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LOS PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN EN MATERIA

TRIBUTARIA A LA LUZ DEL NUEVO CÓDIGO CIVIL Y

COMERCIAL DE LA NACIÓN

Por Gustavo Enrique Iagatti

I.- LA PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA:

Sabido es por todos que uno de los institutos de mayor trascendencia

en el ordenamiento jurídico es el de la Prescripción Liberatoria. Al respecto el

Código Civil todavía vigente define a la misma en su artículo 3947 diciendo que:

“La prescripción liberatoria es una excepción para repeler una acción por el solo

hecho que el que la entabla, ha dejado durante un lapso de tiempo de intentarla, o

de ejercer el derecho al cual ella se refiere” . De esta definición surgen las dos notas

características que resultan determinantes en relación a la Prescripción liberatoria:

a) la inacción o quietud del acreedor para exigir el cumplimiento de un crédito a su

deudor y b) el transcurso de un determinado plazo de tiempo, durante el cual ha de

prolongarse aquella quietud del acreedor.


El fundamento último del instituto en análisis es, a todas luces, la

seguridad jurídica. La circunstancia que el sujeto activo en una relación de derecho

pierda la posibilidad de accionar contra su deudor no puede obedecer a criterio

alguno de justicia. Por el contrario, el legislador busca no prolongar

indefinidamente en el tiempo las relaciones jurídicas, mediante la fijación de un

plazo más o menos prolongado, para que el primero de los señalados ejerza la

acción con que se encuentra investida su derecho; caso contrario, perderá esa

posibilidad. Como enseña el maestro Carlos María Folco en su “Procedimiento

Tributario. Naturaleza y Estructura”, lo que prevalece es que: “lo natural es que un

nexo de obligaciones no puede mantenerse con toda su potencia, es decir, -

dotado de acción, por los siglos de los siglos”.-

Asimismo el propio Código Civil se encarga de legislar las causales de

suspensión e interrupción del curso de la prescripción. Es decir, las maneras en que

se detiene el curso del plazo de prescripción para luego reiniciarse, ya sea

aprovechando o inutilizando, en su caso caso, el tiempo previamente corrido.


II.-LA PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA EN MATERIA TRIBUTARIA:

El instituto de la prescripción se encuentra, también, legislado en las

normas fiscales nacionales y provinciales. Sin embargo, debemos anticipar que la

cuestión central no viene dada por los plazos que establece la Ley de Procedimiento

Tributario (Ley 11.683), la cual regula los diversos trámites procedimentales

vinculados a los tributos en el orden nacional, sino en las disposiciones contenidas

en los diversos Códigos Fiscales provinciales o municipales.

En efecto, el quid de la cuestión radica en las normas provinciales, las

cuales en diversos casos regulan plazos de prescripción diferentes a los estipulados

en el Código Civil.- Asimismo, en algunos casos, fijan momento de inicio del curso

del plazo y de causales de interrupción y suspensión de la praescriptio, que resultan

ser diversos a las situaciones que plantea el legislador nacional en el cuerpo

esencial del derecho privado argentino.-

En este sentido el artículo 4027 inciso 3º del vigente Código Civil

estipula que: “Se prescribe por cinco años, la obligación de pagar los atrasos:....3º)

De todo lo que debe pagarse por años o plazos periódicos más cortos”. A su vez el
artículo 3956 señala que: “La prescripción de las acciones personales, lleven o no

intereses, comienza a correr desde la fecha del título de la obligación”.

