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Diagnostico

Este paso está orientado a:


a.) Determinar la cobertura espacio-temporal de las variables climatológicas e
hidrológicas monitoreadas sistemáticamente, las cuales servirán de insumo para
la caracterización o estimación de la oferta hídrica superficial total y disponible.
b.) Identificar los puntos de monitoreo de cantidad y calidad del agua y la
información histórica disponible correspondiente. Dicha información, si existe,
servirá como punto de partida para la consolidación de la propuesta de diseño
de la red de seguimiento y monitoreo de la fase de diagnóstico. De lo contrario,
se deberá diseñar la red de seguimiento y monitoreo teniendo en cuenta, por lo
menos, los siguientes criterios:
i. Los sitios de monitoreo seleccionados deben representar de forma apropiada
el cambio de la calidad del agua a lo largo del cuerpo de agua principal. Para
ello, se deben seleccionar puntos que permitan identificar el efecto de aportes
de carga contaminante de tributarios y vertimientos puntuales y difusos, debidos
a cambios en el uso del agua y del suelo.
ii. Se debe considerar la localización de sitios de monitoreo que acoten cambios
significativos en la geomorfología y dinámica de los cuerpos de agua (por
ejemplo, cambios de pendiente, tipo de cauce, meso-hábitats, geometría
hidráulica).
También deben considerarse los vertimientos principales y tributarios principales
al cuerpo de agua. Gran parte de esta información se puede obtener de visitas
preliminares de campo y el acceso a imágenes de sensores remotos y fotografías
aéreas.
iii. Los tributarios considerados en el monitoreo son aquellos que generan un
aporte significativo de caudal y/o carga contaminante sobre el cuerpo de agua
objeto de ordenamiento. En particular, se deben incluir aquellos que reciben la
descarga de aguas residuales (tratadas o no tratadas) de centros poblados o
industrias.
iv. Se tienen en consideración las estaciones utilizadas previamente por la
Autoridad Ambiental competente en otros estudios para la evaluación y control
de la calidad del agua, con el fin de aprovechar, en lo posible, la información
disponible y establecer una continuidad en el monitoreo que permita hacer
seguimiento a la evolución temporal de la calidad del recurso hídrico en
diferentes sitios de la corriente.
v. Un aspecto adicional por considerar, es la facilidad de acceso a los sitios
propuestos de monitoreo. Para este fin es importante la visita preliminar de
campo, el acceso a cartografía con las vías principales que cruzan o pasan cerca
del cuerpo de agua objeto de ordenamiento y sus tributarios principales, y las
condiciones topográficas de los puntos potencialmente identificados.
vi. Los puntos sobre el cuerpo de agua principal objeto de ordenamiento, en caso
de tratarse de un cuerpo lótico, deberán estar localizados a una distancia mayor
o igual a la longitud de mezcla, aguas abajo de confluencias con afluentes
naturales o vertimientos. Esta condición no es necesaria en cuerpos de agua
lénticos.
Se recomienda: Revisar el Protocolo de monitoreo de aguas continentales del
IDEAM (2006), especialmente en lo que respecta al diagnóstico y diseño de la
red de monitoreo.
La caracterización de las estaciones hidrometeorológicas y puntos de monitoreo
de cantidad y calidad del agua debe incluir como mínimo: a) fecha inicial y final
de registro, b) tipo de estación, c) variables medidas y, si es el caso, si fueron
tomadas y analizadas por laboratorios acreditados para la toma y/o análisis de
dichas variables, d) entidad encargada, e) escala temporal de registro.
Incorporar en el SIG, la ubicación de estaciones hidrometeorológicas y de
monitoreo de calidad y cantidad existentes sobre el área de drenaje y el cuerpo
de agua objeto de ordenamiento y sus tributarios principales, respectivamente.

En caso de que existan acuíferos someros en el área los cuales sean


aprovechados en la actualidad o puedan ser fuente de abastecimiento en el
futuro, se deberá hacer especial énfasis en la determinación de la posible
interconexión hidráulica de estos acuíferos con la fuente superficial receptora de
vertimientos. Para lo anterior se podrá consultar y analizar información, si existe,
como la siguiente:
a.) Modelos hidrogeológicos conceptuales o numéricos
b.) Estudios hidrogeológicos regionales o locales, que involucren programas
sistemáticos de monitoreo de niveles de agua subterránea
c.) Interpretación de información secundaria que incluya la caracterización
geológica, geomorfológica, hidrológica, hidrogeológica, la red de monitoreo de
niveles, estudios hidrogeoquímicos e isotópicos o la aplicación de trazadores.
Como producto de este paso se obtendrá un diagnóstico de la información
temática disponible, y derivado de ello, la faltante para adelantar el proceso de
caracterización, entre otros, con el objeto de optimizar la inversiones en los
proceso de planificación que adelanta o haya adelantado la Autoridad Ambiental
competente.
Modelación
En el caso de que se realicen ensayos con trazadores, se deberá reportar la
siguiente información para cada tramo o sector monitoreado, a partir de la
calibración de modelos de transporte de solutos y/o el análisis estadístico de los
datos obtenidos en campo: Para cuerpos de agua lóticos:
Tiempo de primer arribo.
Tiempo medio de viaje (en el caso de inyección instantánea).
Tiempo al pico.
Tiempo de pasaje.
Coeficiente de dispersión longitudinal y área transversal efectiva del tramo.
Coeficientes de dispersión longitudinal, transversal y/o vertical, cuando se
realicen ensayos con trazadores de inyección continúa.
Fracción dispersiva.
Para cuerpos de agua lénticos.
