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Momento Narrativo

Fundación
Aguas de Mayo

Número 7
Órgano de divulgación de la Fundación Aguas de Mayo ISBN: 1690-6616
Caracas, septiembre de 2007 Depósito Legal

UN PREMIO A LA PACIENCIA
PP200301CS654
El origen de la propiedad privada es la persona y su capital la conciencia

Lourdes C.
Sifontes Greco que lo perdona. Un lenguaje que genera
imágenes de genialidad, terrores de
Escribir no es tarea fácil. Por más
desnudez, ingenio e ingenuidad en una
que la adopción de modelos sea posible
sola voz que se multiplica para hacer
(como en todo ejercicio), la escritura, la
coro y contrapunteo consigo misma.
verdadera, surge de un proceso com-
Pensar concursos como el “Andrés
plejo: del propio proceso de lo que signi-
Mariño Palacio” y el “Rafael José
fica ser humano y hacer uso de un
Muñoz” para escritores de cuento y poe-
código para la comunicación, la intros-
sía que ofician desde el lugar del pa-
pección y la creación de tiempos y es-
ciente psiquiátrico es crear un espacio
pacios vitales en un medio que, quiéralo
para premiar la paciencia. Para identifi-
uno o no, implica cierta permanencia,
car esas voces en las que quizás el ju-
por aquello de scripta manent. A la natu-
rado del concurso convencional
ralidad de la lengua inmediata se im-
encontraría quizás rasgos valiosos sin
pone un quehacer, un oficio, una tarea
comprender el peso específico y con-
que, como toda tarea, es, a fin de cuen-
tundente de ciertas transgresiones,
tas, una labor de paciencia.
dudas y conflictos verbales que surgen
Quizás nadie más idóneo para dar fe de ese lugar del padecer; sin aceptar
de estas labores que alguien que recibe del todo la pluralidad y simultaneidad de
el nombre de paciente. Paciente sus- voces móviles, de sujetos poéticos, na-
tantivo, no adjetivo. Porque se puede rradores y personajes narrativos que
ser paciente con los demás, con el tra- tensan el arco de la palabra y no nece-
bajo, con el caos, pero hay quienes, sariamente apuestan a la flecha certera,
simplemente, son pacientes en sí mis- sino a la tensión misma como propuesta
mos, quizás por un juego de las conven- textual. Quizás en otros espacios estas
ciones del lenguaje entre lo esencial y lo voces serían vistas como ecos de un
transitorio y los rótulos que imponen los caos que refleja con demasiada fuerza
oficios para los cuales nos convertimos los rostros de lo que en verdad somos
en sujetos observables. En una etimolo- todos.
gía que nos trae el término desde el Voces que buscan. No con pacien-
verbo padecer, el padeciente es quien
1er premio concurso nacional de poesía cia, sino en ella. No con la “paciencia”
en cierto modo se padece a sí mismo y “Rafael José Muñoz” adjetiva que se saca del bolsillo para li-
diar ocasionalmente con un trabajo pe-
enfrenta el mundo de un modo que qui-
zás quienes sólo son “pacientes con” de
Jorge Rubén Revoredo Chocano sado, con un sobrino travieso, con un
“Sonajero Destartalado” interlocutor que no comprende o con el
vez en cuando, no se plantean. tránsito de las avenidas. En la paciencia
Y desde ese lugar de la paciencia Enamorado de su madre
y poco inteligentemente y desde ella, desde la paciencia sustan-
también se escribe. Quizás se olvidan cial de lo que significa soportarse, traba-
los grandes nombres que desde distin- Engarrotado
jarse, escribirse uno mismo como quien
tos padeceres y distintas tensiones con solitario y excitable
escribe sobre la piel. Voces de un pade-
la propia conciencia nos ha dejado la Feo, loco
cer creador que atormenta, que libera,
historia de la literatura, sobre todo en Poema básico
que oscurece, que explora, que se inte-
una era en la que se promueve la ima- escaramuza
rroga. Son éstas las voces premiadas
gen del escritor académico y, a veces, hacer un chasquido de labios en ambos certámenes, entre un con-
incluso, canónico. Quien padece tiene astuto travieso junto de concursantes que dio no poco
una mirada particular, única, una instan- sonajero destartalado trabajo a los miembros de los respecti-
cia de enunciación dinámica y persona- no encuentro vos jurados para encontrar ese punto de
lísima puesta en marcha por su propio el centro (des)equilibrio entre el quehacer poético
proceso, sus angustias, sus diálogos y Las langostas devorarán lo poco que queda de verde y narrativo y ese lenguaje que dice algo
sus enormes signos de interrogación y yo oscurecido por la cobardía más, mucho más, sobre urgencias, des-
para con el mundo. Un lenguaje que os- refugio en ti calabros, incomprensiones … Sobre
cila entre el apego y el desapego al len- saldrán los caballeros a luchar ese entorno y ese código que, para bien
guaje de la convención, que viene y va, por las cintas tricolores y desde abajo o para mal, nos convierten en padecien-
que vuelve y lo observa, que lo castiga, desde la puerta de Kiev gritaré tes, en pacientes de nosotros mismos.
2 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2007

“Goce que no se afianza es disfrute.”

Momento Narrativo Director:


Cristóbal Deffit Silva
Ilustraciones: Oswaldo Ramos e
Iván Muñoz
Diseño: Mirko Ypsa
Este impreso es el resultado de los ta- tar en el participante el acceso a la no- Coordinadora:
lleres que dicta la fundación aguas de vedad, a la creatividad y el disfrute Yajaira Brito Colaboradores;
Mayo, en el marco del proyecto “El Leer como evidencia de salud y vida plena. Comité de redacción: Luis Alberto Crespo
como proceso de integración, personal Además promueve el hecho literario de Lourdes Sifontes William Colmenares
y colectivo” destinado a la Salud Mental. una manera directa, a través de la histo- Guillermo Morillo Hospital Psiquiátrico de Caracas
Esta propuesta del arte (colocar la ria de vida del participante, de su propia Jesús Pérez Quijada Casa Nacional de las Letras An-
cosas en su sitio) pone en práctica un redacción, forjando con ello los cimien- María Alejandra Pérez drés Bello
abordaje integral al conflicto emocional tos hacia un criterio auténtico, flexible Guido González Hospital Neuropsiquiátrico Dr.
y la enfermedad, la cual busca desper- como permeable. Alicia Inojosa Jesús Mata Gregorio

Editorial
Información y sugerencias: Teléfonos: 0416 802 59 52 - 0412 999 64 92 e-mail: momentonarrativo@hotmail.com

El Contar (esse enigma)


