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La primera ocupación estadounidense de República Dominicana se produjo entre 1916 y 1924.

Fue
una de las numerosas intervenciones en América realizadas por las fuerzas militares estadounidenses.
El 13 de mayo de 1916,1 el contraalmirante William Banks Caperton obligó al secretario de Guerra de la
República Dominicana Desiderio Arias, quien había ocupado el cargo durante el gobierno de Juan Isidro
Jimenes Pereyra, a abandonar Santo Domingo bajo la amenaza de realizar un bombardeo naval a la
ciudad.

Ocupacion

Tres días después de que Desiderio Arias abandonara el país, un contingente del Cuerpo de Marines de
Estados Unidos desembarcó y en dos meses tomó el control de la nación imponiendo en noviembre de
1916 un gobierno militar bajo el mando del contraalmirante Harry Shepard Knapp.
Los marines impusieron el «orden» en la mayor parte de la república, con excepción de la región
oriental. A consecuencia de la ocupación, el presupuesto del país se equilibró, disminuyó la deuda
externa y se retomó el crecimiento económico. La fuerza de ocupación propició la realización de
importantes proyectos de infraestructura como la creación de nuevas carreteras que unieron todas las
regiones del país por primera vez en la historia. También se creó la Guardia Nacional, una organización
militar profesional que sustituyó a las fuerzas partidistas de carácter caudillista que habían librado una
lucha interminable por el poder.2
La mayoría de los dominicanos, sin embargo, se resintió por la pérdida de su soberanía a manos de los
extranjeros. El país quedó en manos del Departamento de Marina estadounidense.3 Un movimiento
guerrillero conocido como los "gavilleros" contó con el apoyo de la población en las provincias orientales
de El Seibo y San Pedro de Macorís. Estos insurgentes, sobre la base de su mejor conocimiento del
terreno local, lucharon contra la ocupación de Estados Unidos desde 1917 hasta 1921.2 No obstante, las
fuerzas estadounidenses mantuvieron el orden durante este período de insurrección2 hasta que en
1921, los gavilleros fueron definitivamente aplastados por la supremacía aérea de los ocupantes y los
métodos de contrainsurgencia y acoso constante aplicados por los militares estadounidenses. 1

