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esa María
:Rodríguez Ramalle
DIRIGIDA POR
PABLOJAURALDE
Manual
( "-
J
A mi familia
Diseño gráfico: RQ
Ilustración de cubierta: Théo W olvecamp: Composición BJ , i
(1949, detalle. Stedelijk Museum, Amsterdam)
I.S.B.N.: 84-9740-r69-7
Depósito legal: M. 35-766-%.005
Presentación ........................................................................................... . x9
l. La sintaxis ..................................................................................... . 31
I.I. Unidades de análisis sintáctico................................................ 33
X.l.l. Las categorías gramaticales o partes de la oración:
criterios para su identificación.................................... 33
l.!.l.l. Criterio distribucional, 34. U.I.l. Criterio
funcional, 35. 1.1.1.3. Criterio morfológico, 36.
1.I.I.4· Criterio basado en propiedades sintácticas, 37
i
1.1.2. La noción de constituyente ........................................ 38
I.!.J. La noción de sintagma. Tipos de sintagmas .............. 43
1.1.3.1. El núcleo del sintagnia, 43. r.l.p. Especifica-
dores y complementos, 45. r.l.3.3. Los modelos de
creación de estructura: la teoría de la X--con barra y
el ensamble, 47. 1.1.3+ Los conceptos de mando-c
y rección, 50
r.l+ Las categorías léxicas y las categorías funcionales.... 52
1.I.4.1. El 'sintagma flexión, 53. I.I.4.2.. El sintagma
complementante, 54. 1.1.4·30 La estructura funcio-
nal básica de la oración, 57 .
1.1·5. El caso............................................................................ 57
l.r.p. El caso ~ominativo, 58. U.5.1. El caso acusa-
tivo, 58
1.2. La sintaxis dentro de la gramática .......................................... 61
1.2.i:. Relaciones entre la sintaxis y la semántica ................ 65
1.%o.U. Predicados y argumentos, 65. 1.2.1.2. Los
modelos de información léxica, 70. 1.1.I.3. La
Forma Lógica, 7Z 7
reresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Sumario
8 9
1.2.2. Relaciones entre la sintaxis y la morfología .............. 74 ,. 2.3. Clasesdé n<:i~bres comunes .................................. :................. 141
1.2.2.1. Las categorías átonas entre la morfología y la 2.3.r.Nombres continuos y discontinuos............................ 141
sintaxis, 75 2.3.2.Nombres singulares y colectivos ............ :................... I44
1.2.3. Relaciones entre la sintaxis y la fonología ................ 77 2.3.3.Nombres concretos y abstractos: el caso de las no-
1.2.3-1. Los incisos, 77 minalizaciones deverbales y deadjetivales .................. I45
1.2+ Relaciones entre la sintaXis y la pragmática .............. 79 2+ Complementos y modificadores nominales del nombre ...... I49
1.2+1. Los enlaces oracionales, 80
.2.4.1. Complementos argumentales ...................................... I49
Ejercicios ............................................................................................ 83 2.4.1.1. Heredados de un predicado verbal o adjeti-
Bibliograf1a básica comentada ............... ...... ................ ...... ......... ...... 86 val, 149. 2+1.2. No heredados o inherentes con
n. El sintag:rna nominal ................................................ A............ 89
nombres relacionales, 150. 2.4.1.3- No heredados o
inherentes con nombres icónicos o de representa-
2.1. El determinante como núcleo funcional................................ 93 ción, 151
2.1.1. La función de los determinantes: referencia y cuan- 2.4.2. Modificadores adjuntos ............................................. .
tmcación........................................................................ 93 2.4.2.1. De posesión alienable, 152. 2.4.2.2. Circuns-
2..1.2. Los SSNN con núcleo nulo ........................................ 95 tanciales, 153. 2.4.2.3. Grupos nominales de clase,
2..I.3. Los nombres sin determinante: clases, contextos e 154. 2.4. 2.4. Atributivos, 155. 2.4.2..5. Aposiciones,
interpretación ............ ............... ............................ ....... 97
156
2.1.3.1. Tipos de nombres que aparecen sin petermi-
2-4-3. Su posición jerárquica bajo el SN ............................. . 157
nante y sus contextos sintácticos, 97: 2.1.3.2.
Propuesta de explicación, 101 Complementos y modificadores adjetivos del nombre ....... . 161
2.1.4. Los nombres propios y los pronombres personales.. 106 2.p. Los especificadores del adjetivo ................................ .. 161 (
2.5.1.1. Con valor de grado, 161. 2.p.2.. Aspectuales,
2.2. Tipos de determinantes y cuantificadores ............................ III
2.2.1. Qases de determinantes y cuantificadores ................ III 163. 2.P.3. De dominio, 164
. 2.2.1.1. Criterios de identificación, III. 2.2.I.2.]erar- 2.5.2. Los complementos del adjetivo ................................. .
quía,II4 2.5.3. Los adjetivos calificativos .......................................... ..
2.2.2. El artículo definido frente al resto de determinantes . II7 2..5.3.1. Según su significado, 165.. 2.5.3-2.. Según su
J"
2.2.3. El artículo indefinido .................................................. 120 posición, 167
2.204- Lecturas específicas e inespecíficas .......................... .. 122 2.5.4. Los adjetivos adverbiales ............................................ ..
2.2-5. Los demostrativos ...................................................... .. 12 3 2.5+1. Modales, 169. 2..5.4.2. Circunstanciales, 169.
2.2.6. Los posesivos ................. ,............................................. . 125 2.5.4·3. De frecuencia, 170. 2.5.4+ Pseudo-determi-
2.2·7· Relaciones de alcance: el dominio de los cuantificadore-.5 12.8 nantes, 170. 2.5+5. Su interpretación, 171
2.2.7.1. La estructura semántica de los cuantificado- 2.5.). Los adjetivos relacionales .......................................... .. 171
res, 12.8. 2.2.7.2. Los cuantificadores y sus variables 2.5.5.1. Características, 172. 2.5.5.2. Tipos, 173
en la estructura sintáctica, 130. 2.2.7.3. El artículo 2.6. \ Complementos y modificadores oracionales del nombre ... . 177
como op~rador, 133
.. ---' 2.6.1. Las oraciones subordinadas sustantivas .. u ..................
178
2.2.8. Las lecturas genéricas ................................................ .. 133
2.6.1.1. Argumentales, 178. 2.6.I.Z. Adjuntas, 178
2.2.8.1. Las lecturas genéricas del sujeto: restriccio-
2.6.2. Las oraciones subordinadas adjetivas ....................... . 180
nes y explicación, 133. 2..2.8.2.. Las lecturas genéricas
del objeto, 138 2..6.2.1. Tipos y propiedades, 181
Las construcciones partitivas .................................... .. 139 2.7 ..: El orden de los constituyentes dentro del SN ..................... .
"---./
'i
esa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español Sumario
11
Ejercicios ..... .................. ..................................................................... 189 '}·5· . Funciones sintácticas básicas dentro del SV ......:................ . 253
Bibliografia básica comentada ...................... :................................... 192 3.5.1 . . Los objet~s directos: ................................................... : 253
3.P.!· La preposición a, ~54. 3-5.1.2. Los objetos
IUllos, 258 .
III. El sintag:rna verbal.................................................................... 195
3.502.' Tipos de objetos indirectos ...................................... ..
p. Los argumentos verbales y sus papeles temáticos ................ 201 . 3.5.1. Los complementos de régimen ................................. .
p.I. La noción de agentividad ............................................ 202 3-5.3.1. Cara~terísticas generales, 261. 3.5.3.2. Tipos,
{ J.I.2. La noción de tema-paciente ........................................ 204 +63
3-1,3. Los papeles temáticos en la sintaxis .......................... 204
3·6. La predicación secundaria: tipos y condiciones ................... .
3.2. Clases sintáctico-semánticas de verbos .................................. 207 3.6.1. Los p~edicativos adjuntos .......................................... ..
302.1. Transitividad y ditransitividad .................................... 208 3.6.1.1. Orientados al sujeto, '1.67. 3.6.t.l. Oricntados
3.2.1.1. Delimitación del concepto de transitividad, al objeto descriptivos, '1.68. 3.6.1.3. Orientados al
208. 3.2 .I .2. Esquemas transitivos básicos, 210. objeto pseudo-resultativos, 269. 3.6.1.4. Sus posi-
3.2.1.3. Su representación estructural, 216. 3.2.104- ciones en la oración, 269
Esquemas ditransitivos básicos y su representación 3.6.:2.. Los predicativos argumentales .................................. ..
estructural, 218 3.6.2.1. Con verbos de opinión, de percepción, voli-
3.2.2. Dos clases de verbos intransitivos .............................. 2.20 tivos y causativos, "71. 3.6.2.2. Con verbos ligeros o
3.2.2..1. Verbos intransitivos puros y verbos inacusa- de soporte, 27:2.. 3.6.2.3- Con verbos pseudo-copula-
tivos, 220. 3.2.2.2. Comportamiento sintáctico de tivos, 273
los dos tipos de verbos intransitivos con su repre- 3.6.3. Los predicativos en el dominio nominal: condicio-
sentación estructural, 223 nes estructurales de la predicación secundaria ........ .. 273
3-3. Las clases eventivas de predicados verbales .......................... 227 Complementos y modificadores adverbiales, preposiciona-
3·7·
J.3.1. Verbos de estado .......................................................... 228 les y oracionales del verbo ..................................................... . 279
J.3.2. Verbos de logro ............................................................ 229 3.7.1. Modificadores del verbo y modificadores de la
J.J.3. Verbos de actividad y realización .............................. 230 oración ............................................ ~ ........................... .. 280
3-3.4. La información eventiva y su realización en la sin- 3.7.1.1. Adverbios y construcciones adverbiales, 280.
taxis ................................................................................ 230 3.7.1.2. Oraciones subordinadas adverbiales, 283
3-4. Las alternancias ............................................................. ............ 235 3.7.2. Los adverbios y construcciones adverbiales argu- . l.
I2 I3
r 3.8. Las estructUras con infinitivo, participio y gerundio............ 299 4+J. . El ascenso de los clíticos ............................:................. 377
3.8.1. Diferencias entre formas peIifrásticas y verbos 4.4+ El orden de los clíticos, el !e por le y otros fenóme-'
plenos ............................................................................. 299 nos de naturaleza morfológica ................ : ........... ~. ...... 382
3-8.2. Las construcciones de infinitivo ................................ 302 4.5. El sujeto y la flexiÓn ................................................................ 387
3.8.2.1. Los verbos de control, 304. 3.8.2.2. Los 4.5.1. . La identificación del sujeto. Los sujetos locativos,
verbos de ascenso, 3°7. 3.8.2.1. 'Los infinitivos con temporales y .dativos ....................................... ............. 388
sujeto en aCusativo dependientes de verbos de 4.).2. Oraciones sin sujeto: sujetos nulos y expletivos ........ 391
percepción y causativos, 309. 3.8.2.4. Los infiniti- 4 .5.3. Los sujetos arbitrarios .................................................. 396
vos con sujeto léxico, 315. 3.8.2.5. Los infinitivos 4.5.3.1. Las oraciones impersonales con se, 397.
nominales, 320 4.5.3.2: Las oraciones en segunda persona del singu-
3.8.3. Las construcciones de participio ................................ 322 lar, 402. 4.5.3.J. Las oraciones en tercera personal
3.8.3.1. El participio y los adjetivos, 322. 3.8.3.2. del plural, 404. 4.5.3.4. Ellmo, una impersonal, 406 \,
Construcciones de participio absoluto, 32.4- Ejercicios ........................................... ................ ............................ ..... 407
308.4. Las construcciones de gerundio ....................... ........... 324
Bibliografía básica comentada .......................................................... 410
3.8+1. Construcciones de gerundio absoluto, 324.
3.8.4-2. Los gerundios predicados, 325 V. Variaciones en la concordancia de objeto................ 413
Ejercicios ........... .................. ........ ............ ......................... ........ 328
Oraciones pasivas y copulativas .. ................... ........ ................. 417
5. 1 .
Bibliografía básica comentada ................ ........................ ........ 331 5.u. Diferencias entre pasivas perifuístivas y copulativas 417
5.1.2. Las oraciones copulativas ............................................ 419
IV. El tiempo, el aspecto, y la concordancia .................. 335 5.1.2.1. Los verbos copulativos ser y estar, 419. 5.1.2.2.
Tipos de oraciones copulativas, 422. P.2.3. El
4.1. El tiempo y el aspecto en el sistema verbal y adverbial........ 339
verbo parecer y su relación con los verbos copulati-
,p.I. El tiempo y los adverbios temporales ........................ 339
vos, 423
4·1.2. El aspecto y los adverbios aspectuales ........................ 343
5-1.3. Las oraciones pasivas perifrástivas y pasivas con se.. 423
4.1.3. Relación entre tiempo y aspecto en el sistema
5.1.4. Las oraciones medio-pasivas........................................ 429
verbal: el caso del imperfecto ...................................... 345
p. Oraciones reflexivas y recíprocas ............................................ 433
4.2. El orden en la oración y la posición del verbo ...................... 349
5.2.1. Bases sintácticas de la correferencia ........ .................. 433
4.2.1. Movimiento del verbo y posición de los adverbios.. 349
5.2.U. La teoría del Ugamiento, 435
4.2.2. Los cuantificadores flotantes ...... ......... ............ ........... 353 5.:1..2. La estructura sintáctica y semántica de las oraciones
4.J. Los verbos auxiliares en las perífrasis aspectuales y en los reflexivas y recíprocas .................................................. 437
tiempos compuestos ............. ................ ................................... 355 5.2.2.1. Reflexividad Y agentividad, 437· 502..2.2. El
4.3.1• Perífrasis aspectuales. ...................... .......... ................... 355 papel del se, 440. 5.2.2.3. Los predicados inherente-
, 4.3.2. Tiempos compuestos .................................................. 356 mente reflexivos, 444. 5.2.2.4. La estructura y
4·).3. Proyección en la estructura sintáctica ...............;........ 358 función del adjetivo mismo en la frase a sí mÚ77to·a, 446
4+ Los pronombres cIíticos como morfemas de concordancia 363 5-2-3- Particularidades de las estructuras recíprocas .......... 447
4.4.1. El doblado de clíticos ....................................... ........... 367 5.2.J.!. Diferencias y semejanzas entre reflexivas y
4.4.1.1. El doblado de objetos directos, 368. 4.4.1.2. recíprocas, 447: 5.2.3.2. La estructura de el uno P el
El doblado de objetos indirectos, 371 otro, 449. 502.3-3. Otras marcas de reciprocidad,
4.4.2. La enclisis y la proclisis .. ....... ................... ........... ......... 373 449. 502·3·4· Los predicados simétricos, 45 0
:esa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Sumario
,
~ ..
5.3. Apuntes para caracterizar el clítico se ....•.......•.....••..........•..... 453 . 6.6.ú. Adverbios modales epistémicos i factivos,
15
Ejercicios ............................................................... ;........... .................. 460 5Il. 6:6.2.2.: Adverbios evidenci~es, 513. 6.6.2·3.·
Bibliograña básica comentada ... ........ .... ...... .................... ................. 463 Adverbios de6nticos, 5r5. 6.6.2+ Oraciones subor-
dinadas advérbiales modales, 515
6.6.3 .. Las expresiones valorativas .......................................... 516
VI. La modalidad................................................................................ 465
6.6.4. Las interjecciones ........................................................ 519
6.I. Los límites de la modalidad .................................................... 469 6.7. Los índices del habla ................................................................ 523.
6.2. La polaridad .............................................................................. 473 6.7.1. Los adverbios y oraciones subordinadas adverbiales
6.2.I. El Sintagma Polaridad .................................... ;............. 473 de la manera del decir .................................................. 523
6.2.2. Activadores negativos y términos de polaridad ne- 6.7.2. Los conec.tores .............................................................. 526
gativa .............................................................................. 474 Ejercicios ............ ................................... ...... ....................................... 533
( 6.2.3. Activadores positivos y términos de polaridad po-
sitiva .............................................................................. 478 Bibliografía básica comentada .......................................................... 536
6.3. La formación de las oraciones interrogativas, exclamativas
y relativas .................................................................................. 479 VII. La estructura informativa de la oración y su re-
6.3.1. Las oraciones interrogativas: tipos y formación........ 479 lación con el orden de los cons.tituyentes ................ 539
6.J.I.1. Las oraciones interrogativas parciales, 480 7. 1 • Las estructuras con temas o tópicos antepuestos ................ 543
6.).1.2. Las oraciones interrogativas indirectas
parciales: sus peculiaridades, 484. 6.3.1.3. Las ... 7.r.l. Las dislocaciones a la izquierda o topicalizaciones..
7.1.2. Los tópicos coliados o temas vinculantes ................
543
545
oraciones interrogativas totales, 485
7.2. Los índices de tema o tópico: adverbios y construcciones
6-3.2. Las oraciones exclamativas: tipos y formación.......... 486
de marco o tópico ........................ .................. .......................... 549
6.3.2.1. Con pronombres exclamativos, 486. 6.3.2.2.
Sin pronombres exclamativos, 488 7.3. El foco y los diversos 6rdenes de la oración .......................... 55'3
6,].3. Relación entre oraciones interrogativas, exciamati- 7.3.1. El foco informativo o pospuesto ................................ 554
vas y relativas ................................................................ 490 7·3·7.· El foco contrastivo o antepuesto ................................ 558
6.3.3.1. La formación de las relativas, 490. 6.3.3.2. 7.4. Los índices de foco: perífrasis de relativo y focalizadores.... 563
Las oraciones enfáticas con artículo, 491 Ejercicios ........................................... ................................................. 565
6.4· Las oraciones imperativas yel modo imperativo .................. 497 Bibliograña básica comentada......... ......... .................... .................... 568
6·4·I. Modo imperativo y enclisis ........................................ 498
6.4.2. Modo imperativo y posición del sujeto...................... 498 Apéndice: coordinación y subordinación .............................. 569
6·4.3. Modo imperativo y negación ...................................... 499
6.5. Relación entre el modo y la modalidad.................................. 50! Referencias bibliográficas ..................... ........................................... 583
6.5-1. La selección del modo subjuntivo .............................. 502 Índice básico de materias ................................................................ 603
6.5-2. El subjuntivo y la referencia disjunta ....................... :.. 507
6.6. Los Úldices de modalidad ........................................................ 509
6.6.I. Las perífrasis modales .................................................. 509
6.6.2. Los adverbios y las oraciones subordinadas adver-
biales· de modalidad ............................... , ..................... ; 5Il
16
Í~dice
Sintagma DeteIIIlÍ?ante
SDetF: Sintagma Determinante Fuerte
SDetPvo: Sintagma Determinante Predicativo
SN: Sintagma Nominal
aDr~viaturas SPol:
SQ:
ST:
Sintagma Polaridad
Sintagma Cuantificador
Sintagma Tiempo
STóp: Sintagma Tópico
S: . . Sujeto
Adj: Adjetivo Sv: Sintagma v
Adv: Adverbio SV: Sintagma Yerbal
Art: Artículo TPN: Términos de Polaridad Negativa
CL: Clítico TPP: Términos de Polaridad Positiva
Comp: CoDlpler.nentante V: Verbo
Compl: Cor.npler.nento
CPA: Construcción de Participio Absoluto
CREA: Corpus de Referencia del Español Actual
....
Cv: Categoría vacía
Det: Determinante
Espec: Especificador
F: Foco
GDLE: Gramática Descriptiva de la Lengua Española
H: Huella de movinliento
N: Nombre
NP: N oDlbre propio
. /
O: Objeto
OD: Objeto directo
al: Objeto indirecto
Pp: Participio
PPr: Pronombre personal
PYO: Predicativo
RAE: Real Academia Española
SAdj: Sintagma Adjetivo
SAsp: Sintagma Aspecto
SComp: Sintagma Complementante
SConc: Sintagma Concordancia
~: ;:.:
:,".c:.
.,,., ~',,[. ~' .:.:~;,;,~:;,: ~:r::y·I~.
20 21
jar los más diversos artilugios. cerebral y fisiológico que también se reflejó en el desarrollo de todo un
Por supuesto que son muchos los debates que surgen a la luz de conjunto de habilidades sociales y tecnológicas. El1enguaje, por consi-
estas nuevas evidehcias científicas. Por ejemplo, todas las lenguas siguen guien1i(, tiene mucho que decirnos acerca de nosotros mismos, de nues-
unos principios coinunes derivados de las propiedades del lenguaje huma- tro origen como especie y de nuestra propia evolución.
no: poseen unas unidades mínim.As o fonemas capaces de combinarse Al relacionar una lengua particular con una propiedad general de la
entre sí de manera recurrente para formar unidades mayores o palabras especie, vemos que el estudio de cualquier lengua conlleva mucho más que
tal vez nunca antes dichas ni escritas; al mismo tiempo, estas unidades la mera descripción a la que aludíamos en el segundo párrafo de esta pre-
mayores poseen signos que permiten referirse a cualquier entidad o sentaCión; supone, ante todo, una referencia continua a esta propiedad que'
evento real o imaginario; estos signos se agrupan y organizan siempre nos permite usar y conocer una lengua. En el estudio de la sintaxis del
siguiendo un orden determinado, distinto para cada lengua, pero regular. español debemos siempre tener en cuenta que los fenómenos que ocurren
La relación entre estos principios y la localización y estructura de los en una lengua particular no son sucesos aislados, pues siguen unas pautas,
sistemas neuronales especializados del cerebro humano es una pregunta obedecen a unas reglas que dependen en última instancia de principios más
pendiente de respuesta. generales que configuran el lenguaje humano. Pero, además, el estudio de .
El componente genético que nos permite hablar. no sólo nos rela- cualquier lengua también implica una comparación constante con otras
ciona con las personas con las que convivimos en una misma época, sino lenguas e incluso con otras variedades dialectales dentro de la lengua estu-
que también nos conecta con nuestros antepasados más remotos. El diada, puesto que todas estas formas de expresión lingüística también son
origen del lenguaje sigue siendo todavía un tema de estudio de especial manifestaciones de la misma facultad del lenguaje. Comparemos por unos
interés. Por desgracia, no tenemos ningún tipo de documento que nos momentos la variedad lingüística con la variedad existente entre los seres
permita datar con precisión el momento en que el primer ser humano humanos.
comienza a habl~ utilizando un lenguaje articulado. Lo único con que Todos pertenecemos a la raza humana. E~tamos dotados biológica-
cuentan los paleontólogos es el estudio de la anatomía de los restos de mente de unas características que nos permiten además reconocernos entre
los primitivos humanos. Dos parecen ser los aspectos de especial relevan- nosotros como miembros de la misma especie. Sin embargo, es indudable
cia para determinar cuándo el hombre empieza a hablar: por un lado, el que también somos muy diferentes: existen razas distintas, adaptadas de
,resa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español Presentación
23
manera diferente al medio en que se desarrollaron¡ incluso dentro de una , En nuestros ~as, e~ di#cil encontrar una persona que no tenga co-
misma raza, hay individuos distintos según el c·olor del pelo, de los ojos, la , nacimientos de alguna otra lengua, aparte de la materna. Casi todos sabe-
forma de la cara, de los labios, la estatura, el peso, 'etc. Existe, por tanto, mos algo de inglés, es posible <l1;le de francés, italiano o portugués, nuestras
variedad dentro de unas características comunes. Algo similar ocurre con lenguas más próximas. Tampoco resulta extraño encontrar personas que se
las lenguas: hablamos' de lenguas diferentes y de variedades lingüísticas; aventuran a estudiar, por diferentes razones, lenguas como el ruso, el chino
incluso dentro de una misma lengua existen también diferencias significa- o el japonés. Por supuesto, convivimos además con hablantes que son
tivas entre dialectos: no es 10 mismo, por ejemplo, 'el español hablado en capaces de comunicarse no, sólo en español, sino también en sus otras
Madrid que el que se habla en la ciudad de Buenos Aires, y no me refiero lenguaS maternas: catalán, vasco y gallego.
únicamente a diferencias de pronunciación -desde luego, muy eviden- Por todos los motivos revisados, y siempre con la intención de dar
tes- sino también a pequeñas variaciones a nivel sintáctico. Pero, de cuenta lo más precisa posible de la sintaxis del español, el lector encontra-
nuevo, por encima de la variación existe un vínculo común entre todas las rá a 10 largo de este manual un conjunto de referencias a otras lenguas,
manifestaciones lingüísticas del ser humano, pues, de hecho, cualquier len- realizadas con el seguro convencimiento de que la comparación entre di-
gua puede ser traducida a otra y toda persona puede, con empeño y dedi- ferentes maneras de realizar una estructura aportará luz sobre los hechos
cación, aprender cualquier otra lengua por difícil que sea. del español. Con el objetivo de que estas llamadas de comparación no
Al identificar a un nuevo individuo como miembro de una especie, interrumpan la lectura del manual aparecen escritas en un cuerpo de letra
partimos de las características o principios generales que defmen a dicha más pequeño, separadas del resto del texto y, normalmente, al final de las
especie. En el caso de las lenguas, toda descripci6n particular tiene que secciones, como cierre.
tener como meta última relacionar dicha lengua con el conjunto de estruc- Me he referido hace unos instantes a la existencia de variación sin-
turas lingüísticas existentes, con el fin de ofrecer una explicación de los táctica dentro de una misma lengua. Una lengua no es, desde luego, una
hechos analizados y no una mera lista descriptiva de estructuras. Por este estructura homogénea, sino que presenta múltiples aspectos tan variados
motivo, los fenómenos de los que vamos a tratar no sólo aparecen descri- como pueden ser los hablantes que la usan. Existen diferencias geográficas,
tos y caracterizad()s, sino también explicados a partir de hipótesis o pre- dependientes de la región o zona, y sociales, defmidas en función de la
misas que sirven también para explicar hechos similares o relacionados en educación, clase social, edad o sexo. Todos hablamos en una variedad
otras lenguas o en otras estructuras. La impresión a la que llegará el lector concreta y somos capaces de identificar la procedencia de un hablante
es que ningún fenómeno del español puede estudiarse aislado, pues cual- tanto geográfica como socialmente, según su habla. Junto a esta realidad,
quier estructura que queramos analizar establece conexiones con otras existe una convención llamada español normativo, codificada en la gramá-
similares presentes tanto en español como en otras lenguas. Por desgracia, tica normativa. Esta es un compendio de reglas restrictivas prescritas por
no siempre estamos en condiciones de poder ofrecer una solución adecua- las Academias de la Lengua, a las cuales se les reconoce autoridad para
da que dé cuenta de un fenómeno o de un grupo de construcciones sintác- dictar los criterios sobre lo que es considerado correcto o incorrecto en los
ticas. A veces, contamos tan sólo con unas primeras hipótesis que deben usos de una lengua dada. Esta gramática del buen hablar toma como base
ser contrastadas con los datos que nos proporcionan las lenguas. Pero, la lengua estándar, variedad que se utiliza normalmente en los medios de
como sabemos, la ciencia en general no dispone tampoco de respuestas comunicación, en la que se escribe, la que se enseña en los colegios y la que
adecuadas a todos los interrogantes que se le plantean. Trabaja también se suele también enseñar a los que desean aprender nuestra lengua.
con hipótesis que cada vez se aproximan más a la realidad del objeto No hay que confundir, por. tanto, corrección ,lingüística con correc-
estudiado y que se perfeccionan con su verificación empírica. La lingüística ción normativa. La corrección lingüística determjna, por ejemplo, que una
trabaja de igual modo, con la diferencia de que sus herramientas e instru- oración como *Juan entregó sea agramatical en el español-lo que se indica
mentos de comprobación residen en la propia lengua) objeto a la vez de mediante la presencia de un asterisco (*) delante de la oración-. La razón
estudio. estriba en que no se construye de acuerdo con los principios de nuestra
Teresa María Rodríguez R.ama1le f Manual de Sintaxis del Espafiol Presencadón
25
r lengua, pues sabernos que el verbo entregar requiere aparecer acompañado nar los instrumentos riúru~os .necesarios para conseguir nuestro intento de
,
\
de otras categorías para completar su significado. Cualquier hablante de . explicar los hechos lingüísticos y no sólo de describirlos. Nos suministra,
español, no importa de donde proceda, reconoce algo extraño en esta por otra parte, las premisas sobre las que poder apoyar nuestros análisis y
oración, si es que alguna vez la escucha pronunciar. Por otro lado, norma- conforme a las cuales estudiar los fenómenos sintácticos de cualquier
tivamente hablando, s3bemos que los nombres propios se deben construir lengua
sin artículo en español. Sin embargo, en el uso Vulgar se dicen cosas como A todo lo dicho hay que añadir que un modelo explicativo como el
La Juana me ha dicho que hoy no viene, que eJtd mala,. Mira qué vertido se ha que aquí vaya seguir no es algo sin finalidad práctica, todo lo contrario:
comprado la Felisa. Estas oraciones no son correctas desde el punto de vista tiene la ventaja añadida de poder ser aplicado en diferentes campos, como,
de la gramática académica; ello no impide que no sea posible documentar- por ejemplo, en la enseñanza de español a estudiantes no nativos. Por ello,
las en español, basta con salir a la calle y empezar a escuchar a la gente. en la organización y disposición de este manual he tenido en cuenta que
Los oyentes que entran en contacto con estas secuencias son capaces las reglas y principios propuestos puedan ser aplicados provechosamente
además de ubicar al hablante en un grupo social o nivel determinado. en la enseñanza del español como segunda lengua.
Simplemente por el hecho de que sea posible documentarlas en español En resurn:idas cuentas, nuestra sintaxis del español pretende ser un
merecen nuestra atención y estud~o. El interés aumenta, sin duda, al cono- manual explicativo del español y sus variedades, cuya meta -espero que
cer que en otras lenguas, como el catalán o el italiano, los nombres propios conseguida- ha sido la de combinar de la manera más adecuada posible la
(
se deben construir con artículo. . descripción de los fenómenos con su explicación. Por ello, su único obje-
En el manual he optado por incluir distintas variedades del español, tivo consiste en explicar el uso más allá de las convenciones normativas. La
dejando la descripción normativa para otras obras. La opción elegida con- teoríalie utiliza únicamente como medio neceSario para llegar al objetivo
sidero que está en consonancia con el propósito de ofrecer una sintaxis de explicación de los hechos descritos: .
explicativa que pencita al lector no sólo darse cuenta de cómo pareCe Los capítulos del libro están dedicados a cada una de las facetas que ('
funcionar el español, sino también de las otras opciones disponibles tanto intervienen en el proceso de configuración sintáctica de una oración. Se
en lenguas difere~tes como dentro de la propia gramática de la lengua comenzará con un capítulo de introducción a la sintaxis, que sirve para
española. repasar los conceptos e instrumentos propios del estudio sintáctico que se
Queda claro, por consiguiente, que este no es un manual normativo, utilizarán a lo largo del manual, así como para ubicar la sintaxis dentro de
ni lo pretende ser. Se podría pensar, entonces, que es un manual teórico, los estudios gramaticales en relación con otras disciplinas tales como la
pero tampoco tiene esa ambición, si bien es cierto que en ocasiones se semántica, la morfología, la fonología y la pragmática. El capítulo segundo
utilizan instrumentos desarrollados por la teoría, siempre con el único versará acerca del nombre y en él se hablará asinúsmo de los constituyen-
objetivo de poner luz sobre los hechos particulares analizados. Esta acla- tes que coaparecen con un nombre en una secuencia: los diversos artículos,
ración parece necesaria porque a menudo se produce una reacción contra- los adjetivos, las oraciones, etc. Algo similar ocurrirá en el capítulo tercero,
ria a . ciertos procedimientos teóricos asociados a un modelo gramatical con la diferencia de que ahora nuestro objetivo se centrará en el verbo y
concreto, el llamado generativo. Hay que tener en cuenta que la teoría en los constituyentes que coaparecen con esta categoría formando estruc-
resulta tan necesaria para la lingüística como 10 es para la física, la química turas mayores: sus diferentes complementos, objetos directos, indirectos,
o las matemáticas. El uso de unos principios teóricos mínimos es consus,:" de régimen, así como los circunstanciales: adverbios, construcciones adver-
tancial a cualquier disciplina científica y la Lingiiística, como ciencia que biales y oraciones subordinadas. Los siguientes capítulos, del cuarto al
es, no puede ser ajena a ello. Conceptos tales como estructura, jerarquía, séptimo, están dedicados al estudio de las llama9as categorías menores o,
donúnio, dependencia, aun siendo términos especializados, forman parte más recientemente, funcionales: el tiempo, la concordancia, el aspecto y el
de nuestro vocabulario y son habituales en la explicación de cualquier modo. Veremos que son muchos los fenómenos que pueden estudiarse en
hecho de carácter biológico o social. La teoría además nos va a proporcio- relación con estos contenidos o marcas funcionales. Por ejemplo, en el
. .resa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español Presentación
27
capítulo cuarto, se tratará del tiempo, el aspecto y la concordancia de es que el lector, gracias á estas llamada~, pueda tener acceso, si está inte-
(
\ sujeto, así como de diversos fenómenos y construcciones que se relacionan . resado y: el libro lo seduce l~ ' suficiente, a la información más completa
con la presencia en la ora<;ión de los contenidos funcionales mencionadós: posible sobre el aspecto que desea estudiar. ' .
adverbios temporales y aspecruales, perífrasis aspectuales, verbos auxilia- A lo largo del texto, el leCtor también podrá encontrar referencias a
res, pronombres átonos o no acentuados y cIases de sujetos. El capítulo autores, marcadas en el texto mediante paréntesis (). Estas llamadas con-
quinto estará dedicado al análisis de un conjunto de estructuras sintácticas: tienen el apellido del autor, así como la fecha de las publicaciones más
copulativas, pasivas perifrásticas,. pasivas con se, oraCiones medias, reflexi- relevantes para el estudio de un tema. El lector podrá consultar la infor-
vas y recíprocas, que tienen en común la pérdida, en unos casos, y la mación bibliográfica completa en la lista de Referencias bibliográficas con
transformación, en otros, de su objeto. Veremos que en todas las construc- la que se cierra el manual.
ciones mencionadas interviene la concordancia como factor desencadenan- .No quiero terminar esta presentación sin agradecer a todos los que,
te de diversos procesos. El capítulo sexto, por su parte, se centrará en el desde el principio, no sólo han tenido la confianza suficiente en mí, sino
estudio de la modalidad. Aquí analizaré los rasgos principales que caraCte- que me han apoyado y animado en esta difícil y nueva tarea, así como a
( rizan a las estructuras con marcas de afIrmación y negación. También todas las personas que han colaborado en la revisión del original. Deseo
trataré de las oraciones interrogativas, exclamativas y de su relación con las agradecer especialmente a Aránzazu Rodríguez Ramalle su participación
relativas; de las imperativas, así como de los índices o marcas modales que en la corrección de las primeras versiones del libro.
.' aparecen en una oración. El capítuÍo séptimo versará sobre el orden en que
.\
se disponen los constituyentes oracionales según 10 que el hablante consi-
dere más relevante desde un punto de vista informativo; es decir, de los
mecanismos sintácticos vinculados con la manera de organizar un texto
informativamente hablando. Cada capítulo se cerrará con una propuesta de
ejercicios basada en los ejemplos y explicaciones desarrollados a lo largo
(
del propio capítulo y con un breve comentario a la bibliograña básica
e recomendada. Terminaré el manual con un Apéndice dedicado a repasar
las semejanzas y" diferencias entre coordinación y subordinación.
Esta es una obra que, como el resto de manuales que integran la
colección, busca ante todo ser útil tanto a un estudiante de lingüística que
comienza a adentrarse en el tema, como a un profano en la materia inte-
resado en el estudio de11enguaje, como a un lector avezado en la lingüística
que busque información sobre un' determinado asunto. Por todo ello, el
Ubro puede ser consultado según el orden que se ofrece en el fudice o por
temas, dependiendo del gusto del lector. Para facilitar esta segunda op-
("
ción, al final del Ubro y antes de la bibliografía se incluye un índice básico
de materias, cuyo objetivo es el de ayudar al lector a localizar lo más
rápidamente posible el tema o aspecto que' desee consultar. La sección o
secCiones en que se trata una materia concreta aparecerán indicadas entre
corchetes ( ]. Este mismo criterio de cita se utilizará a lo largo de todo el
manual, como medio para remitir a otras secciones en las que también se
tratan relaciones o aspectos colaterales sobre un mismo tema. El objetivo
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I
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32
r [I.I.3.3.}, que permite definir una serie de relaciones básicas como, por
IeIQ)
ejemplo, el mando-c y la rección {r.I.J.4.}. Lbs sintagmas no sólo se or-
ganizan a partir de un nombre, verbo, adjetivo o preposición. Existen
Unidades
categorías dotadas de contenido funcional y que también se constituyen
alrededor de una unidad básica o núcleo; estas c.ategorías son, por ejemplo,
¡
I
de• análisis
"* •
los morfemas flemos del verbo [I.4.I.I.} o las conjunciones que actúan
como marcas de subordinación {I.I.4.2.}. Por último, veremos que las ca-
I
slntactlco
tegorías, al agruparse en sintagmas, establecen vínculos especiales con el
resto de categorías con las que forman el constituyente. Estos vínculos se
organizan. en función de propiedades sintácticas tales como la jerarquía, la
ordenación interna, la concordancia, la selección o el caso. De esta última
propiedad, característica de los sintagmas nominales, se tratará en la sec- .~lf";¿i\
ción {I.I.5.}.
En la segunda sección hablaré de la relación que establece la sintaxis ,¡{ti? Cualquier';~:fftado gramatical debe partir de una
,,1:t.,üelimitación previ~,4e las unidades e instrumentos bási-
con el resto de disciplinas gramaticales, así como ddlugar que ocupa como
parte de nuestra competencia lingüística {r.z.}. A la hora de estudiar la ;;'J,j~§ cos que nos permit~~ realizar una descripción más pre-
~tF cisa de los principaÍ~§. fenómenos sintácticos. Tal es el
sintaxis es imprescindible hacer referencia a la semántica. Conceptos tales
como «predicado», «argumento», «adjunto», «papel temático», «estructura .il cometido de este prt9.1er apartado.
argumental» resultan básicos si se quiere determinar el modo en que se
estructuran las oraciones {¡.2.l.}. Por esta razón, en este apartado trataré
il1"" J~i)~
de la diferencia entre predicados y argumentos {u.I.I.}, de los modelos .Ir ~¡;~W:~$;I!V Las categorías
actuales de representación de la información léxico-semántica {I.2.l.Z.} y
.;".:#t g'~~:1ffiaticales o partes
del nivel en que tiene lugar la interpretación semántica de las oraciones,
también llamado Forma Lógica b.2.I.3.}. Los procesos morfológicos que t~'/
"'~
ae la oración: criterios
tienen lugar dentro de las palabras a veces son similares a los que ocurren
dentro de los sintagmas entre las categorías; por este motivo, una parte de
~'{ para su identificación
l~í
la morfología establece vínculos estrechos con la sintaxis {I.:u.}. Asimis- i::~'
!\~ ~5:~~~;p~pa;~;;':~;;;
relación que se establece entre morfología y sintaxis [I.2.2.I.}. La estructura
fonológica de la oración también influye en aspectos tales como la presen-
cia de pausas y. en la distribución de los acentos {I.2.3.}; precisamente, el
hecho de ir marcados entre pausas es una de las características que define
a los incisos [u.p.}. Por último, cerraré este capítulo hablando de la
relación entre la sintaxis y la pragmática [I.2.4.}, centrándome en las carac- I. ~hO¡;i:
''{·rh·:,¡, ciones de tres categorías y de veinte, se suele considerar
terísticas sintácticas de los enlaces oracionales [r.24I.}.
'-;,u"?;".;",,,,.,,. . que las partes básicas de la oración son siete ' a saber,
• """'.;f"~,a;,.,~Y"....~¡..~~,·;;,.~, ..~,,1'-
·_<',t;;.¿¡¡~~}p,om.bre, verbo, adjetivo, adverbio, preposición, conjun-
ción y determinante (Bosque 1989). 33
resa María Rodríguez RamaIle / Manual de Sintaxis del Español . 1. La sin taxis
,r1"
35
El principal. problema a la hora de tIatar de las partes de la oración puede ..dcsarrollar 'en' la' oración. Así, sabemos que nombres y adjetivos
no reside tanto en su inventario como en la inexistencia de un criterio para desempeñan funciones bien distintas; sin embargo, ciertos nombres pue-
su precisa identificación. Los más utilizados han sido, tradicionalmente, el den apare(:er como atributos de 'oraciones copulativas; al igual que los
criterio distribucional, el funcional y el morfológico. adjetivos. Este hecho no implica que nombres y adjetivos sean idénticos,
sino simplemente que, bajo determinadas circunstancias, pueden actuar de
igual manera. En el caso de una oración copulativa, sabemos que tanto los
Criterio distribucional nombres como los adjetivos tienen la propiedad semántica de actuar como
denotadores de propiedades b.2.l.].
Los estructuralistas norteamericanos desarrollaron eh los años cua-
renta y cincuenta procedimientos distribucionales para identificar las uni-
dades morfológicas a partir de su entorno. Algunos gramáticos aplicaron Criterio funcional
eHe método a la sintws y al estudio de sus unidades básicas. El criterio
distribucional se basa, por tanto, en la determinación de la distribución de El funcionau.smo, cuyo reflejo en la lingüística española se puede
una determinada categoría, esto es, en el estudio de los diversos contextos encontrar en el modelo de gramática propuesto por Alarcos (1970), defIne
sintácticos en que puede aparecer una unidad. Cuando dos unidades com- las categorías gramaticales a partir de las funciones que desempeñan. De
parten un número suficientemente representativo de contextos, se consi- acuerdo con esta idea, son sustantivos no sólo las categorías léxicas: casa,
dera que pertenecen a la misma categoría: mesa, libro, compra, sino también fas oraciones susceptibles de realizar fun-
(1) a. El niño es {gordo lalto / rubio linteligente ¡feliz /sincero !tímido}. cione.$. idénticas a las <pIe puede dqsempeñar un sustantivo, a saber, sujeto:
b. El niño es {coordinador ¡el coordinador}. Me molesta que me engañen, objeto :wrecto: Deseo que se ponga bien, comple-
c. *El niño es (cansado ¡desnudo lirritado}. mento de régimen: No me habló de que quisiera comer con nosotros y comple-
mento del nombre y del adjetivo: La idea de que Juan nos visite, Estoy segUra
En primer lugar, tenemos que en un mismo contexto, el poscopular, de que abora se lamenta. Llevado a sus últimas consecuencias, este criterio
podemos sustituir el adjetivo gordo por diferentes piezas léxicas que tam- conduce a la identificación total entre la función que adopta una determi-
bién pueden ser etiquetadas como adjetivos. Todas ellas tienen como ca- nada parte de la oración y su función. Así, en el caso de la categoría
racterística principal el denotar propiedades del sujeto el niño. El problema adverbio, no sólo serían adverbios las categorías lnvariables del tipo de
viene cuando en un mismo contexto podemos situar piezas léxicas de rus- arriba, aquí, lentamente, sino también todas aquellas formaciones que pue-
tinta$ categorías, como ocurre en (lb). Es obvio que ni el nombre coordina- den actuar como modificadores circunstanciales, pues esta es la función
dor ni la unión entre el determinante y el nombre, el coordinador, pueden ser básica que pueden desempeñar los adverbios en la oración. El resultado' . f
etiquetados como adjetivos y, sin embargo, pueden aparecer en el mismo sería que en un entorno como Practiqué tai-chi ayer, el grupo que conforma
contexto que adjetivos como gordo o alto. Por otro lado, piezas léxicas tales el nombre y el adjetivo la semana pasada, así como la preposición y su
como cansado, demudo, irritado, nunca se documentan en el entorne que término por la mañana serían adverbios, pues son conmutables por ayer.
estamos analizando, a pesar de su evidente carácter adjetival, como se ve Un análisis basado en la identificación total entre fOrma y función
por la agramaticalidad de (IC). En un entorno como el mencionado, se hace puede llegar a pasar por alto la posibilidad de establecer generalizaciOnes
necesario incorporar restricciones semánticas específicas que nos permitan que tengan en cuenta la categoría gramatical (B,?S,9:,,:~,r.9,ª1). Existen verbos .
distinguir, por ejemplo, entre los adjetivos que admiten ser -ejemplos de transitivos que admiten objetos directos rióiniJ:?ales, pero que excluyen la'
(ra)- y los que adnúten estar -adjetivos de (IC)-. De estos hechos se presencia de oraciones subordinadas sustantivas que desempeñan esa mis-
deduce el principal inconveniente del criterio distribucional: la confusión ma función sintáctica, como ocurre con comer, vender o repartir: "Juan comió
entre la categoría a la que pertenece una pieza léxica y las funciones que que Pedro había comprado, "María repartió haberle tocado en la lotería. Lo que
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sinta:cis del Español L La sintaxis
37
r la sintaxis del espafiol debe explicar es la razón por la que estos verbos no ~15~1ll~1,¡3t~ 1.1.1.4.
: Criterio basado
admiten un complemento oracional, mientras que decir, contar, relatar, sí lo
permiten: Juan dijo que todo salió bien, Pedro no! contó que se senda seguro. El en propiedades sintácticas
, l '
hecho de identificar f~rma y función en la caracterización de las categorías
gramaticales no hace más que eludir la explicación de un problema tan Para identifica:r las categorías gramaticales se necesita el apoyo de
fundamental como el mencionado. ' criterios sintácticos, basados en el estudio de las propiedades sintácticas
que caracterizan a las diversas unidades agrupadas bajo una misma etiqueta
categorial. Un modo de llevar a cabo esta tarea consiste en analizar las
Criterio morfológico relaciones que establece una pieza léxica con el resto de categorías con
~I.I.1.3-
las que coaparece en una misma oración.
El criterio morfológico se ha utilizado especialmente para separar las Sabemos que los nombres y los verbos difieren en un aspecto básico:
categorías que presentan marcas de flexión de las que carecen de dichas la distinta manera de identificar formalmente a sus complementos. Mien-
marcas o son invariables. Las categorías invariables serían el adverbio, la tras que los verbo~ no siempre requieren de la presencia de una preposi-
\.
preposición y la conjunción. Dentro del adverbio, a su vez, se incluyen ción para marcar a su objeto directo: Juan vio ei cuadro, Nos compramos un
categorías que presentan comportamientos realmente dispares. Por un lado, helado; los nombres, en cambio, precisan de una preposición delante de su
nadie duda de etiquetar a muy y mal como adverbios, a pesar de que poseen complemento: La visión del cuadro, La compra del helado. Las preposiciones se
distribuciones diferentes, como se observa por el hecho de que pueden comportan como los verbos, pues son capaces por sí mismas de introducir
coaparecer en un mismo entorno, pero no resultan intercambiables: directamente los términos que actúan como sus complementos, sin nece-
sidad (le la intervención de ninguna otra categoría: Para mi tía, para mí;
(2) a. Trabaja muy mal. mientras que los adjetivos se comportan como los nombres, pues requieren
b. Trabaja mal. de una marca preposicional delante de su complemento: Es un fororo del
c. *Trabaja muy. fúthol, Es muy aficionado alfútbol (Chomsky 1970). Este criterio sintáctico se ,
"o
puede aplicar al estudio de ciertas categorías que se agrupan bajo la deno- ,..
A su vez, en una secuencia como Juan condujo lentamente ayer, ayer se
puede conmutar por nombres del tipo de el otro día, la semana pasada, el día minación de adverbio, a través de su comparación con las clases de pala-
anterior, mientras que lentamente se puede conmutar por Adverbios como bras mejor conocidas. Esta es la idea que se desarrolla en Plann (1986),
mal, por adverbios con forma adjetival como rápido o por estructuras pre- aplicada al estudio de adverbios del tipo de encima, debajo, am'ba, etc. y en
posicionales como de manera lenta. Estos hechos son interesantes para dar- Rodríguez Ramalle (r995) con los adverbios aquf, allí, ayer, etc. Ambos '
nos cuenta de que la gramática de lentamente y la de ayer tienen poco en trabajos tienen como objetivo comprobar si las piezas léxicas mencionadas" " I
,
común, salvo, como ya se ha dicho, la ausencia de flexión característica de tradicionalmente incluidas bajo la etiqueta de adverbio, se pueden vincular "
\"
ambas piezas. . con alguna de las cuatro categorías principales: V(erbo), N(ombre), P(repo- i
r-
\ .
Por lo que hemos visto, ni el criterio basado en la distribución ni la sición) o Adj(etivo). Si nos fijamos en los adverbios am'ha, debajo, encima, t'
relación entre forma y función resuelven por sí solos el problema de la detrás, podremos comprobar que son palabras que se asemejan mucho a los
identificación de las diferentes partes de la ,oración. El criterio morfológi- nombres, pues, como ellos, admiten complementos, pero no pueden iden-
co se sustenta en una realidad: la existencia de categorías con y sin flexión; tificarlos por sí solos, sino que requieren nuevamente de la presencia de
pero también resulta insuficiente para fijar los límites que existen entre una preposición:
preposiciones, conjunciones y adverbios. <J) a. Encima de la mesa.
b. Detrás de la puerta.
c. Debajo del suelo,
esa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sinta.'tis del Español I. La sintaxis
{
)
39
Además, tales adverbios pueden aparecer ellos mismos como com- Bisba! en avión desde 1M P~/m~ originó un inmenso caos en el aeropuerto. Si las
plementos de un nombre introducidos también mediante una preposición relaciones sintácticas se guiaran por la secuencia en que se suceden las
-datos de (4a y b)-. Lo mismo ocurre con los adverbios demostrati- piezas léxicas, el constituyente desde las Palmas sería modíficador del nom-
vos con contenido «deíctico» locatiyos y temporales: aquí, allí, acá, allá, bre avión, pues sigue inmediatamente a esta unidad; de1.mismo modo, el
ayer, mañana, etc., que, si bien no admiten complementos -al igual, por hecho de que el verbo originó aparezca precedido de la secuencia desde Itt.r
cierto, que otras categorías nominales, tales como los nombres propios Palmas podria hacer pensar que existe un constituyente formado por estas
{2.I.4.}-, sí pueden actuar como modificadores del nombre introducidos unidades desde las Palmas originó. Es fácil percatarse, sin embargo,
por la preposición de -datos de (4C y d)-: de que las relaciones dentro de esta oración no se organizan de acuerdo
(4) a. El libro de encima de la mesa. con una sucesión temporal. Por ejemplo. el modificador locativo desde
b. La caja de debajo de la cama. Las Palmas, aunque aparezca situado detrás del sintagma en avión, no mo-
c. Las ideas de aquí. difica a este, sino que depende del núcleo nominal llegada; asimismo, desde
d. La fiesta de ayer. las Falmas no forma un constituyente con originó, pues la primera secuencia
forma parte de una unidad diferente que actúa como sujeto, núentras que
Estos hechos: posibilidad de admitir complementos y capacidad de originó es el núcleo de la predicación verbal. Esta segunda segmentación,
modificar a un nombre, basados en pruebas sintácticas, nos permiten de- . frente a la anteriormente propuesta, puede justificarse teniendo en cuenta
ducir que adverbios del tipo de arriba, debajo, aquí o ayer guardan una es- ; que dentro de los constituyentes se establecen relaciones sintácticas bási-
trecha relación con la categoría del nombre, pues, al igual que esta, pueden cas, tales como la concordancia o la selección.
ser modificadores de otro nombt'e con la ayuda de una preposición, alejá.¡l-' ..Yomendo a la oración propuesta: La llegada de Bishal en avión desde las
dos e del esquema general que permite identificar a los verbos y a las pre- Palmas originó un inmenso caos en el aeropuerto, es posible observar que existe
posiciones. una relación de concordancia tanto entre el sujeto y el predicado, ambos
Actualmente, se tiende a deflIlir las categorías gramaticales a par- constituyentes de una unidad mayor, la oración. A su vez, dentro del sujeto
tir de su comportamiento dentro de una oración, según las relaciones el nombre llegada aparece con determinados complementos y modificado-
que establecen con el resto de categorías: si llevan o no modificaciones y res: de Búba~ en avión y desde /as Palmas, que contribuyen a completar su
complementos, si éstos están exigidos o no por el significado de la pieza significado de diferentes modos y que, a su vez, conforman constituyentes
léxica, etc. En las secciones U.3, I.I.5 y r.:z..:z. desarrollaré estos .y otros menores. En cuanto al predicado, el núcleo verbal o'riginó también aparece
criterios de identificación cacegorial. junto con dos constituyentes más un inmenso c,aoJ y m el aeropuerto: el prime-
ro es el objeto directo seleccionado por originar, mientras que el segundo
actúa como el modificador circunstancial de lugar. Dentro de estos dos' "
constituyentes menores se establecen también relaciones de concordancia
~:~~I.I.2. La noción de constituyente entre artículo Úln, el), adjetivo (inmenso) y nombre (caos, aeropuertfJ). Todo lo
comentado se puede representar en la siguiente segmentación en constitu-
La noción de constituyente parte de la idea básica de que las cate- yentes de la oración:
gorías gramaticales o partes del discurso, si bien se suceden en un orden
i. lineal, establecen relaciones que no son siempre lineales. Imaginemos por
un momento que el orden lineal reflejase verdaderamente la relación se- . [[ La [llegada [de [BisbalJ] [en [avión]] [desde [las PalmasJJl)
mántica y sintáctica entre elementos. En este supuesto, la oración sería
una simple yuxtaposición de palabras, cuya sucesión marcaría su función e
interpretación. Partamos, por ejemplo, de la siguiente oración: La llegada de
[originó [un [inmenso [caos]]] [[ en [el [aeropuerto]]] J] J
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español 1. La sintaxis r
r En primer lugar, separamos el sujeto del predicado. Dentro del pri- de la «expansión».' SegWl. est~ principio, toda unidad sintáctica compleja
mero, La /legada de Bisba/ en avión cúscú las Palmas, el nombre llegada junto resulta del desarrollo o expansión de otra más simple por la que puede ser
con sus diversos comple~entos forma un constituyente dentro del cual sustituida. De este modo, el constitUyente Juan, sujeto de una oración
cada complemento constituye a su vez su propia unidad. En cuanto al como Juan vio a la hija de Maria, puede ser reemplazado por una unidad
predicado, on'ginó un inmenso caos en el aeropuerto, se divide en dos constitu- mayor: El hermano 'del amigo de mi primo o El chico que vive justo encima de mi
yentes, el primero un inmenso caos, a su vez integrado por el adjetivo y el amiga Maria y que te presenté el otro día. Nótese además que al expandir una
nombre, y el segundo en el aeropuerto. unidad más pequeña estamos haciendo uso en muchos casos de constitu-
Existen numerosas pruebas a favor del análisis en constituyentes de yentes que poseen la misma estructura interna y ordenación. Así, en El
una oración. A continuación citaré las más relevantes, si bien a lo largo del hermano del amigo de mi primo tenemos dos constituyentes del amigo y de mi
desarrollo de este libro se podrá apreciar 10 necesario de esta noción para primo formados sobre una preposición y su complemento nominal o térmi-
cualquier estudio Q explicación sintáctica. LQ~.p'~cipi()s~~.~e~lle:stran no: Sería posible formar una nueva expansión sobre esta estructura me-
la existencia de constituyentes se basan en aspectos generales tales coino diante la adición de un nuevo complemento, de mi colegio, constituido tam-
el moV:imiento, la sustitución, la proriomlnalización, la expansión, la posi- bién por una preposición y su término: El hermano del amigo de mi primo de
bilidad de ser respuesta a preguntas introducidás por pronombres interro- , mi colegio. La regla que puede volver a aplicarse sobre su propio producto,
gatiyos y laselecdón. con el fin de formar un número indefinido de sintagmas de estructura
Si un grupo de palabras se ven afectadas a la vez por un proceso de similar pero de complejidad creciente, se denomina «regla recursiVa».
movimiento a c;>tra posición dentro de la oración, entonces es que funcio- Del criterio de la sustitución y del de la expansión se deduce que las
nan como.un constituyente: I categQ,rÍas léxicas son los constituyentes más simples o unidades mínimas
(6) a. Yo vi a la hija de María el otro día en el mercado. de análisis sintáctico.
·b. *A la ruja yo la vi de Maria el otro' día en el mercado. Tanto las unidades mínimas o categorías como las unidades mayores
c. A la hija de María yo la vi el otro día en el mercado. o constituyentes en que se incluyen pueden identificarse cuando aparecen
d. Yo vi a la hija de María ayer .en el mercado. como respuestas a preguntas susceptibles de ser contestadas con fragmen-
tos. Así, si preguntamos por ¿"qué hizo Juan ayer por la tarde?, podemos con-
A la hija de Maria conforma un constituyente, ya que sus miembros testar Ir al cine, quedarse en casa, jugar con sus amigos, pero nunca podríamos
no pueden separarse, como se ve en (6b). Por la misma razón, a la. bija de contestar con sus o ir a. Esto nos indica que Ir al cine, quedarse en casa,jugar
Maria y en el mercado no forman un ~onstituyente, ya que pueden separarse crm sus amigos forman constituyentes, pero no las secuencias con sus o ir a.
al verse afectados por procesos de anteposición, según se recoge en (6c). Según el criterio de la selección, las piezas léxicas exigen a sus com-
Por otra parte, el modificador temporal el otro día ha sido sustituido en el plementos que cumplan unas determinadas características categoriales y.
ejemplo (6d) por la categoría ayer, lo que demuestra que la secuencia el otro semánticas. Así, sabemos que las entidades susceptibles de ser el objeto de
día es un constituyente, pues puede ser sustituida por una unidad más un verbo como beber tienen que ser susceptibles de ser bebidas, esto es,
pequeña. En estas mismas oraciones, también es posible encontrar elemen- deben contener un rasgo 'üquido': Juan bebe {agua ¡zumo de naranja}. Por
tos con capacidad para referirse a todo un constituyente y reemplazarlo: ello, una oración como -:Juan behe una tarta resulta agramatical.
este es el caso del pronombre la capaz de sustituir y doblar al constituyente Por último, la llamada «homonimia estructural» constituye otra prue-
a la hija cú María, como se muestra en el ejemplo de (6c). ba en favor del modelo de estructura jerárquica. Si nos fijamos en las
Como acabamos de ver, dertas categorías simples pueden reempla- oraciones de (7), veremos que todas ellas admi~en dos interpretaciones:
zar secuencias más complejas formadas por varias piezas léxicas, pero tam-
bién se puede dar la situación contraria, en la que partiendo de unidades (7) a. Pedro habló a los estudiantes de lingüística.
simples podamos obtener secuencias mayores. Este criterio se denomina b. Pedro sólo piensa en su casa.
-~resa Maria Rodríguez Ramalle J Manual de Sintaxis del Español 1. La sintaxis
43
I
e. La exposición de la teoría del científico.
d. La policía sacó a los ocupas del teréero.
~~~i·I.3· La. .noción de sintagma.
. 'Tipos de sintagmas .
En (7a), el eonstituy~nte de lingüística puede vincularse al verbo habló
o a los estudiantes. En (í'b), la secuencia en su casa puede denotar el lugar en En esta sección vamos a ver que los constituyentes poseen también
el que Juan piensa o sobre el que piensa. En (je), del científico puede mo- una organización.interna jerarquizada. Todo constituyente se puede reducir
dificar al nombre exposición o al nombre teoría. Por último, en (7d), del a una unidad básica que se corresponde con una categoría o pieza léxica. A
tercero puede formar parte del constituyente encabezado por el verbo sacar partir de esta Unidad es posible crear o expandir el constituyente dando lu-
o por el nombre ocupas. En todos estos ejemplos, la homonimia radica en gar a una organiza.ción más compleja, también jerarquizada. Es~.~_~Z:Üdad
la posibilidad de asignar dos segmentaciones distintas de constituyentes a mínil;na es el núcleo del constituyente y la expansión jerarquizada en laque
cada oración, una para cada lectura, que reflejen las diferentes funciones se induye se va a denominar sintagma. Empezaré hablando del concepto de
sintácticas que desempeñan los constituyentes de lingüística (complemento núcleo de un sintagma y de los criterios que nos permiten identificarlo.
de régimen y complemento del nombre estudiantes), en su casa (circunstancial
de lugar y complemento de régimen), de! dentífico (complemento del nom-
bre exposición o del nombre teoría) y de! tercero (complemento de lugar exi- . El núcleo del sintagma
gido por el verbo sacar o complemento del nombre ocupas). De aquí proce-
de el nombre de ambigüedad u homonimia. estructural que se otorga a este Existen diversas pruebas que nos ayudan a definir e identificar el
fenómeno, pues se basa en diferencias de tipo.estructural. Una forma de I conc~to de núcleo de un sintagma. Desde d punto de vista ~tribucional,
explicar las ambigüedades consiste en asignar dos estructuras jerárquicas se puede definir el núcleo como aquella categoría simple que posee la X
distintas a cada una de las interpretaciones posibles. Dicho esto, conviene misma cüstribución que su. sintagma.. Visto de este modo, el núcleo, frente
distinguir claramente la homonimia estructuraldela homonimia ypolise- al resto de piezas léxicas integradas en el sintagma, posee las mismas ca-
mia léxic~~~n una oraciÓ·~-~c;~o-lar-a;af¡as·colga'6;m-ieit~cho, las·dos posi- , racterísticas distribucionales que el sintagma en el que se inserta. Veamos
bies interpretaciones de esta oración proceden del carácter polisémico del' cómo funciona este criterio aplicándolo a diversos ejemplos:
nombre araña, que puede significar 'una clase de insectos' o 'un tipo de
. '
(8) a. María es {tremendamente guapa de cata ¡guapa de cara 19uapa}.
lámpara'. Para dar cuenta de estas lecturas no se proponen distintas .estruc- b. Trabajo {relativamente lejos de casa /lejos de casa /lejos}.
turas sintácticas, bastará con que nuestro diccionario interno o léxico
[I.2.2.} recoja los dos significados de la palabra. Dados los sintagmas tremendamente guapa de cara y relativamente lejos de
Por lo visto hasta ahora, existen unas nociones básicas en el estudio casa, podernos prescindir tanto de los adverbios en -mente que modifican al. . I
de la sintaxis; conceptos tales como categoría, constituyente, relación je- adjetivo guapa y al adverbio lejos, como de sus complementos respectivos:
rárquica, estructura y selección semántica son de uso habitual y permiten ; de cara y de casa, quedándonos sólo con la parte del constituyente integrada
definir diversos hechos s i n t á c t i c o s . · · · por el núcleo. En estos casos tendremos un Sintagma Adjetivo (SAdj) y un
La función primordial de la sintaxis, por tanto, es la de combinar las Sintagma Adverbial (SAdv), respectivamente. El problema viene dado cuan-
piezas léxicas de una lengua para formar oraciones, según unas determina- do el sintagma se construye a partir de Wla preposición.
das reglas. Dichas reglas gobiernan la distribución y jerarquía de los cons- (9) a. Como {con María I*con I*María}.
tituyentes y tienen en cuenta además aspectos tales como los requisitos b. Vuelvo {de Valencia I*de I*Valencia}.
semánticos o las marcas morfológicas.
Como vemos, la preposición nunca puede aparecer aislada. La única
posibilidad de encontrar una preposición es junto con su complemento o
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español 1. La sinta:ris
44
r término preposicional. Para dar cuenta de esta peculiaridad, se propuso pesde ~n punto de vista morfológico, el nÓcleo es también el elemen-
-,
45
que el sintagma encabezado por una preposición carecía de núcleo. Según to que manifiesta y concrola las propiedades foonales de todo el sintagma, ).(
esta idea, tendríamos categorías dotadas de núcleo o «sintagmas endocén- tanto el caso como los rasgos formales de género y número. Así, en un SN
tricos», tales como el SAdj o el SAdv, frente a las categorías sintagmáticas COIllO La muñeca rota, los rasgos formales de muñeca aparecen también en el
sin núcleo, llamadas «sintagmas exocéntricos», como, por ejemplo, el Sin- determinante la yen el adjetivo rota. Por tanto, el núcleo es' el elemento que
tagma Preposicional (SP). puede inducir concordancia con otros constituyentes internos del sintagma.
La pregunta que nos debemos hacer es si realmente existen pruebas Según lo visto, podemos definir el núcleo de un sintagma como
de que un sintagma como desde Valencia carece de núcleo que lo identifi- aquella pieza léxica que asigna categoria a todo el sintagma, con el que a :'
que. Fijémonos en que la categoría preposición tiene como propiedad léxi- veces comparte una misma distribución, el que selecciona a sus comple- .
ca la obligatoriedad de ir acompañada de otro sintagma, esto es, exige la mentas y, en fin, el que induce el caso y los rasgos formales que caracte-
presencia de un complemento cuyo valor semántico, además, está determi- rizan a todo el sintagma.
nado por el tipo de preposición que lo selecciona.. Así, con una preposidón
de dirección como de o desde tendremos complementos que denotan lugar:
desde Valencia, desde tu casa, desde aqu{; mientas que en el caso de tener una . ~ 1.1.3.2. Especificadores
preposición instrumental como con, el complemento se interpretará como
un instrumento: con la lla-ue, con la mano, con el coche. y complementos
El caso del SP no es único, pues algo similar ocurre con los Sintag-
mas, Verbal~s (SSVV) encabezados por verbos transitÍVos que exigen siem- Aparte del núcle~, dentro de un sintagma tenemos dos tipos de
pre la presencia de un complemento directo: Maria entregó G'el que?), Pedro constituyentes que, segun la categoría del sintagma, pueden ser opcionales:
quiere (¡el qué?J. No parece apropiado decir que en est9s casos estamos ante los llamados «especificadores» y los «complementos». Los primeros, situa-
sintagmas que carecen de núcleo, basándonos únicamente en el hecho de dos en español a la izquierda del núcleo, se corresponden normalmente
que ciertos núcleos. exigen semánticamente la presencia de su complemen- con adverbios de grado, en el caso de Sintagmas Adjetivos y Adverbiales:
to o término . muy grande, óastante lejos, con el sujeto en un Sintagma Verbal: Juan com!, .;:
..' Los datos con preposiciones y verbos transitivos nos muestran, una vez y, en los primeros momentos de la teoría, con los determinantes en los
X más, la ineficacia de los criterios basados exclusivamente en la distribución Sintagmas Nominales: los niños, mi casa. Por su parte, los complementos,
.J I.I.l.}. Con el fin de intentar identificar el núcleo en todos los casos proble- . ubicados a la derecha del núcleo, se encuentran seleccionados por éste. Así
. máticos que acabamos de citar, se alude a otro criterio que combina propie- en un Sintagma Adjetivo como tremendamente cansado de andar, el especifi-
dades estructurales y semánticas. Según este nuevo requisito, el núcleo es el cador es el adverbio tremendamente mientras que el complemento se corres-o
, elemento que selecciona a sus complementos y que impone un determinado ponde con el SP de andar. Especificadores y complementos parecen relacio-
/,,,.. ~aso o marca de función. La preposición es el núcleo de su sint~a pues, narse de manera diferente con el núcleo del sintagma. Mientras que de
;' como hemos visto, exige un complemento y además reclama también la mar- andar se encuentra seleccionado por el adjetivo, pues, si cambiamos el tipo
ca de caso. Los pronombres personales todavía conservan sus desinencias de de preposición, la secuencia se torna agr~tical: ·cansado a jugar, "cansado
caso heredadas del latín. Pues bien, el núcleo preposicional impone el caso baciajugar, ·cansado conjugar; el adverbio especificador no depende semán-
régimen u oblicuo a éstos, pues como se observa, la presencia de la preposi- ticamente del núcleo. Por ello, podemos cambiar tremendamente por muy,
ción implica un cambio morfológico en el pronombre: *para yo, *para me, para demasiado, horriólemente, etc. .
mí. 10 mismo se puede decir acerca de un verbo transitivo: también selec- En el caso de los SSNN también podemos ofrecer pruebas que de-
ciona semánticamente a su complemento y determina ~u caso sintáctico: vi "'/( muestran que los nombres establecen relaciones más estrechas con sus
un perro, lo vi. complementos que con sus determinantes. Ante todo, no existen restric-
T ""esa María Rodriguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español l.. La. sintaxis
~\,
47
r
e1.
ciones de selección acerca del tipo de determinante que puede llevar un P.or otra parte; ciertos procesos de anteposición de constituyentes
nombre. Las restricciones ocurren, en cambio, .entre el núcleo y su com- X que tienen como fin el eDIatizar o poner de reüeve un constituyente ora-
plemento, puesto que ciertos nombres tienen la capacidad de seleccionar 1; cional-p~ífrasis de relativo {7.4.l-, afectan también dé manera desigual
la categoría e interpretación de los complementos que le acompañan. Así, a la unión formada por verbo y objeto, y por verbo y sujeto. De nuevo, es \/
en La decisión de Juan de abandonar el país, tanto de Juan como de ahando11.ar posible focalizar la unión formada por verbo y objeto, pero nunca el com- /,
el país son complementos exigidos por el nombre decisión: el primero se pIejo verbo y suj.eto con exclu,sión del objeto (EscandeIl 2004):
interpreta como el sintagma que :realiza la acción y el segundo como lo
(12) a. Lo que hizo Juan fue besar a Pilar.
realizado.
b. *Lo que hizo a Pilar fue Juan besaro.a).
Aparte de estos hechos semánticos, existen argumentos de tipo es-
tructural que confirman la existencia de una relación distinta entre espe-}.. En la oración de (I2a), se enfatizan el verbo y el objeto hesar a Pilar,
cificadores y complementos. Radford (1988) y Carnie (2002) ofrecen datos situaoos detrás del verbo copulativo fue, mientras que en (I2b) lo que re-
, relativos a procesos de sustitución medi~e ia piof~~~';me-'del inglés que sulta imposible es destacar la unión de sujeto y verbo Juan besar.
\
afectan exclusivamente a la unión fonnada por el nombre y su complemen- Por último, la formación de ciertos compuestos evidencia una rela-
(
\ to, con exclusión de la posición de especificador. El correlato en espafiol ción entre el verbo y su complemento objeto directo: tocadiscos, guardacc-
lo encontramos por medio de la sustitución con otro: ches, pero nunca entre un verbo y su sujeto o un verbo y el modificador
circunstancial "el(la)toca '*guardaengarajes, constituyentes que se sitúan más
(10) a. Visité la población situada a orillas del pantano, pero no la situa-
alejados del núcleo verbal.
da erurente de la estación de ferrocarril.
b. *Visité la población situada a orillas del pantano, pero no paSé ".
por otra. I
c. Visité la población situada a orillas del pantano, pero no pasé ~~I.I.3.3. Los modelos de creación de
pOI' fa otra. estructura: la teoría de la X-con barra ',.(
El ejemplo de (IOb) resulta agramatical, puesto que otra no puede y el ensamble
sustituir a la unión formada por el determinante, núcleo y complementos:
la población situada enfrente de la estación de ferrocarril. Únicamente puede De todo lo visto se deduce la existencia de principios generales que
sustituir al grupo nombre y complementos, según vemos en el ejemplo de regulan la formación o unión de dos o más piezas léxicas, siempre enX
(loe). torno a un elemento nuclear. Una manera de formalizar la organización
En lo que respecta al dominio verbal, la sustitución mediante la interna de los sintagmas y de dar cuenta a la vez de su formación es. '.
proforma fa hizo afecta únicamente a la unidad formada por el verbo y su mediante la conocida como «Teoría de la X-con barra» (Chomsky I970
objeto, pero nunca sustituye al conjunto verbo y sujeto con exclusión del y I98I). Según esta teoría, las categorías léxicas (X) que actúan como
objeto (Escandell 2004): núcleos de sus sintagmas se organizan de acuerdo con una jerarquía, de
(II) a. Juan besó a Pilar y Pedro también lo hizo (= 'besar a Pilar'). modo que se unen en primer lugar a su complemento, dando lugar a un
b. ??Juan besó a su hermana y lo hizo también a su amiga (= 'Juan nivel jerárquico intermedio o nivel X-con b~ra (X'). Los especificadores
besó), no se encuentran en el mismo nivel que los complementos, como hemos
demostrado, por 10 que se construyen en una segunda fase de la estruc-
En el primer ejemplo, lo hizo equivale a la frase besar a Pilar, mil.:ntras tura, aplicándose al nivel X' para constituir el sintagma. Siguiendo estas
que en el segundo, considerablemente peor, lo hizo sustituye al sujeto y instrucciones y de acuerdo con un diagrama lineal y arbóreo, la estruc-
verbo Juan besó. . tura del sintagma es la siguiente:
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español 'I. La sin taxis
49
r X' ~ X + (Complemento). teria o.,procedencia én e~ do,minio ílOminal. Sus propied3.des son las si-
SX ~ (Especificador) + X' , guientes: son opcionales, es de'cir, su presencia no es obligatoria dentro de
un sintagxna. Asimismo, puedc::n modJ.ficar a categorías diferentes: nom-
(14) SX bres, verbos, adjetivos, etc. Son de aplicación recursiva, por lo que dentro
~ de un sintagma, por ejemplo el SV, podemos encontrar más de un modi-
(Espec) X' ficador, pero nunca más de un sujeto o más de un objeto directo. Al quedar
~ fuera de la selección que realiza el núcleo, no ocupan ni las posiciones de
X (Compl) especificador' ni las de complemento, sino que se ubican por encima de
estas posiciones, extendiendo hacia arriba la proyección a la que modifi-
El nivel X representa el núcleo del sintagma: el término que no can, del modo. siguiente:
i. puede faltar, el que define la categoría del sintagma y el que selecciona los
complementos que pueden ir con él (si los hay). SintagmaX es el nombre (16) SV.
~
o rótulo del sintagma, la proyección que hereda la categoría del núcleo. El
especificador y el complemento no siempre aparecen ocupados en todas
las categorías sintagmáticas. Por ejemplo, mientras que en el SP la posición
Adjunto A
de complemento es obligatoria, en el SAdj dicha posición puede quedar Espec v' .(
vacía, si el adjetivo en cuestión no selecciona ningún complemento, como Los niveles SV, y SV. no constituyen dos categorías distintas, sino
ocurre en la secuencia muy guapa. P~r ello, la posición de especificador y que fQ"Iman parte de una misma categoría SV, compuesta por dos
complemento se representan entre paréntesis. segmentos SV, y SV•. El modificador opcional se sitúa bajo la extensión
, El esquema resultante tiene la ventaja de poder aplicarse a cualquier 'i. dd SV., en una posición llamada de «adjunto» (Haegeman 1991, Ouhalla
)< tipo de categoría. Si sustituimos la variable X por UIia etiqueta categorial /. 1994)· '
como P, N, V, Adj o Adv, el resultado son sintagmas que poseen la misma Frente a los adjuntos, las operaciones que dan lugar a las posiciones
categoría que el núCleo y que se estructuran siguiendo siempre principios de especificador o complemento están guiadas por los requisitos léxicos o
de orden y jerarquía similares. Siguiendo un modo de representación en sintácticos que debe satisfacer un núcleo; por ello, si existe dependencia
corchetes rotulados, podemos distinguir los distintos niveles jerárquicos de semántica de un núcleo son obligatorias: pensemos por ejemplo en un
los siguientes sintagmas: (
verbo transitivo que exige construirse con un objeto directo, o en una
(x5) a. {SP {P' Entre {los árboles}}} preposición que siempre requiere aparecer con su término. Por el contra-
b. {SN La {N' hija {de María}]} rio, un circunstancial de lugar como el que aparece enJuan encontró un . I l
\,
c. {SV Juan [Y' come {carne}]} billetl de cincuenta euros en el metro no resulta obligatorio ni se encuentra
d. {SAdj Demasiado {Adj' propenso {a la enfermedad}}} exigido por el significado del verbo encontrar. Además, puede modificar
e. {SAdv Relativamente {Adv' lejos {de casa}]} tanto a este SV, como a un SN encabezado por un nombre que signifique
'acción de', como El hallazgo del bi/lae en el metro b.3.3.}.
De 'estos sintagmas representados, el único que aparece sin la posi- Una propiedad básica derivada de la propuesta de creación de
ción de especificador ocupada es el SP entre los árboles. estructura recogida en (13) y (14) es su cará\:ter universal, puesto que el
Existen. constituyentes que no aparecen exigidos por el núcleo del esquema básico sintagmático puede ser aplicado para dar cuenta de la
v, sintagma y que pueden modificar a cualquier tipo de unidad: son los «mo- organización sintagmática en cualquier lengua, incluyendo variaciones
F, dificadores» o circunstanciales locativos, modales o instrumentales, en el / paramétricas, por ejemplo, diferencias de orden entre especificadores y
dominio verbal; así como los modificadores de color, forma, tamaño, ma- I complementos. Sabemos que en español el artículo aparece en posición
TAt'esa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español l. La sintms
prellominal, pero en una lengua como el rumano, el especificador del SN Ep. una estructura c.om? la de (18), el V manda-c a! SN en posición
se sitúa en posición pos nominal: el bom/n?-homu'¡. - de complemento, a su posición de especificador y al SP, puesto que la
Los avances recientes de la teoría lingüística se han reflejado tam- primera proyección má::cima que domina al núcleo V, el SV, también do-
bién en la manera de c_oncebir los procesos de creación de estructura. Así, mina al especificador de V, al 5N ya! SP. Dentro del dominio del SN, se
,(- se ha producido una considerable simplificació~ de las reglas de la teoría establecen las mismas relaciones, el núcleo N manda-c a su especificador,
de la X-con barra. La oP~~C:!º.Q._qq.e.~rl!a_estru~~a es «ensamble» -merge . así como a su complemento. -
Juan~
en inglés, término que también se puede encontrar traducido con el nom-)( (18)
bre de ~~~~~- (Chomsky 199 6 y 199 8). Ensamble junta dos piezas léxicas 1\
con el fin de crear una estructura mayor. Por ejemplo, un artículo más su
nombre, un verbo más su objeto directo nominal. El resultado es que la /
........-----..
prefiere SN
-
Sobre la representación de (14) pueden definirse algunas de las rela- (r9) x rige a y si y sólo si:
(
ciones estructurales básicas, basadas en conceptos como los de «dominio» . (i) x manda-c ay,
y «proyección máxima». Se puede decir que una categoría domina -a otra, i. . (H) x es un XD (pertenece a la clase de los elementos rectores N, V,
si está situada más alta en la estructura y si se puede trazar una línea Adj, P),
descendente desde la primera categoría que una a ambas (Carnie 20(2). En (ili) no existe ningún z que sea una barrera para y tal que z excluya
la estructura de (14), Ía proyección SX domina al resto de nivele5;'ñiíentras a x (donde z excluye a x si ningún segmento de % domina a x)
que X' domina al núcleo X y al complemento. En esta misma representa-
ción, el nivel SX es la proyección máxima, puesto que domina al resto de En la estructura de (18), el verbo sólo regiría al SN situado en la
niveles dentro del sintagma. posición de complemento y a su especificador, pero nunca al SP comple-
La teoría lingüística utiliza dos nociones que pretenden caracterizar .. mento de N, aunque sí lo mande-e, porque entre el núcleo verbal y el SP
de manera precisa los fenómenos de dependencia entre categorías basados ,/ se interpone la proyección máxima SN que actúa, según la definición
en la posíciónestructural: una es la noción de «mando-e» o «mando. de de (19), como barrera que impide la rección.
constituyeIltes»,y la otra, más específica, es la de ;;-~~~ió:n;,-. -i~deflliición Las relaciones de mando-c y rección no son meros recursos formales
más corll1inme~."te usada de mando-c aparece recogida en (17)' (Chomsky sin aplicación práctica; todo 10 contrario, permiten definir las relaciones 1
1986): básicas estructurales, por ejemplo, la relación de selecci6n que establece un !
(X7) x manda-c a y si y sólo si ni x ni y se dominan mutuamente y toda núcleo con sus complementos [3.2.I.3.} o la relación de concordancia entre i.
proyección máxima que domine a x domina también a y. un sujeto y la flexión verbal [I.I.S.}. ---
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español I. La sintaxis
r ~ I.1.4. Las categorifls léxicas Alguno.s enfaques teórico.s re~ieJ:ltes de la gramática (Chomsky 199~) E.?~:
, tulan. qUf! las factores desencadenantes de buen número de pracesos sin-
y las categorías. funcionales i:§:'~~~:~~u .oclg.e.p. _.e~_~~,.r~l:idolies de cOÍic?raan-cia~~~~e .~~t~l<:
c~n entre la~ ~asgo~. func~aIl~~s pre.séntes .en-las- c~~egoñ~ funcionales y
Las categorías ~amatica1es se han clasificado siguiendo muy distin- en las léxicas. Por ella, el recanocimiento .de las categorías fuD.cionaIes'
tos criterios (Eosque 1989). Las gramáticas tradiCionales salían clasificar las presenfé's-eñia o.ración ha supuesto en los últimos años un considerable
partes de la oración en dos grupos: -L.~~es.,es decir, con flexión, e avance en los estudios que tratan de los rasgas funcionales que relacionan
«invariables», sin ella..Tam..bién es habitual encontrar diferencias entre ca- las constituyentes o.racianales.
j ..~ .;, .' t;;gorlas atendiendo a si constituyen series «abiertas» o «cerradas». R!!Ft,e-
,-!i\~!:~ necen a series cerradas aquellas catego.rías que poseen un número. limitad.9.
'. -.r ,!ue__
~~ "memb-ros 'y - n~j>~~d_e~!~l1~-_¡;n~F~~~~t.~~as; soñ; 'j)~r: eJemplo., El sintagma flexión
0:;~Y' .~~~~~~~~~~oiJJ*ihl~;~¿;;n~~~~a~¡¿::::;;:~lS~!¿ - La aración se puede definir camo la relación que se establece entre
.' c~trario Io rep~éSeñtan-los nomores;aajÚlvos' y v'erbos, catego'rías abier- un SN y un SV, a través de una flexión verbal. Es precisamente la flexión,
~) tas, pues su número siemprepuede-i:recer~:tambfé'ii epst~~:~~~~aci~~es mat~rializada en españal a través de las morfemas flexivas, la que singula-
.' basadas en criterios semánticos, por ejemplo, la que distingue entre cate- riza el concepto de oración. Por este motivo, se cansidera que la flexión
,t'.)}' ...goOO «llenas» y categorí~ «vacías». Las categorías llenas son aquellaSqü:e" y)es el'núcleo funcional e la oración esta es, la categaría que asignasllS ,¡",.
\.. ,,,r;'¡ se asocÜm.coñ·co.ñce~tos o ia~'";:S, esto es, queposee~un c?nte~do lé~co, ?? ~ ptapl . des y'_et~queta categorial a toda el sintagma quet encabeza. Según ." \.
~;:- ,,,; n coma m~tI, ~tfntar, brillante o l:1UtI/mer:te . Las. categanas v~c:w: ~~ : esteemaque, c;!'constituyente oración se define tambiéIl como un sintag:-
__ r\/:~':' tes, conJUnclanes, los morfemas flexlVOS y clertas preposlc10ne~,""D.o poseen Xma ~.~~óc.é~tr,ic?, cuyÓ núcleo. es la. flexron, catego~ .~ue incluye las r~~:.•
'.l' : . propiamente üñsignifiCado lro:éo, yporeIlo sonpracncameñte ~pOsi~les1 .. , \ fun~~n,_ales (fe t~o. concordanCIa de per-sona y nUli1ero, aspecto. y mooo. -
de definir; de hecho, na las vamos a encontrar en.Un diccianario~.,.Poseen,-.J-.: En lra~fu.lilicflld ~é. cansidera que cada una de estos l:n04os pro~u
par el contrariaL_!1P_~J~~~~~_.E.~!~~i9nal~ ya que nas permiten es~~~ef~rJ " . ,pra~i~:'~~e?ori~ .fu.ncio.~al, de moda que el nu~o~e:xión se ~vid~ en di-
relaciones entre las categorías con cantenido léxico. ",". ",,} ''y/ferentes categanas funclOnales CPollack 1989, Cmque 1999). As1, exIste una
A estas clasificacio.nes podemos unir una cuarta, que tiene laventaj~, .,;' ;-. 'categoría especificada temporalmente, deI:!ominada Sintagma Tiempo (S1'),
j:'¡ de integrar a las catego.rías fl.exi.vas, gramaticales o menores dentio}_~t~:. atra con valar aspectual, llamada ~ªj~.¡;p.~.<;'1;Q.,(SAsp), incluso se ha
J conjunto de categorías que integran la oración y que, además, aglutina las:. " . defendida la proyección de una categoría can valor modal y etiquetada
r~) distinciones básicas que acabamos de revisar. Las «gJ~gºfiasJéxi~~, e¡.·.~·;:
. I
como Sintagma Moda (SModa). Como se irá viendo, na tadas estas pra-
nombi~;!,.s!.Z~J;l?9.~$}..edi~~i,y~;La~y~rp~9 y la p~epo~i~!~n, ~~. ~~~~~º- yeccianes tienen la misma relevancia en la descripción de ciertas fenóme-
~s abiertas -salvo ciertos adverbios no derivado5-. Además, puesto nos sintácticos; todas ellas, en cambio, se vinculan can la aparición de los
que poseen SIgnificado léxico I pueden seleccianar a sus camplementos .. respectivos adverbios de tiempo., aspecto. y moda, cuya distribución está
Frente a estas, las «S::.~~<fu~~J9-~~_representadas mediante marcas candicionada por la aparición de unas determinadas marcas temparales,
? tales coma la ~I}_!~-~~~, l~. con~E~E-~.2!~~~~s.X.s:,??~~~,~S aspectuales y modales en la estructura funcional de la oración [4,1. y 6,5-l.}.
y2~s de.!=.~i.~~!:.s, ~nstitulen clas!~<;~~das, "p'~~~un? _.P.~~~=~_ ~,:!e Puedé resultar extraño que unos afijos que requieren aparecer
mentarse. Además, carecen de contenido léxico, aunque paseen rasgos fun- unidos a! verbo puedan llegar a proyectar su propia categoría funciona!.
ci~-;;:;Ues, 'como el g~er número,-li"perSoila y el tieólpO:-gracias a los Sin embargo, debemos pensru- que en otras lenguas este tipo de informa-
ruales establecen vínculo.s con las categorías léxicas que también paseen ción se realiza mediante palabras independientes. Sin ir demasiado lejos,
tales marcas formales, mediante relaciones de concardancia de rasgos. pensemos por ejemplo en el inglés, lengua en la que la flexión se hAce
T'<:esa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español 1.. La sintaxis
55
r visible como palabra independiente a través de los diversos auxiliares do, .(20) . a, María quiete [que -vengas}.
does, did, will tanto en estructuras interrogativas como negativaS: Wbat do
you want.?, 1 do not eat meato b. ' Me pregunto [sihor cumplirá su promesa}.
c. No sé [qué harán Io~ deinás, pero yo me voy}.·
Existen razones .que justifican la ~~_<;.~.<!:!~~1:L<!9.!!<;#ÓA. para>.. " eL ¿Quién se encargará de poner el cartel en la puerta?
el fug~io,namiento de la oración. Una oración como *Maria ya examinarse . e. ¡Qué tostón de película vimos ayer!
aY;;es agra,n;a:tIé3fen éspanol;esto-
es, no es una oración generada median':' f. La chica [que te habló en la puerta del instituto}.
te las reglas sintácticas del. español. La razón de su agrrunaticaliclad se g. Ve.t;tga usted aquí inmedi~tamente.
puede explicar a partir de la ausencia de flexiÓn. En primer lugar,dicha
ausencia tiene consecuencias en el tipo de sujeto. Los infinitivos, caracte- Todas estas oracioJ?-es comparten la presencia de una~~~fªs de
rizados por carecer de flexión de persona y número, no admiten un sujeto mo~da4, ~,n<:~bezando su oración, En unos casos, será una conjunción
léxico explícito. Así, podemos decir Maria quiere Jugar, pero nunca pod,re- o tin pronombre interrogativo, exclamativo o relativo ~jemplos de C:w
mas tener un infinitivo con un sujeto realizado como *María quiere Luis a, b, c, d, e y:f}-- [6.3.}¡ en otros, será el propio verbo, como ocurre en
,,- jugar, sino Mtl1'ía quiere que Luisjuegue. En segundo lugar, la flexión también el caso del imperativo -ejemplo de (20g)- (6.4.}. Es~,as-piezasoc.upan:\,
'.
influye en el orden de los pronombres átonos o no acentuados, tam,bién " la posición de. especificador o núcleo de. una, categ<,?rí.a. funcional con ;'
llamados «cüticos» [r.I+}, pues cuando tenemos' un verbo flexióna4,o, dí7~,:.~" alc~~e,sob,~e ,el resto ,de proyecciones léxicas y funcionales, ubicada en ")
cho pronombre aparece delante del verbo. Por otro lado, la 4exióntaiD::'::':'~ la p~riferia izquierda de la oración y denominada Sintagma COm¡:ilemen~ J
bién interviene en la interpretación de los adverbios. En ~ caso de ya, este;'","~ tan:te (SComp). El I!1!ge~de esta proyección, elcomplementante,es el~.
es un adverbio aspectual que indica acción acabada; ,por taO.to;'debetá: f,: que aR,0rta, información ,ac'ercii'de la modalidad ila qUe'perté;:;ece una y,
,
\. concordar con un aspecto peri'ectivo. En cuanto a ayer, adverbio ·t~l?~raI,"" oración. Existen buenos argumentos que justifican la existencia de esta
de pasado, requiere para concordar un tiempo' pasado en la fI.eXi6.~r~~:il.:"~ : proyecció* funcional..:'"
En conse~encia, la oración gramatical será: Maria ya se exa"!Jn.~ffj,er.~,::#:)f)~/J; Ep.p~er lugar, hay predicados que sólo seleccionan oraciones inte~ \ /
que el sujeto concuerda con la concordancIa verbal, el adverbl~~,.~'p'~,C;~~ ."'-;.' rrogitivas¡ po~ el contrario, otros predicados exigen oraciones completivas. /\
con el aspecto perfectivo y el adverbio temporal con el tieI!ip9'p,~ádd;;~·.: En :~ ~je~p~o de (2Ia), vemos que el verbo preguntar selecciona una oración \
información toda ella contenida en los morfemas flexivos del'verbo;' ade- . ", encabezada'por el pronombre interrogativo quién, mientras que en el ejem- :1
, . {...:~-:'_. ~--" .f~;:. ~
\. más, el pronombre átono es proclítico. plo de (2Ib), afirmar sólo puede construirse con una oración subordinada i
que;'c?,ritenga la conjunción que. El cambio de selec~ión en estos verbos"
';-;,' .': ,,!:t~~;
Pt'()y~éala agramaticalidad de Ciertas secuencias:
~¡;~~BI1 o.,.".. 11
.4 42
. . . . El sintagma complem.entant¿'.,'};:[i' (2I)~"·a. Me preguntó {[quién vendría} I{*que Luis viene}}.
b. Afirmó {[que Luis llegará} I{*quién llegará}}.
Pero una oración no sólo posee un núcleo con rasgos funcionales de
flexión. La modalidad, entendida como la expresión de la actitud del ha- "'. Si verbos como preguntar, o:ftrmar, así como ignorar, saber y decir exi~
hIante ante lo que dice, también ,puede analizarse como un núcleo funcio- gen distintos tipos de subordinadas sustantivas, debe haber un núcleo
n_~Lqlle,se materiali~a,_a través de díferéltes formaS en la oración. donde se codifique esta sel~cdón: dicho núcleo es el complementante
Las -oIaCron~~ sub~rdiO.ad~s introducidaS po~ 'c~njunciones 6 pro- [6.3-1.]. Nótese, además, el contraste existente entre las siguientes ora-
nombres relativos o interrogativos (20a, b y e); las oraciones interrogativas ciones:
y exclamativas independientes (2od y e), así como las relativas (zoE) y las (2Z) a. María no sabe si Luis vendrá.
oraciones de imperativo (20g) tienen un hecho en común: b. María no sabe que Luis vendrá.
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español .I~. La sintaxis \
57
van a aportar pruebas de sue:xiStencia [6.6.%.}. te, ti {4.4.4.}. El español, a falta de morfemas de caso en el nombre, cuenta
con todo un sistema de preposiciones que actúan como marcadores de
función para los 'objetos ilidirectos, los diveisos circunstanciales y los com-
plementos del nombre: Juan lo compró para ella, Me lo encontré en mi cuarto,
,,~~resa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español 1. La sintaxi~
59
La llave de mi nueva caja. En estos casos, la preposición suele ser también cordancia de objeto 0, m~ r~cienterilente, Sintagma v, categoría asociada
el núcleo que selecciona semánticamente a su' término o complemento. , semánticainente con la expresión de la transitividaq [pOoI.3,.} y situada entre
la proyección con rasgos de' cop.coidancia de sujeto y el SV. Puede llamar
la 'atención el que se 'proponga una marca formal de concordancia de ob-
El caso nominativo .. jeto, similar a la que tenemos para marcar la concordancia de sujeto, cuan-
do en español carecemos de morfemas de objeto. Sin embargo, dispone-
Otro de los mecanismos universales de identificación de las marcas mos de pruebas de que esta categoría funcional existe y de que se realiza
de caso es mediante la relación de concordancia de rasgos formales que se , en ciertas construcciones, si b~en no mediante un' morfema verbal, sí ;/
+~.\
c!tablece entre un SN y el núcleo funcional correspondien:te. El caso ~o- ' mediante un afijo sintáctico o clítico pronominal de objeto {4.4.I.I.}. En
minativo, por ejemplo, es una de las marcas formales que, junto con los efecto, mientr:as que la concordancia de sujeto, incluidos los rasgos de
rasgos de número y persona, está presente tanto en el SN, como en la tiempo, son marcas flexivas que se realizan como afijos verbales yencabe-
parte funcional de la ora"ción representada por las marcas flexivas del ver- zan su propia categoría funcional, responsable de la identificación del su-
bo. En la actualidad, se considera que es la parte temporal de la concor- '< jeto y del tratamiento de la oración como un sintagma endocéntrico [r.I.4.},
la concor~ancia de objeto, por su parte, se materializa en la oración me-
dancia verbal, representada en el S1', la responsable de la identificación del. '.
sujeto {4.5.r.}. La concordancia de rasgos se produce tras el desplazamiento' diante clític(,sde objeto marcados con caso acusativo y dotados de rasgos
del sujeto hasta la posición de especificador del ST, lugar destinado para de género, número y persona. En A Juan, María lo vio ayer, el c1ítico lo
alojar a los sujetos preverbales del español. representa el objeto directo y posee marcas de género, número, persona y
tambitn caso que deben concordar con el objeto antepuesto a Juan. Pues
Hay ledguas como el irlandés que, a diferencia del español o el
bien, dicho clítico es el núcleo de la categoría funcional con rasgos de
inglés, presentan el orden VSO, esto es, el elemento con caso nomina_O
tivo y rasgos de concordancia de sujeto no ocupa la posición preverbal: concordancia de objeto que se proyecta en español. .
Existen lenguas en las que el núcleo v requiere que el objeto se
(25) a. Phog Máire an lucharachán. desplace hasta su posición de especm,eador. Este proceso se denomina
'Besó Maire a un leprechaun'. object-shift y es característico de las lenguas germánicas (Holmberg 1986,
(Dato tomado de Camie 1002: 202). Thráinsson 2000, entre otros muchos). En (26) expongo como ejemplo
b. {seon<: {Conc, phóg {ST Máire fsv h(verbo) h(sujeto) an lucha- datos del islandés, lengua en la que tanto los SSNN pronominales como
rachán}}}} los no pronominales se ven afectados por un desplazamiento desde el SV
Esta divergencia se puede explicar, según Carnie (2002), desde el hasta la posición de especificador de Sv. En los siguientes ejemplos,
supuesto de que en irlandés, el verbo debe desplazarse, por razones in- vemos que los OODD ellos y el libro se sitúan incluso delante de la nega-
dependientes, fuera del SV para ocupar la posición de núcleo de una ción oracional: .
categoría funcional 'situada por encima del sujeto y que en la estructura (26) a. Hann las . thaer ekki
de (25b) se representa con la etiqueta de Sintagma Concordancia. Él leyó los no
'Él no los leyó.'
b. Nemandinn las bókina ekk.i
Es tudiante-el leyó libro-el no
El caso acusativo , 'El estudiante no leyó el libro'..
(Datos tomados de Thrái,Ilssqn 2000: 186).
En cuanto a la asignación de caso al objeto directo, también se pro-
duce mediante la concordancia de rasgos entre el SN objeto y una catego- Aparte del modo de realizarse en la sintaxis, ya como afijos verbales
ría funcional con rasgos de concordancia de objeto, llamada Sintagma Con- ya como clíticos de objeto, la otra diferencia entre la concordancia de los
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
60 (
-,esa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español ~ (.. i. / : ¡ ¡ ' , ..
1. La sintaxis
J
11
parte, es un elemento sin a~ento o átono, por lo que se debe unir"iI verbo lenguaje {Presentación}. El modelo minimista propone un modelo de la
para apoyarse y recibir su acento en él, en este ejemplo, como enclítico: ¿~mpetetreía1ífigillstica en el que los diferentes ~'ldes .d~. an~,s!~ ..~~a-
comprarle. Por último, desde un punto de vista morfológico, los Cllticos) eñ--' tlCal se. organizan del siguiente mocl()_(Ghomsky 1995):
general, son categorías, a medio camino exrtre 'losmorfem3.S fl~~~' y 1~' (28) Lexicón
palabras sintácticas, qÜiq>ueden-apar'ecerescrito's foñnáñéioWla'unúia(f"
- cOlfe! verbO, como en dámelo o separados, como en me lo das {x.2.2}.
I
Sistema Computacional
El adverbio ",afortu7Jadam.~nte que encabeza la oración no ~stá exigido
semánticamente por ningUno de los verbos. Además, presenta rasgos espe-
ciales que determinan que vaya entre pausas y que pueda, cumpliendo este
F=lo~ca ~
requisito, situarse en diferentes posiciones de la oración: Todos decidieron, Forma Fonética Forma lógica
afortunadamente, comprarle un regalo a María; Todos decidieron comprarle un (Sistema (Sistema
regalo a Marta, afortunadamente. Para explicar este comportamiento tene-\, Articulatorio-perceptual) Conceptual-intencional)
mos que tener en cuenta aspectos fonológicos relacionados con la presen},
, cia de unas pausas y de una entonación que advierten de la existencia de: Partimos del lexicón o diccionario interior que contiene todas las",-
. una estructura especial: los incisos {I.2.3.}. El nivel fonológico o «Forma, categorías léxicas y funcionales, así como los afijos derivativos, tanto unas. . /
i
!l: •
.....
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español .1. l. La sintaxis \.
r
i ,
como otros con sus rasgos de selección. p.e!. l~~~~" ,~~ extra"e º J~ " pie~~ l'
, C.~~!~5ue_,~e <:0l1~t~y:eIllos s~~"~~ y;J~ oraciones, ~~_~~.S~S~~"11.la"C;º1Il~ ~ ~', .
gía, así ,~omo con la pragmática, disciplina que en los últimos años ha
,experimentado un gran avance y que también se dehe vincUlar en algunos
. p~tacion.a1."ideI}tificado c:<;>nel:~,,~~~~~~t~fod~ ~rea~~?~, ~,e.. eSE:U<;~ras'i aspectos con nuestro c~nocimient0 lingüístico.
Aquí se construyen las secuenClas mediante la fusIon o uru6n de dos pIezas/'
simples {r.I.3.}. Esta fusión está constreñida desde el comienzo por las
_~~g~ncias lé~c:a.~J así como 'poi los requisitos dé las catég?ri'as funcionales., ~~~ I.2.I. Relaciones entre la sintaxis
Con ofras ' paIabras, un verbo transitivo se fusionará con un sintagma que
cumpla los requisitos de ser su argumento semántico, mientras que un y la semántica
núcleo funcional se unirá con aquella categoría que posea sus mismos ras-
gos funcionales. Las piezas léxicas pueden proceder directamente dellexi- ~~~I.2.I.I. Predicados y argumentos
cón o de la propia estructura ya creada: esto ocurre cuando se desplaza una
categoría desde una posición inferior en la estructura hasta una superior Muchas de las pro~eda?e.~~~~i~S.2!.~~~, que se dan entre las piezas
por exigencias de las categorías funcionales y con el objeto de establecer que conforman una oración están determinadas por el.<:.?mC:!1!g~~~~.E!.:
relaciones de concordancia y caso [U.4. y u.s.}. Como ejemplo de movi- c()_ de,,1l5].1!~"g~:., De este contenido ser:qántico",depende, , p()~."~j~mplo, el
miento, fijémonos en una oración interrogativa encabezada por un pro- número de SSNN 'q~e" coap'iiecen co'n'un núcleo verbiifcíentro d~-"sü'1;io-
nombre interrogativo: ¡~{hizo Juan? Dicho .p~onom~re re~~ l~ fi.m,ción yección sintagmáticá~ Así, en ef caso de un verbo transitivo como pintar,
~e "9_~jeto directo de hacer, parló que se ,~~ioll~,.~~!l , ~~:~~r~Q..~!'_~~t!v9 y sabemos que se construye con dos SSNN: el que pinta y lo pintado. Por
ocupa la posición canónica de los OODD: adyacente al núcleo verb.!:!:~ §¡.n el con1¡fario, ~ verbo intransitivo del tipo de reír, sólo se construye con
embargo, como pronombre interrogativo que es, 'posee"üñáSñíiitCaS moda- un SN: el que representa a quien ríe. Este tipo de información parece estar
les que ,le obligan a desplazarse hasta la primera posición"de ,s';l. ~r~cics.~ y_ , ~ contenida e~ ~I, niyelJé~~o, pr~vio a la estrucrura sin!3,C!lca:" · "" .. ~, ,
'a fusionarse con un núcleo funcional con rasgos modales, obteniéndose el En"í~s ~ltimos años se han ' producido importantes avances en el
orden: pronombre i~terrogativo + verbo:, " , estudio de la: información contenida en el léxico. Sabemos que en este
Del sistema computacional parten dos ramas, una se dirige hacia el nivel 11:0. sólq se encu~n.trañ aliñ~é~a(fasIas-categorías l~xic3;s._Lft1?..<:i?Ila~ 1
I
!
r
(. Y10 pintado, que van a ser sus argumentos. Una manera de formalizar est;_i . Sj bien . los nombres son los ejemplos más típicos de argumentos,
,i,dea es ~ediante paréntesis angulares del modo siguiente: Pintar <I, 2>. El . pues no. suelen denotar proPiedades, existen algunas excepciones .~ esta
conjunto 'de argumentos seleccionados por un predicado cqnstituye su premisa.' Nombres como destrucción o llegada, derivados de verbos b.3.3.},
estructura argumental o estructura de predicado-argumento. así como los nombres de repres'entación y parentesco c:!el.tipo de com&Joto
T~bjén pu~den s~r p,r«:ru.~aQo.s l~s,adjetiv.?s, las prep~siciones y cierD- e hija, ~espectivameri.te, poseen ~~~c~~. ~~~~!a1 {2.4.1.]:
/ t.~~ .!lO~bx:.~s)' ~.dv~rbi9s. (Demonte 1989). b~~~a~jetivos son ~j!~S.~'~~~~: lo( (31) a. L~ destrucdó.n. ~e la clud::lifporpii.ite- deláS-tiópas invasoras.
~eJ)rec:ll~~~.?:! 'pue~ d<:n9~ap, PP;)P'~~~~. Ejemplos de estructuras con pre b. La llegada de la familia.
arcado adJetIval los encontramos en las oraciones copulativas .siguientes:
~, 1, c. La'foto de ' la hija de tu primo.
(29) a. Juan está cansado de oír siempre 10 mismo. V!· ;',: (~~ ~ - ...., r !' "l
,
Teresa Maria Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español ; ," ",j' ".!,'1j : , ~! . ' ':.1, La sintaxis
____
\
68 ,
---.0_--...
r (1-
_ .•O O · 'O o _~_ . -,
La idea que subyace a la t~oría de los papeles temático~ es que".!~~_~So \
i i !2~0 .~guo~~I!~o~, P9~ elllt:<:~<;)•.!p-!~~_~~_c:!C:p'~~dc::r ~eun pr~~~a,4o, ~~clben
\ . s~.i~terp~eta~ióE-sen:ánti~a.o~e ~~te,. Asi~smo, todas las exigencias ar~
.J. ExisteI,l siempre ciertas combinaciones permitidas, cuyo estudio y descrip-
ción pormenorizada ha sído, hasta hace muy poco, una asignatura pendien-
te de la investigación sobre el español (Bosque 2004). Pongamos algunos
mentales' deounpredicado .deben 'ser 'satlsfechas-o~-lo-que-e5 lo lhismoJ ejemplos sencillos de diferentes tipos de restricciones.
todos los papeles temátic:os . deben serasigna,9o~a º~r.os Ja.tltos..~gum~n~ El verbo C01!H.T, por ejemplo, selecciona categorialmente como argu-
t9~';0,La conclusión es que no p~ede haber ni más ni menos argumentos de'. mento un SN, Pero dicho SN, por su parte, debe cumplli
Unas determiIia-
los ~xigidos por un predicado. Esta g!~~~~~c.ión,·que recibe el nombre\ dás propiedades semánticas para poder ser reconocido como argumento de
de ~Criterio Temático" (Cho~sky oI9N, predice correctamente que una .X ~o_..1,!er~: esto'es;deIie os eiÚn objeto co?~e~o 9~~ _~~~~~ _~",~~9ueta ~e. '~§:ls>
e/agua
oració"'O."como· 'iJ¡¡¡¡ñh"ibt"6"~tvlno- es .agramatical, pu~sto que beber no (b!;)LOirilsiricise 'l"jede oaplicar al verbo beber ya los objetos susceptibles
selecciona dOS51'§:§~~·-oe~'§~,~? ·i#.94o; .*Juan ~tregó también es agrama- (le ser bebidos. En cuanto a l~~_adye~ºios,~i dejamos aparte a las forma-
naO.
tical, puesto que no se proyectado los argumentos necesarios para ciones .rápidamente y lentam~~!e, capaces de acompañar a cualquier tipo de
I entender el significado del verbo entregar. actividaa CRodriguezRam3.lle '2003), el resto de categorías adverbiales pre-
Se podría pensar que la noción de papel temático está incluida en la sentan muy distintos grados de restricciones. Por ejemplo, el adverbio
de función; de hecho, tradicionalmente, las funciones sintácticas han reci- .' _o Éf.gq,z..f!Z!7!.te. ,aparece documentáci;)' 'iEompaftmd'o sobre todo a ~~;~Lqt!~
bido ..una defmición b~ad~'-eño'noCioñes"s'e°iñ1ñdcas;"er'suíetOes- éCqüe" ' \oí':
r
l
' implican contacto .entr~ ~9~,~:¡¡p~r,ª~~~s._() que d,eno.t.ax:p~rcepción físi<::a 09"
reoanzá'1aacCióñ,<'rnIe;;t~~~ 'q;¡e~~~~O~gª·'r~~~ªfi.9.,o Sin embargo, esto - irÍteIectUaf" acer'éarse;'"';i(fi:zitir, áparecer, asomar, atravmi-, Conocer; "C'oñtíídar,
no siempre es así. Por ejemplo, en una estructura pasiva como La película ,"°"Jivisa;:"'escuchar, exhibir, mirar, observar, rozar, tocar, ver, volver, etc. También
fue rodada por el director,e~ sujeto es 10 .afectado por la acción del verbo y se do,"umenta en frases hechas del tipo de: La observación del color sólo se da
nunca el agente. La etiqueta de sujeto-paciente que se otorga al nombre la fugazmente. A pesar de que~&t!~~posee un significado que se puede
pelicula refleja, por un lado, la función sintáctica de esta categoría y, por considerar próximo al de br!3',eme,7J!e, nunca podemos decir cosas como
\ ...
*p~!ar I!!.gt!.~m.ente ~. ~hal?!.ti¡:fi$azmente. De aparición :ambién mu~ restrin-
"
7I
raíces culturales, espirituales, familiares, históricas, andaluzas, árabes, del pasado, . Existen otrds rÍ1uc~os ~jemplos de EELLCC. Fijémo,nos, a continua-
de su alma, etc. . . ción, en la representación que ofrece Pustejovsky (199X) de la predicación
Las diversas posibilidades combinatorias -que_ acabo de ejemplificar '~I . J~an pintó'la casa: '
_~:c..9.~o_c:,!l ..t~(¡~én ¡::oIi el nomb~~e,«cc>1()cadon,es»:)Las colocaciones son ¡ ,:\;,
proces~s~" rest~ic~~~_~~~a "que-se" docuiiieiÚ'áil' en todas las lenguas y 1. (}2) x <y >
ELC: [CA?SA(x), LLEGAR A SER (pintada(la casa(y»}
que suelen constltug.. \!Il.9.A~J<?!!_~\lntos más difíciles de ad<J.uirir al es tu- .~
..9Jar _1l9:as~gun.9_a lengu~ ..especiaJ.rr{ent'e;' por 13. difiCUltad de ofr~'c~~~";;:¡' ",. \~ Una E:c..C debe predecir los distintos argumentos seleccionados por
~umno reglas para explicar el conjünto de combinaciones' posibí~':""~-~-'-...... el predicado verbal. En este caso, el sujeto x, que pone en marcha y realiza
i,~,\)Cc(,),~ (;)·"1,,,;:.7'1 .,' h' ·C,:,:-,. , .;,~,~... :._>:.,; ,-" .".'~ .
la actividad, aparece rep:resentado mediante la función conceptual CAU-
SA, mientras .que el objeto " sobre el que actúa el sujeto, está vinculado
:~zm~,~ I.2.1.2. Los modelos de información a la función LLEGAR A SER. Además, en esta representación se nos dice
léxica que la acción del verbo no queda realizada hasta que'el objeto no llega al
( estado final de pintado, puesto que se supone que la casa sólo cumple la
propiedad que indica el verbo cuando está pintada. La lectura de la ELe
..~~~~~~l~~,c-º,cº-nti~?~__~,o.~~, !~J~!?~:IIlación,~ela~iv~,~)~¡:>~~~?i!i~a-, /
sería: ':Existe un evento en el que una causa --el agente-- actúa sobre un
.~e~_ae,co_1P-b~.a,clón . d,e,una.?i~z.~~,éX¡~!l.y,,ª-~p.$,Ws~m.t-ºs.. e,!,l!9~.?~ sintác-.,)(
tlCOS de apanc19~J=on esta Idea en mente, se han venido desarrollandó-en . objeto -la casa- hasta llegar a transformarlo y quedar pintado'. •
. 'losUltJ:ñ1OSaiios.J;life~~ntes m~9elos de información léxica que pretenden La presencia de funciones semánticas tales como CAUSA o LLEGAR
además derivarías diveWsPapeTes"'temáHcos"qúé" sde~cioná uñ"predicádo -.. :< A SE~ nos permite, ide~ás, predecir el tipo'semántico dei predi.cado y es'"
tablecer generalizaciones válidas para verbos de estructura' semántica simi-
y algunas de sus posibilidades combinatorias de una configuración léxica
más compleja y no de un simple listado jerarquizado deJos diversos pape- lar. En el ejemplo propuesto, tenemos un verbo causativo que selecciona un
les. Un ejemplo de este enfoque lo representan las llamadas «Estructuras t agente responsable de la acción 'f que termina en un objeto que resulta trans-
Léxico-Conceptuales» (EELLCC), propuestas por]ackendoff(I 983), (19 87), X formado por la acción del agente. Este mismo esquema es aplicable 'a otros
(1990), (1991), (1996), (1997) y adaptadas, entre otros, por Pustejovsky (1991)
verbos que también denotan una causa que desemboca en un final, como
y Levin y Rappaport-Hovav (1998). constnJir,preparar, arreglar, etc. [3.2.1.2.}. Otra de las ventajas de este modo
En el nivel de representación de la ELC el significado de los 'verbos de representación reside en que ayuda a diferenciar entre los distintos pape-
se descompone, tiene estructura interna, de modo que se puede represen- les temáticos. Así, sabemos que el objeto de pintar no se puede comparar con
tar mediante una serie de primitivos semánticos, tales como IR, HACER, el objeto que selecciona un verbo como ver: en el primer caso, existe una
CAUSAR, MOVER, SER, LLEGAR A SER, EN, A, etc. Con estos me- causa que desemboca en la creación de un objeto nuevo; en el segundo; no' . j
dios, las EELLCC se construyen casi como una representación mental del ¡( hay un desencadenante de la acción ni objeto modificado o afectado por esta
[3.2.1.2.]. Por último, la,,~!?!~_::~.~~ll se~~~~c;ªasociad.aa.cada piez~.léJdca
significado de las palabras, como una paráfrasis del significado que poseen
las diferentes unidades lingüísticas. Como muestra, veamos la representa- también es interesente para dar cuenta de ciertas variaciones' en la realiza-
ción semántica que propone J ackendoff (1990: 53) del significado del verbo dóiisúitactica de un grupo de, predicados verbales, como: Juan Ilenó1a casa
beber. Simplificadamente, su paráfrasis sería la siguiente: 'Causar que un " -,de trator viejoiyJuan lIen6 de trastos viejo! la casa, Fermfiz quemó la casa y La casa
1líquido se m1.1eVa hacia el interior de la boca'. Como se po<;1.rá observar, esta J':;Je quemó. Estas alternancias siempre se pueden relacionar con principios o
representación contiene la mención a un objeto líquido, restricción que \~:cterísticas se~árlticas de los predicados ver1;>ales {J.4.]'
impone el predicado beber a su argumento interno, y a un agente, argumen- "-UileiifO'qüéllIl"i'áñ't'b distinto es el que nos ofrecen :g~~,y:J~::t:;y~~r
to que debe ser siempre animado, origen de la acción de beber. (1991, 1993, 1997, entre otros muchos trabajos) con su propuesta de «Es-
t~:.~:a,~.~xi.C::E.- Relacionales» (EELLRR). En este modelo, se considera
I
Teresa Maria Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español 1, La sintaxis
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( " •. 75
,,- .. /
~~ 1.2.2. Relaciones entre la sintaxis morfología. Por ejemplo, lo~ .llamados nombres de acciól!- proceden mor-
fológicam.ente de verbos y se construyen, como sus base.s derivativas, con
y la mo!fologia complementos que representan el agente y "el tema o· paciente:
(33) a, Juan (agen·te) solucionó el problema (paciente). ·
I.as relaciones entre la sintaxis y la morfología se pueden resumir en ;{
b. La solución del problema (paciente) por parte de Juan (agente).
dos lineas básicas de análisis. Por un lado, ciertos procesos morfológicos \
tienen que hacer uso de principios sintácticos para dar cuenta, por ejem- ¡ En los ejemplos de (33), tanto el verbo soludonar como el nombre
pio, de la selección que un determinado sufijo realiza de su base derivativa j derivado solución comparten un, mismo esquema sintáctico de dependen-
o de la relación interna entre los constituyentes de un compuesto. cias. Esto es así precisamente porque los nombres deverbales heredan del
Según Varela Ortega (1999), los sufijos no sólo poseen información1¡ verbo del qu~ proceden su estructura argumental [2.3.3. y 2.4_1.1.}.
categorial sino que también pueden contener otros rasgos morfosintácticos I1 . También existen ejemplos en los que la agramaticalidad de una for-
relevantes, tales como información temática de la base a la que se unen. Un 1 mación sintáctica encuentra su explicación en la naturaleza de la relación
ejemplo 10 encontramos en el sufijo -doro Este es un tipo de sufijo argumen:.t' morfológica. El hecho de que el sufijo -dar represente el agente del nombre
tal, similar a -nte: cantante, -dora: calculadora y-do: empleado, que contrae rela- deverbal es la causa de que no podamos tener formaciones como "Elorga-
\ ..
ciones semá:ntic~s con su base de derivación. En concreto, sólo se adjunta a mzad..or de JUIIn de la exposición, puesto que, en esta secuencia, tendríamos
verbos con argumento externo: fumar y fumador, vencer y vencedor, trahajar y " dos ~gumentos con el núsmo papel temático de agente. ::.
trabajador, de modo que es incompatible con aquellos verbos que proyectan
únicamente un argumeI.lto interno, del tipo de: *nacedor, "'existidar o "'de.sapa- .
recedor. La razón de esta especial selección reside en que el sufijo -dar repre-
/ ...
I*~ 1.2.2.1. Las categorías átonas entre
: senta en los nombres derivados el agente que realiza la acción.
\
-.
