autismo y sueño

Un creciente cuerpo de evidencia indica que las personas con autismo con
frecuencia experimentan trastornos del sueño y muestran una arquitectura de
sueño atípica. Para establecer si los trastornos del sueño pertenecen realmente al
fenotipo del espectro del autismo (TEA), realizamos un estudio subjetivo y objetivo
del sueño en un grupo de adultos con TEA de alto funcionamiento pero sin quejas
del sueño, trastornos psiquiátricos o comorbilidad neurológica. . Comparamos los
datos subjetivos de 27 participantes ASD con los de 78 controles sanos
emparejados por edad cronológica y sexo. Las medidas subjetivas del sueño en el
grupo clínico fueron compatibles con insomnio y / o un avance de fase tolerable
del ciclo sueño-vigilia. Los datos subjetivos se confirmaron mediante registros de
sueño objetivos de laboratorio en un subconjunto de 16 pacientes y 16 controles.
Las personas con autismo presentaron una latencia de sueño más larga (P <0.04),
despertares nocturnos más frecuentes (P <0.03), menor eficiencia de sueño (P
<0.03), mayor duración de la etapa 1 de sueño (P <0.02), disminución de la REM
dormir (etapas 2 + 3 + 4, P <0.04) y sueño de onda lenta (etapas 3 + 4, P <0.05),
menos husos de sueño EEG en etapa 2 (P <0.004) y un menor número de
movimientos oculares rápidos durante el sueño REM (P <0.006) que los
participantes de control. En las escalas clínicas, las puntuaciones de las personas
con TEA en el Inventario de Depresión de Beck fueron similares a las de las
personas sin, pero sus puntuaciones de ansiedad rasgo en la Escala de Ansiedad
de Spielberger fueron más altas (P <0,02). Los puntajes de ansiedad estatal de la
escala de Spielberger y los niveles de cortisol fueron los mismos en los dos
grupos. El objetivo del tiempo total de sueño se correlacionó negativamente con
las escalas Social (0,52, P <0,05) y Comunicación (0,54, P <0,02) de la Entrevista
Diagnóstica de Autismo-Revisada. El sueño de los subgrupos clínicos (10 con
autismo de alto funcionamiento, seis con síndrome de Asperger) no fue diferente,
excepto por la presencia de menos husos de sueño EEG en el subgrupo de
síndrome de Asperger (P <0,05). En conclusión, estos hallazgos indican que las
características atípicas del sueño constituyen una característica destacada del
fenotipo de TEA en adultos y esto debería investigarse más a fondo en pacientes
más jóvenes. Además, los resultados son consistentes con una organización
atípica de las redes neuronales que sirve de base a la macro y microestructura del
sueño en ASD. Estamos ampliando esta investigación con análisis cuantificados
de EEG de sueño.