Coeficientes de dispersión/difusión longitudinal, transversal y/o vertical Para la
toma de los parámetros físico-químicos, microbiológicos y recurso hidrobiológico
se debe considerar lo siguiente:
a) Para cuerpos de agua lóticos: La toma de muestras se debe realizar siguiendo
la misma masa de agua desde aguas arriba hacia aguas abajo, incluyendo los
afluentes y vertimientos en el orden que confluyen en la corriente principal, para
lo cual se deberá generar previamente un programa de monitoreo y tiempos de
viaje.
Las muestras tomadas para los parámetros físico-químicos sobre los cuerpos de
agua deben ser integradas en la sección transversal y en la profundidad, en los
parámetros a los que haya lugar. Las muestras de los parámetros
microbiológicos se deberán tomar de forma puntual, en lo posible, en el centro
del cauce o en la vertical asociada con el punto más profundo en la sección
transversal. Seguir la metodología para la recolección en campo y trabajo de
laboratorio de macroinvertebrados bentónicos y algas perifíticas. (Ver Anexo 1)
Para la conformación del programa de tiempos de viaje para la toma de muestras
siguiendo la misma masa de agua, se deben tener en cuenta uno o varios de los
siguientes aspectos: Resultados de los ensayos con trazadores. Modelación
hidrodinámica. Modelación hidráulica para flujo uniforme, flujo gradualmente
variado o flujo no permanente.
b) Para cuerpos de agua lénticos, la Autoridad Ambiental competente deberá
considerar la pertinencia y relevancia de lo siguiente:
Se deberá tomar una muestra integrada en la profundidad en la zona fótica y otra
puntal representativa de la zona afótica o el hipolimnio, para su caracterización
fisicoquímica, microbiológica e hidrobiológica (fitoplancton y zooplancton).
Cuando haya captaciones de agua para consumo humano, se deberá tomar y
analizar una muestra puntual a la altura de cada captación
. Se deberán obtener los perfiles de temperatura, conductividad y de oxígeno
disuelto en toda la profundidad con un equipo perfilador tipo CTD-O
(Conductividad-Temperatura-Profundidad con sensor de oxígeno disuelto) o
mediante un método alternativo, y a partir de dichos perfiles determinar la
estratificación del cuerpo de agua (reportando, por ejemplo, el epilimnio, el
mesolimnio, el hipolimnio y la termoclina).
Se deberá estimar la profundidad de la zona fótica y reportar la profundidad de
la toma de las muestras en la zona afótica
Independientemente del tipo de cuerpo de agua, para cada sitio de monitoreo se
deberá reportar lo siguiente:
Estado del tiempo en el momento de la toma de muestras.
Tipo de sedimento de fondo.
Presencia de piscinas, rápidos, escalones, pozos, acumulación de sedimentos
(barras de punta, islas, etc.) o similares.
Malos olores, basuras, objetos flotantes u obstáculos.
Estructuras hidráulicas y ocupaciones de cauce.
Porcentaje aproximado de cobertura de vegetación acuática (perifiton y
macrófitas).
Porcentaje aproximado de cobertura de sedimento fino de fondo
Para cada alícuota tomada en campo, se deberá reportar la siguiente información
atmosférica in situ. Esta información servirá como insumo para la simulación de
la temperatura del agua durante la calibración del modelo de calidad del agua:
Temperatura del aire.
Humedad relativa.
Temperatura del punto de rocío.
Velocidad media del viento.
Cobertura de nubes.
Porcentaje de sombra sobre el cuerpo de agua.
Para cada estación de la red de monitoreo de cantidad y calidad del agua
propuesta para la fase de diagnóstico, se deberá construir la sección topo-
batimétrica que cubra todo el cauce principal y parte de la llanura inundable (si
aplica).
Los niveles y caudales medidos en los aforos líquidos deberán relacionarse con
dichas secciones. Para el caso de cuerpos lénticos, se deberá levantar la
batimetría correspondiente, obteniendo además las curvas nivel – volumen y
nivel – área superficial. Para cada aforo se deberá presentar la sección mojada
y hacer entrega del formato de medición de caudal, reportando allí las
velocidades, el ancho superficial, el área mojada, el perímetro mojado, la
velocidad media, la profundidad media, la velocidad máxima y el caudal.
Se deberán presentar los protocolos de monitoreo, toma, preservación,
transporte y análisis de muestras, con su respectivo registro fotográfico. Para el
caso de cuerpos lóticos, con la información hidráulica obtenida, se debe reportar
la longitud de mezcla en cada sitio de medición, estimada a partir de ecuaciones
empíricas (e.g. Dingman, 2002; Kilpatrick y Wilson, 1989; Thomann y Mueller,
1987; Fischer et al, 1979; Day, 1977; Yotsukura y Cobb, 1972) y/o la simulación
de modelos de zona de mezcla (e.g. CORMIX, Visual Plumes, tubos de corriente,
dinámica de fluidos computacional; ver por ejemplo Rutherford, 1994)
considerando diferentes condiciones de localización de la descarga (por ejemplo,
central y lateral). Para el caso de cuerpos lénticos, la Autoridad Ambiental
competente deberá considerar la pertinencia de analizar y reportar la extensión
de la pluma contaminante proveniente de tributarios y/o vertimientos directos
bajo diferentes escenarios de caudal descargado y nivel en el cuerpo receptor.
Para la caracterización detallada de cada vertimiento a la que se refiere al literal
i) del alcance del paso 2.14, se debe tener en cuenta lo siguiente:
La medición de caudales debe ser como mínimo de 8 horas para las descargas
de los sistemas de alcantarillado.
Se debe hacer la toma de muestras compuestas proporcionales al caudal, para
un periodo de tiempo representativo de la actividad que lo produce.
