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ÌNDICE

I. Introducción
II. Historia
a. Sócrates
b. Aristóteles
c. Platón
III. Ética, Moral
a. Ética
i. Orígenes de la ética
1. Historia de Platón cultivo de las virtudes morales
2. Historia de la ética en el mundo medieval
ii. Ética natural
iii. Importancia
iv. Responsabilidades
1. Tipos de ética
a. Empírica
b. Utilitarista
c. Cristiana
d. Epicureísta
e. Descriptiva o empírica
f. Normativa
g. Crítica o mataética
h. Aplicada o ética práctica
v. Principales teorías éticas
vi. Responsabilidades de la sociedad y ética empresarial
1. Teoría y práctica de la ética en el siglo XXl
vii. Ética como ciencia teórica y práctica
viii. Base antropológica de la ética
ix. La ética en la actualidad
b. La moral
i. La moral a lo largo del tiempo
1. En el mundo antiguo
2. La moral en la sociedad feudal
3. En la edad moderna
ii. Los sistemas de moralidad
IV. Conciencia
a. Conciencia Psicológica
b. Conciencia moral
i. Orígenes
ii. Hipótesis sobre el funcionamiento
iii. Elemento constitutivos de la conciencia moral
1. Elementos racionales
2. Los sentimientos morales
3. Los elementos activos
iv. Diferencia entre la conciencia moral y la psicilogía
1. Unidad
2. Diferencia
3. La conciencia moral interior de la moralidad
a. Verdad
b. Falsa
c. Segura
d. Dudosa
v. El deber moral
1. Dimensiones del deber moral
a. Social
b. Individual o personal
vi. El juicio moral
1. Juicio moral y juicio ético
vii. Intelectualismo moral
viii. La valoración moral
1. Características del valor moral
2. Constitutivo intrínseco del valor moral
3. Historias de los principales sistemas de valoración moral
a. Utilitarismo
b. Altruismo
c. Escepticismo y cinismo
d. Sociologismo
e. Vitalismo
f. El deber por el deber
g. Materialismo marxista
h. Amoralismo de Sartre
i. Resumen de los sistemas morales que presinden de
Dios.
V. Ética y moral
a. Relación entre ética y moral
VI. Valores
a. tipos de valores
i. Naturales
ii. Económicos
iii. Políticos – Sociales
iv. Éticos – Morales
v. Estéticos
b. Clasificación de los valores
i. Valores no esenciales
ii. Valores esenciales
1. Civismo
2. Cooperación
3. Justicia
4. Honestidad
5. Integridad
6. Amabilidad
7. Respeto
8. Responsabilidad
9. Búsqueda de la excelencia
10. Honor
c. Principales valores éticos
i. libertad
ii. Justicia
iii. Responsabilidad
iv. Verdad
VII. Criterio de la valoración de los valores
VIII. El vacío de los valores en las personas
IX. La ética profesional
a. conceptos
b. Principios filosóficos generales
X. Ética y profesión
a. Profesionales
i. Profesionalismo
1. Las claves
ii. Vocación
iii. Finalidad del trabajo
iv. Beneficio propio
v. Responsabilidad profesional
vi. Propósito de la ética profesional.
vii. Formación profesional.
viii. Carácter profesional.
ix. El secreto profesional.
x. Como hacer importante la profesión.
xi. La disciplina.
xii. El compañerismo.
XI. Importancia del conocimiento y la aplicación de la ética profesional
XII. Ciencia moral y ciencias positivas
XIII. Ciencia moral y derecho
XIV. Código de ética
a. Que es
XV. El gastrónomo y la ética.
XVI. Misión y principios del gastrónomo y su relación con la sociedad.
XVII. comportamiento del profesional gastrónomo ante la sociedad.
XVIII. comportamiento del profesional gastrónomo ante la profesión.
XIX. comportamiento del profesional gastrónomo ante sus colegas.
XX. comportamiento del profesional gastrónomo ante sus compañeros de trabajo.
l. INTRODUCCIÓN

El presente libro de ética realizado por los estudiantes del tercero A de la Escuela de
Gastronomía se puede definir como el producto de una nuevas perspectivas. Lo que
constituye la obra clave del pensamiento entre lo ético y lo moral de cada uno.
Este libro asimismo, contiene dentro, uno de los movimientos filosóficos más
importantes en la actualidad: el realismo con una nueva visión, según el gusto
denominarlo con pensamientos propios y así formar un nuevo criterio ético y moral.
Por ello para los estudiantes de tercero “A” de la Escuela de Gastronomía es un
trabajo imprescindible dar a conocer el estado de investigaciones éticas en la
actualidad, tomando muy en cuenta a los padres de la ética e historiadores que desde
hace mucho tiempo, han venido estudiando a la ética, la moral y los valores. Esta
ética tiene la visión de ser la más completa y enriquecedora; sin duda la más clara,
que se ha realizado en la escuela de gastronomía.
En la actualidad el mundo se ha convertido en una gran competencia con respecto a
la demanda de profesionales, la creación de empresas y la nueva forma de
investigación, para ello generar una propuesta de conocimiento de los nuevos
profesionales y los ideas innovadoras con lo que se puede aportar es de gran
importancia para el desarrollo social ya que es de eso lo que depende la visión de
una empresa y emprendedores, el constante cambio del entorno busca rescatar
pensamientos que con el pasar del tiempo se pueden prestar para definir el sistema
actual.
La creación de la nueva tecnología y el manejo de la misma, da una magnífica
oportunidad a todos los estudiantes y profesionales de todas las edades y ámbitos
laborales, para mejorar la calidad en su trabajo.
“Un hombre sin ética es una
bestia salvaje soltada a este
mundo”

Albert Camus

ll. HISTORIA
Sócrates, Aristóteles y Platón
“Dios es la medida de todas las cosas”

a. Sócrates

¿Cómo saber lo que nos conviene sin saber quiénes somos?


Sócrates contemporáneo de los sofistas y considerado para la opinión pública como
uno de ellos, Sócrates vivió en Atenas los setenta años de su vida, del 469 al 399 aC.
Las contadas ocasiones en las que salió de su ciudad fueron para defenderla
valerosamente en la batalla de los, Anfipolis y Potidea. Hijo de un escultor acomodado
y una comadrona, se dedicó a la reflexión filosófico y a su enseñanza pública,
interpretando que eso era lo que Dios Apolo le había pedido por medio de su oráculo
délfico.
Toda la vida de Sócrates fue una batalla pacífica por el triunfo de la ética. El centro
de esa ética es el concepto de virtud se alcanza por medio del conocimiento: para
obrar bien hay que conocer el bien, y el que obra mal es por ignorancia, porque juzga
lo malo como bueno. Este es el sentido del imperativo Sócrates: conócete a ti mismo.
Y este énfasis en el conocimiento del bien da a la ética socrática un inconfundible
matiz intelectualidad. Este intelectualismo constituirá un desenfoque si no estuviese
equilibrado por el papel de la voluntad, responsable de una virtud que Sócrates no se
cansa de ponderar: el autodominio.
 LA VIRTUD ES UNICA LA VIRTUD ES UNICA: Definió las virtudes éticas
Definió las virtudes éticas surge la ciencia ética que demuestra Surge la
ciencia ética que demuestra la existencia de valores absolutos La existencia
de valores absolutos bien y justicia: para estableces leyes para estableces
leyes „ bien felicidad y leyes bien felicidad y leyes: valores que el hombre
puede valores que el hombre puede alcanzar mediante el uso de la alcanzar
mediante el uso de la razón si se alcanzan sé es si se alcanzan se es sabio y
virtuoso sabio y virtuoso. „ la sabiduría distingue los bienes de los males la
sabiduría distingue los bienes de los males.

b. Aristóteles (384 Aristóteles (384-322 a.c.) 322 a.c.)


La virtud se adquiere mediante el hábito.

Tipos de virtudes:

 INTELECTUALES: Uso de la razón


 ÉTICAS: Derivadas de las intelectuales. Para dominar la parte apetitiva el el
hombre debe ejercitar las virtudes El hombre es un ser social capaz de vivir y
organizar una sociedad.

c. Platón (423 -368 a.c.) 368 a.c.)

Lleva la Ética a nivel de ciencia lleva defiende los valores absolutos:


 BIEN BELLEZA VERDAD „ Defiende el mundo espiritual. El hombre posee
alma inmortal.
 COMO CONSEGUIR PURIFICACIÓN

lll. ÉTICA, MORAL

a. Ética:

“Ética” deriva de la palabra griega ethos. Hay dos significados de “ética” en el lenguaje
griego que revelan dos modos de entender y explicar el comportamiento moral de las
personas:

a) Êthos: significa “carácter”, “modo de ser”. Este es el sentido que tiene la


palabra “ética” en los poemas de Homero (s. -IX o -IIIV), Iliada y Odisea Según
este modo de entender la ética, el comportamiento moral depende del
“carácter” o “modo de ser” de las personas. El “carácter” o “modo de ser” está
determinado por la herencia (genética o social) y, por tanto, no se puede
cambiar. Así, pues, las normas y los valores morales son inmutables.
b) Posteriormente, ethos significó “uso”, “costumbre”, “hábito”. Con este sentido
aparece la palabra “ética” en los escritos de la sofística, de Platón, de
Aristóteles. Según esta manera de entender la ética, el comportamiento moral
depende de los hábitos o costumbres. Los hábitos o costumbres son producto
del acuerdo social y, por tanto, se pueden modificar mediante nuevos acuerdos
sociales. Además como los hábitos o costumbres los aprendemos,
necesitamos de la educación moral para adquirir hábitos de “buen”
comportamiento.

Historia de la ética Platón cultivo de las virtudes morales

 TEMPLANZA: dominio de „pasiones


 FORTALEZA: dominar :sentimientos
 PRUDENCIA: Usar la razón „
 JUSTICIA: Equilibrio de las tres :

Platón y Aristóteles en: “Los Diálogdos”

Historia de la ética en el mundo medieval (iv-xv siglos d.c.)

La influencia del Cristianismo culmina con la figura de STO.

Tomás de Aquino

Crea principios básicos: El hombre es creado por Dios a imagen semejanza y


depende de Él La felicidad consiste en la unión con Dios Existe una vida futura y
eterna después de la terrenal con la finalidad de vivir en amor

Ética natural
Valor moral es la percepción de la relación que un determinado acto guarda con la
naturaleza y, en consecuencia, con su fin último. El valor es una consecuencia del
bien, o el mismo bien desde la perspectiva de valioso.
Por ello, como Dios es el Sumo Bien, por ser infinito, perfecto, Dios es el Ser más
valioso, y de ahí se deriva también que Dios sea fin último de toda la creación y,
especialmente, del hombre. Esta tendencia de toda la creación y, sobre todo, del
hombre hacia Dios, hace que Dios sea el fundamento primero de la moralidad, ya que
los valores, -por humanos, tienen que ver con la máxima plenitud humana.
El segundo fundamento de la moralidad, y, por tanto, de los valores morales, es la
libertad. Las criaturas irracionales están ordenadas a Dios como su fin y esa
ordenación la cumplen en cuanto realizan los fines propios de sus respectivas
naturalezas. Se dirigen a su fin como dirigido por otro.
El hombre, en cambio, posee, por su naturaleza intelectual y libre, la fuerza de
orientarse por sí mismo a Dios: se puede mover por sí mismo a su fin último. Esto
implica un grado superior de bondad y hace que los valores morales sean superiores
a los demás.
Por tanto, la bondad o maldad de las acciones humanas -su moralidad- proviene de
que la voluntad se dirija o se aparte de un bien debido. Así, por ejemplo, si el hombre
dice la verdad, respeta al prójimo, procura conservar su vida, etc., hace el bien. Si
mata, injuria, etc., hace el mal.
El mal moral -mal en sentido propio- es un desorden, un vacío, un empobrecimiento,
que ha recibido el nombre de pecado. En la Biblia leemos cómo José, el hijo de Jacob,
preso en Egipto, se negó a prestarse a los malvados deseos de la mujer de Putifar, y
prefirió aceptar la persecución antes que cometer un pecado (cfr. Gén. 39, 7-20)
dando un ejemplo palpable de bondad moral.
Los valores morales se refieren al punto central y más profundo de la vida humana y
se manifiestan en responsabilidad, conciencia, sentido de culpa y mérito.
La moralidad supone la libertad de la persona. Sólo los actos libres pueden ser
portadores de valores o contravalores morales. La moralidad está ligada a la
responsabilidad y ésta supone libertad. Por eso censuramos al hombre injusto, pero
no podemos censurar al que es poco inteligente, porque eso no depende de su
voluntad.
Un contravalor moral implica culpa y se manifiesta en la voz de la conciencia. Ello
hace que los valores morales tengan la característica de la obligación. Debemos
ejercitarlos, debemos actuar de acuerdo con ellos. Traen también consigo una
relación con el premio o el castigo. Si se obra moralmente bien, se merece premio,
de lo contrario se merece castigo.
Sócrates lo captó muy bien cuando dijo: "Es mejor para el hombre sufrir la injusticia,
que cometerla". Se comprende, por ello, que este filósofo pagano y sus discípulos
estuvieran persuadidos de la inmortalidad del alma y de que en la otra vida se
recibirán los premios o castigos por la conducta moral.

Importancia de la ética

El conocimiento de ética es de suma importancia más que un saber cultural sea una
práctica dentro de la vida profesional, uno de los aspectos que se debe añadir a la
imagen del perfil profesional, brindar el ejemplo de humanismo y personalidad.
Sánchez Vázquez, Adolfo (1969). Ética. Ed. Crítica. Barcelona. 1981

Responsabilidades de la ética

Para reflexionar sobre la moral, la ética hace una investigación filosófica sobre el
comportamiento moral de las personas. El punto de partida es, pues, la descripción
de la vida cotidiana (ética descriptiva). Después procede a criticar y reformular las
normas morales vigentes en la vida cotidiana de acuerdo con principios éticos
racionales (ética normativa). Estos principios también son revisados y cuestionados
por una reflexión crítica más profunda (metaética). Finalmente, tras esta doble
revisión crítica, ofrecerá normas, valores y principios morales concretos para orientar
nuestra conducta en la vida cotidiana (ética aplicada).
Es un caso paradigmático de responsabilidad moral que proviene del conocimiento
especial que cada uno posee. El profesional debe dominar una parte especial del
conocimiento avanzado, particularmente conocimiento que tiene que ver con el
bienestar de los otros, que demarcan una profesión. Como guardianes del
conocimiento especial que influye en el bienestar humano, los profesionales están
obligados por responsabilidades morales especiales, que son requerimientos
morales, a aplicar a su conocimiento, de forma que beneficie al resto de la sociedad.
Dicho lo anterior, podemos hablar de la existencia tanto de una ética como de una
deontología profesional. La primera se centraría sobre todo en perfilar y definir el bien
de una determinada profesión (no sólo el personal del propio profesional, sino
especialmente su aportación al bien social o común), mientras que la segunda se
ocuparía de las obligaciones propias de dicha actividad. En otras palabras: la ética
profesional sería la expresión de las diversas y plurales éticas de máximos existentes
en todos y cada uno de los profesionales de especialidad. (Novoa, 2007)

Tipos de Ética

La ética es una rama de la filosofía y nos ayuda a ser mejores personas y a diferenciar
lo que nos va hacer bien a hacer lo bueno y lo malo.
Desde pequeños que estamos recibiendo en forma constante toda clase de Estímulos
que buscan desarrollar nuestras Facultades Cognitivas de forma propicia, desde la
utilización de Juegos Didácticos hasta la realización de Actividades Recreativas que
nos dejen una enseñanza, recibiendo premios y aprobaciones en caso de realizar
bien esta tarea, mientras que por otro lado seremos Castigados o Reprendidos si no
hacemos las cosas bien.
Es en este momento que empezamos a distinguir El Bien y El Mal, teniendo por un
lado aquello que apunta hacia los cuidados y el bienestar propio y ajeno, mientras
que en contraposición estamos realizando un daño o perjuicio hacia otros como a
nuestra vida, siendo esto siempre elegido y estando al tanto de nuestras
Responsabilidades y Obligaciones en cada uno de los actos que llevemos a cabo.
Una de las ramas de la Filosofía que se encarga de analizar y reflexionar sobre estas
cuestiones es la Ética, que tiene como objetos de estudio a los Actos Humanos, en
torno a las Obligaciones y el Deber de la vida cotidiana, la búsqueda de la Felicidad
propia y ajena, como también a los distintos Valores Morales que son inculcados
desde pequeño y que pueden ser sugestionados por la Tradición y Cultura de un
entorno determinado, pero apuntando siempre hacia el Bienestar Propio y General.
Si bien suelen usarse como sinónimos, no es lo mismo que la Moral, siendo esta
última el establecimiento de una Costumbre o Subjetividades propias de una cultura,
del sujeto o un valor que es parte de una cultura determinada, que es justamente
analizada en forma Racional y Deductiva por la Ética, realizándose un juicio de valor
acerca de su contenido como también del establecimiento de un Sistema Moral dentro
de una sociedad específica.

