Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Ciencia histórica:
se dirige nuestra historia? Cierto es que hemos evolucio-
nado, en el sentido darwiniano del término, hacia nuevos
conceptos y
ción, no podemos sino caer en la confusión e interrogarnos
nuevamente por las causas que hacen que los tiempos se
repitan y que los grandes temas, para bien y para mal, sean
universales. Si hiciéramos más caso a los antiguos y viéra-
etapas de la
mos en la historia la magistra vitae, otra brisa nos saluda-
ría, pero la aventura suele ser más poderosa que la calma.
Con el propósito de mostrar las peculiaridades que nos pre-
historia universal.
cedieron, este manual trata de desentrañar esa historia sin
misterios que es la narración de nuestro mundo, empujado
por los estímulos del corazón humano.
902 02 00 03
www.udima.es
Ediciones
Ediciones
1/1
3.ª edición
Ciencia histórica:
conceptos y
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
etapas de la
historia universal.
María Lara Martínez
Profesora de la UDIMA
PÁGINA
Prólogo ....................................................................................................... 9
Presentación .............................................................................................. 11
www.udima.es 7
www.udima.es 9
tantinopla o en Tierra Santa con la emperatriz Helena, como amazona cabalgando en uno
de los caballos templarios o dialogando con las brujas del Siglo de Oro.
La Edad Moderna, con sus debates religiosos, sus guerras, su esplendor y su rece-
sión, como se diría hoy, será el espacio temporal del nacimiento del Estado moderno,
del encuentro de dos concepciones vitales (el Viejo Continente y el Nuevo Mundo) y
también del avance del humanismo y del Renacimiento hacia el clasicismo pasando por
el Barroco.
10 www.udima.es
Únicamente desde el futuro ya consumado puede volverse la vista atrás para hacer
la criba de los instantes decisivos que, en el tránsito rutinario de los días, merecieron
denominarse historia. Como decía el historiador Walter Benjamin, «solo a la humani-
dad redimida se le ha vuelto citable el pasado en cada uno de sus momentos». Frente al
tiempo vacío e inerte, donde consta el paso inconsciente de sucesos, se alza el verdade-
ro tiempo de la humanidad, integrado por los actos fundamentales cuya reiteración nos
conmueve.
Y, en este orden de cosas, podríamos plantearnos el valor que posee el sueño como
presagio del futuro, aunque Sigmund Freud estimara que, de esta peculiar linterna del
tiempo, solo brota el conocimiento del pasado: «en la medida en que el sueño nos pre-
senta un deseo como cumplido, nos traslada indudablemente al futuro; pero este futuro
que al soñante le parece presente es creado a imagen y semejanza de aquel pasado por
el deseo indestructible».
El propósito de esta obra es que el lector se familiarice con las nociones básicas
de la disciplina y con la periodización del devenir, introduciéndose en el conocimiento
de las técnicas y métodos de investigación en aras de formular juicios críticos sobre los
muchos afanes que la humanidad ha vivido.
www.udima.es 11
OBJETIVOS Y COMPETENCIAS
Objetivo general
• El objetivo general es que el lector sea capaz de dar una explicación razona-
da de los principales procesos y acontecimientos, relacionando los hechos
con sus causas y sus consecuencias.
12 www.udima.es
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
www.udima.es 13
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
Objetivos
14 www.udima.es
Los estudios en historia cuentan con una larga tradición que arranca de la Antigüe-
dad como el contenido de la propia disciplina. El espacio y el tiempo son las coorde-
nadas en que se mueve el oficio del historiador. El ser humano protagoniza el devenir
del tiempo y, a la vez, percibe la evolución y los cambios de mentalidades que caracte-
rizan cada época. El tiempo es el prisma que permite diferenciar unas etapas de otras.
En este sentido, podríamos afirmar que la historia es la ciencia del tiempo. No en vano
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 15
de la imaginación.
Pero la historia también tiene una clara conexión con la literatura. En la poesía
griega arcaica fue frecuente la narración de hechos históricos y, posteriormente, tanto
Aristóteles como Luciano de Samosata, que escribió la obra Quomodo sit historia cons-
cribenda (Cómo escribir la historia), relacionaron la historia con la poesía y la retórica.
Uno de los principales cometidos de la historia es el análisis del pasado a fin de lo-
grar una mejor comprensión del momento presente. Esta tendencia, que exalta el papel
aleccionador de la historia como fuente de enseñanza para los hombres, retoma el con-
cepto de historia como magistra vitae (maestra de la vida) que expresó San Isidoro de
Sevilla en la Hispania visigoda de los siglos VI y VII. En esta misma línea, el poeta bri-
tánico Lord Byron, que vivió entre los siglos XVIII y XIX, diría que «el mejor profeta
del futuro es el pasado».
16 www.udima.es
En el siglo XVII apareció una reacción contra el racionalismo, siendo Bossuet el en-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
En esta misma línea se encontraba Giambattista Vico, pues también sostenía que
la historia se dividía en periodos marcados por el progreso. Concretamente hablaba de
tres etapas: la etapa divina (en la que la historia estaba relacionada con los mitos y tenía
carácter providencialista), la heroica (en la que importaba la acción de los héroes y de
los hombres ilustres de la sociedad) y la etapa humana (donde lo importante es la acción
del hombre). Del mismo modo, para Montesquieu, la historia era algo diferente a las
ciencias de la naturaleza regidas por leyes, pues dejaba la posibilidad de que el espíritu
humano interviniera en los hechos accidentales.
La primera mitad del siglo XIX estuvo dominada por el Romanticismo, movimiento
para el que la historia se convirtió en un elemento fundamental en la exaltación nacio-
www.udima.es 17
al historiador y sus valores del proceso interpretativo de construcción del relato históri-
co a partir de los documentos.
En la segunda mitad del siglo XIX alcanzó gran fuerza, como reacción al historicis-
mo, el positivismo, doctrina filosófica que se limita a los fenómenos y a las leyes que los
rigen. El positivismo historiográfico tuvo como principal representante a Numa Denis
Fustel de Coulanges (1830-1889).
18 www.udima.es
A finales del siglo XIX fue cobrando fuerza la crítica del positivismo que alcanzaría
su punto álgido a principios del siglo XX. Esa crítica se plasmó en un triple escepticismo:
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
2. PERIODIZACIÓN DE LA HISTORIA
www.udima.es 19
ducta (1688). Dividió la historia de la humanidad en una Historia Antiqua (historia anti-
gua), una Historia Medii Aevi (historia de la Edad Media) y una Historia Nova (historia
nueva), comprendiendo esta última desde el siglo XV hasta su propio tiempo.
20 www.udima.es
• 1492: se suele situar como fin de la Edad Media e inicio de la Edad Moder-
na, pues en este año del reinado de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla
y Fernando II de Aragón, tuvieron lugar tres acontecimientos de gran tras-
cendencia: final de la Reconquista con la toma de Granada, expulsión de
los judíos y descubrimiento de América.
• 1808: da comienzo en España a la Edad Contemporánea, pues empieza la
guerra de la Independencia contra Napoleón.
• 1939: supone el inicio, dentro de la historia contemporánea de España, de
la etapa denominada «España actual» que se extiende hasta la actualidad.
3. EL NACIMIENTO DE LA ESCRITURA
www.udima.es 21
En las últimas décadas, los expertos en historia de la escritura han defendido una
clasificación evolucionista sobre el desarrollo del código escrito. Así, la escritura ha-
bría pasado por una serie de periodos que la llevarían desde sus orígenes remotos hasta
la escritura alfabética.
La primera etapa sería la fase «previa» de la escritura, estando dentro de estos «pre-
cursores» tanto los signos prehistóricos como los recursos mnemotécnicos. Sistemas mne-
motécnicos como los quipus de los incas y la disposición de las conchas de los wampum
indios nos indican que la finalidad de esos métodos era permitir al hombre recordar algo
y que, puesto que eran usados con frecuencia y pervivieron durante bastante tiempo, les
eran útiles a los individuos de la comunidad para satisfacer sus necesidades a ese respecto.
La segunda fase es la pictográfica, esto es, aquella en que los elementos gráficos
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
son dibujos, más o menos realistas, de objetos y hechos del mundo circundante. Uno de
los problemas que presentan las pictografías es que su interpretación depende de si el
lenguaje simbólico empleado es conocido por quien las contempla.
El tercer momento es aquel en el que los signos gráficos son ideogramas, esto es,
dibujos estandarizados, referidos a un equivalente preciso de la lengua, por lo que su
significado no es tan ambiguo como el de los pictogramas, que abarcaban una serie de
posibilidades mentales.
Uno de los principales teóricos del estudio de los orígenes de la escritura es Giorgio
Raimondo Cardona, autor de Antropología de la escritura. Los orígenes de la escritura
cuneiforme estarían en una serie de hallazgos arqueológicos entre Jartum y Namazga,
datados entre el IX y el II milenio a. C. Se trata de conjuntos de esferas, cilindros, dis-
cos y conos de arcilla, de 15 tipologías distintas y con un máximo de 5 cm de diámetro.
Algunas de estas piezas se encontraron en el archivo de Susa, dentro de bolas huecas de
arcilla que procedían del IV milenio a. C.
Pierre Amiet denominó a estas bolas bullae y afirmó que se trataba de un registro
comercial, pues en el exterior aparecía la impronta de un sello junto a la representación
de las pequeñas piezas que había en su interior. Sin embargo, con el transcurso del tiem-
po se apreció que ya no se rompía la bullae, pues los elementos se marcaban fuera y,
22 www.udima.es
Figura 2. E
l intendente Ebih-il. Templo de Isthar
en Mari, periodo acadio, año 2400 a. C.
A lo largo del tiempo, y en función
(Museo del Louvre)
de las características organizativas del
grupo que la conoció, el código de la es-
critura cuneiforme se iría modificando,
adaptándose a las nuevas necesidades. Si
bien el sistema sumerio tenía unos 550
signos y, en principio, era meramente
ideográfico, con el tiempo se vio la nece-
sidad de introducir otros elementos para
representar los morfemas gramaticales y
la categoría semántica.
www.udima.es 23
generación.
Una de las estatuas más representa- Figura 3. El escriba sentado (Museo del Louvre)
tivas del Mundo Antiguo es El escriba
sentado del Louvre, esculpido entre los
años 2480 y 2350 a. C., el cual fue ha-
llado en la necrópolis de Saqqara. El ar-
tista representó a un alto funcionario de
la Administración mientras escribía en
posición sedente, con las piernas cruza-
das, un papiro desplegado sobre ellas y
un cálamo en la mano, mientras se dispo-
nía a realizar su labor profesional.
24 www.udima.es
sumerias indica la posibilidad de que hubiera relaciones entre las culturas del Indo, del
Elam y de Sumeria. La escritura china es resultado de un largo proceso de abstracción,
registrándose las primeras pruebas de su existencia hacia el 1400 a. C. En la actualidad,
este sistema es en parte pictográfico y en parte fonético, pero sus signos también habrían
ido evolucionando a lo largo del tiempo. Finalmente, en Mesoamérica, la escritura za-
poteca y maya está registrada desde el 600 al 900 d. C. y los sistemas mixtecas y azteca
se desarrollaron entre los años 900 y 1600 d. C.
4. FUENTES HISTÓRICAS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Las fuentes primarias son los testimonios directos del hecho histórico en cuestión,
en tanto que fueron creadas de forma coetánea al mismo. Pueden ser fuentes primarias
no escritas y escritas. Son fuentes primarias no escritas los monumentos, las obras de
arte (edificios, esculturas, pinturas), los restos humanos o materiales, los utensilios, los
testimonios orales, etc. Son fuentes primarias escritas las obras literarias, los documen-
tos (tratados, censos, etc.), las fuentes hemerográficas (periódicos y revistas de la época
en estudio), las inscripciones, las monedas, etc.
www.udima.es 25
• Análisis:
26 www.udima.es
• Bibliografía utilizada.
• Descripción:
– Tipología gráfica:
www.udima.es 27
- Mapas mudos.
- Mapas proporcionales (aparecen contornos geográficos senci-
llos, pero se centran en una zona determinada).
– Escenario representado.
28 www.udima.es
• Clasificación de la imagen:
• Análisis:
www.udima.es 29
Primarias Secundarias
No escritas Escritas
Escritas
• Monumentos. • Libros de historia.
• Obras literarias.
• Restos humanos o ma- • Biografías.
• Documentos.
teriales. • Tratados de arte.
• Periódicos.
• Utensilios. • Estudios arqueológicos.
• Inscripciones.
• Obras de arte. • Audiovisuales de te-
• Monedas.
• Testimonios orales. mática histórica.
30 www.udima.es
El historiador utiliza las ciencias auxiliares como herramientas para validar la auten-
ticidad e integridad de los documentos y hallazgos de valor histórico. Entre ellas, cabe
mencionar la paleografía, la diplomática, la epigrafía, la numismática, la codicología, la
genealogía, la heráldica, la sigilografía, la cronología, etc. Actualmente, las ciencias au-
xiliares se denominan también «ciencias y técnicas historiográficas».
Durante el primer tercio del siglo XX, hasta la renovación historiográfica producida
por la influencia creciente de la corriente de la Escuela de los Annales, en la historiogra-
fía académica occidental dominaba la historia política, en la que exclusivamente tenían
cabida los grandes acontecimientos y los grandes personajes. Era una historia construi-
da desde arriba, pero en el siglo XX se han desarrollado nuevos paradigmas, gracias
al desarrollo de la historia social, económica, cultural y de las mentalidades, lo cual ha
permitido tener una visión más completa de las distintas épocas.
www.udima.es 31
Once años antes, Febvre y Braudel habían conseguido un decisivo apoyo institu-
cional, al establecer en París y controlar un gran centro de investigación: la VIème Sec-
tion de l´École Pratique des Hautes Études. En 1949, Braudel había publicado su gran
tesis El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, donde exponía
sus consideraciones sobre el tiempo histórico, con los procesos de larga duración (es-
tructuras, en las que el tiempo permanece casi inmóvil), de media duración (coyuntu-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Una de las aspiraciones de los fundadores de la Escuela de los Annales fue impulsar
la idea de unidad de la historia con las demás ciencias del hombre. En palabras de Pie-
rre Vilar, ellos «combatían contra las barreras entre disciplinas, a favor de una relación
orgánica entre historia, economía, geografía, sociología, por tanto a favor de la unidad
de la materia y de la reflexión histórica».
32 www.udima.es
La influencia de los Annales se hizo notar más allá del canal de la Mancha y al
otro lado del Atlántico. La fundación de la revista inglesa Past and Present y de alguna
análoga americana en los años sesenta son testimonio del nuevo clima historiográfico,
donde la cuantificación era aplicada a diversos dominios de la historia, como el compor-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
tamiento electoral, la movilidad social y los procesos económicos. En este campo desta-
có la cliometría, una metodología de análisis que emplea de forma sistemática la teoría
económica, la estadística y la econometría para el estudio de la historia económica. Su
nombre deriva de Clío, musa de la historia, y metría, medición.
Asimismo, desde los años setenta, los planteamientos marxistas del materialismo
histórico que habían dominado buena parte de los estudios históricos fueron revisados
y, a finales de siglo, tras contemplar el drama de las guerras mundiales, de las experien-
cias totalitarias y de las amenazas nucleares, en sectores intelectuales influyentes se em-
pezó a cuestionar la valoración optimista del progreso técnico, dejando de ser tratadas
con arrogancia las etapas preindustriales y las culturas extraeuropeas.
De este modo, en las últimas décadas han ido cobrando fuerza nuevos paradigmas
historiográficos que permiten abordar la historia desde abajo (de las clases subalternas,
en contraposición a la historia del poder, imperante en los siglos anteriores), la historia
de las mujeres, la historia de la vida cotidiana y la microhistoria, lo cual posibilita
tener una visión más completa del devenir histórico.
www.udima.es 33
A estos enfoques teóricos, hay que sumar dos vertientes que están suscitando en
buena parte de la población el interés por la historia: las novelas históricas, que deben
combinar el rigor de la contextualización y descripción de ambientes y personajes con
la faceta literaria, y las recreaciones históricas, que pretenden recuperar el pasado glo-
rioso de ciudades y comarcas en épocas pasadas.
34 www.udima.es
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
www.udima.es 35
Se propone lo siguiente:
Enunciado 2
36 www.udima.es
Tucídides: Historia de la guerra del Peloponeso, libro I, 20-22 (Tucídides: Historia de la guerra
del Peloponeso, Madrid, Guadarrama, 1976, págs. 42-43. Traducción de José Alsina).
Se propone lo siguiente:
Enunciado 3
Tras la lectura de este texto de Marc Bloch responde a las cuestiones formuladas.
www.udima.es 37
Se propone lo siguiente:
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Enunciado 4
Enunciado 5
• Sigilografía.
• Paleografía.
• Epigrafía.
• Numismática.
• Diplomática.
• Codicología.
38 www.udima.es
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
En la red
www.udima.es 39
Avanzada
40 www.udima.es
la prehistoria
y el proceso
de hominización
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
3. El Neolítico
3.1. Causas de aparición del Neolítico
3.2. Fósiles directores o guía del Neolítico
www.udima.es 41
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
42 www.udima.es
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
Siempre resulta incierto ahondar en cronologías profundas, como las que se corres-
ponden con el tema que nos ocupa. Es conocida la teoría del Big Bang, que formula la
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
idea de la explosión cósmica como origen del universo y que ocurriría hace 15.000 mi-
llones de años. Asimismo, se estima que la antigüedad de la Tierra asciende a los 4.500
millones de años.
Objetivos
www.udima.es 43
El creacionismo es la corriente que sostiene que la verdad sobre el origen del hom-
bre se encuentra en el Antiguo Testamento. Los creacionistas plantean que, con anterio-
ridad al diluvio universal, todos los seres humanos hablaban la misma lengua. Después
de este acontecimiento, cada grupo comenzó a hablar lenguas diferentes e ininteligibles
para el resto de grupos. Esta ininteligibilidad condujo a la emigración a diferentes partes
del planeta. Junto con el enfoque bíblico, estudiosos de la Edad Moderna contribuyeron
a afianzar, desde un punto de vista laico, esta tesis difusionista.
Para buena parte de los ilustrados la máxima ex Oriente lux condensaba la explica-
ción del origen de la humanidad y de la civilización. Actualmente, todavía sigue habien-
do seguidores de este planteamiento. Las pruebas aportadas por el ADN mitocondrial
apoyan la teoría del origen único aunque, si bien es cierto, otros datos desmienten esta
postura. Por ejemplo, los creacionistas mantienen que la Edad de Piedra no duró los 2
millones de años, o más, que dicen los arqueólogos, sino tan solo 3.000 años, desde la
dispersión ocasionada por la torre de Babel hasta el surgimiento de las civilizaciones
desarrolladas fuera de Oriente Medio. Asimismo, en América, las sociedades estatales
precolombinas surgieron y evolucionaron sin entrar en contacto con el Viejo Mundo.
En el ámbito del evolucionismo, cabe decir que, en el tránsito del siglo XVIII al XIX,
el naturalista francés Jean-Baptiste-Pierre-Antoine de Monet, caballero de Lamarck (1744-
1829), postuló una primera teoría que trataba de explicar la adaptación de las especies al
medio. Es conocido el ejemplo de la jirafa, animal que a juicio de Lamarck había visto
prolongado su cuello por la necesidad biológica de estirarse hasta las copas de los árboles
para alimentarse con sus hojas. Lamarck fue además el fundador de la paleontología de los
invertebrados y acuñó el término «biología» para designar la ciencia de los seres vivos.
44 www.udima.es
lucha por la supervivencia y la selección natural. A su juicio, todas las especies de seres
vivos habían evolucionado a partir de un antepasado común, pero solo los individuos
más fuertes eran capaces de sobrevivir y, por ende, de perpetuar sus genes.
A lo que Thomas Huxley respondió: «… Preferiría tener a un miserable mono por abue-
lo que a un hombre altamente dotado por la naturaleza y dueño de grandes medios e influen-
cias y que emplea esas facultades e influencias para el mero placer de introducir el ridículo
en una discusión científica; ante esto, afirmo definitivamente mi preferencia por el mono».
El ser humano actual pertenece al orden de los primates, al suborden de los antro-
poides, a la superfamilia hominoidea, a la familia hominidae, a la subfamilia homininae,
a la tribu hominini, a la subtribu hominina y al género homo.
www.udima.es 45
primates, en comparación con otros órdenes dentro de los mamíferos, cabe señalar: extre-
midades especializadas, manos prensiles, reducido número de crías por parto, prolongados
periodos de gestación e infancia, agudeza visual y reducida dependencia del sentido del
olfato. De los primates, el ser humano heredaría el cerebro de gran tamaño y la conducta
social compleja. Aparte de sus adquisiciones culturales, la principal diferencia entre los
homínidos y los simios es el bipedismo.
46 www.udima.es
La producción lítica del Erectus se corresponde con el Achelense y tuvo una prolon-
gada duración, de 1,5 millones de años, aunque la evolución del utillaje (bifaces, raede-
ras, raspadores, puntas de flecha, etc.) fue muy lenta. Este individuo poseía una elevada
estatura, de hasta 1,8 m, era muy robusto y también se piensa que fue el primer indivi-
duo capaz de realizar un uso controlado y selectivo del fuego. No obstante, esta última
hipótesis ha sido desmentida por otros estudios que, teniendo en cuenta que la fecha más
antigua a la que puede remontarse la existencia de un horno en Europa es de 0,2 cro-
nes, sostienen que fue el Homo sapiens arcaico el individuo capaz de controlar el fuego.
www.udima.es 47
Posteriormente, en 1964, el profesor Francisco Jordá Cerdá inició las primeras cam-
pañas de excavaciones, detenidas poco después. También desde los años sesenta trabajó
en el yacimiento el grupo espeleológico Edelweiss, que descubrió la Galería del Sílex,
la cual presenta restos de rituales funerarios y de pinturas de la Edad del Bronce. En
1973, el profesor J.M. Apellániz comenzó las campañas de excavaciones en el Portalón
de Cueva Mayor y, en los años ochenta, destacarían los proyectos coordinados por la
ingeniera de minas Trinidad Torres y el antropólogo Emiliano Aguirre.
Desde 1990, el equipo de Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eu-
dald Carbonell daría fama mundial al yacimiento con el hallazgo en 1997 del Antecessor,
el homínido más antiguo de Europa. También se ha confirmado en Atapuerca la prácti-
ca de un canibalismo ritual, la referencia más antigua de esta praxis en el continente.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Entre las áreas que presenta el yacimiento destacan la Sima de los Huesos, la Gran
Dolina y la Galería del Sílex. Junto a otros restos, destaca el cráneo número 5, halla-
do en 1992 en la Sima de los Huesos y apodado Miguelón, en recuerdo del ciclista Mi-
guel Indurain, ganador por aquellos años de los tours de Francia. En este caso, se trata
del cráneo mejor conservado del registro fósil de los homínidos. Perteneció a un Homo
heidelbergensis de unos 35 años de edad y presenta más de 300.000 años de antigüedad.
El 30 de noviembre de 2000, la Unesco declaró patrimonio de la humanidad a los yaci-
mientos de la sierra de Atapuerca.
El Neanderthal es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y Asia
occidental desde hace 230.000 años hasta 28.000 años atrás, durante el Pleistoceno Medio
y Superior. Culturalmente se corresponde con el Paleolítico Medio. Su técnica lítica era
el Musteriense, denominada así a partir del conjunto de artefactos hallados en un refugio
rocoso en Le Moustier, en la región del suroeste francés de la Dordoña. El Musteriense
se caracteriza por hojas modificadas o «retocadas», golpeando las pequeñas lascas en
uno o más de sus bordes.
A partir de los huesos fósiles descubiertos, sus características definidoras son: es-
queleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas, arcos supraorbitarios resaltados, fren-
te baja e inclinada, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal, superior incluso a
la del hombre moderno. Vivían en grupos organizados de alrededor de 30 miembros y,
según se ha probado en diferentes yacimientos, como Moula-Guercy (Francia) o Vindi-
ja (Croacia), practicaban el canibalismo. Debía de tratarse de un canibalismo ritual y no
antropofágico, ya que retiraban la carne de los huesos para enterrarla, no para ingerirla.
48 www.udima.es
Entre las prácticas del Neanderthal destacan el culto al cráneo (ritual hacia los antepa-
sados) y el culto al oso de las cavernas. Esta última teoría, popularizada hace algunos años
por la novela de la escritora estadounidense Jan Auel, El clan del oso cavernario (1980),
se fundamenta en el hallazgo de un gran número de cuevas con útiles neanderthales y miles
de huesos de oso, aunque no han faltado las críticas a la misma, argumentando que los
hombres de Neanderthal no mataban a los osos para participar en un ritual, sino que úni-
camente visitaban las cavernas en las que hibernaban los osos y en las que a veces morían.
En 1868 se descubrieron
en Cromañón los restos
de un hombre anatómi -
camente moderno cuya
antigüedad se estima en
unos 30.000 años.
Descubrimientos recien-
tes hacen suponer que
el Homo sapiens moder-
no surgió probablemen-
te en África, hace más
de 100.000 años. En el
mapa se indica donde
Lugares donde se han hallado restos de los primeros Homo sapiens modernos.
se han localizado algu -
nos de los especímenes
más antiguos, así como
las posibles rutas de su difusión a partir de África. Si esta hipótesis es correcta, los neandertales no
son antepasados directos de la humanidad actual, que descendería de una sola población africana.
www.udima.es 49
2.1. EL PALEOLÍTICO
En este periodo, acaecido durante el Pleistoceno, los grupos humanos eran nóma-
das, es decir, se desplazaban de unos lugares a otros en busca de alimento. Habitaban en
las cuevas y empleaban el fuego para preparar la comida, calentarse y ahuyentar a las
fieras. El modus vivendi estaba basado en la caza y en la recolección de frutos silvestres,
fabricándose los primeros utensilios de piedra.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Se han realizado diversas clasificaciones de las etapas del Paleolítico Superior, desta-
cando entre ellas las culturas Auriñaciense (con hojas muy delicadas de piedra, punzones
y puntas de hueso), Solutrense (con hojas de flecha con forma de laurel) y Magdalenien-
se (con útiles de hueso, desde puntas y punzones, hasta bastones de mando y arpones,
pasando por agujas y azagayas).
50 www.udima.es
www.udima.es 51
Paleolítico
Edad de Piedra
Neolítico
Calcolítico
Prehistoria
Edad de los
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Bronce
Metales
Hierro
Pues bien, el proceso evolutivo, lejos de lo que se pueda considerar, no supuso siem-
pre avances sin retrocesos o, mejor dicho, esos logros en ocasiones tuvieron un impac-
to negativo. Ejemplo de ello es el Neanderthal, cuya capacidad cerebral era superior a
la del hombre actual pero, sin embargo, no tendría la destreza del Sapiens (la clave no
está en el tamaño cerebral sino en la interconexión neuronal) y acabaría desapareciendo.
Existen dos teorías sobre el origen del Neanderthal. La genética, a partir de análisis
de ADN mitocondrial y de ADN nuclear, parece mostrar que el hombre de Neander-
thal evolucionó de forma paralela al Sapiens, desde antepasados comunes lejanos. Los
análisis realizados parecen indicar que el genoma obtenido de sus huesos coincidía en
un 99,9 por 100 y que además, el Neanderthal también poseía el gen que permite la fo-
nación, es decir, que pudo articular lenguaje.
52 www.udima.es
con curvas (lordosis cervical en la parte superior y lordosis lumbar en la inferior) y per-
pendicular a la pelvis (más baja y ancha que la de los simios), permite a la columna ac-
tuar a modo de muelle y amortiguar el peso del cuerpo al caminar. A su vez, el foramen
magnum, orificio por el cual, el sistema central alcanza su continuación por el raquis,
que se desplaza hacia la parte inferior del cráneo. La capacidad craneana se empieza a
asemejar a la actual y la interconexión neuronal favorece el desarrollo de habilidades.
A su vez, aparece el lenguaje y los sonidos guturales, que dan lugar a palabras ar-
ticuladas. La dentición, anteriormente preparada para el desgarro de las piezas cárnicas
y la trituración de la vegetación leñosa, ve reducido el tamaño de sus piezas. Y junto a
estos cambios se hallan los avances culturales, como el fuego, la fabricación de utensi-
lios, el enterramiento de los muertos y las manifestaciones artísticas, que facilitan la vida
cotidiana y son un reflejo de que las necesidades básicas empezaban a ser satisfechas,
agregándose a ellas prácticas como el arte o el culto a los antepasados.
3. EL NEOLÍTICO
www.udima.es 53
Mesolítico y el Neolítico en otras áreas del planeta), del que los concheros se mues-
tran como una fuente relevante de información, se inicia el periodo de la piedra nueva
o piedra pulimentada, frente a la piedra tallada que caracterizaba el horizonte anterior.
El término «neolítico» (al igual que el de «paleolítico») fue acuñado en 1865 por
John Lubbock en su obra Prehistoric Times. El autor que más ha contribuido al co-
nocimiento de esta etapa, iniciada hace 10.000 años, ha sido Gordon Childe, quien
empleó la denominación de «revolución neolítica», comparable a la revolución indus-
trial del siglo XIX, aunque hoy se prefiere hablar de proceso de neolitización, indi-
cando que no hubo una ruptura brusca, sino un cambio gradual en los modos de vida.
tores plantean que para considerar una cultura propiamente neolítica, ambas manifesta-
ciones deben estar presentes; otros sostienen que la agricultura precedió a la ganadería.