Los vertimientos se deben seleccionar de acuerdo con su nivel de impacto sobre
el cuerpo de agua, o con deficiencias de información, entre otros.
La toma de muestras y los análisis de los parámetros físico-químicos y
microbiológicos deben estar acreditados por el IDEAM. Para aquellos
parámetros que no se encuentren acreditados, se deberán presentar los
respectivos protocolos de toma, preservación, transporte y análisis de muestras.
1. La medición de los parámetros señalados se requiere para la modelación
de la calidad del agua, por lo tanto su medición es obligatoria tanto en
cuerpos de agua como en vertimientos.
2. Se debe inhibir la nitrificación en laboratorio de las DBO que sean
analizadas.
3. Estos parámetros son de medición obligatoria en cuerpos de agua y
vertimientos (de acuerdo con lo señalado en la tabla).
4. Todos los metales, metaloides e iones indicados en la tabla anterior
deberán monitorearse en las estaciones definidas sobre los cuerpos de
agua; no obstante, se podrán descartar aquellos parámetros que no se
consideren relevantes dadas las características geológicas, tipos y usos
de suelo, coberturas vegetales, vertimientos puntuales y actividades
económicas en la cuenca aferente a los cuerpos de agua objeto de
ordenamiento, entre otros, lo cual deberá estar debidamente soportado
en el documento. Para los vertimientos, se podrán descartar los metales,
metaloides e iones que no correspondan con las actividades que generan
las respectivas aguas residuales; esto último deberá estar plenamente
justificado en el documento, tomando como referencia la última versión de
la norma de vertimientos, el tipo de actividades que generan aguas
residuales, entre otras.
5. Estos parámetros son de medición opcional, de acuerdo con los usos del
suelo en el área de drenaje aferente al cuerpo de agua principal objeto de
ordenamiento.
En los cuerpos de agua lóticos, se deberá reportar en laboratorio la biomasa
en g/m2 de peso seco y de Clorofila-a de las algas perifíticas (mediante
técnicas en campo y laboratorio, o técnicas indirectas). Se deberá reportar el
respectivo protocolo de toma de muestras, análisis en laboratorio y memorias
de cálculo. Para el caso de cuerpos lénticos, se deberán reportar
adicionalmente los parámetros contenidos en el Cuadro 3.
En cuerpos lénticos, se deberá estimar (mediante técnicas en campo y
laboratorio, o técnicas indirectas) la biomasa en g/m2 de peso seco y de
Clorofila-a de las algas macrófitas. También se deberá reportar la biomasa
en g/L de Clorofila-a de fitoplancton y mg/L de Carbono de zooplancton. Lo
anterior, con el propósito de tener en cuenta estos parámetros en la
modelación de la calidad del agua. Se deberá reportar el respectivo protocolo
de toma de muestras, análisis en laboratorio y memorias de cálculo. Se
deberá realizar la caracterización del sedimento de fondo sobre los puntos
localizados en los cuerpos lénticos. La Autoridad Ambiental competente
deberá considerar la pertinencia y relevancia de analizar y reportar los
parámetros físicos, químicos y biológicos del Cuadro 4. Si no se cuenta con
laboratorios acreditados para la toma y análisis de dichos parámetros, se
deberán presentar los protocolos de toma de muestras y su análisis en
laboratorio.
Se sugiere que el monitoreo de la calidad del agua, cuando se trata de
cuerpos de agua lénticos (incluyendo sus vertimientos, tributarios y efluentes
directos), se realice por lo menos una vez al mes durante mínimo un año, con
el fin de tener una aproximación inicial a la dinámica natural del cuerpo de
agua y, que en este sentido, se proyecte el respectivo programa de monitoreo
y seguimiento resultante de la formulación del PORH. El análisis de los
sedimentos se puede realizar a una frecuencia menor
Dichos perfiles se deben construir según los resultados de laboratorio para
aquellos parámetros más relevantes para la condiciones de calidad y para
todos los principales requeridos en la modelación de la calidad del agua.
Las representaciones deberán incluir los valores reportados de concentración
con los objetivos de calidad vigentes y con los criterios de calidad del agua
más restrictivos según los usos de agua actuales, identificados de tal manera
que pueda realizarse el análisis comparativo.

En los ejercicios piloto realizados como parte de la validación de la propuesta


metodológica de esta guía, se implementó una propuesta de indicadores
biológicos que permite dar cumplimiento a lo dispuesto en el Decreto 3930
de 2010 en relación con lo que al recurso hidrobiológico corresponde tanto
en la priorización como en las posteriores determinaciones de prohibición por
vertimientos.
Las metodologías usadas para la determinación de calidad biológica fueron:
a) Índice BMWP adaptado para Colombia por Roldan, 1997. Para determinar
la calidad del agua será considerado el índice cualitativo BMWP (Roldán y
Ruiz, 2001).
Este índice aplica puntajes asignados para las diferentes familias de
macroinvertebrados y el significado ambiental es representado por los
valores de este índice.
b) Índice de diversidad: aplicación para macroinvertebrados, algas perifíticas
y macrófitas. Para explorar la estructura de la comunidad se analizará la
composición y riqueza de especies, identificando densidad y distribución de
abundancias por estación de muestreo, para ello se aplicarán los índices de
diversidad de Shannon – Weaver (1949), de equidad de Pielou (1984), de
dominancia de Simpson (1949) y de riqueza numérica a partir de los números
de taxa encontrados.