Ética empírica

Se llama moral o ética empírica dentro de la filosofía kantiana a una ética basada o
formulada a partir de la experiencia. Se opone a la ética formal.
La distinción entre la moral y formalismo ético fue establecida por Kant, en sus obras
de filosofía práctica, sobre todo en La Fundamentación de la metafísica de las
costumbres. La preocupación más honda del filósofo de Königsberg consistió en crear
una doctrina libre de elementos derivados del mundo de los hechos, es decir, un
sistema exclusivamente racional y a priori.
Entre la moral empírica y la ética formal existe una aguda oposición, en lo que atañe
el método que debe emplearse para llegar al conocimiento de las reglas rectoras de
la conducta moralmente buena. El subjetivismo es una de las variantes de la ética
empírica. Si las ideas morales varían de individuo a individuo o de sociedad a
sociedad, lo bueno y/o malo carecerá de existencia objetiva, ya que dependen de los
juicios estimados de los hombres. Así aparecen, por una parte, al subjetivismo ético
social, llamado antropologismo o subjetivismo ético específico.

Ética utilitarista

El utilitarismo es un marco teórico para la moralidad, basado en una maximización


cuantitativa de consecuencias buenas para una población. La moralidad de cualquier
acción o ley viene definida por su utilidad para la humanidad. Utilidad es una palabra
que significa que las consecuencias positivas deben estar maximizadas. Estas
consecuencias usualmente incluyen felicidad o satisfacción de las preferencias. El
utilitarismo es a veces resumido como "el máximo bienestar para el máximo número
de personas". En resumen, el utilitarismo recomienda emplear métodos que
produzcan más felicidad o aumenten la felicidad en el mundo.

Ética cristiana
La teología moral es una rama de la filosofía que trata con el bien y el mal en el
comportamiento humano. La mayoría de las religiones tienen un componente moral,
religioso y de abordar el problema de la ética históricamente dominado por la ética
secular enfoques. Desde el punto de vista de teológico en las religiones, en la medida
en que la ética se deriva de verdad revelada de las fuentes divinas, la ética se estudia
como una rama de la teología. Muchos creen que la Regla de Oro, que enseña a la
gente a "tratar a los demás como usted quiera ser tratado", es un denominador común
en muchas de las principales códigos morales y las religiones.
La ética cristiana radica en la práctica del bien y de las buenas obras. Tal como lo
manda Cristo (Jesús) en el Evangelio: "Haced el bien a tu prójimo como a ti mismo"
por otra parte, el bien o el buen obrar está presente de modo intrínseco en la persona
misma la cual ha sido hecha a imagen y semejanza de Dios... Cabe hacer notar que
en la cultura luterana de los países nórdicos se cree que el hombre no es bueno en
sí mismo y que necesita a Dios para librarse de su mal obrar.

Ética epicureísta

Epicuro, afirmó que es bueno todo lo que produce placer, pues el placer, según él, es
el principio y el fin de una vida feliz. Pero para que el placer sea real debe ser
moderado, controlado y racional.
Epicuro definió el placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la
tranquilidad del alma. El ser humano está compuesto de cuerpo y alma, y los placeres
de la última son superiores a los del cuerpo. En su opinión, la paz interior puede
alcanzarse al reducir las necesidades del cuerpo y acabar con las inquietudes y
temores.
Para el Epicureísmo, lo malo es todo aquello que le produce dolor al ser humano. Son
las cosas que nos hacen o nos afectan en el sentido espiritual y que a la vez al cuerpo.

Ética descriptiva o empírica:


Pretende describir los diversos fenómenos de la vida moral, aplicarlos y hacer una
teoría general de la conducta humana. Uno de los aspectos que más le interesa es el
proceso de moralización o de transmisión de normas morales. La investigación sobre
este proceso, le ha permitido, a la ética descriptiva, pone de manifiesto que nuestro
comportamiento es producto de un proceso de socialización que nos “modela” con las
normas, los valores y los principios morales dominantes de nuestra cultura.
Pero, nuestro comportamiento no es sólo un producto de nuestra cultura. Nosotros
también decidimos qué “forma de vida” queremos. Y, con nuestro comportamiento
moral, también “modelamos” (transformamos) nuestra cultura. Además, la
investigación sobre el proceso de moralización le ha permitido, a la ética descriptiva,
evidenciar que decidir “no-seguir” algunas de las normas impuestas por el uso y la
costumbre supone tener que superar numerosos obstáculos en la vida. Por último,
conocer quiénes son los agentes socializadores, que nos transmiten y para qué, hace
que la ética descriptiva nos ayude a decidir qué normas morales merecen ser
obedecidas y cuáles ignoradas o sustituidas para poder construir nuestra “manera de
vivir”.

Ética normativa:

Pretende establecer principios generales que se auto recomienden y que


fundamenten de forma racional (sin apelar seres sobrenaturales) las normas morales
vigentes. Nos proporciona sistemas de reglas prácticas para la “vida buena”. Por
ejemplo, la ética de Platón nos dice que “es preferible sufrir la injusticia que
cometerla”; el utilitarismo, que debemos comportarnos de tal manera que las
consecuencias de nuestros actos proporcionen la mayor felicidad posible al mayor
número de personas; la ética de Kant nos dice: “obra sólo según aquella máxima
[norma] que puedas querer que se convierta, al mismo tiempo, en ley universal”.

Ética crítica o metaética:


Es una reflexión crítica sobre éticas normativas. Investiga el lenguaje que utilizamos
cuando decimos qué debemos hacer o qué queremos decir cuando decimos que un
comportamiento es “bueno”.

Ética aplicada o ética práctica:

Propone normas morales concretas aplicables a nuestra vida cotidiana. Esas normas
se traducen en códigos deontológicos (elaborados por mayorías o por consenso)
como los de la práctica médica, los de la creación y utilización de nuevas tecnologías,
los de los negocios, los de la política, etc.
Como vemos, el punto de partida y el punto de llegada de la reflexión ética es la vida
cotidiana. Y esto es así, porque lo que nos preocupa es saber si es justo el derecho
a la propiedad privada, si merecemos recibir una asistencia médica adecuada, si
podemos decidir sobre la maternidad y/o la paternidad, si podemos elegir morir
dignamente, si debemos obedecer todas las leyes vigentes, si la violencia es el
método adecuado para resolver los conflictos, si debemos tener libertad de expresión,
si está justificado el paternalismo, si es justo el sistema económico capitalista.

Principales teorías éticas

La ética, pues a diferencia de la moral, tiene que ocuparse en lo que es


específicamente moral, sin limitarse a una moral determinada. La segunda tarea de
la ética consiste en justificar teóricamente porque hay moral y debe haberla. La
cuestión ética no es de modo inmediato ¿Qué debo hacer?, es decir, consiste en
hacer concebible la moralidad, en tomar conciencia de la racionalidad que hay en el
obrar, en traducir en conceptos lo que hay de saber en lo práctico. (Nieto, 2009)
Aunque es desde una perspectiva histórica como quedará patente la diversidad de
enfoques y respuestas a los problemas de la ética, puede lograrse una aproximación
mediante una clasificación de las principales teorías éticas.
 En primer lugar, las éticas pueden clasificarse como éticas descriptivas y
normativas. La éticas descriptivas se limitan a describir el fenómeno moral; las
éticas normativas buscan un fundamento para la moral y, desde el, formulan
normas y dan orientaciones para actuar. (Nieto, 2009)
 También pueden dividirse e éticas naturalistas y no naturalistas. Las éticas
naturalistas creen que el fenómeno moral se reduce a fenómenos naturales
(psicológicos, biológicos o genéricos), y la éticas no naturalistas consideran
que el fenómeno moral es irreductible a otros. (Nieto, 2009)

 En tercer lugar, las éticas pueden ser cognitivistas y no cognitivistas. Las éticas
cognitivistas consideran que es posible argumentar y llegar a acuerdo
intersubjetivos acerca de lo oral, porque este tipo de saber es ante todo un
saber racional. Para las éticas no cognitivistas, lo moral, por el contrario, es
irracional. (Nieto, 2009)

 Las éticas pueden también catalogarse, en cuanto lugar, en éticas materiales


y formales. Las éticas materiales afirma que se trata de la ética dar contenidos
morales, es decir, materia moral. Según las éticas formales, la ética ha de
mostrar cuál es la forma que ha de tener una norma para ser moral, con lo cual
son normalmente deontológicas, es decir se ocupan del deber. (Nieto, 2009)

 En quinto lugar, la ordenación de las éticas puede hacerse en éticas


teleológicas y deontológicas. En el contexto de una ética teleológica, no puede
decirse si una acción es moralmente correcta o incorrecta si no se tienen en
cuenta las consecuencias que se siguen de ella. La ética deontológica, supone
el paso desde una concepción de lo bueno como lo que se adecua al ser, a
una concepción de lo correcto como lo que se ajusta a la ley. Sin embargo,
considera que hay acciones buenas o malas en si mismas, sin atender a las
consecuencias. La clave será entonces el consecuencialismo o no
consecuencialismo. Pero esta distinción no es útil hoy día, ya que no existe
ninguna ética no consecuencialista. Las actuales éticas deontológicas, por
ejemplo, la ética de Rawls o ética del discurso, son consecuencialistas.
Actualmente es deontológica una ética de la justicia, es decir, la que cree que
la ética ha de dar el marco de lo que es correcto y que posteriormente se
procure la consecución de la vida buena como mejor convenga. Es teleológica
la ética que trata de determinar qué es lo bueno para los hombres y cómo es
posible maximizar ese bien. (Nieto, 2009)

 Finalmente, es necesario tener en cuenta la clasificación de Max Weber, que


divide a las éticas en éticas de la convicción y éticas de la responsabilidad. Son
éticas de la convicción, las que sostienen que del bien no puede seguirse el
mal, ni del mal el bien; por tanto afirman que hay que realizar acciones en sí
mismas buenas, sin atender a las consecuencias. Éticas de la responsabilidad
son las que mantienen que del bien no siempre se sigue el bien, por lo que
más vale indicar que mínimo de mal es éticamente legítimo para conseguir el
bien, de acuerdo con las consecuencias previsibles de la acción. (Nieto, 2009)

Responsabilidades de la Sociedad y Ética Empresarial

La responsabilidad es un hábito de toda persona que se debe cumplir, es la facultad


que tiene todo ser humano de cumplir por obligación moral con una tarea.
La responsabilidad es considerada como deuda, obligación de reparar o satisfacer,
por sí o por otro, a consecuencia de delito, de una culpa o de otra causa legal.
También puede entenderse como cargo u obligación moral que resulta para uno del
posible yerro en cosa o asunto determinado. En derecho, significa capacidad
existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las
consecuencias de un hecho realizado libremente. (Española)
En sí, la responsabilidad social es el término usado para identificar el manejo de los
procesos de una empresa, de los negocios para producir un impacto positivo y total
en la sociedad. Por tal motivo, las empresas necesitan responder dos aspectos de
sus operaciones:

 La calidad de su gerencia en términos de la gente y sus procesos.


 La naturaleza y la calidad de su impacto en la sociedad en varias áreas.
(Martínez, s.f.)
Así se considera que, las empresas no son creadas únicamente con el fin de generar
ingresos, las empresas son creadas con un fin social determinado, de manera que, la
creación de estas se reflejan en el beneficio social, buscan satisfacer algunas
necesidades, buscan contar investigaciones y desarrollo de la comunidad en la que
se desenvuelven.
La responsabilidad social surge de la evolución del pensamiento humano y con la
aceptación de que todos estamos interconectados y relacionados y que, por lo tanto,
no hay nada que se realice, ninguna acción independiente, que no afecte al colectivo.
(Socorro, s.f.)
Esta responsabilidad social corresponde también, al conjunto de las acciones
innovadoras de una organización, basadas en el cumplimiento de las leyes y en
valores éticos, para institucionalizar un gobierno corporativo transparente que integre
en las actividades en curso de la organización, la generación de riqueza respetuosa
de los derechos humanos con las responsabilidades de sus actividades sobre la
sociedad y el medio ambiente. De todas estas acciones se debe rendir cuentas a la
sociedad. (Martínez)
Es decir entonces que la responsabilidad social recaerá directamente en sus
habitantes, por tal motivo, los integrantes deben mostrar responsabilidad por el
cumplimiento de sus actividades laborales de manera sumamente profesional y
distinguida que busque el desarrollo y mejora de una nación.
Investiga nuevas formas de reorganización cultural de la sociedad, de manera que se
busca el apoyo y colaboración de todos los integrantes del entorno, sustentando todas
las actividades por derechos y obligaciones que se encuentran en leyes que se deben
cumplir para la correcta comunicación de los individuos, constituye el grupo de
normas que regularán todas las relaciones entre los dirigentes y subordinados.
La ética empresarial por su lado tiene como objetivo el control de las relaciones
laborales, de manera que se puedan establecer como aspectos importantes; la
comunicación, armonía, estabilidad, entre otros.

Teoría y práctica de la ética en el siglo XXI.

Los principios son demasiado abstractos y el sujeto al que se dirigen no está en


ninguna parte, de forma que difícilmente se sentirá motivado a actuar de acuerdo con
los derechos y deberes que se le adjudican.
Dicha preocupación, siendo como es implícita al discurso moral, y quizá irremediable,
adquiere en cada época tintes distintos. Las razones por las que una determinada
teoría ética nos parece irrealizable, o poco motivadora, tienen que ver con problemas
específicos de cada momento histórico. Lo que me propongo hacer aquí es reflexionar
sobre algunas de las circunstancias de nuestro tiempo que provocan conflictos
especialmente acuciantes y que nos conducen a contemplar con escepticismo el
discurso moral, como un discurso bello en teoría pero demasiado alejado de la
realidad.

1. El primero de ellos tiene que ver con el rechazo de lo que podríamos denominar
una moralidad pública, que hasta hace poco permaneció vinculada a una
religión o a una ideología determinadas (y en algunos lugares sigue estándolo,
allí precisamente donde el liberalismo brilla por su ausencia). De tal rechazo
deriva una deficiente articulación de los derechos y obligaciones morales en
torno al uso de la libertad. Una libertad que ha acabado siendo pura libertad
negativa y que conduce asimismo a separar radicalmente los deberes de la
justicia universalizables y el ideal de la felicidad o de la vida buena que es
particular.

2. El segundo problema es el de la falta de motivación moral, que aunque es


endémica y siempre ha merecido la atención de los filósofos, parece ir en
aumento a medida que se extienden la sociedad de consumo y los valores
económicos y estrictamente hedonistas. El escepticismo moral crece y en
muchos casos, tal crecimiento se quiere explicar por la pérdida de un
fundamento religioso o trascendente para la moral. Desde dicho escepticismo,
parece difícil o imposible que el individuo pueda forjarse una identidad moral
mínimamente fuerte y sólida.

3. Finalmente, y puesto que los dos problemas anteriores tienen que ver con el
hecho de que la secularización de la moral no se ha logrado del todo y, si se
ha logrado, ha sido a costa de unas deficiencias para las que no se encuentra
remedio, el tercer problema que me propongo abordar es el del fanatismo o los
fundamentalismos. No puede decirse que el fanatismo sea una actitud inmoral,
sino que tal vez es la respuesta a una desmoralización imparable. Puesto que
las consecuencias del fanatismo nos están afectando tanto a todos, pienso que
la filosofía moral no puede eludir el enfrentarse a sus raíces y consecuencias.

Ética como ciencia teórica y práctica

La ética es una ciencia que sirve para ver desde muchos puntos de vista el
comportamiento del hombre y a la sociedad que convive con él para así determinar
su conducta. La psicología es la ciencia más cercana a la ética ya que se e
La ética viene a constituirse como la ciencia práctica que orienta la actividad humana
con normas o reglas o conducta que forman en mundo moral; aunque la ética no
propone dirigir la vida humana, solo trata de explicar la moral, no intenta decir a cada
cual que hay que hacer en su vida. Carga de estudiar los problemas internos del sujeto
como la moral, los problemas mentales, los vicios, el carácter del sujeto, por
consecuencia de estos problemas el sujeto infringe los actos morales ya que se
convierten en conflictos internos del sujeto.

