Fund a c ion

Ag ua s d e Ma yo

Número 3 Órgano de divulgación de la Fundación Aguas de Mayo Distribución gratuita

ISBN: 1690-6616 C ar a c a s , mar zo de 2005 Depósito Legal

PP200301CS654
Hay cosas que no se explican pero se entienden en su hondura

del pensamiento como reflejo, es importante, la fractura del tiempo- sujeto-objeto. Sin embargo, la crisis, la
afectado, al registrar el impacto del espacio, en esa forma de persona, de r emo ci ó n de l p en sa mi en to , l a
a c o n te c e r, desestructuración que podemos
q u ed a n do apreciar en el psicótico, no deja de
impr eso e n el sorprender, cómo la intención en
cuerpo del Ser, ese habla (disruptiva), subyace en

E
sto podría ser una frase del en su existencia. su aparente perorata.
discurso psicótico. “Este amor C ómo es as Guillermo, quien es la primera per-
que les tengo me hace odiarlos huellas trastocan sona que nos escribe al periódico,
cada vez”. De los años que llevo en nuestra oralidad, formalmente, nos da cuenta de
contacto directo con la enfermedad procedentes del este efecto en el lenguaje, cómo el
mental, desde el Servicio Nº 2, del texto en que nos remitente mantiene en el fondo, en
Hospital Psiquiátrico de Caracas, he convertimos. En la fragilidad de sus ideas, sus
podido observar (más allá de lo que e l ps ic ót i c o propósitos y cómo el remitido se
nos enseñan los libros y de lo poco p o d e m o s convalida e inaugura en su verbo.
que aprendemos de estos), que o bs e rv a r de
nuestro lenguaje, venido del sentir, y m a n e r a Williams Barroeta

Caracas 25 Octubre - 2004

Hospital Psiquiátrico de Caracas
Servicio de Psicología
Dra. Yajaira Brito
Psicóloga Clínico
Presente.-

Para Periódico Momento Narrativo

Agudeza de contenido:
Copia de este tratado
Al Ministro de Salud y Desarrollo
Su Despacho.

Me dirijo a usted por medio de la presente, el quien le suscribe, yo Guillermo, de

profesión Administrador, venezolano, ubicado en el Servicio Nº 2 de Psicología.
Comunicándole que he participado en el “Taller de Literatura” y a su vez le envío
el siguiente comunicado.
En el Taller me sentí que fui tomado en cuenta y expresé cualquier motivación
de tal sentido común, que fui evaluado y en lo manifiesto y así espero que usted
me oiga y para este criterio y espero que sea un caso excepcional dentro de las
actividades psicológicas y como en sus actividades considerándose
coordinadores del Servicio de Psicología del Hospital ya antes mencionado. Y
para estas alternativas espero que se ponga en contacto con la Dra. E., el cual
en una oportunidad me comuniqué con ella y le fui muy claro a mis condiciones
de mi conducta y nunca me oyó a mis necesidades prioritarias y como las
condiciones de mis consideraciones: tengo una hermana veterinaria y vive en
Cuba y el otro vive viajando por toda Venezuela. En pocas palabras, quiero
que me ayuden aunque sea en comunicación telefónica y resolver de este
problema que tanto me agobia.

Estando en este Servicio yo he realizado una encuesta, dando una respuesta

“Yo me quiero ir o me fugo” Y resulta al final de análisis, es por monotonía y si
usted hace un estudio mas a fondo coordinadora, se dará cuenta que tengo la
razón. En tales experiencias que ya llevo en esta vida cotidiana, menciono
algunos detalles de niveles psicoanalítico y neuropsiquiátrico.
Citaremos en la comprensión como que una persona se puede curar si vive en
un encierro, el desarrollo como efecto de la familiaridad. Empezando desde
una almohada, lo que afecta y lo que desequilibra psíquicamente (el mal
dormir). La iluminación, la oscuridad trae secuencia. Lo que se aprende pierde
fijación, es parte de la originalidad de los traumas, también influye lo monótono
del color. Esto quiero decir el juego de los colores en las paredes despierta y
trae apertura usuales y en fin detalles a falta de profesionalismo.
Que se puede esperar su falla a un principio de dotación a los Servicios
 Con una ideol ogía no s iden tificamos o confrontamo s, con el le er nos in dependizamos

Director: Colaboradores:
Cristóbal Deffit Silva Julio Gaviria
Periódico que responde al trabajo Vitelio López
con el Proyecto: El leer como Coordinadora:
creativo de un sector de la población, Julio César Morales
proceso de integración personal y Yajaira Brito
de personas en conflicto emocional y colectivo, del cual este impreso
p s i c o l ó g i co , e s p e c i a l m e n t e forma parte. Comité de redacción:
pacientes psiquiátricos y de quienes Agradecimientos:
Williams Barroeta
los acompañamos. Hospital Neuropsiquiátrico
Guillermo Morillo
Estos textos fueron realizados en los momentonarrativo@hotmail.com Lourdes Sifontes de Sebucán
talleres de narrativa, que cumplen Telfs.: 0416.8025952 - 0412.9996492 Ottoniel Juárez Hospital Psiquiátrico
Oswaldo Ramos: Ilustrador de Caracas
Saraid Romero: Diagramación y Fundación José Félix Ribas
Incluido en el programa Literatura en espacios no convencionales Montaje (Casa Petare)

E
n tiempos en que los pueblos
buscan su desarrollo, es fun-
da me n ta l pa r a e ll o s el
aprender, puesto que como diría
Sócrates, se dan cuenta que no
saben. Y el leer es la herramienta
por excelencia para esta acción. Sin
embargo, este término herramienta
aún hoy no parece estar claro, como
aquella vigente discusión, de si la
virtud se puede enseñar, pues
entrañan ambas el mismo punto: eso
de correcto, de bueno, de bello y útil.
Nuestra primera impresión del leer
(pasar la vista por lo escrito, continua
apareciendo en los diccionarios),
remite al registro, a la marca, la
señal, luego al signo en lo escrito.
Esto último provocó que la lengua se
arrogara el derecho, la patente de
propiedad, como todo lo que elabora
el conocimiento para su conquista: el
poder. Ese conjunto de códigos en
que luego se metieron familia, pueblo
y ciudad, que ha pasado a ser indis-
pensable para moverse en lo que
llamamos mundo: la cartilla. A esto
debemos aquello de Copia y Dictado
como fuente del saber. Esa creencia,
que no filosofía, de que al estar
enterado de todo, todo lo sabes,
separando el fondo y la forma de las
cosas, como si esto se pudiera. Tal es
el hueco de la ley.
Con esto el leer se convirtió en
nombrar, en grabar y gravar esos
nombres (hay más de un ambicioso
que quiere atrapar silencios como
verdades, para hacer de ellos nuevos
territorios del lenguaje), en contar
con una serie de fórmulas para
ma ne j a r y co n tr ol a r la c osa
designada, mantenerla a raya es por
cierto un acto marginal. Y es a esto
que se debe para muchos aquello de
enseñanza: mientras más te enseño
más te oculto, más lejos estas de mí,
puesto que yo soy quien sabe, yo
tengo el poder, la experiencia. Toda
una jerarquía mal llamada tradición,
pues veinte puñaladas, treinta tiros,
también son un record.
Afortunadamente con el abecedario
no aprendemos a leer, el acto de
descifrar (vaciar el signo en su
r e l a ci ó n o b j e t o - s u j e t o ) , d e
comprender, de entender los signos,
las marcas de nuestra experiencia, la
hacemos nosotros mismos. Las
letras, los números, son meros
indicios del conocimiento. Seguir
pensando que el leer es un acto
aislado, que podemos sentarnos
cómod amente , fumán don os u n
ci gar ri l lo , comi en do gu stoso s,
mientras en el noticiario narran el
bombardeo a una ciudad, es además
de indolente, no entender que para
este acto se requ iere d e una
condición de sensibilidad que provee
la atención, disposición esencial
para esta acción, pero la cual es
limitada y obstaculizada por los
prejuicios de nuestra razón y de
“nuestros derechos”, en el entendido
de conocimiento. El leer es individ-
ual, es la relación donde el hombre
se integra, más allá de humano,
como animal, como ser vivo. En este
acto uno se entiende como persona,
logra salvar sus límites e ir más allá
de sus propias diferencias, sin
violentarlas.
Cristóbal Deffit Silva

