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Aspectos generales

La Ventilación de Minas, tiene por misión principal el suministro de aire fresco con el objeto de lograr
condiciones ambientales y termo-ambientales adecuadas para todo el personal que labore en faenas
mineras subterráneas, como también para atender la operación de diversos equipos e instalaciones
subterráneas.
Composición del aire fresco

% en volumen % en peso
Nitrógeno 78,09 75,53
Oxígeno 20,95 23,14
Anhídrido Carbónico 0,03 0,046
Argón y otros gases 0,93 1,284

Debe tenerse presente que el aire seco no existe en atmósferas normales. El aire normal es aire
húmedo, con contenidos de vapor de agua que varían de 0,1 a 3% en volumen. (en las minas
generalmente excede el 1%).
El aire es incoloro, inodoro, sin sabor y sustenta las combustiones y la vida.
Aire de minas
Como se dijo, el aire sufre cambios en el interior de una mina: la cantidad de oxígeno disminuye, el
anhídrido carbónico aumenta, como también la cantidad de nitrógeno y vapor de agua. Además se
agregan al aire diversos gases y polvos. Se considera que el aire de mina se compone de: aire
atmosférico, gases activos (gases explosivos o nocivos que se forman en el interior de la mina) y aire
muerto (mezcla de anhídrido carbónico 5 al 15% y nitrógeno 95 a 85%) que puede estar presente en
el aire de las minas en una décimas hasta algunas unidades de por ciento, llamado "soroche".

La ventilación en minería subterránea debe cumplir con los siguientes objetivos:

 Proveer el aire necesario para la vida y normal desempeño de los trabajadores y buen
desempeño de máquinas y equipos
 Diluir y extraer los gases asfixiantes, tóxicos y/o inflamables que se generan esporádica y
permanentemente en la mina
 Control de las concentraciones de polvos nocivos para la salud y perjudiciales para el
funcionamiento de las máquinas y equipos mineros, mediante filtración, dilución y extracción
 Control de la temperatura ambiente mediante calefacción o refrigeración
 Control de flujos de aire en la mina en caso de incendios subterráneos

A fin de lograrse estos objetivos será necesario, garantizar una dotación de aire fresco y limpio tanto
en los frentes de trabajo, aprovechando las condiciones naturales y empleando medios auxiliares.
El método más común para cumplir esta función, es hacer circular aire fresco y limpio en forma
continua.

Tipos de gases que existen dentro de minería subterránea los más comunes:

Nitrógeno N2. Es un gas inodoro, incoloro e insípido, de peso específico 0,97; levemente más ligero
que el aire, químicamente inerte. Cuando se respira asfixia al ser humano de manera muy parecida
como lo hace el agua, esto es a causa de falta de oxígeno.

Fuente de aumento del contenido de nitrógeno en el aire de minas son putrefacciones orgánicas,
trabajo con explosivos, desprendimiento en los estratos de las minas metálicas.

Su detección se hace en forma indirecta al determinar el porcentaje de oxígeno en el aire.

Este gas, por ser levemente más liviano que el aire, en las labores donde no existe movimiento de aire
se concentra en las partes más altas, cuando se está corriendo una chimenea y ésta no se ventila
convenientemente, el nitrógeno se concentra en la parte superior de la chimenea, desplazando al
oxígeno, si una persona sube al llegar al extremo superior se asfixiará. Muchos accidentes graves
han ocurrido por esta causa.

Anhídrido carbónico CO2. Gas sin color ni olor, con un sabor ligeramente ácido, de peso específico
1,53; se disuelve bien en agua.

Una particularidad del anhídrido carbónico es que su punto de fusión es de -57 ºC está por
arriba del punto de ebullición de -78,5 ºC, es de gran importancia para su uso industrial.

El anhídrido carbónico es un estimulante de la respiración; por lo tanto es fisiológicamente activo y


no se le puede clasificar entre los gases inertes, aunque no es altamente tóxico. Su propiedad
estimulante de la respiración es aprovechada en algunos aparatos para respiración artificial.

La presencia de un 0,5% de anhídrido carbónico en el aire normal causa un ligero aumento en la


ventilación de los pulmones; la persona expuesta a esta pequeña cantidad de anhídrido carbónico
respirará más profundamente y ligeramente más aprisa que estando en aire puro. Si el aire contiene
2% de anhídrido carbónico, la ventilación de los pulmones aumentar en un 50 % aproximadamente;
si el aire contiene un 5% de dicho gas, la ventilación de los pulmones aumentará el 300%, haciendo
que la respiración sea fatigosa; y un 10% de anhídrido carbónico no puede resistirse más de unos
pocos minutos.