Como hemos indicado, el modo de vida del hombre paleolítico era nómada y se de-
dicaba a la recolección y a la caza. Progresivamente, el conocimiento del medio natural
le permitió experimentar el cultivo de especies, así como la caza selectiva, la custodia
animal y la crianza de ganado. El poblamiento pasó así a ser sedentario.
Entre las causas que explican el origen del Neolítico destacan tres: climática, de-
mográfica y cultural. El arqueólogo Gordon Childe sostuvo que el cambio climático
(fin de las glaciaciones hace unos 12.000 años y mejora de las temperaturas) propició la
aparición en Próximo Oriente del Neolítico. Binford y Flannery indicaron que la clave
fue la presión demográfica, que hizo necesaria una organización social, y Braidwood
expuso que el Neolítico debe ser entendido como un cambio cultural registrado a finales
del IX milenio a. C. en Oriente.
54 www.udima.es
Entre los fósiles directores o guía del Neolítico, que ayudan al arqueólogo a iden-
tificar los estratos de los yacimientos que pertenecen a este horizonte cultural, cabe
citar: la piedra pulimentada (en contraste con la piedra tallada del Paleolítico) y la
cerámica.
Respecto a esta última, la cerámica, hay que señalar que se trató de un invento de
gran importancia, pues permitió la construcción de recipientes para líquidos y grano, fa-
cilitando así el almacenamiento. La alfarería sustituyó así a las calabazas vacías que se
usaban anteriormente, las cuales podían contener agua, pero no resistían el fuego, y a
los cestos de mimbre, que no podían almacenar agua.
Una vez aparecida la cerámica, el ser humano intentó decorarla. Primero de una
manera sencilla, con la impresión de cuerdas, y posteriormente mediante acanaladuras,
cordones y asas de diversos tipos.
www.udima.es 55
En esta área nuclear, el Neolítico Antiguo ofrece fechas de finales del IX mile-
nio a. C. y, entre los yacimientos del Precerámico A, destaca el de Jericó, donde las
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
viviendas adquieren la forma circular, a diferencia del formato rectangular de las casas
del resto de enclaves. Los enterramientos estaban, frecuentemente, debajo de las vi-
viendas. Se trataba de grupos que habitaban en amplios asentamientos, fortificados in-
cluso, y que conocían la agricultura. Hacia el 8000 a. C., una sólida muralla de piedra
rodeaba el asentamiento.
56 www.udima.es
El asentamiento de Çatal Hüyük (descubierto en 1958 por James Mellaart) era sede
de actividades comerciales, que permitían conseguir conchas del Mediterráneo y peder-
nal de Siria, a cambio de cerámica y utensilios de obsidiana. Asimismo, este yacimiento
presenta las fechas más antiguas de trabajo del cobre en Próximo Oriente. El clima seco
ha permitido conservar restos de tejidos y sellos de arcilla utilizados para estampar los
trajes con diversos motivos.
El fin drástico de la civilización de Çatal Hüyük tuvo lugar hacia el año 4700 a. C.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
a causa de un gran incendio que destruyó la ciudad, aunque coció el adobe y permitió
que ciertas paredes quedaran en pie.
En otros tiempos se pensaba que la agricultura había surgido en una única zona de
Oriente Medio, desde donde se habría difundido al resto del planeta. Sin embargo, hoy
conocemos que la agricultura apareció en ámbitos locales e independientes.
En el Mediterráneo, las fechas más antiguas del Neolítico se encuentran en las islas
griegas y se aproximan a finales del VII milenio a. C. Junto con la cerámica están docu-
mentados ídolos. En el área mediterránea, el Neolítico presenta dos fases en función de
los rasgos de la cerámica. La primera etapa es la de la cerámica cardial (decorada con
impresiones de concha) y la segunda es la de la cerámica pintada.
www.udima.es 57
gistrado desde el IV milenio a. C. Este último ámbito entronca con las manifestaciones
megalíticas, de enterramiento y culto a los muertos, como muestra el crómlech Stone-
henge en las islas británicas.
Los primeros poblados (aldeas y ciudades) se hallaron en los márgenes de los ríos.
Hacia el 6350 a. C. se levantaron templos de ladrillo de adobe en el centro de ciudades
de Oriente Próximo como Eridu.
La dieta del Neolítico estaba basada, en gran medida, en el trigo, una planta sil-
vestre difundida en Asia Menor que llegó a Europa hacia el 5000 a. C. Se comían los
granos de trigo y de otros cereales y, posteriormente, se ingerían triturados, hervidos o
convertidos en pasta.
58 www.udima.es
El único alimento dulce conocido era la miel, del mismo modo que la sal era el único
salado. De los panales se obtenía también cera, usada en rituales mágicos, funerarios y
religiosos. De la miel se obtuvo hidromiel, solución acuosa de miel que tras la fermen-
tación alcohólica adquiría un sabor parecido al vino, pero hay que tener en cuenta que
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Pinturas realizadas en los abrigos de las cuevas son reflejo de algunas manifesta-
ciones de la vida cotidiana de los grupos neolíticos. Prueba de ello es el arte levantino
en la península ibérica, donde apreciamos a hombres, mujeres y niños participando en
danzas rituales, asociadas a ritos de fertilidad. Posiblemente cada grupo disponía de un
hechicero, ataviado con una cabeza de toro salvaje hueca y una piel de toro. Entre otras
manifestaciones de arte levantino, destacan las existentes en la Valltorta. Los animales
más representados son ciervos, cabras montés y jabalíes. Entre las figuras masculinas
destacan por su número las masculinas, armadas con arcos y flechas, tensando los arcos o
disparando. Las figuras femeninas son más escasas y aparecen ataviadas con faldas largas.
El primero de los metales empleados fue el cobre, junto con el oro y la plata, po-
siblemente porque aparece en forma de pepitas. La Edad del Cobre se denomina Cal-
colítico. El objeto de cobre más antiguo conocido hasta el momento es un colgante
procedente de Shanidar (Irán), datado en el 9500 a. C., aunque estas piezas no se-
rían habituales hasta 3.000 años después, como constatan los hallazgos de los montes
Zagros y de Çatal Hüyük.
www.udima.es 59
La técnica del cobre se difundió por Próximo Oriente, coincidiendo con el naci-
miento y desarrollo de las primeras civilizaciones históricas, tales como la sumeria y la
egipcia. En el IV milenio a. C. aparecería la metalurgia en Europa.
Siria y el Nilo. Los intercambios comerciales de metales fueron frecuentes en este perio-
do. Por ejemplo, los sumerios carecían de minerales metálicos y debían de importarlos
de los montes Zagros y del Cáucaso.
60 www.udima.es
Tras el periodo neolítico, la población creció rápidamente en las áreas agrícolas, con-
centrándose, como hemos visto, en poblados como Jericó, en Palestina, y Çatal Hüyük,
en Anatolia. Así, se desarrollan las primeras grandes civilizaciones, asentadas en Me-
sopotamia, en Egipto, en China y en la India, que serán explicadas en la tercera Unidad
didáctica de este manual.
www.udima.es 61
La religión sería el primer catalizador político, de manera que los primeros Esta-
dos fueron de carácter teocrático. El sacerdocio se constituyó en clase gobernante y el
templo pasó a ser el centro de la organización religiosa, política y económica. Con el
tiempo, el poder se iría trasladando hacia los gobernadores seculares que se impondrían
a los sacerdotes, siendo así los primeros reyes de la historia.
Al primer periodo dinástico (2900-2450 a. C.) pertenecen las tumbas reales de Ur.
Adoptan la forma de casas subterráneas a las que se accede por una rampa. En estas
construcciones se documentan los primeros arcos. El difunto era acompañado en su
última morada por mujeres de su harén, cortesanos, guardas, etc., y por su ajuar. En
este primer periodo dinástico, los palacios de los reyes sumerios (patesi) son otra
tipología constructiva relevante aparte de los templos. Al final de esta etapa ya era
usado el bronce.
En Egipto, como hemos señalado con anterioridad, las fechas más antiguas rela-
tivas a la aparición de la agricultura son del V milenio a. C. La mejora de las condicio-
nes climáticas del valle del Nilo fue clave en este proceso. En el periodo predinástico,
las poblaciones agrícolas habitaban no solo en las márgenes del Nilo, sino también en
los wadis (zonas desecadas en los límites del desierto que permitían la agricultura del
trigo). El crecimiento demográfico registrado en el IV milenio a. C. llevó consigo un
desarrollo agrícola a gran escala, basado en el sistema de riego con acequias y canales
artificiales. En esta etapa, Egipto fue desarrollando ciudades de pequeña y mediana ex-
62 www.udima.es
tensión vinculadas al Nilo, en las que además se desarrollaba un comercio local de pro-
ductos utilitarios y de lujo. Este comercio interior se vería ampliado hacia el exterior
(con la costa mediterránea y Súmer) a finales del periodo predinástico.
La datación de los restos del pasado se realiza mediante diferentes métodos, que
pueden clasificarse en dos grupos: técnicas relativas y absolutas. Las primeras se em-
plean para comparar los restos hallados y así establecer cuáles son los más antiguos y
cuáles son los más recientes. Ofrecen una idea aproximada sobre la cronología de los
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
fósiles, pero simplemente deben usarse de forma complementaria a las técnicas de data-
ción absolutas. Las más utilizadas son: la datación por flúor, la hidratación de obsidiana,
el estudio de la pátina, el análisis polínico y la datación mediante fósil guía.
8.1. EL CARBONO 14
www.udima.es 63
8.2. EL POTASIO-ARGÓN
El potasio-argón es un método surgido en los años sesenta del siglo XX, em-
pleado por los geólogos para datar rocas volcánicas superiores a los 100.000 años e
inferiores a los 5 millones de años de antigüedad. Al igual que el C14, se basa en el
principio de desintegración radiactiva, pues la concentración de isótopo radiactivo de
potasio-40 (K40) se desintegra en el gas inerte argón-40 (Ar40). Una de las limita-
ciones de este método es que con él solo podemos datar yacimientos sepultados por
erupciones volcánicas.
llas de las pisadas de los homínidos sobre la ceniza volcánica, el potasio-argón ha per-
mitido datar la ocupación humana en 2 millones de años.
8.4. LA TERMOLUMINISCENCIA
64 www.udima.es
Esta técnica puede ser utilizada para datar cerámica, el material inorgánico más
abundante en los yacimientos de los últimos 10.000 años, así como para fechar sílex
quemado de hasta 80.000 años de antigüedad. No obstante, conviene señalar que la des-
ventaja que presenta este método con respecto al radiocarbono es que ofrece menos fia-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 65
66 www.udima.es
española.
• Cron. Categoría cronológica empleada ampliamente en el estudio de la pre-
historia y del origen de la Tierra que se corresponde con 1 millón de años.
• Fósiles. Restos de plantas o animales del pasado geológico conservados por
mineralización. Su estudio ayuda al arqueólogo a conocer la evolución de
las diferentes especies.
• Holoceno. Última y actual época geológica del periodo Cuaternario. Com-
prende los últimos 11.784 años, desde el fin de la última glaciación. La única
especie humana que ha vivido en esta etapa es el Homo sapiens.
• Hominización. Proceso desarrollado durante millones de años por el que se
produjo el nacimiento de la especie humana mediante la evolución a partir
de los primates.
• Métodos de datación de fósiles. Procedimientos empleados por los arqueó-
logos para localizar en el tiempo la aparición de la humanidad, así como
su desarrollo anatómico y cultural. Se emplean dos tipos de técnicas de da-
tación: relativas y absolutas. Entre estos sistemas destacan el carbono 14,
el potasio-argón, la datación de huellas de fisión, la termoluminiscencia, la
datación geomagnética o arqueomagnética, la dendrocronología, la hidra-
tación de la obsidiana y la palinología.
• Neolítico. Etapa de la prehistoria desarrollada a partir del 10000 a. C., en
el que los grupos humanos se sedentarizaron e inventaron la agricultura y
la ganadería.
• Paleolítico. Etapa de la prehistoria desarrollada hasta hace unos 10.000
años, en la que los grupos humanos se dedicaban a la caza y a la recolec-
ción y practicaban el nomadismo.
www.udima.es 67
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Enunciado 2
A partir del siguiente texto de Gordon Childe sobre el origen de la civilización, in-
dica cómo explica este arqueólogo el inicio de la organización social:
«En las extensas llanuras de aluvión y en los terrenos llanos de las riberas,
la necesidad de realizar grandes obras públicas para drenar y regar la tierra y
proteger los poblados, hizo que la organización social tendiera a consolidarse
y el sistema económico a centralizarse.
Al mismo tiempo, los habitantes de Egipto, Súmer y la cuenca del Indo,
se vieron obligados a organizar algún sistema regular de comercio o trueque,
para asegurarse el abastecimiento de materias primas esenciales. La fertilidad
de las tierras dio a sus habitantes los medios de satisfacer su necesidad de im-
portaciones. El excedente de productos domésticos no solo debió ser suficiente
para intercambiarlo por materiales exóticos; también debió servir para sostener
un cuerpo de comerciantes y de trabajadores de los transportes encargados de
obtenerlos, y un cuerpo de artesanos especializados para trabajar las preciosas
importaciones con mejor provecho. Pronto se hicieron necesarios los soldados
para proteger por la fuerza los convoyes y la retaguardia de los comerciantes,
los escribas para llevar registro de las transacciones cada vez más numerosas
y complicadas, y los funcionarios del Estado.»
Gordon Childe, V.: Los orígenes de la civilización, México, FCE, 1974, pág. 174.
68 www.udima.es
Enunciado 3
Enunciado 4
Texto 1:
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Texto 2:
Se propone lo siguiente:
• Indica cuál de los dos textos pertenece a Lamarck y cuál a Darwin y justi-
fica tu respuesta.
• Explica cómo justificarían cada uno de estos dos autores el alargamiento
del cuello de la jirafa.
Enunciado 5
¿Consideras que el Neolítico supuso una revolución? ¿Crees que puede ser compa-
rable a la Revolución Industrial del siglo XIX? Razona tus respuestas.
www.udima.es 69
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
70 www.udima.es
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
En la red
http://www.aibr.org/antropologia/aibr/
http://www.historiaycultura.cl/html/portada.html
www.udima.es 71
http://www.naya.org.ar/
http://man.mcu.es/
http://museoarqua.mcu.es/inicio.html
http://museodealtamira.mcu.es/
Avanzada
ARSUAGA, J. L.: El collar del neanderthal, Barcelona, Nuevas Ediciones de Bolsillo, 1999.
— La especie elegida: la larga marcha de la evolución humana, Madrid, Temas de Hoy, 1998.
ARSUAGA, J. L. et al.: «A complete human pelvis from the Middle Pleistocene of Spain», en Nature,
núm. 399, 1999, págs. 255-258.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
GOULD, D. J.: El pulgar del panda: reflexiones sobre historia natural y evolución, Barcelona, Crítica,
1994.
HARRIS, M.: Introducción a la antropología general, 7.ª ed., Madrid, Alianza Editorial, 2004.
LEROI-GOURHAN, A.: Los primeros artistas de Europa. Introducción al arte parietal paleolítico, Ma-
drid, Encuentro, 1983.
72 www.udima.es
El nacimiento
de la civilización
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
1. El concepto de civilización
2. Mesopotamia
3. Egipto
4. Extremo oriente
4.1. La India
4.2. China
www.udima.es 73
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
74 www.udima.es
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
te a occidente hallamos centros donde se fue tejiendo una organización social cada vez
más compleja, regida por una élite, al tiempo que la acumulación del conocimiento fa-
cilitó el desarrollo del pensamiento y el diseño de técnicas y herramientas que simplifi-
caron la vida cotidiana.
Objetivos
www.udima.es 75
1. EL CONCEPTO DE CIVILIZACIÓN
En el siglo XIX, el concepto perdería el valor absoluto que había tenido para los
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Entre los historiadores el uso del vocablo no se hace en modo alguno en un sentido
uniforme, de manera que la historia de una determinada civilización puede ofrecernos:
76 www.udima.es
2. MESOPOTAMIA
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Las culturas de Oriente Próximo se extendieron por una amplia área geográfica que
tuvo su núcleo central en Mesopotamia, entre el Tigris y el Éufrates. Su radio de acción
se extendió, a través de Elam (Susa), hasta Asia Anterior, donde los pueblos indoeuro-
peos (medos y persas), llegados hacia el siglo IX a. C., constituyeron Persia, asimilan-
do la cultura mesopotámica y dotándola de un nuevo impulso artístico. De este modo,
sumerios, acadios, asirios, babilonios y persas constituyeron las primeras civilizaciones
históricas de Oriente Próximo.
Mesopotamia es una palabra griega que significa «tierra entre ríos» (μέση –medio–
y ποτάμι –río–). El hecho de que en este territorio se desarrollaran prósperas culturas no es
casual, pues el Tigris y el Éufrates, que nacen en las altas montañas armenias para desem-
bocar en el golfo Pérsico, fertilizaban el terreno por el que discurrían, convirtiéndolo en un
espacio muy rico para la agricultura y favoreciendo el desarrollo de la civilización.
El primer pueblo relevante del que tenemos noticia es el de los sumerios, que ha-
bitaban la Baja Mesopotamia (zona meridional) en el III milenio a. C. A este pueblo, or-
ganizado en ciudades-estado como Ur, Lagash, Kish o Umma, con un rey encargado de
múltiples responsabilidades (administración de justicia, regulación de la agricultura y del
comercio, iniciativa de llevar a cabo la construcción de templos y obras públicas, etc.)
se debe la invención de la escritura.
Hacia el año 2600 a. C. los sumerios fueron sometidos por los acadios, un pueblo
procedente un poco más al norte, que fundaron un imperio en la Baja Mesopotamia con
capital en Akkad. Se extendieron por Siria, el Líbano y la costa mediterránea, llegando
a realizar incursiones hasta Anatolia y el interior de los montes Zagros. Entre los reyes
acadios figuran Sargón I (2334 a. C.-2279 a. C.), el fundador del imperio, y su nieto
www.udima.es 77
Naram-Sin (2254 a. C.-2218 a. C.). Con este último, el Imperio acadio alcanzó su máxi-
ma extensión. A finales del III milenio a. C., el Imperio acadio desapareció, renacien-
do la civilización sumeria y, con ello, las ciudades de Lagash, con su rey Gudea, y Ur.
Hacia el siglo XII a. C., el Imperio babilónico fue dominado por un pueblo guerrero
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
En torno al 600 a. C., la decadencia del Imperio asirio se iniciaría un nuevo perio-
do de predominio babilónico, denominado Imperio neobabilónico, que tuvo su mejor
época con el rey Nabucodonosor II (605 a. C.-562 a. C.). Este monarca adquirió fama
por la conquista de Judá y Jerusalén y por su monumental actividad constructora en
Babilonia, como los famosos Jardines Colgantes de Babilonia.
En el III milenio a. C., a medida que las guerras se acrecentaron y fue necesario
prestar mayor atención a la defensa de las ciudades, la autoridad sacerdotal del En fue
sustituida por la figura del Ensi o Lugal, equivalente al rey.
El Ensi se encargaba del gobierno de la ciudad y tenía bajo su poder a todos los ha-
bitantes, incluidos los sacerdotes. No en vano, al ser la cabeza del aparato administra-
78 www.udima.es
Las ciudades conquistadas en los combates eran gobernadas por un delegado del
rey que se encargaba de cobrar los tributos y de administrar la justicia. Una amplia bu-
rocracia de funcionarios, formada por escribas, facilitaba la comunicación entre el mo-
narca y sus delegados.
Algunas tierras del rey eran cultivadas por colonos, que le entregaban una parte de
la cosecha, y otras eran divididas en lotes asignados a los soldados en compensación por
su ayuda militar. Los propietarios particulares eran hombres libres obligados a colaborar
en la construcción y en el mantenimiento de los canales y a pagar altos impuestos, lo que
hacía que, en ocasiones, las deudas los convirtieran en esclavos. Al encontrarse Meso-
potamia próxima a las rutas caravaneras y marítimas, el comercio adquirió gran auge en
la zona, estrechándose contactos con Egipto y con las culturas del Indo.
Los primeros grandes sistemas de regadío fueron creados por los sumerios, quie-
nes regularon las inundaciones periódicas por medio de canales, diques y acequias. El
olivo, la palmera y la vid, el trigo y la cebada y plantas oleaginosas como el sésamo eran
cultivados desde antiguo.
La justicia a aplicar a cada uno de estos grupos era muy diferente. Los awilum tenían
privilegios y cualquier delito cometido contra ellos era castigado severamente, mientras
que los delitos cometidos contra los mushkenum eran penados de forma más leve. Res-
www.udima.es 79
pecto a los esclavos, en el caso de que hubieran perdido la libertad a causa de las deudas,
el código estipulaba que eran esclavos solo durante tres años y les reconocía derechos
(comprar su libertad, casarse con una mujer libre, etc.). Sin embargo, los prisioneros de
guerra no tenían derechos ni protección legal alguna y eran tratados como animales de
carga o simples objetos.
El templo, denominado eanna (casa del cielo) por los sumerios, era el lugar donde
el individuo podía comunicarse con los dioses. Para su construcción, en los lugares
donde escaseaba la piedra, se empleó un nuevo material, el ladrillo. Hacia el tránsito
del IV al III milenio a. C., uno de los templos más antiguos es el dedicado a la diosa
Inanna de Uruk (deidad sumeria del amor, de la guerra y de la fertilidad que, con la
llegada de los acadios, se transformó en Isthar), el cual presenta una planta rectangular
en la que se inscribe un espacio en forma de T.
80 www.udima.es
tivo era conseguir el acercamiento al cielo, idea también recogida en la Biblia en el pasa-
je de la torre de Babel: «edifiquemos una torre cuya cúspide llegue al cielo» (Génesis, 11,
1-8), lo que Yahvé entendió como una amenaza.
Uno de los más destacados es el zigurat de Ur, erigido en época neosumeria (2150-
2015 a. C.), que se asienta sobre una planta de 60 m de lado por 45 m de ancho, con
una altura de 21 m en tres pisos. Grandes rampas escalonadas dan acceso a la puerta, a
través de la cual se ascendería por el interior del recinto hasta el tercer nivel, donde se
levantaba el templo de planta cuadrangular. El interior del mismo era habitado ciertas
noches por una sacerdotisa, que esperaba que el dios Marduk descendiera de los cie-
los para yacer con ella.
rallada de la que se conservan unas puertas cerámicas, las de Isthar. Según el historiador
griego Heródoto, Babilonia disponía de un foso exterior paralelo a las murallas y por
el centro discurría el Éufrates. El zigurat de Babilonia parece ser en el que se inspiró la
Biblia para el relato de la torre de Babel, ya citado,
pues su altura alcanzaba los 90 m.
www.udima.es 81
Por último, cabe señalar que, además de las denominadas grandes artes, el mundo
mesopotámico conoció el cultivo de las artes decorativas, con frisos de cerámica
vidriada que adornaban muros externos, puertas y salones. La puerta de Isthar, ya
mencionada, y el friso de los arqueros del palacio de Susa (s. V a. C.) son ejemplo
de ello.
3. EGIPTO
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
El Egipto antiguo estaba compuesto de dos regiones que tenían como eje el Nilo:
Entre los reinos del delta y del valle hubo largos conflictos hasta que el faraón Menes
o Narmer, del Alto Egipto, logró dominar a sus rivales hacia el 3000 a. C., formando
un imperio unificado que englobaba los dos reinos. Se inauguraba así la primera dinastía
(término acuñado por el sacerdote e historiador egipcio Manetón en el s. III a. C.), de la
treintenta que tendría Egipto. El primer faraón sería, como hemos comentado, Menes y
la última Cleopatra VII. La historia del antiguo Egipto ha sido dividida en tres periodos:
Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo.
82 www.udima.es
El antiguo Egipto se constituyó en una teocracia cuya cabeza era el faraón, hijo
del dios solar Ra, convertido en un dios viviente. Faraón es la denominación bíblica de
los reyes de Egipto, pues los escribas egipcios empleaban el término nesu (rey), neb
(señor) o hemef (majestad).
el primer faraón, Menes– y situada en el delta. El Imperio Antiguo forjó el sistema po-
lítico, cultural y religioso surgido durante el periodo protodinástico (dinastías I y II),
con la consolidación de una monarquía basada en la divinización absoluta del faraón.
Entre los faraones de esta etapa sobresale Zoser, en el siglo XXVIII a. C., de la
III dinastía, a quien se deben las primeras grandes construcciones funerarias y los pri-
meros intentos de creación de pirámides, como la que mandó levantar para sí mismo
en Saqqara, con forma escalonada.
www.udima.es 83
84 www.udima.es
Después del año 14 de reinado no hay menciones a esta reina, por lo que debió de haber
fallecido.
En la XIX dinastía Egipto alcanzó su máximo esplendor bajo el reinado del faraón
Ramsés II, que desarrolló una especie de obsesión por construir templos de enormes
dimensiones en las riberas del Nilo y llegó a edificar una nueva capital en el norte, que
recibió el nombre de Pi-Ramsés Aa-najtu («la ciudad de Ramsés»). Posiblemente, en la
construcción de Pi-Ramsés fueron contratados obreros hebreos, tal como relata el Éxodo.
Aunque Ramsés II no fue el primer faraón en hacerse adorar como un dios, sí lo fue
en dedicarse templos y estatuas de manera sistemática. Junto con Hatshepsut y Amen-
hotep III, Ramsés fue uno de los pocos faraones que creían realmente que habían sido
engendrados por el dios Amón-Ra.
Sin embargo, la invasión de los denominados «pueblos del mar» pondría fin al
Imperio Nuevo hacia el año 1000 a. C., cuando Egipto entró en una fase de decaden-
www.udima.es 85
cia hasta la conquista por Alejandro Magno en el 332 a. C. Tras la muerte de este,
Ptolomeo, uno de sus generales, gobernó el reino helenístico, fundando la dinastía
Lágida o Ptolemaica, cuya última representante fue la famosa reina Cleopatra VII,
amante de Julio César y Marco Antonio. La derrota de Cleopatra en la batalla naval
de Accio (31 a. C.), por Octavio, después llamado Augusto, supuso la incorporación
de Egipto a Roma.
El faraón era el dueño absoluto de todas las personas y tierras de Egipto, en tanto
que, como hemos visto, era encarnación del dios Ra, por lo que era adorado y se creía
que después de morir sobrevivía asimilado a una divinidad.
La clase dirigente estaba formada por los nobles, por los sacerdotes y por los fun-
cionarios, como auxiliares del faraón. La nobleza acompañaba al faraón en el palacio
y le ayudaba en la administración. En este grupo sobresalía el visir o primer ministro.
Los sacerdotes se encargaban de la organización del culto y eran los responsables de
los templos. Por su parte, los funcionarios conformaban una sofisticada burocracia, ne-
cesaria para el mantenimiento del orden y el desarrollo de un gobierno eficaz. Dentro de
los funcionarios, cabe destacar la figura del escriba, que gozaba de una posición privi-
legiada derivada de su conocimiento de la escritura.
«Keops (…) ordenó a todos los egipcios que trabajasen para él… Traba-
jaban permanentemente en turnos de 100.000 hombres, a razón de tres meses
cada uno.»
86 www.udima.es
Los principales cultivos eran los cereales, aunque también se cultivaban legumi-
nosas. Para llevar a cabo las labores agrícolas se utilizaban el arado tirado por bueyes,
el trillo, la hoz y el shaduf, un invento que facilitaba la elevación del agua del río hasta
los bancales mediante un complejo sistema de palancas y contrapesos. Los talleres ar-
tesanales, instalados en las ciudades y dedicados a la elaboración de cerámica, tejidos
y papiros (con el prensado de cañas), así como el comercio completaban la economía
egipcia.
dadanos condenados por cometer un delito) que trabajaban en las minas o en las monu-
mentales obras mandadas construir por el faraón. En este sentido, resulta interesante el
siguiente testimonio de Diodoro de Sicilia:
«En el límite entre Egipto y la vecina Etiopía, existe un lugar donde hay
muchas y grandes minas… Los reyes de Egipto envían a los criminales con-
denados y a los prisioneros de guerra…»
Los egipcios sobresalieron en el conocimiento de varias ciencias, entre las que des-
tacan las matemáticas (ya conocían el número pi, las tablas de multiplicar y la trigono-
metría), la astronomía (organizaron un calendario de 365 días, divididos en 12 meses de
30 días cada uno y 5 sobrantes al final) y la medicina (realizaban complejas operaciones,
como trepanaciones, y desarrollaron las técnicas de embalsamamiento).
www.udima.es 87
En el plano literario, dejaron grandes obras como el Libro de los Muertos, un rollo
de pergamino que se colocaba en las tumbas para ayudar en el viaje al otro mundo, las
novelas de Sinuhé y la Historia del náufrago y textos didácticos como la Sátira de los
oficios.
La religión egipcia era politeísta. Adoraban una multitud de dioses, cuyo nombre
fue cambiando en las distintas épocas. Así, veneraron al sol primero con el nombre de
Horus (dios con cabeza de halcón y coronado con un disco solar) y luego con el de Ra,
como también es conocido Amón.