Existen también restricciones relativas al tipo de acción que expre- la morfología y la sintaxis
l·
'. san las bases de derivaci6n. Como ejemplo, citemos lo que ocurre con el
prefijo in-o Este prefijo selecciona categoriaImente adjetivos que denotan La morfología también estudia ciertas unidades que se sitúan entre
(
" ,
acciones no acabadas y que se construyen con el verbo ser en una oración' las categorías sintáctA~3,~. y.J,ª,LmQ.rfºlQ.gi.fas: me refiero a los clíticos o
copulativa: in-fiel, im-puro, i-rregular, siendo imposibles secuencias. en las categorías' no'acé"~tuadas o átonas. El ejemplo más típico ciecat;g-;-
que este prefijo se une a adjetivos que denotan acciones terminadas y que ': na cütica t()· ~o¿;titüyeñté'10s pr;;ombres átonos del español: le, la, lo, me,
se construyen con estar: *in-harto, *in-Ileno, "in-enfermo (Martín García y . te; también s~~_C.~!~~~~~ _s.:,!:í.tis.~ . las forma:s. . ,xn.?n()s~:ibicas . del a~ar Le. . r,.,
Varela Ortega 1999). . ~,4er:. {,p.}, 10s~cul?~ A~(u.'t,~~~Y los .p'osesivo~ . antepuestos . . ~>\; : l ' .. ,o>, ¡: < ":~ '."
En la estructura de los compuestos también encontramos reproduci- Centrándonos en los pronombres, dada'úxiaoración coino lo tengo, es
~ ..
das las estructuras sintácticas básicas, aunque bajo una forma propiamente evidente que lo realiza la función de objeto directo del verbo, al igual que
morfológica. Se han descrito tres tipos de compuestos según sus relaciones eso en tengo eso. Pero las semejanzas terminan aquí, pues el pronombre lo,
sintácticas: relación predicado~argumento interno, como en limpiabotas, como clítico que es, posee unos rasgos particulares que lo distinguen sig-
relación núcleo-modificador, como en bocacalle, guardia civil y, por último, nificativamente de las palabras libres' XBo~que 1989, Fernández Soriano
yuxtaposición, como en b/anquiazul, sordomudo. 1993)· . .
Según lo visto, los constituyentes internos de las palabras compues- En primer lugar, los cliticos no pueden aparecer aislados, ni siquie- 'X:·
• • ._-- • • • •• , __ o ,. \
tas y derivadas entablan relaciones de dependencia semejantes a las que se ra como contestación a una pregunta, ,frente a lo que ocurre con las pala-
establecen entre los constituyentes de la oración. Pero, por otro lado, la bras independientes y de modo análogo a lo que ocurre con los morfemas
sintaxis también tiene que tener en cuenta aspectos relacionados con la ligados:
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español .~ .. L La sintaxis
76 77
r (34) a. ¿Quieres carne o pescado? --Carne. Todas estas 'prúeb~s nqs sugi~t~.!1ql!(!.!o.~. ~líticos. sO!l,1lp.._tip9 _e~p.~s:i.~
b. ¿Lo quieres o la quieres? -*Lo. de afijos, similares ' a las marcas fle~va~. ºe1 vC:~º.9,a,unque . coI.J: P9.si~ilidades
c. ,'Vamos o vais? -. - *Mos. - "combiriatorias más amplias que las de un ~gnpl~ ...?J1joverbal. Por ejemplo,
(Datos tomados de Fernández Soriano, 1993: 22). '-lbs dos tipos priridpales d~_l!:~·U~~,.pi::efijosy§~lmos, no pueden alterar esta
condición; sin embargo, los clíticos puedenantepo!lerseo posponerse .al
Además, al igual que los morfemas flexivos, los clíticos no pueden 'Vei6o-{4.P.}: re-hacer nunca seciXa~er-re; pe~o p'od~m~~tener lo hice, junto
formar parte de una coordinación:
-éüIi hacerlo, según el) ipo .4,e flexión verbal. Por todos los mO~~~:>,~_..s.~ñ.:~a-
(35) a Juan trajo el coche y la moto. dos, se habla de lo! clíticos COJ:IlO de afijos sintác-tic'oS14:IJ
' .. , .... __.._...... .. . ..".,;:::.\C,.:.,,/ . ---- .. . . --'- --'" ...............,,',. ~,.-.. ... .., .._...... ., \
b. *Juan 10 y la trajo.
e. *vamos e -is. . t.'
.;..\~ ..,.... :
"
,·r. . ( .·--¡..:.., ·
( . ~. "",,
-, > _ . , !
na: Se + 2 "persona + ¡"persona + )}lersona (Bello 1847, Fernández Ramírez 1951): lengua hablada en el norte de Nigeriayen laS .z~~as colindantes co~ él no
(36) a. Se te ha perdido. Se me he perdido. Se lo encontró. Níger. En esta lengua el carácter largo o breve de las vocales en posición
b. Que te me vas de las manos. final de palabra depende de la categoría y de la función de la palabra (
c. Te 10 daré mañana y no me lo quedaré, siguiente. En español, no se documentan procesos fonosintácticos como
los del hausa, pero ello no implica que no existan ciertos fenómenos sin-
La propiedad de constituir secuencias de clíticos ordenados indepen- tácticos condicionados por aspectos tales como el acento y la entonación.
dientemente de cualquier regla sintáctica y según requisitos específicos Fijémonos, por ejemplo, en una oración como A Juan vi ayer. Si esta ora-
también es más propia de los afijos que de las palabras plenas (4.4.4.}. ción se pronuncia con un tipo especial de acento de carácter contrastivo '
Otra interesante propiedad de los .f!L~()~Lque Jos_ a<;~.~~,a de. nuev.o sobre el objeto Juan, lo que se representa gráficamente mediante el empleo
a tº1L_mor(~m.~L es la de ser capaces de désencadenar proces~s fonológicos de letras mayúsculas: A JUAN vi ayer (y no a Pedro), desarrolla una interpre-
en el verbo al que
se adjuntan. Por ejemplo, la eliminación en el español tación contrastiva de la que carece la oración emitida con una acentuación
estándar de la -el del imperativo de la segunda persona del plural y de la no marcada {7.3·I. y 7.3.2.}.
-s de la primera persona del plural, cuando se une el clítico (senta-d-os, vámo-
s-nos).
Otro fenómeno que apunta en la misma dirección, aunque ahora de ~~s 1.2.3.1. Los incisos
carácter dialectal, consiste en añadir el morfema de plural al conjunto for-
mado por el verbo más el clítico, secuencia que pasa a interpretarse como Aparte de este hecho, existen numerosas estructuras en las que la
una sola palabra: ~e se marchen y márche-se-n, ~e se comporten y compórte-se-n. presencia de pausas o rasgos entonativos especiales actúan como índices de
-:esa Maria Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español . I. La sintaxis
!-
J
un comportami,ento sÜltáctico también peculiar. ~n un enunciadQ....P-ode- :.,! libros sop un buen adorno (tondición) (Datos tom~dos de Álvarez Menéndez
.., 79
mas encontrar *egmentos que aparecen intercálados en medio de la ora- j 1988). Por su parte, tanto los adverbios como las oraciones subordinadas
ción, 'con una ·entonación. ·éspécífica;rpieceiliaos::~~e-· ·.·.ººs:~~A~=·_~~s'3:-~" f adverbiales tienen alcance ,sobre toda la oración, orientándose bien hacia la
dotados de ·moVilid.ad ·p·Osicíón31~Estos-elenieñtos~ co:~en con~l ~~~'l o
expresión de la certeza de la duda: {Probahlemente /segu~amente /ciertamente},
bre de-~§ciS9§:¡¡"Y5'e ·cor!:~~p'g~.(;t~E _ C;9.~ ...c;at.~gór.ías . 4iferentes CÁlvarez,..J_ no vendrá nadie [6.6.2.}, bien hada la manera del decir: {Fran~amente /honesta-
Menéndez 1988, EspinarÍ99I, Fernández FemáD.dez I9-93, Gutiérrez Or- mente}, no creo que.venga nadie [6'7.I.].
dóñez I997a, Fuentes Rodríguez I999): ¡ Una muestra de las pecuiiaridades sintácticas de los incisos la encon-
r contexto y de la situación, la interpretación se caracteriza precisamente cen tel~ciones entre.secUencias, Precisamente el estudio de estas unidades
por 10 contrario: es variable y dependiente del contexto. Las interpretacio- representa uno de los campos en los que el análisis pragmático se ha desa-
nes pueden ser, por tanto, ~uy variadas, pero siempre tienen su origen en rrollado 'más en los últimos años.:Fijémonos en las siguientes' oraciones:
la in,formación ~stica. POLeU(),~nJaJnterpretación, se debe tener en (]8)' a. Hoy ha sido un día nefasto, se me va la leche, me corto al afei-
c';~~ta t;;'to'ercónt~cido lingüístico de un textocom.'éílósfactores exter- tarme, el coche no me arranca y encima ahora el jefe me echa la
nos que nos dan davespar¡;¡ su comprensión fuial. , bronca'a nú.
La distinción entre significado e interpretación. está en la base de b. Yo. venía a pacificar los ánimos, pero aquí me he encontrado con
una distinción que establece la frontera entre dos disciplinas: semántica y una batalla campal y yo no me pienso callar.
pragmática. La semántica (u.l.} se ocupa del significado lingüístico. La c. Recordó que la. sustitUción de candidatos está establecida en la
-investigación semántica se centra, en cOnSecueñcfi,"eü"lós--asped'oS"'de Ley ,Electoral y, en'consecuencia, es legal. (Dato oral.)
significado que regulan la combinación entre las piezas léxicas dentro de d. Entonces, si todo está decidido y no hay ningún problema más,
una unidad mayor. La pragmática, por su parteJ.sfu-di!'1!Jg'@!Er~~ª~iQ.n."" pasaré a verte a las cuatro.
por lo' 'queno sólo debe tene~ en cuenta toda la iñtórinación procedente
de la descodificación lingüística, sino también todo aquello relativo al Como se podrá advertir, la re1a0n ló~ca. que se establece entre dos
contexto y a la situación en que se Pt:Q,g\l<::e..e ip.terpreta un texto (Escan- oraciones dentro de un texto resulta clara siempre que aparezca como
dell 2éíO'4):"Eñ-~~ch~~' ~entidos;Iápragmática constitUye él estUdio del enlace entre las dos secuencias una expresión especializada en conectar
¡,~:~:~::~~~~~~~ l~e~~:t:;;~~:~a~:~i1~¡i~~~~~~~;~{~:"-'X
oraciones y que llamamos «conectores», «marcadores del discurso» o «enla-
cuando dec~os ha-a"-calor y alguien abre una ventana, no deja de ser sor-
...
ces extraoracionales» (Fuentes Rodríguez 1987a y 1995, Martín Zorraquino
y Portolés 1999, Montolio 200I).
prendente dicha reacción, puesto que nada de lo que hemos dicho significa Los conectores tienen como misión la de establecer conexiones entre
'ventana' o 'abrir', ni siquiera la forma de la oración es la de una orden o las oraciones que enlazan. Los conectorés poseen; por tanto, 'una función
mandato y, a pesar de todo ello, alguien ha cumplido seguramente nuestro dentro de la construcción y organización textual. El significado de estas
deseo al pronunci.u esas palabras: abrir la ventana. unidades constituye una especie de instrucción que se da al interlocutor
sobre la manera de interpretar las informaciones que se exponen en el
enunciado. Este tipo de instrucCi6n o guía varía según el tipo de conector
Los enlaces oracionales que tengamos. El conector encima, junto con asimismo, igualmente, por una
parte, por otra, de ,igual modo, de igual manera, de igual forma, tiene como fun-
Para llegar a comprender lo que leemos y oímos y también para ción la de señalar que va a introducirse más información sobre una misma , I
hacer que nuestros mensajes sean interpretables partimos siempre de nues- cuestión; por este motivo, a todos estos conectores se les conoce con el
tros conocimientos previos de la situación o del tema del discurso. Pero nombre de «conectores aditivos». Los conectores pero, aunque, a pesar de'
también buscamos ayuda en la forma y la estructura lingüística. La lengua (que), sin embargo, no obstante, con todo, en cambio, por el contrario, de todas for-
dispone de elementos que actúan como guías para interpretar y relacionar mas, etc. se denominan «conectores contraargum.e!1~atiyosll, pues tienden a
todo aquello que leemos u oímos. Estas formas o enlaces, llamados «enlaces)(' anular la relevancia de la información que les sigue, minimizándola o can-
de cohesión», pueden ser desde pronombres personales hasta sinónimos, celándola, para presentar una conclusión de carácter opuesto. Conectores
pasando por la proforma verbal h«er/o. Todos estos elementos se suceden de la clase de en consecuencia, por (lo) tanto, por ese motivo, causa o razón, así
en un texto para referirse a una misma realidad y nombrarla varias veces. pues, por consiguiente, pues, de manera que, etc. son conectores de carácter
Uno de los medios más importantes de enlace oracional es el uso de expre- «consecutivo», pues señalan que el contenido que introducen constituye
siones del tipo de encima, pero, en consecuencia, sin embargo, etc. que estable- una consecuencia derivada de la información que les precede y que funcio-
resa Maria Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español
, 1.' La sintaxis
na como causa desencadenante. Por último ,por lo tanto, entonces, as{pues, por cación,.'pues· facilitan' la 'relac;:i6n entre, oraciones y la int~rpretación por
consiguiente, etc. son «conectores causales», ya que introducen oraciones que , parte del oyente. ... . , ,
se present311 como causa que produce el efecto que sigue.
,_ Por tanto, no es descabellado· pensar que nos hallamos ante una clase
Desde un punto de vista sintáctico, los conectores tienen un análisis I dé palabras con unas características propias y que establecen unos vínculos
bien delimitado. Categorialmente, pueden ser desde SSPP hasta estructu- ;/ \, sintácticos y semánticos muy precisos con la oración. Por ello, los conec-
ras con formas verbales y adverbios., Así, si los clasificamos según este tores merecen ser estudiados desde un enfoque sintáctico y en relación
criterio, los ,conectores parentéti~p~, se agrup~ en,~SS':p'~: afin de cuentas, en c'on otros fenómenos de características siIni1ares, aunque no idénticas, y
cualquier caso, .de todos modos; (fe alguna manera; 19Cücion:~s prepositivas: sin que también actúan en el margeI;l preverbal de la oración como incisos: me
embargo, no obstante, por cierto, por consiguiente; estructuras que contienen refiero a los adverbios del.tipo de Sinceramente, no te soporto más; Honestamen-
formas verbales: o sea, es decir, esto es, digamos, que diga, yo qué sé; adverbios te, creo que tendríamos que escribirlo de nuevo {6.7.}.
con dominio oracional: consiguientemente, consecuentemente, además y adjeti-
vos: bueno, mejor (Martín Zorraquino y Portolés 1999).
Podríamos pensar, a la luz de los hechos comentados, que los conec-
tores constituyen una clase het~rogénea, como indican algunos autores. Sin ~Ejercicios
embargo, la sensación de heterogeneidad es aparente, pues todos los elemen-
tos señalados comparten unas mismas características básicas (Cuenca lOOI): 1; Fíjese en las siguientes oraciones:
posibilidad de concurrencia con conjunciones, movilidad posicional, invaria-
, '
bilidad, ausencia de significado composicional y carácter parentético: (a) Pepita fue estupenda el día de la hada.
(b) flepita fue estupendamente el día (le la boda.
(39) 'a. Pues ha marcado goles, J por cierto, goles muy bonitos. , (c) Pepita fue andando el día de la bci'da.
\
,,'
b. Juan está a punto de llegar, por lo tanto, prepara un plato más.
Las piezas lé:x:i.cas estupenda, estupendamente y andando poseen en estas
Los conectores pueden aparecer como aposición de conjunciones de oraciones la misma distribución, ¿diría por ello que pertenecen a la misma
diferente tipó,predsando su sigIlHicadci -.:;.da:to de'<39a)-. Tienden a si- categoría gramatical? ¿Qué criterios utilizaría para identificar las diferentes
túarse en posición inicial o detrás de la c011junción, aunque algunos tam- piezas que aparecen en las oraciones propuestas? Analice en concreto la
bién pueden insertarse en posición intermedia, como sin eméarg~,e~ [ambio, validez del criterio morfológico y de las pautas sintácticas, tales como el
por otro lado, por lo tant!) -dato de (39b)-, casi siempre separados de la ser predicado o argumento, el seleccionar a sus propios argumentos o el
estructura oracional por pausas. Por otra parte, se encuentran plenamente tener contenido léxico o funcional.
lexicalizados, por lo que, en el caso de provenir de formas susceptibles de
variación flexiva, quedan invariables en su uso como conectores. Así, el z. Las oraciones recogidas en (a) y (b) son ambiguas. Indique la
conector POI" áerto no 'alterna con por verdadero o en cierto, ni adinite plural causa de dicha ambigüedad y proponga una segmentación en constituyen-
o variación de género: *por ciertos, *por derta. 'En muchos casos, los elemen- tes de las dos lecturas que permiten. Su análisis puede ser mediante cor-
tos que actúan como conectores poseen la misma forma que otro sintagma chetes, como el que se propone en la sección {I.I.l.}, ejemplo (5):
de la lengua dotado de significado composicional. Este es el caso, por
(a) El dolor de muelas del burro de Juan.
ejemplo, de encima y de ahí, que poseen valor espacial como complementos
(b) Veo a Luis perfectamente.
circunstanciales, pero que, en su papel como conectores consecutivos y
aditivos, respectivamente, poseen un valor totalmente diferente al locativo Vuelva a revisar este ejercicio tras leer las secciones {l-4-}; dedicada
originario. Por último, a veces se dice que los conecto~es pueden eliminar- a los complementos nominales del nombre, y [3.6.}, donde se trata de los
se, pero, 10 cierto es que son elementos imprescindibles en toda comuni- predicativos.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español lo La 'sintaxis
85
r 3. Dados los dos sintagmas siguientes, indique si admiten la misma del espáñol se desplaia h~sta. elespecificadbr del ST para'"concordar con
segmentación en constituyentes. Si no es así, explique la razón y realice las y
. los rasgos Jlexivos del nudo T recibir su marca de caso nomin?-tivo. Este.
segmentaciones adecuadas, Para completar este ejercicio puede ser de gran movimiento se produce. desde el SV, proyección bajo la cual el argumento
ayuda la lectura de la sección {2.4.}: sujeto es identificado semánticamente f3.Z.I.3.}. Para reflejar este hecho en
(a) La respuesta de los alunlnos de Luis. la posición base del sujeto se deja una huella [z.I.4.}.
(b) La respuesta de los alumnos a Luis.
7. En las siguientes oraciones distinga entre predicados, argumen-
4. mxiste ambigüedad estructural en la oración de (a)? Si es así, tos y adjuntos. En el caso de los predicados indique además su estructura
¿dicha ambigüedad se mantiene en la oración de (b)?, ¿por qué? Justifique argumental:
y razone todas sus respuestas y proponga una segmentación en constitu- (a). Juan es muy inteligente.
yentes que dé cuenta de la ambigüedad de la oración de (a): (b) Posiblemente, Luis llegará tarde.
(a) El conductor del tren de Talavera. (e) Juan nos contó detalladamente lo sucedido.
(b) El conductor de Talavera del tren de las 4:30. (d) No recordé recoger los paquetes de la casa de Pedro.
~
h(sujeto) V'
~
recibió SN
muchas felicitaciones
87
i y los conceptos, que nos ofrece la semántica. ·Por este motivo, todo estudiante de sintaxis
'"
debe coriocer y manejar los principales instrumentos de análisis semántico. El mejor medio X
, puede ser comenzar por leer el libro de Escandell (lOO4-), dedicado a la semántica .com-
posicional. Este no es sólo un trabajo que nos introduce en !.as diferentes vCr1;ientes del
análisis semántico basado en la oracion, sino que, además, tiene la .virtud de presentar los
ténninos semánticos que forman ya parte de cualquier análisis sintáctico: predicado, argu-
mento, cuantificador, variable, etc. Además, también sitúa los estudios semánticos en
relación con la pragmática. ,'
Sobre las colocaciones, en estos momentos disponemos de un diccionario combina-
torio del español de base semántica, que describe pormenorizadamente la forma en que
una serie de verbos, adjetivos, adverbios y preposiciones seleccionan sus argumentos:
Bosque (7.004).
Para una visión breve de la interesante relación entre sintaxis y morfología, remito
al estudio de Varela Ortega (1999). Los clíticos son un buen ejemplo de categoría que se
sitúa entre la sintaxis y la morfología. Bosque (1989) también nos ofrece su punto de vista
La mejor obra para darse cuenta sobre estos elementos. Para un análisis de los clíticos como afijos de.concordancia, reInito
finición de las principales clases de a Femández Soriano (1993). Este libro es una recopilación de diversos artículos, que inclu-
problema nada fácil de resolver es, sin ye, además, un estado de la cuestión en el que su autora se plantea, desde una visión actual,
un estudio exhaustivo y lleno de OClortul:105 co:me:ntiUl'JS el análisis de los cüticos como categorías con rasgos de concordancia.
( clases de categorías gramaticales Sobre los incisos se pueden consultar el libro de Álvarez Menéndez (I988) y, dentro
capítulos de que consta la obra del trabajo de Gutiérrez Ordóñez (r997a), su artículo dedicado a la función incidental.
vínculos existentes entre nomtlre;~'"'ii! Sobre conectores, puede consultarse el libro de Montolío (lOOI). Una interesante
preposiciones y nombres, introducción al problema categorial de los conectores nos la ofrece Cuenca (zoor).
Para las pruebas
ción pueden consultarse
(Z002) y el de Radford (I988),
destaco
con traducción al español.
...
La teoría gramatical se serie de conceptos que,
como se verá a lo largo del para definir y explicar
mejor las relaciones sintácticas. tanto, familiarizarse
con ellos o, al menos, no tenerles ser útil la lectura de
Demonte (1989), especialmente de la sección p. del capítulo quinto
donde se habla de la noción de mando-c y rección. También es útil
la sección 2.2. del capítulo segundo del mismo libro, dedicada a la
teoría de la X-con barra. El libro de Carnie (2002) es de gran ayuda
al que se adentra por primera vez en estos conceptos. Además, d
autor dedica el capítulo sexto al estudio de las categorías léxicas y
funcionales y el capítulo quinto a la explicación de los rudimentos
básicos de la Teoría de la X-con barra.
Sobre la trascendencia del caso en la sintaxis actual se pueden
consultar los trabajos de Chomsky (1995) y (1998) -el primero de
ellos está traducido al español-o Los principios de asignación de
caso aparecen también resumidos en Webelhuth (I996).
La teoría gramatical ha avanzado y avanza rápidamente. Todo
aquel interesado en las últimas propuestas teóricas encuadradas en el
marco minimista puede consultar, aparte de Chomky (1995), el libro
de Radford (I997), el resumen que se expone en el capítulo I2 de
Carnie (lOOl) y, más recientemente, el trabajo de Fernández Soriano
y Eguren (2004). La propuesta minimista acerca de los mecanismos
que determinan la unión de las categorías graml~a~~t~ic~!al~:e~~sJl~~9~i1W~@f~.!¡{¿!!ii;""·
constituyentes mayores se puede consultar en ( , ,
Como se ha dicho en este capítulo y especialmente en sec-
06 ción 1.2.1., la sintaxis actual se apoya en gran medida en los avances
.i..
11 " .. ' i,
El
\.
( .
\..
.\
capítulo el objeto de estudio versará
Dn)DJ.~uaales y constituyentes del SN. Empe-
an:~~tando r1"~.r1~t-;r·~~ de la posición del determi-
nant.~,·fjirójrm.alInente e[c·'cl(:m.:nt:o que encabeza una expresión
los aspectos que centren mi in-
la p de de-
92
"
95
La propuesta de que existe una proyección máxima encabezada por versos complement<;>s del nomb.r.~.{2,,4.1 cººsi~te ,en añacfu'~ont,e.n.:id<>. léxi-
un núcleo funcional determinante permite, además" dar cuenta de una serie .co al nombre, especificánd~10,f;~ determinante le asi~ re€erencia;li través
de fenómenos. Por ejemplo, pensemos en la diferencia existente entre las de la siroacjón espacio-temporar o' delimita su número por~io de la
expresiones con y sin determinante: Juan es el director y Juan es director. , cuantificación.
, Mientras que en la P!~~~.E.~~f..!én estamos re~ando una .identificac.ión f:? A continuación revisaré dos de los argumentos que se utilizan para
( entre los dos miembros de la estructura~9.E.....~~_lYJ,:_.~tp):'edicado nonun!l " demostrar que ~ determinante en~~~~at~~~_~~~?~~: ~
y. el sujeto; en la segunda, por el contrario, estamos in~luyendo al sujeto
dentro &' una ~_~~~il@~~~...P_<?:__~~..•~~E.~. Esto es posihle porque ~ . . ---.-- -_a,.. ._______"""-_.·. .
elisión del núcleo nominal [z.I.z.} y la ausencia del determinante {2.I.3.}.
-----~_
•
Teresa María Rodríguez RamaIle I Manual de Sintaxis del Espaiíol II . El sintagma nominal
l( 97
r i :1 d~~erminan~e sin rllSgos formal~s, co~o cad,:, nunca pe~t.e un ,n()x:nb. re EL.artículo deterInÍilado .es un' cUtico {I.2.2. y 4+}, por lo qué
y'
'1 vací(): "Ayer me encontrl con los jugadores bajos dél equipo y hoy háblé con cada - precisa"de-1ina categoría' Cié la 'que'" reCibi! su ace.nto. En' ausencia del ('
, alió: En concreto, el rasgo morfológico crucial para identificar al nombre nombre, debe aparecer ,algún otro' tipo dé- e1~mento en el que poder
vacío parece ser el rilimero; segÓn
Eguren (1989). A esta restricCi6n mor": I
apoyarse acentualmente: ,bien un adjetivo especificativo bien un SP pre-
tologtcaledebemos'urur"'una restricción de tipo estructural. ferentemente encabezado por la preposición de. Este requisito no es
Toda categoría vacía no s610 tiene que 'tener rasgos formales que I ,necesario en el cas,o de los <!~J~~~~~~~()nic:os, como, por ejemplo, los
permitan al hablante recuperar su contenido, sino que debe ubicarse en demostrativos, susceptibles de aparecer
15fen"'con un complemento ~ato
una posición estructural determinada, siempre bajo el dominio de otra de (4C)- bien sin él -dato de (4d)- en su valor pronominal.
categoría. Dentr?}t~J.~h.J.P9J. .~~u~t:A!:!fte,!J,d,daJ:p.s.t~~~~~ ,~~_ .~§'!E:~~ -
D.e~erminante, el núcleo determinante actúa como un elemento que mañ.:: ' ,
da..:,' ·y"'ngttla posición de núcleo nominal, pues, según la definición de ./
rección [x.I.3.4.}, es capaz de dominar a dicho núcleo y no e:x:lste ninguna ~2.I.3- Lo_~ __!!.º~º!~~ ,~j.n
otra categoría sintagmática entre el núcleo determinante y el núcleo nomi- , determinante: clases, contextos
• ' "'"'"h. . • ". " • ~ •.. .... __ "" . ." '",.. . . •
nal vacío:
e lnterpretaclon
(3) {SDet {Det' el {SN [N' cv } rojo }}}
Llama la atención el hecho de que ~~s_posesivos, a pesar ¡de tener va- '~ A pesar de que acabo de decir que los nombres para ser argumentos F
riación de género y de número, nunca puedan aparecer con un nombre > requierlC.n la presencia de un determinante, existen casos en los que pode- .
vacío: "'Aquellos son vuestros libros viejos y estos nuestros - nue'VOS. La razón hay,¡"r mas, encontrar en posiciones argumentales nombres sin determinante. La
que buscarla en la estructura. Los posesivos son unos determinantes espe- ",;; posibilidad de elidir -ercreténñilianfé está 'testiúigidaen esp~ol por diver- ,
{
I~ ciales, pues a la vez que asi~an-iéfeée~'Cia"a un nombre, poseen contenido )' sos factores: in~~rpretativos, sintácticos, pragmáticos. Aquí me centraré en
f I s~mánti<;2 qU~!~~J)ermite"aes~;fi;- ~'fuñci'Ó~-dentro 'd~Tsr;r~~~típi~'
• •
los dos primeros- factores, vaJorarido dos aspectos: clases de nom.b.res que
, ~,~ los poseedorés:"Siicoche, pero también pueden ser los agentesolos pueden. aparecer sin determinante y contextos ,sintáct,icos en los que se
temaS de una acción: Su foto Oa foto que hizo el fotógrafo, la foto de María, doc~enta estll posibilidad {U.J.I.}e interpretación {Z.I.p.},
etc.). Por este motivo, es posible, como postula Abney (¡987), que l?s jl<>.se.~
/
sivos no sean auténticos determinantes, sino, más bien, especiflcadoreS'(fe' "
la proye~ciórjSl)et. {Reiilit~ a la se~ción :ú.6. para 'la justificaci6iJ. de este MW~2.I.3-I. Tipos de nombres que
proceso.} En es-te
caso, la posiCión de núcleo Det estaría también vacía, con aparecen sin determinante
\"
(
10 que no se podrían recuperar los rasgos morfológicos del nombre vacío.
Un último factor que interviene en la elipsis nominal tiene que ver y sus contextos sintácticos
,-' con los complementos que acompañan al nombre vaCÍo. ElaI'!~9l.l2A.~~e~
,;~a~onunca puede aparecer con un nombre vacío en ausencia de S()I~-
I Conviene empezar por delimitar los diversos contextos en los que
.' ¡ plementos: ' podemos encontrar claSes concretas de nombres sin determinante. (Segui-
.L ~"'..:. .... _ _ --.~~" .0-"
-:'eresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español j II. El sintagma nominal
( 8 99
B) ~~~o el. ~9~~re ..e.~º->~.~~.tv.e.~.bo. pu~de usarse sin determi- (7) . a,. Juan dio·lástiniaja todos.
nante en ClrcunstancIas dIversas. E~ p.n.~e.!l~gar, sIempre que dicho nom- b.. El gato-oos 'dio·:lástima..x
.,?.:.~ pertenezca a la <;l~=,~~ _1'?s...~?.~~~~!~~,·.o,_E~E.~~n!::.~s!. por ejeñ:;:p-io,
°
nombres de masa abstractos: Bebo agua, ~iero carne, He comprado jabón, ;" .. Ú nkamente en lós ejémplos de (6) tenemos un verbo de transferen-
1\ da que selecciona ~ sus tres argumentos: sujeto, objeto diiecto e indirecto;
Sufrir privaciones, Sentir miedo, Tener inteligencia, Pasar vergüenza {z.p.}. Si el
en este caso, sabemos que el sujeto tetnático de dar tiende a ser una
(
~~1~;;i~~i]~.;.!€~.:~:{· téec:o~:~¿!~~~a~o1~~;;:l~~g;~-:~7;;'~~ot~" entidad humana, 'capaz de ser eI"origen o agente del proceso de transferen-
cia. Por este ·motivo la oració¿-d-e '(6b) es"agramacl¿áCEíiiós eíemp¡~~ 'de
pramos lámpara; Cogí flores, pero no •Cogí flor.
Mucho se ha discutido sobre la posible relación entre los nombres (7): por el c~ntr.ario, nos encontramos con ~...~é9 ligero~~~~~
contables en plural y los no contables en singular {l.3.1.]. Para Laca(I999), \ ~~c! predi~tlV:l; ~~:!!t~~b~~ lásti""!.. En este illtimo caso, el sujeto sí
el plural de un nombre discontinuo o contable puede denotar la clase de '.' , puéae ser un nombre no liumano, seleccionado por la nueva unidad dar
individuos que verifican Una propiedad, del mismo modo que un nombre . lástima -ejemplo de (7b)-.
continuo como agua denota la clase de porciones o muestras de materia E?algu~()~ ejemplos,. la ~.ó~,,~~IIlá.n.tic~ e~tre .. e!.:v~~~o.1:ig~ro_·Le.~ ,
nombre sin determinante se hace aún más evidente al conformar una frase l'
f .
\ .
que clasificamos como agua. No obstante, como apunta Bosque (I996):en
el cas~~~.los nombres .abstractos, no es po~i.~~~.adn,lltir. que estén intei-a':: ;
tiec1ii-ó-estni~~a
-~--..._ ,.,:¡::¡~idio~tic~: 'eñTa-q~~-~rsr";-'~~d~~4é'4'
.........._ ••• ,~ ~_
...- -.... - . .......... .
(ó~~ció~-;;
••••••.•. _ - _ .••• __ .,... • • _ , -,... .. .• - ....... .,...., . . . ......................... - ',, -.
i
•
dos por pór:ciones;' pues' "forfuáti"üñ' é6ñdñuo. . . ..., . .' . . e~ CO~~?~~<:i..?~: h~o!a, !aJ!!:. !.~,probar¡Onu_M, ver~u.1'!..40·(Datos i:o~~:/
mados de Mendívil, ~.J.2: 21 5). .--. __.~ ._ ,,".--
---"' i~<?~iJ5W(I~fª~"no"lleYardet'ei-ñriruiñ:re aparc:ce .unida en muchas
ocas~nes al t~? de verbo. Por ejemplo, fijémonos en l~s ~;s;i~iente~: Existenoi:-;;~eje~plos en los que el verbo y el objeto sin determi-\
"- ..... ~ -'--- '- .' nanteparecen también conformar una unidad léxica -y posiblemente tam-
(5) a. T~lt~!' {envidia lmiedo ¡calor {razón Iprisa /calma}. bién sintáctica-. En las oraciones: Maria sjl!!!!P!! usa Imtil/as, Este tTlzpresa1"Ío
b. l?~. {susto /pena /sueño /lástima /ejemplo Iforma}. c~ye polígonos industria/u, David vestía !!!!!..
ropa de marca, verbo y objeto ?
c. H..!S~ {fuego /testamento /gracia Ifrío /cola /memoria ¡sangre}. denotan un hábito, costumbre o tendencia que sirve para caracterizar al •
d. P01?:.~!. {atención /interés}. sujeto. Como característica
_ ..._-_ sintáctica
..__ ._...._._ .....• •_....... __ •.__ •. -:'::'más
i..... relevante de estas. -..oraciones
__ ......"-' ._.,-,
_~_.
se
-,._._-_.-
(Datos tomados de Lapesa, 1975b, Bosque, 1996: 47 y Mendívil, 1999: puede citar el empleo del presente o y,del imperfecto, así como deci~rtos
21 5).
~'Verbfos 1~.~ ~~:~~~~. ~_~·c::i~~,~~.;~réc;~s6s q~e f~~orec~ii~Eí"~ÚrP~;t~ci~~
h~Eltuiíde la activlaao oenotada por el pr~~c:ldo. La lectura caractenzado-
V ~!!?.?~.~~~()t~"-,. 4.a:., k,!cer.YPon er, en. losejeJllplQ~citados, posee~ ra del sujeto se observa mu~ t>!en en contrastes coq¡.o 19.s recogidos en (8):
':..~.5?_l!:~~~~o semántico~o. En tales casos, la interpretación queasig-' Ir rl ·ll\~tl .. :.t.!.I:t~,¿ ! ¡ ·1 ~ ," . ..1 .'".. ~~~. < : J
namos a todi1il'estruc't ura depende básicamente a~l cOnt~·ñ1do-def.ñoiiibre (8) a. Luis usa las gafas pari leer. U.\; :,',/:' )~.,.,:.{" ) ~~ Ah.l•..., ..-t:.ra/· . I
r C) Como término de preposición, el sustantivo común puede ir sin es que ,~l Jio~bre sin ,determinante aparezca acompañadop'?r un adjetivo (_..
determinante, siempre que no se refiera a realidades individuales dadas; modific~d§.r
....._~'
'o UiclusO por'
,'_.... .. _._otro
...
nombre
',.. coorcl.iIi:iíclo"mguren
~ .. , .....
" ~
1989>": ,.
por ejemplo, en indicaciones generales de lugar, ti~lllPo, causa, modo, fm (19) a. Manifestantes enfurecidos volcaron contenedores en la vía pública,
o calidad: de día,' di noche, ' en 7nvterno;¡n"verano;-de coraz'Oñ,7fe"Duenao 'mala b. Sindicalistas y estudiantes se concentraron hoy ante las puertas
gana, apto para niños, morir de hambre, no le pueden mirar de vergüenza, por del ministerio.
miedo, por costumbre, por rutina. Las indicaciones específicas llevan actuali~~ c. '??Manifestantes abuchearon al presidente.
dor: Murieron del hambre que pasaron en el camino, foliíZo por !ti coStumbre
.adquirida (Datos tomados de Lapesa 1975b). La modificación contribuye a la referencialización de un SN, allimi-
L.9.LS2,mpl~IEentQ§.9.~_e.de~~~~ P:~~,~ti,i~~nto.~ .~tl11~e,nt9 pl,leQ~'YV tar la extensión del referente nominal. No es tan obvio, en cambio, por
aparecer sin determinante: bordado a mano, coser a máquina, con martillo, con qué la coordinación mejora ostensiblemente la oI-aéfóñ:.. de (Iob). .
piñceí~'ségíili"':eos~e·(i9·96: 50), en estoscasos'estamos"áite estructuras en '",. Aparte de'estos datos, los sujetos pospuestos de yerbos que indican.
las que 1á preposición y el ~ol?~re~~" .determinante,s~ ~~mp~rtan conjun- ~.
'l!
, existencia, presenda, ausencia, c-omienzo,'fm, náciffiiento, crecimiento,
tamenteComounadverhio de instrunieiito~ 'Afgo similar ocÜri-¿'cuandó
t"eñ~;~~T~pre'~s'i~i6~i~~_L~~~~ii..~~,,~~~~!~,C,!~,~:~!.:~~~~,~~~::~e~~~ ~o.!!.
astucia; estas fórm. as equivalen a adverbios de manera. .
r\
!, / apariencia o movimiento dirigido hacia una dirección concreta, permiten •
la ausencia de determinante b.2.2.I.}: .¿i f:.·:';¿::: (',¡'ié,' S{},ii" .tu >'" ".
(H) a. Entra frío por la ventana (vs. *FrÍo' entra por la ventana).
-'·-·-Las"l~~ª-2!!.~;_~~t?~k.~~e~ tambié~' ~~ co~truyeñ sin determinante: b. Ayer llegaron noticias sobre su estado de salud (vs. *Noticias
en ":az!!!., ti ~~s1.as, de pi~.de cara, en broma, de verdad, en efecto, en consecuencia, llegaron).
en resumidas cuentas, a grandes rasgos, de punta en blanco, a ojos vistas, etc. ...De manera paralela, también es posible la ausencia de determinante
Dentro de los complementos nominales, los llamados c~ementos 'y
de materia: chaleco de lana, figura de marfil, engastado en plata; así como los en estructuras pasivas reflejas con sujeto pospuesto y en las pasivas peri-
grupos nominales de clase: coche de bomberos, vestido de fiesta [2..4.2.3.}, tien- frástic~:
den a construirse sin determinante. En ambos casos, el nombre que apa- (12) a. Se venden libros.
rece como término de la preposición tiende a conformar una unidad con b. Fue otorgado indulto general.
el nombre.
l.
'.1'
'. do selecciona propiedades (De tales padres, sólo podía nacer torero) o en estruc- clase de objetos ycoi1fo~ma ~on el verbo de actividad un 'predicad~~?_~.
turas caracterizadoras (Juan COnstruyf casas, Luis fuma puros). pIejo de._~~aqe~a~i6,n, con un valor semántico simil~ al del sintagma
Los autores que han analizado las propiedades sintácticas y semánti- JüañéSfomadqr de puros, y una. oraCión como la de (i3c), J~ abora mismo
cas de los r;.~~L~.~,get,~rpEnante qu~_terp~_':,~o~~_P.E~_~,C.llPos estd revisando exámenes, enmarcada en unas coordenadas temporales con-
(entre otros, Masullo 1996 y Mendívil 1999) comparten la idea de que tales cretas y en la que el nombre recibe su papel temático del verbo y se
nombres se le,gitiman de Ip,anera muy diferente a-ios·í'iomores'aigUffieñi:áles, : . refiere a un grupo inespecífico de objetos pertenecientes a la clase de los
pUe-s;entre· ~tras ~~sas, ~. ~~ 'sero~~m~~~~, ;'¡oreti1:ie;':'~ p~peft~iñátíéo i '.' exámenes. Esta mención a la parte se hace evidente cuando comparamos
ni caso, Según afirma Moreno Cabrera (1991), ~ern·ómb¡,-episiiilo:rmar una'~' la interpretación de un nombre sin determinante con la que puede re-
,,- unid~d sintagmática con el verbo y sigue conservando su autonomía morfo- cibir un nombre con artículo defmido o indefinido:
lógica, aunque pierde las características sintácticas típicas de su antigua fun- (14) a. Recogimos las flechas que disparan los arqueros.
( ción de objeto" (Moreno Cabrera 1991: 494). Con otras palabras, el nom_~re
, b. Recogimos flechas ·que disparan los arqueros.
, sin d~terminante se integra en el verbo c:.0It;1p. ~":rte 4c: ~ RI:~!ii~l!c:!?~_verbal.
\ ,. .'. r O'
c. Recogimos una flecha que dispararon los arqueros.
,.. El resu1tad~ 'es- üil' pieruCa.(fó'·complejó" que seleccioná conjuntamente~~s
~
(Datos basados en López Díaz 1995).
argumentos. En el caso de las uniones formadas por un ve.r~C?M~ero más el
( nombJI! ,~.s9J,~,~o, es el nombre sin determinante el que posetd3:car:ga-semán- Cada realización del núcleo determinante desarrolla un valor distin-
, tica del nuevo predicado complejo, mientras que el verbo conserva su rasgo to. Con el artículo determinado nos referimos a la totalidad de los objetos,
categorial (Masullo 1996). En algunos casos, este proceso de unión o incor- con el nombre sin determinante a una parte de estos, mientras que con el
( poración sintáctica se refleja morfológicamente en la creación de una pala- artículo indefinido expresamos un elemento cualquiera dentro de la clase
( bra que hereda el valor semántico del nombre, pero conserva la categoría del denotada por el nombre. ,
, verbo: hacer mención-mencionar, poner en orden-ordenar, hacer colección-coleccionar, Si aceptamos que hay nombres sin determinante susceptibles de de-
\
poner a prueha-pr,obar. tomar nota-anotar, tomarparte-participar, tomar represalias-./ signar entidades que existen en la realidad y no propiedades o clases, enton-
( .
~;,. repre!aliar, etc. (Masullo 1996, Mendivil 1999). ces, hay que suponer que tales nombres disponen d~~_Eosició.!l~<:1.~.o~c:t~!'.
t Pero no t040s los pom~res sin Q.c;.!,e~~5:..Pos_e..~!:o~~~~.~~e_ !l.EI !fiÍIlante, !~.. ~~~~~~.i.9,~f.q~1~~Op~ro" c9t1."V~~f:~~i9.~, q~~!~J?:.~t~
actuar como .!1'8ºm~:g.tQu:ieL.Y.erbo. Esta es la línea de explicación que han
'(,.
referencial y predicativa. Existen contextos que favorecen una interpreta-
;C ción en la q~~-~f~~;;'b;~ s~8:~~~~ante actúa comoo_~e~o capaz i seguido autores como EgUren (1989) y Cantreras (1996). Como prueba de la
, de denotar un grupo de objetos pertenecientes a una clase: existencia de esta posición, se citan los datos que nos proporcionan verbos
\i
,.. \ como a...~'!...'!.~~~, adoT.'!!, '!!!E!:, ~!.~.flqr., en:.tf!!ta.r;, de§.i..A.9s' por denot~~~~9~
1
"
(
d. Dame queso. (15) a. Aborrezco {*carne /*algo de carne l1a carne}.
/" b. Adoro {*café I*algo de café lel café}.
( En estas oraciones suponemos la existencia de unos barcos, de unas
revistas, de unos exámenes y de un queso que se integran dentro de una En efecto, estos verbos se caracterizan por denotar estados no limi-
clase más general. En ejemplos como estos e~r~__~j!l.detC::.E.P..i.!.!~E.~.e_ .. tados temporal ni espacialmente. Su sujeto, además, no tiene las propieda-
~~_~:":'_':.~~.p',~~.?~_.!9.~...C!'!?j:!~~. CJ.u~,, ~~egr~. una " cl~e·:dando lugar a i
¡
des del agente que realiza la acción, sino más ,bien se presenta como el
,/ una lectura existencial e inespecífica, denominada .parti-genérica» (Laca l· sujeto que siente o p'adece una determinada sensación o estado. Estos
oo' I9991;Convieñenotar las-Cfiteiéñéfas que existen entTe"iiiiióriCiÓif='¿ bn hechos: ausencia de acción, de mención espacio-temporal y de agentividad
I~ctura habitual como Juan fuma puros, en la que el nombre alude a una favorecen el carácter genérico de los obj~tos. Por ello, este tipo de verbos
---- 7-;:-.·
Teresa M;atia Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma. nominal
IOS
r 1\
tiende a. seleccionar objetos que. denotan clases y no entidades existentes. se sitú.¡1. el no'mbre·escueto. Como núcleos, rigen la posición de determinan~ .
El hechc;-ae <¡üe los nombres sin determinante no puedan ser argumentos' te situada bien en el objeto dilecto bien en el término preposicional,' pues el
seleccionados por tales predicados sugiere que dichos nombres no son verbo y la preposición mandan-c a Sus complementos respectivos y no existe
capaces de denotar clases o tipos. El único argumento capaz de satisfacer n:irtguna proyección sintagmática entre el núcleo rector y el OD o el com-
las exigencias de los verbos aborrecer y adorar es el nombre encabezado por plemento preposicional {I.I.3.4.}. Estas ideas aparecen representadas en la
el determinante defInido, tal y como explicaré en la sección {z.2.8.I.}. estructura básica de una oración como Veo harcos:
(¡6) [sv {v Veo {SD« [Dc' CV [SN barcos}}]}}
En español antiguo existía una construcción partitiva heredera del
latín vulgar, formada mediante la unión de la preposición de y del artículo En (16), el núcleo verbal domina inmediatamente y selecciona la
definido el: Comimos del pan. Esta misma construcción se documenta en posición ocupada por la 'categoría vacía que representa al determinante.
la actualidad en otras lenguas romances, como el italiano: Gianni hd
mangiato del pane (eG. ha comido pan~ y el francés: Marie mange du pan Un sujeto posverbal también cumple esto~ mismos requisitos, pues
('M. come pan'). En ambas lenguas, el artículo partitivo se emplea para los verbos que documentan sujetos posverbales sin determinante se carac-
designar una parte indeterminada de los miembros de la clase denotada terizan por seleccionar un argumento sujeto, semántica y posicionalmente
por el nombre al que acompaña En el español moderno, la construcción similar~iiiin objeto directo, por lo que ocupa la posición de complemento
partitiva se conserva realizada mediante el nombre sin determinante, derver¡;o~-Aquí se encuentra dominado y seleccionado semá..'l.ticamente
como se puede apreciar por la traducción de las oraciones del italiano y por el núcleo verbal. {En la sección 3.2.2. se tratará de las propiedades de
del francés (Rigau 1999), al igual que ocurre en catalán. En esta lengua esta clase de verbos intransitivos.}
destaca la existencia de un pronombre átono partitivo, en, distinto al
...La formación de un predicado complejo constituido por un verbo o
pronombre de acusativo, encargado de pronominalizar los SSNN sin
determinante: En Jordi Vd menjar pa, En Jordi en 'Va menjar (:J. va.a comer una preposición y el objeto sin determinante se produce de acuerdo con
pan', :J. lo va a comer'). Los hechos documentados en catalán parecen estas mismas condiciones estructurales: posición de complemento y selec-
sugerir que los nombres escuetos reciben una marca de caso diferente al ción semántica.
acusativo que se asigna al objeto directo e identificado con el nombre de La situación cambia si tenemos el determinante vacío en la posición
«caso partitivo•. Un dato añadido que ratifica esta hipótesis lo encontra- ¿e un sujeto preverbal, puesto que los sujetos preverbales se sitúan bajo la
mos en el hecho de que ni en catalán ni en español es posible que un proyección funcional encabezada por los rasgos flexivos de la oración, pues
objeto directo sin determinante se convierta en sujeto de una oración
:es aquí donde reciben su marca de función {l.I.py 4.5.I.}. La flexión es
pasiva: "Pan fue comido por Jorge, "Pa 7Ja ser mtnjat per en Gabriel (Datos
tomados de Balari, 1986: 22.9). una categoría que carece de rasgos semánticos, por 10 que no es capaz de
seleccionar semánticamente la posición del determinante ni de influir en
El apelar a una categoría sin realización fonética no se puede conver- su interpretación. En consecuencia, la flexión no permite la aparición de· . I
tir en un recurso fácil; todo lo contrario, su existencia debe aparecer justifi- un determinante vaCÍo en posición de sujeto en español. Por esta misma
cada en virtud de una serie de requisitos semánticos y estructurales que ga- razón, un sujeto sin determinante nunca puede formar un predicado com-
ranticen que su contenido semántico y funcional pueda ser recuperado plejo con la flexión, ya que la concordancia y el tiempo nunca son predi-
en su totalidad. En el caso concreto del determinante vacío, en muchos ca- cados, sino meras marcas funcionales que asignan caso al sujeto.
sos es el propio verbo, según seleccione objetos que designen clases o enti-
Existe una interesante clasificación' tipológica entre lenguas que
dades existentes -datos de (I5)-, el que exige la presencia de un tipo con- tiene que ver con los contextos de aparición y las lecturas que permiten
creto de determinante y, por tanto, el que garantiza la recuperación del los nombres escuetos. Por ejemplo, las le.nguas romances difieren del
contenido de este. Tanto el verbo como la preposición, además, deben inglés en que los nombres sin determinantes únicamente pueden apare-
situarse en una posición estructural muy precisa con respecto al nombre sin cer en posiciones regidas: objeto directo y término de preposición, mien-
determinante: deben ser los núcleos de la proyección en cuyo complemento tras qu~ en inglés, tales nombres se encuentran también en posición de
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual <le Sintaxis del Español lI. El sintagma nominal
r07
j:,
sujeto (Contreras 1996, Longobardi I994): *Tomates fueron introducidos en :ro~ estas pi'opl,eda~es semánticas' convier~en a ~os nom:b!es pro-
Europa después de 1492, frente a Tomatol! were introduced in Europe after ' pios en formas con un fundonamiento sintáctico bastante rígido. Como
1492, Otra diferencia reside en que, en romance, los nombres sin deter-
designadores de entidades individuales, su uso se limit'a genéralmente al
minante admiten básicamente una lectura existencial, siendo la genérica
posible en estructuras caracterizan'tes, como hemos visto que ocurre en sÜlgular. Es cierto que algunos de ellos pueden adoptar la forma de plural,
español (Laca 1996, Longobardi 2000), El inglés, por su parte, admite como ocurre con'los archipiélagos o las cordilleras: Baleares, Pirineos, pero,
nombres sin determinante tanto en contextos genéricos como existen- aun en estos casos, sus posibilidades de flexión de número son bastante
ciales, como veremos en la sección 2.2.8, reducidas, pues carecen de la forma en singular: *Balear, "Canaria. Tampo-
N os queda por analizar el comportanúento de un tipo de nombres co admiten determinantes, salvo en algunas fórmulas o expresiones ya lexi- "
que aparecen también sin determinante y que se comportan como SSNN: calizadas: La Coruña, los Alpes, ¡os Estados Unidos. En otras ocasiones, existe '
me refiero a los nombres propios y a los pronombres personales. alternancia, como en Japón yelJapón, Argentina y la Argentina. Por último,
en el caso de' los antropónimos, el uso del ,determinante queda relegado en
español a un registro coloquial o dialectal: La Luisa me dijo que volvería ,,'
~B;,~liJ&':31~ 2.I.4.Los nombres propios tarde, La Conchi se ha quedado viendo la tele.
En lo que respecta a los pronombres personales, la función básica de
y los pronombres personales estas unidades, que carecen de rasgos semánticos inherentes, es designar a
las personas que intervienen en el acto de habla. Por ello, su interpretación
Los nombres propios y los pronombres personales son, junto con los depende de circunstancias relacionadas con el contexto en que se emite el
nombres comunes, núcleos posibles de los SSNN. No obstante, existe una en~iado. A este tipo de expresiones vinculadas con la situacióll comunica-
diferencia fllndamental entre estas tres categorías nouúnales que condiciona tiva se las conoce con el nombre de deícticas. Todas las expresiones deícti-
su sintaxis: los nombres propios y los pronombres personales no precisan del cas deben interpretarse a partir de la persona, lugar o tiempo de la comuni-
determinante para poder referirse a objetos presentes en la realidad exterior. cación. Son expresiones deícticas los pronombres y adjetivQs demostrativos,
Los nombres propios denotan entidades individuales, La relación en-- y también los sintagmas como la columna de la izquierda, la mesa de ahí rifuera,
tIe un nombre propio y el individuo al que nos referimos cuando lo usamos los adverbios de lugar o de tiempo y los pronombres personales (tú, yo), así
se establece de manera convencional, y no en virtud del contenido del nom- como el tiempo verbal, pues señala un referente en función de las coordena-
bre: los nombres propios no tienen significado descriptivo, y, si lo tienen, das de la situación comunicativa o contexto situacional [4.I.I.}.
este no es relevante para determinar su referente. Por ejemplo, para llamar- A pesar de las diferencias existentes entre nombres propios y pro-
se África no es necesario haber nacido en ese continente, ni pru:a llamarse nombres personales, basadas sobre todo en el carácter deíctica de los
Luna se exige ser lunática. segundos, ambas categorías tienen en común su capacidad de ideritifi-'
Por otra parte, los nombres propios son capaces de identificar ine- car al nombre al que se refieren sin necesidad de determinante. Esta
quívocamente un referente. Por ello, cuando utilizamos un nombre propio relación semántica tiene su correlato sintáctico en ciertas propiedades
en una oración, por ejemplo, Flora tiene gripe, el nombre Flora identifica. comunes.
directamente un referente único, sin necesidad de añadirle complemento En primer lugar, ninguna de estas dos categorías admite fácilmente
o determinante de ningún tipo. De aquí que los nombres propios se deno- complementos de tipo restrictivo: *Yo de esta ciudad, *Juan que vive en
minen designadores rígidos, ya que están limitados a referirse a una única Madrid. Los complementQs que admiten son de carácter explicativo, por
entidad. Los únicos modificadores de carácter restrictivo que admiten los ello pueden ser modificados por oraciones adietivas explicativas: Yo, que
nombres propios son los apellidos, que se comportan como aposiciones nunca les hice nada malo,' Juan, que vive en Madrid. La razón de este compor-
especificativas [2-4-Z.}, pues son a su vez nombres susceptibles de delimitar tamiento estriba en que los nombres propios y los pronombres personales,
el referente de otro nombre. frente a los nombres comunes, son capaces de identificar a su referente de
Teresa Mari:l. Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nom.mal
108 109
r manera inequívoca sin necesidad de ningún tipo de modificación restricti- bres personales, puesto ,que, son categorías con un claro carácter referen-
va: por ejemplo, yo siempre es la persona de 'la que se habla. cial, aunque sin determinante realizado. Sin embargo, si nos fijamos en
Tampoco admiten. fácümente la presencia de adjetivos y cuando las características semánticas y sintácticas tanto de los' nombres propios
aparecen siempre ocupan una posición posnominal; de hecho, son estruc- éómo de los pronombres p~rsonales nos daremos cuenta de que son
turas escasas, salvo con mismo o solo. El caso de mismo es especialmente categorías que llevan en sí mismas la referencialidad, esto es, no sólo
interesante. Existen dos tipos de mismo: uno enfático, que se sitúa en poseen propi~dades nominales, sino que también tienen propiedades si-
posición posnominal y cuyo valor es el de precisar la persona o cosa con milares a las de los determinantes. Con el fin de dar cuenta de este doble
exclusión de otras. Así, cuando decimos El marco de ese cuadro lo hizo el j comporta.mlento, la idea de Longobardi (r994) es que los nombres pro-
pintor mismo, estamos precisando que fue el pint.or y no un carpintero el )pios y los pronombres p'ersonales se generan como núcleos del SN, pero,
que hizo el marco. El otro mismo es comparativo y se sitúa en posición dado que también tienen carácter referencial, pues son capaces de iden-
prenomina!. En Esta es la misma novela, nos referimos tácitamente a una tificar a su r'eferente sin necesidad de determinantes, se tienen que tras-
que hemos visto o leído previamente. En principio cualquier nombre ladar hasta la posición de núcleo del SDet, con el fm de saturar o marcar
referencial puede aparecer acompañado por el adjetivo mismo en sus dos la referencialidad. En la estructura de (19) reflejarnos esta doble natura-
lecturas. Sin embargo, en el caso de los nombres propios y pronombres leza: en el núcleo del SN se sitúa lo que denominarnos una «huell3», que
personales, frente a los nombres comunes, el adjetivo mismo sólo puede representa la posición original ocupada por los nombres propios y pro-
aparecer en posición pos nominal, por tanto, queda excluida la lectura nombres personales tras su movimiento hasta el núcleo del SDet, destino
comparativa: fInal de estas categorías:
no
r
I
.,
'. nombres comunes. Estructuralmente, esto significa que permanecen bajo.
,- 202"0
el SN, puesto que la aparición del determinante en el núcleo del SD im-
pide su subida a tal posición. La referencia está asociada en es~os casos al ~ipos de
determinante que encabeza la descripción definida correspondiente, como
ocurre con los nombres comu~es. El comportamiento de los pronombres determ.lnantes:
personales de tercera persona presenta a esté respecto algunas diferencias
importantes (Longobardi 1994, Brucart I994), pues, por ejemplo, frente a referencia y;
el yo y el tú, nunca tenemos *el él, esto es, nunca puede convertirse en un
nombre común. La razón de este comportamiento hay que buscarla tanto cuantificación
en la semántica como en la sintaxis. Los pronombres de primera y de.
segunda persona designan al habla.I).te y al oyente, respectivamente, mien-
tras que los de tercera pueden designar. a cualquier indi~duo u objeto
siempre que sea distinto del oyente y del hablante. Un modo de recoger
estos datos dentro de una teoría general del aScenso a Det consiste en
( suponer que, dadas sus peculiaridades deícticas, el pronombre personal de ..
iifc'
tercera persona se genera directamente en la posición del núcleo del SDet Clases de
y no como núcleo del SN.
Algunas lenguas, como el catalán, el italiano o el griego, requieren' s
que los nombres propios aparezcan con determinantes. En estos casos,
los nombres propios no se mueven hasta la posición de núcleo del deter-
minante, ya que dicha posición está ocupada por el propio determinante.
Algo similar ocurre en español con los ejemplos coloquiales de La Luisa
/' o La Conchi. Lo interesante es que en todos estos empleos, el determi-
'. nante no realiza su función referencial, pues el nombre propio posee
referencia por sí mismo. Se dice que es un determinante expletivo, cuya , Los ~~terminantes configuran clases léxicas cerra-
única misión es la de ocupar la posición de núcleo del determinante, a. );'- das, cuya funciÓneS'I:i"de-aeterminar la referencia de una
falta del movimiento del nombre propio. . expresión nominal. Su posición está sujeta a variaclOn
-Aparte de los nombres propios y de los pronombres personales, paramétrica, situándose en española .la izquierda del
existen otras categorías que también -se comportan como nombres y que D.-?mbre. Eguren (1989) propone dos'afagn-6sti¿ós par'a
además tienen la propiedad de saturar por sí mismas la referencialidad: me detetIñínar qué tipos de categorías actúan como deter-
refiero a los adverbios demostrativos: aquí, allí, ayer, boy [I.I.l.] (Bello 1847 minantes en español. Dado que los determinantes son
y más recientemente Rodríguez Ramalle 1995), categorías también deícti- necesarios para fijar la referencia del nombre, sabemos
cas que, al igual. que los nombres propios y los pronombres personales, 'Sj~j, que su ausencia conlleva la agramaticalidad del nombre
admiten la presencia del adjetivo mismo sólo pospuesto: Aquf mismo, pero "f~:~.:t"" sin determinante en ciertas posiciones, en concreto, en
no "Mismo aquf y pue.den convertirse en nombres comunes tras la adición ",< 'r",_. la posición de sujeto {u.3.]. Por otro lado, pueden apa-
de un determinante: En estas jornadas se discutirá el hoy y el mafíana de la ""'~~1;j;·~g~);:(i;)~;'f~'F;.'.l?t~fer solos, sin necesidad de ótro .determinante. Los
publicidad, No me preocupa el mafíana ni el futuro (Da~os tomados de Rodrí- -·-·'-~n"~'clfdeterminantes que responden positivamente a estas dos
guez Ramal1e 1995: 62 y 63). ".lIruebas son el artículo y los demostrativos, los posesivos, I1I
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Espafiol n. El sintagma nominal
' '.,
II2 IIJ
r ciertos cuantificadores e indefinidos, como muchos,pocos, todos, algunos, cier- (22) a. Hay· {unos, tres; algunos, muchos, varios, otros, dertos}.
l ,:
'.,
to, otro y los numerales cardinales: b .. ·Hay {los, mis, estos; todos, ambos, cualquiera, los tres, cada}.
(20) a. Ellibrol *libro no ha sido aún publicado. ~ . , Los elementos incompatibles· con el verbo haber son los cuantwca-
b. {Esa /Mi} bibüoteca!* biblioteca es un caos.
c. Pocos lingüistas/ "'lingüistas aceptan mi propuesta.
X dores todo, todos, cada; ambo!, cualquiera, el artículo determinado, los de-
. mostrativos y los posesivos, así como cualquier tipo de unión entre el
d. Ciertas personas se alegran de las desgracias ajenas I*personas se artículo determinado y el resto de elementos. Estas categorías reciben el
alegran. nombre de determinantes y cuantificadores fuertes o cuantificadores uni-
e. Otra persona me ha dicho lo mismo que tú I*persona me ha versales y se caracterizan, desde un punto de vista semántico, por involu-
dicho 10 mismo. crar a la totalidad ·de los elementos de un conjunto. Así, cuando decimos
f. Tres tigres/ "'tigres se escaparon del zoo. cualquier hombre, tu película o lo! cuaderno.! de Maria hacemos referencia a
,.
Los llamados adjetivos pseud?-determinantes, caracterizados por si- todos los objetos que son hombres, películas o cuadernos en un contexto i
tuarse en poslciÓ.~j}r~~~~al., ~cimo "!if,,!~!propio, mero/.yde,ntro de estos, relevante para la interpretación. La unión de artículo definido y numeral
los numerales ordinales {z.5.4.], así como los demostrativos, los posesivos da lugar también a un cuantificador fuerte, incompatible, en consecuencia,
y ciertos cuantificadores que se sitúan en posición posnominal, por ejem- con el verbo haber: -Hay los tres niños.
plo cualquiera con significado estimativo o de indiferenciación, no pueden Los determinantes y cuantificadores fuertes, en general, presentan
ser considerados como detenninantes, puesto que siempre requieren la restricciones de jerarquía para su coaparición en posición prenominal den-
presen¿a de un auténtico determinante en posición P1enominal: tro de un mismo sintagma. Así, podemos tener secuencias como el libro, mi
(2I) a. El propio empleado se disculpó /*propio empleado se disculpó. libro, eJ'ee libro, pero no ·el este libro. Es habitual la anteposición de todos al
b. El segundo piso se inundó I ·segundo piso está inundado. conjunto formado por el artículo, demostrativo o posesivo y nombre: Todo!
c. Un tío mío ha llegado / ·tío mío ha llegado. {los /esto! /mis} niños, así como a los pronombres personales {2.I.4.}: Todos
d. El chivato ese I*chivato ese. (nosotro.! /vosotros); por este motivo, se denomina a todo! predeterminante. i
'.
e. Un hombre cualquiera /*hombre cualquiera. Los determinantes y cuantificadores fuertes tienen también la pro-
piedad de dar lugar a un efecto de familiaridad (Escandell 2004). Cuando
Los elementos que asignan referencia a un nombre se pueden agru- nos referimos a los estudiantes, todos los estudiantes, mis estudiantes no estamos
par a su vez en dos categorías: por un lado, tenemos l?s...~~~::mil1¡¡n tomando el conjunto de todos los estudiantes posibles en todos los tiem-
tes propiamente dichos: artículos, .posesivos y demostrativos~~~puestos,_ pos y lugares: estamos utilizando una clase más restringida que incluye, por
y,poi otro, los cuantificaci0~e~: numer3.J.es e indefrnidos, así como relativos ejemplo, a todos los estudiantes de un determinado centro de énseñ~a , I
e interrogativos, que no sólo a'SÍgnan referencia a un nombre, sino que o de un determinado curso, en un determinado año académico. La infor-
además lo cuantifican. Ambos tipos de categorías pertenecen al ámbito de mación que transmiten los determinantes fuertes limita contextualmente
la deteriñmaCión y cuantificaci6n en español y se organizan y combinan la clase a la que nos referimos 'a un conjunto previamente conocido por los'
según una jerarquía regulada por las propiedades sintácticas y semánticas hablantes.
de cada pieza. .
Los numerales e in~~~ª.Q.H.~~:..necen a la clél~.e. ~~.Jº,s. dete@!~~
N o todos los determinan tes y cuantificadores pueden aparecer en tes y. cuantificadores débiles o·cuantificad'ói-'e·s'·éXiitenciales. Los miembros
cualquier contexto. Existen restricciones que tienen que ver con el llamado d;~;raclase son 'ccimpati6ies con el existéncial haber y, semánticamente,
«efecto de definirod o especificidad». Según esta propiedad, el sujeto de un se caracterizan por no expresar la totalidad de los miembros denotadós por
verbo existencial, típicamente haóer, nunca puede ser una descripción de- el nombre. Aparte del efecto de definitud, los determinantes fuertes y
finida o específica. El resultado es la siguiente distribución de determinan- débiles también se diferencian por el efecto de familiaridad. Así, cuando
tes y cuantificadores:
': :esa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nominal
..i +- II5
decimos Veo algunos barcos, Me encontré con dos turistas, Ladra un perro no seleccio.namos un conjunto de entidades delimitadas por el contexto lin-
necesitamos haber definido previamente un conjunto de barcos, personas , güístico O extralingüístico. P¿¡' ejemplo, en Todos me dijero~ que vendrían a
o perros: nos basta con saber cuántos son y no cuántos representan sobre la fiesta, partimos de una situación de discurso previa en la que hablante y
el total. Por ello, los determinantes débiles permiten introducir entidades oyente conocen de manera precisa el conjunto de personas a las que se
nuevas en el discurso t2.2.2.}. refiere todos; nunca se piensa en todos los seres que habitan la tierra. En
algunos casos, todo y todos pueden coincidir, especialmente cuando el con-
junto seleccionado por todos se aplica a una clase, como en Todos los niños
¡li~J3lma~1I 2.2.I.2. Jerarquía tienen derecho (z ser folices , equivalente a Todo niño tiene derecho a ser foliz (Bus-
tos 1986, Sánchez López 1999).
Los determinantes y cuantificadores fuertes y débiles se pueden El caso de cualquiera es especial, pues, por una parte, se comporta
combinar, pero siguiendo una jerarquía, según la cual los determinantes como un cuantificador universal con un valor generalizador: Cualquier per-
fuertes se sitúan delante de los débiles. El predeterminante todos, todas sona tiene derecho a que se la trate con educación, Cualquier estudiante de este centro
precede al resto: es capaz de hablar ingiés perfectamente, pero, por otra, admite un uso similar
i
: \ ..
(23) [Todos ({los / mis/.estos} [{tres /muchos lotros} libros}} al del indefinido algún: Cualquiera que venga (no importa quién), se lo llevará;
Escoge cualquier regalo (Sánchez López 1999).
Con el fin de reflejar la coaparición de determinantes y cuantifi- En cuanto a los cuantificadores débiles, estos se alojan en una pro-
cadores fuertes y débiles en una misma secuencia se ha propuesto que yección denominada «S~a g~M1tificador» o, más recientemente, «Sin-
el Sintagma Determinante se escinde en dos proyecciones funcionales dis- tagma,J!eterrninante P~edicatiV=o» (Z~puelli2.oo'o;Vimgsnes 2(01). Esta
tintas vincJIadas con el sistema de la determinación y la cuantificación, . ú1tíiña·denoIniD.a~ió~·p3rte"'d~ '~;;·hecho interesante y es que los indefmi-
respectivamente. La proyección funcional superior, en cuyo núcleo se dos y numerales pueden ser predicados de una estructura copulativa:-Los
alojan los artículos definidos, así como los demostrativos y posesivos ninos""so'ñ{"iñi;chos /varios /cinco}, *Los niños son {lo! /todos}. Esta opción qued'a
antepuestos se ha denominado . Sintagma Determinante Fuerte». Esta excluida para los determinantes y cuantificadores fuertes, salvo si se trata
categoría se asocia con la expresión de la unicidad o totalidad y la iden- de de~?~~~,~~i!.q~"!"P.~~,,~.~iX9~.,,.c;ategorías que presentan propiedades espe-
tificación en el discurso (Vangsnes 20or). Dado que el predeterminante ciales. La proyección SDc:tPvo se relaciona con la expresión de la cardina-
todos coaparece con el demostrativo y el artículo, se situará en la posición , lidad y cantidad. .
de especificador del SDetF.Ambos y cada, para Zagona (2002), también Zamparelli (2000) sostiene que el núcleo del SDetPvo está ocupado
serían especificadores del SDetF, al igual que todos, pues son susceptibles por los numerales cardinales, mientras que la posición de especificador
de ubicarse delante de los determinantes y cuantificadores débiles: Cada está destinada a los indefinidos. Existen , datos a favor de esta hipótesis.
uno de los niños, Cada tres, Ambos a dos (español medieval). Además, como POI ejemplo, el hecho de que ciertos indefinidos puedan coaparecer alte-
el predeterminante, pueden aparecer separados del SN al que cuantifican: rando sus posiciones, tal y como ocurre en secuencias como muchos otros y
Las mujeres hablaron ambas con sus maridos, Los libros están cada uno en su sitio, otros muchos, sugiere que tales elementos no son núcleos de su proyección,
Nosotros iremos todos, La tarta llegó toda mojada. Por este hecho, a los cuan., pues únicamente podemos tener un núcleo por éíit"egoiia; -smoespecifi¿a-
tificadores ambos,cada, todos, todo se les conoce con el nombre de dores que pueden iterarse. Por el contrario, la secuencia en la que un
«cuantificadores flotantes» . {4.2 .]. indefmido especificador altera su orden con un numeral cardinal situado
Todo se diferencia de todos en que con él nos referirnos a la totalidad en la posición de núcleo resulta imposible: '*cuatro otros (Lorenzo 1995),
de los elementos que se integran en la clase denotada por el nombre. Así, pues el especificador en español siempre está delante del núcleo. Con la
cuando decimos todo hombre, toda casa, todo árbol aludimos a todos y cada inclusión'"oelas 'aosnuevas 'categorías funcionales mencionadas, lajerarquía
uno de los hombres, casas y árboles. Cuando empleamos todos, en cambio, final es la siguiente: '
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español 11. El sintagma nominal
1I6 II7
r (24) {SDctF todos {De.F {DCtF los lesos /mis [SDc,PYo otros Imuchos /ciertos En esta lengUa son los núcleos de las proyecciones funcionales con
contenido funciomillosque realizan la labor que en español desempeña
dos Itres {SN}}]}}}}
[Dctl'yO' [DCtPvo
un determinante realizado, asignando los diferentes valores que posee la
Dada la jerarquía dd sistema de determinantes propuesta, podemos oración. DependIendo de si se han seleccionado los rasgos definidos o
predecir la posibilidad de encontrar órdenes como Otros dos niños y Todos indefinidos .en ·las proyecciones funcionales correspondientes, tendremos
el valor defInido o indefinido.
mis muchos hijos, así como la agrarnaticabilidad de secuencias como "'Los estos
niños, debida a que tanto el artículo defmido como el demostrativo ocupan A continuación revisaré con más calma las principales propiedades de
Uila misma posición en la estructura. No obstante, de nuestra jerarquía no las piezas qué integran el sistema de la determinación y cuantificación en
se deduce la agramaticalidad de secuencias como *Todos· algunos niños o español.
*Muchos dos niños. La razón por la que ninguna de estas combinaciones es
\
posible reside en la incompatibilidad semántica entre los miembros que las
integran. En el primer caso, por ejemplo, la referencia a todos los miem-
bros de un conjunto (todos) se opone a la mención a una parte (algunos). En
~~ 2.2.2. El artículo definido frente
el segundo caso, mientras que el indefinido tiene una denotación vaga o al resto de determinantes
imprecisa (muchos), el numeral cardinal establece de manera precisa el
número de objetos seleccionados (dos). El artículo defInido formalmente es un clítico (Lázaro Carreter
Dentro de este repaso por los elementos que forman parte del sis- 19Boa)¡ de hecho, históricamente, tanto los pronombres clíticos como el
tema de la determinación y cuantificación en español, no podemos olvidar- artícul~ definido proceden de las formas latinas de los demostrativos ILLE-
noS de los cuantificadores interrogativos, exclamativos y relativos: qué, ILLA-ILLUD {4+J (Lapesa 1961). En este sentido, el artículo definido se
quién, cuál, cuánto, cuyo. Estos cuantificadores pueden ser bien universales relaciona además con los demostrativos, pues, como estos, el artículo po-
bien existenciales. Así, el relativo cuanto, según recoge Sánchez López see un carácter fórico que j.mplica la referencia a una situación previa. Al
(1999), puede actuar como pronombre generalizador con interpretación de mismo tiempo, se comporta como una categoría gramatical integrada den-
cuantificador, similar a una estructura de relativo precedida por el cuanti- tro del sistema de la determinación y la cuantificación en español {u.}. (
ficador todo: Se escucharon allí {cuantas ¡todas las barbaridades que} pueda ima- En la sección anterior justificamos que un nombre requiere de un
l.
ginar mente humana. Por su parte, los interrogativos cuánto(s) y quién(es) se determinante para poder referirse a objetos reales existentes en el mundo.
¡
comportan como cuantificadores existenciales, denotando una parte de un Las operaciones que se llevan a cabo mediante los determinantes y cuantifi- ..
conjunto que puede estar opcionalmente expreso en la oración: ,f¿yién (de cadores defmen la extensión que se adjudica a un nombre: esta puede \,
los presentes) quiere hablar en primer lugar.?, ,Cuántos (de estos libros) has leído ya? reducirse a la unidad: un barco, este barco, puede afectar a un grupo de ,
~.
Existen lenguas en las que no contamos con un inventario de pie- entidades: tres barcos, algunos barcos, o a la totalidad de unos objetos: los
barcos, todos los barcos. Dentro de estos mecanismos, la elección entre el ,
zas léxicas relacionadas con la determinación. por ejemplo, el latín o la \
mayoría de las lenguas eslavas. Así, en finés, un nombre sin determinante artículo defInido e indefinido aparece regulada por factores bien precisos.
es susceptible de ser traducido al español bien mediante el artículo de- En un contexto donde un concepto no ha aparecido previamente,
finido bien mediante el indefinido: nunca utilizaremos el artículo deflnido, pero sí el indefinido: un, una pre-
sentan el nuevo objeto, lo introducen en el conocimiento de los hablantes.
(25) En ostanut autoa Ruotsista.
N o-x"p. pI. comprar-Auxiliar
coche-partitivo Suecia-elativo Con un el hablante indica que la entidad aludida no es conocida para el
'Yo no compré un coche en Suecia' I 'Yo no compré el coche en oyente, bien porque no ha sido mencionada en el discurso previo, bien
Suecia'. porque no puede ser localizada en la situación de habla o identiflcada a
(Dato tomado de Vangsnes, 2001: 269)· partir de datos contextuales. Una vez presentado, el nombre podrá ser
;resa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nominal
II9
(
,
de «usos endofóricos» en los que el artículo definido no menciona una
ulformación presentada previamente, sino, todo 10 contrario, introduce
una información nueva que es actualizada mediante los diversos modiñca-
dores restric.tÍYos del nombre, desde complementos nominales hasta ora-
ciones de relativo: La derrota de la selección española en la pasada Eurocopa, La
riamente un objeto determinado, sino una entidad que forma parte de
nuestro conocimiento general de la realidad.·
Los artículos definidos se han relacionado con los demostrativos y
con l~ posesivos. Los demostrativos se caracterizan por su contenido
deíctica, mediante el cual el emisor instruye al. receptor sobre la localiza-
1 o(
( gUerra en Iraq. El resultado es que cuanto más informativo sea el sin'tagma, ción del referente en relación con las coordenadas espacio-temporales del
más probabilidades habrá de que pueda emplearse el artículo definido, acto comunicativo {2.2.5.). Este valor está ausente del artículo definido,
( pues los diversos complementos contribuyen decisivamente a presentar e por lo que se puede pensar que los demostrativos son elementos más
introducir la información nueva (Leonetti 1999), marcados que los artículos, ya que poseen rasgos más específicos. Esta idea
Existen casos en los que la presentación no se realiza por el contexto implica que los contextos de aparición de los demostrativos serán más
lingüístico, sino por nuestro conocimiento de la realidad. Go,seriu (r973) limitados que los del artículo definido. Por ejemplo, los demostrativos
(
distinguió diferentes tipos de contextQse;x:tra.liI~.giiÍ:S~~Sp.,~.: .t:.IJ._.eifíSico, las tienden a aparecer únicamente en contextos ligados a la situación inmedia-
, cosas están a la vista de quienes hablan: Cierra la puerta; en él emPírico; los ta y por ello no pueden utilizarse en contextos que implican entidades ,/
\ .. -
objetos no están a la vista de los hablantes, pero se conoce -eXistéñcia ro genéricas [2.1o.S}: así, dadas dos oraciones como Estas jirafas comen hierba y .i
en un tiempo y lugar concretos: ¿Ha venido el del gas?; el natural representa Las jirafas comen hierba, únicamente la segunda hace referencia a la clase de
la suma de contextos empíricos conocidos por todos los haoliñtes"y gracias las jirafas como género, pues la primera alude a unas jirafas concretas
a los cuales podemos referirnos unívocamente al sol, al mundo, al horizonte; presentes en el discurso.
el prácticoppcasional se refiere a la situación concreta, objetiva o subje- En cuanto a los posesivos, la tradición gramática! (Bello 1847, Fer-
tiva, en la que ocurre el discurso: en Cuando vengas, toca el timbre, el SN el nández Ramírez I951 y la RAE 1973) ha recogido el hecho de que el ar-
i timbre puede adquirir significados diferentes y denotar objetos distintos tículo puede alternar y de hecho es preferible al posesivo en ciertos con-
según el contexto práctico; el histórico engloba el conjunto de circunstan- textos en los que se expresa un tipo de posesión: Me duele la cabeza es mejor
cias históricas conocidas por los hablantes: Los Reyes Católicos, el presidente que Me duele mi caheza y a Todos se nos saltaron las lágrimas es preferible a A
del gobierno; por último, el contexto cultural está constituido por la tradi- todos se nos saitaron nuestras lágrimas. En general, el artículo aparece en lugar
ción Clütural de la comunidad o dé un grupo que comparte una misma del posesivo cuando expresa una posesión que forma parte intrínseca y
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Espafiol n. El sintagma nominal
I20 I2I
r sustancial de un objeto, también llamada «posesión inalienable». Son ejem- confrrma esta conexiÓn y., al mismo tiempo, nos obliga a valorar si estamos
plos de esta posesión, las partes del cuerpo humano: Me he torcido el tobillo, ante dos' unidades diferentes. La existencia de lecturas, muy alejadas del
las prendas de vestir o de adorno y los utensilios habituales y de uso valor numeral típico, así como la especial relación que establece el indefI-
cotidiano: Se me ha roto el zapato, los parentescos: Fueron a visitar al hijo y los nido con el artículo definido {2.:l.2.} son hechos que sugieren la existencia
nombres que designan partes de. objetos inanimados: He pegado las patas de de un artículo, homófono del numeral, pero con valores prbpios.
la mesa. En todos estos casos es posible la presencia del artículo, puesto' El artículo determinado puede coaparecer con el numeral, pues son
que el valor posesivo está contenido en la relación que establece el nombre elementos diferentes: los dos, los tres, etc. pero no con un. Si el número
con su complemento {Z.4.r.}. Como señala Femández Ramírez (1951), tam- seleccionado es uno, no podemos tener en español el artículo más el nu-
bién es casi constante el uso del artículo cuando el nombre que designa la meral: *EI un niño, puesto. que el número único ya aparece identificado con
parte aparece en función de complemento directo del verbo tener: Su cara el artículo, que posee el rasgo de la unicidad.
es ovalada alterna con Tiene la cara ovalada, Sus manos están sucias con Tiene
En inglés, en cambio sí es posible Tbe one caro La razón se debe a
las manos sucias. que en inglés el artículo carece de variación de número; por tanto, la
Para terminar, queda por mencionar el uso del artículo lo. Siguiendo foona del artículo sirve para acompañar a nombres en singular y plural.
a Bosque y Moreno (1990), se pueden distinguir tres denotaciones distintas Por este motivo, si el número es uno, aparecerá el numeral para estable-
para lo: el lo individuativo.. que denota e.R!i.4~~~~.".!l:~.,~~,~.iW~ caracteriza- cer la relación de concordancia adecuada.
das por la propiedad indicada en el modificador: lo blanco, lo de ayer, lo que
Todas las propiedades que tradicionalmente se atribuyen a un en
me dijiste; el lo cu~tativo, que se utiliza para e:g>~~~ar cualidades o pro-
contraste con el defInido el se derivan del rasgo de indefinitud asociado al
piedades tomáda; ~su,·~á,dp.. IIláJrimoy .<l~e puede 'ser"análiZ'ado c'?II!0
artíctito indefInido, que implica la ausencia de indicaciones para la locali-
UI!:<?P'~.:.~~()r .~egra4o qu.e acompaña a adjetivos graduables [6.?3:Z.}: lo zación del referente. Entre tales propiedades destacan la de introducir o
bonita que' estaba la iglesia, lo limpia que me encontré la casa; y, por últuno, el
presentar referentes nuevos en el discurso y la de carecer de interpretacio-
lo cuantitativo, que, como su nombre indica, de!!9J_ª_~anJ,i..d.l1-d~.s..<;~en,<i<? nes anafóricas. Ambas características están relacionadas, pues, en el caso
~~-;;~p-afia¡tadletivos del tipo de necesario, suftcíente, imprescindible, conve- ¡ de que un hablante quiera referirse anafóricamente a una entidad ya men-
niente,justo, y a ciértos SSPP y oraciones: No duerme.lo necesario, Me gasté lo ¡
cionada, utilizará el artículo definido y nunca el indefinido: Un hombre entró
que tenía pensado~
en la habitación. El hombre vestía de gris (Leonetti 1999).
Con respecto al problema tradicional de cuál es la categoría sintác-
Junto a estos valores, el artículo indeflnido presenta usos especiales;
tica de lo, el hecho de que pueda aparecer acompañando a adjetivos sin
entre estos, destacan el llamado un ponderativo o inten.s~Y9:..Tengo un ham-
necesidad de ningún nombre, ha llevado a considerarlo como un pronom-
bre que me muero, Hace un fria quej'él;z:' Lá'seglirida parte de la secuencia es, 'f
bre, variante átona del pronombre tónico ello, Si esto es cierto, en el sin-
obligatoria en este uso: si se elimina, el valor queda marcado por una
tagma lo blanco no haría falta suponer la existencia de un nombre vacío
entonación de suspensión fInal: Tiene una educación que ... ya, ya. También es
{z.I.z.}, puesto que el núcleo con propiedades nominales sería el artículo
muy común eI.u"~_.~~uativo, en secu.ell~ias c~~o: Maria es una maravilla de
neutro (Bello 1847. Bosque y Moreno Cabrera 1990).
persona, Maria es un cie7ó:-Yúfin-is"üri listo. En sintagmas del tipo de Juan es un
lince, Juan es un buitre, no estamos diciendo que Juan sea un animal, sino
que estamos atribuyendo a Juan una propiedad o cualidad que se suele
... El artículo
-~,tf:~223 ind~finido asignar al animal: la listeza en el caso del lince, la identifIcación con un ser
carroñero en el caso del buitre (portolés 1994).
El artículo indefInido tiene su origen en el num~rallatino UNUS-A-
UM. La identidad fónica existente entre el artículo un y el numeral uno
::resa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español II. El sintagma nominai '
(
, _.<2 I23
í' ..
J
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'1,
~ "' .
~rl1i>:gg¡p!~ 2.2.4. L(is lectura~ específicas chalet (uno concreto). 'Marcas tales como el uso de los futUros, los condi-
( , cionales, los superlativos yc~mparativos y las oraciones relativas en sub-
e inespecíHcas ' , juntivo crean: «contextos, intensionales» u «opacos», caracterizados 'por favo-
recer las lecturas inespecmcas:
Una oración como Ma!iq,.qyier:e una casa posee una interpretación
según la cual María quiere úna casa, éu3.Iquiera que sea: un chalet, una
(27) a. El chico más listo recilJirá un premio.
b. ~errítt 'c onocer a los chicos que ganen.
vivienda unifamiliar, un apartamento, etc. Esta ,es la lectura no marcada,
habitual de esta estructura. Pero, dependiendo del contextó- llñgafst]co-en - Asimismo, verbos como querer, buscar, temer, esperar, necesitar, crean
que se inserte, también puede recibir una lectura en la qUe María quiere contextos intensionales, puesto que tales predicados no suponen la exis-
una casa concreta: María quiere una casa que está situada a las afueras de / tencia previa del objeto y pueden construirse con objetos sin determinante
Madrid. Estas _9:.<?~~!-E:.t..c:.ryretaciones reciben los nombres respectivos de " que t.ambién favorecen la lectura inespecífica Busco ayudante, Necesito asisten-
(
inespecífica y específica (Leoñe"itl 'I990', I999). ' " " '" ' ;;' ta, Pido ayuda [u.).} (Bosque I996).
'"
, -, Existendife~ent~sn:ledlos' lliigüíSticos :.,;fu~dos ,c on la expresión de Los cuantificadores débiles pueden recibir interpretación específica
la «especificidad» e «inespecificidad» en español (Gutiérrez Rexach 2004).',\ "'/ o inespecífica dependiendo del contexto. Así, en ~t"ero leer algunas novelas
e U no de ellos es el empleo de los artículos definido e indefinido. Empezan- que son de terror, el SN denota unas novelas determinadas (lectura específi-
do por este último, en general, la interpretación no marcada de los inde- ca), mientras que en ~iero leer algunas novelas que sean de terror, este mismo
finidos suele ser la inespecífica: Buscó una secretaria (cualquiera) ¡Conoces SN se refiere a unas novelas no concretas, siempre que sean de terror
alguna? No obstante, si un SN introducido por el artículo indefinido se (lectllt.fa inespecífica). ,
marca mediante la presencia de la preposición a de objeto directo o admite
1"
i!
una oración de relativo en indicativo, la lectura predominante pasa a ser la
,' o
específica -dato de (26a)-. Del rnlsmo modo, la presencia en posición
prenominal de un adjetivo evaluativo [z.S.4.} favorece también la lectura r~2.2·5· Los demostrativos
específica -dato de (26b)-. En estos c'asos, la marca de preposición a, la
selección del indicativo en la oración de relativo y el adjetivo evaluativo Los pronombres y artículos demostrativos identifican deícticamente
prenominal crean «contextos extensionales», caracterizados por favorecer un referente. Por 10 tanto, poseen dos funciones: por un lado, al igual que
la lectura específica: las piezas que forman parte del sistema de la determinación del español,
{ (26) a. Busco a una secretaria que sabe inglés. ¿La conoces? asignJl.P.refeI;~I).ciaa un nomp,r ecomún identificándolo¡por otro, esta labor
dé identificación se ielád~na con los elementos ~é intervienen en todo
'i . . , I
f
"o
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español II. El sintagma nominal
125
r o situaciones no presentes, salvo en la memoria de los hablantes: Me acuer- deíctica ..reforzado se le añade un matiz .despectivo del que carece el de-
I \ . .
do de esa chica amiga de tu hermana, Aquel año fue especialmente caluroso. mostrativo antepuesto: [.Qs·tipoSesos, que quieren colarse a toda costa; i~i que-
Los demostrativos tienden a aparecer antepuestos, ocupando el mis- rrán los pesados esos! ..
mo lugar que el artículo definido, con el que comparten la posición de , . Estructuralmente, el demo'strativo pospuesto sería un adjunto a todo '~~\
núcleo del SDetF; pero también pueden situarse en posición pospuesta al el SN, con alcance sObreeCnómbre"ysliscompIemeótiis"(Zágona-zoo2)/'
nombre, coapareciendo en este caso con un elemento del sistema de la
determinación -preferentemente el artículo definido- en posición pre-
nominal:
-
~-¡&"'ih~_
- .... . .6 .
2 2
(28) a. Las niñas estas, que no paran de hacer ruido. ! i
b. El cartel ese lleva allí casi un año. A diferencia de los artículos y los demostrativos, los posesivos son
c. El coche aquel es igual que el mío. determinantes especiales: no son simples elementos funcionales, aunque ("
El demostrativo pospuesto también realiza su función propia de iden- pertéñezéáñaun'paradigma cerrado y posean rasgos asociados con el sis-
tificador deíctica, en muchos casos reforzada (Eguren 1999), pero no la de tema de la determinación, pues tienen la capacidad, al igual que las cate-
asignación de referencia, desempeñada en todos los ejemplos citados por gorías nominales, d! recibir.B.~Lt~C?_IE-!~ico de un predicado, ~n este caso,.
el artículo definido. El problema viene a la hora de determinar la relación del nombre [u. l.}. Esto significa que son élern:ent"osvinculados; por una
que establece el demostrativo posnominal con el núcleo nominal al que pirte~'con'e¡- sistema de la determinación, pues por sí solos son capaces de
acompaña. Oos Son las ideas que se han barajado en torno a este problema. asignar referencia a un fombre {Z.I.I.}, pero, por otra, tienen la capacidad
Según la primera, y basándose en su distribución, el demostrativo pospues- de intellr~tarse co~o argumentos, y~_qu~_ dependen semánticamente de lá (
to sería un adjetivo restrictivo, pues como este ocupa una posición posno- proye'c2ión léxica ené'abezadapór el núcleo noIDinal que les va a identificar
(
minal: El coche {roto lahandonado Irecién estrenado lqu' no se vende lese}. Nótese, mediante un papel temático. Algunas de las relaciones semánticas básicas
( "
sin embargo, que .mientras que los adjetivos y la oración de relativo es- que establecen los posesivos con el núcleo nominal son las siguientes (Bru- '.
pecificativa expresan una propiedad de un sustantivo [2..5.3. y z.6.2..], el ,,, cart 1994): {
de~?~t~~t.~~~J,-(}:~~~~to .~.?. .~~~,9~~.,~~na prop.i,~9ll:~,. ,:s,,~.~ . 9,ue.~efuerza la/"" (Z9) a. Su descripción de la ciudad (el que realiza.1a acción o agente). f
\ ..
identificaclón delriomore mediante la 10caJ.iiáei6n deíctica. Según la se-
gunda teori~ '(Egu~en~999Y, el demostrativo pospuesto actúa como una
b. Su conquista por los romanos (lo que es conquistado o paciente).
c. Su mesa (poseedor).
,.<
tando también su propio SDet, encabezado por el demostrativo en su En todos estos ejemplos, el posesivo se puede sustituir por un SP I
(
carácter pronominal. El tipo de aposición que representa el demostrativo con el mismo contenido: La descripción de la ciudad de Juan, La conquista de
pospuesto no es la explicativa, marcada con comas y en la que existe una Cartago por los romano!, La mesa de Juan. El hecho de que el significado de f
\
identidad referencial parcial entre los dos SSSN: Marte, el planeta rojo, Las los posesivos varíe según el tipo de nombre al que acompañan [2.4.3.], así :i
niñas, esas que viven al/f, sino la especificativa, en la que el sintagma que como la equivalencia semántica que establecen con los SSPP argumentales
funciona como aposición delimita la referencia de una frase referencial nos induce a pensar que los posesivos no se sitúan como el resto de deter-
previa, como ocurre en Mi hermana Aránzazu, la mujer empresaria [Z.4.Z.}. La minantes, sino que~ 'en uñ'p'nncipio, se generan en estrecha relación con el
diferencia semántica entre las construcciones con el demostrativo pos- núcleo no.m.i.n;l\,J:>ajo la proyección sintáctica que encabeza el nombre: el
puesto y el resto de aposiciones especificativas reside en que, en las prime- SN':--S:u'posición .concreta bajo el SN -especificador o complemento-,
ras, el demost.rativo añade un valor deíctica locativo que el nombre propio dependeirdefpaperiemáfieóque -reciban {2-4-3 .}. No hay que olvidar, sin
o el nombre común no aporta en las segundas. En ocasiones, al v~or erñoargo; que los posesivos ·tienen también la capacidad de asignar referen-
\ eresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma xiominal
: "'~26
cía a un nombre yconvertír una expresión nominal en un argumento. Una sión nominal, por lo que U?O ~e ellos se ha visto afectado por una opera-
-, I27
129
i@W~"!i.:tW2.2.7.I.
' .
L a estructura semantlca
nal}
como 'Hayo existe por lo menos un x', y que expresa la e.."¿stencia de al variable ligada por cada prov9cará la agramaticalidad de l3. oración! según
menos un elemento que pertenece a la clase· denotada por el nombre. vemos en *Cada alumno recitó 'el poema.
El análisis en términos de cuantificadores y ámbito nos permite
(33) [Cu.ntilicador Un x] {Cláu;ulall.estricnva x: es una mujer} [Ámbito Nuclear X ha llegado] explicar las diferentes lecturas :que puede tener una misma oración con dos
cuantificadores [I:2.r}. Son ejemplos como:
La interpretación de la fórmula de (33) es: 'Existe por lo menos un
x, tal que x es una mujer y x ha llegado'. (35) a. Todos los violoncelistas han tocado algunas partituras.
(Dato tomado de López Palma, 1999: ISO)
b. Todos los chicos de la clase aman a una chica.
!-±&.A!1~i\~&.f"]Rj 2.2.7.2.
Los cuantificadores y sus c. Cada traductor' sabe tres lenguas.
variables en la estructura sintáctica Cada una de estas oraciones posee dos lecturas: en la primera, las
partituras, la chica,. y las lenguas son distintas, esto es, 'Todos los vio-
Dentro del ámbito o dominio de cuantificación, podemos encontrar lonceüstas han tocado partituras distintas', 'Todos los chicos de la clase
categorías que actúan como variables ligadas y cuyo valor, en consecuencia, aman cada uno a una chica diferente', 'Cada traductor domina tres len-
está determinado por el del cuantificador. Como ejemplo~=~~y~~ª,]J.le.s guas diferentes cada uno'. En la segunda, las partituras, la chica, y las
ligadas poru.n<::ua1ltill~a,d()r, podemos citar ~l~aso . ªf::.!o~,ppsesivos ante- lenguas son idénticas para todos y cada uno: 'Hay algunas partituras que
püesEosy los pronombres personales átonos. Estas-entidades pueden reci- han tocado todos los violoncelistas', 'Hay una chica determinada a la que
lbir una interpretación distributiva ligada a un cuantificador que ocupe una aman'"t:odos los cpicos de la clase', 'Hay tres lenguas concretas (el espa-
posición prominente en la oración ñol, el francés y el inglés) que debe dominar cada traductor'. Estas dos
lecturas están determinadas por las diferentes relaciones de alcance que
(34) a. Todo el mundo desea que su familia sea feliz.
establecen los cuantificadores universales y existenciales entre sí: obtene-
(Dato tomado de Picallo y Rigau, I999: 998)
mos la lectura en la que las partituras, la chica y las lenguas son distintas
b. Cada alumno recitó su poema.
cuando el cuantificador universal tiene ámbito sobre el cuantificador
c. Cada perro llevará su correa.
existencial. En cambio, en la lectura en la que las partituras, la chica y
La oración de (34a) es ambigua entre una interpretación libre y otra las lenguas son las mismas, es el cuantificador existencial el que tiene
ligada del posesivo. En la primera, el posesivo toma su referente del discur- alcance sobre el universal. Estas interpretaciones se ajustan a las siguien-
so, por lo que esta oración significa que 'toda persona desea que la familia tes representaciones formales:
por ejemplo de Pedro sea feliz'. En la~E~rp:_e~a,~~.ón~gada,.eI.l:cambio, el
(36) [Todo x: chico (x)} [Un y: chica (y)} AMAR (x, y)
referente de su depende del referente del cuantificador universal todo el
'Para todo x, tal que x es un chico, x ama por lo menos a una y, tal
muñdo, de modo que la lectura de esta oración será aquella en la que 'toda
que y es una chica' .
persona desea la felicidad de su propia familia:Juan la de su familia, María
la de su familia, Luisa la de su familia'. Si el cuantificador es el distributivo En esta fórmula se dice que las variables x e y están ligadas por los
cada, resulta necesaria la presencia en su ámbito de una variable, pues cada cuantificadores todo y un, respectivamente. Además se dice que el alcance
es un cuantificador que tiende siempre a tener bajo su dominio una varia- del cuantificador todo abarca el cuantificador un; es decir, que el cuantifi-
ble a la que ligar, dando lugar a una lectura distributiva, tal y como vemos cador un existencial junto con su variable se sitúan bajo el alcance del
en las oraciones de (34 b Y c), en las que el valor de su depende del valor cuantificador universal todo y su variable. Desde un punto de vista interpre-
de cada. La ausencia de un sintagma nominal susceptible de incorporar una tativo, la información relevante es que todo chico quiere a una chica, que
Teresa María Rodríguez RamaI1e I Manual de Sintaxis del Español ..,( n. El sintagma nomin'al
¡
I32
r puede ser diferente en cada caso. Revisemos ahora la representación lM~2.2. 7.3. . El artículo como operador
-,,:
I33 '
de (37):
(37) (Un y: chica (r)) TTodo x: chico (x)} AMAR (X, y) Por último, conviene añadii- que no sólo los cuántiflcadores tienen
'Existe por lo menos un y, tal que y es chica, que es amada por todo un análisis en términos de operador(cuantificador)-variable, el artículo tam-
x, donde x es chico'. bién actúa como un operador que liga una variable contenida en el SN.
Cualquier nombre común contiene desde el léxico una posición ocupada
En este caso, es el cuantificador universal el qUe se coloca detrás, bajo por una variable. Cuando no existe ningún tipo de determinante, esta
el alcance del cuantificador existencial. Según esta nueva fórmula, se dice posicion permanece «abierta», sin ligar, y el nombre se refiere a la clase de
que existe una mujer (siempre la misma) a la que todos los chicos quieren. entidades. Para que dicho nombre pueda denotar individuos concretos, la
Estas dos lecturas se pueden multiplicar por dos, si tenemos en va#able debe . ser ligada por un operador que restrinja su alcance, En el
cuenta que el cuantificador un puede ser específico o inespecífico {2.2.4.}. caso del SDet ti pe1'TO, la presencia del determinante provoca que se limite
Las posibles' interpretaciones de una oración como Todos ellos esperan un la referencia del nombre a un único perro (Higginbotham 1985 y I989). Los
milagro, son, según Leonetti (1990), las siguientes: determinantes, por tanto, proyectan una estructura formada por un opera-
(38) a. Todos ellos esperan un determinado milagro, el mismo para to- dor -el propio detenninante- y una cláusula restrictiva con contenido
dos (Lectura específica con alcance amplio del cuantificador descriptivo, representada por el nombre y sus posibles modificadores.
existencial).
b. Cada uno de ellos espera un milagro distinto y determinado
(Lectura específica y con alcance amplio del cuantificador wú-
versal). Las lecturas genéricas
c. Todos ellos esperan un único milagro, pero el que sea (Lectura
inespecífica con alcance amplio del cuantificador existencial).
d. Cada uno espera un milagro cualquiera, diferente para cada uno
""MilIfM *** 2.2.8.I. Las lecturas genéricas
(Lectura ínespecífica con alcance amplio del cuantificador uni-
del sujeto: restricciones y explicación
versal).
Las lecturas genencas en las que se menciona la pertenencia del
Los pronombres interrogativos y exclamativos también actúan como sujeto a una clase o género se obtienen en español mediante el artículo
cuantificadores, pues ligan las variables contenidas en su dominio. Para definido en plural y en singular y el indefinido en singular: .
mostrar esta similitud, obsérvese la interpretación lógica de una oración .' ;
(40) a. El perro es el mejor animal de compañía.
. como la de <J9a): b. Los perros son los mejores animales de compañía.
(39) a. ¿Qué libro has prestado a tu amigo? c. Un perro es el mejor animal de compañía.
b. {Qué X, x: libro} {has prestado x a tu amigo}.
En el primer caso, según explicación de Leonetti (1999: 874), se
En la representación formal de <J9b), el pronombre interrogativo qué predica una propiedad, la de ser el mejor animal de compañia, de una clase
tiene alcance sobre una variable que ocupa una posición sintáctica en la o género natural, el perro. En el segundo, se atribuye dicha propiedad a
oración, la de objeto directo. La característica de los pronombres interro- un conjunto plural de individuos que representan la clase, por 10 que su
gativos y exclamativos reside en que deben ocupar las primeras posiciones extensión es equivalente a la de la especie perro. Por último, en el tercer
de la oración para poder tomar alcance y ligar a su variable, situado bajo ejemplo, se toma un ejemplar cualquiera de la especie como representan-
el dominio del SV {G.p. y 6.3.Z.}. te prototípico' de esta, para decir de él una propiedad extensible a todo
, ~resa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español .! n. El sintagma nominal
·34 13S
~ ',
el grupo. Es ~teresante observar que el plural genérico de un nunca es como en Los j011taneros siempre están cansados, Los fontaneros suelen quejarse del
unos, sino los. sueldo, en donde nos pode~os referir a la clase de los fontaneros en
Las tres oraciones c:itadas tienen en común que el determinante no general y no a un grupo particular. '
convierte al SN en una expresión referencial, frente a lo que ocurre en El español explicita en la sintaxis esta diferencia en el significado de
ejemplos como El perro del vecino ,me quiso morder o Los perros me asustaron la los adjetivos mediante el empleo de dos tipos de cópulas: ser y estar. En
otra noche con sus ladridos, en los que el determitlante introduce una expre- español se predican con ser las propiedades individuales y con estar las
sión referencial denotadora de un grupo concreto de objetos que existen situaciones episódicas [5.1 .2.1.].
en la realidad y a los que nos podemos referir de manera específica. Otra circunstancia relevante en la distribución de las lecturas exis- ' /
A continuación, revisaré los factores que favorecen la eliniinación del ca- tencial y genérica es el tiempo verbal. En general, el presente yeriñiper- "
rácter referencial del artículo y la obtención de una lectura de carácter fééfoI4.í:3J'sciitti¿'mpos genéricos, frente al perfecto·siiñ.ple.Así, oració-
genérico. ne~ "é'omo LoúliiioréS'coiiiirujen '(fiques, Los dinosaurios com{an Jetado, poseen
Junto con el tipo de determinante, una condición decisiva es la clase lecturas genéricas, mientras que Los perros roharon la cemida, sólo admite la
a la que pertenece el predicado (Carlson 1977). Existen predicados llama- lectura existencial.
dos «individ:U~~,s,}?gnómicOS)l, caracterizados por denotar propiedades in- Los verbos auxiliares modales con contenido relacionado con la obli-
herentes ,odesign~ ' e·staao~J;-e~.man~ntes .de la entidad de la que se pre- gación, como deber, tener que, o la capacidad, como poder, contribuyen tam-
dican;'áCmargen de cualquier restricción espacial o temporal: alto, apto, bién a crear contextos genéricos en oraciones como: Un gato debe ser cariñoso,
capaz, egocéntrico, falso, idóneo o inteligente, entre los adjetivos, y fumar, Un niño tiene que dormir mucho, Un perro puede ser fiero si se le provoca [6.6.I.}.
poseer, saher y tener con valqr habitual, entre los verbos. Estos predicados J'or último, los adverbios de frecuencia tambíén pueden ser marcas
(
" favorecen la lectura genérica, como se observa en Las jiraflZ! son altas y Los de genericidad. Los adverbios de frecuencia o cuantificáción: siempre, nor-
españoles fuman mucho, oraciones en las que el sujeto se refiere a una clase malmente, alguna vez, rara vez, según su posición sintáctica, pueden dar
de entidades. En estos ejemplos, las propiedades de 'ser alto' y 'fumar lugar a lecturas diferentes b.7.3.3. y 7.2..}. Por ejemplo, en oraciones como
mucho' se predican de la clase de individuos. Frente a estos predicados, Juan siempre decora su clZ!a-p.~!. .l:lf.'pit!qj, Los niños se preparan casi siempre su ,
encontramos un segundo tipo, llamad'os «epis.ó,cU~.9s , .Q.. Jl~_~~~!dio)), que desayuno, los adverbios cuantifican sobre la acción, indicando la frecuen-
denotan acontecimientos o etapas transitorias en las que pod~~s en- cia con la que Juan decora su casa por Navidad o los niños se preparan
coñfia! a un individuo; además, implican cambio y tienen limitación su desayuno; pero también pueden intervenir en la interpretación gené-
espacio-temporal. Si son verbales se refieren a acciones o procesos, por rica de un indefInido o de una expresióh en plural, como ocurre en
tanto, a predicaciones con una vinculación espacio-temporal, como can- Normalmente, los nórdicos son ruhios o Un perro raramente ataca a una persona,
tar, trabajar, comer o caminar. Si son adjetivales, se tratará de predicados oraciones en las que los adverbios de cuantificación no denotan frecuen- ' . I
que denotan propiedades marcadas temporalmente: Juan hoy está contento, cia del estado ni de la acción [7.2.}. En estos casos, el valor que adquieren
/ La fruta estará madura mañana. Muchos de estos adjetivos derivan de los artículos está en función del valor que parece asignarles el cuantifi-
participios y, como ellos, denotan estados alcanzados como resultado de cador. De este modo, la primera oración se puede parafrasear como 'La
una acción o proceso (Bosque 1990b): contento, descalzo, limpio, lleno, ma- mayoría de los nórdicos son rubios', mientras que la segunda como 'Po-
duro, seco, suelto, etc. O son participios adjetivales: abierto, conmovido, cor- cos perros atacan a una persona'.
tado, despiezado, destrozado, etc. Esta segunda clase de predicados permiten Téngase en cuenta que, en general, la existencia de adverbios y cons-
lecturas específicas, como en Los fontaneros trabajaron ayer en mi cocina, Los trucciones adverbiales modifIcadores de la acción verbal favorece la lectura
fontaneros que están trabajando en mi clZ!a están cansados, en las que el SN referencial de la expresión nominal, puesto que su presencia permite en-
sujeto denota una expresión referencial susceptible de denotar un grupo cuadrar toda la acción, incluido el sujeto, dentro de unas coordenadas
concreto de entidades, aunque también dan lugar a lecturas genéricas, espacio-temporales concretas. Como ejemplifIcación de esta idea, compá-
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español . '1 n. El sintagma nominal
I37
r rense, por ejemplo, las dos oraciones siguientes: Los proftsores siempre deben En los últimos años han sido varios los autores que han sostenido
~-
. i·
estar dispuestos a atender a los alumnos que lo solidten y Los profesores están que el artículo de los généricos que aparece en español y en otras lenguas
ya dispuestos a recibir a los alumnos que lo deseen a partir de este momento en el romances es en cierta forma un expletivo, carente de'valor referencial y
aula 5. La primera, con lectura genérica, presenta un adverbio de frecuencia que aparece simplemente por una cuestión tipológica, dado que en espa-
que interviene en la lectura del sujeto: 'Todos los profesores', además de ñol el nombre· sin determinante sólo puede aparecer en posiciones regi-
das, como objeto de un verbo o tér.rnino de una preposición {2.¡.3.J (Bru-
contener una perífrasis modal; la segunda, con lectura referencial, incluye
gger 1993; Longobardi 1994)·
modificadores de la acción verbal que denotan un tiempo y un lugar espe- Volviendo a los datos del inglés, sabemos que los nombres desnu-
cíficos. dos o sin determinante introducen variables que requieren recibir su
La explicación de todos los hechos que hemos visto no resulta fácil valor por parte de un operador. En el caso de las expresiones referencia-
y ha sido objeto de diferentes tratamientos (Carlson 1977, Heim 1982, les, el artículo como operador que es {z,2.7'}, o el sistema de cuantifica-
Diesing 1992). Uno de los datos que más llama la atención tiene que ver dores actúan como elementos que asignan un valor referencial a la varia-
con el comportamiento de los artículos definidos e indefinidos en .las ble introducida por el nombre. Pero, en el caso de los nombres sin
lecturas genéricas, pues, en estas interpretaciones, como hemos visto, determinantes ni cuantificadores se proyecta un operador de naturaleza
pierden sus propiedades referenciales para pasar a tener un significado distinta, responsable de las lecturas bien genéricas bien existenciales,
características de los SSNN escuetos.
vinculado a la presencia de ciertos índices, tales como la aparición de un
Una oración como Firemen are available, construida con un pre-
adverbio de cuantificación o una perífrasis de carácter modal. Para dar dicdo de estadio, permite dos lecturas del sujeto: en la lectura genérica
cuenta de este peculiar comportamiento, se propone que los artículos no se nos dice que 'Los bomberos tienen la propiedad de estar disponibles',
actúan en estos casos como operadores capaces de dotar de referencia a ... mientras que en la lectura existencial se afirma que 'Existen bombe-
una expresión nominal (Heim 1982). La idea que subyace a esta aflrma- ros disponibles en un momento concreto'. Diesing (1992), en un trabajo
ción es que en una oración como Un perro·siempre es el mejor amigo del ya clásico, establece una interesante conexión entre la posición sintác-
hombre o Los perros son valt"entes, en su interpretación genérica, ni Un perro tica que ocupan los SSNN sujetos que contienen las variables y la dis-
ni Los perros denotan expresiones con referencia deflnida -po~_dlº. se, tribución de las lecturas genérica y existencial. Así, las lecturas genéricas
dice que los artículos en las lecturas genéricas no son operadores con se obtienen cuando los sujetos sin determinante ocupan la posición
de especificador del ST, pues en dicha posición la variable que intro-
fuerza re_f~_~~~<:ial-, sino clases o géneros de los que se predica la pro-
duce es ligada por el operador genérico ubicado en la periferia de
piedad denotada por el predicado verbal. La interpretación genérica se \ la oración, mientras que las lecturas existenciales se producen cuando
obtiene cuando las variables contenidas en los nombres {ú.¡.Json.liga- / los SSNN sujetos se sitúan en una posición interna al SV, en la que
das por un operador de carácter genérico que puede hacerse explícito en \\ son ligados por un operador existencial, vinculado a la proyección de
la oración a través de los índices de genericidad ya mencionados: adver- ) una situación espacio-temporal concreta y con alcance únicamente sobre .
bias de frecuencia del tipo-d~";;orma¡meizie:- ¿;-veces, a menudo o permasil el verbo -j sus argumentos. Dado que los predicados de estadio pueden
modales como deber, tener que, etc. dar lugar tanto a la lectura genérica como existencial de sus sujetos,
admitirían dos representaciones formales diferentes, dependiendo del
Dado que un nombre sin determinante designa propiedades o cla- lugar en que la variable del sujeto resulte ligada:
ses {2,U.}, el avispado lector podrá deducir entonces que la lectura ge-
nérica puede expresarse con el nombre sin determinante. Esto es, de (42) a. {Op, genérico {ST Firemen (x) [SV are available }}}]
hecho, lo que ocurre en inglés, lengua que permite la aparición de nom- 'Los bomberos tienen la propiedad de estar disponibles', (Lec-
bres sin determinante en posición de sujeto: tura genérica)
b. {ST {SV Op. existencial {SV are available {firemen (x) en t }m
(4 1) a. Tomatoes were introduced in Europe after 1492. 'Existen bomberos disponibles en un momento concreto', (Lec-
b, Firemen are available. tura existencial)
Tesa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nomirial
]
I39
b. *En pocos años el hombre habrá conseguido exterminar elefantes. Junto a estas estructuras partitivas, encontramos formaciones enca-
bezadas por un nombre que expresa medida O por un nombre colectivo,
Las oraciones caracterizantes se construyen con un nombre sin de- elementos que funcionan de manera similar a los cuantificadores de las
terminante que conforma un predicado complejo con el núcleo verbal que construcciones partitivas: una docena de huevos, una ristra de chorizos, un ma-
expresa actividad, dando lugar a una predicación compleja de carácter ha- nojo de flores, una taza de café, un plato de sopa, una rebanada de pan, una cucha-
bitual {2.I.3.]: Juan no come carne, Pedro construye maquetas. La lectura gené- rada de harina} un grupo de turistas, y en el habla coloquial: un cacho (de) pan,
rica no referencial se anula si el nombre en posición de objeto aparece un puñado de euros} la tira de coches, (un) mogollón de gente. E.s_~"~~.~_s~!~~turas
introducido por un indefinido, un posesivo, un demostrativo o, en general, reciben el nombre de construcciones «pseudo-partitivas». En algunas oca-
cualquier otro elemento del sistema de la cuantificación del español: Juan siones encontramos ambigüedad dependiendo de si el nombre de medida
no quiere comer esa carne, Pedro construye algunas maquetaS. se interpreta como un cuantificador o como un nombre introducido por
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español
r 2.<;
un determinante designador de un objeto físico. Así, un plato de sopa puede
tener la estructura de una construcción partitiva en la que sopa es el núcleo
y un plato expresa cantidad: Se comi6 no uno sino dos platos de sopa, o bien
Clases d~,
puede representar un" nombre junto con su complemento de clase {2.4.2.}:
Me gusta el plato de sopa, pero no el plato de postre. Estructuralmente tenemos"
nOll1bre,"
dos representaciones distintas: en la primera, el núcleo de estas formacio-
nes es el nombre término de la preposición, en cuyo caso los nombres de
com.une d
Nombres
co~~~~~_os y discontinuos
La oposición más fructífera sintácticamente es la
que distingue entre nombres «continuos», también llama-
dos «no contables» o «de materia>¡, y «discontinuos» o " I
I43
des que el todo. Por ejemplo, una parte de agua es también agua. Sin con el género' neutro, de modo que se especializa en marcar los nombres con-
embargo, los nombres discontinuos no son homogéneos, ya que un caballo tinuos tanto femeninos como masculinos (Fernández Ordóñez 1994):
no puede dividirse en partes más pequeñas que puedan ser designadas con (47) a. La mantequilla lo hacenlos con leche.
el nombre de caballo. b. La leche 10 bebemos todos los días.
En su estudio acerca de las propiedades de los nombres continuos,
Bosque (I999a) observa que la oposición que eXiste entre sustantivos con- Este uso de los pronomb,res clíticos de tercera persona es un ejemplo
tables o discontinuos y no contables o continuos se puede reducir en de sistema en el que la caracterización casual que distingue entre clíticos
buena medida a la que existe entre los conceptos de 'número' y 'cantidad'. de acusativo (lo, la, /0, las) y clíticos de dativo (le, (es), ha sido sustituida por
La cuantificación de los sustantivos discontinuos aporta 'cardinalidad', pues una distinción basada en los rasgos del referente: así, tendremos clíticos
fija el número de entidades sobre las que se realiza la operación de cuan- femeninos (la), masculinos (le) y, en algunas variedades, clíticos neutros (lo)
tificar. Por el contrario, la cuantificación de los nombres continuos aporta [4:3·4·}·
cantidad, no' número. De acuerdo con este contraste, los nombres conti- Es habitual que un nombre discontinuo pueda comportarse como
nuos del tipo de agua, carne, mantequilla, mármol, no admiten cuantificado- continuo en ciertos contextos y bajo condiciones precisas. En primer lu-
res numerales, frente a los nombres contables, aunque sí cuantificadores gar, los sustantivos que en su uso discontinuo designan objetos pasan a
indefinidos: denotar materia si se usan como continuos: algodón, cerdo, cristal, jabón,
(45) SustantÍvos n~ contables con cuantificadores indefinidos no carcÍinales: jamón, madera, paja, pan, papel, pescado, queso, tiza, uva, vidrio, etc. Así, deci-
Poco tiempo, mucho arroz, demasiado esfuerzo, bastante arena. mos He visto tres cerdos (discontinuo), pero Como cerdo (continuo); Dame tres
(46) Sustantivos contables con numerales e indefinidos: I tizas (pis continuo), pero Me manché de tiza (continuo). En estos casos, es el
Dos libros, pocos árboles, muchas sillas, cuántos coches. contexto de uso el que nos indica que el nombre se está utilizando como
continuo, pues, como se observará en los ejemplos citados, el nombre
Ciertos nombres abstractos presentan las mismas peculiaridades que continuo aparece en singular y sin determinante como complemento de 'un
los nombres de masa, actuando, por tanto, como nombres continuos. Esto verbo o término de una preposición. Cuando los sustantivos discontinuos
significa que pueden aparecer acompañados por el operador de grado mucho designan líquidos, se pueden utilizar como continuos si se sobreentiende
con el significado de cantidad, al igual que ocurre con los nombres de la medida: así cuando se habla de dos cervezas, aparece implícita la referen-
materia concretos: mucha pena, poco odio, bastante vergüenza. cia al recipiente de la cerveza.