El anhídrido carbónico del aire, surte los efectos enunciados arriba si el porcentaje de oxígeno sigue
siendo aproximadamente el normal y el hombre se encuentra en reposo. Si se encuentra trabajando
los síntomas serán más marcados y peligrosos.

Un bajo contenido de oxígeno en el aire y la temperatura por encima de los 27 ºC, aumentan los
efectos del anhídrido carbónico.

El porcentage de anhídrido carbónico producido por la respiración de los trabajadores es


relativamente muy pequeño, con respecto al producido por otras fuentes. Por ejemplo, quinientos
mineros trabajando al máximo producen 1,42 m3 de anhídrido carbónico por minuto. En el aire
exhalado por el hombre hay algo menos de 4% de anhídrido carbónico.

Los mineros experimentados reconocen la presencia de anhídrido carbónico por el calentamiento de


las piernas y de la piel que enrojecen, por dolor de cabeza y decaimiento general. Concentraciones
mayores provocan tos, aceleración de la respiración y accesos de temblor.

El anhídrido carbónico se forma en las minas subterráneas durante la putrefacción de la madera,


descomposición de rocas carbonatadas por aguas acidas, trabajo con explosivos, combustión, etc.

En puntos de deficiente ventilación, las concentraciones de anhídrido carbónico resultan peligrosas,


debido a su densidad, se acumula de preferencia en puntos bajos, desde donde se difunde solamente
poco a poco en el aire más puro de las zonas superiores.

Monóxido de carbono CO. Es un gas sin color, sabor ni olor, débilmente soluble en agua de peso
específico 0,97. Explota cuando se encuentra en el aire en un porcentaje de 13 a 75%.

Es el gas causante de más del 90% de los casos fatales en los incendios de minas; su presencia en el
aire no es común, se obtiene mediante la combustión incompleta de cualquier materia carbonosa que
se quema, es por esta razón que se le encuentra en los gases de escape de los motores de combustión
interna y los gases generados por detonación de explosivos. Basa su peligrosidad en la acción tóxica
que ejerce en el hombre, aún en bajas concentraciones.

Evidentemente, la peligrosidad del monóxido de carbono está íntimamente ligada con el tiempo de
exposición ya que a mayor tiempo y con igual porcentaje del gas en el aire, mayor es la saturación de
la sangre, con una saturación de la sangre de 70 a 80% proviene la muerte

Ácido sulfidrico H2S. Es un gas sin color, de gusto azucarado y olor a huevo podrido. Su peso
específico es de 1,19,Kg/m3, arde y forma una mezcla explosiva cuando su concentración llega a 6%.
Es fácilmente soluble en agua.

Es más venenoso que el monóxido de carbono, pero su característico olor lo hace menos peligroso.
Irrita las mucosas de los ojos y de los conductos respiratorios y ataca el sistema nervioso. Con un
contenido de 0,05% de H2S produce un envenenamiento peligroso en media hora y con 0,1%
rápidamente viene la muerte. Las concentraciones máximas permisibles de los lugares de trabajo que
muchos de los países fijan es de 0,002% por volumen durante una exposición de ocho horas. Cuando
una persona se encuentra envenenada por H2S, la sangre y la piel evolucionan a un color verdoso. El
tratamiento a seguir en estos casos es el transporte inmediato de la víctima al aire fresco, sometiéndolo
a respiración artificial e inhalación de oxígeno.

En general, los accidentes originados por el H2S son raros.

Anhídrido sulfuroso SO2. Es un gas incoloro, sofocante, con fuerte olor sulfuroso; muy pesado, su
peso específico 2,26 Kg/m3; se disuelve fácilmente en agua.

