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ELIADE

En efecto, los mitos relatan no sólo el origen del Mundo, de los animales, de las plantas y del
hombre, sino también todos los acontecimientos primordiales a consecuencia de los cuales el
hombre ha llegado a ser lo que es hoy, es decir, un ser mortal, sexuado, organizado en sociedad,
obligado a trabajar para vivir, y que trabaja según ciertas reglas. Si el Mundo existe, si el hombre
existe, es porque los Seres Sobrenaturales han desplegado una actividad creadora en los
«comienzos». P. 9

4.°, que al conocer el mito, se conoce el «origen» de las cosas y, por consiguiente, se llega a
dominarlas y manipularlas a voluntad; no se trata de un conocimiento «exterior», «abstracto», sino
de un conocimiento que se «vive» ritualmente, ya al narrar ceremonialmente el mito, ya al
efectuar el ritual para el que sirve de justificación; 5.°, que, de una manera o de otra, se «vive» el
mito, en el sentido de que se está dominado por la potencia sagrada, que exalta los
acontecimientos que se rememoran y se reactualizan P. 13

No se trata de una conmemoración de los acontecimientos míticos, sino de su reiteración. Las


personas del mito se hacen presentes, uno se hace su contemporáneo. Esto implica también que
no se vive ya en el tiempo cronológico, sino en el Tiempo primordial, el Tiempo en el que el
acontecimiento tuvo lugar por primera vez. P. 13

Toda historia mítica que relata el origen de algo presupone y prolonga la cosmogonía. Desde el
punto de vista de la estructura, los mitos de origen son equiparables al mito cosmogónico. Al ser la
creación del Mundo la creación por excelencia, la cosmogonía pasa a ser el modelo ejemplar para
toda especie de creación. Esto no quiere decir que el mito de origen imite o copie el modelo
cosmogónico, pues no se trata de una reflexión coherente y sistemática. Pero toda nueva aparición
—un animal, una planta, una institución— implica la existencia de un Mundo. P. 14

Como hemos visto, el mito cosmogónico se recita también con motivo de la muerte; pues la
muerte, también, constituye una situación nueva que interesa asumir bien para hacerla creadora.
Se puede «desbaratar» una muerte como se pierde una batalla o como se pierde el equilibrio
psíquico y la alegría de vivir. P. 18

La idea implícita de esta creencia es que es la primera manifestación de una cosa la que es
significativa y válida, y no sus sucesivas epifanías. De un modo parecido, no es lo que han hecho el
padre o el abuelo lo que se enseña al niño, sino lo que hicieron por primera vez los Antepasados,
en los tiempos míticos. P. 19

Un ejemplo: el hombre es mortal porque un antepasado divino perdió, estúpidamente, la


inmortalidad, o porque un Ser Sobrenatural decidió quitársela, o porque a consecuencia de un
acontecimiento mítico, se ha encontrado dotado a la vez de sexualidad y de mortalidad, etc.
Ciertos mitos explican el origen de la muerte por un accidente o por una inadvertencia: el
mensajero de Dios, un animal, olvida el mensaje o, perezoso, llega demasiado tarde, etc. Es una
manera pintoresca de expresar lo absurdo de la muerte. Pero en estos casos también la historia
continúa siendo una «historia divina», porque el autor del mensaje es un Ser Sobrenatural y, a fin
de cuentas, habría podido, si hubiera querido, anular el error de su mensajero. P.46
Ciertos «comportamientos míticos» perduran aún ante nuestros ojos. No se trata de
«supervivencias» de una mentalidad arcaica, sino que ciertos aspectos y funciones del
pensamiento mítico son constitutivos del ser humano. P. 85

En los albores del mundo moderno, el «origen» gozaba de un prestigio casi mágico. Tener un
«origen» bien establecido significaba, en definitiva, prevalerse de un noble origen. P. 85

«¡Un pueblo sin historia (leed: sin ‘documentos históricos’ o sin historiografía) es como si no
existiera!» P. 85

EL ORIGEN Y LA CAL

Uno de los componentes más importantes que nos ayudan a delimitar la


construcción mitológica del pueblo de Dumesnil es, justamente, ese origen basado en la cal.
Hemos de recordar que hay ciertas cosmogonías en donde se utilizan determinados
elementos para que surjan pueblos o determinadas poblaciones, por ejemplo en el Popol
Vuh, los dioses utilizan distintos elementos para crear a los hombres, como el barro, la
madera y, finalmente, el maíz. Los mayas son un pueblo de hombres de maíz, la creación
más perfecta, porque no se derriten como el barro y no poseen poca elasticidad como la
madera. En fin, en el caso de Dumesnil tenemos como elemento base la cal.

Ahondaremos un poco para saber qué es la cal, de donde surge y qué posibles
significados podemos adquirir al respecto. El pueblo de Dumesnil es un pueblo que existe
en la provincia de Córdoba, pero Syria Poletti le da una vuelta de tuerca en el cuento y le
brinda este origen mitológico y lo resinifica.