Cristóbal Deffit cuestión de época, de prócer, héroe ni mártir, o una De manera que quien cuenta, no sólo hace un re-
connotación poética de humanidad, a lo que de hecho corrido por las marcas que constituyen su experiencia
¿Quién quiere contar su historia? No soy yo. No se refiere la historia. La historia antes que humana, es como persona, las vacía al comprender los nudos de
es la respuesta a una afirmación. Aunque busca inda- del hombre, que es mujer, niño y anciano. Su relación la atadura que la sujeta. Acá contar no es una poten-
gar sobre la persona, va más allá de ella, porque la de pertenencia va más allá de propiedad. Si bien la ciación del problema (conflicto), es en este caso,
persona es hechura de lo que se enmascara, de lo pertenencia es lo propio, la propiedad a cambio ad- atender esa prioridad que reclama, esa latencia y
que envuelve y vela: el qué; eso que hacemos y quiere un carácter, una connotación privativa en la fuga que nos resta capacidad y distorsiona nuestra
somos, con toda su aspiración y potencia, con toda la convención, de derecho, que irrumpe con lo natural, percepción entre sensibilidad e inteligencia como
presunción. Lo cual involucra este querer, no sólo lo explota. Lo mío, en relación de pertenencia es vital cosa separada.
como deseo, más allá, como necesidad, como algo y necesario, le urge al hombre, más allá de un yo Quien quiere contar su historia, lo hace más allá
vital. El contar en este sentido, no proviene de la con- fragmentario, de una trinchera. de su conciencia, de lo que cree que debe ser, to-
ciencia, no surge de la suma de evidencias, de un Pero la definición no basta. La descripción de un cando lo que es, sintiendo el contacto abrasador de
querer cifrarlas (conocerlas) para entenderlas, ni de instrumento musical no hace que este suene para lo sus cenizas, de su anécdota. La contemplación de
identificarse para formar familia. Este extravío, que que es construido. Aún más, tampoco los ejemplos o sus valores, tanto de animal como de persona (miedo,
desde la conciencia y su colectivo (sociedad) suena a modelos de su ejecución son suficientes; tanto por lo temores, admiración, envidia, sexo, hambre, sueño,
pérdida, y hace un ruido de bicho, no lo es en la ac- personal como por lo particular del músico, y en nues- etc.)
ción social e individual: la necesidad de relación (cier- tro caso, de quien quiere contar su historia. De cómo Quien quiere contar su historia sigue la pista, va a
tamente de este acontecimiento se nutre la el acontecer, en su paso deja en nosotros, como la descubrirla, se va a hallar con la novedad de no ha-
conciencia y el conocimiento, pero como acto se- ola sobre la arena, un conjunto de caracteres, signos berla visto nunca, desde una posición única, donde
guido, a continuación). La relación de actos, sucesos, e indicios para nuestra integración con la naturaleza, los afectos, el humor, el dolor, el disfrute; la creación
con lugar y tiempo, con forma. Y, toda la atención po- en su proceso de ajuste, de exigencia que nos im- como el amor, emergen… Esto para quien cuenta la
sible sobre este punto, que no es mera cronología, prime la vida. historia, no sólo de sí mismo, la suya. (extracto)

La Fundación Aguas de Mayo y la Casa


Nacional de las Letras inauguraron el
jueves 06 de septiembre el Café Concert
en las instalaciones del Hospital Psiquiá-
trico de Caracas. Este evento fue ani-
mado por los ganadores del Premio
Literario a la Salud Mental, por el can-
tautor Luis Felipe Bellorín y quien tam-
bién fungiera como su presentador, el
poeta Luis Alberto Crespo, además de
las autoridades del Centro Hospitalario.
El Café Concert está destinado a la co-
munidad del Hospital Psiquiátrico de Ca-
racas, especialmente a los pacientes,
quienes en esta oportunidad pudieron
disfrutar de la música, de la poesía, del
baile, del serpentín y del jugo de gua-
yaba, Es la intención de estas tres insti-
tuciones ofrecerle al paciente y a
quienes los atienden la posibilidad de un
intercambio médico-asistencial y cultural,
como una forma de hermanar esfuerzos
en la comprensión de la enfermedad y
del disfrute de la salud mental.
Quier o llor ar
nta ndo
Momento Narrativo 11

ca
Caracas, septiembre de 2007

de cualquier manera, sienten el vacío Que no se muere jamás Al cantarle llorando pregunto por el
Emiliano Trujillo en el espacio que el padre, el hijo, el Se ha quedado esperando amigo que no se muere jamás. Coño y
Mención honorífica amigo o la madre ocupada. Pero a mí LA UNIDAD” le grito:
me gusta llorar y lo hago…
…Me encierro en el cuarto y lloro De esa estrofa y de nuevo en el -¡Se ha quedado esperando la uni-
Por más lo intento, no logro salir de
cantando canciones que no son mías, coro, parte mi delirio, y empiezo: dad!-
esta depresión… Mentira, Jamás in-
imaginando que lo son y que lo abs- Mi canción es para un hombre enaje-
tento salir de ella; desde carajito me he
tracto de la letra, habla de alguien que nado en la idea de que algún día, Se ha quedado clavado
provocado el martirio y me coloco en amo mucho y ha muerto. Al hacer con- todos veríamos más allá de lo estable-
lugares visibles para quienes me ator- Como un poste…
tacto con ese dolor, siento el gozo de cido. Un indigente que duerme en un Como un clavo…
mentan por ser “perfectos e inalcanza- imaginarme rodeado por quienes en la container pegado a un muro, pegado a
bles”. Pero nunca me da tiempo de Como un Cristo en el tablón.-
vida real, me importan más que nada. un muro cubierto por viejos y nuevos
provocarme el llanto y colocármeles al Porque mientras lloro y canto, no me afiches electorales, y sobre los afiches,
frente… Yo nunca lloro sin saber o Al terminar de cantar, me seco las
importan un coño. el gran letrero (hecho por él): LA UNI- lágrimas y salgo del cuarto. Es enton-
sentir que me miran. Por eso lo hago a Pedro Galindo tiene una canción DAD. Un indigente que vive pegado en
solas, imaginando sobre mí, la inquie- ces cuando la canción vuelve a ser de
llamada, “La cola”, que dice: ese muro para no olvidar el nombre de su autor y yo, el cantante, vuelve a ser
tud y la mirada de los otros. su utopía. Pienso que era amigo mío y
En resumen, lloro solo imaginando yo, el que escribe.
“Y qué pasó con la cola de todos los que creíamos en su deli-
que me ven. Pero no lo hago por un Ninguna lágrima es falsa; todo
Que no termina jamás rio, y ahora lloramos de arrechera por-
dolor de muelas imaginario, ni un des- Que pasó con el frío del frailejón”. que lo mataron desde un carro, unos llanto debe pasar por el filtro del dolor,
amor imaginario. Esos dolores ya los tipos que no creyeron en el valor de su que va desde el pecho aprisionado,
conozco y si le lloro a alguien por eso, Y el coro dice: vida y sus planteamientos. Lloramos sube por la garganta en nudo y amar-
lo más seguro, incluso en mi fantasía, arrechos porque la unidad no es posi- gura y se endurece en los pómulos,
es que me diga: -ve al odontólogo- o “Se ha quedado clavado ble, porque siempre hay uno que trepa haciendo que la frente se arrugue y los
peor aún –supéralo- por lo tanto, sólo Como un poste en el asfalto caliente y te aplasta desde arriba. Porque ojos se pongan chinos.
hago contacto con el único dolor que Como un clavo en la madera nadie se considera igual a nadie.
nadie en este mundo puede pasar por Como Cristo en el tablón”. No importa que el dolor se lo oca-
alto: la muerte de un ser amado. -Yo nunca voy a morir. Desde aquí sione uno mismo; al final, el llanto será
Es cierto que algunos no lloran… “Y qué pasó con el amigo veré llegar la unidad.- un alivio.

Cuando la vida está ocupada, ¿cómo podemos vivirla?

Repicario de voces
Manuel Viacava
Selección Queriendo volver En la oscuridad
José Félix Cordero como una luz en el vacío los deseos
3er Premio somos hacen luz
y de la realidad:
Entonces, le dijo,... cójeme, ese, zueco, ahí,
a lo que, el, le contestó, yo le cojo, el, zueco, parte, solo, una
pero, por favor, no me grite, que mi, papaíto, no me Cantan las olas
habla, gritao, y yo, soy, un, niño, muy sensible, cuando la llanura baja
para, que, me hablen, gritao, a lo que, el, cojió, el Deja de buscar
zueco, y se, lo estrelló, en la, cabeza, y desde luz
entonces, tal vez, estalló, lo, que, algunos, de “ellos”, el horizonte
llamaban, o llaman, “locura”
nada más
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
------------------
J.F.J.F un perro, está aullando, un perro
está, aullando, y la negra, me dijo, que, cuando Existencialidad
un, perro, aúlla, alguien, se va, a morir esquina de puntos
deje la, mariquera, con, ese, perro, y la cada vez más
negra, esa, y déjeme, dormir, usted, no, ve, que se impulsa el saber
es, la, una, de la madrugada o usted, está, loco
Caracas, septiembre de 2007 Momento Narrativo 3

Casa Nacional de las Letra y la Fundación Aguas de Mayo entregó Premios Literarios a la Salud Mental