Retirada[editar]
Después de la Primera Guerra Mundial, la opinión pública en Estados Unidos comenzó a manifestarse
en contra de la ocupación.4 Wilson sopesó la conveniencia de evacuar la isla, pero no llegó a tomar
medida alguna.5 Warren G. Harding, quien sucedió a Wilson en marzo de 1921, había hecho campaña
contra las ocupaciones de Haití y la República Dominicana. 6 Una de las primeras medidas del nuevo
presidente estadounidense fue nombrar un nuevo gobernador, más favorable a la retirada militar de la
república caribeña.3 Escogió también un nuevo responsable de las aduanas dominicanas, pues
pretendía equilibrar las finanzas del país antes de concluir la ocupación.7
En junio de 1921, representantes de Estados Unidos presentaron una propuesta de retirada, conocida
como el Plan Harding, que abogaba por la ratificación dominicana de todos los actos del gobierno
militar, la aprobación de un préstamo estadounidense de $2,5 millones de dólares para obras públicas y
otros gastos, la aceptación de los oficiales de la policía creada por los estadounidenses o Guardia
Nacional y la celebración de elecciones bajo la supervisión de los Estados Unidos.8 La policía
dominicana quedaría durante un cierto periodo sometida al mando de oficiales de los Estados Unidos.9
El gobernador estadounidense pretendía formar un nuevo Gobierno al que ceder el poder cuando sus
fuerzas abandonasen el país mediante una serie de votaciones.9
La reacción popular al plan fue abrumadoramente negativa.9 Se desataron una serie de protestas que
culminaron con una gran manifestación frente a la residencia del gobernador.9 La prensa, los dirigentes
políticos y la mayoría de la población exigían una evacuación inmediata e incondicional. 9 La
permanencia de una misión militar estadounidense y el control de la policía hizo que los críticos tildasen
el resultado del plan de protectorado encubierto.9 Los dirigentes de los cuatro partidos políticos de la
república se negaron rotundamente a aceptar el plan y a participar en las elecciones previstas, en parte
por la presión popular, que no admitía concesiones.10 Los intentos del secretario de Estado
estadounidense Hughes para atraerse a los descontentos con ciertas concesiones fracasaron y el
gobernador Robinson anuló la convocatoria de elecciones a asambleas regionales, primer paso de su
fallido plan.11 El principal escollo en las negociaciones por parte estadounidense era la negativa
dominicana a aceptar el pago de los préstamos que había contraído la administración ocupante, que era
fundamental para los estadounidenses.12 Para los dominicanos, toda presencia militar estadounidense
resultaba intolerable.13 Dado el estancamiento de las negociaciones y la crisis económica, el gobierno
militar se aprestó a continuar la ocupación y a solicitar un nuevo empréstito en marzo de 1922. 12
Algunos líderes dominicanos, sin embargo, utilizaron el plan como base para nuevas negociaciones que
terminaron en un acuerdo entre el secretario de Estado de Estados Unidos Charles Evans Hughes y el
embajador dominicano en Estados Unidos Francisco J. Peynado el 30 de junio de 1922. 14 Este acuerdo
permitió la selección de un presidente provisional para gobernar hasta que las elecciones pudieran ser
organizadas.14 A cambio de ceder el poder y el control de la policía al nuevo Gobierno dominicano, los
representantes caribeños aceptaban respetar las medidas aprobadas durante la ocupación.14 Bajo la
supervisión del emisario Sumner Welles, representante personal del presidente Harding encargado de
organizar la evacuación,14 Juan Bautista Vicini Burgos asumió la presidencia provisional el 21 de octubre
de 1922.15 Welles, que quedó como principal representante estadounidense en la isla pese a carecer de
cargo oficial, logró que los partidos dominicanos aceptasen el acuerdo alcanzado por Hughes en los
Estados Unidos.14 Las negociaciones entre el gobierno militar y los políticos dominicanos, en las que
Welles tuvo que mediar, fueron complicadas, en especial por el desacuerdo entre las dos partes sobre el
control de la policía, que Robinson deseaba mantener al menos durante unos seis meses y los
dominicanos deseaban recibir inmediatamente después de que se formase el nuevo Gobierno. 16 Welles
tuvo que solicitar el respaldo personal del presidente Harding para vencer la oposición de Robinson a
las concesiones, que se basaba fundamentalmente en motivos militares, mientras que los dominicanos
daban más importancia a los aspectos políticos de las cuestiones.17
Tras las elecciones, en nuevo Gobierno provisional tomó posesión el 21 de octubre.18 En las elecciones
presidenciales del 15 de marzo de 1924, Horacio Vásquez Lajara, un antiguo aliado y colaborador de los
Estados, derrotó a Peynado fácilmente.18 El Partido Alianza de Vásquez también obtuvo una cómoda
mayoría en ambas cámaras del Congreso. Con su ascenso al poder el 12 de julio, el control de la
República regresó a manos dominicanas. La retirada de las fuerzas estadounidenses comenzó en junio
de ese año, y concluyó en septiembre.19

Consecuencias[editar]
A pesar de la retirada de las tropas de ocupación, se mantuvo la preocupación respecto a la
recaudación y uso de los ingresos aduaneros del país. Para solucionar este problema, representantes
de Estados Unidos y del gobierno de República Dominicana se reunieron en una convención y firmaron
un tratado el 27 de diciembre de 1924, mediante el cual se cedió a Estados Unidos el control sobre los
ingresos aduaneros del país. Este tratado fue motivo de un largo resentimiento entre Estados Unidos y
el pueblo dominicano hasta que en 1940, el tratado Trujillo-Hul derogó el anterior y los ingresos
aduaneros del país volvieron de nuevo a ser administrados por el gobierno dominicano.
Una de las consecuencias de la ocupación fue el ascenso al poder de Rafael Leónidas Trujillo. Trujillo,
miembro de la Guardia Nacional creada a principio de 1919 por Estados Unidos y no obstante a ser una
persona de calidad moral cuestionable, recibió altas calificaciones por parte de los oficiales militares
estadounidenses y finalmente, se convirtió en jefe de personal del ejército del país en 1928.
A raíz de las elecciones fraudulentas de 1930, Trujillo se convirtió en presidente del país. A pesar de
que el Departamento de Estado de Estados Unidos vio en Trujillo una especie de "Frankenstein, que
cobró vida gracias a los Marines de Estados Unidos" y que probablemente sería causa de nuevos
levantamientos, fue apoyado por el gobierno estadounidense cuando sus tácticas de mano dura evitaron
la necesidad de una intervención militar. Gracias al beneficio del control de Estados Unidos sobre las
aduanas del país, Trujillo pudo desviar fondos para su ejército y suprimir la disidencia interna.
La corrupción política, la fuerza militar, la tortura, el asesinato, el nepotismo, los monopolios comerciales
y el manejo personalista del tesoro nacional de la República, le permitió a Trujillo acallar a sus
opositores y amasar una fortuna superior a los $800 millones de dólares de la época.
 Al imperialismo norteamericano le interesaba modernizar la economía del país, sobre todo construir
carreteras para ampliar sus inversiones en la economía de exportación. La influencia de Estados Unidos era
cada vez mayor en ese rubro, principalmente en la industria azucarera, que con la guerra mundial de 1914-
1918 se había vuelto más rentable, debido a la baja de la producción de azúcar de remolacha en los países
europeos involucrados en el conflicto.
 La guerra mundial disparó los precios del azúcar de 3 dólares el quintal, en 1914, a 25 dólares en
1920. Las exportaciones de azúcar pasaron de casi 5 millones de dólares a 45 millones en esos años. Otros
rubros, como el cacao y el tabaco en hoja también crecieron. El café, en cambio, creció hasta el año 1919,
cuando alcanzó los 6.6 millones de dólares de exportación y se desplomó tras la crisis que se presentó en
1920. Las exportaciones totales del país pasaron de poco más de 10 millones de dólares
 La profunda división de la clase política de la época y el caudillismo.
 Las exportaciones totales del país pasaron de poco más de 10 millones de dólares a casi 59
millones. Esos fueron los años de la llamada “Danza de los Millones”. Las exportaciones dominicanas
garantizaban el pago de la deuda externa, contraída en buena medida con Estados Unidos.
 En plena primera guerra mundial, Estados Unidos también quería prevenir la influencia de otros
imperialismos y fortalecer sus posiciones en América Latina, donde podía proveerse de alimentos y materias
primas, en tanto tenía que desviar parte de sus recursos para la guerra.
 La invasión a Dominicana fue la salida que encontró el imperialismo para imponer el orden que los
grupos políticos criollos no lograban establecer. Para el imperialismo, ayer y hoy, la búsqueda de mercados
donde invertir y generar ganancias es vital.
Medidas políticas del gobierno invasor

