familia, los patrones y los hábitos
alimentarios, la educación alimentaria y nutricional, la información comercial y nutricional,
el nivel educativo, la publicidad, el tamaño y la composición de la familia.
Por ejemplo, se observa en términos generales que “granos y tubérculos básicos pierden
importancia relativa como fuentes de energía a medida que el ingreso se eleva”, al contrario
del consumo de carne y aceite. “Sólo el consumo de azúcar tiene un comportamiento
diferente mostrando cierta constancia a distintos niveles de ingreso y un consumo medio
más alto que lo esperado para niveles de bajos ingresos”. (8)
Por otra parte, las carnes presentan mayor consumo relativo que en otras regiones del
mundo a niveles equivalentes de ingreso, “constituyendo el elemento más dinámico de los
patrones de consumo”. (8 capítulo 6. p. 2.)
Esta situación puede ser evidenciada en los datos de porcentajes de niños menores de
cinco años que se encuentran en riesgo de sufrir desnutrición aguda (relación peso/talla,
10,95 %), que sufren de desnutrición aguda (2,63%) en riesgo de sufrir desnutrición crónica
(relación talla/edad, 24,84 %) y con desnutrición crónica (16,50%) “asociados al bajo
consumo de alimentos fuentes de proteína animal, calcio, hierro y vitaminas A y C” (5).
En el caso de los niños identificados con desnutrición por baja talla para la edad o
desnutrición crónica, se presentan condiciones de inseguridad alimentaria en sus hogares,
bajo acceso a servicios de salud, agua y saneamiento básico. Este fenómeno presenta un
mayor grado de severidad cuando inicia en etapas tempranas del desarrollo “asociándose
a bajo peso en la madre, peso y talla bajos al momento del nacimiento, prácticas
inadecuadas de lactancia materna y alimentación complementaria, y enfermedades
infecciosas recurrentes” (7).
Talla para la edad (T/E), Peso para la talla (P/T), Perímetro cefálico (PC), Índice de masa
corporal para la edad (IMC/E) y Peso para la edad (P/E).
Además para el proceso de clasificación nutricional hay que tener en cuenta factores como
“el estado de salud, los antecedentes de alimentación y los controles de peso y talla
realizados con anterioridad” (7)
Figura 2.3. Indicadores y clasificación antropométrica del estado nutricional en niños menores de
5 años según resolución 2465 de 2016 (7).
En el contexto nacional según la Encuesta Nacional de situación Nutricional del año 2015
(8) se tiene que para la década de los años noventa se produjo una reducción en el
porcentaje de niños menores de 5 años que presentaban retraso en la talla alcanzada para
la edad (desnutrición crónica), pasando de 26,1 niños de cada 100 a 17,9 niños de cada
100.
Figura 2.4. Comportamiento del indicador “retraso en talla en niños menores de 5 años” durante
los últimos 25 años a nivel nacional (8).
Para el caso concreto de la región central, conformada por los departamentos de Antioquia,
Caldas, Caquetá, Huila, Quindío, Risaralda y Tolima dicho indicador arrojó valores de 9,6%
siendo el segundo menor después de la región Oriental conformada por los departamentos
de Boyacá, Cundinamarca, Meta, Norte de Santander y Santander, ubicándose por debajo
del promedio nacional de 10,8 %. El retraso en la talla mostró mayor prevalencia en los
integrantes de las etnias indígenas con un valor de 29,6% (18,8 puntos porcentuales sobre
el promedio nacional), mientras que para los niños integrantes de comunidades
afrodescendientes arrojó un valor de 7,2% (3,6% menor que el promedio para Colombia
(8).
Con respecto a la variable sexo, el indicador mostró una prevalencia mayor para los
varones menores de 5 años con un 12,1% mientras que para las mujeres en este rango de
edad fue de 9,5% presentándose una diferencia de 2,6% entre ambos sexos. En cuanto a
los niveles socioeconómicos de la población dicho indicador afectó a una mayor parte de
los menores con niveles de riqueza muy bajos alcanzando en este sector de la población
un valor de 14,1% seguido por un 10,2 en aquellos con bajo índice de riqueza y un valor
de 8,4 en los menores con índices de riqueza medio (8 p31).
Figura 2.5. Retraso en la talla para menores de 5 años para el año 2015 según sexo, región, etnia y
niveles de riqueza (8).