PRIMER CONCURSO NACIONAL


DE POESÍA “RAFAEL JOSÉ MUÑOZ”
VEREDICTO
Nosotros, Luis Alberto Crespo, Ar- dado y poco corriente. El segundo rente y comedido, y el ritmo y la ca- las cualidades de los siguientes poe-
mando Rojas Guardia y Lourdes Sifon- premio al Poemario “Insomnio Ur- dencia de un lenguaje poético que in- marios: Sin título de Manuel Viacava,
tes, designados por la Casa Nacional bano” de Trina Quiñones. Por su soli- vita a la reflexión y al encuentro con Sin título de Jaime Blanca. “El Poeta”
de las Letras Andrés Bello y la Funda- dez, presencia de estilo y hondura una estética del entorno y la tierra y a de Marelilxs Josefina Medina., Sin tí-
ción Agua de Mayo, como jurados para evocadora. Y el tercer premio al Poe- la confluencia del paisaje natural con tulo de Rogelio Valladares. Sin título
otorgar el Premio de Poesía Rafael mario “Repicario de Voces” de José el paisaje interior de la soledad y el de Marianelle Ramos. “La luna es un
José Muñoz 2007 a los pacientes psi- Félix Cordero. Por su uso particular de pensamiento. Y mención honorífica a ojo que nos mira” de José Adolfo
quiátricos, después de leer y evaluar la coloquialidad y la enumeratividad, la Carlos Blanco. Por la originalidad de Cañas. “Paralelos al Desnudo” de
detenidamente los manuscritos envia- originalidad en un empleo de la pun- sus imágenes y la exposición de un Jesús Moreno. Sin título de Elías Ma-
dos hemos decidido otorgar por unani- tuación que desafía los ritmos tradicio- proceso de auto-lectura que a través nuitt.
midad el primer premio al Poemario nales de lectura y propone una de la reescritura constante, la tacha- Nota: Todos los textos ganadores,
“Sonajero Destartalado” de Jorge textualidad con respiración propia, y la dura y la desnudez de la reflexión me- así como las menciones serán publica-
Rubén Revoredo por la autoconciencia presentación efectiva de la fragmenta- tapoética presenta las tensiones del dos tal cual fueron presentados a con-
poética y psíquica que recorre el grupo riedad de la experiencia vital Así oficio de escribir y los procesos de re- curso, salvo aquellos que han sido
de poemas, la riqueza peculiar en la mismo va: Mención honorífica: al poe- lación del individuo con el mundo y corregidos por autorización y bajo su-
construcción de imágenes que apelan mario: “Las Ranas” de Leonardo Jesús consigo mismo en palimpsestos tanto pervisión de sus autores.
a un imaginario en tensión y en juego Alzones Lau. Por la serenidad de su de la psique como del poema.
con la cotidianidad, y la coherencia de discurso, la elaboración de imágenes También el jurado quiere destacar Caracas, 6 de junio de 2007
una voz que se conflictúa ante la reali- de la naturaleza a través de la marca
Luis Alberto Crespo Armando Rojas Guardia Lourdes Sifontes
dad en un juego verbal osado, despia- estilística de un vocabulario transpa-

“La Propiedad es un robo”. Jean Jacques Rousseau

PRIMER CONCURSO NACIONAL


DE NARRATIVA “AGUAS DE MAYO”
VEREDICTO
Nosotros: Sael Ibáñez, Pedro Téllez y Cristóbal Def- las siguientes menciones, todas en general, por su vado la intención y la forma para seleccionar y pre-
fit, quienes hemos sido designados por La Casa Na- calidad expresiva en el contar: a Emiliano Trujillo, miar a los participantes. Nuestro enfoque ha partido
cional de las Letras y la Fundación Aguas de Mayo por el relato “Quiero morir cantando”; a Nancy Za- de ese discurso en particular, que responde a estos
como jurado para el Premio Nacional de Narrativa pata, por el relato “Amadea”; a Francisco Villarroel espacios y características. No nos hemos guiado
Aguas de Mayo 2007 destinado al paciente psiquiá- por el relato “El último de los Bolsicanos”; y a Jesús por un criterio que busca gratificar la “normalidad” ni
trico, después de haber recibido y evaluado 84 rela- Marcano, por el relato “Encuentros Fortuitos”. nuestra compasión por la enfermedad. Nuestro cri-
tos, acuerda de manera unánime otorgar el 1er Este jurado ha buscado en primer lugar, estimular el terio ha sido fundamentalmente el premiar la creati-
Premio a Carlos Blanco, por su relato: Nueva Era de disfrute por la creatividad, el gusto por el lenguaje y vidad, el trabajo y disfrute que estos textos
Acuario, el cual posee una delicada manera de su- la palabra como instrumentos de comunicación, de proveen, la calidad y autenticidad del escriba, de su
gerir los acontecimientos, de filtrarlos como de ve- acercamiento emocional, racional y efectivo entre voz.
larlos, en un decantado lenguaje personal y no las mujeres y hombres que cohabitan un territorio Nota: Los textos ganadores, así como las mencio-
menos metafórico. El 2do Premio a Joel Adolfo determinado, en particular estos espacios, delimita- nes serán publicados tal cual fueron presentados al
Cañas por su relato: El Dios de la luna abrió su boca dos por nuestra sociedad de manera vaga, brusca concurso, salvo aquellas correcciones autorizadas
esta noche, texto de una excelente atmósfera, que como temerosa, como sórdida, que ha desconocido por sus autores.
nos muestra de manera admirable y simbólica la vo- sistemática, prejuiciadamente la sensibilidad de
racidad de nuestros instintos. El 3er Premio a Juan estas personas, sus capacidades para interactuar,
Carlos Martín, por el relato: En Ninguna Parte, para compartir desde su diversidad. Es en sentido
donde el autor nos ofrece con naturalidad un mundo que este jurado ha considerado estas propuestas,
paralelo. De igual manera, hemos decidido otorgar tanto literarias como autobiográficas; donde ha pri- Saél Ibáñez Pedro Téllez Cristóbal Deffit
En Ninguna Parte (Extracto)
10 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2007

POR SUS hojea un mapa de Ninguna Parte, pero rold comienza a gritar desesperadamente:
Juan Carlos Martín
CUALIDADES
éste es igual al de cualquier ciudad del -¡Auxilio! ¡Auxilio!, me quieren matar-.
3er PREMIO mundo, hasta que cae en cuenta que hay Trata de tocar el timbre de emergencia
Rafael José Muñoz detalles que la hacen diferente a una ciu- que está en el copete de la cama, pero la