La ética a su vez expone y fundamenta científicamente principios de comportamiento


universales. No deja de ser relevante para Santo Tomás de Aquino, quien considera
que: “La ética es una ciencia práctica, porque no se detiene en la contemplación de
la verdad, sino que se aplica ese saber a las acciones humanas”.
Son los actos humanos formalmente considerados los que constituyen el objeto
material de la ética; es decir, aquellos actos de los que el hombre es dueño y
responsable y por tanto, pueden ser ordenados por el propio hombre a su debido fin;
es este aspecto lo que constituye el objeto formal de la ética. Por ello la ética ha sido
calificada como una ciencia teórico-práctica, ciencia que estudia los actos humanos
en tanto que sean de libre albedrío.
Base antropológica de la ética

La visión del hombre desde la modernidad es un hombre regido por comportamientos


éticos y morales y no por entidades como la iglesia y el estado. El hombre se rige por
su propia razón, no por la iglesia ni por otras ideas. El hombre moderno es un hombre
que cree más en sí mismo que en otras cosas, este no es el caso para la mayoría
pues hay quienes creen en paradigmas o filosofías distintas eso es un mecanismo de
instinto de preservación. Pues no olvidemos que uno de lo miedos del hombre es
morir y muchos creen que siguiendo ciertas reglas de otras índoles les salvará. Pero
en el caso del hombre moderno el cree en sí mismo porque sabe que de él depende
su vida mas no de los demás. En mi opinión creo que en algunas cosas nos agravado
problemas, el hombre moderno, pues esto ha hecho que las personas se vuelven más
egoístas e individuales, pues no han sabido manejar la modernidad. En parte esto me
parece sano porque nos ayuda al conocimiento, pues el hombre ya no se ve
restringido ni por la iglesia ni por otras élites o formas de pensar, en ciertos casos
puede ocurrir pero no constantemente. La libertad ayuda al progreso pues hay
muchas formas de pensar y el hombre es libre para optar por la que quiere.
Los escritos de los posmodernistas revelan un cuestionamiento general a la
modernidad. Niegan el valor de la Ilustración, el sentido del progreso, las ciencias y
las tecnologías. Lanzan frases como que el progreso no existe, las ciencias son una
forma de lenguaje, el hombre ha muerto, la Guerra del Golfo no tuvo lugar, la razón
no sirve para nada, todo es relativo, la moral y la verdad no existen, el error es igual
a la verdad, el crepúsculo ha llegado tanto para la moral como para la verdad y las
ciencias, el significado de las cosas se disloca, se fragmenta o queda a la deriva y las
palabras van perdiendo su sentido. No vale la pena comprender el mundo ni los
hechos; la ciencia es incapaz de hacerlo porque ha dejado de ser exacta y la
incertidumbre gobierna sobre todas sus aseveraciones que así llegan a ser
enunciados sin significados. Se alerta sobre el peligro del consumismo y el mercado
de masas. Nietzsche, Heidegger y Freud se convierten, erróneamente interpretados,
en los nuevos apóstoles de la posmodernidad
La incredulidad es el motor del postmodernismo, que cuestiona todas las presuntas
verdades, y tal es su verdadero objetivo. Los posmodernistas exclaman que los
científicos deben abandonar para siempre la presuntuosidad de que las ciencias
producen resultados ciertos. Alegan que deben acostumbrarse a actuar con total
humildad, ya que sólo pueden emitir opiniones más o menos aproximadas de una
pretendida realidad que no pueden definir con afirmaciones perspicuas y distintas.
Muchos científicos, como Stephen Jay Gould, Ilya Prigogine, Albert Einstein, Richard
Dawkins, Stephen Hawking, James Watson, Erwin Schrödinger, Peter Medawa,
Jacques Monod, Niles Eldrege y Arthur Eddington han comenzado a ocupar los
lugares que antes detentaban los intelectuales clásicos. Escriben sus libros sobre
temas complejos empleando un lenguaje claro, didáctico y accesible a la mayor parte
de sus lectores; todo lo contrario a la forma críptica y oscura con la que están
escribiendo los posmodernistas, quienes desprecian la ciencia, la matemática y las
tecnologías.

La ética en la actualidad

La ética en la actualidad se considera como un compendio de todas las reglas morales


y creencias que debe poseer en su conocimiento una persona para su correcto
desarrollo social.
La ética en si se considera de la misma manera como hace tiempo atrás, lo que se
diferencia son los cambios y concepciones que las sociedades han dado a este
concepto.
En la actualidad la ética se fundamenta en conceptos deontológicos que desarrollan
ideas sobre la utilidad de un acto moral, es decir si esta acción puede considerarse
como una actividad desarrollada para el bien personal o para el bien social.
Este modelo de ética personalista que se ha planteado en la actualidad nos conlleva
al racionamiento de que una persona primero necesita analizar sus acciones para
antes juzgar las que fueron realizadas por los demás individuos
La praxis profesional se ve afectada de manera directa por la utilización de normas
que rijan principios de adaptabilidad, aceptabilidad y convivencia entre los individuos.
Este punto se puede considerar como el ejercicio de labores que una persona maneja
o gestiona en un área de trabajo, dándose así regulaciones del comportamiento tanto
personal como grupal.
En la praxis profesional se pueden tratar varios puntos que determinan que un
profesional en cuestión, puede desarrollar una actividad bajo el amparo de estas
regulaciones de orden moral.
La ética en los ambientes profesionales estimula la calidad del trabajo desarrollado
por lo que en la práctica laboral el empleo de normas que formen un comportamiento
adecuado en el ser humano procurará no solo una ejecución correcta de las labores,
también una estructuración humana que favorezca a la dignidad del hombre.
El trabajo que realice el ser humano siempre debe apuntar a ofrecer un servicio a la
comunidad.
La formación profesional debe fundamentarse con la ética porque el objetivo de
educar en una rama de conocimiento, es que el ser humano además de desarrollar
un discernimiento que forme su vida profesional, debe complementarlo con una
asimilación del contexto que lo rodea de manera crítica y responsable consigo mismo
y con los demás.
Para formar profesionales integrales con bases de servicio a la comunidad la
educación con miras laborales debe contener un alto nivel de compromiso social y
comunitario.
Una buena implementación ética en las mallas de estudio garantiza que el profesional
en formación vaya identificando el progreso que tiene su vida laboral en torno al resto
de colaboradores.
La formación ética deberá basar sus enseñanzas en principios de responsabilidad
social, cooperación y trabajo en equipo.
“Una sociedad que decide organizarse
sin una ética mínima, altruista y
respetuosa de la naturaleza, está
trazando el camino de su propia
autodestrucción”

Leonardo Boff

b. Moral

“Moral” deriva del latín mos, moris. Su significado etimológico era “costumbre”, y
también “norma” o “precepto”. De la fusión de ambos sentidos (“costumbre” y “norma”)
surge la concepción latina de la moral.
La moral, entendida como “buena costumbre” está formada por los diversos modelos
sociales de comportamiento. Estos modelos funcionan como patrones de buena
conducta y sirven para valorar el comportamiento de las personas. Así, “moral” hace
referencia a las “formas de vida”; éstas reflejan las ideas compartidas acerca de los
valores y del sentido de las cosas.

La moral es una combinación de creencias, costumbres, valores y normas que posee


(o no) una persona o su grupo social (como por ejemplo, la familia con la que convive)
que funciona como una guía para actuar y relacionarse.
En otras palabras, la moral diferencia acciones correctas y buenas de las incorrectas
y malas. La moral, por ejemplo, le permite a una persona saber si lo que está haciendo
está bien o no, razón por la cual, podemos afirmar que la moral se ve inmensamente
relacionada con la conciencia humana.
En lo que respecta al acto moral entran en juego muchos valores ya sean éticos,
sociales, culturales, entre otros.

La moral a lo largo del tiempo

Cuando hablamos de moral, es importante saber que se trata de un valor que existe
desde las sociedades primitivas. El momento en que el hombre deja a un lado su
naturaleza instintiva para conformar una sociedad colectiva se trata del inicio de lo
que hoy conocemos como moral pues, dicho valor, necesita que el hombre se
encuentre consciente de la relación con otros pares para que se pueda desenvolver
de acuerdo a normas rígidas en esa sociedad y aceptadas por sus miembros.

1. La moral en el Mundo Antiguo

En el mundo antiguo, con la antagónica división de dos clases de hombres, libres y


esclavos, nació una división de la moral. En este período, la moral dominante de los
hombres libres que buscaban poseer esclavos como si fueran objetos se oponía a la
moral de los mismos, quienes rechazaban los principios y normas de la época
establecidos por sus amos.
Los hombres libres fundamentaban su moral mediante la implementación de diversas
doctrinas éticas de la filosofía de la antigüedad mientras que los esclavos carecían de
justificación teórica alguna.

2. La moral en la sociedad feudal


En la sociedad feudal, la esclavitud se ve disminuida mediante la aparición de los
campesinos siervos. Los campesinos poseían las tierras de sus señores feudales
para trabajarlas, quedándose con una parte de su trabajo y dándole la gran mayoría
de los frutos a su señor.

En esta época, existe un giro en lo que se consideraba como moral hasta el momento,
la moral de la sociedad feudal respondía a sus cualidades económicas, sociales y
espirituales con un contenido religioso notorio ya que, la iglesia se encontraba en la
vida espiritual de la sociedad.
La iglesia planteaba valores y propuestas que eran aceptadas por todos los partícipes
de la comunidad, dando una unidad moral a la misma.

3. La moral en la Edad Moderna

En la Edad Moderna, tras el surgimiento de la burguesía como nueva clase social, se


inició una forma de controlar las relaciones entre los individuos, cambiando la moral.
Las trabas feudales desaparecieron y terminaron con la división económica y política
creando, en consecuencia, un mercado nacional único y un estado centralizado.
Grandes revoluciones liberales a mediados del siglo XIX tenían como ley fundamental
a la ley de producción de plusvalía que buscaba siempre obtener el máximo beneficio
género su propia moral, donde el culto al dinero y la ambición a querer concluir con
una acumulación de beneficios dio como resultado sentimientos de individualismo y
egoísmo colectivo.
En conclusión, la moral es un valor que poseen los seres humanos, diferenciándolos
de los animales ya que, es la moral la que les permite obrar conscientemente,
aceptando sus responsabilidades, teniendo en cuenta que sus actos pueden afectar
el bienestar del otro.

Los sistemas de moralidad.

En distintas épocas y por distintos filósofos has sido expuestas diferentes bases
teóricas de ética. Muchas todavía mantienen cierta vigencia mientras que otras son
muy limitadas.
A continuación presentaremos las ideas básicas de los sistemas de moralidad:
Moral racionalista:

Pone el bien del hombre en un plano superior de la razón: “obrar bien, es obrar
conforme a la razón, superando los motivos de la sensibilidad”. Ni los sentimientos ni
las pasiones deben constituirse en guía de nuestras actividades. Lo característico de
todo hombre debe ser pensar, reflexionar, meditar, etc., antes de actuar.

La moral de Sócrates:

Sócrates figura entre los primeros que trataron de construir una base racional de la
conducta recta. Basó se teoría de la ética en el conocimiento y destacó el papel que
éste juega al proporcionar una guía práctica para la conducta ética del hombre.
El hombre puede llegar a ser virtuoso por medio de la ciencia. Sólo el sabio es
virtuoso. El conocimiento no es sólo un medio para la virtud, es ya la misma virtud
“Predicar moral es cosa fácil,
mucho más fácil que ajustar la
vida a la moral que se predica”

Arthur Schopenhauer

Conciencia

En la vida diaria, hablamos de la "conciencia religiosa", de la "conciencia moral", de


la "conciencia cívica", etc., conforme a la actitud que adoptamos frente a la vida,
religiosa, moral, ciudadana, etc. También hablamos de "conciencia psicológica".

Conciencia Psicológica

Con el fin de aclarar el concepto de la conciencia psicológica nos serviremos de


nuestra experiencia diaria. Observamos, por ejemplo, una puesta de sol. Una serie
de sensaciones, de percepciones, de imágenes, de recuerdos, de afectos nos
invaden. Nos sentimos felices. Todo esto constituye en ese momento nuestra
conciencia psicológica. Podemos, pues, legítimamente, decir que la conciencia
psicológica es un conjunto de experiencias psíquicas inmediatas y actuales que en
un cierto momento aprehendemos de nuestro yo.
Mediante la conciencia psicológica no sólo nos damos cuenta de lo que pasa dentro
de nosotros en un momento dado, sino que también nos damos cuenta de nuestra
propia experiencia. La conciencia psicológica nos permite captar los fenómenos
psicológicos como nuestros; a la vez, dichos fenómenos psicológicos constituyen una
unidad que forma el yo de cada uno de nosotros.

Conciencia moral

Es la capacidad del ser humano para comportarse moralmente, llevando a cabo actos
elegidos de forma libre, reflexionados racionalmente, asumiendo la responsabilidad
de sus consecuencias, etc. es gracias a que el ser humano posee lo que se conoce
como conciencia moral, una capacidad exclusivamente humana que nos hace
capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, etc. Nuestra
conciencia moral es capaz juzgar nuestros propios actos, nos permite saber
íntimamente, si actuamos bien o no, produciendo sentimientos de satisfacción o
remordimientos y es la que nos hace sentirnos responsables de las consecuencias
de nuestras acciones. Parece claro para ciencias como la Psicología que la
conciencia moral existe, ya solo por el hecho de experimentar remordimientos o
satisfacción después de realizar ciertas acciones no es posible dudar de esta
capacidad humana. Ahora bien, en lo que no hay acuerdo es en su origen: o Para
unos pensadores, llamados naturalistas, la conciencia moral forma parte de la propia
naturaleza racional humana, la cual es capaz de reflexionar sobre sus propios actos,
valorarlos y darse a sí misma normas de conducta. Desde este punto de vista,
nacemos ya con ciertas inclinaciones hacia lo bueno o lo malo, etc. o Para otros, los
llamados convencionalistas, la conciencia moral se van formando poco a poco a lo
largo de la vida como resultado de la influencia de la factores sociales como la familia
y la educación o los amigos, políticos, económicos, los medios de comunicación, etc.
Desde esta postura, pues, no nacemos buenos o malos “por naturaleza”, sino que lo
vamos aprendiendo y haciéndolo parte de nuestra personalidad, poco a poco. Este
desarrollo moral, sería común a todos los seres humanos, independientemente de la
sociedad o de la época en que han nacido, es, ante todo, una cualidad
específicamente humana, como lo es la racionalidad o la capacidad de elegir
libremente, cualidades que nos diferencian del resto de animales.

Para determinar la noción de la conciencia moral, acudiremos una vez más a nuestra
propia experiencia.

a) Es un hecho que nadie de nosotros juzga las acciones de un vegetal o de un


animal irracional como acciones morales o inmorales. Sólo un ser humano es
sujeto de actos morales o inmorales. Podemos por tanto, concluir que "la
conciencia moral es una función de la persona humana".

b) La experiencia nos enseña que ciertas personas observan una determinada


conducta moral y que otras se conducen de forma inmoral. En consecuencia
"la conciencia moral no es algo añadido a la persona, sino que es la misma
persona, el sujeto de la conducta moral". "La conciencia moral es una realidad
dinámica que capacita al hombre para captar y vivir los valores morales". Su
desarrollo y perfección dependen del desarrollo y de la perfección de la
personalidad de cada hombre.

Orígenes de la conciencia moral.

Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad,
el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que
hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos
que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos
diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen
consecuencias. La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno
de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos
o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad,
conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por
eso es especialmente importante plantearnos qué es y cómo funciona. La misma
palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente
significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de
conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta
de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de
lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar. (ADELA, 1993)

La consideración del origen de la conciencia moral puede ayudarnos a comprender


mejor su naturaleza y su funcionamiento. Acerca de este tema también se han
desarrollado distintas opiniones a lo largo de la historia. (ADELA, 1993)
En primer lugar, desde la creencia en lo sobrenatural, se ha considerado la conciencia
moral como una expresión de la ley divina. En el ámbito cristiano medieval, por
ejemplo, se consideraba que Dios ha dado la conciencia moral al ser humano para
que pueda reconocer la ley natural, que es el desarrollo de la ley de Dios en este
mundo. No vamos a discutir este tipo de opinión, ya que depende de la creencia previa
en alguna realidad sobrenatural, lo cual queda fuera del ámbito de una discusión
racional. (ADELA, 1993)
Por otra parte, desde posturas naturalistas, se ha defendido a veces que la conciencia
moral es una capacidad innata de tipo racional que nos permite decidir sobre lo bueno
y lo malo. Desde este tipo de posturas también se ha defendido que es innata, pero
no racional, sino una especie de sensibilidad o de capacidad perceptiva para el bien
y el mal. (ADELA, 1993)
Por último, desde distintos enfoques, se ha considerado que la conciencia moral se
adquiere. Según estas teorías, la tomamos del entorno en que nos hemos
desarrollado. Los valores dominantes en los distintos grupos sociales en que nos
movemos afectan a nuestro modo de valorar las cosas y las acciones. A lo largo de
nuestra vida, esta conciencia irá desarrollándose y variando, aunque lo fundamental
de la misma se adquiere en la infancia y la adolescencia. (ADELA, 1993)
La cuestión del origen de la conciencia moral es muy importante, ya que la respuesta
que propongamos a la misma afectará directamente a los contenidos que podemos
considerar adecuados para esta conciencia: a lo que podemos considerar bueno o
malo, a los criterios que usamos para valorar y a las normas que guíen nuestras
acciones. Por eso vamos a profundizar más en ella prestando atención a lo que no
consideramos un origen válido de la conciencia moral (crítica a los determinismos) y
a los factores que influyen en la constitución de la conciencia moral y sus contenidos.
(ADELA, 1993)

Hipótesis sobre el funcionamiento de la conciencia moral.