En cuanto al caso particular de los departamentos que conforman la región central, el
conjunto de departamentos del Eje Cafetero mostró los valores más bajos con una
prevalencia del retraso en la talla del 7,3% de los menores de 5 años, (3,5% menos en
comparación con un 10,8% a nivel nacional y un 9,6 para la región central), seguido de los
departamentos de Tolima, Huila y Caquetá con un valor del 8,9% y del departamento de
Antioquia sin la ciudad de Medellín el cual presentó un valor de 14,7% (un 3,9% y 5,1%
por encima de los valores nacional y regional respectivamente).
Figura 2.6. Retraso en la talla por subregiones, región central para 2015 (8 p32).
…La resolución 5406 de 2015 (9) emitida por el ministerio de salud y protección social
define a la desnutrición aguda (DNT Aguda) como:
“la clasificación del Puntaje Z en el indicador Peso para la talla (PM por
debajo de -2 Desviaciones Estándar (DE), es decir que incluye la DNT
Aguda Severa (<-3 DE) y la DNT Aguda entre (?-3 y <-2 DE) o DNT Aguda
Moderada. La DNT Aguda está asociada a una pérdida de peso reciente y
acelerada u otro tipo de incapacidad para ganar peso ocasionada en la
mayoría de los casos, por un bajo consumo de alimentos o la presencia de
enfermedades infecciosas” (9 p4).
Para el año 1995 los datos sobre desnutrición aguda (relación Peso/Talla) a nivel nacional
mostraban que el 1,4 % de los niños menores de 5 años presentaba problemas de
desnutrición; para el año 2000 se encontró un valor de 1,1% dándose una reducción en los
valores de niños afectados por desnutrición aguda de 0,3 puntos porcentuales.
Para el año 2005 dicho indicador mostro un incremento alcanzando valores de 1,6%
dándose un aumento de 0,5% en los niños afectados por problemas de desnutrición aguda,
posteriormente para la encuesta realizada en el año 2010 estos valores mostraron una
breve mejoría al encontrarse los menores valores en desnutrición aguda de la última
década, con una variación negativa de 0,7% alcanzando un valor de 0,9% de niños
menores de 5 años con problemas en la relación Peso/Talla; sin embargo para la última
encuesta realizada en el año 2015 dicho valor mostro un retroceso, aumentando 1,4 puntos
porcentuales, alcanzando un valor de 2,3% de niños de este grupo etario con problemas
nutricionales agudos (el más alto hasta la fecha).
Figura 2.7. Evolución de la desnutrición aguda en niños menores de 5 años a nivel nacional periodo
1995 – 2015 (8).
El estudio dirigido a la población menor de 5 años, estableció unos indicadores para evaluar
su estado nutricional: “Talla para la edad, peso para la edad, peso para la talla e índice de
masa corporal para la edad” (1). De 5563 registros, 516 sujetos (9, 28%) fueron niños y
niñas menores de 5 años, 268 niñas (52,96%) y 248 niños (47,04%). De esta población el
51,55% de los niños y niñas pertenecía a la zona rural y el 48, 45% a las zonas urbanas,
además “El 9,50% de los menores de 5 años de edad valorados, pertenecen a un grupo
indígena y el 0,39% a una comunidad afrocolombiana”.
Para el análisis de los resultados referentes a esta población se tuvo como base los
indicadores de talla, peso, e índice de masa corporal; “un peso para la talla bajo es
indicador de desnutrición y un peso alto para la talla indican sobrepeso u obesidad” (
UNICEF, Evaluación del crecimiento de niños y niñas, Material de apoyo para equipos de
atención primaria de salud. 2012).
Los resultados que se obtuvieron fueron: “el 4,65% de los menores de 5 años valorados
presenta peso bajo para la talla, el 8,53% se encuentra en riesgo de peso bajo para la talla,
el 8,72% presenta obesidad, y el 18,22% presenta sobrepeso”; las anteriores cifras pueden
evidenciarse en la gráfica siguiente tomada del estudio:
El problema que se resalta en el diagnóstico realizado en el año 2014 es que el 26,94% de
los niños y niñas menores de 5 años presentan exceso de peso, 13,18% de los niños y
niñas caldenses menores de 5 años se encuentran en un estado nutricional vulnerable
tanto por razones económicas, sociales como de salud. Se deduce entonces que en el
departamento de Caldas los hogares suelen consumir una alta cantidad de azúcares y
grasas que tienen como consecuencia el sobrepeso de los integrantes de la familia, en
especial los niños.
