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LA REVI SIA DE LA MUJER I N T E L I G E N T E

Lea
GORKI,
LA MADRE,
RUSIA
Por
Alicia More.au de Justo
Página 4

A Ñ O V i l

BUENOS A I R E S ,

ENERO Y FEBRERO

No. 7 5 y 7 6

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En las publicaciones de la SOCIEDAD LUZ, hallará,
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LA REVISTA / / OF. LA MUJER INTELIGENTE

D i r e c t o r a : MARÍA L. BERRONDO

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Unión Telef. 47, Cuyo, 8386

Registro de la Propltdad Intelectual 056.678

Año VII Buenos Aires, Enero y Febrero de 1940 N.° 75 y 76

LLAMADO
A LA RAZÓN
La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad,
--fundada en 1915, en plena guerra mundial— ha: reunido su
consejo directivo en Ginebra y lanzado al mundo un llamado efi
favor de la paz.
A los gobiernos neutrales pidiéndoles su mediación para pre­
sentar a los países beligerantes sugestiones acerca de la terminación
del conflicto sobre bases que aseguren una paz justa y duradera.
A los gobiernos en lucha para que renuncien a una parte de
sus derechos soberanos en bien del interés común de todas; las
naciones.
Por último, ha condenado enérgicamente el transplante for­
zado de poblaciones enteras, por móviles políticos.
Admiramos la valentía de estas mujeres que hoy, como en
la pasada tormenta, hablan a los hombres de paz y libertad, y ha­
cen un llamado a la razón hoy, cuando lo único que vale es la
fuerza!
La razón, el honor, la paz, la libertad, el derecho, la justicia,
¿son, acaso, palabras que tienen sentido europeo, después de la
tragedia española, de la desaparición de Checoeslovaquia, Austria
y Polonia, después del pacto germano-ruso, del ataque a Finlandia?
He aquí el gran deber moral de América: conservarles todo
su valor para que puedan, pasada la hecatombe que se aproxima,
servir de nuevo a los que sobrevivan.
V I D A F E M E N I N A

GORKl

ALICIA MOREAU DE JUSTO

tados por la ardiente palabra


de los propagandistas, estu­
diantes, escritores, artistas y
pensadores conscientes de su
rol de guías intelectuales; jó­
venes burgueses o aristócratas
dominados por el sentido de su
responsabilidad de clase, se
unían todos en un esfuerzo ge­
neroso por ilustrar al pueblo
haciéndolo- capaz de luchar por
la conquista de sus derechos,
o, en abierta rebelión contra el
gobierno, sacrificaban a sus
hombres.
Todos sabían que se expo­
nían a la persecución, a la
pérdida de la libertad o de la
vida, a menudo al martirio, pe­
ro sentíanse impulsados por
una fe casi mística, una con­
vicción tan ardiente que lo
aceptaban y superaban todo.
Al lado de los revoluciona­
rios estaban los espías; detrás,
la policía secreta, la terrible
policía de los zares. Los obli­
gaba esto a la vida misterio­
La necesidad de aconsejar prendemos, guiadas por ese sa de los conspiradores: cam­
un libro me ha hecho releer maestro insigne, el tiempo, que bio continuo de nombre, resi­
"La Madre" No he vuelto a tiene sin embargo, como dice dencia, indumentaria, profe­
encontrar, por supuesto, aque­ Panait Istrati, el gran defec­ sión, etc., avatares que podrían
lla intensa y dolorosa impre­ to de matar a sus alumnos. parecer a veces producto de
sión que hace muchos años me Ese libro evoca todo aquel imaginación y entusiasmos pue­
produjera la famosa obra del período de heroico y románti­ riles si no hubiese habido, pa­
gran novelista ruso. Rara vez co idealismo en que lo mejor ra darles toda su grandeza,
la vida nos sitúa frente a las de un pueblo se sacrificaba por detrás de cada uno, la amena­
cosas con igual estado aními­ la liberación de todos. za terrible del encarcelamiento
co. Cambia nuestra visión del Modestos trabajadores cl^el o la muerte.
mundo a medida que lo com­ campo y de la ciudad, desper- De las páginas de este libro,
ENERO - FEBRERO, 1940 Pág. 6

La cMadre, fflusía

que ha sido leído en el mundo entero y que per­ ¡De pie, condenados del mundo,
durará como descripción de una época, se des­ de pie, los esclavos sin pan!
prende un cálido entusiasmo por las más nobles
ideas, así como un odio sencillo por toda opre­ Rusia parecía entonces una inmensa prisión;
sión. su pueblo manso y sufrido era para todos la
"Esta confraternidad que les modelaba una imagen del hombre vejado, golpeado y humilla­
sola alma impresionaba a la madre y, aunque do, pero en el cual arde la llama incontenible
le resultaba inaccesible, levantaba su espíritu de la esperanza. Siberia era la tierra horrenda
bajo la acción de cierta fuerza alegre, triunfan­ del destierro y del dolor, santificada por el he­
te, embriagadora y joven, acariciante y llena de roísmo, la abnegación de los millares de depor­
esperanzas. tados cuyos sufrimientos fueran conocidos por
—¡ Cómo, para ustedes toda la gente es lo mis­ el mundo entero.
mo! —le dijo un día al rusito—. Todos son ca­
El símbolo aborrecido del despotismo era el
maradas... los judíos, los armenios, los austría­
zar; el del sacrificio1 generoso, la nihilista, aque­
cos./. hablan dé ellos como si fueran amigos;
lla que inspirara a Tourgueniev este pequeño
se entristecen y se regocijan junto con todas las
poema que es toda una obra maestra.
personas.
—¡ Con todos, madrecita, con todos! —excla­ "Veo un inmenso edificio. En e-1 frente se a.bre
mó él—. ¡El mundo es nuestro! ¡El mundo es una angosta puerta. Más allá, espesas tinieblas.
de los obreros! Para nosotros no hay ni na­ Ante el umbral está una joven, una joven rusa.
ciones, ni razas, no hay más que compañeros... Desde la profundidad de las tinieblas sopla una
y enemigos. Todos los obreros son nuestros ami­ corriente helada y llega, con ella una voz lenta
gos; todos los ricos, los que poseen la autoridad, "—Oh tú, que deeeas franquear este umbral, sabes
son nuestros enemigos. Cuando miramos la tie­ lo que te espera? —Lo sé, responde la joven. —El
frío, el hambre, el odio, la burla, el desprecio, la
rra con buenos ojos, cuando vemos hasta qué
•injuria, la prisión, la enfermedad, tal -vez la muerte.
punto nosotros, los obreros, somos de numero­ —Lo sé, estoy pronta. Soportaré todos los sufri­
sos, qué dominio espiritual representamos, sen­ mientos, todos los golpes. —No solamente de tus
timos el corazón invadido de gozo y felicidad enemigos, eino de tus parientes, tus amigos?...
como si celebrásemos una fiesta solemne. Y los —Sí, también de ellos. —Bien, estás pronta para
franceses y alemanes experimentan el mismo €l sacrificio, perecerás y nadie... nadie conserva­
sentimiento y los italianos también se regoci­ •rá siquiera el recuerdo de quien debe ser honrado.
jan. Somos todos niños de la misma madre, de —No necesito ni agradecimiento, ni respeto, no ne­
la grande, de la invencible hada de la fraterni­ cesito nombre. —¿Estás dispuesta al crimen? —
dad de los obreros de todos los países de la tie. La joven inclina la caneza. "Estoy dispuesta al cri­
rra. Ella se va revelando, nos comunica su ca­ men." La voz no prosigue de inmediato sus pre­
guntas. —¿Sabes,, dice por fin, que puedes perder
lor; es el segundo sol en el cielo de la justicia
la fe en lo que ahora crees, puedes comprender
y este cielo está en el corazón del obrero. Cual­ que has errado, que, en vano, malgastaste tu ju­
quiera que sea el nombre que tenga el socialista, ventud? —También lo sé. —Entra." Tras la jo­
es nuestro hermano espiritual, siempre, ahora y ven ee ha corrido una pesada cortina. Una imbé­
para siempre, por los siglos de los siglos." cil, dice alguien. Una santa, responde otra voz."
Estas palabras llenas de "exuberancia infan­
til" que Gorki pone en boca de uno de sus más Lo que podía nacer de tanto sacrificio, de
simpáticos personajes y que inundan de alegría tanto esfuerzo, la liberación de un inmenso pue­
el corazón de Pelagia —la madre— describen blo, era esperado por el mundo entero como se
bien el estado espiritual que dominó a millares espera la aurora de una nueva era.
de hombres y mujeres, los que cantaban, bajo Hoy, todos los que han creído en Rusia vuel­
todos los cielos:
(Slgue en la pág. 43-44)
Púg. G V I D A F E M E N I N A