Los egipcios creían que el hombre podía sobrevivir tras su fallecimiento y, para ini-
ciar el viaje al más allá, era necesario que la fuerza vital (Ka) y el alma (Ba) permanecie-
ran unidas. Por eso se momificaba el cuerpo y se realizaba una estatua que representara
al difunto, que habían de guardarse en un mismo espacio. Cumplido el rito, el difunto
podía subir a la barca del Sol-Ra y comparecer ante Osiris para la psicostasis. El juicio
suponía pesar el alma en una balanza. Si el alma era más ligera que la pluma (símbolo
de pureza), colocada en el otro extremo, el difunto sería devorado por un monstruo, si
ocurría lo contrario viviría eternamente.
El ya citado Libro de los Muertos, el cual fue redactado en el Imperio Nuevo, nos
describe la creencia egipcia en la vida de ultratumba. En él aparecen representados
momentos de las celebraciones funerarias, como el ritual que consistía en tocar la boca
del difunto con un instrumento que, simbólicamente, le daba la facultad de respirar, ha-
blar y comer en el más allá.
88 www.udima.es
Durante el Imperio Nuevo el tipo funerario más extendido fue el speo o hipogeo,
construcción excavada dentro de la montaña con una organización interna similar a la de
las pirámides. Estas tumbas alcanzaron gran difusión durante las dinastías XVIII y XIX.
De la XVIII data el hipogeo de la reina Hatshepsut en Deer el-Bahari, precedido de un
templo funerario. En la XIX dinastía destaca como monumento principal el hipogeo de
Abú Simbel, que fue el templo funerario de Ramsés II (véase figura 6).
www.udima.es 89
90 www.udima.es
www.udima.es 91
4. EXTREMO ORIENTE
4.1. LA INDIA
El subcontinente de la India es una extensa península situada al sur de Asia, que li-
mita al norte con el Himalaya y hacia el sur está rodeada por el mar de Omán, el océano
Índico y el golfo de Bengala.
92 www.udima.es
En torno al 3000 a. C. surgió en el valle del Indo la cultura urbana de los drávidas,
cuyas principales ciudades fueron Hasrappa y Mohenjo-Dara, que tuvieron su época de
mayor esplendor desde el 2300 hasta el 1750 a. C.
Posteriormente, la India fue invadida por pueblos nómadas que se adentraron desde
el noroeste, formando pequeños reinos en los que se desarrolló rápidamente una misma
civilización, con una sociedad de castas, sistema hereditario de estratificación social
que ha existido en el subcontinente desde hace más de 2.500 años. En esta organización,
estrechamente vinculada con el hinduismo, los grupos sociales se definen por un número
de grupos endógamos denominados jāti.
El hinduismo enseña que los seres humanos fueron creados de las diferentes partes
del cuerpo de una divinidad (Purusha) llamada Brahmā. Dependiendo de la parte del
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
cuerpo de Brahmā de donde los humanos fueron creados, estos se clasifican en cuatro
castas básicas (varnas), que definen su estatus social, los trabajos que pueden realizar y
con quien pueden contraer matrimonio.
Las Leyes de Manu dictaminaban, ya en el siglo I a. C., que este orden era sagrado
por lo que, durante la vida, nadie podía aspirar a pasar de una casta a otra. Cada persona
desempeñaría el oficio de su padre y se casaría con alguien de su casta. Solo la sucesión
de reencarnaciones permitiría avanzar (o retroceder) en este estatus. La reencarnación
en un grupo superior estaría reservada a los individuos que hubieran seguido las activi-
dades (dharma) correspondientes a su camino (karma).
Desde la Antigüedad, y así aparecen recogidas en las Leyes de Manu, las cuatro
castas eran:
Por último, estaban los intocables (parias o dalits), que se hallaban fuera del
sistema de castas y eran relegados a realizar los trabajos de más ínfima importancia
e incluso se les prohibía beber de las mismas fuentes de agua que a los miembros de
las castas.
www.udima.es 93
El sistema de castas pervive en la actualidad India, aunque fue desafiado por el bu-
dismo, principal disidencia del hinduismo flexibilizado en el siglo XX. Las proclamas
de Gandhi, durante su lucha por la independencia de la India (posesión británica hasta
1947, como explicaremos en la Unidad didáctica final de este manual) trataron de hacer
valer los derechos de los «intocables».
budismo.
Hacia el 500 a. C., la región del valle del Indo fue invadida por Darío I, rey persa
que convirtió a la India en una satrapía del Imperio aqueménida. En el siglo IV a. C.,
Alejandro Magno conquistó el norte de la península india, designando gobernadores
griegos para gobernar la nueva provincia adquirida, abriendo rutas de comercio hacia el
Egeo, Egipto y el sudeste asiático.
4.2. CHINA
Situada al este del continente asiático, la China antigua estuvo dividida en dos
zonas:
94 www.udima.es
Este deseo de unidad se reforzó por la constante lucha mantenida con las tribus de
mongoles al norte, de quienes los emperadores chinos quisieron aislarse mediante la cons-
trucción al norte de China de la Gran Muralla, cuyo recorrido alcanza los 2.200 km. Las
barreras naturales de China reforzaron esta tendencia al aislamiento, lo cual propició du-
rante siglos el inmovilismo dentro de su sociedad.
Gracias a las fuentes escritas podemos conocer todas las dinastías que se sucedie-
ron en la antigua China. La dinastía Xia (2100-1600 a. C.) es considerada por algunos
estudiosos legendaria, mientras que otros estiman que existen pruebas arqueológicas
que la confirman.
Shang (1766-1045 a. C.) fue la primera dinastía auténticamente histórica (no le-
gendaria) de China. Su capital estuvo emplazada en el valle Juang, cerca de la ciudad
de Anyang. Al frente de la sociedad se encontraba el rey, seguido de una aristocracia
hereditaria.
A continuación, se encontraban los sacerdotes, que eran los responsables de los do-
cumentos de gobierno y de la adivinación, arte practicada mediante el empleo de los hue-
sos oraculares (caparazones de tortuga y escápulas de buey), sobre los que se colocaban
los textos resultantes del ritual. Estos testimonios son la forma más antigua de escritura
y contienen información histórica de gran valor, como la genealogía real completa de la
dinastía Shang. Por debajo de este estrato se hallaba el pueblo.
www.udima.es 95
La amplia extensión territorial hizo imposible que los Zhou ejercieran un control
directo sobre toda el área, por lo que idearon una especie de sistema feudal, encabe-
zado por el señor, que ostentaba el cargo hereditariamente, y era ayudado por vasa-
llos que gobernaban ciudades. A ellos los seguían los guerreros y, finalmente, los
campesinos.
En el año 771 a. C., los Zhou fueron expulsados de la capital Hao por los Quan-
rog, siendo obligados a trasladarse al este (Luoyang). De esta forma, comenzó el perio-
do Zhou oriental (770-256 a. C.). A pesar de los conflictos, los avances en esta época
fueron considerables. El perfeccionamiento de las técnicas de regadío y la invención del
arado de hierro permitieron incrementar las cosechas, creciendo la población. En esta
etapa vivieron el filósofo chino Confucio (551-479 a. C.) y Lao Tsé (s. VI a. C.), crea-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
En el año 221 a. C., el inicio de la dinastía Qing supuso el nacimiento del imperio.
Qin Shi Huangdi se proclamó emperador, unificó los estados feudales y finalizó la Gran
Muralla. Sin embargo, a su fallecimiento, los rebeldes aprovecharían el reinado de su
hijo para poner fin a la dinastía Qing y arrasar su capital, Xianyang. El líder de la rebe-
lión militar, Liu Bang se proclamó emperador en el 206 a. C. y fundó la dinastía Han,
que perviviría hasta el 220 d. C.
96 www.udima.es
Desde el siglo V a. C., la práctica de los sacrificios humanos fue sustituida por la
colocación de estatuillas de madera, terracota o piedra. Ejemplo de ello son los guerre-
ros de Xian: más de 6.000 soldados (de 1,80 a 2 m de altura), centenares de caballos y
decenas de carros de guerra, que debían acompañar al primer emperador de la dinastía
Qin en su tumba ubicada en la ciudad que da nombre al conjunto. 700.000 personas tra-
bajaron en la construcción de la tumba y, para su protección, se diseñaron dispositivos
de seguridad, así como los artesanos que habían participado en la obra fueron enterrados
con el emperador. El ejército simbólico fue descubierto en 1974.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 97
• Pueblos dravídicos. Nombre que reciben los habitantes del extremo meri-
dional del subcontinente indio.
• Vedas. Nombre de los cuatro antiguos textos sánscritos, en los que se inclu-
yen recopilaciones de himnos, fórmulas de consagración y oraciones dirigi-
das a los dioses, que se aplica para denominar una cultura indo-aria. En su
origen, esta cultura era una sociedad pastoral que derivaría en una sociedad
agrícola compuesta de cuatro varnas (castas).
98 www.udima.es
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
Enunciado 2
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
«Yo soy Assurbanipal, rey del mundo, rey de Asiria. En mi palacio real he
agarrado un león por la cola y por orden de los dioses Ninurta y Ningal, mis se-
ñores, he destrozado su cráneo con un hacha manejada por mis propias manos.»
Enunciado 3
Enunciado 4
Texto 1:
«En el límite entre Egipto y la vecina Etiopía y Arabia, existe un lugar donde
hay muchas y grandes minas de oro, de las que se obtiene un rico beneficio, aun-
que hay que ganárselo de un modo muy penoso y costoso. Los reyes de Egipto
envían a los criminales condenados y a los prisioneros de guerra a las minas de
oro, también a aquellos que han sido detenidos en el calor de las pasiones (…)
Los muchachos que todavía no han crecido tienen que bajar por las galerías
a los huecos que hay en las rocas y recoger los trozos menores que han caído,
sacándolos hacia afuera. No hay perdón ni indulgencia para los enfermos, los
www.udima.es 99
delicados, los ancianos, ni para con la debilidad de las mujeres. Todos ellos,
obligados por los látigos, tienen que seguir trabajando hasta que la muerte pone
fin a sus penas y sufrimientos.»
Diodoro de Sicilia (s. I a. C.)
Texto 2:
Se propone lo siguiente:
Enunciado 5
100 www.udima.es
– Sargón I.
– Ciro el Grande.
– Asurbanipal.
– Mushkenum.
– Awilum.
– Gilgamesh.
– Cuneiforme.
– Jeroglífica.
– Alfabética.
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
1. Tras leer este texto extraído del Himno al templo de Eninnu, recogido en el
Cilindro A del Museo del Louvre, en el que se explica cómo Gudea recibe en
sueños el encargo de levantar un templo, responde a las cuestiones formuladas.
«El ladrillo del destino levantó su cabeza hacia él, estiró (ávida-
mente su cuello) hacia él para la construcción del templo puro, y en
aquella visión nocturna, hacia su rey, cuando Gudea abrió los ojos sobre
su señor Ningirsu, este le habló sobre su templo y construcción (…)
En el sueño había un primer hombre, cuya talla igualaba el cielo,
(…) (aquel) me ordenó construir el templo.»
www.udima.es 101
Se propone lo siguiente:
«Los reyes, por una cierta rivalidad entre ellos, hicieron de esta
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Se propone lo siguiente:
• Rāmāiaṇa.
• Majábharata.
• Buda.
• Gran Muralla.
102 www.udima.es
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
BLANCO FREJEIRO, A.: El arte del Próximo Oriente, Madrid, Anaya, 1992.
GRIMAL, N.: Historia del antiguo Egipto, Madrid, Akal, 1996.
KEMP, B. J.: El antiguo Egipto: anatomía de una civilización, Barcelona, Crítica, 1992.
PADRÓ, J.: Historia del Egipto faraónico, Madrid, Alianza, 1999.
SANMARTÍN ASCASO, J.: Historia antigua del Próximo Oriente: Mesopotamia y Egipto, Madrid, Akal,
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
1998.
SCARPARI, M.: Antigua China. Grandes civilizaciones del pasado, Barcelona, Ediciones Folio, 2005.
En la red
http://www.allabouthistory.org/spanish/antigua-babilonia.htm
http://www.institutodeindologia.com
http://www.lagranepoca.com/cultura-china
http://www.transoxiana.org
http://www.tudiscovery.com/guia_china/china_dinastias/china_qin/index.shtml
Avanzada
BRYANT, E.: The quest for the origins of vedic culture, Oxford, Oxford University Press, 2001.
CASTEL, E.: Diccionario de mitología egipcia, Madrid, Alderabán, 1995.
DAUMAS, F.: La civilización del Egipto farónico, Barcelona, Óptima, 2000.
ROBINS, G.: Las mujeres en el Antiguo Egipto, Madrid, Akal, 1996.
SHAUGHNESSY, E. L.: La antigua China. Vida, mitología y arte, Madrid, Jaguar, 2005.
SHAW, I.: Diccionario Akal del antiguo Egipto, Madrid, Akal, 2004.
www.udima.es 103
el mundo
grecorromano
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
1. Grecia
1.1. Creta
1.2. Micenas
1.3. Los siglos oscuros
1.4. La polis en la época arcaica
2. Roma
2.1. La monarquía
2.2. La república
2.3. El imperio
2.4. Cultura y religión en la antigua Roma
www.udima.es 105
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
106 www.udima.es
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
rasgos distintivos pues, como asevera Aristóteles en la Política, «la comunidad perfecta
es la polis (...), surgió para satisfacer las necesidades vitales del hombre, pero su finali-
dad es permitirle vivir bien (...). El hombre que, naturalmente y no por azar, no viva en
la polis es infrahumano o sobrehumano».
Objetivos
www.udima.es 107
1. GRECIA
Hélade, la tierra de los helenos, como se designaba a la antigua Grecia, era una
extensa área geográfica que abarcaba desde el Mediterráneo occidental (Marsella)
hasta los confines de Oriente Medio, pues incluía tres espacios: la Grecia peninsular
(de mayor extensión que en la actualidad), la Grecia insular (integrada por islas si-
tuadas en los mares Egeo y Jónico) y la Grecia asiática (una estrecha franja de Asia
Menor que, hoy, forma parte de Turquía). A esta civilización, con 2.000 años de du-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
ración, se deben la mayor parte de las innovaciones políticas y culturales que cimen-
taron la sociedad actual.
1.1. CRETA
Los palacios cretenses estaban ricamente decorados. Gran parte de sus muros se
hallaban cubiertos por frescos de colores vivos y temas variados (juegos, fiestas, proce-
siones, etc.). Frente al carácter geométrico y repetitivo de la pintura egipcia, en el arte
108 www.udima.es
cretense llama la atención el gusto por la curva y el sentido de movimiento, aun cuando
las representaciones de la figura humana se asemejan a las de aquella, al estar la cabeza
de perfil y el ojo de frente y almendrado. La pintura de La Parisina, nombre dado por
sus descubridores por asemejarse a la moda francesa del momento en que se encontró,
representa a una diosa recibiendo ofrendas. Los motivos marinos son también frecuen-
tes, destacando los delfines.
1.2. MICENAS
Hacia el año 1400 a. C., el poder cretense se hundió y sus palacios fueron destruidos
debido a la invasión de los aqueos, pueblo procedente de la Grecia continental descrito
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Desde Creta, el nuevo centro de poder político se trasladó al continente, donde de-
bían de existir varios reinos independientes (Micenas, Tirinto, Pilos, etc.), bajo la hege-
monía del soberano micénico. La civilización minoica sobreviviría en parte en la micénica,
aunque adaptada a las nuevas condiciones políticas y sociales.
www.udima.es 109
Como hemos indicado, el rasgo más destacado de este periodo fue el movimiento
de pueblos, bien procedentes del exterior del ámbito egeo, como es el caso de la contro-
vertida invasión doria, o de corrientes migratorias internas, como la primera coloniza-
ción de pobladores griegos en las tierras de Asia Menor (Jonia).
110 www.udima.es
Durante mucho tiempo se pensó que fueron los dorios (pobladores del norte de
Grecia) quienes destruyeron la civilización micénica, aunque la historiografía actual
parece mostrar escepticismo ante esta hipótesis, pues debió de ser más una consecuen-
cia de dicho proceso.
Entre los cambios más destacados de la vida cotidiana cabe citar que, debido a la
desaparición de los palacios micénicos, los grupos de población debieron aprender a or-
ganizar su vida sin la protección que aquellos representaban y sin la guía de la estructura
burocrática reflejada en las tablillas. En el plano funerario, hay que mencionar la susti-
tución del rito de inhumación por el de la incineración del cadáver, así como el abando-
no de las tumbas colectivas por las individuales en forma de cista. Asimismo, el hierro
reemplazó al bronce como metal básico en armas y herramientas.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Uno de los enigmas de este periodo es la guerra de Troya. Este conflicto habría
tenido lugar a finales de la época micénica o a comienzos de la Edad Oscura, siendo
preciso señalar que la historiografía ha adoptado tres actitudes sobre la historicidad del
acontecimiento, contrastando los hallazgos arqueológicos en la colina de Hissarlik y los
relatos legendarios: un primer grupo de estudiosos piensa que la guerra tuvo lugar tal
como se cuenta en los poemas, ya que así parece confirmarlo la arqueología; un segundo
grupo sostiene que fue un hecho real, aunque debería ser matizada la información que
nos ofrecen los poemas; un tercer grupo parte de las contrariedades existentes entre la
arqueología y la literatura para defender que se trató simplemente de una razia ocasional
en busca de botín, magnificada por la epopeya.
El final de esta etapa coincide a nivel artístico con el periodo geométrico, por de-
sarrollarse una cerámica con formas micénicas reelaboradas y decorada con motivos
regulares y geométricos en bandas horizontales. Desde finales del siglo VIII a. C., las
influencias orientales añadirían formas vegetales y animales en el repertorio figurativo.
A partir del siglo VIII a. C., se aprecian signos de recuperación que marcan el inicio
de la época arcaica. En el siglo de Homero y de Hesíodo reapareció la escritura, se de-
sarrolló una estatuaria rica y variada, se reemprendieron las navegaciones y se gestó una
nueva forma de organización política que iba a caracterizar en lo sucesivo la historia griega.
Los juegos panhelénicos, celebrados en Olimpia desde el año 776 a. C., constitu-
yen una expresión de la unidad cultural griega y marcan el punto de arranque del desa-
rrollo literario y artístico de los griegos.
www.udima.es 111
En estrecha consonancia con esta situación se hallan los dos fenómenos más carac-
terísticos de este periodo: el origen y el desarrollo de la polis y la segunda colonización
helena que supuso la expansión griega por la cuenca mediterránea, concretamente por
el Mediterráneo occidental (Sicilia, Magna Grecia y península ibérica) y alrededor del
mar Negro, como explicaremos más adelante.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Desde el año 700 a. C., con el desarrollo urbano, encontramos definida la polis,
forma típica de organización sociopolítica griega. Muchas de ellas eran pequeños asen-
tamientos al amparo de una elevación natural del terreno, la acrópolis.
La polis controlaba un territorio cuyo centro era la ciudad y cada una de ellas era
independiente de las demás, puesto que no existía una unidad política griega, aunque
sí la conciencia de unidad cultural (oikoumene), que les hacía verse como parte de la
Hélade, al tener una lengua y unos dioses comunes (aunque con dialectos y advoca-
ciones locales) y una educación basada en la literatura homérica, frente a los bárbaros
(palabra que en griego significa extranjeros).
Las dimensiones de la polis debían de ser reducidas y llegaron a ser objeto de dis-
cusión filosófica, pues mientras que Platón ofrecía la cifra de 5.040 habitantes, Aristóte-
les pensaba que su límite era el del número de personas que podían oír simultáneamente
a un orador.
Las antiguas monarquías homéricas habían desaparecido, por lo que el poder lo os-
tentaban los grandes propietarios. Se desconoce el tránsito de los regímenes monárqui-
cos a los aristocráticos, aun cuando parece que no fue violento. En Atenas, las funciones
112 www.udima.es
La rivalidad entre las ciudades hacía frecuente la guerra, a la que todos los ciuda-
danos debían acudir con las armas que poseyeran, si bien es cierto que los únicos gue-
rreros bien armados eran los ricos terratenientes, que se llamaban a sí mismos aristoi
(los mejores) y gobernaban la ciudad.
De este modo, las formas de organización imperantes eran la aristocracia (el poder
de los mejores) y la oligarquía (el gobierno de unos pocos). Todos los ciudadanos for-
maban parte de la Asamblea, pero esta se reunía pocas veces y generalmente se limitaba
a aprobar las decisiones del Consejo (integrado por la aristocracia). En los siglos VII y
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
VI a. C., muchas poleis evolucionaron hacia formas de gobierno democráticas, con ex-
cepciones como Esparta.
A partir del siglo VIII a. C., los griegos iniciaron la colonización del Mediterráneo,
tratando de hallar una nueva forma de vida, ajena a la agricultura y que no estuviera domi-
nada por la aristocracia. De ahí, la relevancia que adquirirían las actividades comerciales
y artesanales. El crecimiento demográfico es uno de los factores decisivos del proceso.
La colonia era creada por emigrantes de una polis, los cuales reconocían a esta su
carácter de metrópolis (polis madre) y, aunque eran independientes a nivel político,
siempre mantenían unos lazos de unión muy fuertes, ya que sus habitantes se conside-
raban helenos y conservaban la lengua, las leyes, la cultura y la religión helénicas. Las
regiones costeras eran enclaves propicios para la colonización.
www.udima.es 113
el siglo VII a. C., ciudades de la costa jónica como Focea y Mileto funda-
rían las colonias más alejadas del Mediterráneo occidental como Massalia
(Marsella) y Emporion (Ampurias).
• Hacia Europa oriental. Mileto sería la gran creadora de colonias en este
ámbito, llegando a controlar todo el litoral del mar Negro. En el norte de
África, los griegos crearían también dos colonias: Naucratis y Cirene.
agrícolas, los artesanos y los comerciantes contaban ya con los medios necesarios para
adquirir su propio armamento, un nuevo tipo más barato y ligero que dio lugar a unida-
des de infantería formadas por hoplitas (soldados de infantería pesada, que iban a pie).
La caballería aristocrática se vería ahora relegada, de forma que los combates se resol-
vían no por luchas individuales sino ciudadanas.
Estas transformaciones llevaron a la creación de leyes escritas en los siglos VII y VI a. C.,
surgiendo legisladores como Licurgo, en Esparta, y Dracón y Solón, en Atenas, si bien
es cierto que la oligarquía trató de defender sus prerrogativas, imponiendo su autoridad
en periodos concretos mediante la figura de los tiranos. En este sentido, a mediados del
siglo VI a. C., destacaría en Atenas el gobierno de Pisístrato y sus hijos, los pisistrátidas.
Situada al sur del Peloponeso, en el extremo septentrional de una fértil llanura, Es-
parta surge en el siglo IX a. C. vinculada a la invasión doria, convirtiéndose en la gran
potencia terrestre de la Grecia antigua.
114 www.udima.es
Esparta era una polis oligárquica y militarista y contaba con cuatro instituciones
principales:
• Eforado. Colegio formado por cinco éforos que representaban a cada una
de las cinco aldeas en las que se asentaron los dorios. De ellos dependía la
sujeción de la masa de periecos e ilotas.
A mediados del siglo VI a. C., Esparta formó con las poleis vecinas la Liga del Pelo-
poneso.
1.4.2. Atenas
• Los eupátridas. La nobleza que había reunido en sus manos la mayor parte
de las tierras del Ática.
• Los pelates y hectemori. Campesinos sin tierras que cultivaban las de los
eupátridas. Hasta Solón sufrieron con frecuencia esclavitud por deudas.
• Los demiurgos. Artesanos y comerciantes, que tendieron a concentrarse en
Atenas, junto al puerto de El Pireo, y en la Paralia.
• Los metecos. Población inmigrante, carente de derechos políticos.
www.udima.es 115
conte epónimo al frente, que daba nombre al año, seguido por el arconte basileus, que
dirigía el culto, y por los arcontes tesmotetes, guardianes del derecho consuetudinario
oral) y el areópago (antiguo consejo de ancianos en el que se integraban los exarcon-
tes, que representaba la instancia superior para la mayoría de los asuntos). La asam-
blea popular tenía un escaso papel en esta época.
Las bases del sistema democrático ateniense se sitúan a finales del siglo VI a. C.
con Clístenes, que fraccionó el Ática en tres regiones geográficas (la montaña, la costa
y la llanura central) y distribuyó a la población en diez tribus, cada una de las cuales
se componía de un grupo procedente de la región montañosa, otro de la región llana y
otro de la costera. Finalmente, cada tribu estaba dividida en demos, esto es, en munici-
pios. El objetivo de estas reformas era disminuir el poder de las grandes familias nobles
y equilibrar los contrastes entre las diferentes capas de población.
116 www.udima.es
Delos, impuso su hegemonía y, dirigida por Pericles, pasó a ser la polis hegemónica
del mundo helénico.
Este periodo de confianza se quebraría pronto, debido a las catástrofes que sucesi-
vamente asolaron Atenas, entre ellas una devastadora epidemia y las guerras del Pe-
loponeso (431-404 a. C.) pues, una vez
desaparecida la amenaza persa, se reavi-
Figura 4. Erecteion de Atenas, con las célebres
varon las rivalidades entre las poleis que cariátides
se enfrentaron entre sí. Esparta encabezó
la oposición a Atenas, que fue derrotada
y perdió su anterior hegemonía.
www.udima.es 117
Como consecuencia del conflicto que enfrentó a las poleis griegas durante la gue-
rra del Peloponeso y que significó la derrota de Atenas frente a Esparta, esto es, el triun-
fo del sistema oligárquico sobre el democrático, el siglo IV a. C. se nos presenta en el
mundo griego como un tiempo de crisis general.
En primer lugar, se vivió una crisis agraria motivada por la devastación de los cam-
pos y el abandono de las tierras, lo que ocasionó el empobrecimiento de la población
rural y el engrosamiento de las filas de la población urbana, incrementando la miseria
de estas capas sociales. En segundo lugar, se asistió a una crisis de valores, derivada de
la falta de credibilidad en un sistema que propició, o no supo evitar, el enfrentamiento
entre las poleis helenas.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
En el plano político, la victoria de Esparta pondría fin a la polis como célula bási-
ca del mundo griego, de manera que la ciudad-estado cedería progresivamente el paso a
concepciones de mayor amplitud que intentaban imponer el dominio de una polis sobre
otra basándose en su fuerza militar.
1.7. EL HELENISMO
A su muerte, en el año 323 a. C., sus generales rivalizaron entre sí por el control
del imperio, que acabó escindido en tres grandes reinos: Macedonia (con los Antigóni-
das), Asia (con los Seleúcidas) y Egipto (con los Ptolomeos), conquistados finalmente
por Roma entre los siglos II y I a. C.
118 www.udima.es
En el ámbito artístico, las cortes de los reyes y los ciudadanos ricos ejercieron el
mecenazgo de numerosas obras, surgiendo un eclecticismo en el que caben tanto las mi-
mesis del clasicismo como los monumentos de gigantescas dimensiones.
El desarrollo del pensamiento y de las artes es uno de los rasgos más destacados del
mundo griego, no en vano es reconocido su papel como cuna de la civilización occidental.
En el campo de la filosofía, tras una serie de pensadores conocidos como los preso-
cráticos (Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, Demócrito, Parménides,
Pitágoras, etc.), sobresalieron Sócrates –el maestro de la mayéutica–, Platón –fundador
de la Academia– y Aristóteles –de El Liceo–.
En las artes, tanto la arquitectura como la escultura conocieron una época de gran
auge. El desarrollo del urbanismo y la construcción de templos, como ejemplifican en
Atenas la Acrópolis y el Partenón respectivamente, son muestra del embellecimiento de
las poleis con edificios monumentales que expresaban los valores cívicos.
www.udima.es 119
miento.
2. ROMA
2.1. LA MONARQUÍA
120 www.udima.es
En la colina Palatina se han hallado indicios de una aldea de la Edad del Hierro, de
mediados del siglo VIII a. C. La leyenda del rapto de las sabinas y la consiguiente unión
de romanos y sabinos también se apoya en las evidencias arqueológicas.
los reyes, excepto Rómulo, el fundador, fueron elegidos por el pueblo de Roma y ningu-
no empleó la fuerza militar para acceder al trono.
Nombre Periodo
Es difícil concretar cuáles eran los poderes del rey. Algunos historiadores pien-
san que el poder supremo de Roma residía en el pueblo y el monarca era solo la cabeza
ejecutiva del Senado. Sin embargo, otros estiman que la soberanía residía en el rey. Lo
que parece cierto es que el monarca tenía el derecho de auspicium, esto es, la capaci-
dad para interpretar los designios de los dioses en nombre de Roma, como jefe de los
augures. Por tanto, el rey era reconocido por el pueblo como mediador ante los dioses,
de forma que dirigía las ceremonias, controlaba el calendario y designaba a los cargos
religiosos menores.
www.udima.es 121
Además de ser la máxima autoridad religiosa, el rey era investido con la autoridad
militar y judicial suprema mediante el uso, en exclusividad, del imperium, que lo hacía
comandante en jefe de todas las legiones romanas y responsable último de la justicia.
Así pues, en la etapa monárquica, el Senado y la Asamblea de la Curia no eran institu-
ciones independientes, pues solo podían reunirse por orden del soberano, por lo que te-
nían realmente poco poder.
El Senado era tan solo un consejo de honor, integrado por los patres o jefes de las
gentes (plural de gens), cuyos descendientes fueron designados patricios y actuaba como
órgano consultivo del rey. La Asamblea curiada aprobaba leyes cuando el rey decidía.