Es fuertemente irritante de los ojos, nariz y la garganta, incluso en concentraciones bajas, y puede
causar graves daños a los pulmones si se le inhala en altas concentraciones. En concentraciones
superiores a 0,001% ataca a las mucosas y con 0,05% es peligroso para la vida. La legislación de
algunos países da concentraciones máximas permisibles para este gas de 0,0005%.
Es poco común en el aire de las minas y cuando se encuentra lo hace en cantidades insignificantes.
Se forma por combustión de carbones con fuerte contenido en azufre, durante la dinamitación de
ciertos minerales sulfurosos. En minas de pirita cuprífera, caliente y seca durante los disparos, pueden
producirse peligrosas explosiones de polvo pirítico con formación de mucho SO2
.
Óxidos de nitrógeno. Estos óxidos se forman en las minas por combustión, por combustión retardada
y, en determinadas circunstancias, por detonación de explosivos (especialmente cuando se usa AN-
FO). También son componente de los gases de escapes de los motores diesel y de gasolina y se forman
por reacción del oxígeno y el nitrógeno del aire en contacto con los arcos y chispas eléctricas. Los
óxidos de nitrógeno se forman también por combustión o descomposición de nitrato y materias
nitratadas.

Este gas es más pesado que el aire, de un color rojo pardusco, este color no lo hace visible en lugares
mal alumbrados como es el caso de la mina, tampoco es visible en concentraciones bajas. Su acción
tóxica la ejerce en las vías respiratorias especialmente en los pulmones al disolverse en agua
formando ácido nítrico y nitroso que corroen los tejidos. Respirar cantidades pequeñas de este gas
puede resultar fatal. Los óxidos de nitrógeno tienen un comportamiento engañoso respecto a su
toxicidad, pues una persona que los respira puede rehacerse aparentemente y después de varios días
u horas morir repentinamente.

Un porcentaje de 0,0025% de óxido de nitrógeno es el máximo permisible para exposiciones


prolongadas; con un 0,2% es generalmente fatal en exposiciones cortas.
MEDICION DE CONTAMINANTES.

Numerosos instrumentos se han ideado para medir la concentración de contaminantes en atmósferas


de mina. En tiempos pasados los mineros se las ingeniaban para saber el grado de contaminación del
aire de las minas, usaban la lámpara de carburo para saber la cantidad de oxigeno que había en la
atmósfera o bien, que es lo mismo, la cantidad de soroche; canarios en sus jaulas eran entrados a la
mina para saber si las concentraciones de monóxido de carbono eran peligrosas ya que aquellas
avecillas son bastante más susceptibles al gas, sobre ciertas concentraciones del monóxido en el aire,
el canario cae desvanecido, inmediatamente eran sacados al aire libre, conjuntamente con todos los
mineros y los canarios se recuperaban, dispuestos a otra aventura.

Posteriormente, aparecieron los instrumentos basados en reacciones químicas de ciertas sustancias


que cambiaban de color al reaccionar con los gases. Se hacía pasar por medio de una simple bomba
de pera, el aire contaminado por un tubo y según la intensidad de la coloración o la cantidad de
reactivo que alcanzaba a reaccionar, sería la concentración del contaminante en el ambiente. En la
actualidad este tipo de instrumento es usado profusamente para detectar la presencia de gases en
atmósfera minera y en otros lugares, existiendo una larga lista de tubos con reactivos para la detección
de la mayoría de los gases que se pueden presentar.

En las dos últimas décadas se han desarrollado sofisticados instrumentos para determinar la presencia
de gases en el aire. Se han desarrollado líneas para determinación continua, con alarmas y
posibilidades de actuación de otros sistemas, ventilación por ejemplo; otra línea importante tiene que
ver con el tamaño de ellos, llegando a crear instrumentos del tamaño de una cajetilla de cigarro para
que sea cómodo su uso.

En cuanto a los muestreadores de polvo, también se ha vivido una importante modernización, desde
la bomba manual hasta instrumento que entregan en forma instantánea la concentración de polvo en
el ambiente, los cuales usan alguna pastilla de radiación ionizante u otro sistema electrónico moderno,
pasando por las bombas automáticas de flujo continuo. Todos los instrumentos modernos usan
gravimetría para la determinación de la concentración de polvo en el ambiente.
Presión barométrica

El peso del aire de nuestra atmosfera ejerce una presión sobre la superficie de la tierra. Esta presión
es conocida como presión atmosférica. Generalmente, cuanto más aire hay sobre una zona más alta
es la presión, esto significa que la presión atmosférica es mayor a nivel del mar que en la cima de una
montaña. Para compensar esta diferencia y facilitar la comparación entre localizaciones con diferentes
altitudes, la presión atmosférica es normalmente ajustada a la equivalente al nivel del mar. Este ajuste
es conocido como presión barométrica.
Comúnmente para las diferencias de presión causadas por un flujo de aire, estas se miden en pulgadas
de agua. (pulg. De H2O)
A nivel del mar la presión tiene un valor de 29.92 pulg de Hg igual a 1 atm. e igual a 14.6 lb/pulg2,
igual a 760 mm Hg.

