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En los últimos tiempos se ha puesto muy de moda el término “tóxico” tenemos libros de autoayuda que nos
hablan de las “personas tóxicas”, las “emociones tóxicas”, “conductas tóxicas”, relaciones tóxicas, etc..
¿Pero tenemos claro qué significa la coletilla “tóxicas”? Normalmente es usada para referirnos a nocivo o
que nos sienta mal, nos altera, y nos cambia el humor de forma negativa.
Amistades tóxicas
En primer lugar, deberíamos reconocerlo; los amigos tóxicos son los que dicen ser tu amigo, pero sus
acciones duelen, ya que su conducta no es la propia de una amistad.
Camuflan sus sentimientos de egoísmo: Cuando se tratan de sus problemas, ocupan muchas de tus
horas explicándotelo todo pero no esperes lo mismo si eres tú quién necesita ser escuchado “me
coges en un mal momento”, “estoy muy liado, te llamo”.
Siempre quieren estar por delante de ti. Si le explicas que has tenido una oferta laboral que aún no
te puedes creer, te cuenta que le ofrecieron algo muchísimo mejor; si le explicas que tienes un dolor
tremendo en la espalda, él te dirá que, precisamente, la noche anterior estuvo en urgencias por un
dolor mucho mayor.
No sabe guardar un secreto, y cuenta al circulo de amistades aquello que le pediste que no contara.
Es un manipulador, de manera que acabas creyendo que si lo alejas de tu circulo de amistades, podría
dañar tu imagen social.
Este tipo de amistades sólo traen negatividad, por ello es preferible romper con ellas y cultivar sólo
aquellas que te proporcionen bienestar y positividad.
Tener una baja autoestima: En la mayoría de las ocasiones nos hace pensar que no podremos
encontrar a otra persona mejor ya que uno mismo se siente muy inferior. La persona con baja
autoestima se considera afortunada con el mero hecho de estar acompañada y no se siente en la
posición de poder escoger con quién: “bastante he logrado con que alguien quiera estar conmigo”.
Miedo a estar solos: En muchas ocasiones viene alimentado o reforzado por la baja autoestima. La
persona intenta hacer todo lo posible por evitar ser rechazado o que la otra persona se marche de
su lado, por ello es capaz de soportar todo tipo de situaciones que le acaban generando emociones
de malestar, tristeza, culpa, humillación, etc… “porque estar solo sería aún peor”.
Dependencia emocional: También se encuentra asociada a la baja autoestima. La persona siente que
sin el otro su vida sería aún mucho peor, y le basta con momentos puntuales en los que siente cariño
o afecto por parte del otro. Esos momentos compensan todo lo malo.
El pensamiento que esto cambiará: “Es pasajero, una mala época la tiene cualquiera”. La persona
justifica la conducta del otro alegando diferentes excusas con la esperanza e ilusión que esta
situación cambiará de un día para otro. Pensamiento muy nocivo porque genera una falsa ilusión o
expectativa de algo que no se dará. Puesto que para que una persona cambie ésta debe querer
hacerlo.
En el fondo me necesita: Ante esta postura la persona cree que el otro lo necesita, y que podremos
ayudarle a mejorar, “en el fondo es muy buena persona pero no sabe cómo actuar, yo le ayudaré a
darse cuenta” Lamentablemente esto no es así, si la persona difícilmente se deja aconsejar u orientar,
la mejoría no se dará.
Esto no me afecta: Es un tipo de negación que la persona realiza para poder soportar su situación
diaria, pero que en algún momento se llega a creer de forma ilusoria con pensamientos del tipo: En
el fondo estoy muy bien, ¿qué son dos discusiones?. Lo llevo bastante bien, no dejo que esto me
afecte, yo puedo llevar mi vida con normalidad.
¿Esto no le pasa a todo el mundo?: Cuando llevamos demasiado tiempo en una relación tóxica
llegamos a normalizar la situación, y convertirla en algo común, llegando a pensar que es algo que
pasa en todas las relaciones, pero que el resto no comenta. De esta manera la relación se puede
mantener en el tiempo de forma indefinida, o hasta que evoluciona de forma significativa a peor,
volviéndose insostenible.
Depresión: como hemos comentado, en este tipo de relaciones relaciones tóxicas están presentes
muchas emociones negativas entre otras la culpa y la tristeza. Si estas emociones están presentes
durante un largo periodo de tiempo y, la persona comienza a realizar conductas negativas para sí
misma (por ejemplo, asilarse) es probable que se desarrolle un problema depresivo.
Ansiedad: en las relaciones tóxicas, donde hay más momentos negativos que positivos también es
posible que algunas personas puedan desarrollar un problema de ansiedad. Esto sucede ya que la
persona puede aprender a vivir expectante de un momento negativo, lo que la hace estar siempre
alerta y en ocasiones, a reaccionar con ansiedad.
Dependencia emocional: por último, en las relaciones tóxicas también fomentan problemas como la
dependencia emocional. Cuando estamos en una relación negativa y que tienen grandes altibajos,
los momentos buenos se vuelven más poderosos y buena parte del bienestar de la persona acaba
por depender de ello.