A L P A S A R

Por MARÍA L-. BERRONDO '

1 que nada le importe el saber que no lo entien­


den?
El país está despoblado y es unánime el an­
Goce de avaro más refinado.
helo de fomentar la natalidad.
¡ Mujeres, a procrear!, es la voz de orden que III
parte de todos los sectores sociales. Y es inte­ La campaña está viviendo un año malo. Ma­
resante detenerse a meditar unos minutos sobre
lísimo.
el asunto.
En los hogares deben realizarse hazañas estu­
Los hombres, durante siglos, han cantado un
pendas: vestirse sin telas y alimentarse sin ali­
nobilísimo sentimiento, haciendo de él la razón
mentos.
de ser de la mujer: la maternidad. Entonces
Es un año de remiendos prodigiosos y de co­
las mujeres no sabían leer; tampoco «existían
midas mágicas: las que deben guisarse en ca­
periódicos, ni diarios, ni revistas.
cerolas vacías.
Hoy, para no quedar en ridículo, y ya que
Es un año que deberá marchar sobre las es­
tanto necesitan reproducirse, tendrán qué de­
paldas de la mujer campesina. Su habilidad es
cretar la muerte de ese sentimiento, y glosar
la única que salvará al marido, hijo o hermano,
otro un tanto atrevido, pero más sincero: mu­
de afrontar la mirada del avinagrado comer­
jeres, a procrear sin sentimiento alguno de
ciante que fía.
amor, y sin pizca de responsabilidad. A imitar
Lástima que la pobre campesina está tan mal
a las hermanas vacas y a las hermanas ovejas.
preparada para realizar estos milagros; en la
¿Por qué?, me preguntará alguien. mayoría de los casos, evita viajes al almacén
La respuesta es fácil. El mundo está hoy o a la carnicería, pero los enfila hacia la far­
más hostil que nunca a la vida; el desprecio macia. Nada es tan difícil como ahorrar atina­
por la criatura humana es terrible. No pense­ damente en la cocina, y la dificultad se torna
mos en los inmensos pudrideros de Europa. A insuperable cuando en el hogar campesino fla­
pocas leguas de aquí, en un pueblo que es. un quean la huerta y el gallinero.
punto en el desierto inmenso, una niñitá ha
sido ultrajada y muerta luego. La hija de una IV
pobre mujer... ¿El país espera que lo pueblen De la envidia dijo el poeta:
las matronas?
Si da Qon el punto de apoyo
Si no protege la vida de las desamparadas
y con la palanca arquimédea,
chiquillas proletarias, el anhelo de Alberdi con­
él, deja al hombre en el vacío,
tinuará en estado de ensueño.
quitándole de los pies la tierra.
II
Y así no más procede, para gloria de los go­
La riqueza acumulada es criminal, en un losos terratenientes, el arrendador de mi país.
mundo que cuenta por millones a los hambrien­ Lleva el demonio de la envidia prendido a sus
tos. Pero ¿qué decir del que atesora saber, y no flancos.
coloca sus conocimientos al alcance de los que Que a nadie qué ocupe unas hectáreas a un
no saben? precio razonable se le ocurra hacer alguna co­
Deslumhrar con el oro; pasar frente a los modidad: ya irá, apresurado y obsequioso, ante
hambrientos los tesoros habidos en una rebatiña el dueño del campo su primer vecino a ofrecer­
despiadada, es perverso y es estúpido. Pero le 5 ó 6 pesos más de arrendamiento al año.
i qué pensar ante el hombre que en compañía Exacta es, pues, la observación del legislador
de los mejores cerebros de todos los tiempos argentino que, como anhelo de 1* de año, di­
acumuló saber y penetró tinieblas, y puesto en jera:
el trance de comunicarse con sus semejantes, se Tal vez sea necesario en ciertos gremios de
olvida del deber de dar al que no tiene, y sólo productores atribuir por ley carácter coerciti­
se procura el goce de demostrar que sabe, sin vo a la organización cooperativa...
ION ElRO - FEiBRER 0 . 1340 Pág. 7

Y SIN EMBARQO...

Lo he dejado todo:
amores que sólo
eran un reflejo
del amor,
mirajes
que eran un trasunto débil del paisaje
interior.

Todo se ha quedado detrás: la glorióla


del elogio fácil (dulce vanidad),
las manos que estrechan, las manos que
[dañan,
el beso que enciende y el beso que calma RECONOCIMIENTO
la ansiedad

El amor, lo más viejo del mundo,

Todo se- vislumbra lejos; pero asciende, prefie/e las palabras añejas.

de las tibias ascuas —hogueras de ayer— Yo veo que las frases sutiles

un humo en que flotan ansias insepultas no emocionan a mi amada nena.

y maravillosas formas de mujer.

El viejo azul de la Andalucía

Todo lo he dejado; guarda siempre su misma belleza;

pero todo alienta dentro de mi ser.


la muerte del sol repetida

JUAN MARIANELLO todos los días se goza con pena.

GD La tarde dorada nos mece

—¡Mira qué blancas y limpias las eras!

... Iba el Peregrino

Yo la he cogido del brazo y la digo,

iba el peregrino, pausadamente, palabras tan viejas,

tendidas las alas de su pensamiento: que de puro rancias

dábale el camino su alma del momento parecen ingenuas.

y él daba el momento de su alma al ca­ ¡Los que lleva este arroyo

li mino. . cantarino cruzando la sierra. .

RAFAEL ALBERTO ARRIETA JOSÉ MARIANO VILLA

V I D A F E " M E N I N A

Está visto, demostrado y comprobado,


que el hombre es un animal que debe hacer
grandes cosas. Serán grandes animaladas, pe­
ro no importa; grandes serán;
De ahí que criar los hi-
al cor
2 jos, cocinar, mantener la llama los
del fuego del hogar, son menu­
dencias que debe atender la
mujer.
Criar un hijo es una tarea tan llena de I
pequeneces, que a un hombre que se estima,
le da vergüenza.
Limpiar el biberón, lavar un baberito, bañar ese montoncito de carne rosada, tender
esas minúsculas sabanitas, ¡quiá!, todo eso avergonzaría a un barbado que lleva bien puestos
los pantalones.
La tarea varonil es otra.

Tarea de fuerter, divina tarea de dioses.

La tarea grande, hermosa, es la de la guerra. ¡Ah! ¡¡La matanza!!

Convertir a los hombres, a los hijos de miles de mujeres, —ya fuertes y grandes,—
en un blanduzco y rojizo flan, ¡qué gloria!
Ahí se lucen ellos.
Ahora, a ratos, sienten un poco de timidez, y no exponen su ideal desembozada­
mente. Sin embargo, siempre alguno se quita la máscara, y hace confesión de su indomable
hombría.
"Cuando se levante el brazo para para aplicar el golpe, se llevará a efecto una ma­
tanza cómo la historia del mundo no ha conocido nunca", dijo Goering al saludar a 1940.

¡Qué estilo y qué alma!

¡¡Esclavo de lo grande, de lo kolosalü

ti * ti

Mientras el cable nos trae a diario la noticia de la descomunal masacre que las
huestes de Stalin realizan en Finlandia, también nos dice que Julián Besteiro está agoni­
zando en la cárcel.
Dos modos de ver.
Stalin y los suyos juraron, y seguirán jurando, en nombre de Carlos

2 Marx y de Lenin, que defienden a la civilización, y que sólo la violencia,


volteará al podrido mundo burgués.
Mientras, envía a la muerte a miles de proletarios, juntando sus idea­
les a los del bello Adolfo.
Julián Besteiro sostuvo siempre que la violencia, que la revolución, sólo llevarían
muerte y ruina a Erpaña. No fue revolucionario; tampoco desertó del modesto puesto que
le confirió el pueblo. En su desempeño lo apresaron. Enemigo de la violencia, pero ni
cobarde, ni huidizo.
Estamos con el hombre que confía en la razón, aun a riesgo de que nos llamen bur­
gueses, y estamos con él, porque desde el calabozo donde agoniza envía al mundo, enlo­
quecido de sangre, más esperanza y más honradez que todos los impúdicos teorizantes de
pacotilla.
Pág
ENERO -^FEBRERO, 1940 ' *

