1

¿QUÉ ES UN TRASTORNO
OBSESIVO-COMPULSIVO?

Fina, un ama de casa de 44 años, sube a la terr;11.a d e rn

finca para tender. Una vez acabada su tarea, con toda h
ropa organizada y tendida, se dispone a volver· a su
piso, pero su forma de hacerlo es algo peculiar. Tiene
la necesidad de ir restregando las suelas de sus L<lpJ.ti -
llas en cada escalón a lo largo de los cuatro pisos que
le separan de su casa. Al llegar, tiene que limpiar las
llaves de la terraza y el cubo en el que subió la rop;i.
Está muy preocupada por la posibilidad de que, co 1110
estos objetos han estado en contacto con el sucio,
puedan haber quedado, corno dice ella,,"imprc~11 ~1dos
, ,,
el e raton .
Elena, una mujer de 54 años muy amante de su
familia y de gran bondad, lo está pasando muy mal.
Sin que ella quiera, y a pesar de sus titánicos esf ucrzos
por evitarlo, con mucha frecuencia le asalta una ima-
gen horrorosa. En ella, Elena ve con todo lujo de d e ta -
lles como acuchilla a su propia hija con un crrnrmc
cuchillo de carnicero. El sufrimiento es insopon;ible,
cree que se está volviendo loca. La única mancr-a que
tiene de eliminar esta pavorosa escena de su mente es

· crear otra escena en que clb y su hija están charhndo
:imigablemente.
Ricardo, profesor de historia en un instituto, siente
el impulso de hacer daño. A veces, demasiadas veces,
ante ciertos alumnos, en especial ante los que tienen un
aspecto más desvalido, tiene el impulso de golpearlos .
Dar clase es un suplicio, ha estado de baja varios meses
y en estos momentos consigue impartir las clases pre-
p~rando de una forma casi matemática el tema que va a
~xplicar.
Ramiro, un joven gestor de 32 años, tiene b sensa-
ción de que su vida va a contrarreloj . Le resulta muy
difícil cumplir los plazos que su tr:lbajo le exige.
Aunque tiene muchos clientes, ésa no es la razón funda -
. mental para este agobio. El problema es que nunca está
seguro de haber hecho bien l<ls cosas, en su mente apa-
recen dudas y posibles errores, y acaba verificando una
y otra vez que, efectivamente, todo está bien hecho .
¿Qué tienen en común Fina, Elena, Ricardo y
Ramiro? Que todos ellos sufren un trastorno obsesivo-
compulsivo. Un trastorno obsesivo-compulsivo es un
desordeú de ansiedad, un problema donde el eje central
·es el miedo a que suceda algo terrible. Lo característico
del problema obsesivo-compulsivo es la presencia de
obsesiones y de compulsiones.
Las obsesiones son pens;1111ientos involuntarios,
repetitivos y de alta frecuencia que aparecen en nuestr;t
mente sin que lo deseemos. Pueden estar expresadas en
forma de palabras y frases o de imá~e nes . El contenido
______L_QUf: ES UN TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIV01 19
es ;tlllenazante, inaceptable moralmente, grotesco 0
extraño p;:i.ra la persona que lo sufre; por ejemplo, creer
que uno se ha contagiado del SIDA, que la colilla que
dejó en el cenicero va a provocar un incendio o que se
desea insultar a alguien. Las compulsiones son com-
portamientos estereotipados, voluntarios, que pueden
llegar a ser muy organizados y elaborados y que tienen
como fin reducir la posibilidad de que suceda la catás-
trofe temida o bloquear la ansiedad causada por la
propia obsesión. Pueden ejecutarse físicamente, como
lavarse las mé\nos o comprobar que el teléfono está bien
colgado, y mentalmente, como ha~er operaciones men-
tales o rezar.
