En determinadas ocasiones las estructuras diseñadas (tanto de paramento en talud
como vertical) presentan una geometría tal que suelen ser rebasadas de forma frecuente de forma que la energía transmitida tras la obra es suficiente para poder generar un nuevo oleaje. Este proceso recibe el nombre de transmisión del oleaje y queda definido como la relación entre la altura de ola incidente y transmitida (o bien en términos de energía) por el coeficiente de transmisión de forma que:
Siendo Hi y Ei la altura de ola y energía incidente y Ht y Et la transmitida tras la
obra. Este proceso es relevante en aquellas estructuras que presentan una cota de coronación relativamente pequeña, próxima al nivel medio del mar, o bien se encuentran ligeramente sumergidas, en lo que se conoce como estructuras semi- sumergidas Las estructuras semi-sumergidas presentan por un lado un menor impacto visual y disminuyen la altura de ola generada tras el dique, de forma que minimizan sus posibles acciones. Además, al tratarse de obras que se sitúan por debajo del nivel medio del mar suelen estar dimensionadas por elementos exteriores de menor peso con lo que el coste de la obra es relativamente menor. Por ello han sido estructuras muy utilizadas en protección de costas, en donde se pretende reducir el transporte de sedimentos reduciendo la altura de ola, así como en diques de protección de abrigo, en donde la altura de ola inicial de diseño es disminuida por efecto de la transmisión generada. Una de las formas más aceptadas para la determinación del coeficiente de transmisión se debe a van der Meer (1990) en la que el coeficiente Ct es relacionado con el francobordo de la estructura de forma que:
Siendo Rc el francobordo (valores negativos indican una estructura sumergida).
Otra forma de transmisión de oleaje es la que se produce a través de la estructura (no por encima de ella), su cálculo suele ser realizado mediante distintos modelos numéricos.