Hay pocas cosas tan chuscas como ver


a un lugareño pretensioso cuando dice: ese

ver señor con quien hablaba hace un rato, es una


persona muy conocida.
A veces uno siente la

días 3 tentación de hacerle un chiste,


pero como de antemano sabe
que ningún chiste será lo su­
ficientemente sabroso como para hacer reír al
que habló con una persona muy conocida,
opta por no decir nada más que: "¡Ah. qué
bien! ¡Qué suerte la suya!
Debido a estos recuerdos me causó mucha gracia la respuesta de la Policía de la Ca­
pital a su compinche de Córdoba.
Pedíale ésta a la mejor del mundo, el nombre del propietario del auto chapa de la
Capital 51.144, —del cual se había arrojado, en un camino serrano, una mujer con una
criatT,-a en brazos,— y la mejor del mundo, tal vez con el mismo aire inflado y respetuoso
del lugareño, sólo atinó a contestarle: "Es una persona muy conocida" (Como se nos
ha informado que los ocupantes iban en estado de ebriedad, podemos terminar la frase:
"en las borracherías".
Ya es un dato.
ti * ti
Cuado en nuestro país comienzan las regeneraciones, es cosa de ponerse a temblar.
Y temblamos porque siempre son los humildes, los pobres diablos, los que prestan su
efigie, nombre y apellido, para ilustrar con ejemplos el fervor regenerativo.
Nadie pretende sostener que los Gaitán ron unos tiernos angelitos, pero, ¿quién
ignora oue a esos pobres diablos, metidos a asesinos, los han apañado hasta hoy?
¿Quién no sospecha que el imbécil criminal que se jactaba de haber
"sacado al aire la platita que la vieja tenía amojosándose en un baúl", antes
de pagar tantas copas a sus amigotes, debió llenar bien el bolsillo de algún
caudillejo?
El caso de los degenerados Gaitán, es el caso de la degeneración política de la pro­
vincia de Buenos Aires.
ti * ti
Hay es indudable, un contrasentido, una disparidad muy fuerte, entre ^ n e c e ­
sidad tremenda de material humano que tienen los dictadores y el afán tan inexplicable
de alabar la virginidad que han sentido siempre los ministros de Dios.
Ese contrasentido adquiere caracteres trágicos, cuando los dictadores cuentan, para
triturar al pueblo, —en primer lugar,— con la palanca irreemplazable que
es la iglesia católica.
Ahí tenemos a Franco, —que, como todo déspota, no concibe a la mujer
sino rodeada de muchos hijos,— en éxtasis ante la virginidad de la Pilanca.
Un año se la rodeará de una extraordinaria iluminación eléctrica.
Llegamos siempre a lo mismo: el hombre es una perenne contradicción.
Pág. 10 V I D A ' F E M <E N. I N : A

IAGUAI
da en la Provincia de Buenos Aires: EL CUM­
PLIMIENTO DE LA LEY!
La Confederación formada por numerosas
sociedades de vecinos ha lanzado una consigna:
no pague el agua, y ya se ha popularizado una
letrilla que con música de "La Cucaracha" can-
tan los muchachos:

No pague el agua,

No pague el agua,

Pronto vamos a ganar:

Si usted no paga,

La compañía

va tener que reventar!

Movimiento tan genuinamente popular, no


podía dejar de interesar a las mujeres, pues la
En las puertas de nuestra ciudad se desarro­ escasez del agua influye directamente sobre
lla desde hace diez años un movimiento esen­ sus actividades domésticas y el pago de la mis­
cialmente popular en demanda de algo que la ma sobre el mezquino presupuesto que adminis­
naturaleza ha brindado abundantemente en las tran.
orillas del Plata: ¡agua! De ahí que hayan participado con decisión
La provisión de este elemento indispensable y energía en esta campaña no sólo asistiendo a
a la vida está en manos de una compañía in­ las conferencias, a las manifestaciones, no sólo
glesa que cuida ante todo, como es natural, de adhiriéndose a la resistencia, sino interviniendo
aumentar los dividendos de sus accionistas. en la organización misma del movimiento.
Como consecuencia del intenso y perseverante En este sentido se destacan la Dra. María U.
movimiento popular se obtuvo una ley —pro­ de López, química radicada en Valentín Alsi­
mulgada hace un año— estableciendo la expro­ na, y la Sra. María L. Marcusi, de Remedios de
piación de la compañía de aguas corrientes que Escalada.
sirve los partidos de Avellaneda, Lomas de Za­ Ambas inteligentes, activas y valientes lucha­
mora y Almirante Brown. doras han conseguido dar al movimiento una
La ley autoriza al Poder Ejecutivo de la Pro­ amplitud cada vez mayor, tratando de congre­
vincia para que proceda a efectuar todos los gar grupos cada vez más compactos de mujeres.
trámites necesarios. Pero... el P. Ejecutivo no El jueves 25 de enero, tuvo lugar en la plaza
se ha sentido aludido y las cosas no lian cam­ Campoamor, de Valentín Alsina, uno de los nu­
biado. Millares de hogares, sobre todo en las merosos mítines organizados especialmente para
regiones más pobres, sufren de la escasez de las mujeres.
agua al mismo tiempo que de su elevado precio. Pocas veces nos fue dado ver, fuera de re­
Pero el pueblo, en su parte más activa e in­ uniones de huelguistas, una asamblea más ge­
teligente, no descansa. Mítines y conferencias, nuinamente popular. Eran verdaderamente las
carteles y volantes, todos los medios de pro­ humildes amas de casa, lanzadas a la calle en
paganda son utilizados para aunar las volun­ defensa de sus derechos.
tades hasta obtener algo extraordinario sin du­ La Dra. Alicia Moreau de Justo, invitada por
ENERO-FEBRERO, 1940; Pág. 11

la comisión organizadora, hizo notar especial- terribles enfermedades, porque si nos falta el
mente esta circunstancia, señalando cómo, bajo agua no podremos higienizarnos, ni higienizar
el aguijón de esa profunda necesidad: asegurar a nuestros hijos, entonces llegarán las conse­
el bienestar del hogar, la mujer del pueblo se cuencias de la falta de higiene.
lanzaba a esa lucha que es esencialmente una Nosotras vivimos con el alma en la boca pen­
lucha política, que eso marcaba el despertar de sando en tal posibilidad.
una nueva conciencia y auguraba una época tal No es posible tampoco que en un pueblo co­
vez no muy lejana, en que las mujeres argenti­ mo Avellaneda, pueblo moderno, donde hay
nas intervendrían en forma personal en la de­ edificios de 2 ó más pisos, no se tenga agua, o
fensa de la dignidad y la prosperidad de sus se deba esperar a la noche para que suba un
bogares. poco a las azoteas, porque de día apenas les al­
Reproducimos a continuación los discursos canza para lo má3 indispensable.
de la señora María L. Marcusi y de la doctora No es posible, repito, que ante la situación en
María U. de López, que fueron escuchados con que se encuentra esta populosa barrinda ocu­
gran atención por la concurrencia y aplaudidos rra otra vez lo de días pasados, en que el pue­
con entusiasmo: blo, desesperado, como he dicho anteriormente,
se ha visto obligado a recurrir a las bocas de
Señoras, señores, vecinas: incendio para proveerse de agua.
Una vez más, una mujer del pueblo y madre Y esto, vecinas, ¿es justo? ¡No! Debemos
se dirige a vosotras, en estos momentos de pro­ exigir a nuestras autoridades que de una vez
funda conmoción, que afecta a la población de por todas escuchen la voz de casi un miilón de
los municipios de Avellaneda, Lomas de Za­ hogares, hogares argentinos, en que se están
mora y Almirante Browa. Hoy más que nunca, criando hijos argentinos, que en el día de ma­
las mujeres debemos hacer oír nuestra protesta ñana serán los hombres que defenderán nues­
y repudio unánime hacia esa empresa monopo­ tra patria, una patria libre de empresas extran­
lista y desconsiderada que es la compañía de jeras, grande y feliz!
Aguas Corrientes de la Prov. de B. Aires. Nuestros gobiernos, que son argentinos, son
Hacia esta compañía que nos explota, que no ellos también los responsables si esta situación
tiene en cuenta nuestras necesidades, que no se agrava, porque, vecinos, no es solamente en
tiene en cuenta la ansiedad de los pueblos la­ este pueblo donde hoy falta el agua, sino tam­
boriosos y humildes. bién en numerosos barrios poblados, donde hay
Porque, vecinos, el agua, líquido tan necesa­ numerosos niños, niños argentinos; barrios co­
rio para la vida, ya que hay momentos en que mo Dock Sur, Villa Mauricio, Villa Barceló,
es más necesaria el agua que el pan, falta pre­ Remedios de Escalada, el mismo centro de Ave­
cisamente en los pueblitos más humildes. llaneda y otros más.
Hacia esta compañía, repito, debemos exte­ Villa Mauricio tiene que ir a buscar el agua
riorizar nuestro repudio, para que de una vez a un grifo que ha colocado la misma empresa
por todas salga de nuestro suelo. Con ello con­ donde tiene los pozos.
tribuimos a reivindicar para nuestra nación el Villa Barceló, pueblo también humilde don-
claro concepto de la independencia económica. de ahora más que nunca se soporta la prepoten­
Yo pregunto, vecinas: Las mujeres ante es­ cia de esta empresa extranjera; allí también
ta situación ¿podemos permanecer indiferen­ han instalado varios pozos, para la extracción
tes? ¡Afirmo que no! Y ninguna mujer cons­ de agua. En estos momentos ese pueblo se ha
ciente diría lo contrario. decidido a presentarse a la justicia, para exigir
Porque no es posible que nos quiten el agua una justa reparación por los daños ocasionados
producto de las entrañas de nuestras tierras, por esta compañía, que a pesar de que en nu­
tierras argentinas. merosas oportunidades se le solicitó la exten­
No es posible que esto ocurra aquí... a pocos sión de los caños que llevaran agua a la pobla­
pasos de la capital federal, donde días pasados ción, la empresa se negó, diciendo que no le
han tenido que recurrir a las bocas de incendio representaba negocio digno de ser atendido.
para proveerse de ese líquido tan necesario. Desde entonces, los vecinos no cuentan con
No es posible permanecer tranquilos ante es­ el líquido suficiente para las más elementales
ta situación, pues si no se soluciona, pronto ve­ necesidades.
remos nuestros hogares amenazados por las más Por todas estas injusticias y arbitrariedades
P&g. 12 V I D A F E M E N I N A