Estos índices deber ser comparados entre estaciones, analizados por
separado y luego en conjunto para su interpretación; la finalidad de su
aplicación es analizar la distribución de las especies en diferentes estaciones
y relacionarla con las variables físicas y químicas del agua en los tramos y
sectores del cuerpo de agua objeto de ordenamiento. Los indicadores
desarrollados con base en dichas metodologías son:
a) Índice de valor de importancia ecológica de la especie (IVI), de acuerdo
con la metodología propuesta por Lamprecht (1990).
b) Índice de evaluación de la calidad ecológica- ICE, usando los datos
fisicoquímicos propios del sistema hídrico, de acuerdo con la metodología
propuesta por Forero et ál. (2012).
uSos
Realizar el tratamiento de los datos hidroclimáticos, teniendo en cuenta lo
contenido en el Apartado 6.2.2 del volumen II de la Guía de Prácticas
Hidrológicas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM, 2008) y de
acuerdo con los estándares aplicables para Colombia definidos por la
Autoridad competente, en caso de existir. Como mínimo se deberán realizar
los siguientes análisis de las series temporales:
a) análisis de homogeneidad y consistencia;
b) detección de datos anómalos “outliers”;
y c) llenado de datos faltantes. Para tal efecto, se deberán presentar la
aplicación de los respectivos procedimientos estadísticos y pruebas de
hipótesis (paramétricas y no-paramétricas).
La densidad mínima de estaciones a tener en cuenta es la sugerida por el
IDEAM para la escala de trabajo (IDEAM, 2013).
En función de los registros disponibles, considerar como mínimo las
siguientes variables: brillo y radiación solar, evaporación, humedad relativa,
temperatura, precipitación y caudal. Realizar la caracterización (temporal y
espacial) del clima en la cuenca hidrográfica de las corrientes en
ordenamiento en el contexto regional, teniendo en cuenta la información
climática tratada.
En función de la información disponible con series mayores a 15 años,
realizar la caracterización del régimen climático a partir de la variabilidad
espacial y temporal del régimen de precipitaciones - valores normales
(anuales, mensuales y diarios), así como los extremos (máximos y mínimos).
En particular, se deberán representar espacialmente las variables climáticas
referidas a: precipitación media anual y mensual; temperatura media, máxima
y mínima mensual y anual y otras estimadas a partir de estas variables como
la evapotranspiración potencial y real anual y mensual. Para la estimación de
la evapotranspiración potencial y real, considerar las metodologías que sean
aplicables a las características climáticas regionales en función de la
información disponible (ver por ejemplo: Barco et al., 2000; Vélez et al., 2000;
Álvarez et al., 2008). Para la representación espacial de las variables de
análisis, se deberán aplicar técnicas geoestadísticas documentando el
respectivo procedimiento de implementación y selección del modelo espacial
más adecuado.
A partir de la distribución espacial de la precipitación y evapotranspiración
real media anual, estimar el balance hídrico de largo plazo distribuido a lo
largo de las corrientes en ordenamiento.
A partir de la información tratada, identificar la variabilidad climática (intra e
inter anual), identificando periodos hidrológicos de condiciones normales,
húmedas y secas.
Establecer el modelo lluvia-escorrentía, sus parámetros, la información
requerida, metodología, estrategia de calibración y validación en función de
la información disponible, además de los criterios de aceptabilidad del
modelo.
En los casos de cuencas no aforadas o con información insuficiente (series
menores de 15 años), el marco de modelación debe ser de tipo regional u
otra alternativa de modelación del ciclo hidrológico (ver OMM, 2008; Blöschl
et ál., 2013; Hrachowitz et ál., 2013; Parajka et ál., 2013).
Generar series de caudales medios diarios, con sus respectivas curvas de
duración, para el cuerpo de agua objeto de ordenamiento y cada subcuenca
y punto de monitoreo, para ello se debe utilizar el modelo lluvia escorrentía
calibrado y validado (para criterios de validación y aceptabilidad del modelo
ver Klemeš, 1986; Moriasi et ál, 2007; Bennett et ál, 2013). Estimar la oferta
hídrica total a nivel de cuenca del cuerpo de agua objeto de ordenamiento,
subcuencas y puntos de monitoreo para condiciones hidrológicas húmeda,
normal y seco. Estimar el índice de aridez - IA y el índice de retención y
regulación hídrica - IRH a nivel de cuenca y subcuencas y puntos de
monitoreo dentro de las mismas, de acuerdo con la propuesta metodológica
del IDEAM para la escala de trabajo respecto a su estimación y
espacialización.
Estimar el caudal ambiental a nivel de cuenca, subcuenca (tributarios
principales) y puntos de monitoreo dentro de los mismos, considerando las
siguientes metodologías: Metodología 1: siguiendo la Resolución 865 del año
2004, como primera aproximación al caudal ambiental puede adoptarse el
valor máximo de caudal ecológico obtenido mediante la aplicación de los
siguientes métodos: Mínimo histórico: a partir de curvas de duración de
caudales medios diarios, propone como caudal mínimo ecológico el caudal
promedio multianual que permanece el 97.5% del tiempo.
Porcentaje de descuento: el IDEAM ha adoptado como caudal mínimo
ecológico un valor aproximado del 25% del caudal medio mensual multianual
más bajo de la corriente en estudio.
Reducción por caudal ambiental: el caudal ecológico en esta aproximación
corresponde al 25% del caudal medio multianual en condiciones de oferta
media.
Metodología 24 : el valor del caudal ambiental corresponde al Q85% de la
curva de duración, este valor característico se aplica para un IRH superior a
0,7 (alta retención y regulación). Para valores de IRH inferiores a 0,7, se
adopta el valor Q75% de la curva de duración de caudales medios diarios.
Metodología 35 : se debe estimar el índice 7Q10 utilizando toda la serie
histórica sin discriminar por mes ni condición hidrológica (es decir, se deberá
obtener un solo valor para este índice) y el Q95% discriminado por mes y, en
caso de encontrar una fuerte correlación entre la hidrología de la corriente y
fenómenos de variabilidad climática, para cada una de las tres condiciones
hidrológicas (húmeda, promedio y seca).