Socialmente, la antigua Roma era un reino organizado en dos estamentos: los patricios
(aristocracia) y los plebeyos (carentes de derechos civiles y políticos).
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
2.2. LA REPÚBLICA
Los poderes religiosos fueron entregados a dos nuevos cargos: el rex sacrorum
(máximo puesto religioso de iure, pues oficiaba el sacrificio anual a Júpiter, un privilegio
122 www.udima.es
Hacia el siglo IV a. C., los romanos empezaron su expansión por la península itá-
lica y ocho décadas después firmaron con Cartago, poderosa potencia comercial del
norte de África, un tratado de no agresión que delimitaba sus áreas de influencia en el
sur de Italia y Sicilia. En el 264 a. C., se rompió el acuerdo y empezaron las hostilida-
des, iniciándose la primera de las tres guerras púnicas que enfrentarían a romanos y
cartagineses hasta el 146 a. C. Este conflicto inicial se saldó con la derrota de Cartago,
que tuvo que abandonar Sicilia y Cerdeña, perdiendo su hegemonía marítima en el Me-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
diterráneo occidental.
En el 219 a. C., Aníbal puso sitio a Sagunto (territorio situado al sur del Ebro pero
que poseía un tratado de alianza con Roma). Sagunto resistió el asedio durante ocho
meses y se rindió exhausto sin que su aliada, Roma, le enviara fuerzas. Solo tras su
caída, en el 218 a. C., declaró la guerra, desembarcando los romanos en Ampurias. Así
se iniciaría la segunda guerra púnica, que finalizó en el 202 a. C. con el fracaso cartagi-
nés en Zama (África).
Durante el siglo II a. C., Roma conquistó la península ibérica en una lucha larga y
penosa debido a la resistencia ofrecida por el caudillo lusitano Viriato y por la ciudad
de Numancia, en las guerras celtibéricas, que se prolongaron hasta el 133 a. C.
Hispania fue anexionada a Roma y quedó organizada hacia el 197 a. C. en dos pro-
vincias (la Citerior, con capital en Tarraco, y la Ulterior, con capital en Corduba). Poste-
riormente, con la reforma de Diocleciano, fue estructurada en cinco provincias: Baetica,
Lusitania, Tarraconensis, Cartaginensis y Gallaecia y, en el siglo IV d. C., las islas Ba-
leares constituyeron también una provincia independiente con el nombre de Balearica.
www.udima.es 123
Tras los asesinatos de los hermanos Tiberio (133 a. C.) y Cayo Sempronio Graco
(121 a. C.), que habían intentado llevar a cabo una reforma agraria a fin posibilitar el ac-
ceso a la posesión de las tierras a los plebeyos, la ciudad experimentó una etapa de ines-
tabilidad que culminó con las guerras civiles del siglo I a. C.
Con la llegada al poder de Julio César y su hijo adoptivo Cayo Julio César Octavio
se asistió a una paulatina restauración del poder real, pues el primero fue elegido dicta-
dor vitalicio y pontifex maximus. Tras el asesinato de Julio César en los idus de marzo
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
del año 44 a.C., Augusto obtuvo los poderes tribunicios, junto a los cargos de pontifex
maximus y princeps senatus, convirtiéndose en un monarca de facto. De este modo,
se inició el Principado, periodo en el que las instituciones de la República siguie-
ron vigentes, al tiempo que Octavio iba acumulando en su persona todos los poderes.
Figura 6. Antiguo Campo de Marte, hoy Largo di Torre Argentina (Roma), en cuya área se en-
contraba la Curia donde fue asesinado Julio César en los idus de marzo
124 www.udima.es
2.3. EL IMPERIO
A inicios del imperio, Roma se había convertido en el centro del mundo y de ella
partía el sistema viario que ponía en contacto sus diferentes regiones. Augusto, como
princeps (primer ciudadano), mantuvo la constitución republicana hasta el 23 a. C., cuan-
do el poder tribunicio y el imperium militar (mando supremo) fueron revestidos con la
autoridad real. El Senado mantuvo el control de Roma, la península itálica y las provin-
cias más romanizadas, mientras que las provincias fronterizas, donde fue necesario con-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
tar con acuartelamiento estable de legiones, fueron gobernadas por legados, nombrados
y supervisados por Augusto.
El Alto Imperio se extendió hasta finales del siglo III d.C. y estuvo integrado por
cuatro dinastías: de los Julio-claudios, Flavios, Antoninos y Severos.
www.udima.es 125
192 d. C.) fue iniciada por Marco Coceyo Construido en la época de Augusto y de-
Nerva, el primero de los llamados «cinco corado con relieves del combate contra
los galos (Francia).
buenos emperadores», junto a Trajano,
Adriano, Antonino Pío y Marco Aure-
lio. Cada uno de ellos era elegido por su
habilidad y adoptado legalmente por su
predecesor.
Figura 8. Columna trajana en Roma
Trajano llevó a cabo la campaña
contra los dacios, los armenios y los par-
tos, permitiendo que el imperio alcanzara
su mayor extensión territorial. Durante su
reinado vivieron el escritor satírico Juve-
nal, el orador y escritor Plinio el Joven y
el historiador Tácito.
126 www.udima.es
Figura 9. Mercado de Trajano, en el foro de Roma que lleva el nombre de dicho emperador
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
El reinado del hábil Septimio Severo daría inicio a la breve dinastía de los Severos
(193-235), continuada por el excéntrico Caracalla y culminada por el sabio Severo Ale-
jandro. Tras la muerte de este último emperador fuerte del Alto Imperio, se inició el
periodo conocido como la anarquía militar, etapa que se prolongó hasta la llegada al
poder de Diocleciano, en el 282, y se caracterizó por la acumulación de diversos proble-
mas que alteraron la estabilidad del imperio.
Por un lado, se tuvo que hacer frente a los enemigos externos, que eran tanto los
persas como los pueblos que protagonizaron las invasiones del siglo III. A su vez, entre
el año 250 y el 252 tuvo lugar la llamada Peste de San Cipriano, denominada así por-
que es este obispo de Cartago quien nos informa sobre ella. Finalmente, cabe señalar que
en el transcurso de estas décadas se sucedieron una veintena de emperadores legítimos
y más de cincuenta usurpadores, pues iban siendo proclamados por los ejércitos acanto-
nados en las fronteras y provincias.
Como excepción en esta etapa de anarquía, cabe señalar a los emperadores ilirios,
nativos de Dalmacia, quienes lograron que se desarrollara un corto periodo de paz. Esta
nueva dinastía incluyó a Claudio II el Gótico, que rechazó a los godos, y a Aurelia-
no que, entre el 270 y el 275 d. C., derrotó a los godos, a los germanos y a la reina de
www.udima.es 127
Palmira, Septimia Zenobia, la cual había ocupado Egipto y Asia Menor. A Aureliano
le siguieron una serie de emperadores relativamente insignificantes hasta el ascenso al
trono en el año 284 de Diocleciano.
El nuevo emperador fue consciente de que era necesario hacer una serie de cam-
bios y, entre ellos, se halla uno sustancial, de carácter político, que es la tetrarquía. En
este sistema, el poder no estaba concentrado en una única persona, sino que había dos
augustos y dos césares, de tal forma que, en un primer momento, Diocleciano le otorgó
a Maximiano el título de césar, concretamente, en marzo del 286. Un mes después, lo
nombró augusto, iniciándose así la diarquía pero, al percatarse ambos de la insuficiencia
de este sistema, pues eran incapaces de contener los ataques persas en Asia, de terminar
con las usurpaciones en Britania y de poner fin a las incursiones de francos y germanos
en Occidente, decidieron dar paso a la tetrarquía.
128 www.udima.es
convertiría en augusto de la parte occidental del imperio, al igual que le ocurriría a Ga-
lerio en oriente, a raíz de las dimisiones de Diocleciano y Maximiano. Los nuevos césa-
res serán Severo en occidente y Maximino Daya en oriente.
En julio del 306, al fallecer Constancio Cloro en Britania, su hijo Constantino fue
proclamado por las tropas de su padre como su sucesor. Severo pasaría a ser augusto,
por lo que Constantino y Majencio (hijo de Maximiano) se disputarían el título de césar.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Tras la muerte de Severo lucharían por ser augustos, venciendo finalmente Constantino.
En el 312 el ejército de Constantino atravesó los Alpes y derrotó a las tropas de Ma-
jencio en Turín y Verona. Quedaba abierto así el camino hacia Roma, lugar en el que se
produciría un enfrentamiento entre ambos en octubre del mismo año, conocido como la
batalla del Puente Milvio. A Majencio, que había consultado los libros sibilinos, se le
dijo que el enemigo de Roma iba a morir, por lo que pensó que fallecería su adversario.
Sin embargo, algunas fuentes cristianas señalan que Constantino tuvo un sueño, y otras
afirman que fue una visión conjunta de todo su ejército, donde pudo apreciar un aro solar
con dos letras marcadas: la ji y la rho. Este mandaría grabar ese signo en su yelmo y en
el estandarte o labarum, estando ahí el origen del crismón. También, según las fuentes,
vería escrito el lema «Hoc signo vincas».
En el año 313 una reunión celebrada en Milán entre ambos sellaría la tolerancia de
cultos, dejando de ser perseguidos los cristianos. En el 380 el cristianismo pasaría a ser,
con el emperador Teodosio, la religión oficial del imperio.
www.udima.es 129
Varias razones llevarían a Constantino a crear dicha ciudad, destacando sobre todo
que Roma se había quedado en una posición excéntrica y alejada de las fronteras impe-
riales. Constantinopla, que fue consagrada el 11 de mayo del 330, adquiriría un impor-
tante desarrollo en el transcurso de una centuria, pasando de 2.000/2.500 habitantes a
300.000. Desde su fundación, el emperador Constantino residiría en ella la mayor parte
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
La muerte de Constantino en el año 337 supuso el inicio de una guerra civil entre
los césares rivales hasta que su único hijo vivo, Constancio II, reunificó el imperio en
el 351. Fue sucedido por Juliano el Apóstata y este por Joviano. Bajo el reinado de Teo-
dosio I el imperio permaneció por última vez unificado ya que, a su muerte en el 395,
quedó repartido entre sus hijos: Arcadio (395-408) se convirtió en emperador de Oriente
y Honorio (395-423), de Occidente.
130 www.udima.es
ciliadora con los invasores que se puso en marcha, otorgándoles cargos militares o ad-
ministrativos en el imperio, tuvo éxito al principio pues, en lo sucesivo, supondría el fin
del sistema, ya que los pueblos germánicos emprenderían gradualmente la conquista.
A finales del siglo IV, Alarico I, rey de los visigodos, ocupó Iliria y arrasó el territorio
griego y, en el 410, conquistó y saqueó Roma. Su sucesor Ataúlfo (410-415) dirigió a los
visigodos a la Galia y, en el 419, el rey visigodo Valia recibió autorización del emperador
Flavio Honorio para asentarse en el suroeste de la Galia, donde fundó un reino visigodo.
En esta etapa, los suevos, vándalos y alanos ya habían invadido Hispania, por
lo que Flavio Honorio se vio obligado a reconocer la autoridad de estos pueblos sobre
esa provincia. Durante el reinado de su sucesor, Valentiniano III, los vándalos, bajo el
mando de Genserico conquistaron Cartago, mientras que Galia y las tierras itálicas eran
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
invadidas por los hunos, encabezados por Atila. En el año 451 un ejército de romanos y
visigodos, mandado por Flavio Aecio, derrotó a los hunos en la batalla de los Campos
Cataláunicos. En el año siguiente Atila invadió Lombardía, pero no pudo seguir avan-
zando hacia el sur y falleció en el año 453.
Como hemos señalado, el Derecho fue una de las aportaciones más originales y
trascendentales de Roma. Comenzó siendo un derecho consuetudinario, es decir, no es-
crito y basado en la costumbre, y posteriormente se codificó en la Ley de las XII Tablas,
www.udima.es 131
hacia el 451 a. C. A este primer código se añadieron las leyes dictadas por el Senado,
los plebiscitos de las asambleas y las dictadas por el emperador, conformando el llama-
do Ius civile, el Derecho civil que regulaba las relaciones entre los ciudadanos romanos,
recogido en el Corpus Iuris de Justiniano en el siglo VI d. C.
En el plano religioso, los romanos Figura 10. Maison Carrée, templo consagrado al
fueron politeístas, al igual que los grie- culto imperial. Nimes (Francia), año
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Sin embargo, los cristianos fueron considerados enemigos del imperio por su mo-
noteísmo (creencia en un solo dios) y por negarse a dar culto al emperador (considera-
do por los romanos como digno de adoración). El primer emperador que proclamó los
hostigamientos a los cristianos fue Nerón, culpándolos del incendio de Roma en el año
64 d. C. La persecución más sangrienta fue la última, dictada en el 303 por Diocleciano.
Sería en el año 313 d. C. cuando, como hemos explicado, Constantino con el edicto de
Milán permitiera la práctica abierta del cristianismo en todo el imperio. Las catacumbas,
donde los cristianos habían celebrado sus cultos y depositado los restos de sus difuntos,
serían sustituidas desde el siglo IV por las iglesias y basílicas de arte paleocristiano y
bizantino que serían el reflejo del cristianismo triunfante.
132 www.udima.es
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
Realiza un esquema con los principales rasgos de las etapas de la historia de la an-
tigua Roma.
www.udima.es 133
Enunciado 2
Enunciado 3
Localiza en un mapa de la Grecia antigua las tres áreas geográficas que la confor-
maban.
Enunciado 4
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Se propone lo siguiente:
Enunciado 5
– Polemarco.
134 www.udima.es
– Epónimo.
– Basileus.
– Periecos.
– Ilotas.
– Éforos.
– V a. C.
– VI a. C.
– IV a. C.
– En el 357 a. C.
– En el 341 a. C.
– En el 323 a. C.
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
www.udima.es 135
136 www.udima.es
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
www.udima.es 137
En la red
http://www.cerhas.uc.edu/troy/
http://www.ekt.gr/parthenonfrieze_text_version/index.jsp?w=1280
http://www.imperioromano.com
http://www.viadomitia.org/
Avanzada
138 www.udima.es
La edad media
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
www.udima.es 139
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
140 www.udima.es
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
Para los intelectuales del Renacimiento, la Edad Media era una época caótica si-
tuada entre dos ciclos unidos en torno al antropocentrismo. Los ilustrados desdeñaron
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Sin embargo, los escritores románticos pusieron de moda la Edad Media, pues se sin-
tieron atraídos hacia este reino de lo natural, en el que la pasión imperaba sobre la razón
y, hoy, debemos estar inmersos en una nueva oleada de medievalismo, ya que, además
de la cultura académica, existe toda una vertiente popular que trata de recrear las esce-
nas cotidianas de aquella larga etapa en la que el sujeto era ante todo un homo viator, un
peregrino en búsqueda constante de Jerusalén, como meta física o aspiración espiritual.
Objetivos
www.udima.es 141
Cellarius consideraba esta época como un periodo intermedio y con poco valor,
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
142 www.udima.es
Los historiadores alemanes del siglo XIX (momento en el que el término «barbarie»
designaba un estadio de desarrollo cultural inferior a la civilización y superior al salva-
jismo) rechazaron esta categorización y prefirieron acuñar el concepto Völkerwanderung
(migración de pueblos), más liviano que el de invasiones germánicas.
Los tres reinos germánicos más importantes fueron: los francos, los ostrogo-
dos y los visigodos. Los francos ocuparon el norte de la Galia. Su creador fue el rey
Clodoveo, fundador de la dinastía Merovingia. Los últimos monarcas dejaron las fun-
ciones del gobierno en manos de los «mayordomos de palacio». Uno de ellos, Carlos
Martel, frenó el avance musulmán en la batalla de Poitiers en el año 732. Su descen-
diente Pipino el Breve, padre de Carlomagno, se proclamó rey de los francos y creó
la dinastía Carolingia.
Los ostrogodos se instalaron en la península itálica. Este reino fue creado por el
arriano Teodorico, quien fijó la capital en Rávena. Los visigodos ocuparon el sur de la
Galia y la mayor parte de Hispania, como explicaremos al final de esta Unidad didáctica.
Otros pueblos germánicos fueron los vándalos en el norte de África, los suevos,
vándalos y alanos en Hispania, los lombardos en el norte de la península itálica, los
burgundios en el sureste de la Galia, y los anglos y sajones en las islas británicas.
Con el propósito de fijar las fronteras ante los enemigos exteriores, se crearon las
marcas: la marca hispánica (ante los musulmanes), la sajona, la bretona, la lombarda, etc.
www.udima.es 143
El territorio interior fue organizado en condados y ducados, dirigidos por condes, mar-
queses y duques y vigilados por los missi dominici (enviados del señor), que actuaban
como inspectores temporales.
Tras la muerte de su hijo, Ludovico Pío, sus nietos se repartieron el reino por el
Tratado de Verdún en el año 843: a Carlos el Calvo le correspondieron Aquitania y
Borgoña, a Lotario, Lombardía, y a Luis el Germánico, Baviera y Sajonia. En el siglo IX
se introdujeron en Europa nuevos pueblos que protagonizaron las segundas invasiones:
los vikingos (procedentes de Escandinavia y asentados en las costas atlánticas y en las islas
británicas), los magiares (que crearon un reino en Hungría) y los eslavos (que provenían
de las llanuras rusas y se instalaron en Europa oriental y en los Balcanes).
Junto a los reinos cristianos en que estaba fragmentada Europa, los musulmanes
estaban presentes en al-Ándalus y los bizantinos ocupaban el extremo sureste del con-
tinente.
En Francia, Hugo Capeto fue coronado rey de los francos en el 987, iniciándose
la dinastía de los Capetos. En Alemania, Otón I el Grande logró someter a los numero-
sos nobles feudales y ducados nacionales apoyándose en la Iglesia y, una vez vencidos
los eslavos y los húngaros, se hizo coronar emperador en el 962. Así comenzó la dinas-
tía Otónida, que regiría el Sacro Imperio Romano Germánico, mientras el Imperio
bizantino (situado sobre Asia Menor, el sur de la península itálica y Cerdeña) perma-
necería hasta 1453, año en que tendría lugar la toma de Constantinopla por los turcos.
144 www.udima.es
Desde los medios clericales, esta visión apocalíptica fue difundida en homilías,
predicaciones y tratados, promoviéndose como solución iniciativas religiosas de peni-
tencia, tales como ayunos y peregrinaciones hacia los santos lugares (Jerusalén, Roma
y Santiago de Compostela) y etapas de no beligerancia (paz de Dios y tregua de Dios).
www.udima.es 145
Sin embargo, a finales del siglo X, la pureza de la Iglesia se estaba viendo dañada
debido a la simonía (compraventa de cargos eclesiásticos) y al nicolaísmo (depravación
moral y clerical en la conducta sexual). Esta situación mejoraría con los planteamientos
regeneracionistas emanados del papado, a raíz de la reforma gregoriana.
2.4. EL FEUDALISMO
con el decreto del 11 de agosto. En España, la proyección del feudalismo alcanzó hasta
el siglo XIX. Los historiadores que aplican la metodología del materialismo histórico
(marxismo) definen el modo de producción feudal como el estadio intermedio entre el
esclavismo y el capitalismo.
Dentro del feudalismo se han diferenciado dos fases: el primer feudalismo o feuda-
lismo carolingio, desde el siglo VIII hasta el año 1000, y el feudalismo clásico, desde
el siglo XI al XIII. Dos instituciones claves en el desarrollo del feudalismo fueron: el
vasallaje (relación jurídico-política entre el señor y el vasallo, consistente en el inter-
cambio de apoyos y fidelidades mutuos, como el auxilium –ayuda– y el consilium –
consejo–) y el feudo [unidad económica y de relaciones sociales de producción entre el
señor y sus siervos, basada en el do ut
des (te doy para que me des), que se ma-
terializaba en la protección a cambio de
Figura 2. Castillo de Alarcón (Cuenca)
trabajo y sumisión].
146 www.udima.es
señor al vasallo, que representaba la entrega de un feudo (un castillo, una marca, un
condado, un ducado, etc., dependiendo de la categoría del vasallo y del señor) a través
de un símbolo (un puñado de tierra, por ejemplo) y de la entrega de la espada (espal-
darazo) o del báculo.
Los siervos trabajaban las tierras del señor y estaban sujetos a él por una doble ju-
risdicción: la que marcaban el señorío territorial (pago de rentas al noble por el uso de
la tierra) y el señorío jurisdiccional (que convertía al señor feudal en juez en las causas
civiles y criminales).
Entre las principales atribuciones del rey, se hallaban la dirección de las campañas
militares, el establecimiento de impuestos en caso de guerras, coronaciones, bodas, etc.,
y el ejercicio de la justicia. El rey vivía con el séquito de personas que formaban la corte
y se desplazaba de uno de sus castillos a otro para controlar sus posesiones.
www.udima.es 147
de Dios). Esta organización de raíces platónicas (pues el filósofo griego también dividió
la sociedad en tres grupos: los filósofos, los guerreros y los productores) venía a ser la
sombra, en tanto que como terrena que era no podía dejar de ser imperfecta, de la idea
perfecta de la ciudad celestial. En el siglo X, en la carta de Adalberón de Laón a Ro-
berto II el Piadoso, apreciamos la estructuración en tres órdenes: bellatores, oratores y
laboratores.
Los primeros dos estamentos mencionados eran privilegiados, pues estaban exentos
de pagar impuestos y a ellos quedaban reservados los altos cargos nobiliarios y eclesiás-
ticos. Los bellatores (nobles y caballeros) serían los defensores de la ciudad, encargados
de mantener el orden. Los oratores rezarían por la pervivencia de la paz. Generalmente,
los hijos segundones de las grandes familias solían desempeñar los puestos de dirección
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
El tercer grupo, no privilegiado, era el integrado por los laboratores, los que traba-
jaban, que constituían la gran masa demográfica. Los campesinos representaban el 90 por
100 de la población, estaban sometidos a la jurisdicción de los señores feudales y debían
pagar impuestos.
Junto con la legitimación religiosa, este orden social donde sobresalían la nobleza
y el clero fue validado ideológicamente y difundido por la cultura y el arte laicos (épica
de los cantares de gesta, lírica del amor cortés, etc.).
148 www.udima.es
eremitas (retirados en solitario hacia parajes agrestes para practicar oración y peniten-
cia) y los monasterios (donde habitaban comunidades de monjes) edificaron la piedad
del pueblo.
Durante la Alta Edad Media, los monasterios fueron los centros de la vida cultural.
En los scriptoria, los monjes se dedicaron a copiar a mano las grandes obras, las cuales
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 149
Entre los siglos XI y XIII, Europa conoció el momento de máximo apogeo del mundo
medieval; aunque el feudalismo siguió presente, el desarrollo de las ciudades propició
una transformación en las prácticas de vida. El campo producía las materias primas y
las ciudades, los productos manufacturados. De este modo, resurgió el comercio y los
artesanos y los comerciantes urbanos dieron lugar a un nuevo grupo social, la burguesía,
que progresivamente iría minando el poder de los señores feudales.
Entre los siglos XII y XIV, la aplicación de estos adelantos supuso un aumento de la
productividad, lo cual permitió mejorar la alimentación, potenciándose la resistencia de
la población ante las enfermedades. De este modo, Europa pasó de 45 millones de habi-
tantes en el siglo XII a 75 millones en el XIV. El desarrollo demográfico hizo necesario
encontrar nuevas tierras de cultivo, a fin
de garantizar el sustento. Los campesinos
Figura 4. Iglesia de la Natividad de Nuestra
roturaron y cultivaron tierras abandonadas, Señora, Arcas del Villar (Cuenca),
incrementándose la producción agraria. uno de los ejemplos más meridiona-
les de románico
150 www.udima.es
haber una plaza, alrededor de la cual se situaban los edificios más relevantes (la catedral,
el ayuntamiento, etc.). Las calles estaban empedradas y eran estrechas. La escasa higiene
urbana favorecía la difusión de enfermedades (peste, cólera, tifus, etc.). La proliferación
de madera en las construcciones hacía frecuentes los incendios.
Los mercados (semanales) y las ferias (anuales) eran grandes lugares de intercam-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
La burguesía de las ciudades buscó desvincularse del poder feudal. Frente al cas-
tillo, donde se concentraba el poder feudal, los concejos municipales regían las ciuda-
des y, en ellos, tenían una amplia representación las familias de la alta burguesía. El rey,
apoyado por la burguesía, incrementó su poder y surgieron nuevas instituciones como
las asambleas nacionales (Cortes o Parlamentos).
En los años centrales de la Edad Media, entre 1095 y 1291, una serie de cam-
pañas militares respaldadas por el papado y en las que participaron monarcas como,
Luis VII de Francia, acompañado por su esposa Leonor de Aquitania, Luis IX de Fran-
cia (San Luis) y Ricardo Corazón de León, de Inglaterra, entre otros, trataron de res-
tablecer el control cristiano de Tierra Santa. Se trataba de las cruzadas, de las que se
sucedieron ocho.
www.udima.es 151
Los lugares donde había vivido Cristo, especialmente Jerusalén, se habían converti-
do desde la Antigüedad Tardía en centros de peregrinación de los cristianos. En el siglo
XI, Jerusalén fue conquistada por los turcos y, ante estas circunstancias, en el año 1095,
el papa Urbano II llamó a los cristianos para liberar Tierra Santa de los infieles (no cris-
tianos y, en este caso, musulmanes).
La primera cruzada finalizó en 1099 con la toma de Jerusalén por parte de los vale-
dores de la cruz. Algunos participantes se instalaron en Judea para consolidar el dominio
cristiano. Entre ellos, un grupo de nueve caballeros que se erigieron como protectores de
los peregrinos que emigraban a Tierra Santa. El círculo estaba presidido por el francés
Hugo de Payens y por el flamenco Godofredo de Saint-Omer quienes, en 1119 o 1120,
impulsaron su constitución como corporación militar y religiosa.
Cinco de sus integrantes viajaron por Europa para reclutar caballeros y captar fon-
dos económicos que financiaran las campañas religiosas. En unos pocos años ya suma-
ban 30.000 hombres y 9.000 encomiendas; además, las viejas coronas les entregaron más
de 50 fortalezas que garantizaban su puesto preeminente en Francia, Alemania, España,
Portugal o las islas británicas.
Los templarios destacaron por su destreza en la batalla, aunque uno de sus valores
más firmes era la aptitud logística. Crearon un alfabeto con caracteres propios y un len-
152 www.udima.es
guaje encriptado muy difícil de descifrar. Inocencio II valoró su aportación en las cruza-
das en la bula Omne datum optimum, de 1139, reservándoles ciertos privilegios, como la
capacidad de responder de sus actos únicamente ante el papado y la exención del pago
de los diezmos a los obispos.
La fortuna amasada por el Temple causó un enorme recelo en los tronos, que persi-
guieron a sus miembros, acusándolos de herejía. El rey francés Felipe IV el Hermoso,
endeudado por el préstamo adquirido por su abuelo Luis IX en la séptima cruzada,
presionó a Clemente V para comenzar el juicio de los templarios, durante el que fueron
acusados de sodomía, de prácticas satánicas y de escupir al crucifijo. Sobre este último
cargo, es preciso comentar que, para acceder al capítulo secreto de carácter iniciático,
se pedía al aspirante que escupiera sobre la cruz, se le administraba el bautismo del
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
El proceso inquisitorial supuso la abolición de la orden por parte del papa Clemen-
te V. Jacques de Molay y 140 templarios fueron encarcelados y torturados. En 1314
Molay fue quemado en la hoguera. El patrimonio que los templarios habían acumulado
por toda Europa fue cedido a los hospitalarios.
Se conoce con este nombre a una serie de cambios políticos, económicos, sociales y
culturales que afrontó Europa en la centuria indicada y que tendían a cuestionar el viejo
orden agrario y rural del feudalismo, como consecuencia de la irrupción de un nuevo
agente económico y social: la burguesía de las ciudades.
www.udima.es 153
Uno de los elementos más destacados de este renacimiento fue la aparición del inte-
lectual. Con este término los hombres de la Edad Media no aludían tanto a una categoría
profesional (designada por multitud de vocablos, como litteratus, magister, professor, etc.),
sino a una cualidad inmaterial. El intelectual era el sujeto que cultivaba y vendía el pro-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
ducto de su saber.
En este siglo se registraron más nue- Figura 5. Catedral de Burgos, de estilo gótico
vos inventos que en los 1.000 años ante-
riores de era. La aparición del grabado,
de la pólvora, de la brújula y de la lente,
la mejora de los relojes y de los barcos y
la introducción del astrolabio desde el
ámbito musulmán propiciarían la expe-
rimentación de técnicas de navegación
que abrirían al fin del Medievo la época
de los descubrimientos.
154 www.udima.es
Las cuatro facultades eran Derecho, Artes, Medicina y Teología. Muchas univer-
sidades acabaron especializándose: la Sorbona de París en Filosofía y Teología, la de
Montpellier en Medicina y la de Bolonia en Derecho.