En el caso de Fina la obsesión era impregnarse de
ratón y las compulsiones, restregarse las suelas, lavar
las llaves y el cubo, además de un sinfín de compulsio-
nes de autolavado y limpieza de la casa. La obsesión de
Elena era una escena a modo de película en la que acu -
chillaba a su hija, y la compulsión mental era crear otra
escena en la que se demostraba a sí misma el amor que
sentía hacia ella. Ricardo se obsesionaba pensando:
ahora, pégale un puñetazo en la cara, y su compulsión
era preparar como para una oposición sus clases, de
manera que no pudier;t surgir la obsesión. En Ramiro
la obsesión era: ¿lo he hecho bien? ¿y si por mi culpa
tiene un prohlema con 1-fa.áenda?, y el ritual era repetir
y revisar una y otr:l ve?, los d.lculos, los formularios y
los documentos de cada uno de sus clientes.
" • ;'\>.•!l't'
lÓ L'.· 'mATAMIENTO PSICOLÓGICO DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO Ju in Scvilll yCarmen Pastor
1.1. EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPUL-
-~-
SIVO EN DATOS
La investigación nos demuestra que entre el l '(1 y el
2;5% de la población general sufre un trastorno obsesi-
vo-compulsivo. Sin embargo, la mayor parte ele los
especialistas coinciden en que prolnblcmente la cifra
real es mayor.
. :La cantidad de personas con este problema que
. busc~ ayuda es escasa. Nuestra sensación es que esto
sucede por varias razones. En primer lugar, muchas
. veces el contenido de las obsesiones y el tipo de ritua-
les son muy peculi::ires, y la persona puede avergon-
• zarse y encontrar tremendamente difícil comp;utir con
un experto el problema que está sufriendo. Es peor
aún cuando las obsesiones tienen un contenido repu-
diable moralmente o incluso ilegal, corno agredir a
alguien o tener impulsos sexuales hacia niños. Por otra
parte, muchos sufridores consideran que más que un
problema psicológico concreto es parte de su perso-
nalidad y, por lo tanto, intratable. Cuando el proble-
ma se conceptualiz..a en estos términos puede haber
dos reacciones opuestas. O bien se cae en un estado de
desesperación, o bien la persona se ajusta a su peculiar
estilo de vida y convive con él simbióticamente. En
esta línea, pero con un matiz algo diferente, también
hay gente que no busca ayuda porque se deja llevar
por ese refrán popular que versa: las manía.s no las
curan los médicos. Es decir, son conscientes de que tie-
¿QUt ES UN TRASTORNO ODSESIVO-COMPULSIVOI 21
nen un problema pero creen que no hay tecnología
para resolverlo.
Además de no buscar ayuda, cuando lo hacen la
buscan t;lrde. Se estima que acuden a la consulta de un
profesional entre 8 y 1O años después de estar sufrien-
do el problema.
El tr;lstorno obsesivo-compulsivo suele iniciarse a
finales de b a.dolcscencia y principios de la edad adulta.
Se reparte igualmente entre hombres y mujeres. Sin
embargo, en aquellos casos en que las obsesiones se
centran en la posibilidad de contaminación y los ritua-
les son de limpieza, las mujeres son notablemente supe-
riores en número, y en los casos en que el ritual predo-
minante es la ejecución de acciones muy lentamente
sucede prácticamente sólo en hombres.
1.2. EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPUL-
SIVO Y OTROS TRASTORNOS PSICOLÓGICOS
Aunque no hay datos totalmente concluyentes, la
comunidad científica está de acuerdo al afirmar que la
mayor parte de las personas que llegan a desarrollar un
trastorno obsesivo-compulsivo, antes de su inicio,
sufrieron distintos problemas de ansiedad en la
infancia y en la adolescencia, como por ejemplo fobias
específicas.