E U
l hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya na enfermedad es, en cierto aspecto, una disociación orgánica; es
dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los un órgano o un elemento cualquiera del cuerpo vivo que se rebela,
demás animales le diferencia sea más el sentimiento que no la rompe la sinergia vital y conspira a un fin distinto del que conspiran
razón. Más veces he visto razonar a un gato que reír o llorar. Acaso llore o los demás elemento por él coordinados. Su fin puede ser, considerado en
ría por dentro, pero por dentro también el cangrejo resuelva ecuaciones de sí, es decir, en abstracto, más elevado, más noble, más… todo lo que se
segundo grado. quiera, pero es otro. Podrá ser mejor volar y respirar en el aire que nadar y
respirar en el agua; pero si las aletas de un pez dieran en querer
convertirse en alas, el pez, perecería. Y no sirve decir que acabaría por
 hacerse ave, se es que no había en ello un proceso de continuidad. No lo
sé, pero acaso se pueda dar que un pez engendre un ave, u otro pez que
esté más cerca del ave que él; pero un pez, este pez, no puede él mismo, y
durante su vida, hacerse ave.

L 
o que llamamos alma no es más que un término para designar la
conciencia individual en su integridad y su persistencia; y que ella
cambia, y que lo mismo que se integra se desintegra, es cosa
evidente. Para Aristóteles era la forma sustancial del cuerpo, la entelequia,

E
pero no una sustancia. Y más de un moderno la ha llamado un l ahora es un punto que no bien pronunciado se disipa, y, sin em-
epifenómeno, término absurdo. Basta llamarla fenómeno. bargo, en este punto está la eternidad toda, sustancia del tiempo.

 Del Sentimiento Trágico de la Vida

Miguel de Unamuno
 Y
o he visto. He visto que desde que perdí a mi hijo, desde que lo perdí sufrí mucho. Y antes cuando era pequeña
alguien me hizo daño muy bravo y violento y grave, tan grave que quedé inconsciente de mi misma y me encerré en
mí, que no podía pararme, ni podía con mi vida. Y ahora después, ahora a los 18 años me internaron aquí y tuve el
bebé y la niña Beba y ningún hombre ha sido para mí, sólo mis hijos y estoy con mi papá, con mi padre que suele ser. Mi papá
y mi niña y los hermanos, y la señora juntos aquí en Caracas.

Maryori

Y
o estuve en una historia de arte y viví en los cirios del cielo, cuando viví en una reencarnación del viento nu-
clear. Los días cantan y las olas renacen en el tiempo. Quise beber en la vida del mundo. Yo visité
Ganímedes en un mundo del tiempo, la bebida me hizo feliz y creo en la ilusión más que el ayer, se hizo
dulce, me hizo feliz. Creo en Dios y siempre hablé con Dios. La mente psicopática de un lucero de mi felicidad, junto
a Dios el ayer es real. El haber vivido en la calle me hizo aprender la rama de la experiencia para aprender a vivir.

Fernando

XIV
Seré como uno de esos pájaros que,
revoloteando a orillas de la mar
cierra los ojos y se abandona al paso del tiempo,
a los caprichos de la vida,
a los quehaceres del destino o al culto a la existencia;
seré pues una gaviota que,
dormida entre las nubes,
cae de su celeste cama y,
tras sentir el roce de la mano de los dioses,
abre,
con horror, con sorpresa
su sedienta boca para beber de lo infinito,
de lo divino?

No lo sé, pero que quisiera que alguien me lo explique.

Ángel Francisco Galindo

Closet
A veces sopeso en la penumbra el rebote de extraños pasos
escaramuzas, abrazos y mentiras,
pesar de que el tiempo avance,
aún cuando la jornada sus brazos estreche bajo la luna.

E
No sé qué hacer, adónde huir o para qué correr
s algo grave, algo grande que sólo rezo
cuando uno quiere y no puede. Yo y entonces no quiero saber ya más de vida
cuando duermo soy calmada, no de buenas o malas intenciones, sino de permanecer
hay plomo que me despierte y hay otro permanecer
que cuando uno está despierto se donde persona alguna ha tenido si quiera una vez conocimiento de su presencia
despierta o está en el sueño. Quiero allí,
decir, está como sonámbulo o como junto a la nulidad absoluta.
dormido que sabes lo que vas a decir. Sólo reclamo en esos instantes el derecho de testificar el alzamiento de la luz divina
Pero después cuando se da cuenta de y recorro
que está dormido o despierto y si el o esa cual pared callada por las brochas del silencio
per so na q uier e estar despier to o las superficies de mi claustro tras el descubrimiento de la nueva vida.
dormido y si se da cuenta que es verdad Dios,
se pone bravo, capta _______ cuando Os amo
sabe que está vivo. Es para él o ella un No permitas nunca que mis temores ahoguen las ansias de encontrarme en tu camino
hecho imaginario o ______ un hecho [y pacer contigo un día.
imaginario previsto.
Ángel Francisco Galindo
Maryori
M T
i abuelo siempre usó sombreros,
a mi me encantaba como le odos en alguna oportunidad
quedaba. El tenía un sombrero hemos perdido alguna cosa u
especial que era de color marrón. Yo me otra, un familiar, un amigo,
lo ponía y él me decía que me quedaba bienes materiales etc., pero hay
muy bonito. A veces mi mamá le lavaba el pérdidas que son inherentes a la vida
sombrero y quedaba muy limpio. Yo era y a su co tid ian ida d. P or eso
quien acompañaba a mi abuelo a cobrar terminamos aceptándolas y nuestra
al Banco, él tenía una pensión por el vida continua, mas sin embargo hay
Seguro Social. Íbamos cerca de la casa, un tipo de pérdida que no es fácil de
él siempre un día antes arreglaba su som- aceptar y es la que se produce a
brero, le quitaba todas las pelusas que causa de algún tipo de enfermedad
podría tener y lo guindaba en un clavito m e nta l , e n m i c as o, l a
que tenía al lado de su cama, en la fármacodependencia. Tuve un hogar,
mañana me llamaba para bajar porque yo una familia, una buena mujer a mi
dormía con él en una cama litera. Cuando l ad o, sol id ar i a, bu en a ami ga ,
yo me paraba ya él estaba listo, vestido y inteligente y alegre, pero no fui capaz
bien arreglado con su sombrero marrón. de controlar mi enfermedad, si no
cuando era tarde para salvar esta
Richard relación en esta enfermedad de la
fármacodependencia. A pesar de lo
qu e pi ensa la gen te , lo s que
pa decemo s, estamos su fr ie ndo
sumergidos en un profundo abismo
del cual no encontramos salidas. Se

S er uno con todo, ésa es la vida de la divinidad, ése es el cielo del hombre.

