Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Lo cierto es que las quejas de los adultos mayores sobre pérdida de memoria en
cuestiones que refieren a olvido de nombres, números de teléfonos, lugares donde
se dejan las cosas y reconocimiento de caras son las más comunes. Estas quejas
pueden ser una alteración momentánea a causa de un evento específico, como un
deterioro leve, o un síntoma de demencia. Mias, Sassi, Masish, Querejeta y
Krawchik (2007)
Según Erikson (2000) la vejez es una de las ocho etapas del ciclo vital. Esta es la
última etapa del ciclo vital, se encuentra a partir de los 60 años aproximadamente y
transcurre hasta la muerte. La crisis que enfrenta es Integridad vs desesperación
Explica que en esta etapa existe un sentido de inutilidad biológica pues el cuerpo
ya no responde como antes. Desde este sentimiento ocurre en la persona un
distanciamiento de la sociedad y también el miedo a la muerte. (Erikson, 2000)
Además, señala que algunos de las prácticas que se pueden realizar en la tercera
edad para impulsar las habilidades cognitivas son: leer, tratar de memorizar refranes
o décimas, hacer ejercicios de cálculo mental, ordenar frases, identificar palabras
en sopa de letras, jugar ajedrez o dominó, clasificar objetos según su función,
identificar mapas geográficos, dibujar, compartir con la familia, completar
rompecabezas, así como realizar aeróbicos, saltar, caminar en grupo, entre otros.
En sentido general, estas actividades ayudan a mejorar la calidad de vida en
personas más adultas, puntualiza la psicóloga.
A lo largo del ciclo vital, las funciones cognitivas experimentan una serie de cambios.
Estos cambios pueden traducirse con la presencia de déficits cognitivos o de
perdida de memoria, que interfieren en la realización de actividades complejas
(Puig, 2001).
Sin duda, el deterioro cognitivo, el cual según Franco y Criado (2002) es toda
alteración de las capacidades mentales superiores (la memoria, juicio,
razonamiento abstracto, concentración, atención, praxias), es un tema de gran
importancia, que comporta implícitamente una serie de limitaciones en referencia a
la autonomía y calidad de vida de los ancianos afectados. La información que se
tiene al respecto se ha extraído, en gran medida, de estudios circunscritos a la
demencia (Martínez, 2002). De hecho los factores de riesgo principales para
padecer un deterioro cognitivo guardan mucha relación con la demencia.
Las personas mayores tienen un riesgo elevado de padecer alguna enfermedad que
repercuta en el estado de su cognición, y este riesgo aumenta cuando las
condiciones ambientales son poco estimulantes (Pascual, Barlés, Laborda y Loren,
1998). De ahí, la importancia de tomar la Psico-estimulación Cognitiva como un
proceso de mejoramiento en la calidad de vida de las personas a las cuales se les
aplique procesos de estimulación de las funciones cognitivas: atención, memoria,
comprensión, orientación temporal, espacial.
BIBLIOGRAFIA
Mias, C.; Sassi, M.; Masish, M.; Querejeta, A. y Krawchik, R. (2007) Deterioro cognitivo leve:
estudio de prevalencia y factores sociodemográficos en la ciudad de Córdoba, Argentina.
Revista de Neurologia. 44 (12) pp. 733- 738.