de esta empresa extranjera es que hoy se rea­


liza en esta plaza este hermoso acto, y yo con
mis modestas per 0 sinceras palabras os digo,
vecinas, señoras, señoritas, jóvenes: a unirse
todos, todos sin distinción, a luchar, a ayudar
a vuestros esposos y padres, de pie, firmes hoy
contra la compañía de aguas corrientes.
Esa es nuestra aspiración, aspiración del que
sufre en carne propia, que somos los habitan­
tes de la Pcia. de B. Aires, aquí, que es donde
ha puesto pie la ambición, el lucro de estas em­
presas extranjeras, que no hacen diferencias de
ninguna clase, ya que su ambición es llevar
más y más libras esterlinas a Londres.
Y para que el oro no emigre de nuestra pa­
tria es que el pueblo, los hombres verdadera­
mente argentinos, las mujeres, jóvenes y niños,
los extranjeros que viven en nuestro suelo, to-
dos sin distinción de ideas políticas o religiosas,
nos hemos reunido aquí.
¡A luchar por un inmediato y justo objeti­
vo: expropiación de la compañía de aguas co­
rrientes y su traspaso a Obras Sanitarias de la
Nación! Las empresas extranjeras, que repre­ nuestro hermoso movimiento, para defender
sentan capitales extraños a nuestro país, no be­ nuestro hogar, la pequeña economía de nues­
nefician nuestra economía, sino las propias, las tro hogar, que es la de nuestros hijos.
extrañas a nuestra patria. ¡ Por el cumplimiento de la ley 4680!
Los servicios públicos no pueden seguir sien­ ¡Por que se nos suministre agua por medio
do de empresas cuyos fines sean engrosar las de O. S. de la Nación!
arcas de los capitalistas ingleses, a quienes no ¡Por una patria libre de empresas extranje­
les interesa el bien de nuestro pueblo, extraño ras!
para ellos, sino el lucro, el mayor porcentaje
María L. DE MARCUSSI.
a sus acciones, y esto no deben seguir contem­
plándolo con indiferencia nuestros gobernantes
en un servicio que influye en la salud y la vida Discurso de la Dra. María U. de López
misma del pueblo.
Señoras, señores, niños .­
Nuestra lucha, vecinas, es por la liberación
económica nacional; por la recuperación de La falta absoluta de agua en los días más
nuestro patrimonio, a lo que nadie puede opo­ calurosos nos ha obligado a lanzarnos a la calle
nerse, salvo que sea por interés mezquino. en señal de protesta, organizando este acto ca­
Esto deben entenderlo los hombres que diri­ lurosamente apoyado por la Confederación y
gen los destinos de nuestra patria. la Unión de Sociedades pro nacionalización del
Este es el momento de decir lo que piensan agua corriente, entidades ambas archiconoci­
y sienten las mujeres, las contribuyentes en ge­ das que luchan por la transferencia a Obras
neral. Sanitarias de la Nación, a la par que nosotros
Porque las mujeres somos también contribu­ por la rebaja del pavimento, ambas luchas ya
yentes. Ya sea en la fábrica, oficina, escuela, se están prolongando demasiado, pero a fuerza
comercio, o en su condición de simple fregona de actos como éste, donde públicamente se ex­
en la obscura tarea casera, la mujer acarrea terioriza el malestar general, actos donde sa­
todos los días un poquito de riqueza para nues­ bir eimas pon^r de manifiesto nuestro descon­
tra querida patria y le entregamos en cada hijo tento, actos 'como éstos que son el reflejo
un pedazo de nuestras entrañas. clamoroso del pueblo, sólo mediante éstos lle­
Vuestro apoyo, mujeres, es el que más se gará un día que nuestras autoridades tendrán
neeesilíi en estos momentos decisivos, para que indefectiblemente encarar y solucionar
ENERO- FEBRERO, 1940 Pág. 13

una vez por todas estos problemas que afec­ extremo1 de haberse puesto en todos sus ac­
tan moral y económicamente a tres extensas tos de común acuerdo para proceder en forma
zonas como1 lo son Avellaneda, Almirante. absolutista y absurda contra la masa humil­
Brown y Lomas de Zamora. En la organiza­ de, la masa trabajadora y tranquila de nues­
ción de este acto nos ha tocado ocupar un tras comunas, conspirando contra loa derechos
lugar preponderante a la mujer, puesto que de un pueblo que ha sabido labrarse su porve­
la falta de agua es a nosotras a quienes nos nir y de sus hijos a costa de inmensos sacri­
ha ocasionado1 más serios trastornos, molestias ficios y privaciones.
y disgustos; pues el solo hecho de tener que La Unión Vecinal pro Rebaja de Pavimen­
salir de nuestras casas para acudir a las bocas tos y la Confederación de Uniones Vecinales,
de incendio que en un momento de desespe­ afectadas por pavimentos de la provincia de
ración fueron abiertas, este solo hecho es ya Buenos Aires, al plegarse con la Confedera­
de por sí suficientemente justificado1 para ha­ ción y Sociedades pro nacionalización del
cer sentir nuestra más enérgica .protesta; por­ agua corriente, entidades ambas que luchan
que tener que pagar y pagar a precio de oro por una sola causa, un solo propósito1, lo ha­
y no tenerla en algunos momentos para las cen con aquella sinceridad y franqueza propia
más elementales necesidades, es el colmo de de las instituciones que se organizan con un
todos los colmos. fin noble, con un fin altamente humano, co­
Esta es la causa por la cual las mujeres nos lmo lo es el de la defensa de nuestro techo,
hemos movilizado; somos nosotras las que más rincón sagrado al cual las empresas éstas tie­
sentimos en carne propia la falta de agua y nen fijada su mirada, pero todos unidos sere­
es por esta causa que a este acto le hemos mos para estos pulpos una barrera difícil de
querido dar un colorido eminentemente feme­ vencer, una barrera infranqueable, una barre­
nino, no quiero por esto decir que también los rra en la que tendrán que estrellarse y sucum­
hombres no sienten esta deficiencia, puesto que bir necesaria y fatalmente.
al volver después de un día de fatigada tarea Un pueblo unido, un pueblo dispuesto a no
y no encontrar agua ni siquiera para hacerse dejarse atropellar, un pueblo dispuesto en
una ligera higienización, lógico es, por lo tan­ cualquier momento ha hacer valer sus dere­
te, que también tienen derecho a hacer sentir chos, que nuestra hermosa Carta Magna nos
su protesta, y la hacen sentir como ellos ya otoTga, no es tan fácil convencerlo con pala­
saben hacerlo desde donde levantan sus tri­ bras bonitas, ni con engaños pre-electorales,
bunas. mentiras todas disfrazadas de bellas prome­
Nadie ignora que sin agua la vida, tanto ani­ sas, en una palabra, pretenden tener sugestio­
mal como vegetal, se torna imposible; sin este nado a un pueblo consciente, como si fuera
precioso elemento la humanidad perecería y un niño, eso se acabó! Todos, quien más, quien
fatalmente; pretender privar o disminuir a to- menos, se dan perfecta cuenta de todas estas
do un pueblo, equivale a pretender someterlo maniobras, y si >en algo no tratan de mitigar
al yugo de un tirano, que en este caso estaría en parte este malestar que el pueblo clama y
personificado en una empresa extranjera, em­ con toda razón como es en los momentos ac­
presa imperialista, empresa con la que sostie­ tuales la falta de agua, no sé adonde llegare­
nen hace varios años una lucha sin cuartel, mos, porque todos los abusos, sean de la natu­
nada menos que tres comunas y a las que en raleza que sean, tienen su fin.
este acto que la Unión Vecinal pro Rebaja de A empresas como estas, que por el solo he­
Pavimentos ha organizado, ha querido engra­ cho de tener de su lado a los jueces de pafci
sar sus filas y lo hace con aquel calor y entu­ y alcaldes, creen tener ganado el cielo, están
siamo con el que las mujeres de Valentín en un craso error. Porque si todas las justi­
Alsina,- sabemos hacerlo, cuando se dispone a cias son como1 las que tenemos en Avellaneda,
hacer frefnte a cualquier atropello. También estamos arreglados.
nosotras tenemos derecho1 a hacer frente a la Problemas como estos de carácter eminente­
prepotencia y al abuso con que maniobran dos mente social, es a nuestras autoridades en el
empresas como la de Aguas Corrientes y la el orden comunal como provincial que más
Warren Brothers, hermanas gemelas, porque debería interesarles, por llegar a un entendi­
tanto sus procedimientos como sus intencio­ miento que fuera satisfactorio para ambos;
nes y finalidades son exactamente iguales al (Sigue en la pág. 46).
V I D A F E M E N I N A
Pég. 14