De acuerdo a la relación entre estatura y peso, se obtuvo que “el 3,49% de los menores
de 5 años de edad valorados en el departamento de Caldas presentan peso bajo para la
edad, el 18,02% se encuentra en riesgo de peso bajo para la edad y apenas el 65,31% de
los menores de 5 años presenta peso adecuado para la edad”. Así se evidencia en la
siguiente gráfica:
“el 14,15% de los niños y niñas menores de 5 años de edad valorados en el departamento
de Caldas presenta retraso en el crecimiento o talla baja para la edad el 26,55% se
encuentra en riesgo de talla baja y solamente el 59,30% de la población valorada en este
rango de edad, presenta talla adecuada para la edad, indicando así que cerca del 40,7%
de los niños y niñas menores de 5 años de los 27 municipios han estado sometidos a
periodos largos de enfermedad o inadecuada alimentación donde factores asociados como
el bajo ingreso económico, la educación de los padres, el acceso a los servicios de salud,
a los alimentos de alto valor nutricional y a los servicios de saneamiento básicos han
repercutido sobre el crecimiento de los menores”.
El ítem referido al IMC (peso en relación con la talla en mts) de los niños y niñas menores
de 5 años de Caldas, arrojó que “el 28,1% de los niños valorados en el departamento de
Caldas cuentan con exceso de peso para su talla puesto que el 18,60% se encuentra en
sobrepeso y el 9,50% presenta obesidad”. La siguiente gráfica muestra el contraste entre
el IMC estipulado por la OMS y los resultados obtenidos en el diagnóstico.
El contraste anterior evidencia que…
Ahora bien, de los 49 niños valorados pertenecientes a la población indígena, “el 8,16 %
presenta peso bajo para la talla; el 2,0%, peso bajo para la edad; el 18,3% talla baja para
edad, y el 30,6%, exceso de peso (sobrepeso y obesidad)”. Los resultados asombraron a
los investigadores, pues se esperaba que a raíz de los problemas económicos que
presenta la población indígena del departamento hubiesen déficit alimenticios y no, por el
contrario, malnutrición por exceso. Sin embargo, cabe aclarar que los resultados son
mixtos, se observa sobrepeso y bajo peso en la población infantil indígena de Caldas;
Ocurre lo que Barquera (S. Barquera. INS de México, 2013.) considera doble carga
nutricional, y que define como: “superposición alimentaria en un contexto determinado. Es
decir, al mismo tiempo se observan el sobrepeso y el bajo peso en una misma población,
hogar o comunidad, así como la baja talla con exceso de peso en un mismo individuo”. Así
se observa en la siguiente tabla:
Ahora bien, el diagnóstico permite descubrir de acuerdo con los indicadores de malnutrición
por déficit y exceso, que la malnutrición en niños y niñas menores de 5 años en Caldas es
mayor en las zonas urbanas que rurales; se puede deducir -entonces- que el campo o los
territorios de carácter rural, brindan mayores posibilidades de alimentación equilibrada a
las familias, independientemente de su estrato socio-económico. La malnutrición en la zona
urbana de Caldas es generalizada, contrastándose de manera significativa con la situación
a nivel nacional en donde la malnutrición por déficit es mayor en las zonas rurales que
urbanas.
Es importante también conocer qué datos arrojó el diagnóstico sobre el estudio a las
mujeres gestantes, pues el estado nutricional en periodo de gestación puede ser decisivo
para el futuro desarrollo y crecimiento del niño. El 8,7% gestantes evaluadas presentaron
bajo peso para su edad gestacional, el 60,87% presentaron un peso adecuado, 13,04%
sobrepeso y el 17,39% obesidad.
Ahora bien la lactancia materna es otro factor decisivo en el crecimiento y desarrollo de los
niños; el diagnóstico realizado en 2014 y la OMS consideran que la práctica de la lactancia
es un fator protector de la nutrición infantil.
“En el 45,8% de los casos de de niños y niñas menores de seis meses valorados durante
la operativa de campo del diagnóstico nutricional departamental, los padres y cuidadores
refirieron estar suministrando lactancia materna exclusiva al momento de la valoración. En
el 22,9% de los casos, la lactancia ya no era exclusiva al momento de la valoración, y en
el 31,2% de los casos de hogares donde se valoraron menores de 6 meses, no se cuenta
con información sobre lactancia exclusiva”; así se puede observar en la siguiente tabla:
De los niños estudiados de 6 a 24 meses el 26,3% suministraban lactancia materna, el
29,6% no suministraba lactancia, y el 44,1% se carece de información, como se evidencia
en la siguiente tabla:
El estado nutricional en los adultos de 18 a 64 años, de los cuales se tomó una muestra de
3479 personas, se evidencia en las siguientes premisas del diagnóstico realizado en 2014:
“la malnutrición por exceso crece en proporciones alarmantes y la malnutrición por déficit
no mejora de manera significativa; este diagnóstico evidencia que en franca desnutrición
aguda se encuentran el 4,65% y en riesgo 8,53% de los niños menores de 5 años, para un
total 13,18% que presentan bajo peso para la talla. Los datos comparativos para los niños
y niñas menores de 5 años en relación con la ENSIN 2010, indican que la desnutrición
global y la desnutrición crónica presentan aumentos leves de 3,1% a 3,5% para el primero
y de 13,5% a 14,2% para el segundo, mientras que el exceso de peso según IMC tuvo un
aumento de más de 1,5% pasando de 26,7% en el año 2010 a un 28,1% en el 2014. El
3,81% de los individuos entre 5 y 18 años de edad valorados en el departamento de Caldas
presentan delgadez, el 5,72% obesidad y el 17,48% sobrepeso (23,10% exceso de peso).