El caudal ambiental resultará para cada uno de los 36 (3 condiciones
hidrológicas x 12 meses) o 12 casos (en caso de no encontrar correlación)
como el valor máximo entre el 7Q10 y el Q95% para el correspondiente mes
y condición hidrológica (máx. (7Q10, Q95%)). Finalmente los caudales
ambientales calculados deben expresarse como una fracción del caudal
medio mensual multianual correspondiente (ver Pinilla et ál. 2014).
Adicionalmente, se podrá complementar el análisis con enfoques como el
propuesto por Richter et ál. (1996), Poff et ál. (2009) y Pahl - Wostl et ál.
(2013) u otros. Una revisión de métodos puede verse en UNAL (2008) y en
Poff y Matthews (2013).
En caso de que se establezca de forma oficial una metodología que contenga
lineamientos técnicos para la estimación y evaluación del caudal ambiental
en Colombia por parte de la autoridad competente, las metodologías 1, 2 y 3
aquí presentadas deberán revisarse y actualizarse de acuerdo con ésta
última. Generar una propuesta de caudales ambientales y de oferta hídrica
disponible, espacialmente distribuidos, para las diferentes condiciones
hidrológicas en los cuerpos de agua objeto de ordenamiento.
Si el modelo hidrológico implementado no es distribuido, generar una
propuesta de regionalización de caudales medios, máximos y mínimos. En el
caso de caudales mínimos, se sugiere considerar como alternativa
metodológica el análisis de curvas de recesión desde las series de caudales
diarias simuladas.
Cuando exista plan de ordenación y manejo de la cuenca hidrográfica
(POMCA), formulado a partir de los lineamientos del Decreto 1640 de 2012 y
la de la Guía técnica para la formulación de los POMCA expedida por la
Resolución 1907 de 2013, el estudio de oferta hídrica podrá ser adaptado
siempre y cuando el año de estimación dentro de éste no exceda los 2 años
en el momento de iniciar el proceso de formulación del PORH.
El ejercicio de modelación requiere que se tenga en cuenta lo siguiente para
su aplicación y presentación de resultados:
1. Se deberá hacer la calibración y validación del modelo, tanto para su
componente de hidrodinámica y de transporte, como para el componente
de calidad del agua, una vez estructurado el modelo conceptual y a partir
de los resultados de las campañas de monitoreo. En todo caso, esta
calibración y validación deberá hacerse de manera previa a la simulación
de escenarios.
Como resultados se deberán presentar:
a.) Los parámetros óptimos y/o curvas de calibración nivel-caudal y
velocidad-caudal para el modelo hidrodinámico y de transporte. Se
deberá explicar su obtención o estimación
b.) . b.) La combinación óptima de parámetros (i.e. tasas, constantes y
velocidades de transformación), la mejor función objetivo encontrada y la
comparación gráfica entre los perfiles o campos hidrodinámicos y de
calidad del agua simulados y los valores medidos, encontrados en la
etapa de calibración. La campaña de monitoreo que se deberá utilizar en
la calibración corresponde a la de condiciones de caudal más bajo sobre
el cuerpo receptor.
c.) c.) El valor de la función objetivo y la comparación entre los perfiles o
campos hidrodinámicos y de calidad del agua simulados y medidos,
aplicando el modelo de calidad del agua con la combinación óptima de
parámetros de la etapa de calibración y con los datos de la otra campaña
de monitoreo. Al momento de analizar los resultados, se debe tener
presente el fenómeno de re-suspensión del material de fondo durante
condiciones de caudales altos o de transición sobre el cuerpo receptor,
así como el aporte de cargas contaminantes difusas por escorrentía
superficial.
2. El escenario base consiste en la respuesta del modelo calibrado y validado
bajo condiciones de caudal representativo de condiciones mínimas sobre el
cuerpo receptor, calidad del agua en época seca o caudales más bajos
medidos (para ambas condiciones de caudal sobre la corriente) y
considerando las eficiencias actuales de tratamiento de aguas residuales en
los sistemas en operación, porcentaje de recolección de aguas residuales y
eliminación de vertimientos puntuales.
3. En los escenarios de simulación definidos se deben considerar las
diferentes herramientas de planificación y administración (PSMV, metas de
carga contaminante, planes de reconversión a tecnologías limpias y demás
herramientas relacionadas con la gestión integral del recurso hídrico),
establecidas en el corto, en el mediano y en el largo plazo. También se deben
considerar las captaciones del recurso hídrico de acuerdo con los usuarios
actuales y con las proyecciones de demanda, además de los permisos de
vertimiento otorgados por la Autoridad Ambiental competente. Así mismo, se
debe tener en cuenta los usos de la tierra en el área de drenaje respectiva y
sus dinámicas con el recurso hídrico. Para todos los escenarios de
simulación, se deberán simular condiciones de caudales característicos de
condiciones mínimas.
En el Cuadro 5 se presenta un resumen de la información a considerar para
alimentar el modelo de simulación para los escenarios especificados, con el
fin de establecer los objetivos de calidad.
Estos escenarios serán herramientas de soporte de decisión con el objetivo
de fijar los usos potenciales del agua, definir objetivos de calidad y establecer
cargas máximas permisibles.
MESOCA
Análisis de los problemas de calidad del recurso hídrico Los problemas de
calidad están causados, en general, por el ingreso a los cuerpos de agua de
cargas contaminantes en exceso a las que estos pueden asimilar. El
entendimiento de los problemas de calidad del agua depende de dos
circunstancias de análisis especiales:
1. Del enfoque y método de monitoreo y medición del problema en tiempo
presente.