Decreto supremo 132 reglamento de seguridad minera


El presente reglamento tiene como objetivo establecer el marco regulatorio general al que deben
someterse las faenas de la Industria Extractiva Minera Nacional para:

a) Proteger la vida e integridad física de las personas que se desempeñan en dicha Industria y de
aquellas que bajo circunstancias específicas y definidas están ligadas a ella.

b) Proteger las instalaciones e infraestructura que hacen posible las operaciones mineras, y por ende,
la continuidad de sus procesos.

Las disposiciones de este Reglamento son aplicables a todas las actividades que se desarrollan en la
Industria Extractiva Minera.
Ventilación
Artículo 136
Todo proyecto de ventilación general de una mina subterránea, previo a su aplicación, deberá ser
enviado al Servicio para su aprobación. El Servicio tendrá un plazo de treinta (30) días para responder
la solicitud, desde la fecha de presentación de ella en la Oficina de Parte.
Artículo 137
En toda mina subterránea se deberá disponer de circuitos de ventilación, ya sea natural o forzado a
objeto de mantener un suministro permanente de aire fresco y retorno del aire viciado.
Artículo 138
En todos los lugares de la mina, donde acceda personal, el ambiente deberá ventilarse por medio de
una corriente de aire fresco, de no menos de tres metros cúbicos por minuto (3 m3/ min) por persona,
en cualquier sitio del interior de la mina.
Dicho caudal será regulado tomando en consideración el número de trabajadores, la extensión de las
labores, el tipo de maquinaria de combustión interna, las emanaciones naturales de las minas y las
secciones de las galerías.
Las velocidades, como promedio, no podrán ser mayores de ciento cincuenta metros por minuto (150
m/min.), ni inferiores a quince metros por minuto (15 m/min.).
Artículo 139
Se deberá hacer, a lo menos trimestralmente, un aforo de ventilación en las entradas y salidas
principales de la mina y, semestralmente, un control general de toda la mina, no tolerándose pérdidas
superiores al quince por ciento (15 %).
Los resultados obtenidos de estos aforos deberán registrarse y mantenerse disponibles para el
Servicio.
Artículo 140
En las minas en que se explote azufre u otro mineral cuya suspensión de partículas en el aire forme
mezclas explosivas, se deberán tomar las medidas preventivas necesarias para controlar el riesgo,
contemplándose las siguientes acciones mínimas:
a) Realizar un muestreo periódico y sistemático del aire en los lugares de trabajo, llevando registros
actualizados con los resultados obtenidos.
b) Mantener una ventilación eficiente que permita la dilución del polvo en el aire a niveles
permisibles.
c) Humedecer con agua los lugares de trabajo antes y después de cada tronadura. En los puntos en
que se generen emisiones de polvo, deberá disponerse de sistemas colectores.
d) Usar solamente explosivos aprobados para este tipo de explotación.
e) Todo equipo con motor a combustión que realice actividades dentro de estas minas, debe disponer
en el tubo de escape de una rejilla o malla que evite la proyección de partículas incandescentes al
exterior.
Artículo 141
En las galerías en desarrollo donde se use ventilación auxiliar, el extremo de la tubería no deberá
estar a más de treinta metros (30m) de la frente.
Para distancias mayores se deberá usar sopladores, venturi o ventiladores adicionales, tanto para
hacer llegar el aire del ducto a la frente (sistema impelente) como para hacer llegar los gases y polvo
al ducto (sistema aspirante).
Artículo 142
La ventilación se hará por medios que aseguren en todo momento la cantidad y calidad necesaria de
aire para el personal.
Artículo 143
En todo caso, en lo que se refiere a temperaturas máximas y mínimas en los lugares de trabajo deberá
acatarse lo dispuesto en el “Reglamento sobre condiciones Sanitarias Ambientales Básicas en los
lugares de Trabajo”, del Ministerio de Salud.
Artículo 144
No se permitirá la ejecución de trabajos en el interior de las minas subterráneas cuya concentración
de oxígeno en el aire, en cuanto a peso, sea inferior a diecinueve coma cinco por ciento (19,5%) y
concentraciones de gases nocivos superiores a los valores máximos permisibles determinados por la
legislación. Si las concentraciones ambientales fueren superiores, será obligatorio retirar al trabajador
del área contaminada hasta que las condiciones ambientales retornen a la normalidad, situación que
deberá certificar personal calificado y autorizado.
Artículo 145
En toda labor minera que no ha sido ventilada, esté abandonada o se hayan detectado concentraciones
de gases nocivos por sobre los límites permisibles, debe ser bloqueado el acceso de personas por
medio de tapados de malla o similar, colocando las señales de advertencia correspondientes. En caso
de ser necesario acceder a ella, se deberá realizar previamente un análisis exhaustivo tanto de los
niveles de oxígeno como de gases nocivos, usándose, si es necesario, equipos autónomos de
respiración u otro equipo de respiración aprobado.
Artículo 146
En las frentes de reconocimiento o desarrollo en donde, por encontrarse a una distancia tal de la
corriente ventiladora principal, la aireación de dichos sitios se haga lenta, deberán emplearse tubos
ventiladores u otros medios auxiliares adecuados a fin de que se produzca la renovación continua del
ambiente.
Artículo 147
Toda corriente de aire viciado que pudiera perjudicar la salud o la seguridad de los trabajadores, será
cuidadosamente desviada de las faenas o de las vías destinadas al tránsito normal de las personas. No
se permitirá el uso de aire viciado para ventilar frentes en explotación.
Artículo 148
Toda puerta de ventilación debe cerrarse por sí misma, a menos que, por tratarse de puertas
destinadas a enfrentar situaciones de emergencia, deban permanecer abiertas en circunstancias
normales. Las puertas que no cumplen ningún objetivo, aunque sea temporalmente, deben ser
retiradas de sus goznes.
Artículo 149
Todo ventilador principal debe estar provisto de un sistema de alarma que alerte de una detención
imprevista.
Artículo 150
Los ventiladores, puertas de regulación de caudales, medidores, sistemas de control y otros, deberán
estar sujeto a un riguroso plan de mantención, llevándose los respectivos registros.
Artículo 151
Todos los colectores de polvo, sistemas de ductos y captaciones en general, deberán ser sometidos,
a lo menos cada tres meses, a un riguroso plan de mantención y control de eficiencia de los sistemas.