Ser uno con todo lo viviente, volver, en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza, ésta es la cima de los
siente el rechazo y el desprecio de la
gente y esto reafirma nuestro deseo
de consumo, mas sin embargo puedo
pensamientos y alegrías, ésta es la sagrada cumbre de la montaña, el lugar del reposo eterno donde el mediodía en ten de r a l as p er son as q ue
pierde su calor sofocante y el trueno su voz, y el hirviente mar se asemeja a los trigales ondulantes. desconocen sobre esta enfermedad,
¡Ser uno con todo lo viviente! Con esta consigna, la virtud abandona su airada armadura y el espíritu del hombre su ya que nosotros mismos llegamos a
despreciarnos. No es fácil salir de
cetro, y todos los pensamientos desaparecen ante la imagen del mundo eternamente uno, como las reglas del esta enfermedad, hace falta adquirir
artista esforzado ante su Urania, y el férreo destino abdica de su soberanía, y la muerte desaparec e de la alianza de conciencia de enfermedad y después
los seres, y lo imposible de la separación y la juventud eterna dan felicidad y embellecen al mundo. una voluntad férrea para no volver a

 caer en el abismo, amén del apoyo

de la gente que nos rodea. Yo no tuve
esa voluntad y perdí. Me he vuelto a

¡ Oh, sí! El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona, y cuando el entusiasmo
desaparece, ahí se queda, como un hijo pródigo a quien el padre echó de casa, contemplando los miserables
levantar y sólo pido a dios que me
mantenga firme. Mi agradecimiento a
mi madre, mi esposa y todo el equipo
céntimos con que la compasión alivió su camino.
de UDAF
Hyperion César
F. Hölderlin

C
u an d o er a a do l e sce n te
siempre veía a mis hermanas
c o n s us e s p o s o s q u e
discutían y a otras parejas que
peleaban. Yo decía Nunca me voy a
casar-. Pasó un tiempo y conocí a
Jenny y nos hicimos novios y
duramos un año. Después decidimos
casarnos, estábamos enamorados,
hicimos todos los preparativos para el
matrimonio por el civil y por la iglesia.
Tuvimos un momento de debilidad y
quedó embarazada, entonces nos
casamos por el Civil, mas no por la
iglesia. No nos casamos obligados.
Siempre quise tener un hijo, pero
nunca me decidí a hacerlo y nunca
pensé tenerlo con una mujer de la
calle. A Jenny la saqué de su casa, es
de buena familia, por eso y otras bajó a la casa de su mamá y se quitó rabia, ella se puso otra vez el vestido
cosas más me casé. El día del el vestido y regresó con una ropa y disfrutamos la fiesta. Ahora me
matrimonio yo llegué temprano a la deportiva. Yo me fui a la casa de mi siento contento y feliz de tener a mi
Jefatura, estaba asustado porque no mamá, adonde me fueron a buscar. esposa y mi hija.
llegaba, hasta que la vi entrar. Después de hablar se me quitó la
Nos casó el Jefe Civil de una Richard
parroquia, él era de una religión.
Todos sentimos que teníamos la
bendición de Dios. Más que por el
Civil nos casó por la iglesia.
Despué s del matrimoni o n os
fuimos a celebrar la unión. Cuando
estábamos reunidos llegó mi papá,
estaba muy sentido por que yo no
le había dicho el día que nos
íbamos a casar. Después me
abrazó, me besó y toda la felicidad
del mundo. La primera molestia
que tuve con Jenny fue cuando
Y
o siempre he sido una persona
que le ha gustado desacatar
las órdenes que me han
querido implantar, también he sido
así en los trabajos, con mis padres y
conmigo mismo. Ahora es que estoy
aprendiendo a acatar, siempre y
cuando sea beneficioso para mí,
porque antes hacía las cosas malas,
me decían - vamos a robar- y lo
hacía, -vamos a consumir- y lo hacía.
Al menos otras personas me decían -
vamos a buscar trabajo o a estudiar-
y eso sí no lo hacía.
Javier
Quien se halla fuera de sí, raramente busca
que le acompañen.
E rase un día que estaba de
paseo.
Por la montaña más alta de la cordil-
lera del Ávila, en compañía de mi
esposa y mis dos hijos menores,
disfrutábamos de un día soleado y
las aves tenían un canto muy pecu-
liar y hermoso. De pronto mi hijo
Giancarlo me dijo que si podíamos
descansar al lado de un riachuelo
que tenía una caída de agua, le dije
que sí y fuimos, mi esposa, Mario
que es mi otro hijo, Giancarlo y yo
nos sentamos en una piedra grande,
al costado de la caída de agua.
Habían pasado como 10 minutos
cuando sentimos un ruido y unas
figuras extrañas hacían siluetas
detrás de la cascada, cuando de
pronto algo salió que parecía un
monstruo, medía como tres metros y
tenía un gran ojo en la frente, giraba
la cabeza en su totalidad. Nos
escondimos y no nos vio, estábamos
detrás de la roca cuando salió otro y
empezaron a hablar. Uno le dijo al
otro todo está listo para atacar la
ciudad, esperaremos la orden del
comandante, quien está en el fondo
del túnel-. Así que viendo lo que
sucedía le dije a mi esposa e hijos que
se fueran para la casa, que yo me
quedaría para averiguar más sobre lo
que sucedía, y así lo hice. Me
introduje donde había salido el
monstruo y sin que me vieran empecé
a bajar, eran como quinientos metros
de profundidad, cuando encontré
varias vías, observé a más de mil
monstruos, tenían muchas armas y
su aspecto era de agresividad.
Decidí seguir bajando por otra
vía, era oscura y muy profunda,
pero necesitaba encontrar al
que llamado el comandante.
Cuando ya había bajado como
mil me tro s de p rofundi dad
encontré a sujetos del mismo
aspecto, hablando sobr e el
ataque a la ciudad, decían que
iban a atacar el 24 de diciembre
y que iba a ser una sorpresa, ya
que necesitaban mucho mate-
rial para llevar a su planeta. Esto
me inquieto, pero me dio valor
para seguir averiguando. Seguí
h acia l o p ro fu nd o d e los
caminos, cuando encontré a
uno de los monstruos, pero este
era diferente, tenía dos cabezas
y le decía a los otros Mataremos
a todos los humanos de esta
ciudad, ya que necesitamos su
sa ngr e par a p od er sal va r
nuestro planeta-. Yo me escondí para
que no me vieran y escuché cuando
uno le dijo al otro Así se hará mi
comandante-. Y me dije, con él es
que tengo que hablar para salvar
nuestra ciudad. Pero no tenía mucho
tiempo, ya que era 23 de diciembre.
Así que pensé, tengo que averiguar
que tiene nuestra sangre par salvar a
un planeta y me llené de valor, me
a r r i e sg u é y me e n f r en t é a l
comandante. Cuando me vio se
sorprendió y me dijo Cómo llegaste
aquí y qué quieres-. Yo le llegaba casi
por la cintura y le dije que había
llegado con mucho esfuerzo, que
necesitaba saber por qué necesitaba
nue stra sa ngre para sa lvar su
planeta, y me dijo que su planeta
estaba cubierto por un gran cristal y
que tenía que cubrirlo de color rojo
para que la luz no pasara y matara a
sus habitantes. Yo le dije que si le
encontraba pintura roja no mataría a
los humanos de la ciudad. Me dijo
que sí. Así que lo llevé a una fábrica
de pintura en aceite y en una gran
nave se llevó toda la pintura roja y me
dio las gracias. Me dijo que ésta era
mejor que la sangre y me invitó a ir a
su planeta. Yo le dije que no podía, ya
que iba a pasar el 24 de diciembre
con mi familia en mi gran ciudad que
es Caracas, y me fui para mi casa,
donde me esperaba mi familia y
compartí con ellos mi aventura.
Mario

