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EVIDENCIA 2:
Es importante que su empresa divulgue sus valores por la cadena de proveedores, empresas
asociadas, empresas subcontratadas y clientes. Del mismo modo, se puede adoptar como
criterio de selección de socios la exigencia de que los empleados de los servicios contratados a
terceros tengan condiciones de trabajo semejantes a las de nuestros propios empleados. Hay
que evitar asociarse a empresas u organizaciones en las cuales exista degradación de las
condiciones de trabajo.
Toda empresa debe establecer un diálogo con sus proveedores y clientes, siendo
transparentes en sus acciones, cumpliendo los contratos establecidos, contribuyendo para su
desarrollo e incentivándoles para que también asuman compromisos de responsabilidad
social.
A tener en cuenta
Formalizar las prácticas laborales: Al solicitar a sus proveedores la firma de un contrato que
incluya una declaración de compromiso con modelos laborales predeterminados, estará
reforzando la preocupación de su empresa con las prácticas laborales y la convicción de que su
cumplimiento es fundamental.
Los clientes externos son esenciales para el éxito de cualquier negocio, ya que proporcionan el
flujo de ingresos a través de sus compras que la empresa necesita para sobrevivir. Los clientes
externos satisfechos suelen hacer compras repetidas, así como referir a tu negocio a otras
personas que conocen. Un cliente que sufre a través de una experiencia negativa con un
negocio, tales como ser tratado groseramente por un empleado, también puede obstaculizar
una empresa por disuadir a otros de lo condescendiente.
Importancia del cliente interno
Mientras que los clientes internos no necesariamente pueden comprar los productos o
servicios ofrecidos por su empleador, la relación con el cliente interno también juega un papel
clave en el éxito de la empresa. En el ejemplo de ventas, el vendedor que no funciona bien con
el servicio al cliente pueden tener mayor dificultad para realizar pedidos u obtener respuestas
a las preguntas de sus clientes externos, lo que resulta en un bajo nivel de servicio. Las tensas
relaciones internas también pueden afectar negativamente la moral de la empresa.
Tanto los clientes internos como los externos de tu organización son importantes para el éxito
de tu negocio.
Los clientes internos son los miembros de tu organización, es decir, tus empleados.
Tu deber es mantener una relación apropiada con ellos y ofrecerles programas de formación
constantemente. No basta solo con recompensar su esfuerzo con mejoras económicas, sino
que debes procurar que tus empleados se sientan felices de pertenecer a tu organización.
Es importante motivarlos y hacerlos sentir orgullosos de su trabajo, ya que esto les ayudará
a establecer una conexión emocional con los clientes externos. Hay tres clases de clientes
internos:
1- Los ejecutivos.
2- Los comerciales.
3- Los operativos.
Los clientes externos son aquellos que utilizan los productos o servicios de tu empresa, pero
no forman parte de tu organización. Estos son los que proporcionan el flujo de ingresos que la
empresa requiere para permanecer y crecer en el mercado. Los clientes externos satisfechos
suelen hacer compras repetidas, así como referir a tu negocio a otras personas que conocen.
Entre los más comunes están:
1- Clientes leales
2- Clientes especializados en descuentos
3- Clientes impulsivos
4- Clientes basados en las necesidades
5- Clientes errantes
En definitiva, ambos clientes son importantes y no puedes descuidarte en la satisfacción de
ninguno de los dos, ya que dependiendo del trato que les des a tus empleados, esto se
reflejará en el trato que ellos les den a tus clientes.
Durante muchos años se han creado estrategias de comunicación interna para difundir la
información sobre la empresa entre los trabajadores. Hoy en día conviene dar un paso más allá
y crear estrategias que fomenten el sentimiento de orgullo y de pertenencia.
Las corporaciones no solo han de fijar sus estrategias de comunicación en el público objetivo
que forma el grupo de clientes – usuarios – consumidores, sino también han de ganarse la
confianza de sus trabajadores, colaboradores y proveedores. El conjunto refuerza los valores
de la marca, de su branding.
Las empresas que deseen lograr la fidelización de sus colaboradores han de desarrollar un plan
de comunicación interna que esté vinculado a su misión, a su visión y a sus valores. Así
conseguirán embajadores de marca comprometidos y capaces de difundir, por sus propios
medios y canales, los valores de la marca. Para ello, hay que asegurarse de que la información
es recibida de manera correcta y que genera el impacto deseado.