La Voz del Campo

Tres
Gallos...
Por

ELENA

BARBERENA

Volvieron mis hermanos del trabajo con una en la comida, si le gusta, en fin, aunque si está
expresión divertidísima. ¡Qué alegres! ¿Qué les tan pobre podía suprimir el vino por un buen
pasa? alimento.
—Acaban de hacernos un cuento que tú no —Siéntate, escucha. Creemos firmemente que
lo vas a encontrar tan divertido como nos­ después de este breve cuento, no aumentará tu
otros. Antes de olvidarnos, tiene que darnos admiración por el sexo masculino, ni sus arres­
algunos de esos affiches de la Sociedad Luz, tos varoniles.
contra el alcoholismo, para enviárselos a Don —¿Vistes esos regios gallos que llevaba Ju­
Celedonio. lio en su vagón?, (Este era un repartidor de
Nunca había oído decir que Don Celedonio almacén a domicilio.)
fuera bebedor. Con interés indagué: —Sí, en verdad, que eran hermosos y muy
—¿Por qué a Don Celedonio; acaso es be­ nuevecitos.
bedor T Bueno, siendo únicos de su plantel, los ha
ha cambiado don Celedonio por diez litros de
—No, bebedor no; pero por el buen vino es vino.
capaz de un sacrificio; y como tú sostienes
que se vive muy bien sin el,vino, queremos co­
¡MUJER, TEN PACIENCIA!
rregir a Don Celedonio, antes que se dé al des­
patarro.
Era un día sofocante, y como ocurre en es­
—¡Qué exagerados!... Que tome una copita tas ocasiones cuando se puede, uno busca la
ENERO - PBBRBRO, Pág. 16

sombra de los árboles, nosotros nos ubicamos rro que osara ladrar 1 Esa paz era conseguida
bajo el follaje de los centenarios talas. Algo merced al desvelo de «un tres hermanas. Estas
mejor se estaba. La prueba es que al poco cuidaban el eueño del inocente... Transcurrían
rato, un amigo, hombre de ciudad, filósofo, muy los meses de siesta, descanso para él y de incer­
estudioso y gran observador de la Naturaleza, tidumbre para ellas. Goyo no había tenido una
sacó como conclusión muy provechosa, después mala siesta. Pero lo bueno como lo malo tienen
de una larga charla, que la mujer debía ser su plazo. En la casa de Goyo ocurrió lo inusita­
dulce y muy paciente. En especial debía inter­ do. Una malhadada siesta en que el calor era
pretar al hombre, cuando éste se abstrae horas mayor y las muchachas estaban muy fatigadas,
y horas. Al volver él de su abstracción debía ha­ resolvieron descansar, una vez observado que to-
llar a su lado un ser dulce, lleno de mansedum­ do estaba tranquilo.
bre. No lo dijo, pero pienso que deseaba la man­
sedumbre del burrito.. para la mujer. Una mu­ Ni diez minutos haría que reposaban, cuando
jer de raquítica inteligencia no debiera osar, ha­ las sobresaltó el estridente canto de un gallo, y
blar de estos temas, pero cuando quise acordar, acto seguido una detonación, que hizo temblar
estaba poco más o menos diciendo que la pacien­ las paredes del rancho.
cia debía ser don de hombres y mujeres por igual; ¿Qué había ocurrido? Un gallo contraventor
porque si malo era alejar de su abstracción al de las ordenanzas de descanso impuestas por
hombre, no era mejor por simple regla de hu­ Goyo, se permitió cantar en la ventana de su
manidad agravar la fatiga de la mujer pidiendo dormitorio, y éste, para ejemplo de los demás, lo
en tono subido la comida o protestando por un fusiló.
cuello arrugado. El gallo fue puesto sobre la mesa de la cocina,
No nos pusimos de acuerdo. ¡Vemos la vida muda orden para ser presentado más tarde en
en forma distinta los filósofos y los campesinos! un guiso.
Pero hete aquí que un campesino auténtico des­ Y aquí triunfa el pensamiento del filósofo. De
barata mi teoría feminista, dejando triunfante al no §er las mujeres de esa casa pacientes, jqué
filósofo. ocurriría? Algo que no escaparía a vuestra pene­
El protagonista es un joven vecino de recono­ 'tración. Arremeterían contra las gallinas en sus
cido mal genio. malos momentos. ¡Entonces, pobre economía del
Luego de comer se acostó a dormir la siesta. hogar campesino, con perspectivas tan lúgubres
Esa era la hora sagrada. Nadie debía conversar, como son las de este año!!...
ni debía sentirse el menor ruido. ¡ Guay del pe- Castelli.
Pág. 16 V I D A F E M E N I N A

El
Maestro
y la
Guerra
(Réproduc'mos estas pág-inas

del tan conocido libro de Re-

marque "De regreso". Contienen

tan profundas y aellas ideas

sobre la responsabilidad del

•maestro, que sería de desear

se grabasen en <el espíritu de

todos.)

Cuarenta cabezas rubias y morenas se incli­ porque se trataba de cosas que se podían ver.
nan diligentemente sobre sus cuadernos y piza­ Pero aquí... ¿no espero ayuda yo mismo? ¿De
rras y se esfuerzan por escribir las grandes le­ vosotros ?
tras del abecedario. Atentamente hago vagar Examino el plan de estudios, un libro gris
mi mirada por encima de los rostros. La mayor de hojas amarillas. Tiene por autor a un com­
parte de ellos son bonachones y mediocres, al­ petente pedagogo y asigna a cada semana con
gunos astutos y tontos, pero en unos pocos bri­ toda exactitud lo que se debe enseñar. Lo hojeo
lla algo más claro. No les parecerá a estos lentamente. Semana 17: la guerra de los trein­
últimos toda esta vida como algo obvio y que ta años; octubre: la guerra de los siete años,
no todo pasará para ellos sin tropiezos. Los las batallas de Kunersdorf, Rossbach y Leu-
contemplo y pienso: Mañana nos detendremos then; noviembre: las guerras de la liberación;
en las preposiciones, la próxima semana escri­ diciembre: la campaña de 1864 y la toma por
biremos al dictado, en un año sabréis de me­ asalto de las trincheras de Düppel; enero: la
moria cincuenta preguntas del catecismo, en guerra de 1866 contra Austria y la victoria de
dos1 empezaréis la gran tabla de multiplica­ Koeniggraetz; febrero: la guerra francoalema-•
ción . . . y mientras tanto seguiréis creciendo y na de 1870-71, las batallas de Metz y Sedán, la
la vida os tomará en sus tenazas, una vida mo­ entrada en París1.
nótona o una vida más impetuosa, una vida mo­ Sacudiendo la cabeza, tomo el libro de his­
derada o una vida quebrantada... cada uno toria... guerras, luchas, batallas, algunas ve­
tendrá su destino, y viviréis así o así. ¿Puedo, ces los unos en compañía de los otros, otras
acaso, ayudaros con mi conjugación y en la veces los unos contra los otros. En Leipzig y
enumeración de los ríos de Alemania? Cuarenta en Waterloo con los rusos y los ingleses, en
vidas diferentes están detrás de vosotros y es­ 1914 contra ellos; en la guerra de los siete
peran. Si pudiera ayudaros, ¡con qué agrado años y en 1866 contra los austríacos, en 1914
lo haría! Pero ¿quién puede aquí ayudar real- con ellos. Cierro el libro: no es ésta una histo­
mente al otro ? En el frente era posible hacerlo, ria del mundo, sino una historia de guerras.
_A NUESTROS SUSCRIPTORES Y LECTORES

Nuevamente "VIDA JtEMENINArtdebe hacer un llamado


a l a g e n t i l e z a de sus s u s c r i p t o r e s para p e d i r l e s excu­
sen e l r e t a r d o de su aparición»

E l presento número corresponde a Enera y F e b r e r o ,


pues se presentan grandes obstáculos a n u e s t r a s a l i d a
r e g u l a r , c u y a causa nuestras l e c t o r a s comprenderán de
inmediato»Sin embargo en e l curso de e s t e año t r a t a r e ­
mos de r e g u l a r i z a r nuestro s e r v i c i o .