Indicios de Enfermedad
F undamentalmente paciente in-
dica pedido de ayuda, y por lo
general el pedido de ayuda del
consumidor viene desde el familiar,
no desde el paciente: él está hundido
en un mundo, en un sistema de
señales y de símbolos que refuerzan
el consumo.
La conciencia de enfermedad es pos-
terior, a veces tenemos pacientes
e gr esa do s q u e t od avía e stá n
tr a b a j an d o l a c o nc i e nc i a d e
enfermedad. Lo primero que atrapa al
consumidor es la conciencia de
consecuencia. Empieza a perder
cosas, a tener consecuencias ya sea
legales, familiares, laborales, a nivel
de pareja, que lo hacen empezar a
decir, aquí hay algo que no funciona,
y por lo general el paciente, se hace
paciente una vez que esas pérdidas
comienzan a generarle dolor y como
ese mundo está tan restringido,
sumado a la intoxicación biológica
que le produce cualquier consumo de
sustancia. Es el familiar, es el otro que
está en contacto con él, quien lo
empieza a notar.
El Consumidor y su pérdida
El dolor por el consumo se hace bien
patente, es distinto tener un dolor no
el abo rado a nivel i nconscien te
porque su padre lo abandonó cuando
niño, a que tenga un dolor porque su
pareja se le fue de la casa. ¿Qué pasa
con el dolor del consumidor? Este
conlleva a la evasión y por lo tanto a
más consumo. Por lo general el
paciente es traído por un otro, es muy
raro el paciente que viene solo. A
menudo el paciente que viene solo a
pedir ayuda, quien realmente está
convencido que necesita la ayuda y
no tiene ningún tipo de presión
externa, es el paciente que tiene años
de consumo, quien empieza a mirar
para atrás y nota qué ha hecho con su
vida, qué ha perdido, qué ha ganado.
Ese suele ser el paciente que viene
por sí mismo. Incl uso tene mos
muchos pacientes que n osotros
decimos que no son pacientes,
aquellos a quienes uno se refiere en
lenguaje comunitario; “es que él
todavía no está en proceso”. Otra
gente diría, el paciente es paciente
cuando le llega el momento de oro;
ese momento cuando por lo general
tocan fondo. Por eso se habla de la
pérdi da y de la conciencia de
conse cuen cia, que reg ularmente
está asociado a pérdida.
Asistencia al Familiar
¿Qué se le dice a un familiar cuando
nos dice que su hijo no quiere asistir
al tratamiento? Lo primero es darle la
información al familiar, para que
entienda que se halla ante una
enfermedad. Tratamos de disiparle
esa idea de que un consumidor es un
sinvergüenza. Se trabaja con el fa-
miliar aunque el paciente no venga,
para que el famili ar aprehenda
ciertas herramientas de cómo tratar
con el paciente. Hay medidas como
presionarl o: “Mira , si tú sigu es
consumiendo te tienes que ir de mi
casa”. “Aquí no puedes consumir”.
Puedes quitarle las llaves de la casa
para controlarle sus entradas y
salidas. Él familiar ha de convencerlo
de que él tiene un problema, para que
él busque ayuda. Y para que la
madre o el hermano puedan hacer
eso, es posible que haya que hacer
previamente con el familiar todo un
trabajo psicoterapéutico, en l os
grupos de familia y en psicoterapia in-
dividual. Una vez que tenemos al
paciente aquí ya es un gran paso,
luego se pasa a otro aspecto que
parte de una desintoxicación, donde
se ataca lo biológico y lo psicológico
al unís ono. S e trab aja
desintoxicación por un lado, por otro
lado la psicoterapia, no sólo para el
conflicto intra-psíquico o si el rollo
viene porque su mamá le abandonó
cuando era chiquito; para que él
paciente aprenda qué hacer con el
consumidor, para que él aprenda de
las cosas que ha perdido, sus
co n sec ue n cia s, y f in a lme n te ,
conciencia de enfer medad. Hay
algunos pacientes cronificados que
no tienen conciencia de enfermedad,
aún des pués de una larga
permanencia, quienes llegan a creer
que pueden consumir una vez al mes
tranquilamente, sin que ocurra nada.
Límites
El familiar nada puede hacer para
contrarrestar el común denominador
del consumidor en su medio, tiene
que llevar al paciente al centro,
porque eso se logra en un proceso,
para tumbar ese simbolismo de años.
El tratamiento intenta en un tiempo
estimado de seis a nueve meses,
que el paciente vaya entendiendo su
problemática y logre mejorar su
fu nci o na mie nt o. Cosa s co mo :
fantasías de control, el discurso del
consumo, el otro puede y yo no, toda
la frustración y la envidia que eso le
g en er a . E sto e s u n pr oce so
psicoterapéutico de tiempo. Por ello,
el paciente sale de egresado y con-
tinua en grupo de e gresado y
después de esto, insistimos en que
sig a e n p si coter api a, si n q ue
generemos una dependencia a lo
terapéutico.
Re e duc a ci ón ( c re e nc ia ) y trabajador social, por una profesora
Reducción del Daño
El término reeducación no se utiliza
aquí Vamos a reeducar al adicto para
que aprenda a vivir como nosotros.-
No. Nosotros creemos que ellos
tienen que aprender a vivir bajo sus
propios códigos de una manera más
s a n a . E s e e s u n d i sc u r s o
pretencioso, donde el terapeuta se
coloca en un papel de omnipotente.
No so t ro s tr a b a ja m os co n l a
Reducción del daño. Ahora, con
esta nueva directiva, con el Dr.
Augusto Velásquez a la cabeza, y
e spe cia lme nte e l Dr. Ju ven al
Villasmil, quien fundó Casa Petare,
dentro de la filosofía de esta Casa
viene la idea de plasmar que el
trabajo con el consumidor de drogas
tiene que ser humanitario, en un tú a
tú, donde haya respeto y límites, del
paciente que pide ayuda y del
especialista que se la ofrece. Pero
esa idea del terapeuta montado allá,
Dios todopoderoso, omnipotente, es
una idea que además a ellos no les
funciona, ese Dios termina siendo
punitivo. Entonces es cuando vemos
los criterios de abstinencia, con los
criterios de permanencia en un
Centro. Y aquí si un paciente recae,
es un paciente que es recibido. Por
eso es que la reconstrucción de los
valores parte de la historia del sujeto,
n o de sde l a p er spe cti va d el
terapeuta. Un ejemplo claro, un
paciente santero, la santería implica
un ritual donde hay alcohol, donde
hay simboli smo que uno como
terapeuta cuestionaría.-¿Cómo van
a matar a una gallina?-. Además
están otras creencias y ritos, donde
trabajan con muertos. Se podría
pensar que esta persona tiene que
dej ar de p racticar l a santer ía .
Nosotros n o cree mos en e so .
Noso tro s pa rti mos de qu e el
paciente, mientras no ingiera alcohol
en esas celebraciones, dado que
tiene una predisposición biológica,
una adicción que no le permite
contenerse y que le hace daño. Su
credo es parte de su simbolismo y de
su propio sistema de vida. Nosotros
no somos quienes para tumbarle
eso. Uno trabaja con la historia de
vida del sujeto. Al paciente se le dan
indicaciones para que él evite esas
situaciones, que concretamente se
exima de asistir a los ritos mientras
persista la dependencia, que más
adelante es posible según se vaya
sintiendo , si es que él puede
comprender que el alcohol tiene un
significado distinto en esos ritos que
el alcohol que beben en la esquina.
Es un trabajo que se hace desde
diversas perspectivas profesionales.
Aquí el paciente es atendido por un
psicólogo, por un psiquiatra, por un
que le da apoyo pedagógico, por un
Por Cristóbal Deffit
monitor salido de ese ambiente. En-
tre todos participamos para que ese
paciente pueda construir una forma
de vida distinta, a partir de la
co mp r en si ó n d e su s p r op i a s
dificultades, de su propio drama.
Ingreso al Centro
Apenas el paciente ingresa al Centro,
se le asi gn a a u n g ru po de
contención, que es un grupo de
inducción. Se le intenta atajar en ese
momento de crisis, es atendido por
una psiquiatra, quien lo medica de ser
ne ce sa rio , sobr e tod o p ara el
síndrome de abstinencia, para que
pue da co ntrola r l as ansi as de
consumo y eso le permita seguir
viniendo, luego es asignado a una
modalidad de tratamiento. Según sea
el caso, se hace desintoxicación
a m b u l a t o r i a o r e s i d e n ci a l ,
dependiendo de la gravedad y de las
posibilidades del paciente. Pero la
de sin toxi ca ció n es a pe nas un
aspecto del tratamiento. Por eso hay
quienes vienen diciendo que les
limpiaron la sangre y eso no les
funcionó. Muchos piensan que una
Comunidad no puede funcionar sin
un toxicólogo, y no es así. Esto es
sólo un eslabón de un proceso bien
complejo, donde está lo psicológico,
el sistema de vida en relación al
consumo, todo el simbolismo, lo
adictivo, la conflictiva intra-psíquica,
la conflictiva emocional. Eso con
fármaco no se cura. Aquí se hace
desintoxicación. De ser necesario se
medica al paci ente, casi tod os
nuestros pacientes están medicados,
sobre todo en las primeras etapas del
tratamiento, medicados además por
un especialista en drogas. No todo
psiq uiatr a p uede medi ca r p ara
drogas. Un psiquiatra no especialista
en drogas puede medicar a un
paciente con una droga totalmente
adictiva. Como también el paciente
puede detectar que el fármaco que le
están suministrando le produce cierto
estado al combinarlo con alcohol.
Cuando eso ocurre es un desastre,
hace una fiesta.
In sti t u ci o n al iz ació n y
Psicoterapeutas
Es realmente imposible responder
con un sistema o modelo a la
institucionalización del paciente, a
esa marca que se imprime en él.
Sobr e todo aquel lo d e que el
paciente, porque es enfermo hay que
tolerarlo al ser víctima. Esto tiene que
ve r co n la o mn ip o ten ci a de l
terape uta, con esa di stancia y
discriminación donde nos colocamos
frente al paciente. Es por ello que
para escoger al personal que labora
en este Centro somos sumamente
celosos, cuidando justamente el vicio
de lo institucional. Aquí viene gente
de otros Centros contando su drama,
lamentándose por sus pérdidas y al
punto nosotros les preguntamos -
¿qué van a hacer con eso, con su
pérdida? Y sobre todo, ¿qué van a
hacer con su presente?-. No se trata
de que otros Centros sean mejores ni