No es extraño que además de sufrir un trastorno
obsesivo-compulsivo, la persona sea víctima de otros
 .1 . : •• 1 :,~·~~~-\:~~:~·-~~
' . ~-. 1
.. Í.2 . 'Í'RAtAMIENTO PSICOLÓGICO DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPUl.SlVO ]uln Scvillí yCirmcn Pistor
trastornos en los que la ansiedad es un ingrediente
esertdal. Desde nuestrQ punto de vista, en ocasiones es
• difícil diferenciar formalmente un problema obsesivo
de otros problemas de ansiedad, como es el caso del
trastorno de ansiedad generalizada y el de la hipo-
condría.
· Lo que es un dato completamente demostrado es la
correlación que existe entre el trastorno obscsivo-com-
t>ulsivo y la depresión. La mayor parte de los estudios
demuestran que, entre el 35 y el 66% de los sufridores
del problema, presentan al mismo tiempo distintos gra-
dos de depresión. Aunque la relación entre ambos pro-
blemas llega a ser bidireccional, normalmente la depre-
sión es un desorden secundario con respecto al
problema obsesivo-compulsivo, es decir, primero apa-
rece el problema obsesivo y, a continuación como área
securtdaria, la depresión. Hay explicaciones para todos
los gustos. Las teorías biológicas afirman que la causa
bioquímica del trastorno obsesivo-compulsivo y de la
depresión es la misma: el déficit de ciertos neurotrans-
misores cerebrales. Desde un punto de vista psicológi-
co, y a esa línea nos adscribimos, no resulta difícil
comprender cómo un trastorno obsesivo-compulsivo
Se\tett:> ,que limite extraordinariamente la vida personal,
f:itnitial) social ·y laboral del sufridor puede causar
depresión. Además de que es muy fácil dudar de uno
mismo, que la autoestima se resienta y que el nivel ele
desesperanza sea muy elevado cuando uno piensa cosas
horribles que no quiere pensar y se ve obligado a hacer
·: 1·
¡QUt ES UN TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO? 23
comportamientos que la lógica denomina absurdos e
irracionales. Por otra parte, también sabemos que si el
estado de ánimo está deprimido, el problema se agudi-
za. Este es un fenómeno general. En población no
obsesiva, si el estado de ánimo está bajo, la cantidad
de pensamientos indeseados, de contenido extraño,
aumenta y lógicamente en personas con un problema
obsesivo-compulsivo este fenómeno es mucho más
prominente. Así pues, resumiendo: el trastorno obsesi-
vo-compulsivo provoca depresión, pero a su vez, la
depresión favorece o incluso empeora el trastorno
obsesivo -compulsivo. En términos de tratamiento psi-
cológico, evaluar el grado de depresión resulta crucial,
pues como norma, no se puede iniciar el tratamiento
psicológico del trastorno obsesivo-compulsivo · si la
persona está clínicamente deprimida.
Durante décadas, aproximadamente hasta mitad de
los años 80, se especulaba que el trastorno obsesivo-
compulsivo tenía que ver con enfermedades mentales
graves y muy en particular con la esquizofrenia. Ahora
sabemos que esta idea es falsa. A nuestro entender este
tremendo error de ubicación tenía que ver en primer
lugar con el desconocimiento. En aquella época no
sabíamos demasiado acerca del cómo y el porqué del
trastorno obsesivo-compulsivo. Y en segundo lugar, la
gran espectacularidad de ciertos rituales obsesivos y la
rareza del contenido de las obsesiones hicieron·caer en
el error a la comunidad científica de que todos estos
comportamientos extraños tenían que ver con delirios

\ •
2(. .fRATAMIENrO PSICOLÓGICO DEL TRASTORNO OBSESIVO.COMPULSIVO juin Scvillí yúrmm Putor
y alucinaciones esquizofrénicas. Para concluir, nos gus-
··• t~tfa. tranquilizar al lector afirmando rotundamente que
el ti:astorno obsesivo-compulsivo es un problema psi-
cológico o trastorno emocional, como lrt depresión, la
fobia social o los problemas sexuales, y no tiene nada
que ver con las enfermedades mentales gr:tves como la
esquizofrenia o el trastorno bipolar.