Marelixz Josefina Son las diez y media de la noche, dad normal como en la que él ha vivido en pareja se lo impide bruscamente y le
los últimos diez años. Pensativo se monta tapan la boca. Hay otra puerta en la habi-
Medina Yonusg cuando Harold abre sus ojos, advierte que
ha salido del coma diabético que lo con- en su auto, continúa dando vueltas por las tación, la madre de Alicia abre y ambos
finó a la sala de cuidados intensivos por calles hasta que empujan a Harold dentro después de un
El poeta
diez días, hasta que lo trasladaron a la fuerte forcejeo…
No soporta el cautiverio habitación 246. Sin esperar mucho Al otro lado, por arte de magia, se halló
tiempo se desconecta de todos los apa- en otra realidad completamente diferente.
Quiere ser libre de Enferme- Se encontró vestido de smoking, en medio
ratos médicos, se levanta de la cama,
se cambia de ropa y sale a la calle visi- de una gran recepción en el salón princi-
dad mental alguna
blemente alegre por la puerta principal pal de una mansión maravillosa, cuando
No resiste el hospital, del hospital. No sabe a dónde ir, cuando en ese momento aparece Alicia vestida de
súbitamente una niña, con actitud muy gala y le informa: -Hay alguien que quiere
Es una cárcel modelo, conocerte-. Harold muy extrañado pre-
vivaz lo llama, se comunica y hace amis-
tad con él y le dice que lo tiene que llevar gunta: -¿Quién?-. La niña responde: –
Se está preso de sí,
a un lugar. Conduce a Harold a un sitio de Pues, la Fiscal-. Alicia lo conduce al
Con la razón recluida comida rápida, van, ordenan algo de salón contiguo que tiene un sillón muy
comer y se sientan a la mesa. Cuando, de cómodo, donde una mujer elegante-
Sentenciado a la locura mente trajeada y sentada mullidamente
pronto, a la mitad de la cena Harold se
percata de que no ha pagado la cuenta, fuma un largo cigarrillo. Lo recibe dando
Por tiempo indefinido. logra reconocer el hospital donde
busca afanosamente en su billetera algo unas palmaditas al aire: – ¡Bravo! ¡Bravo!
El almanaque le roba Tres de dinero o alguna de sus tarjetas de ha estado en Terapia Intensiva. Entra a la ¡Bravísimo! Me encantó la forma como en-
pago, pero su esfuerzo es infructuoso. La recepción, pregunta con voz segura por traste a Ninguna Parte. Podría decir que
meses… niña, jubilosa, celebra: -¡Bienvenido a Nin- Harold Gray, y le indican la habitación te encuentras en estado perfecto de Buda,
guna Parte!, -¡Bienvenido a Ninguna donde está hospitalizado; da las gracias pero realmente no es así. Porque si fuera
El poeta Siente el rigor de como si no se tratara de sí mismo, se di-
Parte!; aquí el dinero no tiene ningún así, entonces ya no existirías, pero definiti-
las telas valor, porque sencillamente no nos hace rige a la habitación 246 y encuentra en su vamente estás aquí interactuando con-
falta- y le sonríe. Harold pregunta -¿Qué interior a los padres de Alicia, quienes migo y aunque este lugar realmente no
Que lo amarran a la cama clase de lugar es éste, donde no es nece- hacía dos horas lo habían interceptado, existe, estás aquí y eso para mí es lo más
sario pagar y además es prácticamente cuando apenas había escapado del hospi- importante. Harold se siente fuertemente
Por los pies y las manos tal… Ahora el padre de Alicia reacciona y
tan igual a la ciudad donde vivo desde cautivado por la mujer que tiene enfrente.
Privación absoluta de liber- hace ya diez años?, ¿Qué es lo que su- le interroga con tono altanero: -¿Cómo fue La Fiscal es de rostro pálido y de labios in-
cede aquí? ¿Acaso tú me estás tomando que lograste entrar a Ninguna Parte? Ha- tensamente rojos, es de aproximadamente
tad el pelo…? Harold se levanta de la mesa, rold responde asustado: -No sé, pero ¿de cincuenta años. Harold siente hacia ella
va a la caja y explica su embarazosa si- qué se trata todo esto?, ayúdenme… por una especie de atracción muy fuerte, no
Se rebela, es necesario seis favor, lo único que recuerdo es que me
tuación. La cajera lo único que hace es re- sólo por su belleza, si no también por lo
desmayé en la cocina de mi casa, frente a imponente de su presencia. Imperturba-
enfermeros galarle una sonrisa, para después decirle
que no se preocupe por esas nimiedades. mi esposa ble, la Fiscal, no cesaba de fumar, elegan-
Para contenerlo mecánica- La cajera susurra al oído del encargado: – temente como es propio de una
Todavía el visitante no se ubica en el lugar distinguida dama. Entonces se dirige a
mente.
en que está-. Lo mira y le vuelve a sonreír. Harold y le hace una señal con las manos:
El poeta Cuando sale del restaurante Harold inte- –Acércate, más cerca, aún más cerca-.
rroga a la niña: -¿Y tus padres, dónde Hasta que Harold, como hipnotizado se
No quiere someterse al tra- están? Y en ese preciso momento ellos aproxima y cae bajo su dominio. Él, ale-
aparecen y la llaman imperiosamente: - lado, no sabe sino preguntar: -¿Dónde
tamiento
¡Alicia vente!-. Ella se marcha sin despe- están mi esposa y mi hijo?-. A lo que la
Prefiere morir con su delirio dirse de Harold. A todas estas él repara Fiscal responde: –Eso ahora no es lo im-
que está justamente frente a su carro, portante, sólo quiero plantearte una pro-
Se niega a comer, le sumi- toca las llaves en su bolsillo, abre la puesta-. Hace un preámbulo antes de
puerta, se monta, lo enciende y arranca… formularla: –Si yo te explicara el mundo de
nistran suero
Da algunas vueltas por la ciudad, aunque mis irrealidades, porque, te advierto, todo
Sufre las inyecciones por no ya es media noche, no encuentra ni su lo que estás viendo no es real, aunque
casa, ni tampoco su sitio de trabajo. Ha- tampoco es una mentira o fantasía. ¿Se-
tomarse los medicamentos. rold es arqueólogo del Museo de Arte Anti- rías tú capaz de ayudar a Ninguna Parte,
guo, el que se encuentra justo en el polo en el problema grave que padecemos?-.
Siente la humedad del pañal,
opuesto de la ciudad… Piensa insistente- Harold respondió: –Yo estoy dispuesto a
pasa toda la noche gritando mente: “Debo encontrar a Alicia de nuevo ayudarlos en lo que me pidan, pero con
porque ella sí sabe lo que me está pa- y mi hijo. Pero, ¿por una condición, que a mi esposa y a mi hijo
Y el día con la idea fija de sando”, lo repite y repite en su mente: qué ellos no están aquí acompañándome? no les suceda absolutamente nada-. Ha-
“¿Ninguna Parte? ¿Qué será? ¿Dónde ¿Qué les hicieron? ¿Dónde están ellos rold impaciente repregunta: –Pero, explí-
escapar. ahora? Si se trata esto de un secuestro,
será? ¿Por qué llegué a este extraño queme, por fin, ¿de qué se trata todo
lugar?”. Harold entra en una librería y díganmelo, se lo suplico-. Y de pronto Ha-
esto?-.
Un poco de todo
4 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2007

lugar; cuando la película ya la he numéricas y las esferas de los san- cuanto tarda la tarde en ser de colo-
Rubén Revoredo visto, los cursos para viejos no son tos y dioses son de todos los días, rines de traiciones lingüísticas, yo
atractivos (pero hay que cursar), cuando finalmente estoy solo, medio espero entre paciente e impaciente,
cuando me copio de los poetas y es- loco, aturdido, semiderrotado y a entre alerta y aletargado, admitido y

Insomnio urbano
Cuando no tengo la palabra pre-
cisa, es viernes de quincena, no critores del hastío, la tristeza de no punto de resucitar los muertos y yo sin planes más allá, le entierro el
tengo novia y el día parece de otro ser, cuando la filosofía son series no espero señales de resurrección, desangrado arte de mi daga.

Trina Quiñones
2do PREMIO
Rafael José Muñoz
Selección
a mi Maestro y amigo Anderson Braga
Horta
1
La habitación se ha quedado
Completamente seca.
2
Me acompañan los edificios y el asfalto.
Mido agresividades
con conductores de últimos modelos.
Los portadores de celulares
nos lanzamos miradas oblicuas.
Soy la última habitante.
3
La noche no quiere dormirse.
Los de la calle defecan en las aceras
y le dan la última pincelada
a sus instalaciones de desarmadas cajas
de cartón. Vacías botellas de cerveza
de color marrón.
4
Soy una persona
que se lanza a la calle No asisto a reuniones sociales 5
sola, mal vestida, sin dinero, ni invito ni soy invitada Los habitantes del concreto
mirando al piso, escribo montañas de poemas se deslizan lujosamente desvestidos.
buscando lo otro que los connacionales no leen. Sus atavíos gritan
o lo mío o lo nuestro. Yo vengo de otras fronteras. deleznables fantasmas solos.