peores, también el paciente hace de
esas experiencias una rutina. Incluso
en los distintos Centros, dentro de la
misma Fundación los pacientes
a pr e n de n u n d is cu rs o de l o
terapéutico, aAprenden a manipular
(esta es una patología donde hay
mucha manipulación). Uno trata de
que vean que eso no les ha servido.
Se trabaja con eso. Lo mejor es
cuando el paciente se mira y
descubre que está manipulando con
eso. Una vez que él logra ser
consciente de que manipula con esas
cosas, entonces allí empieza a haber
conciencia de enfermedad.
No creemos que el paciente vaya a
sal ir de aquí perfecto, nosotros
esper amos que salga de aqu í
consciente de su problemática y con
herramientas para vérsela con su
problema.
Perfil y Proceso del Consumidor
Hablar de un cuadro o perfil del
adicto, es hoy un tanto anacrónico.
Podría ser una referencia. Porque
cada paciente es un mundo con una
problemática distinta, ni se puede
hablar de fase en nuestro proceso.
Porque ello sería partir de una noción
de un paciente promedio, con un
sujeto que se mete en un saco y es
evaluado en función de cómo se va
moviendo, entonces fase 1, fase 2,
fase 3… Nuestro pro grama de
tratamiento cuenta con la perspectiva
del paciente en su problemática. Nos
avocamos al desarrollo de su propia
dinámica, donde dos pasos hacia
delante pueden significar un paso
hacia atrás y quizás ese paso hacia
atrás es el mejor paso hacia el futuro.
Ver al paciente desde allí, no nos
permite hablar de fases. Se puede
hablar del proceso, de un paciente
común aquí. Sin embargo, hay un
protocolo de tratamiento de seis a
diez meses, donde el participante
cumple ciertos objetivos, con ciertos
pa sos, op er ativo s y
psicote rapé uticos. El psicó logo
tratante tiene que hacer un esbozo,
basado en un diagnóstico, no sólo
clínico, también dinámico y social del
participante, donde se incluye todas
las áreas de funcionamiento, desde
lo legal, lo social, lo educativo, lo
laboral; guiados siempre por la
historia del pa cie nte Eso no
garantiza que el paciente egresa
perfecto, por eso creemos que los
pacientes tienen que continuar en
terapia.
Normas y Lenguaje Comunitario
El lenguaje comunitario subsiste,
viene de las
estrategi as, de l as
normas. Por ejemplo,
un a v ez que el
p a ci e n te i n g r e sa ,
entra en un proceso
de cuarentena, donde
él no se comunica con
p er so n a s n u e va s,
igual que él, eso para
evitar que las ansias
de consumo no se
disparen, para que no
s e int e rc am b ien
sustancias. Esto es el
p ro ce so de sd e lo
operativo, donde el
paciente tiene una per-
sona que lo sigue (el
seguimiento), luego el
sa l e d e e se
seg uimi ento y
empieza a ayudar a
otros, l uego p odría
lle gar a ser hasta
encargado de la Casa,
operativamente así se
funciona acá dentro,
r e spe tan do l a s
normas de trabajo. A
nivel emocional se espera que el
paciente mejore, fundamentalmente
sus r el acion es fa mi li are s, sus
relaciones sociales, logre insertarse
en el sistema educativo, logre un
trabajo, que logre funcionar bien
desde su esquema. Esto no indica
para nada que el Sujeto va a volver a
ser el de antes, porque el de antes
consume drogas. El participante ha
de re no va rse en su p roce so,
descubriendo el propio valor de su
persona, mirando las consecuencias
de lo que le hace daño.
Valor y Evasión (el como sí)
En todas las Comunidades hay quien
ingresa y egresa en un como sí
captara y asumiera el proceso. Es
por ello que nosotros trabajamos con
ellos en un proceso que es para ellos
y para nosotros, y eso tiene que ver
con bajarse de la omnipotencia del
terapeuta, quien ve en el egreso del
paciente un logro de suyo. Y eso no
es así, el egreso del paciente es
fundamentalme nte un l ogro del
p a r t i c i p a n te . P o r l o t a n t o ,
esencialmente el trabajo es de él, su
proceso le pertenece, de manera que
si él se halla haciendo un como sí
aquí, las consecuencias van a
recaer sobre él, en primer lugar. Por
eso se habla de enfermedad crónica.
Particularmente pienso que sí hay
q ui en es lo g ra n tra sce nd er l a
enfermedad y hay otros que no lo
log ran nunca. Po r ser cró nica
nosotros siempre los recibiremos, no
podríamos decirle a un diabético que
ingresa a Emergencias: No, ¿usted
qué hace aquí?, usted se comió un
dulce, vaya y muérase en su casa-
S índrome de Abs tin enc ia y
Conciencia
El manejo del concepto de la
abstinencia absoluta. Si no tienes
abstinencia absoluta fracasaste. El
sín dr o me de a b stin e nci a , e n
términos médicos, en la drogas se
contrarresta con una desintoxicación
y una medicación adecuada en los
primeros 21 días después del último
consumo, mien tras la ad icci ón
psicológica y toda la conflictiva que lo
lleva al consumo es otro aspecto. El
paciente puede seguir deseando
drogas por múltiples razones. Y es él
qui en tien e que detectar esas
razones y buscar considerar esas
razones de manera diferente. Esto
es pa rte d e l a concie ncia de
enfer me dad. P or otro l ado, el
consumidor ante la droga no cree
estar subordinado, él cree que
controla la droga y además hay idea
omnipotente de que él maneja todo
alrededor del mundo y que es el
centro de todo; esa sensación la da
la droga. Es distinto cuando él viene
aquí y comienza a considerar que él
está mal , que re almen te está
subordinado a ese elemento y que
para salir de ello tiene que recibir
ayuda de una persona que está, en
término s de entende r, en u na
situación más clara. El darse cuenta
es un proceso del lóbulo frontal y ce-
rebral, es un proceso que en la droga
no se d a, con el tratamie nto
adecuado sí.
Criterio y Enf ermedad (en la
Terapia)
Su ele ocur ri r q ue el pacie nte
suspicaz pregunte ¿Qué hago?- En
estos casos se le dice -¿Qué crees
tú?-. Es el paciente que tiene un nivel
de elaboración mayor, con él puede
hacerse una revisión más profunda
de su problemática, de su vida y de
las cosas que él quiere para sí.
Porque se trata de su perspectiva.
Aunque hay otro tipo de paciente que
por su constitución se ha de asumir
u na est ra te g i a co nd u ctu a l o
directiva, depende de su capacidad
de entendimiento. Una vez que ese
paciente logre ver que eso le sirve, se
empieza a ensayar con él estrategias
de cómo puede generar para sí
mismo respuestas adecuadas. El
tr a ba j o psi co te ra p éu ti co a q uí
consiste en fortalecerl os desde
afuera en sus logros personales, de
que él puede desarrollar un criterio
personal.
Ética y Enfermedad
La visión frente al te ma está
cambiando, antes se hablaba de
abstinencia absoluta, ahora se está
trabajando hacia la Reducción del
daño, antes se hablaba de un
terapeuta por encima de y ahora se
trata de una filosofía humanitaria hori-
zontal. Antes se trabajaba bajo un
sistema de autoridad, donde el
paciente no tenía la posibilidad de
decir lo que él creía que podía ser o
hacer para él, en su propio proceso, y
ahora se les está dando voz a los
p ac i en t es , in cl u so pa r a q u e
denuncien cosas, lo cual se ha de
observar en el contexto, puesto que
ellos tienen tendencia a trastocar, a
distorsionar y a romper límites.
Nuestra labor en este sentido es
ubicarlos, incluso la utilizamos como
herramienta terapéutica. Esta visión
tiene que ver con la formación de las
pe rsona s que trab aja mo s acá.
Quienes trabajamos aquí tenemos
que ser muy flexibles, tenemos que
tener la capacidad de admitir que no
sabemos, cuan do no sa bemo s,
po rq ue cuan do se co noci ó l o
referente a alguna sustancia, resulta
q ue po r otr o la do , e n al gú n
laboratorio ya se hizo otra que es lo
último, y los pacientes se enteran de
eso dos años antes que uno. Por ello
no es posible dejar los estudios, sino
el paciente nos traga. Por otro lado,
tenemos que asistir a nuestra propia
revisión personal. A mi manera de
ver, psicoterapeuta que trabaje en
esto y no se revise a nivel personal,
está mal. Por tanto uno tiene que ir a
psicoterapia. Ello para no caer en el
peligro narcisista, de que yo estoy
bien, yo estoy por encima de ti. Eso
tiene que ver con la humildad que es
necesaria para salir adelante en
nuestro propio proceso. Hay una
tendencia a caer en eso de que uno
está por encima del otro, el poder que
nos da la asistencia al otro, la ayuda,
el que uno sienta que ayuda al otro,
que el otro haga lo que uno dice y que
eso les funciona: porque tú eres el
especialista y, más que un logro para
él se convierte en un logro para ti. Eso
es un pastel, porque se deja de ver al
paciente para verse uno mismo,
cuando se hace eso, no funciona.
Este es un trabajo que exige estilo de
vida, porque yo no puedo ir a un bar
gay a m irar porque puedo
encontrarme un paciente. Uno tiene
que ser acorde a un estilo de vida. La
escogencia de este trabajo, contiene
una motivación bien particular. No es
casual que yo esté aquí, tal vez sea
por vocación.
T
oda persona que busca leer
profundamente la realidad,
que la medita y que la quiere
plasmar mediada por su propio ser,
alimenta sus esfuerzos creativos con
la cotidianidad. Pero la cotidianidad
tiende a ocultar la realidad individuo-
mundo, puesto que una de las
situaciones radicales que prevalecen
en ella es la relación Yo-Ello*, que
designa la conexión individual con la
cosa, de sujeto a objeto, y que
comprende una forma de utilización,
dominación o control, en donde el
otro es reducido a la condición de
objeto del que ejerce el poder en la
relación y que anula su verdadero
ser. Así cada tú pued e e sta r
condenado a retroceder a Ello por la
carencia del poder de relación. En
dicho caso el Tú e lude y se
despersonaliza en el aislamiento del
E U
n el mundo hay muchas cosas por descubrir, empezando por uno mismo
después viene el ambiente que sobran muchas cosas y yo pienso que
nunca voy a terminar el descubrimiento. Quisiera ir a conocer las cosas
que todavía no sé, como el mundo que me rodea, también quisiera ir a un
mundo paralelo, a descubrir en él formas de vida, para así poder entender