Es e s t a para nosotros una oportunidad p a r a pedir


nuevamente l a ayuda y colaboración de cuantos aprecian
e l esfuerzo que realizamos»

Pedimos a nuestros s u s c r i p t o r e s no solo e l pa-


go r e g u l a r de su cuota sino e l aporte de algún nuevo
abonado,No puede Vd amable l e c t o r a conseguir de alguna
de^sus amigas,a quien f a c i l i t e la r e v i s t a , u n a s u s c r i p ­
ción?

Necesitamos igualmente e l aumento de l o s avisado­


r e s y estamos seguras de encontrar e l apoyo de n u e s t r o s
amigos que desde hace muchos años nos acompañan con
una adhesión que intensamente agradecemos.

_LA DIRECCIN
ENERO-FEBRERO, 1940 Pá«. 17

i Dónde quedan los nombres de los grandes pen­ de ese plan de estudios abandonen la escuela,
sadores, de.los físicos, médicos, investigadores, conocerán los períodos de reinados de los prín­
hombres de ciencia? i Dónde está la descripción cipes más insignificantes y las fechas de las
de las grandes batallas que esos hombres libra­ batallas que éstos libraron, y considerarán todo
ron por la humanidad; dónde una exposición esto como lo más importante que hay en el
de sus ideas, de sus actos, en los que estaban mundo, pero no sabrán casi nada de Bach, Beet­
a menudo en mayor peligro que todos loa jefes hoven, Goethe, Eichendolff Durero, Roberto
de ejércitos! i Dónde hay una lista de los que Koch.
fueron martirizados, quemados, encarcelados Arrojo los libros sobre el pupitre. ¿Qué ense­
por sus convicciones? En vano la busco. En ñanza es ésta? ¿Qué es lo que debo hacer aquí?
cambio, está descripta en todos sus detalles ca­ ¿Qué es lo que estoy haciendo? ¿Cooperar en
da pequeña campaña militar. todo éso?
Mas es posible que el libro de lectura brinde Diligentemente rasgan los lápices y las plu­
algo diferente. Lo abro. Poesías: "Plegaria an­ mas y las cuarenta cabezas están inclinadas so­
tes de la batalla", "El cuerpo de Lützow", "La bre las pizarras y los cuadernos. Abro la ven­
tarde de Leutchen", "El trompeta de Vienvi- tana. El viento trae el vaho de praderas
Ue", "El emperador es un buen hombre", "Car­ húmedas, de bosques y de primavera. Lo res­
ga de húsares". Sigo leyendo: "Un día de la piro ansioso. Las nubes siguen deslizándose
vida de nuestro monarca", "Napoleón III he­ velozmente. Siento como si un siglo hubiera pa­
cho prisionero" En todo caso, pienso, es mejor sado desde el momento anterior, como si aque­
ser hecho prisionero que huir. Sigo: "De cómo llas hojas amarillas, allí sobre el pupitre, me
batimos al gabacho de Gravelotte", descripción hubieran arrastrado a través de un siglo de
festiva de un combatiente. Y en medio de todo mezquindades, de torpe obediencia y de falsifi­
esto hay algunos cuentos y descripciones de caciones. "Niños...", digo excitado, mientras
comarcas de la patria, y luego otra vez episo­ siento en la nuca el viento de marzo.
dios de guerra melosos o sentimentales y pom­ Los cuarenta pares de ojos se levantan. Pero
posamente adornados. Semblanzas de jefes mi­ ya no sé lo que quería decir. Tampoco lo po­
litares, himnos a la guerra. Me horrorizo cuan­ dría decir. Quisiera que sintiesen el viento y la
do pienso cómo ha sido falseado en un solo eterna inquietud de las nubes. Pero nada de
sentido el concepto de la patria, j Dónde están esto hay en el plan de estudios. Malhumorado,
las semblanzas de los grandes poetas, de los arrojo los libros en el cajón.
pintores y de los músicos? Cuando las víctimas Suena la campana. Ha terminado la lección.
V I D A F E M E N I N A
Pág. 18

La Tiranía y el Oprobio en

Santo Domingo

Un Desequilibrado

incontenible Delirio de Grandeza

El Peso Trujillo

Dios y Trujillo

El M o z o Peynado

Por Protasio Martínez Alvarez

Trujillo y sus satélites actúan sin el menor es­


crúpulo, tal como si no existiese ni el pueblo
Indudablemente, el caso del "Generalísimo" dominicano ni la opinión pública mundial. ¡To­
Kafael Leónidas Trujillo! y Molina —amo y do "eso" le importa muy poco al "Generalí­
señor de la República Dominicana— es un ca­ simo"!
so patológico. No es posible concebir que un
hombre normal, que un hombre con sentido co­ EL INCONTENIBLE DELIRIO

mún y de responsabilidad, pueda asumir todas


DE GRANDEZA

las posturas que este señor ha adoptado, ni co­


meter todos los atropellos- que han sufrido y
continúan sufriendo los habitantes de aquella Al efectuarse en el mes de mayo último, en
desventurada República. la llamada "Ciudad Trujillo", las elecciones
Si el "Gran Señor" ha podido sostener su para presidente de la República, el "Generalí­
régimen de opresión y barbarie durante los lar­ simo" y "Benefactor de la Patria Dominica­
gos ocho años que lleva de "gobernar", es de­ na" promovió la realización de otra de; !as
bido a que las circunstancias le han favorecido grandes farsas en su honor: ¡una votación sim­
grandemente. Por ejemplo, la de que haya lo­ bólica! Y esto es rigurosamente exacto. Impor­
grado que su hermano controlara el ejército y tantes periódicos de Sudamérica publicaron el
la de que a los Estados Unidos les convenga por siguiente cable transmitido por la Associated
ahora apoyar a un hombre fácilmente maneja­ Press: "Como nuevo homenaje de gratitud de
ble y dócil a servir los intereses imperialistas la mujer dominicana al presidente Trujillo^ a
de la manera más abierta. Algunos tiranos ser­ quien considera el creador de la paz dominicana,
viles tratan de cubrir siquiera las apariencias votaron por él, simbólicamente, en urnas espe­
ante su pueblo y ante el mundo entero; pero ciales, 342.458 mujeres, excediendo este núm«­
ENERO1 -FEBRERO, 1940 Pá«. 19