El fin del Medievo fue una época de trastornos, mas también de fermentaciones
donde se buscaron soluciones nuevas. En todas partes la guerra frenaba el desarrollo
de la economía rural (las Dos Rosas en Inglaterra, el enfrentamiento entre Pedro I y su
hermanastro, Enrique de Trastámara, en Castilla, las luchas intestinas en Italia...) pero,
mientras se articulaban nuevas instituciones al servicio del poder central, se fortaleció
la figura del príncipe, el fermento de las monarquías nacionales.
www.udima.es 155
La despoblación rural, ocasionada por estos dos factores, llevó consigo el abandono
de las tierras, viéndose los señores obligados a arrendarlas a precios bajos. La moneda se
desvalorizó, cayeron las rentas y surgieron numerosas revueltas campesinas de carácter
antiseñorial (como las jacqueries en Francia), ante lo cual los señores incrementaron la
presión fiscal y recurrieron a la guerra.
El episodio bélico más relevante de estos años fue la guerra de los Cien Años
(1337-1453), entre Inglaterra y Francia, que se originó con el fin de dirimir quién con-
trolaría las enormes posesiones de los monarcas ingleses en territorios franceses desde
1153, debido al ascenso al trono inglés de Enrique II Plantagenet, conde de Anjou y es-
poso de Leonor de Aquitania. El conflicto tuvo implicaciones internacionales y se saldó
con la retirada inglesa de tierras francesas.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
156 www.udima.es
el momento), que se aprecia en el Libro del buen amor del Arcipreste de Hita, pasando
por la idea de que la fama pervive después de la muerte, reflejada por Jorge Manrique
en las Coplas que dedicó a la muerte de su padre. No obstante, se avanzó en el diseño de
medidas profilácticas, como las contenidas en el libro del médico Jaume de Agramunt,
titulado Regiment de preservació de pestiléncia, y, gracias a los métodos de diagnósti-
co, enfermedades como la lepra fueron descendiendo.
Al haber menos brazos para trabajar a causa de la peste negra, se agudizó la pre-
sión señorial en aras de mantener los niveles de recaudación de rentas, y el pecado de
la avaricia campó a sus anchas, siendo criticado en los relieves de las sillerías de coro
de algunas catedrales con imágenes monstruosas y en literatura por el infante don Juan
Manuel en El conde Lucanor, donde ofrece sabios consejos para guiar la vida al mar-
gen de los aduladores o del qué dirán.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Frente al ambiente de lujo y fiesta que caracterizaba la vida de los nobles, desde
el nacimiento hasta la muerte, con opíparos banquetes y mausoleos como el del desafor-
tunado don Álvaro de Luna en la catedral de Toledo, el pueblo llano conocía un día a
día muy diferente.
En el 406 los suevos, vándalos y alanos cruzaron el limes del Rin a la altura de Ma-
guncia y tres años después llegaron a la península ibérica. Fueron los primeros pueblos
germánicos que llegaron a Hispania. Los suevos (pueblo indoeuropeo de familia germá-
nica, al igual que los vándalos) crearon un verdadero reino en Gallaecia, mientras que los
vándalos y los alanos (pueblo indoeuropeo de familia irania) pasaron al norte de África.
En el año 507 los visigodos, derrotados por el rey franco Clodoveo, abandonaron
su reino en la Galia, cuya capital era Tolosa, y entraron en la península ibérica, fijando
su nueva capital en Toledo. La monarquía visigoda era electiva y el rey era ayudado
www.udima.es 157
5.2. LA RECONQUISTA
158 www.udima.es
Durante la Edad Media, a la vez que las luchas armadas evidenciaban el conflicto entre
cristianos y musulmanes, también se vivieron etapas de coexistencia entre las tres reli-
www.udima.es 159
160 www.udima.es
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
www.udima.es 161
Enunciado 2
Busca información sobre las cruzadas. ¿Por qué surgen las órdenes militares? ¿Qué
eran?
Enunciado 3
Se propone lo siguiente:
Enunciado 4
162 www.udima.es
«Se cree que la casa de Dios sobre la tierra es una, pero está dividida
en tres órdenes: los unos rezan, los otros combaten y otros, por último,
trabajan.
Estos tres órdenes son indispensables el uno para el otro; la actividad de
cada uno de ellos permite a los otros dos vivir.»
Se propone lo siguiente:
Enunciado 5
Completa la siguiente tabla sobre el románico y el gótico, indicando una obra ar-
quitectónica, otra escultórica y otra pictórica de cada estilo. Comenta una de las obras
que cites, siguiendo las pautas de análisis de imágenes explicadas en la Unidad didác-
tica 1 de este manual.
Románico Gótico
Arquitectura
Escultura
Pintura
www.udima.es 163
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
«Veía las plazas y las calles llenas de buenos artesanos que ha-
cían diferentes oficios: aquellos pulían las espadas, unos batanaban
las telas, los otros las tejían, las teñían (…)
Otros fundían oro y plata y hacían (…) copas y bandejas y
joyas (…)
Se podría haber pensado y dicho que en la ciudad siempre había
mercado, de tan llena de riquezas como estaba.»
Chrétien de Troyes, siglo XII.
164 www.udima.es
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
BARBERO, A.: La formación del feudalismo en la península ibérica, Barcelona, Crítica, 1978.
BONNASSIE, P.: Las Españas medievales, Barcelona, Crítica, 2001.
DUBY, G.: Arte y sociedad en la Edad Media, Madrid, Editorial Taurus, 1998.
GARCÍA DE CORTÁZAR, J. A.: Historia de la Edad Media: una síntesis interpretativa, Madrid, Alianza,
1999.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
En la red
http://www.bbc.co.uk/history/british/middle_ages/
http://www.learner.org/interactives/middleages/
http://www.middle-ages.org.uk/
Avanzada
www.udima.es 165
renacimiento
y barroco
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
1. El inicio de la modernidad
1.1. El Estado moderno
1.2. El Imperio español en el siglo xvi
2. El Renacimiento
3. La Reforma
4. El siglo xvii, ¿una época de crisis?
4.1. El Absolutismo
4.2. La monarquía hispánica en el siglo xvii
4.3. La guerra de los Treinta Años
4.4. El lento progreso de Inglaterra
5. El Barroco
6. El Siglo de Oro español
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
www.udima.es 167
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
estas cosas que vemos: todas las casas, todas las ciudades, todos los edificios. Nuestras
son las pinturas, nuestras las esculturas, nuestras las artes, nuestras las ciencias, nuestra
la sabiduría».
Objetivos
168 www.udima.es
1. EL INICIO DE LA MODERNIDAD
blar de un cambio de tendencia. La peste dejó de ser endémica y pasó a ser epidémica,
un notable avance si tenemos en cuenta que el XVII sería por fortuna el último gran siglo
de la peste en Europa. La producción agrícola empezó a ser suficiente para mantener a
la gran mayoría de la población y la guerra no tuvo una extensión temporal tan amplia
como la de los Cien Años, resultando a su vez menos mortífera.
Durante el siglo XV, portugueses y castellanos llegaron por mar al Lejano Oriente.
Los portugueses quisieron desarrollar este proyecto bordeando África, mientras que los
castellanos anhelaban navegar hacia Occidente.
www.udima.es 169
un nuevo continente, América, conocido entre los españoles de los siglos XVI-XVIII
como las Indias y, en 1498, Vasco de Gama fue el primer europeo que llegó por mar a
la India, concretamente a Calcuta.
Finalmente, cabe señalar que otro de los elementos decisivos en el comienzo de esta
época fue la invención de la imprenta (1453), por el alemán Johannes Gutenberg, lo cual
posibilitó la difusión de los nuevos conocimientos del humanismo a través de libros, que ya
no eran copiados separadamente página a página, sino mediante un sistema de tipos móviles,
que permitía formar líneas mediante la impresión de bloques de madera que se correspon-
dían cada uno de ellos con una letra diferente. En 1500, 236 ciudades de Europa contaban
con imprenta. De hecho, en la segunda mitad del siglo XV pudieron publicarse 30.000 tí-
tulos y 15 millones de ejemplares, que se convertirían en 150 millones en el siglo XVI.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
El ejército pasó de ser señorial a estatal, aunque buena parte de sus efectivos eran
mercenarios, es decir, que no luchaban por la patria sino por adquirir la soldada (sueldo
que recibía el soldado). A medida que fue avanzando la Edad Moderna, los ascensos se
fueron asociando más a los méritos profesionales que al origen social de los individuos
y la artillería adquirió un notable desarrollo.
La diplomacia tuvo a dos figuras significativas: los embajadores (enviados con una
misión precisa, para representar a su país y al rey) y los cónsules (portavoces de los in-
tereses de un grupo de determinada nacionalidad residente en el extranjero).
170 www.udima.es
www.udima.es 171
nando heredó el dominio de su padre. Cada reino conservó sus instituciones y alentó su
vocación: mediterránea, en el programa aragonés, y atlántica, en el caso de Castilla, con
la conquista de Canarias y el inminente descubrimiento de América.
Desde 1464 reinaba en Granada Abú-l-Hassan Alí, el Muley Hacén de las cróni-
cas castellanas, en medio de las revueltas dirigidas por sus familiares y los abencerra-
jes. Las intrigas de alcoba de los mahometanos convenían a los cristianos y, en 1482, un
grupo encabezado por Fátima, la mujer del nazarí, entronizó a su hijo Muhammad XII
Abu Allah (Boabdil el Chico). Muley Hacén tuvo que refugiarse en el castillo de Mon-
dújar con su hermano El Zagal, futuro Muhammad XIII, que tras intentar de modo fa-
llido la recuperación de Alhama venció a los castellanos en la Ajarquía malagueña en
1483. Así, regresaron a la Alhambra, mientras que Boabdil era apresado por Fernando.
En Castilla había terminado una guerra civil entre tía y sobrina y en Granada se inicia-
ba otra entre padre e hijo.
En 1485 los cristianos tomaron Ronda y Marbella, pero fueron rechazados en las
inmediaciones de Málaga por 5.000 caballeros de Granada. Al año siguiente, los cristia-
nos reemprendieron su avance, sin levantar el asedio a Granada y tomaron Loja y Mo-
clín. Dentro de las murallas de Granada El Zagal había expulsado a Boabdil, que solo
pudo regresar al poder con la ayuda de los Reyes Católicos, quienes veían en el joven a
un enemigo mucho más débil que a su aguerrido tío.
Desde 1487 hasta 1489, en la cruzada contra el islam, en manos de Castilla fueron
cayendo Vélez-Málaga, Málaga, Almuñécar, Baza y Almería. Durante 1491 un incendio
destruyó el campamento cristiano, levantándose en el paraje la ciudad de Santa Fe. Si-
guiendo las órdenes de Isabel y Fernando, los soldados no bombardearon Granada, sino
que tomaron la ciudad por aislamiento, evitando la destrucción del egregio patrimonio.
172 www.udima.es
A pesar de la disparidad de cifras que arrojan los estudios, 300 brujas en la hoguera
frente a las 25.000 alemanas parecen confirmarlo, siendo digno de mención el punto de
inflexión que marcó el auto de fe de Logroño de 1610, el de las brujas de Zugarramurdi,
a partir del cual el inquisidor Alonso de Salazar y Frías intentó convencer a la Suprema
de que la incultura no podía ser castigada: «No hubo brujas ni embrujados en el lugar
hasta que se comenzó a tratar y escribir de ellos».
www.udima.es 173
Carlos I tuvo que hacer frente a problemas internos y externos. Tres años después
de su llegada a la península, en 1517 para ser reconocido rey, estalló la guerra de las
Comunidades, como protesta por el dinero castellano destinado a sufragar la candida-
tura imperial. Los jefes comuneros, Padilla, Bravo y Maldonado, tras ser derrotados en
la batalla de Villalar en 1521, fueron ajusticiados. En las mismas fechas tuvo lugar en
Valencia y Mallorca el movimiento de las Germanías (1519-1523) que enfrentó a la
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Felipe II decidió ocuparse personalmente de todos los asuntos de sus Estados, de ahí
que sea conocido como el «rey prudente», y en 1561 fijó la corte en Madrid pues, hasta
entonces, era itinerante. Uno de los aspectos que caracteriza el reinado de este monarca
es su defensa del catolicismo. La Inquisición persiguió las desviaciones religiosas y se
celebraron autos de fe para juzgar a los sospechosos de herejía, al tiempo que se exigía
la «limpieza de sangre» (no tener antepasado judío o musulmán) y ser «cristiano viejo»
(para acceder a los cargos, órdenes militares y cuerpos de honor).
Asimismo, dirigió la ofensiva contra dos frentes alineados con los protestantes: los
Países Bajos e Inglaterra. En 1566, la sublevación capitaneada por Guillermo de Orange
llevó a una larga lucha que supuso la fragmentación de los Países Bajos en dos zonas: el
norte (protestante), que conseguiría su independencia, reconocida en 1648 por la paz de
Westfalia, y el sur (católico), sometido al gobierno español. En 1588 la Gran Armada,
bautizada por los ingleses como «Invencible» fue derrotada.
174 www.udima.es
En 1596, dos años antes de la muerte del monarca en torno al cual se tejieron una
leyenda negra y otra rosa, la Hacienda española entró en quiebra, vaticinando el duro
siglo XVII que se acercaba, donde a la expansión del XVI le sucedería una fuerte rece-
sión demográfica y económica.
2. EL RENACIMIENTO
El objetivo era resucitar la cultura clásica de los antiguos griegos y romanos, ensal-
zando valores como el antropocentrismo (concepción de que el hombre era el centro
del universo), frente al teocentrismo medieval. Así lo expresaría Pico de la Mirandola
en De dignitate hominis (1486): «Leí en los libros de los árabes que en el mundo no se
puede ver nada más admirable que el hombre».
La recuperación del saber de la Antigüedad fue uno de los aspectos más desta-
cados de este movimiento. El principal descubrimiento fue el de la obra de Platón ya
que, en la Edad Media, la memoria del pensamiento griego se reducía al aristotelismo.
Además, se sacó del olvido la obra científica de Pitágoras, Ptolomeo, Euclides, etc., la
poesía de Hesíodo y Homero, el teatro de Aristófanes, Esquilo, Eurípides, etc., y la his-
toria de Heródoto, Tucídides y Jenofonte. Los poetas, moralistas e historiadores latinos
(Virgilio, Séneca, Marco Aurelio, etc.) también vieron restituida su fama.
No solo las cartas y los libros eran los vehículos transmisores de las ideas entre los
humanistas. Los viajes permitieron que los conocimientos recorrieran el Viejo Continen-
te. Por ejemplo, Erasmo (1469-1536) estuvo en París, Inglaterra e Italia y fue invitado
a viajar a Alcalá de Henares para ocupar una cátedra en su Universidad, aunque expresó
su negativa, quizás por encontrarse al final de su vida, mediante su famosa frase «non
placet Hispania» (no me apetece España).
www.udima.es 175
176 www.udima.es
Figura 3. S
anta María Novella, en Florencia. Figura 4. V
ista de Florencia, con la cúpula de
Alberti (1458-1470) Santa María de las Flores, de Brune-
lleschi
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Figura 5. L
a Piedad de Miguel Ángel, en la
Frente a las danzas macabras, repre- basílica de San Pedro, en el Vaticano
sentativas de la angustia bajomedieval,
hermosos cuerpos se muestran desnudos
en las obras artísticas (La Primavera de
Botticelli, Dánae recibiendo la lluvia de
oro de Tiziano, David de Miguel Ángel,
etc.). La renovación de los temas, con la
exaltación de los valores cívicos, con-
jugados con la mitología y las escenas
cristianas, la expresión de un orden, en
buena parte matemático, y el nacimiento
de la perspectiva caracterizan este estilo.
Figura 6. Templete de San Pietro in Montorio,
En el Quattrocento sobresalieron en Roma (Bramante, 1502)
en arquitectura Brunelleschi (que pro-
yectó la enorme cúpula de la catedral de
Florencia, Santa Maria del Fiore), en es-
cultura Donatello (David, Gattamelata,
etc.) y en pintura Botticelli (El nacimien-
to de Venus). En el Cinquecento desta-
caron Bramante y Miguel Ángel, en las
obras de San Pedro del Vaticano, Rafael
(Madonnas) y Leonardo da Vinci (Gio-
conda) en pintura.
www.udima.es 177
Una de las tareas más importantes del humanismo fue reconciliar el legado de la An-
tigüedad grecolatina con la tradición cristiana, fundiendo las dos corrientes intelectuales
y espirituales en una filosofía. Erasmo de Rotterdam, el principal representante del hu-
manismo, autor de obras como Elogio de la locura, criticó la generalización de prácticas
eclesiásticas arraigadas (compraventa de cargos, relajación de las costumbres del clero,
venta de bulas e indulgencias para obtener el perdón de los pecados, etc.) y defendió una
religiosidad más íntima basada en la lectura de la Biblia. Siguiendo sus doctrinas, cobró
fuerza la corriente del erasmismo, que defendía la creencia en una fe sencilla e interna,
libre de la intromisión y de la regulación de la Iglesia romana y se posicionaba en contra
del lujo y de la superficialidad en materia eclesiástica (monachatus non est pietas: el mo-
nacato no es la piedad).
las lenguas vernáculas en la transmisión del saber. En el marco del pensamiento rena-
centista en Italia, cabe citar, además de al ya mencionado Pico de la Mirandola, con su
Discurso sobre la dignidad del hombre, a Nicolás Maquiavelo, autor de El Príncipe,
uno de los tratados de doctrina política de mayor trascendencia, donde se expone la su-
premacía de la razón de Estado y la teoría de que el fin justifica los medios.
Uno de los mayores exponentes de ese saber plural que caracteriza al hombre re-
nacentista es Leonardo da Vinci (1452-1519) que, además de artista, fue matemático,
mecánico e ingeniero. Sobre estas contribuciones se construiría en el siglo XVII la re-
volución científica, con astrónomos como Kepler, Galileo y Newton y filósofos como
el empirista Bacon y el racionalista Descartes, que introducirían cambios decisivos en
la cosmovisión del universo y en el método científico.
178 www.udima.es
3. LA REFORMA
En 1517, el fraile agustino alemán Martín Lutero inició sus críticas a la Iglesia con
la publicación de las 95 tesis contra la doctrina católica y la jerarquía eclesiástica. En
ellas negaba el valor de las indulgencias y proponía una nueva espiritualidad religiosa.
Lutero fue apoyado por los príncipes y nobles alemanes, deseosos de reforzar su autori-
dad frente a Carlos I y al papa.
En la Dieta de Worms, celebrada en dicha ciudad alemana en 1521, Lutero fue con-
denado al destierro por Carlos V, tras negarse a la retractación de sus tesis reformado-
ras. Ocho años después, a raíz de la Dieta de Spira, surgiría el término «protestantes»,
como un apodo peyorativo hacia los príncipes y representantes de las ciudades alemanas
que en esta reunión protestaron contra el edicto de Worms, que prohibía las doctrinas
luteranas y autorizaba al clero romano a perseguirlas.
www.udima.es 179
Inglaterra optó por un camino propio bajo el impulso de Enrique VIII que, en 1534,
se proclamó jefe de la Iglesia anglicana (Acta de Supremacía), rompiendo los lazos con
la Iglesia de Roma, al negarse el papa Clemente VII a concederle la anulación de su ma-
trimonio con Catalina de Aragón.
Concilio de Trento (1545-1563), la Iglesia católica declaró su fidelidad a los siete sa-
cramentos y a la presencia real de Cristo en la eucaristía, defendiendo la necesidad de
las buenas obras para salvarse, el culto a la Virgen y a los santos, la preeminencia del
papa y el celibato eclesiástico. Para difundir el espíritu religioso de la Contrarreforma
se crearon nuevas órdenes, como la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Lo-
yola en 1537, dependiente directamente del papa, y se promovieron reformas de otras,
como la del Carmelo llevada a cabo por Santa Teresa de Jesús.
180 www.udima.es
Se trataba de una crisis general provocada por varios factores: cambio climático
(«pequeña edad de hielo», por el descenso de las temperaturas), crisis económica (tras
una fase de auge económico con la llegada de metales preciosos de América, que oca-
sionó la «revolución de los precios», el s. XVII fue una etapa de recesión) y desórdenes
políticos y sociales, que hicieron de 1640-1660 el periodo en el que el Viejo Continente
conoció la más amplia e importante oleada de levantamientos hasta el final del Antiguo
Régimen (recordemos las revueltas de Cataluña y Portugal, que estallaron en 1640, la
Fronda acaecida en Francia en 1648-1653 y la primera revolución inglesa, iniciada tam-
bién en 1640, después de la cual se produciría la «gloriosa revolución» de 1688). A lo
largo del siglo XVII, la alta mortalidad ocasionada por las epidemias, especialmente la
peste bubónica, así como por la existencia de hambrunas hizo que la población se estan-
cara, a excepción de Holanda e Inglaterra.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 181
La obra más universal de las letras hispánicas, El Quijote, no deja de revelar este
proceso, pues la crítica satírica a las novelas de caballerías, recreadoras de una mentali-
dad medieval, es manifestación de que, en torno a 1605, Cervantes estaba convencido de
que se había inaugurado un nuevo proceder en materia socioeconómica: las gestas caba-
llerescas y el amor cortés habían sido reemplazados por el interés económico.
Precisamente, la hipótesis de que la crisis del siglo XVII puede ser vista como
una transición hacia el capitalismo queda corroborada por el hecho de que los países
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
que salieron reforzados de ella, sobre todo Inglaterra, se encaminaron hacia procesos
que conducirían en el siglo XVIII, al inicio de la Revolución Industrial y, con ello,
al establecimiento de unos nuevos medios y modos de producción, mientras que los
países que salieron en peores condiciones de la crisis, como la monarquía hispánica
de los Habsburgo, perderían el papel preponderante que hasta entonces habían tenido
en Occidente.
Otro de los efectos de la crisis del siglo XVII fue el cambio del eje de la civilización
hacia la Europa noroccidental, cobrando auge plazas como Londres y Amsterdam, fren-
te a las atlánticas Sevilla y Lisboa, que a su vez habían sustituido a las mediterráneas
Génova y Venecia en el siglo XVI. En este sentido, cabe recordar la obra del economista
y sociólogo alemán Max Weber La ética protestante y el espíritu del capitalismo, en
la que expuso su idea de que la laboriosidad protestante debía ser interpretada desde la
perspectiva de que el enriquecimiento es entendido como una señal de la predestinación
para la salvación eterna.
4.1. EL ABSOLUTISMO
El régimen político más característico del siglo XVII es el absolutismo, que supuso
un reforzamiento de la monarquía autoritaria. El rey absolutista se encontraba por enci-
ma de los habitantes de sus territorios. Su autoridad emanaba directamente de Dios, por
lo que era considerado su representante en la tierra.
Así pues, era la cabeza de la justicia y dirigía la política interior y exterior, sin com-
partir la soberanía con nadie, de ahí su nombre «absoluto», que deriva de «ab legibus
solutus», desvinculado de la ley (en el sentido de ley positiva), aunque su poder estaba
182 www.udima.es
restringido por el derecho natural (conjunto de leyes formadas por la costumbre), la ley
divina (a la que estaba sometido como creyente) y las limitaciones que los Parlamentos,
Cortes o Estados generales imponían al monarca, aunque los reyes no aceptaban las li-
mitaciones parlamentarias y no solían convocar las Cortes.
El mayor exponente de este sistema fue el francés Luis XIV (1643-1715), que tras-
ladó la corte a Versalles, un fastuoso palacio que se convirtió en el emblema de su poder.
Toda la corte giraba en torno a su persona, como el gran astro de Francia, por lo que fue
conocido como el «rey Sol». Para gobernar, el soberano se rodeó de consejeros y fun-
cionarios competentes por su capacidad, no por su título ni rango social.
En el origen de la crisis española del siglo XVII hay que tener en cuenta la con-
junción de varios factores: descenso demográfico, guerras continuas, corrupción ad-
ministrativa, inflación provocada por la llegada de metales preciosos de América,
aumento de la presión fiscal, especialmente en Castilla, para financiar las empresas
de la Corona, etc.
www.udima.es 183
«No parece sino que se han querido reducir estos reynos a una república
de hombres encantados que viven fuera del orden natural.»
Durante el siglo XVII, los reinos hispánicos siguieron inmersos en conflictos, ex-
ternos e internos. La guerra de los Treinta Años (1618-1648) y el enfrentamiento con
Francia (1635-1659) finalizaron, respectivamente, con las paces de Westfalia y de los
Pirineos. Los levantamientos de Portugal y de Cataluña culminaron con la independen-
cia del primer territorio citado y con el fallido intento del segundo de anexión a Francia.
Entre 1618 y 1648, Europa central vivió la guerra de los Treinta Años, en la que in-
tervinieron la mayor parte de las grandes potencias de la época. La elección del católico
Fernando II como emperador puso a la nobleza de Bohemia, protestante, en una situación
de rebelión. Los bohemios eligieron a Federico V del Palatinado como líder y cuando
Fernando II envió a dos consejeros católicos y sus representantes al castillo Hradčany
de Praga, en mayo de 1618, para preparar el camino para su llegada, los calvinistas de
Bohemia los secuestraron y los arrojaron por una ventana de la fortaleza.
La defenestración de Praga (que, por otra parte, no causó pérdidas humanas) su-
puso el inicio de la sublevación bohemia, que se extendió pronto por Silesia, Lusacia y
Moravia. Pronto, la guerra se extendió al oeste de Alemania y Fernando II tuvo que re-
clamar la ayuda de su sobrino y yerno, Felipe III, rey de los territorios hispánicos.
184 www.udima.es
Asimismo, durante el siglo XVII, los ingleses consiguieron crear colonias definiti-
vas en Norteamérica: las de Virginia (Jamestown) y las de Massachusetts, con el viaje
del Mayflower y de los «Padres peregrinos» (1620). Los colonos de Virginia eran, en su
mayoría, fieles al anglicanismo, mientras que los de Massachusetts eran disidentes reli-
giosos, más tarde llamados «puritanos». Otras colonias fueron New Hampshire (1624)
y Maryland (1632), creada por católicos.
www.udima.es 185
5. EL BARROCO
Una de las obras más expresivas de la profunda antropología del Barroco es El sueño
del caballero de Antonio de Pereda. Perteneciente al género de las «vanitas», caracterizado
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Figura 8. P
laza de El Vaticano, con la columna- Figura 9. Baldaquino de San Pedro de El Va-
ta de Bernini ticano
186 www.udima.es
El Barroco también fue un estilo que mostró la grandeza de las monarquías absolutas.
El Palacio de Versalles y sus jardines son ejemplo de ello. En Holanda y en Alemania, las
obras de arte fueron encargadas por clientes burgueses y el arte se volvió más intimista
y cotidiano. Entre los principales artistas flamencos y holandeses, sobresalen Vermeer
(El taller del pintor), Rembrandt (Lección de anatomía) y Rubens (Las tres gracias).
1665. Cuando Ticknor examinó la excelente producción literaria de los escritores es-
pañoles de los siglos XVI y XVII, hubo de recordar la expresión «Siglo de Oro» con
la que Lope de Vega aludía a su propio tiempo y las palabras que Cervantes recogió en
el capítulo XI de la segunda parte de El Quijote aludiendo a una primitiva edad áurea
(véase el texto de la actividad 2 de Ejercicios voluntarios de esta Unidad didáctica).
Durante el Siglo de Oro, los reinos hispánicos produjeron obras inmortales en la li-
teratura universal, tales como La Celestina de Fernando de Rojas, el anónimo Lazarillo
de Tormes y el famoso Quijote, a los que debemos sumar la mística de San Juan de la
Cruz y Santa Teresa de Jesús.
www.udima.es 187
188 www.udima.es
www.udima.es 189
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
190 www.udima.es
• ¿Cuáles son las principales diferencias entre las creencias de los católicos
y de los protestantes?
Enunciado 2
Enunciado 3
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Enunciado 4
«Que sepa no solo la lengua latina, sino también la griega (…) que esté
versado en los poetas y paralelamente en los oradores e historiadores, y ade-
más, diestro en escribir en prosa y en verso, principalmente en nuestra lengua
vulgar (…).
No estaré satisfecho de nuestro caballero si no es músico y si, además de
la capacidad y hábito de leer su partitura en el libro, no sabe tocar diversos ins-
www.udima.es 191
trumentos (…). Hay todavía una cosa que estimo de gran importancia y nues-
tro caballero no la debe abandonar: el talento de dibujar y el conocimiento de la
pintura (…).
Quiero que nuestro cortesano sea un perfecto caballero en todos los as-
pectos.»
Enunciado 5
arquitectónica, otra escultórica y otra pictórica de cada estilo. Comenta una de las obras
que cites, siguiendo las pautas de análisis de imágenes explicadas en la Unidad didác-
tica 1 de este manual.
Renacimiento Barroco
Arquitectura
Escultura
Pintura
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
– Tomás Moro.
192 www.udima.es
– Erasmo de Rotterdam.
– Martín Lutero.
– Carlos II.
– Felipe IV.
– Fernando I.
– Elcano.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
– Bartolomé Díaz.
– Vasco de Gama.
– Arbitristas.
– Escolásticos.
– Juristas.
www.udima.es 193
3. Elige una obra literaria del Siglo de Oro español y explica brevemente el
contexto que recrea.
4. A partir de la lectura del texto y de la información proporcionada sobre el
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
194 www.udima.es
hacer en sus cortes, (…) se procure el remedio por los caminos que
se pueda, honestando los pretextos por excusar el escándalo, aunque
en negocio tan grande se pudiera atropellar por este inconveniente,
asegurando el principal. (…).
