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La Fauna Cámbrico

La Fauna Cámbrico

Que se incluye dentro de la era paleozoica, produjo el estallido de vida más intenso jamás conocido. La explosión cámbrica dio lugar a la aparición
de una increíble diversidad de vida sobre la tierra que incluye muchos de los principales grupos de animales presentes en la actualidad. Entre ellos
encontramos a los cordados, al que pertenece el género de los vertebrados (animales con espina dorsal), en el que se incluyen los humanos.
El ambiente se hizo también más hospitalario al calentarse el clima y subir el nivel del mar, que inundó masas de tierra bajas, creando hábitats
marinos poco profundos que resultaban ideales para generar nuevas formas de vida.
Entre los ejemplares más representativos del periodo Fauna Cámbrico están los trilobites, de los que han llegado hasta nuestros días un buen número
de fósiles. Fueron, probablemente, los animales más exitosos desde el punto de vista evolutivo, ya que se conocen más de 17.000 especies,
perdurando millones de años, hasta la gran extinción de finales del Pérmico.
Entre los animales más relevantes del periodo Fauna Cámbrico, también podría destacarse al Anomalocaris, un gistantesco “camarón” que, hasta
hace poco, se consideraba como el gran depredador de trilobites y de todo lo que se cruzara en su camino. Estudios recientes, sin embargo, sugieren
que en realidad no era capaz de triturar las duras conchas de esos artrópodos, por lo que su alimentación sigue constituyendo un misterio. Otro raro
ejemplar fue el Opabinia, animal de difícil clasificación, cuyos 5 ojos le permitían una visión de 360º.
Durante el periodo cámbrico se desarrollaron una ingente variedad de invertebrados marinos, tales como esponjas, gusanos, hidrozoos, braquiópodos
y algunas especies de equinodermos parecidos a los actuales erizos de mar.
FAUNA SILÚRICO