A su vez en la normativa provincial citaremos, a título ejemplificativo,

las siguientes: 1) El Código Fiscal de la Provincia de Salta estipula en su artículo 91

que: “Las acciones del fisco para determinar y exigir el pago de obligaciones fiscales

como así para aplicar y hacer efectivas las multas, prescriben:....b) Por el

transcurso de diez (10) años en el caso de contribuyentes no inscriptos.” Asimismo,

respecto a la forma del cómputo de la prescripción establece el art. 92 de la norma

salteña que: “Los términos de prescripciones, las facultades y poderes sindicados

en el primer párrafo del artículo anterior, comenzarán a correr desde el primero de

enero siguiente al año al cual se refieran las obligaciones fiscales o las infracciones

correspondientes... El término de la prescripción de la acción para el cobro judicial

y administrativo de impuestos de impuestos, tasas, contribuciones, accesorios y

multas, comenzarán a correr desde la fecha de la notificación de la determinación

impositiva o aplicación de multa, o de las resoluciones y decisiones definitivas que

decidan los recursos contra aquellas.”. Pero la normativa provincial de Salta va más
allá y fija una forma de interrupción de la prescripción que no existe en el Código

Civil al establecer en su artículo 93 como causal a: “cualquier acto judicial o

administrativo tendiente a obtener el pago”. 2) El Código Fiscal de la provincia de

Santiago del Estero señala en su artículo 150 que: “... Cuando se tratare de

contribuyentes o responsables que no se hallaren inscriptos o empadronados en la

Dirección General de Rentas, las facultades establecidas por los incisos a) y b) del

presente artículo prescribirán por el transcurso de diez (10) años”. Cabe destacar

que los incisos “a” y “b” del citado artículo establecen la prescripción de las

facultades del fisco para determinar el tributo, verificar y rectificar las DDJJ de los

contribuyentes, aplicar sanciones y para el cobro judicial de la deuda tributaria. Por

su parte el art. 151 de la norma tributaria santiagueña sostiene que: “... El término

para la prescripción de la acción del cobro judicial del impuesto, tasa,

contribuciones, accesorios y multas, comenzará a correr desde la fecha de

notificación de la determinación impositiva o aplicación de multa, o de las

resoluciones o decisiones definitivas que dilucidan los recursos contra aquellas”. 3)

Finalmente, cabe destacar que mediante el dictado de la ley provincial número


8490 la provincia de Tucumán adecuo las disposiciones de su normativa tributaria

en materia de prescripción a las disposiciones del Código Civil. Tal circunstancia,

anticipamos, se dio en virtud de la vasta labor jurisprudencial de la Corte Suprema

tucumana quien, mediante un conjunto de enjundiosos fallos, fijó posición sobre la

prevalencia de la normativa civil sobre la provincial; siendo que esta última, en su

anterior redacción fijaba plazos, momentos de inicio del cómputo e incluso

causales de interrupción de la prescripción distintas a la de la ley civil.

Planteado el tema, la cuestión radica, por supuesto, en cual normativa

debe prevalecer a la hora de determinar los plazos de prescripción.

Al respecto es posible señalar dos grandes grupos doctrinarios. A la

primera postura podríamos bien llamarla “Teoría Privatista”. Sucintamente

diremos que la misma sostiene que debe prevalecer la normativa del Código Civil y,

por tanto, la normativa provincial debe adecuarse a la normativa nacional. Por otra

parte, la “Teoría Tributarista” entiende que en virtud de la autonomía del derecho

tributario, deben prevalecer las normas locales. También se fundamenta en la

circunstancia que las provincias conservan, constitucionalmente, todo el poder no


expresamente delegado al Estado Federal. Dentro de esos poderes no delegados se

encuentra la facultad de fijar determinados tributos y establecer los procedimientos

administrativos y judiciales que estimaren conveniente. Cabe destacar que una y

otra postura han tenido acogida en la jurisprudencia de diversos tribunales

nacionales y provinciales.

III.- LA SOLUCIÓN JURISPRUDENCIAL HASTA HOY: LA CSJN Y EL

FALLO “FILCROSA”.