Tres son, Señor, los caminos que a V. M. le pueden ofrecer la
ocasión (…)
El primero, Señor, y el más dificultoso de conseguir (pero el
mejor pudiendo ser) sería que V. M. favoreciese los de aquel reino,
introduciéndolos en Castilla, casándolos en ella, y los de acá, allá
y con beneficios y blandura, los viniese a facilitar de tal modo, que
viéndose casi naturalizados acá con esta mezcla, por la admisión a
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 195
Se propone lo siguiente:
• ¿Por qué creía Olivares que era ventajoso para Felipe IV que el resto de
reinos de la monarquía hispánica se ajustaran a las leyes de Castilla?
• ¿Qué diferencia había entre las leyes de Castilla y las de los demás
reinos?
• ¿Qué medidas le aconsejaba tomar Olivares a Felipe IV para conse-
guir el engrandecimiento de la monarquía?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
En la red
http://centros1.pntic.mec.es/~devallea/isabel/index.html
http://www.archivodelafrontera.com/
http://www.fordham.edu/halsall/mod/modsbook.asp
http://www.portalplanetasedna.com.ar/menu_historia_moderna.htm
196 www.udima.es
Avanzada
WEBER, M.: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, introd. y ed. crítica de Francisco Gil Ville-
gas M., México, Fondo de Cultura Económica, 2003.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 197
la ilustración
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
3. El despotismo ilustrado
4. El retorno a los órdenes clásicos
5. España en el siglo xviii
5.1. La guerra de Sucesión y los primeros reinados borbónicos
5.2. Economía, sociedad y cultura
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
www.udima.es 199
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
El deísmo fue la opción mayoritaria de los ilustrados ante la religión, por lo que,
si el universo había sido creado por el dios arquitecto o relojero, el individuo solo ne-
cesitaba las leyes naturales y su capacidad racional para desenvolverse, rechazando por
irracionales el pecado, el rito, el dogma y el milagro.
Objetivos
200 www.udima.es
Como hemos señalado en las Unidades didácticas precedentes, la sociedad del An-
tiguo Régimen era de carácter estamental. La nobleza, el clero y el tercer estado eran
los grupos en los que se organizaba la pirámide social. Sin embargo, en el siglo XVIII
cobraría fuerza la burguesía, un sector con poder económico y formación cultural, aun-
que integrado en el pueblo llano (no gozaba de privilegios), que logró imponer las ideas
y modas que seguiría la aristocracia y que se convertiría en la protagonista de las revo-
luciones que marcarían el inicio a la Edad Contemporánea.
www.udima.es 201
Desde los comienzos del siglo, la crítica salió de las bibliotecas y de las aulas es-
colásticas para reconocer las calles, las plazas y los pueblos. Paul Hazard diferencia tres
202 www.udima.es
www.udima.es 203
En 1748 publicó su principal obra, El espíritu de las leyes, donde mostró que la
estructura del gobierno y del derecho dependía de las condiciones en las que vivía cada
pueblo. Por tanto, a su juicio, para crear un sistema político estable había que tener en
cuenta el desarrollo económico del país, sus costumbres y tradiciones, e incluso los de-
terminantes geográficos y climáticos.
El poder debía estar separado en tres niveles: legislativo (que hace las leyes), en
manos del Parlamento; ejecutivo (que hace cumplir la ley), en el rey y los ministros; y
judicial (que imparte justicia), en manos de jueces y tribunales.
François Marie Arouet (1694-1778), más conocido como Voltaire, es una de las
figuras intelectuales dominantes del siglo. Fue hijo de un notario y estudió en el colegio
de jesuitas Louis-le-Grand de París, frecuentando también la sociedad libertina del Tem-
ple, donde era admirado por su ingenio independiente. Estuvo en La Haya (1713) como
204 www.udima.es
Un altercado con el caballero de Rohan, en el que fue apaleado por los lacayos de
este, condujo a Voltaire de nuevo a la Bastilla; al cabo de cinco meses, fue liberado y
exiliado a Gran Bretaña entre 1726 y 1729. En la corte de Londres y en los medios li-
terarios y comerciales británicos fue acogido calurosamente. Publicó Henriade (1728)
y obtuvo un gran éxito teatral con Brutus (1730), aunque la obra que mayor impacto
provocó fue Cartas filosóficas o Cartas inglesas (1734), en las que Voltaire convirtió en
un brillante reportaje sobre Gran Bretaña en una crítica del régimen francés. Se le dictó
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
orden de arresto, pero logró escapar, refugiándose en Cirey, en la Lorena, donde gracias
a la marquesa de Châtelet pudo llevar una vida acorde con sus gustos.
En 1742, Rousseau puso fin a una etapa que más tarde evocó como la única feliz de su
vida y partió hacia París, donde presentó a la Academia de la Ciencias un nuevo sistema
de notación musical ideado por él, con el que esperaba alcanzar una fama que tardaría en
llegar. En 1743-1744, estuvo como secretario del embajador francés en Venecia, pero un
enfrentamiento con este determinó su regreso a París, donde inició una relación con Thérè-
se Levasseur, con la que se casó civilmente en 1768, tras haber tenido con ella cinco hijos.
En aquella época, Rousseau entabló amistad con los ilustrados y fue invitado a
contribuir con artículos de música a la Enciclopedia de D'Alembert y Diderot. Esto
www.udima.es 205
bres en estado natural eran por definición inocentes y felices y que eran la cultura y la
civilización las que imponían la desigualdad entre ellos, especialmente a partir del es-
tablecimiento de la propiedad, generando la infelicidad. Es la teoría del buen salvaje, el
hombre era bueno por naturaleza y era la sociedad la que lo corrompía. La labor educa-
tiva consistiría en hacer volver al hombre a la naturaleza para que así pudiera desarrollar
libremente su personalidad.
Una de sus obras más relevantes es El contrato social (1762), donde Rousseau in-
tentó articular la integración de los individuos en la comunidad. A su juicio, las exigen-
cias de libertad del ciudadano habían de verse garantizadas a través de un contrato social
ideal, que estipulara la entrega total de cada asociado a la comunidad, pacto que lo libe-
raría de su egoísmo particular. La voluntad general marcaría el acuerdo de las distintas
voluntades particulares, por lo que en ella se expresaría la racionalidad que les es común.
206 www.udima.es
que fue un ilustrado que no siempre suscribió literalmente los presupuestos generales
de ese movimiento. Nos encontraríamos ante lo que Encarnación Pesquero ha llamado
una «conciencia desgarrada» de la Ilustración.
En sus Dos tratados sobre el gobierno civil, Locke propuso la separación de po-
deres mediante el ejercicio de un gobierno parlamentario que garantizase las libertades
individuales y sustituyera el absolutismo monárquico vigente en Europa. Locke estima-
ba oportuno separar el poder en tres instancias: el legislativo (poder supremo pero no
absoluto, en tanto que tiene que respetar la ley moral natural), el ejecutivo (encargado
de realizar los mandatos del legislativo) y el federativo (responsable de la seguridad del
Estado y de las relaciones con el exterior).
www.udima.es 207
Holanda había aportado en el tránsito del siglo XVII al XVIII las respuestas teóri-
cas más radicales al tema de la tolerancia. La Ilustración holandesa hundió sus raíces en
su propia experiencia de la centuria anterior. La decadencia económica e internacional
de la República, iniciada tras la guerra de Sucesión española, causó un fuerte impacto
en el desarrollo del pensamiento ilustrado holandés. Incapaces de interpretar el declive
en función de categorías económicas o políticas, los intelectuales ilustrados holandeses,
como Justus van Effen, fundador del Hollandsche Spectator (primer semanario moral
holandés), percibieron las causas de dicha decadencia como un asunto moral.
era lejana, pues consideraban que en el siglo XVII la nación había conseguido un alto
nivel de prosperidad política, económica, social y cultural. De ahí el deseo de mejorar
la moralidad.
Los intelectuales holandeses lograron crear a mediados del siglo XVIII un mode-
lo de Ilustración moderada, responsable de una interpretación de la historia nacional
que explicaba las causas de la superioridad cultural y política de su Estado, ofrecía un
análisis de los problemas de la reciente decadencia y era capaz de revivir esa morali-
dad que permitiría a los holandeses volver a situar a su República en su anterior po-
sición gloriosa.
208 www.udima.es
A mediados del siglo XVIII, el aumento del uso del término Aufklärung marca el
inicio de la segunda fase de la Ilustración alemana o Hochaufklärung (alta Ilustración).
En el plano político, los Estados pasaron a la práctica del absolutismo ilustrado o re-
formado. Uno de los principales representantes de los Aufklärer austriacos fue Joseph
Sonnenfels, que sería el primero en debatir públicamente en Viena problemas de juris-
dicción y legislación, como la abolición real de la tortura (1776). Otro de los más desta-
cados filósofos ilustrados alemanes fue Reimarus, que inició a mediados del siglo XVIII
el movimiento de búsqueda del Jesús histórico. Entre otros aspectos, es recordado por
su deísmo, pues consideraba que la razón humana podía llegar con mayor certeza a la
religión natural que a las religiones basadas en la revelación.
En Italia, la figura más destacada de la Ilustración fue Beccaria, que puso como fun-
damento básico del derecho moderno dos principios: el de proporcionalidad de la pena a
los delitos cometidos y la garantía de que ningún hombre pudiera disponer de la vida de
otro. Partiendo de la teoría contractualista, que fundamenta la sociedad en un contrato
encaminado a salvaguardar los derechos de los individuos, Beccaria definió los delitos
como violaciones de este contrato y sostuvo que la sociedad en su conjunto gozaba del
derecho a defenderse, siguiendo los dos principios enunciados. Su obra De los delitos y
las penas tuvo un gran éxito en toda Europa.
www.udima.es 209
2.3. LA ENCICLOPEDIA
La obra que mejor define el espíritu ilustrado es la Enciclopedia, editada entre 1751
y 1765, bajo la dirección de Denis Diderot y Jean D’Alembert. El término «enciclope-
dia» procede de tres palabras griegas: en (es una preposición), kyklos (círculo) y paideia
(formación). Es considerada una de las más grandes obras del siglo XVIII por contener
la síntesis de los principales conocimientos de la época en un esfuerzo editorial conside-
rable para su tiempo. El proyecto despertaría el enfrentamiento entre los representantes
de los poderes secular y eclesiástico, ya que el espíritu crítico presidió la obra.
Esta religión natural es la que el literato y pensador francés Diderot definió como
aquella que, bajo la diversidad de ritos y representaciones, se expresa por lo que ni el
tiempo ni los hombres han abolido ni abolirán jamás, lo que une al hombre civilizado y
al bárbaro, al cristiano, al infiel y al pagano, al adorador de Yahvé, de Júpiter y de Dios,
al filósofo y al pueblo, al sabio y al ignorante, al viejo y al niño, al cuerdo y al insensato.
210 www.udima.es
Uno de los philosophes que hizo profesión de deísmo fue Voltaire. Como anécdo-
ta, cabe señalar que, en 1758, Voltaire adquirió la propiedad de Ferney, cerca de la fron-
tera suiza, donde vivió 18 años convertido en una especie de patriarca europeo de las
letras y del nuevo espíritu crítico. Allí financió la renovación de la iglesia del pueblo e
hizo colocar una lápida en la que decía «Deo erexit Voltaire» (Voltaire la erigió a Dios).
El templo era levantado en honor de Dios, no de los santos. Esa divinidad desempeña-
ría para Voltaire una doble función, pues serviría como punto último de referencia para
una explicación del universo y, a la vez, permitiría llevar un eficaz control social para
las masas populares, lo que para un hacendado como Voltaire resultaba más apremiante
que para otros ilustrados.
En 1746, Diderot era todavía deísta, como indican las primeras palabras de los
Pensamientos filosóficos: «J'écris de Dieu» («Escribo sobre Dios»), una actitud que se
opone tanto al cristianismo como a todo fanatismo religioso sin excepción, al estimar
que cualquier forma de superstición es más injuriosa contra Dios que el mismo ateísmo.
El filósofo consideraba, en esta fase incipiente, que la creencia en Dios debía estar fun-
dada en el conocimiento de la naturaleza.
En el ámbito del materialismo, cabe citar a los filósofos franceses Helvetius, autor
de Del Espíritu, donde reflexiona sobre cómo ese intangible que nos constituye desde
dentro –el espíritu, la mente– acaba por ser la base fundamental del ser humano y su cul-
tura, y La Mettrie, con El hombre máquina, en el que desarrolló la tesis de la identidad
entre las funciones psíquicas y los estados corporales: «el alma no puede dormir cuando
la sangre circula demasiado deprisa».
3. EL DESPOTISMO ILUSTRADO
www.udima.es 211
despotismo ilustrado: «todo para el pueblo, pero sin el pueblo» que, guardando la dis-
tancia temporal que las separa, puede ser comparada con la máxima de Juvenal «panem
et circenses» (pan y circo) romano, pues el gobernante ilustrado trataba de introducir la
modernización en el sistema sin que los pilares del absolutismo se resintieran.
Rusia, Francia, Austria, Prusia y España fueron escenario de esta forma de gobier-
no que trataba de aunar el absolutismo con las ideas de la Ilustración, donde el rey tenía
un poder casi ilimitado y a su vez era mecenas de las artes y de las ciencias.
En materia religiosa, como hemos señalado, los monarcas del despotismo ilustra-
do defendieron los derechos de la soberanía real en materia eclesiástica, aunque no se
cuestionaba el poder de la Iglesia en cuestiones de fe y de moral. Esta doctrina se conoce
como regalismo y, entre otras cuestiones, reivindicó el derecho del soberano a nombrar
cargos eclesiásticos. En España, esta política regalista tuvo dos hechos significativos:
la expulsión en 1767 de los jesuitas (que profesaban un cuarto voto, el de obediencia al
papa), a los que consideró instigadores del motín de Esquilache acaecido el año anterior,
y el recorte del poder de la Inquisición en 1768-1770.
Si bien es cierto que durante buena parte del siglo XVIII se mantuvo el barroco como
estilo artístico imperante, progresivamente asistimos a la aparición del arte neoclásico,
en cuyo surgimiento confluyeron varios factores: la tendencia hacia el redescubrimiento
de los principios del arte clásico, propiciada por el hallazgo arqueológico de Pompeya y
Herculano; la difusión de las ideas ilustradas y su vinculación con la burguesía, la nueva
clase social en ascenso, que acabó produciendo una crítica al rococó, asociado a los am-
bientes nobiliarios y cortesanos, considerados como representativos del Antiguo Régimen.
212 www.udima.es
Las tres Gracias, Cupido y Psique y el busto de Napoleón Bonaparte son algunas
de las obras más célebres de Canova, al igual que Ganimedes con el águila de Júpiter y
el Cristo de la catedral de Copenhague lo son de Thorvaldsen.
En pintura, junto con el desarrollo del rococó que tuvo en Jean-Honoré Fragonard
(1732-1806) uno de sus máximos exponentes (con pinturas como El columpio) cabe citar
algunas obras de estética neoclásica de Jean Auguste Dominique Ingres (1838-1867),
como La fuente. Mención especial merece en este estilo Jacques-Louis David (1748-
1825), que exaltó los mitos romanos, creando identidades con los valores de la revolu-
ción. La muerte de Sócrates y El juramento de los Horacios son algunas de sus pinturas
más representativas.
En literatura, junto a los filósofos ilustrados que cultivaron también este campo,
cabe citar las novelas de aventuras de los ingleses Daniel Defoe (Robinson Crusoe)
www.udima.es 213
5.1. L
A GUERRA DE SUCESIÓN Y LOS PRIMEROS REINADOS
BORBÓNICOS
En tanto que guerra civil, los territorios hispánicos quedaron divididos en dos
bandos: la Corona de Castilla apoyó mayoritariamente a Felipe de Anjou y Aragón se
decantó por Carlos de Austria.
Felipe fue proclamado rey de los territorios hispánicos (incluidas las Indias) y tuvo
que renunciar a los derechos de sucesión al trono francés. Carlos recibió Milán, Nápo-
les, Cerdeña y Flandes. El duque de Saboya ganó Sicilia e Inglaterra consiguió Gibral-
214 www.udima.es
tar y Menorca en 1704 y 1708, respectivamente, así como el permiso de enviar un navío
cada año a las Indias y el asiento de negros, que le posibilitó la introducción de escla-
vos negros en las colonias americanas.
varros y del valle de Arán en Cataluña, fieles a Felipe V durante la guerra de Sucesión,
conservaron sus fueros.
Siguiendo los usos franceses, en 1713, Felipe V introdujo la Ley Sálica, que nega-
ba todo derecho sucesorio a las mujeres. Paradójicamente, el monarca debía su corona a
la transmisión de sus derechos por vía femenina (su abuela María Teresa y su bisabuela
Ana de Austria).
Los intendentes actuaron como nexo entre el poder central y las provincias y los
municipios fueron perdiendo atribuciones. El ejército también experimentó una impor-
tante reforma, al ser sustituidos los antiguos tercios por un nuevo modelo militar basado
en brigadas, regimientos, batallones, compañías y escuadrones. Además, se introdujeron
novedades como los uniformes, los fusiles y la bayoneta y se perfeccionó la artillería.
www.udima.es 215
216 www.udima.es
sustituir los impuestos tradicionales por un tributo único, el catastro, que gravaba en
proporción a la capacidad económica de cada contribuyente. El florecimiento cultural
se plasmó en 1752 en la creación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,
que se sumó a las Reales Academias de la Historia y de la Lengua fundadas por su padre.
En 1759, llegaba al trono español Carlos III (1759-1788). Pocos reinados han go-
zado de un balance tan unánime como el del soberano ilustrado español por excelencia.
Envuelto en una leyenda blanca, Carlos III ha pasado a la historia como el «monarca
ilustrado» que propició un tiempo de prosperidad y de modernización en el país.
Cuando en 1759 fue proclamado rey de España, Carlos era ya un monarca vetera-
no, que conocía al detalle el estado de los reinos hispánicos. El trono de las Dos Sicilias
había sido su escuela práctica de aprendizaje y, durante el último año, en el que su herma-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Se ha hecho célebre la frase «Primero Carlos que rey», con la que el monarca anun-
ciaba que el hombre que había debajo del soberano también contaba y que, para ser un
buen servidor del bien público, era preciso ser antes una persona íntegra, sustentada sobre
un código moral adecuado.
En 1766, Carlos III vio cómo en Madrid estallaban una serie de revueltas, cuyo de-
tonante era el decreto firmado el 10 de marzo por Esquilache en el que se prohibía a los
hombres llevar capas largas y sombreros anchos y redondos, prendas que debían ser sus-
tituidas por capas cortas y sombreros de tres picos para reducir los delitos. En el fondo
del problema estaban otras reivindicaciones: expulsión de los gobernantes extranjeros,
supresión de la Junta de Abastos, reducción de los precios de los alimentos básicos y ex-
tinción de la Guardia valona, odiada desde que, con motivo de la celebración en el Buen
Retiro de las bodas de la infanta María Luisa, ejerciera una sangrienta represión contra
los ciudadanos que, empujados por el gentío, desbordaron las vallas.
www.udima.es 217
En materia religiosa, Carlos III impulsó una reforma desde arriba, con el objeti-
vo de controlar a la Iglesia, en consonancia con la concepción que los ilustrados tenían
del papel del Estado y con el modelo regalista que regía sus relaciones con la institu-
ción eclesiástica.
Uno de los aspectos más célebres de la biografía de Carlos III es el de «mejor al-
calde de Madrid», nombramiento que recuerda el título de la obra El mejor alcalde, el
rey, que Lope de Vega ambientara en Galicia en la época de Alfonso VII y publicara en
la centuria anterior, hacia 1635.
218 www.udima.es
laran por las calles. En esta misma línea de mejora de la salubridad pública, se propuso
trasladar los cementerios fuera de las iglesias, aunque este proyecto se encontró con la
resistencia del pueblo.
Durante el reinado de Carlos III, los problemas del mundo rural pasaron a ser
objeto de atención por parte del Gobierno. La escasa productividad del campo y el
riesgo de amotinamiento estimularon algunas iniciativas de los consejeros del mo-
narca, entre las que sobresalieron las de Campomanes y Jovellanos, que denunciaron
las manos muertas y los privilegios de la Mesta, e incluso en su Informe en el Ex-
pediente de ley agraria (1795) el segundo abogó por la distribución de la tierra entre
todos los propietarios.
Otra iniciativa puesta en marcha durante el reinado de Carlos III fue la coloniza-
ción de despoblados, especialmente de Sierra Morena. Este proyecto, pilotado por el
intendente Pablo de Olvide, permitió instalar en La Carolina y en La Carlota a unos
7.000 colonos católicos alemanes, holandeses y españoles.
www.udima.es 219
El sector que mayor crecimiento tuvo en el siglo XVIII fue el comercial. La recupe-
ración económica de la primera mitad de la centuria y el desarrollo del pensamiento ilus-
trado propiciaron la mejora de las comunicaciones y la activación del comercio exterior.
peso de la Iglesia católica. Los ilustrados pensaban que solo la educación y las refor-
mas podían combatir la mala distribución de la tierra, los privilegios de la Mesta y la
superstición de la cultura popular. Entre los ilustrados españoles sobresalieron el padre
Feijoo, Gregorio Mayans, Enrique Flórez y Melchor Gaspar de Jovellanos.
También hubo científicos célebres, como Jorge Juan y Antonio Ulloa, que partici-
paron en la medición del arco del meridiano en el virreinato del Perú, y José Celestino
Mutis, a quien se deben numerosos avances en el conocimiento de la botánica del virrei-
nato de Nueva Granada.
Entre las vías de difusión cultural del siglo XVIII destacan las Academias, las So-
ciedades Económicas de Amigos del País, la prensa, las tertulias y los salones. De esta
época datan la Reales Academias creadas en Madrid (de la Historia, de la Lengua y de
Bellas Artes) y las surgidas en otras ciudades como Sevilla, Barcelona y Zaragoza. Las
Sociedades Económicas de Amigos del País eran reuniones de ilustrados que buscaban
el desarrollo de las «ciencias útiles» y el fomento de la economía en sus regiones. Dia-
rios como El Pensador y El Censor lanzaron sus críticas hacia los privilegios sociales
de una minoría de la población, al tiempo que en las tertulias y en los salones, algunos
de ellos regentados por distinguidas mujeres, se debatía sobre «Las Luces».
220 www.udima.es
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
Enunciado 2
www.udima.es 221
Enunciado 3
Visiona la película La Misión (R. Joffé, 1986) y haz un análisis de la misma, con-
textualizándola en la guerra guaraní.
Enunciado 4
Tras la lectura de estos dos textos de Jovellanos, responde a las preguntas formuladas:
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Texto 1:
Texto 2:
La Desamortización
222 www.udima.es
los reverendos prelados de sus iglesias que promoviesen por sí mismos la ena-
jenación de sus propiedades territoriales para volverlas a manos del pueblo,
bien fuese vendiéndolas y convirtiendo su producto en imposiciones de censos
o en fondos públicos, o bien dándolas en foros o en enfiteusis perpetua y libres
de laudemio, correrían ansiosos a hacer este servicio a la patria con el mismo
celo y generosidad con que la han socorrido siempre en todos sus apuros (...)
La primera providencia que la nación reclama de estos principios es la
derogación de todas las leyes que permiten vincular la propiedad territorial».
Gaspar Melchor de Jovellanos: Informe en el Expediente de Ley Agraria, 1795.
Se propone lo siguiente:
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Enunciado 5
Responde a las siguientes preguntas a partir del texto de Kant:
www.udima.es 223
Se propone lo siguiente:
E
JERCICIOS VOLUNTARIOS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
224 www.udima.es
www.udima.es 225
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
PESQUERO FRANCO, E.: «Jacques Rousseau, una conciencia desgarrada de la Ilustración», en Anales
del Seminario de Metafísica, núm. extra, Homenaje a S. Rábade, 1992, págs. 595-622.
POMEAU, R.: Voltaire, París, Seuil, 1983.
En la red
http://www.ciudadesilustracion.org/ilustracion.php?lang=cas
http://www.fordham.edu/halsall/mod/modsbook10.asp
http://www.historiasiglo20.org/HE/8f.htm
http://www.site-magister.com/philosophis.htm
Avanzada
CASSIRER, E.: La filosofía de la Ilustración, 3.ª ed., México D.F., Fondo de Cultura Económica, 1984.
DELUMEAU, J.: El catolicismo de Lutero a Voltaire, Barcelona, Editorial Labor, 1973.
LARA MARTÍNEZ, M.: «María Teresa de Austria», en Historia national geographic, 2010, núm. 86,
págs. 80-88.
PIMENTEL, J.: Testigos del mundo: ciencia, literatura y viajes en la Ilustración, Madrid, Marcial Pons,
Ediciones de Historia, 2003.
PINTOR-RAMOS, A.: J.-Jacques Rousseau. Escritos religiosos, Madrid, 1978.
ROUSSEAU, J. J.: Discurso sobre las ciencias y las artes. Discurso sobre el origen de la desigualdad entre
los hombres. El contrato social, Madrid, Editorial LIBSA, 2001.
226 www.udima.es
La era de
las revoluciones
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
2. La Europa napoleónica
3. La restauración
4. Las oleadas revolucionarias
5. El siglo xix español
6. La Revolución Industrial
6.1. Máquinas y fábricas
6.2. La sociedad de clases
6.3. La jornada laboral
6.4. Ideologías del movimiento obrero
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
www.udima.es 227
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
su nacimiento. Para ello hubo que crear la sociedad de clases que, aunque no constituye
la panacea, comienza por no segregar a los ciudadanos en función de la cuna.
Objetivos
228 www.udima.es
Desde el último tercio del siglo XVIII, buena parte de Europa experimentó un pro-
fundo proceso de cambio político, cuyo referente fue la Revolución francesa, la cual
puso fin al absolutismo y a los privilegios estamentales y marcó el inicio de la socie-
dad liberal.
miento de los Estados Unidos; quedó definido desde los años setenta un sistema libe-
ral-democrático con relevantes peculiaridades derivadas de su formación nacional.
Las tasas de 1767 serían anuladas tres años después, pero se mantendría el impues-
to sobre el té, lo que dio lugar al famoso «motín del té» (Boston Tea Party), acaecido
en la noche del 2 de octubre de 1773, al ser saqueado un buque por colonos disfrazados
de «pieles rojas» en el puerto de Boston.
www.udima.es 229
En 1790 el nuevo país tenía 4 millones de habitantes, concentrados al sur del río
Hudson. El extraordinario crecimiento se explica por el flujo de inmigración europea y
por la conquista y la colonización de las tierras del oeste, arrebatadas a los indígenas,
sobre los que se practicó un auténtico genocidio a partir de 1865. La esclavitud, arraiga-
da sobre todo en los Estados sureños, con una economía de plantación de tabaco y algo-
dón, fue el detonante de la guerra de Secesión (1861-1865).
Los Estados del sur reaccionaron ante la elección del abolicionista Abraham
Lincoln como presidente de la Unión y proclamaron su secesionismo, creando la Con-
federación. El conflicto entre el norte industrial (23 Estados y 22 millones de habitantes)
y el sur agrario (11 Estados y 10 millones de habitantes, de los cuales 4 eran negros) fue
muy cruento y destructivo, quedando esta última región en una situación de postración.
Tras la rendición del general Lee en 1865, se formalizó la victoria del norte y, poco des-
pués, fue asesinado el presidente Lincoln.
230 www.udima.es
tres estamentos), que no se habían reunido en Francia desde 1614. Así empezó a difun-
dirse la idea de que el Tercer Estado, que englobaba al 95 por 100, era el único represen-
tante de los franceses, forjándose la oposición al sistema de representación estamental.
www.udima.es 231
En 1790, la Asamblea Nacional proclamó la Constitución civil del clero, que per-
mitía la separación de Iglesia y Estado; al año siguiente, aprobó la Constitución, que de-
fendía una monarquía constitucional, en la que el poder se encontraba dividido en tres
(legislativo, ejecutivo y judicial) y el sufragio censitario.
La sospecha de traición por parte del rey provocó la insurrección popular del 10 de
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
agosto de 1792. Las masas de París, dirigidas por los sans-culottes, formaron una comu-
na popular, gobierno paralelo que compartiría el poder con la Asamblea. Además, esta
votó ese mismo día la supresión de la monarquía y la convocatoria de una convención
elegida por sufragio universal.
Desde junio de 1793, los jacobinos ocuparon el poder y dirigieron la etapa más ra-
dical de la revolución. En ese mismo mes se aprobó una nueva Constitución, basada en
la democracia social: soberanía popular y sufragio universal directo. El nuevo gobierno,
denominado Comité de Salud Pública y presidido por Robespierre, proclamó el Terror
ante los enemigos de la revolución y llevó consigo una sangrienta represión que preci-
pitaría la caída de Robespierre, que sería guillotinado el 28 de julio de 1794.
232 www.udima.es
2. LA EUROPA NAPOLEÓNICA
El 9 de noviembre de 1799, las tropas dirigidas por Napoleón tomaron control y dis-
persaron los consejos legislativos, quedando Bonaparte, Sièyes y Ducos como cónsules
provisionales. Si bien Sièyes pretendía dominar el nuevo régimen, Bonaparte se le ade-
lantó redactando la Constitución del año VIII (aprobada el 24 de diciembre de 1799),
asegurando su elección como primer cónsul.