individualismo o en la disolución de la
persona en el colectivismo.
Por un lado el individualismo supone
que el individuo es o puede ser el
testimonio principal de la existencia
humana, pero la sociedad humana
no es la simple sumatoria de
i nd i vi du o s a is la d os. P er o su
contraparte, la solución colectivista,
no l ib er a al i nd ivi du o de su
a isl ami en to cua nd o ofr ec e l a
aparente seguridad de formar parte
de una masa, puesto que tan sólo
despersonaliza al individuo.
El esfuerzo creativo se da, por el
contrario, en una realidad “viviente”,
en una relación vital, en un real
encuentro que está comprendido por
la relación recíproca de sujeto a
sujeto, de persona a persona y está
designado por el término primario Yo-
Tú. Es una relación en que la per-
quiénes somos y quiénes
fu i m os y d e d ó n d e
venimos y hacia dónde
vam o s. E n al g ún
momento puedo pensar
que esto es una fantasía,
pero también sé que yo le
puedo dar a la vida el
lugar que tiene en mi
mente A lo mejor no todo
lo descubriré, pienso que
todos los días veo cosas
diferentes y esa es la vida,
si em p r e h ay q ue
de scubr ir pa ra po de r
aprender que soy una per-
sona que tiene muchas
c a pa c i d a de s pa r a
i nven tar, de scub ri r o
realizar cosas que jamás
nadie ha hecho en esta
vi da como también el
poder ayudar a las otras
personas.
Ronald
La Humanidad no es una raza, es una condición
sona sólo puede participar con todo
su ser, puesto que lo otro no es sólo
percibido pasivamente, sino que
p a r ti ci p a a ct i va me n t e d e l a
per ce pción, d e la expre si ón y
co mp r e ns ió n d e si g n i fi ca d os
mutuales. El diálogo de persona a
persona es el hecho fundamental de
la existencia humana. Es en el
diálogo entre el Yo y el Tú donde la
personalidad humana realmente co-
bra vida. Por medio del Tú que lo
afronta, el individuo se convierte en
el Yo. Así toda vida real es diálogo, es
encuentro.
La relación Yo-Ello propende al
individualismo y al colectivismo. En
un mundo saturado de información
unilateral, la sensibilidad necesaria
para establecer la relación dialogal,
está comprometida, por lo que se
hace necesario potenciarla desde la
n perro llamado Nerón salió
u n día d e su casa e n
compañía de su amo Henry a
pasear por el Centro de la ciudad,
cuando de pronto Nerón al ver tanta
gente por los bulevares y aceras,
sintió miedo, porque nunca había
salido de su casa. Al ver la multitud
echó a correr desesperadamente,
qu e su a mo Hen ry n o p od ía
controlarlo al punto de que se le soltó
Nerón, quedó a la deriva durante
varias semanas extraviado. Su amo
lo reportó a las autoridades que se
encontraba perdido, fueron semanas
de angustia y de tristeza, ya que su
fiel amigo nunca se había extraviado.
Henry salía todos los días al Centro
del la ciudad a buscar a su amigo, le
pr egu ntaba a l a g ente , a l os
buhoneros Señores, ustedes no han
visto un perro grande color negro
azabache, raza pastor alemán- y la
gente le contestaba No señor, por
aquí no hemos visto ningún perro con
esas características.- Fue tanto así
que Henry no dormía bien, pensando
y soñando que algún día Nerón iba a
volver a casa y iban a estar juntos de
nuevo. Fue cuando un domingo que
Henry salió a pasear con su novia
Elena, por el bulevar de Sabana
Grande, caminando y entretenido
viendo hacia los establecimientos y
cristal erías de la s tie ndas, fu e
educación en todas sus formas. En
esto juega un papel muy importante
la promoción de las experiencias
artísticas, no sólo como individuos
expectantes, sino como creadores.
Para ello los “artistas profesionales”
generen experiencias en donde se
p ro p i ci e, e n tr e la s pe r so n as
pa rt ici pa nte s, l a cre aci ón , n o
permitiendo que las obra se convierta
en un Ello invasivo y omnímodo o una
cosa curiosa, distante, inaccesible a
las personas. Mientras lo creado en
el diálogo concierne a todos.
*Entiéndase estos términos como
pronombres personales y no como
categoría psicoanalítica.
Ottoniel Juárez
cuando le llegó una visión reflejada
del otro lado de la acera y vio un perro
p a r ad o , c o n l a s m i s m a s
características al suyo que revisaba
una bolsa que contenía desperdicios.
Henry de la impresión soltó a Elena y
echó a correr a ver si era su amigo,
pero cuando le ll egó cerca se
entristeció, porque no era él. Henry
se puso a llorar y le dijo a Elena
Veámonos de aquí, porque estos
sitios me traen malos recuerdos y me
hacen sentir muy triste, ya que
cuando camino por aquí me recuerda
cuando se extravió Nerón. Al llegar a
la casa se puso a hablar con Elena
Por qué a mí me tuvo que pasar eso,
si yo era muy atento con mi perro,
cuidadoso, cariñoso y amable con él.-
Fue cuando una noche, durmiendo
profundamente en su sueño, cómo
corría y jugaban divertidos Nerón y él.
Lo veía tan real que no quería
despertar, pero su gran sorpresa fue
que sus sueños sí eran reales,
porque cuando bajó de su dormitorio,
se encontraba Nerón en la sala de la
casa. Fue tanta la alegría que
empezó a gritar y le dijo a Elena
Nerón volvió a casa y yo lo traje con
mis sueños. Viste que las esperanzas
son las últimas que se pierden-.
José Gregorio
C
uando tenía 15 años de edad
me gustaba cazar pajaritos,
siempre cazaba en el monte a
escondidas de mis padres. Una vez
fui a cazar con mis amigos, yo me fui
escapado de la casa, sin permiso.
No s fu i m o s p a r a e l m o n te ,
estábamos cazando y de repente
escuchamos un ruido de unos carros,
todos salimos corriendo por una
carretera (los muchachos contaban
que a ve ces subía la Guardi a
Nacional o la policía). Como yo no
podía correr mucho por mi dificultad
respiratoria me metí en un matorral a
esconderme porque estaba cansado,
resultó que era un tremendo hueco
de 6 metros de profundidad, caí
como en una película. Gritando caí al
fondo, solo. Los demás salieron
corriendo y yo me quedé solo en ese
hueco tan profundo, nervioso, con
mucho miedo. La impresión era tan
grande de encontrarme solo en ese
hueco. Miré para todos lados y había
E
n mi casa descubrí a mi
abuelo, donde mi búsqueda
del espacio de mi casa fue,
pensar en el abuelo mío y mi abuelo
y mi abuela y a mi abuelo.
Esos lugares son donde pensé en
mis abuelos y se me rieron. Ahora
busco abuelos y abuelas en donde
sea.
Me gustaría como una forma de
afecto y cariño hablar con ellos de
sus bríos y experiencias. Cuando el
E
l jugador ve la pelota que cae,
le pone el pie. El narrador
grita, el público delira, 90.000
mil personas saltan, sólo minutos
faltan para que el árbitro se ponga el
silbato en la boca. El jugador baja
con delicadeza la pelota, piensa, la
pasa al compañero, el compañero se
la devuelve, emprende una fuerte
carrera. El estadio tiene vida propia,
tambores, gritos van en esa pelota,
ya no piensa en nada, sólo corre y
corre, dribla a uno, falta toda la
cancha y sigue corriendo, el árbitro
mira el reloj, el jugador dribla a un
mediocampo, todos corren tras él y
de la pelota. Blanco, negro, blanco,
negro, es sólo lo que se puede mirar
en el balón, salta a un defensa, a otro
que viene con fuertes intenciones,
dribla al último de ellos. Sólo la
portería y el arquero existen en su
mirada, el público estalla. El narrador
un perro muerto y unas cabillas
paradas en puyas. Nervioso empecé
a rezar y a pedirle a Dios que me
salvara, empecé a gritar auxilio, y
silbaba y silbaba, les gritaba a los ami-
gos para ver si me escuchaban. Ellos
se devolvieron para ver que me había
pasado, uno me escuchó y se
devolvió para ver de donde venían los
gritos y silbidos. Yo silbé como loco y
le dije Estoy aquí, ayúdenme. Estoy
aquí abajo-. Y todos se asomaron y
me vieron, era como si hubiera visto a
Dios. Buscaron la forma de sacarme,
pero no podían. Al frente había una
residencia y fueron a pedir ayuda,
vinieron a ayudarme, con la sorpresa
de que quien me iba a sacar del
hueco era amiguísimo de papá y yo
tuve miedo de él se lo fuera a decir. Yo
le dije No se lo vaya a decir a mi papá,
porque me iban a joder o a castigar.
Mauri
tiempo nos deje fumar, buscando ahora familia y hermanos y novia. Así nos ubicamos en el espacio chévere.
También busco trabajo donde siempre fracaso como forma de desempleado, cuando pierdo el tiempo en la búsqueda y
me ubico en vagar y fumar en mi casa. Sucedió desde los 18 años.
Busco el perdón de la juez, donde la libertad y el perdón, como forma de amor recompensado, cuando espero el tiempo
con amigos desde el 2000 y me ubico en la responsabilidad de en adelante.
Melvi
tiene los pelos de punta, una ola
humana suena, el jugador levanta la
pierna, le pega al balón, 90.000 mil per-
sonas enmudecen en un instante, la
pelota sube, el portero emprende el
vuelo, se le hace imposible controlar
tan fuerte disparo, la pelota toca la red,
explota una algarabía, delirio, gritos.
Todos saltan, el árbitro pita el gol y el fi-
nal del juego. El goleador corre
dándole la vuelta a la camisa, todo el
equipo trata de alcanzarlo, lágrimas
brotan de sus ojos, la multitud lo mira
otra vez desde la pantalla. En un
instante le viene recuerdos de su
pasado, su vieja vida y en la posición
que se encuentra ahora. Sólo piensa
en su madre, en su hija, en lo orgulloso
que se siente su padre. Mira al cielo y
le da las gracias a Dios por su vida por
ser quien es, un goleador.
Pedro Vicente
 tempestad, la cual tuvieron que
atravesar, en el avión la azafata
informó a las personas que se
a br och ar an l os cin tur on es de
seguridad, ya que el avión sufriría
algunas sirenas nadando juntos, en
esa peq ueña comunidad, todos
trabajando para recoger la cosecha
de algas y mejillones. Se acercó
sorprendido, al ver todo eso que sólo
todos lo destrozos que había dejado
la batalla, todos, desde el rey hasta el
plebeyo y desde el jefe hasta el
obrero, todos aportaban un grano de
arena por su comunidad. Luis al ver el