(4).
Ahora bien otro estudio precedente realizado por la gobernación del departamento, la
Dirección Territorial de Salud de Caldas y la Caja de Compensación Familiar de Caldas se
enfocó en la población infantil realizando una evaluación nutricional de los niños y niñas
menores de cinco años: Evaluación nutricional de los menores de 5 años en el
departamento de Caldas. Manizales, 2004.
XXI.
https://revistas.unal.edu.co/index.php/revfacmed/article/view/49609/56467
http://www.lapatria.com/caldas/malnutricion-y-obesidad-infantil-los-problemas-de-caldas-
137026
CAPÍTULO 3
“la aplicación de una dieta apropiada tiene efectos preventivos, terapéuticos y educativos,
contribuyendo así a su bienestar físico, psíquico y social según las 3 dimensiones de la OMS”.
Un adecuado estado nutricional permite mantener la composición corporal y las funciones celulares
del organismo, mientras que la malnutrición conlleva, toda una serie de alteraciones antatómicas
y funcionales. Las primeras son muy evidentes y suponen, una pérdida de grasa corporal y de masa
libre de grasa. Las alteraciones funcionales son mas importantes, ya que condicionan la aparición
de múltiples complicaciones asociadas a la malnutrición; disminución de las defensas frente a las
infecciones, mala cicatricación de las heridas, etc. La malnutrición, combinada con la pérdida de
peso, afecta la capacidad de recuperación del paciente hospitalizado y facilita la aparición de
complicaciones infecciosas, lo que va a condicionar la recuperación del paciente, prolongando su
estancia en el hospital.
Kwashiorkor: son dietas pobres o nulas en proteínas, la masa muscular y grasa puede sufrir
pequeñas depleciones, con pérdida de proteínas viscerales e HIPOALBUMINEMIA, EDEMAS, esta si
presenta mas alta mortalidad. Hepatomegalia.
Forma parte en el
proceso de
respiración celular
y es parte
integrante de la
mioglobina,
almacén de
oxígeno en el
músculo.
Tiene un papel
fundamental en la
síntesis de ADN, y
en la formación de
colágeno.
Aumenta la
resistencia a las
enfermedades.
Colabora en
muchas reacciones
químicas.
Ayuda en el
tratamiento y la
prevención de la
osteopenia y la
osteoporosis
(huesos frágiles
que se rompen
fácilmente)
Referencias bibliográficas
4. Ensin 2010
5. PLAN DEPARTAMENTAL DE SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL DE
CALDAS 2007 - 2017
6. documento CONPES social 113del 2007
7. resolución 2465 de 2016 (7).
8. Morón C, Zacarías I, de Pablo S. Evolución del consumo de alimentos en América
Latina. En: Organización De Las Naciones Unidas Para La Agricultura Y La
Alimentación, Dirección de Alimentación y Nutrición Oficina Regional de la FAO para
América Latina y el Caribe. Producción y manejo de datos de composición química de
alimentos en nutrición. [Internet]. Santiago: Repositorio de documentos de la FAO.
1997. capítulo 6. Recuperado a partir de:
http://www.fao.org/docrep/010/ah833s/AH833S00.htm#Contents
La patria [sede Web]. Manizales: LA PATRIA; 2014 [15 de octubre de 2014]. Malnutrición
y obesidad infantil los problemas de Caldas. Noticias de Manizales y Caldas. Disponible
en: http://www.lapatria.com/caldas/malnutricion-y-obesidad-infantil-los-problemas-de-
caldas-137026
Zulma Yanira Fonseca, Gonzalo Alberto Patiño, Oscar Fernando Herrán F. Malnutrición y
seguridad alimentaria: un estudio multinivel. Revista chilena de nutrición. 2013 [citado 29
de Diciembre 2017]; 40 (3). Disponible en: DOI: https://doi.org/10.15446/revfacmed.v64n2.49609