Los poderes ejecutivo y legislativo recaían en manos de Napoleón y los jueces eran
designados por sufragio universal, aunque posteriormente el corso se haría con los tribu-
nales. Se trataba de la primera Constitución promulgada desde el inicio de la revolución
en la que no constaba una declaración de
derechos. Sería sucedida por la Constitu-
ción del año X, que convertiría a Napo-
Figura 3. Hôtel des Invalides, donde se halla el
león en el primer cónsul vitalicio. mausoleo de Napoleón (París)
www.udima.es 233
la paz de Amiens con Gran Bretaña. El 2 de diciembre de 1804, Napoleón fue coronado
emperador en Notre-Dame en una ceremonia presidida por el papa Pío VII.
Uno de los motivos del prestigio y del poder de Napoleón Bonaparte fue su capa-
cidad para alejar el peligro de una invasión extranjera contra Francia. Los monarcas ab-
solutos europeos se habían opuesto a la Francia revolucionaria y habían coaligado sus
ejércitos para luchar contra ella. Napoleón consiguió derrotarlos y conquistar con sus
tropas gran parte de Europa.
El 8 de septiembre de 1805 estalló una nueva guerra entre Francia y Austria y Na-
poleón derrotó a los austriacos en Ulm el 20 de octubre. El 2 de diciembre se produjo la
victoria de Napoleón en Austerlitz sobre los emperadores austriaco y ruso y, el 27 de
dicho mes, Austria firmó el tratado de paz con Francia en Presburgo. En virtud de dicho
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
acuerdo, Napoleón fue reconocido como rey de Italia, que era el reino títere que incluía
todos los territorios venecianos otorgados a Austria en los últimos pactos.
En 1806, sin haber podido vencer a los británicos militarmente, Napoleón decretó
el bloqueo continental. Portugal, tradicional aliada de Inglaterra, se negó a acatarlo de
modo que el emperador decidió invadir dicho país. Para ello, necesitaba ser capaz de
trasladar tropas terrestres allí, de ahí que firmara el Tratado de Fontainebleau, por el
que se permitía el paso de tropas francesas por territorio español para invadir Portugal,
como se explicará más adelante.
234 www.udima.es
3. LA RESTAURACIÓN
Los representantes de las potencias europeas que habían vencido a Napoleón, pre-
tendieron terminar con la situación creada por la Revolución francesa, mediante la res-
tauración de los principios monárquicos del Antiguo Régimen, esto es, el absolutismo.
Las medidas sociales, políticas y económicas dictadas por los ideales revolucionarios
fueron derogadas para dar paso otra vez al poder ilimitado de los monarcas y a la devo-
lución de sus privilegios a la nobleza y al clero.
Las grandes potencias definieron en el ámbito de la teoría política los pilares que
habrían de sustentar el nuevo orden internacional. Estos principios fueron: el equilibrio
(principio de inspiración británica que impedía la expansión de una potencia a costa de
otros Estados, a fin de evitar conflictos en Europa), la legitimidad (solo tenían derecho
a estar en el poder aquellos a los que Dios hubiera elegido por su herencia real, con
independencia de que su nacionalidad fuera diferente a la de sus súbditos), el absolu-
tismo (al derivar el poder regio de Dios no debía ser frenado por ninguna Constitución
ni por la soberanía nacional) y el intervencionismo (las potencias se comprometían a
www.udima.es 235
236 www.udima.es
La oleada de 1830 fue más extensa, pues afectó a todos los territorios europeos si-
tuados al oeste de Rusia. La revolución triunfó en Francia, donde Carlos X de Borbón
fue sustituido por Luis Felipe de Orleans, y se extendió luego a Bélgica, que se inde-
pendizó de Holanda. Sin embargo, fracasó en Polonia, donde fue reprimida por tropas
rusas, así como en la península italiana. En España y en Portugal se abriría un periodo
de guerras civiles entre liberales y absolutistas, materializado en nuestro país en la pri-
mera guerra carlista.
www.udima.es 237
ralismo dio sus primeros pasos, que lle- Figura 5. Museo del Prado
varían a la organización de las Cortes de
Cádiz y a la promulgación de la Consti-
tución de 1812, la primera en la historia
de nuestro país.
238 www.udima.es
Profesiones Población
www.udima.es 239
La temprana muerte de Alfonso XII en 1885 daría paso a la regencia de M.ª Cristi-
na de Habsburgo-Lorena, madre del hijo póstumo del monarca, el futuro Alfonso XIII.
En esta etapa despuntarían los nacionalismos en Cataluña y el País Vasco y se asistiría
a las primeras manifestaciones del movimiento obrero español.
El desastre del 98, con la pérdida de las últimas colonias de ultramar (Cuba, Puerto
Rico, Filipinas y la isla de Guam) sumiría al país en una fuerte conmoción. No obstante,
la repatriación de capitales y la reacción regeneracionista permitiría que España entra-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
6. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
240 www.udima.es
Por ello, podemos hablar de revolución demográfica, para explicar el notable incre-
mento de la población registrado desde 1750 en Europa y, especialmente, en Gran Bre-
taña. Entre 1700 y 1800, el número de habitantes aumentó en un 68,7 por 100 en dicho
país y, entre 1800 y 1850, la población se duplicó y la esperanza de vida, a finales de la
centuria, alcanzó la edad de 50 años.
Otro sector decisivo durante esta fase fue el del hierro, necesario para producir la
maquinaria, el cual impulsó a su vez el desarrollo de la minería del carbón, siendo este
empleado como combustible. Los inventos más importantes para difundir el hierro fue-
ron el uso del carbón de coque para los altos hornos y la pudelación y laminación del
hierro, inventada por Cort en 1783. En 1856, el convertidor de hierro en acero de Bes-
semer permitió obtener acero directamente del hierro fundido.
Uno de los aspectos más destacados de esta etapa es la construcción del ferrocarril.
En 1829, Stephenson inventó la locomotora y, al año siguiente, se abrió la primera línea
de ferrocarril, la cual unía Liverpool con Mánchester.
Nuevas invenciones caracterizaron este periodo, donde destacan, entre ellas, el motor
de combustión, el aeroplano, el automóvil, el teléfono y la radio, de forma que, durante
la segunda Revolución Industrial, se vivió una auténtica revolución en el campo de los
transportes y de las comunicaciones.
www.udima.es 241
En España, el proceso se realizó con cierto retraso respecto a los países más industriali-
zados, por lo que a principios del siglo XX seguía siendo un país agrícola en el que solo unos
reducidos núcleos habían iniciado este camino (Cataluña, el País Vasco, Madrid, etc.). Las
primeras líneas de ferrocarril serían Barcelona-Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1851).
La burguesía, grupo que desde finales de la Edad Media había ido despuntando
dentro del estamento del Tercer Estado, carente por tanto de privilegios aunque podero-
so económicamente, se convirtió en la nueva clase dominante.
El hábitat rural decreció ante el desarrollo urbano y también en las ciudades quedó
plasmada la distribución social. La burguesía ocupó el centro de las poblaciones o edifi-
có confortables áreas residenciales, dotadas de amplias avenidas y buenas comunicacio-
nes. Sin embargo, los barrios obreros eran insalubres e incómodos y la falta de viviendas
provocó el hacinamiento en los suburbios.
242 www.udima.es
Las mujeres y los niños percibían además sueldos inferiores. En Inglaterra, el sa-
lario de los niños equivalía a un 10 por 100 del de los hombres y el de las mujeres es-
taba en torno al 40 por 100. El obrero estaba totalmente desprotegido ante el patrón,
pues podía ser despedido en el momento que este deseara, siendo frecuentes los castigos
y las penalizaciones. Únicamente se cobraba la jornada trabajada, por lo que los días
festivos o de enfermedad carecían de remuneración. En esta tesitura, los problemas de
salud y la vejez eran difíciles de afrontar, ya que no había ningún seguro que facilitara
la subsistencia en esas etapas.
En los primeros tiempos, no existía ningún tipo de legislación laboral que fijara las
condiciones de trabajo o la protección en caso de accidente o enfermedad. Las primeras
leyes reguladoras del trabajo se aplicaron en Gran Bretaña en 1833, cuando se promul-
gó la Factory Bill, que reglamentaba la inspección de las condiciones de trabajo en la
industria textil.
www.udima.es 243
bró con regularidad congresos pero el estallido de la comuna de París en dicho año su-
puso un duro golpe para la organización. En el Congreso de Filadelfia (1876) se decretó
la suspensión de la I Internacional y, en 1889, nació la II Internacional, de predomi-
nio marxista, al quedar prácticamente excluidos los anarquistas. En el primero de sus
congresos, en 1890, se decidió instaurar el 1 de mayo como fiesta anual del trabajo, así
como reivindicar la jornada laboral de 8 horas y suprimir el horario nocturno.
Las doctrinas sociales reivindicarían los derechos de la clase obrera desde po-
siciones en clave de lucha, teórica o práctica (socialismo y anarquismo), o pacíficas
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Entre los socialistas utópicos sobresalieron Robert Owen (defensor de la vía coope-
rativista para alcanzar el socialismo) y Charles Fourier (que proponía el asociacionismo
libre y voluntario de los trabajadores, orientado a la formación de falansterios).
La línea divisoria entre ambas corrientes se halla en 1848, fecha de aparición del
Manifiesto comunista. El socialismo científico estuvo representado por Karl Marx y
Friedrich Engels, para quienes la historia humana había ido transitando de forma evolu-
tiva a través de diferentes modos de producción hasta llegar a la dominación burguesa.
El enfrentamiento entre esta y el proletariado sería necesario para llegar a una sociedad
justa e igualitaria en la que, finalmente, las clases serían abolidas. El materialismo his-
tórico (explicación marxista de la formación y el desarrollo de la sociedad, al igual que
el materialismo dialéctico es la expresión filosófica del movimiento) entendía así la lucha
de clases como el motor de la historia.
Otra teoría sociopolítica fue el anarquismo o comunismo libertario, que tenía como
fin eliminar al Estado en atención a la libertad absoluta del individuo. Dentro del anar-
quismo se desarrollaron dos tendencias: la colectivista o bakunista (Bakunin), de base
agraria, que abogaba por la propiedad social del capital, de la tierra y de los modos de
producción, aunque reservando los rendimientos del trabajo a la propiedad individual;
y la comunista o kropotkinista (Kropotkin), partidaria de la socialización de todos los
elementos anteriormente citados.
244 www.udima.es
www.udima.es 245
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
246 www.udima.es
Enunciado 2
Enunciado 3
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Tras el visionado de la película Lo que el viento se llevó (V. Fleming, 1939), reali-
za un análisis de la misma, contextualizándola en la guerra de Secesión norteamericana.
Enunciado 4
Enunciado 5
www.udima.es 247
E
JERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
1. Tras leer este texto de Olimpia de Gouges (1748-1793), responde a las cues-
tiones formuladas.
248 www.udima.es
no tiene más límites que la tiranía que el hombre le opone; estos lími-
tes deben ser reformados por las leyes de la naturaleza y de la razón.
V. Las leyes de la naturaleza y la razón prohíben todas las accio-
nes perjudiciales para la sociedad: todo lo que no está prohibido por
estas leyes, sabias y divinas, no puede ser impedido, y nadie puede
estar obligado a hacer lo que no ordenan.
VI. La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas
las ciudadanas y ciudadanos deben contribuir personalmente o por
medio de sus representantes a su formación (...).»
Se propone lo siguiente:
Texto 1:
www.udima.es 249
Texto 2:
250 www.udima.es
Se propone lo siguiente:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
www.udima.es 251
En la red
http://clio.rediris.es/udidactica/sufragismo2/revfran.htm
http://www.historiasiglo20.org/
http://www.portalplanetasedna.com.ar/francesa.htm
http://www.sispain.org/spanish/history/
Avanzada
LARA MARTÍNEZ, M.: «Masones. La hermandad perseguida», en Historia national geographic, núm. 74,
págs. 76-84, 2010.
MORI, G.: La Revolución Industrial. Economía y sociedad en Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo
XVIII, Barcelona, Crítica, 1987.
PÉREZ, M. P. y GARCÍA, T.: De Colonias a República. Los orígenes de los Estados Unidos de América,
Madrid, Síntesis, 1995.
TOCQUEVILLE, A. de: El Antiguo Régimen y la Revolución, México, Fondo de Cultura Económica, 1998.
252 www.udima.es
9
UNIDAD
DIDÁCTICA expansión colonial.
De la paz armada
a la primera
guerra mundial
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
3. La política internacional desde 1870 hasta 1914: los sistemas bismarckianos y las reivin-
dicaciones nacionalistas
3.1. Las crisis marroquíes
3.2. Las crisis balcánicas
www.udima.es 253
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
254 www.udima.es
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
Objetivos
www.udima.es 255
rios que se emanciparían desde finales del siglo XVIII. En la nueva etapa,
la ocupación se realizó sobre todo en África, en Asia y en el Pacífico.
• Las antiguas colonias habían sido básicamente de asentamiento y los emi-
grantes crearon sociedades de tipo similar al europeo. Sin embargo, las nue-
vas colonias serían territorios de ocupación, donde una pequeña minoría de
europeos ejercía el control político.
• El ritmo de ocupación anteriormente fue lento, pero en el siglo XIX fue
muy rápido.
• Las posesiones coloniales de la etapa precedente dieron lugar a escasos
conflictos; sin embargo, el imperialismo del siglo XIX presentó un carácter
belicoso, ya que la expansión se había convertido en uno de los objetivos
prioritarios de los países industrializados.
256 www.udima.es
económico.
Además, hay que tener en cuenta el enorme crecimiento natural que conoció
el Viejo Continente entre 1840 y 1914, proceso conocido como la «explo-
sión blanca», que generó un flujo migratorio de alrededor de 40 millones
de europeos.
• Revisión del fenómeno imperialista. Especialmente desde el fin de la Se-
gunda Guerra Mundial y, en parte, de forma paralela al desarrollo del pro-
ceso descolonizador, fue cobrando auge la idea de que la economía no fue
el factor determinante del imperialismo, sino uno más del conjunto.
A juicio del economista y sociólogo austriaco Schumpeter (1883-1950),
que publicó poco después de la Gran Guerra, en 1919, un estudio titulado
precisamente Imperialismo, la expansión no era fruto de un capitalismo ma-
duro ni respondía a una dinámica económica específica, como defendían los
marxistas, sino que era reflejo de residuos culturales el pasado, esto es, de
impulsos atávicos e irracionales procedentes de un lejano tiempo histórico
que habían sobrevivido por el apoyo recibido de las clases dominantes.
Por su parte, el historiador David Fieldhouse defiende la existencia de un
nuevo factor en el origen del imperialismo: la brusca reivindicación de co-
lonias por parte de Bismarck en 1884-1885, al convertirse así estos territo-
rios en un medio de trueque diplomático, de los cuales una gran potencia
podía servirse para negociar.
• Visión de los descolonizados. La cuarta interpretación del imperialismo es
la ofrecida por los intelectuales de los países descolonizados, donde destacan
Senghor y Kizerbo. Por una parte, como representantes de los pueblos ex-
plotados, lo condenaban y, por otra, ante el hecho innegable de que su propia
www.udima.es 257
Para señalar los aspectos más destacados del imperialismo, destacaremos, en pri-
mer lugar, que el imperio más extenso de todos fue el británico, en la etapa de la reina
Victoria (1837-1901), ya que sus dominios se extendieron por cinco continentes.
Otro imperio europeo fue el ruso, cuya acción expansiva se dirigió hacia la incorpo-
ración de tres ámbitos: tierras al sur del Cáucaso, zona costera del Pacífico y Manchuria,
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
siendo derrotada por Japón en 1905 en el intento de dominar el último territorio citado.
Las dos naciones ibéricas, pioneras de la exploración marítima desde el siglo XV,
no tuvieron tanta suerte en el fenómeno imperialista del XIX. Portugal logró reafirmar
su presencia en Angola y Mozambique, pero vio frustrado su proyecto de unir ambos
territorios. España conservó en África occidental Ifni, río Muni y Fernando Poo pero,
tras la guerra contra los Estados Unidos, en 1898, perdió sus colonias de Cuba, Puerto
Rico, Filipinas y Guam.
258 www.udima.es
www.udima.es 259
En esta etapa, los intereses imperialistas dieron origen también a multitud de con-
flictos, con la organización de sistemas de alianzas internacionales que desembocaron
en la formación de dos bloques antagónicos que colisionaron en la Primera Guerra
Mundial.
El reinado de Victoria I, que se prolongó desde 1837 hasta 1901, supuso la etapa de
consolidación de Gran Bretaña como el país más poderoso y de mayor influencia entre
las primeras potencias, al rivalizar a principios del siglo XX con los Estados Unidos y
la Alemania del II Reich.
Los tres rasgos más destacados de la era victoriana fueron el liberalismo, el desa-
rrollo económico y, sobre todo, la expansión de su imperio.
En primer lugar, Gran Bretaña asistió en el siglo XIX a la modernización del sis-
tema liberal, mediante diversas leyes de reforma (Reform acts), que ampliaron la parti-
cipación electoral aunque, en un principio, estuvo reservada únicamente a los hombres.
La negación del derecho a voto a las mujeres provocó el nacimiento del movimiento su-
fragista, liderado por Emmeline Pankhurst (1858-1928), fundadora de la Liga en favor
del derecho al voto de la mujer. Finalmente, en 1918, se reconocería el derecho de la
mujer al sufragio.
Uno de los principales problemas políticos del momento fue el nacionalismo irlan-
dés. La política británica no pudo resolver la situación y el Parlamento nunca llegó a
aprobar unas leyes propias conocidas como Home Rule, que permitieran su autogobierno.
En 1921, Gran Bretaña tuvo que reconocer la independencia de la República de Irlanda,
aunque un territorio del norte (Ulster) siguió perteneciendo a la metrópoli.
260 www.udima.es
En tercer lugar, el imperio era expresión del esplendor británico. Gran Bretaña se
sintió llamada a una gran misión civilizadora en el mundo, conservando una paz hege-
mónica bajo dominio inglés, una Pax britannica, al estilo de la Pax romana. La políti-
ca imperialista, asociada al ensalzamiento patriótico y a la superioridad racial, tuvo uno
de sus hitos en la proclamación de Victoria como emperatriz de la India en 1877, con el
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Uno de los procesos más destacados del inicio de la III república es la comuna de
París, nombre con el que se conoce el movimiento insurreccional que gobernó la ciu-
dad de París desde el 18 de marzo hasta el 28 de mayo de 1871, con la instauración del
sufragio universal y un proyecto comunista autogestionario.
La comuna de París estuvo influenciada por las ideas socialistas y se llegó a instau-
rar el gobierno del proletariado, con la adopción de una serie de medidas encaminadas a
la formación de un poder democrático popular, entre las que destacaban: la abolición del
trabajo nocturno, la reducción de la jornada laboral, la concesión de pensiones a las viu-
das y a los huérfanos de la Guardia Nacional y la separación entre la Iglesia y el Estado.
Finalmente, la comuna fue duramente reprimida por el Gobierno, instalado en Versalles.
El presidente Thiers envió soldados a París para que sofocaran la revuelta. Más de 30.000
trabajadores fallecieron en las calles de París y 7.000 fueron exiliados del país de por vida.
Durante la III república, Francia evolucionó hacia un Estado con una administra-
ción nacional fuertemente centralizada. El poder legislativo residía en dos cámaras
www.udima.es 261
• Boulanger, tras ser ministro de la Guerra desde 1885 hasta 1888, intentó
ejercer un caudillaje apelando a las masas descontentas. El boulangismo
fomentaba el nacionalismo y el sentimiento de revancha frente Alemania,
pero su inspirador fue derrotado en las elecciones de 1889 y tuvo que huir.
• El caso Dreyfus tuvo como origen un error judicial con trasfondo de an-
tisemitismo, del que fue víctima el capitán Alfred Dreyfus, de origen ju-
dío-alsaciano, que fue acusado de espionaje con pruebas falsas. La opinión
pública se conmovió al descubrirse la falsedad de las mismas.
A nivel internacional, el principal asunto que dividía a la opinión pública eran las
relaciones con Alemania, muy tensas desde que Francia había perdido Alsacia y Lore-
na en la guerra de 1870.
Desde finales del siglo XIX, se intensificaron las reivindicaciones nacionalistas pues,
además de las nacionalidades germana y húngara, que eran las mayoritarias, el imperio
incluía multitud de pueblos: croatas, serbios, eslovenos, polacos, checos, rumanos, búl-
garos e italianos.
262 www.udima.es
Desde el siglo XVI, los zares rusos pertenecían a la dinastía Romanov y, tres cen-
turias después, seguía siendo un imperio autocrático, donde los señores agrarios ejercían
un férreo dominio político.
En 1861, Alejandro II había decretado la liberación de los siervos, pero los efectos
de esta medida tardaron en hacerse visibles. Las grandes industrias se instalaron, con el
apoyo de capitales extranjeros, en las cuencas carboníferas del mar Negro, en los Urales
y en torno a Petrogrado, la capital zarista. El proceso de industrialización tuvo uno de
sus hitos en la construcción del ferrocarril transiberiano, la línea más larga del mundo,
entre Moscú y Vladivostock.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
En 1894 subió al trono el último de los zares, Nicolás II. Su política interna estuvo ba-
sada en la autocracia. Las revoluciones de 1905 y de 1917 debilitarían su poder y pondrían
fin al zarismo, respectivamente, con la instalación del comunismo, capitaneado por Lenin.
2.5.1. Alemania
www.udima.es 263
triaca sobre los asuntos alemanes, y la guerra franco-prusiana (1870), suscitada por
un malentendido diplomático con la Francia de Napoleón III a propósito de la solución
al vacante trono de España, pero orientada a anular a Francia en la política europea.
2.5.2. Italia
Desde la caída del Imperio romano de occidente, la península itálica había estado
dividida en diferentes reinos. En el siglo XIX, el proceso de unificación italiana, cono-
cido como risorgimento, permitió agrupar en un mismo Estado varios territorios inde-
pendientes entre sí.
Por el Tratado de Viena (1815), Italia quedó dividida en siete Estados independien-
tes (el reino de Cerdeña-Piamonte, el reino de las Dos Sicilias, los Estados pontificios, el
reino de Lombardía-Véneto y los ducados de Parma, Módena y Toscana).
En la segunda mitad del siglo XIX, tras varios intentos de unificación entre 1830 y
1848 aplastados por el Gobierno austriaco, fueron cobrando fuerza los planes de creación
de una confederación italiana, diseñados por el conde de Cavour, primer ministro del
264 www.udima.es
www.udima.es 265
A finales del siglo XIX, el Imperio otomano era un régimen autocrático que se en-
contraba en una franca decadencia. Durante esa centuria, los movimientos nacionalistas
habían desmembrado su territorio. A la independencia de Grecia en 1828, siguieron la
de Serbia, Rumanía, Bulgaria y Montenegro en los años siguientes.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Durante las décadas que permaneció en la cancillería del Reich, Bismarck fue el
artífice de la política internacional mediante el diseño de sistemas de alianzas que tra-
taban de garantizar el predominio alemán en la política europea y la contención de los
enemigos del Reich. La diplomacia secreta vivió en la época bismarckiana su edad de oro
pues, frecuentemente, los tratados firmados entre diversos Estados no se hacían públicos.
266 www.udima.es
mania debería tener el dominio en Europa continental y Gran Bretaña en el ámbito ul-
tramarino. Sin embargo, Francia debía ser aislada, a juicio de Bismarck. Tras la derrota
gala en la guerra franco-prusiana en la batalla de Sedán (1 de septiembre de 1870), el
aislamiento de Francia fue un objetivo constante en la política alemana y, con este fin, se
organizaron sucesivos sistemas de alianzas que vinculaban al Reich con otras potencias:
• En 1873 negoció la Liga de los Tres Emperadores, entre los tres grandes
imperios conservadores (Austria, Rusia y Alemania).
• En 1879 firmó con Austria la Doble Alianza.
• En 1882 se constituyó la Triple Alianza, entre Alemania, Austria-Hungría
e Italia.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Estos acuerdos serían el origen de los dos bandos enfrentados en la Primera Gue-
rra Mundial. La Triple Alianza conformaría el bando de los imperios centrales y la Tri-
ple Entente, los aliados.
Este ambiente de tensiones y de alianzas llevó a las grandes potencias a tomar medi-
das preventivas, como incrementar el presupuesto con fines militares para fortalecer sus
ejércitos y aprovechar los avances tecnológicos fruto de la segunda Revolución Industrial.
www.udima.es 267
268 www.udima.es
día una parte considerable de su territorio, incluidos unos 7.700 km2, que
fueron asignados a Rumanía. Entre otras compensaciones, la mayor parte
de Macedonia pasó a formar parte de Serbia y de Grecia, al igual que Bul-
garia tuvo que ceder una gran extensión de su territorio al Imperio otoma-
no por posteriores acuerdos. Además de las ganancias territoriales, Serbia
se consolidó como el Estado más importante de la región.
Hungría un pretexto para invadir Serbia, iniciándose así la Primera Guerra Mundial.
4.1. CAUSAS
¿Por qué fue mundial una guerra que se inició en Europa y entre países del continen-
te? Ante todo porque, en 1914, más de la mitad de las tierras emergidas y de la población
del planeta dependían de Europa. Los Imperios coloniales británico y francés y, en menor
medida, el alemán se extendían por África, Asia y Oceanía y, en América Latina, donde
tras las independencias no existía el dominio político, sí se ejercía el control económico.
Los historiadores marxistas defendieron que las causas económicas fueron el ori-
gen del conflicto, siguiendo así la línea historiográfica marcada por Lenin en su obra
El imperialismo, fase superior del capitalismo. Pero no todos los defensores de la prio-
ridad de las causas económicas fueron marxistas. En 1934, la investigación de un comité
norteamericano sobre los beneficios de la industria de guerra concluyó con la afirmación
de que la entrada de los Estados Unidos en el conflicto fue provocada por la presión de
los intereses financieros de los bancos, que habían prestado grandes sumas de dinero a
los aliados y temían no poder cobrarles si Alemana vencía en la guerra.
www.udima.es 269
10,4 %
38,2 %
Grandes potencias industriales
13,3 % de la Europa occidental (38,2 %)
América del Norte (38,1 %)
38,1 %
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
270 www.udima.es
El estallido del conflicto fue acogido con estupor por la mayoría de la población,
pues las clases trabajadoras, influenciadas por las ideas socialistas, eran contrarias a la
guerra. Pero pronto en cada país los ciudadanos se alistaron para combatir en el frente y
las fuerzas políticas acordaron las «uniones sagradas», con el fin de otorgar a los gobier-
nos el apoyo político necesario, con independencia del signo de partido.
Los países contendientes se encontraban agrupados en dos bandos: los imperios cen-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Francia
Reino Unido
Alemania
Agosto de 1914 Rusia
Austria-Hungría
Serbia
Bélgica
1916 Rumania
www.udima.es 271
272 www.udima.es
www.udima.es 273
En enero de 1919 se inauguró en París la conferencia que debía establecer las con-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
diciones de paz. Se reunieron 32 países, entre los que no se hallaba ninguno de los venci-
dos. Las principales negociaciones se desarrollaron entre los representantes de las cuatro
grandes potencias vencedoras de la guerra: Estados Unidos (Wilson), Francia (Clemen-
ceau), Gran Bretaña (Lloyd George) e Italia (Orlando).
El más importante de los tratados fue el de Versalles, en el que se fijaban las con-
diciones de la paz para Alemania, a la que se consideraba responsable del conflicto. El
Imperio alemán hubo de entregar Alsacia-Lorena a Francia, la Posnania a Polonia y se-
paraba la Prusia oriental del resto del territorio por el llamado pasillo de Danzig, mien-
tras que sus colonias eran repartidas entre los vencedores.
274 www.udima.es
En París se pusieron las bases de una nueva organización que debía garantizar la
paz y fomentar la cooperación internacional. La Sociedad de Naciones tuvo su sede en
Ginebra y su impulsor fue el presidente Wilson, aunque Estados Unidos no se integró en
ella. Esta ausencia, así como la de los propios vencidos y de Rusia, convirtió a la Socie-
dad de Naciones en una organización de vencedores de la guerra y su fracaso condujo
al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
4.4. CONSECUENCIAS
www.udima.es 275
1902 Australia
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
1906 Finlandia
1907 Noruega
1915 Dinamarca
1917 Rusia
1921 Checoslovaquia
1925 Hungría
276 www.udima.es
cía como cipayo al nativo de la India reclutado como soldado. Los cipayos
protagonizaron una rebelión frente al imperio en 1857.
• Colonialismo. Hace referencia al domino ejercido por las metrópolis
sobre los territorios conquistados (colonias) durante las primeras fases
de la expansión europea, esto es, en los siglos XVI, XVII y XVIII.
• Comuna de París. Nombre con el que se conoce el movimiento insurrec-
cional que gobernó la ciudad de París desde el 18 de marzo hasta el 28 de
mayo de 1871, con la instauración de diversas medidas encaminadas a la
formación de un poder democrático popular, como el sufragio universal.
• Cuestión de Oriente. Nombre que recibe el conjunto de problemas surgi-
dos durante los siglos XVIII y XIX como consecuencia del debilitamiento
progresivo del Imperio otomano. El fin del imperio llevaría a la proclama-
ción de la república de Turquía el 23 de octubre de 1923.