H
abía un hombre llamado Luis
que trabajaba mucho, y el
cual le ponía mucho Empeño,
y dedicaba mucho tiempo de su
vida, se la pasaba viajando por todo
el mundo, ya que el trabajo se lo
exigía.
Por su casa no tenía amigos, ni le
importaba su comunidad, ni lo que
pasaba en ella, el llegaba bien tarde
por las noches y no saludaba a nadie
y salía muy temprano para su
tra ba jo, los fine s de sema na
tampoco se la pasaba en su casa
sino en el trabajo o con los jefes
inmediatos, lo que le importaba era
ascender en el trabajo, tanto eran las
ganas que se redoblaba y hacía
horas extras y horas nocturnas.
Un día lo enviaron de comisión al ex-
terior para que hiciera una auditoria
en una de las agencias de la
empresa a la cual trabaja, durante el
vuel o se pr esentó un a fu erte
mo v im i e nt o s b r u sc o s p o r l a
turbulencia y las ráfagas de aire, la
azafata para que la tripulación se
quedara tranquila, le puso en el
televisión una película sobre sirenas
y tritones, pero a mitad de la película
hubo una fuerte turbulencia, la cual
sacudió el avión de un lado a otro,
haciendo caer las cosas al suelo, en
la silla Luis se puso nervioso y creía
que el avión se iba a estrellar en el
mar, y se agarró duro de la silla
delantera y cerró los ojos.
El sentía como las rayos caían y
rel ampague aba fue rtemente, de
pronto uno de los relámpagos dio con
uno de los motores del avión, el cual
se precipitó al mar, hundiéndose,
pero ya en el fondo del mar Luis abrió
los ojos y se da cuenta que puede
respirar debajo del agua, y sale del
avión nadando sin rumbo, hasta que
llega a una especie de aldea y se
sorprende al ver a otros hombres y
había visto en televisión, no se dio
cuenta que se acercaba un centinela,
quien le preguntó su nombre y qué
hacía ahí, fuera de la comunidad, que
pasara, que había dificultades con
los tiburones y que estaban en pie de
guerra, todo el mundo lo saludaba sin
conocerlo y lo trataban muy bien y
cordialmente lo invitaban a comer, el
cual rehusaba, llegó la noche y lo
invitaron a quedarse en una choza de
los tritones.
Al ama necer se escuchó un a
ca mpa na d e a l er ta, er an l os
tiburones que se acercaban a la
comunidad para apoderarse de las
comidas y de las chozas, todos los
tritones se pusieron en pie de guerra
para defend er la comunidad, y
hombro con hombro, todos unidos
pudieron repeler el ataque de los
tiburones, los cuales dejaron muchos
daños.
Al mediodía empezaron a recoger
esfuerzo de todo los tritones para
recuperar sus casas, sus calles y sus
monumentos, se dio cuenta lo
importante que es la comunidad y
todos los que la conforman, que la
puede proteger contra cua lquier
enemigo que se presente en su
comunidad, pero se puso triste ya
que pensaba que no iba a volver a su
casa, y se puso a llorar.
En ese momento escuchaba que lo
llamaban Señor, señor, señor, ya
aterrizamos- Se despertó y dio
cuenta que era la azafata y le explicó
qu e tu vi ero n q ue ater ri za r d e
emergencia en otro aeropuerto ya
que un rayo dañó uno de los motores.
Luis se sonrió y abrazó a la azafata.
Luis, al llegar a su casa se unió a la
Junta vecinal, y con su preparación,
dio ideas para mejorar su comunidad.
Carlos