1.3·. ANATOMÍA DE UN TRASTORNO OI3SE-
SiVO-COMPULSIVO
· El trastorno obsesivo-compulsivo, corno cualquier
otro problema emocional o cualquier comportamiento
humano complejo, es extremad;imente intrincado.
Aparentemente, sobre todo para ti que lo sufres, es
anátquico, misterioso y casi impredecible. En realidad
no es asf. Hay unas leyes psicológicas que gobiernan al
detalle este sofisticado proceso. Lo que pretendemos
mostrarte ert esta sección es un cuidadoso análisis, paso
1 paso; de. los distintos eventos psicológicos que conca-
tenados forman tu malestar, llamado trastorno obsesi-
vo-cúrnpulsivo.
E:l tJrimet elemento es la situación disparadora. Es
d~tir; ll~Uellas situaciones o parcelas de la realidad que
h~cet\ ' que aparezca el malestar. Al contrario de lo que
podríamos pensar, las obsesiones no aparecen en el
vacío, en la nada. Por ejemplo, María tiene dudas sobre
si cerr6 o no h puerta sólo cuando se va de casa, Neus
. i_. . : ~ '·. . -
- ---lQUt ES UN TRASTORNO ODSESIVO-COMPULSIV01 25
tiene la necesidad de leer todos los carteles o vallas
publicitarias, cuando pasea por la calle y Antonio se
siente sucio cuando ha tocado dinero. Este proceso no
ha llegado a suceder por casualidad. La persona ha aso-
ciado esas situaciones con sus temores. De manera que
automáticamente, en cuanto entra en contacto con una
de esas situaciones, en su mente aparece la óbsesión. En
el siguiente capítulo intentaremos explicarte por qué
procesos suelen asociarse las obsesiones a determinadas
s1tuac1011es.
A veces, el problema todavía es más rebuscado.
Puede suceder que las situaciones disparadoras no sean
situaciones físicas observables como las de los ejemplos
anteriores. Pueden ser también pensamientos o incluso
sensaciones corporales. Por ejemplo, Amparo, que es
pediatra, vuelve a casa conduciendo después de pasar
consulta. Mientras conduce recuerda a los pequeños
pacientes que ha visto a lo largo de la mañana y, de
pronto, al pcns;tr en un niño en particuht le ásalta lá
duda obsesiva: ¿le he recetado la cantídad adecuada de
paracctamol? En este ejemplo, es el recuerdo el que
suscita la obsesión de nuestra pediatra.
En casos extremos, la asociaciórt de las obsesiones
con otros pensamientos es tan amplia, que la persona
tiene la sensación de estar constantemente pensando en
términos obsesivos. Muchos de los clientes que hemos
visto en consulta utilizaban expresiones como: a no ser
que esté muy concentrado en algo, ahí está ese pensa-
mien to que me atormenta. En nuestr;i opinión, es muy

.1
26 TRATAMIENTO PSICOLóGICO DtL ·11\ASTORNO OBSESIVO.COMPULSIVO ]u2n Snillí yCumrn P111or
ptobable que la propia actitud de no querer pensar en
términos obsesivos se convierta paradójicamente en un
~ pensamiento disparador. Cuanto más queremos no
pensat en algo, más pensamos en ese algo. Te sugerimos
un pequeño experimento. Cierra los ojos y concéntrate
en l:t siguiente imagen: un elefantito africano de color
rosa. iómate tu tiempo, imagina cada uno <le los deta-
lles: la cabeza con sus orejas, sus colmillos, su cara bon-
dadosá, el cuerpo rechoncho y gracioso y en la actitud
que tú quieras, por ejemplo, mirándote. Mantén esta
Imagen durante dos o tres minutos y, a partir de ahí,
¡elimínala! ¡No pienses en ella! ¡Esfuérzate en que esa
imagen no aparc7Jca en tu cabeza! ¿Qué ha pasado?