Al definir la conciencia como un tipo de conocimiento o de percepción estamos


reconociendo que es una realidad compleja. Cuando valoramos una acción realizada
o por realizar, la conciencia moral puede actuar de maneras diferentes: podemos
sentir que lo que hemos hecho o vamos a hacer está bien o mal, sin saber
exactamente por qué; podemos también analizar las consecuencias reales o posibles
de nuestra acción y su conveniencia; podemos recurrir a pensar en normas
previamente aceptadas para enjuiciar la acción... A lo largo de la historia, distintas
corrientes de pensamiento sobre la moral han dado mayor importancia a alguno de
estos modos de actuación de la conciencia moral. (ADELA, 1993)
El intelectualismo moral, por ejemplo, considera la conciencia moral como el
conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo. Se produce en él una identificación
entre el bien y el conocimiento, por una parte, y el mal y la ignorancia por otra. En
consecuencia, según el mismo, sólo obramos mal porque creemos, en nuestra
ignorancia, que ese mal que hacemos es un bien para nosotros. La manera de
conseguir actuar correctamente será, pues, educar a nuestra razón en los principios
de la moral para que no pueda llevarnos a valoraciones incorrectas sobre la bondad
o maldad de las cosas y las acciones. (ADELA, 1993)
El emotivismo, por el contrario, es el planteamiento de la conciencia moral como
sentimiento. Según los emotivistas, por medio de la razón sólo podemos llegar a
comprender lo útil o lo conveniente para determinados fines, pero no si algo es bueno
o malo. La bondad o maldad de actos, palabras, etc. se siente, no se conoce
racionalmente. Los juicios morales, para los emotivistas, no son más que medios para
comunicar esos sentimientos y para intentar convencer a los demás de su validez.
(ADELA, 1993)

El intuicionismo tampoco considera que la razón sirva para determinar la maldad o la


bondad de las acciones y las cosas: la conciencia moral, según los intuicionistas,
percibe directamente lo bueno y lo malo. Puesto que el bien no es una cualidad natural
-como el color-, no puede percibirse por medio de los sentidos físicos. Esto hace que
los intuicionistas vean la conciencia moral como un sentido moral -intuición moral- que
percibe directamente la bondad o maldad de las cosas y las acciones, sin intervención
de los sentidos físicos ni del razonamiento.

El intuicionismo y el emotivismo niegan que la razón sea el componente fundamental


de la conciencia moral, aunque desde posturas muy diferentes. El intuicionismo
considera que el bien y el mal están en las cosas y las acciones, son cualidades reales
que percibimos. El emotivismo, por el contrario, sostiene que son sentimientos que
provocan esas acciones y cosas en nosotros; sentimientos que pueden variar de una
persona a otra y son objeto de discusión. (ADELA, 1993)
Los prescriptivistas, en cambio, consideran que la moral se basa en el carácter
prescriptivo (imperativo) de sus juicios. La conciencia moral, según estos autores,
asiente o rechaza los mandatos que presentan los juicios morales. La manera de
demostrar el asentimiento a lo que dice una norma es cumplirla, la de demostrar el
rechazo, no cumplirla. (ADELA, 1993)
Todas estas teorías destacan aspectos parciales de la realidad total que es la
conciencia moral. Ésta se compone tanto de razonamientos y juicios como de
sentimientos, intuiciones o mandatos. (ADELA, 1993)
Discute con tu grupo de trabajo en qué os basáis para valorar moralmente las
acciones o conductas de las personas que os rodean (sentimientos, adecuación a
las normas, etc).

La ética es considerada como una ciencia porque se define como el estudio del
comportamiento del ser humano, es decir se forma mediante la interacción de la
persona con su medio y con los demás, formándose así un conocimiento de este tipo
de relaciones.
La ética es una ciencia normativa, puesto que tiene como función primordial el análisis
de las situaciones formales en las cuales se desarrolla un individuo a nivel social y
personal.
Se considera también como ciencia porque sigue un método científico basado en la
resolución de situaciones sociales, mediante la información provista por los
fundamentos de buen comportamiento desarrollados dentro de una agrupación para
regirla.
Con la aplicación de este método científico descubriremos conclusiones y
procedimiento para corregir o formar un accionar que represente a un ser que puede
convivir con otros individuos.

Elementos constitutivos de la conciencia moral

a) Elementos racionales que concurren a la formación de los juicios

Los juicios son formulados antes y después del acto moral. Los juicios previos al acto
moral establecen losc principios. Por ejemplo: Hay que hacer el bien y evitar el mal.
En otras palabras, se juzga que, si tal acto es bueno, debe ser realizado; si es malo,
debe ser evitado.
Los juicios después del acto. Una vez realizado el acto, la conciencia lo acepta si fue
bueno y lo rechaza en el caso de que haya sido malo. La conciencia juzga también si
el acto fue digno de recompensa o de castigo. Si fue malo se pronuncia sobre la
obligación de reparar los males causados.

a. Los sentimientos morales antes del acto.

El hombre naturalmente tiene la tendencia de hacer el bien y evitar el mal.


Experimenta, a la vez, respeto al deber, y por ende, aprecia la conducta buena y
menosprecia la conducta mala.
Los sentimientos morales después del acto. El deber cumplido produce en el hombre
alegría. Al no cumplir con su deber, el hombre suele llenarse de tristeza y, a veces,
de vergüenza o remordimiento por el mal causado.

b. Los elementos activos.

Son actos de la voluntad. Una vez que la inteligencia ha concebido el objetivo, la


voluntad elige los medios necesarios para alcanzarlo y, finalmente, busca su
ejecución.
Diferencia entre la conciencia moral y la psicológica

Unidad y distinción a la vez.

Unidad:
En el hombre hay cierta unidad entre la conciencia psicológica y la conciencia moral.
En efecto, la conciencia moral presupone la conciencia psicológica y, a su vez, la
conciencia moral complementa y enriquece la conciencia psicológica.

Diferencia:
La diferencia entre la conciencia psicológica y la conciencia moral proviene de los
distintos objetos a los que se dirige cada una de ellas. La conciencia psicológica
atestigua la existencia de los diferentes elementos que entran en la estructura del yo,
mientras la conciencia moral tiene la función de valorar los actos del yo y, con ello la
de trazar "un proyecto de vida" del yo.

La conciencia moral interior de la moralidad


Partamos de un hecho. Dos personas contemplan la misma acción moral. Por
ejemplo: alguien se arroja a un río tormentoso para salvar la vida de otra persona que
se está ahogando. Una de ellas capta la majestad del valor, objetivo que en este caso
es "arriesgar la propia vida por el prójimo". Otra persona puede juzgar que es una
idiotez exponerse al gran peligro de perder la vida para salvar la vida de otro.
La conciencia moral de ambas personas implica dos elementos:

 Primero: la capacidad de valorar el acto de sacrificio. Esta capacidad recibe


el nombre de "norma interior de la conciencia".
 Segundo: la capacidad de aprehender el valor objetivo de la acción. En
nuestro ejemplo:" Dar la vida por el prójimo".
En el primer caso de nuestro ejemplo, hay adecuación entre "la norma interior de la
conciencia" y el "valor objetivo". En el segundo caso, la "norma interior de la
conciencia" no está de acuerdo con el "valor objetivo". ¿A qué se debe esta
diferencia? En el primer caso la norma de la conciencia interior está bien formada y
es capaz de captar el valor objetivo En el segundo caso, el egoísmo deformó la
conciencia moral, lo cual impide captar el "valor objetivo". De lo dicho fluye
lógicamente que la conciencia moral debe ser formada para captar los valores
objetivos y de esta manera proceder correctamente. Dicha necesidad es tan antigua
como el hombre. Sin embargo en los tiempos actuales, dicha necesidad se acentúa
poderosamente. Asoma la pregunta ¿Por qué? Hoy más que nunca se pone en duda
los auténticos valores y muchas veces se los desvirtúa. Ejemplo: bajo la apariencia
de ayudar a los pobres se siembra el odio y se propaga la "lucha de clases".
· Los valores absolutos se relativizan sustituyendo a Dios.
· La verdad es reemplazada por la mentira para conseguir determinados fines.

Frente a este drama del hombre contemporáneo, el Papa Juan Pablo II recuerda en
su discurso a los jóvenes en Varsovia:"Al hombre hay que medirlo con la medida de
su conciencia".
Conforme a la actitud frente al orden moral objetivo, la conciencia moral puede ser:
 Verdadera: Cuando las valoraciones de la conciencia están de acuerdo a
normas objetivas: Ej.: la conciencia alaba la virtud y condena el vicio.
 Falsa: Cuando las valoraciones no están de acuerdo a normas éticas de la
conducta. Ej.: ridiculizar la virtud y alabar el vicio.
 Segura: Cuando el hombre no tiene duda alguna acerca de la legitimidad o
ilegitimidad de una acción dada. Ej.: el deber del hijo es honrar a sus padres.
 Dudosa: Cuando las valoraciones son inseguras y cambiantes por motivos
pasajeros

El deber moral

El deber moral son los deberes u obligaciones, que poseen cada uno de los seres
humanos, y por ende podemos decir que lo moral puede definirse como aquello que
nos es imperativo hacer por demanda de nuestra propia conciencia, que en caso de
no cumplirlo, nos sanciona con el remordimiento.
El deber moral está profundamente emparentado con la ética, que estudia las
acciones clasificándolas en buenas o malas. Lo que se debe hacer es lo bueno, pero
lo que no es tan fácil de descubrir en algunos casos es qué es aquello que llamamos
“bueno”. Esto dependerá de nuestra propia concepción del mundo y de la influencia
que en la formación de nuestras percepciones valorativas hayan tenido la familia, la
religión, los padres o los grupos de amigos.
Muchas veces los deberes morales coinciden con los religiosos y los jurídicos: por
ejemplo no matar es un deber moral, pues si lo hago me condena mi conciencia; pero
a la vez es un mandamiento divino, que si no lo cumplo me conduce al infierno según
la tradición judeo-cristiana, y es también un deber jurídico , pues si mato voy a la
cárcel, tal como lo contempla la ley penal. Hay otros deberes que son morales pero
no están contemplados por las normas jurídicas para castigarlos, como dar limosna a
un necesitado.
En filosofía el deber moral ha sido motivo de largos debates. Para Stuart Mill que
responde a la concepción utilitarista, se debe hacer lo que conduzca a un resultado
útil sin importar los motivos que llevaron a hacerlo. Ejemplo, se debe salvar la vida de
alguien, sin importar si se lo hace por amor, caridad o por una recompensa. Kant sin
embargo dice que lo que sé hacer es cumplir con la ley moral, que nos dice que
nuestro deber es hacer lo que es bueno en cualquier tiempo y en cualquier lugar, algo
que es deseable que todos hagan.
El deber moral es un constructo social que pasa a cada individuo de generación en
generación. De pequeños aprendemos que ante determinadas circunstancias
tenemos la obligación de decidir determinado curso de acción, de modo tal que si no
lo hacemos nos pesará en la conciencia. Esta carga moral de la conciencia ha sido
adquirida durante el proceso de inculturación por el que todos pasamos en tanto que
seres sociales. La mayoría de los códigos morales tradicionales, conllevan un castigo
para aquellos agentes que no cumplen con su deber moral. Por ejemplo, según la
moral cristiana, no cumplir nuestro deber como cristianos conlleva pecar lo cual está
penado con el castigo. Este, el castigo, puede llegar a ser eterno.
En otros casos, el incumplimiento del deber moral puede llevar a un castigo real. Es
decir, la persona que no cumple con su deber moral puede recibir un castigo que
puede o no estar institucionalizada. Así, en algunos grupos él no cumplir con el deber
moral puede ser causa de expulsión del grupo o conllevar una condena al ostracismo
para la persona incumplidora, según el caso en cuestión.

Dimensiones del deber moral

Una dimensión se define como una magnitud que ayuda a considerar en el espacio
para determinar el tamaño de las cosas.
Es un aspecto o una faceta de algo. El concepto tiene diversos usos de acuerdo al
contexto. Puede tratarse de una característica, una circunstancia o una fase de una
cosa o de un asunto. (Definición de, s.f.)
Una de las dimensiones en las que se representa es la solidaridad, está a su vez tiene
otra dimensión baja de carácter ético-individual, que se refiere a las percepciones
individuales, por otro lado tiene una dimensión más que es de carácter ético –social,
que remite a los planos comunitario y político. (Villar & García, 2004)
El deber se define como una obligación que se debe cumplir de manera responsable,
es la facultad de todo ser humano para llegar a un objetivo.
El deber moral es toda obligación que se construye a lo largo de la vida de todo ser
humano, desde pequeño se enseña a los niños cuáles son sus responsabilidad y
cuales son acreditaciones y recompensas por un buen trabajo, se instruye con ello a
forjar una actitud de compromiso en todo ser humano. El deber moral se fundamenta
en la ley moral y en el conjunto de valores que dicha norma prescribe realizar.
Las dimensiones que en este tema se han establecido son los siguientes:

i) Dimensión social: la sociedad se dirige por leyes de carácter moral que


deben ser cumplidas, en todos los estados se cuenta con leyes que buscan
la regulación de relaciones entre sus individuos. Según el carácter moral
que esta tiene, se identifica con el cumplimiento de estas normas, como
una buena acción de la sociedad.
La moral es un hecho social porque tiene un lenguaje específico. Este
puede utilizar un lenguaje prescriptivo, que a su vez se divide en imperativo,
normativo y valorativo, todos estos buscan manejarse de manera
específica, direccionados al cumplimiento de desarrollo social.
ii) Dimensión individual o personal: los códigos morales carecen de valor
si las personas no aceptan y no las practican, se adopta la libertad para
aceptar una norma que dice lo que se debe hacer, y le corresponde al ser
humano cumplirla o no, de manera general deben ser aplicadas. (Garcerán,
2010)

El juicio moral

Juicio moral es un acto mental que permite diferenciar entre lo correcto o incorrecto.
Es una valoración que la persona realiza frente a una acción juzgando si es buena o
mala.
El juicio es la facultad de entendimiento que permite discernir y juzgar mientras que
la moral es relativa a las conductas de las personas desde el punto de vista de la
bondad o maldad, es por ello que el juicio moral es la aptitud de cada persona para
afirmar o negar el valor moral de una situación determinada.
En principio es en el hogar en donde enseñan cuales son los valores morales, luego
las instituciones educativas y por último el medio ambiente que nos rodea. Asimismo,
el juicio moral se va formando en base a las experiencias vividas de cada persona
que van evaluando lo que es correcto dentro de una sociedad, por medio del juicio
moral se establece si una acción carece de principios éticos o contraría a los mismos.

El juicio moral está comprendido por 3 elementos; el objeto está referido por la
conducta elegida por el sujeto, las circunstancias es el grupo de condiciones que
acompañan el acto y la intención es aquello por el cual el hombre realiza una
determinada acción.
La moral como ya fue alusivo es el conjunto de valores, creencias, principios, normas
de una sociedad o personas y en contraposición a lo referido se observa el término
de inmoral que es todo aquello que contradice a la moral y a las buenas costumbres.
En referencia a lo anterior se debe destacar que en muchas ocasiones lo que es moral
para una persona puede ser un acto inmoral para otro sujeto, por ejemplo una
adolescente de 16 años que aborte debido a que para ella su futuro se ve
comprometido, para una persona ese acto puede ser inmoral ya que va en contra de
los principios de la religión católica y a su vez está matando a una vida pero para otros
pueden ser un acto moral ya que la persona tiene derecho de elegir cómo va enfrentar
su vida.

La moral en filosofía intenta formular una teoría del comportamiento humano y


analizar las razones que se tienen al actuar, es decir, la moral busca elaborar un
sistema comprensivo de principios que guíe las acciones del hombre, de lo bueno y
lo malo, lo justo y lo injusto, de lo correcto o incorrecto. La moral filosófica la posee
aquel que actúe acorde a unos principios filosóficos y no el que hable de una forma y
actúa de otra.

Juicio moral y juicio ético

El juicio moral es lo que permite al ser humano determinar lo que es bueno y malo,
justo e injusto, correcto e incorrecto de una situación o conducta determinada. Es la
capacidad que permite estimar o evaluar sobre las acciones o relaciones humanas en
referencia a un valor moral. de manera que se determina en presencia o ausencia de
ética en un hecho o actitud.