Hay un olvido de toda existencia, un callar de nuestro ser, que es como si lo hubiéramos encontrado todo.
F. Hölderlin.
razones, la primera, porque me quedé solo, la segunda,
porque mi papá nunca estaba cuando más lo necesitaba.
Me quedé dormido, cuando desperté estaban los dos ahí
conmigo. Me alegré mucho, pero seguía mal de salud.
Recuerdo que le dije a mi papá No se vaya, quédese aquí
conmigo- y él me dijo tranquilo que yo voy a estar dando
vueltas. Voy a hacer otras carreritas para tener dinero por

C
uando tenía yo como 7 años. Me acuerdo
que enfermé con el asma, mi mamá
desesperada me sacó al hospital. Era de
noche y estaba lloviendo, me puso un plástico por
encima y nos fuimos, al llegar al hospital me
dejaron porque en realidad estaba muy mal, el doc-
tor mando a comprar unos medicamentos y mi
mamá no tenía completo el dinero para todos los
medicamentos, fue hasta la camilla y me dijo Ya
vengo, voy a buscar a tu papá- Como él trabaja de
taxista y la Línea estaba cerca del hospital, se fue.
En ese momento me puse a llorar por dos
si acaso cualquier cosa-. Me dejaron toda la noche,
seguía lloviendo. Yo me quedaba dormido y me
despertaba a cada rato. Mi papá volvió dos o tres veces
más, estaba tomando y no fue más. En la mañana,
cuando me dieron de alta, estábamos en espera de mi
papá, yo tenía hambre y no había dinero sino el pasaje
que mi mamá había apartado, por si acaso. De tanto
esperar decidimos irnos poco a poco, caminando hacia la
parada, agarramos camioneta y cuando llegamos a la
casa él estaba durmiendo la pea. Me dio mucha rabia e
impotencia por su falta de responsabilidad.
Javier

E
ra una vez una familia
muy pobre que nunca
conoció esa familia era
del campo cuando la familia
llegó a la capital ellos sentían
muy extraño veían a las per-
sona que estaban vestidas con
ropa elegantes y después la fa-
milia se convirtió en unas per-
sonas con alta tensión como
de las demás personas la fa-
milia se fue a la población
donde ellos vivían convirtió a
las personas en elegancia
como ellos se convirtieron
luego en familia se evolucionó
en alta contención. Las perso-
nas una por una fueron siendo
trabajadores cada uno de ellos
fueron llevando días má s
hermosos llevaron para el campo
regalos para los niños y personas las
personas se dieron las gracias por
darle todo el valor que ellos le dieron
la población le hicieron una fiesta a la
familia que ellos convirtieron en per-
sonas ideales como de las demás
personas, luego toda la familia se
fueron yendo una por una familia
in divi dua lmente y tod as e stas
familias se fueron desapareciendo
de la población. Los niños se fueron
formando adultos y ellos hicieron
igual que su familia y esta historia
terminó haciendo así en la vida
intelectual.
José Gregorio