ro en 23.679 a los depositados por los hombres para que se acepte con ese valor el "peso tru­
en las elecciones presidenciales". jillo".
Con este nuevo dato, elocuentísimo, juzguen
los lectores de la categoría moral del dictador "DIOS y TRUJILLO"
dominicano, poseído del delirio de grandeza en
su grado máximo. ¿Pero cómo es posible —podrá preguntarse
con mucha razón alguno de los lectores— que
Mucha razón tiene el joven intelectual don un tirano de la categoría de Trujillo confíe la
Ángel Miolán, al afirmar en su libro contra la silla presidencial a otro hombre que le. puede
tiranía trujillista: "A este pueblo hambriento, restar influencia y poder?
explotado y enfermo, se le obliga a estar cons­
tantemente "quemando incienso", como dice En primer lugar debemos tomar en <?uenta
Thomson, para halagar la vanidad del amo, sien­ las complicaciones internacionales que se pre­
do éste el precio de su derecho a la vida". sentaron a Trujillo el pasado año —de1 las
cuales habló el escritor dominicano don Valen­
tín Tejada en nuestro anterior artículo— y en
EL PESO "TRUJILLO"
segundo lugar los "grandes méritos" del aho­
ra presidente Sr. Peynado. Este inofensivo se­
Pero como si no fuese suficiente para satis­ ñor —¡ inteligente psicólogo!—conociendo muy
facer las insaciables ambiciones y la vanidad bien el lado flaco' de su amo, el Sr. Trujillo,
del "César" el haberle cambiado el nombre a mandó colocar hace tiempo en la parte alta
Santo Domingo por el de ",Ciudad Trujillo", de su residencia un letrero con grandes ca­
el hacerse llamar "Generalísimo" y "Benefac­ racteres luminosos en los que se leían tres pa­
tor de la Patria Dominicana", el haber reci­ labras: "DIOS y TRUJILLO". Es decir, que
bido —por su propia orden— numerosas "con­ para la mentalidad del Sr. Peynado, en la tie­
decoraciones" ostentosas, el haber nombrado rra, o más bien dicho en el Universo, después
"Coronel" a su hijo de cuatro años, el haber de Dios no existe otro ser más grande ni más
obligado a la Universidad de Santo Domingo a excelso que el "Generalísimo1" Trujillo. Y "pa­
conferirle el título de "Doctor Honoris Causa" ra muestra con un botón basta" según el di­
"por sus excepcionales aptitudes como gober­ cho. Ya el lector puede darse cuenta de la
nante y por su benemértia obra en favor del "'personalidad" del flamante "Presidente" de
progreso, de la paz y de la cultura del país"; la República Dominicana; puede explicarse
el hacerse llamar "Padre de la Patria Nueva" también por qué llegó don Jacinto Peynado a
(frase esta última compuesta por el ahora "Pre­ la primera magistratura del país y puede ade­
sidente" Sr. Jacinto B. Peynado), el hacerse más deducir cuál será el papel que éste des­
proponer como candidato al "Premio Nobel de empeñe al lado de su "Dios" o sea Trujillo.
la Paz", como si no fuese suficiente todo esto, Para más señas de don JaeintG1, debemos in­
decíamos, para dejar satisfecho al Omnipotente formar que en la República Dominicana se le
Señor, éste creó además la moneda llamada '' pe­ conoce, popularmente, con el apodo de "Mozo
so trujillo" dándole el mismo valor que al dó­ Peynado" Confesamos que la razón de este
lar. Naturamente que esto ha ocasionado graves apodo no la cono'cemos.
trastornos financieros en aquel país, ya que no (Concluirá).
existen las garantías metálicas indispensables México, 1939.

I . OKTI c Hijo TECHOS


CHALETS
OLLEROS 3938
U. T. 54 - 4393 ZINOUERIA
PAg. 20 V I P A F E M E N I N A

Hermano campesino, en la llanura


Hermano el arado al sol bate la tierra,
y la milpa levanta sus penachos
como una hueste de victorias plenas;

el pueblo se repliega en la colina

Campesino
bajo el amparo de la torre enhiesta,

y tus manos reclama,

en la verde llanura, la cosecha.

¿Y por qué no la tomas, compañero?


si te es pródiga y fiel como la sombra,
si al cariño del sol abrkte en surcos,
el corazón feraz de la parcela,
y arrancaron tus manos incansables
las perversiones de la mala yerba.
Silencioso y sañudo
ensillas el caballo en la dehesa,
cargas el cuerno, buscas la reata
y limpias cuidadoso, la escopeta.
A lo lejos el grito
del cuerno pastoril llama a la guerra,
la lucha fratricida nos espera.
Es fatal, camarada, pero es cierto:
porque el odio protervo de los amos
quiere hacer para tí nuevas cadenas,
pero ya no es posible que te aherrojen
¡Antes que ser esclavo rerás fiera!
y regarás con sangre los ejidos,
y abonará cadáveres la tierra,
mientras en el pavor de tus montañas
flota el rojo clamor de tu bandera.
¡Es la hora de luchar! ¡Llegue la lucha
que veces hay en que la lucha es buena,
y del caos tenebroso de las almas
el golpe del acero saca estrellas!
¡Luchar! ¡Pues a la lucha camaradas!
¿Qué habremos de perder en la contienda
los que nada tenemos en el mundo?
Que si algo que perder, ¡son las cadenas!
Ya el sol decora el camino florecido
y en la colina el pueblo se recuesta,
en los surcos abiertos la semilla
magnífica revienta
Por Juan F. En tanto que retumba en la hondonada
la voz del cuerno pregonando guerra!
No olvides, camarada, que en las sombras
Vereo Quzmán el golpe del acero saca estrellas!
ENERO-•K'EORl&RO, 1840 PÁg. 21

Mujer, Naturaleza y Arte


iPara VIDA FEMENINA
Recordar tiempos idos siempre es agradable, evolucionado y la mujer lo realiza objetivándo­
porque al recordarlos parecería que uno vuel­ lo en el hijo"
ve al pasado aunque esto sea en la ilusión. "El hombre, al cultivar las ciencias, has Je­
Así, también, recordar personas cuando ellas, tras, las artes, va creando idealmente tipos hu­
por su talento, dejan recuerdos en la memoria manos cada vez más perfectos. Pero el papel
de aquellos que acompañaron su acción por estar de la mujer, en la evolución de la vida, es do­
muy cerca del ideal de su predilección; este ble, en relación con su complemento sexual, la
recuerdo es satisfactorio, y sobre todo en los mujer representa en el universo la pasividad
momentos actuales que se lucha en la sociedad pero cuando se trata de preservar o de defender
por una igualdad más equitativa y más armo­ loa intereses de la raza, la mujer desarrolla una
niosa entre los dos sexos, que juntos sufren las actividad prodigiosa.''
consecuencias de este régimen social lleno de Este pensamiento tai^ noble, se conseguirá
vicios y de injusticias contra las clases despo­ cuando el hombre no vea en la mujer solamente
seídas. la hembra, y cuando la mujer, por sí propia,
Por esto recuerdo en este artículo a la gran sea capaz de dignificarse, conquistando ante los
educadora Raquel Camaña, que con tenacidad demás el derecho de ser considerada como un
inculcaba en el niño y en la niña conocimientos ser humano. Porque según se considera hasta
para la libre sociedad del porvenir; y hoy que noy la mujer, ella es un género, sólo los hombreB
la mujer lucha por su completa emancipación es son considerados individuos.
bueno recordar algunos conceptos que la gran El ideal, para las personas sensibles que lu­
educadora tenía cuando comparaba a ambos chan por una igualdad de verdad, para los que
sexos y seguía con varonil pujanza la obra de ponen su corazón y su cerebro al servicio del
su gran maestra miss Graham. amor, la justicia y la paz, ven en la niña la ale­
Educadora que ponía de relieve y completa­ gría del hogar, en la joven esbelta, ven la pre­
mente desnuda la verdad de los hechos, para dilección de sus deseos, cuando esposa debe ser
que sus educandas pudiesen analizarlos en todo la compañera inseparable que goce con el hom­
BU contenido. Otras veces era la naturaleza y el bre los momentos felices, que a veces se tienen
arte la que servía a ella para sus comparacio­ en el correr de la vida, y cuando llega a ser
nes con el ser humano. , madre cuidarla con la devoción que cuida el
Por eso hoy, más que nunca, es bueno recor­ agricultor sus plantas cuando llegaron a dar el
darla, porque en el magisterio se sigue una nor­ fruto de sus esfuerzos.
ma de convencionalismo que desde arriba se Como Raquel Camaña, comparemos a la mu­
impone; aquella educadora, que afrontaba con jer con la naturaleza, pues así como la tierra
valentía cualquier imposición, seguía la línea de produce las mieses que alimentan a la humani­
conducta que se había trazado para no ser una dad, nos dan las flores que embriagan con sus
del pasivo rebaño que por encima de un ideal perfumes y nos deleitan con sus preciosos colo­
coloca las satisfacciones materiales. res, ellas también representan en la vida el surco
Llegó a ser ella la educadora que enseñaba a que recógelas semillas, las fecundan y dan vida
las de su sexo el rol que deberían desempeñar a los que seguirán siendo la sociedad futura.
como solteras, como esposas o como madres, y Consideremos a la mujer y comparémosla con
con la convivencia del hombre, no considerándo­ el arte, porque los grandes maestros de la es­
lo su dueño, como siempre se quiso que fuese en cultura la tomaron y la toman como apreciados
la sociedad pasada y en la presente, sino siendo modelos para sus creaciones, los pintores para
la compañera dispuesta para afrontar las con­ presentar sus obras modelándolas con figuras
secuencias y vicisitudes ocasionales, así como sus femeninas; y cuando una madre arrulla sobre su
alegrías,, pero con igual derecho. pecho al hijo de sus entrañas es lo mismo que
En párrafos escritos por esa gran educadora cuando sentimos una canción armoniosa que lle­
se encuentran pensamientos dignos de tenerlos ga a las fibras de nuestros corazones.
en cuenta. "Lo ideal es a la evolución lo que Por eso he querido recordar a esta inolvida­
a la imaginación creadora es el artista: mués­ ble educadora que buscaba en la realidad la edu­
trale la inspiración, el miraje, la obra futura y cación que serviría para formar una nueva socie­
la sola concepción de la belleza o empuja a rea­ dad que aun no se ha podido comprender.
lizarlo. Así el hombre concibe idealmente el tipo Isidoro AYALA
V I D A F K M E N I N*A
PAK. 22