2. De la capacidad de predicción del desarrollo del problema y sus impactos
en tiempos futuros. Medición y monitoreo de la calidad de los cuerpos de
agua Las Autoridades Ambientales necesitan mantener información sobre la
calidad de sus cuerpos de agua más estratégicos de manera permanente y
confiable, según sea el rigor de la problemática. En todos los casos se
requiere de personal especializado en calidad de aguas, equipos, sistemas
de monitoreo y laboratorios con capacidad de garantizar una red de
monitoreo permanente de la calidad de los principales cuerpos de agua.
Parte de los problemas relacionados con la urbanización de los conflictos
ambientales en Colombia, se relacionan con incipiente instrumentación,
sistematización y análisis de la información, relacionada con la calidad de los
principales ríos de las ciudades más importantes del país. La información
más importante y necesaria, relacionada con los ríos que reciben el 70% de
la carga contaminante del país (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, otros),
es fragmentaria y proviene en la mayoría de los casos, de fuentes con
intereses distintos a los de las Autoridades Ambientales Competentes – AAC.
Ante la falta de una adecuada infraestructura para el monitoreo de los
cuerpos de agua, el problema se resuelve parcialmente con la integración de
un equipo idóneo, donde se garantice la participación permanente y motivada
de profesionales expertos en calidad de aguas y administración recursos
hídricos. Con sentido común y algunos recursos, es posible levantar y
sostener un sistema de monitoreo, con sus respectivos registros de calidad
para los cuerpos de agua de cada jurisdicción corporativa. Una alternativa
cada vez en más uso por cierto para maximizar los recursos destinados por
las AAC al monitoreo de las aguas, sería validar y normalizar procedimientos
y técnicas basadas en indicadores biológicos, conjugados con la
participación de las comunidades lugareñas. Capacidad de predicción del
desarrollo del problema y sus impactos sobre la calidad del cuerpo de agua
La predicción de la calidad de los cuerpos de agua es un procedimiento más
complejo dependiendo de las condiciones particulares del cuerpo de agua
en estudio y de la calidad de la red y/o la información de monitoreo
permanente del cuerpo de agua en estudio. La predicción, se hace a través
de la formulación y calibración de modelos, que pueden ser simples o
complejos de acuerdo a las circunstancias. Estos permiten precisar las
relaciones causa – efecto a nivel de efectos primarios, secundarios o
terciarios. Por ejemplo, una causa original como la tala de árboles puede
producir.
Como efecto primario la erosión y como efecto secundario la contaminación
del recurso hídrico. Lo primero que se debe hacer es definir si las
circunstancia permiten la utilización de un modelo simplificado, el cual se usa
en condiciones de recursos e información escasa o un modelo complejo, el
cual se utiliza en mejores condiciones de recursos, organización y calidad de
la información disponible.
La formulación y calibración de modelos implica ejecutar los siguientes
pasos:
• Definir los elementos de interés. Tales elementos son, para el caso
presente, cantidad de agua y de contaminantes.
• Definir los límites del sistema dentro del cual puede analizarse el problema.
Dichos límites deben ser físicos, como una divisoria de cuencas o el casco
urbano de un municipio, por ejemplo.
• Identificar las entradas y salidas al sistema de los elementos de interés. •
Identificar los componentes de interés del sistema. Estos deben ubicarse
físicamente al interior de los límites fijados, y pueden ser sistemas en sí
mismos, como embalses, tramos del río.
• Establecer relaciones entre componentes. Los componentes incluidos
deben tener relaciones de intercambio entre sí y a su vez estar ligados con
el exterior del sistema definido.
• Establecer funciones de variación al interior de cada componente, esto es
la variación de cantidad de agua y de contaminantes.
• Cuantificar el modelo. Esto significa determinar para cada relación y cada
componente, cuánto entra, cómo se distribuye, cómo se transforma y cuánto
sale.
• Calibración del modelo de tal forma que simule en forma adecuada los
hechos registrados en la realidad.

Como resultado de este trabajo, se tendrá información cualitativa y


cuantitativa respecto a la capacidad asimilativa del recurso, los orígenes de
los procesos de deterioro y la importancia relativa de los distintos factores de
contaminación.
Calibrado el modelo, se tiene una explicación de la calidad actualmente
registrada en los distintos sitios de interés, con base en los caudales y
calidades de las fuentes, los caudales derivados y los caudales y calidades
de los vertimientos y escorrentías internas.
Del mismo modo, se puede estimar la evolución futura de la calidad en los
distintos sitios de interés, con base en las proyecciones de usos de agua y
de cargas contaminantes vertidas y de escorrentía interna.
En el procedimiento detallado como parte de la metodología para el
establecimiento de Objetivos de Calidad (MESOCA)5 , se desarrolla una
propuesta metodológica para la predicción (modelación) simplificada de
calidad de cuerpos lóticos de agua.
Clasificación de tramos del río según usos potenciales
Conocidas las calidades actuales y futuras del agua en los distintos tramos,
clasificarlos de acuerdo con sus usos potenciales de interés (consumo
humano, preservación de flora y fauna, agrícola, pecuario, recreativo,
industrias de distintos tipos, etc.). La clasificación de las aguas resulta un
aspecto esencial de la gestión dentro del ordenamiento del recurso. Desde
los años 70, la mayoría de los países industrializados iniciaron desarrollos
legales encaminados a reglamentar el uso de las aguas a través de
clasificaciones. El principio básico adoptado por algunos países es que “aun
reconociendo que lo principal es proteger la calidad del medio, dicha calidad
puede variar según la naturaleza del cuerpo de agua receptor y del uso a que
se destine” (MAVDT, 2002)7 .La noción de clasificación de las aguas, según
sus usos, aparece en Colombia en el Decreto 2811 de 1974.