Repicario de voces
“Hay algo que envuelve siempre el desnudo, esto es la inocencia”

José Félix Cordero zueco, y se, lo estrelló, en la, cabeza, y desde


entonces, tal vez, estalló, lo, que, algunos, de “ellos”,
3er PREMIO
llamaban, o llaman, “locura”
Rafael José Muñoz
----------------------------------------------------------------------------------------
--------------------------------------
Selección J.F.J.F un perro, está aullando, un perro
Entonces, le dijo,... cójeme, ese, zueco, ahí, está, aullando, y la negra, me dijo, que, cuando
a lo que, el, le contestó, yo le cojo, el, zueco, un, perro, aúlla, alguien, se va, a morir
pero, por favor, no me grite, que mi, papaíto, no me deje la, mariquera, con, ese, perro, y la
habla, gritao, y yo, soy, un, niño, muy sensible, negra, esa, y déjeme, dormir, usted, no, ve, que
para, que, me hablen, gritao, a lo que, el, cojió, el es, la, una, de la madrugada o usted, está, loco
Encuentros fortuitos (Gente)
Caracas, septiembre de 2007 Momento Narrativo 9

Jesús Moreno presan el tránsito de la historia; lo periódico aparece una foto del pla- puesto autor con el libro a su nombre
que me evita leer el resto del artículo. giado en cuestión: dieciocho a veinti- estaba revisando clásicos de la no-
(mención honorífica)
El titular reza: “La aclamada obra Su- dós años, pelo revuelto, negro; ojos vela rosa, pasados por mucho, mucho
Salgo a la calle y me subo a un cesos Nimios, ganadora del Concurso hundidos de insomnio y barba de va- bourbon, benzodiazepinas y ansiolíti-
taxi. Tras el cristal la lluvia deja paso Nacional de Literatura, resultó ser el rios días. La foto era de un carné de cos. Pero era un fraude. Visto así era
a una mañana circunspecta, llena de experimento de un estudiante de filo- biblioteca. Me convenzo de lo estú- un excelente libro. Menuda publici-
ruidos que comienzan a agitarse entre sofía, el afamado autor P… cierra su pido que es el mundo y dejo el perió- dad.
hondas invisibles. Mi reloj está roto, carrera en la podredumbre del pla- dico recién comprado. La bolsa de papel flota en la ma-
pero no importa; desde hace unos gio… la comunidad literaria escanda- Vuelvo entonces a mis reflexiones ñana de ruido. Callada, la lluvia
días es un homenaje a la no objetivi- lizada”-. En la primera foto, el autor mañaneras: el ruido visual dentro de vuelve intermitente a ratos mojando
dad: no sirve para nada. Calculo el del plagio aparece sentado en su des- la cabina en movimiento casi me per- las nubes de vapor entre las calles.
tiempo por el canto de los pájaros, pacho, majestuoso, con mirada altiva miten ver invisibles ondas de radio. El Repica silenciosa en el cristal de mi
por la temperatura del ambiente… directo a la cámara. No me molesto en conductor se detiene frente a un se- ventana en movimiento. Me pregunto
Hojeo el periódico y leo un artículo leer las reseñas de la gráfica: objetivi- máforo y una bolsa de papel flota cómo sonara el papel flotante entre
sobre un asqueroso fraude llevado a dad inútil. En la segunda foto aparece sobre una alcantarilla, mecida por el cornetas y susurros de motores per-
cabo por un escritor al que le revocan con estoica expresión junto al usur- aire tibio que escapa del interior de la didos a lo lejos. Siento que el exterior
un premio de literatura cuando se evi- pador del ordenador en cuestión: un ciudad callada por el cristal. sobra, que se construye un mundo de
dencia el plagio que había hecho a un joven moreno y delgado, de un metro Yo había leído el libro, meses sonidos en el silencioso receptáculo
estudiante de 2do semestre de filoso- ochenta y pelo afro con un lunar atrás, Gastón lo había llevado a casa, de la cabina. Por un segundo me
fía mediante un conocido que sustrae enorme en su mano derecha. Ambos y para no ser estoicos era un buen sobra el sentido del tacto, y me siento
un texto de la computadora del in- caminan escoltados por la policía; en pastiche de triángulos amorosos con un capitán Nemo frente a la claraboya
édito autor. El personaje en la foto es segundo plano, las autoridades de la matices de esquizofrenias y múltiple abierta en el atlántico: soy algo raro
un hombre viejo, arquitecto, de expre- Academia de Letras, ocultan infruc- personalidad. Nada más. Pero con la viendo especies raras, y ambos ob-
sión circunspecta, unos cincuenta o tuosamente a las cámaras, su rostro noticia podía considerarlo un buen servadores se interrogan mutuamente
sesenta y cinco años: dos fotos ex- lleno de decepción. En el interior del texto, desde mi perspectiva; el su- en un diálogo silencioso. (Extracto)

“Toda especie de género creada de mundo, es artificio de explotación”

Carlos Blanco CONADEP O LOS DERECHOS HUMANOS (Extracto)


2 escena. ---- la ciudad perdida
desventuras entre frases hechas y notas de un violín, que a veces se con-
En esta zona del tiempo, en esta Francisco Villaroel chismes revestidos de vanidad auto- vertían en sólidos y resistentes bemo-
zona estacionaria, mención honorífica
concebida, demostraban su insaciabili- les, cuando le era posible vislumbrar
Entre el poema, temprano muy Acopió el hilo telefónico y cohe- dad de información oportuna, y cada en cada episodio un contorno inhu-
temprano…… y el hambre sionó sus canas envolventes con la di- anécdota, según fuera el narrador, im- mano y cruento en noches húmedas
ligencia simple pero transgresora de la plicaba un significado más precep- de luna conjurada, contentivos de la
de los bosques, se encuentra, legión comandada por el meñique, tuado que la narrada por otros de identidad de los responsables que in-
yace, la ciudad perdida; ya acompañada por un barrido del anular, contenido opuesto. Y su compromiso tentaban esfumar de la memoria colec-
casi suscitada, en ese quehacer, el medio, el índice y el pulgar en gesta era comportarse como el árbitro de los tiva las pruebas incriminatorias de su
cuando bajaba y elaboraba, liberadora de la mano derecha, mien- escrupulosos y de los inescrupulosos, fugitivo proceder.
tras la izquierda (benignamente), finali- de los justos y de los prevaricadores, Hasta deploró el incordio por apelli-
ese aquel metafísico (los cristales zaba el pomposo peregrinaje por la de lo previsto y de lo imprevisto, hasta darse Sábato, él, piloto de expresiones
de Dios) y deambulaba, barbilla recién rapada, persuadido de llegar al momento en que tuviera que orales y enunciados manuscritos sin
el hambre de los bosques, hacia que su intranquilidad rebelde y enfá- cancelar la cuenta sin que en ningún más aspavientos que sazonar consul-
Caracas. -- . Allí está todavía tica lo llevaría a convulsionar su len- momento nadie quedase conforme y tas y auscultar réplicas resbaladizas y
gua por el parloteo constante ante satisfecho por el favor, porque no maceradas por un cinismo de oficio
mi hogar y mis mismos objetos de micrófonos y periodistas y jurados y podía pagarla con un giro de frases maduro, donde la inconformidad y la
labranza; que solamente opinión pública, hasta que su mirada aprendidas para dar explicaciones conformidad públicas fomentan rivali-
al nombrarlos, despierta en mi in- se volvía como dispersa y la serenidad apasionadas de benevolencia. dades y los insurrectos adoloridos fa-
consciente, labrar y hacia nuevos de sus modales se abrumaba de tal Un intelectual integral es poseedor llan al intentar descalabrar la
manera que en las noches la cama se de un sentido crítico de la vida y autoridad, desafiando los cacheos de
mares. No sabemos si esto se le expandía como un monumento egip- aprende a manejar un intrincado catá- su mandato como si no fueran fuerzas
puede reconciliar otra vez, pero cio para ventear absorto sus innume- logo, donde se discierne el refina- de salvaguarda y orden,
está allí, rosos insomnios. miento adulón dirigido a la autarquía y
como un hermoso preámbulo, Los televidentes, los radioaudito- la jerarquía inmaleable de la justicia. .... esclarecer los eventos trágicos en
res, los lectores de prensa escrita y En el fondo de su alma dejaba sen- que miles de personas desaparecie-
como un poema de Milton, hasta el populacho que ondeaba sus tir débiles trazos de esperanza como ron.
Amadea
Caracas, septiembre de 2007 Momento Narrativo 5