VIDA ANTIGUA

En la Fauna Silúrico la extinción finiordovícica fue seguida por la recuperación evolutiva de muchos de los taxones diezmados, muchos de los cuales superaron
incluso la radiación del Ordovícico. El clima cálido y húmedo de la Fauna Silúrico proporcionó un ambiente muy beneficioso para la vida marina de todos los
tipos. En los medios marinos, los trilobites, aunque no se extinguieron, no se recuperaron de la extinción ordovícica, pero sí se recuperaron y expandieron los
siguientes grupos: braquiópodos, gasterópodos, bivalvos, briozoos, crinoideos, acritarcos y graptolites. Estos últimos, prácticamente extinguidos al final del
Ordovícico, aumentaron de 12 especies supervivientes conocidas a aproximadamente 60 durante los primeros 5 millones de años del Silúrico.
Las radiaciones en la vida marina no alteraron demasiado los ecosistemas marinos, si bien se produjo un relleno de nichos ecológicos. Los constructores de
arrecifes orgánicos, se diversificaron y produjeron arrecifes de tamaño mucho mayor que sus antecesores cámbrico-ordovícicos. Los primeros arrecifes de la
Fauna Silúrico medio se formaron por briozoos, y se adicionaron posteriormente los corales tabulados y estromatopóridos. Los dos últimos construyeron
arrecifes pequeños (5-10 metros de espesor y longitud inferior a 3 kilómetros). El éxito de estos arrecifes fue el resultado de la radiación adaptativa de los
corales tabulados, rugosos coloniales y estromatopóridos en el Paleozoico medio. Los arrecifes presentaban una sucesión ecológica característica:
Colonización: Corales tabulados y rugosos fasciculados colonizaban un área submareal formando un montículo bajo.
Estadio intermedio: Las formas anteriores, frágiles y arborescentes, eran consolidadas por formas hemisféricas planas de tabulados y rugosos coloniales.
Estadio maduro: Cuando el montículo crecía por encima del nivel de mar, los estromatopóridos y algas incrustantes formaban una banda resistente a la acción
de las olas, parecida a la de las algas en muchos arrecifes modernos. Los corales tabulados y rugosos coloniales ocupaban entonces la zona de aguas más
tranquilas detrás de la barrera que limitaba la laguna.
Los fósiles acumulados en las cavidades que dejaba el armazón del arrecife dan a conocer que una gran variedad de invertebrados (braquiópodos, moluscos
bivalvos, gasterópodos, crionoideos y briozoos) vivían allí, de manera similar a los actuales arrecifes.
Los eocrinoideos desaparecen al final de la Fauna Silúrico. Pero si bien estos equinodermos tendían a desaparecer, un grupo de artrópodos sufría un importante
auge: los euriptéridos, también conocidos como escorpiones marinos. Otro grupo que comenzó a aumentar, como antesala al Devónico, fue el de los peces. En
el Silúrico convivían los ostracodermos (peces sin mandíbulas surgidos en el Ordovícico) con los placodermos (primeros peces con mandíbulas que aparecen en
esta época). También aparecen los tiburones espinosos y los peces cartilaginosos.
El mayor cambio de los ecosistemas acuáticos fue la aparición de nuevos animales nectónicos, muchos de ellos predadores. Los nautiloideos persistieron aunque
con una baja diversidad. Los artrópodos euriptéridos (que aparecieron en el Ordovícico) fueron un grupo importante de predadores que proliferaron durante la
Fauna Silúrico. Se les considera posibles parientes de los escorpiones. Eran nadadores, algunos alcanzaron 2 metros de longitud y muchos tuvieron fuertes
pinzas.
FAUNA TRIÁSICO
LOS DINOSAURIOS
La Fauna Triásico, el primer periodo del Mesozoico; una era fascinante debido a los enigmáticos animales que habitaron nuestro planeta, y aunque casi todo el
mundo asocia la era Fauna Triásico como la de los dinosaurios, durante el Mesozoico y, concretamente, en el periodo Triásico, unas criaturas de pequeño tamaño
hacen su aparición; son los mamíferos.
Tras la gran extinción del Pérmico quedaron pocas especies, entre ellas algunos cinodontos que, hace 215 millones de años, darían origen a los mamíferos. No se
conoce gran cosa sobre su fisiología durante esa época. Parece ser que eran animales semejantes a musarañas que debían cazar de noche. Otro hito evolutivo
destacable lo encontramos entre los insectos; durante la Fauna Triásico aparecería la primera especie que experimentaría una metamorfosis completa.
Los mares triásicos estaban notablemente concurridos y habitados por especies fascinantes, como el Notosaurio o el conocido Ictiosaurio, con una longitud cercana
a los 15 metros.
Durante el la Fauna Triásico medio aparecen los primeros dinosaurios y hacia finales de este periodo empiezan a colonizar rápidamente el planeta. El grupo más
significativo era el de los arcosaurios, donde estaban incluidos tecodontos, pterosuarios o cocodrilos. Aparecen pequeños reptiles voladores que iban de árbol en
árbol. Al parecer sus alas carecían aún de plumas. Eran los pterosaurios.
El periodo de Fauna Triásico también concluye con una extinción masiva, aunque no tanto como la del Pérmico o la que se produciría posteriormente en el
Cretácico. En cualquier caso esta extinción acabó con todos los reptiles mamiferoides, tecodontos y rincosaurios, entre otros, dejando vía libre al resto de
dinosuarios que dominarían el planeta los próximos 165 millones de años.
Se puede distinguir tres categorías de organismos en el registro de Fauna Triásico: supervivientes de la extinción Pérmico-Triásico, nuevos grupos que florecieron
brevemente, y nuevos grupos que continuaron adelante para dominar el mundo Mesozoico.
Fauna Triásico terrestre: Los registros fósiles triásicos se han encontrado en varias regiones: en la cuenca de Karroo de Sudáfrica, en Rusia cerca de los Montes
Urales, en Ischigualasto, San Juan, Argentina, en el Bosque Petrificado de Arizona, etc. Todos estos registros cuentan la misma historia. La mayoría de los
dinosaurios aparecieron a finales del Triásico. Entre ellos destacaban los terópodos y los prosaurópodos. En ausencia de competencia y con nichos ecológicos
vacíos, los primeros dinosaurios colonizaron rápidamente la tierra. Cabe destacar Procompsognathus y Plateosaurus.
Fauna Triásico aérea: En el Triásico superior, varios reptiles pequeños con alas hacían breves vuelos de árbol en árbol. Dichas alas carecían de plumas y surgían de
las patas delanteras y traseras. Entre ellos destaca el pterosaurio, un reptil volador prehistórico (no clasificado como dinosaurio) de sangre caliente, cabeza grande,
cuerpo pequeño y alas largas y estrechas terminadas en cuatro garras diminutas. A diferencia de sus predecesores, los pterosaurios ya eran capaces, a finales del
triásico, de realizar vuelos de una cierta duración, cubriendo distancias inusitadas hasta el momento. Los pterosaurios fósiles son muy comunes y han sido hallados
centenares de especímenes, pertenecientes a ocho géneros distintos. Eudimorphodon posiblemente fue el primero de todos ellos.
Fauna Triásico acuática: Los grupos más comunes del Triásico inferior son los moluscos. Los ammonoideos experimentaron una recuperación espectacular
después de su casi total aniquilación en el Pérmico (solo dos géneros sobrevivieron). En el Triásico los ammonoideos superaron el centenar de géneros. Los otros
grupos oceánicos fueron más lentos en recuperarse, pero en el Triásico superior, los mares ya tenían una cierta diversidad. Del grupo de reptiles se destacaban el
notosaurio (dientes afilados, 4 metros de longitud, cabeza pequeña y alargada y aletas parecidas a las de los patos), el placodonte (dientes afilados como sierras), y
el ictiosaurio (hasta 15 metros de longitud y parecido al delfín). Estas especies adaptadas al medio acuático se alimentaban de peces y moluscos. Los notosaurios,
del Triásico inferior, eran próximos a los placodontos y parece que fueron los primeros reptiles en invadir el reino oceánico. Eran hidrodinámicos con un largo
cuello y cuatro extremidades en forma de paleta. Ni placodontos ni notosaurios sobrevivieron al período Triásico.

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