¿Quizás el elefantito rosa aparecía en tu mente una y
ottá vez? Probablemente. Cuanto más te esfuerces en
tlo tener obsesiones, más obsesiones tendrás.
También hay otro proceso mental que favorece la
aparición de las obsesiones. Es la constante autoevalua -
ción. La persona, por ejemplo, se despierta por la
mañana y lo primero que piensa es: ¿está a.hí ese pensa.-
tniento? .Y sí, habitualmente, aparece de inmediato.
Una variante de este proceso es descubrirse a uno
mistrlb nb pensando en la obsesión, sorprenderse por
ello, yde nuevo, automáticamente aparecer la obsesión.
Pót último, otra modalidad de situación disparado-
ta es l:t formada por sensaciones fisiológicas. Estas sen-
sadortes son sensaciones físicas que nos envía nuestro
propio organismo. Por ejemplo, M;i.riví sufre obsesio-
nes relacionadas con la posibilidad de contagio del
.• ~- ~· '. º " t. .
¡QUÉ ES UN TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO? 27
SIDA que le provocan compulsiones de lavado y cons-
tante reascguración médica. Muchas veces, la obsesiórt
se inicia porque nota alguna sensación física incómoda
como un mareo. El mareo le hace pensar inmediata-
mente que de hecho es seropositiva. Víctor padece
obsesiones relacionadas con la suciedad. Una de sus
situaciones disparadoras es notar su propio sudor, lo
que le hace pensar: estoy sucio y buscar el refugio de la
ducha.
El segundo elemento es la propia obsesión. La
situación disparadora provoca la aparición de la obse-
sión. Este es un proceso automático e involuntario. La
person;i. no elige tener ese pensamiento, el pensamiento
aparece aun en contra de su propia voluntad. Y además,
intenta resistirse o eliminar esos pensamientos. Aunque
todo resulta muy confuso, normalmente el sufridor
reconoce gue esos pensamientos provienen de la ptopia
mente, pero no del razonamiento voluntario, del yo
real.
En muchas ocasiones, tras la obsesión aparece un
segundo bloque de pensamientos que, en este caso, sí
proceden del yo real y son una evalu;tci6n del conteni-
do de la obsesión. Por ejemplo, tras pensar: ¡qué fácil
sería ahogar a mi hija! Vicenta evaluó la obsesión de la
siguiente forma : ¿cómo he podido pensar esto? Soy un
monstruo. ¿No será qu.e la quiero matar? Este tipo de
evaluaciones sobre el contenido de la obsesión tienden
a aparecer más cuanto más entronca la obsesión con el
código moral de la persona. Especialmente en casos de
 ,.
. :t ·.: .
r
-, .
28 nATAMIENTO PSICOLÓGICO DEL 11\i\STORNO OBSESIVO-COMPULSIVO ]um Scvilll yCarmen P1stor
obsesiónes de contenido religioso, de violencia ci
sexual. Es lógico, si la hijita de Vicenta es la persona
' que· más quiere en este mundo, al pensar que podría
ahogarla, automáticamente "horrori1,a" sobre ello sin-
tiéndose culpable. Estas interpretaciones aumentan
extraordinariamente el dolor emocional.
La mayor parte de los obsesivos ven con claridad
que sus obsesiones son irracionales, poco reales, ;i.bsur-
das.o; por lo menos, con una baja probabilidad de ciue
se con-Viertan en un hecho real cuando no están en
pleno proceso obsesivo, lo que no impide que las
s~frán· y actúen en consecuencia. Es similar a lo que
sucede con las conductas supersticiosas. Casi todo el
mundo hace alguna conducta supersticiosa, como tocar
madera, a pesar de ser conscientes de que es absurdo.