En cambio, el juicio ético estudia las normas y valores morales impuestos por una
sociedad e investiga las razones que justifica un sistema moral y como se ha de
aplicar en el individuo y a nivel social.

Intelectualismo moral

El intelectualismo moral afirma que la condición necesaria y suficiente para la


conducta moral es el conocimiento. Por ejemplo, Sócrates defendía que para ser
moralmente bueno el hombre es necesario y suficiente con conocer la bondad. Esta
teoría parece contraria a las idea comunes, ya que la mayoría de los hombres parecen
admitir que las personas pueden ser malas pese a saber lo que se debe hacer lo o lo
que es lo bueno. El emotivismo moral se acerca más a la concepción corriente o del
sentido común, al destacar la importancia de los sentimientos y las emociones en la
vida moral. (Moreno, 2003)
Para Sócrates, la utilidad del conocimiento se traduce en la posibilidad de invalidar el
indiferentismo moral de los sofistas. El saber es paso previo necesario para una
conducta moral adecuada. El conocimiento de la verdad lleva a la acción virtuosa. El
mal solo es consecuencia del desconocimiento puesto la voluntad se adhiere de
manera necesaria al bien una vez conocida. (Tarrío, 2009)
Esta identificación entre el plano del saber y el plano de la virtud es lo que se conoce
con el nombre de intelectualismo moral. Nadie hace el mal a sabiendas. Por eso, al
que se equivoca no hay que castigarlo sino construirlo. (Tarrío, 2009)
El intelectualismo moral socrático es una propuesta ética. El hombre busca la felicidad
y esta busca subyace en la intención de su actuar. Este actuar tiene que ser virtuoso.
El saber, la virtud y la felicidad se convierten en la misma cosa. (Tarrío, 2009)
Sócrates llevó a su vida sus enseñanzas siendo un ejemplo atrayente para muchos
jóvenes de su época. Vivió una vida modesta, alejada de lujos y prescindiendo de
cobrar honorarios por sus enseñanzas, como hacían los sofistas. (Tarrío, 2009)

La valoración moral

El valor moral participa de la naturaleza y características del valor en general, pero


tiene un carácter específico dentro de esa naturaleza. Su especificidad proviene de la
materia en que se sustenta.
La doctrina clásica aristotélico-tomista de la moral concibe a ésta como el estudio y
normativa de la acción humana. Según Aristóteles, en la acción humana se dan tres
órdenes o niveles: a) teórico: el pensamiento; b) proyectivo (fáctico o del hacer), que
es el orden a la producción de objetos externos al hombre y que puede ser un hacer
artístico o técnico; c) moral (obrar) en que la acción u operación queda dentro del que
actúa.
El valor moral pertenece al nivel práctico de la acción humana, al obrar. No es ni
teórico, ni proyectivo. El valor moral hace referencia a la acción humana no en cuanto
produce obras externas, sino en cuanto que es actividad producida por el hombre.

Características del valor moral


El valor moral tiene una especial relación con el sujeto que actúa, en cuanto que lo
hace con intencionalidad, con libertad y como consecuencia de un compromiso
interno.
En el valor moral hay que distinguir un aspecto objetivo: la acción moral concreta,
exteriorizada; y otro subjetivo: la buena o mala voluntad.
Según esto, lo específico del valor moral está en el compromiso intencional del sujeto.
Lo más propio de los valores morales es su estrecha relación con la subjetividad
humana, con todo lo que incluye de libertad, de intencionalidad, de responsabilidad.
Los valores morales tienen una importancia primordial en la vida humana. Se justifican
por sí mismos. Es decir, no son valores que sirven para otra cosa, como ocurre con
aquellas perfecciones del hombre que tienen carácter instrumental, como, por
ejemplo, la ciencia, la cultura, etc., que pueden servir para triunfar en la vida.
Esto no quiere decir que los demás valores no tengan importancia para el hombre,
pues, aunque efectivamente los valores más altos sean los religiosos, porque
responden al destino último del hombre, los valores morales sirven como de puente
entre los religiosos y los demás y aumentan el valor de ellos. Por ejemplo, ser un buen
profesional muy competente y cumplir perfectamente con el deber, es un conjunto de
valores o respuestas a valores, que perfeccionan al hombre. Si ese buen profesional
tiene además sentido ético, aumentará el valor de esas actuaciones, aunque sólo se
enjuicien en cuanto a su buena realización. Así, el médico prestigioso que se niega a
colaborar en un aborto, enriquece su profesión médica (pues los médicos están para
curar y no para matar). Y si, además, ofrece a Dios su trabajo, como reconocimiento
de la superioridad de Dios, eleva todavía más el valor de esas acciones.
El valor moral está presente en todos los demás valores, sin privarlos de su autonomía
y sus peculiaridades, porque el hombre es ético (moral) por naturaleza y no puede
renunciar a tener un comportamiento bueno o malo.
Por ser un valor eminentemente humano, condiciona a la persona en todas sus
realizaciones. Se es hombre en la medida en que se cultivan los valores morales, que
son la razón de ser del hombre. Son, por tanto, los valores más personalizadores.
Son constantes en la vida del hombre, no se acaban, no dependen de coyunturas, no
se gastan. Realizan un ideal universalmente válido. Esto no significa que ese ideal no
esté condicionado a la situación personal del sujeto. Así, por ejemplo, la monogamia
es un valor moral de ley natural y, por tanto, universal, pero, sin embargo, en algunas
épocas y lugares las costumbres polígamas han oscurecido este valor para los
hombres de determinadas épocas y culturas.

Constitutivo intrínseco del valor moral

Es muy importante establecer bien el principio de toda moral, ya que las


consecuencias de este principio tendrán influencia en la vida de los hombres que lo
sigan, pues según sea este principio, los modos de actuar, la conducta, será muy
diferente.
Un ligero estudio de los principales sistemas de valoraciones morales servirá de
importante ayuda sobre la importancia del constitutivo intrínseco del valor moral.

Historia de los principales sistemas de valoración moral

A lo largo de la historia ha habido una serie de sistemas morales, que podemos


reagrupar, resumiendo, teniendo en cuenta el principio que valoran sobre los demás:
 Utilitarismo. Es el más elemental. El fin de la vida es que el hombre sea
feliz. Pero la felicidad le viene dada al hombre por lo que le es útil. Tanto en
el utilitarismo antiguo como en el moderno destaca su individualismo,
incapaz de superar el egoísmo, pues incluso cuando ayuda a los demás, lo
hace por la utilidad que a él le reporta. Variantes suyas son el hedonismo o
moral del placer, que busca la satisfacción presente prescindiendo del
futuro mejor; y el eudemonismo, que busca la felicidad en el futuro.
En la Antigüedad destaca Epicuro, que afirma que todo placer viene del
cuerpo y que la meta a conseguir es buscar un equilibrio moderado en los
placeres hasta llegar a una ataraxia o indiferencia a la que nada perturbe.
En los siglos XVI al XVIII renace con el empirismo inglés. Un autor muy
importante es Bentham, para quien el problema moral reside en calcular
bien el interés, para lo cual basta con adaptarse al medio social. Una
expresión de Benjamín Franklin muestra esta actitud:

o Altruismo.
En este sistema destaca el amor al hombre, pero prescindiendo del amor a
Dios. La base moral es la simpatía. Los actos serán moralmente buenos en
la medida en que sean desinteresados. Esta moral no es individualista sino
social y humanitaria. Su optimismo se basa en la bondad de la naturaleza
humana. El problema reside en que, al prescindir de Dios, difícilmente
consiguen los ideales que se proponen.

 Escepticismo y cinismo.
Son negadores de toda moral como una reacción de cansancio ante la
variedad de sistemas morales y ante la experiencia negativa de la malicia
de muchos de ellos. Destaca en ambas actitudes su antiintelectualismo,
pues afirman ser imposible conocer y vivir el bien.
En la Antigüedad destacan Antístenes y Diágenes. Rechazan el lujo, la
materia, la política; valoran el esfuerzo por el esfuerzo y la indiferencia ante
todo lo que los demás valoran. Modernamente militarían en estas banderas
todos aquellos que renuncian a la lucha por el bien, "Yo soy así y hay que
tomarme como soy", de ese modo justifican cualquier conducta humana.

 Sociologismo.
Para este sistema, la moral se basará en las costumbres; la moral es, pues,
el arte de estar bien, no de ser bueno (Lévy-Bruhl), o bien, será bueno lo
que hace la mayoría, pues la moral sería un producto del medio social
(Durkheim). Esta mentalidad está muy extendida en la actualidad.

 Vitalismo.
En este sistema, el fin del hombre no es el placer o la utilidad, sino la vida.
Algunos autores vitalistas son llevados por sus ideas a un sensualismo
(Diderot), en que lo fundamental es vivir con intensidad y dejar suelta la
espontaneidad, lo que resulta muy similar a dejar sueltos los instintos. En
Nietzsche llega a su punto álgido con la negación del bien y del mal.
Nietzsche niega las reglas, la razón, etc., para poner como supremo valor
la voluntad del superhombre.
 El deber por el deber.
Kant intentó hacer una moral partiendo del racionalismo. Para ello no parte
de la noción de bien sino de la de deber, puesto que no existe moral sin
obligación. Un acto será moral cuando se haga por deber. Para Kant, el
placer disminuye la virtud, pues lo importante en la virtud es el esfuerzo con
que se realiza el acto virtuoso, más que el que ese acto sea bueno en sí.
Surge así una moral subjetiva y, al mismo tiempo, muy rígida y asfixiante.

 Materialismo marxista.
Niega la existencia de cualquier moral puesto que niega la libertad humana,
el bien y cualquier valor que no sea material. ¿Qué criterios usa entonces
para actuar? Los que dicta la dialéctica materialista e histórica que se
manifiesta en la praxis. Será correcta la actuación que vaya en la línea de
la lucha de clases, aunque sea cambiante y defienda unas veces una
acción (decir la verdad, defender la democracia, etc.) y otras su contraria
(mentir, defender la dictadura, etc.). Es, por así decir, un maquiavelismo
(defensa de las tácticas más astutas como razón de Estado para defender
el alcanzar el triunfo) pero llevado a su forma extrema. Curiosamente, junto
a la negación de la libertad impulsa a actuar muy activamente para alcanzar
el pretendido desarrollo de la dialéctica.

 Amoralismo de Sartre.

En este autor se reflejan con claridad las consecuencias del ateísmo en la


moral. Afirma que el hombre es una nada con ansias de llegar a ser. No
hoy bien infinito, pero tampoco un bien finito. El deseo de perfeccionarse es
absurdo. El único criterio para obrar es hacerlo con libertad. Es la libertad
erigiéndose a sí misma la que determina el valor. No cabe fidelidad, ni
compromiso, ni amor, ni leyes, ni normas. De hecho, justifica el amoralismo
más extremo.

 Resumen de los sistemas morales que prescinden de Dios.


En el breve esquema anterior se puede ver un desarrollo que puede
sintetizarse así: Primero se prescinde de Dios para construir la moral
(aunque se acepte su existencia por algunos de los autores), así surgen
morales altruistas, sobre todo en los ambientes dominados por el
cristianismo. El paso siguiente es prescindir de los demás poniendo la meta
en el utilitarismo. Después se origina un escepticismo o cinismo que
desconfía de alcanzar un ideal ético o lo niega sin más. Por último, se llega
a un amoralismo teórico y práctico. Es un proceso de decadencia originado
por la pérdida de los principios morales y de la noción de bien, que sólo
puede sustentarse en Dios. De todo ello fácilmente se deduce la
importancia de esclarecer bien el principio de moral para así elaborar una
moral coherente con la naturaleza humana.
El valor moral tiene una especial relación con el sujeto que actúa, en cuanto
que lo hace con intencionalidad, con libertad y como consecuencia de un
compromiso interno.
En el valor moral hay que distinguir un aspecto objetivo: la acción moral
concreta, exteriorizada; y otro subjetivo: la buena o mala voluntad.
Según esto, lo específico del valor moral está en el compromiso intencional
del sujeto. Lo más propio de los valores morales es su estrecha relación
con la subjetividad humana, con todo lo que incluye de libertad, de
intencionalidad, de responsabilidad.
Los valores morales tienen una importancia primordial en la vida humana.
Se justifican por sí mismos. Es decir, no son valores que sirven para otra
cosa, como ocurre con aquellas perfecciones del hombre que tienen
carácter instrumental, como, por ejemplo, la ciencia, la cultura, etc., que
pueden servir para triunfar en la vida.
Esto no quiere decir que los demás valores no tengan importancia para el
hombre, pues, aunque efectivamente los valores más altos sean los
religiosos, porque responden al destino último del hombre, los valores
morales sirven como de puente entre los religiosos y los demás y aumentan
el valor de ellos. Por ejemplo, ser un buen profesional muy competente y
cumplir perfectamente con el deber, es un conjunto de valores o respuestas
a valores, que perfeccionan al hombre. Si ese buen profesional tiene
además sentido ético, aumentará el valor de esas actuaciones, aunque sólo
se enjuicien en cuanto a su buena realización. Así, el médico prestigioso
que se niega a colaborar en un aborto, enriquece su profesión médica (pues
los médicos están para curar y no para matar). Y si, además, ofrece a Dios
su trabajo, como reconocimiento de la superioridad de Dios, eleva todavía
más el valor de esas acciones.
El valor moral está presente en todos los demás valores, sin privarles de su
autonomía y sus peculiaridades, porque el hombre es ético (moral) por
naturaleza y no puede renunciar a tener un comportamiento bueno o malo.
Por ser un valor eminentemente humano, condiciona a la persona en todas
sus realizaciones. Se es hombre en la medida en que se cultivan los valores
morales, que son la razón de ser del hombre. Son, por tanto, los valores
más personalizadores.
Ya en el ámbito social, la persona valiosa buscará ir más allá de la "
libertad", "la comodidad o bienestar", se traducirán estos valores en
solidaridad, honestidad, libertad de otros, paz, etc.
"Si los pícaros supieran las ventajas de
la virtud, se volverían gente honrada
por picardía".
ÉTICA Y MORAL

Si unimos los significados etimológicos de las palabras “ética” y “moral”, podemos


decir que la moral se refiere tanto a las acciones como a los productos humanos
susceptibles de ser valorados como “buenos” o “malos. Y que la ética es una reflexión
filosófica sobre nuestro comportamiento moral (sobre las costumbres, normas,
responsabilidad, valores, obligación) orientada a buscar soluciones a los problemas
que tiene una persona consigo misma (resolución de conflictos intersubjetivos) y a los
que genera la convivencia con otras personas (resolución de conflictos
intersubjetivos). Así pues, la ética es la reflexión filosófica sobre la moral. Dicho de
otro modo, el objeto de estudio de la ética es la moral.

Relación entre ética y moral

Se puede decir que la ética y la moral serían un complemento uno del otro, porque la
moral depende de la ética que tu tengas o que hayas aprendido de tus padres o ti
mismo,
Esa misma la demuestras en la sociedad como moral.
También la ética que te formes no solo depende mucho de tus familiares, también
puede depender de la sociedad y con esto te podrías formar una ética tú solo.
También se relacionan una a otra en la manera social, por ejemplo: A alguien en su
casa le inculcaron desde pequeños que no debía robar ni mentir, ni hacer cosas por
el estilo, entonces el niño sabrá lo que debe de hacer. Pero si después solo se va
relacionando con personas mentirosas y ladronas, se irá volviendo cada vez más
como ellos aunque le hayan enseñado otra cosa.
La palabra moral designa el hecho real que encontramos en todas las sociedades, a
saber, un conjunto de normas que se transmiten de generación en generación, que
evolucionan a lo largo del tiempo, que ofrecen diferencias con respecto a las normas
de otras sociedades
La palabra ética designa el hecho real que se da en la mentalidad de algunas
personas, a saber, un conjunto de normas, principios y razones que un sujeto ha
analizado y establecido como línea directriz de su propia conducta.
Pero la relación entre las dos es: En los dos casos se trata de normas, prescripciones,
debe ser. La moral es un conjunto de normas que la sociedad se encarga de transmitir
de generación en generación. La ética es un conjunto de normas que un sujeto ha
esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.
De esto se puede deducir el carácter fundamental de la moral: la imposición. La norma
moral obliga un comportamiento al individuo, cuya desobediencia implica una
desvalorización moral, y su obediencia un enriquecimiento.
De otro lado, la ética pretende dar explicación de las normas morales.