Una inquietud profunda y angustiosa la oprimía. El mundo exterior se hizo pobre y distante para
El tren avanzaba hacia el túnel de la montaña. Secos Amadea, pero su universo interior era muy rico. Solo
rumores de arandelas y poleas retumbaban en sus que aquellas divagaciones, guardadas en lo arcano
oídos. ¡Con qué tardanza el corazón lograba vencer de su pequeña cabecita, formaron parte de sus me-
su palpitar entrecortado! La invadiría un ataque de morias y de su propiedad privada: siembra, madura-
pánico. Estaba segura… los pasajeros dormían. ción, cosecha y recolección de experiencias
Todos dormían. Tan solo nubes preñadas se desve- Nancy Zapata humanas, durante su crecimiento corporal y su des-
laban y entre dos luces hacían soltar sus melenas de mención honorífica arrollo intuitivo. Todo eso hizo de ella un ser contem-
llovizna. Un anciano musitaba, el antro casi vacío de demás, sino por algo más profundo y esencial: eran plativo, de meditar para sus adentros. En su
su boca la estremecía. Hacía muecas, garabatos de poseedores de un talento insospechado, de una fé- transcurrir intelectual conoció a muchos de esos
sonrisa. Pero no. No todos dormían. En su indolen- rrea voluntad y sobre todo, libres. Pero, ¿libres de seres extravagantes, de las acciones que realizaban
cia casi nadie se percataba de sus temores. Algunos mente y de acción?, ¿o acaso dementes? Podrían y las cosas que creaban con su imaginación o con
viajeros llamaban su atención. Uno de ellos llevaba haber sido impíos y escépticos. Pero esos seres go- sus manos. Y le gustaban.
una vestidura negra, algo suelta, larga hasta los talo- zaban de un algo superior que absorbía todo el inte- Aunque tenía un corazón muy frágil, no por ello
nes. Por sus modales le recordaba a un monje revol- rés de Amadea. Era una niña, y los niños son dejaba de expresar sus rebeldías. A su corta edad
toso de la Edad Media. Otro vestía uniforme verde francos en sus fantasías y en sus acciones. Su ima- estaba convencida de que no sería como un gorrión
oliva, y presumía de los muchos galardones que os- ginación se explayaba por primera vez en el descu- de alas cortadas, que por esa razón no puede em-
tentaba. Otro, con vestimenta estrafalaria y cara de brimiento de mundos nuevos y expresaba sus prender el vuelo. Tampoco sería como un ave que,
poeta irreverente en estado de embriaguez, recitaba. intuiciones directamente, sin adornos. Aquellos seres tratando de hacerlo, cae por haber pretendido en-
Había uno con mirada escrutadora de psiquiatra, o extraños estaban dotados de una instancia para ella cumbrarse muy alto, ni como un papagayo que en el
quizá de filósofo, tal vez un artista que la observaba. inalcanzable que la estimularía a la precoz y eterna intento de ser elevado, se suelta y se pierde o en-
Y uno con braga de obrero, calzado con un par de curiosidad, pues cuando era niña ignoraba si había reda su cola en los cables de electricidad. Tampoco
zapatos nuevos. Todos le atraían, le parecían nacido en ese extraño mundo, pero dentro de él cre- sería como una piedra lanzada al aire que se ve obli-
raros… Más tarde entablaron una conversación ció, y su sensibilidad se conmovía ante sus observa- gada a seguir una trayectoria para luego volverse
sobre política que se transformó en una discusión ciones. Guardó en el cofre cerrado de su añicos. No obstante, ella amaba a las aves, y hacía
con elevados contrastes de opiniones. inconsciente, las vivencias y pensares, propios de volar papagayos cuando era niña, y amaba las pie-
En el trayecto comenzó a recordar episodios de esos seres. Seres originales, inquietantes e inauditos dras naturales: basaltos, obsidianas, cantos blancos.
su metamorfosis… que subsistían. Seres que sobrevivían en medio de Sobre todo, amaba los guijarros redonditos y ovala-
Sí, le atraían los seres extraños. Seres raros que una libertad enajenada; una libertad hipotecada a la dos, desplayados por el oleaje y los rompientes que
sobresalían no sólo por su aspecto físico descuidado insensible interpretación de sus actos, por una socie- hallan sosiego en las afueras de la mar. Mas, no pi-

LAS RANAS
y la expresión de sus semblantes tristes, melancóli- dad egoísta, indiferente, llena de disimulos y falsas saba en frágiles pavimentos. Así, entre piedra y pie-
cos o alucinados, que los hacían diferentes a los apariencias. dra, sus pies encallados conservaban su equilibrio.

Así fuimos marchando


Leonardo Alezones
Y éramos hormigas entumecidas
(mención honorífica)
Muy por encima de estas manos abiertas
Selección
Texto I Qué piensa el trueno del silencio
Cuando hice nuestra casa
Si se me concede el don de llover sobre el pasto Flotar sobre el reflejo de esos árboles
Las perlas no dejarían de caer al lodo Las Ranas
Suave
Como el ladrillo de un pájaro En un arder de belleza comenzamos a soñar con
La centella de un topo las ranas
Me haría ciego como él con tal de ver solo la be- Ellas despertaron al sueño de estos párpados
lleza Quiero el dulce de su piel moreteada por los lu-
No debo hacerlo nares
Eslabones de una cadena que me despierten
Quién recogerá esas perlas entonces
Le daré estómagos a cada uno Su canto es comparable al de una cigarra
Y así ardidas de belleza no pararían de cantar las Que se ha quemado de amores
ranas Su forma recuerda al calco de una flor blanca
Texto II
Durmiente de los atardeceres
Pero quien conoce en secreto el verdadero arte Ahora es de noche
Extraña forma de apresarse tiene el pasto
Es sólo el amor de la naturaleza En el día que se contemplan las estrellas azules
Cuando la luz vuelca a sus cimas
Quien concede este don Ese sonido nos hará felices
A mirarse de pie sobre la tarde rojiza
Yo te pido mesura Y ellas están llenando mi vaso
Yo ví entre estos ojos
Un llanto que sea tan sólo mío Y la lluvia se atreve a los espejos
Y cada galope levantó el polvo hacia el iris
8 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2007
El Dios de la Luna abrió
6 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2007