El Decreto 2811 de 1974 (Código de los Recursos Naturales Renovables)
estableció en su artículo 134 que “corresponde al Estado garantizar la
calidad del agua de consumo humano, y en general, para las demás
actividades en que su uso es necesario”. Para dichos fines, deberá, entre
otras funciones, “realizar una clasificación de las aguas y fijar su destinación
y posibilidades de aprovechamiento mediante análisis periódicos sobre sus
características físicas, químicas y biológicas”
El capítulo sobre prevención y control de la contaminación, que incluye el
artículo 134 en mención, fue reglamentado mediante el Decreto 1594 de
1984. En efecto, en el Capítulo III de este decreto se clasifican las aguas
según sus usos, y en el Capítulo IV, se establecen los correspondientes
criterios de calidad.
Estos criterios sirvieron de base para tomar decisiones sobre
aprovechamiento del recurso desde el punto de vista de la calidad, por parte
de las Autoridades Ambientales (los procedimientos para el
aprovechamiento, desde el punto de vista de la cantidad, se encuentran en
el Decreto 1541 de 1978). El límite establecido para coliformes fecales, por
ejemplo, fue tomado como referencia en numerosos casos para determinar
la viabilidad de utilizar el recurso en actividades domésticas o de recreación.
La clasificación de las aguas se realiza a partir de los criterios de calidad
establecidos, y de información detallada sobre las características de las
aguas y sobre las demandas destinadas a satisfacer los diferentes usos. Con
base en esta información, se establecen estimativos sobre las
potencialidades de la oferta y la demanda, según los usos, y se producen
reglamentaciones encaminadas a asegurar la distribución del agua, de
acuerdo a sus características de calidad y cantidad.
Estos diagnósticos de la calidad del agua tienen, por consiguiente, dos
propósitos: en primer lugar, suministrarle a las Autoridades Ambientales
elementos que permitan iniciar un programa de gestión del recurso hídrico.
La gestión, como es conocido, es un proceso dinámico que incluye etapas
de fijación de objetivos y prioridades, definición de estrategias, puesta en
marcha de programas y proyectos y montaje de mecanismos de seguimiento
que permitan evaluar los resultados en forma continua Ahora bien, un
objetivo puede ser mejorar la calidad en cuerpos de agua que hayan sido
identificados como de interés social o económico o para preservación de flora
y fauna. En este caso, los criterios de calidad pueden ser utilizados como
una meta que persigue elevar el grado de calidad de un determinado cuerpo
de agua. Por ejemplo, si se decide que algunas playas o balnearios turísticos,
deben tener como prioridad de uso la recreación por contacto primario,
entonces el propósito de la gestión debe orientarse a reducir los niveles de
coliformes por debajo del límite de 200 NMP/100 ml establecido en el Decreto
1594 de 1984, en un plazo que establece la Autoridad Ambiental, según los
avances observados en los programas de tratamiento de las aguas
residuales urbanas. En la clasificación de las aguas juegan un papel
importante las normas o criterios de calidad para la destinación del recurso
(Capítulo IV del decreto 1594 de 1984).

Definir objetivos a largo plazo de calidad del recurso hídrico para los
tramos cuya calidad actual o prevista no es satisfactoria.
Las Autoridades ambientales deben definir los escenarios de calidad para
los recursos hídricos en el corto, mediano y largo plazo. Las nuevas
herramientas y normas afines a la planeación de la calidad de los recursos
naturales, como es el caso del Decreto 1729 de 2002, indican que este
procedimiento debe desarrollarse de manera estratégica y participativa.
Los Objetivos de Calidad establecidos en procedimientos de emergencia,
como los requeridos para la implementación de la Tasa Retributiva
reglamentada en el decreto 3100 de 2003, deben diseñarse e implementarse
pensando en resultados que sirvan al proceso de desarrollo del PORH y aun
al proceso de desarrollo de los POMCA´S, de este modo se evitará la
duplicación de esfuerzos y el consecuente desaprovechamiento y pérdida de
recursos.
Definir distintas alternativas de descontaminación por etapas, entre la
más rápida posible y la más lenta aceptable.
Es la fase de visualización técnica orientada a identificar las alternativas más
viables para reducir la contaminación a los niveles que garanticen el
cumplimiento de los Objetivos de Calidad establecidos o en proceso de
definición.
De esta manera con ayuda de los resultados del modelo de calidad se
pueden determinar los Objetivos de Calidad más consecuentes con las
condiciones socioeconómicas y ambientales de la cuenca, subcuenca o
tramo, los cuales deben establecerse mediante acto administrativo por parte
de la Autoridad Ambiental.
Las soluciones a los problemas de calidad del agua de las cuencas o
subcuencas pueden ser de los siguientes tipos:
− Política de multas y sanciones: Las multas y sanciones son medidas que
se deben considerar cuando existen normas claras que se quebrantan y son
la causa de los problemas de calidad del agua.
− Planes de cumplimiento: Los planes de cumplimiento son alternativas
de solución válidas en los casos en que los usuarios que no están
cumpliendo actualmente las normas de vertimiento, mediante un
compromiso con la Autoridad Ambiental, expresado en forma de plan de
cumplimiento, se comprometen a realizar dentro de un período de tiempo
determinado, las acciones y obras necesarias para cumplir las mencionadas
normas.
− Normatización complementaria: Las Autoridades Ambientales
regionales están autorizadas para emitir, en caso necesario,
reglamentaciones ambientales adicionales más estrictas que las existentes
a nivel nacional. En estos casos deben apuntalar sus decisiones en estudios
criteriosos y muy bien fundamentados.