LOS VALORES

Cada día que pasa es una lección que vamos aprendiendo y de ella sacamos cosas
buenas que nos servirán en un futuro practicar cada valor ceñirá nuestro camino y
forma de pensar sobre nuestros objetivos presentes y futuros, un valor no se dice sino
por el contrario se lo practica en cada momento, cada lugar y en cada situación en la
que nos hallemos.
Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y
lo que representan, y no por lo que se opine de ellos. Cada ser humano tiene
diferentes criterios de la vida, cada uno de nosotros somos los responsables de
nuestros actos que pueden ser buenos o malos.
Si practicamos cada uno de estos valores nos ayudarán a ser más sociales con los
que nos rodean, daremos a conocer una buena imagen de nuestra personalidad y
que las personas deben confiar en nosotros, nuestros pensamientos van de la mano
de los valores un ejemplo claro es cuando tenemos la obligación de entregar un deber
en ese momento practicamos el valor de la responsabilidad y cumplimiento.
Nosotros no nos damos cuenta cuando practicamos nuestros valores porque nosotros
vivimos cada día pensando en muchas cosas y no nos damos cuenta que nosotros
cada día debemos mejorar como personas y seguir fortaleciendo nuestros valores
para que en un presente y un futuro tengamos éxito en lo que realizamos a diario.

La libertad: La libertad parece ser el bien más preciado que posee el hombre.
Libertad de conciencia, para alcanzar una vida coherente y equilibrada desde el
interior, libertad de expresión, para poder difundir nuestras ideas y promover el debate
y la discusión abierta, libertad de reunión como garantía para asociarse con aquellos
que comparten ideales y trabajar por los mismos, libertad para elegir responsable y
pacíficamente a nuestros gobernantes.

La solidaridad: Surge cuando la libertad, desarrollo y bienestar ya no son


compatibles con las necesidades y desgracias de los demás. Ya no nos limitamos a
compartir en el seno familiar, sino con los demás.
A escala internacional supone que nuestro país debe ser solidario con los países más
necesitados del planeta, compartir no sólo en el ámbito económico, también en el
educativo y cultural.
Compartir el conocimiento para combatir el analfabetismo y la ignorancia, para reducir
enfermedades y epidemias, por ejemplo.

La paz: Es quizás prioridad esencial de nuestro mundo, un mundo que ha sufrido dos
grandes guerras, con consecuencias devastadoras para los pueblos y las personas,
un mundo que todavía se enfrenta a un sinnúmero de conflictos locales y regionales.

Clasificación de los valores

En esta clasificación podemos darnos cuenta cuán importante son los valores
humanos en nuestra vida ya que ellos se encuentran en cada parte de nosotros
y somos nosotros las personas indicadas de encontrarlos y hacerlos brillar para
que nuestra vida pueda mejorar con ellos de la mano.

 Valores naturales.- Se encuentran relacionados con las necesidades


básicas de la supervivencia de los seres humanos, entre ellos encontramos:
La protección, el afecto, el aire, el agua, el fuego y lo que se construye el
ambiente mediante el cual se desarrolla la vida de los seres humanos.
 Valores económicos.- Garantizan la subsistencia del hombre en el medio
donde habita, estos pueden ser los medios de producción, los medios de
trabajo, los bienes materiales, el dinero o fuentes de trabajo dignos.

 Valores políticos-Sociales.- Son aquellos que contribuyen a la


convivencia del hombre en la sociedad, entre estos encontramos la
justicia, la paz, la libertad y la democracia.

 Valores Éticos-Morales.- Están relacionados con la dignidad e integridad


de los seres humanos, y pueden ser la fidelidad, la honestidad, la
franqueza, el amor la responsabilidad.

 Valores Estéticos.- Tiene por objeto el estudio de la esencia y la


percepción de la belleza y se encuentra relacionado con la belleza, la
armonía y la coherencia, así lo indica (AGUILERA, 2005).

Valores esenciales

• Civismo: La nacionalidad y el civismo te ayudan a crear una sociedad basada


en los valores de la democracia, tales como la igualdad de oportunidades,
comprobar y balancear, y una toma de decisiones democrática.

• Cooperación: Trabajar juntos para lograr las metas.

• Justicia: Tratar a las personas con igualdad y justicia.

• Honestidad: Ser verdadero(a): no hacer trampa, no mentir y no robar.

• Integridad: Defender tus derechos acerca de lo que está bien o mal y vencer
la presión que te lleva a hacer el mal.
• Amabilidad: Demostrar cuidado y atención; ser amable con todos los seres
vivientes.

• Respeto: Demostrar consideración por tí mismo(a), por las demás personas,


por el medio ambiente y por todas las formas de seres vivientes.

• Responsabilidad: Ser responsable por tus actos.

• Búsqueda de la Excelencia: Tratar lo más profundo posible y hacer todo lo


mejor que puedas.

Honor: Es el sentimiento profundo de la propia dignidad moral del hombre.


(CINTALAPA, 2004)

Principales valores éticos

Los valores éticos pueden ser muchos, muy variados y con diferentes percepciones,
sin embargo, el ser humano cuenta con cuatro valores éticos fundamentales, que
podría decirse, son el cimiento de la educación de las personas entre ellas mismas;
estos valores los tenemos muy arraigados dentro de nuestra conciencia .

Libertad

Se define como la cualidad de cualquier ser humano a elegir su destino, a decidir por
sí mismo sobre sus propios actos, es decir, eres libre cuando nadie más decide por
ti. Algo importante a acotar sobre la libertad, es que así como eres libre para elegir
tus actos, así mismo debes de hacerte responsable de las consecuencias de dichos
actos, caso contrario, estarías cayendo en libertinaje al no asumir las consecuencias
de tus actos.
“Se trata de la facultad humana de dirigir el pensamiento o la conducta según los
dictados de la propia razón y de la voluntad del individuo, sin determinismo superior
ni sujeción a influencia del prójimo o del mundo exterior", a lo que podemos agregar
que, siendo así, el ser humano es libre independientemente de la existencia de las
normas que rigen su conducta y de las sanciones que, como resultado de la
priorización optada, Se define a la libertad en una forma genérica como: "Facultad
natural que tiene el hombre de obrar de una manera, o de otra, o de no obrar; por lo
cual es responsable de sus actos", sin embargo, en el campo jurídico, los romanos
decían: "Libertas est potestas faciendi id quod Jure licet" (La libertad es la facultad de
hacer lo que el derecho permite)".

Justicia
Este valor ético es la cualidad de dar a cada quien lo que por derecho le corresponde,
sea bueno o malo. La justicia es ciega, esto quiere decir que no mira a quien se juzga,
de esta manera no habrá parcialidad al momento de dar su merecido a una persona.

Responsabilidad

La responsabilidad es la facultad humana de asumir las consecuencias de tus propios


actos, es cumplir con las obligaciones contraídas, ya sea por medio de un contrato
legal o más importante aún, por la palabra dada a una persona. Ser responsable es
cumplir siempre con los deberes contraídos, aunque estos no sean del todo cómodos

Verdad

La palabra verdad se usa mucho para referirse a una persona honesta, sincera y de
buena fe, una persona en la que puedes confiar. La verdad es lo que define lo real de
lo falso, algo verdadero es algo que puedes comprobar.
“La verdad los
hará libres”

El criterio de la valoración de los valores


Éste término corresponde a la determinación del juicio con que se maneja el valor de
la razón de un objeto, se sustenta en el criterio objetivo de la moralidad. Corresponde
a todo tipo de ideal para un desarrollo, de manera que se establecen nuevas
estrategias y formas que permiten alcanzar nuevos logros.

El vacío de los valores en la persona

Tal vez la razón fundamental del vacío de los valores que constatamos no sea otra
que el haber condenado al sentimiento a un papel secundario en nuestro trato con los
hombres y las cosas. Valores sigue habiendo puesto que algo tiene que orientar las
preferencias y elecciones de los humanos. Pero son valores fácticos llamados
“valores de mercado”, lo cual no distingue entre lo categóricamente bueno o malo, ni
entre lo justo o lo injusto. El valor añadido a la cola no por lo que vale en sí, sino por
la ganancia. (Barbara Duben, 2012)

Nunca los valores fueron tan mudables, tan dependientes de intereses extraños a las
cosas mismas, sujetos a modas y caprichos imprevisibles. Aristóteles crítica en la
“Política”, al idealista Platón porque este había diseñado una república ideal en la que
no caben ni el afecto, no la propiedad; los únicos sentimientos -explica Aristóteles-
capaces de mover a los seres humanos. (Barbara Duben, 2012)

Los ciudadanos deben tener propiedades, casa, tierra, familia y, además, deben
cultivar la amistad entre ellos, puesto que la virtud de la justicia es suficiente para
mantener una cohesión sólida y satisfactoria entre los actores de la política. La justicia
conseguirá resultados escasos si no se complementa con la virtud de la amistad. Los
sentimientos son imprescindibles. El comunismo, la comunidad de bienes es estéril:
no produce apoyo, ni afecto, neutraliza el sentimiento.(Barbara Duben, 2012)

Sin embargo, a lo largo de la historia del pensamiento la función de lo sensible en el


comportamiento se creía que relativiza a los valores y así los convirtió en algo
inaccesible. Si hay algún filósofo que ha apostado por la teoría de los valores es sin
duda Max Scheler quien pretendió fijar una ontología, una base material axiológica y
objetiva. Para él, el hombre es un ser espiritual que ya no está atado a “impulsos y al
ambiente”, y que se abre al mundo. En la medida que es sujeto espiritual es persona
que sirve del cuerpo en calidad de instrumento para llevar la práctica de determinados
valores. La persona no es un sujeto que considera la persona desde el punto de vista
pragmático, únicamente como objeto que hay que dominar. La persona, de un modo
casi franciscano, sabe colocarse en una actitud extática de apertura hacia las cosas.
Además, la persona se halla originariamente en la relación con el “yo” del otro. Tal
relación abarca desde las formas inferiores de vida social hasta la culminación,
consistente en la relación de amor. (Barbara Duben, 2012)

La virtud según la entendían los griegos, era una disposición a actuar y a sentir de
determinada manera. El pensamiento racionalista busca un sentido unitario de la vida
humana y de sus aspiraciones al precio de ignorar sus ambivalencias, sin-sentidos e
irracionalidades. Los valores de la ilustración -la libertad y la igualdad- siguen
presentes, pero lo alcanzados con ellos y en su nombre, es profundamente
contradictorio y paradójico. La autonomía ha degenerado en individualismo o
corporativismo; la igualdad, en una homogeneidad cultural que secunda los
imperativos de la publicidad o de la moda. (Barbara Duben, 2012)

El vacío de los valores es el vacío de unos imperativos cuya razón de ser no es nada
obvia. ¿Por qué? Porque la racionalidad económica y pragmática lo han invadido
todo. Nada vale por sí mismo sino por su utilidad. El otro no es de entrada, un ser
humano, sino un probable competidor. La obra de arte no se deslumbra por su belleza,
sino por la ocasión de invertir que representa. Estudiar no es un placer, es un trámite
para ganar más dinero. Solo lo numérico y cuantificable -lo aparente en suma- es
objeto de complacencia. ¿Satisface un mundo así? Esa es la pregunta que ha sido
despreciada frente al poder de lo racional. (Barbara Duben, 2012)

El nihilismo imperante los valores van perdiendo paulatinamente su virtualidad. El


hombre actual se está convirtiendo en un instrumento más de producción, con una
baja autoestima. Se va haciendo constantemente preguntas sobre el sentido de su
vida, pero se ha precipitado, aun sin proponérselo, en los fondos de la soledad y la
incomunicación.(Barbara Duben, 2012)

La ética profesional
La ética profesional se lo define como una serie de normas de carácter ético que todos
los profesionales deben ejercer. Se debe poner pautas y reglas que los profesionales
deben ejercer en cada lugar en que se encuentre demostrando su profesionalismo.

Conceptos

La ética profesional es el conjunto de normas de carácter ético aplicadas en el


desarrollo de una actividad laboral. La ética puede aparecer reflejada en códigos
deontológicos o códigos profesionales a través de una serie de principios y valores
contenidos en postulados en forma de decálogo o documentos de mayor extensión.
La ética profesional marca pautas de conducta para el desempeño de las funciones
propias de un cargo dentro de un marco ético. En muchos casos tratan temas de
competencia y capacidad profesional, además de temas específicos propios de cada
área.

Principios filosóficos generales

Aunque los conceptos básicos de la ética general y de la ética relacionada con la


educación son racionales, universales e intemporales, de igual manera, la
interpretación de algunos aspectos de aplicación cotidiana pueden variar en el tiempo
y en los diferentes lugares, de acuerdo principalmente a cambios culturales. (Leon,
2011)

El humano produce sus actos por impulsos provenientes de su naturaleza, de su


espíritu y de su intelecto. Los impulsos naturales surgen de sus instintos, como
sucede con cualquier animal de nuestro entorno. Estos impulsos responden a la
satisfacción de necesidades instintivas y no se sujetan por sí mismos a ninguna norma
moral, sólo a las de la naturaleza. Así, en el humano el control de sus instintos
proviene del espíritu y de la razón de su intelecto, facultades propias que le permiten
la percepción del entorno natural donde habita y le facilitan la vinculación intelectual
con ese entorno. (Leon, 2011)

De esta manera, el don del raciocinio permite al hombre sujetar sus impulsos
instintivos mediante la observancia de ciertas normas de carácter social, cultural,
moral y legal. La observancia de esas normas implica la regulación de su conducta
mediante un respeto a lo considerado por él como conveniente, es decir, aquello que
su conciencia le dicta como un “debe ser”. (Leon, 2011)

Este “debe ser”, que preside la vida de los hombres civilizados, se ramifica en diversos
códigos de conducta pertenecientes a diversas normas éticas, morales o legales,
dependiendo del sistema al cual pertenezcan. (Leon, 2011)

La voluntad de adherirse a un código ético de conducta se determina por el bien


cultural y social que resguarda una norma ética. Así, la justa opinión o valoración
acerca de este bien es indispensable para forjar una voluntad personal que acepte la
norma ética y se comprometa a cumplirla. Esta es la esencia misma de lo que debe
ser la actividad docente de los profesionales de la educación al servicio de la
comunidad y del Estado. (Leon, 2011)

La ética anida en la conciencia moral de todo ser humano y le sirve de motor, de freno
o de dirección -según los casos- al momento de actuar. Por otra parte, el
comportamiento ético -lo que llamamos rectitud- no es ingrediente ajeno al ejercicio
profesional, como la pintura de una casa que es sólo un aspecto decorativo del cual
puede prescindir. El elemento ético es un componente inseparable de la actuación
profesional, en la que pueden discernirse, al menos, tres elementos: (Leon, 2011)

 Un conocimiento especializado en la materia de que se trata.

 Una destreza técnica en su aplicación al problema que se intenta resolver.

 Un cauce de la conducta del docente cuyos márgenes no pueden ser


desbordados sin faltar a la ética.

Hay quienes atropellan, consciente y sistemáticamente, esos márgenes, la mayoría


de las veces, no por un afán de lucro inmoderado como ocurre en otras profesiones,
sino porque en el accionar diario las instancias de control se difuminan en beneficio
de una mal entendida “convivencia armónica”; muchas veces a estos colegas se les
califica como profesionales inmorales o que están faltando a la ética sin que exista un
Código Profesional que sancione o respalde lo enunciado. Pero hay otros que ignoran
y ni siquiera se preocupan de los límites éticos; de ellos se dice que son amorales. El
resto -por fortuna, aún la mayoría- somos simplemente profesionales de la educación
que en forma natural -y a modo de ejemplo- hemos asumido entre otras las siguientes
normas de convivencia: (Leon, 2011)
 Aceptar que la primera idea que debe venir a nuestra mente en el momento de
enterarnos de actividades profesionales “poco claras” realizadas por un colega,
será la consideración de esas actividades como realizadas por un profesional
fraterno. El imperativo nos dirá: El docente se abstendrá absolutamente de
utilizar adjetivos que representen un juicio subjetivo acerca de lo realizado
previamente por un colega. (Leon, 2011)

 El docente evaluará todo trabajo profesional realizado por otros docentes


desde una perspectiva objetiva, crítica y amistosa, otorgando a ellos el
beneficio de la duda y considerando siempre que la información y
circunstancias pasadas en cada caso, muchas veces no son tan claras y
evidentes como lo son una vez que el problema ha evolucionado hasta el
momento en que él hace una segunda valoración, y debe considerar la
posibilidad de que los que se vieron involucrados en un hecho -por ignorancia
o por voluntad- no necesariamente proporcionaron toda la información precisa
y verídica en la indagación anterior. El imperativo nos dirá: El docente se
abstendrá de emitir juicios condenatorios o de valor sin antes cerciorarse si se
han hecho las indagaciones y verificaciones que el caso amerite. (Leon, 2011)

 No es ético, y si es dañino para el proceso educativo, el menosprecio de un


docente, por razones maliciosas, respecto de su capacidad profesional, su
conocimiento, sus calificaciones, sus habilidades o enjuiciar los servicios o
acciones de otro docente, ni tampoco lo es la implicación con palabras, gestos
o acciones de que un colega, frente a un hecho determinado ha sido mal o
inadecuadamente manejado. La utilización de este impropio menosprecio con
propósitos de inducir a un directivo, colega o funcionario a emitir juicios
reprobatorios es totalmente condenada. (Leon, 2011)

 El docente debe el mayor respeto al trabajo y la persona de sus colegas de


profesión, consecuentemente, evitará por todos los medios a su alcance y bajo
cualquier circunstancia, lesionar con acciones o palabras -ni mucho menos
difamar- el buen nombre y el prestigio de sus compañeros de profesión ante
otros docentes, las autoridades, los medios de comunicación y la sociedad en
general. (Leon, 2011)
Ética y profesión

El profesionista al ejercer su profesión además de contar con los conocimientos


necesarios de su campo, debe contar con valores morales que tendrán como finalidad
fundamental buscar y tratar de garantizar el bien común.Para ello, deberá poner en
juego no sólo su inteligencia sino su voluntad. Deberá comprender que su
responsabilidad en la consecución del bien común es mucho mayor que la del
ciudadano común y corriente, ya que cuenta con el conocimiento que ha recibido a
través de su formación y que lo compromete, ya que es el depositario de la confianza
de la sociedad. Ésta espera del profesionista no sólo los servicios para los cuales lo
formó, sino que se convierta en la vanguardia de la cultura, espera un compromiso de
carácter moral. De lo anterior se desprende que el profesionista debe tener una
capacidad moral que es su valor como persona, lo cual da dignidad, seriedad y
nobleza a su trabajo. La capacidad moral es la trascendentalidad del profesionista;
esto es, su aptitud para abarcar y traspasar su esfera profesional en un horizonte
mucho más amplio, que le hace valer como persona fuera y dentro de su trabajo. Es
decir, el profesionista además debe formarse en sentido ético: desarrollar aquellos
valores que le permitan ejercer su profesión dignamente para llegar a ser una persona
íntegra.

a. Profesionalismo

El profesionalismo es el valor que reúne el respeto y la humildad para actuar.