La oposición continuo-discontinuo también tiene relevancia para Existen también casos en los que el uso de un nombre como discon-
explicar ciertos procesos sintácticos, corno, por ejemplo, la posibilidad de tinuo requiere de la presencia de un sintagma nominal de medida. Resulta
que un nombre aparezca sin de~erminante en posición de objeto de verbos extraño decir Dame dos jabones, dos chocolates, debido a que estos nombres
transitivos y como término de preposición. Los nombres discontinuos son necesitan ser acotados mediante frases más o menos fijas: así, cuando
los únicos que pueden aparecer sin determinantes en los entornos mencio- hablamos de jabón, lo asociamos bien con la pastilla o con el tambor: dame
nados [2.I.3.}: f{yiero pan, Dame vino, pero no ·~iero libro, *Dame mesa. Es dos pastillas de jabón o un tambor de jabón; del mismo modo, al pensar en los
muy normal escuchar cosas como: ~iero tomate, ··Tarta de manzana, ejem- chocolates, todos nos imaginamos inmediatamente la típica tableta: dame
plos en los que el nombre sin artículo denota materia, y, por tanto, se dos tabletas de choco/ate. Más relaciones de este tipo son las que se establecen
interpreta como continuo. entre nieve y copo, arena y gramo, azafrán e hilo, oro y lingote, etc.
En la variedad dialectal hablada en la zona central y oriental de Astu- En tercer lugar, hay casos en los que los sustantivos continuos han de
rias y en el norte de León, pervive todavía una distinción entre los nombres ser sustituidos por discontinuos si queremos désignar un objeto. Así, dire-
continuos y discontinuos basada en el distinto empleo de los pronom- mos un cigarro y no un tabaco, varios billetes o monedas y no varios dineros, una
bres clíticos de tercera persona. En esta variedad, el pronombre lo se asocia mazorca y no un maíz, dos prendas y no dos ropas, dos zapatos y no dos calzados.
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nominal
I44 I45
r ~ll;~2.3.2. Nombres si~gulares El problema de e~te criterio reside en que puede ofrecer . juicios
negativos cuando se aplica a nombres no animados: *El peral se congregó a la
y colectivos . derecha de la casa, *La rosaleda se juntó alrededor del estanque. .
La preposición entre, p~r su parte, selecciona como su término un
La segunda clasificación es la que distingue entre nombres «singula- nombre plural o bien dos nombres coordinados: entre las flores del jardín,
res» y nombres «colectivos», estos últimos caracterizados por designar en entre Juan y Pedro, entre tú y YO ..A estos dos grupos de entidades se les unen
singular un grupo de entidades. El criterio morfológico selecciona muchos los nombres colectivos no coordinados en singular: Entre el público, entre el
colectivos, aunque no los abarca todos. Son nombres colectivos derivados equipaje, entre la maleza, entre la muchedumbre, etc. Es curioso que entre sea
aquellos formados mediante los sufijos colectivos -eda: rosaleda, arboleda, incompatible con supuestos colectivos como bosque, archipiélago, prójimo,
alameda, -edo: viñedo, robledo, hayedo, -al- naranjal, robledal, bigueral, y su a10- matrimonio y, ' sin embargo, acepte los continuos fruta, gente, pelo, etc.
morfo -ar:pinar,platanar, olivar, -{a: muchachería, -ada:pinada, vacada, boyada, Con el fin de excluir los nombres continuos dentro del esquema de
y -ario: vecindario, mobiliario. Dentro de los colectivos no derivados encon- los colectivos, Bosque (¡983) cita como criterio la posibilidad de aparecer
tramos: familia, clero, ejircito, bosque, rebaño, manada. En los dos grupos acompañados por adjetivos del tipo grande, enorme o pequeño, siempre que ex-
mencionados, el colectivo designa grupos de entidades conocidas. Por ejem- presen número y no tamaño de los miembros que integran el conjunto. Así,
plo, cuando hablamos de piara todos pensamos en un grupo de cerdos; si un ejército grande no es un ejército de gigantes, sino un ejército numeroso,
aludimos a un bosque, nos imaginamos un conjunto de árboles y cuando pero una fruta grande no es sinónimo de 'un conjunto grande de frutas', pues
hablamos de gent{o no se nos ocurre pensar en otra cosa que no sean en este caso grande modifica el tamaño. Según este criterio, no seria colec-
personas. Pero también existep. colectivos de naturaleza indeterminada tivo Sf!Zte , frente a gentío, pues una gente enorme es 'una gente gigantesca',
como mt1lar; docena, grupo, conjunto, montón, puñado, susceptibles de referirse mientras que un gentío enorme indica que 'hay mucha gente'. Esta prueba ex-
a tipos de entidades variadas: son los colectivos no específicos de los que cluye de los colectivos a todos los continuos: fruta, gente, ropa, salvo unos
habla la RAE. pocos que admiten tanto mucho como grande: familia, equipaje.
En ocasiones, los colectivos definidos semánticamente como tales Algunos de los nombres considerados como colectivos pueden fun-
no presentan un comportamiento sintáctico asociado, mientras que otras cionar como sintagmas de medida que requieren la presencia de un com-
veces las pruebas sintácticas de la colectividad pueden aplicarse ~ nom- plemento en plural sobre el que cuantifican. Así, en una ristra de ajos, und
bres no colectivos pero discontinuos, caracterizados por constar de uni- serie de números, una avalancha de personas, un enjambre de cabezas, una multitud
dades más pequeñas que presentan las mismas propiedades que el con- de ciudadanos, no estamos ante auténticos nombres colectivos, sino ante
junto. Por todo ello, Bosque (r983) propone un conjunto de pautas sintagmas cuantificaCÍonales que inciden sobre diversos nombres.
sintácticas que pretenden medir en la práctica el carácter colectivo de un
nombre.
Los nombres colectivos pueden aparecer seleccionados por predica- ~~2.3.3. Nombres concretos
dos que exigen una pluralidad de miembros. Por ejemplo, verbos como
reunirse,juntarse, congregarse, amontonarse, etc. aceptan en posición de sujeto y abstractos: el caso
nombres singulares no coordinados colectivos: de las nominalizaciones deverbales
(48) a. {El ejército fla multit'\ld lel gentío lel público lel vecindario /la
juventud} se reunió, se congregó en la explanada ante la puerta.
y deadjetivales
b. {La piara lel rebaño lel grupo} se juntó, se amontonó alrededor Por último, la clasificación que distingue entre nombres «concretos»
del dv.eño. y «abstractos» es la' menos relevante sintácticamente, entre otras cosas,
:resa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español 11. El sintagma nominal
I47
. '
porque los nombres abstractos van a presentar 1a's propiedades básicas de mente prescindible. Otra 'diferencia radica en que los complementos de los
los discontinuos, Son sustantivos discontinuos inmateriales, frente a los , SSNN siempre aparecen Ílltrciducidos por preposiciones, IIÍientras que, en
continuos materiales. el caso de los verbos, e! agente oargurnento que realiza 'la acCión nunca
En primer lugar, y al igual que los continuos, no admiten numera- aparece con preposición. Este hecho se debe a que las propiedades forma-
les: *cuatro esperanzas 'o tristezas ni "varios miedos o ganas. En cambio, sí les de los verbos y de los nombres son distintas, y no a que se establezcan
adnúten el plural en casos como Los miedos di lvIaría, Me dieron todas las relaciones semánticas diferentes en la oración y en e! SN entre los predi-
facilidades del mundo, Todos tenemos esperanzas de recuperación, Las amistades cados y sus argumentos. Las nominalizaciones deadjetivales también re-
peligrosas. quieren de .la' presencia de la preposición de, ausente, sin embargo, en la
Al igual que los continuos materiales, los continuos inmateriales ; estructura que proyecta el adjetivo: La hipocresfa de Pepe, Pepe es un hipócrita
pueden recategorizarse en discontinuos mediante la presencia de nombres {p.2.}. ,
de medida. Decimos un hilo de agua y un hilo de vida o esperanza; una racha , Existen nombres deverbales como construcción, compra, salida cuyo
de viento y una racha de suerte. significado es ambiguo entre una lectura de proceso o acción, heredada del
Dentro de los nombres abstractos, existe un grupo de sustantivos verbo, y otra de resultado. En esta segunda lectura, carecen de estructura
caracterizados por proceder morfo1ógicamente de verbos y adjetivos: son argumental, comportándose como nombres comunes. Compárense, por
los <<nombres deverbales» o «deadjetivales». La principal propiedad de tales ejemplo, los siguientes sintagmas:
nombres reside en que heredan total o parcialmente la estructura argu- (51) a. La construcción del puente (por los romanos) se prolongó duran-
mental de los predicados verbales o adjetivales de los que proceden. En los te siete siglos,
siguientes ejemplos podemos ver que los núcleos nominales que encabezan ho. La construcción es realmente magnifica.
los sintagmas realizan los mismos tipos de selección sobre sus complemen- (52) a. La compra de"los terrenos tuvo lugar el mes pasado.
tos que e! verbo del que proceden: b. La compra apenas cabía en el maletero.
(49) a. Juan adquirió {un coche /*la nube}. (53) a. La salida de Juan tan precipitada nos asustó a todos.
b, La adquisición {del coche /*de la nube}. b. La salida está mal señalizada en este local.
(50) a. Deseo que regrese pronto. En el caso de los nombres de resultado -ejemplos de b)- es fácil
b, Mi deseo de que regrese pronto.
observar que todos ellos pueden ser sustitúidos por nombres comunes:
En los ejemplos de (49), el nombre deverbal adquisición aparece con edificio, holsa de la compra, cartel de salida o puerta de salida. Normalmente, los
un complemento con las mismas propiedades semánticas que el objeto n2_mbr~L~~ resultado son los únicos que pueden ser pluralizados y que
directo de! verbo adquirir. Este predicado resulta incompatible con objetos admiten deÍ:"eriñiñañfes distintos del artículo definido: Esas constrocciones sOn , f
directos que denotan entidades no adquiribles o no comprables, como magníficas, Mis compras apenas caMan, Todas las salidas están mal señalizadas.
nube. Lo mismo sucede con el correspondiente nombre deverbal. En los Los nombres ?: proceso. dan lugar a secuencias agramaticales en estos
ejemplos de (50), vemos que tanto el verbo desear como el nombre deseo mismos eritorno's':' '*r;¿¡rconstrucciones del puente por los romanos, Mis compras de
seleccionan categorialmente una proposición; además, existe una selección los terrenos. '
modal, pues en ambos dominios la proposición se selecciona en modo
subjuntivo.
La diferencia entre el dominio verbal y e! nominal reside en que,
cuando se trata de SSNN deverbales, la aparición de los argumentos no
siempre es obligatoria. Podemos decir La descripción nos emocionó o La des-
cripción del paisaje nos emocionó. El agente suele ser el argumento más fácil-
," , 2$4~
COlllplementos
~ lllodificadores
nOfllinales
del nOfl1bre
Heredados de un
pe' cado verbal o
adjetival
Los SSPP y SSNN que acompañan al nombre y
que forman con él un sintagma nominal mantienen con
este núcleo relaciones selIl:~~is~~",y.silltác1icas dC?. muy
, I
\~\~~w~~J;~~ ~~~:~::~~~~:a::~~~:~;~;::::~::
gobierno reformó el Estatuto'). I49
:esa Maria Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español n. El smtagma nominal
I5 1
, .,.
I b. El homenaje a las víctimas del pueblo de Madrid (con el sentido parte de su significado. 1Jn~i.':..~plQ...de este tipo de cone;lCÍón semántica
de 'El pueblo de Madrid homenajea· a las víctimas'). , noSIOmuestrañ-ló'snombr~c:l~_parentesco , que implican sie,mpre, por
...- -- iiit - ~
c. El respeto a todos es una regla básic'a ('Respetemos a todos'). su propia definición,'1a existencia de un mdividuo respecto del que se
establece la relación que el nombre indica: Las hijas de Elena, El colega de
En estos ejemplos, los complementos aparecen exigidos por el signi- tu hijo, La matcota 'de mi ahuela.
ficado del nombre deverbal¡ pOi' ello decimos que son argumentos del
Los nombres g~_eXpg!~!ID,.parteS ºe~ ,~ll~rp<?? partes constitutivas ~e .
nombre. También es muy habitual que el nombre herede incluso la misma una entida¿"'t~bién se consideran nombres relacionaies qüesdeccionan ar-
preposición que introduce a su complemento en el dominio verbal, como gumeñros"inherentes, puesto qUe implican la existencia de un objeto al que
se observa en (54b): homenaje a, o en (HC): respeto a. pertenecen como parte sustancial: La cara de Juan, Los ojos de Maria, Los patas
Los nombres deverbales agentivos y los nombres deadjetivales tam- de la mesa, Las ramas del árhol. En todos estos casos, existe una relación de po-
bién heredan la estructura argumental de sus bases respectivas: un verbo sesión entre ei núcleo nominal y su argumento, calificada como posesión
construido con un agente que realiza la acción y un adjetivo que selecciona inalienable [Z.Z.2.}, pues forma parte indisoluble del nombre.
como su argumento el nombre del que se predica:
(55) a.
El promotor de estas viviendas debería estar en la cárcel ('El que
ha promovido estas viviendas'). ~~~~~.L~ 2.4.1.3. N O heredados o inherentes
b. Juan es el mejor reboteador de la liga infantil ('Juan rebotea muy
bien').
con nombres icónicos
(56) a. La astucia del empresario ('El empresario es astuto'). o de representación
b. La rapidez del jugador ('El jugador es rápido').
Junto con los nombres relacionales, un segundo grupo de nombre.s
En el ejemplo de (ssa) es posible observar que el complemento pre-
posicional de estas viviendas representa el tema y que el agente está con-
no derivados con estructura argumental lo constituyen los nombres. icóni- .:<'
tenido en el sufijo agentivo -doroResultaría imposible, por ello, una secuen- c.~_~~:. r.9.':~~~~~~ci~J:l' Nombres como t?~o~,p'~!!.C!!!'!:."'".!.t;a~?,-~~?~~~fi~.r:~-r;, "
fa capacidad de referirse tanto al objeto producido como 3!.P!QE.~~~,g~y'~?,o
cia en la que el complemento preposicional se interpretase como el agente, a cabo -eiJ.'-su r~'aiizaciÓ'ii. íj6r-est~ ·~otivo;·-adiñiterl' corño-3.rgumentos aque~
pues este papel temático ya se realiza en el sufijo: *El promotor de estas lias entidades que hit~~enen en su producciónf~ªCPór' eJ~~pí~, p~n:se-
viviendas por el empresario. nias enun cuadro:' ,en su creación' intervienen, como mínimo, el pintor o
agente que 10 realiza y lo pintado o tema del cuadro. En un ejemplo como
El cuadro del muchacho de la pipa (tema) de Picasso (agente) del anónimo y mi-
illTI1"'d31\1J';~t¿*l 2.4.I.2.
No heredados o inherentes l/onario'éoieceionirta (po~eedor), podemos ide'n :tificareitema,el agente, y él
con nombres relacionales modificador que denota p'osesión¡ en este último caso, estamos an.t~ u~ ,
adjunto y no un argumento, pues su p'ieseñCíiñ6' forma parte de las exi-
Existen nombres que tienen argumentos sin estar relacionados mor- gencias argumentales del nombre.
fológicamente con ningún verbo o adjetivo. L~~_ ~~IE-t?~!.~~_a~i~~g!~~s_ .. La preposición.Ae introductora de casi todos los complementos argu- .,.
se llaman «inherentes» y los nombres que los seleccionan se agrupan en mentales ~~~ce-d,~~~0p'~eIDAo..,~~~~t~,<:()..P,r.9pio, p.~:.~.2~,~~, er?~:~t.~ ,,!,~ "'~'/"
diferentes ci~ses:'En-p'rimer lugar, tenemC?s nombres.~~la:i()nal::!. .. ~.~~ verdadero SP. Su presencia está exigida ,exclusiyame,n te.. p()~ , razone.s, ~(!.. ,: r '
dos así porque no ·deñc)fliñ.u~ . individuo Si,~?}~j_~.lªc:jº.I}__ciliI.ie-varios in- c-;So:"d~d~-que los nombres no son categorías que puedan identificar con
clividuos:EiargiÍmento e::,:!gi~? por e1 'ñ~c1eo es, en realidad, como señala ''''2:t"So a sus argumentos [1.I.s-J. El comportamiento de los adjuntos es dife-
Escanaell (i997J;'unárgÜmento de la relación qu~ ,el,, ~~~}e? , de_n?ta com~
. ' . • "' p,, ' .• • .• • _ ..... " .
rente a este respecto, pues, dado que el adjunto no se encuentra seleccio-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español 1: n. El sintagma ,nominal
152 153
r nado semánticamente por el núcleo nominal, es la preposición la que le Esta restricción 'deriva de lo que sabemos del mundo y no de propiedades
otorga contenido semántico y también la marca de ·¿iso-·o- fúncion:-.xsr n . de la gr~ática: Los manuscritos de la Biblioteca Nacional, Las calles de Barcelona
r1 pue~,-'~r;d~¿to -posesív6 .en ele"jemplo: El cuadro de/muchacho dda pipa ./ (Escandell 1997).
l' ~
/ (tema) de Picasso (agente) del an6nimo y millonario coleccionista (poseedor)~
que proyecta un verdadero SP. Hablaremos más detenidamente de los
modificadores adjuntos a continuación. "'~~!1ii"'"
~~ .... Circunstanciales
2 4 .2 2
,)fU.
l \
r
.
c'1./.?¡<
...•.• , <.
. 1""~';1\ t. i;'L
," I j:2.v" r
~:" ; :::~".'_'
('
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n . El sintagma nominal
I54 I55
;~~1~~~e~tó~eí~:j~~J.E'~~!iiá6¡¡~~~:~~~a~~~~ti~J~~~?j~~~.'
el. El hombre {del Icon} el traje verde.
.i ....
L ...
o . . . : - - _... _~~.. _ _ ........:r> ;t7' .............. ,J.a::;_~.. _~ . .... ,',..~,.,..... , •. ,, :, .....
"11 ..- ... . . . ;-. - ••• ' ..' - • .:. •• -.:a "'~J~" . -r.":.. o,' _ .1'
Pedro ('Pedro es un burro'),' El pesado del vecino ('el vecino es"iiñ pesado'), El J¡
Grupos nominales de clase desastre dI! tu hermana ('tu hermana es un desastre'). En todos estos casos '
esaltamos ~te construccion~~~~.E_~.~I}';S~~~~~!!:.1!E-,~,~~~~~.~.~ X
Una tercera clase de modificadores adjuntos la constituyen los llama-., v~~y que, como se pueae apreciar, admiten ser parafraseadas por
dos «g:;ipos nomlt;arC"s de clase». Por este nombre se conocen uná-s~rie 'de '\ una oració.n copulativa. La relación semántica y formal entre el núcleo y su
.. ..t.!,!,'.' modific.,!dq,~~s·-C-aracterIZadOs-"'sintácticamente por aEarecer sin determi- / / . cO~.El!!~~!!t.o es idéntica ·a"Ii.q~(s~· l!stablece- entte"u'n 'sujeto y su predi-
~ J~:! ;>.l ~ ~;. nanF~ {u.J.} ~señi:á.iiti.¿amente ;por-aeñotar, 'Junto'''éoneTñombre 'íli' i!i! cado no~:¡,J.. En El burro de Juan, el núcleo nominal burro denota propie-
l . ;:;;-difican, una Ciase d~ .9bjetos: coche de' carreras, coch~ deeahálios y coche Ji" dades, por lo que actúa como si fuera el prerucado dé'una'estructura co-
pufativa, mientras que el complemento Jutznes en realidad el argumento
; hómb¡;'os; cuchara de sopa y cuchara de postre; aceite de oliva y aceite de girasol,'
mesa de comedor y mesa de estudio. s:l~c:.ci.o?~~.2 P~::..~Lpredicaci(~}u170. Esto"illdiño qúedi demostrado por el
hecho de' que tanto los rasgos formales como los semánticos de la cons~ '., ' ,
ES;:.t:..:o:..:s.,..:m:.:::.::o:.::d::;ifi::.:lc;::a::.:~9.!~s_~~~!.ªº~~.c~I!..1t~_ ~~!~,=-J:1~!!1a..c.i?I!-_~<?~_~1..tl9.p'.?!_e ,.;<
~ que modifican. Una buena prueba de ello reside en que no podemos ' , trucción están determinados por el complemento, esto es, el sujeto de la 'p;-';,!"(,
insertar ni.Iiguñ"'otro -¿omple'mento ' ci -modificador entre el nombre y el relación atributiva. Así, en El burro de Pedro se empeñ6 en arreglar lo fJU.e había ;:' . .\ '
grupo nomirial de clase: eS:!!!p'!'~~o!_el .:!«:E~.<?~t!!p~ña:.!e sel~.Ccioniüñsujetoqü~de1i.e"i:eñeria propie~
dad de s<:~. J1.~mano', esto es, Peclro, pero nunca un burro. .
(60) a. *EI coche de Juan de bomberos ('os. El coche de bomberos de --'-Estrucrmarmente, t ;,t'o 10 dicho supone ' q~~"~i ~úcleo nominal-pre-
Juan). dicado y su complemento-argumento proyectan una estructura sintáctica y
b. *EI vestido de María de noche ('Os. El vestido de noche de María). semántica en la que existe una relación de predicación pero sin flexión
verbal. Dicho de otro modo, el nombre y su complemento forman el es-
L~~!:(),~~ler.n.e~tos s~scept.ible~d:e. si~arse e~~re e~ ,Ilombr!!_.x~!,
\" queleto básico de una relacióñ'predié:aéio:~gument~, i~al' a l~~~.~ :~~ . ~!-
~'p~~~ ..cl~~~on 10s~gj~!!y?S rest#.~#v:qs, como se ve en: v.úiid(;'é.~o.)de tiblece en lina-óraCioñ" copiilitiviCsí"'prescíiiaimos de1aCÓpula: Juan eS'
noche, coche ~uevo)de bomberos. .
(tonto /un burTo), I:-,~ .pr.ep'~~i~~ón de, al igual que la cópula, ~~, iI}§erta.por,.- .
Los grupos nominales de clase pueden llegar a constituir verdaderos
compuestos con el nombre al que acompañan, dando lugar a formaciones r~~,~~~ de . ,~~~' P~~.~':'~~ª~_~~,~~. ~_~._~~~.~d~_ Í1!.~~.ic5P..~.~.o.rnP~~P.:~~~9 ";
~~IñüiaI. PO:. ~~~lguiente, no es una verdadera preposición. (La estructura" ..... ,.- \
X \/
plenamente lexicalizadas. Por ejemplo, son numerosas las frases formadas
finilrdCi uñá oraciÓn' éopUIativa' se desarrollará en p.i} ·
a partir del nombre ojo. Así, un ojo de buey puede ser una claraboya circular
o una planta herbácea, el ojo de gallo es un color que adoptan los vinos o E~~~<: __<!~,,::~~~i?t,l..~~?but~a resulta especia1m~nte producti:ra en "" 1
las secuencias formadas por un artículo indefinido de carácter evaluativo 1
un tipo de callo, mientras que el ojo de gato es un tipo de piedra semipre-
[2:2.'3,rmáS·-uñadfé·ti~ová1oraüvo o expresión similar: Una maravilla de I
encanto de persona, Unborr¡;;¡tcoiifi/elíCi~~·;·J
ciosa. Por su parte, el diente de león es una clase de hierba, mientras que el
diente de perro puede ser un escoplo o ~~ tip.q d,e costura.
mujer, rJñ(Iésasti'é'"aépelícitla; ' 'Un
n. . _ J. 1 /. I • J1) •. ' , • . .' etEEríñderiñld~'p~e'd~' ~~~" su~i:itÜido por un. artíéuIo detuiido úniéamenre:
A ~f'~\ {",,·J' L· ftU¡l;';':1'.1.,. !-:" )' '';'' :~'''' ' .f~''' ..-- :'.{~ .}" . .l"
. ...t~ , " ,
~'f ! 1',- '1 '1 1," " 1 1 {j.:~-:.:l. ;'..:.t~ .. ~ .:,~I'::.:· ; .:·;t <:./: si el nombre que actúa como argumento de la relación atributiva va acom-
./.~.. :~.:~~ -::: e(·:·,.p.~,.lL,.•. (. ,>." ';'-. ~,:'; ~i::: ,.~~,.-'.~".: 'i ~:.'~'.:,~;'J-.:"~, .'- ' {'. ·,. u.,· · .:. ,._ .L ~•.
_".-
\
__ • ~ - \o,,.
I...
_ . P~··¡.'¡;:!..J..•I .\.: . .:,
pañado de m~diQ~ll.d.o~~~E~~~~~~~i~os, como ocurre en El cielo de persona que
es María, La maravilla de conferencia que no! dio Luis.
Teresa Maria Rodrigue2 Ramalle I Manual de Sintaxis del Espafiol Ir. El sintagma nominar
rSl
r Aposiciones , posibles ,·0 muy extrañas i~ paráfrasis respectivas: *EI río es Tajo, *Pedro
es Fernández. En estos últimos ejemplos, la aposición no se utiliza para
Por último, dentro del SN también tenemos «aposiciones», modifica-
\asignar propiedades al nombre,. sino que su función es de contribuir la
a lá delimitación inequívoca del referente, Estos contrastes nos sugieren
dores de la misma categoría que el núcleo al que acompañan, en este caso la conveniencia de tratar separadamente a modificadores atributivos y a
el nombre. Existen dos tipos de aposiciones: las explicativas y l~.':~l?~ . aposiciones (Leonetti y Escandell I998).
ficativas. LaS prim~ras no contrl6lÍ}re'na-precisar"Iii'réfereocli-élel nombre,
En ocasiones, las aposicionesespecifi~.~tiv:~s dan lugar a formaciones
siñO'que de7a;~Ü~ 'unapropi~~~d defmito,dª ..,de este, al nombrarlo de léxicas estables o colocacIOne.s{Í:"2:IYfenlas"qüé-los dos nombres tienden
otra manerFE{¡ol, mastróadorado por todas las civilizacionesj El Real Madrid, a aparecer juntos, como en. hora punta, ficha límite, ciudad dormt'torio o coche
el equipo de los galácticos. LI,l~ ~~gt!:~~.~~\ en cambio, sf.~tan la!~fer~~ciª.de~ , \. bomba .(Fernández Leborans 2003). Un buen número de las formaciones
núcleo ~min<l;l a! 9~e.~~.?~~:m: La empresa Fa~or, La muje~ s~/dado. Los , , menCionadas han pasado a constituir auténticos compuestos sintagmáticos
apelliaos son 'un buen ejemplo de este segundo tlpO de aposlclones, p:ues. ;/ con un nivel de lexicalización o fusión entre sus miembros muy avanzado
restringen el referente del nombre propio. De hecho, este tipo de apo.si- (Lázaro Carreter 1962, Rainer y Vare1a 199I), lo que queda demostrado por
d(;~~~- s'oñ-IosurucoseJemi?ic)s'oe' modH1cadores especificativos que admi- el hecho de que la marca de plural recae únicamente en uno de sus miem-
ten los nombres propios [Z.I.4·}. bros, casi siempre el primero: horas punta, ciudades dormiton'o, hombres anun-
Las aposicione~e~Re.~ills~~!;.i!~.s pueden estar introducidas mediante cio. Este fenómeno se denomina «flexión interna».
la preposición de, como en La ciudad de Madrid, La caffe (de) Alcalá, El mes
de mayo, El pas~(t(de) Pereda. En estos casos, el segundo miembro se com- ...
paria como ~n 'complemento restrictivo del primero, que colabora, ade-
más, en la determinación referencial del sintagma, al precisar su denota-
~~~243
,--_.. - ... Su posición jerárqujca
_
bajo .....
el SN
-.~,_. ,-~, .. , ~
de Bush; lo mismo ocurre en La ciudad de Madrid, sintagma parafraseado dentro'd~loiadJ~~ws no existe un comportamiento homogéneo. Por ejem-
por la oración copulativa La ciudad es Madrid. Esta relación ha llevado a plo, los circunstanciales locativos y temporales se sitúan como verdaderos
considerar que las aposiciones no constituyen una clase de modificadores adjuntos; sin embargo, los grupos nominales de clase establecen una rela-
distintos de los atributivos, sino que ambos tipos se integran en un mismo \ ción más estrecha con el nombre, pues tienden a ser adyacentes a este
grupo caracterizado· conjuntamente por denotar propiedades del nombre ')' {2.4.2.}, por lo que se generan como hermanos estructurales de N, en las
(Rigau 1999). Sin embargo, no todas las aposiciones equivalen a estruc- posiciones de complemento. Los posesivos alienables, por su parte, a pesar
turas copulativas: por ejemplo, de una aposición explicativa como El te- de ser considerados modificadores no seleccionados, se comportan de
rremoto, tragedia sin precedentes no podemos obtener la oración *El terremoto manera idéntica a los posesivos inalienables en 10 que respecta a sus posi-
fue tragedia sin precedentes (Leonetti y Escandell, 1998: 171); asimismo, para bilidades de sustitución por el determinante posesivo, lo que los diferencia
las aposiciones especificativas El río Tajo o Pedro Fernández resultan im- claramente de cualquier otro modificador adjunto. Así, ni los circunstan-
:esa María Rodriguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nominal
I59
ciales: La chica del perro, IÚ los grupos nominales de clase: El vestido de'noche, un ageIlJe situados ,bajo el SN, únicamente ascenderá aquel que se sitúe
ni los complementos atributivos: El pesado de' Luis pueden posesivizarse, ,más cercano al SDet, en este 'caso, el posesivo. Lo mismo 'ocurre cuando
frente a lo que ocurre con los modificadores posesivos, como se muestra coaparecen -agente y tema: el agente ubicado en el especificador del SN
en los ejemplos de (6r): prévalecerá sobre el tema, en la posición de complemento, pues se sitúa
(6r) a. El equipo de Miguel. Su equipo. más próximo que este a su destino fmal: el especificador del SDet:
b. El jardín de María. Su jardín. (63) IsDet:[Der' isN' poseedor (tanto alienable como inalienable) {SN agen-
c. La chica del perro. *Su chica. te le:x:perimentante {N' N tema}]}}}
d. El vestido de noche. *Su vestido.
e. El pesado de Luis. *Su pesado. Dado que el poseedor es el primer elemento en la jerarquía de la
posesiyización, ocupará la posición más externa o, dicho de otro modo, la
Precisamente, la posibilidad de ser sustituidos por el posesivo nos \ más' próxima al SDet, como especificador múltiple del SN; en segundo
permite deducir la jerarquía u orden interno que presentan los diferenús lugar estará el agellte, como especificador interno del SN y, por último,
complementos cuando coaparecen. Recordemos que el posesivo tiene una ocupando la posición de complemento de N se situará el tema.
doble naturaleza {z.2.6.}, pues, por una parte, puede actuar como determi- Las llamadas nominalizaciones pasivas actúan de manera diferente,
nante, pero al mismo tiempo depende de propiedades semánticas del nú- pues en ellas el tema ocupa la posición jerárquicamente superior, como si
cleo nominal, por ello se genera bajo el SN para luego ascender hasta el fuera el sujeto de una oración pasiva, mientras que el agente adopta la
especificador del SDet. En este proceso, los diferentes complementos del forma de un adjunto: La captura del en'Uiado internacional (tema) por parte de"
nombre que, pueden ser sustituidos por posesivos y situarse en el ámbito los rebel.f!..es (agente). Por ello, son posibles, estructuras como Su (tema) cap-
del SDet son los diversos complementos argumentales del nombre: argu-"~ tura (por parte de los rebeldes). '
mentas inherentes, agente, tema, experimentante, y los posesivos, tanto
alienables como inalienables: Su hija (relación), Su foto (agente, tema, po-
seedor), Su casa (agente, poseedor).
Es interesante advertir que cuando tenemos más de un SP sólo uno
de ellos puede realizarse como posesivo (Escandell 1997, Picallo y Rigau
r999). Si tenemos un posesor y un agente, sólo se puede posesivizar el
pOSeS?f; si coaparece un agente y un tema, será el agente el que posesivice.
Por último, el tema aparecerá sustituido por el posesivo ÚIÚcamente en
ausencia de posesivo y agente. , ,
(62) a. Mi (poseedor) cuadro del Muchacho de la pipa (tema) de Picasso
(agente).
a. Mi (agente) demostración de la fórmula (tema).
b. *Su (tema) demostración de Juan (agente).
, .. ~i~C~~Ji~~d~~~~
a,tdJ~t1vos del nombre
'. :~
:": :: . .':
'f:\f~t;" ·
..:f:U' "'-;{:;;' ;
.,.·P. .::,~}; ,-.:<
;;',..t:,i~ "'i2,~~.,~
-,
r63
--.....
vez, los adverbios en -mente mencionados pueden coaparecer con las for- Juan es,lIlto y' otra variable G, responsable de la expresión' del grado. Esta
mas comparativas, pero siempre precediéndolas: , enormemente más pesado, , variable _puede serligada 'por' tui operador de grado o legitimada al' actuar
tremendamente más lento. Por último, los pronombres exclamativos, al igual sobre ella un predicado que denote el grado en que 'se manifiesta la
que tan, siempre se sitúari delante de los adverbios en -mente: iff<Eé increíble- ptopiedad del adjetivo. En la ' modificación adjetival de grado encontra-
mente pesada es esta chica!, i~é inmensamente grande es este teatro! mos ejemplos de ambas categorías semánticas. Son operadores de grado
Para dar cabida a este conjunto de especificadores del adjetivo y que asignan su v:alor a la variable G introducida por el adjetivo, los nú-
explicar sus combinaciones, se ha propuesto la existencia de dos categorías cleos tan, cuánto, qué, muy, más, menos; mientras que, como ejemplos de
funcionales situadas por ,encima deja proyección SAdj ,(Corver 1997a y b): predicados, tenemos los adverbios en -mente: terriblemente, horrihlemente, in-
una primera, llamadaSinta.gma Grado -'y encabezada por las palabras de' mensamente, pues se predican del grado en que se manifiesta la propiedad
"
¡"~o
grado cuyo comportanJ~~t7i -se' ptié-de- ielacionar con el de los,determinan- den<?eada por el adjetiv?' Dicho de otro modo, la p~áfrasis semántica de
tes (tan, cuánto, qué) y otra, etiquetada como:-Sintagma Cüaiitificad~;'\ enca una oración como Juan es enormemente alto sería la siguiente: 'Juan es alto I 1, , -
( bezada- -ii-'su'veZpor 'aquellos constituyentes"que-actii"3li aernañer~c shmIar hasta el Grado G, de ,modo que G es enorme', en la que la base adjetiva !
enorme se Pr:_ ~_~a. . 9.:~- 8!~~? ,g_. (Corver 1997 a). --.,- --,-".-..,,- - -..'-",- -----. ,_./ )
ir
a los cuantificadores (más, menos)_y en cuyo especificador se alojan los
adverbios muy, terriblemente; horriblemente, enormemente, formas incompati- ~ri'úña misma oración, nunca podremos encontrar dos operadores y
bles entre sí dentro de una misma secuencia. Existen pruebas semánticas una sola variable, por ejemplo: *Tan muy boñ,to;-*júañ"es'fiJñ-menos júsadó,
que autorizan a proponer dos proyecciones funcionales diferentes. Tal y p1:leStoquenoes posible tener una variable que pueda recibir su valor por
como observa Corver (1997b), cuando el '¡;úc1eoCuantill~ador 'se~~iliZa, la parte de dos operadores distintos. En cambio, c.?1!~~~secuencia de pre-
propiedad denotada por el adjetivo está determinada cuantificacionalmen- ~~2..Y_o.E~~g9E..,~~ , p9.~.ip)~, si~}l1P!e. q~~ se ell:~e~tr<jüstffi¿ádü~'o~J~
te, por ejemplo, mediante las formas comparativas. Sin embargo, en el caso ~a:'9.1::í.~:,~t~S~E~, pues cada categoría actúa sobre la variable de manera
de que sea el núcleo Grado el que se encuentre especificado, la propiedad difereni:e: Tan enormemente pesado, i~é increthlemente alto!
denotada por el adjetivo se realiza de manera identificativa, lo que ocurre
,-
( siempre que aparece un pronombre interrogativo, exclamativo o al inser-
tarse tan . El resultado es una estructura similar a la siguiente: Aspectuales
(65) [SGrodo [Gndo' tan /qué [SQ {muy /enormemente Iconsiderablemente} No todos los especificadores del adjetivo expresan grado, también __
[Q' {más Imenos}[SAdj alto }}}}} los hay que modifican directamente el tipo de acción que denota el adje- ",
Esta representación da cuenta de las secuenci.as posibles e imposí- tivo. Adverbios del tiRO de completameñté,defiñitivamente, totalmente son : ; \.'
! bIes. Dentro de las primeras, podremos tener una sucesión formada por un suscep!.i¡;~~ _ ª~ _~odifié~ -a ·:~~i~t_~~~=9?~:_denotafl .' e~t~aos , ,~c~Zaao~ " o'_ j/; .',
- , ~~~l~o de Grado más un adverbi? en -1fZ.:.1!te; tan inúma~ente ácido, o Q'~'i.,'~; procesos que se pueden completar: limpio, seco, suelto, maduro, contento, lleno.
~dverbio' eri -mente seguido -de" úna í'orma comparativa: comiderablemente EStos'nusmos adverbios resU!tá.ríúic6m:patibles con adjetivos individuales
Pero,
menosiniéresrinte. en cambio, resultciráIi'"iffiposibles secuencias en las o gnómicos, denotadofes de propiedades permanentes, del tipo de alegre,
bajo; bonito, inteligente, ";Uídoso b.z.B.l.}: , :. '
que se sucedan dos núcleos o, do<~s~~ci~~a~ore~': " , *tan qué bonito, *muj
enoriíúiñe-t¡ie iizúmsante, pues estos elementos, al ocupar la misma posición (66) a. Una casa-completamente {vacía Mena).
en la estructura, se excluyen mutuamente. Pero no todas las restricciones b. Un cuadro enteramente estropeado.
de coaparición se pueden justificar estructuralmente; debemos remitirnos c. Las pinturas están totalmente secas. ,
también a principios semánticos. a. ·Una casa completamente {baja /alta}./ \
Un adjetivo como alto posee una caracterizaci¡)n en el léxico que b. ·Un cuadro enteramente alegre. 1 ~1 , _t,:)~
~. ~
incluye una posición para su argumento nominal realizado en la oración: c. ·Las pinturas son totalmente bonitas. I
.-
:-) . ~~. !; I~.ll(1 . fJ.Ij. ·"
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
~" alto, gor.do, sua"ve. Estos adjetivos tienen la posibilidad de aparecer acompa-
i . ñacl9.LPQi:!liodificáctoresnc; ~~éntaIes : ' E;7iemasiado-;¡¡pe'ro"¡ja?á-mf: Ji o-
,.
r65
:/ como Sm:tagma Aspecto (Bosque I990 b), en cuyo especificador se alojarán 1"~ ';;¡¡JOestdm~ygo~d¿7;;;,aJug'ár·en' eTMa(frid. Sin embargo, hay a9Í.etivos que
, ' los adverbios predicados del estado fInaL seleccionan semánticwente uri complemento, así como 1.{p'feposlciÓií<que .
El adverbio muy" también es sensible al tipo de acción que denotan lÜiñtrocfü-éé: álergzcoa;rúicio a;' Moizeo para, Cercano a, fiel a, propicio a, atrevido
los adjetivos, pues cuando acompaña a adjetivos que denotan estados sus- con, solidario con, abundante en, so{uhle en, parecido a, similar a, opuesto a, propenso ~
ceptibles de llegar a un final: muy lleno, muy quemado, muy seco, no expresa a (Bosque I999 b ). l,t }¡",; .~•. / :;"'.':':' . " "; .":.'. . '--.!
intensidad ni grado, sino que denota una fase avanzada en el proceso Al igual que ocurre con buena parte de los nombres que poseen
significado por el adjetivo ~osque I990b). En estos casos, es un opera- estructura argumental, los adjetivos también pueden proceder de verbos de
dor con alcance sobre el tipo de acción que denota el adjetivo y no sobre los que heredan su est~rurá-' argumentaI j; eriégínien 'prep'os~~i6naE :' ,
el grado. (;;r--¡''' I;'s~luciÓn ofrecida nos pare~~ "adecuada a las necesidades en-
contradas. La' solución se adecua a las necesidades.
b. Yo estaba predispuesta contra ella desde el principio. Yo me pre-
dispuse contra ella desde el principio.
c. Esta sit\lación se asemeja a la que vivimos meses atrás. Esta situa-
También actúan como especillcadores del adjetivo los adverbios que " ción es semejante a la vivida meses atrás.
establecen dominios de referencia {7.2.} y que pueden coaparecer con
cualquier tipo de intensificadores, así como los adverbios de tiempo y de ." ~o es extraJ1.o encontrar casos en los que el complemento del adje-
,(
frecuencia. Estos nuevos modificadores se sitúan con alcance sobre el / tivo aparece realizado bajo la forma de toda una oración: Juan está p~e9.cu, '¡:
; -,
. resto, según se ve en los ejemplos recogidos en (68) y (69), por 10 que .\ pado por no saber nada de Maria, Luis está contento de que María haya aprobado
se generan como especificadores del Sintagma Grado, según la estructura ·\ suú'xámerleS. Los adjeÚvcis también seleccionan la modalidad a la que per-
representada en (65): tenece la oración que toman como su complemento, como se puede obser-
var en los siguientes ejemplos en los que la oración subordinada es una -
(68) a.
Las cuentas del Estado son socialmente injustas, políticamente
interrogwva indirecta {6.3.x.}: Mi jefe está realmente interesado en cómo solucio-
represivas y no contribuyen a la creación de empleo. {RNE, 1 /
nar este problema, Estoy indecisa sobre si ir o no.
I01r996}
b. Un presidente políticamente realmente malherido.
(69) a. Juan está con frecuencia muy cansado.
b. Los niños, normalmente tan alegres, se encuentran hoy demasia- ~os adjetivos calificativos r
C'.
"
do callados.
Según su significado
~~]¡¡<J14lilJ 2.5. 2. Los complementos Los adjetivos calificativos caracterizan un rasgo constitutivo del
nombre a través de una propiedad física: color, forma, predisposición, etc.
del adjetivo Una de las clasificaciones más extendidas es la que propuso Dixon (1982),
recientemente reelaborada para el español por D.~~()n~e (I999C). Pues bien,
Existe un conjunto amplio de adjetivos que no toman complemento sigui~;d~ 'báSi'camenté' -a ' D~~n(I982fi"b'e~0~te " (J999C), los adjetivos
alguno: son los que designan cualidades ñsicas de los 'objetos, del tipo de califIcativos se pueden agrupar en las siguientes clases:
'eresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nominal
S6
r68 r69
r más delimitado, que se incluye dentro de la clase de objetos referidos por ~~~ 2.5.4. ' Los adjetivos adverbiales
el nombre. Por el contrario, el adjetivo no restrictivo se aelica al nQ.!!!,bre
en su totalidad, puesto que no restringe el referente. Esto implica que
l.;:extensión cÍel nombre, los objetos a los que refiere, es la misma con Existen adjetivos que establecen vínculos semánticos y morfológicos
con determinadas clases de adverbios: El presunto autor de los hechos y Actuó
, ! '1 el adjetivo que sin él. E,!,~~j~~iv? ..~9,r"~~.tJ:;~ÜY,~,~~ ~~t~ " ª d~~~::lc:,,~_,~~
presuntamente en los hechos; Las frecuentes ¡Iamadas y Llama frecuentemente¡ La
i\ ¡ p~~~a~_~.e'?giE,()ria ~,el Il,o~~r~.' .
rápida actuación y Actuó rápidamente, etc. Por este motivo, se denominan
. LOS últimos trabajos que han estudiado la relación entre posición
e interpretación de los adjetivos destacan que los adjet~vos po~~.estos. «adjetiyos adverbiales». Estos adjetivos se agrupan en cuatro clases princi-
'\1 se compC?!!.~ como 'pr~«!!~c:i.c:>~_9.~~ ~i~3;Il propie~.~~s~~..'Jl_o.gtl;?r.e_"~~e
pales (Lapesa I975a, Demonte 1999c): modales, circunstanciales, de fre-
f'. acompañan (l5emonte 1998, Alexiadou ZOOI). ':Al "aplicarse sobre el con- cuencia y pseudo-determiil.antes o privatiVos, --
"" - .- --..-'--, ..
-~' ."~ - ~ " _. ' ''- '''' _ ._- ' -'.
Juntó" de los-'referentes posibles del nombre, ~"~~te_~~V:?-.E!.~~~~,~to"_s~!~~ ..:.:.
~~É!2_~~~!!?~"q1,le . ~l,1rpp~en~~J~Eop_i~?~.'i..,~eIl?~~d~ , P,,~!: _~l. Por este
motivo, tales adjetivos actúan como restrictores 'de la extensión. ~e~º~ Modales
que, l?s n~I?~:~s se proyec.~~ ~e~de c::~ )~~~~ '<:9Jl una posi~~~Iloc~p.asi.!.
por una variable. Esta posición queda ligada por un determinante o Los a,.4k.t~Y9'§..!!Ilod¡gts» s~ caracterizan'p~:' ~:XP_~,~,s?E, al igual que sus
cuantificacrorqüe fija la extensión del nombre y le asigna propiedades
correspondientes adverbios, l~~~~~,~,~~..Q.,.Qle'p,?~~~}:l-~d,~c! ..~~"c~~!:"~ , relacio
referenciales {z.2.7.). Los adjetivos restrictivos COI}.~p~~y'en también, a su
manera, a la identificació'ñ oé-1áS ' entidaaé's 7;notada;' por el nombre,
pues limi~-é;CteñSiÓ~-;IactüaICom(rpiedicados de la variáble ño" mr:
-- acontec:~!!m9.,~, ... Dentro de este grupo, se incluyen adjetivos vincu-
nes y..._---- -. ,
lados ~n los contenidos de la modalidad, como. sus correspondientes ad-
verbios en ·mente {6.6.2.]: L¡z afortunada reacción del equipo, U7lIZ lamentable
nal. El resultado de la predicación realizada por el ,:J.djetivo es un subcon- pérdida, El probable retroceso de la Bolsa, y adjetivos que expresan la actitud
iunto"güe forma'"p~ie--dei conJ~~to-denot'id~ por l~ extensiÓ~"d~i nom':" del sujeto, vinculados con los adverbios orientados al sujeto {3.7.3.I,]: La
bre:-For su parte, los adjetivos antepuestos han sido ana,4za..q()s _C9~-º.J!!!ª pacífica transición a la democracia, El inteligente acuerdo alcam;ado, La brutal
c.~e....Q,~ºP~~~?~,~~,C(:>nalcm.é:e-s?bre.Jaa~~_~!i~ióll dern0t.n~re, .Eero su: represión. ~~os van_~~~puestos al nombr~9ue mo.dific~; cuando
capacidad de sel<:,~ción_IJi de restric<:~2~, puesto que no alteran la exten- se posponen cambian de signifiéaao:uñ-~~o;¡cuerdo alude a la certeza de
sión d.ei-grupo formado por el nombre y sus modificadores restrictivos llegar a un acuerdo, mientras que Un acuerdo seguro es un acuerdo bien
(Demonte 1998). establecido, que no se puede romper.
La posición del adjetivo puede influir en el carácter específico o \ ,
un
C~E: ."0!,~~() s~ :t.~~~?,_ d,e_~~, ~c:fe!.~I1,~e. ,e_spc:~~~C!: Desea comprarse lujoso
ático que vio el otro día, mientras que la posposición es natl.!ral CUa,nP~L~! Circunstanciales
referent~~s inespecífico: Desea comprarsé"ün ;itico lujoso; cualquiera, siempre
que sea luj;so-(Fernáñde~- Leborans 2003)'
.
Si los adjetivos modales se relacionan con los adverbios que modifi-
El término degi~~ suele designar un tipo de ~djetivo explicativo can a toda la oración, los adjetivos adverbiales «circuristanciales»se aseme-
\ ,/
usado con intención estilística y que enfatiza los componentes centrales jan a los a~ve~~i.o!._q~~ -;;04i~~::JY~r.~~_,L~~~~~:~~" c~~~~~~~~~,i~!.~:
del significado del nombre. Se localizan en posición pre~omi~aJ, ~un.9.!!.e
l ' \
I7l
la manera como se presenta el nombre. EX:~~~:'~~~~?~.J??~ci.,eIl;.p'o,sE?lJ.e:~ Al igÚal que sucede ·con.los .adjetivos modales, estos adj~tivos van si~
i
se sin alterar significatiyamente su sign{gl;:aQ() 'como en El foturo presidente pre antepuestos; al posponerse, pasan a interpretarse como calificativos:
y E¡;~~sider;t'tjütiiro,' §~q~~.:fi~·~~e.~~¡;·.~. ª'.$iWarlos. e~. posici§~.P.E~~9- eSIO-que-ocürre en Una simple equivocación 'sin imp6rtan~ia', frente Una a
minal. También se encuentran ejemplos en los que el adjetivo circunstan- equivocación simple 'tonta'; en Una verdadera alegria 'gran', frente a Una
ciarpospuesto pasa a 'actuar como un calificativo, asignando propiedades alegria verdadera 'cierta' y en Una cierta noticia 'indeterminada', frente a
al nombre: así, existe un contraste entre Mi viejo compañero de trabajo 'mi Una noticia cierta 'segura, verídica'.
antiguo compañero' y Mi compañero viejo 'anciano'.
~2.5.4.5 .. Su interpretación
D e frecuencia
Los adjetivos a4yerpiaJ~§)!c:> ~.estringen el referente del nombre; por
Una tercera clase la integran los ~dje~~~d~~.E.~l.~~~~~.~.f.~eqi~ ello, en ~aJ.;Iian-sido tratados co'ino·o~ia:ª~~~~,:.~·.~~.~i.g~de,~:gti<:!·.tiene?
cia» -también denominados «aspectuales» (Demonte I999 c)-. Estos .s.e. alcance sobre diferentes constiwy~ntes del.Il:qmbre (Demonte I998, Alexia-
'~n:culan nuevamente c..<?2 ad!:::bi~:..Y.~E.~.~~~E:~~_ qll,~ .denot~ la fre~~~ dou 20oi):'-Asf,' los modales' y bueña parte' de 'los pseudo-determinantes
cia con que se pres~~_~~.!~!l.E2 .._~ _~~E.~;~.(!.~~.o. Los adjetivos co- tienen alcance sobre la denotación del nombre, pues sitúan a este en re-
rresponruemes,poi tanto, indican si el hecho descrito se produce de lación con una escala de valores o situaciones posibles; mientras que los
lTh.~~DLr.:~~!..~.gº!l, o~ºnal, ~~itu:.!!. como en Los constantes avisos, Sus . circunstanciales y los de frecuencia son operadores vinculados con la ex-
habituales quejas, Las frecuentes visiias. Dentro de los adjetivos adverbia- presión del tiempo, de la manera y de la frecuencia.
les, . ~:.~o~J~:_g~_C:l'r.~~:~:llIl:_~.~YO!.UE_~!.~31~.e_?:,~~c~.C!n,~, pue~ e~ espa-
ñol pueden anteponerse o posponerse al nombre SlIl alterar su slgruficado
ni el del sintagma en el que se insertan: Los {constantes viajes! viajes cons- ~
tantes}. ---2·5·5· Los adjetivos relacionales
Normalmente se piensa que un adjetivo es aquella parte de la ora-
Pseudo-determinantes ción que sirve para indicar cualidades de los nombres: forma, color, ta-
maño, edad, evaluación, etc. Sin embargo, no todos los adjetivos realizan
Por último, existe una cuarta clase de adjetivos adverbiales, llama- este tipo de adscripción. En efecto, h~ºj~tiy'Qs_51u.!!...i..J;:!4i~.lI,l?:.E.!.~e.~~~
dos «pseudo-dete~nan~ (Lapesa 1975a, Fernández Leborans 2003) o d~que ~~~!:~ _9EI~_~?_~~~~~~a~~~_~~j~~li.P_~~~_E.QL~._Eelac~~~ .
«p.EY~ (Demonte 1999 C). En este grupo se incluyen un variado con algo externo a ella: discurso papal, reforma constitucional, control parla-
conjunto de adjetivos que no expresan ni modalidad ni manera, ni llegan m'"eñtmii;"ciiifi'rea!,' etc:·t.2L~.gjetiv()s d~.. ~~!.<:>.s.. ~;~~p'!Qs no denotan cua-
a denotar propiedades de los nombres. En general, ~.c;.~3,lJ, !:o~O.. ~!.~E:; lidades ni propiedades de los objetos a los que acompañan, sino que
sif1cadorc:§. en El mismo autor, Mi propia amiga; como ~trktºfe~., en 'La expresan, en un sentido amplio, relaciones. Así, no podemos decir que
única prueba, Una determinada persona; como ~.Yel'la99..r..~_s, en Un simple error, papal eXprés
enundisCit;jó' p'áp'ál, e-una' 'OiaTIdad de un discurso, sino que
Un mero contratiempo o incluso como . ordenadores, en el caso de los indica un tipo o clase de discurso: en este caso, el realizado por el Papa.
numerales. ordinales: El último lince-:La primera-rIvalidad. Reciben el nom- Existen ejemplos en los que un mismo adjetivo se puede interpretar como
bre de pseudo-determinantes, pues algunos de ellos tienen la propieda~ denotador de propiedades o de relaciones. Estamos acostumbrados a que
de actuar como determinantes en ausencia de cualguier otro elemento .- los periodistas y publicistas jueguen con el doble significado del adjetivo
a";"ignador d'C' ref~;erÍCiá~'-ésercas'~-d~';;;~'~;-fi;;"~i;rl;'~ij¡;:-;kt;:';;'~;¡;;;¡fzo.- 'real, por ejemplo, en un sintagma como casa real: dicho adjetivo significa
Teresa Maria Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Espaiíol Il. El sintagma nominal
I72 I73
r en su lectura calificativa 'casa verdadera, existente', mientras que en su de que los adjetivos· relacionales no admitan modificadores de grado y
lectura relacional expresa 'casa de O vinculada con la realeza'. requieran adyacencia est~ict~ con el- nombre al que modifican, en oposi-
Aquí hablaré de las propiedades de estos adjetivos, llamados· «relacio- ción al resto de adjetivos, serían dos pruebas a favor dé sus propiedades
nales», de su naturaleza siritáctica y de los tipos de adjetivos relacionales que noininales (Alexiadou ZOOI y 2003). Aparte de estos dos hechos, los adje-
existen. tivos relacionales pueden ir acompañados de prefijos como anti-, bi-, pre-
neo-: antinuclear, bianual, preconciliar, neonatal, que se unen normalmente a
nombres: antigas, bifronte, antecámara, pero no a adjetivos calificativos: *an-
tiguapo, *bitoTpe, *prenuevo, *neointeligente, etc. (Demonte 1999C). Dado que
Características los prefijos no cambian la categoría de la base a la que se unen, el resultado
categorial de la prefijación de un nombre mediante alguno de los afijos
En un trabajo del año 1989, Bosque hace un repaso exhaustivo por mencionados será otro nombre. Si se acepta el carácter cuasi nominal de
las propiedades que diferencian a los adjetivos relacionales de los califi- los adjetivos relacionales -Alexiadou (2003) los llega a denominar pseudo-
cativos. A continuación cito algunas de las pruebas más relevantes. adjetivos-, entonces, todo nombre modificado por un adjetivo relacional
En primer lugar, si bien l~djet~~.?~.califi~~iy~~_~qjl.. gr¡¡.d:uab!~J.: muy formaría una secuencia de dos nombres, uno modificador de otro. Este
alto, bastante interesante (z.p.}, 12s de re1a~ióI.!.E.?l.(~u~n, puc:!~~que n9 tipo de relación adopta la estructura de una aposición especificativa
denotan propiedades. Por este motivo, los adjetivos familiar y musical en [z.4.z.5.}, en la que el segundo, en este caso el adjetivo relacional, se encar-
10SS"i:ñtagmasreuni6n muy familiar y sonido muy musical sólo pueden inter- ga de especificar el significado del primero. Algunos autores dan un paso
pretarse cama calificativos, frente a los usos rel~cionales documenta- más )t.. aseguran que la estructura N + Adj Relacional es asimilable a la de
dos en discusión familiar y educación musical, en los que nunca cabría la ciertos compuestos sintagmático s caracterizados por admitir flexión inter-
posibilidad de graduar el adjetivo: *discusión muy familiar, *educación muy na. Esta ú~tima afirmación está todavía pendiente de un estudio más por-
musical. menorizado (Levi 1978, Bosque y Picallo 1996 y Demonte 1999c para una
Los adjetivos relacionales nunca actúan como predicados; por ello revisión de la cuestión).
suelen ser extraños como predicados de una oración copulativa: "'La obra de
teatro es musical (con el sentido de 'es un musical'), *La reconst7-ucción es dental
('una reconstrucción de los dientes~. Tipos
Es común encontrar pares de adjetivos: calificativos-relacionales,
.construidos sobre una misma raíz pero con sufijos diferentes: Cívico-civil,
Dentro de los aEi~~iy.()s ..r~l~.l~~~e.~ podemos hablar de dos cla-.
paternal-paterno, provinciano-provincial, musculoso-muscular. El primer miem-
ses: .e.~~_~~"':9.s..~1.~~!'Q~!l.tiy.9.s y .a..gJc;t.i-::()s.. !l:1"gument_ales o ten:~t.ico~ (Bos-
bro de estos pares se comporta como un adjetivo calificativo, pues puede
que 1993). Los primeros son adjetivos de relación no argumentales, mien-
ser graduado: comportamiento muy cívico, demasiado paternal, algo provinciano,
tras que los· segundos se'comportanEOi:ñO'argti"Inentos séleccl"oñ-ados por
hombre muy musculoso; mientras que el segundo miembro actúa como un
~-PQ!:x.!!:>.!:·é"~~be esto últi~o sc'"cledüce·que· los adjetiyqsrelacionalcs a.r.gil-
adjetivo relacional:' *pob/ación muy civil, *responsabilidad algo paterna, *carrete-
mentales sólo podrán acompañar a nombres que posean estructura ar-
ra demasiado provz·ncial, "'ejercicios bastantes musculares. gumental: '-----..., .'.
Los adjetivos relacionales nunca aparecen antepuestos, frente a los
adjetivos calificativos. Este hecho ha llevado a algunos autores a proponer Adjetivos clasificativos:
que los adjetivos relacionales son, en realidad, categorías nominales más (71) a. Revista mensual ('revistaS1J~ sale cada mes~.
que adjetivales que establecen un tipo de relación especial con el nombre b. Coche solar ('coche fl1,H!.,se mueve por energía solar)'.
al que acompañan similar a la de una estructura apositiva N+N. El hecho c. Ataque nuclear ('ataque m~diante armas nucleares').
resa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Il. El sintagma nominal
" .4 I75
Adjetivos argumentales: dos adJ~tivos 'argumentales, en general, el agente suele ser más externo que
(72) a. Construcción naval ('construcción de barcos~ (Tema). el ' terna,: querequi'e re adyacencia con el nombre:
b. Extracción dental ('extracción del diente') (Tema). (74) a. La producción vinícola riojana (de ~no realizada parla Ricja, o
c. Viaje presidenci3.l ('viaje del presidente') (Agente). .. en la Rioja). .
b. ·La producción riojana vinícola.
Dado que los adjetivos relacionales tienen {!ropiedades nominales,
no debe extrañarnos"ffiCci¿tiareremPfo-S-;;Ícls~~~ taÍ~idjeti;ós";~~;n En estos ej~mplos vemos' que el adjetivo temático riojana, que repre-
como argumentos que reciben su papel temático del núcleo nominal o senta .el agente, nunca puede situarse delante del adjetivo vinicola, que
predicado al que acompañan. Como vemos en los ejemplos de (7 2), k.. representa el tema. Si los dos adjetivos son c1asificativos, pueden alterar su
~~~rp!~!~c..ión de los _~~i<?"t~!9.~_!~~c.~9.~:Y~~ . ~gum~~~~~.scl~P_~I?:4~ _ ~~ . l.~ ord~: Proyecto multidisciplinar bianual y Proyecto bianual multidisciplinar.
estructura temiil;::tdel nombre. " "' "''
~~-'-'M~~;;"~'é~deñte r'e~Uit~"~1 mecanismo que regula las lecturas de los
( JI ~9L~E.~Y9..~ ~~l~~i~~~é·s.·cl~;i~~~!~vos·;··pües "e[§S~Rt? .d~.!.~l~~.~~_~:~ .~,~~ ~~-
I " I
, \ / fusa y ab~E~, en realidad, diferentes tipos de modiflcaciones. Sí compara-
moslo's"sintagmas coche Jplar y central solar, es fácil comprobar que, en el pri-
mer caso, solar se r~e;~-;¡o q~~"h~ce~q:ue el coche se mueva, mientras que
en el segundo, Jolar simplemen~e denota el tipo de objeto producido por la
central. ~.a..~fe!~?-cia.~~ inte1J'.ret.~~~<?~r~~~~e, como ha puesto en evidencia
recientemente Demonte (I999b), eE.Jas~~~ifica:.~~~e.~._s.~~~!!.S~1!.C:
S~~~I?;~ .e.~p'~gp~q.rl:0,~~r~e y que nos permiten saber, entre otras cosas, que
un coche tiene como función principal la de desplazarse y transportar obje-
tos o personas, mientras que un nombre como central es un productor; por
este motivo, adjetivos como solar, nuclear, eléctrica, cuando acompañan a este
nombre, hacen referencia al objeto producido por la central.
El orden que establecen entre sí los adjetivos clasificativos y temá-
ticos tiende a ser fijo (Bosque I989). En general, los clasificativos son más
restrictivos que los argumentos que el predicado selecciOñ7i;p~;-io'-qü~
reqüieréií ''áp'arec'éi"iayaceñfes-3.I-nombie; "ocupandó10's ' argumentales la . I
posición siguiente. Esta regla permite dar cuenta de las diferentes lecturas
que encontrarnos en secuencias como:
(73) a. El fracaso europeo parlamentario ('El fracaso del parlamento
relativo a Europa~ .
b. 'EI fracaso parlamentario europeo ('El fracaso de Europa en lo
que respecta a su parlamento').
(Datos basados en Bosque 1989).
Amb os ejemplos muestran que el esquema existente en español es
adjetivo c1asificativo y adjetivo argumental. En cuanto' a las secuencias de
}( 2060
·CoITlple.m.entos
. l11odificadores'
oracionales del
nom.bre
177
. :esa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español II . El sintagma nominal
Las oraciones subordinadas X los nombres ptIJeo, no y sll:s complementos en aposición (titl) pintor Rosa/es,
. Duero en El paseo (del) pintor Rosales, el río Duero. El primer dato a: favor
sustantivas de esta propuesta reside en que ·los nombres: noticia, idea, heCho, rumor,
qúe actúan como supuestos núcleos del sintagma, pueden suprimirse sin
Argumentales que ello afecte a la gramaticalidad de la oración: Se menciona que el pre-
sidente va a dimitir, Proponen que se suspenda la procesión, ~e llueva no me
Las oraciones sustantivas pueden ser, como los nombres, argumenta- X impedirá ro/ir. Además, como en las construcciones nominales en aposi-
ción, la preposición que encabeza el complemento debe ser siempre de,
les y adjuntas. Si el argumento que selecciona un nombre con estructura
argumental tiene valor proposicional, puede aparecer realizado bajo la for- la preposición menos marcada del español: *Circula la noticia sobre que el
ma de una oración subordinada sustantiva introducida por la preposición presidente dimitirá.
qU}J:~ill!.:Utax:te ~.g@en verbal o, en su,.d.decto, PQrl<l.P-reposición d!:., Bosque Ú990a) también apunta a que estamos ante aposiciones, a
partir de argumentos basados en la selección modal. El modo de una ora-
(75) a. Juan imiste en que él no ha sido el responsable.
ción subordinada sustantiva está exigido por el nombre o verbo que la
b. la imistencia de Juan en que él no ha sido el responsable.
selecciona, según vemos en los siguientes ejemplos [6.5.l.}:
(76) a. Juan demostró que los argumentos no eran váJidos.
b. la demostración de Juan de que los argumentos no eran válidos. (78) a. La alegría de que vengas.
b. La confIrmación de que viene.
Nombres como miedo, seguridad, manía, etc. también se considera que
seleccionan una or~to, encargada de completar su i.n los ejemplos de (79), sin embargo, el modo de la subordinada
(
significado: El miedo a que vuelvan de nuevo, La m.anía de que te perriguen, viene determinado por el predicado principal de la oración y no por los
frente a lo que ocurre con mua, libro o ctIJa, nombres que carecen de estruc- nombres noticia o hecho, ya que la selección modal es independiente de la
tura argumental y que, por tanto, no seleccionan argumentos proposicio- presencia o no de tales nombres en la oración. Es como si dichos nombres,
nales. que aparentemente rigen directamente a los complementos oracionales,
{¡ fueran transparentes para la selección modal. La razón de ello se debe a
I
_:.~
que, en realidad, el complemento oracional depende directamente del ver-
{¡-'I
m':1a~ 2.6.I.3:,· Adjuntas bo principal:
</ (79) a. Juan lamentó Qa noticia de) que Pedro estuviera en peligro.
Existen otros tipos de nombres sin estructura argumental y que, sin b. Juan nos comunicó (el hecho de) que Pedro estaba en peligro.
embargo, se pueden construir con subordinadas sustantivas (Bosque 1990a, (Datos tomados de Bosque, 1990a: 25).
Escandell 1997 y Rigau 1999):
El verbo lamentar selecciona un modo subjuntivo, mientras que comu-
(77) a. Se menciona la noticia de que el presidente va a dimitir.
nicar selecciona un modo indicativo. Esta selección se cumple con inde-
b. Proponen la idea de que se suspenda la procesión.
pendencia de la presencia de los nombres noticia y hecho.
c. El hecho de que llueva no me impedirá salir.
Escandell (1997), por último, da como prueba del carácter apositivo X
(Datos basados en los que ofrece Rigau, 1999: 354).
de estos nombres la posibilidad de sustituir toda la aposición por una \
En estos ejemplos, ni noticia, ni idea, ni hecho seleccionan un con- oración copulativa {2.4.2.5.}:
tenido proposicional. La especial relación que se establece entre estos (80) a. La noticia es que Pedro estaba en peligro.
nombres y su complemento oracional es similar a la que se establece entre b. El hecho es que Pedro estaba en peligro.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n. El sintagma nOffimal
I80 I8I
perfectamente gramaticales (Brucan 1994 y 1999): En la oración especificativa de (87a), todos tiene alcance sobre la rela-
(84) a. *Su libro con el que estudiamos el año pasado estaba un tanto .)( tiva especificativa, afectando al conjunto formado por el nombre y sus dos
desfasado. complementos restrictivos; por el contrario, en la explicativa de (87b), todos
b. *Lo primero que leí fue tu trabajo en el que criticas la política .y, afecta al nombre y a su complemento preposicional, pero no a la relativa,
del gobierno. que aporta simplemente una información adicional sobre el nombre.
(85) a. Su libro, con el que estudiamos el año pasado, estaba un tanto Todo lo expuesto tiene consecuencias estructurales, pues las relati-
desfasado. vas explicativas afectan a todo el SDet, por lo que se adjuntan a la proyec- .",":.
b. Lo primero que leí fue tu trabajo, en el que criticas la política del ción mencionada (Férnández Leborans 2003). En cuanto a las relativas
gobierno. especificativas, son adjuntas al SN, incluido el nombre y sus complemen-
(Datos tomados de Brucart, 1999: 453 y 454). tos, con exclusión de los determinantes.
. í#
v ') 2
e í'=1j'
"
·Elorden
dentto
del SN
.J-': ..,.,:;" .
.j~..'~.r~~'" ;:~~~7¡~,:
"':;".!~
:J,l;H·~~·
' }.·. ';.~':~:' .
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,''t"'-,,, .'~~:':
i
,.,.aii:: ; Hasta aqu'i"J¡,e hablado de aspectos particulares de
,i;~~ posición que oqpan ciertas categorías dentro del SN,
;;t;;;' en este último epígx;are del tema trataré de restricciones
~8;WJ' de orden más gener~~s. que afectan a la distribución de
,;;\1/' diferentes categorías.\W¡
,\':i.;' le. !!~.~:.
H" En general, se sUjl.9ne que las lenguas romances tien-
l'" den a situar los adjetii.6's en posición posnominal: Un coche
ir' blanco, Une 'lJo!'fJf[~:~t¡f.~~he, frente a una lengua como el m-
." glés, en la qué.t~f\'Spta por el orden prenomina1: A white
!:lir car (Luján 1980, Martín 1995, Demonte 1998). Partiendo
de la idea de que los adjetivos ocupan la misma posición
en ambas lenguas, esto es, adjuntos al SN, el diferente or-
den que se observa entre las lenguas romances y el inglés
se ha relacionado con el desplazamiento del nombre. Dada
la existencia de una categoría funcional con rasgos grama- . I
• .;6 I87
El movimiento del nombre se justifica, al igual que ocurre en el ' Los adjetivos' posnornin,alesrestrictivos actúan como predicados de
dominio verbal {4.2.I.}, por la existencia de una morfología más rica en , la.!..ariab1~ que representa la extensión del nomb~ {l.5.P.} (Demonte 1998, ~
romance que en inglés, que determina la necesidad de entrar en relaciones Alexiadou 2001). Por tat;lto, tates adjetivos seleccionan como su argumento '
de concordancia con los mismos rasgos formales presentes en la categoría al nombre. Esta es la razón por la que deben situarse bajo la proyección SN
funcional corresponruente. eiiCaEezlrda por el núcieo nominal, posición en la que puede mandar-c y,
El problema es que en español no todos 16s adjetivos van pospuestos. a su vez, ser mandados-c por su argumento nominal {I.l.3.4.}:
La tendencia es que se sitúen en posición prenominal1os adjet~vos adverbia- (9 0 ) fso.. {SNúm nombre fsN adjetivo ÍsN {N' h(nombre)}}}}}
les (z.5.4 .}: posible, antiguo,frecuente, determinado, último, etc. y los calificativos
M restrictivos [Z.).3.}, como enLas resplandecientes lámparas, mlentras~ los En esta nueva repre~entación, el adjetivo se sitúa bajo el SN, mien-
adjettv~~testn~os y~~~es [z.H.} se van a situar en posición Eosno- tras que el nombre se desplaza hasta el núcleo del SNúm, por lo que el
mina.r-Para explicar estas diferencias, en los últimos años se ha defendido orden final será N + Adjetivo. Los adjetivos pospuestos también pueden
úñ-a:¿álisis sintáctico y semántico específico para cada clase posicional. >\ coaparecer en un mismo SN, aunque, en general, es dificil encontrar más
Los adjetivos 'antepuestos se han analizado como 0BSIecl.Q;fes que de tres secuencias de adjetivos (Demonte 1998, Femández Leborans 2.003).
se adjuntan a la estructura funcional del SN, en concreto a la categoría Se salvan de esta regla los adjetivos de color, forma y tamaño, en secuen-
funcional SNúm.. Desde esta posición tienen alcance sobre diferentes as- cias como Me he encontrado una caja verde rectangular pequeña.
pectos del contenido del nombre [2.. 5.3.2. y 2.5.4.5.} (Demonte 1998, Gutié- En cuanto a los ~djetivos relacionales, también son adjetivos POSPUt;S-
rrez Rexach y Mallén 200!): tos, pero
----...:-:
con un comportamiento sintáctico y semántico especial. Actúan
como ¡posiciones al nombre, por 10 que requieren una a~acencia eStrlC1:a
(89) fsD<' [SNUm adjetivo {SNIlm adjetivo {Núm' nombre [SN {N' h(nombre)JJ]m
eón este [2.5.5}. ASí, S1 tenemos aos adjetivos posnominales: uno calificativo
En esta estructura vemos que el nombre se ha desplazado hasta el nú- y otro relacional, el relacional se SItilará inmediatamente después del nom-
cleo de la proyección funcional SNúmj por su parte, los adjetivos prenomi- b;: El coche presidenc1iipeq;;eño, La producción textil excelente. La explicación
nales se suceden como adjuntos de la proyección funcional a cuyo núcleo se aee;te hecho radica en que el adjetivo relacional en aposición con el nombre
ha desplazado el nombre, por lo que el orden resultante será: Adjetivo + se mueve junto con este fuera del SN, dejando detrás al adjetivo calificativo.
Nombre. Las series de adjetivos prenominales suelen seguir una secuencia Según lo dicho, parece existir una identificación total entre posic.if>n
más o menos fija (Demonte 1998). ASÍ, 10 habitual es que, dentro de _--los
.....--.-. _., que ocupa el adjetivo e interpretación: adjetivos aritepuestos-opera'Oóres
adjetivos adverbiales, los modaJes ocupen las posiciones jerárquicamente su- (no restrictivos) y adjetivos pospuestos-predicados restrictivos (con la ex-
pério~eS;- en li:.,peiiferia izquler'd a del nombre: El syp..!!!!!.o brutal desenlace, El cepción de los relacionales). [Una oposición semántica similar se ha esta-
, I
presuntofu turo modelo, Las presuntas escandalosas peleas de la pareja. Los pseudo- ,\ / blecido dentro del dominio verbal entre los adverbios predicados, normal-
determinantes o privativos también tienden a situarse por delante del res- r-. mente pospuestos, y los adverbios operadores con alcance sobre toda la
to: Las últimas mordaces declaraciones de la actriz, pudiendo cambiar su orgen oración: 3.7.I.I.} No obStante, esto 00 siempre es así. Pongamos como
con los modales : Las supuestas últimas declaraciones de la actriz y Las últimas su- ejemplo el de los adjetivos valorativos, que pueden aparecer tanto ante-
puestas declaraciones de la actriz. El cambio de posición conlleva un cambio de pus:stos como pospu'estos S10 cambio '~vante de sigiutfcadO:Una excelente
alcance en los adjetivos y, consecuentemente, de significado: 'las que se respuesta y Uñiirespuesta excelente, Un horrible traba.;o y Un trabajo horrible. En
suponen últimas declaraciones' y 'las últimas y que se suponen son declara- las secuencias de más de un a9ietivo en osición posnominal, los valorati-
ciones de la actriz'. En cuanto a los de frecuencia, l~~cia es que~ vos ocuparán la últfua posición de la serie, const1Nl a por e 00.p-,9re,.los
sitúen detrás de los modales, como ocurre en LáS presuntas frecuentes peleas de adjetiYOSposnominales y los complementos preposicionales: Un vestido rosa
la pareja. Por su parte, los e 1cativos explicativos tienden a aparecer solos de lino maravillOii;Un vino decrianZll de/95 excelente, o bien se ante);!ondrán
o coordinados: La cálida y tenue luz del crepúsculo (Demonte 1998). a toda la secuencia: La excelente producción textil. En cualquiera de los dos
Teresa María Rodríguez Ramalle I Mallual de Sintaxis del Español 11. El sintagma nominal
r88
r órdenes , el_a?jetivo valorativo actúa como un predicado que modifica a C\lando el nombre va seguido de dos SSPP adjuntos encabezados por
to~!a fo~anto por el nombre como por el resto de ad- .la preposición de , el orden relativo de esos dos modificadores es baStante
><, jetivos y modificadores pr.eposicionales. Como predicado que es, por tan- libre. Así, podemos tener El coche de Juan de color verde y 'El coche de color
to, el adjetivo se genera en posición posnominal. Su ubicación prenomina! verde de Juan, La casa de la esquina de paredes blancas y La casa de paredes blancas
se debe a un tipo especial de movimiento del adjetivo, motivado por razo- de la esquina. Quedan fuera de esta regla los grupos nominales de clase, que
nes informativas y que también afecta a otros constituyentes de la oPá.ción siempre tienden a .situarse adyac;entes al nombre: La taza de té de Maria, *La
{7.3.I.} (Demonte 1998, Gutiérrez Rexach y Mallén 2001). taza de Maria de té {2.4.2.3. ejemplos de 6o}. Sólo los adjetivos restrictivos
En posición posnominal podemos encontrar otros modificadores y .\" parecen tener la posibilidad de situarse entre el nombre y el grupo de clase:
complementos del nombre que también van a guardar entre sí ciertas relacio- La taza rota de ti. Siguiendo la estructura de (90), este sintagma se obtiene
nes de jerarquía. Existe la tendencia a que los complementos oracionales ocu- tras el. movimiento del nombre hasta el núcleo Núm, dejando al adjetivo
pen las últimas posiciones de la secuencia, debido a que son los constituyen- calificativo en el SN y al grupo nominal de clase como complemento de N.
tes más largos. Según este criterio, los adjetivos simples suelen aparecer junto :x. Por último, en lo que respecta a las oraciones, ya he comentado su
al nombre, detrás de ellos los SSPP y, por último, las oraciones adjetivas. /' tendencia a situarse al final de la secuencia: Me llamó la chica de la panadería
Adjetiv~s y SSPP son los constituy~~que o~an las posicion~ del barrio, a quien tú ya conoces. La excepción la encontramos en las oraciones
más próximas al núcleo nomiña:I: Dna extensión inmensa de terreno y Una ex- relativas especificativas, que pueden ubicarse delante de los complementos
te;m"On-deterié1to inmensa a-Iernanz y Brucart 1987). El mismo criterio de la del nombre, siempre que no sean excesivamente largas: La gorra que me
pesantez o longitud, que determina que las oraciones ocupen las posiciones regalaron de fieltro negro (Brucart 1999).
más alejadas. del núcleo nominal, hace que los SSPP y adjetivos con com-
plementos también se deban situar en las últimas posiciones del SN: El
amigo pesado de la chica que vive en Almena, Una persona illteligente reacia a ~~ Ejeicicios
hablar de su vida privada.
Si tenemos una secuencia de adjetivo relacional y SSPP, el primero l. Explique el empleo de los diferentes determinantes y cuantifica-
siempre se si tuar{ adyacente al nombre: dores que aparecen en los siguientes ejemplos. Si en alguna oración el
determinante no se encuentra realizado, indique la interpretación que re-
(91) a. Una producción vinícola excelente. cibe el nombre escueto:
b. Una producción de vino exceI.ente.
(92) a. *Una producción excelente vinícola. (a) 10 terminarán el lunes.
b. Una producción excelente de vino. (b) Me gustan las patatas.
(c) Raquel suele llevar sombrero.
Como se aprecia, mientras que el SP de vino puede situarse detrás del (d) Mauricio es arquitecto.
adjetivo excelente, el adjetivo relacional, en cambio, debe ubicarse delante (e) El presidente de Ecuador visitará España próximamente. (
del adjetivo calificativo y nunca detrás de este. Esto indica que los adjeti- (f) Ya viene el autobús.
vos relacionales no son en su sintaxis equivalentes a los SSPP, pues esta- (g) Esta mañana nos han subido muchas carpetaJ, pero entre ellas no es-
blecen vínculos sintácticos y semánticos especiales con el nombre al que taba la del informe que me pediste.
modifican [2.5.5.}. (h) Está de un humor de perros.
En cuanto a los SSPP, si concurren un~~uIú.Q.... (i) Cuando me toco las encías, me duelen.
;!.~omplemento debe Et~~j:untQ.>-ta1 y como ocurre en El recibi- (j) Esta mañana me ha despertado un camión descargando muebles y todo
miento de las tropas en Madrid, El estudiante de medicina deYalladolid (Hernanz tipo de trastos. El camión estaba parado en medio de la carretera.
y Brucart 1987). (k) El Vicente que conocí en Barcelona era encantador.
.. ~resa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español
JI. El sintagma nominal
" .DI
,1
fron cerizos} . errores en la producción que cometen los alumnos que están aprendiendo
(Datos tomados de Wh.itley, 2002: I55). una lengua no nativa. Preste atención a los siguientes datos producidos por
estudiantes de español como segunda lengua:
6, Fíjese en la posición de los adjetivos fraternal y dramático en los
(a) Me gusta legumbres.
siguientes sintagmas:
(b) Ciencia nos ayudará.
(a) Un saludo fraternal. Un fraternal saludo. (e) Es mi biología libro.
(b) El amor fraternal. *El fraternal amor. (d) Hay un otro razón.
Ce) Una situación dramática. Una dramática situación. (Datos tomados de Whitley, 2002: r65).
(d) El género dramático. *E1 dramático género.
¿A qué se debe el contraste existente en la posición que pueden ¿Cómo podría dar cuenta de la agramaticalidad de tales ,secuencias?
ocupar los adjetivos mencionados? Justifique su respuesta y proponga prue- ¿Qué regla o explicación se podría utilizar para explicar la correcta forma-
bas similares que confirmen las diferencias entre los adjetivos. ción de los sintagmas mencionados a los estudiantes de español?
11. El sintagr:p.a nominal
193
Bibliografía
básica' de 'los diferentes 'tipos de modificadores.y complementos 'que aparecen junto al núcleo
nominal. también incluye una parte ,final de ejercicios. Las ideas que se recogen en este
trabajo difieren en algunos aspectos de las que se exponen ,en Rigau (x999), trabajo publi-
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:;'!:!);;,"" En este cap1~0 trataré del Sintagma Verbal, del
I )?: núcleo léxico, y de;~los complementos y modificadores
..4j/ del SV. Comenzaré)iablando del núcleo verbal, predica-
,,~i¡¡/' do que selecciona url';*.onjuDto de entidades o argumen-
I &;~ tos. En esta linea, anáfj;~aré, en primer lugar, los distintos
j,f,?/ papeles temáticos cop;~íos que un verbo identifica a sus
,él argumentos {3-I.}.;~'~wegundo lugar, me adentraré en la
i/ difícil cuestiq~;~$i5#:):21asificación de los principales tipos
4J'
,f'
de verbos {J.z:};U"·L a clasificación tradicional que separa
A? los verbos transitivos de los intransitivos es una clasifica-
}f,¡;:
ción eminentemente sintáctica basada en la función que
desempeñan los argumentos en la oración. Las últimas
tendencias propugnan una clasificación que debe ser
completada con un análisis semántico de los distintos
...---:-:--:-.- -"-----'----
eS9!l~.as_argym~aleL.básicos g~~~~b9'
X Esta es la línea que seguiré aquí': en primer lugar, trataré
de las estructuras transitivas y ditransitivas {J.2.I.}, para (
··'i\f~*;ll'¡;"":i¡~<;¡;"
gación lixico-lintdctica de los predicados verbales del español,
financiado por la Comunidad Autó.noma de Madrid (06/051
2001) Y dirigido por la doctora Violeta Demonte, en el que yo
participé como becaria posdoctoral. Las secciones 3·%· y 3·4.
de este Manual se han beneficiado de los hallazgos de este
proyecto y del artículo mencionado. 197
':'eresa Maria Rodriguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español
II
III. El sintagma verbal
.,
I99
!,
posteriormente dedicarme al estudio de los esquemas intransitivos b.z.z.]. I
I regulan la aparición ' de predicados secundarios no sólo bajo el sy, sino
En lo que respecta a la primera clase, comenzaré revisando el concepto iI · también dentro del SN f3.6l Comenzaré hablando de los distintos tipos
tradicional de transitividad [3.2.I.l.}i seguidamente repasaré los principales ¡
de predicativos adjuntos: orie~tados al sujeto {3.6.I.I.}, orientados al6bjeto
tipos de verbos transitivos de acuerdo con un enfoque sintáctico-semánti- descriptivos {J.6.I.2.J y orientados al objeto pseudo-resultativos {3.6.I.3.},
co {J.2.I.2.}, teniendd en cuenta también la manera en que dichos verbos así como de sus posiciones en la oración [3.6.I+}j seguid~ente analizaré
se proyectan en una representación estructural básica b.2..I.3.}; finalmente, el comportamiento de los predicativos argumentales, obligatorios con dis-
haré lo mismo con los verbos ditransitivos, analizando los esquemas ditran- I
I • tintos tipos de verbos: con verbos de opinión, de percepción, volitivos y
sitivos básicos y su representación dentro del SV. En cuanto a los verbos ! causativos [3.6.2..I.}, con verbos ligeros {3.6.2.2.] y con verbos pseudo-copu-
intransitivos, distinguiré entre verbos intransitivos puros y verbos inacus- lativos l3,6.2.3.}j para terminar con los predicativos que se documen-
ativos [3.2.2.I.}, repasando las principales propiedades que nos permiten tan dentro de ciertos SSNN {3.6.3.}. En este mismo subapartado también
separar entre ambas clases, incluida la estructura que proyectan {3.2.2.2.}. abordaré el problema de las condiciones estructurales que regulan la pre-
En la tercera sección, analizaré los tipos de verbos que existen en funCión sencia de los pre~cados secundarios tanto en el dominio verbal como en
del tipo de acción que denotan: estados b.3.1.}, logros b.3.2.}, actividades el nominal. Posteriormente, analizaré el comportamiento de los comple-
y realizaciones [3.3.3.}, así como la manera en que esta información se mentos y modificadores adverbiales, preposicionales y oracionales del ver-
proyecta en la sintaxis {J.3+J. A 10 largo del capítulo el lector podrá com- bo b.7.J. Empezaré revisando las diferencias entre modificadores del verbo
probar la importancia 'de este tipo de clasificación a la hora de analizar y modificadores de toda la oración h.7 _l.}: adverbios y construcciones
diferentes procesos sintácticos. Uno de ellos es el referido a las alternan- adverbiales {3.7.I.I.} y oraciones subordinadas adverbiales {J.7.I.2.}; seguida-
cias o alteraciones en el esquema sintáctico básico que pueden sufrir algu- men~, trataré pe los adverbios, construcciones y oraciones adverbiales
noS tipos de verbos Ú+}i en concreto, revisaré brevemente las princiPaleSl susceptibles desee seleccionados como' argumentos por un núcleo verbal
características que definen seis alternancias básicas: la alternancia locati- b.7.2.}j tras esto, me centraré en los tipos de adverbios y construcciones
va {J·4.I.}, la alternancia posesiva y benefactiva b.4.2.}, la alternancia no seleccionados, ofreciendo en primer lugar una caracterización básica de
causativa-anticausativa incoativa {3+3.}, la alternancia aspectual o té- todos ellos {J.7.3.}, para seguidamente describir cada tipo sucintamente:
lica [3-4.4.}, la alternancia preposicional {3+S.} y la alternancia antipasi- \ ~'\ adverbios de manera orientados al sujeto {3.7.3.x.}, adverbios de manera
va b+6.}. A este grupo añadiré una última alternancia también basada, . verbal [3.7.3.2.}. adverbios de frecuencia [3.7.3.3.], adverbios de grado
como la causativa-incoativa, en la eliminación de la causa como argumen;;J {J.7.3-4.} y adverbios y construcciones adverbiales locativas, de compañía e
externo {3.4.7.}. instrumentales. {3.7.3.5.}.
En las tres secciones siguientes me ocuparé del análisis de los di- Por último, no se puede hablar del SV sin tener en cuenta los casos
versos constituyentes que actúan como complementos y modificadores en los que el núcleo de esta proyección aparece ocupado por las formaS no' . I
del SV. Empezaré revisando las funciones sintácticas básicas que se defi- personales de la conjugación verbal. Infmitivo, participio y gerundio pre-
nen dentro del SV b.).}. En primer lugar, hablaré del objeto directo {H.x.} sentan la peculiaridad de proyectar construcciones especiales, todas ellas
desde dos puntos de vista: tomando como punto de partida el papel que marcadas por la ausencia de marcas flexivas en el núcleo verbal {3.B.J. En
desempeña la preposición a b.5-!.r.} y desde la perspectiva de la posible primer lugar, repasaré las diferencias básicas que nos permiten distinguir
omisión de los objetos directos bajo determinadas circunstancias f3.p.2.}. entre los usos de infInitivos, gerundios y participios como verbos plenos y
Seguidamente, me dedicaré al objeto indirecto, centrándome en la relación su aparición en formas perifrásticas {J.B.!.}. Una vez delimitado el objeto
que establecen los objetos directos tradicionales o metas con los llamados de nuestro estudio, y deslindado del concepto d.e perífrasis verbal, revisaré,
objetos benefactivos y posesivos [Jop.} y, por último, hablaré de las carac- 'v en primer lugar, las principales construcciones de infInitivo. Empezaré
terísticas generales de los complementos de régimen {3.S.P.} y de sus tipos ~ demostrando que una construcción encabezada por un infInitivo -10 mis-
[J ·S·p·}· En la siguiente seccióñ,Trataré de--iOSi:1posy·corÍdiciones que mo ocurre con gerundios y participios- puede ser una oración, al igual
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
200
"
de un determinado estado de cosas: El agziay-¡¡-;¡;¡¡;;to
erosionaron el acantilado, El viento reavivó la; llamas.
3) Instrumento: Entidad no anim~da_ que, por me-
diación de un agente, origina un detenninado ,estado de
cosas: Abrió la puerta con ¡lave, Una de estas llaves abre la
caja.
4) Experimentante: Entidad animada que repre-
senta el ~stado psicológico expresado p~~cado:
Maria teme a los fantasmas, Juan está jeliz en su trabajo.
5) Origen /Fuente: Entidad que indica la ~
'. dencia de un estado de cosas (animado o no animado):
" ": ~':>;:!~Cr:>: rlZ;ctiiudde!ielegado americano {provOClTorigiñdj la proUsta
de los demás asistentes, Le extrajeron la bala de la pierna. 20r
'eresa María RodrÍguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español III. El sintagma verbal
203
!!5Ol!
"i
Paciente: Es el objeto que sufre un cambio de estado o que
6)
,1
acción; Estos agentes d~ben ser siempre animados, pues', sólo tal~s entes
I
empieza o de)~ erlstiFcomo consecuencia -de la acción denotada por el ; .
pueden actuar intencionada o' voluntariamente. Así, en ~is rodó colina abajo
predicado: Juan preparó la comida, Luis pintó aquel maravilloso cuadro. ,cabría la posibilidad de interpretar a Luis como un agente, siempre que se
7) ~~E1~:.Q~je~o .:qu~.. camEla de lugar como consecuencia de un lé asigne un rasgo de voluntariedad en la acción de rodar; este rasgo nunca
1;~~{~~~~~;u~&~erito o transferencia: JÚm fue enviado a Valeñiia' ..!,!~~!.a «>( estaría presente en el sujeto de El balón rodó por la pend!ente.
Las~rzas naturales, que normalmente actú~ cO~Jé,us~, po-
8) Meta:'Punto de destino de un acto de movimiento o transf~en seen autonooúa además de constituir el origen de un proceso o estado
t,~, ) ; cia (~adOOno ani~): Mañana iré a tu casa;Juan..!.~g~l.óel.lihro 4 Mtff.fa. de hechos, pero carecen de intención o control. Son fu~zas inani~das
i 9) Locativo: Punto en el que se localiza un estado de cosas: Las las fuerzas de la naturaleza, así como las ~, objetos o herramien-
': , ' llaves están guaraaaas en ti cajón, Juan vive en Barcelona . tas que pueden darliigir a un determinado estado deh.~chos: ElCOclJé
.~ :.:>. .?... '
deStroz6 la vai/a, La piedra rompió la ventana. Debido a su falta de autono-
Los pa:peles temáticos que van de r) a 5) son susceptibl.e~cie aparec~r mía, algunos autores rechazan que las causas'que implican la presencia de ,
asociad~s' ;Ca:rg{i'méñto 'e:irt~rno de ün:predicado como' ~~jeto~ de este, una manipulación previa se sitúen en la escala de la agentividad y pre-
mréñtras-qu~eva:ri" de 6) 'al 9) soidos Vinculados típicamente con Íos fieren tratarlas como instrumentos. Un punto de vista distinto es el que
argilinenrosUite.1'ijos, En'lá actualidad se cons1dera q;ielos papeles temá- adopta Kearns (2.000), al)ncluir los instrumentos dentro de la escala ~
'deos no constituyen primitivos, sino que pueden descomponerse en rasgos agentivfaáa.; á<rüCIéñdo que pueden entenderse como el ori en de un
semánticos más pequeños derivados de las representaciones léxico-sintác- ~. En la medida_~~_9ue_~~ instrumento se encuentre especi . za ?
ticas de los predicados verbales. ,Tales representaciones que tienen como) ,
objetivo descomponer el significado del núcleo verbal (1.1..I.}. Este tipo de(
en U~.J'2?ósito-",~e6í!ko, p~~cre convertirse en e:l sujeto .d: ~re~l
caa~ueoesc-~a dic o proposlto: Uno de estos cuchtllos termzno con la vida
análisis o descomposición de los papeles temáticos se ha desarrollado es-J del vagabundo. ---~ ,
pecialmente con los vinculados, por un lado, con la noción de agente-causa
--
;'
Una oración como Juan asustó a Luisa puede ser interpretada con UD V
y, por otro, con la de paciente-tema. - sujeto agente o causa, dependiendo del grado de voluntariedad del sujeto: "
si la acciónes intencionada será un agente, mientras que si carece de
intención o control, será una causa: Al abrir la puerta precipitadamente, Juan
La noción de agentividad a
asustó a Luisa. En el caso de Las tormentas horrorizan María el sujeto nunca
podrá ser agente, dado que es un ente inanimado, sino la causa u origen de
un estado de hechos. Nótese que este último rasgo está presente en cual-
En la definición de la noción de agentividad se suelen utilizar una quiera de las definiciones que estamos dando dentro de la escala de la'
serie de propiedades que, a pesar de que no siempre se encuentran do- agentividad. PO! ello podemos decir que eLúnico ra~o constante de!!!,ro
cumentadas en todos los ejemplos, n~~'permiten hablar de un prot~o de esta escala, compartido por todos sus miembros, es el de ~~ador u K
ge_ªg~ntivi~.:0~~rado~~c:....<!.esviación con respecto al prototipo. os
rasgos que caracterizan a los a~ntes prototípicos y que se han utilizado
origen del pro~!::.o, consecuencia de la posición prominente que ocupa :1
~eñte-causa-éomo el primer argumento o argumento externo de la predI-
repet-idamente para definir la ' fJ~serñáñtiCa agente pueden ser los cación h.z.r.}.
siguientes (Dowty I99I, García-Miguel I995, Kearns 1.000): ~n, Debe advertirse que, en ocasiones, se utiliza el término de causa para
C?E.~!.9L~:?:s_cie~ sob:~~.. !_cci~.~_ ori&e~-" ca~:~o_ inicia~.?!..<!eLp~g_ceso referirse de manera genérica al argumento externo expresado a través de
y .,.ª,utQ.I:tQIDÍa. -- unacrusa
u¿-:igente, de o ente inanimado, o de un instrumento, indepen-
La posición más alta en la escala de la agentividad la constituyen los die:ñtemexlt:eaeTpapel temá~oncreto que posea dentro de la escala de
agentes que poseen los rasgos de intención y control consciente sobre la la agentividad.
T
I
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verbal
;
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2°5
2°4
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,,,~,,,~,~!.';g¡ 3. 1 . 2 . La nOC1' o" n de tema-
"
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aparece sobr~damente jus.tifi<:adapor vanos hechos. Ante t'odo, ~J.p,:l,peles
~mátic9~:t).9.S van a pe~tir..p~fu1:i.r ,c~as,~~ ~«:IIl~ticas de,v;t;rhQ$.f3. 2}. "Por
Raciente ej~tro de 105 yerbas de p'ercepción podemos distinguir en~s
qúe s~ccionan"a~ntesi !!!irar, e;g::!J:.r y los que seleccionan exp~~~~: ,
También podemos hablar de un prototipo de paciente-tema y de des-l tantes: ver, (jir. . .
~~~~~~~I~?J¿~~r~~!\{~!~~ª~~~
viaciones con respecto del prototipo. Dowty (199r) enumeró las siguientes ,
características como propias del proto-paciente: padece un cambio de esta-
do o un cambio de lugar, se ve afectado por otro participante de la acció~, I
marca el punto fiñal de una acción y no existe independientemente del even:- \
too Incluyendo siempre una entidad concreta (como una silla) en ~nJ -,-¡'oaer,¡g;;;;;e;;t;; enema; que mibe 'u p.pe! temático ,ompo,icionjj
creOD, podemos ver en los ejemplos siguientes cómo el tipo y grado de afec- mente po,r,paCte de todo el predicado verbal:
~.! .. ~~.~~
tación del objeto se ven determinados por la elección del verbo: en) a. Ju;J"'se rompió una pierna. ..
/, '
d~noción de tema que no se ve alterado:..n sus propiedades ni resulta 'Tf.flf-1 repre~¿~~ es~~c::tura:terDasIC.~S se pue.ª~Aeducir las I?r:.QIJ~~.a.~~s ~ " " \
afectado Eor la acción verb~ El tema es el oojeto típico cuando el sujeto . lé:Xicas-'de-iosiredic,adq~ Y~.!:l?~~¡--·' ''· ' ._ , , ,,' ,.' ., ,
del verbo es un experimentante que no ejerce ningún tipo de acción sobre -~~~J'En-li-sigÜiente, sección repasaré precisamente las clases ~cip~s
cCobjet~ como ocurre en el dito de (roe). ' de predicados verb~, proponiendo a la vez las diversas representaciones
y 'relaciones en las que se proyectan los diversos papeles temáticos en una
estructura sintáctica.
~~~&J3.I.3. Los papeles temáticos en la
sintaxis X
La necesidad de referirnos casi continuamente a estas nociones se-
mánticas a la hora de analizar los predicados, en este caso los verbales,
. .302 :
···;~·t:.
....(;.: .
otases slntactlco-
ii/ -
selllantlcas
' .:~:~
~;",,'~\::;
.'V;'~?t·
.",.:.
' ~
~
. '
:" (12) a. Juan sub;{;;;?~ib~ la la ' escaleta}': . .::.' ¿' 'l}\.P''',' \, ¡ ; '¡,l
"
b. Juan sube la escalera a¿,~~!~er 'p!SO, .' l ' 1.( ~ t,.~
c. Juan sube las escaleras. ".. (: , - - , "
>.
,
l Cada oración se corresponde no sólo con una es-
tructura sintáctica distinta: intransitiva, el primer ejem-
plo, y transitivas, los dos segundos, sino que también
posee representaciones semánticas diferentes. Así, en el
primer caso, tenemos un verbo intransitivo de los lIama- ;1(,
'¿·::.<
'i~~~~'l~""
dos de'n .
dirección inherenWmorimoto 2oor), esto es,
É " . .... r.:JJ
" :"::b~ , verbos que en su propio'·significado llevarl implícita la
··_ ';·~¡:;ti~:~i;;¡"};'Z¡¿,~g~ia de movimiento con una determinada dirección,
""~:lf:¡':~'Tiies predicados poseen un sujeto que cambia de lugar
por efecto del movimiento y que, por tanto, se corres- 2°7
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verti3J.
208 209
r ponde con el papel temático de tema {p.}. En el segundo ejemplo, tene- ción q~e afecta al ·objeto directo en una oración como Pédro es amado por '
~.
mos un caso representativo de verbo transitivo de cambio de lugar con un Maria, así como a la pronornlnalización mediante un clítico acusativo que
sujeto agentivo y un gbjeto tema. Por último, en el tercer ejemplo, el verbo se documenta en Maria lo ·ama. .
sigue siendo transitivo, con un sujeto agente pero con ~jeto locativo. Veamos cómo .funcionan estas pruebas a la hora de medir el grado
Vemos, por tanto, !9 importante que es conjugar la aescriPciónSin~ .' de transitividad de los complementos de los verbos º.!'",m~.x_4.1Jr~ciÓp.,
táctica con la representación semántica, tendencIa actual en los estuaIos I ,.. como medir, distar, durar, tardar, etc. y de v;lJoracjQ!l" del tipo de costar,
sobJ:e-Rredicados veroáles (v ázquez y otros 2000 , ~nte 2002, Cuarte- valer, valorar, etc. Estos verbos han planreaCfo un problema básicamente
ro Otal 2003, García-Miguel y otros 2003). La clasificacióñ que aliar categorial, pues mientras que los objetos directos adoptan la forma nor-
propongo distingue entre viibQStransitivos, ditransitivos e..intransitivos malmente de una categoría nominal, el complemento de los verbos de
como marco general dentro del cual estableceré clases basadas en rinci=' medida y duración puede" ser un adverbio o una frase de. medida cuantifi-
W~ léxicos, imprescindibles en nuestros días. En os tres casos, en primer X cada: Juan pesa {mucho lochenta kilos}, Luis mide (demasiado poco /metro y medio)
lugar repasaré los principales verbos que se integran en cada esquema, para su edad. Tradicionalmente se ha visto corno una contradicción el ca.-
aludiendo a sus propiedades semánticas para posteriormente ofrecer una rácter argumeñtar'ae-iafés 'cOñipIémentos, pues'-se'-en'c uentrao sdeccio'n a-
representación estructural adecuada capaz de dar cuenta de las propieda- dOs'-por sus predicados correspondientes, y la posibilidad de conmutarlos
dcléxic¡l~Y-.Ji.iEtácticas de cada esquema. - por adverbios, categorías que suelen desempeñar la función de modificado-
._ - - - - - res circunstanciales, opcionales, del verbo. Ante esta situación, existen
posturas divergentes. El hecho de que conmuten por adverbios y por el
interrggativo cuánto: iCuá1fto pesa.?, así como la imposibilidad de formar con
ellos una oración pasiva con un sujeto paciente: *Mucho es pesado por Juan,
~
poco es costado por esta falda han llevado a algunas gramáticas tradicionales
(RAE) a considerarlos complementos circuJ).staociales de cantidad y a in-
luirl~s entre l?s compleme~t~~ adverbiales (Rojo 1985)' ,Ala~.:2;"(r968), e?-I
m.~~ 3.2.1.. 1. Delimitación del concepto c~~~dlendo a la pOSlbilidad de pronom.mahzaclo_~~~,,:.:.~:.~ ~l
de transitividad tic~ cuesta;-r;ój mide, etc. defiende su carácter de objetos directos J .11'
Esta:. últi1.!;%)~) .~tl.1¡:a..m4~ ..~0~~:especíalffieñte-siteneiñOse~
La definición tradicional de transitividad se basa en la existencia de c'lienta que las propiedades que los alejan de los complementos directos
acciones realizadas por un agente (el sujeto) que pasan o se trasladan a un X. más tradicionales se deben al carácter no referencial y cuantitativo que \
objeto. Esa definición ha sido motivo de numerosas críticas que atienden, poseen lo;-coíñPl;mentos de medida,' precio y duración (García MigUel ;
por un lado, a la vaguedad e imprecisión de los conceptos utilizados y, por 1995). Como prueba de este carácter no referencial citemos que nunca
otro, al hecho de que no es aplicable a todas las estructuras transitivas admiten la presencia de<Ieterminantl:{defi ni dos , demoS"traa.vos o posesi- .
posibles. Por ejemplo, los objetos temas no afectados por la acción verbal vOS: *La alfombra mide {los lesos /mis} ochenta centímetro~clusión es que" .
se ven excluidos de esta interpretación. Pensemos en secuencias como IoS;erbos que seleccionan este tipo de complementos argumentales ~~
María vio pasar :m tZViór., oración con un sujeto experimentante que no también transitivos, ya que el complemento es necesario para completar el
ejerce ninguna acción que pueda trasladarse, como se asume en la defini- signihcado del verbo, independientemente de la categoría o de las carac- _~
ción, al objeto. terísticas referenciales que posea. . ._.~
Los diagnósticos sintácticos tradiciona1~ que intentan delimitar la Atendiendo a io dicho, podemos definir un ve~ransiE::~_~~ElO )
tr~sitividad tampoco son sistemáticos, pues sólo func;ionan como índices aquel que selecciona a su compleE!-e.ntu..,'do identifica con la marc~o r
generales, pero no de obligatorio cumplimiento: me refiero a la pasiviza- acusativo. Léxicamente, los verbos transitivos son verbos que requieren de I
.~ ----J
!resa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
ur. El" sintagma verbal
:0
2II
r to que representa lo obligado aparece precedido de una preposición, mien- . -docume·n tan agentes Ue representan el origen del roceso 'en La editorial
tras que el objeto animado sobre el que se ejerte la presión se realiza como .le reg. 'O u.n· t 'O a cada fJisitimÚ y destinatarios en 4Cada viritante recibió un
objeto directo. En cambio, en Su padre.k impidió que fuera a reunirse con su . I
libro de regajo y LutS 'Obtu'f)o un imp¿rttZ1Jte premio. ' ..
novio, la acción que se quiere impedir aparece sin preposición, realizada . . Dentro de la subclase de los terbos de transferencia se podrían in-
por medio de una oración completiva, mientras que el objeto afectado se clll;Í~' ciertos predicados que denotan posesión r..que impl,kan un objeto
r~~:omo ~jetQjndirecto. . . - .. . desplazado, tales como comprar, .obtener, tomar, recibir O vender, así como la
Una cuarta cFaside ve"ilios que denotan procesos materiales o men- d~_de verbos que implica pérdida de posesión! como arrancar, per¡¡¡:;',
tales es la que conforman los verbos sicoló' cos o de afección psicológic~ quitar, robar, etc. Nótese que cuando decimos que A Juan le han robado la
aburrir, admirar, angustiar, desesperar, disgustar, en recer, enorgullecer, fastidiar,;/, moto, el objeto no sólo cambia de lugar, sino de posesor.
intranqut1izar, intrigar, molestar, maravillar, obsesionar, preocupar, sorprender. En i
todos estos casos, es posible considerar que ~l objeto es un elemento afec- . C) V ~hos que denotan procesos materiales y mentales sin cambio
tª-~q..~i.~~~te, s.usceptible de cambiar ?or la interve~c~ón de üñ' de estado: {Asente !Experimentante-Objeto no -;{eétad;;r---- -- -----··- -
. agenfe o causa, (le Ia""uuS'ñi'iñtállera que cambIa lííí05j'éto" fmco por la ;X -Las dos características que definen -a este grupo son, por un lado, que
aCCiOñ: e un agente, una causa o un instrumento emonte 2002): Los niños • su sujeto no siempre es agente, pues podemos encontrar experimentantes
molestaban a los visitantes, Sus palabras intranquilizaron a Paco. y, por otro,.que el objeto normalmente no varía ni física, ni psicológica ni
espacialmente. Encontramos v~~ que indican ªqj~ considerar,juzgar,
B) V erbos que denotan cambio de lugar: {Agente /Causa-Objet~ valorar; verbos de ~cepción tanto física como intelectual, incluidos los
desplazado c:> Tema}. ,-- que den.oÍ:an conocimiento: aprender, ¡;;;¡;;'ender, m;;:;;;¡irar, observar, oír,
. Aquí encontramos una gran variedad de verbos: verbos que implican .X saber, ver;'~unicación verbal: comunicar, contar, decir, interrogar,
un cambio de lugar del objeto, como bajar, levantar, movtr.pOñir, saCar, subir manifestar, narrar, 'Opinar, preguntar, relatary, por último, verbos de voluntad,
.:::::estos-dos ·últirÍlos en sus usos transitivos y con un objeto desplazado-; emoción o sentimiento: amar, desear, lamentar, querer, sentir, sufrir, dentro de
verbos de locación ..o loq~.iyos y de Jocatum, del tipo de cargar, echar,
;a;(f;r;7lCitiJiy Y~~ferencj.~ muchos de ello~~~,
l;;;qüeCatiría íncluu los verbos de necesidad o merecimiento:
necesitar, precisar.
-_•. _-----_._.... -..-
merecer,
como dar, donar, enviar, prestar y regalar. Los 2erbos de percepción 12uedep. asociarse con dos estructuras argu-
L~~cia existe~ entre los verbos de l~ción o locativos y de mentales diTerentes: los hay que irn...,egcan.En agente v2l.~o que parti- .x
~re~ide básicamen..!~t.~~ovi~to que afectª- ~ cipa de la acción del verbo activamente, como escuchar, observar, mirar, y los
x (Demonte 2002 y Di Tullio 2002). En los verbos de locación o locativos,
el objeto resulta ubicado con respecto a un 'lugar en donde'; por ello,
que tienen pQr sujeto un expei:imentante, como oír, sentir, ver. Existen
diferentes pruebas que permiten distinguir sintácticamente entre estos dos
.muchos implican la idea de 'meter el objeto en un sitio', como echar, em- tipos de predicados (Demonte 1991). Una de ellas se refiere ala formación
balar, embotellar, empaquetar, encajonar, enjaular, guardar o incluir. Todos es- de imperativos, pues sólo los verbos con sujeto agente permiten el empleo
tos predicados expresan que la materia ha ocupado el intedOi de un reci- del imperativo en sus formas. Así, eS común la expresi6n ¡Escúchame de una
piente. Por su parte, en 10s.je 10catum.J el objeto puede establecer fJez!, pero no ?2¡Óyeme de una vez!; del mismo modo, dec;imos cosas como
conexiones diversas, dependiendo del significado del verbo: así, en amura- ¡Mírame!, pero nunca *¡ Veme!
llar, el objeto s~ rodeado, mientras que en rozar, embetunar, empapelar/X. En cuanto al objeto de estos predicados, .CamE9s (r999.!....!5'J_'Z) los .:x:
er/Jillar o aceitar el objeto se pone en contacto con un cuerpo distinto, denomina 0.!:ieto!.-percibi.42s, mientras que, para D~te Ú99I), los ob-
di?J:'!"i.b-,!yéndose sobre su superfiCIe. -------:----.- jeto~~ verbos agentivos presentarían las propiedades de los objetos
Lo~ verbos cletransferen"ci:'iadmiten la presencia de un sujeto tanto efectuados. Esta última afirmación se basa en la idea de que cuando ob-
aEte como destinatarIo, dependiendo del conteñIao del verDo. Así, se servamos, miramos, escucbamos estamos creando una percepción del referen-
-- -; ------ -_._ ---_ . _-~
'eresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verbal
215
, '
te. No obstante, los objetos creados conceptualmente son muy diferentes par, etc" en que en' los primeros el objeto no se ve afewido por ningún
de los objetos efectuados de los verbos de creación, pues mientras que tipo de alteración y existe, además, independientemente del sujeto, que
en estos últimos verbos ,el objeto se crea como elemento independiente no es agente sino experimentante. Ejemplos como Padecé neumonía, Juan
del propio sujeto de la acción: escribir un lihro, preparar la comida, en los, no :soporta' a sus parientes indican también una sensación, postura y senti-
verbos de percepción agentivos, el objeto, al ser mirado, observado o miento.
escuchado, pasa a formar parte de la conciencia del sujeto, creándose un X
objeto n1¡evo sólo en la percepción del agente, 'independiente del que D) V~bos e~ los que se establece una relación entre sujeto y pre-
existe en la realidad. ~~ada en esquemas vari~e-todo, poseedor-objeto poseído,
Una discusión parecida cabe hacer en torno al objeto de los verbos, locación, etc. .
de comunicación verbal. El sujeto de estos verbos tiene las propiedades de '--se incluyen aquí los verbos que establecen relaciones diversas entre
un agente y su objeto ha sido valorado como un objeto efectuado o creado los dos argumentos de su entorno. En primer lugar, nos encontramos con
verbalmente: Luis deletreó 'mesa', Juan pronunció la palahra mágica. En el 'caso verbos como ahrazar, atravesar, bordear, ceñir, cruzar, recorrer, rodear, etc. que
de los objetos directos de verbos como relatar y comunicar, la información pueden construirse con un sujeto y un objeto que e~!~san lugar, como en:
semántica que impone el verbo. a su objeto parece ser más compleja, pues, lA mura/la rodea la cÍudad, La carretera atraviesa elpueblo. Nótese que muchos
C0ffiO se ve en los datos de (13), estos predicados exigen un tipo de objeto de estos verbos con s~jetos locativos admiten t~bién lecturas agentivas,
con unas características semánticas especiales: si e..l sujeto posee rasgos animados,: Los peregrinos atravesaron elpueblo, Predi-
caciones del tipo de subir la cuesta, recorrer una distancia o cruzar la calle
(I3) a. Juan nos relató {su historia /*su hermano}.
tambi~ pueden incluirse dentro de este esquema, siempre que la entidad
b. Juan nos comunicó {la verdad I*la mesa}.
desplazada sea el sujeto.
No todos los SSNN pueden aparecer como objetos de los verbos de , Los verbos de medida, valoración y duración, como costar, durar,
comunicación: así en (13a) no podemos sustituir su historia por su hermano, medir, poo, tardar, valer, caracterizados por seleccionar adverbios o SSNN
ni en (r3b), la verd,ad por la mesa. La razón de este comportamiento se debe cU.,!Iltificad~, se integran asimismo en esta clase. ---
a que los verbos de habla del tipo de contar, decir, informar seleccionan·......, También encontramos aquí ~erbos de posesión que no implican cam- .
proposiciones O bien SSNN con contenido proposiCional (Bosque 1989): / b~o de lugar: aguantar, conservar, esConder, excluir, mante~retener, te-
Dijo que era cierto lo que nos contó ayer, Dijo la verdad. El dato relevante que ner, etc. Tales predicados implican típicamente un poseedor, que será el
nosotros como hablantes de español conocemos acerca de la gramática de sujeto ~ado, y un objet<?..,poseído, realizado c~-no elOn. ---.,.
los predicados de comunicación verbal es que el objeto de tales verbos ----nn los llama~s verbos de i~entificación (García-Miguel 1995): com-
debe de tener un contenido proposicional, no físico. Esta información, que poner, constituir, establecer, formar, iiñj'ilcii;Jíiiiificar, significar, en ejemplos
pertenece a la selección semántica que realiza el verbo, predice la categoría como E.Jtas declaraciones constituyen una declaración de guerra, Un significante
del objeto: proposiciones o SSNN con contenido proposicional. Dentro de implica un significado, se establece un~p'-s.!usal de interdepende~ia
estos verbos, también cabe distinguir entre los que seleccionan proposicio- entre el ~ujeto y el objeto, de modo que el objeto existe gracias a la pre-
nes con contenido aseverativo: Maria no! informó de que la reunión se habia senciade~ -
suspendido, de los que exigen interrogaciones o exclamaciones: María me También podemos incluir dentro de esta clase general aque.!!.9.t.Yer-
pregzmtó que quién era ese {I.IA.2. y 6.J.I.2.} bas qtle establ~en relaciones de orden o precedenchLe.!L~ ti~~'<?"'y.en
En lo ue respecta a los verbos de e oción sentimiento, de la el. espaCioeñtre dos entidades que se suceden: anteceder, preceder, seguir,
clase de amar, desear, amentar, merew', necesitar,precisar, querer, sentir, sufrir, suceder, en ej~IJlplos como Un adjetivo califica a un sustantivo, En esta receta
se diferencian radicalmente de los verbos psicológicos de cambio de la leche puede sustituir al huevo, Los dfas siguen a las noches. Todos estos pre-
e~ado ~~B-la-G1as.e-.4): alegrar, asustar, aterro~i;ar, preocu-' dicados toman dos argumentos ordenados a partir de una sucesión espa-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español !II. El sintagma verbal '
2I6 ZI7
r ciar O temporal. E~Q§ los casos, el objeto exige la presencia de la J)(' , ' ~ , . .'
con el nombre de .uve peque~, que proyecta un smtagma~~, DeJando
~~ .
p~eposición~ sobre el objeto directo, tanto si este es animado como "\ aparte la anécdota d~ su de:nominación:~ la Ímportancia d~ esta categoría
inañimado {J.5.I.I.}. " ' , I reside en que desempeña una dobie"función en la representación sintáCti-
'--:Esta' cuarta clase, la,' D), va más allá del esquema transitivo, pues a );, ca: 'por un lado, esJa encargª~,ª 4e _~iggar, ,el, caso acusativ~obje!o
ella se pued<:.!:. ac~cados de régimen preposicional que est~le- {r.r.5.2.}, por lo que posee rasgostüncionales vinculados con la concordan-
cen una refación parte-todo, poseedor-poseído entre el sujeto y el comple- , cia' de objeto, similares a los que posee el ST relativos a la concordancia
mento de régirnen: abundar en, carecer de, corutar tÚ,' en oraciones como Su de sujeto; pero, al mismo tiempo, su presencia introduce en la estructura X
exposición consta de dos partes bien diferenciadas, El libro abunda en incongruonciaJ" una posición de especificador destinada a los argumentos externos -agen-
{J.5.3}, así com~ verbos simétricos caract.~zados por establecer una rela- tes, causas, experimentantes-. Esta interdependencia entre la asigna~n
ción de reciprocidad entre sus a!g!!mentos (Bosque I985): chocar, colaborar, de caso acusativo el a el temático de agente es crucial ara d~~_ta
coiñpárlir, convivir, luchar, parecerse, polemizar, rivalizar, ejemplificados en de enómenos tales como la formación e las estructuras pasivas I5·I.3·} y
oraciones del tipo de Juan y María comparten elpiso, Luis y Juan colahoran en la inacUsativid~d b.Z.2.}. El núcleo v selecciona como su cOiñpié~ento otro
el proyecto [P.3+}. SV, que proyecta a su vez una posición de complemento destinada al
Fuera de estas cuatro grandes clases quedan los verbos de soporte argumento interno. Dada esta configuración, los papeles temáticos se de-
o.!E.0yo que c;:onfo~an un predicado ccimpíejo junto con el objeto,~ fmen por sus posiciones: el agenú es el especificador de Sv, mientras que
racterizado por poder prescindir del determinante {2.I.3.I.}. Los más el tema es aquel SN situado en la posición de complemento del SV, al
frecuentes son hacer, dar y tener: hacer novillos, dar gritos, dar miedo, tener que el núcleo V manda-c.
hambre. ... LQs núcleos v y V poseen además contenido semántico vincula10
Son casos también particulares las estructuras con verbos más, obje- con las caregoifaSSeIDln~que dan cuenta del sig!!!fica.~ªe lo...:.~~:di
tos que se limitan a desarrollar el significado propio.AdY.ex:ee..y que se 'X cádos: CAUSA, LLTGAR A SER {I.2.I.2.). El esquema semántico típico de \;
forman sobre la misma raíz verbal: V7vir una vida miserahle, Cantar una una oración transitiva se apoya en la existencia de un argumento externo
canci6n. Son los casos de «objetos internos» o «cognados», documentados que puede actuar sobre un argumento interno de muy diferentes maneras. )
tanto con verbos transitivos como con intransitivos puros L3.Z.2.Z.}. Pues bien, esta configuración semántica básica se refleja en la estructura
sintáctica mediante las proyecciones Sv y SV, pues el núcleo v posee con-
tenido relacionado con la actuación de un argumento externo CAUSA que
Su
. representación estructural realiza una ACTIVIDAD, mientras que el núcleo verbal que proyecta el
SV inferior está vinculado con la función conceptual LLEGAR A SER con
La posición de los argumentos en la estructura sintáctica condiciOnj' dominio sobre el argumento interno:
su interpretación, por' lo tanto, vamos a ver cómo se proyectan en una X (14) {sv kg. externo {v' v CAUSA ¡ACTIVIDAD fsv V LLEGAR A SER
configuración sintáctica los esquemas transitivos que hemos descrito.
rugo interno}})
'v: ~.----- L~son (¡988) fue el primer lingüista que propuso qu~ el SV estaba
r- \ integrado por una ~ructura estratificada en dos niveles o dos SSvV. Esta. Según la estructura de (32), eLSv está asociado con la causatividad y
estructura compleja, llamada del SV en capas, es la que desde entonc~s, X la actividad; por ello se sitúa bajo su proyecclón él ~m~~t?~o:
c,on modificaciones, SeJla aceptado } ata darcueruaaelarelacióñ ~E.h~~ ágeñte,CaUsa, experiment~ Por su parte, el SV infenor está vinculado
~_~~~~~~_o,X,.~u~ . ~&'l:m.-e.nt.~~. ~ale y Keyser (1991, 1993) pro,eusier • con el resultado final e alcanzado; pe! este !llctÍYo, bajo esta proyeccÍón
una r~visión sobre la propuesta origm'"iil, basaaa e~E- entr~ estruc~ ~ncOntram.os-aI argumenfOlnterno:tema!. paciente, su~cepti~~A,~q~:.da/'ft/
tura Sintáctlc~e mterpretación semántica. Según los lingüistas menciona- afectado por la acción del verbo. El argumento externo, que cierra la pro-
dOs, el nivelo capa superior está encabezado por un núcleo v, identificado yecCíórlverbaI, sé in5erta:eillaestructura de manera diferente a! resto de
feresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verbal
.n8 2I9
los argumentos, pues no se sitúa bajo el SV, sino que aparece introducido bos que .!mp1ican crea~E!0dificación del objeto, como hacer, pintar,
por la categoría v, asociada con la causa. El'situar en lugares diferentes a limpiar, adornar, lavar, prep"ara-r;cocinar, dibujar, copiar, escribir, anotar,· etc.