Es muy importante controlar el flujo de información dentro de la empresa, crear espacios en
los que participen los empleados directamente, opinen y aporten. Se necesitan líderes del siglo
XXI, humildes y capaces de guiar equipos humanos que se sientan implicados e importantes. El
feedback de la escucha activa es clave para conseguir buenos resultados en un plan de
comunicación interna.
En el marco de la comunicación interna se abre el debate sobre qué departamento debe dirigir
el plan, si el de recursos humanos o el de comunicación. En realidad, ambos deben colaborar
entre sí para que la estrategia responda a los objetivos de la corporación. Hay que lograr la
alineación entre las acciones y las metas, crear una estrategia que sitúe al público objetivo
interno en el centro.
Para ello, es imprescindible la implicación de los líderes y de la cúpula directiva. Han de crearse
herramientas de participación que favorezcan la implantación de una nueva cultura
empresarial basada en el people engagement. El trabajador o el colaborador se convierte en
embajador de la marca, en employer branding.
La comunicación interna ha de ser coherente con la externa, por eso es tan importante la
coordinación entre el área de recursos humanos y la de comunicación.
Para conseguir motivar, desarrollar el talento y fidelizar al equipo humano, es preciso crear
estrategias de engagement. La tendencia en las corporaciones se centra en optimizar las
herramientas online, los canales de social media y la tecnología.
En este sentido, cabe destacar que un buen plan de comunicación interna no solo ha de
perseguir la mejora de estos indicadores, sino que ha ser capaz de trasladar a todo el equipo la
importancia que tienen. Los empleados han de hacer suyos los objetivos de negocio y, para
eso, primero deben sentirse importantes, relevantes en la organización, implicados y
comprometidos.
Con una buena comunicación interna, las empresas consiguen atraer y retener el talento.
Trabajan optimizando la gestión de las personas, lo que implica la colaboración del área de
recursos humanos y de comunicación. Las acciones de formación, de mejora de las
habilidades, de participación y comunicación son fundamentales en las actuales
organizaciones.
Los retos que debe plantearse una corporación empresarial para gestionar correctamente su
comunicación interna se basan en:
1. La escucha activa
La escucha activa capta el feedback interno. Hay que realizar un estudio del clima cualitativo y
cuantitativo. Un análisis que mida la temperatura y marque las líneas de un plan de acción que
dé respuesta a las necesidades existentes y a los objetivos planteados.
2. Planificación estratégica
La empresa ha de crear estrategias en función del público objetivo al que se dirige. Los
mensajes y los contenidos para los empleados no son los mismos que se crean para los clientes
o los proveedores. Cada público ocupa su lugar en el mapa de stakeholders de la corporación,
cada uno exige una estrategia de comunicación concreta.
3. Compromiso transversal
Para lograr la implicación del equipo de base, antes ha de conseguirse la del equipo directivo
de la empresa. Los líderes marcan el camino que el resto sigue. La política de liderazgo actual
se basa en la humildad y en las acciones de motivación que permiten crear equipos fuertes,
productivos, innovadores y competitivos.
Es importante disponer de redes de colaboradores internos que faciliten la comunicación entre
los grupos de personas que integran la organización. Todos han de compartir un objetivo
común. Los trabajadores no solo han de conocer la misión y la visión de la empresa, sino que
han de vivir sus valores y sentirlos propios.
4. Transparencia y asertividad
Para ganarse la confianza de las personas, es imperativo mantener una gestión transparente.
Los directivos han de contar lo que pasa a sus respectivos equipos. El asertividad cobra
protagonismo en este tipo de organizaciones. Las personas son conscientes de la importancia
de sus derechos, pero también de sus obligaciones, del respeto y de la libertad individual.
6. No temer al cambio
8. Optimizar la tecnología
La empresa ha de crear contenidos que sean atractivos para sus trabajadores, fáciles de
asimilar y ver. Los vídeos virales o documentos multimedia son buenos recursos para
conseguirlo. Las corporaciones han de nutrirse de estrategias digitales y utilizar los canales que
les permitan crear comunidad.
Los mensajes que lance la empresa a su equipo humano han de ser sencillos y claros para no
crear dudas o confusión. Para ello, han de responder a los objetivos de informar, persuadir,
recordar, conversar y aportar.
Conclusión
- La materia prima o todo el material necesario para producir todo lo que realice la empresa.
- Tener un buen personal que tenga una buena organización y control de la empresa y un buen
financiamiento.