Una persona profesional, es la que se desempeña en algo, siendo consciente de que
otros no tienen el mismo conocimiento suyo y manteniéndose humilde ante ellos.
(Giraldo, s.f.)
Es utilizado para referirse a la capacidad y el compromiso al realizar una actividad
para la que se ha sido contratado y por la cual se percibe una retribución. Aunque en
general, se refiere al ámbito de actividad profesional más tradicional (servicios
prestados por médicos, arquitectos, psicólogos). El término también se usa para hacer
alusión a la solvencia que muestran las personas implicadas en otros ámbitos
laborales, como actores, músicos y deportistas.
El profesionalismo no solo incluye la realización correcta de la actividad, también
comprende la sujeción a los estándares éticos que en todos los casos las profesiones
implican. El hecho de acotar lo de profesionalismo a las circunstancias en las que ‘se
percibe una retribución’ intenta excluir a las tareas que se hagan de manera amateur.

Las claves del profesionalismo

La cortesía, la honestidad y la responsabilidad en los compromisos asumidos son


parte fundamental del profesionalismo. En particular cuando se trata de tareas que
implican relación cara a cara con otras personas, el profesionalismo tiene muy en
cuenta la relación interpersonal que se genera.

La cooperación entre los distintos sectores de una empresa también será una muestra
del profesionalismo de los sujetos involucrados. Esto se remarca especialmente, pues
a menudo la repetición de tareas aleja a los individuo de los objetivos generales de la
organización, en tal caso será una muestra de profesionalismo por parte de los
directivos insistir en que no se pierdan de vista los objetivos de la compañía toda.
(Organizacion, 2012)

Vocación.

Es un deseo entrañable hacia lo que uno quiere convertirse en un futuro, a lo que uno
quiere hacer por el resto de su vida, es algo que va enlazado y determinado por los
conocimientos generales propios. Un profesional que carezca de vocación, el proceso
puede ser más tardío y difícil para poder desarrollar sus conocimientos, a diferencia
de un profesional que sienta una verdadera vocación.
Finalidad del trabajo
Entendemos por trabajo a toda aquella actividad que realice el ser humano con el
objetivo de ganar algún sustento a cambio que le permita mantenerse en su día a día.
Hoy en día, el trabajo se relaciona directamente con la idea de salario, pero esto no
fue siempre así ya que antes del desarrollo del sistema capitalista el trabajo podía
servir para que una persona obtenga sus propios productos de subsistencia o pudiera
intercambiarlos por otros de mayor necesidad. Todo esto muestra que,
independientemente de lo que se reciba a cambio, el trabajo siempre aparece como
una de las actividades más importantes por estar directamente relacionado con la
subsistencia humana.

Es claro que el hombre para poder subsistir debe realizar actividades de diverso tipo
que tienen como objetivo principal proveerle de aquellos elementos necesarios como
alimentos, abrigo, protección, etc. Sin embargo, hoy en día las sociedades complejas
en las que vivimos hacen que esto no alcance y surgen así innumerables trabajos que
tienen que ver con necesidades secundarias como bienes materiales o servicios. De
cualquier modo, el trabajo siempre se erige como la actividad que le da al ser humano
un salario, pago o producto a partir del cual establece su subsistencia (ya sea porque
recibe elementos que pueden ser intercambiados por otros o porque produce sus
propios medios de subsistencia).

Para poder alcanzar un puesto de trabajo, el ser humano actual debe perfeccionarse
y especializarse en una determinada actividad. De este modo, las posibilidades de
conseguir un trabajo más estable, seguro, duradero y que le provea de mejores
beneficios, serán más altas. El trabajo varía sobremanera dependiendo del sector
social al que se pertenezca, siendo común que los sectores sociales más bajos se
dediquen a las actividades del rubro primario y los sectores de clase media y alta a
los de los rubros secundarios y terciarios.
(importancia guia de ayuda, s.f.)

Es propio del ser humano buscar unos objetivos o finalidades a todo lo que hace.
En primer lugar se busca un beneficio económico con el que cubrir las propias
necesidades y las de la familia.
Facilita el ejercicio de algunas facultades humanas y las desarrolla, poniendo en
práctica algunas virtudes humanas, como la perseverancia o constancia
En el trabajo, el hombre alcanza su mejor realización persona, se da una relación del
hombre con las cosas, haciéndolas útiles para que puedan servir a la comunidad.
El trabajo es un servicio que debe concretarse en detalles de servicio a los demás y,
en general, a la sociedad.
“El trabajo no tiene solamente una finalidad económica o de lucro, sino sobre todo
una finalidad que afecta al hombre y a su dignidad. » Pablo VI

Beneficio propio
Cuando nuestros antepasados comenzaron a adquirir tierras y se pasó de la
comunidad primitiva a la sociedad esclavista, el hombre comenzó a ver para sí mismo
y en beneficio propio.
Seguimos viviendo la lucha por el dominio y control de unos sobre otros, se enseña a
vivir para beneficio propio y adquirir riqueza
Estas situaciones repercuten a nivel social y se ejemplifica a partir de tantas
problemáticas.
El beneficio propio apunta a la necesidad del ser humano de conseguir una finalidad
desde un ángulo personal.
En el derecho civil se muestra al beneficio propio como algo penalizado y controlado.
El control del mismo radica en que se demuestre una responsabilidad social.
En las profesiones se demuestra esta responsabilidad al convertir lo propio a
disposición de los demás y de esto obtener un beneficio desinteresado.
En tal caso este beneficio ganado será la experiencia laboral y la formación de
una perspectiva humana en el profesional.
Responsabilidad profesional

Se dice de una persona que es responsable cuando está obligada a responder de sus
propios actos. Doménech, Algunos autores mantienen que la libertad es definida por
la responsabilidad, la gran mayoría de éstos están de acuerdo en que el fundamento
de la responsabilidad es la libertad de la voluntad. Una vez admitida la libertad que
fundamenta la responsabilidad, se plantea todavía varias cuestiones importantes:
ante todo, se trata de saber si la responsabilidad afecta solamente a algunos actos
de la persona o bien si afecta a todos. En segundo lugar se plantea el problema de
los grados de responsabilidad y finalmente se plantea el problema de la entidad o
entidades ante la cual es responsable (debe de ser de carácter personal). El
sentimiento de responsabilidad es un sentimiento personal que compromete a cada
persona y le hace comprender que no puede simplemente abandonarse a sus
conveniencias individuales, el sentimiento de responsabilidad nace y se desarrolla a
través de los años. Este sentido nos enseña la importancia de las cosas, a valorarlas
y cuidarlas. Todo individuo o persona lleva una responsabilidad sea personal o para
otra, pero esta la lleva a cabo dependiendo de sus criterios.

Propósito de la ética profesional.


Formación profesional.

Sabiendo que a uno se le concede la personalidad jurídica desde el momento del


nacimiento "derechos y deberes" y a sabiendas también que se van desarrollando
con el paso del tiempo. Nuestra vida se rige por diferentes pasos que hacen de
cada individuo lo que sería en un futuro, entiéndase, pasar por las distintas etapas de
conocimientos: escuela primaria, secundaria y en última grado, la universitaria.

Solo eso no basta, ya que esos conocimientos lo forman una generalidad de la vida y
el profesional debe de saber combinar esa generalidad con su formación profesional.

Entiéndase, por formación profesional un alto grado de conocimiento que se le inculca


a un individuo de la sociedad, dotándolo de un interés particular en su profesión que
se va a reflejar en su desempeño diario de la vida.

Carácter profesional.

El individuo al tener una presencia o personalidad variable, puede modificarse, es


decir, puede engrandecer su ego, puede tener una sed inmensa de llegar a la
perfección de su profesión, haciéndolo para el un modelo sin errores e inequívocos.

El carácter para el individuo en su profesión se refleja desde tiempos antiguos, ellos


han experimentado un progreso en todos los tipos de ciencias, han conquistado y
desarrollado experimentos que tiempos atrás hubieran sido inimaginables de realizar.
El profesional sin carácter puede tender a caer en un modelo usado por cientos de
profesionales, puede llegar a caer en lo que sería la mediocridad, siendo éste el título
menos deseable para personas con aspiraciones en la vida.
El carácter no se forja solamente con un título, se hace día a día experimentando
cambios, ideas, experiencias, se hace enfrentándose a la vida. En definitiva, el título
es como el "adorno" de la profesión. No importa si lo tienes, lo importante es saberlo
utilizar.

El secreto profesional.
Como hacer importante la profesión.

La Disciplina

La Disciplina es la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para


conseguir un bien. Exige un orden y unos lineamientos para poder lograr más
rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona. La
principal necesidad para adquirir este valor es la Autoexigencia; es decir, la capacidad
de pedirnos a nosotros mismos un esfuerzo "extra" para ir haciendo las cosas de la
mejor manera. (Joan E. Durant, 2008)

El que se sabe exigir a sí mismo se hace comprensivo con los demás y aprende a
Trabajar y a darle sentido a todo lo que hace. La disciplina es indispensable para que
optemos con persistencia por el mejor de los caminos; es decir, por el que nos va
dictando una conciencia bien formada que sabe reconocer los deberes propios y se
pone en marcha para actuar. Este valor es fundamental y básico para poder
desarrollar muchas otras virtudes, sin la disciplina es prácticamente imposible tener
fortaleza y templanza ante las adversidades que se presentan día a día. (Joan E.
Durant, 2008)

El Compañerismo

El “Compañerismo” es una acción que sentimos en todo momento; en situaciones


buenas o malas. Siempre queremos “sentir” esa compañía. Pero sin lugar a dudas,
esa acción tan humana y digna de nuestra especie, la debemos formar todos los días.
(Joan E. Durant, 2008).
Al comenzar en marzo con el “compañerismo” queremos propiciar en todos nosotros
una actitud de reflexión, de debate y de acción comprometida para lograr una buena
definición de nuestra responsabilidad personal en primer lugar. Tender a saber que
debemos mejorar y no dejarnos llevar por nuestros caprichos; debemos moderar
nuestros nervios. No estamos solos; ni tampoco podemos hacer las cosas solos. Si
comenzamos con saber cuáles son nuestras virtudes y nuestros defectos podemos
iniciar un buen año. A partir de ahí, nuestra relación y nuestros vínculos requerirán de
una buena compañía, de un buen acompañamiento. Es un trabajo de cada uno y de
todos. (Joan E. Durant, 2008)
El valor del “buen compañerismo” propicia y alienta un “respeto personal y social”,
una “voluntad” para sostener y mantener los compromisos asumidos; un sentido del
“sacrificio” personal cuando renunciamos a nuestros caprichos y sabemos “tolerar” el
pensamiento de los demás. (Joan E. Durant, 2008)

“El compañerismo se busca, la amistad se encuentra y el amor nos


sorprende... pero ninguna de estas cosas se debe mendigar”.

Este valor es muy importante para la educación en valores ya que está presente en
muchos ámbitos de nuestra vida, desde que iniciamos la etapa de la formación
educativa, empezando en la guardería, la escuela, el colegio, el instituto hasta que
llegamos a la universidad, sin duda en compañerismo juega un rol de suma
importancia en el campo de la educación. (Joan E. Durant, 2008).
Ventajas:
 El valor del compañerismos nos permite compartir la tarea encomendada ya
sea en el aula de clase, trabajo o en la sociedad.
 Al trabajar en grupos se hace más fácil tomar una decisión para dar solución
de diferente tipo de vista.
 -El compañerismo nos permite intercambiar opiniones respetando las ideas de
los demás.
 Este valor nos ayuda a integrarnos con otras personas cuando se trabaja en
grupo permitiéndonos conocer las actitudes de todos los integrantes.

Importancia el conocimiento y la aplicación de la ética profesional

 Es importante ya que el conocimiento como obvio es decirlo, destierra la


ignorancia. Cuando vivimos en la ignorancia, al no conocer el mundo, somos
presa de errores vitales que nos conducen a una vida difícil, llena de sacrificios,
que incluso nos conducen a morir prematuramente. Por ejemplo, cuando un
ser humano carece de los conocimientos básicos en el campo de la salud, al
contraer una enfermedad, recurre al brujo, creyendo que tal padecimiento es
producto de circunstancias mágicas y esta acción lo lleva a destruirse. La
ignorancia lo condujo a la superstición, de ahí la importancia del conocimiento
científico que le permitiría conocer la realidad, que lo apartaría de los factores
negativos.
 Miremos con claridad que la ignorancia y la superstición son herramientas
empleadas por los sistemas imperantes que promueven en las masas
tercermundistas aquellos factores o barreras que impiden el progreso que las
haría libres, organizadas, disciplinadas, inteligentes y aptas para ejercer la
democracia con plenitud, educadas, urbanas , instruidas, cultas y felices.

La virtud es:

“Aquella actitud de nuestro querer que se


decide por el justo medio, y determina este
medio tal como suele entenderlo el hombre
inteligente y juicioso.”
Virtud es el natural obrar del hombre en su perfección.

“la grandiosa organización de la moralidad


está en la política: sólo en el ámbito social se
realiza el bien a gran escala… con la ley el
hombre es el ser más perfecto, sin la ley, el
más salvaje animal.”

La ética de los estoicos: la escuela de los estoicos fue fundada por Zenón.
Su ética tuvo una gran acogida debido a sus cuatro doctrinas.
· De la armonía o conformidad de toda la vida con la naturaleza y la razón.
· Desprecio de todas las cosas que no fuesen la misma virtud.
· Identidad de la virtud con la sabiduría.
· El supremo fin del hombre está en que se resuelva en el ser universal.

Ciencia moral y ciencias positivas


Existen interesantes relaciones de la ética con las ciencias positivas, especialmente
con la psicología y la sociología. Todas ellas pueden proporcionar datos importantes
para la ética: dan a conocer de manera científica factores de orden psicológico, social,
histórico, etc.
Que están implicados en la conducta humana, y cuyo conocimiento puede hacer más
preciso el juicio moral. Sin embargo, mientras la ética es una reflexión filosófica sobre
los actos humanos desde la perspectiva del sujeto que actúa, para ordenarlos al
verdadero bien de la vida humana vista en su conjunto, es decir, al bien perfecto o fin
último (cfr. Rodríguez Luño, 2001, 25-26), las ciencias positivas contemplan los
mismos actos desde el exterior, y según el método de observación que es propio de
cada una. Estas ciencias no son suficientes para conocer a la persona como persona,
ni para dar respuesta a sus interrogantes fundamentales, ni para discernir los bienes
que la perfeccionan como tal. En consecuencia, sería un error que la ética filosófica o
la teología moral buscan en ellas los criterios de discernimiento moral.
Concretamente, “la utilización por parte de la Teología de elementos o instrumentos
conceptuales provenientes de la filosofía o de otras disciplinas exige un
discernimiento de esos elementos o instrumentos conceptuales, y no al contrario”
(Donum veritatis, 10). Cuando las ciencias positivas se constituyen en fuentes de la
moral se comete un grave error metodológico en la ciencia moral, y las mismas
ciencias positivas pierden su credibilidad porque abandonan su específico campo de
investigación.