su boca esta noche


guno me ha herido un poco, reac-
José Adolfo Cañas Junto a mí, el dios-perro, y su lengua
ciono, me muevo a un lado. Mas, nue-
(2º Premio) atravesando como una flecha la costra
del doble cráneo abovedado vamente me ataca la furia. Zarandeo
mi presa con desesperación, mi lo-
Los perros van aullando en la os- de la tierra que lo escuece.
cura desmenuza sus huesos al sacu-
cura noche, sus pequeños cuerpos se (L`Obilic des limbes)
dirla. Quiero gritar, la rabia me hace
van diseminando entre la espesura Antonin Artaud
temblar. Suelto a mi víctima, sólo para
del bosque, sus patas presuntuosas
saltarle al cuello de los demás. Me
van dibujando un rastro inequívoco
abalanzo sobre otro cuerpo con agita-
en la tierra húmeda que no tardo en
ción. Me transforma tanta efervescen-
reconocer y seguir, la brisa humedece
cia en la sangre. Me angustia ver
la hierba que dejo tras de mí, el viento
tanta sangre, mis ojos no pueden ver
me trae una ráfaga de olores cotidia-
nada más, muerdo aquí, muerdo allá,
nos. Los distingo entre la imprecisión
grito, ladro. Bailo entre charcos de
del invierno y la furia de mi imagina-
sangre. Me ahogo en la exaltación fa-
ción que no cesa de arrojar alucina-
nática de la batalla. Minutos después
ciones en mi camino. Sigo la vida que
todo habrá acabado.
late al compás de la noche, sigo la
Después que todo se ha consu-
música acompasada de la marcha de
mado, me descubro masticando un
mi enemigo.
muslo con cansancio y desgano; mi
Me abro paso a través de la pe-
respiración no cesa. Mi respiración
numbra y del tiempo. Mi cuerpo no se
detiene, mis ojos buscan, mis orejas parece un río después de una tem-
se tensan en el rumor incomodo de la pestad inclemente y excesiva. Esta
colina más próxima al río, en cuyas oscura noche han sucedido cosas
aguas mi vida ha transcurrido como malas. Veo cinco cuerpos destroza-
un sueño liviano, como la tregua de dos en la húmeda tierra de la mon-
una llovizna que va apagando el ner- taña y sólo mi larga figura
vio natural del bosque. Me dejo llevar escurriéndose entre ellos. El hedor
por la quietud de la noche, por los re- metálico de la sangre me abruma. El
cuerdos que van emergiendo como que, a pesar de la distancia que nos La tierra fría de la montaña hiela hastío, repentina y definitivamente, se
un vahído de mi pecho para atascarse separa, aún pueda olfatearla como si mis garras, mi aliento combate con el apodera de mí, mientras una náusea
en las enredaderas. Los pasos de mi estuviera delante de mí, como si aire congelado que me asfixia, mi res- de saciedad se va aferrando a los res-
padre se van acercando entre la ma- nuestros ojos se enfrentaran en un in- piración no se frena, va atropellada tos esparcidos por el bosque. Sólo
leza. No necesito virar la mirada para tervalo sosegado y cómplice. Prosigo hacia el ataque que ciega mi pensa- me sobreviene la idea de marcharme
saber que es él. Su olor me sofoca mi recorrido adentrándome en el bos- miento. Lo vivo, lo siento, lo anhelo a otro lugar. Sólo la idea de escabu-
como lo hizo la primera noche de mi que con un andar rápido y regular, en la profundidad de un pecho que llirme. Sólo desaparecer.
memoria. Cierro un poco los ojos con mi mente orientada hacia esos galopa al ritmo de la euforia. El fre- Apenas un poco de tiempo y mis
para oír bien el murmullo quedo de su cuerpos, desplazándose en la fría nesí de la embestida me ahoga con pasos van resonando ya en una parte
respiración, que perturba con su co- protección de la oscuridad, la cual violencia loca, mis miembros se ten- alejada del bosque de mi infancia. La
rriente los mechones de mi pelo. Un piensan, equivocadamente, como una san por completo al presentir el en-
hermosa noche negra me inunda el
vértigo repentino viene a mecerme en madre que los oculta. cuentro. Los he visto, los veo, mis
alma con su fragancia. Los sonidos
las entrañas de la grava. Volteo en- El rastro se va haciendo más pupilas se dilatan al verlos, mi cuerpo
se han aquietado. Sólo el rumor del
tonces la cabeza levemente para sa- fuerte en la persecución que mis se estremece, mi piel se eriza, pierdo
río se agolpa contra mis oídos. Ter-
lirle al encuentro, y solo tropiezo con miembros van fraguando con preci- el control de mí, corro. Mis piernas
mino teniendo un deseo extraño por
su imagen impalpable que se deshace sión infalible; el encuentro ya es in- flaquean con la emoción. Los
comunicar mi lucha y mi victoria de
en el viento de la noche. La oscuridad evitable. El asalto ya se ha muerdo. Oh, mis mandíbulas enloque-
esta noche. Un deseo de orar, o qui-
lo inunda todo. Su recuerdo se ha consumado desde tiempos inmemo- cen al hundir los colmillos en la carne
zás de cantar, por este drama ances-
desvanecido de nuevo. La obstinada riales, tantos, que hoy no puedo re- fresca y cálida de mis enemigos. ¡Ah,
cordar nada, aunque sucedió. La cuánto disfruto ese instante! Con ab- tral que he interpretado.
realidad quiebra unas fauces ávidas
batalla ha sido siempre inexorable. Su surdo placer me detengo a verlos. Mi aullido se expande y crece a tra-
de traspasarla, ansiosas de triturar el
resultado siempre obligatorio y fatal. Tengo ya a uno de ellos, y no obs- vés de las montañas y las estepas
tiempo inasible y permanente que las
Mi búsqueda, como la noche, sigue tante, los demás no se han ido. Me que me contienen. Su sonido se man-
corroe.
su itinerario consumado. La noche, atacan con sus pequeños colmillos tiene aún después de cerrar mis man-
La presa se desliza suavemente en
la selva terrible, la oigo más allá del como el río, continúa su trayectoria en un intento desesperado por defen- díbulas, y Dios me bendice en la
fluir indetenible del río. Me sorprende en las alas predestinadas del tiempo. derse; tratan de hacerme daño. Al- frente con la señal de la luna negra.
Versión
Caracas, septiembre de 2007 Momento Narrativo 7

Capítulo 2 mí se desbarataban unas naturalezas (ra-


Los Médicos leas nauseabundas). Cometí varios erro-

de la Era Acuario
Una vez atendido por los médicos, re- res, no podía evitarlo, Karma-Darma;
torno mi camino a mi viejo hogar; el de Darma-Karma. Tomé el transporte público
mis familiares ascendientes. Fui al servicio y proseguí mi camino conocido. En medio
de baño, con la bolsa que era el único de las hordas, en la vía, en Chacaito traté
equipaje mío, a orinar. Cuando sacié mi de enamorarme de una transeúnte, pues

(Paradigmática) necesidad me dispuse a abandonar el enamorándose se salvaba uno: era el