10~ dos argumentos verbales no es un mero recurso formal, pues esta pro- En todos es~os casos, la creación de algo -o su destrucción~ puede llevar
puesta se justifica con sólidos argumentos empíricos. En la sección {p.} conSigo la existencia de un beneficiado o perjudicado por la acción verbal.
vimos que ei papel temático del sujeto o argumento externo era asignado Este tercer argumento recibe el nombre genérico de benefactivo.
por la unión de verbo y objeto, dicho de otro modo, por toda la predica- . 1!na quinta clase de verbo~ .ditranstitivos es la representada~~.!J~s
ción. Recuérdese, además, que la unión formada por el verbo y su argu- predicados qu~ expres~ una relación de posesión inalien~!?.1e (o de parte
mento interno participa en ciertos procesos sintácticos y morfológicos con todO') {z .•p.z.} entre el OD y el 01: Le sacaron la muela aJuan, Le rompieron
exclusión del argumento externo {I.I.3.Z.}. ~ la camisa al famoso cantante.
Este modo de representación sintáctica conecta la estructura con- La razón básica por la' que tanto los verbos de creación o destrucción
ceptual de los predicad,os con su realización sintáctica, pues los diversos, como los que eXpresan una relación de posesión inalienable entre el OD
papeles temáticos se vinculan con posiciones concretas, por lo que existe ~I Y el 01 pueden incluirse dentro del grupo de los verbos ditransitivos, con
un paralelismo entre la relación semántica que establece un predicado con el mismo estatuto que los verbos de transferencia, reside en que, como
sus argumentos y la posición que estos últimos ocupan en la estructura estos últimos, admiten la presencia de un clítico de dativo que dobla al
sintáctica. La conclusión es que la interpretación temática de los ar men- objeto indirecto encabezado por la preposición a, esquem~ que alterna, en
t2-~s acerse en el nivel sintáctico, mediante una configuración o el caso de los verbos de creación y destrucción, con la presencia de un SP
estructura acorde con la semántica. ----- introducido por la preposición para con valor benefactivo -oraciones de
(15a)- ~, en el caso de lar verbos de posesión inalienable, con un SP
encabezado por la preposición de, en función de complemento posesivo del
~~~~~~?:;':~ 3.2.1.4. Esquemas <!j.transitivos básicos objeto directo -oraciones de (r5b)- {J.4.Z.}:
y. su representación_esiñicturil .- (15) a. Juan le preparó la cena a su prima (y Juan preparó la cena para
su prima).
Las estructuras ditransitivas son aquellas en las que el verbo seleccio- b. Luis le limpió los zapatos a María (y Luis limpió los zapatos de
na dos ar mentas internos: uno directo otro indirecto. De l~s verbos María).
transitivos,
'-,-----=--=st..
son ditransitivos' los siguientes: los. ver os e comunicaclón y
~de habla, del tipo de comunicar,prometer, decir, indicar, señalar, sugerir, En una estructura jerárquica en la que coaparecen un OD y un 01,
solidtar¡ ~os verbos de transferencia, como dar, entregar, prestar, comprar, debemos averiguar cuál es la· relación de domini.o que se da entre ambos . I
restituir, pedir, traer, donar y los vemos de influencia, de la clase de ordenar, constituyentes, esto es, si ambos se relacionan igual con el verbo y entre
aconsejar, pedir, rogar, solicitar. En los tres grupos, el objeto indirecto se ellos o si alguno de los dos ocupa una posición jerárquica superior a la del
encuentra seleccionado por el verbo, como argumento suyo. Según Fernán- otro. En general, podemos decir que el OD es jerárquicamente superior al
dez Ramírez (I95I), existen caS'Os en los que la presencia del objeto indi- 01, puesto que una variable en la posición de 01, en este caso el posesivo
recto puede resultar menos necesaria u opcional: Dibujé el esquema, Les su, puede ser ligada por un cuantificador situado en la posición de OD,
dibujé el esquema a los estudiantes; Cosí el bajo, Le. cosí el bajo al vestido. Hay pero no es po~ib1e el caso contrario [Z.Z.7,Z.}. Como resultado y dados los
autores -en la tradición española (Demonte 1994b)- que, sin embargo, ejemplos de (16), únicamente en la oración de (I6a) es posible interpretar
incluyen estos objetos dentro de los complementos argumentales y, en que existe un perro distinto para cada dueño:
consecuencia, los verbos con los que dichos elementos aparecen, dentro
(I6) a. Juan devolvió cada perro (OD) a su dueño (01) (respectivo).
del esquema ditransitivo. De acUerdo"'ton esta segunda- hipótesis, cabría
b. *Juan devolvió su perro (OD) a cada dueño (01) (respectivo).
hablar de una cuarta clase de verbos ditranstivos: la integrada por los ver-
~- -- .
Teresa María Rodríguez RamalIe I Manual de Sintaxis del Español ur. El sintagma verbal
220 221
r La representación sintáctica que propone dos niveles o capas para el denotad¡¡. por. el verbo; Dicho de otro modo, mientras que un predicado
~'
SV permite dar cuenta también de la estructura sintáctica ditransitiva:
(I7) fsv Argumento externo [v' v CAUSA /ACTIVIDAD [sv Argumento in-
terno directo [v. V LLEGAR A SER Argumento interno indirecto}}}}
c;-mo romper implica la idea dé una ca.usa o agente que interviene sobre el
paciente. transfo~án~olo, en el.caso d¿'verDOs'·como f!p~ecer! nacerdltfJi:JlJ:l-
dar o sa~'!L l31.acc~<?n tl.ene ~u oflg~p..y_.r~~~e~~~9.,9.J:'~_~1 u~co P:smn-eASQ.dej .
>
verno; que piíede.~~r agente, ,.~~mí1 9.,.~cie2te. Dicho argym.~o suele
En una oración ditransitiva como la representada en (17), el OD . poseer una predisposición innata a yerse afectad...2,...P.9!.~~!P,.9. Por ello, t
tema se proyecta en la posición de especificador del SV, mientras que el estos verbos se denominan .;le «causa interna» (Levin y Rappaport-Hovav
01 ocupa la posición de complemento de V. El resultado es una represen-~ >( 1995, Den:o~te "':002), P~~~P~~._~~ge::~~:J.~ tran:'l_f~~~~~;~l"l,.~_F?ceso~e !
tación en la que el objeto directo manda-c al objeto indirecto. J afecta_ aluruco argumento reSIde en este, por OpOSlClOn a 10~_ de c~ l
La_ cOE?guración~abamos de ver también permite refl~~s ¡ ..
eXterña;·"carácténzaoos-por-tener'Uii-suTeto agente, causa instrumento r
___ ........._"-~_ ...... ",-.,"'"._.~ .. __ .. _,4" ... __ ........-
° \
resncmsable de·la acción que se ejerce sobre el tema [3.2.I.l.}. Hay verbos /i
del tipo de poner algo en un lugar, meter algo en un sitio f3.7.2.} o un arg!lID.ento cfe"causa interna que pOseen como sujeto un paciente afectado, como en J , \ '
~t~o y un dativo benefactivo, ~omo comprar algo para alguien, hacer algo LasJiofés cr"éCeñrápiaamente o u~a, como en J.u~7!..!..~1..P.T~:.ip.it.ad:!:'!1!llte, \
para alguten. En este último caso, el benefactivo ocupa la misma posición pero también existen ve!.~<!~_ agenti!9s en los que el sul.eto agc:.n.:~e. tiene la J
ql,,1!!~bieto indir~ pues, de hecho; se puede-transformar o alternar propiedad de ser el responsable de la acción que ocurre en sí mismo, \
con un objeto indirecto introducido por la preposición a: comprarle algo a manifestada como un movimiento o como una actiYicíacflfsléa intern;¡)
alguien, hacerle algo a alguien -datos de (I5a)-. La pretencia del clítico, Pedroc;;;:;, Los niños gritaron, Juan sonríe. ------
tanto con benefativos como con metas, altera las relaciones de alcance I¡ependiendo precisamente del papel temático del sujeto, los verbos \,
entre objeto directo e indirecto [4.4.I.2.}, además de conllevar cambios en intransitivos se"p'.~,e.clen clasificar en intransitivos puros o «inergativos», en ¡
la clase de acción verbal [3.4.2.}. los que el sujeto es normalmente agente, y en «inacusativos» o «ergatiYos», ,
veroosmtransltivos cuyo sujeto es tema o paCIente. Estos illn:morse-d"e- í /\
nóñiina:ñVeÍbos inacusativos, debido a que poseen un objeto temátiC. o ~.~
Dos clases de verbos que, frente a lo que es normal en un verbo transitivo, no pueden aSIgnar
c~o acusativo...., ~ --
intransitivos
------ - Los verbos intransitivos puros se agrupan en diferentes subclases. Un
buen número de ellos seleccionan un sujeto encargado de realizar la acción
~~;~~'SI3.2.2.I.
· ..
V erbos IntransItivos puros. que tiene lugar en el propio individuo: son verbos como bromear, gfJ!Jcu?!!'r, \J ;1/,
hablar, rezongar. SUSE.tLPI.,-f.!!!!.bla!..l9ue dess.riben_ a~!i~~E.~~P~E-s c!~!2!g~- /,,1/;/
y verbos inacusativos - ~o y que tienen sugrigen en e~!~. Dentro de estos, cabe destacar los
quelmplican la emisión de un sonido o de una sustancia: berrear,-chillar, gri-
Los verbos intransitivos se han caracterizado tradicionalmente como tar, ladrar, llorar, sudar, transpirar, etc. Hay que decir, no obstante, que algu-
a~ll¿S que carecen de un ~jeto diiect~~~~ nos verbos de emisión tienen usos inacusativos, como, por ejemplo, sangrar
argumento sujeto. Semánticamente, la estructura de un verbo intransitivo y;upurar, predicados de emisión de SiiStañCia que poseen un sujeto no hu-
es más comple)aCre 10 que puede indicar su representación sintáctica, pues mano: Las heridas {sangran /supuran}, así como losverbos -de emisíóñde-luz
el papel temático del argumento que aparece en la posición de sujeto bnllary relampaguear, caracterizados también por ~onstruirse con sujetos no -\,/
I:'~ae va:ña:r desoeel agente li:aStil el tema o pacielrte". Este argume~ humanos: Las luces {brillaban /relampagueaban} en la oscuridad (Demonte 2002) . .r~
to ~eno!ar una propleOaa que lo hace responsable o--aCceSlOIe al En lo que respecta a los verbos inacusativos, destacan los verbos que te,
c~hi.Odeestado pr:odüCIao por eT~Odela acci.§n o actividad nunca admiten la presencia de'~nte o causa y en l_~_.que el sujeto
i
-----------------,._~'------_.~ -_._--._--- -------- -------_._--.---
úes a María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IlI. El sintagma verbal
22 223
tiene la facultad de camEiar de estado de manera innata, pues posee una que el' sujeto realiza imencionadamente la acción: bailar, caminar, correr,
predisposición a dicho cambio: arder, crecer, estallar, florecer, germinar, pali- nadar, pamzr, etc. pertenecen i 'este grupo.
j.
decer. También forman parte de esta clase un grupo .de EEedicados~e I (r9) , a. ¿Por qué no somos todos 10 mismo: ni gatos, ni ratones: perso-
deriotan -=-~~ci.ª- _l-ªPaIición y s~s valores opuestos: agotarse, amanecer, , I
cfarse, desaparecer, despertarse, desprenderse, existir, expirar, manifestarse, morir, I nas, y corremos juntos, a la vez, hacia alante? {CREA, 1980 Gala,
! Antonio, Petra Regalada}
nacer, ocurrir, originarse, producirse, surgir, vivir, etc.
b. Fueron caminando haSta donde habían dejado los caballos .
Junto a estos grupos, encontramos verbos que denotan cambio de
{CREA, 1993, Torbado, Jesús, El peregrino} .
c:.s_~.~do fisic9-º_E~uic;~que poseen también usos transitivos: Todos nos
emocionamos, Pedro ha engordad;-L-a-OiIefeñCia entre la variante transitiva y En otros casos, verbos como agitarse, balancearse, bambolearse, menearse,
la inacusa5iva re~~~_que en esta última el objeto pas~-e la ondear, 'serpentear, tambalearse, temblar, etc. presentan un uso inacusativo,>(
o~~_~ón. Sintácticamente, pueden construirse o no con el clítico ;¡ {3-4-3.}:
pues en ellos el sujeto se comporta como un objeto desplazado, sin control
ade¡g~zar, asustarse, aterrorizarse, aumentar, calentarse, congelarse, disminuir,') ;y directo en el movimiento. Morimoto (ZOOl) añade que verbos de la clase
emoC1onarse, empobrecerse, encoger, engordar, ennegrecer, hervir, mejorar, etc. _.....1 de balancearse y tambalearse y frente a los de caminar y correr, no suelen
L~bos de movimiento constituyen una clase aparte, bastante . expresar una manera de moverse que implique un desplazamiento del
bi~~ delimitaCa(N[Oñ1iiotoi.ool):-Pocerpos distinguir dos clases de natu- .\ objeto-tema; por ello, no suelen admitir complementos de dirección:
ralezasemántica y sintáctica diYerente: los llamados verb~s;aemoViiñien-
to con direcaoniññerente»: acercar.re;atejarse, aproximarse, bajar, cruzar, di- (20) a. Las banderas ondean juntas una vez más.
b. El barco comenzó a balancearse peligrosamente. {CREA, El Uni-
rigirse, eñli'ar, ir: ~egar, marc~arse, sa{ir, sub~r, ven.ir, etc. y los «verbos de
manera de mOVIm.lentoll: bazlar, botar, camtnar, CIrcular, correr, girar, ,nadar,
...
versal, ozlol!I989} ,
rodar, serpentear, volar, etc. Los primeros expresan un desplazamiento con
En estos ejemplos, los sujetos no tienen intervención alguna sobre el
una determinada orientación o dirección espacial, mientras que los segun-
movimiento, pues únicamente se ven afectados por este: por esta razón
dos se limitan a señalar la existencia de un desplazamiento, sin concretar
decimos que predicados como ondear o balancearse son inacusativos.
qué tipo de traye'ctoria está implicadá en dicho desplazamiento. Obvia-
mente, se puede caminar o correr en determinada orientación (caminar
hacia la estación), pero, como apunta Morimoto (ZOOI), el significado léxico
de estos verbos no contiene ninguna información acerca de la trayectoria ffiiF2&;¡¡"~~ 3.2.2.2.
. .sl1l:tactlco
e_om..QOrtaffile~to , .
del desplazamiento . Lo~...Y~rbos de dirección inherente son fundamental-
~~nte inac~,~-ªtiv<?s, pues el sujeto ~cleiemento que representa el c~bio'
de los dos tipos de ~erbos intransrtlvos K
de lugar expresado, en el.verbo: es el objeto que ha seguido la trayectoria con su representaclon estructural '
implícita en el significado verbal:
(18) a. Cuando salimos juntos a la calle me obliga a caminar con las dos Existen pruebas sintácticas que nos permiten estudiar el comporta-
manos metidas en los bolsillos. {CREA, 1985, Tomeo, Javier, miento típico de un predicado inacusativo. Tales pruebas se basan en la
Amado monstruo} ideJo de qu~t~,:!j~o ,~e las estructuras inacusativassecomporta sintácti- :x
b. Un nuevo frente frío se aproxima a las costas gallegas. {CREA, camente-éómo un argumen-t ó-1ní:ernoCónTasíñIsmascaracteristicas que el
El País, 01/08{I98oJ argümeñt:o-(jbjetOdir-éC'w -cfé'\;iña estr:!!ctura transitiva.
---.Eñpriñ1er1ugar~-iosverbos inacusativ()s-ildiñlten sujetos pospuestos
En cuanto a lo~-·fhbos de manera de moverse, podemos encontrar sin determinante [Z.I.3.}. Los-árgüÍnentos internos oelosveioos transitivós
varias situaciones. Hay claros ejemplos de usos intransitivos puros, en los tamoien pueden aparecer sin determinante, como vemos en (ZI), pero esto
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
J ,
--¡
'IIl. El sintagma verbal
1- 225
224
J
r nunca es posible en el caso del argumento externo de un verbo intranstivo
,1
'1"¡ avanzacl¡¡., pero sin referenCia a su fmal. Verbos de' esta clase reciben el nom-
bre de ve,rbos «de complec'ión'o realización gradual». ' -
puro o transitivo, como recogemos en (22):'
Por último, los verbos inacusativos nunca admiten objetos directos
(21) a. En esos parajes no crecen flores. [CREA, 1988, Scorza, Manuel, ~ognad.os o tautológicos: *Liegó una llegada fácil, *Desapareci6 una desaparecida
La tumba del relámpago} tmprevtsta, frente a lo que ocurre con los verbos intransitivos puros: Caminó
b. Llegaron amigos de todas partes. una buena camt'nata, Vt'vió una vida felt'z.
(22) a. *{Caminaron Igritaron} amigos por todas partes.
b. *Enviaron mujeres los sobres. En las lengu~ c?n un sistema de auxiliares doble para los tiempos
perfectos, como el Italiano o el francés, los verbos inacusativos seleccio-
Los sujetos de los inacusativos, al igual de nuevo que los objetos de nan el ~smo ~~1I:l' que ~os transitivos: euere litre 'ser', mientras que los
los trañsItiVos:puea~ñaparecer en~trucciones~iq.2:io absoluto. verbos mtransl~lV?S selecclOnan el auxiliar avere /avoir 'tener', tal y como
vemos en los SlguIentes datos del italiano: Sono andato ('He andado~, Ha
En estas estruciÚras,~---reipiOse caracteriza por prorectar una estruc-
mur:murato ('He murmurado'). Lo mismo ocurría en el español medieval:
tu_ra pasiva ~~to debe ser el tema o paciente de un verbo transitivo &tdos somos de Burgos ('Hemos salido de Burgos'), Los mOfaS son idos tI comer
o inacusativo. Lo relevante es que esta construcción nunca se puede for- y nos han dexado. solos (Juan de Valdés, Diálogo de la lengua, hacia 1535) ('Los
mar a partir de verbos intransitivos puros: mozos se han Ido a comer') f4.1.}.
(23) a. Llegado el barco, subimos a él. La proyección estructural de los verbos intransitivos se caracteriza
b. Aterrizado el avión. me sentí tranquila. po~ la' inexistencia de una posición en la que se asigna caso acusativo al
f (24) a. *Caminado Juan, seguimos los demás. obJe~o. En una estructura intransitiva, por tanto, no se proyecta el nivel Sv,
b. *Ladrado el perro, advertimos que algo pasaba. asocl~d."'o con la causa externa y la transitividadj por ello, no hay posibilidad
de as:gnar cas~ acusativo al objeto {I.l.5.}. Únicamente se proyecta la ca-
Hay que advertir, no obstante, que, cómo señala Menclikoetxea (r999:
regona SV. EXlsten datos a favor de esta idea:
1602), esta prueba no siempre da resultados aceptables con todos los verbos
inacusativos. Fijémonos en 10 que ocurre con los verbos no pronominales que (26) a. Las flores crecen. *Las crecen.
implican cambio de estado, como aumentar, mejorar, empeorar, envejecer, y con b. María llora. *La llora.
algunos inacusativos sin variante transitiva, del tipo de crecer: (27) a. La lluvia hizo crecer las flores. Las hizo crecer.
b. Juan hizo llorar a María. La hizo llorar.
(25) a. *Aumentados los precios, se disparó la conflictividad social.
b. *Mejorada la carretera, se reanudó el tráfico. Los verbos intransitivos no pueden identificar' con una marca de
c. *Crecidos los niños, empezamos a disfrutar de nuestro tiempo c~o acusati~o al tema o paciente. Estos predicados carecen de la proye,c-
libre. ClOn Sv asoclada con la transitividad, por ello es agramaticalla presencia
d~~ clítico acusativo, como se ve en los datos de (26). Sin embargo, la inser-
ClOn de ~n verbo causativo como hacer introduce en la oración la presencia
partid io sea tema o aciente, sino que además ro en ue el verbo res d~, un sujeto agente-causa con control sobre la acción [3.B.z.}}. La proyec-
el estado final. Verbos como aumentar, ismiE..~..L!!'.!lorar, crecer, tanto en su V Clon de una causa externa va unida a la inserción de un nivel más el Sv en-
us~_~ransit~om~ inacusat~~es~~~~~~~~~s sino pr.9~so carga~_o no sólo de proyectar una posición para el argumento e;erno, 'sino
q~e se prol~gan. El verbo aumentar, por ejemplo, en El déficit público aumen- tamblen de reconocer el caso acusativo del objeto, como vemos en los datos
tó iñaica el movimiento del sujeto tema a través de una escala que no llega a de (27). El resultado es, en este caso, una estructura como la de (28):
un final. Dicho de otro modo, si el déficit aumenta, puede seguir aumentan-
do progresivamente sin límite, 10 que expresa el verbo es que se ha produci- (zB) [$Y (La lluvia ,Juan} {y v HACER [sv {las flores la María} ( V CRE-
CER /LLORAR}}}} yo
do un desplazamiento del déficit desde un estado anterior hasta una fase más
1
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español ¡
226 -1
j
r 1
•
I-
r
I
I
Wf~i~k
.~~~
La noción de, «evento» ha tenido un desarrollo am-
lio en la histori~tQ,e la lingüística. La idea de evento
intenta recoger la Y4,tuición de que los predicados no
sólo contienen inforli!~ción sobre su estructura argumen-
tal o relación predi¿;io-argumento, sino que ~íén
acumulan informació·.\~obre la clase o modo de acción
verbal que denot clase de acción, también llamada
Aktionsart, co' , i"n consecuen~ia, una característi-
ca inherente s lexemas verbales,- determinada por la
propi~_naturaleza de la acciÓn, proceso o estado designa-
do Eor el verbo.
Clase (Jeacción o .evento no es 10 mismo que as-
pecto flexivo. Mientras que la información relativa a la
dase de acción forma parte del contenido léxico del
verbo -por ello también se habla a veces de aspecto . I
j
c. Verbos de actividad [- resultado}, {+ actividad]: trahajar, caminar, te bien culminación en un punto inicial -como llegar-.: El tren está llegan-
correr, escrihir, etc. do, bien culminación en el momento fmal -como monrse-: El enfermo se
d. Verbos de realización [+ resultado}, [+ actividad]: pintar un cua- está muriendo. En el primer caso, el evento es iruninente, está a punto de
dro, comtruir una casa, escribt'r una novela, etc. ocurrir; mientras que en el segundo, está a punto de acabar la frase previa
al instante en que el logro se desencadena (De Miguel 1999)· Ambos ejem-
plos tienen en común la referencia a una fase o momento inmediatamente
anterior al logro denotado por el predicado. Esta misma mención a una
Verbos de estado
r-- actividad previa se documenta en el verbo llegar cuando aparece modifica-
do por adverbios del tipo de rápidamente y lentamente (fomer I99 8 y Rodrí-
Los verbos de estado se caracterizan por no im'-plicar ningún tipo de guez Ramalle 2003):
actividad. T~oco indican el punto fmal del estado que expresan; por
(3 0 ) a. Puedes llegar rápidamente a una conclusión.
esto último, se dice que denotan acciones atéHcas. :tates predicados expre- b. Le produjo un bienestar que rápidamente prevaleció sobre otras
san estados independientemente de cualquier situación espacio-temporal,
opacas disquisiciones.
por lo que se pueden relacionar con los adjetivos de nivel individual o
(Datos tomados de Torner, 199 8:' 35),
individuales, por oposición a los verbos de logro, actiyidad y realización,
vinculados con los adjetivos de estadio [2,2.8.}. De estas características se En estos ejemplos, el adverbio no describe propiamente la velocidad
derivan una serit;: de pautas sintácticas, entre las que destacan la imposibi- a la que se realiza la acción, puesto que la llegada en sí no se presenta como
lidad de construirse con parar de: ~uan paró de saber inglés, ·Luisa par6 de ser rápida, sino que expresa la velocidad con la que se desarrolla el proceso
alta y la incompatibilidad con las perífrasis aspectuales durativas que im- previo que conduce al cambio de estado denotado por el predicado télico.
.,
' eresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IlI. EIsincagma verbal
30
~~~~: 3.3.3. V~rbos de actividad que sólp en el caso·de los logros la acción denotada por liegár viene marcada
como té~ca inherentemente desde el léxico, mientras que, en el caso de cons-
y~alizació_n truir la casa, la posibilidad de referirse a una acción delim:itada quedaesta-. X
blecida por procedimientos sintácticos (Verkuyl 1993). De este modo, exis-
En cuanto a las actividades, son acciones atélicas, definidas por ten verbos que denotan procesos no delimitados que pueden llegar a
implicar u~ctividad que no llega a su conclusión. Se c~cterizan po"iSu convertirse en delimitados mediante la selección de un tipo de complemen-
~n y por la ausencia del fInJ de la acción. Predicados como correr, to especial. Comparemos a este respecto las siguientes oraciones:
escribir, pintar, dormir, etc. son ejemplos típicos de actiYidades. Las realiza- (JI) a. La investigadora descubrió la vacuna. (Logro]
c~es, por su parte, im lican siempre una actiYidad, pe~~ que llega a~ b. La investigador.a descubrió .;acunas d:rante años. {Actividad]
final; se . erenClan, por tanto, e as actividades en q~~~esan si~ , (Datos pasados en los que ofrece Marín Gálvez, 1996: 47) X
l~ación del evento: pintar el cuadro, escribir la carta, correr~a, (r2) a. Pedro pintó su casa. {Realización}
dormir hasta las cinco. Si tomamos un verbo típico de actiYidad como comer, b. Pedro pintó c~s durante años. {Actividad]
y si lo dividimos en partes más pequeñas, es decir, si acotamos una parte (Datos basados e'ñRodríguez RarnaIle 2003):
de su denotación, tanto las partes que componen dicho evento como la
acotación siguen perteneciendo a la clase de las actiYidades incluidas bajo En (JI), la predicación descubrir la vacuna representa un logro, pues
la denominación de comer; esto significa que una parte de la acción deno- denota una acción puntual, mientras que descubrir 'Vacunas es una activi-
tada por actividades como comer o correr sigue perteneciendo a la clase de dad que se prolonga en el tiempo. En <32), por su parte, la predicación
comer o corr.er, respectivamente. Sin embargo, si acotamos una parte de la pintar,¿u casa representa una realización, ya .que implica una actividad que
realización construir la casa, el resultado no va a ser una realización, ya que llega a su fmal en el momento en que la casa resulta pintada, . nlientras
las diversas partes que componen la realización construir la casa no denotan que pintar casas es una actividad sin límite que, incluso, puede caracterizar
realizaciones, pues no pueden ser definidas como eventos pertenecientes a al sujeto que la realiza como pintor b.I.3.]. El factor que nos permite
la misma clase que la acción construir la casa. Por este motivo, las actiYida- distinguir entre las diversas clases de acciones verbales que denotan las '1<-
des denotan acciones homogéneas, que se suceden del mismo modo a 10 predicaciones mencionadas es la resencia de un ti o de ob'eto es ecial.
largo de sus diversas Tases, mientras q~ las realizaciones son ejemplo;(fe . En general, los SSNN sin determinante favorecen la lectura de activid d
<J.ve~!os ~o Iíomogén~s, int~adas por fases de distinta naturaleza: ~iv~ mientras que os con inante condicionan la lectura dellini--
s~s actiVidades que se suceden y un desenlace. {Lo que el lector sagaz y que tada e un eterminado predicado. La presenCIa e ciertos mo Icadores
haya leído previamente la sección 2.3.I. observará es que las actiYidades se ad~rbiates es un índice que ~liza para confumar que estamos ante
comportan como los z:~bres de masa, mientras que l~ realizaciones son clases de acciones diferentes. Las actividades adniiten ser modificadas por .
similares en el nivel nominal a los nombres discontinuo~.] una construcción temporal durativa del tipo de durante años; sin embargo,
ni los logros ni las realizaciones, como ejemplos de predicados télicos,
permiten la presencia de este tipo de modificador durativo. Si tomamos,
por ejemplo, las actividades descubrir vacunas y pintar casas, veremos que
~~¡q~~3.3.4. La información eventiva pueden estar acompañadas por el modificador durativo, según vernos en
y su realización en la sintaxis los datos de (Jlb y 32b), pues ambas predicaciones denotan acciones que
se prolongan en el tiempo. En cambio, secuencias como *descubrió la
'Vacuna durante años resulta agramatical, dada la: incompatibilidad entre el
De la clasificación propuesta se deduce la existencia de dos tipos de modificador durativo y la mención al estado flnal contenida en la predi-
acciones télicas: los logros y las realizaciones. Sin embargo, conviene aclarar
cación verbal.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IlI. El sintagma verb'll
23 2 233
r Los predicados de logro y realización pueden estar acompañados por (34) . a, *Besarort un nifio (:n un segundo.
el modificador puntual en un año, pues este .circunstancial denota el mo- b. : ·Besaron a un niño en un segundo.
mento en que se da por concluido un evento: (D.atos tomados de Torrego, 1999: 1789).
(33) a. PedrO descubrió problemas en los servidores {durante años ren
Pustejovsky .(1991) y (1995) considera que la representación léxico-
un año}. .
semántica de los predicados osee, 'unto con el nivel de representación
b. Pedro descubrió los problemas en los servidores {*durante años
léxico-semántico o Estructura Léxico Conceptual (ELe) propuesto por
len un año}
>(] ackendoff (1990) {I.2.I.2.}, un nive amado Estructura ce Evento (RE).
En los ejemplos de (33) vemos que los modlficadores durativo y Según PustejOvsky (x991), a cad;, tipo de verbo le corresponde una estruc-
puntual se encuentran en distribución complementaria, pues el primero tura eventiva particular de acuerdo con la clase de acción verbal a la que
modifica a actividades, mientras que el segundo acompaña a logros y rea- pertenezca. Así, los ~dos están formados por un evento s4!!ple, las ac-
lizaciones. Hay que advertir que ciertos verbos de actividad como pintar, tividades o procesos están constituidos por una secuencia de eventos igua-
cuando aparecen delimitados por un objeto, como en pintar· este cuadro, )\ les, las re~zaciones están integradas por un evento ~ Proceso y 0E.9 de
pueden admitir la presencia del modificador durativo: Da!ipintó este cuadro Estado final, mientras que los logros sólo poseen la mención al estado
durante años, siempre que el complemento durativo actúe sobre las distintas f~gún esta caracterización semántica, los modificadores durativos y
acciones o actividades integradas en la predicación pintar el cuadro, suscep- puntuales actúan como predicados, como la mayoría de los modificadores
tibles de repetirse en el tiempo y que son previas al estado final. Esta adverbiales que denotan propiedades, respectivamente, del proceso y del
posibilidad nunca se documenta con los verbos de 199ro, pues estos no estado fmal o alcanzado {J.7·).I. y 3·7·3· 2 .}.
denotan procesos: son acciones caracterizadas como: {- actividad} en el la clase de acción verbal es crucial a la hora de dar cuenta, por
r:
u dro de (29)· ..-..,. ejemplo, de la aparición de ciertos adverbios {3.7.1 y 3-7-3.} Y también para
Todos estos datos nos demuestran que la estructura eventiva de un \ explicar ciertas alternancias en la estructura sintáctica y semántica de los
v . predicado está determinada composicionalmente, pues en ella intervienen ' . predicados verbales, como veremos a continuación.
f\ I no sólo el contenido semántico del v,erbo, sino sus argumentos, en concre- '~
to la forma que adopta el interno, to es, si es un SDet o un SN or este
mo , e ce que os objetos con determinante constituyen «temas in-
c.rementales», nombre ue reciben los com rementos capaces de delimitar
la acción verbal, de poner líniites event~ (Dowty1991 y Tenoy 1994). ><
. ,
Cierta clase de adverbios y construcclOnes adverbiales también intervienen (
en la estructura composicional del aspecto léxico o evento. Así, en Juan
caminó hasta la casa, el adverbio expresa el desenlace o punto final de la
acción, convirtiendo un verbo de actividad en una realización.
~ La presencia de la preEosición a.§ un indicador más que incide
sobre la interpretación tética de un evento. Esta afirmación queda cOITo:
borada por el contraste ejempliflC¡¡(fc)eñ(j4): de nuevo, si añadimos el
adverbial en un segundo a cada uno de estos dos ejemplos, únicamente será
posible si el complemento aparece marcado con la preposición a, pues es
entonces cuando la predicación adquiere el carácter delimitado compatible
con la interpretación puntual de en un segundo: .
.... .-
:d
3e4~
,. i
,¡
'!
1.
Las
Clas
b. ]x
)r~lCIC)nceS existe una mención básica a
un cambio de . lugar del argumento los paquetes, que pasa
a ubicarse por medio de la acción del verbo dentro de un
maletero. Partiendo de este' esquema; se produce una
variación en el modo en que los dos argumentos internos ,.,.
se pueden realizar, con consecuencias a nivel interpreta-
tivo: en la primera oración los paquetes es el objeto direc- .' ;
to, mientras que el maletero es el comjllemento locativo;
en cambio, en la segunda, el maletero ha pasado a ser el
objeto y los paquetes un .,fomplemento preposicional A
este tipo de alternancia se la conoce con el nombre de
«alternancia locativa».
-- A partir d~studio de Levin (1993), centrado en
los verbos del inglés, se han veni~o desarrollando una
"<"¡,t'iq8~~:[i[f~~~:ge. de trabajos que pretenden desentrañar las alternan-
en la lengua, no como procesos excepcionales, sino,
por el contrario, como ejemplos productivos de varia- 235
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español III. El sintagma verbal
236 237
r ción en la estructura sintáctica. que obedecen a una serie de rinc! lOS como 'sujeto de su p'ropi:i. oración: Incluí el aire acondicionado en el precio final
>( regulares (Demonte 2002 . . . ,de la vivienda, El precio fina! de la viv.ienda incluye el aire acondicionado,' Incor-
~arte de la alternancia locativa ya mencionada, aquí me ocuparé de por'f ,airbag de serie en toda1a gama, de sus vehículos, Toda la gama de sus vehículos
las siguientes: incorpora el airbag de serie.
Alternancia E.,0sesiva y benefactiva: Las alternancias han sido analizadas como índices de una relación
(36) a. El niñato ese que arrancó la mano de la Cibeles. , entre el lérlco I-!a sintaxis, pues, si bien todas ellas se manifiestan en la
b. El niñato ese que le arrancó la mano a la Cibeles. estructura smtactlca, se encuentran determinadas por las propiedades léxi-
Alternancia causativa-anticausativa incoativ-ª, cas de los predicados, y es precisamente en este aspecto en el que reside
(37) a. El gobierno cubano ha propuesto endurecer la legislación contra su regularidad. Además, en muchas ocasiones las alternancias implican una
la droga. variación no sólo en el esquema sintáctico sino también en el nivel semán-
b. El pan se ha endurecido. tico; con rasgos tales como telicidad, afectación, posesión, etc.
Alternancia aspectual o télica:
(38) a. Juan durmió.
b. Juan se durmió. lm_~_'
_._~_. 3.4.1. La alternancia locativa
Alternancia preposiciona}.:
(39) a. Los congresistas discutieron la subida de tasas.
b. Los congresistas discutieron de la subida de tasas. Verbos que expresan un cambio de estado y cambio de l~ar, del
X Alternancia~ipasiv~ (o alternancia pronomin~ combinada con al~an tipo deo-.rociar, untar, fumigar, salpicar, cargar, etc. dan lugar a la llamada
cia preposicbnal): alternancia locativa:
(40) a. Juan olvidó a sus amigos. (42) a. Luisa roció lejía en la camisa.
b. Juan se olvidó de sus amigos. b. Luisa roció la camisa con lejía.
Alternancia causativa-anticausativa con,sujeto causa-experimentante: (43) a. José untó la mantequilla en la tostada.
(41) a. El mal tiempo irritó a Pedro en el primer día de sus vacaciones. b. José untó la tostada con la mantequilla.
b. A Pedro le irritó tu actitud.
En las oraciones de (42a y 43a), tenemos un OD, el tema que ha
Si se repasa.'l los ejemplos de CJ5) a (41), se observará que las alternan- cambiado de lugar, y un circunstancial locativo que representa la nueva
ci~s van unidas a una serie de alteraciones sintácticas, ~es como el cambio ubicación. En cambio, en las oraciones de (42b y 43b), nos encontramos
de función gramatical de alguno de los argumentos: Jatos de (35) y (4IDa con que el circunstancial ha pasado a ser el tema u objeto directo afec-
pre~encia de ciertos Clítlcos:datos de (36), (37), (38) y (40) y la~aparición de tado directamente por la acción verbal, mientras que el tema de las
preposiciones: datos de (39) y (40). oraciones de (a) se ha transformado en un complemento preposicional de
,--- Las si;;te alternancias mencionadas son, sin duda, las más difundidas materia. En ambas estructuras existe un cambio de lugar, pero únicamen-
en español. Existen otras posibles variaciones que, sin embargo, tienen una te en las oraciones de (42b y 43b) se ha producido, además, un cambio
repercusión mucho menor; entre estas últimas, podemos destacar los pro- de estado al que se ha llegado mediante el cambio de lugar previo. En
cesos de promoción de ciertos modificadores y complementos a sujeto de estas oraciones se nos dice que la lejía y la mantequilla han pasado a estar
sus respectivas oracione.s. Ejemplos de estas transformaciones los encon~ en la camisa y en la tostada, respectivamente; gracias a este cambio de
tramos en oraciones con sujeto instrumental: Debes abrir el cofre con una di!j ubicación, la camisa y la tostada se convierten en objetos afecta.dos que
estas llaves, Una de estas llaves abre el cofre {J.l.} y en estructuras en las que el han cambiado de estado, resultando llenos de lejía o de mantequilla,
complemento locativo seleccionado por el verbo principal pasa a situarse respectivamente.
eresa María Rodríguez Ramalle I Manual de S¡ntaxis del Español III. El sintagma verbal
'--38
.J
Como han_ destacado diferentes autores (Rappaport y Levin 1,988, )( locativa,. Esta .idea excluye a los veJ:bos de puro efecto y de pura iniciación,
-, 239
]ackendoff 1990, Dowty 1991, Demonte I99í), la alternancia locativa da .como disolver, echar, esparcir, llenar, rellenar, etc. orientados' bien hada el
lug~ .a la formación de un evento de realización comple¡o que iñipTIC'aun inicio del proceso, como echar o esparcir, bien hacia su final, como llenar o
cambio de estado y de lugar y que selecciona un tema, el OD de la cons- rellenar, pero no hacia, ei proceso en su transcurso (De~onte 199I).
trucción, que se ve afectado por la acción del verbo. En los ejemplos Pero, además, los verbos que presentan la alternancia l~cativa poseen
propuestos, el tema afectado es la camisa y la tostada. El resultado es una . asociado un significado de manera que indica precisamente el modo o ]
acción télica, en la que el tema delimita el evento al expresar en su propia manera en que tiene lugar el cambio que afecta a la locación. Así, rociar
afectación el estado fmal de la acción; por ello las estructuras de (b) tienen señala la manera en que el agente realiza la acción de distribuir un líquido ~
una interpretación «holística". o de estado final. sobre un objeto; salpicar, por su parte, indica la manera en que queda
Tenemos diferentes pruebas que nos confirman que las oraciones distrib.uido un líquido sobre 1-Ul objeto (Demonte 1991, Di Tullio 2002).
que expresan cambio de estado y de lugar denotan acciones télicas. En Esta mención a la manera no aparece en veI'bos del tipo de llenar o poner,
\. primer lugar, estas estructuras, ejemplificadas en las oraciones de (4,2b) que no dan lugar a la alternancia aquí descrita.
y (43b), son incompatibles con el modificador durativo {J.3.} (Demonte
199I): *Cargué el maletero con los paquetes durante media hora, "'Luisa roció la
camisa con lejía durante horas, 10séuntó la tostada con la mantequilla durante ~3.4.2. La alternancia posesiva
cinco minutos. La preséncia del modificador durativo es posible en las
estructuras que sólo denotan cambio de lugar, documentadas en los ejem-
y benefactiva
plos de (42,a) y (43a): Cargué los paquetes en el mttletero durante media hora, " .
Luisa roció lejía en la camisa durante horas, José untó la mantequilla en la tostada Los verbos gue eXEresan una relación de posesión (o de parte-todo)
durante cinco minutos. . entre el OD y el 01, así como los verbos de creación o modificación que
Por otro lado, mientras que la pregunta correspondiente a la versión se ' construyen con un benefactivo presentan la posibilidad de realizar el
. de cambio de estado y de lugar se orienta hacia el modo en que ha quedado objeto posesivo o b~p':ef¡¡_q!y~;uie dos maneras sintácticas diferentes: bien
el tema -oraciones de b)---: ¿,Cómo quedó el maletero.? Cargado, ¿,Cómo quedó do~ mediante un clíti~o, bien intrC?.cl.!l~~rdadera preE,0si-
la camisa.? Llena de lejía, lCómo quedó la tostada.? Cuóierla de mantequilla, la cl(ln {3.2.!.4.}: Le corlaba elpelo a sus hennanas y Cortaóa elpelo de sus hermanas,
pregunta correspondiente a la versión de cambio de lugar apunta al arg.l- Le organizó la recepción al ministro y Organizó la recepci6n para el ministro.
mento externo o a la manera de realizar la acción, pero nunca al estado en También las estructuras con oon metas presentan est:l alternancia, al
que ha quedado el tema -oraciones de a)---: a'Cómo cargaste los paquetes en poder ser construidas tanto con clítico como sin él: Ú en~gó el examen -;;¡
el maletero?, a'Cómo roció Luisa lejía en la camisa.?, ¿Cómo untó Joslla m,;ntequilla profesor, Entregó el examen alprofesor. L~ibilidad de realizar de dos modos
en la tostada.? (Di Tullio 2002). estas estructur~ implica no sólo un cambio sintáctico sino también de
\ N ~ todos los verbos 9.ue implican un cambio de lugar ~rmiten la estructura eventiva.
~ernancia locativa. Así, de la oración Llenó la jarra con agua nunca pode- Demonte (r9W propone que la presencia del clítico y, por tan-~
mos form~gua en la jarra; de Juan puso los lióros en la mesa, nunca to, de uita estructura de doblado conlleva que el dativo se interprete
tenemos la posibilidad de oír *Juan puso la mesa con los libros. Verbos como como un argumento afectado por la acción verbal. Este concepto semán-
echar, esparcir, rellenar, llenar, disolver, adornar, poner no permiten la alternan- tico de afectación implica que la estrucrura con clítico se inserta en una •
cia locativa. La causa de esta diferencia tan notable parece residir en parte predicación télica que denota la culminación o completud del evento des-'
en la caracterización aspectual de estos últimos predicados. Únicamente crito por el predicado. Si esta hipótesis es cierta y si la presencia del
los verbos que describen la acción en su desarrollo son susceptibles de ser clítico marca la culminación del evento, esperaremos que los modifica-
delimitados mediante un cambio de lugar, dando lugar a la alternancia dores adverbiales de duración, susceptibles de acompañar a eventos até-
III. El sintagma verbal
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
. L. '
~
Los llamados verbos de locatum {J.2.I.Z.}, del tipo de ensillar o em-
. pa.t.p e/ar, caracterizados por indi
o. car que . la materia se dist.r ibuye reguIar-
.. mente sobre la superficie de un cuerpo de naturaleza distinta, permiten ~3.4.3. La alternancia causativa-
ser doblados por clíticos, dando lugar a restricciones de afectación simi
. lar~s . a las vistas con metas, benefactivos y osesivos De nuevo, unica- anticausativa incoativa
mente es posible el clítico si existe una relación parte-todo entre el tema
X la meta; por ello resulta gramatical la oración: Les pusimos las sillas a los Caracterización
caballos, pero no -Les pusimos las sillas a las mesas (Datos tomados deMo-
reno y Romero, zooo : 153). Est-ª. relación de afectación se puede extender Los predicados que se ejemplifican a continuaclOn se definen por
incluso a aquellos verbos de locatum constituidos morfológicamente sobre denotar cambi9_ de e~5!9...ií~ico -1 psicológico y por proceder de usos
una base nominal que representa el tema, de ahí que podamos decir En- transitivos:
sillamos los caballos, puesto que las sillas forman parte del equipo de un
(47) a. El estrés y la vida diaria desgastan nuestras defensas. (Dato Oral)
caballo, pero no -Ensillamos las mesas, dado que las mesas y las sillas DO
b. Nuestras defensas se desgastan.
establecen relaciones de posesión: son objetos independientes entre sí.
(48) a. El agua entra a la zona de las ralees y las pudre. {CREA, 199 6 ,
Por esta razón, se ha p ropuesto que los verbos denomlnales de locatu]
Butteler H., Osear A., Ecología y civilización. El desafío ambienta/is-
del .~iPO ~e emillar y empapelar, esto es, ca. nstituidos sobre una base
nonunal szlla o papel y con un elemento preposicional en reconocible en ta del tercer mundo}
b. Las húmedas rinconadas de lirios se pudrían faltas de sol. {CREA ,
su estructura, se forman a partiI::...d~tructuras sintácticas básicas (
1993, Marsé, Juan, El embrujo de Shangat1
É:.tructuras Léxico-Relacionales (L 2.I.)) en las que se debe cumplir la
'eres a Maria Rodriguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español lII. El sintagma verbal
.1
Como vemos en el ejemplo propuesto con el verbo desgastar -ora-
ción de (47)- el objeto afectado del verbo transitivo nuestras defensas se
convierte en sujeto del predicado intransitivo. Est~s datos nos sirven para
demostrar que en las -variantes intransitivas el su'eto tiene la ro iedad de
tema; por e o estamos ante verbos ll1S.cusativos h.z.l..}. Semánticamente,
lativo-de medias, ·medio:-pas.ivas o pasivas genéricas, de l~s que ha1>laré en
la sección 5.1.4.}
el
.
En la actualidad, podemos 'caracterizar de manera bastante precisa
tipo de predicados involucrados en esta alternancia (Mendikoetxea
X. 1999) Demonte 2002) . En un primer momento, parece evidente que los
"
~ttema de las variantes inacusadvas se ve afectado por la acción del verbo . verbos transitivos que dan lugar a la alternancia son verbos de causa que
sin intervención de ningún agente que realice dicha acción, siendo el pro- denocan modificación o afectación del objeto {J.:z.!.:z.}. Pero, dentro de
pio objeto el que origina o desencadena en él mismo la acción que denota los de objeto afectado, no todos los predicados pueden aparecer en esta
el verbo. Esto ha nevado a relacionar tales oraciones con las pasIVas con se construcción. Por ejem,plo, mientras que el verbo congelar posee una
.~ Pero mientras que estas ti~empre implícita la idea de un variante no causativa: Las tuberías Se congelaron, el verbo corlar no la per-
a~ente, lo que se comprueba en la posibilidad de admitir adverbios a en- rriite: *Elja';'ón se cort6. En el caso deJua'n se cort6, esta oración posee una
~ El barco se hundió delibera ammte con e sentI o de 'fu~!ldid6 de lectura reflexiva, pero nunca anticausativa. Como congelar, existen verbos
manera deliberada~, las oraciones con alternancia carecen de dicha opción, de la clase de envejecer, hervir, quemar, romper, secar¡ por su parte) son idén-
p~sto que nunca pore¿n un agente o..saus!!,: El barco se hundi6 (por s{ solo) ticos a cOrlar, verbos como arreglar, asesinar, atar, golpear, herir. Lo que
(Mendikoetxea 1999). Por este motivo, se las puede considerar como un caracteriza a los primeros es que poseen objetos que denotan propieda-
ejemplo de estructuras anticausativas. des inherentes que les capacitan para poder ser ellos mismos no sólo el
Los verbos que dan lugar a este paradigma transitivo-causativo vs. objeto cambiado, sino el origen del cambio que expresa el predicado
inacusativo~anticausativo se suelen denpminar verbos de «alternancia cau- . verbel. Por esta razón, dichos predicados pueden aparecer en una estruc-
sativa-incoativa». La denominación incoativo hace referencia al hech~e] tura inacusativa en la que el sujeto tema posee características que lo
que las oraciones documentadas en su variante anticausativa denotan el impelen al cambio. Siguiendo una distinción propuesta por Levin y
,
c~nzo del proceso: Juan se agobia, Javier se emociona. Hay que teneren] X Rappaport-Hovav (1995), podemos decir que los !.!:rbos ~ue aparecen en
\. cuenta, no obstante, que este proceso que comienza sueJe desembocar en la ~ariante anticausativa incoativa son verbos de causa m.te.roa (3.2.2.I.},]
un estado final o resultante en la mayoría de las oraciones con alternancia, pues en ellos el origen aéf"cambio se encuentra en el {'rOEla tema) frente
especialmente si en la estructura se proyecta el clítico se (Sánchez López a los verbos de causa externa, como corlar) en los que la entidad que sufre
2002, Fernández Lagunilla· y De Miguel 2000). Como prueba de esta el cambio no es responsable de éste, pues tales predicados poseen siem-
mención al estado resultante, se suele citar el hecho de que la mayor parte pre una causa que tiene control sobre el evento y es responsable directa
de las predicados anticausativos con se ueden construirse con ve del cambio.
copulativo estar, cuan o actúan como participios atributivos en. oracione
copulativas: {Luisito está aburrido /emocionado /irritado} {p.:u.}. Otro modó
de designar tradicionalmente a los predicados que intervienen en esta al-
ternancia es con el nombre de verbos «pronominales» o «medios» y 'al clí- l.~+¡N'Q-'!!!I3.4.3.2.
Verbos con alternancia
tico con el apelativo de «se medio» o «pronominak, pues, semánticamente, pronominales y no pronomin~es
el objeto de tales oraciones se ve afectado por la acción del verbo sin
intervención de ningún agente que realice dicha acción. Por último, han Los trabajos actuales (por ejemplo, Demonte 2002 y Sánchez López \(
recibido, asimismo) la <k,nominaci6n de oraciones medias de proceso) la 2002) distinguen entre las oraciones con alternancia pronominales y no
qu~l objeto temático que actúa como sujeto debe permitir vislumbrar el pronominales. Al primer grupo corresponden los sigmentes verbos: ablan-
d~sa:rollo ~el proces~ar en él. [Est~, oJ:"aciones. d.eben dife- darse, aburr¡;:;e, alegrarse, congelarse, emocionarse, secarse; al segundo pertene-
renClarse d~ construcCIones que tamblen han reCibido el ape-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español nI. El sintagma verbal
244
.puede construir sin clítico el con él,.pero es la ~arian.te con el clític~ laque
denota un punto fInal, como se ,observa en el ejemplo (53C) constrw.do con
el ádjunto hasta que. . '._
(49) a. El agua puede dar cáncer y la Coca-cola corroe la dentadura. Ciertos verbds de compleción gradual permiten la presencia del clí-
[CREA, ABC, o5/02!I978} tico se asóciado también a ia expresión de la telicidad:
b. La hojalata se corroe rápidamente dando lugar a abombamiento.
{CREA, 1996, Farro, Honorio, Industria pesquera} (54) a. Seis .libros que ensanchan el territorio diverso de nuestra poesía
(50) a. Un golpe de ola derrumbó un tramo de la costa en 1966. {CREA, en este tiempo duro (aunque ese tiempo duro ni siquiera se trans-
1994, Salvador Lara, Jorge, Breve Historia contemporánea del parente en sus textos). (CREA, El País. Babelia, 15102ho03}
Ecuador} b. Los paseantes han trazado otro camino paralelo que, con el tiem-
b. Su permanente calma se derrumba. {CREA, Vistazo, 06/02!I997} po, ha sufrido el mismo proceso, por 10 que la zona erosionada
Sin variante pronominal: se ha ensanchado, haciendo más difícil su recuperación. {CREA,
(51) a. Las recientes lluvias mejoraron la situación de los-embalses. El Diario Vasco, 18/0Ilzoor}
b. El caudal de agua embalsada mejoró. c. María ha ensanchado desde la última vez que la vi.
(52) a. El déficit empeoró la balanza económica. En estos nuevos ejemplos, tenemos la opción de formar la variante
b. Las condiciones del enfermo empeoraron. inacusativa tanto con se como sin se: en ef primer caso, ejemplificado en
I N o es. fácil percibir la diferencia entre los verbos con alternancia (541), se. nos dice que el objeto, en este caso la zona erosionada, se ha visto
pronominal y no pronominal. Semánticamente",.!;!.Si todos los verbos sin afectada por un cambio que la ha situado en un estado fInal. En el segundo
variante pronominal, con la excepción de hervir, tienen como característi- ejemplo, recogido en (s'4C), el sujeto afectado por la acción verbal puede no
c'a el no denotar procesos acabados, sino un ~vimiento dentro de una
escala de grados que nunca lle a a su extremo final (Masullo 1996 y Sfu-
chez L6pez 2002). Esta i ea se pue e ver muy claramente en los verbos de
haber llegado a su límite. .
Otras explicaciones que también pretenden dar cuenta del co'htras-
te entre las formas pronominales y no pronominales se basan en criterios
·1
«compleCÍón o realización gradual» f3.2.2.1.}: agrandar, aumentar, disminuir, temáticos. Para Mendikoe~ea (1999),. eL:iUjeto de .la variante tranSitiva'. y
ensanchar, mejorar, en los que el tema se desplaza por una escala, pcero sin de los verbos con altemancla 9W se tIene las R-ropledades tantod~ una. '\
e ar nunca al punto final. .' c.rtiSa'"como de un agente: (El calor /los mosquitos) molestan a María, Juün
De acuerdo con esta caracterización, la diferencia entre las oraciones) molesta a Maria, La eroszOn ha ensanchado el cauce del río, Los operarios ensan-
;::. ®
con alternancia causativa con y sin se reside en que las primeras, pero no charon el cauce del río. En cambio, el sujeto de la variante transitiva sin Se
\ s' 1 s e ndas expresan el esta al ue acontece en el tema. El clítico no tiene las ro iedades del a entlhuman,E, sin9_ITI-!S bien de ~a K
se sería, en consecuencia, una marca de telicidad asocia a a las est;ticturas inarumada u origen: enfermedad /los problemas) adeigazan a María, "'El
~ un evento téhco. Esta explicación parece estar presenteen médico adelgaza a María, *El médico ensanchó a María. En realidad, tanto la
alternancias como desteñir-desteñirse: explicación aspectual como la temática están relacionadas, pues la pre-
(53) a, Lo que siempre temen las madres es que la ropa roja o azul sencia de un agente consciente y deliberado en la variante transitiva
destiña, y no tiene que ser así. (CREA, Listín Diar~o, oI/07!I997} puede contribuir a que el objeto se vea afectado por un proceso de
b. El color blanco se ensucia y se lava, pero no se destiñe, que es cambio que desemboca en el estado final del objeto. Las oraciones ina-
lo que ocurre con los demás colores. cusativas procedentes de estos predicados denotarán, en consecuencia,
c, Las letras se destiñen hasta que se ven borrosas, fuera de foco. un estado final, marcado por la presencia del clítico se como marca de
{CREA, 1996, Santiago, Esmeralda, El sueño de América} telicidad.
'eresa María Rodriguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español nI. El sintagma verbal
\ -4 6
..,'.
247
A veces, la presencia del se da lugar a variación dialectal, todavía no sujeto y,objeto contribuye!l a l~ telicidad. Este empleo del dítico es conod-
bien explicada: · do con el nombre de «dativo aspectual», aunque en realidad es un dativo de
(55) a, La intervención del Estado empeoró aún más la situación econó- la clase de acción verbal.o del evento, por lo que más bien "debería denomi-
mica del país. narse «dativo télico» o «de evento télico» CLaka y Sanz 1995).
b. El estado de la economía nacional empeoró el pasado año.
c. Esta situación se empeoró durante la década de 1970. {CREA,
1987, G. Silvestrini, Blanca, Historia de Puerto Rico: trayectoria de Con verbos intransitivos
un pueh/o, PUERTO RICO}
En el caso de los verbos intransitivos, la aparición del clítico télico
En la siguiente sección revisaré más casos en los que la presencia del
!
\ .. da lugar a una casuística tan variada como en ocasiones diñcil de delimitar,
clítico se acompañando a verbos transitivos e intransitivos también parece
según ha señalado recientemente Sánchez López (1999). Es posible, no
estar re1acio'nada con la expresión de un evento o acción télica. .
obstante, identificar algunas tendencias. Por ejemplo, la presencia del clí-
· tico es bastante productiva con verbos de movimiento: marchar, marcharse;
· ir" irse; subir, subirse y bajar, bajarse. En e!tos casos. el yerba intransitivo nuo'
,./ ~~-W~ 3.4.4. La alternancia aspectual p~onominal se comporta igual que un verbo de dirección inherente que
s~lecciona un complemento locativo: Voy a mi casa, mientras que la varian~
o télica te pronominal no requiere dicho modificador: Me 'rIoy (Cano Aguüar 1981,
Maldo'hado 1997 y Sánchez López 2002). I
t~~'Wn 3.4.4.1. . Con verbos transitivos . Entre los intransitivos que no son de movimiento encontramos alter~J
( nancia entre los usos pronominales y no pronominales en despertar, desper-
Son muchos los verbos que tienen alternancia mediante los clíticos tarse; dormir, dormirse; morir, morirse; reí.", reírse. Estos predicados suelen im-
me, te, se y sus plurales, tanto en usos transitivos como intransitivos. Con plicar un sujeto con un carácter más intencional que actúa como
verbos transitivos, los~icos aparecen en contextos télicos, caracteii;; controlador directo de la acción (Maldonado 1997 y Sánchez López 2002)
dos. pÓr c::..-presar el fmal del proceso o de la acción, lo que queda demos- En las variantes caerse, despertarse, dormirse, morirs suhirse etc. arece CXl tu:
rrado por el hec.;ho de que la presencia del clítico es incompatible con una referencia ~ fin , pues dan lugar a participios que denotan
pt::~icaclo~~ transitivas atélicas construidas con un objeto directo Sin estados alcanzados y, en con~cuencia, son compatibles con el verbo copu-
deternlÍnante - - datos de (56b)-, así como con adjuntos que indican dura- lativo estar, formando oraciones copulativas que denotan estados finales
ción -datos de (S7b)- f3.3} (Strozer I976, Sanz y Laka 2002, entre otros): {p~2.}: 'E.itl (caído /despierto /dormido /muerto /subido).
La prueba de que los usos pronominales denotan acciones puntuales,
(56) a. Los arquitectos se construyeron el puente (en pocos días).
no durativas, reside en que suelen rechazar la presencia de construcciones
b. *Los arquitectos se construyen puentes.
y complementos de tiempo que prolongan el desarrollo de la acción:
(57) a, Se comió todo lo que tenía en el plato en un minuto.
(s8) a. Tardó varios días en irse a Santiago.
b, *Se comió todo lo que tenia en el plato durante un minuto
b. Tardó todavía un rato en bajarse del tejado.
En los ejemplos citados con se podemos hablar de un verdadero esta- c. Tardó casi una hora en dormirse.
do resultante, que, además, depende crucialmente de la participación del (Datos tomados de Sánchez López, 2002: II9)·
sujeto como agente intencional que desencadena el proceso y lo culmina en
el objeto, Según estos datos, el clítico selecciona una predicación en la que
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español In. El sintagma verbal'
249
r Como ha observado Sánchez López (2002), en estos ejemplos los (I:>,atos tomados 'de ~e~onte I989: 94)· X
modificadores temporales no expresan la duración de la acción denotada En ~ variant~s sin preposición, la acción denotada es télica, lo que
por los infInitivos irse, bajarse y dormirse, sino el tiempo que transcurre se observa porque el modifIcador durativo resulta extraño. El verbo se
desde el momento de referencia, marcado por el pasado de tardó, y la comporta en estos casos como un predicado de logro. Por su parte, en las
acción del infInitivo. La única posibilidad de que los modifIcadores tempo- variantes con preposición, la acción es atélicaj por ello, admiten la presen-
rales indiquen la duración de la acción expresada por los infinitivos estriba , da del modificador durativo, conipatib1e con predicados que denotan pro-
en la eliminación del clítico: Tardó varios días en ir a Santiago, Tard6 todavía cesos O actividades.
un rato en bajar del tejado, Tardó casi una hora en dormir.
Tanto en una estructura transitiva como intransitiva,' el clítico télico
selecciona una estructura sintáctica télica: si el verbo es transitivo, selec-
ciona un Sv con una posición de agente que ejerce una acción que termina fu~~N~34
----- ' 6
... ~a alternancia antipasiva
en el objeto; si es intransitivo, selecciona un SV con una posición de
agente que, en líneas generales, tiende a ser el controlador de una acción Si antes he hablado de alternancias en la presencia del se y de alter-
que no se prolonga en "el tiempo, delimitada. Por último, este clitico télico nancias preposicionales, ahora hablaré de los casos en los que se
tam lén puede seleccionar un SV con una posición de tema que exprese combinan ambas: al..!.ernanda pronominal y preposicional. Me refIero a
la culminación de la acción y la causa de la misma, tal y como ocurre ejemplos como los siguientes: admirar algo la alguien y admirarse de algo
precisamente con los verbos con alternancia causativa-anticausativa inoca- lalguien, burlar algo la alguien y burlarse de al~o lalguien, corregir algo y corregirse
tiva con se: El tejado se derrumhó, El hierro se funde {3.4.3:} ' de algo, "tIespedir a alguien y despedirse de algu'ien, olvidar algo y olvidarse de algo
lalguien, resolver algo y resolverse a hacer algo: Lui'sito burló a los guardias y
Luisito se Imrló de los guardias; Carlos despidió a su novia y Carlos se despidió de
~·¡~~~E13 4-5- La alternancia
---- - su novia.
f
preposicional Según se puede observar en los ejemplos citados, epste una diferen-
da .::,n la realización de los argumentos: en los usos transitivos, el sui:to es .
La alternancia preposicional se documenta en parejas del tipo de el agente que controla la acción, mientras que en los usos pronoIOlhales .-l\
acabar algo y acabar C071 algo la/guien, discutir algo y discutir de algo /alguien, co'n variante preposicional, si bien el su'eto u e se .·r siendo un a~te,
pensar algo y pensar en algo la/guien, soñar algo y soñar con algo lalguien, etc. En el. tema pasa a re 'zarse como un SP. Existen pruebas que indican ql!.~la
estas construcciones la inserción de la preposición no sólo cambia el tipo y;u;.ante pronomi!!..a!....no es inacusativa ~íño intransitiva. pura. Por eje~?l~,
de relación sintáctica Jlue establece el verbo con su argumento interno, podemos citar la imposibilidad de formar construcclOnes de partlClplO ..Ji; .'
qu~pasa de ser objeto directo a c~m'p-lemento derégimeñ;s§'_l"§~Ien absoluto: ·Una vez burlado Luis de todos los guardias, frente a Una vez burlado
-
durativos {J.3.}:
(59) a. Luis pensó una palabra (??durante toda la tarde).
sobre la acepción transitiva del predicado.
El tipo de estructura que tenemos en los ejemplos construid~n
clítico y preposición se denomina «antipasiva» (Deguchi 1978, Masullo 1992, \
b. Luis pensó en una palabra (durante toda la tarde). Bog;;d 1999) Y se caracteriza por un proceso de intransitivización, similar
(60) a. Irene soñó una tormenta (??durante el verano). al que ocurre en una oración pasiva, con la diferencia de que, en las estruc-
b. Irene soñó con una tormenta (durante el verano). turas que ahora nos ocupan, el sujeto sigue siendo agente -por este motivo
Teresa N.laría Rodríguez Ramalle I Manual de Sinta.'C.Ís del Español IrI. El sintagma verbal
25°
r no estamos ante estructuras inacusativas, sino ante estructuras intransiti- perimentanü:-Tema}: odiar,temer, amar. Existiría una tercera' clase (Belletti
-,-
;;is pu;;S-, mientras que el tema objeto directo pasa a realizarse comoel y Rizzi 1986 YDemonte 199I, para el español), la de los verbos que, teiúen-
término o complemento, de un SP de cuyo núcleo recibe papel temático y do una estructura {Experimentante-TemaJ, se realizan como inacusativos,
caso. Por tanto, la estructura final resultante es la de un predicado intran- , está es, el Experimentánte se sitúa en primera posición de la oración con .Jf'
sitivo, sin argumento interno directo, ero con un su'eto a ente. El res- y ~~o de objetojnqirecto, mient!as que el tema aparece pospues~ "
~ble' e este proceso de alteración de la estructura argumental parece "\ , cordando con el s~to. El ejemplo más típico es el de gustar: A Maria le ,
se. vinculado con la imposibilidad de asigp.ar caso acusativo al
ser el clitico ~ gj.lSia el chocolate, A mí me gustan los dulces. Estos predicados suelen recibir el )('
objeto {5.3,},
,
. nombre de Eseu 'd' olmpersonal es. ,zw ',\;,,
--Z-1:f~donado (1999) advi~rte que los sujetos de los verbos antipasivos \1 Lo interesante es que los verbos {Causa-objeto afectado psicológica-
~on experimentantes más que agentes, pues tienen un control muy bajo " , mente ,o ExperimentanteJ: 'asustar, irritar, molestar, pueden realizarse tam-
sobre la acción o proceso que Tes ii1ecta. Asimismo, Bogard (I999) observa bién'como predicados del tercer tipo, tras la eliminación de la causa como
que estos sujetos han visto disminuidassus capacidades de agentes ill.:;n- X ;., argumento externo y el paso del experimentante a la posición prominente
donales, para convertirse en__~.!!Íetos ~~~~~_~~~os por .la destinada al sujeto preverbal del español: Juan molestó a su hermano, A su
acdon verbal que tiene su origen en ellos mism~ Esta última parece ser hermano le moluta todo lo que hacemos. En efecto, nótese que en estas oracio-
la razón por la que ciertos ver60s antipasivos admiten una lectura reflexiva: X, nes el objeto afectado psicológicamente en la variante con sujeto agente 0-
;' Juan se burló de sI mismo, Me llegué a olvidar de mí misma. En estas oraciones, causa ha pasado a ser, en la variante de experimentante y tema, el elemen-
el sujeto realiza una acción que recae sobre un objeto correferencial con to que ocupa la posición preverbal destinada normalmente a los sujetos del
el sujeto. Tal objeto aparece realizado como un SP que contiene a la aná- , español....En esta última construcción, el tema posverbal es el que concuer-
fora sí {p.z.}. . da en rasgos formales con la flexión {H.l.}.
El procedimiento de la antipasiva va acom añado, en ocasiones, de La propiedad que singulariza este tipo de alternancia es la pérdida
1?-n cambio en e Slgm ca o e ver o. Los 1patices semánticos que adver- del argumento externo causativo, lo que desencadena una serie de fenóme~
timos son diversos: en algunos casos, cambia el tipo de selecc10n léxica del nos y re ordenamientos sintácticos. Atendiendo a dicha propiedad, este
cpmplement,S!, como en hurlar la vigz1ancia y hurlarse de los vigilantes, hallar tipo de alternancia puede relacionarse con la llamada alternancia causativa-
ellihro y hallarse camado, resolver un prohlema y resolverse a hacer algo. En otros, incoativa [3.4.3.}, caracterizada también por tener un sujeto no causativo.
el verbo adquiere un sentido figurado o abstracto a partir del sentido
concreto del verbo transitivo originario, por ejemplo, Gómez Torrego
(r992a) observa quejugarse no significa 'jugar', sino 'arriesgar'; mientras que
dejarse no es 'abandonar' sino 'olvidar'" , ;
Funciones
tácticas básicas
\M~H'
"";\\~~~Yff~iiJfB{;'}'
:ik\'.'t '~r":"~:,
,,:~~~-;' \":-'";~:~"
.:"~., , :;~'>·
.;..~.~
", ••
.~:'~:''.':,.
::.;,.,;,
..,.¡A,
•• {:\~:;_,.
¿¡",Y}/ En esta seéiiión trataré de la función como marca
é{'Earacterística que-\~:i;lefine a un grupo de argumentos.
¡;é:' En concreto, habl~~ de las tres funciones sintácticas
/$:!f!: seleccionadas por el~~cleo verbal y que se sitúan baj;la
o4?!\ .... proyección SV: el obi:eto dir~to, el. indirecto y _el qom-
)" plemento de régimenffq;suplemento. La función sintácti:.
o/' casujeto tiene cara:S;:$#ísticas diferentes a estas tres, por
;:(,' lo que de ella.;Jt~t*~;::al hablar de la parte funcional de la
,,;14 ,f}' oración {4.5.r~;:;iif-"'·-
0
/~',:,:;'
. i;i~r·
r :::::ª+8~ 3.5.1. Los objetos
directos
El estudio del objeto directo que voy a ofrecer aquí
se va a centrar en dos aspectos: el primero tiene que ver
con la presencia de la preposición a como marca carac-
terística de ciertos objetos del español [305.I.r.}; el segun-
do se refiere a la posibilidad de elinünar los objetos en
determinadas situaciones [J.5.I.2.}.
253
,resa María Rodríguez Rarnalle I Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verbal
2)5
. ''-
~WY~ili!i1l 3.5.1.L L a prepOSlClon a nombre .propio designa un~ pe,rsona, un barco, o una marca'de coch~ o de
.cerveza, pues siempre requiere la presencia de la preposición: Esconde a Bár-
En esta sección, analizaré, en primer lugar, las características de la bara, frente aEsconde e{ bl1rco(Datos fomados de Torrego 1998: 55). Imagine-
preposición a, para posteriormente hacer un repaso por los principales mos que alguien llama a su ordenador personal LUcyj en .este caso, es posible
matices que añade dicha preposición a los objetos a los que acompaña. decir COsas como Llévate 11 Lucy, frente, por ejemplo, LlI'Vate mi ordenador.
La preposición a que aparece como marca de ciertos objetos directos , Estos datos hacen pensar que la animacidad es una marca que posee una base
del español poco tiene que ver con la misma preposición que encontramos gramatical más que semántica, pues aparece uruda a los nombres propios,
en contextos como Voy a Madrid. En estos casos, la preposición añade al X con independencia del refermteque éstos puedan tener en una situación
complemento un matiz semántico de dirección compatible con la selec- específica (I'orrego 1998 y ~999Y. Por este motivo, la animacidad puede in-
ción que realiza el verbo. Por este motivo, ir a o hacia se opone a llegar de terpretarse como un rasgo formal presente en la preposición a.
o desde. Sin embargo, l~eposición de objeto directo carece de significa- . Hay que advertir que el rasgo animado asociado a la preposición a
do. Además, no siempre es O5ligatonaj salvo en el caso de la sene t6ruca está sujeto a variación dialectal, pues el porteño, dialecto hablado en Bue-
&1~s ~nombres personales: Me vio a .;;¡, los nom"'f5res propios .de perso- nos Aires, documenta ejemplos de a ante objetos directos inanimados:
niS"y animales: Vimos a Petlro, Vimos a Sultán y los pronombres demo:;tra- (62) a. Lo vamos a empujar al ómnibus.
tivos e interrogativos cuando se refieren a seres humanos: ¿A quién vio b. Lo quiero mucho a este arbolito porque me lo regaló mamá.
Juan?, en los demás ejemplos la presencia de la preposición a está sujeta a (Datos tomados de SUiier, 1988: 399).
restricciones muy variadas. Por este motivo, la preposición acle objeto"
En hindi, como se recoge en Torrego (1998), existe una interesan-
directo no es una verdadera reposición, no proyecta un SP, m, en conseJ .
"te relación entre el caso acusativo y el rasgo de animicidad, de tal modo
cue a seleCCIOna ningún tipo e com emento: es l;!na marca fono que que los objetos reciben caso ac:usativo si son animados, mientras que si
~port~ ' :U ~""jeto v ores erentes, como vereíñOs segwdamente. no lo son reciben caso nominativo. En español, como estamos viendo,
~ LOs factores a los que aludía hace un momento y que regUlan la estos dos rasgos están disociados, pues el caso está presente en los SSNN
, aparición de la preposición a son muy diversos (pensado 1995, Torrego de objeto independientemente de si son animados o no, mientras que el
\
199 8 y 1999): anilnicidad, agentividad, diferencias con el sujeto, rasgos X rasgo formal de animacidad se encuentra vinculado a la presencia de la
eventivos de la predicación, especificidad y verbos gue rigen a. A continua- preposición 4.
ción, repasaré sucintamente cada una de estas restricciones. Pero la animacidad no es el único factor que regula la proyección de
La restricción de animacidad es, tradicionalmente, la característica la preposición a. En algunos contextos, la agentividad parece ser la causa
definitoria del uso de la preposición a en el ub;~to directo: los objetos principal. Cuando el sujeto es un agente animado, la preposición puede
acusativos humanos y animados son introducidos por la preposición a. De aparecer delante del objeto directo, por ello, se puede incluir la preposi-
este modo, la preposición a permite desambiguar entre nombres de perso- ción en El herido {exigla /pedía} (a) un médico, pero no en ·14 situación {erigla
na y no persona, como se ve en el siguiente ejemplo: /pedia} a un médico (Datos tomados de Torrego 1998: 29). No obstante,
(61) a, ESDJdia el pueblo de Numancia. existen algunas excepciones, pues también es posible la preposición a cuan-
b. Estudia al pueblo de Numancia. do tenemos una causa no animada como en El entusiasmo venció a la dificul-
(Datos tomados de Torrego, I999: 1800). tad (Gili Gaya 1943). Más determinante parece ser la estructura eventiva de
la predicación y, más concretamente, la existenchi de una causa que llega
Únicamente el objeto con a posee referencia personal, denotando los a afectar y modificar al objeto.
habitantes de la ciudad. No obstante, en algunas ocasiones, la presencia de Como ya se dijo al hablar de las clases de acciones verbales {3.3.},
la preposición a animada no depende de si el referente del objeto en el la presencia de la preposición a es un indicador más que incide sobre ~
mundo real es animado o no lo es. En el siguiente ejemplo, no importa si el interpretación télica de un evento. De acuerdo con esta Idea, la presencia
"l'
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español I¡ In. El simagma verbal
257
.,f
r ~ la preposición a deEende del grado de afectación del objeto (forrego .
i
,, .
guir el gbjet()' del sujeto, el resto de situaciones se han estudiado como
1998 Y 1999)· Un verbo como '1.Ier seleccion::r un objeto tema que no se ve . factores' que contribuyen 'a la: 'expresión de la información presupuesta y
afectado ni efectuado z:ti desplazado por la acción verbal; frente a este conocida por los hablantes (Torrego I999). Este tipo de información suele
objeto, el selecci~n~do por el ve~bo golpear o por el ~redicado lim¿iar pre- ocupar las primeras posiciones de la oración {7.l.}. El objeto directo, según
senta las caractenstlcas de un objeto afectado y modificado. Pues bien, en el orden normal de.la frase en español, no aparece al principio del periodo,
el caso de El f5l!.ardia vilJ¡ (a) un prisionero, la preposición es opcional, pero_en ,.....\ pero la preposición a parece actuar como una marca que relaciona este
la or~ión con un objefb afectado: El !1fardia golpe6 a U1l prisionero, Los cui- objeto directamente con la expresión de la información presupuesta en el
dadores limpiaron a sus alumnos resulta obligatoria. discurs.o. En 'Concreto, la especificidad remite directamente a un objeto
La relación entre la lectura específica de ún objeto directo y la pre- concreto y conocido. Por ello, al utilizar marcas de especificidad tales
sencia de la preposición a, junto con otros factores tales como la selección comola preposición a, el hablante está dirigiendo la atención del oyente
modal, resulta evidente, según ya vimos {2.~.4.}, a la luz de datos como los hacia una entidad posiblemente conocida ~r este. Esta es la razón del
siguientes: Estoy huscando un estudiante que haya terminado el Doctorado y sepa contraste que se observa en las preguntas que siguen a las dos oraciones
idiomas ¿Conoces alguno.~, Estoy-bUSf,ff,ndo a un estudiante que hizo el Doctorado con mencionadas, la primera con un objeto inespecífico: Estoy buscando un estu-
nosotros y trabaj6 en el departamen"lflr>¿Sábes de quién te estoy hablando! Única- diante que haya terminado ei Doctorado y sepa idiomas ¿Conoces algunol y la se-
mente en el segundo ejemplo, el objeto introducido por a aparece asociado gunda con un objeto específico: Estoy buscando a un estudiante que hizo el
a una presuposición de existencia e identificabilidad en el' contexto. Doctqrado con nosotros y trabajó en_~,-!!epartamento ¿Sabes de quién te estoy hablan-
Fuera de estos tipos, e~sten unos cuantos verbos en los que la pre- do'? Unicamente en este segundo ejemplo, la pregunta se dirige hacia una
posición na se justifica ni en razón de la animacidad del nombre ' ni en . persona que exi~te y que puede ser conocida por el interlocutor.
.
razón de la especificidad del sintagma en función de complemento directo. El objeto afectado, por su parte, puede ser entendido también como
Tampoco parece importar con estos verbos la naturaleza semáD.tica del ~ un objeto ya existente y que se ve alterado por la acción de una causa que
sujeto (agente o no agente). La a aparece unida al OD con independencia t: se dirige hacia él, como ocurre en la oración: El guardia (golpeó ¡arregló
de todas estas variables: Un adjetivo califica a un sustantivo, Los días siguen a .>( ¡limpió) al preso.
ncia, las marcas de especificidad y de afectación y '
~
las noches, El tino precede al dos, Estos verbos asignan 'a' a su.complemento. Semán- Como ca se
ticamente, todos estos son verbos que contraen relaciones de equiparación telicidad ue arecen vinculadas a la ro ección e la reposición a e-
y c,,«;mtigüidad lineal o escalar entre el sujeto y el objeto; por ello la relación ante del OD c ntribu en a la identificación de la información sa i a, a
que se establece entre el verbo y el objeto no es la típica entre agente y pesar de ue el objeto no se sitúe en las rimeras osiciones de la oración.
paciente [3.2.I.2.}. Son varios os mecarusmos e que dispone la lengua para señalar la infor-
Por último, la tesis que defiende la analogía con el sujeto como mación conocida; en 7.1. y 7.2. se hará un repaso por los más destacados.} . f
factor que determina la presencia de la preposición a se apoya en la nece- En conclusión, de este complejo panorama se pueden deducir unas
sidad de identificar claramente al objeto, frente al sujeto, especialmente en pautas generales que parecen regular la aparición de la preposición a delan-
contextos en los que es posible la confusión, por ejemplo, cuando el sujeto te del on. Por una parte, desde un punto de vista formal, la preposición
posee los mismos rasgos formales que el objeto y se sitúa en "posición a introduce un ras o de animacidad, no asociado necesariam~te a referen-
posnominal, posición típica del OD: Al final venció la pereza a las ganas de tes animados; por otra, in ormativamente hablando, esta misma preposí-
comer,' A pesar del paso del tiempo, se veía que todavía sostenía la columna a los Clan tiene la p opiedad de presentar o introducir la información conocida
capiteles. por los hao antes en un contexto dado. A estos dos factores básicos es
Dejando aparte estas dos últimas situaciones: el caso de los verbos debemos unir el ré .men de un Ocle verb~los5asos en los que, por
que selecciona..'1 siempre un complemento introducido por la preposición el or en de la oración, la preposición sirve para identificar al objeto frente
al 'Sujeto. -----.-.-- ..-. ...--..-------
a, así como los contextos en los que dicha preposición aparece para rustin-
---
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verbal
, 259
de ¿Com,pró c4é.? "Sr, pero na recuerdo cuándo me dijo que compró; ¿Juan traerá
260
¡
;ora del 01. me:a u origen, como las preposi~réw,es para, característica del
b. Me suspendieron al niño en la escuela.. i objeto benefactlvo, de, ue marca los oseSlVOS, acrean como verdaderas
Centrándonos en los ejemplos de <iativos argumentales: metas, bene-
,.I preposiciones ue no sólo atar an caso a sus comp ementos, sino que
i
factivos y posesivos"~ veamos sus semejanzas y diferencias (Strozer 1976, X a emás es asignan papel temático. Por este motivo, entre otras cosas,
X Gutiérrez Ordóñez 1977-1 978a, Demonte 1994 y 1995, Vázquez Rozas 1995, seleccionan el carácter animado o no del SN que actúa como su término
Campos 1999). y puect~n coaparecer en una misma oración, puesto que cada SP denota un
Semánticamente, las'-petas aparecen con verbos de transferencia: de . valor diferente. Existen más datos que apoyan la existencia de una proyec-
transferencia de posesión, como en dar, regalar, vender; de transferencia de ción SP en las tres estructuras, basados en el comportamiento de los pre-
conocimiento, como en enseñar, mostrar o de transferencia de información, dicativos b.6.3.}. [Otra cosa diferente es lo que ocurre con la preposición
como en comunicar, decir, relatar. Los benefactivos y posesivos aparecen, en a que encontramos en las estructuras de doblado que afectan a metas,
cambio, con predicados de creación X 2reparación: administrar, adornar, benefactivos y posesivos. Sobre el carácter formal o temático de dicha
arreglar, cocinar, guisar, hacer, pintar, preparar o de destrucción: agotar, des- preposición, véase la sección 4-4-1.2.}
.truir, romper.
. Desde un punto de vista estructural, el clítico no es obligatorio c.on
:::~1m 3.5.3. .~os complementos
los verbos ue llevan meta, pero sí arece serlo con a uellos ue llevan
bene activos o posesivos (Demonte I994b). Así, podemos decir tanto La
proJes.ora les entreg6 los exdmenes a los alumnos, como La profesora entregó los <;le régimen
exdmenes a los alumnos -aunque se prefiere la variante con el clítico--,
pero en cambio resulta considerablemente peor .?.?Juan escribió el libro al
famoso autor y ??El bebé arrancó el brazo a la muñeca. En el caso de los Características generales
benefactivos y posesivos la presencia de la preposición a introductora del
objeto implica necesariamente la proyección del clítico le: Juan le escribió Los complementos que encontramos acompañando al predicado ver-
el libro al famoso autor y El bebé le arrancó el brazo a la muñeca. En carribio, bal en ejemplos como: Recurri a Pedro, Contamos con la ayuda de Luis, Habla-
~i. la preposición es para o de, la presencia del clítico es agramatical: *Juan mos de política, Confío en mis amigos, Me preguntó por mi familia presentan
le escribió el libro para el famoso autor y "El bebé le arrancó el brazo de la muñeca rasgos que los hacen especiales y distintos tanto del OD como ~e~ ?I:...En
k4·I.2.}. primer lugar, frente a ambos complementos~ueden ser sustltuIdos e~
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español lIJ. El sintagma verbal
262
r ... . . . ~
español Eor un clítico pronominal; además, :maree en con preposiciones
dÍstin~ de la ~ típica del objeto directo y del indirecto: hablar de, contar
. En ocasiones, el complemento de régimen puede' alternar con el
objeto directo Ú.4.3.}: pemar' ¡m, pensar; soñar con, soñar. Datos como estos
'j
con, consistIr en, disponer de, versar sobre, etc. No obstante, los complementos han hecho pensar que el objeto 'directo y el complemento de régimen
de régimen son argumentos y no adjuntos, pues aparecen exigidos por el eStaban regulados por principios similares y, por lo tan~o, se excluían
verbo de forma obligatoria, como queda demostrado por la imposibilidad mutuamente en una oración. Los datos contradicen esta hipótesis, pues
de omitirlos en ciertos casos como *Todo comisti6, *La caJa dispone, etc. son numerosos los ejemplos en los que el objeto directo coaparece con un
Uno de los criterios más utilizados para identificar los complementos complemento de régimen preposicional: convidar, convocar (a) una reunión,
de régimen se apoya en la ausencia de significado en la preposición intro- ; disuadir. Son' muy numerosos los casos de verbos simétricos: asociar, combi-
?uctora. Si comparamos los siguientes pares de ejemplos, veremos que en las nar, comparar, conciliar, confrontar, confundir, contraponer, cotejar, relacionar,
oraciones de (a), ejemplos que contienen verdaderas preposiciones, estas
./
unir, .etc.
poseen un significado que determina el papel temático del SN que aparece j
como su término; en cambio, en los ejemplos de (b), que contienen comple- j
:
mentos de régimen, resulta muy difícü dar cuenta del significado o matiz que \
¡
Tipos
incorpora la preposición: en realidad, estamos ante marcas formales fijas
cuya selección depende del régimen del verbo y no de razones semánticas:
!.
I
i
de complementos de Té' en (Martínez García ~ I
(70) a. Vuelve de su ciudad natal. (
1986, Demonte 1991 : a ea ar e,aar earde,prescindir de, hablar de, soñar l
b. Carece de dinero propio. con, discrepar de y renunciar a, por una parte; y la de abundar en, versar sobre
(7 1) a. Vivo en un barrio céntrico. y c0nst~r de, redundar en y adolecer de, por otra. Estos do? grupos se diferen-
b. COMO en mis amigos. cian, por ejemplo, en que los verbos integrados en el primero pueden
(7 2 ) a. Lo hice con un punzón. construirse sin el complemento preposicional, es decir, admiten aparecer
b. Cuento con todos vosotros. en estructuras como Yo renuncio, Todos discrepamos. Además, en algunos
casos, es posible encontrar alternancias entre un uso con y sin preposición,
Verbos del tipo de volver, vivir, residir, dejar, etc. seleccionan un como ocurre en pensar, soñar y hablar bA.5.} Estos dos datos sugieren que
complemento que debe cumplir los requisitos semánticos específicos que tales verbos, en realidad, no ro ectan un verdadero SP ues la preposi-
impone el predicado. La preposición forma parte de esta selección; por cion es una simp e marca formal, cuya a aridón está condicionada;eñtre ~t
ello, únican1.ente podremos conmutarla por otras preposiciones o locu- otr s cosas, por propiedades relacionadas con la clase de acciÓn~ue ~
ciones con valores similares: Juan dejó el vaso {1!~/cer"Ca del frente a} la mesa' pertenece el predicado verbal f3+5.}. Por el contrario, verbos como constar
h .z.u .}. En los compleme:ntos de régimen, dado .!l\le los verbos exigen de, versar sobre nunca permiten aparecer sin su re-osm-ó~~da~~omci-se .
la presencia de una preposición concreta, 10 habitUal es que no exista la puede observar por a agramaticalidad de las secuencias: *Este libro consta,
corunutación: "Obligaron de Icon, *Alardear con Ide, ·Soñar de /con. Existen, no *Mi trabajo versa, a las que les falta el complemento de régimen.
obstante, algunas posibles excepciones. Por ejemplo, como recoge Cano Si se observa el tipo de sujeto que seleccionan las' dos clases de
Aguilar (I999), en el caso de hablar de, la preposición conserva cierto con- verbos mencionadas, comprobaremos que también existe un contraste. Así,
tenido que le permite, por un lado, presentar con otros verbos el mismo los verbos de la clase de discrepar de, alardear de, renunciar a, etc. aparecen
tipo de complemento: tratar, avisar, discutir, etc. y, por otro, alternar con con suj;tos l!ientivos que realizan intencionadamen~e._.l:n~. ~<:~_ión: Juan
otras preposiciones o locuciones de valor'similar, del tipo de sobre, acerca renunció intencionadamente a la plaza, Tu jefe a7iíisa deliberaaamente (le sus em-
de, etc: ~in embargo, nunca ,es posible sustituir la preposición de por las pleadas, mientras que los de la clase de abundar de, constar de, 1)ersar sobre, etc. ~ ~ (, .
¡ preposlcIones a o con, las mas características y esperables en los comple- suelen construirse con sujetos no ~ados, por tanto, n?_agenti:y.?s: Mi 'r!
. mento s de régimen: *hablar en algo, "hahlar a algo (pérez 19 89): librotrata de los adverbios y consta de cinco capitulas. Estos sujetos tienen las
'T_.':i:::::~;~~~~{;::~"'\'~;;:'''>:'-''''''
" -... ., '-~·~;"~1}:,:~,.~?,..
,"'~Y:~;f!~': s:e~~n%~1~~~~~
inacusativos {3.2.2.}. La estructura argumental de tales predicados contie-J .
ne, por tanto, dos argumentos internos que establecen una relación espe- .'(
cial de parte-todo o poseedor-poseído, en la que se implican mutuamente
{3· Z• I •2 .}. .
,1"
,:;t?:~7;"
'\~
En una od~~~n no sólo aparece un predicado en
.;~~4;'torno al que se co$truyen los argumentos. Es muy fre-
.'f~Y· cuente encontrar o:di):i,ones con dos predicados: uno rin-
",rV ,:ipal y otro secunda4Q" es ' o construido en tomo
¡l'::.,' a la pred'icación prin¿~2.al: Maria llegó agotada a casa, Juan
l;? guardó los zapatos en el~l1rmario muy sucios. Tanto agotada
;,V como muy sucios s03:,F~fostituyentes que modifican simul-
táneamente aJ:Ji2ti,g:j,cado verbal y a un sintagma nominal
de la misma ~l3!cron, lo que se evidencia por las paráfra-
sis que admiten estas estructuras: 'María estaba agotada
cuando llegó a casa' y Juan guardó los zapatos en el
armario y los zapatos estaban muy sucios'. ~tos comple-
mentos se denominan «predicados secundarios» o «com-
:> plementos predicativos», pO!m!e se comportan re'Sj?eCto
:. al nombre como un segundo predicado, atribuyéndole un
'; estado O propiedad.
>~ - El hecho de que los predicativos denoten propie-
~: dades del nombre restringe categorialmente las catego-
.::( rías que pueden ser predicados secu~darios a aquellas
:\:{l}" susceptibles de denotar propiedades de las expresiones
;~1~~, '._ nominales: bá:,sicamente adjetivos, gerundios y part~-
-".~;;;""'" ~, como en María respiró tranquila, María salió riéndose,
··'fJ!i4?·f!fj{ff'T!.l¡~8'rt:~t1J¡ia llegó ya vestida; nombres sin determinante, como
~, "·J,'1fi','éñ']uan salió presidente de aquella reunión o con determi-
nante pero no referenciales, según vemos en Considero a .265
'. Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IlI, El sintagffia verbal
266
r tu amigo una persona martZ7Jillosa, C;eo a María la persona más capacitada para .:-t
~:~~~::3.6.I. ~os predicativos adjuntos
-
este trabajo; SSPP cuyo término es un nombré sin determinante y ue con-
fo~reClicadós comp ejOS junto con e ver o 2.1,3}, de tipo de .J!!.$
Viajó con fiebre, Nos quedamostodoJ de piedra, Trabaja de peólz de albañil y, ¡-¡~~""iWq1'!2~~ 3.6.1.1. Orientados al sujeto
finalmeme, oraciones consecutivas en las que se ha eliminaao el primer
término o sintagma cuantificado, como en Coma que se las pelaba, Estoy que Dentro de 'los predicados secundarios adjuntos O no seleccionados
me muero, Lleg!!!!f.2!-.que no podíamos más. P~a Atarcos (1994) estas oraciones ,>( por el predicado principal, el predicativo puede orientarse bien al sujeto
ya no son conseCutiva~ sino relativas. .) { bien al objeto (Demonte 1988, Demonte y Masullo 1999). Los «predicativos
.~ hay que confundir en ningfui momento la predic'ación secundaria del sujeto» siempre van a describir el estado en que se encuentra el sujeto
con la modificación adjetival. Existen pruebas sobre constituyentes que en el ' momento del desarrollo de la acción expresada por el predicado
demuestra.... que los predicativos no forman un constituyente con el nom~ pri~cipal: Los m01ztañeros coronaron la cima de la montaña exhaustos, Maria canta
bre al que modifican, frente a lo que ocurre con los adjetivos calificativos. feliz, En estos ejemplos no se afIrma que los sujetos posean la propiedad
Por ejemplo, los redicativos no se ven afectados por la pronominalización denotada por el predicativo de manera permanente, sino que la poseen
del sintagma nominal3!, que modifican, mientras que os a jetlvos mo 1 1- únicamente en algún intervalo durante el desarrollo de la predicación prin-
cadores del nombre y otros adyacentes nominales tienen que formar parte cipal. Como regla general, por tanto, debe existir una coincidencia tempo-
de la pronominalización. Así, decimos Yo te presté mi blusa y me la devolviste ral entre el tiempo del predicado principal y el del predicado secundario.
sl/cia, para referirnos a Me devolviste la blusa rocia, oración en la que sucia Dicho de otro modo, el intervalo de tiempo denotado por el predicado
actúa como un predicativo del verbo y del nombre blusa, pero no es posible princi~al tiene que incluirse en el denotado por el predicado secundario.
decir *Yo te presti mi blusa de rayas y me la devolviste de cuadros,smo Me Este hecho se puede apreciar en las paráfrasis que admiten tales predica-
devolviste la blusa de cuadros, ejemplo en el que de cuadros actúa como un tivos: 'Cuando los montañeros coronaron la cima estaban exhaustos', 'Cuan-
complemento restrictivo del nombre blusa, con el que conforma un cons- do María canta está feliz'. De esta característica interpretativa se deduce
tituyente {I.I,2,}, la única restricción sintáctica que afecta a los predicativos de sujeto: deben
Los redicativos también se diferencian de los modificadores ad'eti- ser adjetivos de estadio (2,2.8.}, esto es, a~etivos cap~ces de referirse a
vos en ue só o los primeros ueden SItuarse delante del nombre al que se proEiedades o situaciones transitorias, limitadas a un t1e~Eo y lugar con-
re eren: aSI, po emos decir Me devolviste sucia mi lusa pre erida, . ente a . cretas. Los adjetivos episódicos como inteligente, alta, rubta, nunca pueden
*~olviste de cuadros mi blusa preferida, La razón de este contraste se mpredicativos, pues denotan propiedades independientes de cualquier
debe a que los predicativos modifican tanto a un nombre como al predi- tiempo y espacio: "Hablaron temerarios en la reunión, ·Respondió inteligente a
cado principal, por 10 que no forman un constituyente con ninguna de
. ,
las preguntas (Datos tomados de Hemanz, 1988: 14). Esta misma restricción
estas categorías, pudiendo desplazarse y verse afectados por procesos inde- opera sobre el predicado principal, de modo que s610 los predicados v~r
pendientemente del argumento nominal al que se., refieran. Los adjetivos,", bales de estadio es decir, los ue .denotan rocesos, realizaciones o lo ro
modificadores de nombres, en cambio, siempre forman un constituyen't e ' a itirán predicativos descriptivos. Los verbos de estado, dado que no
con el nombre al que acompañan {U.2,}. defiotan actividad, resultan incompatibles con los modifIcadores predica-
El carácter sintáctico de l.2§...Eredicativos es muy variado, pues pue- ·tivos {B.J:
den s~ adju.E!,os,. esto es, ¡la exi~d0i. por el significado del predicado
verbal al que acompañan, como ocurre en María llegó cansada, Juan trabaja (73) a, Los investigadores buscaban pistas angustiados. {Actividad}
b, Juan pintó la casa agotado. [Realiza~iónJ
de albañil, o bien fQ.O!lar parte de la selección del verboyrincipal, como en:
c. Luis alcanzó satisfecho su objetivo. {Logro}
Considero a tu madre muy guapa, Tiem el pelo largo. Empecemos hablando de
los adjuntos. d. *Joaquín sabía la noticia contento. {Estado}
Teresa María Rodríguez Ramalle J Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verbal
268
En los ejemplos mencionados, el predicativo 'orientado al objeto En estas oraciones, no se puede, decir que la acción ha llegado a su
fin hasta que no se cumple la propiedad denotada por el predicativp, e~
indica el estado en el que se encuentra la entidad designada por el OD
decir, hasta que el metal no queda chato y hasta que el pelo no queda
desde el comienzo hasta el tmal del proceso. Esta implicación durativa suave. Por este motivo, el predicativo denota el estado fmal al que llega
requerida por el predicativo de objeto se hace patente en aquellos casos en el objeto. El español no posee este tipo de estructuras (Mendívil 2003)·
los que el predicativo acompaña a realizaciones. Este tipo de evento com-
plejo implica una actividad que desemboca en un resultado f3.3.}. Pués
bien, los Predicativos moaifican la tase relativa al proceso de la acción y no Sus posiciones en la oración
a S1,l culminación. Por este motivo, como señalan Demonte y Masullo ><
(1999), en Dibujó el circulo torcido el adjetivo expresa el modo en que iba La regla que: guía la proyección de los argumentos es una condición
quedando el círculo a lo largo de las etapas de su trazado. Por esta misma general estructural, según la cual el sujeto y el predicado deben estar domi-
restricción, los Qredicativos orientados al objeto desc;riptivos son inco~a nados por la misma proyección máxima, en este caso el SV o, dicho de ma-
t~es con verbos de lo~o, puesto que estos, por su SIgnificado, únicamen- nera más técni~a, deben mandarse-c mutuamente {I.l.3-4.}. La misma restric-
reresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IIl. Elsintag¡Oa verb:il
,=
27 0
llas posiciones en las que manden-c a sus argumentos y, a la vez, sean man- . verbal presentan las mismas condiciones de movilidad posicional, como
dados-e por ellos, bajo la proyección sintáctica que les incluya a ellos y a sus . veremos en la sección 4·Z:L} .
argumentos. De acuerdo con esta condición estructural, los predicativos del He comentadoarnpliam~nte el comportamiento de los predicativos
objeto se situarán b '0 el SV, ro ección en la que se genera el oSjeto, mien- no seleccionados o adjuntos; me queda analizar las características de los
tras que los redicativos del sujeto se slonaráti con a pro ecclón que recl: predicativos seleccionados.
pe suie~ Dado que e sujeto en español es preverbal y que debe esp a-
'zarse hasta el especificador de la proyección ST para concordar en rasgos
flexivo5 b.J.p. y 4·5· I .}, los predicativos del sujeto estarán asociados a la
proyección STo En consecuencia, 195 predicativos del sujeto van a ocupar una'
J. !~1iI~~3.6.2. Los predicativos
posición jerárquicamente superior'a la destinada a los predicativos del obje- . a¿gumentales
_.
too Esta premisa se ve confrrmaoa por los datos, puesto que los.¡redicativos
del ob'eto tienden a realizarse en posición posverbal o final, siempre dentro
del SV, mientras ue os redíc'
posició erbal referentemente entre
te y Masullo 1999):
e su'eto ueden SItuarse además en
'
(76) a. María (, ·todo roto,) recibió (todo roto) el paquete (todo roto). Basándonos en los grupos que proponen Demonte y Masullo (I999), X
b, María (, orgullosa,) enseñó (orgullosa) la foto de su retoño (orgu- podeITios distinguir las siguientes clases. En primer lugar, encontramos
llosa). casos en los que el predicativo forma parte de un constituyente seleccio-
nado por un verbo de opinión, de percepción o volitivo:
En la oración de (76a), el asterisco dentro del paréntesis indica que
esa serie es agramatical. (78) a. Juzgo la Juan un incompetente}.
b. Noté [a Susana muy deprimida}. ~
Al mismo tiempo, existe un contraste entre la posición de los pre-
C. Quiero leste cuarto reluciente},
dicativos orientados al objeto descriptivos y pseudo-resultativos. Dada una
estructura del SV en capas, con dos niveles distintos: Sv y SV f3.2.l.3.], los
Las estructuras entre corchetes contienen el predicativo: un incompe-
predicativos pseudo-resultativos de objeto, vinculados a la expresión del
tente, muy deprimida, reluciente y su argumento nominal al que asignan pro-
estado final al que ha llegado el objeto, se generan bajo el SV inferior cuyo
piedades: Juan, Susana, este trabajo. En todos estos ejemplos, el predicativo
núcleo posee el contenido de LLEGAR A SER, mientras que los predica-
es obligatorio: no puede ser eliminado. Por este motivo, estructuras como
tivos descriptivos, sensibles, como he dicho, a la expresión de una activi-
dad previa que implica un cambio de estado o de lugar en el objeto, se
J;;;¡;-; Juan, Noté a Susana o ~iero este cuarto s610 serían posibles con
significados muy diferentes. Pero, sin duda, la característica más destacada
situarán bajo la proyección del verbo con contenido de CAUSA IACTIVI-
de estos predicativos reside en que el constituyente que conforman con el
DAD, tal y como recogemos a continuación:
nombre puede ser sustituido por una oración flexionada: Juzgo que Juan es X
(77) {s. Argumento externo [PIlo. descriptivo [.. CAUSA IACTIVIDAD {sv un incompetente, Noté que Susana estaba muy deprimida y ~iero que este cuarto
Argumento interno {Pvo. P.reudo-resultativo [v' LLEGAR A SER SPJJJ] esté retudente. Tanto en los casos en los que el verbo principal selecciona un
Los res'.lltativos del inglés ocuparán la posición de complemento predicativo y su argumento como en los casos en los que selecciona una
de V: la posición que en la estructura de (77) aparece ocupada por un SP, oración con flexión, está exigiendo semánticamente una entidad con con- ,X
pues en esta posición actúan como delimitadores de la acción [3.2.I.3.}. tenido proposicional que se puede realizar de dos maneras.
J
~ '
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español ; I III. El sintagma verbal
272 : .. 273
r Por todas estas características, se puede aducir que predicat!!.o y es obligatoria, como' se .observa p'O! la agramaticalidad de *Tiene el coche,
~ento forman un constituyente que recibe un nombre especial: "c1áu- ·L7eva ei pelo, ·Lo toman, ·Lo dan.
'_ sula mínima». Una cláusula núnima u oración reducida es una unidad de , Los ~erbos ligeros también pueden aparecer acompañados por un
'predicación conrtltuida por un predIcado y su argumento nomi~éJ:o nombre sin determinante: Tengo hambre, Da lástima, que pasa a formar parte
que carece de flexión ve.E@. Por este último motivo y debido a que el de la nueva preditación verbal [2.I.3.2.}.
predicativo es una categoría que no asigna caso, el argumento de la cláusula
mínima recibe su marca de función de caso acusativo del predicado prin-
cipal, lo que se demuestra por el hecho de que dicho argumento se puede ~~~3.6.2.3. Con verbos pseudo-
pronominalizar mediante un clítico de acusativo: Lo juzgo un incompetente,
La noté muy deprt'mida, Lo quiero ~eluciente.
copulativos
En algunos casos tenemos ejemplos en los que un verbo actúa de dos
maneras: o bien seleccionando un SN o bien seleccionando una proposi- Los verbos pseudo-copulativos CAlcina y Blecua 1975): hallarse, en-
ción susceptible de realizarse como cláusula mínima. El caso de ver como contrarse, permanecer, andar, ir, continuar, ;eguir, quedar, acabar, terminar,
verbo de percepción física e intelectual es paradigmático a este respecto. hacer(se), volver(se), poner(se), salir, caer, venir son similares a los verbos
En Veo a Juan muy bien con estas gafas nuevas, a Juan es el objeto físi<::o ligeros en el hecho de que poseen un contenido semántico muy débil. Si
seleccionado por ver, mientras que muy bien es el adverbio de manera que compararnos las secuencias Juan anda malhumorado y Juan anda por la calle, X
modifica a la acción verbal. Pero en Veo a Juan muy bien, el verbo ver puede es fácil comprobar que sólo en el se~ndo ejemplo Juan realiza la acción
sele~cionar urL evento complejo, por lo que requiere una! proposición rea- de andar; de hecho, en el primer caso Juan puede no estar andando
--.
físicamente. En este segundo supuesto, andar ha perdido su significado
lizada bajo la forma de una cláusula mínima que incluye :iI predicativo muy
bien y a su argumento Juan, conmutable toda ella por una oración flexiva: básico, por lo que requiere de la presencia obligatoria del predicativo
Veo que Juan está muy bien {J.8.2.3.}. para completar el significado de la oración. Lo mismo ocurre en secuen-
E,l-'!.erbo con interpretación causativa hacer [308.2.3.} también se~ cias como: María {se puso ¡cayó} enferma, Luis {se volvió /quedó} inútil después
ciona un ar mento interno ro osicional e se comporta como una dáu- del accidente (Demonte y Masullo I999). En estos casos, verbo y predica-
s~ mínima;. Los Reyes Magos hideron felices a los mnos. tivo conforman una unidad o predicado complejo que selecciona de
manera conjunta sus argumentos.
rr;;.~i;;~'ii3.6.2.2. Con v
~~3.6.3. Los predicativos en el
o'1ft .\-.,de Sop . '"rte
dominio nominal: condiciones
Dentro de los verbos que requieren la presencia de un predicativo, estructurales de la predicación
se incluyen, asimismo, los verbos li eros, de so orte o a o o .2.r.2.}, que
constituyen un caso especial, pues en ellos el pre icativo aparece como el
complemento necesario para la formación del predicado complejo, dado
que el verbo principal es muy débil semánticamente: Tiene el coche roto,
--
secundaria .
N o sólo los verbos admiten redicativos, también es asible encon-
Lleva el pelo sucio, Lo toman por idiota, Lo dan por muerto. En estos ejemplos, trar este tipO de modificadores bajo estructuras nominales en condicio-
el ~dicativo forma un predi~?0~<?S.o.Q~1 ~~ÍIt~!E~~~esponsabl: nes CasI 1 enticas (Leonetti y Escande 199I). Al igual que en el dominio
c!..e la selección semántica dd sujeto. Por ello, la presencia del precrrcativo verbal, el predicativo que acompaña a un SN y que denota propiedades de
~resa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
,.
"'/4
. \
275
uno de los complementos del nombre debe ser de estadio, no individual. cansado .(:Juan estaba can~ado. al hacerse la foto~J vemos 'que el tiempo
-1"' .
Por este motivo, resultan agramaticales estructuras como *La entrada de .del predicativo coincide con ei tiempo marcado por el nombre vinculado
María alta o *El regreso de /ps so/dado! ",bios, ya que alta y robios son adjetivos al evento temporal 'hacerse una foto'. En cambio, 1a paráfrasis de 'OLa'hija
que denotan propiedades permanentes y no transitorias. En segundo lugar de Luis cansado (Juan estaba cansado al tener una hija') pone en evidencia
y en cuanto al núcleo nominal, el requisito principal parece ser el de poseer que no es posible pensar en 'tener un hija' como una situación transitoria
estructura argumental [Z.4.I.}. De este modo, admiten complementos pre- coincidente con el momento de'estar cansado'.
dicativos los nombres deverbales de acción: La entrada de Ernesto {borracho Otro hecho característico de los predicativos en el dominio nominal
len paños menores}, La captura de ese animal vivo; los nombres icónicos o de reside en que no admiten la presencia de cláusulas mínimas seleccionadas
representación: La foto de Juan ca7l!ado, El retrato de la famosa presentadora en su interior: *La consideración de este acuerdo importante, *La declaración del
desnuda, siempre que el argumento al que se refiere el predicativo sea agen- gol nulo (Leonetti y Escandell 1991). La razón parece estribar en las espe-
te o tema de la nominalización, y los nombres de posesión inalienable: La ciales propiedades de las proyecciones nominales, frente· a las verbales. En
mirada de Alberto embobado, El rostro de Juan incrédulo. En cambio, las nomi- una estructura verbal, la asignación de caso y de papel temático son fenó-
nalizaciones que denotan un estado fmal o el resultado de una acción menos que se pueden dar por separado, tal y como ocurre con el sujeto,
[2.3.3.} nunca admiten predicativos, puesto que no se comportan corno que recibe papel temático del verbo y concuerda en rasgos formales con
nombres con estructura argumental: *La lista de la compra vacía, *La salida una categoría funcional; esto mismo ocurre con el objeto de una cláusula
del establecimiento roja. Esta misma razón excluye la presencia de predicati- mínima, que recibe papel temático del predicado nominal y caso del verbo
vos asociados a modificadores adjuntos, tales como los que expresan pose- principal. Sin embargo, en una estructura nominal, no existe tal separación,
sión alienable: *Lp mesa de Maria molesta, *El coche de Luis feliz [2.4.2.}. entre QJ;ras cosas porque carece de una categoría con rasgos de concordan-
Los nombres procedentes de verbos de designación, como nombramien- cia de sujeto u objeto, por 10 que el propio nombre debe seleccionar temá-
to, elecció1z, derivado~ de verbos que especifican el nombre, título o cargo de ticamente y asignar caso mediante la presencia de una preposición. La
un SN: nombrar, designar, elegir, titular, llamar, etc. también permiten comple- estructura que proyecta una cláusula mínima no puede satisfacerse dentro
mentos predicativos, puesto que poseen estructura argumental heredada de de un SN, ya que los sujetos de las cláusulas este acuerdo y el gol nunca están
su base nominal: La reelección de Juan como alcalde o La designación del ex-minis- seleccionados por el núcleo del SN, consideración y declaración, respectiva-
tro como miembro del FMI. Estos complementos, tanto en el dominio nominal mente, responsable asimismo de la asignación de caso mediante la inser-
como en el verbal: Nombraron aJuan ciudadano de honor; A partir de esa fecha, ción de la preposición de, sino por su predicado nominal importante y nulo.
llamaron a la plaza de los siete caños, presentan propiedades que nos permiten La conclusión es que los requisitos de selección y de caso de una cláusula
relacionarlos con los predicativos adjuntos, pues la unidad formada por el mínima entran en conflicto con los principios que regulan la asignación de
predicativo y su argumento nunca equivale a una oración con flexión. Ade- papel temático y caso bajo el SN.
más, el predicativo no siempre es obligatorio, como se observa por contras- De los datos descriptivos vistos, la generalización que se puede es-
te entre *Titularon la novela y *Denominaron a la teoría (Demonte y Masullo, tablecer es que ~ complementos argumentales que mo~ifi.~~..!:. ..I!.9~~E~s
1999: 2487). con estructura arSEmental son los únicos que permiten predicativos. La
Llama la atención el hecho de que, dentro de los argumentales, no explicación de esta restricción hay que buscarla en motivos estructurales
admitan predicativos los nombres relacionales de parentesco: *La hermana y, en concreto, en el requisito de mando-c mutuo que deben satisfacer el
de Juan enfadado, "'La bija de Luis cansado (Leonetti y Escandell 1991). El predicativo y su argumento.
motivo que excluye estas formaciones parece residir en la incompatibilidad Los complementos argumentales y adjuntos difieren en que sólo IOSl
entre el tiempo del predicativo, siempre limitado a unas circunstancias . segundos proyectan un verdadero SP, esto es, están insertos dentro de un
espacio-temporales transitorias, yel tiempo del nombre de parentesco, en SP encabezado por un núcleo que les asigna caso y también papel temáti- X
principio no limitado temporalmente. En la paráfrasis de La foto de Juan ca. En el caso de los argumentos, estos reciben su papel temático del
--
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español III, El sintagma verbal
277
r nombre con estructura argumental, por lo que la preposición de es una dicho nombre estará domi,nadp por la proyección SN integrada por los dos
simple marca formal de caso [z'4.I.}. La idea' es que los adjuntos, al inser- , segmentos SN, y SN. y encabezada ahorá por el nombre llegada~ que tam-
tarse en SSPP, están dominados por más estructura de la que domina a los bién domina al adjetivo molesta, p'or lo que se s'atisface el requisito de
complementos argumentales, que son simples SSNN, no insertos en nin- mmdo-c mutuo.
gún SP. Esta estructura de más que contienen los adjuntos impide que se Esta restricción categorial opera también sobre el dominio verbal.
cumpla un requisito estructural básico para la' relación de predicado-argu- Así, tanto los sujetos como los OOnD admiten predicativos, pues son siem-
mento: el mando-c mutuo, según el cual, predicado y argumento deben pre SSNN: Juan terminó muerto de cansancio, Juan encontró a María enojada. La
estar dominados por la misma proyección máxima; en este caso, debido a situación cambia en el caso de lo~ OOI! metas: *Juan entregó el libro a Maria
que estamos hablando de predicativos en el dominio del SN, dicha proyec- enfada?a;én los complementos benet'aCtiVQ'Sy posesivos introducidos por las
ción será el SN encabezada por el núcleo de la relación. Con estas ideas preposicionCS]iara y de, respectivamente: =ijiian cocinó su plato favorito para
en mente, imaginemos una estructura en la que el predicativo tome como Luii deprimido, "Fern41ldo se llevó la silla de su compañera de trahajo deprimida
argumento Un nombre inserto dentro de un SP, modificador de un nJ5.cleo {J.5.l.}, así como, en general, con los modificadores circunstanciales inser-
nominal sin estructura argumental: *La mesa de María molesta: tos en un SP {J.7.H.}: *Juan terminó su tarea sin Jesús nervioso (Demonte I98B).
La presencia del predicativo resulta imposible en una estructura con SP,
(79)
A
molesta SN,
dado que no se puede cumplir el requisito de mando-c mutuo entre el re-
dicativo y su argumento, como acabamos e explicar. Este dato supone
aaemás que los objetos m~tas son SSPP y ue la osición que los enca-
~ b¿za lSQ asigna papel temático y cas~ igu que ocurre con os ene ac-
N SP
mesa tivos y posesivos Íntro(fucldos por las prepos¡:ciones~an
IP' teobservar, no oBstante, que especialmente los benefactivosy posesivos con
LY asociados. en consecuencia, a una estructura de doblado de clíticos
~ f3.5.l.} son más ermisivos a la rese cía el redicativo: Luis le preparó la
comida a aria enferma y Juan le peinó la melena a tu sobrina sentada (Demonte
P SN
de María 1988), lo que indicaría que en estos casos no se proyecta un verdadero SP,
como justificaré en la sección [4+I.Z.}.