Sobre el tema que venimos abordando el Máximo Tribunal Nacional

tuvo oportunidad de fallar en el ya célebre caso “Filcrosa” fallado el 30 de

Septiembre de 2003 (Autos: “Recurso de hecho deducido por Abel Alexis Latendorf

(síndico) en la causa Filcrosa S.A. S/ Quiebra s/ incidente de verificación de

Municipalidad de Avellaneda”. Fallos 326:3899). En este la Corte Suprema se

inclinó, por mayoría, a dar prevalencia a la teoría privatista en materia de

prescripción en el ámbito tributario. En efecto, de los diversos considerandos del

fallo apuntado surge que: “6º)... que la prescripción no es un instituto propio del
derecho público local, sino un instituto general del derecho, lo que ha justificado

que, en ejercicio de la habilitación conferida al legislador nacional por el citado art.

75, inc . 12, éste no sólo fijará los plazos correspondientes a las diversas hipótesis

en particular, sino que, dentro de ese marco, estableciera también un régimen

destinado a comprender la generalidad de las acciones susceptibles de extinguirse

por esta vía. 7º) ... que, en tanto modo de extinguir las acciones, este instituto

involucra aspectos típicamente vinculados al derecho de propiedad cuya inclusión

dentro de tal delegación no se discute. En ese marco, y del mismo modo en que esa

razón ha justificado la regulación por la Nación de los distintos modos de extinción

de las obligaciones sin que ello obste a su aplicación en el ámbito de materias no

delegadas, idéntica solución debe adoptarse respecto de la prescripción, desde que

no se advierte cuál sería el motivo para presumir que, al dictar la Constitución, las

provincias hayan estimado indispensable presupuesto de sus autonomías,

reservarse la posibilidad de evaluar los efectos de la propia desidia que ésta lleva

implícita...9º) Que como consecuencia de tal delegación, la regulación de los

aspectos sustanciales de las relaciones entre acreedores y deudores corresponde a


la legislación nacional, por lo que no cabe a las provincias ni a los municipios dictar

leyes incompatibles con lo que los códigos de fondo establecen al respecto, ya que,

al haber atribuido a la Nación la facultad de dictarlos, han debido admitir la

prevalencia de las leyes del Congreso y la necesaria limitación de no dictar normas

que las contradigan...12) Que en ese marco, debe tenerse presente que del texto

expreso del citado art. 75, inc. 12, de la Constitución deriva la implícita pero

inequívoca limitación provincial de regular la prescripción y los demás aspectos

que se vinculan con la extinción de las acciones destinadas a hacer efectivos los

derechos generados por las obligaciones de cualquier naturaleza...”-

De la simple lectura del fallo en cuestión, podemos apreciar que la

Corte Suprema sienta como principios en materia de prescripción tributaria los

siguientes: a) La prevalencia de la legislación de fondo (en este caso la civil) por

sobre la provincial en virtud de lo normado por el art. 75 inc. 12 de la Constitución

Nacional y, también, por aplicación del art. 31 de la Carta Magna; b) la legislación

tributaria provincial que regula el instituto de la prescripción liberatoria de manera

diferente al Código Civil, merece la tacha de inconstitucionalidad; c) y establece,


además, que el plazo de prescripción para las obligaciones tributarias es

efectivamente el plazo de 5 años determinado en el art. 4027 inc. 3º de la

Constitución Nacional.-

El fallo Filcrosa marcó un verdadero hito en la materia, ya que su

proyección en la jurisprudencia y en la propia legislación provincial fue notable.

Ejemplo de esta última situación fue la reforma, ya citada, del Código Fiscal de la

Provincia de Tucumán mediante la ley provincial nº 8490, reforma que vino a

adecuar las normas fiscales locales en materia de prescripción a las disposiciones

del Código Civil. Entre la jurisprudencia destacada de las Cortes Provinciales

debemos señalar a “Gobierno de la Provincia de Tucumán v. Servituc SRL

s/ejecución fiscal”, fallado por la Corte Suprea de Tucuman en fecha 29/07/2005 y

al fallo “Dirección General de Rentas de la Provincia de Salta v. Taller Mecánico

López y Molina S.H.; Molina Félix Teodoro-Recurso de Inconstitucionalidad” de

fecha 02/11/2011.