− Concertación ambiental sectorial: Este es un mecanismo utilizado
exitosamente por algunas AAC. En este caso, se convoca a sectores
específicos de la actividad regional, y se explican los problemas causados
por su comportamiento ambiental. Si las AAC logran demostrar su
argumentación y la conveniencia de las medidas propuestas, usualmente es
factible llegar a compromisos de acciones y obras ambientales que, en la
medida en que afectan similarmente a los miembros de un sector, no
producen desequilibrios en materia de costos de producción que puedan
alterar su competitividad y grado de participación en el mercado. En este tipo
de herramientas se debe reconfirmar el compromiso de los actores de
cumplir la normatividad y se debe establecer indicadores que permitan
evaluar su desempeño, frente a los compromisos convenidos con la AAC.
− Educación y capacitación: En muchos casos, los daños al medio
ambiente pueden solucionarse mediante programas de educación y
capacitación de los usuarios del recurso hídrico. Este es el caso de
problemas de contaminación causados por uso incorrecto del recurso
hídrico, falta de reciclaje, descarga de basuras en los cuerpos de agua o uso
de tecnologías obsoletas.
− Obras de saneamiento y manejo de vertimientos: Normalmente, parte
de la solución de los problemas de calidad del agua es la ejecución de obras
de saneamiento tales como conducciones para cambiar los sitios de
vertimiento o plantas de tratamiento, obras que son responsabilidad de los
que hacen el vertimiento pero que pueden tener dificultades institucionales,
financieras y sociales para su ejecución, como ocurre en muchos sitios del
país con aguas residuales urbanas. Las distintas alternativas existentes para
solucionar la problemática de la calidad del recurso hídrico deben evaluarse
y compararse desde los puntos de vista de sus beneficios y costos y teniendo
en cuenta aspectos ambientales, técnicos, institucionales, económicos,
financieros y de viabilidad socioeconómica general, seleccionando los
programas, proyectos y desarrollos por etapas más convenientes. La
selección debe responder al criterio de costo-efectividad, es decir que el
programa o proyecto seleccionado debe garantizar el mayor beneficio
ambiental al menor costo para la Autoridad Ambiental y la comunidad. Al
seleccionar una alternativa, se está seleccionando también un programa
objetivo de recuperación de la calidad del agua y un programa de reducción
de las cargas contaminantes vertidas. Para la realización de la evaluación de
alternativas de descontaminación, es conveniente llevar a cabo un proceso
de información y consulta con los involucrados, con el fin de darles
oportunidad de participar y de enriquecer y mejorar la evaluación antes de
tomar una decisión.
Determinar las tasas retributivas que serán cobradas por las consecuencias
nocivas de las actividades contaminadoras Es importante que las
autoridades, los usuarios y la ciudadanía tengan claridad sobre la definición
legal de tasa, que algunos todavía las confunden con sanciones o impuestos.
El artículo 42 de la ley 99 de 1993 determina que se cobrarán “tasas
retributivas por las consecuencias nocivas de las actividades expresadas”.
El Decreto 3100 de 2003 y sus complementarios, el Decreto 3440 de 2004 y
Resolución 1433 de 2004, definen de manera clara las condiciones para la
implementación de la tasa retributiva y las destinaciones que puede darse a
los recaudos. Lo ideal en estos casos es la conformación de un Fondo
regional de descontaminación, el cual debe dotarse de un reglamento para
la cofinanciación de proyectos, el cual debe dar prevalencia a las propuestas
de manejo del recurso hídrico más costo efectivo, es decir: aquellos que
remuevan la mayor contaminación por cada peso invertido.
Definición de metas quinquenales de reducción de cargas
contaminantes para las sustancias reglamentadas
Para los criterios (parámetros) cuyas tasas retributivas ya hayan sido
reglamentadas (DBO5 y SST), el programa de reducción de cargas
contaminantes correspondiente a la alternativa seleccionada, será la base
para definir las metas quinquenales de reducción por parte de los sujetos
pasivos.
Las metas de reducción de cargas a ser sustentadas por los responsables
de los vertimientos líquidos, necesariamente deberán responder a los
OBJETIVOS DE CALIDAD DEL RECURSO HÍDRICO, establecidos por la
AAC y notificados como requisito para el desarrollo de los PSMV y de los
PLANES DE CUMPLIMIENTO por parte de las industrias.
En esta fase vale la pena recordar que se han dado avances importantes
con el Decreto 3100 el cual ha confirmado las dos sustancias o elementos
reglamentados a través del Decreto 901 de 1997. Complementariamente han
sido reglamentados los Planes de Saneamiento y Manejo de Vertimientos –
PSMV, cuya planeación por parte de las Empresas de Servicios Públicos -
ESP´S, deberá apuntar a la reducción la carga orgánica transportada por los
sistemas de alcantarillado y equivalente en términos de DBO5 y SST.
Definición de metas quinquenales de reducción de cargas
contaminantes para las sustancias no reglamentadas
Para los criterios (parámetros) cuyas tasas retributivas no estén
reglamentadas, se buscará la reducción requerida de cargas contaminantes
mediante la expedición de normas específicas para cada tramo, las cuales
obliguen a mejorar la calidad de los vertimientos hasta el nivel necesario,
para cumplir con los Objetivos de Calidad por tramos en el largo plazo (5
años o más). La reducción de las demás sustancias no contempladas en el
Decreto 3100 deberá seguirse buscando con la implementación o
perfeccionamiento de los demás instrumentos de orden regulatorio, como es
el caso del decreto 1594 de 1984. La reducción de la carga difusa y toda
aquella contaminación no puntual, requiere de múltiples acciones y
compromisos de la AAC y otros actores no contemplados o sobre los cuales
no tiene gobernabilidad un programa de tasas retributivas.

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