Saber que no tiene sentido no sirve para evitar tocar
madera ante la situación oportuna. Sin embargo, otros
obsesivos tienen serias dudas acerca de la supuesta irra-
cionalidad de sus obsesiones. Es decir, les confieren una
credibilidad excesiva. Paco sabe que el cáncer no se
contagia por contacto físico, pero incluso cuando está
tranquílo,.tiene dudas: ¿y si los médicos se equivocasen?
Jy si hubiera un virus que se contag1:ara por contacto y
qué inicidra la en[ermedad?
Eh''este punto, es de extrema import::i.ncia clarificar
úh concepto que se comentará en distintas ocasiones a
lo largo de este libro: la. probabilidad de ocurrencia real
del contenido de las obsesiones. Un tr;i.storno de ansie-
dad es un miedo extremo a que suceda algo terrible:
'
i
QUÍ~ ES UN TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO? 29
1
que un avión se caiga, hacer el ridículo, tener un ataque
al corazón o que un perro nos ataque. En la mayor
parte de los casos, la probabilidad real de que suceda lo
que la persona teme no es cero, ¡los aviones se caen!,
pero es tan baja que no es significativa y, por lo tanto, .
la mayor parte de la gente acepta vivir con ese minimí-
simo riesgo y viaja en avión. En el trastorno .obsesivo-:-
compulsivo este fenómeno se ve de manera muy clara.
Alguien podría olvidar cerrar la puerta y que entrasen a
robar u olvidar apagar el horno eléctrico y que se pro-
dujera un cortocircuito o atropellar a alguien sin darse
cuenta. Todo eso, sobre el papel, en teoría, es posible,
pero ¿cuál es la probabilidad real de que suceda? Sí, es
posible que conozcas a alguien o que hayas leído en el
periódico que ha sucedido algo similar. No obstante,
para ver la probabilidad real deberías comparar esos
casos anecdóticos con el resto de la población, a la que
nunca le ha sucedido, ni le sucederá nada parecido.
Dado que es extremadamente difícil que la casa se
incendie por apagar mal una colilla de cigarrillo, ¿qué
sentido tiene comprobar veinticinco veces si efectiva.:..
mente se apagó? ¿Qué sentido tiene protegerse ante un
peligro que es práctic::i.mente imposible que se convier-
ta en una amenaza real?
En otro tipo de obsesiones este proceso todavía es
más obvio. En estos casos lo que se teme ya no es que
sea poco probable, es que es imposible. Es imposible
matar a alguien si u no no lo desea, es imposible suici-
darse si uno no lo desea, es imposible ofender a Dios si
.,
jO . 'llATAMIENTO l'SICOLóGICO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO j11Jn S<villi yGrmcn Plllor
uno ho lo desea o es imposible abusar sexualmente de
otra persona si uno no lo desea. La confusión, perfecta-
• mente comprensible, viene de que esta clase de pensa-
mientos aparece en la mente de la persona, pero no son
parte de su voluntad, de sus deseos. Son obsesiones,
pensamientos involuntarios que nunca podrán suceder.
El_tercer elemento es el malestar. La reacción emo-
cional que lidera el trastorno obsesivo-compulsivo es la
ansi~dad. En realidad, la ansiedad es una respuesta útil,
adaptativa. Es parte del mec;lnismo de supervivencia de
la especie. En nuestros genes tenemos una voz de alar-
ma que nos hace ponernos en guardia cuando detecta-
mos un peligro inminente. Esa reacción Je nuestro
organismo y nuestro cerebro que implica cambios en
prácticamente cada célula de nuestro ser, nos cualifica
pata afrontar ese peligro escapando o luchando.
Nuestro corazón se acelera, nuestros músculos se ten -
san, respiramos más rápido, aumenta nuestra tempera-
tura corporal, y un sinfín de cambios más provocados
por complejísimos procesos bioquímicos y hormonales
que suceden en nuestro interior.