Ciencia moral y derecho

En muchos ámbitos actuales del pensamiento se suele considerar que la moral y el


derecho son dos órdenes totalmente independientes: la moral –se afirma- afecta
exclusivamente al campo de la conducta privada, en el que el sujeto es plenamente
autónomo; el derecho, en cambio, se refiere al orden social y su fuente directa no es
el propio sujeto, sino una autoridad que puede imponerlo incluso por la fuerza.
Este planteamiento, imposible de mantener racionalmente, ha conducido a graves
problemas políticos, sociales y jurídicos. El derecho y la moral, si bien son ciencias
diferentes, no son disociables.
Son ciencias diferentes porque la moral se refiere a la dimensión del hombre como
persona, mientras el derecho se ocupa del orden social, del conjunto de estructuras
que ordenan y organizan a las personas en la comunidad. La especificidad del
derecho está íntimamente relacionada con las características propias de esas
estructuras: la positividad (entran en vigor solo en el momento en que quedan
asumidas en la comunidad como orden propio) y la historicidad (la necesaria
adecuación a la situación real de la comunidad) (cfr. Del Portillo, 1974, 495). Esto es
aplicable también al derecho canónico, que consiste en “una estructura ordenadora
del Pueblo de Dios, en cuanto éste es una comunidad, con dimensión terrena e
histórica, de creyentes con una organización social y una vida comunitaria. Es función
del Derecho Canónico estructurar y ordenar, según principios de justicia, las
relaciones entre los miembros de la Iglesia (relaciones entre hombres)” (Del Portillo,
1974, 495).
A pesar de estas diferencias, el orden moral y el orden jurídico no se pueden disociar
porque la comunidad –cuyo orden justo es el derecho- es la expresión de una
dimensión esencial de la persona, la inclinación natural a la vida en sociedad
(socialidad). Y si la comunidad tiene su fundamento en la dimensión personal de la
socialidad, es preciso afirmar que el derecho se funda en la moral.
Esto no quiere decir que el derecho deba ser un desarrollo completo de las normas
morales. Concretamente, si bien la ley humana debe promover positivamente la
conducta ética, solo puede exigirla en cuanto a sus actos externos; no pueden imperar
todos los actos de virtud que exige el bien común, sino los que son accesibles a la
mayoría; ni prohibir expresamente todos los vicios, sino aquellos que dañan más
directamente al orden social. Por tanto, el derecho no agota el campo de la moral.
En la Iglesia estas características de la ley humana se dan con ciertas peculiaridades,
porque su fin es sobrenatural: la salvación de las almas. Por eso el derecho canónico
no solo mira al fuero externo, sino también al interno, es decir, puede mandar actos
interiores, dentro del poder concedido por Cristo a la Iglesia.
Por otra parte, precisamente por ser la socialidad una dimensión esencial de la
persona, y por ser Dios el origen de todo poder, el cumplimiento de las leyes humanas
justas afecta a la esfera moral de la persona: ese cumplimiento es la respuesta a la
llamada que Dios hace a la persona para que se realice como persona en la
comunidad (cfr. Del Portillo, 1974, 497).
Ahora bien, las leyes humanas son justas y legítimas en la medida en que derivan de
la Sabiduría de Dios, es decir, de la ley eterna, y en esa medida tienen fuerza de
obligar. La opinión de que los legisladores humanos no necesitan fundarse en un
orden que les precede –afirma Sto. Tomás- es “máximamente nociva para el género
humano, porque quitado el gobierno de la providencia, no permanece en los hombres
ningún temor ni reverencia a Dios ni a la verdad, de lo que se sigue la desidia en
cultivar las virtudes, y se intuye a cuánto puede llegar la concupiscencia del mal. Nada
hay que tanto induzca al bien y retraiga del mal como el amor y el temor de Dios” (Sto.
Tomás, In Job Lect., Prol.).

CÓDIGO DE ÉTICA

Un código ético es un conjunto de directrices que tienen por objeto establecer las
conductas aceptables para los miembros de un grupo en particular, asociación, o
profesión. (BUS, 2012)

Código

Un código, por su parte, es una combinación de signos que tiene un determinado valor
dentro de un sistema establecido. En el derecho, se conoce como código al conjunto
de normas que regulan una materia determinada.

Código de ética

Un código de ética, por lo tanto, fija normas que regulan los comportamientos de las
personas dentro de una empresa u organización. Aunque la ética no es coactiva (no
impone castigos legales), el código de ética supone una normativa interna de
cumplimiento obligatorio.

No divulgar información confidencial, no discriminar a los clientes o los compañeros


de trabajo por motivos de raza, nacionalidad o religión y no aceptar sobornos, por
ejemplo, son algunos de los postulados que suelen estar incluidos en los códigos de
ética.
Las normas mencionadas en los códigos de ética pueden estar vinculadas con las
normas legales (por ejemplo, discriminar es un delito penado por la ley). El principal
objetivo de estos códigos es mantener una línea de comportamiento uniforme entre
todos los integrantes de una empresa. Al incluir instrucciones por escrito, no resulta
necesario que un directivo explique a cada momento cuáles son las obligaciones que
tiene un empleado.

Por otra parte, aquellas personas que redactan el código de ética se encuentran en
una posición jerárquica sobre el resto, ya que están en condiciones de estipular cuáles
son las conductas correctas desde un punto de vista moral.

Como ya lo hemos expresado, la obligación de todo profesional es manifestar una


conducta impoluta donde la ética sea su principal objetivo. Como se trata de un
servicio social, debe estar basada en querer el bien para la comunidad en la cual se
actúa.

El primero en manifestar una serie de normas que deberían cumplirse a la hora de


realizar cualquier tarea social, fue Hipócrates, cuando la medicina todavía no existía
como tal. Fue él quien marcó las pautas éticas que más tarde se manifestaría como
fundamentales para el ejercicio de la medicina en cualquier punto del planeta. De
todas formas, no fue recién hasta 1979 que se describieron, dentro del círculo médico,
los principios éticos y morales que todo profesional debe manifestar. Dicho tratado se
llamó de Ballantine y fue publicado en 1979.
El gastrónomo y la ética

MISIÓN Y PRINCIPIOS DEL GASTRÓNOMO Y SU RELACIÓN CON LA


SOCIEDAD

COMPORTAMIENTOS DEL PROFESIONAL DE GASTRONOMIA

Ante la Sociedad:

1. La función social del gastrónomo comprende el procurar el bienestar de todo


el conglomerado de la comunidad, el abordar el cuidado de la salud en general
para conservar la integridad física humana
2. Fidelidad a promesas o hechos estos puede ser nuestra razón social por la
cual trabajamos y ejercemos nuestra profesión, siempre ejecutar la acción de
lo que se ofrece o se dice.

3. Fomentar el respeto a la cultura gastronómica de pueblos y naciones tomando


en cuenta las costumbres que cada región, no se debe eliminar la cultura
gastronómica antigua sino más bien rescatarla y mostrarla hacia el nuevo
mundo.

4. Proporcionar al cliente una información completa y veraz de lo que consume,


que tenga conocimiento de los productos que va a ingerir teniendo en cuenta
una dieta adecuada.

5. Ser una empresa implicada socialmente significa que debemos cumplir un


conjunto de normas principios referentes a la realidad social, económica
ambiental que conllevan a ser más productiva.
.
6. El gastrónomo deberá buscar un equilibrio entre la economía y la sana
alimentación sin discriminación de ningún tipo y con la mayor veracidad que
exista.

7. Ser consciente de los productos que utiliza en su trabajo y como los desecha
en buen profesional debe clasificar todos los desechos generados en su
jornada de trabajo sean estos orgánicos inorgánicos e infecciosos, esto ayuda
a que el establecimiento se comprometa socialmente

8. Se debe fomentar en el trabajo el uso de productos ecológicos y la reutilización


para evitar la contaminación.

9. Debe velar por el entorno que rodea al hombre, prevenir enfermedades por
contaminación de alimentos el tratar de mejorar y prolongar los patrones de
vida digna, tanto individual como colectiva.

10. Estado de conciencia colectiva que respondan a un modo social determinado;


esto implica que lo que para algunos individuos puedes ser bueno, para otros,
de otro lado o de extracto social diferente, puede ser malo.

11. Anhelo de aprovechamiento para bien de la comunidad, mediante el ejercicio


ético de la profesión y el hábito investigativo.

12. Respetar la religión según el sitio o sociedad, lo que se prohíbe consumir


según el hinduismo, islamismo, judaísmo ortodoxo, etc.)
13. La comunidad le exige al gastrónomo tener la suficiente preparación científica.

14. Tener gran moralidad y cierta proyección social en el ejercicio de sus


funciones, enfocarse en un bien común

15. Debates sobre la ética profesional del gastrónomo que puedan estimular la
evaluación, discusión crítica y comprensión de los dilemas éticos difíciles que
enfrentan los comensales, los gastrónomos y la sociedad.

16. La elección de la gastronomía como profesión implica asumir determinados


riesgos en su salud individual. El gastrónomo responderá generosamente ante
necesidades extraordinarias para la sociedad como catástrofes, accidentes,
etc. que le exijan entrega y dedicación más allá de su práctica habitual.

17. Contribuir con los demás profesionales de la sociedad para poder realizar
varios proyectos que ayuden a la economía del país.

18. Así mismo la sociedad debe procurar que el gastrónomo disponga de los
elementos indispensables para el ejercicio de la profesión y cuente con un nivel
económico y social digno en relación con su rango cultural, científico y de
responsabilidad dentro de la comunidad, sin privaciones ni exageraciones.

19. Buscar la justicia y equidad de todo lo que se realiza, no solo el bienestar


económico y personal.

20. Fomentar el interés por la investigación de preparaciones que contribuyan a la


salud de la sociedad, no solo con la elaboración de dietas, sino también con
ingredientes alternativos para personas que tienen que tienen algún tipo de
intolerancia.

Ante la Profesión:

1. Se debe mantener altos estándares de calidad, ofrecer productos y servicios


que respondan a las necesidades de nuestros comensales, contribuyendo al
bienestar de los mismos.

2. El profesional en gastronomía deberá acatar siempre las leyes y normas que


rijan al trabajo en el que se encuentre.

3. Tener una competitividad positiva con la cual se puede demostrar habilidades


y conocimientos haciendo respetar la profesión.
4. Ser competitivo organizacionalmente cumpliendo de manera excelente todos
nuestros cometidos para asegurar un éxito profesional.

5. Impulsar el desarrollo de la creatividad en la arte culinario para innovar en


nuevos productos, impulsar los existentes y crear nuevas preparaciones para
ser competitivos y vanguardistas.

6. Demostrar la veracidad de las preparaciones buscando que los clientes se


encuentren satisfechos con lo que están consumiendo, demostrando así de
una forma verdadera las habilidades que se ha obtiene a lo largo de la
preparación.

7. Lograr una formación integral para esto se debe cumplir una serie de pasos
para lograr a cumplir todas las metas propuestas, y aplicar correctamente
técnicas, valores y principios adquiridos satisfaciendo la necesidad de nuestros
consumidores.

8. Disponer de instalaciones adecuadas para laborar, así como de los medios


técnicos suficientes en su lugar de trabajo para una mejor movilidad de trabajo
y flujo del personal, facilitando la producción que permitirá un adecuado
desarrollo de las actividades de cada persona resguardando así la seguridad
de los trabajadores.

9. Tecnificar los procesos en cocina para reducir tiempos y costos.

10. Mostrar habilidades y conocimientos mediante un proceso continuo de


aprendizaje alcanzando competencias y habilidades necesarias que mejoraran
el trabajo

11. Debe ser capaz de liderar a su brigada de trabajo.

12. Mantener siempre un control e higiene excelsa para asegurar la inocuidad de


los alimentos.

13. Infundir un espíritu de servicio no solo implica tener conocimiento en cocina


sino más saber tratar al cliente y prestar una verdadera pasión profesional ante
sus comensales.

14. No aplicar métodos, ingredientes o procedimientos que puedan poner en riesgo


la salud de ninguna persona (empleados y clientes).

15. Renovar técnicas y procedimientos constantemente, buscar siempre las


nuevas tendencias actuales que nos fomenten a crear nuevos productos,
evitando así caer en la rutina alimentaria hacia el comensal.
16. Mantener fidelidad con los principios recibidos en la formación académica

17. Se debe utilizar los productos que se han ofertado en un principio, no


engañando al comensal, sin especificarlo o mintiéndole acerca de lo que
consume..

18. Respetar las reglas de sanidad y bromatología en los alimentos.

19. Ser puntual haciendo las cosas a su debido tiempo.

20. Llevar un know how, esto que significa saber lo que se hace, tener una
verdadera responsabilidad profesional de lo que se va a preparar.

Ante los compañeros de trabajo

1. Tener una relación buena y saludable ante los compañeros de trabajo.

2. Impulsar el desarrollo de la creatividad en la arte culinaria junto con el colectivo


de trabajo.

3. Tener espíritu de cooperación y servicio a la colectividad, siempre se deberá


trabajar de manera colectiva y demostrar compañerismo ante todo para llegar
una meta en común.

4. Confidencialidad laboral acerca de sucesos y hechos personales.

5. Ser respetado y respetuoso con el resto de personas con las que se labora.

6. El profesional en gastronomía deberá acatar siempre las leyes y normas que


rijan al trabajo en el que se encuentre.

7. Poner todo su esfuerzo en desarrollar un ambiente de trabajo agradable,


siempre tener un carácter positivo.

8. Mostrar respeto y dedicación en el trabajo para incentivar a los compañeros y


obtener recompensas a nivel grupal.

9. Fidelidad ante promesas y hechos con los compañeros de trabajo.


10. Procurar el bienestar colectivo no solo el beneficio personal.

11. Compartir conocimientos profesionales para unificar información y ser un solo


equipo de trabajo.

12. Juzgar y denunciar actos inmorales ante el inmediato superior y siendo el


mismo, buscar medidas correctivas para solucionar el problema.

13. Divorciar el trabajo de la familia, evitando así traer problemas personales al


trabajo.

14. Lograr el interés y la participación de quienes se dedican a actividades


colectivas.

15. Evitar impulsos irracionales que dificulten la buena relación laboral.

16. Infundir hábitos y virtudes en pro de la excelencia.

17. Ser bondadoso con sus compañeros de trabajo, ayudar no solo cuando lo
necesitan sino cuando el profesional gastrónomo observe que necesita una
mano.

18. Ser proactivo buscando la solución de problemas tomando en cuenta las ideas
de todos los compañeros de trabajo.

19. Tiene determinadamente prohibido calumniar a un colega, hablar mal de él, o


hacer injurias capaces de perjudicarlo en el ejercicio de su profesión

20. El cocinero debe tener respeto por los antiguos compañeros de trabajo, espíritu
de solidaridad con sus iguales, mostrarse cortés y accequible con todos,
especialmente respecto de los que están bajo sus órdenes, y mantenerse sin
perjudicarlos de ninguna forma.

Ante los colegas

1. Alcanzar la dignificación de los ambientes de trabajo a través del


reconocimiento del desempeño de quienes lo ejercen.

2. Unificarse como un solo individuo en el trabajo para así salir adelante y


sobrellevar ante las adversidades que se presenten.

3. Valorar el esfuerzo y progreso de sus colegas.


4. Condenar actos que tengan falta de ética profesional ante sus colegas.

5. Enseñar y aprender de sus compañeros (sin importar los rangos).

6. Analizar y proponer actitudes que fomenten la interrelación, el diálogo y el


consenso social acerca de principios que se deben practicar.

7. Valorar la experiencia personal y colectiva, rescatando y haciendo prácticas de


lo aprendido.

8. Buscar siempre el comportamiento integral.

9. Aprender a convivir con los colegas debido al largo tiempo que se pasa en
cocina siendo esta nuestro segundo hogar.

10. Evitar la falta de educación y escrúpulos para que un colega no juegue en tu


contra.

11. Presentar a un colega sin excepción, con respeto hacia los demás.

12. Intentar escuchar y respetar los puntos de vista de cada colega

13. Atribuirse recetas, ideas o técnicas de las que no se es autor.

14. Permitir o contribuir a que no se permitan injusticias contra nuestros colegas

15. Revisar el trabajo técnico por otro colega sin previo conocimiento de este.

16. Dar benéficos de cualquier especie para gestionar designaciones o encargos


a trabajadores profesionales en el ámbito gastronómico.

17. Intentar sustituir a cualquier colega sabiendo que se han formado medidas
para su nombramiento.

18. Hacer comentarios directos o indirectos de otro colega que perjudique su


reputación.

19. Respetar las decisiones laborales de su colega ante su equipo de trabajo.

20. Mantener una competencia justa y equitativa con los colegas de trabajo.
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