En esta representación básica he prescindido de la estructura funcio-
nal del SN, representada por el SDet y el SNúm, para centrarme exclusi-
vamente en las relaciones semánticas que se establecen bajo el SN. ~l
predicativo es un adjunto al SN [r.I.3-}, mientras que el SN que representa
su argumento, María, escá inserto y dominado por el SP encabezado por
la preposición de, proyección que, en cambio no domina al predicativo, por
10 que el argumento no manda-c a su predicado nominal molesta. Como
consecuencia, no se cumple el requisito de mando-c mutuo que debe exis-
tir entre un argumento y su predicado y, por ello, el SN "La mua de María
molesta resulta agramatical. Por el contrario, en el caso de predicativos
orientados a los complementos argumentales insertos en SSNN, como La
llegada de María molesta, el nombre argumento del predicativo Maria no
aparece inserto en un SP. Si quitamos este nivel en la estructura de (79),
! .
.'
.,,,'
.pr~e~~~~~
Q.,f'aCI0n
,o" ~
:~~::'~';
Dentro d~...1~orías que acompañan al núcleo
verbal, los adverbios:t:: construcciones con inter reta-
ción adverbial ocup~,l.'un ugar e especi interés. Este 're
r la estructura argumental de ciertos predicados, por 10 tanto, son argumen- probabk.o lamentabIe-que .. .'; en el último ejemplo, el adve'rbio de la ma-
=,
X tos. En último lugar, repasaré los tipos principales de modificadores adver- nera del decir puede ser sustituido por un adverbio modificador de un
biales que se pueden encontrar en el dominio verbal. verbo de habla implícito: 'Te digo ae manera honesta qué .. .'.
- . Existen argumentos convincentes que x;.0s permiten. distinguir de
/ manera clara entre ' los adverbios vinculados con el SY y los adverbios
,. modificadores de toda la oración. rara ejemplificar las tresprueilaSque ;~
~~~~~ 3.7.I. Modificadores del verbo presentaré aquí: movilidad posicional, alcance de la negaclón y restriccio-
y modificadores de la oración nes eventivas, voy a comparar el comportamiento de los advérbios de 1
manera verbal frente al que muestran los adverbios oracionales (Hernanz 1 ~
. y Brucart 1987, Kovacci 1999 Y Rodríguez Ramalle 2003).
~w¡;w!gJiiG'~3-7.I.I.
Adverbios y construcciones De las cUatro posiciones que vamos a tener en cuenta: inicial, in- L
adverbiales ~erior preverbaI, interior posv~al y final, los adverbios con lectura 'de ¡
manera verbaJ. resultan imposibles en posición inicial y preverbalj en cam- )(
, Dentro de los adverbios y construcciones adverbiales podemos ha- bio, son perfectamente naturales en las posiciones más internas dentro
blar de dos grandes grupos: los que modifican exclusivamente al SV, divi- de la estructura oracional: posverbal y fInal. Esto significa que tales
x adverbios tienden a situarse dentro del dominio del núcleo verbal. Por
_=
didos a su vez en seleccionados y adjuntos, y los que se refieren a toda la
oración: .......,;..-.. .......... - ..........
su parte, los adverbios oracio~onstitiiyen siempre una unidad fónica t
indepe~diente, separada entonativamente del resto de la oración por una '
(80) a. María trabaja {concienzudamente len su oficina Idurante todo el
día Icon Luis}. pausa, por 10 que pueden ocupar cualquier posición de la oración, gene-
b. María se comporta correctamente. ralmente entre pausas:
c. {Lamentablemente ¡probablemente /honestamente,} María no se Adverbio de manera:
comportó como todos esperábamos. (81) a. ·Completamente, el periodista grabó la conversación.
b. *El periodista completamente grabó la conversación.
Eú la oración de (80a) tenemos un adverbio de manera, un locativo, c. El periodista grabó completament~ la conversación.
una construcción temporal y un SP de compañía que actúan como modi- d. El periodista grabó la conversación completamente.
ficadores opcionales de fa acción verbal. En (80b), el adverbio de manera Adverbio oracional:
no se puede eliminar, pues actúa como un argumento más seleccionado por (82) a. Obviamente, ri padre cortó sus lamentaciones.
el verbo. Frente a estos dos ejemplos de construcciones vinculados con el b. Mi padre, obviamente, cortó sus lamentaciones.
SY, los adverbios ejemplificados en (80c) no modifican al verbo ni a la c. Mi padre cortó, obviamente, sus lamentaciones.
predicación, sino que afectan a toda la oración; por ello so~ adverbios d. Mi padre cortó sus lamentaciones, obviamente.
)( 1modificadores de la oración u oracionales (Alarcos 1968, Hernanz y Bru- (Datos basados en Rodríguez Ramalle 1999 y 2003).
'1.; cart 19 87). La modificación de estos adverbios puede abarcar la expresión
de las diversas modalidades: (Probablemente /seguramente,) todo ha terminado El alcance de la negación también ha sido utilizado como criterio
ya, el juicio por parte del hablante ante lo ocurrido: {Felizmente / lamenta- para distinguIr entre aistintas clases de adverbios (Hernanz y Brucart 1987, :.x.
blemente,} todo ha terminado ya, o la posición que adopta el hablante ante lo RoorlgUe'Zltamálle 1999 y 2003). Así, mientras que un adverbio de manera
que dice: {Honestamente /brevemente,} todo ha terminado ya. En los dos prime- verbal puede ser foco de la negación, como se v~ por la continuación de
ros casos, es posible parafrasear el adverbio mediante una estructura copu- una oración corno LA operación no ha terminado lamentablemente, sino felizmen-
lativa en la que la base adjetiva del adverbio actúa como predicado: 'Es te, un adverbio oracional queda fuera del alcance del adverbio negativo. Por
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leresa María Rodríguez /alle / Manual de Sintaxis del Español
.í llI. El sinta~ verbal
282
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. I '.
ello, nunca puede ser negado por la negación oracional: Lamentablemente, la fuera· del alcance de la negación y afectan a toda la oración·, pues crean las
operación no ha terminado smo que continúa. . coordenadas espacio-temporales dentro de las que vamos a' situar la predi-
En cuanto a las restricciones relativas a la clase de acción verbal de] cación verbat {7.2.}; y las situadas· dentro del SV y bajo el efecto de la
los predicados verbales [3.3.}, los adverbios modificadores de la manera )(. negación oracional, que actúan como modificadores del verbo, deñOta:ñdo
verbal van a ser sensibles al tipo de clase de acción que denota un predi- eTIugar y tiempo en el que se produce el evento descrito en la predicac~.
cado. Por ejemplo, los predicados de estado· no admiten la resencia de .
a?verbios de manera ni! en general, de mo lca· ores del núcleo verbal.
Por este motivo, oraciones como *.lvfaría pesa delicadamente cincuenta kilos o ~r~~4~~J.7.r.2. Oraciones subordinadas
"Luis sabe ruso cuidadosamente nos resultan imposibles. Los adverbios oracio-
nales, en cambio, no presentan ninguna restricción al tipo de acción verbal
adverbiales
del predicado. Esta es la razón por la que podemos decir Francamente, Ma-
ría pesa cincuenta kilos y LamentabLemente, Luis no sabe ruso. La causa de este Aparte de 105 adverbios y SSPP, existe un tercer tipo de constituyen-
contraste se debe a que los adverbios modificadores del verbo re meren la te susceptible de ser analizado según el tipo de incidencia que realiza:
presencia de un evento e acción, pues van a ·inter.pretarse bien como verbal u oracional. Me refiero a las oraciones subordinadas adverbiales.
predicados bien como operadores de dicho ev~o, realizado en la est'i1ic- Oraciones condicionales, finales, causales, concesivas y modales, recibenel
~~ semántica de los predicados. correspondient~s C-omo una variable nombre tradicional de «adverbiales», aunque es evidente que no equivalen
[3-7.3.J. Los adverbios oracionales, por su parte, al no modificar directa- a ningún tipo de adverbio o. SP, pues no son conmutables por estas cate- '
mente al núcleo verbal, no se ven afectados ppr este tipo de restricc~ón. gorías. Sin embargo, deben ser analizadas y comparadas con los adverbios
(
.
~ Las diferencias hasta aquí descritas se reflejan también en la estructu-. y SSPI"·aquí comentados, pues, como ellos, son susceptibles de modificar
ra. Hemos visto que los adverbios oracionales son modificadores de toda la bien al SV, tal y como vemos en las oraciones recogidas en (83), ejemplos
oración; además, se interpretan fuera del alcance de la negación, aparecen de complementos del verbo con valor condicional, causal, final, concesivo
entre pausas y tienen una gran movilidad posicional¡ por último, ~n y modal; bien a toda una oración, como nos muestran los ejemplos de (84)
afectados por restricciones relativas al tipo de acción ue denotan los ver- de oraciones condicionales, causales, finales, concesivas y modales:
bos.
I ........
odas estos echos nos sUo· 01 eren que os adverbios oracion es son ad- Oraciones subordinadas adverbiales modificadoras del SV:
i juntos a la categoría funcional o e:xpansión máxima de la oración: dicha pro- (83) a. sITo hubiese sabido antes, no habría sido tan comedida.
yección es el SComp [I.I-4.2.}. Por su parte, los adverbios de manera verbal X b. No podré ir, porque tengo que terminar mi trabajo.
se sitúan en el dominio del SV, pues son sensibles al tipo de acción verbal, se c. Me he comprado un coche nuevo para impresionar a mi gente.
interpretan dentro del alcance de la negación y tienden a ocupar las posicio- d. Aunque me sentía realmente mal, al final fui a la cena.
nes más internas dentro de la estructura léxico-funcional de la oración. La e. Estoy haciendo según me dijeron.
prueba defInitiva que nos indica que adverbios oracionales y adverbios de
manera ocupan diferentes posiciones en la oración nos la ofrecen los datos Oraciones subordinadas adverbiales modificadoras de la oración:
de coaparición: Seguramente, Juan estuvo preparando todo concienzudamente. (84) a. SitÚe el paraguas mojado, ha llovido':" (Dato tomado de Kovacci,
Estas pruebas presentadas se pueden aplicar también al estudio con- I99 0 - I 99 2)
trastivo de los adverbios y expresiones locativas y temporales que encon- b. Se nota que estás mejor, porque ya no hay quien te aguante, hija.
trarnos en oraciones como: En mi casa no slIelo estudiar en mi habitación, Ayer (Dato oral)
no quedé con Juan a las cinco. Nótese que en una misma oración es posible c. Para que te enteres, espero a otro hombre, un hombre importan-
encontrar dos tipos de estructuras locativas o temporales, cada una con un te, así que márchate. {CREA, 1989, Reina, María Manuela, Alta
alcance de modificación diferente: las que se sitúan en el margen preverbal, seducción}
T
i
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de S}PIaxis del Español III. El sintagma verbal
están compuestas por aminoácidos. {CREA, 1995, Aguilar, Mi- siguiente: 'Si trae el paraguas mojado te digo que ha llovido'. En cuanto a
guel, La dieta vegetariana} la óración causal de (84b), esta sirve para justificar la afirmación expresada
en la oración principal; de este modo, la oración subordinada porque ya no
En las oraciones de (83), los diversos contenidos expresados por las . hay quien te aguante., se utiliza co¡:no base que apoya la deducción realizada
oraciones subordinadas inciden directamente sobre· la predicación: por este por el hablante: eso es señal de que estás mejor. Como 'se podrá apreciar,
motivo, existe u~a relación de dependencia entre el contelÚdo de la ora- el vínculo entre oración principal y causal no es 1ó&E,0, pues no existe
XJ ción principal y el expresado en la oración subordinada [Apéndice}. ~a re1aClón de causa-efecto entre 'estar mejor' y 'no aguantarte'. El vínculo k
de endencia puede adoptar diversas formas, de endiendo del ti o de re- . que une estos dos miembros pertenece a un plano diferente: el dél acto de l'
X lacion ó ca que se estab ece entre os dos miembros de la estructura habla. La misma relación se puede atisbar en la oración finál del ejemplo
su ordina a. En la oración (fe (83 a), el vínculo lógico adopta la forma de c!e"'(s4c). La oración subordinada para que te enteres se apoya en la asevera-
~a condíClOn cuyo valor: real, potencial o irreal depende de la selección ción realizada en la principal 'te digo esto para que te enteres' y no en el (
modal {6.5.}. En este caso, la selección del pluscuamperfecto de subjuntivo contenido de la predicación 'te digo que estoy con otro hombre'. En lo que
y del condicional compuesto nos indica que la condición expresada: si lo respecta a la oración concesiva de (84d) , frente a lo que ocurre con las
hubiese sabido antes es de imposible realización, por lo que lo condicionado: concesivas modificadoras de la predicación verbal, vemos que no existe
habría .rido más comedida, nunca puede darse en la realidad. En cuanto a las ninguna relación de obstáculo u oposición entre la prótasis y la apódosis.
oraciones <;:tlUsales, ejemplificadas en la oración de (83b) , la subordinada Nuev~.ente el vínculo entre ambas partes se hace evidente en la paráfra-
te~go que terminar mi trabajo indica la causa real de lo expresado en la ora- sis. 'Te digo que Juan se va a casar, aunque no me creas'. En este caso, el
ción principal: no podré ir. La misma dependencia causa-efecto se verifica hablante hace un comentario acerca de su propio acto de habla: 'te lo digo, ,/'
en las oraciones finales, documentadas en el ejemplo de (83c). En este caso, aunque parezca increíble'. Por último, en la oración de modo recogida en
la oración principal me he comprado un coche tiene como objetivo producir ~, la subordinada no expresa una ~elación.l!l.f!ial con la principal, sino i
un determinado efecto: impresionar a mi gente. En lo que respecta a las que actúa como una referencia a la fuente u origen de la afirmación rea-
concesivas, también existe una relación entre el acontecimiento descrito lizada: 'Las proteínas están compuestas de aminoácidos y esto se puede ver':
en la principal y la subordinada. La relación que en este tipo de estructuras en ~l capítulo de las proteínas'.
vincula ambos hechos es de impedimento o causa ineficaz para la conse- Este segundo tipo de oraciones comp1:1estas ha sido objeto de diver-
cución de 10 denotado en la apódosis. Así, en el ejemplo de (83d), la subor- sos esturuos, aunque por 10 general no se las ha prestado la atención que 'l. ...
)( dinada aunque me .rentía realmente mal se presenta como un impedimento merecen hasta hace poco tiempo (Lapesa 1978, Marcos MarÍn 1980, Álva-¡ .
ineficaz al cumplimiento de la segunda parte de la estructura: fui a la cena. rez Menéndez 1988, Cuenca 1991, Kovacci 1990-1992. y Marcovecchio 2001 .f'
Por último, en la oración adverbial de modo, la subordinada que aparece y 2002). Debido a que son externas a la relación predicativa nuclear, se las
en (83e): según me dijeron, actúa como un modificador de la manera en que ha denominado normalmente adverbiales periféricas o de la enunciación,
se lleva a cabo la predicación verbal estoy haciendo. frente a las modificadoras 'del SV o nucleares.
Si volvemos ahora a los datos de (84), es fácil percatarse de que las Las diferencias entre estos dos tipos de oraciones no sólo tienen que
conexiones semánticas que se establecen entre los dos miembros que in- ver con su interpretación, sino que también se manifiestan sintáctica y
tegran la oración subordinada son muy distintas a las descritas a propósito fonológicamente, como ocurría con los adverbios .. En general, en cuanto a
de las oraciones de (83). En la oración condicional que se puede ver en la entonación, las adverbiales con alcance oracional requieren su propia
(84a), la prótasis no establece una condición sobre.la apódosis, pues no unidad melódica:- porque no desempeñan ninguna función argumental en la
existe vínculo lógico alguno entre el hecho de traer el paraguas mojado y oraClOn y, por10 tañto, se interpretan en un nivel diferente de la e"StrUC"'tura
r--
reresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IIl . El sinta~ma verbal
286
r oracional (Espinal I991). Asimismo, pueden omitirse sin afectar la grama- . oraclOn s.e trat:u.á más detenidamente en los úpítulos dedicados a la
ticalidad de la oración, como se observa en el ejemplo de (8sa) (Marcovec- modalidad [6.5. y 6.6.} Y a 1a estructura informativa de la oración {¡:2.].
chio 2001 y 2002); Y tienden a aparecer en Eosición inicial, si bien sus
características fónicas permiten su inserción también en medio o al final
~la oración, como se observa en (8Sb) (Marcovecchio-;:oOI y 2002): ... _ _._ -3-7 .2.
f"~'''--''''''~'1!i''''''''''''
dllGf:¡li,);t.
•. _ ....... · ,.::11,f
. .. . .
L OS adverb'lOS
(85) a. (Según se ve en la ilustración) el queIIl:ador !)Osee una llave de y construcciones adverbiales
corte general y otra que regula la mayor o rn.cil.or entrada de gas.
b. El quemador posee una llave de corte general y otra que regula argumentales
la mayor o menor entrada de gas, según se ve en la ilustración.
Los adverbios y construcciones adverbiales pueden formar parte de
Por otra parte, las oraciones adverbiales oracionales se encuentran la estructura argumental de los verbos. Tenemos, por ejemplo, adverbios y
siem re fuera del a1can~la negación, a Merencia de LiS modificadoras construcciones de cantidad seleccionados por predicados de medida, dura-
del SV, gge pue en constituir . oca de la negación. or esta razón, ción y valoración dd tipo de distar, durar, medir, tardar, costar, valer: Esta
periféricas se pueden situar siempre en posición lDlCl31, fuera del alcance del camisa cuesta cinco milpesetas, La fiesta duró mucho; adverbios y construcciones
operador negativo, mientras que las centrales, afectadas por la negación, no de lugar:Juan reside en Madrid, Luú guardó las fotos (en el cajón lallí); yadver-
admiten la anteposición (Cuenca 1991). Recuérdese que el mismo contraste bios y construcciones de manera: Juan se comportó mI/y mal, María viste ele-
existía entre adverbios modificadores del SV y adverbios de la oración: gantemente.
(86) a. Para que te enteres, no voy a dejar a mi marido sinol a ti. ~guno de estos complementos puede eliminarse, pues, al formar
b. N o lo hice así para molestarte sino para ayudarte. . parte de !a estructura argumental del predicado, resultan necesarios para
\..
completar el significado de este. El hecho de que posean rasgos sintácticos .f
La diferencia jerárquica existente entre ambos tipos de cláusulas y semánticos propios ha llevado a autores como Rojo (I985) a proponer una
adverbiales es comprobable por el hecho de que no es posible coordinarlas etiqueta especial para ellos: la de complementos adverbiales. Repasemos
y, por el contrar"io, al igual que los adverbios de diferentes clases, pueden estos rasgos peculiares. -
coaparecer en la misma oración:
(87) a. *Habrías de aceptar el trabajo si te pagan más que antes y si
quieres saber mi opinión. ¡g[J,~~ 3.7.2.1. De cantidad
b. Si quieres saber mi opinión, habrías de aceptar el trabajo si te
.' j
pagan más que antes. Los complementos que se combinan con verbos de medida, duni-
ción, peso y precio: Mide cinco metros, Duró demasiado, Pesa ocho gramos, Costó
La conclusión a la que se liega después de este apartado es que los mucho pueden ser realizados mediante adverbios o nombres de medida.
modificadores que inciden sobre el SV tienen, en muchos casos, la capa- El hecho de que los SSNN que denotan ";;antidad pronominalicen en acu-
cidad de incidir también sobre toda la oración. No estamos ante un caso sativo como los oono: Los mide, Las duró, etc. ha llevado a incluirlos den-
de polisemia, como se podría pensar viendo el comportamiento de formas tro del grupo de los objetos directos y a los verbos que los seleccionan le'
adverbiales como sinceramente, susceptible de modificar tanto al verbo como dentro de la clase de los predicados transitivos {J.2.1.2.} (Alarcos 19 68).
a la manera de hablar: Juan habfó sinceramente; Sinceramente, prefiero no comen-
tar nada, sino ante la posibilidad de relacionarse estructuralmente con dos )(.
posiciones distintas en la estructura, lo que conlleva el cambio de alcance
y, en consecuencia, de modificación. De los elementos modificadores de la
,¡
..-.
;
!
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español 1 III. El sint.agma verbal
288 '!
.f
j
r Locativos !
!
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¡
¡.
En cuanto a los. complementos adverbiales locativos, pueden ser Los adverbios y construcciones adverbiales 'seleccionados se sitúan
tanto adverbios como SSPP: Residen {cerca de !junto a ¡enfrente de len} mi la
en misma posición que ocuparía un argumento interno seleccionado por
casa, Viven aqui. Los predicados que los seleccionan exigen también un el núcleo verbal. Especiahñ.ente interesante es el caso de los complementos
valor semántico concreto en el núcleo preposicional: Voy a Madrid, Vengo. locativos en estructuras transitivas: poner, meter, colocar, etc. El complemen-
de Sevz"lla. Este hecho nos permite distinguir estos complementos adver- to locativo se. sitúa siempre bajo la proyección SV en la posición de com-
biales de los complementos de régimen, dado que estos segundos no plemento, la destinada también a los oon, pues como ocurre con estos,
permiten en general el cambio de régimen preposiciOIial, pues no selec- el ODdebe tenerarcciñ.~breclCO'ñStituyente SP:
cionan semánticamente a su preposición: "'alardear a, "'constar con, *presumir (88) a. El portero metió cada coche en su plaza de garaje (respectiva).
a, etc. {H.3-}. b. *El portero metió su coche en cada plaza de garaje (respectiva).
(89) a. Juan colocó cada pieza en su lugar (respectivo).
b. *Juan colocó su pieza en cada lugar (respectivo).
De manera (Datos tomados de Rodríguez Ramalle 1995).
Por último, tenemos adverbios de manera exigidos por verbos del Como se observa por la agramaticalidad de las oraciones de (88b) y
estilo de portarse, comportarse, 1ctuar: Los vecinos se portaron hien, Mis amigas (89b), la lectura distributiva en la que el cuantificador cada liga la variable
actuaban con rapidez, Los invitados no se comportaron correctamente. En algunos represt!iJ.tada por el posesivo su sólo aparece cuando el cuantificador se
casos (Rojo 1985), se los ha relacionado con los adjetivos en función pre- realiza como OD y la variable se inserta en el SP locativo {z.z.7.z.}. Las
dicativa, dado que es posible que puedan conmutarse por estos en oracio- relaciones estructurales deben ser, pues, las siguientes:
nes como: Maria se encuentra {estupenda lestupendamente}, Luisa seguia (90) [ST Argumento externo {v' CAUSA /ACTIVIDAD {sv Argumento
{espléndida /espléndidamente} después de tantos afias, Todo result6 {maravilloso interno {V' LLEGAR A SER SP locativo}}]}
¡maravillosamente}. Sin embargo, estos datos no constituyen una prueba a
favor de la identidad categorial entre adjetivos y adverbios de manera, pues En el nivel de los modificadores oracionales, existen estructuras que
la posibilidad de alternar adjetivos predicativos y adverbios 'en ciertos también se comportan como complementos del verbo y son seleccionadas
contextos obedece a que ambas categorías pueden satisfacer los requisitos por el núcleo verbal. Se pueden considerar complementos verbales a las
semánticos que impone una clase específica de predicados verbales. Tal y oraciones subordinadas adverbiales de lugar: Maria vive donde comienza la
como apunta Bosque (1989: 139), predicados de la clase de encontrarse, se- colina, de modo: Juan se comport6 como esperáhamos, y de cantidad: CueSta
gzdr, resultar en estos contextos seleccionan como argumento estados al- cuanto vale, puesto que estos son los contenidos que pueden estar exigidos
canzados o resultados de procesos. El hecho de que los adjetivos valorati- por un predicado.
vos como estupendo, maravilloso, horrible, etc. y ·sus correspondientes
adverbios en ·mente puedan satisfacer esta selección nos indica que ambas
categorías, según Bosque (1989: 139), pueden cumplir las exigencias argu-
mentales del predicado, al denotar los resultados de las acciones o estados
alcanzados.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español III. El sintagma verbal
293
:[ =m¡ .
r Adverbios orientados hacia la actividad:
I
~
(95) a. Pedro busca cuidadosamente {el error ferrores} ('Pedro busca {el ¡. . cionan'un tipo o clase dé acCión verbal, sino que también· exigen el cum-
1
error ferrores} de manera cuidadosa'). plinúento por parte de su argumento de una serie de requisitos semánticos.
b. El detective persigue delincuentes concienzudamente ('El detec- Eil toncreto, los adverbios seleccionan tipos específicos de. eventos {I.2.I.}.
tive persigue delincuentes de manera concienzuda'). Como prueba, detengámonos unos instantes en las. diferencias de combi-
nación que existen entre los a<:iverbios inteligentemente y ágilmente.
Adverbios orientados hacia la realización:
Un adverbio como inteligentemente se predica de la acción denotada
(96) a. María encontró casualmente la solución ('María encontró la so-
por muy diferentes tipos de verbos: actuar, aprovechar, combinar, discutir,
lución de manera casual').
elegir, evitar, explicar, guiar, hablar,jugar,jwtificar, manejar, organizar,planear,
b. Pedro alcanzó defmitivamente su propósito (el año pasado).
planificar, plantear, proceder, resolver, razonar, etc. Aunque los verbos mencio-
Adverbios orientados hacia la actividad y la realización: nados pertenúen a clases semánticas muy diversas, todos ellos comparten
(97) a. Pedro resuelve problemas {brillantemente /magistralmente} (,Pe- un rasgo en común: la idea de 'actividad que obligar a pensar' o 'actividad
dro resuelve problemas de manera (brillante ¡magistral}'). realizada intelectualmente', exigida por el propio adverbio de acuerdo con
b. María logró su objetivo brillantemente /magistralmente} ('María sus características semánticas.
logró su objetivo de manera (brillante fmagistral}'). Muy diferentes combinaciones son las que presenta el adverbio ágil-
(Datos tomados de Rodríguez RamaIle 2003: 61 y 63). mente. Este aparece con predicados del tipo de acercarse, agacharse, avanzar,
caminar, esquivar, escalar, incorporarse, mover, pasar, recoger, sortear, subir, tre-
En cuanto a la posición que ocupan en la estructura, cada tipo de par, e~. Como se podría apreciar, estos verbos tienden a poseer un rasgo
adverbio se va a generar en una posición diferente, según su orientación.. de 'actividad física', compatible con el significado del adverbio en -mente
Dada una configuración de dos IÚveles: Sv-SV {J.2.I.3.}, los adverbios pre-
(Rodríguez Ramalle 2003).
dicados de la realización se van a generar bajo el SV inferior, pues este es
el núcleo que posee el contenido de LLEGAR A SER del que se predican
los adverbios orientados hacia la realización. Por su parte, los. adverbios ~~"fi~¿'~3.7.3.3.Los adverbios de frecuencia
predicados de la actividad se situarán bajo la proyección que encabeza el
núcleo v con contenido de CAUSA /ACTIVIDAD, tal y como recogemos Adverbios y construcciones adverbiales del tipo de frecuentemente, con
a continuación. [Lo mismo ocurría con los adjetivos predicativos adjuntos frecuencia, a menudo, muchas veces no denotan manera, sino cantidad: son
en sus diversas orientaciones, según vimos en J.6.I.}: adverbios que cuantifican sobre la acción verbal. Estos adverbios son sen-
(98) [sv Argumento externo [Ad'll. orientado. hacia la actividad {v' CAUSA f sibles, como los ya vistos, a la clase de acción verbal de un predicado. Así, .
ACTIVIDAD [sv Argumento interno {Adv. orientado hacia la realiza- acompañan sobre todo a verbos que denotan actividad, pero resultan in-
ción [v. LLEGAR A SER SPl1lJ compatibles con estados y logros (Rodríguez Ramalle I999, 200 3):
Los adverbios de manera, por tanto, se insertan en aquellas posiciones (99) a. *Juan mide con mucha frecuencia dos metros. [Estado}
en las que se predican de los argumentos que seleccionan. Por este motivo, b. *Juan encontró el libro muy a menudo. {Logro}
algunos lingüistas han propuesto que tales adverbios no son simples adjun- c. Juan pinta cuadros frecuentemente. {Actividad}
tos estructurales sino especificadores, más vinculados con la estructura se- En cuanto a los verbos de realización, estos presentan un comporta-
mántica que proyecta el verbo y sus argumentos que un adjunto opcional, miento peculiar:. una oración como '*1o! albañilú construyen con frecuencia la
pues son sensibles a propiedades semánticas del núcleo verbal, tales como la casa nos'- resulta agramatical, puesto que el cuantificador del evento con
clase de acción verbal (Rodríguez Ramalle I999, 200ia y 2003). frecuencia es incompatible con una acción ya acabada, la realización com-'
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Teresa María Rodríguez Ramalle ¡ Manual de Sintaxis del Español f
f nI. El sintagma verbal
294
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troir la casa; sin embargo, la oración Juan pinta con frecuencia las paredes de. [ En estos 'casos, el· ad'verqio Quede ser parafraseado mediante un sintagma
toda su casa, en la que el mismo adverbio acompaña al predicado de reali- ¡. cuantificado: Juan come mucho (=en abundancia, mucha comida).
zación pintar las paredes, es perfectamente posible. En este caso, el adverbio Por último, en Juan sufre mucho, La vida ha suhido 'mucho~ Me aburrí
no cuantifica sobre la realización, sino sobre los distintds eventos de pintar horriblemente, Le admiro y respeto profundamente tenemos representada la lla- ~
las paredes que se repiten en el tiempo. Por consiguiente, la predicación mada cuantificación inherente (Bosque y Masullo 1996). Los 'Verbos que
pintar las paredes se interpreta como un suceso que puede repetirse perió- ~miten la lectura (fe grado por parte de adverbios como mucho, bastante,
dicamente y sobre el que va a cuantificar el adverbio.
Poco extraordinariamente, horriblemente, inmensamente, etc. pertenecen básica-
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Semánticamente, los adverbios de frecuencia o cuantificadores del mente a las siguIentes clases: verbos psicológicos como alegrarse, enfadarse,
evento son operadores con alcance sobre una variable de·proceso, presente interesarse, preocuparse, sorprende;'se; verbos de estado en los que el sujeto
tanto en los predicados de actividad como en los predicados de realización. experimenta o sufre una sensación, del tipo de diñar, doler, querer, sufrir; y
La imposibilidad de que los adverbios de frecuencia cuantifiquen sobre verbos de los llamados de compleción o realización gradual, como acrecen-
estados y logros estriba en que tales predicados carecen de este tipo de· tar,~aumentar, disminuir, incrementar b.2.2.}. Este grupo de predicados tiene
. variables en su estructura semántica. en común el denotar estados que experimente o sufra el sujeto y procesos
graduables, esto es, acciones no delimitadas (Rodríguez Ramalle 2003).
Esta generalización implica que los predicados que expresan acciones que
Los adverbios de grado conllevan un resultado final son incompatibles con la cuantificación
de grado. En efecto, como vemos en los datos de (100), los predicados de
NJ? sólo existe cuantificación en el dominio adjetival {Z.p.}, t~ién 10groo{lO( van a legitimar la lectura de grado ni del operador mucho ni de los
e~ en el dominio verbal. En este ámbito, cabe hablar de diferentes adverbicis en -mente:
t~os de cuantificación, según la estructura semántica que proyecte el verbo
')( modificado (Bosque y Masullo I996). (roo) a. *María arregla mucho el coche.
- En Juan viaja mucho, María viene mucho por aqul, Juan tararea mucho esa b. *Luis logró su objetivo terriblemente.
canción, mucho se comporta como un ·adverbio de frecuencia cuantificador c. Juan pinta la casa horriblemente. (Sólo lectura de cualidad /*lec-
del evento, similar en su estructura sintáctica y semántica a los adverbios tura de grado)
y 'construcciones adverbiales frecuentemente, a menudo, muchas veces, etc. Semánticamente, los adverbios vinculados con la expresión del grado
Todos estos adverbios acompañan únicamente a verbos que denotan pro- se comportan bien como operadores bien como predicados de una variable
cesos susceptibles de ser cuantificados [3.7.3-3.}. de grado (G) contenida en la estructura semántica de los verbos graduables
En los ejemplos Juan duerme mucho, Te he esperado enormemente, los (Bosque y Masullo 1996). Entre los primeros destaca el adverbio mucho,· . i
adverbios dt;.!Lotan duración, por lo que actúan como modificadores tem- que, al igual que su correlato en el dominio de la modificación adjetival:
porales durativos, compatibles con acciones atélicas [3.3.}. . muy {2.5.I.I.}, actúa como un operador que liga la variable G. Por su parte,
En Juan come mucho, La fiesta duró ~tarda demasiado, Mi ma- los adverbios en -mente: enormemente, horrihlemente, terrihlemente, extraordina-
leta pesa horrihlemente tene~os ejemplos de ?yantificadores del objeto, llama- riamente se interpretan, al igual de nuevo que sus homónimos en el dominio
dos así por Martín García (1998), o argumentales, según terminología que adjetival, como predicados del grado, denotando propiedades relativas a
" emplean Bosque y Masullo (1996). En esta lectura, los adverbios de grado este. Esta posibilidad viene dada por las características semánticas de las
pueden actuar como argumentos que denotan cantidad, medida o precio y bases adjetivas que intervienen en la formación de los adverbios en -mente:
están seleccionados por los predicados durar,pesar, tardar, etc. En cuanto' a enorme, horrible, terrible, extraordinario, pues también son susceptibles de
los predicados del tipo de comer, heher, los adverbios no están seleccionados expresar grado relativo a un estado o proceso: Un disgusto horrihle, Un au- ~
por el verbo, sino que cuantifican sobre el argument~ nominal no realizado. mento terrible, Una alegria extraordinaria {2.,.p.] (Rodríguez Ramalle 2003).
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Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español :1 III. El sintagma verbal
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te entI;e 1as- diversas' clases (Hemanz y Brucart 1987). En principio, un
En lo que respecta a la posición que ocupan en la oración los diver- 1
sos cuantificadores inherentes, se van a generar ~el dominio del SV,
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!. .' X. carntíio en el orden de las construcciones locativas y comitativas no parece
puesto que actúan directamente sobre el núcleo verbal. . provocar diferencias sustanciales de significado entre María caminó hacia la
----------------- Universidad con Luis y María caminó con Luis hacia la Universidad. Además,
.estas construcciones pueden tener relaciones de alcance intercambiables:
jSjc~1ff.~'i1IT~3.7.3.5.
Las construcciones (rol) a. El presidente comió·en cada ciudad con su alcalde (respectivo).
x adverbiales locativas, de compañía b. El presidente comió con cada alcalde en su ciudad (respectivo).
e instrumentales " (Datos tomados de Rodríguez Ramalle 1999)·
A continuación, vamos a tratar del comportamiento de los adverbios . Obsérvese que los SSPP de compañía y lugar pueden intercambiar
y construcciones adverbiales locativas, de compañía, instrumentales, etc. A suS relaciones de alcance: así, el SP locativo puede mandar-c al SP de
pesar de que estamos hablando de modificadores no seleccionados por el compañía y ligar la variable contenida en este último, como nos demuestra'
predicado verbal, todos estos com lementos establecen una relación semán- la oración recogida en (rola), pero, al mismo tiempo, el SP de compañía
tica eSQ..ecial con el predicado ver al al gue acompañan. En unos casos, el puede mandar-c al SP locativo, según se recoge en (IOIb).
valor de la preposición está seleccionado directamente por el verbo. Por La movilidad posicional de estas construcciones parece estar relacio-
ejemplo, en el caso de las construcciones locativas, es posible decir cosas nada c;-n su inte!pretación semántica. En concreto, las construcciones
como enviar a /bacia, pero no *enviar en, ya que el verbo enviar requiere que adverbiales son predicados que seleccionan sus argumentos de acuerdo con
el objeto se desplace hacia un lugar. La misma restricción ocurre conhcoger el or~n en el que se fusionan o insertan en la estructura. Así, mientras que
en, frente a *recoger desde o *recoger a /hacia, secuencias imposibles, dado que las construcciones más incrustadas se predican del verbo, junto con el que
el verbo recoger, por su significado, expresa 'lugar en donde'. conforman un predicado complejo, las que se fusionan con posterioridad
En otros casos, la preposición núcleo del SP tiende a formar una son predicados de todo el complejo verbal, incluidas las construcciones-
unidad especial con el verbo encargada de seleccionar conjuntamente el adverbiales:
valor del SN término de la preposición. Esto ocurre con los complementos (¡02) a. {sv en cada ciudad} [v comer con su alcalde}}
instrumentales y de compañía. El contraste existente entre Juan abrió la b. {sv con cada alcalde} {v comer en su ciudad}}
puerta con {la llave Ila ganzúa Ila palanca} y *Juan abrió la puerta con {la luz /laJ
gafas lel mechero} se debe a que, en esta segunda serie de ejemplos, los Dada una oración como El presidente comió m cada ciudad con su alcalde,
SSNN términos de la preposición no satisfacen el papel semántico in~- su estructura sería como la recogida en (102), en la que el SP comitativo
, ~ental que el verbo y la preposición con contenido instrumental imponen se genera bajo V', fusionándose con el verbo y formando el predicado
; a su argumento. Así, SSNN como luz, agua no se pueden interpretar como complejo comer con su alcalde. Posteriormente, el SP locativo en cada ciudad
instrumentos que permitan la realización de las acciones denotadas por se fusiona con el predicado complejo comer con su alcalde, tomando alcance
abrir la puerta. Algo similar se puede decir acerca de los SSPP de compañía. amplio sobre todo este nuevo predicado complejo. En cuanto a la oración
Una oración como Juan registró en el notario su título de propiedad con un traje El presidente comió con cada alcalde en su ciudad, su representación básica es la
muy elegante resulta anómala debido a que el predicado y la preposición con que aparece en (¡ozb). En este caso, la fusión o inserción de las piezas sería
valor comitativo requieren un SN que exprese la participación activa en el la contraria, primero se fusionaría el SP locativo, dando lugar al predicado
evento que realiza el sujeto, como Juan registró en el notario su título de pro- complejo comer en su dudad. Tras la fusión del SP cornitativo, este se pre-
piedad con María. dicará de todo el complejo integrado por el verbo y el SP locativo. En
Uno de los problemas más interesantes con que nos enfrentamos al ambos casos, el orden fInal se obtiene tras el movimiento del verbo al
estudiar las construcciones adverbiales se refiere a la jerarquía existen- núcleo T [4-5.l.
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3 02
r prometió hacerlo, en los ejemplos de perífrasis no parece posible tener secuen-' . mente Pland~ el infl!Útivoes sujeto de verbos psicológicos y de adjetivos
cías en las que un clítico se sitúa en posición preverbal y otro en posición en estructuras cop~lativaS: Es malo tomar demasiado el sal en verano, Es" conve-
posverbal. Así, frente a Te lo voy a dar, Te lo tengo que dar, Te lo puedo dar y niente estudiar idiomas. También pueden actuar como' OODD: Juan decidió
Voy a dártelo, Tengo que dártelo, Puedo dártelo, no podemos decir *Te voy a marcharse, Todo! prometieron volver; como-C6mj:>lein-entos de ):'égimen: Confío.
darlo, *Te tengo que darlo, *Te pue~o darlo. Este requisito tiene que ver con el en volver pronto, No se dign6 tI mirarme ti la cara; y fmalmente cOl}lQ comple-
hecho de que una perifrasís está constituida por un único núcleo verbal y . mentos del nombre: lA prohibici6n de visitar a sus hijos, La intención de regresar
no por dos núcleos distintos, como ocurre en el caso de los verbos de con- pronto, y del adjetivo: El médico no es partidario de intervenir al enfermo, Me
~3.8.2.I.} o causativos f3.8.2.3.} que seleccionan como complemento un siento incapaz 'de leer este libro.
,----- En una erifrasis, el único elemento susce tibIe de ro ectar un
infmitivo. Sin duda, la ausencia de sujeto en posición preverbal es la caracterís-
Sy e~Jorma n~flexionada,.. que es a unica con capacidad para seleccio- tica estructural más relevante que ha llevado a considerar que las oraciones
~us arg¡:mentos. El auxiliar, por el contrario, dado que no selecdona con infinitivo 'no tienen el estatuto de oraciones sino sólo de SSVV, pues
a sus argumentos, nunc~eza una categoría léxica, sino funcional. es el sujeto y la posición preverbal asociada a él la que determina el caric:"
A continua~ión hablaré de los usos no perifrásticos del infinitivo, , ter oracional de una estructura. En todos los ejemplos que he citado, los
¡;.articipio y gerundio, dejando el análisis de las perífrasis y sus tipos para . inftcltivos p~eden seleccionar una posición para el argumento exter:no,
otro momento: perífrasis aspectuales f4,2.I.} y ~ífras!.Lmodales [6.5. r .}. siempre que sean verbos transitivos O intransitivos puros: No me es posihle
terminar el trablljo hoy, Juan decidió marcharse, etc. La confusión puede venir
del hecho de que el sujeto del verbo principal y el del infinitivo remiten
~ ~~{~:~~ J.8.2. ~aSl
construcciones a la x:q1.sma entidad, como ocurre, por ejemplo, en los ejemplos que acabo
de mencionar. Tomemos el inflnitivo marcharse que encontramos en la
de infinitivo oración Jua1z decidió marcharse: e~te seleccion'a una posición para su sujeto
distinta de la que selecciona el~erbo principal decidir, lo que se pone de
Los rasgos distintivos de las oraciones de infinitivo, frente a las ora- ', manifiesto cuando sustituimos la oración de infinitivo por una oración
ciones flexivas cón las que pueden conmutarse, son los siguientes: ausencia ( . flexionada como en Juan decidió que Maria se marchara. Si el sujeto de la
de un sujeto en posición preverbal y ausencia de la conjunción que, nexo j i' subordinada es correferencial con un argumento de la oración principal, se ,.'
característico de las oraciones subordinadas con 'verbo conjugado. Ambos,) seleccionará la oración de infInitivo; si, por el contrario, el sujeto del in-
hechos están relacionados con la ausencia de flexión de los infinitivos. La finitivo remite a una entidad diferente, entonces, la oración' subordinada
ausencia de rasgos flexivos del núcleo verbal determina que el infInitivo, deberá constituirse con un verbo en forma personal. No obstante, hay que
frente a un verbo flexionado, no pueda ubicar por sí solo temporalmente la advertir que algunos verbos, como abrtenerse, arrepentirse, atreverse, dedicarse . . j
predicación en relación con otras predicaciones temporalmente ancladas. Es a, etc. (Hernanz 1999); nunca admiten, dado su significado, que el infini-
cierto que el infinitivo admite unas mínimas marcas temporo-aspectuales ". tivo a ell~~ " ¿~bordiD.ado posea un sujeto diferente del que lleva la oración
gracias a la presencia del auxiliar de los tiempos compuestos; Por haberme principal.
llamado tarde, te quedaste sin ir; sin embargo esta información no es suficiente Atendiendo, por tanto, al hecho de que un inflnitivo puede seleccio-
para que el infinitivo forme una oración independiente. Por todo ello, el nar una posición semántica de sujeto, se puede afirmar que las construc-
infinitivo suele encabezar una oración subordinada, cuya interpretación ciones de inflnitivo son oraciones y no SSVV, susceptibles de proyectar
temporal depende directamente del verbo de la oración p~iri~ipa1. ... una posición para alojar al sujeto . .El dato fun~amental para apoyar esta
Por otra parte, los infinitivos pueden realizar las mismas funciones afirmación no reside en que una oración de infinitivo pueda conmutarse
que una oración subordinada sustantiva con verbo flexionado. En conse- ' por una oración con flexión, sino en que, al igual que esta, tiene un signi-
cuencia, aparecen comosujetos., muy frecuentemente pospuestos,especial- ficado proposicional y posee un sujeto propio. Seguramente, los infinitivos
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español n I. El sintagma verbal
3°5
r también proyecten algunas categorías funcionales: al menos un SAsp con da detlexión en el infinitivo. La diferencia principal entre las formas
rasgos aspectuales y un ST dotado de unos núnimos rasgos' t~mporales, los . verbales no personales y las cónjugadas reside en que las primeras carecen
que permiten distinguir entre un infinitivo simple y otro compuesto. El de rasgos de concordancia que legitimen a los sujetos [4:5.2.]. .
el
problema reside en que infinitivo, frente a un verbo flexionado, carece Se puede decir que la posición que ocupa cada tipo de sujeto es
de la posibilidad de identificar mediante rasgos a su sujeto; dicho de otro diferente: en una oración flexiva, la posición de sujeto recibe caso; es una
modo, el elemento que se sitúa en la posición' de sujeto del especificador posición que debe estar bajo el dominio de la flexión verbal, regida por
del ST proyectado por el infinitivo ni recibe caso ni es identificado me- esta [U.3+}. En cuanto a la posición que ocupa el sujeto del infinitivo, no
diante rasgos formales tales como persona o número, pues simplemente el va aredbir casc>.iii.iés; tomo·sepueoe coristatar, no puede ser ocupada por
infinitivo carece de ellos. ¿Cómo se identifica entonces dicho sujeto? Se- u~~~jet; l¿:rico, cat~i~aaque siémpre necesita ser identificadá mediante
guidamente, me dedicaré a abordar este asunto y a q~scribirlos tip9s de su marca de función. Por este'motivo, se dice que l~?sició.n. de sujeto del
s~j~t~~ .gue .~IlC:0!l:t,r.?:ffi9s .en l~ oraciones de infi~ti.Vó'- En ·primer lugar, uifih1Üvoes'ünaposición no regida nipor la flexión -=.:aélaque carece-
hab.1aré d~.los sujetos de los verbos de control. En segundo lugar, analizaré ni por cualqufú otro elemento rector, ve_~l;>o o preposición, capaz de asig-
lo que ocurre en lasestructuras de ascenso. En tercer lugar, tr~.t_~~d.~J()s la
nar-casc 'al sujeto. Eli.ínico elemento susceptible de aparecer en posición
suj~tos en acusativo que admiten los infinitivos de ciertos verbos de per~ , de -sufeto del infinitivo en estas circunstancias debe ser una categoría vacía,
cepción y de los verbos causativos del tipo de hacer. En cuarto lugar, tra- I sin posibilidad de realizarse fonéticamente, y con la característica de poder
taré de l?s infinitivos que admiten un sujeto léxico propio; esto ocurre aparecer en contextos donde no existan rasgos de concordancia, ni rasgos
especialmeñie en oraciones con significado adverbial del tipo de Al salir de caso. En la Gramática Generativa, se alude a esta categoría con el
María ... , pero también se documenta en ciertas oraciones independientes nombr&. de PRO, abreviatura en mayúsculas de pronombre, que debe dife-
como ¿Irme yo ahora? Por último, hablaré del infinitivo nominalizado. renciarse del otro pronombre o pro -ahora en minúscula- característico
de las oraciones flexivas con sujetos nulos del español [4.5.2.}. El PRO
es un ele~~Il~o pronominal que recibe papel temático, pero nunca caso y
Los- verbos de control
... . .-_.---_
...
qúe"aparece allí donde no 'puede 'realizarse ningún elemento pronominal
o nominal expl1Cito. La: propiedad que comparten tanto el PRO grande
Si nos fijamos en las oraciones de (I06), podremos observar que, a como el pro pequeño es que en ambos casos conocemos el valor preciso
pesar de no existir ningún sujeto realizado dentro de la oración de infIni- del sujeto: mientras que en una oración flexiva el valor del sujeto Pr.o..s.e
tivo, somos capaces de reconocer al agente responsable de la acción de recupera mediante la fle?'-Í.~n verbal, en el caso del sujeto P.R:.o. del infmi-
terminar y comer: Juan y nosotros, respectivamente: tivo el valor se puedé--recüperár gracias al contexto lingüístico [4.5.2.}.
(106) a. Juan prometió terminar el trabajo pronto. Veamos cómo. ,"
. b. Luis nos obligó a comernos toda la verdura. Una vez visto que existe una posición para el sujeto de! infinitivo y
-- -'=::::::- que está ocupada por una categoría sin rasgos formales, el PRO, nos queda
Existe otra situación similar en español e? la que tampoco tenemos por determinar la interpretación que recibe esta categoría vacía. Existen.
suj~tos e:xp~c:itos, aunque sí los interpretamos semánticamente: me refiero casos en los que el PRO posee la misma referencia que uno de los argumen-
a lasofaciones flexionadas como Vendrá mañana. Si comparamos esta ora- tos del verbo .priñdp;U: '·· '. .
ción con las de infinitivo, veremos que, en una oración de infinitivo, nunca
se admite que la posición preyerbal de sujeto pueda ser ocupada por una (107) a. Juan prefiere [pRO (=Juan) comer verdura}.
ca,~c:goría lé~,t;a: "'María prefiere Luis venir. En el caso de las oraciones flexi':
b. El chofer invitó a Maria a [PRO (=a María) subir al coche}.
~as, 'ersujeto ntilo en principio puede ser sustituido por un sujeto léxico: c. Juan prohibió a sus hijos (PRO (=a sus hijos) salir e! viernes por
El vendrá mañana. Parece lógico explicar este contraste a partir de la ausen- la noche].
'. :eresa María Rodríguez Rarnalle I Manual de Sintaxis del Español IIl. El sintagma verbai'
J07
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En los ejemplos citados, el PRO posee el mismo contenido que el el nombre de «PRO arbitrl!Jio)~ y aparece ligado por un operador genérico
sujeto o el objeto seleccionados por el predicado principal: tales argumen- Ü.2.7. y 2.:i.8.I.J;"de-moao- qu-e·elFRO se comporta como una variable
tos serán los encargados de asignar valor al PRO sujeto del infinitivo. {5.2.I.], es decir, como una entidad cuyo significado depende dervalor que
Decimos que, en estos casos, la posición de sujeto del infInitivo está con- , ..le otorgue el operador. Esta interpretación se documenta con predicados
trolada por algún argumento .selecCionado por el verbo principal; por ello del tipo de convenir; acqnsejar, ordenar y adjetivos como fácil, difícil, agrada-
se babIa de verbos de control para referirse a'los verbos que seleccionan , ble, imposible, etc. (Hernanz I999): Más vale prevenir que curar, Conviene hacer
infl..l1itivos con un sujeto que recibe sus 'rasgos semánticos y formales de un , ejercicio todos los dlas. Todos estos predicados pueden construirse cpn. :t:!n
argumento oracional. dativo que, Cuando aparece, puede actuar como controlador delPRO: Más
Dependiendo del argumento que controle al sujeto del infinitivo, te~vdle curarte ese resfriado, Te conviene ·hacer más ejercicio.
podemos distinguir varios tipos de ver~os de control (Cuenca 199I, Her- Así pues, tenemos dos tipos de P"Ro..: el sontrolad.o. que siempre '.
nanz I999, Carnie 2002): verbos de control de sujeto, como anhelar, com- debe recibirsus rasgos de un argumento de la oración principal -por esta
prometerse (a), confiar (en), decidir, desear, detestar, esperar, lamentar¡ dentro de razón se ha relacionado las estructuras de control con las oraciones reflexi-
este grupo se incluyen también adje~~vos susceptibles de seleccionar una vas {S.2.1. y 5.2.Z.2.}- y el arbitrario, que establece vínculos interpretativos
completiva de infuútivo (Hernanz 1999): aficionado, deseoso, dispuesto, parti- con las oraciones impersonales [4'S.3.I.}.
dario, reacio, seguro, temeroso, etc. Verbosde control de objeto, como: animar
(a), ayudar (a),forzar (a), incitar (a), mITar (a), invitar (a), obligar (a), etc. y, por
último, ve~bºs de control de objeto indirecto, como los que denotan 'vo- Los verbos de ascenso
luntad o influencia: exigir, impedir, imponer, mandar, prohibir, recomendar, to-
lerar, afección psicológica: agradar, alegrar, divertir, entristecer, gustar, impre-
".
Existen en las lenguas unos verbos que aparentemente poseen una
(" sionar, preocupar, etc. y conveniencia o sufIciencia: bastar, convenir, importar, distribución muy similar a la de los verbos de control, aunque, desde un
incumbir, urgir, etc. En todos los ejemplos de control, parece que la desig- punto de vista'·sem~tico, poseen ,rasgospropios,: . s()J)Jo.~ _~amados verbos
nación del argumento que actúa como antecedente del sujeto del infinitivo de ascenso. Comparemos las oraciones recogidas en (108): -.. _....... " " .... .
depende de las c~acterísticas léxicas del verbo principal. Esta información (108) a. Juan aspira a salir con María.
estaría codifIcada en la entrada léxica de cada predicado, junto con la b. Juan parece estar triste.
relativa a la estructura argumental [I.2.I.}.
Frente a las construcciones analizadas previamente, en las que la Mientras que aspirar a es un verbo de control de sujeto, parecer es un
interpretación del sujeto del infinitivo depende de la presencia de un SN verbo de ascenso. La diferencia fundamental entre ambos reside en.. .la
controlador que le asigne rasgos, exis.~e.~l ejemplos en los que el sujeto del estl}l<:t:ur~argumental·q~~' p~oY~~~a ~adi üñ6: tiSjifrar a seleccio~a u~' argU
infIllitivo carecede un controlador: Juan sabe perfectamente que para PRO mento externo y uno interno realizado comouna oraCión de infInitivo,
encontr~~- t;::a¡;aJ~ es i~dirp~nsáb!e s.:tóc~ idiomas. En esta oración PRO puede pero parecer no, selecciona una posición para el argUmento eXterno, pues
tener como controlador al sujeto de la oración principal, en cuyo caso PRO Juañ ñ6 es ni el que realiza ni el que padece o siente la acción de parecer;
tiene una lectura controlada, pero también puede recibir una lectura en la este verbo únicamente selecciona una proposición como su argumento
que no exista controlador dentro de la oración principal. En este supuesto, interno, que puede ser una oración flexionada: Parece {que Juan está triste}
la i:1.terpretación sería 'Juan sabe que cualquiera que quiera encontrar tra- o sin flexión: Parece [Juan estar triste}. Este último ejemplo no posee el
bajo necesita saber idiomas'. Lo característico de esta interpretación es orden habitual en español. Si nos fijamos en la estructura de la predicación
que el sujeto del infinitivo recibe una lectura no específIca, no referencial, seleccionada por parecer~ marcada entre' corchetes: Ouan eITar triste}. vere-
simUar a la que posee el sujeto en una oración impersonal del tipo de Se mos. que tiene las características de una unidad de predicación sin flexión
vive bien aquí ('la gente, cualquiera vive bien aquí). Este tipo de PRO recibe o cláusula mínima b.6.:z.I.], en la que el sujeto es Juan y el predicado es el
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Teresa M~ía Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español -¡ III. El sintagma verbal
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r infInitivo estar triste. El infInitivo carece de marcas formales que identifI- Hasta aquí hemos vis~o q1,le el infinitivo, debido a la ausencia de mar-
cas de concordancia, no puede aparecer con un sujeto fonéticamente realiza-
quen con rasgos de concordancia y tiempo á su argumento; por este mo-
tivo, dicho argumento dc:;be recibir caso de otra categoría: la flexión verbal. 'do. A continuación, me referiré a 4()s:c~sos en los que tenemos un ínfmitivo
Dado que parecer no selecciona un agente que pueda situarse en la posición acompañado de un sujeto léxico: so~'ias llamadas construcciones con sujeto
de especificador del ST, esta posición está disponible para recibir al sujeto en' acusativo y los infinitivos adverbiales e independientes. Veremos que en
de la cláusula mínima. Como resultado, dicho argumento se sitúa en la cada caso lá función del sujeto aparece identificada de manera diferente.
posición de sujeto preverbal, concordando con los rasgos flexivo s realiza-
dos en el verbo principal: Juan parece estar triste, Ellos parecen estar tristes
po
/-r
\
Existen más datos a favor de la diferencia entre verbos de control 1'1 - La.comparación entre las _estructuras con sujeto en acusativo y ciertas
verbos con sujeto en acusativo. El complemento proposicional del verbo 1 oraciones con predicativo óbligátorio {3.6.2.:r.}, caracterizadaS también por
ver puede ser sustituido .todo él por una oración fInita: Pedro vio que Maria '¡ .\ ,- poseer una representación básica de Cláusula IIÚnima resulta necesaria, pues
corría; esto nunca ocurre con el doble complemento del verbo oMigar,! tanto en Veo-aLuis triste ('veo que Luis está triste'), como en Veo aLtlisóailar
como se observa por la agramaticalidad de "'Luis obligó a que María c01nera) ('veo que Luis baila'); el verbo principal selecciona una proposición y no una
En el caso de la estructura de control, es el ilifinitivo únicamente el cons- _ -entidad: en ambos casos, debe se.r -el verbo principal el que asigne caso acu-
f tituyente que puede ser sustituido por una oración con flexión: Luis oóligó sativo al sujeto bien del predicativo adjetivo bien del infinitivo, ya que el
l a Maria tI que cornera. Ello prueba que el objeto directo a María y el infi-_ predicado nominal de la estructura subordinada es una categoría imposibili-
nitivo son dos unidades diferentes tanto sintáctica como semánticamente, tada para asignar caso al sujeto que selecciona semánticamente. La diferen-
que no conforman un constituyente. - ciareside en que el infinitivo denota una acción o proceso, mientras que el
Volviendo a los infinitivos con sujeto en acusativo, el hecho de que predícativo adje"tivo denota una propiedad transitoria
el infinitivo y su argumento puedan ser sustituidos por toda una oración El verbo causativo hacer y los otros verbos causativos como mandar
(" sugiere que ambos elementos conforman una unidad que actúa como una y dejar, al igual que los verbos de percepción, seleccionan ~omo su argu-
oración, aunque carente de flexión. El resultado es una relación predicativa mento interno una relación predicado-argumento que puede realizarse "
básica: predicado-argumento: una cláusula mínima Ú.6.:u.}. Según 10 dicho, como .una""cl~usula mínima: Juan hizo llorar a Maria, Pedro mandó recoger la
la estructura básica de una oración como la de (1093) sería la siguiente: mesó"a rus bijos, Luisa áejó esctlpllr el gato ti propósito. En estas oraciones, el
(m) {He oído} {a la profesora (argumento) chillar (predicado)}) infinitivo -o cualquier otro predicativo carente de flexión: un adjetivo o
l· un SP... selecciona un argumento al que no puede asignar marca de caso,
Según esta representación, tenemos un SV que selecciona como s';-.! pues carece de rasgos flexivo s para ello, por lo que e~_~lYerbo principal el
, _~~mento interno una cláusula mínima encabezada por el infmiti~o. Dado i qü-e ioid(;!ntifica ~ediante el caso acusativo" Hasta aquí te~e"xnos estruc-
que el infinitivo carece de rasgos fle.xivos que asignen caso a su sujeto semán':
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312 JI3
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causativo. En su estudio histórico sobre el leísmo, laísmo y loísmo, Lapesa ,"
r Existen datos, no · obs~ante, que sugieren que el infInitivo sigue selec-
(1968:536) observaba que, desde los primeros documentos del español, «el l·
I
cionando sus propios complementos, independientemente de la ~elección
dativo es de rigor cuan~o el verbo subordinado tiene objeto directo», para I que realiza el causativo, como ocurre en Juan hizo a'Ped7'o entregar al cuadro
añadir: «pero aparecen también le, li -variante dialectal de le- como su-
jetos de verbos subordinadas i,ntransitivos». Bello (¡847) repite esta obser-
I a Lúis, oración en la que el cuadro y a Luis son, respectivamente, objeto
directo e indirecto de entrtgar y no de hacer. La ambigüedad estructural de
.' vación y advierte que, con dejar y hacer, el sujeto se pronorninaliza en, 1 'una oración como Juan hizo llamara Pedro se explica también si tenemos en
, acusativo si el infini~iyo es ..intransitivo y en dativo si es transitivo. La cuenta que el infinitivo llamar es capaz de seleccionar sus propios argu-
. tendencia del espafi~l estándar 'se' podría resum.il: del modo que advierte mentos ..Una oración como la mencionada posee, en efecto, dos lecturas:
Bello: si el verbo que se incorpora a hacer es intransitivo, Su único argumen- según la primera interpret~ción, se entiende que Juan hizo que alguien
\, to recibirá caso acusativo: El profesor {ps hizo (trabajar /reir). Si el verbo ' llamara· a Pedro', de modo que a Pedro es el tema y objeto directo del
, incorporado es transitivo, el argumentoe'xterno recibirá caso dativo, mien- infinitivo Ilam~' según la segunda, entendemos que Juan hizo que Pedro
tras que el argumento interno aparecerá con caso acusativo: El profesor [e!, llamara a una tercera persona', por lo que a Pedro es el agente del infinitivo,
hizo terminar el trabajo a sus alumnos. El uso de le en esta última situación no aunque aparezca como objeto de hacer.
puede calificarse de leísmo' -por esta razón se le designa con el nombre iI La distribución de le y lo en realidad no es tan simple como pudiera
de «leísmo etimológico~, sino más bien de un uso de le motivado por parecer, pues dialectalmente tenemos documentados el uso de le con infi-
r:azones estructurales. Repasémoslas. nitivos intransitivos -en zonas de León, Aragón y Andalucía oriental-, y
El verbo causativo y el infinitivo pueden proyectar dos estructuraS el uso de lo en infinitivos transitivos -en Canarias y América- (Fernán-
distintas ..En la primera, el infinitivol es un argumento más seleccionado, dez OrdQñez 1999). Lo mismo ocurre con mandar en su acepción causativa
por el verbo causativo; sin embargo, en la segunda, el infinitivo y el cau- y con dejar:
sativo conforman una unidad especial, casi un predicado complejo, que se
encarga de seleccionar conjuntamente a sus argumentos. (II3) a. · La madre no {le /la} dejó subir al tobogán.
b. La policía {les /los} hizo sacar el coche de la acera.
(II2) a. María. [hizo roo
recoger la mesa a Juan}} :. (Datos tomados de Fernández Ordóñez 1999: I3 2 7)·
b. María {{hizo recoger} {oo la mesa} {al a Juan}} <
(U4) a. Mandó venir a la criada. Le mandó venir. La mandó venir.
La primera configuración se corresponde con la estructura típica de b. Dejaron tocar el piano a la niña. Le dejaron tocarlo. La dejaron
un infinitivo con sujeto en acusativo, idéntica a la estructura con un verbo tocarlo.
de percepción recogida en (III). Según la segunda configuración, en cambio, (Datos tomados de Alarcos 1972: 280).
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tenemos un único verbo: hizo recoger" que proyecta una estructura triargu-
mental con dos argumentos internos, uno inanimado, que recibe caso acus- En el caso de los verbos de percepción, la variación dialectal parece
ativo, y otro animado, que va a recibir caso dativo. Este último es precisa- ser mucho menor (Fernández Ordóñez 1999), siendo el uso del acusativo
mente el argumento externo del infinitivo en la primera representación y que la solución preferida en las zonas donde no hay interferencia con sistemas
ahora se proyecta como un objeto indirecto del verbo complejo, mediante leístas: Aragón, La Mancha, Andalucía, Canarias, América central, Perú,
\.
un proceso de «internalización del argumento externo» (Zubizarreta 1985). Chile y Argentina.
En la estructura de (lub) tenernos, en consecuencia, una representación que En cuanto al orden entre hacer y el infinitivo, la tendencia es que el
recuerda a una perífrasis, puesto que estamos ante un único complejo ver- infinitivo se sitúe adyacente al causativo si el sujeto es inanimado: Juan hizo
bal, en el que el infinitivo se comporta como el verbo con contenido léxico, derramar el agua es mejor que ??Juan hizo el agua derramar, mientras que si
mientras que el causativo actúa como si se tratara de un morfema liga.do o es animado ambas posiciones parecen posibles: Juan hizo correr a María y
un a:uxiliar causativo dotado de rasgos formales . Juan hizo a María salir despavorid:t (Trevrno I994). La existencia del orden
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IrI. Ef sintagma verbal
314 3I5.'
preverbal del sujeto sugiere que no ha existido una unión completa entre control y no en una'per#ra~~s, que nos revelan que el i~tivo tiene la
el causativo y el infinitivo. capacidad todavía' de actuar como un verbo independi~nte. Las pruebas
Por último, en,1o que respecta a la posición que puede ocupar el q~e sugieren lo contrario son 1;¡. aparición de un cIítiCo de dativo y el orden
clítico, este se sitúa tanto en posición preverbal como posverbal, no sólo ..~ . posverbal del sujeto. de infinitivo. La posibilidad de documentar hechos
en estructuras causativas, sino también en perífrasis yen ciertos contextos__ ' aparentemente tan dispares tal vez se deba a que en español disponemos
con verbos de control: . de dos opciones o representaciones diferentes para las estructuras causa-
(II5) a. Hizo terminada. La hizo terminar. tivas: una enIa que el verbo hacer y el inftnitivo constituyen dos unidades
b. Pudo enviarlo. Lo pudo enviar. verbales independientes -estn.1ctura de (II2b)- y otra con fusión -es-
c. Intentó evitarlo. Lo intentó evitar. tructura de (II2a)-. Por ello, la construcción causativa en español presenta
rasgos que rex.ruten a dos conftguraciones posibles.
Nótese que~L<;!!!!!;..Q. es, en todos los casos, elargumento .interno El italiano, en cambio, sí muestra datos que nos hacen pensar en
selecCi9rlgdopo( e.l infinitivo, esto es, 'lo terminado', 'lo envÍado' y 'lo una fusión total entre el causativo y el infinitivo, de modo que en la
evl.tado'j sin embargo, puede-aparecer en una posición preverbal reservada sintaxis tenemos un único verbo (Rosen 1989, Tremo 1994). Una buena
a los clíticos del verbo conjugado. Lo que tienen en común estas tres muestra de ello reside precisamente en la posición que adopta el clítico.
oraciones es la ausencia de una estructura oracional completa, con todas . Este sólo puede situarse en posición preverbal, al igual que ocurre en los
las categorías funcionales que proyecta una oración flexionada, situada verbos principales flexionados del italiano:
entre el verbo principal y el infinitivo, que impida que el clítico pueda (II6) a. Maria la fa riparare a Giovanni.
interpre.tarse como el objeto del inftnitivo, aunque se sitúe en posición .... 'M. la hizo arreglar a G'.
{ b. *María fa ripararlo a Giovanni.
\. preverbal, como clítico del verbo flexionado [4-4-3.}. No obstante, existen
datos que sugieren que los causativos se aproximan más a los verbos de 'M. hizo arreglarla a G.'
control que a las perífrasis. Recordemos que en una perífrasis, cuando (Datos tomados de Treviño, 1994: 42).
coaparecen dos clíticos, no podemos tener secuencias en las que un clítico Ello prueba que la estructura relevante para el italiano es aquella
se sitúe en posición preverbal y otro en posición posverbal {3.B.l.}: *Te deho en la que se proyecta un único SV que actúa a todos los efectos como un
arreglarlo, *Te voy a arreglarlo. Sin embargo, esto es posible tanto con ver- verbo simple conjugado, y no aquella en la que tenemos dos SSVV, uno
bos.de _~()E.t,~91 como con causativos: T~'p!",~,!!=.~?arreglarlo~Le hizo arreglarlo. seleccionado por otro, estructura posible en español.
En una perífrasis existe un único núcleo verbal, el que aparece repre-
sentado por la forma no flexiva sobre la que recae el contenido léxico, más
sus marcas de flexión, identiftcadas en la forma auxiliar. El hecho de que f~~~~ 3.8.2 .4- Los infinitivos con sujeto . I
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Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
¡ IlI. Ei sintagma verbal
., 317
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b. ¿Decirle yo a Juan lo que pienso de él? Ni loca. .de una preposición no significa que reciba su marca de caso de ella,' pues
si el sujeto es pronominal, este sigue' apareciendo en nominativo: Para irme
La posibilidad de_ ~~n.,~~ . ~ suje.~? re.alizado posp\lesto aparece gene- yo, 'y no en oblicuo, como ocúrre cuando el pronombre aparece como
ralmente 'cü"lioradC;D:es subordinadas adverbiales de infInitivo -ejemplos término de la preposición: Juan lo hizo {*para yo !para mi}.
de (U7)-, y con infinit?-vos independientes' de carácter interrogativ() o, , , Los dos fact9res que estamos discutiendo: indepeJldencia sintáctica
exclamativo ~jemplosde (n 8)-. También es posible encontrar ejemplos y sujeto en ñoñiinatl.,;¡:ose ' eiú:tientrá'.ti-inú!iréladonados.p~da la indepen-
de' suborrunadas sustantivas en las que de forma ocasional puede aparecer dencia sintáctica, no existe vínc:uio entre la oraCiÓn principal y la subordi-
un sujeto pospuesto: Hablar tú primero con ella, será un error de grandes conse- :nada, por lo que el sujeto del infInitivo no tiene ningún elemento en la
wencias. Nótese que en muchas ocasiones estos usos también poseen un , :oración principal que le pueda identificar mediante el caso, frente a lo que
carácter exclamativo o enfático (Hernanz I999). :ocurría en las estructuras de infinitivo con verbos de control b.8.u,} y de
Los rasgos que distinguen estas construcciones de las de control son percep-a6n y causati~os · (3.8.2.3,}. La solución que se impone es un sujeto
evidentes. En muchas ocasiones, nos encontramos con infInitivos indepen- propio, identifIcado con los medios de que disponen las oraciones de in-
dientes que se insertan en oraciones interrogativas o exclamativas, según se ftnitivo independientes y adverbiales. Dicho sujeto no puede recibir caso
documenta en los ejemplos de (n8). En otros casos, tenemos oraciones directamente de la preposición, marca característica de algunas de estas
, subordinadas adverbiales no seleccionadas por el verbo principal, frente a construcciones, pues una preposición asigna caso oblicuo y no nominativo. ,
¡
lo que ocurre con las subordinadas sustantivas, estructura típica en los En cuanto a los rasgos funcionales del infinitivo, esta es una categoría que
verbos de control. Sin duda, la característica más impCftante de este se- , carece ....
de morfemas de concordancia. Posee, no obstante, un tiempo tnÍ-
gundo esquema reside en la presencia de una preposición encabezando la rumamente especificado que se realiza a través de las marcas temporo-
oración, tal y como vemos en los datos de (117)· aspectuales del auxiliar de los tiempos compuestos: Por haberme llamado
l..o,s...iruln.J~ivos independientes pueden tener la posició~ de sujeto tarde, te quedaste sin ir, pero que resulta insuficiente para identificar por sí
vacía, como ocurre'Al terminar de cenar, me marché.. Sin embargo, dicE!l. P.2::-, solo el caso del sujeto y para fIjar las coordenadas temporales de la oración
sidón ' no tiene 'las características de un PRO, sujeto de los infinitivos [3.8.2.}. Por todos estos motivos, el infinitivo no puede aparecer como
d~É~n,~íerites, <fe verbos de control, sino de un elemento prono~ do~a oración totalmente independiente, sino que requiere de la presen~ia de
do de i:asgos formales y caso, el mismo que tenemos en una oraClOn fleX1va algún tipo de marcador.
(4.5.2.}. Rigau (1995) ofrece la siguiente prueba: cuando tenemos un sujeto En una estructura con sujeto léxico, una de las maneras en que el
PRO no referencial con lectura arbitraria, el clítico anafórico es siempre de infInitivo puede ser interpretado temporalmente es mediante la presencia
tercera persona, ya que esta es la no persona, frente a la primera y la de una marca preposicional: e~ la pr~~s,i~i~,n la que ~~igna un_valor tem- {
,
segunda: Levantarse temprano nunca es agradable. Sin embargo, con un infini- poral al inflnitivo, permitiendo, por un lado, situar temporalmente la
tivo independiente, podemos tener otros clíticos, por ejemplo de primera predicación, y por otro, identificar al sujeto con la marca de caso nomina-
persona como en Al caerme, me tord el tobillo. En esta última oración, el tivo, al asignar los rasgos temporales al nudo T necesarios para este doble
elemento que asigna rasgos al clítico es el sujeto que, si bien no aparece cometido. El sistema de preposiciones que encabeza esta construcción .
realizado, posee unos rasgos claros y recuperables: es el yo de la primera incluye no sólo preposiciones con valores temporales: Al llega,. yo, comenzó )
. ... "" I
persona: es precisamente este yo el que asigna rasgos al clítico que deberá la fiesta, sino~~~_i~n 5..<?~,.Q!~º~.~jguifI,c~_c:l9~~ª~~rbia!-es, qU'<:'.Ym.A~s.de la .' , "
f
ser también de primera persona. condición:'De haberlo sabido yo, nada de esto hubiera pasado, hast~)áe:;presión !'
De aquí procede el otro rasgo identificativo de estas estructuras: de la manera: Sin corregirlo yo, no te dejo que lo enseiíes. Entodos estos casos,""
todas tienen un sujeto en nonúnativo, lo que se observa en la distribución las preposiciones actúan como operadores que permiten anclar la predica-
de los pronombres: Al marcharme {yo /*me}, Salir yo y entrar tú fue todo uno. ción, aportando al inftnitivo las marcas temporales de las que care,c~. Como
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Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español ~·. II nI. El sintagma verbal
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r consecuencia, la preposición completa la referencia temporal necesaria de .
la que carece el irifinitivo por sí solo.
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Nótese que las oraciones con infinitivos flexionados y sujetos léxi- ción, mientras que en El especial andar de ~Mar(a presenta propiedades que
cos nunca son oraciones matrices o independientes, pues la construcción 10 acerca!). a los nombres con "estruétura argumental, pues neva un sujeto
de infinitivo se encuentra seleccionada por un verbo principal--datos de con preposición de y un ¡¡.djetivo antepuesto especial. Si comparamos estos
(I2Ia)- o dominada por una preposición -datos de (Illb)-. La presen-
cia de estas categorías resulta necesaria, al igual que ocurre en español, dos Usos con Los andares (de Maria /'*Mar{a), ejemplo en el que tenemos un
para que el núcleo funcional T proyectado por el infinitivo pueda iden- falso infInitivo, veremos que este sólo admite el complemento nominal
tificar con su marca de caso su sujeto. ' . introducido mediante la preposición..
En el ejemplo El andar Mar(a continuamente de aquípa7'a allá todo el día,
el infinitivo aparece acompañado por un adverbio en -mente, una p'rueba
más de su carácter verbal; en cambio, el infinitivo nominal nunca va a
Los infinitivos
~ .__ .. ... - ...•... nominales
-_._'~'-- ... _'_ _~.- ..... _~, -. ., .•..... ..... " " " " - "~'-- ... admitir adverbios, sino adjetivos, al igual que los nombres. Por todo ello,
es de esperar que se produzcan contrastes como:
El de los inflnitivos con usos nominales es, sin duda, uno de los
(122) a. *El andar lento y displicente María.
temas más complicados de la sintaxis verbal y nominal. La propia denomi-
b. El andar lento y displicente de María.
nación de infinitivos nominales sugiere a veces la mezcla o cruce de pro-
(123) a. ·El andar lenta y displicentemente de María de aquí para allá
piedades bajo una misma forma. Pero esta conclusión, según recalca Bos-
b. El andar lenta y displicentemente María de aquí para allá
que (1989), no es del todo adecuada. Es más lógico suponer que, dada la
especial naturaleza morfosintáctica del infinitivo, hay situaciones en las La agramaticalidad de los ejemplos de (a) reside en que no podemos
que se comporta como un auténtico verbo y otras en las que se comporta, . tener aJa vez una propiedad que identifique a un verbo --el tener sujeto sin
como un sustantivo. Así, como acabamos de revisar, el ínfinitivo puede . preposición o' el llevar un adverbio-- con otra que caracterice a un nombre
actuar como argumento de un predicado principal b.8.2.I, 3,8.2.2. Y 3.8.2.3.} --el admitir adjetivos y complementos introducidos por una preposición-o
o encabezar una oración independiente con contenido adverbial, interro-: Por último, sólo los usos verbales del infinitivo aceptan formas pa:..
gativo o exclamativo {3.8.2.4}, proyectando" en todos estos casos, una es-, sivas: ser amado, tiempos perfectivos: haher amado y otras formas perifrás-
tructura argumental carente de flexión. Junto a estos usos, llamados «infi- ticas modales o aspectuales: Un hermoso {amanecer /'*hllber amanecido}, El haber
nitivos clausales» por Cuenca (I991), se documentan ejemplos de inftnitivos estudiado (Juan /'*de Juan) tanto. Los infInitivos admitirán también la nega-
que son auténticos nombres, pues admiten variación de plural, al igual que ción sólo cuando se comportan como verbos: El no posarse blandamente los
las categorías nominales: cantares, poderes, deberes, pesares, atardeceres, haberes, copos 'Us. "'El no posarse blandamente de los copos (Hernanz 1999).
andares. Estos infinitivos han sido denominados «falsos infInitivos» por En consecuencia, es el en~ºr.no, la manera en que un infInitivo se
Varf!~a(r979). Entre unos y otros, existen asuvez:Iiiticii:i~os cuyo compor- relaciona con el resto de cl:e~~i:os'situado;e~"';;~"proyecciÓn; lo que nos . f
tamiento, bien como nombres bien como verbos, depende en buena me- permite identifIcarlo como nombre o como verbo. "
dida de los rasgos sintácticos de la oración en que se insertan. Siguiendo Una de las cuestiones básicas que plantea el análisis de los infinitivos·
a Bosque (I989), a continuación menciono algunas de las propiedades más con rasgos nominales consiste en explicar el cambio de categoría que se pro~
relevantes que permiten discriminar entre los infInitivos con propiedades duce, esto es, el paso de una forma verbal a una forma nominal. Con este
nominale~ y los infinitivos con propiedades verbales. objetivo, se ha propuesto tratar la desiIJ.encia -r como un sufijo nominal se-
Como se ha visto, los infmitivos poseen sujetos, mientras que lo~, mejante a ciertos afijos derivativos, como -ción y -miento, que, aplicados so-
nombres, si poseen estructura argumental {2.n. y 2-4.r.}, admiten comple- bre bases verbales, forman nombres. No todos los infinitivos se ven afecta-
mentosagentivos introducidos por una preposición marca de caso. Así, en dos por este proceso de nominalización, pues los 'infinitivos nominales son
El andar Maria contintlammte de aquí para allá todo el dia, el infinitivo se únicamente productivos cuando proceden de verbos"mtransitfvos de percep'
comporta como una categoría verbal, pues admite un sujeto sin preposi- ción, como escuchar, mirar, sentir, predicados que implican duración, como
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español III. El sintagma verbal
322 323
r durar, prolongarse, comenzar yverbos psicológicos agentivos, del tipo de agra- g~~~a ~;~! .Participio: gente civilizada, recursos limitados, opinión autorizada.
Como fQrmasverbales, los participios mencionados seleccionan a sus com-
dar, asustar, inquietar, molestar. To~os ,estos'verbos presentan como rasgo
co~úE_e.L~(!notar3:ctivi~ades atélicas (Demonte y Varela 1997). Cuando el plementos que representari,'e~í;;si:res ejemplos, el paciente o tema de los
valor télico o fInales predominante, se prefIere utilizar el nombre deverbal verbos transitivos cqrrespondientes: civilizar, limitar, áutorizar. Por esta
correspondiente y no el infInitivo. Esta parece ser la causa por la que se dice _. razón, los ~!:l.~"a.~a.s.5itados pose~n un significado pasivo, como vemos en
El médico .certificó su muerte, pero no "'El médico éertificó su morir; Lanzó un suspi~ ./ .i
sus paráfrasis respectivas: 'gente que ha sido educada','recursos que se han
ro, una mIrada, pero no *Lanzó un suspirar, un mirar (Hemanz 1999).
l visto recortados', 'opinión que ha sido autorizada por el ministro de turno'.
Desgraciadamente, la situación es un poco más complicada, pues ~ En t~to que adj e,tiyos , los mismos sintagmas pasan a tener un valor activo,
determina(fo'-en--co~Creto por el significado del participio: así, en gente
:1
existe~ casos de «infInitivos ~óridos», llamados así porque en ellos hay un
cruce de propiedades: por un lado, admite,~:un qD sin ningún tipo de
¡ civilizada, civilizada equivale a 'educada'; en recursos limitados, limitados sig-
marca preposicional, esto es, el OD recibe caso del infInitivo como si se nifica 'escasos' y en opinión autorizada, la forma participial equivale a 'pres-
tratase de un auténtico verbo, pero, por otro lado, dicho infInitivo admite :1
tigiosa', etc. Es muy habitual encontrar en los arcenes de las carreteras el
un adjetivo y, por supuesto, un determinante, no sólo el artículo sino cartel Coto privado de caza, con el significado de 'coto particular de caza'.
cualquier otro determinante: Su continuo beber cerveza. Un posible medio de 1 Este sintagma podría tener otro signifIcado si el participio privado se con-
dar cuenta de la doble naturaleza, a la vez nominal y verbal, de estos I¡ sidera una forma verbal: 'coto que ha sido privado de caza'. En esta segun-
infinitivos reside en asignarles una representación que contenga dos nive- I da lectura, el SP de caza nunca podría situarse delante del participio, pues
les estructurales diferentes, cada uno representando a una categoría distin- l actúa como su complemento regido. En cambio en el uso de privado como
ta: el fIlás bajo se correspondería con el nivel verbal, por lo que estaría. adjeti¡o, tanto la forma participial como el SP son complementos de coto,
encabezado por un SV, proyección en la que se situará el núcleo infInitivo por lo 'que sí podrían intercambiar sus posiciones: Coto de caza privado.
y sus complementos verbales seleccionados. Este nivel, a su vez, estaría Existen casos en los que la lectura verbal y la adjetival dependen del
dominado por un SN encabezado por el sufijo -r que actúa como elemento tipo de argumento. Así, hombre ocupado tiene la lectura activa adjetiva:
nominalizador en el caso de los infinitivos nominales, como acabamos de 'hombre atareado', resultando extraña la pasiva verbal: 'hombre que ha sido
ver. El infinitivo, una vez movido al núcleo nominal, pasaría a comportarse ocupado', que, sin embargo, es la única posible en país ocupado.
como un nombre, dado que encabezaría un SNj en esta nueva posición y Ap~tc:de la interpretación, existen pruebas sintácticas que nos
ya como nombre admitiría el sistema de determinantes propio de estas permiten disdnguIf'entr'e·los dos usos de los que estamos tratando: el
categorías (Demonte y Varela 1997, Hernanz 1999). verbal y el adjetival (Bosque 1989). Só19.J9.5..yerlJos, por ejemplo, admiten
complementos agentes: Edición reducidápor el editor, Propuesta autorizada por
ei gobierno (Lázaro Carreter 1980b), mient~.~_.~"1.~)osadjetivos admiten .. ,
complementos adjetivales: Edición reducida por su escaso interés, Medicina au-
r'itfJf~~~ 3. 8.3. Las construcciones toriilldájJor sus ifectos heneficiosos. La presenda de adverbios también está
de parti'2ipio limitada al uso verbal, por ello el adverbio recién únicamente aparece con
la interpretación pasiva: País recién ocupado, pero no *Hombre recién ocupado.
Los adjetivos pueden situarse bien antepuestos bien pospuestos al nombre,
El participio y los adjetivos por 10 que en expresiones como una autorizada opinión, una escasa edición, el
participio tiene valor adjetival.
El primer problema es el de determinar el carácter categorial de los
participios bien como adjetivos bien como verbos .. Bosque (1989) apunta
que los siguientes sintagmas poseen dos sentidos depen·diendo de cate':' la
,
.. '
"":1
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español III, El sintagIDa ve-'
.'\
vincular estas estructuras con las oraciones interrogativas, exclamativas y El gerundio también puede desarrollar valores adverbiales con domi-
con los imperativos {6.3. y 6+}. nio oracional y vinculados a la manera del decir y no al contenido propo-
El valor del participio en estas construcciones es básicamente tempo- ¡ sicional {6.7.I}: En estos casos, la construcción absoluta incluye comenta-
ral, como en Oídas las partes, eljuez se dispuso a dictar sentencia, aunque también rios sobre la manera en que se organiza o se expone el discurso:
puede desarrollar otros valores vinculadas con la concesión, como en: La t (126) a. Parafraseando a nuestro insigne amigo aquí presente, diremos
obra, "Si bien retocada en algunas partes, podría ser representada próximamente. ·1 ... que... (
b. Siguiendo a Lázaro Carreter, af1!1Ilaremos que la pasiva es una (
1 construcción independiente de la copulativa.
~~~ii:~3.8.4. Las construcciones i
de gerundio \I
I Los gerundios predicados
!'EE5li~W~i1! 3.8.4.I. Construcciones de gerundio Junto a las construcciones absolutas, tenemos ejemplos de gerundios
modifIcadores del núcleo verbal, y de uno de sus argumentos. En estos
absoluto casos se comportan como predicados secundarios {3.6.r.}: Llegó andando, /
Hablaba siempre gritando.
Los gerundios también forman construcciones absolutas de naturale-
Los gerundios también se documentan acompañando a verbos de "\
za similar a las de participio. En estos casos van entre comas, separados del
percepción del tipo de escuchar, mirar, notar, oír, ver: Vi a Tomás llorando
resto de la oración y llevan un sujeto propio, explícito o tácito, que, cuan-
y sentado en el suelo, No me lo podía creer: el otro día vi ti tu novia besando a
do aparece realizado, al igual que ocurre con el sujeto explícito de los
otro chico. Aunque, aparentemente, estas oraciones puedan parecer equi-
infInitivos y participios, va pospuesto al gerundio. Admiteri, asimismo, com-
valentes a las formadas por un verbo de percepción más una frase con
plementos típicamente verbales, como la presencia de una negación pro-
infinitivo: Oí a Juan gritar, Vi a Luis bailar, lo cierto es que la estructura
pia, al igual que los participios (Zagona 2002):
que proyecta el gerundio en estos ejemplos es diferente de la que hemos
(I24) a. No habiendo terminado la reunión, me quedé en la ofIcina. descrito para los infInitivos. Como he dicho al hablar de las estructuras
b. No estando tú en la sala, hablé con Susana. con infInitivos, el predicado de la cláusula mínima y su argumento for-
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IrI. El sintagma verbal
32 6 32 7
:~>~.
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español III. El sintagma verbal
32 9
(
r. Dadas las siguientes oraciones, identifique los papeles temáticos 6. Indique qué tipo de objetos indirectos aparecen en las siguientes '.
l.
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español '1
i
33°
r Bibliografía
Ca)
(b)
La salida de Luis encolerizado:
*La novia de Luis encolerizado.
*La mesa de Luis encolerizado.
. oastea
(e)
9. Fíjese en los siguientes pares de oraciones: COfllentada
(a) Juan respondió sinceramente. . \..~ .
(b) Sinceramente, no te soporto más.
332 333
r torno a las propiedades verbales yal análisis de los constituyentes que modifican al núcleo
verbal, Destacan el capítulo primero, donde se alude a, la alternancia locativa en español,
u 1\: tratamiento comparado sobre las estructuras ca\lsativas en laS lenguas romances
es el que se realiza en Zubizarreta'(¡98s). . "
~
i
el capítulo segundo, sobre las clases de verbos de régimen, así como los capítulos tercero Son 'muchos los estudios que se har¡ dec;iicado en exclusiva al análisis de los verbos
y cuarto, que tratan, desde una perspectiva teórica y dentro de la gramática generativa, de de control. E.llector se puede familiarizar con Jos principios básicos que regulan el control,
la predicación secundaria, co'ilsultando cualquier manual que aborde la teoría lingüística: por ejemplo, en el capirulo
Son numerosos los, trabajos que se han preocupado por las características del se décimo de Carnie (20.02) se analizan estos predicados y se comparan con los verbos de
medio o pronominal. Como introducción al estudio de este tipo de construcción, destacan ascenso, Aunque el análisis se apoya en ejemplos del inglés, la explicación puede aplicarse
los trabajos de Martin Zorraquino (1979) y de Lázaro Mora (1983). Para una caracterización al español.
X general de las propiedades del dativo aspectual o télico se puede consultar el trabajo de
De Miguel (1999) publicado en la GDLE. En este mismo artículo se hace un repaso por
las diferencias entre el aspecto flexivo y el aspecto léxico o clase de acción verbal.
1( El libro de Sánchez López (2002) constituye un modo excelente de ponerse al día
-;.. acerca de las propiedades del clitico .e, No sólo ofrece un destacado estado de la cuestión
que resume las principales explicaciones sobre las oraciones en las que se documenta este
clític9: desde las pasivas hasta las impersonales, pasando por las medias o pronominales,
sino que además recopila un conjunto de artículos que ofrecen un panorama diverso y que
ayudan al lector a entender las diferentes perspectivas del análisis actual. Ahora quiero
destacar especialmente el capitulo primero dedicado al estado de la cuestión y, en concre-
to, los epígrafes que versan sobre el le aspectual o célico y las constl1lcciones prQnQminales
omeDi~. -
Para una visión de conjunto sobre la complejidad del empleo de la preposición a
delante del OD, remito a Torrego (J999), trabajo publicado en la GDLE. Para el estudio
X de los oon debe mencionarse, en primer lugar, el libro de Vázquez Rozas (1995), Si el
lector desea, además, pna explicación teórica de lQS diferentes tipos de oon, de sus
relaciones sintácticas y. semánticas y de las alternancias en que intervienen, es aconsejable
...
consultar también el trabajo de Demonte (1994).
Sobre los predicativQs, merecen tenerse en cuenta el artículo de Hernanz (1988),
especialmente interesante para la relación entre, la presencia de los predicativos y el tipo
de clase de, acción verbal que denota un predicado, y el trabajo de Tomel Sala (1995), así
como el artículo de Demonte y Masullo (1999), publicado en la GDLE.
El trabajo de Rojo (1985) es un estudio ya clásico acerca de la clase de los adverbios
y construcciones adverbiales argumentales. El libro de Rodrlguez Ramalle (2.003) ofrece
una visión de conjunto sQbre los diferentes tipos de adverbios en -mente, además de con-
ju ar el análisis sintáctico con las ropiedades semánticas de cada cIase adverbial, AsiiñTs-
mo, repasa las pnncip es característICas que permiten lstinguir entre adverbios modifi-
cadores del verbo y adverbios de la onción.
Para una descripción de las colocaciones adverbiales, véase especialmente Bosque .' ;
(2004) y también García Page (2001).
')( Sobre las oraciones subordinadas adverbiales modificadoras de la oración, se puede
comenzar por consultar el libro de Marcos Marin (1980), para seguir con los dos libritos
de Narbona (1989-1990); Una visión actualizada y que ofrece un tratamiento novedoso de
la relación entre adverbios oracionales y oraciones subordinadas adverbiales modificadoras
j. de la oración se puede consultar en Marcovecchio (2.001).
y; El libro de Gómez Torrego (1988) no sólo contielje una recopilación de las diferentes
perífrasis del español, sino que además ofrece una introducción en la que se detallan las
diferencias existentes entre los verbos auxiliares que encontramos en una perífrasis y los
verbos plenos,
El trabajo de Hernanz (x999), recogido en la GDLE, constituye un repaso minucioso
por los diversos usos del infinitivo en español. Los infinitivos con sujeto léxico han cons-
tituido siempre un tema de especial interés, Un buen ejemplo ,de la complejidad de su
análisis nos lo ofrece el artículo de Rigau (1995),
. ~'. \
. .
'El tiemno ,
er···-·-···-··-··"·- · ·~;,,··
e~1~pe~1~·
y ... . .,,·¡'··'?Oo·'.·.\':'·'.·'' .
concor_~
. .' ~
...;
.~ .
pectuales 14.p.} y, en general, en los tiempos compuestos del sistema , ' , 4 010
verbal {4.3.2.}. Comprobaré que estos elementos, caracterizados por care-
cer de contenido léxico, son categorías que se proyectan en la estructura ",El tie111p.' O 'y el
·. asp~~tá-eneLsisterp:a
j ,
sintáctica como núcleos fUncionales con rasgos de concordancia y aspecto
{4.3.3.}. En la siguiente sección,mi interés se enfocará en el estudio de los
clíticos como morfemas de concordancia de' objeto directo e indirecto
{4+}. En concreto, me centraré en el doblado de clíticos [4.4.I.}, tanto de
objeto directo [4.4.I.I.} como de objeto indirecto [4.4.1.2.), en los fen-º-~
, "verbal'¡',.
adverbial
nos de,.c:.n.<;:lj,~A~J'.,.P:9':~ {4.4.2.}, en el llamado ascenso de clíticos {4+3.}
y, finalmente, en una serie de fenómenosc¡~~_~~c~13fl)9sc:!íticos con el
componente morfológico {4.¡-:¡.}:por"í11i:Tmo, trataré de las propiedades
que-pi~se"nta el -süjéto'd.ef español desde tres perspectivas [{.5.}: identifica-
ré la categoría funcional responsable de la marca de función del sujeto
(4.5.I.); hablaré de las oraciones que aparentemente carecen de sujeto en
español, comparando esta situación con la que encontramos en otras len- _~~__.__ 4. :r;;~:.. El tiempoyJos
guas y distinguiendo entre sujetos expletivos y sujetos nulos [4.5.2) y, por ,advetbiOS'-teniporales
último, revisaré los sujetos que reciben una interpretación arbitraria, esto ..... .,..- ':~?~\
.~~
34 0 34I
r E(stado) de cosas que se relatan y el momento del H(abla). Así, en un raíces que designan'los tie~po.s b¡í.sicos, da lugar a un sistema que pretende
tiempo' presente los tres momentos se dan 'simultáneamente¡ en el preté- . reflejar desde su denominación los valores de los diferentes tiempos verba-
"\
rito perfecto simple, el E es siempre anterior con respecto a H y a R¡ les. Según este sistema, el imperfecto es el copretérito, pues denota simul-
mientras que en un tiempo futuro, elE será posterior a H y a R: taneidad con un pasado; el pluscuamperfecto es el antecopretérito, que
(I) a. Llega hoy. señala una acción anterior a la indicada por el tiempo de la oración prin-
b. Llegó ayer. cipal; mientras que el condicional es el pospretérito, puesto que indica que
c. Llegará mañana. la acción que denota es posterior al pasado marcado por el verbo principal.
El verbo español llega, según Rojo (1990: 27),.al tercer grado de enca-
Las secuencias de (r) marcan situaciones que son; respectivamente, denamientoae.reraClone-s~.c_o'i!i~· ·semuestra en la secuencia Nos dijo queya
anteriores, simultáneas y posteriores con respecto al punto de referencia, hahría.terminado cuando llegáramos, en la que habría terminado expresa una si-
que, además, coincide con el momento del habla. Este sistema es la base tuación que es anterior a un punto, el marcado por llegáramos, que, a su vez,
de la explicación temporal de Reichenbach (1947), seguida con modifica- es posterior a un punto anterior al origen, momento señalado por dijo .
ciones en la actualidad. No sólo el tiempo como morfema verbal tiene carácter deíctica,
En los ejemplos de (l) estamos ante tien.!pgsaº.~9J]J,tOS.ql,l~ .tº;l!1ª.!J. pues los a~~~temporales poseen la misma configuración que el tiem-
como punto de referencia el momento del habla; pero también podemos po verbal: son tambié~ .e:lem.eI1tos que.spntienen rasgos deícticos que de-
eñcoñfiiri:lempos que -toman como pünt¿' de ';-a~r~ncia un instante tem- ben concordar cuando coaparecen en una oración. Por ello, son agramati-
poral distinto. En este caso el señalamiento temporal se produce dentro de cales las secuencias de (3):
un texte 7 los tiempos resultantes se denominan relativo~: (3) a~ *María vendrá {+ FUT} ayer [+PAS}.
(2) a. Me dijo que se despedía de la empresa. . b. *Juan viene {+PRE} ayer {+PAS}.
b. Me dijo que se había despedido de la empresa. c. *Juan vino {+PAS} mañana [+FUT}.
c. Me dijo que se despediría de la empresa.
Gar~!~._!,,~.~~~~ez (l996: 212 y ss.) denomina atinadamente a .estos
En los tres ejemplos citados, las relaciones temporales de la oración adv~~.~ios teml?:.ora.!es .deícticos anclados», pues' se"caracterizan por situar
subordinada sustantiva se establecen con respecto a un momento pasado, liCacción denotada por lapreéHcadÓn en relación con la línea temporal que
marcado por el tiempo del verbo de la oración principal dijo. Mientras que marca el tiempo verbal. Otros adverbios y expresiones deícticas son al día
el imperfecto indica,' en este ejemplo concreto, una acción simultánea con siguiente, la víspera, tres días anteS, la semana pasada, este mes, el año próximo, etc.
respecto al verbo de la principal, el pluscuamperfecto señala que la acción Todas estas formas comparten la presencia en su estructura de nombres o
. ,
de despedirse es anterior a la indicada por el tiempo de la oración principal; demostrativos, como siguiente, antes, pasada, esta, con contenido deíctica que
por último, el condicional simple indica que la acción es posterior al pa- permiten ~i~~ temporalmente la predic~c:ión. Un adfefi~o ' tomo pasado
sado marcado por el verbo principal: el condicional expresa, por tanto, puede formar, incluso, adverbios deícticos temporales compuestos como
futuro en relación con un hecho pasado. Atendiendo a estos datos, hay pasado mañana. -- _.. .
autores que ha.t1 propuesto que los ti~pos relativos son anafóricos, pues, ······--La prueba de que los adverbios de tiempo realizan la misma labor
como las anáforas, requieren siempre de"Ta-pieseñéJ:a -de-·{in· ~tecedente . deíctica que el tiempo gramatical la encontramos en el hecho de que exis-
[p.d (K?_i:.a.~ci 1990-x992 y L~~netti 2004). ten lenguas que carecen de tiempo gramatical y en las que la deros tem-
Bello (d47), en su análisis del"sistema verbal del español, utiliza una poral está realizada exclusivamente por adverbios. Citemos algunos ejem-
nomen:clar;;rañOVedosa para etiquetar cada tiempo verbal. Partiendo de las plos. Según datos recopilados por García Fernández (1996), en una lengua
tres relaciones temporales básicas: presente, pasado y futuro, Bello propo- de la Polinesia existen cuatro adverbios que indican presente, perfecto,
ne un conjunto de afijos: co-, ante- pos~, que, combinados entre sí y con las pasado y futuro y que son los responsables de la deí..¿s temporal de la
.... ... ".. " .' ...." , I .
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
342 343
r oración. Comríe (1985) destaca que en el burmese, lengua tibetana, y en el porals4nilar ,a la que 'encontramos en las estructuras oracionales corres-
yirbal, lengua aborigen australiana, la localización de un evento en el tiem- ,pondientes: así decimos María se marcha esta tarde y La marcha de Maria esta
po se hace exclusivamente mediante adverbios, ya que estas lenguas care- tarde, Los acuerdos se firmaron ayer y La firmdayer'de los acuerdos. Til.i"lto en el
cen de tiempo gramatical. düÍIrinio verbal como .e n el noniinal, el adverbio de tiempo ,sitúa, bien a la
Sin ir tan lejos y aunque pueda parecer sorprendente, el español tam- oración bien a la nominalización, en unas coordenadas temporales con
bién posee ejemplos que demuestran que, en ausencia de una marca tempo~ respecto al momento del habl~ Esto significa que la interpretación tem-
ral verbal, son los adverbios los que sitúan el evento denotado por la predi- poral de un nombre deverbal -sin tiempo gramatical, pero con adverbios
caci~n en unas coord~nadas temp,orales. E~s..~~:~_S~.~~~.!~,_~~s;::,:~_,~~~<~~ 'j de tiemplr-, es similar a la de una oración. Por este motivo, se ha propues-
espanc! carece de un tIempo específico que mdique que en un deternunado J to que tales nombres proyectan una categoría funcional con rasgos de
instante del futuro se cumplirán los hechos descritos por la proposición. Sin ! acción y tiempo en la que se situarían los adverbios temporales (Rodríguez
embargo, a falta de morfemas verbales, d!.sponemos de un sistema de adver- } Ramalle I995). 'En esta posición, los adverbios desempeñan la misma fun-
b~?~x~onst:rucciones, ~~,~P9r;¡J<:s. ~~~"y.aJ9!-]~NI~E2:S~! ~~-~'actu3icóino} ción deíctica que los morfemas de tiempo en una oración. Una prueba más
el punto de referencia sobre el que se proyectará el tiempoveroal de futuro. de este interesante !,ar_a!c:Y.~m9,~I).~t:eel~oIlJ.i~Clyerh.~ y~l ~.9minal res~de
El resultado es una secuencia temporal como las siguientes: en que los modiFiCadores temporales que acompañan a nombres deverbales
(4) a, Mañana (a estas horas) David estará a punto de llegar. pueden aparecer sin preposición, al iB'lal que ocurre en el dominio oracio-
b, El próximo martes (a estas horas) Eüsa irá a tomar el avión, nál;en' cambio; sieI nombre carece de estrucnlra argumental, la presencia
c. Esta tarde a las 5 h. Fabío se dispondrá a salir de casa. ' de' la .preposición es obligada, pues .es el único ~edio de legitimar al mo-
(Datos tomlados de Escandell, 2004: 255)' diflcadé temponíf Ltillegaaa 'de Maria la semana plZSada, frente a Las flores
de la lemana palada me encantaron {2.4.Z.].
Las frases de (4) tienen en común la utilización de diferentes adver-
bios y expresiones adverbiales temporales con significado de futuro. El uso
de estos modificadores hace posible proyectar un acontecimiento venidero
a partir del punto de referencia futuro establecido por los adverbios y
~ 4.1.2. ~L _ªspec~q _ y los adverbios
expresiones mencionados. El resultado es que la referencia futura, manifes- ~~p.~c1:t.lales ....
tada en la desinencia verbal, toma como referencia el momento, también
futuro, marcado por los modificadores temporales, de modo que, al com- T!~~p',~':U~~!~P_e.S,t~, son d?~.categorías lingüísticas distintas, aunque
binar ambas secuencias, estamos expresando un 'futuro del futuro'. estrechame?:te relacionadas -en algunos aspectos del sistema temporal
Estos hechos nos indican que, los adverbios r construcciones tempo- {4.i::i.}:Mienúas que el tiempo es una categoría deíctica que localiza una
rales deícticas deben tener alcance o dominar a toda la oración, al igual que sit~~cí6n ¿on·respe'c'to a un eje temporal, el aspecto es una categoría{nO
el tiempo verbal¡ por este motivo, se ha propuesto (Rodríguez Ramalle deíctica que se refiere ar.:desarrollode la aéción:. Una prueba de la diferen-
1995 y I999 Y Alexiadou 1996) que los adverbios temporales se sitúan en cia entre tiempo y aspecto la encontramos en la existencia de adverbios
la posición de especificador de la categoría funcional con rasgos de tiempo, específicos vinculados con cada una de estas categorías. ·' "
ST, con el fin de concordar con los rasgos de Tiempo contenidos en el - Los a<f.'~Eb.!?.~ ,,~e~s!Uales Y0.r todavía (Bosque I980, Girón Alcon-
núcleo funcional correspondiente. En dicha posición intervienen de mane- r
chel 1991 Garrido 1993) sOllsep.sibles a la distinción aspectual perfectivo
ra decisiva en fijar la referencia temporal de la oración o de la nominali- vs, imperfectivo. El adverbio ya aparece cuando el aspecto verbal es per-
zación, o
fectivo puntual; por ello resulta incompatible con un tiempo imperfec-
Es interesante sefialar que los n<??:l~re~ ..uC!,v:~r~a,l,~,~, . a:u.nque carecen tivo: María ya me lo entreg6, frente a *Marfa ya me /0 entregaba. También se
de morfemas temporales, admiten la presencia de una modificación tem- documenta en contextos perfectivos introducidos mediante una subordi-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
344
cador temporal:
(S)
.
a. Cuando yo salía, María ya llegaba. l·
~"::·~·tpec!e~~i~f s~~~!:i~~b~:
b. Juan ya corría en su juventud.
el c~s<? del imperfecto
--_._-~'.'" - . ~,~-" -.,-" - ~ _"0_. .'_.... "........ __
En estas oraciones, el adverbio ya denota un aspecto puntual referi-
do, en el primer caso, a la subordinada temporal y, en el segundo, al SP
La estrecha relación existente entre el tiempo y el asp~cto que se
temporal; así, dichas oraciones se interpretan, respectivamente: 'En el
observa en el sistema verbal español ha provocado, en ocasiones, la diver-
momento de salir [+ puntual}, María ya [+puntual} llegaba', 'En su juventud
gencia entre los gramáticos a la hora de definir nuestra conjugación como
[+puntual], Juan ya [+puntualJ corría'. En este segundo caso, el adjunto
un sistema b~ado en oposiciones exclusivamente temporales o mixto,
temporal en su juventud crea el contexto en el que debe ser interpretado el
temporo-aspectual. El problema no es fácil de solucionar y, de hecho,
adverbio aspectual, de modo que la acción denotada por el evento correr ya.
existen opiniones en ambos sentidos. El centro de la polémica es el imper-
aspectualmente puntual, debe ser simultánea al momento denotado por la
fecto y su oposición con el pretérito, llegué 'oS. llegaba: en concreto, la exis-
construcción temporal en su juventud.
tencia o no de una oposición de carácter aspectual en el empleo del per-
En cuanto al adverbio todavía, se legitima sólo en contextos en los fecto simple y del imperfecto.
que el aspecto es imperfectivo; por ello, se documenta acompañando al
imperfecto: Francia debatía todavía esa posibilidad, pero no. a los perfectos: QuieX::,~.~~!!:~11:cle,~_~_~iste1Il:l~.ef!1I'0ral @~jo 1974 y 19?0) abogan por
unas.aracterización del imperfecto basada en la idea de sunultaneidad con
*Francia debatió /ha debatido todavía esa posibilidad. Es interesente señalar qu~
respect,Q a ~ tieIllPo o. marco previo. El matiz de simultaneidad se pone en
el adverbio todavfa puede acompañar a un tiempo perfectivo si se inserta
evidencia en oraciones del tipo de Cuando Juan entr6, .!vIaria cantaba, en la que
una negación, como ocurre en Franc!!!._'!!!....~a debatido todavía !Sfl. posibilidad
el imperfecto expresa simul~.~eidad con respecto al tiempo de la oración
(B~squ-eI98o). Esta transformación sugiere 'qü~l~ ~~~a~iÓI1: Jlu.e.c:i,~. ~rearun temporal [4.I.I.]. Paralo's'lingilistas que defienden un análisis en términos
contexto durativo que legitima la presenciii"ael adverbio todavía y excluye,
a ia vez, la presencia del adverbio ya. Esta es la razón por la que una
aSE.~Etu~es (Alarcos i949'y 1975, Córilrie 1976, Pena 1985 y en la actualid;d
,.'
!, '., García Fernández 1996 y 200 4 Y Cipria y Roberts 2000, entre otros), por el
oración como Francia ha debatido ya esa posibt'lidad, en la que el verbo posee
contrario, el imperfecto subordinado no siempre expresa simultaneidad con
un aspecto perfectivo, es agramatical si aparece la negación, tal y como
respecto al verbosubordinante, y, en camb,io, sí es susceptible de expresar
vemos en *Francia no ha debatido ya tsa posibilidad, oración con aspecto
imperfectivo o durativo marcado por la presencia de la negación. La nega-
aspec"to imperfectivo, no acabado. Uno de
los argumentos sobre los que se
apoya este análisis aspectual tiene que ver con el hecho de que el imperfecto
ción, en consecuencia, puede modificar la estructura aspectual de un pre-
resulte compatible con acciones habituales, por defInición no perfectivas.
dicado.
Así, cuando decimás-queMaria cantaba, no sólo nos estamos reHriendo a un
Debido a que los adverbios Y'f..Lt.º-44'J!.ff!. son sensibles al contenido
evento pasado, sino que indicamos que ese evento era habitual; y 10 mismo
aspectual perfectivo ¡imperfectivo, proponemos que dichos.::¡,clv.-~fºi()s. se
con Juan fumaba y Juan era fumador (Datos tomados de García Fernández,
gen~!".~ como especificadores de la.proyección Sintagma Aspecto, u~a de
20°4: 45)· Esto se debe a que el imperfecto, debido a su caracterización as-
las proyecCíones en que se divide la flexión verbal [I.I.4.I.]. y cuyo nudeo
pectual no acabada, sirve para referirse a actividades o acciones habituales
posee un contenido asociado con la distinción aspectual perfectivo ¡imper- que caracterizan a los individuos.
fectivo.
O~~.?.d.elo~ datos que apoyan la interpretación aspectual del imper-
fecto tiene que ver con la clase de acción a la que pertenecen los predica-
dos. Los verbos de estado [3.3.1.J son, 'por definición, atemporales, por lo
que no admiten modificadores temporales ni locativos. Precisamente por
feresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y.el aspecto
347
este motivo, pueden aparecer con el imperfecto, ya que este tiempo se ceptibles.de actuar como marcas temporales: me refiero, por-ejemplo, a los
centra en la duración de la acción y no en su límite: María era de Sevilla; ªdverbios de tiempo o incluso :ir sujeto de: la oración, categodas vinculadas
Luis erraba en Madrid, cuando sucedieron los hechos. En este último ejemplo, el c<??:. la proyección ST [.p.I. -Y 4.5.I.}. De la interacció'i i-'eñtie 'e!-aspéCto
imperfecto expresa ~ontinuidad con respecto al momento en que se suce- imp'eifecfivo y el maréci temporal que le sirve como referencia, es posible
dieron ciertos hechos. También es habitual documentar el imperfecto derivar buena parte ·de los usos de este tiempo.
dentro de una narración, como marco o encuadramiento de los hechos En Vi como se_incendiaba la casa, es evidente que el imperfecto coinci-
descritos: Cuando era pequeña vivia con mis tíos en una gran casa de campo. Un de en parte de su duración con el marco temporal previo marcado por el
día Ileg6 al pueblo un extraño. Como se ve, el imperfecto se utiliza para Ial verbo de la oraCión principal vi. Sin embargo, esto no siempre es así, pues
el marco de referencia puede cambiar y no estar determinado por el tiem-
descripción de hábitos o estados habituales, mientras que el perfecto sim-
ple es el tiempo de la narración de eventos que tuvieron lugar una sola vez) . po del _verbo principal, suio por cualquier otro elemento de la oración
~i el imperfecto ~~.__'!~__~~~r.nP<?~!ll'E~(:!9 __ a~E~~_t:Il~e?t~ _~9g;1-g..iE-:l.S3:- marc:ado temporalmente; esto último ocurre en la oración de García Fer-
bada, entonces tenderá a construirse con verbos que genoten eventos até- nández (1996): Napoleón dijo que Ana Bolena tstaba loca. Sabemos, per nues-
líiQs-"i._ri~ -~~!~~40S; -co;no -Jüiñ -dé~~~~ba cas;se~ ;~ j~~~~tl~d,-·Fernan(Jó tro conocimiento de la historia, que las vidas de Napoleón y Ana Bolena
entrenaba duro duranie·úo"iti7íos: No obstante, también puede aparecer con no coincidieron ni un solo momento, por lo que ningún elemento de la
predicados télicos. En este supuesto, el aspecto imperfectivo convierte a oración subordinada puede ser simultáneo con el tiempo de la principal.
las predicaciones en impedectivas, al adaptar la estructura semántica del Por el contrario, la acción de la oración subordinada en imperfecto es
nuevo predicado a las condiciones de aspectualidad oracional impuestas _ anterior en el tiempo a la acción denotada por el perfecto de la oración
por la presencia del imperfecto (Leonetti y Escandellzo03, García Femán---\ - princip~ Napole6n dijo. En estos casos, el marco a partí, del cual se inter-
dez 2004). Compárese, por ejemplo, Juan diseñó el plano de la nueva casa J _/" preta el imperfecto es el establecido por el sujeto de la subordinada 'la vida
(verbo télico y acción perfectiva) con Por aquellos días, Juan diseñaha elplano"- de Ana Bolena' y no por el tiempo perfecto de la oración principal. Con
de la nueva casa (verbo télico, pero acción imperfectiva, simultánea al tiem- respecto a dicho marco, el valor aspectual imperfectivo determina que la:
po marcado por la expresión temporal). acción de la segunda oración estaba loca se prolongue durante el tiempo
de duración del sujeto: la vida de Ana Bolella. Existe, por tanto, una re-
~ª- ine¿ompª!ibj!!?~~ __:.~~r.~. :~ ..i?1J?~r.~~-~9_ r l_~~ . a.~j_l:!-~_t~.~,__~~!llE9~a!es
inJIodllsidospor haJ.taque, _taI?1bién.pued~ se.r exp!ica4~:.!!nt~rtnitl()s,.~P~c- lación de simultaneidad con respecto al tiempo del sujeto -derivada del
'./ t\l~~,s. JDe Miguel 1999). La imposibilidad de oraciones como -Le doltila carácter imperfectivo de estaba-, pero no en relación al verbo de la ora-
cabeza hasta que (se) tomaba una aspirina se debe a que el imperfecto tomaba ción principal.
señala que la acción no ha acabado, resultando incompatible esta idea con Hay ejemplos .e n los que el imperfecto puede llegar a expresar pos-
la pres encia del adjunto hasta que, encargado de fijar el punto de referencia terioridadcon respecr"oaJ tiempo 'de la oracióri-- principal. En Efherido . I
a par6 r del cual un evento acaba y comienza otro. En este contexto, en failecida IliJcinco de la tarae, aunque úi'iaoticia se difundía {tres horas después ¡mlÍ!
cambio, es perfectamente admisible la forma del perfecto simple, que se- tarde}, el imperfecto está expresando un evento futuro con respecto al
ñala el fin del evento encabezado por basta que: Le dolió la cabeza hasta que hecho pri;"cip-ai ubicado en el pasado: el fallecimiento del herido. E!i!!P_~~:
se tomó una aspirina. f~ct~ .9~l,lqta, por tanto, un futuro del pasado. El punto de referencia o
En la explicación del imperfecto hay que tener en cuenta, ante todo, muco con respecto al cual"ef unperfecto eipresa simultaneidad en algún
que este es un tiempo relativo que requiere para su interpretación de la instante es el adjunto temporal tres horas después O más tarde.
presencia de un marco temporal previo {4.I.I.}, que no tiene que ser nece- La caracterización aspectual también permite dar cuenta de algunos
sariamente el marcado por el tiempo de la oración principal, con respecto de íos valores secundários del imperfecto. En cualquier noticiario de radio
al cual el imperfecto puede expresar simultaneidad, anterioridad o incluso o teleVisiÓn es habitual oír secuencias !;omo El presidente llegaha hacia las seis
posterioridad, sino que puede estar representado por otros elementos sus- de la tarde al Congreso y El avión aterrizaba a las doce de esta mañana en el
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
1,os distintos datos que hemos reVisado apúntan hacia un análisis del sobre la que recaen las marcas flexivas y que se vincula
imperfecto como form~_~~:::~~ ,~!1!cada aspectualmente frente al perfecto con la estructura funcional de la oración [3.8.1. y 4·3.}·
simple. Este enfoque no excluye otros posibles tratamientos en los que se . Sin embargo, en un verbo simple: vienes, comíamos, llama-
analiza el imperfecto a partir de la relación que establece con otros tiem- rían, etc. la información léxica y la semántica aparecen \ ,.
pos de la conjugación, por ejemplo, el condicional, en oraciones como Si realizadas bajo una sola unidad morfológica, pues el con- (
tuviera tiempo, me (iha liría) con vosotros (Veiga 2004). Parece que el imper- tenido funcional se realiza como un afijo que requiere
unirse a la raíz léxica. Esto significa que la unidad verbal ':"
fecto implica en estos casos un mayor compromiso por parte del hablante
ante su enunciado. posee tanto rasgos semánticos como funcionales, es de- (
cir, se vincula tanto con el SV, posición donde se genera,
{
, '" como con las categorías funcionales con rasgos de tiem-
\ ¡:~:~;i, po, aspecto y modo, con las que debe entrar en re1acio-
'''''g'';"" nes de concordancia de sus rasgos formales. Esta duali-
" ';~df'J;\:;é')'2,;~;?::~I;tf~ se percibe mejor en las lenguás que poseen una
L"'i,>J,';;'riidrfología flexiva rica, como el español o las lenguas
romances en general, y tiende a manifestarse en un fenó- 349
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspectO
35I
r meno sintáctico bien conocido llamado «movinliento del verbolt. Este fe- .
nómeno, sin duda uno de los tema~ de sintaxis comparada que más se ha
. Así, exist:e un mteresante contraste entre los adverbios de manera
., v,erbal, por una parte, y lo~.ad~erbios de frecué;;a~y"d~;~~~;-qri~~t~dos
estudiado, tiene además consecuencias en el ordell en que se suceden cier- al"'5.üjeto, por otra. Losp~~m~~9s,que ac~~ncomo predicados del evento
tos constituyentes en la oración. . ' . ved:Íáih7~J.2.}, ~wpuedeª,_~itu3.(se ellposición preverbal, como se ve por
El contraste entre una lengua romance, como el francés, y otra que no la agramaticalidad de secuencias como "'Maria completamente resolvió sus pro-
lo es, como el inglés, en lo que respecta a la posición que ocupan los adver- . bleiñiii;....LiiiTjriigmentariamente escuchó la graDación, mientras que los dos
bios de frecuencia -':"¿atos de (6 a) y (7a).-, analizado,s siempre como adjun- segundos pueden localizarse tanto en posición posverbal como preverbai,
tos al SV, se ha explicado a partir de la idea de que en francés existe un según ejemplificamos en los datos de (8) y (9). Para poder dar cuenta de
desplazamiento del verbo fuera del SV hasta la posición de núcleo de una este contraste y, en gener~, de la movilidad de cierta clase de adverbios,
categoría funcional con rasgos flexivos, representada en las estructuras de hay que partir .d el estudio de las propiedades semánticas características de
(6b) y (7b) por el núcleo T (pollock 1989, Chomsky 199 2 ): cada tipo de adverbio (Rodríguez Ramalle 1999, 2003).