También es dable destacar que algunas cortes locales no acatan lo

dispuesto en el caso Filcrosa y por el contrario se pronuncian abiertamente en


contra del citado fallo, en algunos casos con sólidos argumentos vinculados a la

prevalencia de las autonomías provinciales como el ya célebre caso “Sociedad

Italiana de Beneficencia en Buenos Aires s/ queja por recurso de

inconstitucionalidad denegado”, fallado por el TSJ de la Ciudad Autónoma de

Buenos Aires, sentencia del 17/11/2003. Asimismo, con fundamentos quizá no tan

sólidos, en contra de los dispuesto en Filcrosa se pronunció el Superior Tribunal de

la Provincia de Santiago del Estero en el fallo “Fisco de la Provincia c/ Pesci y

Aboslaiman S.H. de Pesci Luis Enrique y Aboslaiman y otros s/ Ejecución Fiscal”

del año 2013.-

Por otro lado, deseo resaltar especialmente el fallo de la Corte

Suprema de Justicia de la Nación en autos “Casa Casmma S.R.L.” (Fallos 332:616).

En este resolutivo del año 2009 la Corte -con su nueva conformación- continuó en

la línea de “Filcrosa”, pero a los efectos de este trabajo es de destacar el voto de la

extinta ministro de la Corte, Dra. Carmen Argibay, donde hace referencia a la

pasividad de los legisladores frente a la interpretación plasmada por el Alto

Tribunal en “Filcrosa”. Al respecto señala Argibay que: “... la línea de decisiones


que viene siguiendo el Tribunal a partir del caso Filcrosa no ha merecido respuesta

alguna del Congreso Nacional, en el que están representados los estados

provinciales y cuenta con la posibilidad de introducir precisiones en los textos

legislativos para derribar así las interpretaciones judiciales de las leyes, si de alguna

manera se hubiera otorgado a éstas un significado erróneo. Tal circunstancia

confiere plausibilidad a la interpretación de la legislación nacional que sirvió de

fundamento a la decisión adoptada en dicho precedente...”

IV.- EL NUEVO CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN Y SU

SOLUCIÓN A FUTURO.-

La respuesta del legislador, que reclamaba la eminente Dra. Argibay

en su voto en “Casa Casmma S.R.L.”, finalmente se concretó con la sanción del

nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.-

La nueva normativa viene a zanjar una cuestión harto debatida en los

ámbitos académicos y judiciales desde la resolución del fallo Filcrosa. En efecto, el

art. 2532 del nuevo Código establece que: “Ámbito de aplicación. En ausencia de
disposiciones específicas, las normas de este Capítulo son aplicables a la

prescripción adquisitiva y liberatoria. Las legislaciones locales podrán regular esta

última en cuanto al plazo de tributos.” En la última oración de este artículo se pone

fin a la polémica desatada desde “Filcrosa”. Claramente establece que las

legislaciones provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires podrán

establecer plazos de prescripción diferentes a los estipulados en el nuevo Código

Civil y Comercial de la Nación. Asimismo, entiendo que también, de la

interpretación literal del artículo citado, surge que el legislador local podrá

establecer momentos de inicio de la prescripción y causales de interrupción y

suspensión del curso de la misma diversos a los estipulados en la legislación

nacional.

Para finalizar, estimo que el cambio en la legislación civilista resulta

positivo en cuanto a su trascendencia en el ámbito del derecho tributario. Del modo

como se resuelve el problema, las provincias tendrán un pleno ejercicio de su poder

tributario local, el cual solo deberán adecuar, en definitiva, a las prescripciones de

sus propias Constituciones y, por supuesto, a la Carta Magna Nacional.-

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