lugar. Había colocado la bolsa en el sopla- lema.
dor de aire. Le di a la palanca y cuando Pero había que ser tan sutil, que al
ciso durante el día, subí a la montaña y aparecer algún amago de atracción se-
Carlos Blanco miré a mi hija como el yo infinito liberado,
tomé con mi mano derecha la bolsa, ésta
se me resbaló y fue a parar al interior del xual, el encanto quedaba roto. Así anduve
(1er Premio) que se asomaba en unos afiches o vallas varias cuadras en Las Mercedes, y pude
water, como cosa milagrosa y repentina, y
que se ven en las carreteras. Una y otra de nuevo tomar otro; irrumpir otro trans-
cuando ya el bajante había ahogado el lí-
vez confirmé mis dudas y era como el yo porte público, con la misma sagacidad,
Capítulo 1 quido interior lancé la mano y pude sacar
de mi hija que se asemejaba, su yo sal- tranquilo, exento de cualquier impulso se-
A golpes y a traspiés, me preparo una la bolsa casi intacta, sin rastros de sucie-
vado. No me recuperaba de mi asombro, xual, y continué a Chacaito, siempre
crema de arroz y vuelvo a mi cama, doble- dad, apenas salpicada por unas gotas de
me sobrecogía. Luego al caer la tarde atento a ese despertar. En Chacaito tomé
gado, inconmensurable en mis instintos. agua. Fue así como absorto en mis senti-
volví a mi casa. Mi hija llegó primero. Me de nuevo otro colectivo y me dirigí a La
No sé si podré salvar o sucumbir en la dos, sentí que el plan del planeta estaba
preguntó: Papá, ¿no vas a pasar? –Ahora Floresta, a lo largo de la Francisco de Mi-
forma más miserable. Transcurren unos abocado. Miré por la ventana del baño:
voy- le dije. Esperé un rato, un par de randa. Al llegar al distribuidor de Altamira
minutos. Tomo a cucharadas, atragantado, basculante, y divisé el destino. Se estaba
horas, y llegó Jackelin y luego, como una Sur, me dieron ganas de huir, pero ya huir
la crema humeante. Me dispongo ya a trasmoviendo la Era. Entendí que de aquel
hora más tarde, como a las nueve de la no era, abandonar el bullicio de las calles
dejar el aposento, luego de abandonadas movimiento, de aquella caída o no, de la
noche llegó mi mujer (solamente de nom- e irse a las casas, sino al revés, era per-
las últimas confidencias. bolsa en el waterclock dependía el destino
bre), la mamá de mi hija. Eso fue el 1ero catarse del hábito de una congénere en
Revierte el amanecer su luz y co- o el abocamiento de la Era de Acuario en
de octubre de 2003 El advenimiento de la los colectivos y dejarse llevar, y si era po-
mienzo a andar vereda abajo. Sustraigo la humanidad. Entendí que de haber de-
Era de Acuario. Ese cataclismo por mí vi- sible destruir un karma y éste era visuali-
en mí una bolsa que asociaré con mi des- jado inopinadamente la bolsa hundirse en
vido, balbuceado. A la mañana siguiente zado. De lo contrario debías continuar tu
tino. Aún se vislumbran las luces de los la poceta o más bien ejercitar el bajante, o
huí a Caracas, a donde los médicos. Des- camino por un hálito, una seducción. Una
autos. Entrecruzo la vía, una autopista, y sólo el hecho de hundirse dejaba sellado
pués viene la narración que antes referí. seducción astral, pues parecía todo, el
tomo lo que me llevará a mi destino más los males de la humanidad, y una Era libé-
Una vieja amistad con mi médico y una nuevo lazo. Ellos serían los que fundarían
próximo: los médicos, la Clínica Santa rrima se acercaba, y yo por osadía o ins-
vida aleatoria de salvaguarda en que no las nuevas familias; lo que te depararía la
Sofía. tinto había intervenido y había dirigido el
sabía si era místico o redimido, o vehículo nueva Era de salvación masiva. Con un
Son aproximadamente las seis de la destino de la humanidad. Como la bolsa
de esa cosa tan palabreada que llamamos hálito, la gente se seguían los unos a los
mañana. Una vez llegado a la Bandera, El no había traído consigo ninguna parte de
la Era de Acuario. Lo cierto es que aquella otros, dejando atrás el karma, el lastre de
Valle, tomo un taxi, camino al Este. Son inmundicia y apenas unas gotas de agua,
noche me despedí de todo. Remordía el la humanidad.
aproximadamente las 6:15 a.m. El chofer había dejado el camino libre y había que
entender que perdía mi alma, o que mi Mi intento fue infructuoso pues tuve
parece andino, me habla amigablemente, estar atento a las hordas, y cada uno en
alma peligraba. Así propendí yo aquella que detenerme otra vez a pensar en mi fa-
me dice que tiene un amigo por ahí, por su camino hacía el rescate de las almas,
noche, en mi habitáculo, aquella madru- milia (vieja), y pararme perplejo en la
Los Ocumitos. Yo le digo que sí, ¡qué ché- que se salvarían de la humanidad.
gada que preparé la crema de arroz, y me misma esquina, aledaña a la urbanización
vere! Medito un instante y me digo -No sé Mi dispuse a dejar el baño. Atónito
despedí de mi familia: Jackelin, Isabel (mi La Floresta, y ver las raleas oscilando de
si volveré a ver a mi gente, pues ya se descendí el edificio del recinto de la clí-
hija) y la mamá de mi hija, en busca de
acerca la Era de Acuario; el advenimiento. nica, dos o tres pisos, sin mirar a nadie, un lugar a otro, las máquinas haciendo
aquella familia y amigos, ahora lejana, que
Sonrío y le sigo la corriente al chofer del sin ver o fijar la mirada en nada, pues mi trabajos inescrutables e indetenibles.
había dejado en Caracas. Ya aquella fami-
taxi. mirada lo contenía todo. Yo animaba las Había una angustia definida que era, al
lia que yo había dejado (en el Naranjal),
Antes de las 7 a.m. estoy arribando a cosas, daba el karma. Descendí la colina, llegar la noche, porque además la gente
no era la mía.
la policlínica. Es jueves (día de la semana) donde estaba ubicada la Clínica Santa no se amaba como antes, expresando ale-
del Maestro. Sofía, lo más sigiloso posible y rápido. En gorías cariñosas, sino iban a sus casas in-
El médico me recibirá de buena gana. opinadamente. La gente dormía en los
Descanso y reposo en los pasillos del hos- parques. Los parques no eran vigilados y
pital hasta que se acercan las 8 de la ma- se decía que una gente, cualquier persona
ñana. Cuando el médico me ve se mal podía morir en cualquier momento sin ne-
encara, prosigue y me ve. Después de cesariamente hallársele explicación. -La
verme ligeramente el loquero, me enca- noche-. Al cerrar mi capítulo visible fui a
mino para hacerme un chequeo general. mi habitación, lejos del fragor pautado por
Voy al consultorio del médico y éste me la nueva Era, al lado del calor de la son-
recibe amigablemente. Me hace pasar, me risa de mi madre, deshilvanando aquellos
mide, me hace unas cuantas preguntas y sueños, aquel pregón indetenible.
me hace un electrocardiograma. El hom- Había preferido la llegada al hogar, a las
bre me toca el chakra del corazón y se avanzadas de cualquier planeta.
sonríe. Yo lo veo y me sonrío. Una sonrisa
que me duro varios segundos. Capítulo 3
La mañana anterior me habían dado Los muertos fueron los que salvaron el
una medicina para subir la tensión, pues planeta.
mi mujer, la mamá de mi hija, me había Epílogo
dado otra que me había bajado la tensión, (….)
que es cuando había sido sujeto de una Las acuarianas eran de rápido andar.
serie de euforias y llamaradas en la me- Los otros; que nos habíamos quedado en
moria, después de una postración en que la Era pisciana, éramos de lento andar, y
me había sentado a la orilla de la carre- únicamente nos quedaba el halito, y las
tera, y en la que se sentía que yo era el oleadas de los otros planetas, que nos
salvador. Luego de vagar sin destino pre- exoneraba.
Un Hospital para la Salud Mental
12 Momento Narrativo Caracas, septiembre de 2007

Actualmente el Hospital Psiquiátrico de Caracas cuenta con siete Servicios de Atención, Prevención, Tratamiento y Seguimiento de la enfermedad mental, que in-
cluye Hospitalización y Ambulatorio.
El Hospital Psiquiátrico de Caracas, MUSICAL CANTARES” –Agrupación
del 17 al 21 de septiembre, bajo la di- musical -“CANTATAS CRESCENDO”
rección del Dr. William Colmenares, ce- (Milagros Figuera)
lebrará su 115 aniversario con el lema: 20 de Septiembre 9:00am –Presen-
Contra la Discriminación y Exclusión del tación del Proyecto “CREANDO POR
Enfermo Mental, en un programa donde LA VIDA Y LA SALUD” (Lic. Ángela Ba-
la cultura en sus diversas manifestacio- rrios) – Presentación de Trabajo “LA RE-
nes artísticas y la recreación deportiva, HABILITACION EN VENEZUELA”
acompañadas foros y de jornadas mé- (Servicio de Rehabilitación) – Presenta-
dico-asistenciales tomarán las instala- ción de Trabajo “LA CULTURA Y LA
ciones del Centro. Ello, en la búsqueda SALUD” (TSU. Armando Ramírez) –
de integrar al paciente y sus tratantes Muestra de Tamunangue “SAN ANTO-
con la comunidad: NIO” - PACIENTES: PSIQUIATRIA
INFANTIL
PROGRAMA
ANIVERSARIO CXV “POCO A POCO”
-HOSPITAL DIA “GALERON”
17 de septiembre de 2007 9:00 Am:
Misa, Apertura, Himno Nacional, Pala- 2:00 pm Agrupaciones Musicales“
bras del Director Dr. William Colmena- BAJO EL SAMAN”, “VASALLOS DEL
res - Teatro a cargo de los pacientes de SOL”
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QUINTO AGUACATE”, Agrupación mu- Reconocimiento a los Trabajadores de
sical “MONICO MARQUEZ Y SU ES- la Institución. -AGRUPACION MUSICAL
TRIBILLO” - 2:00 PM Lugar: “Auditorio – Banda de Concierto “SALVADOR
Arora Dauboin” CINE FORO BOSQUE” - “EL SONERO CLASICO
18 de Septiembre de 2007 9: AM.- DEL CARIBE” - ORQUESTA DEL
SALSA CASINO, BAILOTERAPIA CUERPO DE BOMBEROS DEL DIS-
2:00pm – Muestra del Libro - “EL SAN- TRITO METROPOLITANO CON
COCHO DE LOS DIABLOS” y DIA- “ERICK FRANCHESKY”
BLOS DANZANTES – Presentación
PREMIO LITERARIO – Muestra de San
Juan “AGRUPACION MAPIRE”
19 de Septiembre de 2007 9:00am Construcción de la fundación del Hos-
Actividades Médico-Asistenciales (Esta- pital Psiquiátrico de Caracas, donde
cionamiento) –Actividades Deportivas y en la actualidad funciona la farmacia,
Juegos Tradicionales - EXPOSICION Administración, Enfermería y Docen-
DE PINTURA (Servicio 2) -2:00 pm - cia.
TARDE DE BOLERO “AGRUPACION

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