(6) a. Jean (*souvent) embrasse (souvent) Marie. Los adverbios de frecuencia actúan como cuantificadores del evento,
b. (ST Sujeto {T' Verbo [sv Adv... }}} {Francés} sensibles ~"r¡t~l~;~' de aCció-ñverbarque denota un predicado, pues sólo
(7) a. John (often) kisses (·often) Marr· cÜ·anti:6.can s9Pr.e verbos de actividad y reaU:z;ación: Pedro fuma muy a meno¿-
b. (ST Sujeto h. {sv Adv [vo Verbo ... 1m {Inglés} do, ·Pedro fo~a ei~igarro muy a menudo [3-7.3.3.]. Como cuantificadores que
son, tienen que situarse en una posición desde la que tengan alcance sobre
Mientras que el francés, lengua que como el español posee una esta información contenida en el núcleo verbal y expresada composicional-
morfología con peso fonético, requiere el movinúento del verbo hasta el mente.también a través de los argumentos internos b.3.}. La consecuencia
núcleo T para concordar con los rasgos flexivos de T,' el inglés no refleja es que estos adverbios se podrán situar bajo el Sv, prC?rección con conte-
este desplazamiento de manera visible en la sintaxis. La consecuencia de nido de CAUSA/A,CTIVIQAD [3.2.I.3.}, ocupando una"posiCIÓn posver-
ello es que en francés el adverbio se sitúa detrás del verbo situado en el bal--dato de (8a).:-, pero también bajo el doiiilillodel verbo movido al
núcleo T, mien~ras que en inglés el adverbio adjunto al SV ocupa una ~Ócieo T, como especificadores múltiples d.e la proyección ST, ocupando
posición siempre superior a la del verbo, que permanece bajo el SV. entonces una posiCión preverbal-dato de (8b)-. En cualquiera de las dos
El español, al igual que otras lenguas romances tales como el portu- posiciones el adverbio"tiene ' álcance sobre la información eventiva repre-
gués o el italiano, no se adapta ni al esquema del francés ni al del inglés, pues sentada por una variable de proceso contenida en la estructura semántica
documenta una serie de adverbios tanto en posición posverbal como prever- del verbo: -
bal. Este es el caso de los adverbios de frecuencia cuantificadores del evento
. ,
{3-7.3.3.} -dat~s de(g~y"de"ro-saCiverbio~d~ maliera orienta-dos' afsujeto, (lo) [ST Sujeto {ST (Ad'lJ. frecuencia) {r V [sv h(sujeto) {sv (Adv. fremenda)
predicados del sujeto agente'y' de la acción verbal f3·7.J.I.} -datos de (9)-: [ .. CAUSAJACTIVIDAD}}}}})
(8) a. Juan besa frecuentemente a María. La situaci6n opuesta. la encontramos en los a_dver~~os de manera
b . Juan frecuentemente besa a María. verbal. Estos son predicados de la clase- de acción verbal que pueden
(9) a. Sin embargo, Kaduri le recibió amablemente y le dio su bendi- modlficar a la actividad o a la realización, por lo que se situarán en una
ción. {CREA, El Mundo, 30!05h996} posición -en l~ que puedan cumplir el requisito predicativo del mando-c
b. Yo le interrumpo y repregunto, ¿pero no es para «participar» en mutuo entre predicado y argumento {r.I.J.4. y 3..6.3.}. Con el fin de satis-
cambios políticos, en organización de la sociedad civil? La joven j facer este principio, los adverbios se situarán bajo la proyección encabeza-
amablemente me contesta: «¿Usted no es peruano verdad?l'. da por el núcleo léxico del que se predican: bien bajo el Sv bien bajo el SV,
{CREA, El Nacional, or/o7!I996} . 1i dependiendo de su orientación b.7.3.1.}:
\
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I
IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
Teresa María Rodriguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español I
·1
I 353
352
¡
r (II) {ST Sujeto
/ACTIVIDAD
h· V [5. h(sujeto) fsvAdv. orientado a la actividad [v'CAU~A
[Sy OD {SyAdv. orientado ala realización [V'LLEGAR
"
,
¡.
posible pbtener la lectura orienta«:ia al sujeto: *La carrera fue ganada ago-
,tado por el corredor belga, *Lacanción fue cantada borracha por la soprano (Datos
A SER}}}}}}}} i .tomados' de Demonte, 1991: 208).:
I ' .~.,~;~·;;~z:.".)'·:~l1~.
. 'J I.,~ ••~~.¡!., .:i·.'·,:~
. ~'1
,~r e"n las pen~ frast- s
";l '\:\~,,.~l.s,~e<:tua1es yen los
·;:...t.....
Lo! miembros del equipo conVerSaf'(J71 todos con los invitados a la celebración y en
Todos los coches chocarón ('unos con otros'), frente a 1,os coches chocaron todos"-¡
! ?,'jljw
('contra las vallas de seguridad del circuito'). Estas diferencias de interpre- ¡.
tación parecen estar determinadas por diferencias de alcance. Los cuanti- \} :;:i~j:;' k ",k ) t ;l@m.pOS com uestos
ficadores vinculados a la posición del determinante dentro de'l sujeto de; la .)1
oración pueden tener alcance sobre toda la predicación, incluido el su-~to,
o sobre una parte de ella; pero cuando~!! sitúan en posición posverbal,.bajo
--- E"
el SV, afectan únicamente al verbo y a süs a:.rgümentosiñieroos,por lo que
no tienen alcance sobre la posición de sujeto de la predicación. En la . .
lectura' recíproca, que sólo se obtiene cuando los cuantificadores ocupan la. '<..
¡ ,;;:f,jW'
.I;st~lifm 4.3' " ~~rifi~is'
posición de sujeto, estos distribuyen la acción entre los miembros que I 4.i~·"
asp.." "'tuáles ,.<~.) ."~:; . . .
,é'/
integran el conjunto denotado por el sujeto. En cambio, en la lectura no
recíproca, los cuantificadores se aplican sobre el sujeto como un conjunto
que actúa sobre un segundo objeto realizado como argumento ineerno de .l
".~",.:;.i< dI :;;~r~~8c~}'
ar
ifiT~cadas según ~l
.I.. enemas een-
LJ'
la predicación. 1" fras~~<:..I?~fil!st . ll~titu.d, ,~R;~~A,~ll?a.b.l~~(! y.'
q~e ~xp~esan~~mtp;;: n, posib.iliclad, intención o ca.pa~i- : . '~
ir
~'f,'
,$1
dad; estas perurasls se. de~~~~. ~ffi9Q~~S»: deber + t1!- i
finitivo, tener que + infinitivo, ,haber de + infinitivo, poder +/
:,... ;,,.'•~.} . injinitalivo, etIc. ~6.6.Ial·] y ot~~. que Aesar:ollan vfi~~~eds as- '" "
. peccu es re atlvoscolll1eJl7;0, trllllScurso o .. '. e la •
.'
;':~
'.1 acción verbal, por lo que reciben el nombre de perífrasis
«aspeccuales»: ir a + infinitivo, haber de + infin¡ti~o,"e;tára'~ '
i1rfinitivo, tener + participio, etc. Repasemos brevemente
los principales valores aspeccuales que aporta una perí- .'
frasis (Gómez Torrego 1988).
La ácción vista en sus comienzos está presente en
las perífrasis incoativas del tipo de ir a + infinitivo: Va a
" salir el sol, empezar (comenzar) a + infinitivo: Empezaba a 110-
;'.:;;. ver cuando salíamos, ponerse a + infinitivo: Ahora se pone a
,;r.Ó,}'.', llover,echar(se) a + infinitivo: Se echó a r/orar en aquel momen-
-·"'';\3,;,4~~;'':':fi",;.;;,4o" . ,!star al + infinitivo y Estar para + infinitivo: Mi padre está
' ~"''':':{ii:.:;;';'1itl/egar, Estoy para salir de un momento a otro. La perífrasis
estar al + infinitivo, pero sobre todo, ir,a.+infini.tivo, a~- 3)5
:-;r-
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Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Espafiol I IY.La concordancia, el tiempo y el aspecto
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1 357
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ten lecturas temporales expresando un futuro inmediato: Juan estd al llegar, . 1 les como Tengo escrito 'ti; mi~ad .de/libro. Sólo a partir de .la época clásica
Vizn a Ser lás tres. ¡. empieza a expresar simplemente acción concluida y anterior altiempo que
.'
El punto de vista opuesto, el final de la acción, aparece asociado a I sirve como referencia..Esta idea de anterioridad está presente como signi-
perífrasis del tipo de dejar de -+ infinitivo: Dejé de leer tu libro, acabar de + ¡ flcado básico en todos los tiempos compuestos (Bello r847): el ante~futuro:
infinitivo: Acabo de terminar de lavarme, llegar a + infinitivo: Lo he llegado a i Cuando llegues mañana, ya habré-É,ecko el examen, el ante-copretéritoo"plus-
perder todo y acabar por + infinitivo: Acabé por enfadarme. cuamperfecto: Ayer me dijo (¡úe'ya--babia hecho el examen "~i ·erante-presente:
En las perífrasis de participio suele predoliÚI}ar el valor perfectivo- Ya he hecho el examen. ~ . _-
resultativo, como vemos 'e n estar + participio: La lección diez ya estd explicada, . Como' formas integradas. en la conjugación verbal, en la explicación
.terúr +participio: Tengo escritos ya cincuenta folios, llevar + participio: Llevo escri- de los tiempos compuestos se debe tener en cuenta, al igual que ocurre en
tas veinte páginas. ~ los tiempos simples de la conjugación -pensemos en el imperfecto (
En las perífrasis de gerundio se observa un cambio de orienta:~9n {4.I.3.}-, la iD:teracción eIJ.Jr.et~~mpo Y aspecto. Un ejemplo de este enfo-
aspectual derivado del hecho de que el gerundio es una forma imperfectiva. que lo encontr~¡;s'-ei1'--el estudio dfdaspropíedades del pretér;ito co,~
Este carácter se manifiesta en la mayoría'de sus perífrasis, tales como estar °
puesto perfecto, denoininado por Bello (1847) an.tepres~!1te. Este tiempo
+ gerundio: Estoy estudiando medicina en Madrid, El cielo se está nublando, ir + posee'-üIiá. morfolOgÍa que combina el tiempo presente, marcado por el
gerundio: Se va haciendo tarde, andar + gerundio: Ando dándole vueltas a ese pro- auxiliar haber, con el aspecto perfectivo de acción ya acabada, vinculado a
blema, llevar + gerundio: Lleva lloviendo toda la tarde. No obstante, también es la presencia-del partiCIpio de pasado. Es un tiempo, por tanto, que, si bien
posible encontrar un valor incoativo en estar + gerundio: Me estoy poniendo posee rasgos morfológicos de presente, se integra dentro del sistema de la
mala. .. conjugación verbal del español como un tiempo pasado o antcl:i.or con
En una perífrasis verbal, el verbo en forma no personal posee el resfl.~ct() al momento del habla. Esta ~?,:!.}id~;l es la que nos permite usarlo ".
contenido semántico, por 10 que encabeza el sv, pero ¿qué posición ocupa para designar una acción en el pasadO, por tanto, ya terminada, pero rela- \
el verbo auxiliar? Sabemos que no es una forma léxica. Por los datos que cionada todavía con el presente (Alarcos 1949, habla de 'presente amplia- (
acabamos de revisar, los auxiliares añaden a la perífrasis valores diversos do'). Así decimos Hoy ha llovido mucho, frente a El año pasádó-¡¡ovi6~ucho,
relacionados, en· estos casos, con el aspecto de la acción. Por ello, se ha ya-q:{;,e, en el primer caso, el hablante todavía se sitúa en el momento del
defendido que, en general, los verbos auxiliares encabezan su propia pro- habla, marcado por la presencia del adverbio temporal de presente hoy.
yección funcional-algunos ~;;torc:'s han llegado a defender l~ existencia de Esta explicación puede ajustarse a los usos del español estándar, pero
un:SiritagrnaAuxiliar (Rivero 1994a, entre otros)-, pues únicamente po- en la realidad no da cuenta de la gran variación dialectal documentada en el
seen ;;sgo~"'funClon3Ies, tales como el aspecto, la concordancia de número uso de este tiempo, tanta que a veces se ha sugerido que en ciertas zonas del
y pe1.'$ona, el tiempo y el modo. ,,-- . ' " español de América, como México, Río de la Plata y Puerto Rico, el tiempo ' . ,
compuesto está desapareciendo en favor del pasado simple. La diferencia de
uso entre el español estándar y el de México, por ejemplo, se observa en
Tiempos compuestos secuencias como i~épasó que vienes con esa cara.~' Por fin, ya escribi la carta; Hoy
compré un libro precioso; No vino hoy (Datos tomados de Lope Blanch I983).
Los tiempos compuestos también son un ejemplo de perífrasis en las Todas estas oraciones tienen como rasgo común el designar acciones aca-
que el sigruficado ha pasado de ser aspectual a temporal, por lo que dichas badas, con independencia del tiempo -pasado o pasado próximo al presen-
formas se han incorporado a la conjugación verbal. La construcción de te-, en' que fueron terminadas. El marco temporal en que se suceden los
tiempo compuesto con haber es una creación romance formada sobre una hechos puede quedar manifiesto mediante el empleo de un adverbio tempo-
base latino-vulgar perifrástica HABEO + INFINITIVO. Su significado ral de presente, uso que, sin duda, llama la atención a los hablantes de la mo-
originario podía ser similar al que hoy en día presentan perífrasis aspectua- dalidad estándar, al hacerlo coincidir con el tiempo pasado de la flexión
~'eresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo.y el aspecto
359
verbal. El adverbio tiene la función de indicar en estos casos que el tiempo . En ocasiones, podemos. encontrar más de una forma auxiliar acom-
de la oración todavía está vinculado con el presente. En el español estándar, . pañandoa un verbo en fotina no persona!. En estos .casos, el orden en que
lo habitual sería el uso del pretérito compuesto: ,ri<Eé ha pasado que vienes con se suceden. los auxiliares sigue una 'secu~ncia fija. Fijémonos, pór ejemplo,
esa cara.~· No ha venido hoy, puesto que las acciones. aquí descritas, si bien de- enJiestruéturafináI de una perífrasis como habiauguido estudiando, repre-
notan hechos pasados', se enmarc.a n desde el presente o momento del habla, sentada en (r4): . '. . .
esto es, designan un pasado todavía muy próxinio. En el español de México,
el uso del pasado compuesto queda relegado a la eXprJ!sión de acciones no (14) {ST h había [s&¡> {Asp' seguido {sv {v· estudiando}}]}}}
acabadas: mas pensado bien en lo que te dije.? (¿estás pensando?), Este mes he estu-
diado mucho (todavía sigo estudiando). Por tanto, en el español de México' . En esta estructura tenemos un auxiliar de tiempo compuesto, habítl,
predomina una lectura aspectual del perfecto compuesto como tiempo qM~ ( que ocupa la posición fin3.I de núcleo de la categoría funcional con rasgos
designa una acción no acabada, en oposición al valor perfectivo del pas'a & . de~t~~~po, un' auxiliar aspectual,seguido, que además adopta la forma del
simple, frente a su lectura predominantemente temporal de tiempo paSado participio que selecciona el tiempo compuesto y que ocupa la posición de
vinculado con el presente, característica del español estándar. Esta clara di- núcleo del SAsp y, por último, el verbo principal, en este caso un gerundio,
ferencia en el uso a veces puede debilitarse en ciertos contextos documen- sobre _eJ._qtl~ recae l~ carga selflántica <lc:1. .<:omplejo.
tados en la variedad peninsular. Por ejemplo, una anciana decía hace pocos Según'e;foiden:que se ejemplifica' en la estructura propuesta, las mar-
días todavía desde su casa: He vivido en esta casa toda mi vida y ahora me quieren cas flexivas de tiempo, persona y número se encuentran siempre en el pri-
echar. El perfecto compuesto designa una acción no terminada todavía en el mer elemento de la serie verbal, por lo que es dnudo T el que domina a!
("
presente, pero que, como ocurre en este caso, está a punto de acabar. reslo.,J'ras este, aparece el auxiliar aspectual y, por último, el verbo princi-
pal~ Esta jerarquía se debe mantener cuando coaparecen varias perífrasis. Así
El valor del pretérito compuesto también está sujeto a variación en
las lenguas romances. Por ejemplo, en francés, el pasado se expresa a pues, secuencias como -Los niños estado habían estudiando 's on agramaticales,
favor siempre de la forma compuesta. El portugués, por su parte, man- frente a Los niños habían estado estudiando. En este último ejemplo se respetán
tiene una distinción entre el pasado simple y el compuesto similar a la además los requisitos de selección de los auxiliares en cuestión, ya que haher
que se documenta en ciertas zonas del español de América (Quesada rige participio y estar, en su acepción durativa, gerundio.
Pacheco 20m), puesto que el pretérito simple (cantou) se emplea para En lo que respecta a la parte léxica de la perífrasis, integrada por
referirse a situaciones pasadas, recientes o no, mientras que ·la forma infinitivos, gerundios y participios, estos tienen la posibilidad de admitir
compuesta (tem cantado) se utiliza para marcar una acción que no ha
ciertos modificadores adverbiales situados entre el auxiliar y la forma no
terminado y que dura todavía en el presente.
personal: Dejé rápidamente de leer, Se echó desconsoladamente a llorar, Ando con-
tinuamente pensando en lo mismo. La inserción de modificadores es especial-
mente productiva en el caso de los participios, pues estas formas no per-
~ 4.3.3.
. .I?fqy~cción ~n la estructura sonales admiten una gama de modificadores mucho más amplia que la
~
permitida por infinitivos y gerundios: Le tengo ampliamente documentado, Les
slntactlca llevo completamente rtVisados, Todo está cuidadosamente embalado, frente a: ·Lo
deho ampliamente documentar, ·Estuve completamente revisándolo, .?rrerminé cui-
Los verbos auxiliares son los encargados de concordar con los diver- dadosamente de embalarlo. La existencia de estos modificadores también se
sos núcleos funcionales de la oración, pues en ellos residen los rasgos documenta en los participios de los tiempos compuestos, aunque con algu-
formales de la perífrasis. Por este motivo, en una estructura perifrástica nas salvedades.
son los verbos auxiliares los que se deben desplazar por los diferentes En el caso de los tiempos compuestos, la inserción de material entre
núcleos funcionales {4.2.}. los dos miembros de la estructura verbal es imposible si el auxiliar es una
-=,.,
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Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. , La concordancia, el tiempo y el aspeCto . ,.
3 60
r categoría clítica. En concreto, las formas monosüabas del auxiliar baber: be, según,:apuntan ciertbs a~tores -'-Alexiadou (1997), entre 'o tros- también
ha, has spn categorías átonas, por 10 que nO' pueden separarse del verbo con- iiiriéidalidad [6.1.}.
principal, del que recibe~ su acento. De aquí se deriva la agramaticalidad , ---juIi.io con las perífrasis y los tíempos compuestos, también debe se
',/
de las oraciones: *Juan ha rápidamente comprendido los problemas, *Juan ha éonsiderar un tipo más de estructura perifrástica: la pasiva del español. La
inmedt"tztamente encontrado la so/uci6n (Suñer 1987). Con otras formas del auxi- 'presencia del participio pasivo legitima también la proyecdÓn de adverbios
liar., haber sípodemos tener ejero.plos de intercalación de adverbios aspec- modificadores del participio situados entre el verbo ser auxiliar y el parti-
tual~'s' yte~porales [4.1.2. y 4.I.I.}, tal y como vemo~ en los datos de (15), ciei~ pasivo, que también incluye sus propias categorías funcionales :
de adverbios de manera verbal y orientados al sujeto [3.7.J.I.}, ejemplifica-
dos en (16), y de ciertos adverbios oracionales b.7.I.I.}, recogidos en (17): (l8) a. De haberlo sabido, la discusión habría sido ya solucionada.
b. La Prensa de Teherán, que aseguraba que una división de Infan-
(x5) a. Juan había ya cerrado la puerta, cuando sonó el teléfono. :;i;i tería mecanizada había sido completamente aniquilada. {CREA,
b. Habíamos ayer decidido tomarnos unas breves vacaciones. , 'i~, El País, o2/IIh98o}
(16) a. Se sabe que fue absuelto por el tribunal por considerarle irres- c. El arsenal h~~!ªJi4ºcuidadosamente clasificado y ordenado por
ponsable, a causa ,de la pasión que había completamente anulado los anfitriones. [CREA, Revista Hoy, 18-z4J'08h986}
su conciencia y su inteligencia. {CREA, 1983, Fisas, Carlos, His- d. En la tarde del crimen, a una hora en que ya Marrero había sido
torias de la Historia} seguramente arrojado por el precipicio en que su cadáver fue
b. Y, siempre con su manera calmada, sin denotar la más mínima hallado junto al de su chofer {CREA, I990, Vázquez Montalbán,
inquietud, le dijo 10 que había cuidadosamente preparado. Manuel, Galindez}
{CREA, 2000, Vargas Dosa, Mario, La Fiesta del Chfvo}
(17) a. No había, ciertamente, nada que temer de niños bie'n educados Nótese que la existencia de concordancia entre el sujeto de la ora-
que los adoraban. ¿Pero ... y si, en el fondo, no los adoraran? ción y el participio pasivo sugiere además la existencia de una categoría
{CREA, 1978, Donoso, José, Casa de campo} con rasgos de concordancia de participio, activa en este tipo de construc-
b. Ferraris había posiblemente hablado de sus proyectos y la policía ciones.Lo mismo ocurre en las perífrasis de participio: La tengo examinada,
daba por hecho que el crimen había ya tenido lugar. {CREA, Las tengo completamente limpias, Las llevo meticulosamente ordenados, así como
I991, Pitol, Sergio, La vida conyugal} en los participios de cláusulas absolutas: Examinada la carta {J.S.p.}. En
ambos casos, a las proyecciones funcionales que proyecta el participio
La variedad de adverbios que podemos documentar entre el auxiliar se les une una categoría con rasgos de concordancia de participio que se
y el participio, tanto en una perífrasis como en un tiempo compuesto de manifiesta en las marcas flexivas presentes en el participio y que concuer-
la conjugación verbal, nos sugiere que los participios tienen la capacidad , dan con las que posee el objeto. [La manera en que se verifica esta concor-
, de proyectar un determinado número de posiciones que van a ser ocupadas 'Ciancíúe' t;atará en la sección p.z., al hablar de las oraciones copulativas.}
, por los diversos modificadores que admi!.en. Tales posicion,es se pueden
En cambio, los participios de los tiempos compuestos carecen en español
. reladonár cÓril3: 'e nsteñclaae' üñ-coñjüíí'to limitado de categorías funcio-
de una categoría con rasgos de concordancia propios.
nales vinculadas a la presencia del participio y en cuyos especificadores
respectivos se alojarían los distintos adverbios susceptibles de acompañar Sin embargo, algunas lenguas románicas en las que existe además
__ ~ participio (B~~ 1990, 1994 Y 2000, Cinque 1999, Rodríguez Ramalle selección léxica del auxiliar para las formas verbales compuestas de la
conjugación activa, documentan casos de concordancia entre sujeto y
1999 y 2003). En concreto, la gama de adverbios que modifican al partici-
participio en los tiempos compuestos. Así, en francés y en italiano, los
pio: adverbios aspectuales, t~mporales, de manera verbal y orientados al auxiliares vinculados con el verbo ser: étre, en francés y eSJere, en italiano,
sujeto y ciertos adverbios oracionales nos sugiere que el participio puecie poseen marcas de concordancia propias:
ten:r. sus propias proyecciones vinculadas con el aspecto; el tiempo y, ,:
----
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
r clíticos de tercera persona son similares en su paradigma a los determinan- - _ J...as lenguas -difieren en la manera de realizar la concordancia de
tes; de hecho, el sistema actual de los determinantes definidos del español sujeto y de objeto. En el caso del español, contamos con morfeínas de
y de buena parte de las lenguas romances: francés, gallego, italiano, y el de concordancia de objeto, pero no conclíticos de sujeto -":"'salvo en las ora-
los clíticos de tercera persona tienen 1lll origen com-qn en las formas latinas ciones impersonales _con se {.j..5.3.1}-. Dentro de los clíticos de objeto,
de los demostrativos ILLE-ILLA-ILLUD. El ras$o degénero que identi- disponemos de clíticos tanto de objeto directo como indirecto, pero no de
fi~a a los clíticos de tercera persona, frente al resto, eSlllla marcaque tales clíticos vinculad9s con los circunstanciales.
el~~~I:ltos comparten con el sistema -dedeterminant~i. Incluso, es posible El trentino y florentino, dialectos del italiano hablados en Trento
que estos clíticos posean opcionalniente un rasgo de especificidad presente y Florencia respectivamente, sólo tienen afijos verbales de concordancia
también en el sistema de los determinantes {4.4.I.I.}. Por estas razones, diferenciados para la xa persona del singular, en el caso del trentino y
algunos autores (Torrego 1998, Mendik.oetxea 2000), denominan a los clí- .florentino, y para la la persona del plural y la 2' persona del plural, en
ticos de tercefa p!!rsona, _ «<;:lít~c:2S 4etc:pninantes». - - .- :~: trentino. En cambio, disponen de un sistema de clíticos de sujeto que
Los pronombres clíticos se diferencian entre sí en que pueden ser actúan como materialización de los morfemas de concordancia ausen tes
afijos asociados al sujeto o a los objetos de una oración, esto es, pueden ser en la morfología verbal: La Maria la parla 'María habla'.
En otras lenguas, como el catalán, existen clíticos relacionados con
la materialización de los rasgos flexivos de concordancia de objeto o de
ciertos SSPP. Entre otros valores, el clítico hi permite recuperar comple-
sujeto. En español, contamos básicamente con clíticos que poseen rasgos mentos locativos subcategorizados por el verbo, mientras que en tiene un
de concordancia referidos a los objetos directos e indirectos: Maria la vio, valor genérico de partitivo, además de pronominalizar complementos del
Maria lo llam6, Luis le entreg6 el ejercicio. Hay autores que hablan en estos verbo encabezados por la preposición de. En los siguientes ejemplos, se
casos de la existencia de una «conjugación objetiva» en español, en un claro puede apreciar que los clíticos hi y en sustituyen a los SSpp que aparecen
intento de relacionar los morfemas flexivos del verbo con los clíticos de .., en cursiva en las primeras oraciones:
objeto (Llorente y Mondéjar 1972): (24) a. Dema aniré al teatre ('Mañana iré al teatro') y Dema hi
aniré.
(22) a. Los vecinos organizaron una fiesta anoche. b. Ens vam recordar de! problema ('Nos acordamos del pro-
b. Los vecinos la organizaron - anoche. blema') y Ens en vam recordar.
(23) a. Luis entregó su libro IZ Maria. (Datos tomados de Hernanz y Brucart, 1987: 132 y 133).
b. Luis le entregó su libro -.
La situación opuesta la encontramos en vasco, lengua que posee un
Como se ve en los ejemplos de (22) y (23), las formas clíticas prono- sistema de concordancia objetiva realizado mediante un conjunto de afi-
jos verbales. En vasco, la mayoría de los verbos se conjugan con la ayuda
ITÚnales de acusativo y de dativo que realizan, respectivamente, la función de formas auxiliares (correspondientes a los predicados ser y tener). Estas
de OD y de 01 permiten en español la omisión de los SSNN argumentales - ,
últimas incluyen obligatoriamente afijos referidos no sólo a la persona y
correspondientes. Si eliminamos el clítico y. tampoco reproducimos el ar- número del sujeto, sino también a la del objeto directo e indirecto del
gumento nominal correspondiente la secuencia resulta agramatical, pues verbo principal. De este modo, en vasco, los argumentos del verbo: erga-
no existe ningún medio formal de recuperar el valor del argumento elimi- tivo o sujeto de verbos transitivos, absolutivo o sujeto de verbos intran-
nado. Es la presencia del clítico, por tanto, la que garantiza la recuperabi- sitivos y objeto directo y dativo, aparecen realizados en el verbo median-
lidad cuando se produce la elisión del objeto directo o del indirecto. Se te afijos de concordancia. Como consecuencia lógica de todo esto, en
puede afirmar, por todo ello, que el clítico crea una nueva posición en la vasco no sólo es posible elidir el sujeto de la oración, sino también cual-
quiera de los complementos cuya marca de persona y número esté pre-
oración para los rasgos de concordancia y caso del objeto. Dicho de otro sente en el verbo. Así, ElIIan diot 'Yo se (Jo /la) he dado', oración formada
modo, el clítico hace patente la existencia de una categoría funcional con mediante la raíz verbal eman 'dar' y el auxiliar diot, es una estructura
rasgos de concordancia de objeto. perfectamente gramatical en vasco, pues en el auxiliar diot se contienen
los afijos necesarios para recuperar el contenido de cualquier argumento:
"¡
:eresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
&l1li
1 . .
d- <3' persona de absolutivo)-i (auxiliar) -o <3* persona de dativo) -t (la ,. tos ¡Cómo has traído? (Datos tomados de Lipsky 1996: 169, 347 Y 214). Estas
persona de ergativo). tres zonas tienen en común la influencia del quechua, l~ngua que,'al igual
Pues bien, se ha documentado que hablantes de vasco cuando qu.e el vasco, posee objetos nulos identificados mediante marcas de con-
emiten un enunciado en español pueden llegar a omitir el objeto, de cordancia (Suñet y Yepez 1988).
manera similar a lo que ocurre en vas!;o, dando lugar a estructuras agra-
maticales en el español, pues no existe ningún tipo de elemento: ni con- Junto a los (¡líticos de objeto directo e indirecto, eristen clíti~os no
cordancia de objeto, ni clftico, ni el contexto previo {J.5.l.2.}, que permi- ar~entales, como el ru;pectual: Se"leyó toda tu redaccióñ,' oeid~, interés:
ta recuperar el contenido del objeto nulo. A· cqntinuación, muestro la ~~,.se ~kc~e. la bolsa [Jo5.2.}, que no se vinculan con ningún argumento
relación entre dos frases emitidas en español y su correspondiente al presente en la oración, por lo que se pueden omitir sill'alterar lagramati-
vasco. (Los datos del español proceden de Landa (I995), de Fernández calidad de la estructura: Leyó toda tu redacción, ~e se cae la bolsa {5.3.}.
Ordóñez (1999) y de registros orales varios, mientras que los del vasco se , Existen diferentes pruebas que apoyan el tratamiento de los c1íticos
los debo a María Jesús López Pantoja, profesora de vasco en la Esc~la
como morfenias de concordancia de objeto: las estructuras de doblado de
Oficial de Idiomas de Madrid.) . "~
clíticos, los ejemplos de ene lisis y proclisis, el ascenso o subida del clítico,
(25) a. ¿Hubo cerveza en la fiesta? Sí, además conozco al muchacho así como fenómenos tales como el orden entre cuticos pueden ser expli-
que trajo. cados a partir de un estudio de los rasgos formales que poseen estas cate-
a'. Aragardorik izan zen festan? gorías. Repasemos cada uno de estos aspectos.
Cerveza ser Aux[Absolutivo 3'sg.} fiesta{Locativo-
sg.}
'¿Hubo cerveza en la fiesta?'
Bai, ekarri zuen
Sí,
mutila
traer Aux{Ergativo 3'sg.-Absolutivo 3 asg.} chico
El doblado de clíticos
{Abso-
lutivo-sg.J El doblado de clíticos ha sido investigado de manera bastante deta-
ezagutzen dut gainera llada (Strozer 1976, Jaeggli 1982, Borer 1986, Fernández Soriano 1993). En
f conocer-imperfecto AuX(Ergativo I'sg.-Absolutivo 3·sg.} las oraciones de (26) tenemos ejemplos de las dos estructuras posibles de
además 'Sí, además conozco al cruco que trajo'. doblado de cliti~~s en español, con OODD y con OOII:
b. Te dejaré el coche si lavas.
b'. Kotxe-a utzik.o dizut, (26) a. EI1!~o, 12,. entregué ayer.
Coche{Absolutivo-sg.} pp.-futuro Aux{Ergativo Iasg.-Ab- b. Le" entregué el libro a Juan.
solutivo 3'sg.-
Ergativo 2'Sg.} Tanto en una estructura de doblado de.cüticos como en una 'es- .
garbitzen baduzu.. tructura sin doblar, lo.s cüticos son meras ~arcas funcionales con rasgos
lavar-imperfecto Aux[Ergativo l'sg.-Absolutivo 3'sg.} de concordancia, esto.·es-, -estructuras similares a los morfemas flexivo s
'Te dejaré el coche si lavas'. que, port~to, se sitúan en las posiciones de núcleo de las categorías
c. Yo os recomiendo que probéis las chalotas. Muchos no han funcionales con rasgos de concordancia ya de OD ya de 01. La diferencia
probado. (Dato oral)
reside en que, cuando hay doblado, el SN argumental aparece realizado
d. A mí también me da pena tirar (la salsa).
fonéticamente. Dicho sintagma ocupa la posición canónica de objeto, ya
También son posibles objetos nulos en otras variedades del espa- sea directo ya sea indirecto. Clítico y argumento son correferenciales,
ñol, por ejemplo, en el español de Ecuador: Yo le reconocf al hombre que pues remiten al mismo objeto de la realidad; además, deben poseer los
trajo, en el español hablado en las tierras altas de Perú: Siempre nos traía, mismos rasgos fo.rmales, por 10 que deben concordar. De este modo se
para venderno!, así como en el español de Bolivia: Aquí están lo! medicamen- explica la agramaticalidad de ejemplos como *Les di el recado a María o *A
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
r Maria, 10 vi ayer, en los que no existe relación de concordancia entre' el compré ¡{l.f revistas. No 'obstante, existe una considerable variación dialectal
clítico y su objeto doblado. : a este respecto. Por ejemplo, e'n el dialecto que se habla en la zon~j.~LR.:ío
N o todos los objetos pueden doblarse en español. Existen restriccio- de'::--:-----,..
la Plata, sí son posibles oraciories
..; .
de doblado como
.
las sigUientes:
nes basadas en el tipo de sintagma que resulta doblado y que afectan de (Z7) a. Lo vi a Havelange que me extendía la mano. {CREA, zooo,
manera diferente a objetos directos e indirectos. Veamos cuáles son las Maradona, Diego Armando, Yo Ioy el Diego, ARGENTINA}
causas de tales restricciones. b. Los muchachos se reünían en la Plaza y nosotros lo escuchába-
mos al Chino que nos recomendaba cavar hondo en el surco de
la esperanza argentina. {CREA, 1980, Piglia, Ricardo, Respiración
~.J<T;f(!'J;;..~ 4 :4.I.I. .
~.! ~qblado de objetos artificial, ARGENTINA}
'c. ¿Así ,que el tarambana de Octavio la liquidó su fortuna?
d¡rectos ' d. Ahora tiene que seguir usándolo el apellido.
(Datos de c) y d) tomados de Kany 1969 y Suñer 1988).
Los objetos directos doblados poseen una distribución más restrin-
gida que los objetos indirectos, especialmente en el español estándar. En El primer hecho que llama la atención reside en encontrar estruc-
esta variedad se documentan ejemplos de doblado cuando el OD ocupa turas de doblado con nombres propios, según se documenta en los ejem-
una posición externa a la estructura de la oración, en un ejemplo de estruc- plos de (Z7a y b), Estos datos han hecho pensar que 10 que determina
tura dislocada {7.I}: A Juan, lo he visto en la eIquina eIperándote¡ Las revistaI, el doblado en esta variedad del español es la presencia de la preposi-
laI he comprado e/ta mañana. En estos ejemplos, el objeto dislocado debe- cién a.... marca formal asociada con el rasgo de animacidad de los obje-
rá c~~~º.r9.M ,e.~ .~ºdºs .~Ja.sgos ,ccm)a cat~goría' funéiór:ia:lcon ' ~~gos de tos directos (J.5.1.1.}. Sin embargo, también se documentan ejemplos de
co~~º,!.º,é!O,cia, de.obje_~9 _encabezada por el clítico. Dicha categoría ha reci':' doblado en los que no aparece la preposición a, por 10 que el rasgo
bido el E.9_~R~~ de ~in~llgt'!lll t:0ncordancia de"Ql?ieto y, más recientemen- animado no parece ser la clave de estas estructuras -datos de (Z7 c y
te, de Sv, proyección cuyo núcleo es'elencargado de"asignar caso acusativo d)-. Lo que nunca es posible documentar es una estructura inespecífica
al objeto {I.I.p.].' También rr::~u1ta obligatoria la presencia del clitico cuan- como *No lo oyeron a ningún ladrón, *Lo alabardn al nifio que termine su tarea
do el objeto doblado es un pro;:??l~r,<:: Lovia él, Las vi a eilas. Esta es una primero (Datos de Suñer, 1988: 396). Por este motivo, Suñer (¡988) pro-
restricción general depencllente 'de las propiedades de los pronombres, pues pone que el rasgo que determina el doblado en el español de Argentina
afe.s~a también a los OO~I: Le tntregul el paquete a él, Le! entregué el paquete es la especificidad, entendida como la posibilidad de réIerlrse a un objeto
a ellaI, por lo que volveré sobre ella antes de terminar esta sub sección. Por identificado y conocido en el mundo real {Z.Z.4.}. Dado que debe existir
otro lado, tambi~n . es posible el doblado, aunque no parece obligatorio, concordancia de rasgos entre el clítico y el SN doblado, debemos supo-
cuan~o . el objeto ,gir.ecto' tiene referencia humana y contjene los cuantifi- ner que la categoría de concordancia de objeto encabezada por el clítico
cadores universales todo, todos y la formación determinante definido más posee, en esta variedad del español, un rasgo de especificidad que nece-
numeral: Me los preItntaron atodoI, Los vi a 101 tres jugando en el parque. Para sita concordar con el mismo rasgo presente en el OD doblado. La pre-
explicar el doblado en estos casos se supone que los cuantificadores fun- sencia de un rasgo de especificidad en los clíticos de tercera persona no
cionan como pronombres o modificadores de un pronombre omitido y es algo ajeno a este sistema, puesto que tales clíticos comparten con los
recuperado por el clítico: Me 101 preIentaron a todos (ellos), Los vi a los tres determinantes definidos, de los que ,proceden diacrónícamente, el rasgo
jugando en el parque (a los tre¡ chicos). mencionado [4.I.}. ,
Como acabo de mencionar, el doblado de objeto directo no suele ser La situación inversa a la del español estándar, que restringe mucho
muy común en el español estándar; de hecho, S9,11 imposibles las estructu- el doblado, se documenta en el español hablado en las regiones andinas de
ras de doblado cuando e1~N objeto es un nombre: *Lo ~i a Juan, *Las Perú y Bolivia. En esta variedad, lo habitual es encontrar doblado de OD
..
~ ',
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
37° 37I
en cualquier contexto, animado o no, tanto específico y definido, como forma1e~ . En estas · circunstancias y al igual que ocurre con el sujeto, el
inespecífico e indefinido: : objeto pronominal se realiza 'únicamente cuando posee carácter erifático
y contrastivo: Yo lo vi, .Yolo vi a él. En este último ejemplo, vemos que
(28) a. No lo encontró a su hijo. clítico y objeto pronominal conCuerdan en género, número, caso y también
b. La ves una señora. . persona.
c. Se lo llevó una caja. Según lo que estamos vit:ndo sobre las estructuras de doblado, los
d. Le pedí que lo calentara la plancha.
clíticos parecer tener la propiedad de asignar a la oración marcas de con-
(Datos del español andino de Pero tomados de Lipsky, 1996: 347). cordancia añadidas en aquellos casos en los que tales marcas no estén
(29) a. Ya 10 he dejado la llama. presentes en la morfologí~ verba!.
b. Tú lo tienes la dirección.
(Datos del español andino de Bolivia tomados de Lipsky, 1996:á4). ...
~~,
En estos datos el único clítico documentado es lo, que sirve para W.~..lt~~ 4.4.1.2. El doblado de objetos
doblar cualquier objeto, no importa sus rasgos funcionales. Este hecho indirectos
parece sugerir que el clítico lo se utiliza en estas variedades como una
marca general de caso acusativo, válida, en consecuencia, para cualquier El doblado de objetos indirectos posee una distribución diferente a
tipo de objeto directo. Este lo invariable que marea el OD se ha relacio- la que afecta al doblado de objetos directos. Ante todo, no encontramos
nado con la partícula enclítica -ta, que en quechua se interpreta como
marca general de OD. I .
9.
en e~Élac!9., ~.e ~, ~gún tipo de restricción en cuanto a los rasgos . ~el
( o1;>j~!~,i!0~!~do, s00. sólo en lo que respecta a su distribuci~n sintáctic~.
(
Cuando el objeto es un pronombre, no importa su función ni tam- el
Quie::~~~_~ . 9.':le~en.trasqüe, doblado ~'s opcional en el caso de los f¡
'. poco la variedad en la que nos encontremos, la 'aparición del clítico es OQILm.~.t~ o desti.,natarios: (Le) dijeron a Jwm que viniera, res}llta nec~ario
siempre obligatoria: cuando tenemos dativ9.s ~enefa~tiY9.s~ ypose~iV:9~i. así, es mejor Le qrganicé
(31) a . Le compré el regalo a él (vs. ·Compré el regalo a él). el trahajo-á Luis que ?.?Organicl e/trabajo a Luis, Le cortaron la coleta al torero
('
b. Me invitó a mí (vs. ·Invitó a mí). que '?'?Cortaron la coleta al torero f3.5.2.}.
La aparente opcionalidad del clítico en las oraciones con oon metas
Dos parecen ser los hechos que permiten dar cuenta de este especial puede deberse a que, en realidad, estamos ante dos estructuras sintáctica
paradigma, al parecer común' a todas las variedades de español. Por un y semánticamente diferentes {3.4.2.}. En la representación sin clítico, el 01
lado, sabemos que cuando hay marcas de concordancia exPlícitas que ga- se inserta dentro de un SP encabezado por una verdadera preposición, .•
rantizan la recuperación de los rasgos del pronombre, éste suele evitarse. mientras que, cuando el clítico se proyecta, se ha propuesto recientemente
La concordancia de sujeto en español, realizada como afijo verbal, contiene que la preposición a actúa como una simple marca formal que, por tanto,
la información funcional suficiente como para pernútir la elisión del sujeto no asigna papel temático a su complemento o término (Suñer 1986 y
y la recuperación de sus rasgos formales: (bg.) vuelvo hoy de vacaciones (Fer- 2000a). 10 mismo ocurre con los benefactivos y posesivos: cuando se
nández Soriano 1989). Si se realiza, ' este sujeto adquiere un matiz enfático construyen sin clítico, aparecen dentro de un SP encabezado por una ver-
o contrastívo, como se puede comprobar comparando oraciones como Vine dadera preposición: Organicé el tral;ajo para Luis, Cortaron la coleta del torero,
ayer y Yo vine ayer [4.5.2.}. La concordancia de objeto en español, frente a pero, cuando se proyecta el clítico, deben construirse con la preposición a
la de sujeto, no tiene reflejo en la morfología verbal, sino, como estoy que se comporta como una simple marca formal incapaz de proyectar un
demostrando, en el sistema de díticos. La presencia de un clítico de objeto SP f3.5 .2. Y3.6.3.}. En los ejemplos de benefactivos y posesivos la existencia
permite la elisión del objeto, garantizando la recuperabilidad de sus rasgos de dos estructuras diferentes, una con clítico y otra sin él, es más fácil de
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
372 373
r ver, puesto que tenemos también dos sistemas de preposiciones diferentes: . Dicha· p~oyección ha sido defendida por diferentes autores: unos la han
las asignado ras de papel temático: para y de y la marca formal: a. Pero llamado Sintagma Clítico (Spoitiche 1992-1996, Torrego 1994-1995. tJria-
también existen datos que apoyan este mismo tratamiento para todos los gereka 1995),·'otros Sh1tagma .Benefactivo (Demonte 1994 i 1995): En cUal-
casos de doblado, incluido el de las . metas. quier caso, la concordancia de rasgos seprodüce-de "mañera similar a la del
U na oración como Juan le escribió la nota a Mana puede ser ambigua objeto directo: existe una categoría funcional, encabezada por el clítico de
entre una lectura benefactiva, en la que María se beneficia de la acción . concordancia de dativo, que concuerda en rasgos formales con el 01. Dicho
realizada por Juan, y otra posesiva, en la que la nota ~s propiedad de María. . objeto aparece encabezado por una marca formal, la preposición, que in-
Si tomamos un verbo de transferencia, las posibilidades interpretativas . troduce el rasgo de caso del SN objeto indirecto.
aumentan: en Al1drea le vendió el apartamento a su primo, a su pri1M puede ser ".. La proyección de la categoría funcional encabezada por el clítico
benefactivo, posesivo y también meta, en el caso de que su primo sea el crea UJ).a nueva posición para .el objeto indirecto con alcance sobre el di-
comprador del apartamento. Lo interesante es que si el clítico desapár~'c;e, recto, 10 que desencadena la inversión de las relaciones de alcance, de
la lectura que queda es sólo la de meta: Andrea verzáió el apartamento asu modo .que si en una oración sin clítico el OD tiene alcance sobre el 01
primo (Suñer 1986 y 200oa). Estos datos muestran que la preposición a de {J.2.I.4.}, con.1a presencia del clítico el orden jerárquico se invierte, pues
las estructuras dobladas no interviene en la interpretación que recibe el SN un cuantificador como cada en la posición de objeto indirecto tiene alcan- '
que aparece como su término, pues dicho SN recibe lecturas diferentes ce y, en consecuencia, determina la lectura de la variable su, situada en la
dependiendo del tipo de verbo o del contexto. La'ausenCia del clítico en posición de objeto directo (Demonte 1995, Romero 1997 y Anagnosto-
laS-metas, en cambio; llinitá la interpretación de l:icoristi"ucéión, puesto poulou 2003):
que en estos c~os sí estamos ante una verdadera preposición que asigna . <Jo) a,.. La profesora le entregó a cada niño su examen.
un . papel temático concreto: el de meta o destinatario de la acción. Lo b. El cocinero le preparó a cada comensal su plato favorito.
mismo .se puede decir de las preposiciones para y de en estructuras no
dobladas {J.5.2.}: Andrea vendió la casa para su primo; Andrea vendió la casa de En la primera oración, diremos que 'el profesor entregó aJorgito su
su primo, oraciones que reciben una lec1:U[a. benefactiva y posesiva, respec- examen, a Luisito el suyo, a Marinita el suyo, etc', Mientras que en la
tivamente. segunda, 'el cocinero preparó aJorge su plato de verduras, a Luis su asado
Por tanto, las preposiciones que aparecen en contextos sin doblado de carne, a Marina su pescado en salsa, etc.'
tienen una naturaleza diferente de la preposición a, única posible en es- La presencia del clítico no sólo tiene consecuencias estructurales,
tructura de doblado declíticos en español. Las primeras son verdaderas pues, desde un punto de vista interpretativo, las secuenci:iS de doblado de
preposiciones que proyectan SSPP y que asignan papel temático y caso al 01 poseen una lecrura télica y ~ectada del objeto {J .4.2.}. .'
SN término; en cambio, la segunda es una simple marca formal que intro-
duce rasgos que entran en relaciones de concordancia con los presentes en
la categoría funcional que encabeza el clítico. En concreto, en el doblado
de 01, la preposición a contiene un rasgo formal de caso dativo que con-
. -. , 4.4. 2 .
&r~1jt4,*~
La enclisis y la proclisis
cuerda con el presente en la categoría que encabeza el clítico dativo. No
parecen existir, en este supuesto, condiciones específicas que deternúnen Es un hecho conocido que la posición superficial. de los clíticos no
el doblado, como sí ocurre en ciertas variedades del español cuando tene- es siempre la misma y que su variación está directamente relacionada con
mos OODD {4.4.1.1.]. las propiedades de la flexión del verbo al que se adjuntan. Así, en español,
Al igual que existe una categoría de concordancia de objeto, visible cuando se trata deverbos conjugados, el pronombre aparece delante (pro-
en español a través de la presencia del clítico, también existe una categoría clisis), mientras que la posición posverbal (enclisis) es la que se obtiene con
de concordancia de objeto indirecto, materializada también en un clítico. infinitivos, gerundios e imperativos:
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
.i
374 375
r (3Z) a. Lo {admirol admirél admiraré! admiraba} mucho. forman ..el sistema con rasgos de concordancia (Rivera 1994b, Rivera y
b. No es bueno admirarlo tanto. .Terzi 1995), pues nunca m{¡esti:an morfología de concordancia. Por ei con-
c. Admirándolo tanto, no consigues nada. trario, ascienden hasta proyecciones funcionales superiores y especializa-
d. Admírenlo ustedes también. das en la expresión de la modalidad, tal y como· ocurre en e! caso del
imperativo {6.4.I.} y de! gerundio en construcciones de gerundio absoluto
Sabemos que el verbo se genera en la parte léxica de la oración como
[3.8-4-I.} o hasta el núcleo de .una proyección con rasgos de aspecto y
núcleo de la proyección SV. Sin embargo, este verbo posee unos rasgos
tiempo mínimamente especificados, en el caso de las formas de infinitivo
flexivos que deben concordar con 105 rasgos present'es en las categorías que
y gerundio {3.8.2.}. Así, según la estructura de (33), el verbo no finito, en
forman el sistema funcional de la oración. Por este motivo, en aquellas
su ascenso hasta los núcleos funcionales superiores, saltará por encima de
lenguas que poseen una morfología flexiva muy rica y con peso foné~ico,
la proyección funcional en·que se aloja el clítico, por lo que este se situará
como el español, el verbo debe moverse hasta los núcleos de las dive~sas
detrás de él. Dado que el clítico es una categoría átona que debe recibir
proyecciones funcionales con el fin de entrar en relaciones de concor~an
su acento de otra categoría y puesto que, en los casos de enclisis, no se une
cia con los rasgos presentes en ellas {4.Z.}. Un proceso similar es e! que se
al verbo en la sintaxis, este proceso se producirá en el componente fono-
propone para explicar los procesos de proclisis en español. .
lógico, en una etapa previa a la asignación de rasgos fonológicos {I.Z.3}.
Los clíticos son elementos con rasgos de concordancia que en espa-
Según esta explicación, la ene lisis es el resultado de un movimiento
ñol actúan de manera similar a una concordancia objetiva, pues proyectan
largo de las formas no finitas d~l verbo por encima de las proyecciones con
su propia categoría funcional. Los verbos se moverán también hasta los
rásgos de concordancia que encabezan los clíticos. En consecuencia, la
núcleos de estas proyecciones funcionales, recogiendo en su desplazamien-
enclisi~.:está motivada por la ausencia de rasgos de concordancia en la
to al clítico. En la estructura de (33), se puede observar que el clítico de morf()logía verbal.
objeto directo se sitúa como núcleo de la categoría con rasgos de concor-
dancia de objeto Sv. El verbo en su ascenso hasta T pasa por el nudo v, El español medieval, frente al español moderno, poseía mayorita-
uniéndose al clítico: riamente un sistema de enclíticos:
(34) a. Dixolo el rey.
{ST Sujeto· [T lo admiro [sv h(sujeto) {v lo [sv {v admiro}}}}}} b. Dar te hemos nuestro amor.
t t t
c. Porque me non quiso besar la mano el rey (primera Crónica
Los clíticos del español moderno poseen un marco de selección en General, segunda mitad siglo xm).
el que están especificados como proclíticos: {eL V}, lo que significa que,
en su carácter de afijo, el clítico se comporta como un prefijo sintáctico En estos ejemplos, la enclisis no está motivada por las caracterís-
ticas morfosintácticas de los verbos, como ocurre en el español actu~, .,
que requiere, en consecuencia, que e! verbo se adjunte a su derecha, dando puesto que los clíticos tienden a ocupar la misma posición tanto con
lugar al orden {eL V]. Este núcleo complejo irá ascendiendo a través de fonnas flexivas como ausentes de flexión. Los clíticos del español medie-
las distintas proyecciones funcionales recogiendo otros clíticos y concor- val tendían a ocupar las primeras posiciones del periodo, a veces incluso
dando con el resto de categorías funcionales. saltando por encima de una negación --datos de (34c)--. Esta tendencia
En cuanto a la enclisis, esta se da en español con morfología no estaba limitada por su carácter átono, debido al cual requerían recibir.
fmita, como en los ejempl,?s de <3zb, c y d). En efecto, si revisam<?s los acento del primer elemento tónico que encabezaba la oración: este podía
contextos que en español moderno permiten la enclisis observarem05 que ser el verbo en forma personal -datos de <34a).-, pero también otras
estructuras tales como el infinitivo --datos de <J4b)- o, en ciertos casos,
hay un vínculo morfológico común: son formas sin concordancia -infini-
una conjunción tónica -datos de (34C)-. En consecuencia, la posición
tivos y gerundios- o, cuando menos, con mínimas marcas de concordan- de los clíticos estaba motivada por razones fonéticas basadas en el hecho
cia, como en el caso del imperativo. Parece lógico suponer que las formas de que los clíticos eran siempre enclíticos, especificados como [X CL} .
no finitas del verbo no se muev~n a las proyecciones funcionales que con- que recibían el acento del primer constituyente de la oración. Esta misma
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español , IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto '
:. i
377
r restricción se documenta en la actualidad en portugués europeo, rumano,. núcleos funcionales que mtegran la oración: en <35) he representado única-
serho-croata y griego antiguo, frente al griego moderno, lengua que se mente el Sv y el STo En su' des'plazamiento se adjuntará al clltico lo, espe-
comporta de modo idéntico al español actual (Lema y Rivera 1991 y cificado como proclítico, en español. Por su paite, el 'partIcipio se genera
Rivera 1994a y b). como núcleo del SV, pues esta forma contiene la información léxica de la
El participio en españo~ no permite la presencia de clíticos, ya que perífrasis. A su vez, el p.articipio posee sus propias categorías funcionales,
esta forma no personal posee una morfología pasiva que implica la inacti- , reconocidas por la presencia de, adverbios que se sitúan como especifica-
vidad de "la categoría encargada de asignar caso aC\lsativo al objeto: Sv, y, dores de dichas categorías [4.J.3.]. En este caso, la estructura contiene una
por consiguiente, la imposibilidad de aparecer con clíticos d¿' objetÓ ma- categoría funcional con rasgos temporo-aspectuales en cuyo especificador
terializados en el núcleo funcional v. Esto es lo que ocurre en las oraciones se sitúa el adverbio de manera cuidadosamente y a cuyo núcleo se ha despla-
pasivas: Juan fue visto, '"Juan /0 fue visto {5.1.3.} y en las construccion~ de zado el participio. Si en lugar de un tiempo compuesto tuviéramos una
participio absoluto: Acaóada la sesión, "'La acabada (la sesión), *Acabádaia. (la perífrasis de participio del tipo de La tengo examinada, la estructura funcio-
sesión) {J.8.3.2.}. Las dos aparentes excepciones a esta regla son las perlfrasis nal proyectada por el participio tendría que incluir una categoría con ras-
de Particip~o: Lo tengoter,minado y los tiempos compuestos: Las be terminado. gos de concordancia de participio. En cualquier caso, el resultado final
Nfngu~a: de estas construcciones posee contenido pasivo: en el primer caso seria una estructura como la de (35), dividida en una parte exclusivamente
estamos ante una perífrasis de contenido aspectual, mientras que en el funcional, representada por el auxiliar, y otra léxico-funcional, ejempüfica-
segundo nos encontramos' c'ón una forma de la conjugación verbal con da por el participio y sus propias categorías funcionales.
contenido temporo-aspectual {4.3.2.]. En ambos casos, el contenido fun- Lo relevante de la estructura de (35) reside en que, entre las catego-
cional de la estructura perifrástica reside en el auxiliar o forma flexionada rías fu!\l:ionales que puede proyectar el participio para recibir a sus diver-
b .S.I.}. En consecuencia, es el auxiliar el que se desplaza hasta los núcleo,s sos adverbios modificadores, no hay ninguna con rasgos de concordancia
de las categorías funcionales correspondientes, incluidas las encabezadas de objeto, esto es, no existe un Sv. Por este motivo, el participio no admite
por los diversos clíticos, para concordar con los rasgos funcionales respec- la presencia de pronombres clíticos, Creoieiido' 'estos' ser lntroducidos me':'
tivos. En su desplazamiento se irá adjuntado a los clíticos, al igual que diantela presencia del auxiliar con contenido funcional.
ocurre con el resto de verbos flexivos -estructura de <33}--. Por su parte,
el participio representa la parte léxica de la perífrasis, sobre la que recae
la responsabilidad de seleccionar los argumentos de la predicación. Dicho ~~
participio tiene además la capacidad de proyectar sus propias categorías -_._. 4·4·3· El ascenso de los cuticos
funcionales destinadas a alojar a los distintos tipos de adverbios y cons-
trucciones adverbiales: aspectuales, temporales, de manera, susceptibles de Un nuevo argumento que puede apoyar (!l , análisisd~los clíticos , I
insertarse entre el auxiliar y su participio:, Cuando llegamos, María había ya como morfemas de concordancia 10 encontramos en la posición que ocu-
recogido la mesa¡ Cuando Maria /0 huho cuidadosamente envuelto, lo guardó en un piñ"Ios-'cÜtiC:os~~ ~~~~~turas con perífrasis: Pudo enviarlo, Lo pudo enviar
lugar seguro; Lo tengo completamente terminado [4.3.}. Para ejemplificar mejor {JXi.],-'con\rerbos de control: Intentó traerlo, 'Lo intentó traer [3.8.2.r.] y
esta expücación añado la estructura final del tiempo compuesto lo hubo causativos: Hizo terminarla, La hizo terminar {3.8.2.J,}. A este fenómeno se le
cuidadosamente envuelto: denomina «ascenso del clítico», porque el pronombre átono da la impresión
de-saltar por encima del verbo con el que se relaciona semánticamente:
(35) [ST IT' 10 hubo Cs. [" h(1o)
[SAux {Aux' h(hubo) k-sAlp cuidadosamente {l'-
eñviar, terminar y traer, en los ejemplos citados, para adjuntarse a la forma
tup' envuelto [sv h(envuelto)}}}]]]J]]
flexionada. Sin embargo, como veremos, no existe en realidad nada pare-
En esta estructura, el auxiliar huho se genera en el núcleo de una cido a un salto o desplazamiento' del clítico, sino simplemente 4._p~pyec
proyección funcional SAux [4.3.3.}, para luego moverse hasta los diversos ción de dos categorías funcionales con rasgos de objeto, disponibles para
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español ': ¡ IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
cordar las car,acterísticas principales de las estructuras en las que se do- roóvimiento tanto del ,verbo en forma flexionada como del infuútivo hasta
ctiirienta: verbos de , control, yerbos causativos ' y perífrasis. Empecemos los núcleos de sus' respectivas categorías funcionales, dando lugar a los
pailas 'dos pruneras, to~ando como ejemplo una: 'e's tructura de control procesos respectivos de procüsis y encüsis, que, como se explica en la
del tipo de Maria (lo) intent6 traenlo) y revisemos, su representación es- sección [4.4.2.}, están determinados por el tipo de morfología verbal:
tructural (3.8.2.I.}: ,--- Junto con la presencia de dos proyecciones funcionales con rasgos de
(6) {SeoOlP {ST María (T [s. h(María) (.. 00) (sv intentó 1sT (sv PRO (.. 00) {sv concordanCi~ dé objeto, la otra condición básica que regula la movilidad
traer {a él ¡pro}}}]}]]}])} poSIcioDaIdeios- clíti¿os~coriio-acabó de mencionar, es la ausencia de
estructuraentre la forma personal y el infinitivo. Si en lugar de un infini-
Expliquemos detenidamente esta estructura. En la oración Maria lo tivoruviéránlos comocompleniento de inúntar una oración flexiva con su
intentó traer o María intent6 traer/o, el verbo principal intentar toma como estructura funcional completa, incluido un SComp encabezado por la con-
complemento una oración en infinitivo. El infInitivo traer selecciona un junción que, la anteposición del clítico sería imposible, como se ve por la
agente y un tema, por lo que proyecta una categoría Sv en cuyo especifi- agramaticalidad de ·Maria lo intentó que Pedro trajera, oración en la que el
cador recibe papel temático el agente, representado por la categoría vacía clítico antepuesto no puede llegar a identificar con sus rasgos la posición
sin caso PRO, característica como sujeto de los infInitivos seleccionados de objeto seleccionada por el verbo flexivo trajera. Dicho de manera más
por verbos de control [3.8.2.I .}, y cuyo núcleo posee rasgos de concordancia se,cill, si se proyecta una oración completa entre el verbo principal y el
( de objeto. El clítico lo puede materializarse en dicha posición, pues es el seleccionado, el clitico antepuesto nunca puede interpretarse como el
objeto del verbo traer. Dado que traer es un infinitivo que carece de flexión, cibjéto delverbo de la oración subordinada. La negación oracional también
el clítico se sitúa pospuesto a dicha forma {4--4.2..]. En la representación impide lá: interpretación del clítico po'~puesto, como se ve en: "Se lo mandó
propuesta, conviene percatarse de que el infinitivo no proyecta una estruc- no traer, frente a Le mandó no traerlo. {Téngase en cuenta que la ausencia de
tura funcional completa, similar a la que proyecta el verbo flexionado, categorías funcionales entre el verbo principal y el infinitivo seleccionado
puesto que carece de rasgos funcionales. {Es posible únicamente que dicho también es determinante para que el sujeto del infinitivo de los verbos de
infInitivo pueda llegar a proyectar un ST con un núcleo mínimamente percepción y causativos pueda recibir su marca de caso del verbo principal,
especifIcado que carece de los rasgos formales sufIcientes para identifi- como se vio en la sección 3.8.2.3.}
car por sí mismo a su sujeto, como se justifIcó en l8.2.} Por su parte, el Aparte de este requisito estructural, existen otras restricciones que
, I
verbo principal intent6 también selecciona un agente y un objeto con con- regulan la posición del clítico. La posposición no es posible en los casosen
tenido proposicional realizado mediante la oración de infinitivo. Por lo los que el infInitivo es intransitivo: ÚJ hj~orefr vs. "'Hizo reir/o. La razón se
tanto, proyecta otra categoría Sv para alojar al agente, encabezada por los debe a que el infmitivo, al ser intransitivo, n~ dispone de una posición de
rasgos de concordancia de objeto. El clítico puede ocupar también este objeto en la quep1:ieoa alojarse el clítico. Únicamente cuando el infinitivo
núcleo funcional, pues además forma parte integrante del objeto proposi- es transitivo, el clítico puede permanecer in situ o · bien anteponerse al
cional seleccionado por el verbo intentó. Dado que existe poca estructura verbo principal, como se observa en el siguiente paradigma tomado de
entre el verbo en forma personal y el infinitivo, el clítico situado como Alarcos (1972): Hizo abrir las ventanas al conserje, Le hizo abrirlas, Se las hizo
adyacente a la forma flexiva puede seguir interpretándose como argumen- abrir.
to del infInitivo, pues es capaz de mandar-c e identifIcar los rasgos del El ascenso resulta, asimismo, imposible en los verbos de control de
objeto doblado seleccionado por traer, ya sea nulo ya sea realizado: Lo objeto y en los causativos, cuando el objeto directo del verbo principal
intent6 invitar a él a la conferencia, pero sin suerte {Apéndice}. En consecuencia, aparece realizado {Treviño 1994):
Teresa María Rodríguez Ramalle , Manual de Sintaxis del Español IV, . La conc'ordancia, el tiempo y el aspecto .
380
funcional con rasgos de concordancia de objeto directo proyectada por el verbo priricipal. Cuando tenemos una unidad verbal de este tipo, los clíti-
verbo principal queda libre para alojar al clitico de acusativo. cos pueden seguir dos patrones distintos: en el patrón antepuesto, . 105
No obstante, una estructura causativa nunca llega a formar en espa- cliticos se adjuntan como proclíticos a la forma auxiliar especificada con
ñol una única unidad verbal, por ello el infinitivo sigue teniendo la capa- todas las marcas de concordancia, al igual que ocurre con el resto de ver-
cidad de seleccionar sus propios argumentos [3.8.1.3.}. Es interesante ob- bos flexivo s [4.4.Z.} -estructura de (33)-; por el contrario, en el patrón
servar, por ejemplo, que si los cliticos se sitúan detrás de todo el complejo pospuesto, los clíticos se colocan como lo hacen cuando el verbo es una
verbal, como en Hizo a Pedro terminársela, Hizo a Pedro e!cribírsela, el clítico forma no personal, infinitivo o gerundio, que, al carecer de rasgos flexivos,
de dativo se. entiende referido al irifinitivo, en este caso como un dativo no se desplaza hasta la posición con rasgos de concordancia que encabeza
benefactivo {J.5.2.}, puesto que ahora ocupa la posición de núcleo de la el clítico. [En la sección 4.4.2. se explica con más detenimiento el meca- .
categoría funcional con rasgos de concordancia de objeto indirecto que nismo de la enclisis. También en este apartado se comenta que ni .las !
proyecta el iofllÚtivo y no el verbo causativo; dicho de otro modo, el perífrasis de participio ni los tiempos compuestos admiten ~líticos, . puesto .
clítico pasa a ser objeto indirecto del verbo terminar, opción perfectamente que el participio, al igual que un adjetivo, se mueve hasta el núcleo de sus'
posible dada la estructura argumental de este último predicado. propias categorías funcionales proyectadas para alojar a sus diferentes
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
Por ultimo, vaya referirme, aunque sea brevemente, al orden c:ntre I léelo; depende, 'por el contrario, de una incompatibilidad general que excluye
secuencias de clíticos pertenecientes a la misma persona. Para solucionar
clíticos. Los clíticos en español se suceden de acuerdo con un orden fijo,
revelado en los ejemplos de (39) {I.2.2.2.}: .' .. .
I¡ este' inconveniente, el español opta por eliminar el rasgo problemático de
persona del clítico le. Lo interesante es que la eliminación de la persona
i
(39) a. Se te ha perdido. Se me ha perdido. Se 10 encontró. ! implica también la del rasgo de caso, pues en español sólo los pronombres
¡ con rasgos de tercera persona poseen distinciones morfológicas de caso.
b. Que te me vas de las manos. l'
c. Te 10 daré mañana. Me 10 darás mañana. Como consecuencia de la eliminación de la persona y del rasgo de caso de-
I pendiente de este, tenemos un clítico con un único rasgo formal: el número.
En ocasiones se ha querido ver en este orden el reflejo de una jerar- i
I
En el sistema de clíticos del 'español no existe ninguna realizaci6n que satis-
quía sintácTica representada por la sec:ue?ciaDativo + Acusativo: Se lo dio, I
¡ faga la '1!-,ndición de poseer s6lo un rasgo de número, por lo que, según Bo-
Me fo entregó. Por esta razón, se han'aesarrollado diversas explicaciones de I net (1991 y I995), este rasgo se suspende. Finalmente, tras la eliminación o
tipo sintáctico (Terzi 1995, Ordóñez I999) que explican el orden en el que II suspensión de los diversos rasgos formales del clítico le, nos queda una posi-
coaparecen los clíticos como consecuencia de dos fenómenos sintácticos: ción que sólo podrá ser ocupada por un clítico que carezca de rasgos de
la posición que ocupan las categorías funcionales que encabezan' los clíti- persona, caso y número: el único clítico que no aparece especificado con
1
cos de OD y 01 yel posterior movimiento del verbo a cada núcleo fun- rasgos en español es se {4+}, por lo que este clítico es el candidato que cum-
cional con el fin de unirse a dichos clíticos. Hoy en día existen buenqs -) ~:~ I! ple los requisitos para ocupar la posición de le, una vez que se han eliminado
argu.![l~Nos que nos hacen pensar que el orden de los clíticos. no· puede ! .~ o suspendido sus rasgos formales.
determinarse sólo sobre la base de mecanismos sintácticos (Bonet 199 I i-
l En cuanto a la marca de número, esta se puede realizar, según Bonet
I
1995, Grimshaw 1997). Por ejemplo, los clíticos no se ordenan según un !i (1991 y 1995), en el otro elemento que forma parte del complejo morfo-
criterio funcional OD-OI o viceversa, sino a partir de una generalización lógico adjunto al verbo: el clítico de objeto. De hecho, esto es lo que . ¡
r
~ f.
ri
...... ~
".:
los agrupados bajo la denominación de leísmo, laísmo y loísmo (Bonet I991 j dativogien ai rasgo discontmuo,. dependiendo· del sistenia en el que se
¡
y Heap 2002). ¡. . inserte el clítico: etimológico· b referencial.
En español existen muy diferentes sistemas de uso de los pronom- i Este modo de analizar los clíticos como conjuntos de rasgos abre
bres cllticos. De mane~a muy simplificada se les suele agrupar en dos gran- nuevas posibilidades a,l estudio de la relación entre la sintaxis y el compo-
des sistemas: el del uso etimológico, según d cual los pronombres de ter- nente morfológico .(I.2.Z.}, al mismo tiempo que supone un avance en la
cera persona manifiestan distinciones casuales. Así, tenemos clíticos de explicación de cieftos comport~eIitos característicos de los pronombres
acusativo Cla, la, los, las): A Juan lo vi ayer, A MarlaJa vi ayer, A los gatos los ,
;
I
clíticos, como, por ejemplo, su distribución.
vi ayer, Las sillas las arreglé aYer y cllticos de dativo (fe, les): Le di su regalo a ¡
Pedro, Les envié un fax a las delegadas; y el del uso referencial, en d que la
distinción casual ha sido sustituida por una distinción basada en los rasgos
!
dd referente, en concreto, en primer lugar, en el carácter contmuo o
discontinuo del objeto (2.3.1.} y, en d caso de los nombres discontinuos, en
el género yel número. Así, tenemos cllticos femeninos usados con referen-
tes discontinuos, tanto para OD como para 01 (la, las): A la(s) niña(s) la(s)
vi ayer y la(s) di un caramelo, A la(s) gallina(s) la(s) metemos en el corral, La(s)
silla(s) la(s) tapizamos en "lanco, y cllticos masculinos documentados con ob-
jetos discontinuos también con independencia de la función sintáctica (le,
les): A loes) ehieo(s) le(s) encantré jugando y le(s) di un caramelo, A loes) cerdo(s)
le(s) metemos en ei corral, Los sillones les tapizamos en blanco.
Es una simplificación hablar de sistema referencial, como si única-
mente existiera uno, pues, en la realidad, se documentan diversos subsis-
temas: por ejemplo, en las oraciones recién citadas con le y les, se prefiere
usar el plural ios como OD en la zona sur de Castilla, mientras que el les
se documenta básicamente en la zona norte castellana (Femández Or-
dóóez 1994 y 1999). En d sistema referencial astur-leonés, el clltico lo
aparece utilizado para marcar el género neQtro asociado a los nombres
continuos de masa [2.3.1.J: La leche lo hehemos todos los días, El queso lo hacemos
con leche (Femández Ordóñez 1994 y 1999). ." ¡
Simplificadamente, se puede asumir que las categorías que determi-
nan la distribución de los clíticos en cada uno de estos sistemas son, res-
pectivamente, el caso y las propiedades dd referente, en concreto, su ca-
rácter contable. La selección de un sistema regulado por la categoría de
caso implica la selección de los rasgos de acusativo, dativo u oblicuo como
marcas que determinan la distribución de los pronombres, mientras que la
elección de la categoría referencial conlleva la selección de los rasgos con-
tinuo-discontinuo. Por ejemplo, el clltico le vendría especificado desde el
léxico con un rasgo de número y otro que en algun,os trabajos se denomina
de clase (Heap 2002). Esta última categoría puede remitir bien al rasgo
I
i"Ó'\"":¡¡
· 4-5-
:' ~~
'T El . sujeto
'ir:;,i:
y la flexión'
I
',,'"
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',•. ,,\:~
:~,.: ...
>':./~;
verbal
'''.~.''~. . '.-
1'11'\,
.,~~f,~I~r' ";i~~~,
,",~'(?'
~;,y.·,}
El ,".::'.
sujeto,"
c.'amo
...
cualquier otro tipo de categoría ~(;
388
r español, comparando esta situación con la que encontramos en otras len- ". determinantes' con marcas de tiempo. Así, el determinante realizado como
guas, distinguiendo entre sujetos expletivos' y sujetos implícitos o nulos' morfema discontinuoti.: .. a indica tiempo prese11-te, el determinante ni..... a
{4.5.2.}. Por último, me ocuparé de los llamados sujetos arbitrarios y de los indica tiempo ausente o pasado y ku ....a señala el futuro. DiChas marcas
mecanismos que determinan la interpretación arbitraria, esto es, no refe- deben concordar con los rasgos temporales de la oración, de lo contrario
la estruc~a resulta agramatical: por ejemplo, si tenemos un adverbio de
rencial e indefInida, 'de los sujetos en español {4.5.3.}.
tiempo presente, el determinante nunca podrá ser de pasado, como se ve
en la oración de (4Ib):
~~4.5.I. La identificación del (41) 'a. {Sécsec lá7xa7} ti - kel7áqsten-s-a.
sujeto. Los s~j~to.s 12,<:.?:~j.vos, Tonto ¡poderoso Det Presente- jefe-3&:3'sg.-Det Presente
'El presidente actual es {tonto ¡poderoso}'.
témp()r~es y datiyos . b. *{Sécsec fá7U7} ni - ke17áqsten-s-a lhkúnza
Tonto ¡poderoso Det Ausente- jefe-3'sg.-
La marca de caso que suele identifIcar al sujeto es la de nominativo, Det Ausente hoy.
,como se ve por la--Cüst.dfiüCiÓn de los pronombres con marca de caso en 'El pasado presidente es hoy {tonto ¡poderoso}'.
español: Yo (nominativo) me (acusativo) presenté a ti (oblicuo). El caso no- (Datos tomados de Dermidache 1999).
minativo se ha vinculado con la existencia de marcas de número y persona En las oraciones del salish la cópula 'lIKr/ 'es' resulta opcional. Si
presentes tanto en el sujeto como en la morfología verbal. La dependencia nos fijamos en la oración de (4Ib), su agramaticalidad se debe a que el
entre concordar con la flexión verbal y ser sujeto de la oración ha llevado ¡tiempo de la oración, representado por el adverbio de presente Ihkúnza,
a pensar que el caso nominativo es un rasgo más que debe entrar en rela- 'no concuerda con el tiempo del sujeto, manifestado en el determinante
ciones de concordancia, como el resto de rasgos formales del sujeto. Estos discontinuo de pasado n;.... 4. Para que esta oración resulte gramatical en
rasgos se han agrupado en dos categorías diferentes: S~.~agrn.aConcordan salish, el hablante debe interpretar la secuencia como dos oraciones in-
dependientes, cada una con su tiempo. En este caso la lectura sería simi-
cia y Sintagma Tiempo. De ellas, el ST es la que parece intervenir direc- lar a la oración española El entonces presidente es ahora {tonto !poderoso}.
famente en la identificación de los rasgos del sujeto {I.I.4.I. y I.I.5.I.]. Es interesante notar que, en las glosas españolas, la referencia tem-
Tradicionalmente se ha considerado que la concordancia de persona poral del sujeto aparece representada por los adjetivos adverbiales actual
y número entre el sujeto y los morfemas verbales es la que 'permitía la y pasado o entonces {2.5.4.].
identificación del sujeto. El hecho de que los infInitivos carezcan de la Una lengua como el salish pone en evidencia que no sólo existe
posibilidad de tener sujetos preverbales similares a los que encontramos en relación de concordancia de sujeto en cuanto al número y persona, sino
las formas flemas parece corroborar esta idea {3.8.l..}. Sin embargo, no hay también en lo que respecta al tieIIlpo.
que olvidar que los infinitivos también carecen de las marcas temporales
La posición también parece ser relevante en la identificación del
suficientes para ubicar temporalmente la predicación en la que se insertan
sujeto. El sujeto se genera bajo el SV, pues es allí donde recibe su papel
y disponer de un sujeto propio. No hay que desdeñar, por tanto, el papel
temático directamente del verbo, pero se relaciona también con el núcleo
del tiempo tanto en la ubicación temporal de la oración como en la iden-
funcional flexivo, por lo que se debe desplazar hasta una posición preverbal
tificación del sujeto. Chomsky (1995 y 1998), en sus últimos trabajos, ha
para recibir allí su caso y ser identificado formalmente. Con el fin de
rechazado la existencia de una categoría Sintagma Concordancia y en su
explicar el movimiento del sujeto, Chomsky (r998) propone que el núcleo
lugar propone que es el núcleo de Tiempo el que posee los rasgos de ,
T, junto con los rasgos de concordancia y caso, posee un rasgo especial,
concordancia y de caso con los que concuerda el s u j e t o . "
llamado 'Principio de Proyección Extendido', que selecciona la proyección
El salish, lengua originaria de la Columbia Británica hablada en de una posición de especificador del ST destinada para el sujeto de la
Canadá, se caracteriza por contar con sujetos que poseen un sistema de oración. Este principio parecer ser universal, puesto que todas las oracio-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español . IV. La concordancia, el tiempo y el aspect~ _.
....
( r nes en las diferentes lenguas requieren un sujeto. De este principio se . clásicos reside en que' no 'concuerdan con los rasgos flexivos ni poseen caso
j .
deduce que e! sujet~.se sitúa como especificador de -1a"pi"oyección ST; nominat.ivo. Estos rasgos' pueden aparecer realizados en ei SN pospuesto,
delante del verbo movi~o al nlicleo T en espaiíol {¡.i};·posídÓn en la' que') como ocurre en los ejemplos de (4za) y (42C). · .
los rasgos de concordancia y caso del sujeto entran en relación de concor-! Los verbos psicológicos de la clase de gustar, caracterizador por se-
dancia con los presentes en el núcleo T. .....t _. / lecciCinar un experimentante y un tema, y los qlle dan lugar a la alternancia
El resultado práctico de todo 10 dichó es que un sujeto se puede ; . ) entre el esquema. {Agente-TemaJ y (Experimentante-Tema], como enfadar,
defInir por ocupar una posición preverbal, tener casp nominativo y poseer . ~, ' irritar, molestar, etc. Ú-4-7.}, admiten construcciones como Me gusta el cho-
rasgos de concordancia de sujeto. Así pues, el caso nominativo, los rasgos, : .' ' 1co/ate, ·A Juan le irritó $U poca vergüenza, en las que el argumento externo
de concordancia de número y persona, junto con la posición preverbal son ¡ experimentan te y marcado con caso dativo ocupa la posición preverbal
marca~ ,idt!n~ificati"as _~~1 sujeto. Estas tres características se pueden dju' a destinada al sujeto. '
la vez, como ocurre nonnalIDente en español 'en las construcciones en: las Construcciones del tipo de Se me cayó el dinero, Se me olvidó la cartera,
que el sujeto ocupa una posición preverbal como especificador del ST, escasamente estudiadas en la tradición gramatical. se han considerado
pero a veces se encuentran disociadas. doblemente pronominales (Gómez Molina 1981) o bipers()~?Jes (Gómez
Existen c~nstrucciones, en efecto, en las que el constituyente que Tóa~g~·~992.a)~ 'por-Iañecesaria presencia de dos clíticOs;'-el primero es un
aparece en la posición preverbaJ de especificador del ST y que se define cütico pronominal; el segundo es un dativo cuya presencia hace que el
como el sujeto de la oración, es distinto del sintagma que tiene caso no- orden de constituyentes no marcado sea dativo-verbo-sujeto. Este dativo
minativo y concuerda con la flexión verbal. Según Fernández Soriano (199 8 ocupa también la posición preverb31 desB.iiildá·á los sujetOs.
Y.1999), ciertos verbos tradicionalmente etiquetados Fama impersonales, . J...osei.e!l.1pl<?s, ~e .sujetos dativos, temporales y locativos confIrman la
por ejemplo, faltar, sobrar, cotUtar, el existencial haber, :los verbos de acon- importañcia de la posición prevúbal de especificador del ST 'e-rila: ídenti-
tecimiento como suceder, ocurrir y los verbos meteorológicos pueden apa- ficaCi6ndel sujeto. Existen más datos que ' apoyan esta hipótesis. Recorde-
recer con un elemento locativo, temporal o dativo en posición preverbal, mos, por ejemplo, los sujetos léxicos que acompañan a infmitivos en ora-
más otro constituyente opcional --dependiendo de la estructura argumen- ciones independientes, como ¡Decirle yo a Juan lo que pienso de él? En estas
( tal del verbo- en posición posverbafy que concuerda con los rasgos for- estructuras, el sujeto en nominativo acompaña a un infinitivo que carece
males del núcleo T. Los ejemplos relevantes son los siguientes: de rasgos de concordancia y tiempo propios. por 10 que recibe las marcas
(42) a. Me sobran vasos. temporales necesarias para identificar a su sujeto de una preposición b de
b. Ayer había un ambiente muy crispado. una marca modal (3-8.2-4-}.
c. Aqui sucedieron hechos extraños.
d. En Madrid llueve y en Moscú nieva.
e. [ST {Me layer faquí} [T" V [sv h(me layer faqllí) {v' h(verbo) ... }}}} waa~ 4.5. 2 . QJ:"~~iones
sin sujeto: ,. __
(Datos basados en Fernández Soriano 1998).
sujetos nulos y expletivos '
En estos ejemplos, los sujetos dativos, temporales y locativos ocupan \
la misma posición destinada a los agentes o causas, esto es, especificador .11 El español es una lengua que permite construir oraciones sin sujeto
de la categoría $v, según se observa en la estructura de (4ze), pues actúan explícito. Esto no signifIca que carezca de una posición de sujeto, pues, a
como iniciadores o puntos de origen del evento {p.} (Fernández Soriano: pesar de no pronunciarse ni escribirse, siempre es posible recuperar su
I99 8 y 1999). Pero, además, como argumentos externos que son, tienen la A valor. Por ejemplo, en oraciones como Llegaste tarde, Hicieron lo que pudieron,
capacidad de ascender hasta la posición de especificador del ST, llenando" Sufrió mucho al final, sabemos por la flexión del verbo la persona a la que
la posición preverbal destinada a los sujetos. La diferencia con los sujetos se refIere el sujeto y, además, de acuerdo con la estructura argumental que
Teresa Maria Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
392 393
selecciona el verbo, conocemos el tipo semántico al que pertenece: si es un, con 'el.nombrede'«PaiáJp.etr,o del Sujeto Nulo» (Jaeggli y ,Safir 1989 y, en
tema, un agente o un experimentante. Toda,s estas son pistas que permiten español, Fernández Soriano ~989). permite distinguir entre tipos de len-
al hablante identificar de manera inequÍVoca tanto semántica como formal- guas: las que requieren siemp~e de un sujeto realizado y las que pueden
mente el sujeto, a pesar, de no aparecer realizado fonéticamente. Conviene oritirlo. Así, mientras que el español permite un sujeto nulo, puesto que
insistir en que, por tanto, no podemos decir que el español carezca en su valor puede ser recuperado funcional y semánticamente, ni el inglés ni
estos casos de sujeto, pues posee una posición de sujeto marcada temáti- el francés lo permiten, dado que no poseen una morfología capaz de recu-
camente y con rasgos formales¡ 10 que ocurre sim¡>lemente es que dicha perar el valor del sujeto pro. La traducción de la oración española Canta a
posición tiene la opción de ser ocupada bien ' por una pieza léxica con lenguas como el inglés o el franc,és siempre exigirá, por tanto, la realización
realización fonética bien por un sujeto nulo sin contenido fonético. La de un sujeto: She sillgs, Elle chante.
categoría vacía que ocupa en este caso la posición de sujeto se denomina , Dentro ,del español, existen variedades dialectales, como la repre-
pro, abreviatura de pronombre, pieza caracterizada por recibir papel t~má sentada por el español del Caribe, que tienden a conservar los sujetos
tico y marcas formales y de caso, como cualquier otro sujeto, y por alternar pronominales yo, tú, usted, en usos que resultarían redundantes para la
con un sujeto pronominal con contenido fonético. La categoría pro nada norma estándar (Lipsky 1994). En la variedad caribeña del español habla-
tiene que ver con el PRO -en mayúsculas- que hemos identificado como do en la República Dominicana, por ejemplo, se documentan sujetos
el sujeto de los ~mitivos {J.8.2.I.}: pronominales redundantes: Cuando tú acabe tú me avisa. En esta variedad,
(43) a. Juan quiere [PRO comprar una revista deportiva} las marcas flexivas del verbo representadas por las consonantes finales se
b. {pRO fumar} perjudica seriamente la salud. debilitan hasta el punto de que pueden llegar a no pronunciarse, tal y
I ' comao.se ha producido en el ejemplo citado. Entre estas consonantes se
Recuérdese que el PRO nunca aparece en contextos en los que se encuentra la -J fmal de la segunda persona del singular, lo que provoca
asigna caso, por ello puede ser el sujeto de un infinitivo. Además, carece la confusión entre la segunda y la tercera persona (tú viene, él viene) e
de contenido semántÍéO propio, recibiendo sus rasgos ya de un antece-., incluso entre la segunda, la tercera y la primera en el caso del imperfecto
dente oracional, como en los infinitivos controlados {J.8.2.!.} --<lato de (yo venia, tú venia, él venia). El español del Caribe, por tanto, se acerca al
(43 a)-, ya de un operador, como en los infinitivos arbitrarios [3-8.2.1.J patrón paramétrico del inglés, lengua que carece de marcas flexivas en el
-dato de (43b)- y en las oraciones impersonales [4.5.3.1.}. Elpro, por el verbo (salvo la -$ del presente de las terceras personas del singular). De
contrario, recibe sus rasgos de una flexión defirúda, por 10 que su interpre- esta pérdida de las consonantes finales se explica la mayor presencia de
tación es referencial. sujetos pronominales.
La existencia de una posición de sujeto disponible, independiente- Vistas así las cosas, una de las asimetrías fundamentales que existen
mente del hecho de que se realice o no, está avalada por un principio entre el sujeto y el objeto en español reside precisamente en la posibilidad ' . I
universal, según el cual, todas las lenguas disponen de una posición de de tener sujetos nulos, pero no objetos {3.5.I.l.], junto con el hecho de i
sujeto. Lo que permite que el español posea sujetos nulos eS la existencia permitir clíticos de objeto, pero no de sujeto [4.4.}. El español permite un \ .....
de rasgos suficientes en el contexto lingüístico que garantizan la recupera- sujeto nulo, a pesar de no tener clíticos de sujeto, pues tiene morfemas de
ción del contenido del sujeto no realizado. Estos rasgos son las marcas concordancia que lo legitiman y recuperan su contenido funcional. Por el
formales que legitiman la posición del sujeto nulo y que identifican su contrario, en el caso del objeto, carece de morfemas de concordancia de
contenido. objeto, si bien posee clíticosj por ello, el objeto nulo no dependiente del
La posibilidad de omitir el sujeto siempre que su significado pueda contexto precedente sólo es posible si se ha proyectado el clítico de objeto
ser recuperado gracias a la información contenida en la flexión verbal se ha correspondiente {4.4.}.
relacionado con una opción paramétrica derivada del principio universal El sujeto nulo pro del español ocupa una posición en la que puede
que establece que toda lengua debe tener un sujeto. Esta opción, conocida aparecer también un sujeto léxico. Esto no significa, sin embargo, que el
·:eresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español . IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
. )94 395
r proyecta un expletivo que carece de papel temático. Según el Parámetro plos de fRO arbitrario -(48a)-, ~n ciertas estructuras impersonales con
--,
397
.'
del Sujeto Nulo, sin embargo, sólo el español permite la presencia de un ,se -(48b)- y en los singulares 'arbitrarios -(48c)- podemos obtener una
sujeto vacío pro, pues, frente al inglés y al francés, es la única que posee lectura genérica que involucra a toda la clase o género: 'A todos nos con-
las marcas formales' en el verbo que garantizan la recuperación del con-
tenido y valor de dicho sujeto, ' viene visitar al dentista', 'Cualquiera come bien aquí', 'Todo aquel que
En el español dominicano, lengua que docuinenta un aumento en duerme mucho, vive más'. En las glosas se demuestra que la predicación
el uso de sujetos pronominales explícitos, como decíamos hace un rato, que selecciona al ,sujeto arbitrario establece generalizaciones válidas para
también se documenta el uso del pronombre el/o cproo sujeto de verbos cualquier persona. Por el contrario, en los plurales arbitrarios -(48d)- la
impersonales: Ello hay maíz y cuando el sujeto es pospuesto y la posición lectura ,del sujeto es fundamentalmente existencial, recuperable mediante
de sujeto preverbal permanece vacía: Ello ufácil llegar <Lipsky, 1994: 367). el cuantificador débil alguien: 'alguien llama de la tienda'.
Estos datos, sorprendentes desde la norma estándar, se explican fácil- por encima de las diferencias, que desarrollaré a continuación, cual-
mente si tenemos en cuenta que en esta variedad, la flexión no está táIi.
'quiera de estos procedimientos son válidos para expresar la existencia de
especificada como en la variedad estándar, sino que se acerca a lasitua":'
ción del inglés, lengua que no permite sujetos nulos y que, con el fin de un sujeto arbitrario, con valor bien genérico: 'cualquiera', 'todo' o existen-
tener llena la posición de sujeto, utiliza expletivos. El ello del español cial: 'alguien'. De hecho, las estructuras arbitrarias pueden alternar libre-
dominicano es, por tanto, un expletivo sin papel temático, pero que sirve mente en una misma oración: Cuando tienes un desengaño, se aprende mucho de
para llenar la posición del especificador del ST a falta de un pro plena- la vida,. De poco sirve arrepentirse, si vuelves a tropezar con la misma piedra (Her-
mente identificado. nanz 1990).
... I
Los sujetos arbitrarios WíWt~4·5·3·I. L, as oraciones impersonales X'
con se
. • •- < " " .~""
399
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
r blemas cuando se está de vacaciones (3.8.2.I.} o a la variable contenida en los sujeto &e inte~reta de fo~a_ simüara un 'alguien' indefmi·do: Esta 11!añan~
SSNN con interpretación genérica: Los ordenadores son el mejor invento tÚI . se dio la orden de atacar ('alguien dio la orden'); Por. lo visto, ayer se trabajÓ
hombre [Z.Z.7. y z.z.8.}. Como consecuencia de la proyección de un opera- mucho en uta oficina ('alguien trabajo mucho'). El aspecto verbal perfectivo
dor con carácter genérico, el sujeto PRO se interpretará como una gene- y los modificadores temporales y locativos del SV que sitúan la predica-
ralización: 'todo', 'cualquier': ción, incluido el sujeto, en unas coordenadas espacio temporales concretas
son índices de la lectura existencial. Los. verbos de estado (J.3.!.}, caracte-
(so) {Operador genérico [ST PRO {,. se [s. h(PRO) se vive mal en tu rizados por denotar propiedades atemporales, no permiten lecturas exis-
ciudad}]}} tenciales, debido a que precisamente tales predicados no legitiman la pre-
sencia de modificación adverbial b.7.3.}. Por este motivo, oraciones como
El operador ge~érico puede 1'!laterializarse bajo la forma de un adve!- Aquí se sabe mucho de terrorismo ('la gente sabe mucho? y En una situación así,
bio de fr~c~~~da c~~ alcance sobre toda la oración [2.l.8.l.}: Normalmente se desea un amigo ('la- gente Icualquiera desea un amigo'), construidas con
se -ñizá7óiijiOéiFpifo{Dató basadóen De Miguel 1992 Y Sánchez López 1999). predicados de estado, sólo poseen lecturas genéricas.
Estos adverbios no cuantifican sobre acciones sino sobre una situación, Estructuralmente, al igual que en las oraciones genéricas, el -clítico es
representada por toda la oración. El operador genérico también tiene al- la materialización del nudo Tiempo, por 10 que el único elemento suscep-
cance sobre el tiempo de la oración, seleccionando básicamente tiempos tible de ocupar la posición de especificador de dicha proyección es el PRO.
presentes e imperfectos, índices que favorecen la lectura genérica, pues Este se genera para recibir su papel temático bajo el Sv, siendo aquí donde
se emplean para denotar acciones habituales caracterizadoras del sujeto va a ser ligado por un operador existencial [2.2.7.}, cuya aparición, como
(2.2.8.1. y 4.I.3.}. También es posible el uso del pretérito perfecto o com- hem0li..visto, es sensible al tipo de acción verbal que denota uh predicado
puesto para referirnos a generalizaciones en el pasado que pueden conti- y a la existencia de modificadores espacio-temporales en el domi.tuo del
nuar en el presente: Cuando se ha fumado toda la vida, no es fácil dejarlo de un núcleo verbal. Por estas razones, dicho operador se suele situar dentro de
día para otro, pero nunca se documenta el pretérito simple de aspecto la proyección que encabeza el verbo, con alcance sobre la posición del
perfectivo, pues este tiempo resulta incompatible con la interpretación sujeto:
génerica: *Cuantiore fum6 toda la vida (Sánchez López 200Z).
Nótese que una oración como Se trabaja nos resulta de algún modo (51) 1ST Ayer fr. se {Operador existencial (sv PRO trabajó}}}}
incompleta; asimismo, la oración anterior Norma/mente se nace con poco pelo Mientras que en las oraciones genéricas, el operador genérico ligaba
se tornaría muy extrafia si prescindiéramos del adjunto con poco pelo. Parece la posición estructural de sujeto bajo el ST, en las oraciones existenciales,
que la necesidad de un modificador no es una propiedad exclusiva de las el operador existencial liga la posición donde el sujeto recibe su papel
impersonales con se, pues oraciones con sujetos genéricos que no tienen se temático, bajo el Sv. La posición de sujeto preverbal en el especificador ~el
. ¡
impersonal exigen también la presencia de cierto tipo de modificación, ST, en esta interpretación, puede estar ocupada por un argumento espacI0-
según documenta Sánchez López (zooz): ·Uno se cansa, Uno se cansa cuando temporal, aquí, ayer, en esta ciudad, elemento que es muy habitual encontrar
trabaja mucho; *El hombre es conocido, El hombre es conocido por sus hechos. La realizado y que satisface la necesidad de tener ocupada la posición de
presencia de los modincadores adjuntos hace que la oración pueda inter- sujeto {4.P. y 4J.2.} (Mendikoetxea zooo y 2002).
pretarse como una relación verificable entre dos predicados: el principal y La vinculación entre la lectura existencial y la posición donde el
el introducido por el adjunto, de modo que la·presencia de uno implica la sujeto recibe su papel temático se ve apoyada por un dato empírico: la
del otro 0, lo que es lo mismo, siempre que se produce cierto evento, se lectura existencial depende de la posición que ocupa el sujeto dentro de la
produce también el otro. proyección verbal, esto es, está restringida por el papel temático d~l argu-
Junto con la lectura genérica, es posible encontrar en las oraciones mento sujeto. Si en una oración con un sujeto tema, como, por eJemplo,
impersonales con se ejemplos de lectura existencial, caracterizada porque el la formada con un verbo inacusativo b.l.Z.I.}, forzamos la lectura existen-
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español IV. La concordanCia, el tiempo y ei aspecto
4 03
r cial mediante la adición de índices tales como el aspecto perfectivo o el . caráctex: referencial de la flexión . .De hecho, la interpretación habitual de
anclaje locativo y temporal, la oración resulta agramatical, como se observa . la segunda persona del s~gulM es referencial y definida, como en TJ vienes
en· "'Ayer se nació mucho en Madrid, "Aquel día se fue comprensivo, '*Ayer por la con nosotros o enpro trabajasdemasiddo. En el primer caso,· el sujeto piono-
mañana se sali6 mucho de la oficilla. Esos datos nos indican que los verbos miria! concuerda en rasgos con la flexión realizada en el verbo, mientras
inacusativos nunca · permiten la lectura existencial. La única lectura que que en el segundo,. el sujeto nulo es identificado mediante los rasgos con-
permite una oración impersonal con se formada sobre una base inacusativa tenidos en la flexión [4.5.2.}. Compárense tales oraciones con las recogidas
es la genérica. , en (52) y que ejemplifican las lecturas genéricas que se obtienen con la
Aunque los datos son claros, todavía no tenemos una explicación segunda persona del singular:
coherente que dé cuenta de ellos. Para Mendikoetxea (zooo), la restricción (52) a. Cuando las cosas vienen así, tú no puedes hacer nada.
,.-
que opera sobre la inacusatividad parte de un problema estructural b~ado: ·b. Si te sientas a pensar las cosas un poco mejor, te das cuenta de
' .. en consideraciones formales. En la representación de (sI), la posición:.de que no son tan importantes como parecen.
especificador del ST puede aparecer ocupada por un argumento espacio- )( c. Si duermes p.oco, envejeces prematuramente.
temporal que satisface la necesidad de saturar dicha posición y actúa como (Datos basados en Hernanz 1990).
el sujeto de la predicación, mientras que el PRO, bajo el Sv, recibe una
lectura existencial. Este mecanismo interpretativo es posible en las cons- En estos ejemplos, la flexión no posee carácter definido ni referen-
trucciones impersonales con verbos transitivos e intransitivos, pero no en cial, puesto que no identifica a un sujeto concreto. Una prueba que de-
los predicados inacusativos, pues no contienen argumentos locativos y tem- muestra que el carácter referencial de la flexión se ha eliminado la encon-
- porales que permitan el anclaje temporal y puedan servir de sujeto de la tramo~_¡en el hecho · de que incluso el sujeto pronominal realizado pasa
predicación. El PRO, en consecuencia, debe ascender a la posición de a recibir una interpretación arbitraria. Así, en los ejemplos de (pa y b),
(
especificador del ST para satisfacer la necesidad de tener ocupada la po- el pronombre de segunda persona tú, te no identifica una segunda perso-
sición de sujeto, recibiendo aquí una lectura genénca -véase la estructura na definida, sino que se refiere a cualquier interlocutor. Lo mismo ocurre
de (50)-. El problema de esta explicación reside en que la restricción con el resto de pronombres de segunda persona que pueden aparecer rea-
sobre la inacusatividad no es exclusiva de las oraciones impersonales con lizados.
se, sino que se documenta también en la interpretación existencial de otro El proceso de debilitamiento del carácter referencial de la flexión
tipo de estructuras con sujetos arbitrarios: las oraciones en tercera persona debe ponerse en relación con la presencia de ciertos rasgos o marcas sin-
del plural, que serán analizadas en la sección {4.5.3.3.}. tácticas que actúan como índices de genericidad y que también están pre-
sentes en otras estructuras con interpretación genérica en español: SSNN
genéricos {z.2.8.I.} y oraciones impersonales {4.5.3.I.}. Dichos índices son el
~f.¡'lill}~~~4.5,3.2. Las oraciones en segunda tiempo verbal y la presencia de auxiliares modales y de ciertos adverbios.
persona del' ·SIngular En primer lugar, el presente y el imperfecto son tiempos con carga
genérica [4.I.3.}. frente a los tiempos perfectivos. Por ello, una oración
como En este restaurante comes como un rey permite la lectura genérica, frente
En las impersonales con Je, la presencia de este clítico es la respon- a En este restaurante comiste como un rey, con lectura referencial.
sable de impedir que el sujeto reciba una interpretación definida y referen- Los verbos mod.ales también favorecen la lectura genérica, al estar
cial, concordante con los rasgos flexivo s de que está provisto el verbo. En relacionados con la expresión de la necesidad y la posibilidad, nociones que
el caso de las oraciones que poseen una flexión en segunda persona del pueden ser verdaderas en circunstancias no ligadas exclusivamente al tiem-
singular, también llamadas «singulares arbitrarios» (Hernanz 1990), no exis- po y al espacio actual. Dicho de otro modo, los verbos modales nos permi-
te en apariencia ninguna categoría especial inductora de la eliminación del ten establecer generalizaciones válidas en contextos atemporales: En Madrid
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español IV. La concordancia, el tiempo y el aspectó
4°5
r puedes pasear tranquilo por las ,alles, Este ,hampú es tan suave que puedes usarlo to- llaman .,a la p~erta ('alguien llama. a la puerta'), PregUntan 'por ti ('alguien
dos los dias (Hernanz 1990). . pregunta:por ti'). En estos' ejempios, el sujeto nulo pro no está identificado
Existe también una ampüa gama de adverbios que en posición inici3.I mediante los rasgos co~tenidos en la flexión verbal especificada como
de la oración actúan como enmarcadores espacio-temporales de toda la tete era persona del plural; de hecho, a pesar de que dicha flexión es plural,
predicación. A partir de dicho marco, el emisor afirma su creencia en un el sujeto interpretado es singular: 'alguien', 10 que indica que su valor no
enunciado de validez general: Generalmente, en primavera, te sientes más ,ama- depende de la flexión, sino de lp. presencia de un operador existencial que
do y deprimido; Cuando te encuentras en esa situadón, normalmente no sabes muy se proyecta en el dominio del Sv. Este operador es el responsable de ligar
bien a quién acudir en busca de ayuda. al sujeto pro convertido en variable en la posición en la que precisamente
La presencia de índices de genericidad asociados a la interpretación va a recibir su papel temático. La referencia al papel temático del sujeto
arbitraria de los singulares sugiere que tales estructuras proyectan un ope- es un Jactor decisivo para entender las restricciones que operan en este
''/ rador genérico responsable del debilitamiento del carácter referencial dcda tipo de estructuras con lectura arbitraria.
flexión verbal qIernanz 1990) y que puede materializarse bajo la forma de Recuérdese que las oraciones impersonales con se formadas a partir
adverbios de freéue-ncla-Y:-p"erífrasis de carácter modal, como también ocu- de verbos ínacusativos sólo permiten una lectura genérica, nunca existen-
rre en otras estructuras con lectura genérica [2.2.8.1. y 4.5.3.I.}. Al ligar la cial, es decir, el PRO sujeto-tema de estas oraciones únicamente puede ser
posición de sujeto, que puede estar ocupada bien por el pro, sujeto nulo, ligado por un operador genérico en la posición de especificador del ST,
bien por el pronombre reaüzado tú, esta se convierte en una variable, cuya pero nunca por un operador existencial bajo SV {4.5.J.I.}. Pues bien, esta
lectura dependerá del valor del operador. Por ello, la interpretación de restricción se puede aplicar a los plurales arbitrarios, pues sólo permiten la
dicho sujeto será genérica y nunca referencial. I lectur,arbitraria existencial de sujetos agentivos o experimentantes, de
modo que elpro sujeto-tema de las estructuras pasivas e inacusativas nunca
tiene lectura arbitraria sino referencial, asociada, en consecuencia, a los
~~ 4.5.3.3. L<!~.gXª<;~()l?:~~_.~n tercera rasgos de la flexión verbal.
pe~sona1 del plural Si comparamos la oración de (53a), construida con un predicado tran-
sitivo, con las de <53b y e), formadas sobre verbos con estructura inacusa-
La tercera persona del plural, al igual que la segunda del singular, es tiva, comprobaremos que únicamente la primera oración permite la lectura
normalmente referencial, es decir, admite una lectura específica vinculada no referencial, arbitraria, de su sujeto:
a la flexión verbal. En las oraciones Comen pollo, aunque no les gusta la carne; (53) a. En esa mesa piden un vaso de agua ('alguien' I'ellas').
Llegan tarde de nuevo, el sujeto vacío pro posee una lectura referencial, pues b. Uegaron tarde a la fiesta ("'alguien' I'ellos).
recibe sus rasgos de la flexión verbal. En determinados contextos, sin c. Fueron enviados de vuelta a su casa (*'alguien' I'eilas').
. I
+06 4°7
~.
en las oraciones reflexivas y recíprocas, a pesar de ser estructuras clara- ble ligada por un operador genérico que le asigna su interpretación. Como
•
mente agentivas: Se critican todos los días ('ellos'), ~~ escriben ca,!aJJl!.fit!Aitl.df? . veremos, también puede comjiortarse como anáfora en estructuras reflexi-
('ellos') [5.2.2.r.}, parece sugerir que la causa de ~ste-comportamiento de- \ vas {S.2.2.Z;}. . .
pende de factores interpretativos vinculados con el diferente tratamiento }
semántico que reciben agentes y temas, pues el único punto en común que I
podrían tener las oraciones inacusativas y las reflexivas es que !!.Jy.~Q-g.d
r 4. Explique los motivos por los que las siguientes secuencias con
elíticos resultan agramaticales en español:
recibir casOj por lo'que se: de~plaza hasta el especificador de la categoría
,funcional ST [+S.I.}. Teniendo en cuenta esta descripción, identifique el
sujeto de las siguientes oraciones, señilando su papel temático y la posi- .
Ca) *Obligó a correrme (vs. Me obligó a correr).
ción' que ocupa en la estructura de la oración. Si existiera algún sujeto
(b) *La obligó a Jesús a terminar (vs. Obligó a Jesús a terminarla).
expletivo, señálelo también:
(e) *Le debo hacerlo (vs. Se lo debo hacer o Debo hacérselo).
(a) Aquí faltan profesores.
5. Fíjese en los siguientes datos del español 'fi del griego moderno: (b) Nos h3Jl. asustado.
Español moderno: (e) Me molesta su ineptitud.
(a) Léelo! (d) Nieva.
(b) Lo lees.
7. Fíjese en los siguientes datos del irlandés y compare la naturaleza
Ce) *Leeslo.
del sujeto del irlandés con la del español:
Griego moderno:
(a) Rinceamar.
Ca) Diavase to!
Bailar-3a p.pl.-pasado
Leer-Imperativo-2ap sg. lo
'Bailamos'.
'Léelo'.
(b) Tá mé.
(b) To diavases.
Soy yo
Lo leer-Indicativo-2 ap.sg.
'Yo() soy'.
'Lo lees'.
(e) Táim.
Ce) *Diavases too
Soy-x·p. sg.
Leer-Indicativo-2 l p .sg. lo
'Yo soy'.
(Datos tomados de Rivero y Terzi, 1995: 304)
(d) *Táim mé.
¿Cómo se po4ria dar cuenta del paradigma que se ejemplifica en los SOy~I·p. sg. yo
ejemplos propuestos? lEn qué se diferencian los datos del español y del 'Yo soy'.
griego moderno con los que se documentan en serbo-croata?: (Datos y ejercicio basados en Carnie, 2002: 280)
Serbo-croata: ¿Diría que el irlandés es una lengua de sujeto nulo como el español?,
Ca) Citajte je! . ,
¿en qué difieren ambas lenguas? Preste atención también a la posición de
Leer-Imperativo-z'p sg. lo los constituyentes oracionales {r.l.5.}
'Léelo'.
(b) Citate je 8. Identifique los sujetos arbitrarios que aparecen en el siguiente
Leer-Indicativo-2·p.sg. 10 fragmento. Comente, asimismo, las características que singularizan a cada
'Lo lees' tipo:
(Datos tomados de Rivero y Terzi, 1995: 309)
Cuando cada noche uno enchufa la tele, no sabe si le están tomando el pelo
Justifique sus respuestas. o si se habla en serio. Lo cierto es que llegas cansado a casa, te sientas en
tu sillón favorito y s610 ves tontenas.
6. El sujeto es un argumento que, como tal, se genera bajo la pro-
yección en que recibe su papel temático [3.2.I.3.}. Pero, además, necesita
IV. La concordancia, el tiempo y el aspecto
básica de este Cl!pítulo y, en concreto, en las secciones (4.4. y 4.5.3.1.}, las propiedades del clítico
Jt y la función que desempeña' en las oraciones en las que se inserta pueden explicarse
. dentro de ima teoría general de los clíticos como elementos cOn rasgos de concordancia.
t~'\iribJ~
':~ ••1:' ,i/ :.,: oraciones impersonales. Sobre el resto de sujetos arbitrarios destaca muy especialmente el
'\:~?(" }::'i.;· artículo de Hemanz (1990), que trata sobre los sujetos de segunda persona del singular, y
)( el de Jaeggli (1986), sobre los sujetos de tercera persona del plural.
)t
,~,\~~>,~' "<>J.':.
Sobre el Parámetro del Sujeto Nulo se pueden consultar Jaeggli y Safu (I989) y
X Fernández Soriano (1989)· .
. E'onet (1995) es un trabajo basado en la tesis doctoral de la autora y que nos ofrece
una interesante visión de la relación entre ciertos fenómenos que afectan a los clíticos y
Sin duda, son numerosos los trabajos que 'tratan de'}ofrecer el componente morfológico. En concreto, destaca el tratamiento de la sustitución de le
alguna luz sobre el valor del imperfecto en espagQf Una persp#tiva
por St.
temporal es la que adopta Rojo (I974 y 1990)/lDientras que I~!!,~s- Son muchos los estudios que han abordado desde diferentes perspectivas el proble-
;¡: tudios de AJarcos (194:,9), Pe~a (r98S) y recigrifemente de Cipfi:~l. ma de! leísmo, laísmo y loísmo en espa.fiol y su posible explicación. Para una visión des-
Robens (zooo) y Garcla Fernandez (2004) s.e,.decantan por un trata~;k criptiva del asunto puede consultarse el estudio de García González (¡988) sobre el uso d~
miento aspectual. Cabe destacar especialm~.rii:e la reciente recopila~~··i·l.'.
ción de estudios realizada por García Fem:iJ¡.i:Iez y Camus Bergareche ·t:i~,.;.
/0 con nombres continuos y los trabajos de Fernández Ordóñez (1994 y 1999). Este último,
publicado en la GDLE, ofrece además una amplia bibliograrta de trabajos descriptivos y
X( zo04) que ofrece, junto c0Il: una ampli~~\pibliografía sob~e el tema, ""lit, recopilaciones de datos sobre el tema.
un completo repaso por las dIferentes t acerca de la lnterpreta- ':í~,
ción del imperfecto y de su relación con ema temporo-aspectual \j~,
1(,¡,
-..
del español. Dentro de esta recopilació . pueden citar, además de1
trabajo del propio García Fernández ya~~,ncionado, el de Leonetti, X if..;,~,••
sobre la in~:rpretaci6n.anafórica del impeqi¡E~?.1.~;1 de Veiga, acerca "~~~,
de la re!aclOn entre el Imperfecto y el coni:li,H!!I.~~'i~\ >":'"
Existen diferentes posturas acerca de Ii'aífeiéncia de uso do- í'¡':l,.
cumentada entre el pretérito simple y el pretérito cempuesto el.l las '~~h
diversas variedades de español. Como muestra del debate, el lecter '~\
puede consultar las opiniones de Lope Blanch (1983) y Cartagena '~{f:!o
(1999). En el artículo de Quesada Pacheco (ZOOI) se ofrece además}" '1jL
una visión critica de estos dos puntos de vista. . . \~ ¡
El estudio realizado por Belletti (1990) constituye un b u e n ; : "
ejemplo de como el movimiento del verbo. se ha utilizado para e x p l i - ,
car la variación en el orden de constituyentes documentada entre ;,~~ :
lenguas diferentes. Aunque el libro está en inglés, contiene numero-
sos ejemplos de lenguas romances.
En torno a los cüticos y, más específicamente, sobre su trata-
miento como realizaciones de la concordancia de objeto en español, ,;
el lector puede comenzar por consultar el trabajo de Uorente y .~l:;
Mondéjar (197z), donde se alude a la existencia de una conjugación ....
objetiva en las lenguas romances. Desde la perspectiva de la gramá- I .:t
. ~~: !~~=i0~9~,e:n~~:~~ac~¿~~; t:!:~o r~~~~d;u~~oF¡e~:=
~ tida la teoría de las categorías funcionales. Asimismo, este trabajo
_
'"";":;:'.__
'$~lr-?ft
1'\ ofrece interesantes propuestas en torno al doblado de clíticos y alf?s ,.. _.. ,.""..,.,.,i'M}.1[f.f'''·
procesos de enclisis y proclisis en español. No es casual que '~$t1:~l,:~S?;j5']¡~~"~''''
misma autora haya dedicado diferentes trabajos al estudio de liS'
4I O oraciones impersonales con ti, pues, como se ha justificado a 10 largo
:fT'
.!.
v.
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Variaciones
en la
"'-".'0-. " -
¡ ..
concordanci
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.r:
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;,t :'.. ~',~ ' ~(Y:f·',_
.·./i~·;\
• ~ :j. .f.:~~~,:
"
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.,,~'_':_,~',:r.,~.·"~-':
,_,," .;~'·;f(:.-
,,"
'~;:~,
,J~:¡ Este capítul9,., comienza ya desde su título con una
:" Jr~Imlación: el espaii:ql posee una concordancia de objeto.
A,,;;r -' Para muchos lect~~~~, ~~.;.:
esta aseveración tan categórica
:;;f.T."/- puede resultar extr~ pues es cierto que no tenemos
I /,¡;f ... afijos verbales de coxi~'brdancia de, objeto similares a los
~ ~~
./'Y' de concordancia de s:!M~to, fácilmente identificables en
.//,/ las des'inencias v:.7.9~~s- Esto no implica, no obstante,
;J,': como ellecto~~ya::¡~aDrá si ha leído el capítulo anterior
-'.<¡ ~ti~'~::~-:" ~
:~ {4-4.], que no·~spongamQ.s en nuestra lengua de marcas
" .~;- específicas para la concordancia de objeto. Estas marcas
son los clíticos.
Partiendo, en consecuencia, de que es posible reco-
,
¡, nocer la existencia de concordancia referida al objeto en
español, este capítulo estará dedicado al análisis de un
L conjunto de estructuras sintácticas: copulativas, pasivas
perífrásticas, pasivas con se, oraciones medias, reflexivas y
! recíprocas, que tienen en común la pérdida, en unos ca-
sos, y la transformación, en otros, de los rasgos de la con-
r cordancia de objeto. En concreto, las oraciones copulati-
! "
vas, pasivas y medias no disponen de una posición en la
que se asigne caso acusativo al objeto, pues esta posición
'¿o;':,,,,. ha sido eliminada o inactivada. En cuanto a las oraciones
·"~\";:t1;;¡t:~;:&~r;~1~:,~f.T,~,exivas y recíprocas, sí van a tener un objeto, pero con
- ""':''''Uriás características especiales que 10 van a convertir en
una categoría sin rasgos formales ni referenciales propios.
Teresa María Rodríguez Ramalle (Manual de Sintaxis del Español r i
\ ..
- "··""''.<~eú:.,c
.. ,":',:-
r
',:.:.·.I
'o
. .' : 5e1o
Buena parte de los fenómenos que vaya revisar en este capítulo est~ rela-
cionados, además, con la presencia del clítIco se, elemento que, al ubIcarse
en la posición de núcleo de la categoría de concor~ancia de o.bje;o,. va a des-
.1
I <::Op1.11.ativ as .
encadenar en la oración una serie de procesos de tIpO tanto smtactlco coma
semántico. .
/'·;~f,:·:"'-.::/;,.: ..
. '''¡" ... ; "
y paSiVaS
Comenzaré analizando las aracianes cópulativas y pasivas {5.l.}, cen-
trándame, en primer lugar, en la polémica acerca,.de si constituyen o no
una misma estructura sintáctica [s.l.!.}, para pasar posteriormente a revisar
las características particulares de las oraciones copulativas [S.l.".}, de las
oraciones pasivas perifrástivas y pasivas con se {P.3.} y, finalmente, de
las oraciones medio-pasivas {S.I.4.}. .
En la segunda sección, me ocuparé de los fenómenos relacionados
con la correferencia (s.l.}, par ello empezaré por repasar brevemente las
bases sintácticas que determinan que dos argUmentos de la .oración puedan
referir a una misma entidad {5.".I.1.}. En segundo lugar, repasaré las carac-
:;;~~5.I'::l~ Dif~.I.~g~!a~, __~!!tr~
terísticas generales de las estructuras reflexivas y recíprocas {5.l.".}, anali-
zando la relación entre agenticidad y reflexividad [s.".2.I.}, la función del .~i·tT ~~~I~!i1~:ástivas
se {p.2.2.], los tipas de predicad~s reflexivos {P.2.3.} y la estructura y ,/');}" .... ~~;~
compartamienta de mismo {5.2.2.4.}. En tercer lugar, me detendré en las
rf·· De un sucinto .l~paso a la bibliografía básica sobre
estructuras recíprocas y, especialmente, en las diferencias y semejanzas
/' oraciones pas~:v:e,~i.~y:fJbpulativas, se deduce la falta de
entre reflexividad y reciprocidad {P.3.I.]. Asimismo, analizaré la estructu-
~:!" unanimidad C'~~,~ffi'b a la relación entre estructuras pa-
ra de la frase el uno P el otro {S.2.p.} y la existencia de diversas marcas de
" sivas y copulativas, y en concreto, acerca de la naturaleza
reciprocidad {5.".).).}. para concluir con una revisión del comportamiento
categarial del participio pasivo. Al~~~_&",~át,ic,()s <Gilí
de los predicados simétricos {P.J.4.}.