 Disolvieron las fuerzas regulares del ejército dominicano y las sustituyeron por tropas de Estados
Unidos, que asumieron las tareas de defensa y orden público. •
 Decretaron el desarme de la población y la obligaron a entregarles sus armas a las autoridades
norteamericanas. A quienes se negaban se les perseguía. Esa medida garantizaba que no hubiera brotes de
militares caudillistas y que se redujera la posibilidad de resistencia a la ocupación. Se confiscaron 9,337
fusiles, 25,760 revólveres y otras armas.
 En 1918 reorganizaron los cuerpos armados bajo su propia dirección. Se creó así la Guardia
Nacional, que luego pasó a llamarse Policía Nacional Dominicana.
 Atraer capitales norteamericanos que podrían instalarse en zonas que antes eran impenetrables.
 Para que llegaran compañías azucareras norteamericanas Se despojó de sus tierras a muchos
campesinos y hasta a algunos terratenientes en las zonas de plantación de azúcar y en lugares cercanos a
ellas. Para tal fin, se aprobaron dos leyes: •
 La de impuestos a la propiedad territorial, que proveía recursos al Gobierno y obligaba a muchos
propietarios a vender sus parcelas debido a que no podían pagar el impuesto.
• La de registro de tierras, que obligaba a dividir los terrenos comuneros y despojar
de sus tierras a quienes no podían legalizarlas.
Resistencia a la ocupación

Los “gavilleros” Los llamados gavilleros fueron un agrupamiento armado que luchó contra la ocupación hasta
inicios del año 1922, cuando ya se habían anunciado los primeros planes de desocupación. Operaron en el
este del país y estaban integrados mayormente por campesinos y trabajadores de las zonas rurales donde se
expandía la producción azucarera. Incluso, hubo participación minoritaria de delincuentes comunes que
operaban antes de la ocupación.Durante los años de la ocupación, sectores intelectuales urbanos
mantuvieron un rechazo a la misma, aunque no con acciones armadas. El organismo coordinador de este
movimiento fue la Unión Nacional Dominicana, a la que pertenecían intelectuales como los hermanos
Henríquez y Carvajal, Américo Lugo, Emiliano Tejera, Fabio Fiallo, Federico García Godoy y otros.

Fin de la desocupación
En 1924 se produjo la desocupación norteamericana, tras la firma de un plan entre Francisco J. Peynado,
abogado conservador dominicano, y Charles Evans Hughes, secretario de Estado norteamericano. El plan
establecía, entre otras cosas, el mantenimiento del orden impuesto durante la ocupación. El comerciante Juan
Bautista Vicini Burgos fue nombrado presidente provisional. Y en las elecciones de ese mismo año fueron
electos presidente y vicepresidente Horacio Vásquez y Federico Velásquez, dirigentes de los partidos
Nacional y Progresista, que participaron aliados en las elecciones. Francisco José Peynado Juan Bautista
Vicini Burgos Horacio Vásquez

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