• Imperialismo. Doctrina que conduce al dominio de un Estado sobre otro
mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política. A diferen-
cia del colonialismo, el objetivo no era la transformación cultural de estas
zonas, sino su control político, económico y militar. Este proceso se desa-
rrolló en el siglo XIX.
• Segunda Revolución Industrial. Proceso acaecido en los decenios finales
del siglo XIX, caracterizado por una nueva oleada de innovaciones técni-
cas, que posibilitó el aumento de la capacidad productiva y la mejora de
los medios de transporte, por lo que está estrechamente relacionado con el
auge del imperialismo. La electricidad y el petróleo sustituyeron a la má-
quina de vapor y al carbón como fuentes de energía y, entre los inventos de
esta etapa, destacan el teléfono (Bell, 1876), la bombilla (Edison, 1879) y
la aspirina (Bayer, 1899).
www.udima.es 277
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
Se propone lo siguiente:
Enunciado 2
278 www.udima.es
Se propone lo siguiente:
Enunciado 3
Señala si estas afirmaciones sobre la Primera Guerra Mundial son verdaderas o falsas:
www.udima.es 279
Enunciado 4
Tras leer estos dos textos de Tatanga Mani y de Senghor, realiza un balance de la
colonización desde el punto de vista de los autóctonos.
Texto 1:
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Tatanga Mani o Búfalo Caminante (1871-1967), jefe indígena de la tribu Stoney de Canadá.
Texto 2:
«La colonización tiene su faceta positiva y su faceta negativa. Por una parte,
es evidente que ha favorecido el desarrollo de un proceso natural de totalización
del mundo. En ese sentido, gracias a la colonización se ha ido creando, siglo
tras siglo, la civilización entendida como universal. Sin embargo, por otra parte,
la explotación que implica el hecho colonial, hace de un fenómeno nefasto.
En realidad, en cualquier época, la colonización ha comportado aspectos
muy negativos. Basta con analizar, como ejemplo, la historia de África. (... )
Hasta mediados del siglo XIX, los árabes y europeos organizaron el comercio
humano llamado "trata de negros". (... ) Se calcula que ese genocidio provocó
cien millones de muertos. Yo creo que fueron doscientos millones. Se trata del
genocidio más brutal de la historia. El mal causado al África negra es el terri-
ble que jamás se haya causado a una etnia.
280 www.udima.es
Enunciado 5
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
www.udima.es 281
Sinceramente suyo...»
5. ¿Quién fue Lawrence de Arabia? ¿Está bien articulada en relación con los
acontecimientos históricos la película que dirigió sobre este personaje David
Lean en 1962?
282 www.udima.es
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
ARÓSTEGUI, J.: La Europa de los imperialismos (1898-1914), Madrid, Anaya, 1991, (Biblioteca Básica
de Historia).
CASTELLÓ, J. E.: La Primera Guerra Mundial, Madrid, Anaya, 1993, (Biblioteca Básica de Historia).
FERRO, M.: La Gran Guerra (1914-1918), Madrid, Alianza, 1984.
FIELDHOUSE, D. K.: Los imperios coloniales desde el siglo XVIII, Madrid, Siglo XXI, 1993.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
GIL PECHARROMÁN, C.: La Primera Guerra Mundial, Madrid, Historia 16, 1985.
RENOUVIN, P.: La crisis europea y la Primera Guerra Mundial (1904-1918), Madrid, Akal, 1990.
En la red
http://clio.rediris.es/udidactica/IGM/guerra.htm
http://www.claseshistoria.com/imperialismo/esquema.htm
http://www.portalplanetasedna.com.ar/guerra1.htm
Avanzada
HERNÁNDEZ SANDOICA, E.: El colonialismo (1815-1873). Estructuras y cambios en los imperios co-
loniales, Madrid, Síntesis, 1992.
HOBSBAWN, E. J.: El imperio colonial. La era del imperio, 1875-1914, Madrid, Crítica, 2003.
MARTÍNEZ CARRERAS, J. E.: Historia del colonialismo y la descolonización, Madrid, Editorial Com-
plutense, 1992.
PERTIERRA, J. F.: La expansión imperialista en el siglo XIX, Madrid, Akal, 1988.
RENOUVIN, P.: Tratados de Paz. I Guerra Mundial. Historia de las relaciones internacionales, siglos
XIX y XX, Madrid, Akal, Textos, 1990.
ZWEIG, S.: El mundo de ayer. Memorias de un europeo, Barcelona, Acantilado, 2002.
www.udima.es 283
DEL PERIODO
DE ENTREGUERRAS
A NUESTROS DÍAS
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
1. El periodo de entreguerras
2. La Segunda Guerra Mundial
3. La guerra fría
4. La descolonización y el tercer mundo
5. La Unión Europea
6. El orden internacional en un mundo globalizado
7. Guerra civil, dictadura y democracia en España
ACTIVIDADES DE REPASO
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
www.udima.es 285
PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS
Presentación
En España, la guerra civil culminaría con la victoria de Franco, que impondría una
dictadura de casi cuarenta años de duración. A su muerte en 1975 se abriría la transición
a la democracia, que tendría uno de sus hitos en la promulgación de la Constitución es-
pañola en 1978.
Objetivos
286 www.udima.es
1. EL Periodo DE ENTREGUERRAS
Entre los factores que condujeron al inicio del conflicto, cabe señalar la crisis econó-
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
mica de 1929 (que pondría fin a los «felices años veinte» que vieron nacer la sociedad de
consumo) y el auge del fascismo (favorecido por la política de apaciguamiento de Fran-
cia e Inglaterra, por el aislacionismo de la URSS y por la quiebra práctica de la Sociedad
de Naciones, incapaz de detener el inicio de una nueva contienda de escala mundial).
Durante los años veinte y treinta del siglo XX proliferaron en Europa los regímenes
dictatoriales. Si bien todos ellos no pueden ser calificados plenamente como fascistas,
sí compartieron algunos de sus rasgos: modificación de los valores nacionales en aras de
sus objetivos, sumisión del individuo al Estado, existencia de un partido único, elimina-
ción de la oposición mediante métodos de violencia física o psíquica, con expresiones
extremas como el antisemitismo, control centralizado de la economía y monopolio de
los medios de comunicación y propaganda.
www.udima.es 287
El régimen fascista italiano se prolongó desde 1922 hasta el final de la Segunda Gue-
rra Mundial. Su líder fue Benito Mussolini, fundador de los Fasci di combattimento,
aclamado como Duce.
En Alemania, la llegada de los nazis al poder tuvo lugar a principios de 1933, cuando
el presidente Hindenburg nombró a Adolf Hitler canciller de la república. El expansio-
nismo nazi tuvo como fin forjar el Gran Reich y conquistar su «espacio vital», objetivo
que Hitler trató de alcanzar en primer lugar mediante una política ofensiva no planifica-
da, sino concretada a través de decisiones personales, a menudo imprevisibles, como el
intento de anexión de Austria, en 1934, propósito en el que fracasó.
ticas. A principios de dicho año procedió a la anexión del Sarre, tras la celebración de
un plebiscito entre la población y, pocas semanas después, impulsó el rearme de la so-
ciedad alemana al establecer el servicio militar obligatorio y crear una fuerza área. En
marzo de 1936, procedió a la militarización de Renania. El orden de Versalles había
sido quebrantado sin que las democracias reaccionaran ante la agresividad nazi.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar a raíz de la invasión nazi de Po-
lonia el 1 de septiembre de 1939, alegando como pretexto la reivindicación de la sobera-
nía sobre el Estado libre de Dantzig, poblado mayoritariamente por alemanes. El 3 de
septiembre, Reino Unido declaró la guerra a Alemania y Francia, unas horas más tarde,
haría lo mismo. El día 17 los comunistas invadieron Polonia por la frontera oriental, con
lo que quedó abierta la lucha armada.
En los tres primeros años de los seis que duró la lucha dominaron las potencias del
Eje, que tenían la superioridad técnica, mientras que en los tres últimos, los aliados irían
avanzando hasta derrotarlas.
Asimismo, desde 1939 hasta 1941 se trató de un conflicto entre países del Viejo Con-
tinente, encontrándose los frentes en Europa y en sus colonias africanas; sin embargo, a
288 www.udima.es
.../...
www.udima.es 289
.../...
Las consecuencias de la contienda fueron incluso más dramáticas que las de la Gran
Guerra. Se trató de una «guerra total», que afectó al conjunto de la sociedad y tuvo en
la población civil su principal víctima. Fue también una guerra ideológica, pues persi-
guió la plena liquidación del enemigo, mediante devastadores procedimientos como los
campos de exterminio y la bomba atómica. Asimismo, fue una guerra civil en el interior
de determinados países, ya que significó un duro enfrentamiento entre los colaboracio-
nistas alineados con el fascismo y los defensores de la democracia.
Las grandes batallas se vieron alternadas con bombardeos para destruir ciudades. La
primera ciudad bombardeada fue Coventry, operación llevada a cabo por los alemanes
en varias incursiones, siendo especialmente destructiva la del 16 de noviembre de 1940.
290 www.udima.es
de Nüremberg contra los principales dirigentes nazis, que fueron acusados de crimi-
nales de guerra y genocidas: 12 fueron condenados a muerte (aunque el mariscal Göe-
ring se suicidó), 4 a prisión perpetua, 3 a penas más breves y 3 quedaron absueltos. En
Japón se realizaría un proceso semejante con la élite del gobierno y del ejército imperial.
3. LA GUERRA FRÍA
www.udima.es 291
ONU fue firmado por 51 Estados, que establecieron como principios básicos la defensa
de los derechos humanos, el reconocimiento de la igualdad de derechos para todos los
pueblos y la preservación de la paz mundial.
Así pues, la situación política existente tras la Segunda Guerra Mundial estuvo con-
dicionada por el enfrentamiento entre las dos potencias vencedoras: Estados Unidos y la
Unión Soviética. El bloque capitalista y el comunista quedaron separados por un «telón
de acero», en palabras de Churchill. Las relaciones entre los dos bloques pasaron por
fases de gran tensión internacional, de ahí el nombre de «guerra fría»: bloqueo de Berlín
(hasta 1949), guerra de Corea (1950-1953), guerra de Vietnam (1957-1975) y crisis de
misiles en Cuba (1962). Si bien es cierto que, ante la imposibilidad de destruir al rival
sin poner en peligro a toda la humanidad, se fue abriendo paso la coexistencia pacífica.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Desde 1961 hasta 1989, en una Alemania dividida, gran parte de la población tuvo
que separarse de sus familias que vivían al otro lado de la ciudad y muchos trabajadores
se quedaron sin empleo por la construcción del muro. En estas casi tres décadas, nume-
rosas personas intentaron cruzar las fronteras por estar en desacuerdo con el régimen que
les había sido impuesto. Los ciudadanos intentaron escapar de muchos modos: a través
de túneles o saltando el muro desde ventanas cercanas. Algunos lograron salir, otros fue-
ron encarcelados o murieron en el intento.
Los primeros signos del deshielo se percibieron en la URSS cuando, tras la muer-
te de Stalin en 1953, en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética
(PCUS), celebrado en febrero de 1956, Jruschev, el nuevo secretario general del parti-
do, denunció públicamente los errores y crímenes del estalinismo, iniciando el llamado
proceso de desestalinización.
292 www.udima.es
En ese mismo año, en 1956, en Estados Unidos fue reelegido presidente el republi-
cano Eisenhower, que decidió apartar del poder a los sectores más derechistas y antico-
munistas de la guerra fría. El senador McCarthy fue detenido y se puso fin a la «caza
de brujas», persecución puesta en marcha contra los sospechosos de simpatizar con el
comunismo en el interior de Estados Unidos. En 1960 fue elegido presidente el demócra-
ta John F. Kennedy. Su propuesta, denominada «Nueva Frontera», tenía como metas
el desarrollo de programas sociales para reducir la pobreza y la discriminación racial;
en el ámbito internacional, se impulsó la ciencia con el fin de llevar a cabo la conquis-
ta del espacio.
Uno de los acontecimientos más destacados del siglo XX fue la caída del muro de
Berlín el 9 de noviembre de 1989. Después de varias décadas, muchas personas volvie-
ron a ver a su familia y pudieron, por fin, salir de un país que les cerraba la libertad de
tránsito. El estado de división política finalizó el 3 de octubre de 1990, cuando la Repú-
blica Democrática Alemana se incorporó a la República Federal dejando así de existir.
www.udima.es 293
A su vez, en el marco de la guerra fría, las dos nuevas superpotencias, Estados Uni-
dos y la URRS, mostraron su posición anticolonialista y su apoyo al proceso de desco-
lonización. De hecho, Estados Unidos quiso dar una prueba visible de su orientación
concediendo en 1946 la independencia a Filipinas, su única colonia, al tiempo que la
URSS hizo público su apoyo a los movimientos independentistas, algunos de los cuales
eran impulsados por guerrillas comunistas.
294 www.udima.es
dagascar (1947) y en Argelia, donde se desató una guerra que se cerraría en 1959 con el
reconocimiento, por parte del general De Gaulle, del derecho de autodeterminación del
pueblo argelino. En el resto de colonias, el proceso fue gradual.
Uno de los episodios más conflictivos, de entre los registrados en este continente,
fue el acaecido en el Congo Belga, donde la metrópoli aprovechó las rivalidades entre
las etnias para defender sus intereses económicos coloniales.
España poseía en África cuatro territorios coloniales: Ifni, Sahara Occidental, Gui-
nea Ecuatorial y el norte de Marruecos (Rif). En 1956, España aceptó que el Rif se incor-
porara al nuevo reino de Marruecos y, dos años después, convirtió el resto de colonias
en provincias, con el fin de retenerlas, aunque en 1968 hubo de reconocer la indepen-
dencia de Guinea y, al año siguiente, tendría que ceder Ifni a Marruecos. El Sahara per-
maneció vinculado al dominio español hasta 1975, cuando después de la Marcha Verde
lo entregó a Marruecos.
Las colonias portuguesas fueron las últimas que subsistieron en África. En 1955
surgieron movimientos nacionalistas y, desde 1961, la insurrección se extendió a todas
las colonias, viéndose abocada la metrópoli a una guerra colonial que acabó erosionan-
do la dictadura de Salazar. En 1974, un grupo de oficiales coloniales protagonizaron un
golpe de estado, conocido como la «revolución de los claveles», que derrocó el régimen
www.udima.es 295
e instauró un nuevo sistema democrático, que inició negociaciones con los movimientos
nacionalistas de las colonias, las cuales serían poco después declaradas independientes.
«tercer mundo» para definir a los países de Asia, África e Iberoamérica que no deseaban
alinearse con ninguno de los dos bloques y que compartían una serie de características,
derivadas del subdesarrollo económico. Esta denominación surgió de la comparación
de la situación de estos países con la del tercer estado antes de la Revolución francesa.
5. LA UNIÓN EUROPEA
La idea de la unión entre los países europeos nació de la declaración que realizó el
ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, el 9 de mayo de 1950. Su
propuesta era integrar bajo una sola autoridad la producción franco-alemana de carbón
y acero (origen, entre otras razones, de las dos guerras mundiales). Así pues, en 1951,
nació la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), integrada por Francia,
República Federal Alemana, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.
En 1957, con la firma de los dos «Tratados de Roma» por los seis países citados,
tendría lugar la fundación de la Comunidad Económica Europea (CEE) y de la Comu-
nidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o Euratom).
296 www.udima.es
Las instituciones que vertebran la Unión Europea son: el Parlamento Europeo, in-
tegrado por los diputados que son elegidos por los ciudadanos, que se encarga de debatir
y aprobar, junto con el Consejo, la legislación de la Unión Europea; la Comisión, cuyos
miembros (27, uno por cada país) son nombrados por los Gobiernos nacionales y su fi-
nalidad es promover los intereses de la Unión Europea en su conjunto; y el Consejo, que
reúne a los líderes nacionales y europeos y establece las prioridades generales de la Unión.
Desde los años sesenta, la democracia liberal ha conseguido una gran expansión.
Si a comienzos de dicha década existían en el mundo 53 países con regímenes democrá-
ticos, hacia el año 2000 la democracia había llegado a unos 92 países, en los que habita
el 50 por 100 de la población mundial.
A partir de 1989, las intervenciones del ejército americano se han ido repitiendo:
ese mismo año actuó en Panamá para derribar al general Noriega, en 1991 en Kuwait y
en Irak contra Sadam Hussein, en 1992 en Somalia, en 2001 en Afganistán para derro-
car al régimen talibán y en 2003, nuevamente en Irak.
www.udima.es 297
En el cambio de milenio, la mayor parte de los conflictos registrados han sido gue-
rras civiles nacidas de rivalidades étnicas o religiosas. En la antigua Yugoslavia se vivió,
desde 1991, la primera guerra en Europa después de 1945, que finalizó con el recono-
cimiento de dos Estados independientes (Croacia y Eslovenia) y la proclamación de la
república de Yugoslavia, que integraba a Serbia y a Montenegro, mientras que Bosnia
se declaraba también independiente.
298 www.udima.es
dente yugoslavo Slobodan Milosevic, los serbios de Bosnia emprendieron la lucha para
destruir el Estado bosnio y aniquilar a la población musulmana. Para ello, procedieron al
bombardeo de poblaciones desarmadas y a una política de limpieza étnica que llevó con-
sigo masacres de población y la aparición de campos de concentración y de exterminio.
La opinión pública denunció las matanzas y se promovió un plan de paz con el envío
de los cascos azules de la ONU, que no consiguieron detener el conflicto. Finalmente,
la intervención de tropas bajo los auspicios de la ONU logró un alto el fuego y el co-
mienzo de conversaciones de paz en Dayton (Estados Unidos) en 1995. Bosnia quedó
dividida en dos entidades políticas autónomas: la federación croata-musulmana y la
república serbia de Bosnia.
enfrentamientos entre pueblos de la zona y así como con Rusia, que no aceptaba la
independencia de unos territorios con importantes riquezas petrolíferas. Mención espe-
cial merece el caso del Kurdistán, un Estado previsto en las negociaciones de paz de la
Primera Guerra Mundial pero que nunca se llegó a materializar. Las tensiones entre el
pueblo kurdo y los gobiernos turco e iraquí han sido constantes.
En el plano económico, cabe señalar que en los últimos años del siglo XX y en la
primera década del XXI, se ha asistido al despegue de China y del sureste asiático en el
panorama mundial. Desde que el país más poblado (más de 1.300 de los 7.000 millones de
habitantes del planeta viven en su superficie) iniciara su giro hacia el capitalismo en 1978,
tras la muerte de Mao, el alto índice de crecimiento anual (en torno al 10%) ha hecho que
China superara en 2010 a Japón y ocupara el segundo puesto en la escala internacional (un
lugar que la economía nipona ocupaba desde 1968), situándose detrás de Estados Unidos.
En otro orden de cosas, cabe señalar que, actualmente, el protagonismo de los me-
dios de comunicación y de las nuevas tecnologías han permitido romper las distancias,
al interconectar a personas que se encuentran en diferentes lugares del planeta. Esto ha
supuesto cambios considerables en todos los órdenes: política, economía, cultura, re-
laciones humanas, etc. Así, se ha generalizado el concepto de globalización, que hace
www.udima.es 299
En los tres años previos a la Segunda Guerra Mundial, España vivió una guerra
civil (1936-1939), que enfrentó a los defensores de la legitimidad de la república y a las
fuerzas sublevadas. La política de no intervención de las democracias en esta lucha
fratricida evidenció la debilidad del sistema, que acabaría sucumbiendo en la Segunda
Guerra Mundial. Mientras, Hitler y Mussolini apoyaron explícitamente a los militares
sublevados contra la república, al tiempo que la URSS, México y las Brigadas Interna-
cionales ayudaron a los republicanos.
Los fundamentos ideológicos en los que se apoyaba el nuevo régimen fueron ges-
tados en el marco de la contienda por el bando autodenominado «nacional». Entre ellos,
300 www.udima.es
de llevar a cabo reformas políticas bajo su mandato, con el incremento del distancia-
miento entre Arias Navarro y Juan Carlos I. El 1 de julio de 1976 el presidente pre-
sentó su dimisión, siendo relevado por Adolfo Suárez, quien se encargaría de entablar
las conversaciones con los principales líderes de los diferentes partidos políticos y
fuerzas sociales, más o menos legales o toleradas, de cara a instaurar un régimen de-
mocrático en España.
www.udima.es 301
26 de febrero Calvo-Sotelo juró el cargo ante los reyes. Durante su gobierno se firmó
un acuerdo por el empleo con las centrales sindicales y los empresarios, se aprobó la
ley del divorcio, España ingresó en la OTAN y se cerró el mapa autonómico.
algunos de los elementos destacados de estas cuatro legislaturas, las cuales, sin em-
bargo, se verían ensombrecidas en la etapa final por escándalos de corrupción política.
La firma de este pacto fomentó la tregua de ETA de septiembre de 1998, que con-
tinuó en vigor tras el anuncio del fin de esta etapa de paz en noviembre de 1999. Lamen-
tablemente, el 21 de enero del 2000 ETA volvió a atentar, con el asesinato del teniente
coronel Pedro Antonio Blanco.
302 www.udima.es
En materia sanitaria, el principal problema fue la crisis de las «vacas locas», de-
nominación coloquial de la encefalopatía espongiforme bovina, que llegaría a España
en el año 2000, cuando se detectó la primera vaca infectada y se desató la alerta. Asi-
mismo, el hundimiento del petrolero Prestige en noviembre de 2002 provocó uno de los
mayores desastres ecológicos de la historia del país.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Los atentados del 11-M acontecieron tres días antes de las elecciones generales,
convocadas para el domingo 14 de marzo de 2004. Los comicios se desarrollaron en un
clima de dolor y desconcierto. El PSOE regresó al poder, esta vez encabezado por José
Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno desde 2004 hasta 2011.
www.udima.es 303
absoluta el Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente, que se convirtió en presidente
del Gobierno. Los recortes en sanidad, educación y justicia, la reforma laboral, la subida
de impuestos, los escándalos de corrupción y la cifra de más de 4,7 millones de parados
provocaron al cierre de 2013 el malestar ciudadano.
En el plano positivo de este mandato marcado por las decisiones para superar la cri-
sis, cabe destacar la aceleración del pago de la deuda pública a proveedores y la posi-
ción firme del Ejecutivo frente al terrorismo, especialmente ante un hecho tan polémico
como la condena a España del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que implicó, en
octubre de 2013, la derogación de la doctrina Parot.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
304 www.udima.es
ACTIVIDADES DE REPASO
Enunciado 1
www.udima.es 305
concreto analizado en esta Unidad didáctica) y comenta el texto según las pautas indi-
cadas en este manual.
«La clase alta, sin embargo, dueña del poder y de la riqueza, no se dio
cuenta del peligro que amenazaba el frágil equilibrio de su posición. Los ricos
se divertían bailando el charlestón y los nuevos ritmos el jazz, el fox-trot y
unas cumbias de negros que eran una maravillosa indecencia. Se renovaron los
viajes en barco a Europa, que se habían suspendido durante los cuatro años de
guerra y se pusieron de moda otros a Norteamérica. Llegó la novedad del golf,
que reunía a la mejor sociedad para golpear una pelotita con un palo, tal como
doscientos años antes hacían los indios en esos mismos lugares. Las damas
se ponían collares de perlas falsas hasta las rodillas y sombreros de bacinilla
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
hundidos hasta las cejas, se habían cortado el pelo como hombres y se pinta-
ban como meretrices, habían suprimido el corsé y fumaban pierna arriba. Los
caballeros andaban deslumbrados por el invento de los coches norteamerica-
nos, que llegaban al país por la mañana y se vendían el mismo día por la tarde,
a pesar de que costaban una pequeña fortuna y no eran más que un estrépito
de humo y tuercas sueltas corriendo a velocidad suicida por unos caminos que
fueron hechos para los caballos y otras bestias naturales, pero en ningún caso
para máquinas de fantasía. En las mesas de juego se jugaban herencias y las
riquezas fáciles de la posguerra, destapaban el champán, y llegó la novedad de
la cocaína para los más refinados y viciosos.»
Allende, I.: La casa de los espíritus, Barcelona, Plaza & Janés, 1992.
Enunciado 2
Clasifica en dos columnas (potencias del Eje y países aliados) los Estados enfren-
tados en la Segunda Guerra Mundial.
Enunciado 3
306 www.udima.es
Enunciado 4
«El fascismo niega que el número, por el simple hecho de ser número,
pueda dirigir las sociedades humanas; niega también que este número pueda
gobernar mediante una consulta periódica; afirma la desigualdad irremedia-
ble, fecunda y beneficiosa de los hombres, que no se puede nivelar mediante
el hecho mecánico y extrínseco como es el sufragio universal. Se pueden defi-
nir como regímenes democráticos aquellos en los que, de tanto en cuando, se
da al pueblo la ilusión de ser soberano, pero la verdadera y efectiva soberanía
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
Se propone lo siguiente:
Enunciado 5
Hobsbawm, E.: Historia del siglo XX: 1914-1991, Barcelona, Crítica, 1995.
www.udima.es 307
EJERCICIOS VOLUNTARIOS
Tras el estudio de esta Unidad didáctica, el estudiante puede hacer, por su cuenta,
una serie de ejercicios voluntarios, como los siguientes:
«Si lo que nos proponemos es que, por lo menos durante una ge-
neración Alemania no pueda adquirir siquiera una mediana prosperi-
dad; si creemos que todos nuestros recientes aliados son ángeles puros
y todos nuestros recientes enemigos, alemanes, austriacos, húngaros y
los demás son hijos del demonio; si deseamos que, año tras año, Ale-
mania sea empobrecida y sus hijos se mueran de hambre y enfermen,
y que esté rodeada de enemigos, entonces rechacemos todas las pro-
posiciones generosas, y particularmente las que puedan ayudar a Ale-
mania a recuperar una parte de su antigua prosperidad material. (...).
Si tal modo de estimar a las naciones y las relaciones de unas con
otras fuera adoptado por las democracias de la Europa occidental,
entonces, ¡que el Cielo nos salve a todos! Si nosotros aspiramos de-
liberadamente al empobrecimiento de la Europa central, la venganza,
no dudo en predecirlo, no tardará.»
3. Tras leer estos dos textos de Roosevelt y de Jdanov, responde a las cuestio-
nes formuladas:
Texto 1:
308 www.udima.es
Texto 2:
Se propone lo siguiente:
• New Deal.
• Leyes de Nuremberg.
www.udima.es 309
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Básica
CHAMBERLAIN, M. E.: La descolonización. La caída de los imperios europeos, Barcelona, Ariel, 1994.
CHEN, J.: La China de Mao y la guerra fría, Barcelona, Paidós, 2005.
DEHESA, G. de la: La primera gran crisis financiera del siglo XXI: orígenes, detonantes, efectos, respues-
tas y remedios, Madrid, Alianza, 2009.
LARA MARTÍNEZ, L.: España actual, Madrid, CEF, 2011.
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
MUNS, A.: USA ¿Quo vadis? Claves para interpretar el nuevo orden mundial, Barcelona, Granica, 2003.
NOEL, E.: Las instituciones de la Comunidad Europea. Documentación europea, Luxemburgo, Oficina de
Publicaciones Oficiales de la CEE, 1993.
En la red
http://europa.eu/index_es.htm
http://www.claseshistoria.com/entreguerras/periodofelices20.htm
http://www.constitucion.es/escuela/secundaria/transicion.html
http://www.elmundo.es/especiales/2005/06/espana/estatutos_autonomia/
http://www.historiasiglo20.org/IIGM/guerra4.htm
www.un.org/spanish/descolonizacion
Avanzada
310 www.udima.es
PÁGINA
Sumario ..................................................................................................... 7
Prólogo ...................................................................................................... 9
Presentación .............................................................................................. 11
www.udima.es 311
3. El Neolítico .................................................................................................................. 53
3.1. Causas de aparición del Neolítico .............................................................. 54
3.2. Fósiles directores o guía del Neolítico ....................................................... 55
312 www.udima.es
3. Egipto ........................................................................................................................... 82
3.1. Organización política .................................................................................... 83
Copia registrada y de uso exclusivo para: luciana eichenberger - 26309120
www.udima.es 313
314 www.udima.es
2. El Renacimiento.......................................................................................................... 175
3. La Reforma .................................................................................................................. 179
4. El siglo xvii, ¿una época de crisis? ......................................................................... 180
4.1. El Absolutismo .............................................................................................. 182
4.2. La monarquía hispánica en el siglo xvii ................................................... 183
4.3. La guerra de los Treinta Años ..................................................................... 184
4.4. El lento progreso de Inglaterra .................................................................... 185
www.udima.es 315
316 www.udima.es
www.udima.es 317
318 www.udima.es
Ciencia histórica:
se dirige nuestra historia? Cierto es que hemos evolucio-
conceptos y
ción, no podemos sino caer en la confusión e interrogarnos
nuevamente por las causas que hacen que los tiempos se
repitan y que los grandes temas, para bien y para mal, sean
universales. Si hiciéramos más caso a los antiguos y viéra-
etapas de la
mos en la historia la magistra vitae, otra brisa nos saluda-
ría, pero la aventura suele ser más poderosa que la calma.
Con el propósito de mostrar las peculiaridades que nos pre-
historia universal.
cedieron, este manual trata de desentrañar esa historia sin
misterios que es la narración de nuestro mundo, empujado
por los estímulos del corazón humano.
902 02 00 03
www.udima.es
Ediciones
Ediciones
1/1