La ansiedad no es mala. Cuando estarnos en una
situación de peligro real, la ansiedad que sentimos es
idéntica a la que sentimos cuando pensamos que nues-
tras manos están contaminadas de cáncer. La única
diferencia es que, si nos .están atracando, la ansiedad
nos va a servir para afrontar mejor la situación porque
hay una situación peligrosa. En el trastorno obsesivo-
compulsivo y en el resto de los problemas de an.s iedad
QUÉ ES UN TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSlVOl .Ji
la dificultad estriba en que hemos aprendido a concep-
tualizar como peligrosas situaciones que no lo son. En
consecuencia, nuestro organismo hace su trabajo y nos
provoca esa reacción física desagradable e incómoda
que llamamos ansiedad, miedo o nerviosismo, y que
nos obliga a buscar una solución para ponernos a salvo.
Así pues, no te preocupes por notar sensac_iones físicas
desagradables aunque sean muy intensas, puede que te
cueste respirar, que notes sensaciones raras en el estó.:.
mago, que notes el corazón desbocado o que, a pesar
de que tus manos estén heladas, estés sudando. Nada
de esto es peligroso. El problema no es notar esas sen-
saciones, el problema es cuándo notas esas sensacione_S:
Ni siquiera intentes controlar estos cambios que se
producen en tu cuerpo, puesto que directamente no
son controlables. Dependen del Sistema Nervios.o
Autónomo y se disparan ;rntomáticamente cuando en
nuestro cerebro hay una percepción de peligro, las
obsesiones.
No es extraño tampoco sentir, como parte del
malestar emocional, culpabilidad. Como comentába-
mos unos párrafos atrás, frecuentemente la culpabili-
dad viene de la evaluación de las obsesiones. En estos
casos, el grado de malestar es especialmente alto y
desestabilizador, una contundente combinación de
ansiedad y culpa que suele favorecer la aparición de la
tristeza y la depresión.
El cuarto elemento son las compulsiones o rituales
y otras conductas de neutralización. Cuando la persona
 ...
< • ~·

J2 TRATAMIHITO PSICOLÓGICO DEL TRASTORNO ODSL~IVO COMPUISl\'._2 Jy_an Srvilll1J:1!mrn P1~1J1_ _ __ _ .lQUt ES UN TR!ISTORNO OOSESIVO-COMPULSIVO? JJ

está teniendo la obsesión en su mente y sufriendo ese " ;• .:.)(·. ! .. ~ :. ' : · · r-t.·,\. P~~ .(
dolor emocional, tiene que hacer algo para sentirse . ·.1' ~l~ttíABió»'t{
• mejor. Esto también es p::lrte de la herencia de la espe- . DisMitAoÓiGf;
cie~ ante el malest;lr tenemos el impulso de reducirlo.
Los obsesivos van desarrollando cstrategi;is p;ira neu-
tralizar o bloquear los malos momentos por los que
atraviesan. La más característica del trastorno es la
compulsión. Como liemos coment;ido :d principio de
est.e, capítulo, una compulsión es un;i conduct;i o una
secuencia de conductas que se hacen con un orden pre-
'c iso, y cuyo objetivo es ponerse a salvo del temor indu- lf FIGURA 1
Secuencia Punciona! de los distintos elementos que conforman el
cido por la obsesión, y pasar el mal trago lo más rápi-
trastorno obsesivo-compulsivo.
damente posible. En el siguiente capítulo encontrarás
un montón de ejemplos de rituales, y de otras conduc-
tas de bloqueo, así como los efectos que estos producen
a la hora de explicar porqué la gente sigue siendo vícti-
ma del trastorno obsesivo-compulsivo.
Como adelanto a esta crucial información, en este
punto y como último elemento, te diremos que las
compulsiones provocan una dpida y potente sensación
de alivio. Cuando una persona rituali7.a, sus fantasmas
y su dol~r emocional se reducen y, en ese sentido, su
sensación es que aquello funciona, que lo está haciendo
bien. Pronto descubrirás porqué a este proceso le lla-
tnam~s la "trampa de b ansiedad".