Introducción

En los últimos años, los accidentes ocurridos en minería subterránea han generado un llamado de
atención a todos aquellos agentes involucrados en la extracción de los recursos naturales del
subsuelo; estos hechos han demostrado la importancia de garantizar una buena ventilación, ya
que con esto se asegura el confort para las personas al interior de la explotación no solo en
términos de temperaturas y concentraciones de oxígeno, sino también en función de la dilución de
los gases generados por las voladuras y el metano generado en los mantos de carbón.
Conclusión

La ventilación debe ser fundamental en toda mina, ya que es quien garantiza las condiciones
necesarias para un óptimo entorno en término de las condiciones atmosféricas de la mina.

Para caracterizar un sistema de ventilación es necesario conocer las características del circuito, es
decir distribución de caudales, requerimientos, áreas, perímetros, longitudes, entre otros, para así
determinar la resistencia de la mina.

Es necesario establecer los requerimientos de aire para la explotación minera de acuerdo al


personal en la mina, la dilución de gases tanto metano propio de la explotación como los
generados por voladura y el control de polvo.

Garantizar una buena sección al interior de la mina, así como buenas condiciones de las puertas y
cortinas de ventilación, es necesario para un correcto funcionamiento de ventilación.

Toda mina debe tener estaciones de aforo fijas, donde se le pueda hacer seguimiento exhaustivo a
las condiciones atmosféricas de la mina, con el fin de controlar variables como la temperatura,
caudales, y humedad en el ambiente.

Al tener caracterizado los ventiladores de la mina, el personal técnico podrá tomar decisiones en
base a simulaciones y no al método de ensayo y error que generalmente se utiliza en las minas del
país.

Se deben mantener las vías de ventilación bajo constante mantenimiento y libre de obstáculos que
puedan generarle resistencia al caudal de aire que circula en la mina.

Los trabajos antiguos deben aislarse del circuito principal de ventilación.


Se propone la conformación de un grupo encargado de la ventilación para cada mina, el cual
deberá realizar como mínimo una medición global del estado de la mina por semana. La medición
deberá contemplar caudal, temperatura, resistencia y monitoreo de gases.

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