Gaya, 1943, Hernández Alonso 1982, y especialmente
Por último y dado que las oraciones reflexivas y recíprocas son las
Alarcos Llorach 1966) aducen argumentos en apoyo de
últimos ejemplos de estructuras que veremos construidas con el clítico se,
ufltratanuento unificado de ambas construcciones, ba-
ofreceré un breve repaso de las características generales de este clítico y
mostraré que es posible, aunque no siempre fácil, identificar rasgos comu-
sin.d~i~~,~E.,!~_Mt:!l1~{ºª¿Lc:a~egorial . ep,t,reel pazti<:ipio . j
p~ivo y el atributo de las oraciones copulativas. Desde '¡.
nes presentes en todas las estructuras con se {5.l}.
esú!'piirifó-de Vista, las oraciones César fue vencr'do y César ;1
fue vencedor tendrían un análisis idéntico, pues ambas,)
poseerían el mismo verbo, la misma relación de concor-
dancia entre sujeto y predicado, el mismo sujeto, e inclu-
so idéntica posibilidad de pronominalizacÍón: Césarlofue.
. ;, Alareos destaca, asimismo, que en ambas construcciones
. ';>~~~i'!i,., existe la opción de incorporar un adyacente introducido
·-.i?¿;t:;¡~;i;if:~"f;}:~iiiediante por: La noticia es divulgada por los periódicos y La
""k··;;~ticia es folsa por ciertos indicios. La diferente interpreta-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
.':.~'!.j.
\ ~ -.
V. Variaciones en la concordancia de objeto
,¡
(I98ob); -quTenTntentamostrir.aIgun,as asimetrÍas en'el colilportamiento de I' de tratar como dos estructuras sintácticas diferentes las oraciones pasivas
y las copulatiVas. Esto no significa que debamos obviar sus semejan.zas, en
atributi~as ·y paÚvas' en esp3:ñol. En primedúgar~L~~-ª~.c:I~d~-ºHe
rente nahi"~.aJ~¡i. ~;tegorial
de
criterio
de participios ¡>~iv()sy adje~iv:~s _ap~c~do el
la conmutación, ·e st·o· es, la sustitución de una forma por · o.tra
l concreto el hecho <le que el participio pasivo concuerde con el sUJeto en
ambas construcciones. El análisis que se ofrezca de copulativas y pasivas
deberá ser capaz no sólo de recoger sus peculiaridades sino también de dar
en ·efrrusmo conteit"Ci. Bl resultado es que participios y adjetivos se susti- 1 cuenta de sus vínculos.
tuyen por categorías diferentes: j
!
(1) a. La tirada fue {reducida ldisminuida /acortada} por el editor.
b. La tirada fue {reducida Icorta /escasa} por el carácter minoritario t~a¡¡aj 5.1.2. Las. . .. ..oracionesc:.
opulativas
u ~ --- . ..
-.. ~ ~ _." " . ". . .. .
de la edición.
~5·I.2;I. _. . verbos copulativos !~r:
Los • ... ..
Mientras que reducida, en tanto que participio, sólo puede ser susti- . .
ruido por otros participios tales como disminuida yacortada, como adjetivo ? . ... y estar
~. ~.~ ::·_ . c -.•
-~ , .~
se vincula con formas adjetivales del tipo de corta y esca.ra. En cada caso, Empecemos analizando el comportamiento de las oraciones copul.a-
además, el significado de la oración, así como el del SP introducido con por tivas a partir de las propiedades de los verbos copulativos. Los verbos
es diferente: cuando tenemos un participio, dicho SP posee una interpre- copulativos del español, suy estar, frente a los predicativos, están vacíos de
tació~~~e?:tiva, . mientras que cuando tenemos un adjetivo; en¡jr~j~~~ significado, esto es, no añaden ningún contenido semántico a la oración ni,
causa . 10 que es más importante, seleccionan a sus sujetos. Así, en las oraciones
. ~ --- -Son características exclusivas de las construcciones p¡¡.sivas y nunca de (4) son los adjetiyos bochornoso, triste y twbia los que seleccionan un tipo
d~. }~s copcl.~ti"':as: la posibilidad desl?r parafrasea~a 'con la activácorres,:, concreto"de"Süfeto; el tiempo, Mar{a y el agua, respectivamente:
pondiente: La tiradajue reducida por el editor, El editor redüjo la tirada; la de
'p~af~asearse mediante una pasiva con !~. como ya había señalado el propio {J)' -;--Eí- ti~~~o está bochornoso (vs. ·El agua está bochornosa). .;
Ai;;~¿s: La noticia fue divuigada, Se divulg6 la noticia; y la concurrencia del b. María está triste (vs. "'EI tiempo está triste).
adverbio mucho, como modificador del verbo: c. El agua está turbia (vs. ·María está turbia).
(2) a. La tirada fue reducida mucho por el editor. A este respecto, existen diferencias significativas entre el uso atribu-
b. *La tirada fue reducida mucho por el carácter minoritario de la tivo y el predicativo de estar. Mientras que el estar atributivo carec~ de si~
edición. ficado propio, en su uso predicativo se comporta como un verbo llltran51tl-
VO, con el significado de 'localización' o 'permanencia': Valeneía está en España..
La oración de (2b) resulta agramatical en su interpretación copulati- Otra característica reside en que ser y estar pertenecen a clases cerra-
va, en la que reducida se comporta como adjetivo. Lo mismo ocurre si, en das, pues no parece posible añadir nuevos verbos copulativos a esta serie
lugar de reducida, utilizamos un adjetivo de significa~o sinúlar, como esca.ra: integrada por dos únicos elementos. Como veremos más adelante, el verbo
*La tirada fue escasa mucho por el carácter minoritario de la edición. parecer no puede ser etiquetado como un verbo copulativo pleno, pues
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español V. Variaciones en la concordancia de objeto
42 0 42 I
matiz de permanencia o continuidad, mientras que en ponerse hirtén'co o iI propiedades flexivas, introducidos en un esquema básico de predicación
,
volverse loco existe una idea de cambio. con el fin de asignar caso nominativo al sujeto. Los rasgos funcionales
Por todos estos hechos, se ha dicho repetidamente que ser y estar son asociados a las cópul~ ser y estar en español tienen que ver con la con-
meros soportes de los rasgos de la flexión oracional, sin c~piidd~d predi- cordancia, el tiempo y, por supuesto, el aspecto, pues en este último
cativa de nin,gún tipo, de ahí que precisen de un verdadero predicado para rasgo reside el contraste en español entre ser y estar (Navas Ruiz 1977, Luján
formar oraclones gramaticales: el tradicionalmente denominado predicado 1980, Porroche 1988, Marín 2004). Los adjet~v()sque se construyen con
nominal o atributo. Según esta idea, en una oración éQ'i:o·]uan es listo~··el estar: lleno, vacfo, maduro, intacto, roto, borracho, ·desnudo, llamados de. estadio
ñliéleC;-sobre el que recae la carga semántica de la oración y que asigna i
[z.z.8.I.}, denotan propiedades transitorias, delimitadas espaCiar ·tempo-
papel temático al argumento Juan es el adjetivo listo y no el verbo copu- ralmente y, en muchos casos, presentadas como resultado de una acción o
lativo. Prescindiendo del verbo copulativo, la unión del predicado y su . proce,o previo; por su parte, los adjetiv:.~~ 9.\l~ _~.~ .~.oI1s~ruyen. corfser: inte-
argumento conforman una estructura predicativa sin flexión o, lo que es lo ligente, alto, rubio, deprimente,justo, noble, capaz, llam~dos individuales, deno-
mismo, una cláusula mínima [3.6.2.}. Bajo la cláusula mínima, el sujeto Luis tan cualidades que posee el argumento por sí nusmo, independientes de
recibe el papel temático del adjetivo listo y concuerda con este en género cualquier circunstancia espacial o temporal y, por lo tanto, incompatibles
y número. El problema reside en que listo carece de los rasgos de flexión "'1 con una acotación temporal (M3!!A2904). Algunos adjetivos admiten ser o
verbal que le perinitan asignar caso a su argumento, por lo que se necesita f estar dependiendo del significado que se seleccione en cada caso. Si com-
la presencia de una categoría con rasgos formales de concordancia y caso l' paramos las oraciones: Maria es lenta y María está lenta, sólo en la primera
y una posición de especificador disponible, capaz de identillcar la función r se dice que María tiene como propiedad permanente la de 'ser lenta',
del sujeto de la oración. Aquí intervienen los verbos copulativos. E! 3fGY--' mientras que en la segunda, 'estar lenta' es una propiedad que se asigna a
ment()A~lpredicªclo n9m.inal_se de.l:>e .mover a la posición deespecificado~ María en unas circunstancias y en un momento determinado. Cuando se
dela-proyección funcional encabezada por el verbo copulativo, con el fin usa estar, normalmente se indica que la propiedad que asignamos al sujeto .
de recibir su marca de caso y de concordar con los rasgos formales presen- no es la norma general o habitual. Es muy común, por ello, que un adjetivo
tes en la cópula. La representación que sigue recoge estas ideas: individual, si se construye con estar, aparezca junto con adverbios de tiem-
CF po que permiten delimitar temporalmente la predicación: Hoy está! más
~ gracioso que otros días, Ayer estahas realmente inaguantable. Por último, existen
ejemplos de adjetivos que cambian de significado según vayan con ser o con ·
Sujeto F'
Juan ~ estar: Juan está despierto ('no dormido) y Juan es despierto ('listo'), Luis está
{Ser/estar} ~ listo ('preparado') y Luis es listo ('inteligente).
En consecuencia, las oraciones copulativas están marcadas aspectual~
Argumento Predicado mente en español, pues se refieren a propiedades o a estados con d~termi-.
h(Juan) Feliz nación aspectual. Por tanto, la cópula caracterizada con rasgos de tIempo,
.,
. V. Variaciones en la concordancia de objeto
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español
423
424
r En español, las marcas que nos permiten identificar una oración (5) , {Sr La 'actriz' {; fue Lsv- critica-da {sv h(critica-) h(la, actriz) [por la
pasiva son bien una construcción perifrásti€a formada por el auxiliar ser prensa]}}}}
más el participio pasivo: El trabajo fue terminado en el tiempo previsto, Las cenas
fueron organizadas con un mes de antelación, bien la presencia del clítico se, en En esta estructura, el sufijo de participio pasivo ocupa la posición de
una construcción llamada «pasiva con se» o tradicionalmente «pasiva refle- núcleo del Sv; hasta aquí se desplaza el verbo principal para unirse a dicho
ja»: El trabajo se terminó en el tiempo previsto, Se organizaron cenas con un mes de sufijo. Por su parte, el tema, generado bajo SV, se mueve a la posición de
antelación. especificador del ST para recibir su marca de caso. El núcleo T está ocu-
En la estructura perifrástica formada por el v~rbo ser y el participio pado por el auxiliar ser dotado de los rasgos formales. Una prueba añadida
pasivo, la responsabilidad de la transformación de un verbo transitivo en que apoya esta representación estructural nos la ofrecen los clíticos de
inacusativo se achaca a la propia morfología pasiva del participio, en C!;>n- objeto [4.4.}.
creto, a la presencia del syJijoparticipial -do, identificado como marca de Los clíticos de objeto son la materialización de la categoría funcional
@~~~lo_gíal)_a.s_iva. Dicho sufijo cambia la estructUra temática de la: or~ , Sv con rasgos de concordancia de objeto. Puesto que en una estructura
ción, pues,-por un lado, priva al verbo transitivo de la posibilidad de marcar \ pasiva el núcleo de Sv está ya ocupado por el sufijo pasivo, la predicción
con caso acusativo al objeto temático o tema, y, por otro, elimina la po- , es que dicha construcción nunca admitirá clíticos de objeto, tal y como
sición argumental destinada al agente. Este último argumento se puede se confirma por los datos del español: María fue vista anoche, "La fue vista.
realizar en la oración como adjunto dentro de un SP. Estos dos hechos: Esta conclusión se extiende a todas aquellas estructuras en las que el par-
ausencia de argumento externo e imposibilidad de asignar caso acusativo ticipio tiene un contenido pasivo, como, por ejemplo, las construcciones
al tema son dependientes entre sí, pues, dado que no existe argumento de participio absoluto [3.8.3.2.}. Estas construcciones tampoco permiten
externo, la posición de sujeto de la oración está libre y disponible para la pre'Sencia de clíticos, por las mismas razones: el participio posee una
recibir al tema que, de otro modo, quedaría sin marca de caso, puesto que morfología pasiva, que conlleva la inactividad de la categoría Sv asociada
la morfología de pasiva ha eliminado el caso acusativo. Esta generalización al caso acusativo y, por consiguiente, la imposibilidad de aparecer con clí-
se conoce como la «generalización de Burzio» (Burzio 1986). Repasemos ticos: Terminada la comida, *La terminada. Así pues, morfema de pasiva
más detenidamente las causas de esta relación. y clíticos de objeto se encuentran en distribución complementaria, pues
Si el lector revisa las estructuras de las oraciones transitivas {J.2.I.3.}, cuando aparece uno no puede aparecer el otro. Por supuesto, en aquellas
observará que la posición del argumento externo está unida a la proyec- construcciones en las que el participio ha perdido su contenido pasivo, por
ción de la categoría Sv, pues esta proyección es la encargada de alojar ejemplo, los tiempos compuestos, la presencia de clíticos asociados al
en su especificador al agente en una estructura transitiva. Pero, además, en auxiliar es perfectamente posible, pues estamos ante una unidad verbal, sin
esta misma proyección se sitúan los rasgos de concordancia de obje- contenido pasivo, y que forma parte de la conjugación: La he terminado' ya, ' 1
to materializados en español a través de los clíticos de objeto f4.4.I.}. {4·3·3· y 4·4· 2 .}.
Por ello, la proyección funcional Sv es la encargada de la aSignación del Un rasgo que vincula las oraciones pasivas perifrásticas con las copu-
caso acusativo al objeto. Dado que las pasivas carecen de una posición lativas es la existencia de concordancia entre el sujeto y el participo. La
de argumento externo y no pueden identificar el caso del tema, es posi- existencia de concordancia en las pasivas se debe, según propuesta de
ble pensar que estructuralmente las oraciones pasivas carecen de la cate- ! Brucart (1990), a que el sujeto sintáctico tiene que 'moverse, antes de llegar
goda de concordancia de objeto, a saber, Sv. La razón radica en que el ,) al especificador del ST, a'la posición de especificador de una de las pro-
morfema de participio ocupa la posición de núcleo de v. Aquí y dadas sus yecciones funcionales que encabeza el participio y que posee rasgos de
características pasivas, elimina la posibilidad de asignar papel temático al concordancia f4.3.}. En esta fase de la derivación lo que obtenemos es
sujeto y caso acusativo al objeto, dejando, por lo ,tanto, inactiva dicha la concordancia entre participio y adjetivo. La estructura resultante será la
proyección: - siguiente:
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español V. Variaciones en la concordancia de objeto
r (6) (ST María {T fue h(María) (coocpp criticada [s. h(critica-) h{-da) .
[SConcpp
cambios,_de -automóvil, -etc. En estos ejemplos, el sujeto permanece en la
..,
[sv h(critica-) h(María) {por la prensamm} posición de tema, donde recibe su papel temático, mientras que la posición
de especificador del ST está ocupada por el expletivo pro, categoría, en este
En esta estructura, he incluido una proyección con rasgos de concor- caso, sin papel temático {{.5:2.} y Cuya única misión es la de llenar la
dancia de participio; en cuyo núcleo se sitúa la forma de participio pasivo posición preverbal del especificador del STo La concordancia de rasgos se
criticada, mientras que el especificador está ocupado por el tema desplazado -establece entre ~l núcleo T y el sujeto posverbal.
desde dentro del SV. En esta configuración estructural especificador-núcleo,' Precisamente, la posibilidad de tener sujetos posverbales -es una de
entran en relaciones de concordancia los rasgos funcionales presentes en el las diferencias más relevantes que existen entre pasivas perifrásticas y
_participio y en el sujeto. Este proceso nunca ocurre en los tiempos compues- pasivas con se (Sánchez López 2002). El contraste entre unas y otras es-
tos del español, puesto que en estos casos el participio es una forma invaria- truct:uras podría obedecer a.la diferente estructura informativa de ambas
ble que no dispone de rasgos funcionales ni de posibilidad de alterna.r :c on construcciones. En las oraciones perifrásticas, el sujeto preverbal represen-
otros auxiliares, lo que sí ocurría en el español medieval y ocurre todavía ta la información conocida por los interlocutores b.I.}, mientras que en las
en francés y en italiano {4.3.3.]. La consecuencia es que el participio de los pasivas reflejas todo el contenido formado por el verbo más el sujeto pos-
tiempos compuestos no proyecta una categoría con rasgos de concordancia verbal se interpreta como información nueva {7-3.}. Junto con la posición
propios. Por lo tanto, al no haber una posición de especificador de una ca- del sujeto, Sánchez López (Z002) identifica otras diferencias entre pasivas
tegoría con rasgos de concordancia de participio para alojar al sujeto, este perifrásticas y pasivas con se.
no puede concordar con el participio, sino únicamente con la flexión de la Los sujetos de las pasivas reflejas se ven afectados por un requisito
oración, manifestada en el verbo auxiliar y realizada bajo T . que ee,duye la presencia de sujetos huma.r¡os, deflnidos y específicos (Men-
En Cuanto a las pasivas reflejas, el se de una oración pasiva refleja se - dikoetxea 1999 y Sánchez López 200Z). p:or este motivo, oraciones como:
comporta como el morfema de pasiva en la estructura perifrástica corres- ·Se requieren los médicos con urgencia por la gravedad de la situación y ??Los mé-
pondiente. El clítico se en las pasivas reflejas es la materialización de la dicos se requieren con urgencia por la gravedad de la situación resultan anómalas,
categoría Sv, que es la encargada de asignar caso acusativo al objeto y papel especialmente la primera con el sujeto específico ocupando una posición
temático al agente. Dado que el .re carece ,de rasgos formales [5.3.}, deja posverbal, frente a la estructura gramatical con sujeto pospuesto e inespe-
inactiva dicha categoría funcional, al eliminar sus rasgos funcionales. Como cífico: Se requieren médicos y materia! de primeros auxilios con urgencia por la
resultado, la presencia del se impide la asignación de caso al objeto directo gravedad de la situación. Según explicación de Sánchez López (2002), estos
y excluye la posibilidad de asignar papel temático al agente: datos parecen sugerir una especie de jecarquización de los argumentos, de
manera que un SN humano, definido y específico tiende a ser casi siempre
(7) fST Estos libros {T' se venden {sv h(se) h(verbo) fsv h(verbo) h(estos el agente preverbal, tal y como ocurre en las oraciones activas o, en su -
libros) como churros}}]}
defecto, el tema preverbal, como sucede en las pasivas perifrásticas, en las
En esta representación, el verbo se mueve para tomar el clítico situa- que el SN humano es tema, pero ocupa una posición preverbal: MS médicos
do en v y juntos ascienden hasta el núcleo T [4.4.2.}. Por su parte, el tema son requeridos con urgencia por la gravedad de la situación. En el caso de las
se desplaza hasta el especificador del ST para recibir allí su marca de caso pasivas con se, el problema estriba en que la posición no marcada del tema,
y concordar con el verbo. Como vemos, el clítico se se sitúa en el núcleo como se acaba de comentar, es la posverbal, posición que, en ausencia de
del Sv, por lo que esta estructura también resulta incompatible con los otro argumento en la oración, no es la habitual para un SN humano y
c1Íticos de objeto, al igual que ocurre en las pasivas perifrásticas: ·Se los específico, argumento que tiende a ocupar las posiciones más prominentes
v~nden. En el ejemplo propuesto, el sujeto ocupa una posición preverbal,
de la oración. .
pero es muy frecuente encontrar ejemplos de pasivas reflejas con el sujeto En cuanto a los tipos de predicados verbales que dan lugar a las
en posición posverbal: Se arreglan electrodomésticos de todo tipo, Se venden re- estructuras pasivas, existe un interesante contraste, pues no todos los ver-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis dd Español - ,-.. v" Variaciones en la concordancia d e objeto
.. ,.:.
428
r bos transitivos permiten la formación de pasivas perifrásticas. Así, los ~Las oraciones medio-pasivas
-,
verbos ditransitivos, los que seleccionan obje-tos cognado s y los de habla no
permiten la formación de pasivas perifrástícas, aunque sí se documentan
Una variación sobre el esquema de las pasivas reflejas lo encontra-
con pasivas reflejas: "
mos en las oraciones "«medio-pa.sivas», también llamadas «oraciones medias»
(8) a. {Se regal:rron f??fueron regaladas} flores a las primeras actrices. o «pasivas genéric"as» (Sánchez López I999, Otero I999). Obsérvese el si-
b. A menudo la vida {se vive f??es vivida} demasiado alegremente. guiente par:
c. {Se dijo f??fue dicho} que habría huelga aquella tarde.
(9)a. Se "lavaron muchas camisas y pantalones durante ese verano.
(Datos tomados de Sánchez López, 2002: 52).
b. Estas camisas se lavan fáéilmente.
Existen además contrastes aspectuales entre las pasivas perifrásti-
" Ambas oraciones pueden considerarse pasivas: su sujeto gramatical se
cas y las pasivas con se. La pasiva perifrástica expresa generalmente~a
( corresponde con el argumento que el verbo transitivo tomaría. como com-
acción singular y raramente un juicio de validez general, sólo cUando
,) plemento directo en la oración activa correspondiente: Los maridos lavaron
se combina con participios imperfectivos, como en Esa cualidad es po- \
¡ muchas camisas y pantalones durante ese verano. Sin embargo, se diferencian en
seida por todo el mundo. En cambio, la pasiva refleja suele utilizarse para
( que, en el segundo caso, e.!J?red!~ad~_9-_<:..~g~_~_':l~<l:p!:.9Pi~9ª4. "c:~~~te_~~~<?ra
expresar enunciados de validez general, como en Se lucha por la vida,
~~u.tc:~~. Así, se nos dice que 'las camisas tienen la propiedad de (podér)
En aquella época se vivla peor (Fernández Ramírez 1951, retomado por Sán-
ser lavadas con facilidad'. Estas segundas oraciones tienen a menudo un ca-
chez López 2002). Estas diferencias aspectuales están relacionadas con
r~~t:.~.!c:mporal, a yecesgenérico,ya"que expresan una posibilidad válida.
las restricciones sobre el tiempo verbal que afectan a los distintos tipos
para ~;tqwerinomento, io "qüeexplica el hecho de que sólo resulten com-
de pasiva:. la pasiva perifrástica no suele combinarse con tiempos de pre-
" patibles con ti~mpos verb~es que permiten una interpretación genérica,
sente y S1 lo hace es para expresar valor durativo, habitual o iterativo:
" tales como el presente"a-e¡ imperfecto, caracterizados por denotar acciones
Los si~temas de seguridad son revisados todos los dias, "Los alumnos siempre son
no terminadas, susceptibles de caracterizar a un sujeto [z.I.3· y 4.I.3.). Com-
atendidos por profesionales. La pasiva refleja, en cambio, no parece tener
párense las oraciones Este suelo se lava[deilmente y Este tipo de tejido se plancha-
restricciones respecto a los tiempos verbales con los que "puede com-
ba muy bien con "El suelo se ha lavado fácilmente y "Este tipo de tejido se planchó
binarse. "
muy bien (Sánchez López 1999, García Negroni I996).
Por último, la posibilidad de añadir el complemento con por es una
Otra característica definitoria de las oraciones medias afecta a los
de las cuestiones más debatidas en la bibliografía acerca de las pasivas con
predicados verbales con que se construyen y, en concreto, a su clase de
se. Gili Gaya (x943) defiende esta construcción con un ejemplo que se ha
acción b.3.}. Por ejemplo, el verb~.J~~ar_"~~~ _ .uso transitivo o p~ivo " 1
hecho clásico: Se firmó la paz por los embajadores. Otros autores consideran
",1' denota una actividad o una realización: Los maridosiavaii"ros "maridos Úván "
43 0 43I
r La modificación adverbial actúa en general como un predicado que, ocurre,. en las pasiyas, e~a el caso ,acusativo, el tema',debe rec,ibir su
selecciona a su vez como argumento una· predicación previa b.7.3.2.}. marca defunción en la pOsiciÓn de sujeto preverbal. Por último, el predi-
Dicho predicado adverbial puede formar junto con el verbo principal una cado complejo, en su ascenso, hasta el núcleo T, pasa por lap9sición de
unidad compleja de predicación que selecciona conjuntamente a sus ar- n6deo deSv, ocupada porelcütico se, uniéndose a este.
gumentos y que, cómo en este caso ocurre, posee unas propiedades bien " Nótese queen eCcaso de ciertas oraciones medio-pasivas, la presen-
definidas, distintas de las que presenta el predicado verbal solo, como. cia del se resulta opcional. Esto es lo que parece ocurrir con el verbo lavar
acabamos de comentar acerca de la diferencia entre el verbo lavar y su en Esta tela (se) lava bien. Se puede pensar que en estos casos la variante
uso medio-pasivo: Esta tela se lava fatal. El debate surge a la hora de medio-pasiva sin se posee una ,estructura inacusativa desde el léxico, es
explicar el papel de la modificación adverbial en el cambio de clase decir, se proyecta en la sintaxis ya sin argumento externo ni caso acusativo,
de acción verbal. Adverbios del tipo de bien, mal, fácilmente, estupenda17fen- por 10 que la presencia del dítico no resulta necesaria.
te, fatal, etc. tienen la propiedad de denotar 'el estado final, esto es,s,~n
susceptibles de aparecer en estructuras resultativas, caracterizadas por
designar el resultado de alguna acción o proceso (Bosque 1989): La falda
te queda magnificamente, Resultó mal, Mi fiesta terminó fatal. Al unirse a un
predicado de actividad" los adverbios ~esu1tativosincorporart-a' Ii'iiüe-
va-pred{cacTÓil el signlneido de, estado flOal,ide1&nita.n.:d~,!a._ ac!ividad o \
a's"er
proce,~o:'-Gi):mo'consecuencia, el 'suJeto 'de' éstas' oraciones tiende 'ún !
teI;a afectado, esto es, compí~taC!.oº rD,i:,é!i.ficadó por la acción verbal o,',
eñ-sú' detecto, un teI1l.a ruyas propiedades, aunque no cambian, están ! ".
determinadas po;"~predicado que lo 'seleccio~a, como ocurre en la !
oración propuesta PQI, Sánchez López (2002): Lós dólares se compran bien'
en el mercado negro de muchos paises.
El resultado de la intervención del adverbio sobre el predicado verbal
previo es un nuevo predicado que posee una den.?ta~jé>?:.~7,,~s~a9o y tiene
la capacidad de seleccionar un sujeto que satisfaga sU,PI.opie.d:ad,: en con-
creto, en una oración media, el sujeto tiene que tener los rasgosnecesarios /' ,
Para que·-s~-c~mplan los requisitos que impone el predicado. Así, en Esta
cuisii6rise resuelve !ácilmenú, el predicado complejo resolverse fácilmente se-:-
lecciona un sujeto-tema que tiene que cumplir la propiedad de 'resolverse
fácilmente': problema, cuestión, impedimento, etc. La estructura final será
similar a la de una pasiva, salvo en lo que se refiere a la presencia del
predicado adverbial:
(10) a. b Esta cuestión {T' se resuelve fácilmente Isv h(se) h(verbo+adver-
bio) {sv h(verbo+adverbio) h(esta cuestión)}]]}
Dentro del SV, el verbo y adverbio conforman ún predicado comple-
jo responsa5Ie de la"selección del argumento tema. ]?uesto que el cütico se,
materialización de los rasgos de concordancia de objeto, como también
-.. .
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.. . . ,...
.•. \
'\ ;.;,
.~;!.. :.i;t.,.. )
\¿'\~¡f.ti;: :'
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i.~"·,.;·:· ;,ll¡ ·i;~~{f':~K•.i"
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. ~~:~;'# He habladd~l.¡i en otro lugar b.8.2.I.} de las relacio-
,~¡Míes de correfereri:~~f. que se establecen, por ejemplo,
,;f!l' entre el sujeto de ~ oración principal y el sujeto vacío,
;;l~P representado por la 2~.egoría PRO, sujeto de una oración
.,ji';" subordinada de inf~kivo: Maria quiere [pRO comer}.
"it Ahora ampliaré los c~~s de correferencia incluyendo los
/l~" conceptos de oració eflexiva y recíproca. En primer
1ft'"' lugar, me d~f~"«:> en los principios que regulan las
l'/
;f;'
relaciones d(t1~ eferencia entre SSNN dentro de una
·'·....1,t
:";
oración. En segundo lugar, analizaré de manera más pre-
cisa las características generales que p~esentan las ora-
ciones reflexivas y recíprocas .. Por último, revisaré sucin-
tamente las particularidades de las oraciones recíprocas.
de la correferencia
Existen tres tipos de categorías en lo que respec-
<Oc'" ta a las posibilidades de correferencia dentro de una
9;~tt)~;. oración. En primer lugar, las expre~iones referenciales:
';·' ·;~~¡~~?t*"{~.;,~¡MiWlbres propios, nombres con determinante b.l.l.},
..·.,.,.:!Ó!'Ii"'qb~ toman su refen:ncia del contexto extralingüístico:
María visitó a su tia. Los pronombres, en segundo lugar, 433
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español V. V uiaciones . en la concordancia de objeto
434 435
Teresa María Rodríguez Ramalle f Manual de Sintaxis del Español V. Variaciones en la concordancia de objeto
r consecuencia, Maria y la pueden ser correferentes. Si, por el contrario, depende dd ~úcleo v~rb~~atos de (13)-, pero es. obligato~a si el SP·es
-,
437
eliminamos el nivel SP y dejamos que el antecedente del clítico sea el un verdadero ~djunto, por tailto, .noexigido semánticamente por el núcleo
propio núcleo del SN y no un modificador de este, como en La hija¡ /a. de la predicación. En este último casq" la relativa independencia semántica
critica, entonces, el nombre núcleo del SN puede mandar-c al clítico Id, favorecería la formación de un domiriio local para ellig3..miento.
puesto que se encuentra dominado por el nudo ST, que también domina
al clítico. Como resultado, el dítico nunca podrá ser correferente con el
nombre propio. • !:::;:::~~ 5.2.2. La estructura sintáctica
Por último, las expresiones referenciales siempre han de estar libres
en cualquier situación, generalización que constituye el Principio e del
y semántica de las oraciones
Ligamiento. De acuerdo con este principio, en una oración como Marltl,se reflexivas y recíprocas
encontró con Maria, los nombres propios nunca podrán tener el mismo" ~e
ferente. . . Son muchas las cuestiones que tenemos que analizar en tomo a las
Si el lector ha estado atento a estas explicaciones podrá deducir que estructuras reflexivas y recíprocas. Para centrar mi exposición, en primer
los pronombres y las anáforas se encuentran en distribución complementa- lugar, hablaré de la etiqueta sintáctica de estas oraciones, así como de la
ria: esto es, allí donde tengamos un pronombre correferencial nunca podre- relación entré reflexividad y agentividad [S.2..2.1.}j en segundo lugar, trataré
mos tener una anáfora y viceversa. Las posiciones de las anáforas sólo po- del papel que desempeña el se tanto en las estructuras reflexivas como en
drán ser ocupadas por pronombres no correferenciales, según se ve en el las recíprocas [5.2.2.2.}; en tercer lugar, abordaré el asunto de los tipos de
contraste entre Maria¡ se critica a sÍ¡ misma y Marla¡ lal critica, donde la puede verbos que permiten la lectura reflexiva [5.2.2.3.} y, por último, revisaré la
referirse a Luisa, Rocío, Lucía, pero nunca al sujeto de la oración Maria. estructtita de a si mismo-a f5 .2.2-4-}. I
No obstante, conviene advertir que ciertos pronombres morfológi-
cos tienen la capacidad de comportarse como anáforas desde el punto de
vista de su comportamiento sintáctico: ~5·2.2.I. Reflexividad y agentividad
(r3) a. Juan; habló de {él mismo¡ /sí mismo) toda la tarde.
En los últimos años, ha existido una tendencia creciente a tratar las
b. Luisa sólo piensa en {ella; ¡sí mismaJ
estructuras reflexivas como ejemplos de oraciones pasivas en las que el se,
(Datos tomados de Demonte, 1989: 195)
al igual que en una oración pasiva, elimina el agente y la posibilidad de
c. Mariano; sólo se preocupa por {él mismo; ¡sí mismo).
asignar caso acusativo al objeto [S.l.3-}. Desde esta perspectiva, las oracio-
d. Luis; lo preparó para {él mismo; ¡sí mismoJ
nes reflexivas se han tratado como inacusatlvas b.2.2.I.}, esto es, estructu-
En los ejemplos de (13) vemos que anáforas y pronominales poseen la . ras con un sujeto tema y sin agente (Marantz 1984, Grimshaw 199 0 y
misma distribución e interpretación. En estas oraciones, tales categorías apa- Mendikoetxea 2000). Existen datos, sin embargo, que nos demuestran que
recen insertas dentro de SSPP dependientes semánticamente del núcleo en las oraciones reflexivas y recíprocas n.o se produce la eliminación del
verbal. En cambio, si el SP es un adjunto, por ejemplo, con contenido loca- agente (Aranovich 2000 y Reinhart y Sitoni 2004). Por ejemplo, fijémonos
tivo, sólo parece posible la presencia del pronombre correferente, como nos en las siguientes oraciones:
muestran ejemplos como: Juana; vio a Pedro sentado cerca de (ella; I*sí misma). (14) a. Los niños se miraban asombrados (unos a otros). (Lectura recí-
Estos datos parecen indiq.rnos que el SP es capaz de constituir un dominio proca)
independiente del resto de la oración y en el que los pronombres pueden ser b. Los niños se veían muy bien desde aquella posición. (Lectura
correferentes con un antecedente situado fuera de dicho dominio (Demon- pasiva)
te 1989). Esta tendencia resulta ser opcional cuando el significado del SP
'. J.eresa María Rodríguez RamalIe I Manual de Sintaxis del Español
V. Variaciones en, la concordancia.de objeto
439
Sabemos que mirar, frente a ver, requiere un sujeto agente que rea- txea (2009). Uno de ,estos datos se ,refiere a la iniposibilidad de obtener
(
lice activa e intencionadamente la acción I3:2.I.2.}. El hecho de que la una lectura. arbitraria del sujeto 'vacío en oraciones en tercera persona' del
lectura recíproca se desarrolle con mirar y no con ver se debe a la presencia plural [4.S.3-3J. Los plurales arbitrarios sólo permiten la lectura arbitraria
del sujeto agente, nec~sario en las lecturas reflexivas y recíprocas; por este existencial de sujetos agentivos 6 experimentantes, tal y 'como ocurre en
mismo motivo, la lectura recíproca resulta imposible con ver: *LoJ niños se Llaman a la puerta ('alguien llama a la puerta~ y en En esa mesa piden un
veían asombrados unos a otros. ' vaso de agua ('alguiep. pide un vaso de agua'), pero nunca tenemos sujetos-
Existen más pruebas que demuestran la impo~ancia de la agenti- temas de oraciones inacusativas' o pasivas con lectura existencial, según
vidad en la formación e interpretación de reflexivas y recíprocas. Por ejem- vemos en los datos de (15). 10 interesante es que lo mismo parece ocurrir
plo, tales estructuras son compatibles con adverbios que seleccionan su- en las oraciones reflexivas, según los ejemplos recogidos en (16). En estas
jetos agentivos, como intencionadamente y deliberadamente en oraciones ~el .oraciones, la única lectura que admite el sujeto es la referencial, concor-
tipo de Act1,lando de ese modo, María se estd acusando a sí misma intencionada~ dante con la flexión verbal:
mente. La presencia de este adverbio señala directamente la existencia de
un agente que ejerce la acción de manera intencionada sobre sí mismo. (rS) a. Llegan tarde (*'alguien' tellos').
La formación de reflexivas léxicas con el prefijo auto- también evi- b. Son repatriados (*'alguien' rellos').
dencia la relevancia de la agentividad. Fellu (2002), en su estudio sobre el (16) a. Se afeitan todos los días (*'alguien' /'ellos~.
prefijo auto-, destacó que rucho elemento presenta un valor reflexivo equi- b. Se acusan de crímenes horribles (*'alguien' rellos').
valente a la frase a sí mismo-a: Juan se lesionó a sí mismo, Juan se autolesionó. Las (Datos de (16) tomados de Mendikoetxea 2000).
restricciones sintácticas que impone este prefijo a las bases a las que se une La.... razón de este curioso comportamiento debe buscarse en princi-
son claras: poseer en su estructura argumental al menos un argumento pios semánticos. El hecho de que, a pesar de los evidentes datos en contra,
interno y un argumento externo, que debe ser agente o debe poder recibir exista un debate en torno a la naturaleza inacusativa de los reflexivos se
una interpretación agentiva. Así, tenemos verbos como autocriticar.re, auto- debe a que los sujetos agentes en las oraciones reflexivas y recíprocas son
lesionarse, auto cortarse, auto escucharse pues criticar, lesionar, cortar y e.rcuchar correferenciales con un tema; es decir, semántÍCanlente, aunque no estruc-
son verbos con un argumento agente y otro tema. Sin embargo, no son turalmente, los agentes se interpretan también como temas, pues agentes
posibles formaciones como *autollegar(se), *autooírse o *autocaminar(se), pues- y temas poseen la misma referencia (Aranovich 2000 y Reinhart y Siloni
to que las bases verbales a las que se adjunta el prefijo bien carecen de 2004). Si tomamos un verbo como con.rtruir y formamos con él una oración
agente, como llegar u oír, bien carecen de tema, como caminar b.2.2.I.}. reflexiva: *María se construye, el resultado es realmente extraño, debido a
Aparte de estos datos, en general, las pruebas que determinan la que, en una oración reflexiva, el argumento que ocupa la posición de sujeto
inacusatividad de un predicado dan resultado negativo cuando se aplican a no sólo debe cumpür los requisitos de ser agente intencionado: humano,
los verbos reflexivos f3.Z.Z.2.}. Por ejemplo, los sujetos temas de los verbos con voluntad propia, sino que, además, tiene que ajustarse a las especifica-
inacusativos pueden aparecer en posición pospuesta y sin determinante, al ciones que impone el tema. Volviendo a la oración propuesta, el sujeto
igual que los objetos temas: Llegan trenes, Comen naranja; sin embargo, los agente María no puede ser considerado como un objeto susceptible de 'ser
sujetos de los verbos reflexivos nunca pueden situarse en posición pospues- construido', pues no es ni una casa, ni una silla, ni una maqueta; como
ta y sin determinante: ·Se abraZliron niños (los unos a los otros), *Se critican consecuencia, la oración resultante no cumple las exigencias semánticas
personas (las unas a las otras). La razón se debe a que el sujeto de las oracio- que impone construir a sus argumentos: de aquí deriva su agram;¡.ticalidad.
nes reflexivas y recíprocas nunca ocupa la posición de tema, pospuesta al En.conclusión y según lo expuesto, el idéntico comportamiento de orado":
verbo, sino la de agente. nes inacusativas y reflexivas reflejado en los datos de (15) y (16) se debe a
Con todo, existen datos que permiten vincular el sujeto de las ora- que los verbos reflexivos, si bien no son inacusativos, poseen un sujeto
ciones reflexivas con otros sujetos temas, según se recoge en Mendikoe- agente que tiene propiedades semánticas de tema {4.S.3.3.}.
V . Variaciones en la concordancia de objeto
Teresa María Rodriguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Espa1iol
440
r El papel del se nom:in3l que dobla alclít~co. ~ero vayamos por partes. Em:pecemos :viendo
lo que ocurre cuando la estructura de doblado con se carece de un SN
Una vez demostrado que las oraciones reflexivas y, por extensión las fonéticamente realizado. . .
recíprocas, son sintácticamente similares a una oración transitiva con agen- El clítico se, frente al resto de clíticos, no posee rasgos de género, nú-
te y tema, debemos ahora explicar las bases sintácticas de la reflexividad mero ni caso. Dado que en una estructura de doblado debe existir una rela-
y, especialmente, las causas de la aparición del se. Como he intentado ción de concordancia entre el clítico y el SN que lo dobla, si tenemos una
demostrar, else no elimina sintácticamente ningún ¡u-gumento, pero resulta oración reflexiva, el único elemento capaz de doblar al clítico se será aquel
necesaria su presencia para convertir en oraciones reflexivas estructuras que, al igual que el se, carezca de ~asgos de género, número y caso f4.4.3.}. La
transitivas y ditransitivas. El clítico se lo que hace es ellininar la capacidad categoría que estamos describiendo es PRO, categoría sin rasgos formales
de referencialidad de los argúmentos internos: objeto directo o indirecto, pero que recibe papel temático y que también encontramos como sujeto de
para convertirlos en referencialrnente dependientes del sujeto agente; di- 10s·in.6.nitivos:JulZ1l quiere PRO comer [3.8.2..I.} y de las oraciones impersona-
cho de otro modo, el clítico se hace que los objetos de una oración tran- les con lecturas arbitrarias: Se PRO come bien aquí {4.5.3.I.}. Esta categoría
sitiva no puedan referirse a entidades referencialmente independientes, al carece de rasgos de género y número y s610 es susceptible de aparecer en
eliminar los rasgos formales y referenciales de dicha posición. {Téngase en aquellos contextos en los que no se asigna ningún tipo de marca de caso.
cuenta, para comparar, que en las oraciones impersonales el se eliminaba Además, semánticamente es dependiente, pues carece también de conteni-
los rasgos formales y la capacidad de referencia del argumento sujeto:. do propio, por 10 que siempre requiere de un antecedente u operador que le
4.5.3.I.} Veamos las implicaciones y alcance de esta afirmación. asigne rasgos. En las oraciones reflexivas y recíprocas, dicho antecedente va
Como ' se ha dicho, el se es un clítico que se materializa en una a ser e,lsujeto de la oración. El resultado de la presencia delse)' de su objeto
categoría funcional: en el caso de las oraciones reflexivas y recíprocas se doblado PRO es una estructura que comparte propiedades con las pasivas
materializa en la categoría con rasgos de concordancia de objeto, al igual -el hecho de que el clítico se ocupe la posición de núcleo de una categoría
que ocurre en las pasivas [5-1.3.]. Sin embargo, frente a estas últimas, en las con rasgos de concordancia de objeto y elimine los rasgos formales y refe-
reflexivas no existe eliminación sintáctica de ninguna posición argumental renciales de' dicha concordancia- y con las impersonales -la relación que
(Rizzi 1986), pues el clítico se está doblado por un argumento que recibe establece el se con una posición argumental a través de la categoríaPRO-.
papel temático y con el que forma una estructura de doblado [4.4.I.}. En Frente a estas últimas construcciones, el PRO, elemento doblado por el clí-
el doblado, los clíticos se' relacionan con una posición ocupada por un SN tico se, no ocupa la posición de sujeto, sino.de objeto, pues, en las reflexivas,
provisto de los mismos rasgos que el núcleo que encabeza el clítico, como es el objeto el que carece de referencia propia, y no el sujeto {4.5.3.I.}. Este
vemos en la oración Juan le e7ttregó el libro a Maria, en la que le concuerda últirIlo aspecto es el que singulariza las estructuras reflexivas y recíprocas
en número, persona y caso con el objeto indirecto a Maria¡ aunque tam- frente al resto: .
bién existe la posibilidad de que dicha posición quede vacía, en cuyo caso
(17) a. Juan, se critica
se propone la existencia de un elemento pronominal vacío pro, con las
b. [ST Juan¡ {T se critica Csv h(Juan) [,.. h(se) h(critica) [sv h(critica)
mismas propiedades que su variante con contenido fonético: Juan le entregó
PRO¡}}}]}
el libro pro (4.4.¡). Pues bien, el clítico se que encontramos en las oraciones
reflexivas desarrolla la posibilidad contenida en todos los clíticos de tener
En esta estructura el clítico se ocupa la posición de núcleo de la
asociado un SN que 10 dobla: este puede aparecer realizado fonéticamente
categoría con rasgos de concordancia de objeto: Sv, además, está doblado
mediante una frase especial que debe incluir al pronombre reflexivo sí, a
por el PRO generado en la posición de complemento del verbo, por lo que
°
saber, a sí mismo-a: ]Ylaría se inculpó a sí misma, bien quedar vacio: María
recibe papel temático de éste. El PRO argumento comparte con el clítico
se inculpó. La diferencia entre las oraciones reflexiv.as con se y el resto de
It su ausencia de rasgos formales . I>uesto que PRO es una anáfora, tiene
estructuras de doblado de clíticos reside en la naturaleza de la categoría
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español V. Variaciones en la concordancia. de objeto
443
r que tener un antecedente en su dominio local {5.l.I.I.}: este es el sujeto huella, <!reada cómo cons~cuep:cia del movimiento de la anáfora a la posi-
agente de la oración, elemento que actúa como antecedente y asigna sus . ció n de núcleo del SDet desde el núcleo del SN.y que ¡lctúa como. una
rasgos al PRO. Como resultado de esta relación, sujeto y objeto PRO pa- variable ligada, pues recibe sus. ras~os del operador sí.
seen la misma referenc"ia, 10 qlle se indica con el mismo subíndice. Vista
desde esta perspectiva, la refle:xividad se reduce a un ejemplo más de con- Exist~ ~a interesante tendencia en las lenguas a utilizar nombres
trol entre un antecedente y el PRO {3.8.2.I.} (Mendikoetxea 2000). que han sufrido un proceso de desemantización o pérdida de su signifi-
. cado originario como anáforas. Es muy común, por ejemplo, que las
En las reflexivas que realizan fonéticamente e,1 argumento que dobla anáforas procedan de nombres que en su origen denotaban partes ina-
al se, este debe tener rasgos similares al PRO y concordantes con se, esto lienables del ser humano: cabeza, cuerpo, o incluso alma, etc. "En francés
es, debe ser una categoría sin rasgos funcionales y referencialmente depen- antiguo, por ejemplo, la construcción reflexiva se formaba mediante la
diente: la anáfora si. El único rasgo formal que poseen tanto la anáfo~a si unión de un pronombre posesivo mun 'mi', sun 'su', y el nombre cor!
como el clítico se que la dobla es el de persona {4.4.I.I.}. .. . 'cuerpo'; mun cors Oit. 'mi cuerpo', como anáfora 'a mi mismo'), !un cor!
La anáfora si, en tanto qlle variante tónica del pronombre se, .se re- (lit. 'su cuerpo', como anáfora 'a sí mismo'. En vasco, asimismo, la cons-
laciona con el resto de pronombres personales tónicos: yo, tú, él. Todos trucción reflexiva se compone también de un pronombre posesivo y de
un nombre huru, con el significado originario de 'cabeza'. En húngaro,
ellos son SSNN capaces de identificar a su referente sin necesidad de por poner un último ejemplo, las formas reflexivas se construyen a partir
ningún determinante, pues tienen la capacidad de marcar la referencia del nombre maga, con el significado literal de 'cuerpo', 'uno mismo' (Ge-
de su sintagma tras su desplazamiento a la posición de núcleo del SDetj nusiene 1987 y Otero 1999).
este movimiento refleja su doble naturaleza, a la vez nombres y determi-
nalftes 12.I.4.}. Lo mismo se puede aplicar a la anáfora si: ~ pronombre uno, también puede actuar como anáfora en estructu-
(
ras reflexivas, acompañado por el adjetivo mismo:
(18) {SOet {Oet' sí {SN IN' h(sí)mismoJJ1J
(zo) a. Todo hombre se alaba a uno mismo.
Lo que diferencia a si del resto de pronombres tónicos es que la b. Cada hombre se imagina a uno mismo de presidente.
anáfora carece de referencia propia, de modo que debe ser ligada por un
c. N adie se critica a uno mismo.
antecedente asignador de contenido semántico. En la teoría, la anáfora sf
se comportan como un operador vacío {J.5.r.z.}, caracterizado a la vez por· De acuerdo con los datos de (zo) y dado que secuencias como *Juan
recibir referencia de su antecedente y por tomar alcance sobre su variable, se critica a uno mismo, *Marla se alaba a una misma resultan agramaticales,
en este caso la huella que se sitúa en el núcleo nominal. La estructura final podemos afirmar que el constituyente uno mismo se legitima preferente-
de una reflexiva con doblado será, por tanto, la siguiente: mente en aquellos contextos en los que aparece ligado por un cuantifica-
(r9) a. Juan se alaba a sí mismo. dor del tipo de todo, cada, nadie, aunque también es posible su aparición en
b. {STJUatl; h· se alaba Isvh<Juan) (.,. h(se) h(alaba) Isv h(alaba) {sp IsD« situaciones en las que existe un operador genérico no realizado fonética-
[Det' 54 {SN [N' h(sí)imismo}]}J1JJJJJ mente. Por ejemplo, al fijarnos en la oración El hudismo ayuda a conocerse
mejor a uno mismo, comprobaremos que dentro de la oración que proyecta
Como vemos, en esta estructura se establece una relación a tres el infinitivo existe un operador que liga al sujeto PRO del infinitivo cono-
bandas entre un .antecedente, la anáfora sí y la huella de esta, elementos cerse, asignándole una interpretación arbitraria. ·EI sintagma uno mismo po-
que comparten una misma referencia, hecho reflejado en la estructura see en este caso un valor arbitrario que recibe, a su vez, del sujeto PRO.
mediante su coindización. Por una parte y dado que la anáfora si es un Por todos estos hechos, podemos afirmar que el pronombre uno se com-
operador vacío, debe recibir sus rasgos de un antecedente: este es el sujeto porta como la anáfora si, por lo que requiere la presencia de un anteceden-
agentivo que tiene alcance sobre la anáfora si situada en la posici6n de te: si hablamos de uno este antecedente tiende a ser un operador o un
núcleo del SDet. Por otro lado, la propia anáfora tiene alcance sobre su sujeto con lectura arbitraria.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español V. Variaciones 'e n la concordancia de objeto
444
44 8 449
r El papel que desempeña la estructura recíproca el uno P el otro, su Antecedente (x) - - uno (x) - otro (y) .
naturaleza categorial y su relación con el·sintagma a sí mismo constituyen . Antecedente (y) - ._. uno (y) - otro (x).
las claves para entender la lectura recíproca. Los argumentos que siguen
están tomados de B~sque (1985) y muestran que la frase el uno P el otro, En el" esquema representado, el primer paso es idéntico al que encon-
categorialmente, es un SP que tiene como núcleo la preposición. . tramos en una estr:uctura reflexiva con la anáfora s{ [5.2.2.}:· existe un ope-
La preposición que aparece en el und P el otro está seleccionada por rador nulo, uno, que recibe sus rasgos del antecedente nominal. La diferen-
el verbo, el adjetivo o el adverbio que constituyen, el núcleo del predicado: cia con las reflexivas estriba en· la naturaleza de dicho operador, que en
Ellos hablaban unos de otros, Mis amigos confían los unos en los otros. A veces, la este caso tiene un carácter distributivo, similar a cada. La variable ligada
preposición puede ser sustituida por un adverbio con preposición como por el operador adopta la forma del pronombre otro que siempre denota el
en: Viven uno cerca del otro, alIado del otro, encima de! otro. En todos ..estos valor opuesto a uno.
casos, tenemos un verdadero núcleo preposicional que asigna papel temá-
tico y caSo a su complemento y que, de hecho, se puede coordinar con otro
sintagma preposicional: Hablaron de todo lo hahido y por haber y los unos de los .¡;:i¡¡~-m.'lmm 5.2.3.2. La estructura de el uno P
otros, Conftan en su suerte y las unas en las otras. También encontramos ejem- el otro
plos en los que la preposición del sintagma recíproco actúa como una .
marca formal, idéntica a la preposición a de objeto directo que acompaña En lo que respecta a la estructura que proyecta el sintagma recíproco
a OODD animados: Juan y Pedro se miran uno a otro, Juan mira a Pedro. el tino P el otro, como se ha justificado, el núcleo es la preposición, por 10
Otero (x999) ha observado recientemente que las estructuras recí- que se..proyecta un SP en cuyo especificador se sitúa el operador: el uno,
procas son una subclase dentro de las reflexivas, pues implican dos proce- mientras que la posición de complemento aparece ocupada por la variable
sos: uno de correferencia, similar al de Una estructura reflexiva, y otro de ligada: el otro. La preposición actúa de mediadora, por tanto, entre el pri-
reciprocidad. Cada una de estas fases se puede relacionar con un integran- mer miembro, que representa al que realiza la acción, y el segundo miem-
te del SP el uno P el otro. La categoóa uno es similar en su comportamiento bro, sobre el que recae:
a la anáfora sí [S.2.Z.2.}. En ambos casos estamos ante operadores sin valor
(25) {sp el uno {p. P el otro}}
propio que requieren de un antecedente que les asigne contenido. Este
antecedente es el sujeto de la construcción. La particularidad de la cons- Dada esta representación, el operador en el especificador tiene al-
trucción recíproca reside en que la frase el uno P el otro es distributiva, al cance sobre su variable situada en la posición de complemento.
menos en lo que respecta a la primera parte del sintagma, aquella que se
sitúa a la izquierda de la preposición y que puede aparecer encabezada por
el distributivo cada, corno en: Las muchachas se ayudaron cada una a la otra Otras marcas de reciprocidad
(Carnacho 1996). Por ello, es posible pensar que uno se comporta como un
operador con carácter distributivo que tiene alcance sobre una variable a Junto con el uno P el otro, existen otras frases que inducen la interpre-
la que liga y asigna su contenido. En la estructura recíproca, dicha variable tación recíproca, por ejemplo, entre sí o mutuamente. En el primer caso,
ligada aparece . realizada por el pronombre otro. Dependiendo del valor llama la atención la existencia de la anáfora sí como término de la prepo-
asignado a uno, así será el valor de otro, con la salvedad de que otro, por su sición entre. La anáfora, como operador nulo que es, requiere recibir sus
contenido semántico contrastivo, va a denotar lo opuesto a uno: rasgos de un antecedente. Hasta aquí, el proceso de interpretación es, por
tanto, similar al que encontrarnos en una estructura reflexiva como Habla
(24) a. Los niños se besaron el uno al otro.
b. Los niños: Juan(x), María (y):
para sí. La diferencia reside en que, en la lectura recíproca, el pronombre
sí se encuentra regido por la preposición entre, que exige un complemento
.', ,. ;...
:t.; ~\;;,;.--:~~.
''''"~:;':;~:;:.\,
:. ~iY¿f)i¡; .:ir.
5-3-
....!
iÍ'~\~,
/:W'" Desde luegC$;' el problenu del análisis del se y su
. Jf;~\posible tratamientq;,;llnitario en las diversas construccio-
/J:;¡' nes en las que apare$~e sigue todavía pendiente de estu-
i{.iY dio y resolución, cori$á ha puesto en evidencia reciente-
é~1;!~ mente Sánchez Lópe~~(2oo2). En (27~ ofrezco ejemplos "
Ji de las diferentes consj~cciones en que puede intervenir
~
.. ,:;1: este clíO
tICO:
~~
,,1t;;,!'
ir: .""'~:~"ri;?~·.'}~J.(~;·
)? (27) a. La J'hl'~'ts¿';tompió. (Oración pnmomina/)
s~t b. Ju~'s'é"';ompió el dedo para evitar así hacer el
:}';"' examen. (Oración reflexiva)
-:.' c. Se rompieron todas las estatuas del dictador.
(Oración pasiva)
d. La tela se rompió fácilmente. (Oración medio-
pasiva)
e. Todavía en tratamiento por su enfermedad,
Juan se rompió todos sus trabajos en un día.
(Oración con lectura aspectua/ O té/ica)
f. En Espafía se rompe mucho y se recicla toda-
vía poco. (Oración imperstmal)
"',
..:;;..~~.~! :0 -
A estos ejemplos, cabría añadir el del se antipasivo; ><
" '>-'0" . ejemplificado en estructuras con alternancia pronominal
"'\'~~Q'~;·~~;!B~i;t..'h~;YrEfeposicional del tipo de Maite se hur/6 de todos ellos.
~'~¡:¡1· J En (27 a) tenemos un ejemplo de oración pronomi-
• O< . .• . . .
454 455
r tiene en sí mismo ·la predisposición al cambio o afectación denotado por funcional, ST o Sv; Lb qll:e di~tingue al se del resto de clíticos es quecarece
la accióIi verbal. Por este motivo, estas oraciones nunca implican la presen- de rasgos de género, número 6 caso, esto es, es el clítico que únicamente
cia de un agente o ca~sa externa, frente a 10 que ocurre en las oraciones posee corn,o rasgo esencial precisamente su carácter de Clítico {4.4.}. Esta
pasivas. La oración de (Z7b) es un ejemplo de estructura reflexiva que posee aúsencia de valor funcional positivo es determiriante para explicar el com-
un sujeto agente y un objeto tema correferente con el sujeto; como resul- portamiento tan peculiar de las estructuras en las que se proyecta el se,
tado, el sujeto realiza una acción que recae sobre sí mismo: semánticamen,. pues, al materializarse en una proyección, lo que hace es eliminar los rasgos
te, el sujeto es el agente a la vez que el objeto afectado. Por su parte, en funcionales de dicha categoría: por ejemplo; los rasgos de concordancia de
(27C) la estructura es la de una pasiva con sujeto paciente y causa o agente sujeto o los rasgos de concordancia·de objeto. Dicho de modo más técnico,
implícito. {para las diferencias entre oraciones prononúnales, reflexivas y su presencia priva de la posibilidad de que una proyección funcional pro-
pasivas, remito a la sección 5.1..z.3.} La oración de (27d) recoge un ejemplo yecte una posición de especificador ocupada por una pieza léxica o una
de oración medio-pasiva con sujeto paciente y construida con un predica- categoría pronominal con rasgos de concordancia. Por tanto, la presencia
do adverbial obligatorio que conforma con el verbo un núcleo verbal com- de se deja inactivas las categorías funcionales en las que aparece. Este es un
plejo encargado de seleccionar conjuntamente a su sujeto. En (27e), la principio que permite explicar de manera unificada el comportamiento del
oración contiene un se aspectual o télico asociado, en este caso, a la pre- clitico se en las diferentes construcciones. También hay que tener en cuen-
sencia de un OD con determinante que contribuye a marcar la telicidad ta que el se, como éualquier otro clítico, tiene la posibilidad de llevar una
de la oración. Por último, en (Z7f) la oración es impersonal, pues carece de categoría doblada: esta opción es la que separa a las oraciones impersona-
sujeto léxico con interpretación definida; en su lugar, posee un sujeto vacío les, reflexivas y recíprocas, estructuras que admiten el doblado, de las pa-
que recibe una interpretación arbitraria, en este caso de carácter genérico. sivas ~medi(¡-pasivas. Estas propiedades que acabo de mencionar han sido
. A continuación, me propongo explicar las semejanzas y diferencias desarrolladas al analizar de manera detenida las diferentes oraciones en las
entre todas estas construcciones, utilizando corno ayuda los mecanismos que interviene el clítico se. A continuación, me limitaré a recordar muy
formales que nos ofrece la teoría lingüística. brevemente las principales características de cada estructura, remitiendo a
El clítico .se tiene las mismas propiedades morfológicas en todas las las secciones correspondientes para una exposición más detallada.
construcciones examinadas (Otero 1999 y Sánchez López 2002). En todos El clítico se es la realización de los rasgos de concordancia de sujeto
los casos, se trata de un clítico de tercera persona que carece de rasgos en las oraciones impersonales (Mendikoetxea 2000 y 2002). Dado que el
formales, lo que lo distingue del resto de clíticos. Categorialmente, es un se carece de cualquier rasgo formal, las oraciones impersonales nunca pue-
pronombre átono, que, como todos los clíticos, debe ser tratado como den llevar sujetos léxicos con rasgos de concordancia en la posición canó-
un afijo sintáctico {I.2.2.1.}. Asignarle una etiqueta como la de clítico re- nica de sujeto, el especificador del ST, puesto que el clítico se ha eliminado
flexivo, que a veces se encuentra en las gramáticas, puede llevar a confu- los rasgos de concordancia de sujeto de dicha proyección: *Juan se come bien .
sión, dado que el se aparece en construcciones que nada tienen que ver con aquí. El único sujeto susceptible de situarse en una posición sin caso y sin
la reflexividad. El hablar de afijo sintáctico implica que el clítico se, al igual rasgos funcionales es el PRO. Dicho PRO dará lugar a las diferentes lectu-
que el resto de pronombres clíticos, puede considerarse corno un morfema ras de las oraciones impersonales al ser ligado y recibir sus rasgos semán-
de concordancia que, como tal, posee contenido funcional y no léxico y es ticos de un operador ya genérico ya existencial {4.5.3.I.}. En cuanto a las
capaz de encabezar una proyección con rasgos funcionales de concordan- oraciones pasivas con se {5.I.3.} y medio-pasivas {5.I.4.}, estas proyectan una
cia. Así, del mismo modo que en una oración como Juan /0 vio, el clítico estructura in acusativa, pues poseen un sujeto tema y no tienen argumento
/0, como materialización de los rasgos de concordancia de objeto, posee los externo. Ahora el se es la materialización de los rasgos de concordancia de
rasgos de género, número, persona y caso que permiten reconocer e iden- objeto, por lo que es el responsable de que el tema no pueda recibir caso
tificar al objeto de la oración, también el clítico se es la materialización de acusativo, al eliminar los rasgos de concordancia de objeto en Sv. Por este
los rasgos de concordancia, por lo que puede encabezar una proyección motivo, el tema recibe caso del núcleo T y concuerda con la flexión verbal:
Teresa Muía Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español V. Variaciones en la concordancia de objeto
457
459
r partitivo [2.I.3.}: Se vende pisos o bien, si es animado, recibe su marca de jeto pospu.esto los jugadores puede controlar al argumento PRO a través de
caso de una preposición de dativo: Se aplaudió ti losjugadores. Las estructu- un sujeto expletivo pro {4.5.2.} sitUado en la posición de especificador del' ST
ras de (29) no son más que una representación formal de estas ideas: ' y con el que establece cOl;lcordancia'de rasgos. En cambio,' en la'lectui'a
impers'onal, el PRO, en lugar de estar controlado por el sujeto, recibe sus
(29) a. [ST {Aquí layer} [T' se vende [Operador existencial¡ {s. PRO¡ {v'
rasgos semánticos de un operador {4.5.3.I.}.
h(se) fsv h(vende) pisos mm Si el lector ha.ido tomando,nota de los distintos tipos de oraciones
b. {ST {Aquí layer} [T' se aplaudió {Operador existencial¡ [s, PRO¡ {v'
h(se) {sv h(aplaudió) a los jugadores} mm con se que hemos repasado, comprobará que nos falta una: las oracio-
nes con el llamado se aspectual. El se aspectual o télico es el único que no se
En muchas zonas de Hispanoamérica, como Perú y los países del cono acomoda fácilmente a ninguno de los esquemas posibles vistos hast'a ahora,
sur, Argentina, Chile y Uruguay, se prefiere la conmutación por lo(.r), la(s):, pues no parece tener rasgos ni de concordancia de sujeto ni de objeto. El se
aspecrual está relacionado con el carácter delimitado de la predicación, pues
(30) a. Se lo ingresó en un centro especial [a él].
acompaña a predicaciones télicas, actuando como una marca de la clase de
b. Estos empleados quieren ahora que se los equipare al laudo dic-
acción verbal. Así, cuando acompaña a predicados transitivos, estos siempre
tado por la autoridad del trabajo.
deben denotar el estado final de la acción: María se comt'ó todo. También se
c. La empresa dice no poder absorber las nuevas erogaciones y pide,
atestigua en predicados intransitivos, como caerse, dormir.re, subirse, morirse. En
en consecuencia, que [oo.} se la subvencione.
estos casos, parece existir también una mención a la telicidad de la acción,
(Datos de b) y c) tomados de Martín Zorraquino, 1979:174).
pues los participios procedentes de dichos verbos denotan estados alcanza-
Este es un proceso act1l1al de transitivización de una construcción ori- dos y ap3.E.ecen acompañados por el copulativo estar y no ser: Está {caído /dor-
ginalmente intransitiva no eXtraño en estas regiones, pues también se docu- mido /.rubido /muerto} f3.4.4.2.}. Por último, el se también es marca de telici-
menta en otros contextos reservados al dativo en la mayor parte del mundo dad que define a un grupo de verbos con alternancia causativa-anticausativa
hispanohablante: por ejemplo el sujeto de las cláusulas de infinitivo [3.8.2.3.}. incoativa: calentarse, ablandarse,preocuparse, frente a los que denotan acciones
El resultado d,e todo lo expuesto es que oraciones corno Se vende pisos atélicas y se construyen sin el clítico: aumentar, mejorar, engordar b+3.2.}.
o Se aplaudi6 a los jugadores responden a un esquema impersonal, pues care- No resulta nada fácil dar cuenta del comportamiento de este tipo de
cen de un sujeto léxico, pero son pasivas, por el hecho de que su tema no se. En primer lugar, parece claro que, como el resto de clíticos, es un núcleo
puede recibir marca de caso acusativo. funcional, pero, en oposición a los otros tipos de .re, su presencia no afecta
Este no es el único ejemplo en el que se relacionan distintas estructu- ni a los rasgos formales de conc~rdancia de objeto ni a los de sujeto; en cam-
ras con .re. Una oración como Se aplaudieron los jugadores admite dos lecturas bio, parece estar relacionado con la clase de acción verbal o evento. Por este ~
(Gómez Torrego 1992 a y b): en la primera se interpreta como una estruc- motivo, últimamente se ha propuesto que este clítico es la materialización'
tura recíproca: 'los jugadores se aplaudieron unos a otros', mientras que en de un núcleo funcional con rasgos de evento (Laka y Sanz I995 y Sanz y Laka ,
la segunda presenta un valor impersonal de tipo existencial: 'alguien aplau- 2002). Dicho núcleo se ha relacionado con una proyección funcional Sintag-...--
dió a los jugadores'. Las oraciones recíprocas e impersonales tienen en ma Evento. Esta nueva categoría toma como complemento al Sv, si la estruc-
común la existencia de una categoría PRO argumental que dobla al núcleo tura es transitiva [3.2.I.3.}, o al SV, si la estructura es intransitiva {p.2.2.]. El
funcional .re. Sabemos que dicho PR O tiene que recibir sus rasgos de algún clítico se, desde la posición de núcleo de la categoría con rasgos de evento,
elemento argumental u operador, ya que es una categoría defectiva semánti- intervendrá en la selección de una estructura verbal delimitada o tética.
camente. Pues bien, la diferencia básica entre recíprocas e impersonales re- Lo interesante de esta explicación radica en que abre la posibilidad
side en el tipo de categoría que asigna sus rasgos a este PRO. En el caso de de dar cuenta del comportamiento de los clíticos no argumentales también
las lecturas reflexivas y recíprocas, el PRO está controlado por el sujeto que como núcleos funcionales dependientes de categorías no relacionadas con
actúa como su antecedente. En el ejemplo Se aplaudieron los jugadores, el su- las posiciones de argumento {4.4.].
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español V. Variaciones, en la concordanCia de objeto
.¡.6o
un
la pronQminalización de su argumento: -Lo fue arreglado en segundo; ·Se los
, arreglan y Se hacen cambios 'de aCeite y *Lo arreglado, continuamos con el viaje?
Para recordar las propiedades de las Construcciones de ParticipIo Absolu-
1. Teniendo en cuenta el análisis sobre el verbo parecer que se rea-
to' puede consultar las secciones b.2..2..:z.. y 3.8.3.2..}.
lizó en la sección {J.8.2..2..} y una vez visto el comportamiento de los verbos
ser y estar, compare semántica y sintácticamente las siguientes oraciones:
5. En los últimos años, ha existido la tendencia a analizar las estruc-
(1) Tu amigo parece fatigado. turas reflexivas como manifestaciones de un esquema pasivo en el que el
(2) Juan está fatigado. se elimina el 'papel temático de agente y la posibilidad de asignar caso
acusativo al objeto (Mendik.oetxea 2000). Desde esta perspectiva, las ora-
2. Fíjese en los siguientes ejemplos: ciones reflexivas serían, al igual que las pasivas, estructuras inacusativas,
Ca) Uuan es feliz}. estO es, oraciones con un sujeto tema y sin agente. ¿Qué opina de esta
(b) Encuentro a {Luis un tanto preocupado}. afirmación a la luz de datos como los siguientes?
Cc) Luis oyó {llorar al bebé}.
Oraciones reflexivas:
Prestando atención a las estructuras entre paréntesis y fijándose en (a) Juan se odia a sí mismo.
las relaciones predicado-argumento, ¿qué cree que tienen en común las (b) *Juan se odia {por sí mismo ¡por sí solo}.
oraciones recién mencionadas? En cuanto a sus diferencias, ¿a qué se pue-
den deber? Puede serIe de utilidad consultar las secciones [3.6. y 3.8.l.3.}, Oraciones con alternancia causativa-anticausativa incoativa (inacusativas):
dedicadas , respectivamente, a los predicados secundarios ya los infinitivos (a) -:La ropa se secó a sí misma.
con sujeto en acusativo. (b) La ropa se secó por sí sola.
(Datos tomados de Sánchez López, 1.002: 75).
3. Fíjese en los siguientes ejemplos:
Oraciones pasivas con se (inacusativas):
(a) Es difícil entender a Pedro.
(a) *EI cuadro se robó a sí mismo.
(b) Pedro es difícil de entender.
(b) *El cuadro se robó {por sí mismo /por sí solo}.
¿Qué relación cree que existe entre las dos oraciones mencionadas?
¿Cómo se podría dar cuenta de la especial interpretación de la oración de Explique las diferencias y semejanzas entre las tres estructuras docu-
(b)? Observe que, en dicha oración, el sujeto de la estructura copulativa, mentadas.
, ,
Pedro, se interpreta como el tema del infInitivo enunder complemento del
adje tivo. Para solucionar este ejercicio puede ser de gran ayuda la consulta 6. Determine si los predicados siguientes son simétricos y, en caso
de Bosque (I999b), afIrmativo, sus propiedades características:
(a) María y Luisa comen juntas todos los días.
4. Compare las siguientes estructuras:
(b) Pedro y Juan trabajan el uno con el otro.
(a) El coche fue arreglado en un segundo. (e) J avíer y Antonio son buenos amigos.
(b) Se arreglan coches y se hacen cambios de aceite.
(e) Arreglado el coche, continuamos con el viaje. 7. En canada o kannada, lengua hablada en el estado de Karnataka
situado al sur de la India, hay un morfema con dos realizaciones: -koL-
Fíjese especialmente ,en los procesos que sufren los argumentos
para el presente y -koND- para el pasado, con la siguiente distribución:
marcados en cursiva. ¿Por qué cree que ninguna de estas oraciones admite
Teresa María, Rodríguez Ramalle f Manual de Sintaxis del Español
c1uido el español. Sobre .los rasgos de las oraciones reflexivas y recíprocas merece desta-
carse el artículo de Otero (1999) publicado en la GDLE. Sobre la especial distribución de .
.1' ,~:
VI
mismo resulta de ayuda el estudio que lleva a cabo De Mello (1996).
En 10 que respecta a las propiedades de los predicados simétricos y a las diferencias
entre estos y las oraciones reCíprocas, es muy conveniente la lectura de Bosque (I985).
La
.modalidad
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'~~r~r;'(
::.~~;': ,,:~,:-.
.,:~.:":
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~?1t
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... ;.," "'';,\':7':
,;:'f~-'" En este cap~W1o hablaré de la modalidad como ma-
.,:á;hlfestación de la ~~F.itud del hablante. Para ello partiré
,,;;;;;:;,- de una defInición d'~@odalidad integradora que preten-
lit' de incluir tanto la a¿Ütud del hablante ante un mismo
i~i:.: ~. contenido represent~§to, como su responsabilidad ante
;. un acto de habla [6.d:;Tras esto, analizaré los medios de
..( que disponemos p~~;réxpresar la modalidad negativa y
¿f af~ativa: e~~gtffflF~ lugar, hablaré de la existencia de
",ir
::;:;:
un SIntagma Polái:J.dad (6.2.1.}, para tratar luego de los
elementos negativos {6.2.2.} y de los positivos {6.2.3.}. En
el siguiente apartado, repasaré la formación de los diver-
sos tipos de oraciones interrogativas: parciales {6.3.I.r.},
indirectas parciales {6.J.I.2.} y totales {6.3.I.3.} y exclama-
tivas: con pronombres [6.3.2.1.] y sin pronombres
{6.3.2.2.}, con el objetivo flnal de buscar el vínculo co-
mún que pueda existir entre estas oraciones y otras con
una estructura muy similar: las relativas. Comprobaré que
en todas ellas desempeña una función importante el sin-
tagma cuyo contenido se asocia con la modalidad {6.3.3-I.}
y ejempliflcaré dicha relación en el análisis de un tipo
'.\ especial de estructuras, las llamadas oraciones enfáticas
"'~}:\;·;f.". con artículo del tipo de ¡Lo listos que son! {6.3.J.2.}. Segui-
·-:·':;":\;¡:~gif:;;lji¡?1.j;.j:;~.:<,!4amente, revisaré las particularidades del imperativo cen-
"-'!""'!.bi~~trfudome en la conexión entre imperativo y enclisis de
los pronombres {6-4-I.}, entre imperativo y posición pos-
:r
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español j
.J.j
r puesta del sujeto {6.4.2.} y entre imperativo y negación [6+3.1, para pasar
] 6cI~
posteriormente a repasar la relación existente entre la modalidad oracional
y el modo como morfema realizado en la flexión verbal. Comprobaré que
¡.
.1
I
·Los. 'lí.mites
la modalidad influye en el modo como marca de la flexión verbal, de manera
que la modalidad oracional selecciona el modo gramatical, que en español de la
aparece representado dentro de la flexión verbal junto con el tiempo, la
concordancia y el aspecto {6.p.}. Asimismo, tr~taré de los efectos de m.odalidad
correferencia involucrados en la selección modal (6.p.. }. En las dos últimas ' '(0'-",' , ",1 :
,'.: ;J r~
secciones me dedicaré a analizar los principales índices que sirven como
marcas de modalidad: en la [6.6.} fiÚ objetivo serán las perífrasis modales
(6.6.I.J, los adverbios y oraciones subordinadas adverbiales {6.6.z.], laS'ex- ., ...
,,~~tl;
'.~j~
\~~<.
presiones valorativas {6.6.3.] y las interjecciones [6.6.4.}¡ mientras que en :~ .~~'.r-.
mOd~~~ª,
la {6.7.} trataré de los índices de modalidad vinculados con el acto de habla
. \.
o la manera del decir, centrándome en los adverbios y oraciones subordi- ; .éf La a diferencia de otras categorías gra-
nadas adverbiales {6.7.I.} yen los conectores {6.7 ..z.}. ,é,~·riIaticales, como P4f,
ejemplo el tiempo y el aspecto, no
,:;:i? se materializa únic$ente en unos determinados afijos
.
.J.f;\~7 flexivos, sino que se ~.m anifiesta a través de un conjunto
cl/";' ... de estructuras e índiC:~l sintácticos que afectan a la ora-
••. ción entera (Palmer ~86). Partamos de las siguientes
i /.:,
(
.:l't ¡"~" oraciones:
4~r4«V)r
3~kl
(I) a. Hacei t3lar!No hace calor.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Espafiol VI. La modalidad
470 47I
472
r -hi de voz pasiva, el sufijo -si que marca el sujeto, -ess que denota tiempo
6.2.
pasado, -keyss que expresa modalidad epistémica, -sup sufijo, al igual que
-si, de concordancia de sujeto, -ti sufijo evidencial que indica qu!= se ha
.¡
La
sido testigo del hecho y, por último, -kka, sufijo que expresa la interro-
gación:
(2) Ku pwun-I cap-hi-si-ess-keyss-sup-ti-kka?
polaridad'
¡a-persona-nom atrapar-pasivo-conc-pasado-epistémico-conc- '. ~ ~ ~.:',¡,~.~'.
evidencial-interrogativo ~ -.t. :··
~)t:.
'¿Vistes cómo lo atraparon?'
los afijos vinculados con el acto de habla son los más externos, mientras
que los afijos temporales suelen ser los que ocupan las posiciones más
internas, cercanas a la raíz verbal.
~~Rs~ 6.2.1. El Sintagma
Polaridad
>·'c.. Tanto el adverbio afIrmativo c,omo el negativo se
',.", ';'.¡',~ ," ... " '''" ,comportan como núcleos en distribución complementa-
""; 4, ••'r -.;" p.~
.',
474 475
477
r se comportan igual que el activador negativo no, pues ocupan una posición ·
l. .La imposibilidad de . ten~.r estructuras como *Nadie n~ vino se qebe a
preverbal, no se pueden situar dentro del alcance de otra palabra negativa . que. el adverbio no carece de la doble naturaleza de las palabras negativas
y son capaces de legitimar la p resencia de TPN dentro de su alcance. En '.! nadu, nunca, nada, pues sólo puede actuar como activador negativo con al-
el segundo caso, como TPN, siempre se van a situar dentro del ámbito de cance sobre toda la oración, incluidas las palabras negativas.· La consecuen-
Un activador negativo, en posición preverbal .o posverbal. En las oraciones cia es. que el adverbio no nunca puede situarse dentro del dominio de otro
de (7), nadie actúa como un activador negativo, mientras que nunca y nada. activador. Por su parte, tampoco ·son posibles secuencias como *Llama nun-
se comportan como TPN: ca, en la que tenemos un único elemento negativo en posición posverbal. La
(7) a. Nadie (activador) me preguntó nunca (TPN) nada (TPN). razón se debe en este caso a que en posición posverbal el adverbio nunca no
b. Nadie (activador) nunca (TPN) me preguntó nada (TPN). puede actuar como un activador negatívo, pues en dicha ubicación no tiene
el efecto de abarcar a toda la· oración; en este supuesto, tampoco es posible
Tanto en (7a) como en (7b), nadie se sitúa en la posición de especifica-
dar del SPo1, fuera del alcance de cualquier otra palabra negativa y, al mismo
X interpretarlo como TPN, dado que no existe un operador o activador nega-
tivo en posición preverbal que posibilite su aparición.
tiempo, con abarque sobre toda la oración, por lo que puede legitimar la No obstante, en la lengua hablada se pueden escuchar secuencias
aparición de diveros TPN tanto preverbales como posverbales. Por su par- como No os preOCUPéis. Tardaremos nada: cinco minutos. En este empleo, nada
te, nunca puede aparecer en posición posverbal ocupando la misma posición parece interpretarse de modo similar al adverbio poco, muy poco.·
(
que los adverbios jrecuentementl, a menudo, etc. [3.7.3-3.} y legitimando sus En el español medieval, así como en otras lenguas romances, como
rasgos negativos como TPN dentro del alcance del operador negativo pre- el catalán o el rumano, son posibles secuencias del tipo de Ninguno no me
verbal--óración de (7a)-, u ocupar una posición prever&a1, como especifi-· quiere (Celestina), Ninguno non responde (Poema del Mio Cid), Ningú 110 m'ha
cador múltiple del Sintagma Polaridad, pero también dentro del alcance del vist (catalán) 'Nadie no me ha visto', Nimeni nu a 'Venit (rummo) 'Nadie
activador previo --<>ración de (7b)-. Por último, nada se sitúa en las dos no ha venido'. En español medieval, parece que las palabras negativas
oraciones en la posición de objeto del verbo preguntar, legitimando sus ras- como nunca, nadie sólo eran TPNs, esto es, no tenían carácter de ope-
gos negativos dentro del alcance del activador preverbal. Eñ (8) propongo las radores negativos capaces de inducir la polaridad oracional. Por este
representaciones estructurales de las oraciones de (7): motivo, requerían aparecer junto con el activador negativo no, en una
secuencia como la de (9):
(8) a. [SPd Nadie (ST h(nadie) (T' me preguntó Cs" nunca Csy h(nadie)
h(preguntó) (sv nada mm (9) {SPoI Nadie [poi' no fsT h vino}}}}
b. [SPtt Nadie [SPd nunca {ST h(nadie) [T' me preguntó Csy h(nadie)
Posiblemente, esta es la misma situación en que se encuentran ac-
h(preguntó) {sv nada mm tualmente el catalán o el rumano. En español moderno, en cambio, los . /.
r tructura que debe s·er interpretada como 'no vi a hombre nacido', esto es
'no vi a nadie'. De aquí emerge el valor como TPN del pronombre actual,
dependiente de la presc;ncia de un activador negativo. U na vez que una
estructura ha desarrollado un valor como TPN, es muy normal, según
Horn (¡989), que el siguiente paso de su evolución sea su aparición en
posición preverbal actuando como elemento Capaz de negar la oración por
sí fiÚsmo, esto es, como un activador negativo. Est~ es el estado final de
las palabras nadie, nunca, en el español moderno.
Aparte de las expresiones negativas nada, nadie, ninguTlO, nunca,jamdJ,
disponemos de un buen número de: expresiones con valor negativo. C*te-
gorialmente, son locuciones adverbiales, como en mi vida, en la vida, ··.en
absoluto, en modo alguno; ciertos superlativos, del tipo de No tengo la menor
idea, No me importa lo más minimo; los coordinantes ni y sino en Nunca ha
escrito ni ha llamado, No me gusta este sino el otro; y un conjunto de locuciones
verbales negativas como no saber uno dónde tiene la cabeza, no dar abasto, no
pegar ojo, no levantar una paja del suelo y no tenerlas todas consigo (Bosque I980).
I
1l$;~ 6.2.3. ' Activadores positivos y
términos de polaridad positiva
El activador positivo sí, como miembro no marcado de la oposición
de polaridad, no necesita realizarse para indicar la afumación. Cuando se
proyecta, su valor es enfático {6.6.J.}: Maria si me lo ha entregado, Sí que te
acompañaré. También existen expresiones que actúan como términos de ,.
polaridad positiva (TPP). Por ejemplo, locuciones verbales, como Tiene Existen diferentes tipos de oraciones interrogati-
toda la razón del mundo, Vivo con el corazón en un puño. Otras locuciones afines vas. En lo que respecta a la información por la que se
a la afll'mación son: valer alguien lo que pesa, meterse en camisa de once varas, ser pregunta, podemos distinguir interrogativas «parciales»,
harina de otro costal, estar que trina, hablar por los codos y morirse de sueño (Bos- en las que se solicita información sólo sobre una parte de
que 1980). la oración, representada por el pronombre interrogativo
que las encabeza: aDónde vives.?, ¿Con quién trabajas.?, ¿~é
hizo Luisa anoche.?; e interrogativas «totales», en las que la
.:.:. interrogación afecta a toda la oración. En estas últimas,
.,. :.:.:.:::... no existe pronombre introductor: ¿ Vives sola.?, ¿Trabajas
··· 'C¡¡';(lJ3("?" .:~"'i;¡,:::5~P, Luis.?, ¿Salúte anoche.?
··""9",:.. ~,;~.:.;,:" Dependiendo de si la oración interrogativa aparece
como una oración independiente o subordinada a un 479
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español VI. La modalidad
r verbo principal, tenemos interrogativas «directas» e «indirectas», respecti- sobre'un mensaje ante'rior¡ po~ ello eStán orientadas hacia el discurso pre-
vamente. Estas segundas no aparecen con las marcas gráficas de interroga- .vio. Esta dependencia contextUa! no existe en las auténticas interrogativas.
ción y siempre desempeñ.an una función dentro de la oración principal: Me La formación de las estructuras interrogativas está ligada ala presen-
preguntó si pensaba asistir al congreso, No sé quién podrá haberme llamado a estas cia' de la categoría funcional Sintagma Complementante, encabezado por
horas. Las interrogativas indirectas totales aparecen introducidas mediante un núcleo que posee rasgos asociados a la modalidad oracional: declarativa,
la conjunción si, mientras que las indirectas 'parciales conservan los pro-. interrogativa, exclamativa, evidencial, etc. {I.I-4-2. y 6.I.}. Dicha proyec-
nombres interrogativos con los que se construyen c:n su empleo directo. ción, situada en el margen izquierdo de la oración, selecciona en español
una posición de especificador con el objeto de recibir a! pronombre inte-
.. . rrogativo; en dicha posiciqn la palabra interrogativa concuerda sus rasgos
~~I¡'~~~ 6 -3.1.1. L as oraCIones InterrogatIvas. modales interrogativos con los presentes en el núcleo Comp (Rizzi 1997,
parciales . Zagona 2002).' Al mismo tiempo, el verbo de la oración también debe
concordar con los rasgos modales presentes en el núcleo Comp y que nos
Los elementos que sirven como índices o marcas de interrogación penniten identificar la modalidad oracional. Por este motivo, el verbo
son variados en español. Dejando de lado la entonación, nos interesa cen- también se desplaza hasta el núcleo del SComp, proyección en cuyo espe-
trarnos en el orden de los constituyentes y la presencia, en el caso de las cificador está la palabra interrogativa. Como resultado del movimiento del
interrogativas parciales, de pronombres interrogativos. verbo, el sujeto pasa a ocupar una posición posverbal (Torrego 1984). En ->\
La alteración en el orden de los elementos en una oración interro- (n) reflejamos formalmente estas ideas:
gativa es evidente a la luz de los siguientes datos:
(n) ~omp A quién {Comp' vio {rr Juan {r h(vio) {s. h(Juan) h(vio) {sv h(a
(ro) a. Juan leyó ese libro. quién)}}}}}}
b. ¿Qué libro leyó Juan?
c. Maria no sabe [qué libro leyó Juan}. Semánticamente, la palabra interrogativa es un operador que desde
la posición de especificador del SComp tiene alcance sobre la posición
En una oración interrogativa parcial tanto directa como indirecta, el argumental que le corresponde bajo el Sv y que está ocupada por una
pronombre interrogativo debe anteponerse .a la oración, desplazándose huella. En el plano semántico, la estructura de (n) puede, pues, traducirse
desde la posición en la que recibe papel temático y caso. En .cuanto al de la forma indicada en (12), en la que la variable x representa la posición
verbo, este tiende a situarse inmediatamente detrás de la palabra interro- argumental del pronombre interrogativo que resulta ligada por este:
gativa, por lo que el sujeto queda pospuesto. Esto ocurre siempre que el (12) {SComp A quién x, x: una persona {rr Juan vio x}}.
pronombre interrogativo sea argumental (Torrego 1984): i.A quién se lo diste
el otro día?, aDónde lo guarda María.? La existencia de movimiento del verbo en las oraciones interrogati-
Las verdaderas interrogativas con anteposición del pronombre inte- vas como explicación para la posposición del sujeto es uno de los temas
rrogativo deben diferenciarse de las llamadas «interrogatives-eco», del tipo recurrentes de estudio dentro de la sintaxis del español. Diferentes autores
de Maria leyó tu comentario ¿María leyó qué?, en las que el pronombre inte- (especialmente Suñer 1994) han defendido que el verbo no se desplaza en
rrogativo permanece en la posición en la que recibe su papel temático y su español hasta el núcleo Comp, pues existen datos en los que se puede
marca de caso; en el ejemplo propuesto, el pronombre permanece bajo el insertar un constituyente entre el operador interrogativo y el propio verbo:
SV, pues se interpreta corno el OD de la oración. Desde el punto de vista ¿~é idioma todavía estudia Pepita en su tiempo libre.?, l~é aún no le dio Maja/da
semántico, las interrogativas-eco no son verdaderas interrogaciones, pues a su mamá.? (Datos tomados de Suñer 1994: 345). En estas estructuras, en
siempre el pronombre interrogativo está asociado a un sintagma previo que realidad, es posible obtener ambos órdenes: ¿~ién quiere todavía irse de
no ha sido entendido. En ellas no se solicita información, sino aclaración excursión.? y ¿~ién todavía quiere irse de excursión.?, siendo el orden no mar-
Teresa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Vl. La modalidad
r cado en ciertas variedades del espafiol aquel en el que el adverbio ocupa to have...'tener' los únicos ·que se mueven hasta el núcleo Comp. En con-
. secuencia, el sujeto siempre se ·va a situar en posición preverbal con respec-
una posición posverbal. En cualquier caso, fa preferencia por uno u otro
orden parece depender de factores estilísticos e interpretativos y no de la to al verba principal: What do you think.?, What are you doing bere.?Pues bien,
ausencia de movimiento del verbo hasta Comp. eri el espafiol caribeño ocurre io mismo que en inglés: dado que la flexión
Un caso especial lo constituyen los adverbios de polaridad, cuando la es débil, el verbo no se mueve, por lo que el sujeto ocupa una posición
única posición posible que pueden ocupar .es la preverbal: preverbal. [Otra .de las conse~uencias de la debilidad de la flexión es la
(13) a. i.A quién nunca jamás se lo contarías? presencia de sujetos pronominales, puesto que no hay contenido funcional
b. *¿A quién se lo contarías nunca jamás? suficiente que garantice la recuperabilidad del sujeto no realizado, como se
justificó en la sección 4.5.2.1 .
Como activadores negativos que inducen la polaridad de la orac:ión .Las oraciones interrogativas parciales encabezadas por pronombres ....
y que no requieren de otra marca negativa, la única posición gramatiCal:4e interrogativos ·no argumentales, esto es, no seleccionados por el verbo pre-
estos elementos es la preverbal. Por ello, cuando el verbo ocupa la posición sentan la peculiaridad de permitir la aparición de diferentes constituyentes
de núcleo del Comp, tales adverbios deben situarse delante del verbo en situados entre la palabra interrogativa y el sujeto. Como resultado, el sujeto
el dominio del SComp, con el objeto de tomar alcance sobre el verbo y el puede no sólo situarse en posición posverbal sino también en posiCión pre-
resto de la predicación [6.2..1. . verbal, inmediatamente detrás del pronombre interrogativo (Torrego 1984):
El español del Caribe es, sin duda, una excepción al sujeto posverbal (14) a. Me pregunto por qué tu hermana se fue tan pronto de la fiesta.
no sólo en las interrogativas, sino también en otros procesos que implican b. ¿Por qué Juan quiere salir a.Iites que los demás?
movimiento del verbo, por qjemplo, en los casos de infinitivos con sujetos . ~ato tomado de Torrego (1984: 106).
léxicos del español f3.8.2+l: Tanto en Puerto Rico como en la República
Dominicana son habituales expresiones como ¡~é tú quieres'?, ¡~ién tú eres.?, Para explicar este hecho debemos analizar la posición que ocupan
¿Dónde tú vas con eso.?, ¿.~{ ese hombre le ha quitado a eso.?, junto con Al tú los operadores interrogativos no argumentales. Ciertos adverbios modi-
decírmelo, Para yo hacer eso, En yo llegando f3.8.2.+J (Datos tomados de Suñer ficadores de toda la oración, llamados de marco O tópico b.2.], entre los
1994 y de LipskY 1996). Este hecho debe relacionarse con las característi- que se encuentran los adverbios de dominio y las construcciones locativas
cas que presenta la flexión en esta variedad del español. Si bien el espafiol y temporales con alcance sobre toda la oración, pueden insertarse entre
se suele caracterizar en general como una lengua con una morfología flexi- el pronombre interrogativo y el verbo únicamente en el caso de que el
va muy rica -lo que desencadena una serie de fenómenos vinculados a la pronombre interrogativo sea no argumental. Así, podemos decir cosas
posición que puede ocupar el verbo en la oración {4.2.}-, lo cierto es que como lPor qué, ayer, animicamente, el equipo se encontraha tan mal? o lHarta
existen variedades dialectales que poseen marcas de concordancia muy qul punto en el partido del otro ·dia, el equipo fue un desame.?, pero resultan .(
débiles. El caso del español del Caribe es un ejemplo de esto último. Es extrañas secuencias del tipo de ??¡~ién, financieramente, el año pasado, fra-
bien sabido que en esta variedad las consonantes flOaIes se debilitan hasta casó? y .??¿~é cosa, durante la semana pa.ada, confidencialmente, me querías
el punto de que pueden llegar i. no pronunciarse, provocando la confusión contar? construidas con pronombres interrogativos argumentales (Rodrí-
entre personas (tú viene, él viene, yo venía, tú venía, él venía) {4.5.2.}. En estos guez Ramalle 2000 y 2003). Estos datos sugerirían que los pronombres
casos, el español del Caribe se acerca al patrón paramétrico del inglés, interrogativos no argumentales ocupan una posición jerárquicamente
lengua que carece de marcas flexivas en el verbo (salvo la -s del presente de superior en la estructura, por encima de la proyección SComp en la que
las terceras personas del singular). Sabemos que en inglés el verbo principal se localizan los operadores interrogativos argumentales (Zubizarreta I998)
permanece en una posición más baja ~n la oración que en español (4.2.1.}. y similar a la destinada a los adverbios con alcance sobre toda la oración
Esto conlleva que en una oración interrogativa el verbo principal se sitúe con los que pueden coaparecer en el margen periférico izquierdo. [Sobre
bajo el SV, siendo los auxiliares do, doeS, did, will o los verbos to be 'ser' y la naturaleza concreta de esta posición se trata en la sección 7.2.}
I
I
1
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español VI. Lamodalidad
'1
Como siempre ocurre cuando hablamos de categorías funcionales, . \ (¡6) . a, Maria {sabía leXplicó} dónde ~staba la niña.
cabe imaginarse la existencia de variaciones .paramétricas en lo que res-
pecta al movimiento del pronombre interrogativo. En primer lugar, hay
¡. b.· Maria {pregunteS /repitió} que dónde estaba la niña.
lenguas en las que el pronombre interrogativo permanece en la posición l. (Datos tomados de Suñer, I992: 301). .
donde se le i<:lentifica semánticamente, como en chino mandarín: !
Mientras que en (I6a) saher, explicar seleccionan un SComp en cuyo
(15) a. Ni xiang chi shenme? especificador se sitúa el operador interrogativo, en (I6b), preguntar, repetir
¿Tú quieres comer qué? proyectan una estructura más compleja, pues seleccionan además del
'¿Qué quieres comer?'
SComp en dónge se aloja el pronombre interrogativo, un núcleo comple-
b. Zhangsan siang-zhidao [Lisi mai-Ie shenmeJ
Zhangsan me preguntó Lisi compró qué mentante previo ocupado por la conjunción que. Estas diferencias formales
'Xhangsan me preguntó qué compró Lisi'. van p~ejas a una diferencÍa semántica, pues mientras que las interrogativas
(Datos tomados. de Huang r982). indirectas seleccionadas por saber y explicar encierran una aseveración
-pues Maria ~abe, en efecto, dónde está la niña--, las que se construyen
Lo interesante es que, a pesar del orden, estas oraciones no son dependientes de preguntar y repetir son las únicas que implican <le verdad
preguntas eco, sino preguntas reales. La palabra interrogativa shenme una interrogación -ahora María desconoce dónde está la niña y, por ello,
posee las mismas características modales que el pronombre quéen espa-
ñol. Esto nos hace pensar que las oraciones del español y del chino realiza su pregunta-o Estos contrastes se manifiestan, por último, estruc-
poseen la misma estructura semántica -véase la representación formal turalmente, en las siguientes representaciones:
de (12)-, en la que tanto qué como shenme tienen que tomar alcance (17) a. {SComp Operador Interrogativo {ST}] (Semi-pregunta o interrogati-
sobre toda la oración. La única diferencia reside en que en chino este . ", va impropia).
movimiento se produce en el nivel semántico o de FL {u.r.3.), sin efec-
b. {SComp {Comp' que tscomp Operador Interrogativo {ST})}] (Pregunta
tos visibles en el orden final de la frase, pero sí en su interpretación.
indirecta).
(Estructuras tomadas de Suñer, 1992: 304 y 306).
~ 6.3-I.2. Las oraciones interrogativas Estructuralmente, las auténticas interrogaciones son aquellas que
indirectas parciales: sus peculiaridades seleccionan un doble SComp.
49 0 49 1
49 2 493
494
r por lo que se desplaza hasta una posición idéntica a la ocupada por un . a". ¡La ·de gente que Mana.tuvo que saludar ayer en el banquete de
-,
495
."t:j/' ',~,:~:~,
499
r Modo imperativo y enclisis · según .está- recogido -en Ia e~tructuta de (27). La posició~ pospuesta del
sujeto no es exclusiva del imperativo, sino que también la encontramos en
La enclisis, característica de las formas no personales de la conjuga- un conjunto de estructurascaracteriúdas por el moVimiento hasta Comp:
ción y del imperativo, está motivada por la ausencia demarcas de concor- lásconstrucciones de participio y de gerundio absoluto {J.8.J.2- y }8+I.],
dancia en los verbos [4+2}. Dado que el imperativo, al igual que el infi- los infInitivos en oraciones independientes con sujetos léxicos {J.8.2+}, y,
nitivo y el gerundio en español, carece de marcas de concordancia con, · por supuesto, de ·manera especial, en las estructuras exclamativas e interro-
gativas.
parece lógico suponer que no se mueve a las proyecéiones funcionales que
conforman el sistema con rasgos de concordancia (Rivera 1994a y b, Rive- El sujeto también puede aparecer antepuesto, pero en este caso actúa
ra y Terzi 1995). Estas proyecciones están ocupadas por los clíticos, .que como un constituyente con carácter extraoracional, incluso separado por
son la materizalización de los rasgos funcionales de concordancia [4.4.}. La pausas o comas gráficas; del imperativo: María, ven aquí ahora mismo; Pedro,
propiedad característica de las construcciones con imperativo consiste ·en cállate O te echo de /a clase. Estos sujetos son ejemplos de vocativos que se
que proyectan un nudo SComp con un rasgo de modalidad imperativa que realizan como sujetos extraoracionales del imperativo.
debe concordar con el que posee el verbo, por lo que el imperativo se
mueve al núcleo Comp, pero sin pasar previamente por la categoría con
rasgos de concordancia en la que se ha situado el clítico. El resultado es ~~~6.4.3. Modo imperativo y
un orden V + CL:
negación
(27~ [seo", [eom' haz {sr pro [1' h( verbo) fs..lo {sv h(verbo)
p p t t +
m}}} ".
Por ultimo, los imperativos resultan incompatibles con la negación:
¡Haz/o!, frente a *¡No haz/o! El motivo de este comportamiento se debe a
El movimiento hasta Comp también se produce en las oraciones que la negación no es un operador que se sitúa como núcleo de una cate-
interrogativas [6.J.I.} y exclamativas {6.3.2.}, las otras modalidades marca- goría funcional con rasgos de polaridad situada entre el SComp y el ST
das, pero, frente a estos dos casos, en el imperativo existe posposición del {6.2.}, tal y como se recoge en la siguiente estructura:
clítico, ya que el imperativo no pasa por la proyección con rasgos de con-
cordancia encabezada por el clítico, pues carece de rasgos de concordan- (28) [SComp fcomp' haz {SPol no [sr h· h( verbo) fsv h(verbo) mm
cia, frente a los verbos que aparecen en oraciones exclamativas e interro- En una estructura como la de (28), el imperativo debe moverse hasta
gativas. el núcleo Comp para concordar en rasgos modales con dicho núcleo. El
problema estriba en que la negación actúa como el antecedente más próxi-
mo a la huella dejada por el verbo, impidiendo que esta sea llgada e iden-
~~~ 6.4.2. Modo imperativo y tificada correctamente por el imperativo movido (Rivera 1994a, Bosque
1994 y Zagona 2002).
posición del sujeto
El movimiento del imperativo hasta el núcleo Comp permite dar
cuenta de otra peculiaridad de los imperativos: la posposición del sujeto:
Ven tú aquí ahora mismo, Cállate María, por favor. En estos ejemplos, el su-
jeto permanece en el especifIcador del ST, mientras que el imperativo se
sitúa en el núcleo Comp, por encima de la posición que ocupa el sujeto,
~ 605~
'l{,elación ''entre
el filodo X
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,; La selección del modo ordensilltáctico, pues no s~ realizaría en la sintaxis, sino en el componente
interpretativo o FL fu,}, . . . '
subjuntivo ;
,.
,
En el caso de las oraciones principales en subjuntivo, del tipo de No
hablú así, es la presencia de la modalidad exhortativa en Comp, la que deter-
Lo que parece' claro es que el modo es una categoría seleccionada y mina la selección del subjuntivo (6+}. Los adverbios de modalidad [6.6.2.}
que su reahzación obedece, por tanto, a una relación entre núcleos sintác- . . son otro tipo de categorías que .actúan corno operadores que seleccionan,
ticos {2.6.I.}. Con el fin de explicar la relación entr~ el modo y la moda- según su interpretación, el modo indicativo o subjuntivo. En esta sección ve-
lidad, vaya partir de una teoría de sobra conocida y basada en la idea de remos cuáles son los rasgos de selección presentes en el subjuntivo y cómo
selección entre núcleos funcionales. En una relación de subordinación, el se selecciona el modo en los diferentes tipos de esquemas de subordinación.
verbo principal no selecciona únicamente una categoría o un contenido En las oraciones subordinadas sustantivas, los verbos de comunica-
proposicional o nominal, sino también una detenninada modalidad. Se ción' verbal: aclarar, afirmar, comentar, comunicar, contar, decir, explicar, los de
selecciona, por tanto, un determinado SComp marcado modaImente,' bien opinión: considerar, creer, imaginarse, opinar, parecer, suponer, los de percep-
con marcas de modalidad interrogativa o aseverativa, realizadas en el nú- ción: advertir, oír,percibir, sentir, ver, los de conocimiento: acordarse de, darse
cleo Comp mediante la presencia de conjunciones como si o que, respecti- cuenta de, descubrir, enterarse de, saber, tener en cuenta, tomar en consideración
vamente: Juan no sabe si Luis vendrd, Juan no sabe que Luis vendrd {I·I.4· 2 . y seleccionan indicativo; mientras que los predicados volitivos: desear, optar,
6.3.}, bien a través de la selección de un determinado modo verbal. En este preferir, querer, los de influencia: ordenar,m41Idar, prohibir, los psicológicos
caso, no existen marcas específicas identificables en el SComp como mar- y los que expresan emoción o sentimiento: agradar, asombrar, divertir., inte-
cas de modo indicativo b subjuntivo, puesto que en español las marcas de . resar, iTRb0rtar, lamentar, sorprender, ser asombroso, ser alarmante, ser increíble, y
modo se reflejan en el verbo como morfemas flexivos, junto con las marcas los epistémicos de la clase de dudar, puede que,ser dudoso, ser posible, ser dificil
de concordancia, tiempo o persona. Por ello, la selección del Comp se se construyen en subjuntivo. Nótese que estamos incluyendo en esta lista (
manifiesta de manera visible en la flexión. Para captar mejor esta relación no sólo verbos, sino también adjetivos que pueden actuar como predicados
tripartita, partamos del esquema de (29): en primer lugar, el verbo principal en estructuras copulativas del tipo de es pOIible que, es extraño que, er lamen-
selecciona un SComp con un contenido modal concreto. En la proyección table que. Según los datos revisados, cuando un predicado de la oración
SComp se proyecta un operador modal, que en el caso del subjuntivo no principal selecciona una proposición volitiva, valorativa o dubitativa exige
aparece realizado; se realiza, en cambio, en oraciones interrogativas y ex- una estructura SComp con un operador modal con alcance sobreeItiempo
clamativas bajo la forma de operadores interrogativos y exclamativos: quién, verbal. Dicho operador selecciona en el verbo unos morfemas verbales
cudl, etc. El operador modal tiene dentro de su alcance la categoría funcio- marcados con los rasgos correspondientes volitivo, valorativo y dubitativo,
nal ST, a cuyo núcleo se desplaza el verbo. Dicho operador selecciona unos realizados bajo la forma del modo subjuntivo.
determinados morfemas verbales: los marcados modalmente con los rasgos Es muy habitual, no obstante, que un predicado que se suele cons-
que se realizan bajo la forma del indicativo o del subjuntivo: truir en indicativo pase a integrarse en una clase distinta y, en consecuen-
(29) {Verbo principal [SComp {quién /cuál /operador subjuntivo} {Comp cia, se interprete de manera diferente, al admitir el uso del subjuntivo.
{que ¡si} [ST {vienen /venganam Esto ocurre, por ejemplo, con los predicados de habla como afirmar, comen-
tar, decir, insistir. etc. Estos predicados seleccionan indicativo cuando po-
Algunos autores (Kempchinsky 1986 y 1990), con el fin de reflejar seen contenido aseverativo: Juan dice que estudian, pero se construyen en
este último paso y dar cuenta de la estrecha relación entre el operador subjuntivo cuando denotan mandato o influencia (Bosque 1990a): Juan dice
subjuntivo y la morfología verbal sugieren que el verbo se debe mover que estudien. En esta interpretación las proposiciones no se interpretan
hasta el núcleo Comp en un desplazamiento que, frente a lo que ocurre en como simples descripciones de hechos, sino como acciones ordenadas,
las oraciones interrogativas y exclamativas, no tendría repercusión en el sugeridas o recomendadas.
l'eresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español VI. La' modalidad·
5°5
En cuanto a los predicados de opinión, como considerar, creer, suponer, Como vengas·tarde, te qUedarás s,in nada (condición). En el p~imer caso, la
de percepción, del tipo de oir, percihir, ver, y de conocimiento, como darse relación lógica entre causa-efecto determina la selección del modo indica-
cuenta de, enterarse de, saber, estos se construyen en indicativo en la oración • l · tivo; mientras que en el segundo, eXiste una relación basada en ~na situa-
afirmativa; sin embargo, si la oración se niega, se utiliza el subjuntivo. En ción hipotética, que requiere la presencia del subjuntivo y determina la
este caso, el predicado pasa a expresar duda: No creyó que tuviera derecbo a interpretación condicional. El modo subjuntivo es preferido, por ello, en
pedir. Estos ejemplos nos indican que la negación, como operador que es, . buena parte de los esquemas condicionales y concesivos siempre que la
también puede intervenir en la selección del modo de la oración subordi- situación descrita se sitúe en un plano imposible o irreal: Si se hubiera
nada exigiendo un determinado SComp. . portado como diCes, nada de esto habrí{l pasado (lo real es que no se portó como
También existe el caso contrario: por ejemplo, ciertos predicados dices); Aunque lo necesitara, llunca me montaría en un coche conducido por Juan
emotivos con contenido valorativo y que implican siempre un acto . de . (la verdad es que no 10 necesito).
habla, del tipo de lamentar, quejarse, reprochar, se pueden interpretar como " / . El fin o propósito como proceso que tiene que contar con la volun-
asertivos cuando se usan con indicativo (Borrego y otros 1986 y Bosque A tad o intención del hablante requiere siempre del subjuntivo. Por este
1990a). Así, es posible documentar tanto Se lamentaba de que no le deJaron motivo, el subjuntivo también se encuentra seleccionado por operadores
hacer .fU trabajo, como Se lamentaba de que no le dejaran hacer su trabajo; tanto volitivos, entre otros, por conjunciones y locuciones conjuntivas que ex-
Les reprocho que no me hacen caso, como Les reprocho que no me hagan caso. presan finalidad o propósito: a fin de, con el fin, con el objeto, con el propósito
Cuando se usa el indicativo, el predicado denota simplemente la aserción, de: Te lo comunico a fin de que tomes las medidas mdr oportunas, Tenemos que
mientras que, con el subjuntivo, se expresa además una valoración subje- ahorrar un poco para que podamos irnos de vacaciones.
tiva. En estos casos, el verbo no parece cambiar de significado, pues tanto ElOte mismo rasgo volitivo explica el uso del subjuntivo en las ora-
en su uso valorativo como en su empleo como verbo de comunicación se ciones consecutivas que expresan el resultado como consecuencia de un
utiliza para contar un determinado estado de cosas; la diferencia en el uso propósito o finalidad manifestado por el hablante: Lo arreglé de modo que
del modo verbal reside en la interpretación de la proposición: bien como todo e!tuviera perfecto ('Lo arreglé para que todo estuviera perfecto'), Lo
asertiva si se utiliza el indicativo, bien con un matiz añadido de valoración expliqué de manera que todos me pudieran entender ('Para que todos me pu-
subjetiva, en el caso del subjuntivo. De acuerdo con esta idea, parece exis- dieran entender').
tir, por tanto, tina regla productiva que determina que los verbos que Existen ejemplos curiosos de doble selección modal, como el docu-
expresan sentimientos o juicios puedan funcionar también como verbos mentado en la secuencia recogida del habla espontánea: No os cuento nada,
de comunicación, pues .ambas clases tienen como base común la función de no porque no quiera, sino porque no puedo. Esta oración es especialmente inte-
comunicar (Bosque 1990a). . resante, pues en ella encontramos una estructura casual en la que se inserta
En las subordinadas adverbiales, la selección del subjuntivo depende una coordinación adversativa negativa. El primer miembro de la coordina~
más de la relación lógica que se establece entre los dos miembros de la ción aparece en subjuntivo, puesto que expresa una causa hipotética, mien-
estructura subordinada que de la presencia de ciertas conjunciones y locu- tras que el segundo, en indicativo, denota la causa real.
ciones conjuntivas. La selección modal en estas estructuras condiciona la En muchos casos, la correlación temporal varía dependiendo de si la
interpretación de la oración, puesto que depende del valor de verdad que subordinada es modificadora del SV o de toda la oración. Dado que en las
el hablante otorgue a la oración subordinada. Así, mientras que el indica- oraciones subordinadas con alcance oracional f3.7.I.2.}, no existe vínculo
tivo se utiliza en aquellas oraciones que denotan eventos, el subjuntivo lógico entre oración principal y subordinada, tampoco existirá selección
aparece cuando el hablante no se compromete ante la verdad de su enun- modal, como vamos a comprobar ahora mismo. Las oraciones concesivas
ciado; por ello lo encontramos en estructuras vinculadas con la expresión modificadoras del SV, admiten la presencia en la prótasis tanto del modo
de la modalidad epistémica (pérez Saldanya 1999). Este contraste se ve en indicativo como del subjuntivo, si bien el subjuntivo no puede coaparecer
pares del tipo de Como vienes antes, me ayudarás a preparar la fiesta (causa), en la apódosis con el pasado simple: Aunque esté enfermo {irá /va /*fue} ti la
.. ,
!
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual d~ Sintaxis del Español VI. La modalidad
50 6
5°7
6.6.
Los índices
de
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~ :~ .
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1110dalidad
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;:~~~,< A 10 largo ~~. este capítulo he hablado de la exis-
.,¿y tencia de operador~~, especiales: interrogativos, exclama-
.r" ,(,!;l'- tivos, relativos, etc~~fgue actúan como marcas de moda-
i?' lidad Y que condicio~ la sintaxis y la semántica de una
;.~~f!:.·f ~. oración. ]un,o a esto~~sten otros índices que también
.~:'" actúan como marcas r.d~ diversas modalidades {6.r.}. A
",i'f continuación, repas,,~$i€ias siguientes expresiones de mo-
1.:"'1" dalidad: verbo" s-'" ~): :~es modales [6.6.r.], adverbios ora. .
Aparte de poder y deber existen otros verbos que incorporan valores pos de adverbios. Empecemos hablando de la selección modal. Como ya se
modales (Gómez Torrego 1988). Por ejemplo, expresan obligación las pe- ha comentado (6.p.}, los modos verbales sirven para establecer la moda-
rífrasis haber + infinitivo: Hemos de respetar las señales, haber que + infinitivo: lidad a la que pertenece un enunciado. Así, por ejemplo, el subjuntivo,
Hay que respetar a los demás, tener que + infinitivo: Tenemos que ganar como sea. como modo vinculado a la presencia de rasgos volitivos y dubitativos, es
La probabilidad se expresa mediante la perífrasis tener que + infinitivo: Todos una de las marcas de la expresión de la modalidad epistémica, según obser-
tenemos que colaborarpara mejorar el barrio. La necesidad viene expresada por vación de Palmer (1986). De acuerdo con esta apreciación, los adverbios de
haber que + iT'.finitivo: Habrá que estar atentos y por tener que + infinitivo: Tiene modalidad epistémica son operadores capaces de regir el modo subjuntivo
que llover más si se quiere acabar con la sequ{a. o indicativo, dependiendo del grado de duda o probabilidad que conlleven;
reresa.'María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español VI. . La modalidad
5I2 5I 3
de este modo, el tiempo verbal contribuye a la gradación de la .probabili- tempranq. de lofieña?, puesto que no podemos presuponer a la vez la verdad
dad-pasibilidad-certeza de una oración, segtín se observa a continuación . de una oración y preguntar sobre ella o sobre un elemento ·de ella (Rodrí-
(Rodríguez Ramalle 200-3): guez Ramalle 1999 y 2093J.Estructuralmente, esto significa que tales ad-
(35) a. Probablemente Juan {estudia lestudiaba lestudie lestudiará /ha verbios ocupan la misma posiciÓn que la destinada a un operador interro-
estudiado}. I gativo, el especificador del SComp, con la diferencia de que los operadores
interrogativos coaparecen con. un nucleo Comp especificado con rasgos
b. Seguramente {llueve movía /llueva /lloverá /ha llovido}.
c. Difícilmente {??llueve /*lloVÍa /llueva lIlovetá /*ha llovido}. modales interrogativos, mientras que los adverbios factivos requieren una
modalidad especificada como aseverativa o [-Interrogativa}. Por su parte,
Un adverbio como seguramente puede regir tanto· indicativo como los adverbios epistémicos, al iguiU que los verbos modales epistémicos, se
subjuntivo, al igual que prohablemente, posihlemente, quizd, acaso, tal vez, .de- generan como constituyentes del nudo STo En concreto, y teniendo en
pendiendo del grado de certeza que posea el hablante ante 10 que· está cuenta que la flexión verbal se divide en diferentes categorías funcionales:
diciendo. En cuanto a dificilmente, este adverbio suele aparecer con tiem- el ST, el SAsp, etc. [I.I.4.}, los adverbios epistémicos se situarán en la
pos de subjuntivo, puesto que se sitúa en el extremo opuesto al de ~a posición de especificador de la categoría funcional Sintagma Modo, bajo el
certeza, salvo si el tiempo es futuro, en cuyo caso puede regir un modo dominio del SComp, pues tales adverbios pueden aparecer en ciertos casos
indicativa. Este último hecho no debe sorprendemos, puesto que el futuro dentro del dominio de una interrogación: ¿Probablemente vendrá hoy~· ,f<.yién
posee en el español un valor modal epistémico, claramente identificable en vendrá.?, ,Probablemente será alguien a quien ya conoces.? (Fuentes Rodríguez
ciertos contextos. Así, en una oración como Maria llegará a las cinco, el I991 y 1994, Rodríguez Ramalle 1999 y 2003). El resultado es la siguiente
futuro puede denotar un valor temporal, haciendo referencia a una acción. jerar<Nia: I
que se va a realizar próximamente, pero también puede presentar un valor <37) {SComp Advs. factivo [Comp' Comp [-Interrogativo} {SModo Advs. epistémi-
modal cercano a la posibilidad. Si incluimos un adverbio modal con con-
tenido epistémico, la única lectura posible del futuro es la modal: Maria,
co Jm
probablemente, llegará a las cinco, puesto que el operador adverbial de moda- En esta representación los adverbios establecen vínculos basados en
lidad selecciona un contexto también marcado modalmente. la identidad de rasgos con un núcleo funcional: en el caso del adverbio
Por su parte, los adverbios factivos, dado que no denotan ni duda ni factivo, tanto el núcleo Comp [- Interrogativo] como el adverbio compar-
probabilidad ni posibilidad, no pueden aparecer con un verbo .en modo ten un mismo contenido aseverativo, mientras que en el caso del adverbio
subjuntivo: epistémico y del núcleo Modo la conexión se basa en la identidad de rasgos
de modalidad epistémica. Por este motivo, los adverbios ocupan las po-
(36) a. Afortunadamente, Juan {vendrá !viene /ha venido /*venga}.
siciones de especificador de las diversas categorías funcionales con las . I
514 JIJ
bles con la interrogación, al igual que ocurría con los factivos, salvo cuando
la estruc!=Ura se interpreta como una interrogación retórica -ejemplos de Las oraciones subordinadas adverbiales pueden cubrir campos se-
(39, c y d)-: mánticos similares a los que hemos descrito para los adverbios, tal y como
ha señalado de manera prolija Marcovecchio (ZOOI y 2002). En concreto,
(39) a. *¿Jndudablemente vendrá? .
existe un grupo muy productivo de oraciones que contribuyen al esta-
b. *¿Quién indudablemente se marchó temprano de la fiesta?
blecimiento de la validez del contenido proposicional, señalando la par-
c. ¿Quién no actuaría, evidentemente, de ese mismo modo?
ticipación del hablante ante lo que dice; por ello, se puede afirmar que
d. ¿Obviamente, quién no actuaría de ese mismo modo?
poseen contenido modal. Dicho contenido se puede organizar en dos gru-
Si reflejamos todo 10 rucho en una estructura, el resultado es que los pos: la expresión de la factitividad y la escala epistémico-evidencial. Den-
adverbios evidenciales se generan, como los factivos, como especificadores tro del primer grupo encontramos oraciones en las que el hablante presu-
recesa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español VI. La modalidad
.... 5I 7
pone la verdad de un enunciado y, al mismo tiempo, opina sobre él. Son valorac.ión·. subjetiva 'por parte del hablante. Las «expresiones valorati-
muy comunes las expresiones, AU1Ujue parezca mentira, Aunque parezca /0 con- vas» -también llamadas «afectivaslt por Hemanz. (2001)-, tales' como
trario, Aunque cueste creerlo; Si no me crees, Si no me lo dicen, etc. En cuanto a ciertos adverbios: extraordinariam-ente, increfblemente, terriblemente, adjeti-
la expresión de la evidenéialidad, son numerosos los ejemplos de oraciones vos·: bien, espléndido, excelente, extraordinario, fahuloso, fantástico, fenomenal,
adverbiales que indican la fuen~e de la información. A diferencia de los formidable, increíble, maravilloso, smsacional y SSNN como un asco, una bar-
adverbios evidenciales, que siempre señalan la participación del hablante haridad, una hirrt4, un churro, un desastre, un encanto .<Herranz 2001) presentan
como fuente de la evidencia, las oraciones adverbial7s tienen la peculiari- un comportamiento sintáctico y semántico propio, que repasaré segui-
dad de presentar el origen de la información independienteinente de la damente.
presencia del hablante: Como he dicho más arriba, Según me .han comunicado, En primer lugar, estos elementos resultan difícilmente compatibles
Como dice el refrán, Según nos informaron, ~e sepamos, Contra lo que pudi~a con la negación (Hemariz 1996). En efecto, secuencias como "No veo el
parecer, etc. asunto franca11Úntt dificil, ·No era tmIl película tremmiamttrte aburrida, ·No hay
~ ."