Según el Diccionario de la Real Academia Española podemos saber que la cal es


una sustancia alcalina constituida por óxido de calcio (dato que no hace a nuestro trabajo),
es fuerte, maciza, durable. Otro de sus usos es la utilización en sentido figurado, el
diccionario da el ejemplo de “se cerró a cal y canto a otras propuestas” como algo que se
cierra y no hay forma de abrirlo.

Pensemos en esa acepción, es sumamente interesante hacer el parangón con el


cuento, pensar en Dumesnil como un espacio cerrado en sí mismo, con esa gente que no
muere, ese espacio en el que no hay lugar ni siquiera para un muerto, parece vivir en un
tiempo estático, como quedado en el tiempo, de hecho, el narrador dice que a partir de que
existe ese único muerto, el pueblo comienza a tener historia, por ende, todo lo anterior a la
muerte de ese hombre es como un tiempo en Stand by. Pero no un tiempo paralizado en la
nada, sino que es un tiempo paralizado en un génesis. Siempre en creación, gestándose:
“Era un pueblo en gestación, con franco impulso de crecer y multiplicarse” (Romano, 1971:
97). Está estático en el tiempo creacional, el pueblo no va a tener historia hasta no tener un
primer ciudadano muerto.

El surgimiento del pueblo es extraño, mitológico: “Era un pueblo surgido de la cal


como de la nada” (1971: 96). Es como si de un día para el otro, surgiese ese pueblo cerca
de La Calera, dato que nos enteramos con el correr del texto. Entonces, ese origen tiene
algo de confuso, no tiene fundador, o mejor dicho, la cal es la fundadora del pueblo y una
especie de polvo mágico que lo hace surgir de la nada.

Otra de las acepciones que da el DRAE sobre la cal es que se obtiene a partir de la
piedra caliza, podemos pensar y buscar qué significado tiene la piedra, material duro,
inerte, sin vida. Para ello, utilizaremos diccionarios de símbolos.

Cirlot en su diccionario nos dice que: “La piedra entera simbolizó la unidad y la
fuerza; la piedra rota en muchos fragmentos, el desmembramiento, la disgregación
psíquica, la enfermedad, la muerte y la derrota” (Cirlot, 1992: 362). Entonces, si
consideramos que la cal es un derivado de la piedra caliza, por lo tanto no es piedra entera,
entonces podría interpretarse como una piedra rota en muchos fragmentos, que, en
consonancia con el cuento, significa muerte. La muerte va a ser un tema de importancia a lo
largo del cuento porque Dumesnil necesita un primer fallecido para poder tener historia y
ser considerado un pueblo. Necesita una muerte para pasar del tiempo mitológico de la
génesis al tiempo cronológico y real. Analizaremos la siguiente cita con atención: “Y había
casorios. Casorios con sus correspondientes nacimientos. Y nacimientos sin los
correspondientes casorios. Y accidentes de tránsito. Pero, en cuanto a morir..., nadie”
(1971: 98). La simbología de la piedra está frustrada, hasta que no muera ninguna persona,
la piedra caliza o cal, no tiene una significancia importante.

Para completar la simbología, hemos consultado el diccionario de símbolos de


Chevalier. Él dice que: “La piedra, como elemento de la construcción, está ligada a la
sedentarización de los pueblos y a una especie de cristalización cíclica” (Chevalier, 1986: p
828). Por ende, nos remite a cierta parte en el cuento donde se dice: “Se acercó la fecha
fijada para la inauguración del cementerio. Ningún muerto” (1971: 100). El pueblo está
sedentarizado en la muerte, el pueblo avanza y crece pero la muerte se encuentra en un
estado sedentario, no se mueve, no llega, con lo cual se frustra el tiempo cíclico del que
habla Chevalier. El pueblo necesita una historia, necesita moverse, participar del tiempo
cronológico, pero esto no se lleva a cabo porque la cal, piedra caliza, ha sedentarizado la
población.

Más adelante, Chevalier comenta: “La piedra es también un símbolo de la tierra


madre” (1986: 828). Con lo cual es lógico pensar en la piedra caliza como la tierra madre
de Dumesnil. El cuento relata: “La dinamita había hendido las entrañas de los cerros
formando enormes cavidades y las piedras rodaban envueltas en nubes de polvillo calcáreo”
(1971: 96). La dinamita activó la piedra caliza, y de la cal, como mencionamos algunas
citas atrás, dio origen al pueblo. La pidra, simbólicamente, es madre del pueblo, quien lo
hace surgir, más allá de la dinamita que es un invento puramente humano.

Podríamos seguir investigando esta veta simbólica con respecto a la cal, pero hay
otras cuestiones a tener en cuenta y que llevan a construir mitológicamente un pueblo con
asidero real y del cual no se ha escrito nada, excepto por el cuento de Poletti que le da este
origen creativo e interesante.

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