(43) a. Aunque parezca mentira, los colores de muchos peces rivalizan un ruido tremendo resultan agramaticales. La incompatibilidad con una ne-
con los más hermosos de las aves y de los insectos. {CREA, 1996, gación está relacionada con el carácter enfático que muestran muchos de
Farro, Honorio, InduJtria pesquera} los términos afectivos. La afirmación es el miembro no marcado de la
b. Según me han contado, se vieron abandonadas por la tripulación oposición de polaridad, por lo que su marca es precisamente su no reali-
en las escalas de Puerto Rico y Bogotá. {CREA, El País, 02/08/ zación. Cuando se proyecta en la oración adquiere un valor añadido, pues
19 84} no denota la simple afirmación o aserción, sino que sirve para expresar la
~ción enfática (Moreno Cabrera 1991, Hemanz 1996). Este rasgo
I
En estos ejemplos, no existe relación lógica entre la oración principal enfático es el que opone MtlT'ia vendrd a Mari" s( vendrá, y el que también
y la subordinada; el único vínculo entre las dos oraciones se basa en que opone Estoy preocupada a Estoy realmttrte preocupad4. Esta última secuencia
la emisión de la afirmación principal se apoya en los datos que nos aporta no equivale simplemente a 'Estoy muy preocupada' sino aproximadamente
(
la subordinada b:7.I.2.J. a 'Sí, estoy muy preocupada: oración en la que la afirmación sf, juntamen-
( te con el adverbio de grado muy, expresan una modificación cuantitativa
orientada hacia la afirmación enfática.
Los términos valorativos manifiestan, al igual que otros elementos
~~6.6·3· Las expresiones valora.tivas que denotan una propiedad en grado extremo, lo que Bosque (2002) deno-
mina «efecto de polaridad antidirectiva», esto es, son incompatibles en
Hay categorías que, a pesar de no encabezar una oración, desde su mayor o menor medida con los imperativos: . ,
función como modificadores del verbo o de adjetivos contribuyen a marcar (44) a. Cómprate un vestido {negro I*maravilloso}.
la modalidad de toda una secuencia. Aunque terrihlemente y terrihle en las b. Que te diviertas {mucho rextraordinariamente}.
secuencias Estoy terriblemente cansado, Esto me pesa terriblemente y Era una sen- c. Viajad {todo 10 que podáis /"'terriblemente}.
saci6n terrible se encuentran insertos en la estructura como modificadores (Datos basados en Bosque 2002).
de un adjetivo, de un verbo o de nombre, el alcance de su modificación
afecta a toda la oración, pues están dotados de contenido modal. Con La razón de esta incompatibilidad estriba en que los adjetivos y ad-
ellos, el hablante no sólo nos informa de un determinado estado de cosas, verbios aquí referidos tienen un claro caracter modal. En concreto, actúan
sino que además nos aporta su punto de vista, su valoración hacia los como operadores marcados modalmente incompatibles con cualquier otro
hechos que relata. Según Hernanz (2001), estos elem,e ntos están provistos tipo de modalidad. Esta apreciación, por ahora intuitiva, aparece confIrma-
de una carga valorativa, lo que hace que su uso implique siempre una da por los siguientes datos:
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de ,)intaxis del Español VI. La modalidad
JI9
r (45) a. *iEstás sinceramente confuso? con rasgos valorativos; el núcleo Comp aparecerá especificado con un rasgo
b. *¿Estás bien torpe hoy? . modal {-Interrogativo]. Esta proyecciónfuncíonal de carácter asertivo es di-
c. *¿Quién se ha aburrido tremendamente? ferente de la que ocupan los adverbfos epistémicos, generados en 'el SModo,
pero también distinta. a la desti'nada a los operadores interrogativos y a las
Como vemos, los tÚminos valorativos también resultan incompati- estructuras imperativas, vinculadas con Úna proyección SComp con rasgos
bles con interrogaciones en las que se solicita 'una información. modales interrogativos e imperéJ.tivos, respectivamente.
De estos datos podemos deducir que la incomp.atibilidad entre tér- Existen ciertos constituyentes valorativos que requieren aparecer
minos valorativos y otras modalidades estriba en que los primeros también antepuestos a toda la oración, según se recoge en Hemanz (r996) ..En estos
poseen contenido modal y, por tanto, se relacionan con la posición vincu- casos, su anteposición desencadena también la anteposición del verbo, al
lada con la modalidad en la oración, al igual que los operadores interro~ igual que ocurre en las oraciones interrogativas [6.3.I.} y exclamativas
tivos e imperativos: SComp. Lo que nos queda por determinar es el tipo {6.3'.2.}, por h que pueden integrarse fácilmente dentro de un esquema
de modalidad representada por los términos valorativos. . ... entonativo exclamativo:
Hemanz (1996) y Bosque (2002) observan que los adverbios valora- (46) a. Bien sabía yo lo que iba a pasar.
tivos están relacionados con la modalidad epistémica y no deóntica, pues, b. Ya sabía yo lo que iba a pasar.
en todos los casos, el grado por exceso implica una evaluación o juicio. c.. {SComp {Bien !ya} {Comp' {-Interrogativo) sabía {ST yo fr· h(sabía) [sv
Sabemos que dentro del contenido epistémico existe un tipo de modalidad h(yo) h(sabía) fsv lo que iba a pasar}}}})}]
que conviene tratar de forma separada del resto de marcas epistémicas: me
refiero a la modalidad evidencia! {6.I.}, expresada en español por medio de C.omo vemos en la estructura de (46), los adverbios bien y ya se sitúan
adverbios del tipo de efectivamente, evidentemente, naturalmente. Pues bien, es en la posición de especificador de la categoría SComp {-Interrogativa),
interesante observar que los adverbios evidenciales se caracterizan, al igual concordando en rasgos asertivos, mientras que el verbo, por su parte, as-
que las expresiones valorativas, por ser incompatibles con una verdadera ciende hasta el núcleo Comp. .
interrogación: *ilndudablemente vendrá.?, *i~ién indudablemente se march6 tem-
prano de la fiesta.? {6.6.2.}.
Desde un punto de vista semántico, se puede .justificar que los consti- Las interjecciones
tuyentes valorativos se relacionan con la expresión del contenido evidencial,
ya que denotan un grado de compromiso con la verdad de la proposición Las interjecciones también son elementos con carga modal, como
mucho mayor que cualquier modal epistémico. Además, con ellos, el hablan- han puesto en evidencia recientemente trabajos como los de Alonso-Cor-
te muestra la opinión afirmativa que tiene acerca del valor de verdad de la tés (x999), López Bobo (2002) y Di Tullio y Suñer (2002). Aunque ya .Bello
proposición que emite. Cuando decimos de algo que ha sido tremendamente (1947) reconoce a la interjección el estatuto de una de las siete partes de
ahurrido no sólo estamos expres¡rndo el grado máximo de una cu'alidad, sino la oración, es difícil comparar la interjección con el resto de categorías
que, además, estamos trasmitiendo nuestro juicio aflrmativo sobre un hecho léxicas y funcionales. A continuación describiré sus características morfo-
y presentándolo, a la vez, como una verdad con la que nos comprometemos. lógicas, sintácticas y semánticas básicas.
Para explicar tanto el comportamiento sintáctico como semántico de estas Morfológicamente, la interjección es una forma que carece de varia-
piezas se ha propuesto que las expresiones valorativas concuerdan en rasgos ciones de género, número, modo, persona, etc. Aunque algunos autores
modales (Hernanz 1996, Bosquezo02). En concreto, dado que poseen con- citen como muestra de la variación morfemática de las interjecciones ejem-
tenido evidencial, deben concordar con los rasgos evidenciales presentes en plos como ¡leche! y ¡leches!, ¡hostia! y ¡hostias!, en realidad, no podemos decir
la categoría funcional correspondiente: esto es, el SComp. Cuando se pro- ni que ileche! y ¡hostia! sean sustantivos femeninos singulares ni que ¡leches!
yecta en la oración bien un adverbio evidencial o factivo bien una categoría y ¡hostias! hagan referencia a la pluralidad. .
"eres a María Rodríguez Ramalle ! Manual de Sintaxis del Español
VI. La modalidad
521
Dependiendo de su forma, las interjecciones se clasifican en dos . b: Has perdido -lástir.na-'- la oportunidad de ganar un maravilloso
grandes grupos. Las· interjecciones «propias>l (Alcina y Blecua 1975): ay, bah, apartamento en la playa:
eh, ah, uy, oh, puaf, hum, uff, están constituidas por series de fonemas incor- c. ilástima que no haya sido capaz de contestar bien ni una sola
porados a la lengua con Cierta fijeza. Las interjecciones «impropias» están pregunta!
formadas, en cambio,· por sintagmas originariamente pertenecientes a otras
categorías, que han experimentado un proceso" de inmovilización morfoló- Tanto en el primer como en el segundo caso, las interjecciones se
gica y de pérdida de su función referencial originari~. Son interjecciones relacionan, al igual que los adverbios oracionales, con los incisos o secuen-
impropias secuencias que provienen de distintas categorías léxicas, como cias parentéticas b.Z.3.1.}, pues .son unidades fónicas relativamente inde-
sustantivos: Tástima, suerte, ojo, cuidado; adjetivos o adverbios como seguro, pendientes, que van entr~ pausas. Al igual que todos los incisos, las inter-
perfecto, claro, guay; verbos, generalmente en imperativo: anda, fíjate, mira, jecciones presentan gran movilidad posicional, pudiendo aparecer al frente
toma, y, en general, expresiones interjectivas procedentes de formas leXica- del enunciado, en posición final o en situación parentética intercaladas en
lizadas como gracias a Dios, menos mal, por Dios, por supuesto, de verdad, sin una oración: Todo esto, ¡cojones!, me fastidia un montón,. Estoy hasta las narices,
duda, ay de ti, pobre de mi, etc. Como se muestra en los siguientes ejemplos ¡ay!, de tanta estupidez. Otro rasgo que comparten con los incisos es que
tomados de López Bobo (2002), mientras que en las oraciones de (47a) y pueden eliminarse, sin que con ello se vea alterada la relación con los
(48a), las formas· exhortativas oye y venga conservan su categoría verbal enunciados: Todo esto me fastidia un montón, Estoy hasta las narices de tanta
originaria, en las oraciones de (47b) y (48b), las mismas formas han perdido estupidez.
su contenido referencial, siendo la modalidad su marca característica más A menudo se han comparado las interjecciones con los adverbios de
prominente.: modakdad, pues ambos pueden ocupar posiciones de incisos, se interpre-
(47) a. ¡Oye!, ¿quieres venir conmigo al cine? tan con alcance sobre toda la oración y su modo de significar tiene que ver
b. Que no soy capaz de que estudie, ioye! con la modalidad, esto es, son manifestaciones de la actitud del hablante
. (48) a.
b.
iVenga usted ahora mismo!
¿Que te ha tocado el gordo .. .? iVenga!
ante 10 comunicado; de hecho, pueden llegar a. ser conmutables en ciertos
casos como ¡Uf Todo ha terminado ya y Felizmente, todo ha terminado ya. El .x
uso de la interjección es más coloquial y expresivo .que el empleo del
En algunas ocasiones, el proceso de gramaticalización, unido a su adverbio. Además, al igual que ciertos adverbios mod.ales, las interjecciones
inmovilización morfológica hace posible, por ejemplo que ¡hombre! pueda pueden hacer referencia a partes o conocimientos previos en el discurso.
ser usado para referirse tanto a hombres como a mujeres, incluso a toda Un ejemplo de este tipo de interjecciones 10 encontramos en los casos de
especie de seres vivos: ¡Hombre! JI ahora apareces tú, {la que lel que} fal- hombre, bueno, vamos, mira, oye, etc., que sirven para comentar el fragmento
. l.
taba (refiriéndose bien a un hombre bien a una mujer bien a un gato). del discurso al que reniiten, para mostrar la actitud del hablante respecto
(Dato oral.) . de este, pero, sobre todo, para señalar el tipo de relación que se establece
Desde un punto de vista distribucional, las expresiones interjectivas entre hablante y oyente: amistosa, cortés, etc. (Martín Zorraquino y Por-
pueden tanto formar enunciados por sí solas, como insertarse en la oración tolés 1999). Por este motivo, este tipo de interjecciones sirven para atenuar
como incisos o incluso integrarse en la estructura oracional introduciendo los diversos grados de disconformidad del hablante respecto de 10 dicho
un que conjunción. Esta última posibilidad, según Suñer y Di Tullio (2002), por su interlocutor, introduciendo un matiz más coloquial o amistoso al
parece reservada a las interjecciones impropias. Las tres posibilidades se diálogo: Bueno, seguro que tú lo puedes hacer mejor. .
ilustran en los siguientes ejemplos: Las interjecciones y los adverbios difieren, no obstante, en que las
primeras carecen de contenido composicional y se suelen combinar con un
(49) a. Antes de que el sol se ponga, los turistas deben abandonar el contorno oracional exclamativo, por lo que pueden exigir la presencia de
pico. ¡Lástima! {CREA, 2003, El País. El Viajero} formas verbales imperativas o exhortativas: ¡Eh, ven aquí!,. ¡Ea, levántate de
Teresa María Rodriguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
522
r una vez! (López Bobo 2002), mientras que los adverbios no sufren ningún
proceso de gramaticalización y no se asocian' obligatoriamente con excla-
maciones.
Los
Las propiedades fonológicas, morfológicas y distribucionales de la
interjección han llevado a proponer la existencia de una categoría o clase
del
de palabra interjectiva que proyecta su propio sintagma y que Alonso-
. Cortés (1999) denomina Sintagma Interjectivo. Dicho sintagma tiene
habla
como núcleo a la propia interjección, que, en ocasiones, puede estar
acompañada de un complemento: ¡Ay de mt? En cuanto a 'su ubicación, la
interjección está situada siempre en la periferia de la estructura orac~.()
nal, ocupando incluso una posición jerárquicamente superior a la de~tl
nada a los adverbios de modalidad factivos y epistémicos: ¡Ay!, desgracia-
damente, los médicos no han podido hacer nada más; ¡Ldrtima!, probablemente
tendremos que volver ti repetir el experimento y a los pronombres interroga-
tivos: ¡Hombre!, ¡qué haces con eso?
(50) {iHombre! fsComp ¿Qué haces con eso}}
Esta posición periférica es idéntica a la destinada a las marcas de
modalidad que manifiestan la actitud del hablante como responsable de su
acto de habla, de las que trataré seguidament~.
524 J2S
r tuarse delante de cualquier tipo de modalidad: interrogativa, exhortativa y . . .,. Se··puede pr6po~er 1~ existencia de tres tipos de estructuras básicas l.·
exclamativa, frente a lo que ocurre con los' primeros: en las que participa un adverbio de la manera del decir: Estas t~es orien-
taciones aparecen ejemplifi<;adas en los siguientes datos:
(51) a. Francamente, ¿estás cansado?
(55) a. {Con pocas palabras /brevemente /fmalmente,} María no me cae
b. Sinceramente, ve y pídele perdón. bien..
c. Francamente, ¡qué bonito es esto! .
b. {Honestamente !Francamente,} María no me ca~ bien.
(Datos tomados de Rodríguez Ramalle, 2003: 125).
c. {Honestamente !Francamente,} ¿te cae bien María?·
(52) a. *Aparentemente, ¿estás cansado?
b. *Probablemente, ¡qué bonito es esto!
Obsérvese que, e~ <55a), las expresiones y adverbios con pocas palabras, x
brevemente t;nodifican la manera del decir: '{Te digo de manera breve /te
c. *Mortunadamente.
digo con pocas palabras} que María no me cae bien'. Además, pueden
Tales datos sugieren que los adverbios de la manera del decir son ofrecer indicaciones relativas a la manera como está organizado el discur-
independientes de la modalidad oracional. so: en primer lugar, finalmente, etc. En Cs5b), los adverbios honestamente, fran-
Además, los adverbios de la manera del decir son operadores con camente no modifican exclusivamente la manera del decir, sino que además
alcance amplio sobre el resto de adverbios. Por este motivo, tienden a están orientados hacia el emisor del mensaje; en este sentido, se podría
situarse por encima de cualquier otro tipo de adverbio o construcción con pensar que son adverbios de la manera del decir orientados al responsable
alcance oracional: del acto de habla, es decir, al hablante: 'Yo soy honesto, franco, al decirte
qu~aría no me cae bien'. Por último, en la oración de (55c), el adverbio
(53) a. En pocas palabras, todos, lógicamente, queremos una enseñanza está orientado hacia el oyente. El dato relevante que determina esta orien-
mejor. tación no reside en el adverbio, sino en la propia estructura sintáctica en
b. Sinceramente, la reunión, desafortunadamente, fue un fracaso la que dicho adverbio se inserta: una interrogación.
total. La referencia al acto de habla y a sus miembros no sólo es una
función exclusiva de los adverbios oracionales, pues existen otras marcas
En consecuencia, los adverbios de la manera del decir se van a en el mensaje que también remiten directamente al hecho de habla. Fijé-
ubicar en las posiciones más periféricas de la oración, desde la que toman monos en los siguientes datos: .
alcance sobre el resto de constituyentes, incluida la actitud del hablante. (56) a. Llanamente (Te digo llanamente que) no me gusta tu comporta-
De acuerdo con Rizzi (1997), existe una proyección funcional que ocupa miento.
la posición jerárquicamente más prominente dentro del margen preverbal b. ¿Qué me has dicho? (~e) digo que estoy contento de verte.
de la oración y que se vincula con la expresión de la fuerza ilocutiva:
dicha categoría recibe el nombre de Sintagma Fuerza <Force Phrase} y su Mientras que, en el caso de los adverbios, la manifestación del acto
función va a ser, entre otras cosas, la de alojar a los adverbios y expre- de habla se realiza de manera indirecta, pues, con excepción del propio
siones vinculadas con el decir o acto de habla. Así pues, los adverbios de adverbio, no existe ningún otro índice en la oración que remita al hecho
la manera del decir se generan como especificadores de la proyección concreto de habla; en el ejemplo de (79b), la presencia del habla se mani-
mencionada, situándose delante de los operadores interrogativos genera- fiesta de manera directa a través de una conjunción opcional y del propio
dos en el especificador del SComp. La estructura que refleja estas ideas verbo de habla (Fuentes Rodríguez 1987b). .
es la siguiente: Las oraciones subordinadas adverbiales se pueden orientar también
hacia la manera del decir [3.7.I.2.}¡ de hecho pueden orientarse al hablante
(54) {SFuena Sinceramente {SComp ¿qué piensas hacer?}} y al sujeto de la emisión: Si he de ser sincera, Para ser sincera te diré que, Para
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de SinldX.ÍS del Español VI. . La modalidad
52 7
r decirlo claramente, etc. y hacia la manera del decir: Para empezar, Para resu- . .,b. ·.Esperamos, e~ cu~quier caso, que la delicada situación del par-
tido a nivel económico, no se prolongue durante mucho tiempo.
mir, Para decirlo de otro modo (Marcovecchio 2001 y 200Z).
{CREA, El País, 0~lroh987} ..
(57) a. Pero después, para ser sincera, ella ca.g¡.bió un poco. {CREA, Í979,
Prada Oropeza, Renato, Larga hora: la vigilia} En algunos. casos, adverbios y conectores pueden integrarse en la
b. Cada vez más, con una aceleración que impresiona, el fútbol se estructura oracional realizando entonces la función de modificadores del
transform,a en un canal para promover reclamos, hacer denun- verbo:' .
cias, difundir mensajes críticos, demandar jtisticia. Cada vez más, (59) . a. En Francia los hechos se desarrollan de otro modo, igualmente
para decirlo de otro modo, el fútbol funciona como un camino para democrático pero menos favorable a las ideas independentistas.
expresar protesta. {CREA, Clarín, 17/04h997} {CREA, 2000, GrijeImo, Álex, La seducción de las palabras}
Las oraciones de (57), si bien aparecen introducidas mediante la p.r~~ b. Tuve la suerte de que se dispusiera un descanso al finalizar la
posición para, carecen del matiz de flnalidad lógica que vincule la subor- pieza, de otro modo mi h'bido no hubiera resistido continuar una
dinada con la oración principal. El nexo entre subordinada y subordinante sesión tan excitante sin convulsionar totalmente mis sensacio-
se establece en el nivel del habla {J.7.I.2.}. nes. {CREA, 2001, Llongueras, Lluís, L/ongueras tal cual. Anécdotas
y recuerdos de una vida}
(60) a. El entrenador galés expuso con todo tipo de detalles 10 que quiere
de este equipo. {CREA, El Diario Vasco, n/oIhoor}
~6·7·2. Los conectores ... b. Cuando ya habían cumplido seis o siete meses, las excursiones
con los lobeznos fuera del recinto del zoo, en campo abierto,
Los conectores son palabras o locuciones invariables que actúan sirvieron para corroborar el carácter precavido que, hasta ahora,
como enlaces entre elementos del discurso y se caracterizan por los rasgos ha salvado al lobo como especie. Cuando había que saltar ~na
sintácticos siguientes: carácter parentético desde el punto de vista ento- tapia, Maribel y yo íbamos delante; con todo, el grupo de cacho-
nativo y sintáctico, posibilidad de concurrencia con conjunciones, movili- rros se detenía. {CREA, 2001, Pardo de Santayana, José Ignacio,
dad posicional y capacidad generalizada de unir dos oraciones. Son co- El beso del chimpancé. Divertidas e insólitas historias de la vida cotidia-
nectores sintagmas preposicionales del tipo de de todos modos, con todo, en na en un zoo}
cierto modo, de otro modo, en cualquier caso, de alguna manera, junto con otras
Los SSPP de otro modo y con todo son susceptibles de modificar,
unidades complejas que a veces incluyen preposiciones, estructuras con
respectivamente, bien al SV, como cualquier otro SP que expresa modo
formas verbales y adverbios: a fin de cuentas, no obstante, por cierto, por consi-
-oración de (59a)-, bien a un SDet en una función similar a la de un
guiente, es decir, esto es, consiguientemente, consecuentemente, además, bueno, mejor,
adverbio -oración de <59b)-. Pero también pueden situarse en la perife-
total, etc. {I.Z.4.}
ria oracional, actuando como enlaces entre dos oraciones: en este caso, no
Estos elementos se han vinculado a veces con los adverbios de la
desempeñan ninguna función dentro de la estructura de la oración y tienen
manera del decir, puesto que ambas categorías pueden compartir su carác-
ter parentético, su ubicación en la periferia oracional y el hecho de no carácter parentético -oraciones de (59b y 6ob)-.
Adverbios y conectores se diferencian, no obstante, en que los pri-
modificar a ningún constituyente de la oración (Álvarez Menéndez 1988,
meros, si bien pueden implicar un discurso previo, carecen de signiflcado
Fuentes Rodríguez 1995, Cuenca 2001):
conectivo, expresando un contenido modal (certeza, duda, valoración sub-
(58)' a. Los Quince, de todos modos, no hablaban para nada de bloqueo jetiva, etc.), temporal o espacial. Los conectores, por su parte, al enlazar
marítimo contra Serbia. {CREA, El Diario Vasco, 27/04/99J oraciones, ofrecen pautas que permiten descifrar el modo en que debe ser
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español VI. La modilidad
. \
529
r interpretada la relación entre las dos oraciones que conectan. Por este
motivo, el estudio de los conectores se ha: venido desarrollando casi 'exclu-
signifioado cuando aparecen en la estructura del conector. La variable a la
que ligan los cuantificadores en expresiones como de tOdos modos y con todo
sivamente desde un enfoque pragmático, en el que se ha analizado la con- está introducida por el discurso o la oración previa sobre la que se apoya
tribución de estas unidades al sentido de un texto o discurso. Sin embargo, . el conector para. expresar contraste, conclusión, etc. Es una variable de
este enfoque no excluye su estudio sintáctico. Todo lo contrario, un aná-· tipo discursivo disponible en el contexto previo o en el discurso (Gutiérrez
lisis sintáctico de estas unidades nos puede ofrecer un nuevo punto ~e Rexach y Howe zooz).
vista en torno a su funcionamiento e iritegració~ en el discurso (Ruiz y A partir de su caracterización semántica, veamos ahora la diferente
Pons 1995, Gutiérrez Rexach y Howe zooz). En· esta sección, lo que voy interpretación asociada a de todos modos y con todo. Empezaremos con este
a ofrecer es un ejemplo del modo en que se desarrollaría la investigación último. Pragmáticamente, el cuantificador con todo, y sus variantes formales
sintáctica aplicada al estudio de los conectores. Para ello, me voy a centrar con todo esto (eso), con todo y con esto, con esto y con todo, con eso y todo requieren
en el análisis de las siguientes formas: de todos modos, con todo, en iualquier 'siempre de un primer miembro que incluya muchos argumentos, todos los
caso, en cierta medida, de alguna manera y de otro modo. Estas secuendas 'com- posibles, o sólo uno pero de gran potencia o carga argumentativa, esto es,
parten con otras del tipo de de alguna forma, de algún modo, en cierto modo y de suma importancia (Montolío 20or). Por esta razón, la primera parte del
en todo caso una misma estructura sintagmática, pues todas son SSPP en los discurso, antes de la aparición de con todo, suele estar constituida formal-
que es posible identificar una preposición, de yen, un nombre, modo, medida, . mente por una secuencia de oraciones que contienen una gran acumula-
forma, caso, y, la parte más importante, un cuantificador, todos, todo, cierto, ción de datos que orientan al oyente hacia una determinada conclusión,
otro, alguno, cualquier. El diferente significado y función que van a desarro- que el conector desviará. Partamos de la siguiente oración:
llar estos diferentes conectores al proyectarse en el discurso está determi- (6") Han pasado más de quince años. Tom y Jerry son mayores, han
nado en buena medida precisamente por el tipo de cuantificador que en- tenido descendientes, han trabajado en televisión, en la serie Nues-
contramos formando parte de su estructuras. tro entorno, dirigida por Joaquín Arauja ... Ahora, la verdad, les ha-
Empecemos viendo el contraste entre de todos modos y con todo. Ambos cemos menos caso; con todo, cuando por la noche ponemos la cara en
se construyen con el cuantificador universal por excelencia todos y todo. To- la malla de su jaula, nos siguen regalando sus besos. [CREA, 2001,
dos cuantifica sobre un conjunto definido y bÍl!n especificado, cuyos límites Pardo de Santayana, José Ignacio, El beso del chimpancé. Divertidas e
son conocidos por hablante y oyente o bien porque están presentes en el insólitas historias de la vida cotidiana en un zoo}
contexto lingüístico, como antecedentes: Todos me dijeron que v,endrian a mi
fiesta, o bien porque aparecen realizados alIado del predeterminante: Todos La conclusión a la que llegamos tras la lectura de la primera parte es
mis amigos me dijeron que vendrían a mi fiesta. Por el contrario, todo abarca la que los antiguos cachorros, llamados Tom y Jerry, han crecido, son mayo-
totalidad de las entidades susceptibles de integrarse dentro del conjunto res, han tenido incluso crías, por 10 que les hacemos menos caso; la pre'~ ;
designado por la denotación del nombre. Así, en Todo hombre, todo se aplica sencia de con todo cambia la primera conclusi6n que parecía evidente, di- '
al conjunto de los individuos que tienen la propiedad de s·er hombres. En rigiéndola hacia un punto diferente: a pesar de todo lo dicho, todavía se
este sentido, todo selecciona a todos los miembros susceptibles de cumplir la acuerdan de nosotros.
condición descrita por el nombre (Sánchez López 1999). Semánticamente, Esta especial restricción que opera sobre con todo, descrita en di-
tanto todos como todo son cuantificadores que ligan las variables individuales ferentes trabajos pragmáticos, es similar a la que encontramos en su
introducidas por los nombres dotados de capa~idad de referencia h.z.,.}. aparición como predeterminante que introduce una expresión referen-
En su uso como conectores, el significado básico de cuantificación cial: todo liga una variable que engloba la totalidad del conjunto denotado,
respectivo se mantiene, 10 que cambia es el tipo de variable sobre la que que se realiza, en el caso del conector, no como un nombre, sino en el
cuantifican. Pues, como enlaces, todos y todo no acompañan a nombres re- discurso previo bajo la forma de todos los argumentos o secuencias posi-
ferenciales; con otras palabras, los nombres forma, modo, manera carecen de bles que preceden a con todo. Todo, como cuantificador discursivo, se aplica
Teresa María Rodríguez RamaIle I Manual de Sint~:is del Español VI .. La modalidad
53 0 53 I
r a dicho conjunto para introducir un nuevo argumento que es el que va a . En este ejemplo la s~cuepcia anterior al conector en cualquier caso. apor-
tener más importancia, pues se apoya en el contraste con los argumentos . ta un conjunto de razones, algunas de gran importancia, por las cuales la
previos. . ministra de. tumo podría tener 9bjéciones a dialogar con el gobierno iraní.
En lo que respecta al conector de todos modos, tiene un empleo más süí embargo, la presencia del conectOr matiza la relevancia de estas, al in-
coloquial que con todo.·En general, puede desarrollar los mismos valores que troducir un segundo miembro en el que se dice que, a pesar de todos esos
con todo, más usos propios derivados de las caraCterísticas del cuantificador inconvenientes, se mantendrá el diálogo entre los dos países. El C'Uantifica-
todos (Martín Zorraquino y Portolés 1999): El cuantífi<;ador todos en de todos dar universal cualquiera se aplica sobre el conjunto previo de argumentos para
modos cuantifica siempre sobre un conjunto delimitado. En su uso como . matizarlos posteriormente al intr.oducir el argumento deHnitivo.
predeterminante que introduce una expresión referencial, ·no es necesario Todos los conectores en los que es posible identificar la presencia de
que este conjunto se refiera a la totalidad de la especie; lo mismo ocurre un cuantificad?r universal incorporan un significado globalizador que se
en su uso como conector, pues el conjunto sobre el que cuantifica puede marufiesta en la presencia de una multiplicidad de opciones que el conec-
estar formado por un único miembro o contener un único argumento~ iio tor se encarga de matizar de diferentes maneras. Este requisito se encuen-
importa la importancia que posea, 10 que contrasta con el comportamiento tra ausente en los conectores que contienen cuantificadores existenciales
y exigencias que impone con todo: del tipo de cierto, alguno y otro.
(62) Estoy mejor, pero, de todos modos, preferiría no hablar todavía del En los conectores en cierta medida y en cierto modo, de la misma forma
tema. (Dato oral) que en los casos precedentes, el cuantificador se constituye en elemento
central de la locución. Cierto, como cuantificador existencial discursivo,
En este ejemplo, de todos modos introduce un enunciado que se pre- englo})Q. un conjunto indeterminado de circunstancias bajo las que se puede
senta como el argumento más importante. En muchas ocasiones, este considerar el enunciado. Su significado básico es el de indefmitud, lo que
conector aparece precedido de la conjunción adversativa pero, que resalta lo relaciona con el valor pragmático de matizador o atenuador (RU1Z y.
la oposición entre las dos secuencias (Montolío 2001). Pons 1995). Por este motivo, atenúa la afirmación de las oraciones en las
El conector en cualquier caso también está formado sobre la base de un que se inserta:
cuantificador universal con un valor generalizador [Z.Z.I.}, por lo que re- (64) Sólo quienes nos hemos ido sabemos cómo era nuestra ciudad y
quiere de un primer miembro constituido sobre una variedad de alterna- advertimos hasta qué punto ha cambiado: son los que se quedaron
tivas u opciones, a veces presentes de manera explícita en el contexto
los que no la recuerdan, los que al verla día a día la han ido perdiendo
lingüístico, a veces deducidas por el propio oyente. Lo relevante es que el y dejando que se desHgure, aunque piensen que son ellos los que se
conector supone una toma de postura ante ellas, al matizar o restringir la mantuvieron fieles, y nosotros, en cierta medida, los desertores. .,
importancia de estas (Ruiz y Pons 1995): (CREA, ZOOI, Muñoz Malina, Antonio, Sefarad}
(63) El ministro iraní de Exteriores respondió que tales prácticas han sido
En esta secuencia, la presencia de cierto actúa corno atenuador de la
excluidas del ámbito de la justicia en Irán y que hace tiempo que no
afxrmación 'nosotros somos los desertores'.
existen. Por lo que se refiere a las ejecuciones, Jarrazi señaló que los
Los conectores de alguna manera, de algún modo son matizado res que
juristas de su. país discuten si deben ser o no públicas para disuadir
resumen las conclusiones a las que se llega desde el miembro anterior;
el crimen, aunque, recordó, que no sólo en Irán se aplica la pena de
pero, a la vez, poseen un contenido evidencial con el que el hablante evalúa
muerte. Palacio confirmó, en cualquier caso, que la voluntad española
una probabilidad (Gutiérrez Rexach y Howe 2002).
de impulsar conJatamí el 'diálogo entre civilizaciones' va más allá del
diálogo institucional sobre derechos humanos . .rCREA, El País, 30/ (65) Garrido pone el ejemplo de una persona que sufra un accidente de
Ioho02} tráHco. Rápidamente una ambulancia le atiende y le lleva al hospital,
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español VI. La modalidad
532 533
una enfermedad, de la que, además, el paciente no tiene la culpa. pacífica, del turco y del uto, lengua de la familia uto-azteca, respectiva-
[CREA, Diario de Navarra, o3!orhoor} mente:
Ca) Íra-a-ya.
En este ejemplo, el empleo del conector es un índice de la opinión Cocinar-3·p.sg.-pasado-hecho no vis1:o.
del hablante que, además, sirve de enlace entre 10 expuesto en el primer 'Él cocinó (me 10 han dicho, yo no lo vi).'
miembro y la conclusión final. El elemento evidencial puede hacerse visil;Jle (b) ,JOM Türkiye-ye gia-ecek-mi°.
en la estructura mediante la presencia de marcas que indican la fuente' ge J. Turquía-ir-futuro-evidenda!.
la información, del tipo De alguna manera que no llego a comprender en' el 'Según me dijeron, J. irá a Turquía'.
ejemplo: De alguna manera que no llego a comprender, Juan pudo aprobar el carné (e) Tukua-tuka-na-puga-vaaci.
de conducir, o como la expresión a su juicio que precede al conector en el Carne-comer-habitual-p asado-evidencia!.
ejemplo de (65). 'Ella solía comer (yo lo oí)'.
En lo que respecta a de otro modo, otro marca canónicamente un con- (Datos tomados de Cinque, 1999: 56).
traste entre el sustantivo al que precede y un miembro de la misma clase que
puede o no estar presente en el discurso. Semánticamente, otro selecciona A pesar de no contar con afijos modales evidenciales o habituales, el
una parte de la clase denotada por el nombre, añadiendo un valor de con- espruml es capaz de expresar estos contenidos mediante procedimientos
diversos. Señale cuáles son y ofrezca ejemplos. r
traste, por lo que el sintagma encabezado por otro se interpreta como 'un
nombre distinto' respecto del referente de la misma clase. Como conector,
2. Explique los motivos de la agramaticalidad de las siguientes ora-
otro opone al conjunto que actúa como contexto o situación previa, realiza-
ciones:
do bajo la forma de las oraciones que preceden en el discurso a dicho conec-
tor, una entidad distinta introducida en la segunda parte de la estructura: (a) ·María me dijo quién vendría.
(b) ·N adie me informó de que si Luis viene.
(66) Tíralas por el retrete -dijcr-, mucha gente 10 hace. Tarde o tempra-
(e) ·Me sorprenden estas cosas que le pasan a Luis.
no llegan al mar. El año pasado estuve en el Mediterráneo y parece
una cloaca. Estaba irritable, de otro modo no me habría dicho eso, creo Para contestar adecuadamente esta pregunta, tenga en cUenta las
yo. Pero no me enfadé. {CREA, 2002, Millás, Juan José, Dos mujeres características del verbo principal y el tipo de núcleo Comp con rasgos' de' '1
En este ejemplo, la presencia de otro conlleva un contraste entre el 3. Proponga una representación estructural -puede ser bien me-
enunciado precedente y el introducido por el conector. diante corchetes etiquetados bien mediante un diagrama arbóreo- de la
Aunque queda todavía mucho por aclarar sobre ia relación entre siguiente oración: ¿A quién dijiste que Luis recibió su premio esta semana.? Re-
sintaxis, semántica y pragmática, los ejemplos que he ofrecido sobre algu- cuerde reflejar convenientemente la relación temática del sintagma que
nos de los usos de ciertos conectores parecen sugerir que el estudio de la contiene al pronombre interrogativo.
información sintáctica y semántica que contienen las piezas léxicas merece
tenerse en cuenta como paso necesario en la realización de cualquier aná- 4. Explique el uso del subjuntivo en las siguientes oraciones:
lisis pragmático.
(a) Es muy difícil que Luisa llegue a tiempo.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de ~intaxis del Español VI. La modalidad
534
r (b) Saldrán de' casa con el tiempo suficiente de modo que no lleguen
tarde.
(d). Que soi tos'texn.os ;9 qui estruci S:Ó de ton.
: 'Soy siempre yo quien arregla tus ropas'.
Cc) Todo lo hice PflIa que podamos pasar más tiempo juntos. Ce) "'Que anem bede' aquero; ,
'Vayamos a·ver eso'.
5. Clasifique modalmente los constituyentes marcados en cursiva y (f)' "'Que coneishetz gojatas tipicamente gasconas?
señale las propiedades sintácticas y semánticas de dichos sintagmas: ¿Has conocido chicas ·típicamente gasconas?
(a) Hoy me siento terriblemente cansada. (Datos tomados de Campos, 1992: 912, 918 y 921).
(b) Ya sabía yo lo que iba a ocurrir. Describa los datos presentados: ¿en qué contextos se documenta el
(e) ¡Vaya! Pero habéis visto eso, ¡menudo sinvergüenza (que) es ese tío! que del gascón? Basárido~e en su especial distribución, ¿podría relacionar
, este elemeilto con algún índice o marca de modalidad presente en español?
6. Construya las siguientes oraciones: Justifique su respuesta.
(a) Una oración interrogativa indirecta total.
(b) Una oración interrogativa indirecta parcial en la que el pronombre
interrogativo desempeñe la función de 01.
(e) Una oración exclamativa indirecta en la que el pronombre ex-
clamativo actúe como especificador de grado de un adjetivo gra-
duable.
(d) Una oración interrogativa directa parcial en la que el pronombre
interrogativo desempeñe la función de OD seleccionado por un ver-
bo de medida [3-2..1.1. y H.2.}.
537
.3!bJiografía taci6n del ~bjuntivo. Destaca, entre otros, el estudio de Kempchisky sobre la referencia
'l')aSlCa disjuJlta. ' '. . . .
El libro de Rodríguez Ramalle (:W03) puéde ser de utilidad para repasar los diferen-
~oll1entada
tes tipos de adverbios oracionales' que exiSten y, en concreto, para distinguir entre los
adverbios vinculados con la, modalidad' y los que afectan directamente al acto de habla.
Sobre las expresiones valorativas, un anículo sumamente revelador es el de Hemanz
(2001). Para una clasificaci6n de las interjecciones, recomiendo Alcina y Blecua (975), así
como el librito de López Bobo (200~). Un interesante intento de sustentar en bases
sintáctico-semánticas el estudio de los conectores es el de Ruiz y Pons (1995).
~ ,
' VII.
"
, La 'estructura
, informativa
de la ,oración y su ~
relación con el
orden de
constitu . A . ' - " \ . J'
> ,..:;"",;"'F;:;,,,"'::'
.....
" ,, l ..
.~-
~ .,
=:;r::.•,\.... .
,- :.-\"
{~... r: ~:I¡-"
~ ~--,~~j;.,;'
'.,':~. .-. .-
'¡'\{\~y:':'
-;:~
,~,.: .,\~,'.: .; ·.t~iP'~;~ti:.~~¿;~~.;;~;.
..
.,~~i
. . . ..;
.lif.fl'''~~:~ .
Hay factor~~;.de orden tanto en el SN como en el
,¡;.::lFSV que tienen qu~~,~er con la disposición de la informa-
../:'9' ción dentro de uti:~~onstituyente. La oración no sólo
posee información ac~ca de su contenido, sino que ade-
más nos señala, por l~;psposición que adoptan sus cons-
tituyentes, aquello qY$~ el hablante considera más rele-
vante desde un pun .~ b vista informativo; asimismo nos
informa de t· 1 hablante considera información
conocida por'!;' mterlocutores y de lo que juzga como
información nueva. En este capítulo trataré de los meca-
nismos sintácticos vinculados con la manera de organizar
un texto informativamente hablando. Si hasta ahora he-
mos hablado del orden de palabras explicado a partir de
propiedades exclusivamente sintácticas, por ejemplo, de . I
'.f .-,
::_:'._' ~-' . ~"~!:\" ' ..
í44
545
Los constituyentes dislocados pueden sucederse en la periferia ora- ~7.I.2 . . Los tópicos colgados
cional, preferentemente separados por pausas y sin ninguna restricción de o temas vinculantes
orden entre sí. Esta peculiaridad de los temas posee ante todo una base
semántica, ya que una oración puede llegar a admitir diversos elementos
Se puede distinguir otro tipo de construcción con temas periféricos
que actúan como enmarcadores de la proposición desde puntos de vista
a la izquierda: son los llamados «tópicos colgados» (Oanging tapies) o «temas
también diferentes. '
. vinculantes» (Cinque 1990, Zubizarreta 1998 y 1999). Estos constituyentes
En cuanto a su jerarquía, las dislocaciones pueden coaparecer con un
aparecen generalmente, aunque no necesariamente, precedidos por expre-
--_.-_-
pronombre interrogativo, siempre que e! orden sea tópico + operador ínterr!!~
.. .. ~. ~ . _... -.. .. sio~es como en cuanto a, en lo que respecta a, a propósito de, con referencia a, con
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
r VII. La estructura
. . informativa
. de la oración y su relaci611 con el orden de los contituyentes
. \.
\.
54~
~.
r respecto a, en relación con, con relación a y su ·característica semántica consiste
en introducir un cambio de tema discursivo. .
i con,una posición de la oración principal a través bien de un pronombre:
En cuanto a su hermano, .nadie quiere hablar de él, bien de un adjetivo epíteto: .
-4:
1..
Uno de los datos que nos pernúte diferenciar entre los tópicos ge- I En cuanto a su hermano, nadie quiere" hahlar de ese sinveri!;üenza, bien de una
nerados por moYÍnúento o dislocaciones y los tópicos colgados reside en , relación de posesión inalieriab1e con un constituyente de la oración prin-
que los segundos no pueden coaparecer con otros de su mismo tipo: cipal: En cuanto·a su hermano dlSaparecido, acaban de encontrar su coche con las
llaves puestas (Zubizarreta 19.9.8). Estos hechos son importantes, puesto que
(7) a. *En lo que respecta a este problema, en cuanto a su solución, no en ningún caso de moYÍnúento es posible tener la posición desde la que se
es nada sencilla. desplaza Un constituyente ocupada por otra expresión. Pensemos en una
b. *En cuanto a Luis, referente al premio, puede guardárselo donde oración interrogativa del tipo de ·iA t:¡uién viste a ese idiota.l , en la que ti ere
quiera. ..
idi.ota ocupa la posición de objeto desde la que se desplaza el operador
La razón de esta restricción parece ~er de índole semántic~. : Dado interrogativo ti quién. La núsma restricción se aplica a las dislocaciones , por
que los tópicos colgados o temas vinculantes introducen un cambio de lo que tampoco es posible: "A Luis, vi a ese idiota ayer, pues de 'nuevo a ese
tema discursivo, no se puede hablar sobre más de un tema a la vez. idiota está ocupando la posición desde la que se desplaza y es interpretado
Además, los tópicos cólgadas tienden a situarse en un orden fijo con a Luis. El hecho de que los t~mas vinculantes permitan secu(!ncias como En
respecto al resto de tópicos múltiples. Así, mientras que las diversas dis- . cuanto a Luis, vi a ese idiota ayer sugiere que estas estructUras no se ven
l " ··
locaciones pueden coaparecer alterando su orden, los tópicos colgados o afectadas por un movimiento desde una posición argumental contenida en
temas vinculantes sólo pueden coaparecer con las dislocaciones en posi- la oración principal.
ción inicial: ... Por tanto, frente a las dislocaciones, los tópicos o terr.,as vinculantes
se generan directamente en la posición del margen izquierd'o, en una ubi-
(8) a. En cuanto a Luis, el prenúo puede guardárselo donde quiera. cación desde la que dominan al resto de constituyentes oracionales. Los
b. *El prenúo, en cuanto a Luis, puede guardárselo donde quiera. únicos constituyentes con Jos que pueden intercambiar sus.posiciones son
los adverbios de la manera del decir (Rodríguez Ramal1e 2003), categorías '. -
Frente a las dislocaciones, aparecen exclusivamente en la periferia (~
oracional, por lo que oraciones como *Me han dicho que, en cuanto a Luis, todo que también tienden a ocupar las posiciones más prominentes del margen \
el mundo espera mucho. de él y *La chica a la que, en cuanto a la sorpresa, le sentó izquierdo de la oración [6.7.r]: .
fatal, en las que el tema vinculante se sitúa delante de una oración subor- (10) a. En cuanto a Juan, sinceramente, no lo aguanto.
dinada, resultan agramaticales. Estos datos nos indican que los temas vin- b. Sinceramente, en cuanto a]uan, no lo aguanto ~
culantes, probablemente, ocupan una posición más alta en la jerarquía que
las dislocaciones. Por este motivo, al igual que los adverbios del acto de habla, se van
Por otro lado, la relación entre el tema vinculante y una cierta po- a generar como especificadores del Sintagma Fuerza, otra.de las proyeccio-
nes en que se divide el SComp: . (
sición dentro de la oración es de correferencia, pero no de dependencia
gramatical, como se observa por la falta sistemática de la preposición (u) a. Sinceramente LsFucru en cuanto a este problema {STóp moral-
{SFuena
delante del tema vinculante: mente [SCornp ¿qué piensas hacer?}}}}
(9) a. El hermano, parece que los .padres hablan de él. b. {SFucua Sinceramentel:sFucrza en cuanto a este problema {ST6p moral-
b. Gregorio, estoy segura de que nadie confía en ese idiota. mente {SComp ¿qué piensas hacer?}}}}
c. En cuanto a su hermano, no lo ha vuelto a ver.
,~. ;_:.~.,;..~irf~¡"
';:'
",;;,~~:P
"'\iw;,
"!%tb.
550 55I
r mer lugar, son susceptibles de ubicarse en diferentes posiciones dentro partir,.,propiedades con ~os constituyentes dislocados que aparecen en el
de la oración, siempre que vayan entre pausas y sin que ello suponga ' margen preverbal (RodriguezRamal1e 1999 y 2003). En primer lugar; como
un cambio en su significado, como vemos en los datos recogidos en hemos visto, pueden situarse delailte de una interrogaciÓn, pero no parece
(13a, b y e). Además, como el resto de adverbios oracionales, se interpretan posible que puedan, ubicarse ' dentro de ella, por lo que ,oraciones como
fuera del alcance de la negación, según se puede observar en la oración ??ii~ién financieramente, el año pasado,fracas6.l, *¿"~é, normalmente, haces a estas
de (I3d): horas.1 resultan extrañas, cuando no agrarnaticale!l' Además, los adverbios y
(¡3) a. Esta situación, diplomáticamente, ha creado un grave coiúlicto. construcciones de este tipo se caracterizan por poder coaparecer con las
b. Diplomáticamente, esta situación ha creado un grave conflicto. dislocaciones sin restricciones , de orden y preferentemente entre pausas
c. Esta situación ha creado, diplomáticamente un'grave conflicto. (Rodríguez Ramalle 200,2 y 2003):
d. Diplomáticamente, esta situación no tiene una solución sencilla ,.."
(17)' a. Deportivamente, el equipo, hoy, no me ha gustado nada.
(sino complicada). ' b. Hoy, el equipo, deportivamente, no me ha gustado nadg.. r"
t,i.~:,:I .~t!'t";1"'11" ,
~eresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis dd Español
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:::j~ , ..". :;'.,
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3
'\":~: ~~1!;j~? .diJe~!!s0~~ck~~~
En esta representación, el adverbio de dominio y el tópico temporal
pueden intercambiar sus posiciones, pero si-empre con alcance sobre la
interrogación: Ay", tmímicamente, a Luis, ¡qué le pasó'? y A Luis, ay", anímica-
mente, ¡qué fe pasó.2, etc. La única excepción a esta regla la encontramos en
el caso de los pronombres interrogativos no argumentales [6.3.I.}: ¡Por qué,
ayer, anímicamente ef equipo estuvo ta1l mal?, ¡Haita qul punto, en el partido del
otro dia, el equipo fue un desastre? (Rodríguez Ramalle ".002 y 2003). El mo-
,::SA"''
;i.~, .:¡.;:.~:,\.;:~),
;~}
.~~~~
.~~~,
-·Zt~~:~ i!./
:; :r~ de la oración
tivo de este comportamiento se debe a que los pronombres no argumen- .. ~;'2 ''':·';.:;~,..Y ~
tales no se sitúan en la posición de especificador del SComp, sino que " -~:t~\1&t~Jt~3;ª~~;::';:: ··~';r. ·,t } '
.If¡~';;\,
ocupan una posición jerárquicamente superior, tal vez, la posicióri de ~s
pecificador del STóp, tal y como se refleja en 1as estructuras de (23); 'por
ello, pueden alterar su orden con respecto a los tópicos múltiples:
(23) a. [sróp ¿Por qué {S'Tóp ayer {sróp anímicamente {ST el equipo estuvo
tan mal?}}}} ¡~w" El foco repr~senta la parte no-presupuesta de la
.,¿{(:bración. Un buen'\jp~dio para identificar el foco de una ."
b. fs;óp Anímicamente {S'Tóp ¿por qué [STóp ayer [ST el equipo estuvo
tan mal,2JJ}] .;if":?" oración es usar el e~~ema de pregunta-respuesta. Dada
ij.P" una respuesta a una ~~~egunta parcial, podemos identifi-
,i ( car el foco como aquella parte de la aserción que susti-
¡,i;" tuye al pronombre . ogativo en la pregunta corres-
:l!t pondiente. Se suel car el ámbito del foco en la
y,if' estructura sÍnt' , or medio de corchetes etiquetados
r!i4~l :;t\;'
':'~~ con el rasgo
.&f ., .
,.f¡ (24) a. P: ~Que
ocurn6?
tS' R: {F Maria rompió el jjl1Tón}
¡~~' b. P: ¿Qué hizo María?
I )S; R: María [F rompió el jarrón}
r¡;. c. P: ¿Qué rompió María?
W R: María rompió {F el jarrón}
d. P: ¿Qué ocurrió con el jarrón?
R. El jarrón, {F María} 10 {F rompió}
:A
",.;,
. .,> El foco puede abarcar, como vemos, toda una ora-
554 555
r que se establezca el foco de atención informativo. Esto suele hacerse , Si aplicamos'este principio iU. orden básico del español SVO, el resul-
dando al constituyente en cuestión un mayo,r.relieve fonético que se ma- tado es que el acento nuclear reca~á s()bre el objeto. Dado que el foco debe
nifiesta en una mayor intensidad en la pronunciación (Zubizarreta 1998 y in:cluir siempre el constitúyente marcado con acento nuclear, en el orden
1999)· . SVO, puede interpretarse como foco, desde toda la oración; hasta el objeto,
Existe otro tipo de foco, llamado «contrastivo» y que, frente al an-
,pasando, por supuesto, por el SV. Esta es la situación de la oración de (24)
terior, puede ocupar cualquier posición dentro de la oración, incluida la del
Maria rompió eljarrón, que puede ser una respuesta válida a preguntas sobre
margen preverbal, al igual que los constituyentes dislpcados, aunque con
toda la oraciQn, sobre el SV o sobre el OD. Pero imaginemos que la pregun-
unas marcas propiaS que 10 identifican:
ta afecta sólo al sujeto: ¿~ién rompió e/jarrón? La respuesta María rompió el
(25) a. MARÍA rompió el jarrón (no Pedro). jarrón resulta informativamente inadecuada. No es agramatical, pues está
b. Te acuso A TI (y no a él). construida de ,acuerdo con las reglas sintácticas del español, pero no es la
respuesta que, como oyentes, esperamos a nuestra pregunta. Dada la pregun-
Este segundo foco tiene dos características: por un lado, niega Una
ta, el foco tiene que ser Maria, pues es la parte no presupuesta de la oracióq,
parte de la presuposición introducida por el contexto asertivo y, por otro,
la que desconocemos. Una posible respuesta, válida desde el punto de vista
asigna un valor alternativo a esa parte de la presuposición negada.
de la disposición informativa de los constituyentes, sería Rompió el jarrón
Cada tipo de foco está identificado mediante un aC,ento distinto. El
Maria, orden VOS en el que Maria recibe el acento nuclear, pues es el últi-
acento nuclear neutro, asociado al foco neutro o informativo, se coloca en -1 mo elemento del grupo y además es el elemento foco que contiene al acen-
la última palabra del grupo o constituyente prosódico y se suele marcar
to. Para llegar al orden VOS se han tenido que producir una serie de re orde-
mediante el subrayado de la palabra que lo recibe -ejemplo de (z6a)-,
namientos en la oración que tienen como objetivo dejar al constituyente
mientras que el acento' enfático o contrastivo, dependiente del foco con- foco, el sujeto, en una posición donde pueda recibir el acento nuclear den-
trastivo, es relativamente libre, pues puede colocarse sobre cualquier mor-
tro de la oración, o sea, en la frontera derecha del grupo fónico. En concre-
fema acentuable. Normalmente aparece indicado mediante letras mayúscu-
to, el orden VOS se deriva del orden más habitual en español SVO a través
las -ejemplo de (26b}-:
de un desplazamiento del verbo y del objeto hacia la parte izquierda de la
(26) a. ¿Qué se comió el gato? El gato se comió {F un ratón}. oración, con el fin de dejar al sujeto foco en el margen derecho. Este despla-
b. NADIE asistió a la conferencia. zamiento, motivado exclusivamente por razones informativas, se denomina
..movimiento prosódico», pues su objetivo, frente al movimiento sintáctico,
no es el de establecer relaciones de concordancia entre una pieza léxica y un
El foco neutro o pospuesto núcleo funcional [4-5-1., 6.3.1. Y 6.3.2.}, sino simplemente el de reorganiza¡; la
oración, con el único fin de ubicar al foco en la parte derecha. El lugar de
destino al que se desplaza el constituyente con el rasgo de foco es, s~gún
El foco neutro siempre ocupa el margen derecho de la oradón; desde
Zubizarreta (I998), el SV, mientras que para Belletti (zo03) existiría una ca-
allí puede propagarse, como se ha visto en los ejemplos de (24), a diversos
tegoría Sintagma Foco ubicada por encima del SV y a cuyo especificador se
constituyentes. Este requisito posicional se debe a que el constituyen-
movería el foco para concordar en rasgos informativos.
te que se interpreta como foco informativo tiene que contener la palabra
Existen otros ejemplos en los que el orden básico puede ser alterado
que recibe el acento neutro. De acuerdo con Zubizarreta (1998 y 1999),
por motivos prosódicos. Considero que son especialmente reveladores a
este 'acento siempre recae en español en la última palabra del grupo fónico,
este respecto los datos que nos suminis.tran los diferentes tipos de adver-
esto es, última palabra delante de un punto, punto y coma o coma, por lo
bios. Tomemos como ejemplo el caso de los adverbios de manera verbal
que el foco neutro debe identificarse a partir de la úl~a posición en un
orientados hacia la actividad, que se generan bajo el $v {P.3.2.}. Por su
grupo prosódico.
modo de generación, estos adverbios se sitúan en posición posverbal, entre
L'eresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxi~ del Español Apéndice: Coordinación y subordinación
, 55 6 557
,...m ,--,l'
el verbo y el objeto directo: este es su orden habitual. Sin embargo, es T las construcdone's locativas modificadoras del SV, se sitúan bajo la pro-
posible encontrarlos también en posición fuial: .yección SV. Sin embargo, también establecen relaciones de concordancia
'con el tiempo de I¡¡ ,oración vinculado con la proyección ST (4.I.I.}. En
(2.7) a
a. Juan escucha (atentamente) su profesora (atentamente). laS lenguas, los 'adverbios de tiempo pueden aparecer en posición final,
b. María ordena (alfabéticamente) los libros (alfabéticamente). lugar de partida, o bien en posición preverbal, lugar al que se desplazan
para concordar con el tiempo de.la oración. En Chino, no existe una
La posición derecha de estos adverbios tiene que ver con la lectura marca morfológica específica de tiempo, por lo que, para que el tiempo
de [oca que reciben, como queda demostrado si anafizamos las oraciones asociado al núcleo funcional pueda ser interpretado e identificado, se
'mencionadas a partir de la estructura pregunta/respuesta. Tomemos, por requiere el movimiento explícito del adverbio temporal hasta la posición
ejemplo, la oración de (27a): de especificador del STo La consecuencia de ello es que en chino el
(28) a. ¿Cómo escucha Juan a su profesora? adverbio ocupa mia posición preverbal:
b. Juan escucha a su profesora [F atentamente}. (30) Zbangsan qu ruan qu-le Xiang Gong.
c. #Juan escucha [F atentamente} a su profesora. Zhangsan el pasado año fue-hacia Hong Kong.
'Zhangsan se fue el pasado año a Hong Kong'.
De acuerdo con la pregunta de (28a), la única respuesta informativa- (Datos del chino tomados de Alexiadou, 1997: II7)·
mente adecuada es la de (28b). La de (l8c), en la que el acento nuclear recae
El inglés, en cambio, sitúa al adverbio en posición posverbal, lo
en el objeto directo, no cumple el requisito que establece que el foco debe mismo que a las construcciones temporales:
contener el acento nuclear; por ello nos resulta extrafia de acuerdo con la
(31) a. Paul yesterday bought a book.
pregunta previa. Si partimos del orden SVAdvO, la posición final que pue-
b. *Paul yesterday bought a book.
den ocupar adverbios como atentamente,fragmentariamente o cuidadosamente y (32.) a. 1 give the book to Mary in the garden.
su consiguiente lectura de foco es consecuencia de un movimiento prosó- b. *1 give in the garden the book to Mary.
dico del objeto a una posición interna, bajo el denominador del SV, con el
El español y el griego, sin embargo, permiten ambas posiciones:
fin de dejar al adverbio foco en la posición más 'incrustada de la estructura
oracional, pudiendo recibir de este modo el acento nuclear. (33) a. Agorase kthes to aftokinito.
Compr6-3·p.sg. ayer el coche-acusativo.
El principio que determina que el acento nuclear recaiga en el 'Compró ayer el coche'.
último elemento de un grupo fónico es parametrizable, es d~cir, está b. Agorase to aftokinito kthes.
sujeto a variación entre lenguas. Así, en las lenguas germánicas y en Compró-3·p.sg. el coche-acusativo ayer.
francés, frente a la que ocurre en español, el acento nuclear neutro puede 'Compró el coche ayer'.
recaer sobre una palabra situada en el interior de un grupo melódico y (Datos tomados de Alexiadou, 1997: 111).
no de su margen derecho (Zubizarreta 1998), La consecuencia inmediata (34) a. Juan compró el coche ayer.
de ello es que en ingl~s los adverbios pueden recibir una lectura de foco b. Juan compró ayer el coche.
en posición preverbal o, lo que es lo mismo, la posición fInal no va a estar
disponible para estos adverbios, debido a que en esta lengua no se ha 10 interesante es que la movilidad posicional de los adverbios de
producido un desplazamiento prosódico, ya que el foco puede recaer tiempo en español -y, según Alexiadou (I997:II7), también en grie-
sobre el adverbio situado en el interior de un grupo fónico . Los datos go-, está detenninada por la lectura de foco Itópico. Sólo la oración de
muestran 10 acertado de este enfoque: (343) es la respuesta válida a una pregunta sobre el momento en el que
Juan compró el coche: ¡Cuándo compró Juan el coche?, pues en este caso el
(29) a. María habla (cuidadosamente) a su madre (cuidadosamente). foco recae sobre ayer. En cambio, la oración de (34b) es la respuesta a una
b. John speaks carefully to his mother (*carefully). pregunta acerca de qué compró Juan: i~é compró Juan ayer.t ; ahora el foco
Especialmente interesante resulta la variación con los adverbios de recae sobre el OD, ocupando el adverbio de tiempo una posición defo-
tiempo (Rodríguez Ramalle 1999). Los adverbios temporales, al igual que calizada.
Teresa María Rodrígue~ Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Apéndice: .Coordinación y subordinación
558 559
.0 5 6r
Este comportamiento de los focos se puede relacionar con el que Para' t~rminar; hablem~s .brevemente de la relación entre n~mbres
presentan los operadores interrogativos, ya que tampoco puede haber más sin deterÍninante y foco ~ontrastivo. Los nombres sin detérininante tienen
de una palabra interrogativa en posición preverbal: ·¡~ién qué hizo.~ --lA una distribución muy restringida; regulada por las' posiC:iones sintácticas
quién qué vio? y de nuevo supone un claro contraste con respecto a las que ocupan. Así, sabemos que un SN escueto no puede ser sujeto preverbal
dislocacione s, que pueden coaparecer sin restricciones aparentes: AMaría, de una oración, salvo que aparezca coordinado o admita modificadores que
los libros, se los compramos en esta librer(a. conviertan a dicho nombre en una entidad capaz de referirse a objetos
Según 10 expuesto, existe una separación tajante c;ntre los operadores presentes en la realidad. La causa de esta restricción no es únicamente
interrogativos y los focos, por un lado, y el resto de constituyentes que estructural (Ú.3.}, sino también informativa, pues los nombres sin deter-
pueden aparecer en posición preverbal en una oración, por otro. Los ele- minante no introducen información previamente conocida, sino que trans-
mentos interrogativos y los focos ocupan una posición que no puede ite,. miten información nueva; por ello, no pueden ocupar las primeras posicio-
rarse; esto es, la aparición de uno de estos fenómenos excluye la apariciÓn· nes de la orac'ión, destinadas normalmente a la información ya sabida. Uno
del otro. Además, tienden a situarse detrás de las dislocaciones. Por' ef de los recursos utilizados para mejorar la gramaticalidad de los sujetos sin
contrario, estas pueden aparecer simultáneamente en una misma oración; determinante es la focalización. En efecto, los focos contrastivos pueden
a este dato debemos añadir que no parecen guardar orden fijo entre sí y aparecer en posición preverbal sin ningún tipo de determinación o cuan-
que deben ocupar una posición jerárquicamente superior a la destinada a tificación, independientemente de cuál sea su función sintáctica:
los operadores interrogativos. Por otro lado, las dislocaciones deben do- (40) a. LÁMPARAS <:y no sillas) compró Luis.
blarse mediante clíticos: A LItis, el premio se lo entregaron en mano, 10 que no b. PERROS (y no lobos) mataron a las ovejas.
es necesario en el caso de las focalizaciones: A LUIS entregaron elprez;zio (no ",
aRooerto). El hecho de que las focalizaciones y las interrogaciones compar- La razón por la que podemos encontrar nombres desnudos realiza-
tan tantas propiedades: movimiento del verbo, imposibilidad de coapari- dos como focos contrastivos en posición preverbal estriba en que el foco
ción de más de un foco y de más de un operador interrogativo, nos lleva contrastivo opone el conjunto integrado por los elementos focalizados' al
a pensar que ambos procesos se vinculan con una núsma posición: la de resto de miembros susceptibles de aparecer en esa misma posición. En el .
especificador del SComp. Al igual que los operadores interrogativos y ejemplo de (4oa) se destacan las lámparas, frente a las sillas, las mesas o los
exclamativos, los focos contrastivos se mueven a la posición de especifica- cuadros; en el de (40b), los perros aparecen como responsables de la acción
dor del SComp. Esto supone que el núcleo Comp no sólo tiene rasgos de frente· a los lobos, los osos o los hombres. Esta función contrastiva 10 que
modalidad asociadas con la interrogación y la exclamación, sino que tam- hace es singularizar unos referentes frente a otros, otorgando en conse-
bién posee rasgos vinculados con el foco contrastivo (Graos y Bok-Benne- cuencia al nombre sin determinante la posibilidad de referirse a objetos
.í
ma 1986).. El resultado es una es-tructura en la que los dementas interro- concretos.
gativos y los focos contrastivos compiten por ocupar un mismo hueco
sintáctico. Por su parte, las dislocaciones se generan en el STóp proyección
situada por encima del SComp {¡.x.r.]:
(9) {STóp {sco,"p {{Operadores interrogativos /Foco} {eo"",([+QU} I {+Foco}}
{STJJ}
Así pues, la posición de especificador del SComp 5610 podrá ser ocu-
pada bien por un foco bien por un operador interrogativo, puesto que sólo
existe una única posición de especificador disponible para entrar en relacio-
nes de concordancia con los rasgos formales asociados al núcleo Comp.
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simado delante de la 'cópula representa el foco de la construcción, aunque (43) ' a..,. Juan tambié'nc<?mpró una casa en Madrid.
existen algunas variaciones, como veremos seguidamente. b.Juan s610 compró uria casa en Madrid.
Es frecuente encontrar diferencias en el orden de las periferias de
relativo, que dan lugar a tres variantes principales: En estas oraciones, ei elemento focalizado por el adverbio puede ser
todo el SV, el on o el circunstancial. La ambigüedad desaparece si el
(42) a. La que ganó el concurso fue Aránzazu. éontexto o la entonación marcan como elemento foca1Ízado el argumento
b. Fue Aránzazu la que ganó el concurso. cuantificado por el adverbio. '
c. Aránzazu fue la que ganó el concurso
En el primer ejemplo, la oración aparece introducida por la oración
MM:¡~ EJ· ercicios
de relativo, mientras que el constituyente foco se sitúa en posición final;
por este motivo, este foco tiene un carácter informativo, no necesaria~'
- -
mente enfático. En cuanto a la segunda variante, ejemplificada en ei I. Señale las diferencias informativas que halle en las siguientes se-
ejemplo de (42b), el constituyente foco ocupa la segunda posición de la cuencias:
secuencia, siendo introducido por el verbo copulativo. En este caso, el (a) ¿Quién castigó a Javi?
foco tiene un carácter contrastivo. Lo mismo sucede en la última varian- (b) A J avi, ¿quién lo castigó?
te, la ejemplificada en (42C), en la que el foco ocupa la primera posición (c) En cuanto a] avi, ¿quién castigó a ese torpe?
de la estructura.
Aparte de las perífrasis de relativo, existen adverbios que se encargan :10.. Explique las propiedades que presenta la construcción marcada
de hacer explicita la estructura de foco de la oración: son los j(adverbios en cursiva en el siguiente ejemplo:
focalizadores», caracterizados por tener dentro de su alcance sustantivos, (a) A mi amigo, los guardias lo pararon ayer en un control de tráfico.
adjetivos, adverbios, verbos y sintagmas de distintos tipos y extensión. (b) *A nú aIIÚgO, los guardias pararon a ese simple en un control de
Los adverbio.s focalizadores se agrupan en cuatro clases principales tráfico.
(Kovacci I999 y Sánchez López 1999). Tenemos focalizadores "exclusivos»:
solamente (sólo), únz'camente, exclusivamente, puramente, meramente, simplemente, ¿Por qué la oración de (b) resulta agramaticaI? Justifique su res-
sencillamente, que actúan como operadores con propiedades negativas, por puesta.
lo que legitiman la presencia: de TPNs [6.2.}: Sólo Juan cree semejantes diJpa-
rates 'Os. *Juan cree semejantes disparates (Bosque 1980). Existen también fo- 3- Indique las causas por las que no todos los ejemplos recogidos a
calizadores de tipo «incluyente»: también, tampoco, incluso, hasta, ni siquiera; continuación pueden ser respuestas adecuadas a la siguiente pregunta:
de carácter .identificativo»: exactamente,jUstamente,justo,preciJamente y.par- iA qué alumno pillaron ayer entrando en el despacho del director del colegio IZ hur-
ticularizadores»: particularmente, especialmente, especificamente, principalmente, tadillas.'
en particular, sobre todo. (a) Ayer pillaron a Albertito entrando a hurtadillas en el despacho del
Cuando el elemento cuantificado es el sujeto, el adverbio suele pre- director.
cederlo: Sólo Juan sabe la verdad, Tampoco Juan sabe la verdad. Sin embargo, (b) Ayer pillaron entrando a hurtadillas en el despacho del director a
cuando estos adverbios focalizan sobre algún elemento del predicado, Albertito
pueden situarse en posición preverbal, con alcance sobre todo el SV o bien (c) En el despacho del director es donde pillaron entrando a Albertito
inmediatamente delante del constituyente sobre el que focalizan. En el a hurtadillas ayer.
primer caso, el adverbio puede afectar a todo el SV, lo que provoca lectu- (d) A AJbertito fue a quien pillaron ayer entrando a hurtadillas en el
ras ambiguas: despacho del director.
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Espa1l.ol VII. La eStrUctu:a infor.tnlftiva de la oración y su relacióncoll el orden de los contituyentes
566
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tentan en la idea de que existen unos significados más
básicos o simples que otros. Según esto, las estructuras
coordinadas Iré pronto y devolveré el boro, Vienes o te quedas
vienen a significar una simple suma de oraciones. En cam- 569
Apéndice: Coordinación y subordinación
Teresa Maria Rodrígue;¡: Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
57! ,
\.
573 ,
tipo de paráfrasis. Si nOS fijamos, Pdr ejemplo, en los siguientes ejemplos ciente para la' consecuCión. o r~al.ización de una acción, implica una ¡;ausa
I
de oraciones condicionales y concesivas: Si eIttis tan cansada, no vayas; Aun- inoperante o contra-causa. En la oración Aunqu! insirtaJ, 110 te creo, la razón
que estoy cansadísima, le prometí hace tiempo que iría a su fiesta, veremos que de que insistas se sup~~,~:::Qt:.~~_!~~~~,.f.Q.~o efecto .~L.9.~..Ji~~~gL~iP
resulta imposible sustituirlas por un adverbio o categoría similar. Por este e~p'jIr,g9, estano",r.~s.~ta causa sufi,ciente que desem.boque en la~onse
motivo, buena parte de las subordinadas adverbiales, con exclusión de las ~encia d~seac,la. Por ello, las conc~sivass·on-las'ori~!9,ºis:il~J.ª:-;o..:~a?sa
de manera, locativas y temporales, han recibido la etiqueta de Kimpropias» , o-¿~~tra-causa (N arbona I990)- Por ú1timo,-Wi;-;;~ciónconsecutiva:. d~i
(Narbona 1990), denominación utilizada para designar ,el conjunto de ora- trp;;'de-Io-;;Pliqul de manera que todos me pudieran entender también equivale
ciones adverbiales que carecen de un correlato adverbIal. a un esquema causativo, puesto que la consecuencia final que todos me pu-
Desde un punto de vista semántico, las oraciones adverbiales impro- dieran entender se presenta como el efecto que justifica el contenido de la
pias tienen como característica la existencia de una implicación mutu~ principal: Lo expliqtlé así porque queria que todos me entendieran, para que todos
entre sus partes. Esta dependencia recíproca adopta diversas formas, de_o, me entendieran. '
pendiendo del tipo de relación lógica que se establezca entre los dos miero-' Dada la relación causa-efecto, resulta imprescindible qu~~~nJºsJ
~~J~~~~l?~~~~i;~t?j.~c~~~a!~fnc¿~5iJe~~~d~~~~~;~t~t:;~;~~i~~~
bros de la estructura subordinada: causal, final, condicional, concesiva o
consecutiva {J.7.I.2.}: ,X
(r) a. N o he podido pegar ojo porque mis vecinos se han montado aaverbiales también se observa en los procesos de selección modal que-
una fiestecita. afectan a las subordinadas adverbiales (6.5.1.]
b. Quiero protestar enérgicamente para que esto no vuelva a Llegados a este punto, conviene recordar que d vínculo causativo
pasar. I que ca.oa.cteriza a las oraciones adverbiales modificadoras del núcleo ver-
c. Si viene hoy, su compra le saldrá más barata. bal no afecta a aquellas que tienen alcance sobre toda la oración. En
d. Aunque insistas no te, creo. estos casos, la relación que se establece entre sus miembros no se bas~
e. Lo expliqué de manera que todos me pudieran entender. en relaciones de tipo lógico: Aunque te parezca mentira, es cierto: Beckham
se divorcia,' Según me han contado, Beckham se divorcia {J.7.2-.I.}. En los ejem-
En realidad, todos estos vínculos se pueden reducir a un esquema
común, pues en todos se puede vislumbrar una relación causativa básica, de
PlO.s propuestos, la .O,"ciÓ~.~O:di~.a.~~ .E:~.~~.~ ~~~~~j~S.~ill.~~~-J
s:. ..
ción o apoyo para expresar un aeternunaoo estado de cosas, La relaciQn
causa-efecto, En una oración causal, la subordinada porque mis vecinos se han e~tre su6Oiaínaa-a:ypnncíplll:-portantó,-'s'é" estapJ~~e:~'~:~rÉ!Y~[!!~!.l:L-;~11l.
montado una fiestecita indica la causa real de lo expresado en la oración y"no en e't dorninlci de la predicac[ó~ ~er.i;aI Estas oraciones' adverbiales
principal: no be podido pegar ojo. La misma dependencia causa-efecto tiene actúan, en' cónsecuencia:;-como -~odifi~á.doras de la modalidad {6.6.2:
lugar en las oraciones finales. Dada la oración ~iero protestar enérgicamente y 6·7· I .].
para que esto no vuelva ti pasar, la segunda parte de la estructura u oración La idea de dependencia mutUa ha llevado a hablar de una tercera
subordinada se presenta como el objetivo o fm de lo indicado en la Prin-) clase de oraciones compuestas: las «bipolares», distintas de las coordinadas
cipal. La relación causa-efecto también se puede atisbar en las con~ciona- .-<. y de las subordinadas. La noción"d~ bipó~idad se utiliza para englobar a
les y concesivas (Marcos MarÚl 1980 y Narbona 1990). Una condIcional ' todas aquellas oraciones en cuyo interior se da una relación de implicación
como Si viene hoy, su compra le saldrá más barata establece en realidad una mutua entre las cláusulas que las constituyen. Según ~s~e.c.rtt~r.:i.<?, .~.~r.ían
relación de causa entre sus miembros: Venga hoy porque su compra le saldrá oraciones bipolares las subordinadas adverbiales úiiPl:9pias, 'así como cierta
más barata, Venga hoy para que su compra le salga más barata. La apódosis clase de oradüñes coorrunadas a lasqüe 't-Mi6ién se les puede aplicar el
constituye la consecuencia dd cumplimiento de lo expresado por la pró- criterio de implicación mutua. Si nos fijamos en las oraciones adversativas,
tasis. También la relación concesiva puede incluirse, dentro del mismo es fácil darse cuenta de que poseen un contenido semántico similar al que
esquema causativo, pues, al expresar un obstáculo o impedimento insufi- caracteri~a a las estructuras concesivas, basado también en la idea de opo-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Apéndice: Coordinación y subordinación
574 575
r sición entre sus miembros. Tanto unas como otras presentan, en efecto, un que había llegado el (jyen~e c~n el primer argumento, en beneficio de la ="
impedimento u obstáculo que, sin embargo, no es suficiente para impedir ,nueva conclusión que introduce pero. Por esta razón, pero siempre crea
el cumplimiento de lo qu~ se dice: Aunque tu consejo es hueno, prefiero tomar nuevas expectativas. Es común oír yleei-,que los críticos coIDienz~ alaban-
mis propias decisiones; Todos sahemos que Juan seria el mejor delegado, pero él do'una obra de teatro) una película o un disco. El problema es que encon-
a
prefiere no presentarse las elecciones. Por este motivo, se ha tratado a las tremos .detrás de las alabanzas un 'pero', pues entonces todo 10 dicho . ~
oraciones adversativas como ejemplos también de oraciones bipolares (Fla- anteriormente vaa ser refutado, ya que son los argumentos introducidos
menco Garda 1999)· r por pero los que van a tener más importancia en la conclusión final: Es una
Sin embargo, si dejamos de lado el nivel interpretativo, comprobare- ohra divertida, pero dura demasiado; La verdad es que e/libro es interesante, pero
mos que existen diferencias fo~~~.s_significativas entre' oraciones con- el final lo estropea todo.
cesivas y adversativas, especi~ente ~~ lo 'que respecta a la manera de En general, las oraciones coordinadas no suelen anteponerse, pues en
presentar la información que transmiten. Las oraciones concesivas, como muchos casos los vínculos que establecen entre sí dependen de correlacio-
el resto de subordinadas, pueden intercambiusu posiciÓncC;~la prinCipal, nes temporales. Compárese, por ejemplo, Juan llegó a tiempo y entregó el
loqlieñ() r'e~urtii' tan' fádr-en -ercaso'de 'las ¿cioidiIiadas adversaÜvaS. Por paquete conJuan entregó el paquete y llegó a tiempo. Esta segunda oración nos
supuesto, este criterio debeser de nué~o 'matizado, pues la moVilidad po- resulta extraña, debido a que el orden lineal de las dos oraciones no sigue
sicional de una oración subordinada va a depender en muchos casos de la una secuencia temporal lógica. Una situación si.riúlar la encontramos en
función que realice dentro de la principal. Así, mientras que las subordi- estructuras como Léetelo y te enterarás (N arbona I990). En este caso, la
nadas adverbiales pueden aparecer delante o detrás de la principal: Si él va, relación causal entre las dos oraciones también se apoya en un orden tem-
yo no '(¡parezco; Yo no aparezco, si él va. Como no tiene dinero, no se pudo comprar poral fij,o: primero lo lees y luego te enteras.
el vestido; No se pudo comprar el vestido porque no tiene dinero, las subordinadas Según lo que hemos visto, a pesar de las conexiones a nivel interpre-
adjetivas deben pospone"rse al nombre al que modifican: Elpróximo televisor tativo entre adversativas y concesivas, existen diferencias significativas en
que me compraré será de pantalla plana. En el caso de las concesivas, existe lo que respecta a la manera como se organiza, presenta y se configura
también reversibilidad: Aunque estoy agotada, iré a la fiesta;, Iré a la fiesta, sintácticamente ese contenido similar. Tales diferencias obedecen a la exis-
aunque estoy agotada. Las oraciones adversativas, por su parte, no admiten el tencia de dos patrones distintos de organización. De acuerdo con el pri-
cambio de posición: Maria está cansada, pero irá a la fiesta; *Pero irá a la fiesta, mero, que serviría para caracterizar a las oracionesconcesivas, existe una
María está cansada. relación de dependencia ñiUru~ ~~i:~~ i~s dos' IDiemb~os' de'l~ ~~a~ió~ coxil-
Parece que la posición en estos casos, como en tantos otros, tiene puesta:' Está.'rCIádoñ-s-é'puede "basar en' una s~le~~ió~ ~~~~tica por' parte'
que ver con la estructura informativa f7}. En las adversativas, la oración deun. verbo principal, como ocurre en ciertas oraciones subordinadas sus-
intr<?sl\l,~;da por pero contiene siempre la informacióI?:.nu~y~; desde este tantivas, en una relación de modificación, en el caso de las oraciones de
'púrÍto de vista, eXpresa los motivos de la oposición. En el caso de las relativo o en una relación de causa-efecto: tal es el vínculo semántico que
oraciones concesivas, el orden no marcado es aquel en el que la oración une a los dos miembros de una estructura subordinada adverbial. El orden
introducida mediante aunque se sitúa en posición inicial, representando, en que se suceden los constituyentes que integran este periodo depende de
por tanto, la información dada o conocida. Por ello la posición no marcada la organización sintáctica e informativa del texto. Según el segundo patrón,
de una oración concesiva es la inicial. Cuando la oración concesiva se más propio de las oraciones adversativas, no existe una relación de depen-
pospone, existe cierta neutralización entre una y otra forma (Flamenco dencia funcional entre los miembros que integran la oración compuesta; el
García 1999). En el caso de las oraciones adversativas, la imposibilidad de vínculo que los une puede variar desde una relación temporal hasta una
alterar el orden de sus miembros se debe a factores interpretativos y de conexión basada en el sentido que impone la conjunción. En ambos casos,
sentido. La conjunción pero no sólo presenta argumentos opuestos, sino el orden tiende a ser fijo pues determina siempre el sentido final. El tipo
que además su aparición indica la anulación de la posible conclusión 2. la de conjunción, en concreto, guía la interpretación que realiza el oyente, tal
~resa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Apéndice: Coordinación y-subordinación _
577
y como hemos visto en el caso de la conjunción adversativa pero, lo que subordiqación,' En las 'oraciones subordinadas, podemos distinguir entre
limita la intercambiabilidad entre los miembros que integran el periodo .los nexos :que realizan una' funCión dentro de la oración: son los pronom-
compuesto y condiciona las posibilidades de anteponer la conjunción a bres relativos que desempeñan funcióne's, de sujeto, objeto <> circunstanCial:
'! .
toda la secuencia. quién, el que, donde, cuantIo, etc. y las conjunciones: que, porque, para que, 'si
En líneas generales, parece adecuado aflrmar que el" primer esquema (Cuenca 1991).
caracteriza a una estructura subordinada, mientras que el segundo da cuen- De todos 'estos, que es el ~ubordinante básico: el que se utiliza para
ta de una secuencia coordinada. En consecuencia, si Qien desde un punto formar locuciones conjuntivas y conectores, el que aparece tanto en ora-
de vista semántico existen interesantes relaciones entre las oraciones con- ciones sustantivas, relativas, como adverbiales, y cuyo uso es-muy habitual
cesivas, como ejemplos de subordinadas adverbiales impropias, y las ora- en la lengua coloquial como sustituto de otros nexos y locuciones subor-
ciones adversativas, en lo que respecta a sus propiedades sintácticas, l¡¡s dinantes: Me 'Voy que (porque) es tarde, Ven que (para que) te diga una cosa.
primeras comparten características con las subordinadas, mientras que' ÚlS , En un esquema general de subordinación, la conjunción que ocupa la
segundas siguen en general un esquema coordinado. Si incluyéramos estaS posición de núcleo del SComp {6.5.1}, sintagma seleccionado por el verbo
dos estructuras bajo una nueva clase de oración: la bipolar, podríamos o la estructura principal. Este núcleo posee rasgos modales asociados a las
correr el riesgo de olvidarnos de sus singularidades. [Para un análisis más distintas modalidades: aseverativa, interrogativa, exclamativa, factiva, evi-
exhaustivo de las relaciones y diferencias entre concesivas y adversativas y, dencial, etc. y susceptibles de manifestarse a través del tipo de conjunción.
por extensión, entre subordinación y coordinación se pueden consultar Así, si la modalidad es aseverativa, el núcleo Comp aparece ocupado por
Cuenca (1991) y Flamenco García (r999).} la conjunción que: Espero que no sea Juan, mientras que si la modalidad es
El punto de partida para hablar de la impropiedad de ciertas oracio- interr0i!ltiva, el núcleo se reiliza a través de la conjunción si: 1'¡lo sé siJuan
nes adverbiales estriba en que, teniendo la etiqueta de adverbiales, no vendrá o no {I.I.4.2. y 6.3.I}: '
equivalen a adverbios. No hay que perder de vista, sin embargo, que m (2) [Verbo principal {SComp [Comp' {que ¡si} {ST}]]}
consideradas adverbiales impropias pueden ser de habla y modificadoras
den;Vt3~7-:i".2]:'·Est"i·difere·iiéli'"élealcáñc""é" ·o'·mcideñCia' ños'per;n}tee;i:a: En una relación de subordinación, por tanto, el verbo principal se-
blecer un paralelismo entre estas oraciones y los adverbios y construccio- lecciona una categoría o un contenido proposicional y un determinado
nes adverbiales susceptibles de modiflcar también tanto al SV como a la SComp marcado modalmente y que se manifiesta a través de la presencia
oración completa b.7.LX.}. En consecuencia, las oraciones adverbiales que de conjunciones, como si o que, O mediante la selección de un determinado
han recibido la etiqueta de irñp¡'-oiiías"estabTe'cell'-rn:teresanfes . .vmCU1ossln~ mo~o verbal. En este último caso, no existen marcas específicas identifl-
Üctícos con los' 3:dv"erbios ycoii~tnicCi~~~'s;dve;biales: pl"ies,'como'es1:os cables en el SComp como marcas de modo indicativo o subjuntivo, puesto
,jlt:im¿~;ti~-ri.~n la posibilidad de modifica; 'sü '~canc~ "éfep'endiendo' 'd'e 1a que en español las marcas de modo se reflejan en el verbo como morfemas
diiegóiía sohre la que "illddan: i~' p~edicaci6n"o-todala' o:radón,iD.dúid~' íá flexivos, seleccionados, a su vez, por un operador modal {6.S.I.}.
n'lodáiiciáéI, -s{ bi"é¿e's- d~;to que 'en cualquier' esfU'dio 'siri'tactíco ' éOnviene En el caso de las oraciones subordinadas adverbiales en las que no
tratar"sei,aradamente el comportamiento de adverbios y de oraciones y, en existe selección temática por parte del verbo principal, siempre podemos
general, no confundir la forma con la función {I.I.I.2,}, el ignorar las seme- documentar una selección modal fundada en la relación l6gica de causa-
janzas de incidencia entre adverbios y oraciones adverbiales supondría pasar efecto que se establece entre los dos miembros de la estructura subordi-
por alto todo un conjunto de valores y matices modales que se realizan en nada. {Los diversos factores que intervienen en la selección modal apare-
español bien mediante adverbios bien mediante oraciones subordinadas cen comentados en la sección 6.5.1.}
adverbiales [6.6.2. y 6.7.I.}. En español, existe un fenómeno llamado «dequeísmo» consistente en
Para terminar, merece la pena detenernos brevemente en las ca- la adición de la preposición de delante del complementante que cuando no
racterísticas de los nexos o marcas utilizadas en la coordinación y en la está exigida.
(
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español Apéndice: Coordinación y subordinación
)79
r (3) a. Parece que los compañeros no piensan de que con ese cine extran-
jero que llega acá ha llegado a culturizar sectores muy fuertes en
núcleos' furicionale's que .proyectan una categoría Sintagma Conjl1-nción
, (SConj). Pero, en este caso, frente a las conjunciones de subordinación, su
nuestras comunidades indígenas. {CREA, 1998, Oral, MÉXICO} , , pO,sición de núcleo no se encuentra seleccionada' por ninguna estructura
b. Y ella me dijo de que hiciéramos que tuviese preparada la solicitud principal. Además, las relaciones que establecen las conjunciones con los
del colegio, que tachase el colegio que no quería, porque me miembros que coordinan no se sustentan en una selección entre dos nú-
venía admitida en otro. {CREA, 1996; Oral, ESPAÑA} cleos: el principal y el encabezado por la subordinación o núcleo Comp,
c. Te estaba comentando de que anteriormente' ne¡? era costumbre, no sino en una relación múltiple entre el núcleo conjunción, su posición de
era bien visto de que vos hables el guaraní. [CREA, 1993, Oral, especificador y el complemento, puesto que el primer miembro de la co-
PARAGUAY] ordinación se sitúa en el especificador del SConj, mientras que el segundo
Este fenómeno ha sido ampliamente estudiado por diferentes auto~ mi~mbro coor~ado se ubica en la posición de complemento (Camacho
res y desde muy distintas perspectivas (Bentivoglio y Sedano'1992; De' 1996). Esta especial configuración puede explicar algunos fenómenos inte-
Mello 1995, Serrano 1998, Gómez Torrego 1999, entre otros muchos). resantes que ocurren en estructuras coordinadas. Me vaya referir, en con-
Recientemente, se ha vinculado la presencia de la preposición de con la creto, a la posición que puede ocupar el clítico.
modalidad evidencial {6.I.}, que marca la fuente de la que procede lainfor- Las conjunciones coordinantes pueden enlazar tanto oraciones como
mación (Demonte y Fernández Soriano 2001). La presencia de la preposi- series menores: Juan es atrevido y desvergonzado," Juan es atrevido pero a la vez
ción implica la proyección de una categoría funcional añadida, de otro desvergonzado; Juan es profesor, pero también alumno," No lo puedo traducir ni
SComp encabezado por la propia preposición, que sería la manifestación ptlblicar (Bosque 1987, Camacho 1996, Flamenco García 1999). Llama la
de los rasgos evidenciales. De este modo, el SComp que tiene como núcleo atenciú,n observar que cua4do tenemos dos SSVV coordinados, tal y como
la preposición selecciona un segundo SComp encabezado, a su vez, por la vemos en el último ejemplo mencionado, el clítico antepuesto a la estruc-
segunda marca de subordinación: que. El resultado es que en las variedades tura coordinada puede tener alcance sobre los dos SSVV, es decir, desde
no dequeístas el núcleo Complementante está caracterizado con todos los su posición antepuesta puede referirse tanto al objeto del primer infinitivo
rasgos relacionados con la modalidad: interrogativo, declarativo, eviden- coordinado, en este caso traducir, como al segundo,publicar. Esquemática-
cial, factivo, mientras que en las variedades dequeístas existe una estructu- mente, la estructura relevante para una oración del tipo de No lo puedo
ra más compleja, pues el rasgo evidencial se independiza para proyectar su traducir ni publicar sería la siguiente:
propia categoría funcional, encabezada por la preposición de.
Es una tarea complicada defInir qué se entiende por conjunción ST
coordinante. Dik (1968) Y Alcina y Blecua (1975) proponen un criterio que ~ , ¡
. ,80
mas del infInitivo simple y del compuesto {3.B.z.}. Asimismo, vaya consi-
gundo infinitivo publicar sin objeto. Esta es la razón última por la que una
d~:ar que los infinitivos deben ascender hasta el núcleo de dicha proyec-
oración del tipo de *No puedo traducirlo ni publicar resulta agramatical. Por el
CIOn para concordar con los rasgos funcionales correspondientes {4.4.z.}.
mismo motivo, en No puedo traducir nt"publicarlo, el dítico únicamente se
El resultado es una estructura funcional en la que cada infinitivo coordi-
refIere al objeto de publicar, nunca al de traducir.
n~d.o ocupa la posición de núcleo de un SAsp. El primer SAsp incluye al .
Los datos que hemos revisado son un nuevo ejemplo de un fenómeno
clítIco lo materializado en la posición de núcleo v con rasgos de concordan-
más general conocido como ascenso del clítico y caracterizado por el he-
cia de objeto y al SV encabezado por traducir. {Dado que el infInitivo
cho de que el clítico puede situarse delante ·de un primer verbo y ser
carece de rasgos de concordancia salta por encima de la categoría Sv en-
argumento del segundo, como ocurre en las perífrasis, verbos de control y
cabezada por el clítico y se sitúa directamente en el núcleo Asp. En con-
estructuras causativas: Lo pudo enviar, Lo intentó traer, La hizo terminar
secuencia, el clítico se sitúa detrás del infinitivo, como enclítico, según se
[4.4.3.}. En todos estos casos, el clítico situado como adyacente a la prime-
explicó en la sección 4.4.2. Remito a la sección mencionada para losdeta-
Teresa María Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
r R"eferencias
ra forma puede seguir interpretándose como arguniento del segundo miem-
bro, pues es capaz de mandar-c e identificar los rasgos del objeto doblado,
ya sea nulo ya sea realizado. La excepción la hemos encontrado cuando hay
bib lioglf@,fis,il'snh:
. '~~~:" ·'·I.:.'.:.~.;~':. . .::.<~ :,'
coordinadas dos series de categorías funcionales y el clítico sólo se mate- : : .:,'~ .:~ ' \ ::,~/'(/'
- ~:~',: ...; "ov.
rializa en la categoría" funcional Sv del primer miemoro de la coordinación ... -, ..
.'. ~ .
situado en la posición de especificador, pues en esta posición el clítico no
puede mandar-c al segundo nuembro de la coordina<;ión.
En conclusión, los diferentes factores que he ido revisando: selec-
ción semántica, relación forma y función, interdependencia mutua, inter-
cambiabilidad y tipos de nexos, valorados en su conjunto, parecen darnos
pistas sobre las diferencias y semejanzas entre las estructuras coordinadás
y subórdinadas. Por consiguiente y a pesar de que en ocasiones result"a
complicado ofrecer una definición precisa de los conceptos de subordina- ABNEY, S. (¡987): ,The English Noun Phrase in its Sentential Aspect>,
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Activadores
Negativos (6.~ ,2 .]
Positivos [6.2.).]
Adjetivo
Complemento del adjetivo
Argumentales h.p.J
Adjuntos {z.p .J
Especificadores del adjetivo
de aspecto [2.5.1.2.J
de frecuencia y tiempo (l.S.I.) .]
de grado {l.s.r.r.}
de tópico [1.P .3.]
Posición [z.S.J.} y [2·7·]
Sintagma Adjetivo [r.l.3.}
Tipos
Adverbiales [2.5.4.] y [2·7·]
Circunstanciales [2.5.4.Z.]
de frecuencia b.5+3.}
Modales [2.5.4.1.}
Pseudo-determinántes O privativos h.S+4'}
Calificativos [2..5.3.J y [1·7·] ,
de actitudes y predisposiciones humanas [1.5.3.I.J
de forma y color [1.5.3.1.]
de magnitud [2,5.3.1.]
de propiedades fisicas {l.S.).I.} 603
resa Maria Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español índice básico de materiás
4 605
de valoración o evaluativos Antipasiva f3.~.6.} y {5.l.l.J Causa' .' Construcciones de Participio Absoluto, vi4Ie:
{~·5·}·1.}, {6.6.}.] Y [7·,·1.] Aspe':tual o télica b+4.] Extert¡.a [p.I.I.} y {J.4.3.] Participio. Construcéiones de Párticipio
de velocidad [2.5.3.J Causativa-anticausativa incoativa {J.4.3.}, Interna [3·U.I.J y CH.3.} . Absoluto
Especificadores o restrictivos [p.l.} y [H} Causativo Construcciones di: Gerundio Absoluto, "iare:
[1·5·3· 2 .} y [z·7·) Locativa [3.4.1.} Verbos causativos, "/{lJI: Verbo Gerundios, Construcciones de Gerundio
Explicativos o no restrictivos Posesiva y benefactiva [].4.l.} Causativo-anticausativo incoativo, IJilZIl: Absoluto .
[Z·5·].2·J y (z·7·J . Preposicional C3+5.} 'Alternancias, Causativa-anticausativa Contextos
Episódicos o de estadio (z.z.8 .J, Anáfora [u. S.}, (p.l.), (p.l.) y [p.3.} incoativa ExtensionaIes [1.2.4.J
(2 .p.) y (p.2.] Usos endofé~icos y exoféricos {U.l.J Cláusulas Mínimas b.6.2.1.}, b.a.u.}, [,3.8.2.}.] IntensionaIes u opacos [2.1.4.}
Individuales o gnómicos (z.2.8.]. Animacidad [H·I.I.ly [4-4-} Coordinación [Ap~ndice]
{2.p.} y [s .1.2.)
y Is·I.l.I.]
Aposiciones {l.2.5.J, (2.5.5.], (1.6.I.J y "/1ZI1 C1ítiCOs"{I.I+} y [l.U.I.] .' Copulativas. oraciones
Relacionales [l.H.} y [z'7'} tIlmbiin: Complementos y modificadores de caracterización [p.l.2.}
Ascenso del clítico [+4.3.] y [Apéndice]
Argumentales {¡.S.P .] del nombre, Aposiciones , IdentifIcativas {p.u.}
con gerundios [4.4.:1.]
Clasificativos (2.5.502.] Argumento (!.l.2.I.J. {l.l.l.}, [1.l.Z.). b.I.3.); Correferencia b.8.1.I.]. [5.2.1.1.], [p.2.} y
Adjunto [u .J.) .], [1.l·5·] , [1·4·2.J, [Z.H.}. co'n imperativos [4.4·2.} 'f (6·4·}
[l.2.6.J, [2.3.3.}, [l·4·1 .}. [l+3·}. {z.S:S·l;. . con infInitivos {4+l.J [p.}.}
{z'7']' [3-4-J·}, [304·4·], (3·4· 6 .), b·G.l .} [1.6.1.}. {J.3.J. {J.6.2.]. {J.6·3·}, h·8.:1.I.}, Criterio TemAtico [1.2.1.J
[3· 6.).}, [}·7·1.I.}, [3-7.3.2.], [4·I.}·], f4.1 .}. Determinantes [4.4.} y [4·4·I .l .}
[3.8.1.3.], [~.l.}, [4+J, {+.5.3.J.}, {p.l.], Doblado, VitUl: Objeto directo y Objeto Cuantificadores
[H·)·!.} Y {P·3·} {5.1.,..], (p.2.J. [6.s.} y [Apéndice} Estructura semántica (1.l.7.1.)
Adverbios indirecto
Argumento externo {U.I.}, {3.I.J.!3.1.1.3.J. Enclisis (4.4.1.} y (6.+.] Existenciales (2.1.I.] y {6. p.]
Aspectuales (4.1.2.} y (+.}.] {J.l.I.~.}, [3·l.z.z.}, b+7.}, {J.8.1.1.] y Flotantes [1.1.1.} y [4.2.2.]
de dominio o punto de vista {7.2.] Orden entre c1íticos [U.l.J y [4.4.4.J
{4·P·} Y {s.I·3·J Proclisís [4+1.} Sintagma Cuantificador [1.2.1.J
de frecuencia o cuantificación (Z.l.a.), Universales {:t.n] y [6.p.}
Argumento interno directo [1.1.1.], b.I.]. Clítico le, 'CIlase: Se
(2 ·5·1.), [3-7.3·3.J, f4.Hl.} [405., ·2.] y ().1.1.4.}, (3.2.2.1.] y [3·S.U.]
[6 .2.} Colocaciones [1.2.1.1, [l.,p.} y b .7.P.}
Argumento interno indirecto [x.l.I.] y Dativo
de grado {3.7.3+] Complementante
{P·l·4·} Aspectual o télico Ú+4·}, {J.p.]. {4+} y
de J!¡ manera del decir (3.7.I.l.) y {G.7.1.} SiRlagma Complementante [1.1.4.l.},
Artículo h ·8.l·4.], {J.B., .], {J.S.4.}, {6 .p .}, [s·3·]
del ,SV y de la oración (3.7.I.l.} Benefactivo, fJi4Ie: Objeto indirecto, Ile-
de manera orientados al sujeto [4.3.} y Definido {2.U.] 'f {6·3.U .] [6.p.}, [6.}.}.1.]. {6.).p.l, [6.4.}.
Indefinido [1.2.).J nefactivo
( {J·7·3·I.} (6.S.] y [6.6.2.J
y demostrativo [2.1.1.} de inter~ Í3-S.1.] y [4·4-]
de manera verbal {4·}·J, {J.p.).J y Complementos [u.p .) de suficiencia h.p.}
y posesivo [l.l.l,} de adjetivos, "ttUe: Adjetivo
['·7·J.2·} Aspecto [,p.} Posesivo, "/tUe: Objetos indirecto, Pose-
de negación y afirmación [6.2.J de adverbios [x.l.l.] y [x.l.).] sivo
Deónticos [6.6.2.3.] Perfectivo "s. imperfectivo [4.1.2.] de interjecciones {6.5.~.}
Sintagma Aspecto (2.p.J, [4·X.l.) y f4.3.] Deíctico, dews {x.u.], {U.4·J. [2.I.5.J y [4.1.1.]
Epistérnicos [3.7.I.I.J y [6.6.2.1.] de nombres, viase: Nombre Dequeísmo [ApéndiceJ
Evidenciales {6.6.2.2..} de preposiciones {U·3·} Y (t.u.) Determinación y cuantificación en el SN
Factivos [J.7.I.I.} y [6.6.1.1.] Bipolares, oraciones {ApéndiceJ de verbos [p.I.}. {J. p.}. [3·p·} y (J.).).} [2.1.1.]
Focalizadores: véase Focalizadores Concordancia Determinante b.l.}, {u.d, {U.I.] y b.3·]
Locativos (U.4.), b·7· 2 •Z .} y {J.7.H.} de objeto, Sv (¡.!.S.}, (3.2.I·)·], {J.:t.2.2.J, Omisión del determinante (l.I.).}
Sintagma Adverbial [I.I.3.} Caso [1.1.5.}, [U.3.}, [l.4.1.}, {l.4·2.}, (4·4.4 ·J y (4-4-). {4-4- 1 •1.}, (4 ..P·J {4.4·}.l, Sintagmll Determinante (2.I.] .
Temporales [2.I.4.], {l·5·l .], (4-3·] y [].3.1 (H·)·I.) {P·l·], {5·q·}, (p.2.), {P·3·} Y {5·)·J Sintagma Determinante Fuerte {l.U.]
deíccicos anclados [4.I.I.) Acusativo [LI.p .l, {}.p .l.l, [3.6.z.}, de participio {4·3·}, {H.l.} y [p·3·} Sintagma Determinante Predicativo
y construcciones adverbiales de marco o [3.a.l.}, {J.8.l.I.], (3.8.; .2.) {JoB.2.3.}, de sujeto, ST {1.I.S·}, [4.4·], [4·5-1.], {U.I.}
tópico [7.2.) {4· 1.1, [4·4·1 . l .}, {40403·] y [P·3·} (H·2.J, (4-5.p.) Dislocaciones a la Izquierda [7.1.1.J
Aktionlart, viase : Evento o clase de Ilcción Dativo [4.4.1.2·J, [4·4.3.] y {H·I.J Conectores Distribución [U.l.]. [1.1.3.] y [p.l.J
verbal Nominativo (l.r.p.J (3.8.2.4.], [4.5-1.] y A.ditivos [1.2.4.1.] Doble objeto. véase: V mación
A1canc.e o ámbito {1.2.d, h.2.5.J, (2.2.7.], [5· I •l .] Consecutivos [1.1.4.1.] Dominio [u.3.} y {4·1.}
[2.2.8.], [1.5.r.), [1.5.3.}, [2.5.4.J, (2.6.1.}, Partitivo [2.I.3·J y [H.J Contraargumentativos {x.2.4.1.]
[:1.7.], (J.p.l.). {;·7·I.2·J, {;.¡.l.}, {J·7·3·)·}, Oblicuo {U.3.} y [3.8.2.4.] Causales (1.2.4.I.J Efecto
[J.7.J.5.}, [,p.I.}. [4·2.}, [4·4.1.}, [H·].I.}, Categorías y adverbios [6.p.) de defmitud o especificidad [l.2.r.]
{p.l.], [P.3.}, {6.l.1. (6.}.x.J, [6.3.3·], Abiertas y cerradas {1.1.4.] y su estudio sintáctico [1.1·4·1.} y [6.p.} de polaridad antidirectiva, viase: Polari-
[6·5,}, {6.6.1.}, (6.6.3.J, [6.7.I.), {p.} y Léxicas y funcionales (I.I.4.J Conjugación objetiva {4.4.] y [4.4.2.] dad, Efecto de polaridad antidirecti-
[ApéndiceJ Llenas y vacías [1.l+J Conjunción {r.q.}, {G-3-I.}, [6·3·).1·], {6·Hz.} va
Alternancias Vacías [2.U.J, [2.I·3·J. (4-5.2.] y [ApéndiceJ Enlaces de cohesión [I.l.4.1.}
Anticausativa [3-4-J.} y [3+7,} Variables e invariables [1.1.4.J Constituyente {l.I.2.} y [3.6.] Ensamble (1.1.3.3.]
Teresa María Rodríguez Ramalle / Manual de Sintaxis del Español Índice básico de materias
606 607
y posición de los adverbios [4.2.} Complejo [2.I.3.], [3 .6.l.l.) y {J.6.1.).} Car~cter\zación [5.3.} . Tópicos colgados o temás vinculantes {7.I.2.]
y posición del sujeto (u.5.) !J.8.:1. 4.J. r
Princjpal b·6.J. [J.6.1.J, {J.6.:1.J [J.S.l.I .} en oraciones impersonal·es . [4:5.3.I.J y Variable [1.a.1.J, [a.a.]:}, (a.z.8.],- [z.5.1.).
[4 ·P ·}. (6.3-l.}, [6 .3. 1 .]. {6·3·3·I.} . Predicativos o predicados secundariO! [s·3·} {a·S·J·], [a.,.}. [P·4·1.}, {J.,.I.I.]. b.p.},
{6·3·J.l·}, [6+} Y {7·J.} Condiciones estructurales [305.1.] y [3.6.J.} r
en oraciones medio-pasiv:as (S·I·4·) [S.j.} (3·7·3 ·3·J, (3·'·).4·). {l ·7·J,5·]. {J.8.u} •
con nombres de parenresco [).6.).} . en oraciones pasivas {s.1.3.} y [5.3-} [4· 2.J, {4-4- I .J, [H·2.J. [H·,·a.J, [4·H3·}.
Papel temático [U.I.). [1.:1.2 ..1. [2.1.3.}, [2.2.6.}. con nombres deverbales [3.6.3.} en oraciones recíprocas [p.3.} y {5.l.l.} {4·H4·}, [502. 2 .]. [s.2·3.1. (6.3.r.), [6·3· 2.},
[Z·4· I .}, (2.6.2.), [3.1.}. [P.I.3.}. [3.U.I.}, con nombres icónicos rJ.6.,.} en oraciones reflexivas {,.a.l.} y [S.3.7.} [6·3·3·2.J y {6·7· 2 .}
[3-4- 6 .J. [3·P·}, [J.5.3·J, (3· 6·3.). b·8.2.1.}. con verbos causativos b.6.u.} y (J.S.l.J.] Medio o pronominal {J.4.3.} Variación
[4·4· 1 .:1.}, (4-4-3·], [H·J. [4·S.1.). (H·l.), con vei:bos de percepción {J.6.l.I.} Simétricos. predicados {5.l.).4.] , Artículos y nombres comunes [2.1.3.]
[4·5·3·I.}. (5·1.2 .) y (p·3·) con verbos designativos b.6'3.] SinguJUe5 arbitrarios (H.3.l.) Artículo y nombres propios {Presenta-
Participios con verbos ligeros o de apoyo [3.6.2.2.J Sintagmas endoeéntricos tiS. sintagmas exo- ción} y [2.14.)
Construcciones de Participio Absoluto con verbos pseudo-copulativos [).6.2.).] céntricos (u.).} y [1.1.4.]. Artículo y posesivo [2.2.6.}
[p.2.1.J y {J.8.p.J Orientados al objeto descriptivos {J.6.1.2.} Subjuntivo . Clíticos [4+}
en oraciones pasivas (P.3.l.) Orientados al objeto .pseudo-resultativc;>s ef!. oraciones relativas {6.3.3.1.] y [6.5.] Doblado de clíúcos de OD [4+1.I.}
en perífrasis (4.3.) y {6.6.1.] . f3.6.1·3·J ' '. . Referencia disjunta {6.).2.1 en estructuras causativas (3.8.l.J.J
en tiempos compuestos [4.3.1.) Orientados al sujeto {J.6.I.l.] Selección en oraciones subordinadas {6.S.J en oraciones impersonales [5.).}
Parti-genérica. lectura [2.I .l.",} Preposiciones Selección en SSNN {6.S.} y {:1.6.1.} Loísmo. tilaJe: Loísmo de materia
Partitivas y pseudo-parcitivas, construcciones de complemento del nombre [2 .4.1.}. Subordinación Concordancia de participio [4.3.} y
[1.2·9·J h.p.] y (J.6.3.) . Adjetiva {a.6.1.]. [6.J.J.} y [Apéndice] [4·4· 2 .}
Pasivas, oraciones Adverbial [3.7.%.2.}, 13.,.a.]. [6.6.a.J. [6., .1.] Dequeismo [ApéndiceJ
de objeto directo. 'OIase: Objeto directo,
con fe o pasivas reflejas, titase: Se, cIítico, preposición a y [Apéndice} Doble objeto {J.).l.)
en oraciones pasivas Adverbiales impropias [Apéndice} Foco [7.3.I.}
de objeto indireCto, Tllase: Objeto indirec-
.( °
Genéricas, medio-pasivas medias, 'fIiase: to, preposición Sustantiva {1.6.1.], {J.b.} y {Apéndice] Gerundio [3.8-4.]
Se. dítíco, en oraciones medio- Sujetos {H.] Marcas modales {r ·1.4·} Y [6.1.]
pasivas Verdaderas {I.U .} y (4+1.2.)
de los infinitivos [3.S.l.}. {J .8.u.}. Movimiento del nombre {:q.}
Proyección máxima (u.) .]
Perifrásticas [p.3.J .... [3· 8.1 •a.}, {3.S.a ·3·} {J.S.a,4-.} y {H.l.} I Movimiento del pronombre interrogati-
( Perífrasis PRO (3.8.1.2.]. [4 ·5.2.], f4.,.3.1.] . [S .2.1. ). en acusativo [}.6.l.}, tJéast tambihl: lnfmi- ' vo [6.3.I.J
Aspectuales (4.J.I.) [502. 1 .1 .], [p.J.I.] y [n} tivos, Con sujeto en acusativo Movimiento del verbo [4.Z.j
Causativas {J.S.l.3.J r
Pro f3.8.2.2.} [4·502.] (6·S·) Expletivos {4.P.} Participios {4.3.]
de gerundio, 'Oiase: Gerundios Pronombres Nulos [4.P.J Poluidad [6.:1.}
( de infinitivo. 'Olase: Infinitivos Atonos o no acentuados, tilast: Caticos Parámetro del Sujeto Nulo [.4.5.a.} Posición del objeto {t.t.S.]
de participio, vlast: Participios Exclamativos [6.J.2.} Tipos [H.I.J Posición del sujeto (¡ .1.5.] {J.8.2.4.).
de relativo b .4.} Interrogativos (6.3.1.] {6·l!.] Y [6.J.l.}
Modales [4.3.J y [6.6.1.] Personales [1.1.4.J Te!icidad 'Or. atelicidad {J.).J. {J.4·1.J. (H.Z .), Predicativos {J.6.I.]
Verbo au."<i.liar {J.S.I.} y [4.3.} Reasuntivos [2.6.2.]
Relativos [6.3.3-1.)
r
[3-4-3·}, {J·H·], b·4·5·}, [J.p.l.} {J·8.:1.5·} Pretérito perfecto simple [4.).2.J
Verbo principal b·8.r.) y {4.J.J Tema o tópico [,.I.I.}, {,.I.l.] y {,.l.] SSNN genéricos {1.2.8.}
Plurales arbitrarios (4.S.3.J.) Tematizaciones o topicalizaciones, TIlas" Dis- Sujeto nulo, tilas" Sujetos, Parámetro del
Polaridad Rección (1.l.3.4.). [U.l.} {U.3.} ().8 .1.z.) y locaciones a la izquierda Sujeto Nulo
Sintagma Polaridad [6.1.I.} 13·8.1·4·] . Temas incrementales b.J.} Verbo
Efecto de polaridad antidirectiva (6.6.3') Referencia {U.I.} y [1.2.2.] Teoría de la X-con barra {U.3.3.} Auxiliar, tJÍIISI: Perífrasis
Posesión Disjunta, 'fIiau: Subjuntivo. Referencia Términos de polaridad Causativo (3.6.U.) y {J.8.2.3.J
Alienable [1.4.l.t.} y [1.4.3.} disjunta Negativa {6.2.} Copulativo (p.2.]
Inalienable [1.2.1.J. [2.4.I.l.}, (2.4.J.J y Regla recursiva [U.2.) Positiva [6.2.} de actitud [3.2.1.1.]
[H·2.J Relación predicado-argumento [U.I.}. {p.}, Tiempo {4.1.1.] de compleción o realización gradual
Predicado [u.u.J, (1.1.1.), [2.I.l.), [2.1.3.}, (J., .), {J.6.,.} Y b.B.2.).J Imperfecto [2·5·3·1. [p.2.I.J, [H·' ·) Y [H·H·}
(1.2.1.). {U.4.], {2.2.6.]. [2.1.8.1. [1.3.3.]. Relativas, oraciones b.6.1;]Y {6.) .J.l.] en oraciones genéricas (,p.).] y 'filare de comunicación verbal [).1.I.2.} y [6.5.1.]
(2·4 ·1.) . [l.p.}. {l,S·.J.], {1.S.5.J. {1.7.}. Especificativas o restrictivas {z.6.u.] tamhiln: Genericidad. Indices de control de objeto directo {J.8.1.1.J
[p.l.!.}. [3-3.J. [3·P·}, [H·3·]. [3.8.2.1.], Explicativas o incidentales {2.6.l.I.] Progresivo f4.1.,.} de control de objeto indirecto [3.8.2.1.J
[3· 8.2.2.J, [J.B.l·3·}, [3· B-4-}, f4.¡ ·3·}. {4·2.}, Libres o sin antecedente expreso {2.6.1.} Pretérito perfecto simple {..p.l.} de control de sujeto [3.8.2.r.}
[4·5·),r.] . [S·I .2.}, [p·4·J, [6.J.1.], (6.J.l.) Y Restricción de persona-caso [4+4.] Pretérito perfecto compuesto [4.3.1.} de conveniencia o suficiencia [3-2.I.l.J y
(6·5·) Sintagma Tiempo {1.1-4-1 (3.8.2.,1.1
Adverbial [3 .7.1.1.). [J·7.3·1.), {J.7.P.]. Sto catico y aspecto [4.1.2.} de creación [p.I.2.)
b ·H4.J y {J.7.H·] AspectuaJ o de evento télico. fJiase: Dati- y caso nominativo [1.L5.1.] y {4.P .J de emoción o sentimiento h .2.u.} y
Clases de predicados {1.2.r.] vo, aspectuaJ o télico. Y sujeto [4·S·I .} [6·S·I.}
T",resa Muía Rodríguez Ramalle I Manual de Sintaxis del Español
r de identificación {J.l.I.l.]
de influencia {p.Ll.) y (J.8.:u .)
Ditransitivo [P.I.4.}
Epistémicos {J,6,2.I.} y 16-S.I .]
de locación o lo<;ativos (3·U.l.] y \3+2.J lnacusat:.vo o ergltivo [3.2,2.1.} y [p..l. 2.}
d~, locatum [3.2.I.2.] y Ú....l .] Intransiti.,o e inergativo [3.2.2.1,] y
dr. medida, valoración y duración (3.2 ,1.1.] [3. 2 .:1.2.)
y 13·2,1.2.} . Ligerc, de sopoJrte o de .Jloy~ ~1,I,3.],
de mccificación y afectación h .2.I,1.] [3,:, {,l,} y {J.f,2.Z.}
de m.-,vimie;lto con dirección ;r.herer,ce Pronominales ':l medios b.4,3-'¡
[30 2.l.I.} Pscudo-copulativo (3· 6 ,2 ,) .} y [5· I ,:;',}
de m¡¡nera de movimiento h ,2,u.} Psicológico o ~c: afe~ción psicológica
de opinión [3,6,2,I,} {p.I.2.} y (6.p.}
de percepción fi.~ica ~ intelecrual (J,2. U .], Simétrico Ú.:U,l.] y fJltlJe ta7nóiétl: Simé·
ll,6.z,I,] y (é,5-1-1 tricos, predicades
de transferencia (p"I,2..l Transitivo (J.1.I.l.}
de voluntad o volitivos [3.6,2,I,) y [6 ,j.I.] Unipersonal (4.5-2.)
[p,I,l.} Vocativos (6.4.)
L
••
)
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