«KSC

Hay

Si hacemos un balance del año escolar que eias, en un profundo respeto hacia la conciencia
ha terminado, comprobaremos que éste arroja del niño que, por la misma razón de su edad,
un saldo desfavorable: ninguno de los males no está en condiciones de discernir en materia
que de antiguo aquejan a nuestra escuela co­ de religión.
mún en el primer Estado' argentino, han sido Por otra parte, la escuela común es la es­
suprimidos en forma amplia y. definitiva, que cuela democrática por excelencia, a la que tie­
permita el desarrollo de la instrucción pri­ nen derecho de concurrir todos los hijos del
maria. pueblo, sin distinción de clases ni de religión.
Por el ccntrario; en momentos en que la'es­ En la escuela del Estado, que se costea con los
cuela primaria aguardaba la acción de los po­ recursos de todo el pueblo, no deben existir
deres públicos para satisfacer necesidades pe­ cuestiones que la hagan odiosa para determina­
rentorias, que conspiran contra la eficiencia de das conciencias. En el recinto de la escuela po­
la labor docente, cuando una gran parte de la pular no deben plantearse problemas de índole
po'blación escolar es flagelada por el hambre, la religiosa que signifique violencia para la con­
desnudez y las enfermedades —factores deter­ ciencia de aquellos que no profesan religión im­
minantes de la deserción escolar— para el go­ puesta, o que no profesa ninguna. "La escuela
bierno bonaerense lo más urgente ha sido im­ —afirmaba Sarmiento— dejará de ser la patria
poner por ley, la enseñanza religiosa. de todos si se proponen hacerla expresión del
espíritu de algunos."
Pareciera que el ya agonizante gobierno de
Buenos Ares no estaba satisfecho de su obra El laicismo no significa en manera alguna
regresiva, y ha querido' completarla con Ja ins­ irreligiosidad. La escuela laica no combate nin­
tauración de la enseñanza religiosa. Y esta re- guna religión.
forma, con la que el gobierno bonaerense venía El laicismo "es un vasto campo de discusión
amenazando desde mucho tiempo atrás, se ha en el que todas las ideas pueden enfrentarse con
llevado a cabo maguer la disposición constitu­ una libertad absoluta. El espíritu laico es el
cional que establece: "La educación común espíritu científico, amplio, generoso, abierto a
tendrá entre sus fines principales el de formar todas las investigaciones, discusiones y luchas.
el carácter de los niños en el culto de las insti­ Investiga la verdad por las leyes de la lógica
tuciones patrias y en los principios de la moral humana y no por las luces divinas de la revela­
cristiana, respetando la libertad de conciencia." ción."

Los nuevos cruzados de la enseñanza religio-


La escuela del Estado debe ser laica. Ha de sa afirman: "La separación que el sectarismo
cimentarse en el respeto hacia todas las creen- quiso hacer entre moral y dogma cristiano es
ENERO- FEBRERO, 1940 1'ílK. 23

0LAKI2S Por JUAN NICKO

Reconquistar
a Escueía L
Laica
un absurdo. No existen principios morales sin la enseñanza religiosa en las escuelas: "La ley
fundamentos dogmáticos. La moral da regias de del 28 de marzo se caracteriza por do.s disposi­
conducta, el dogma la razón de ser de esas re­ ciones que se complementan sin contradecirse.
glas" (Palabras del mensaje postrero del go­ De una parte deja afuera del programa obliga­
bernador Fresco). torio la enseñanza de todo dogma particular;
Se hace una lamentable confusión entre la de otra pone en primer plano la enseñanza mo­
moral y el dogma. Pero la verdad es que la ral y cívica. La instrucción religiosa pertenece
moral no tiene nada que hacer con el dogma. a la familia y a la iglesia; la instrucción moral
La moral no necesita del dogma, como lo afir­ a la escuela."
mara el ilustre ciudadano argentino, Bartolomé Los conceptos transcriptos —expuestos hace
Mitre, en su artículo publicado en "La Nación", (Sigue en la pág. 45)
en mayo de 1884, en vísperas de los luminosos
debates parlamentarios sobre la ley 1420 que
creó la escuela laica: "Díeese que no puede en­
señarse la moral sin la religión católica. En­
tonces no habría hombres morales y virtuosos
donde el protestantismo prevalece, lo que no se
puede afirmar porque es un gran absurdo.
Qué tienen que ver con la religión, sea ésta
católica o protestante, la responsabilidad, I¡a
fraternidad, los deberes para consigo mismo y
para con sus semejantes, el amor a la verdad,
a la justicia, el cumplimiento de las obligacio­
nes, etc., que pueden y deben enseñarse en la.s
escuelas con independencia de toda creencia re­
ligiosa, de todo dogma, de toda fe" Y agrega­
ba Mitre: "La escuela es laica por su naturale­
za y por sus fines, y en su recinto no puede en­
señarse una religión determinada, como oblif/ti­
toria."
Y podemos completar este juicio de Mitre
con la valiosísima opinión de Jules Ferry, quien
en una carta dirigida a los maestros de Francia,
en 1883, decía, refiriéndose a la supresión de
HO

Por

Herminia
Brumana
Es "Nuestro Hombre" un nuevo libro de la Su llamado a la mujer criolla es un grito
prestigiosa escritora Herminia Brumana. hondo y humano que ojalá halle eco en el pecho
Estudio amoroso de Martín Fierro; interpre­ de muchas compatriotas.
tación muy personal de la estampa del gaucho
argentino. VIDA FEMENINA reproduce una parte del ca­
'' Nuestro Hombre" es un canto admirativo; pítulo "La virilidad de su ternura".
Martín Fierro surge de las páginas de esta obra,
engalanado con sus mejores armas, señor de la "Lo sabíamos con su nombre claro que sig­
pampa sobre su potro reluciente de plata y ha­ nificaba guapeza y lealtad; lo sabíamos con fe
ciendo sonar las coscojas de su emprendado. en su propio valer y solidario con los seres que
Herminia Brumana destaca con fervor de en­ enfrentaba; lo sabíamos sensible a la Naturaleza
amorada las cualidades del gaucho. Ytffees raro y "ejerciendo el más macho de todos los oficios";
que así sea. y todavía no podíamos decir que el gaucho era
Herminia és una cultora de la Belleza y una cabalmente un hombre.
sacerdotisa de la Libertad, y Libertad y Belleza Le faltaba hacernos saber que era capaz de
fueron dos amores del gaucho. sentir esa divina angustia que, oprimiendo el
Podemos no estar de acuerdo con algunos jui­ corazón, hace subir el llanto a los ojos o lo diluye
cios de Herminia Brumana; quizá no suscribi­ en las venas aflojándolas. Le falta mostrarnos
ría n¡"s algunas de sus apreciaciones, pero no va­ su ternura, para saberlo virilmente un hombre.
mos a regatear elogios a la distinguida escritora Ha bastado un solo gesto materializado en una
(¡u<; enriquece la literatura argentina con un fru­ estrofa, menos, en dos pies de verso, para alzar
to más de su clara y noble inteligencia. ante nosotros la certeza de su poderosa debilidad:
ESTRO

"Murió cantando su amor


Como el pájaro en la rama."

Ya lo dice el poema por boca de Cruz, que .­

"Todo gaucho es dotor

MBRE"
"Y sentao junto al fogón
8i pa cantarle al amor
Tiene que templar las cuerdas."

Romántico era el amor gaucho glorificado eo


el canto de Estanislao del Campo:

"Cuando un verdadero amor

A esperar que venga el día Se estrella en un alma ingrata

Al cimarrón le prendía Más vale el fierro que mata

Hasta ponerse rechoncho, Y el fuego devorador...

Mientras su china dormía


Tapadüa con su poncho." Siempre ese amor lo persigue

Adonde quiere que va;

He aquí'que este hombre, que en la noche an­ Es una fatalidad

terior : Que a todas partes le sigue.

"Era cosa superior Si Vd. en su rancho se queda

Irse en brazos del amor O si sale para un viaje,

A dormir como la gente." Es de balde, no hay paraje

Ande olvidarla usté pueda.

ha reclamado a su pareja lo que la sangre le exi­


ge para la vida, saciada BU carne, ha florecido Cuando duerme todo el mundo

en ternura para ella. No es un materialista y esa Usté sobre su recao,

ternura le hace contemplarla dormida, monton­ Se da güelta desvelao

cito de carne débil que no osará despertar y al Pensando en su amor profundo.

que cubrirá con su poncho silenciosamente. Este


Y si el viento hace sonar

gesto de ternura ha convertido en hombre al


Su pobre techo de paja,

gaucho.
Cree usté que es ella que baja

Ya puede salir al campo antes que llegue la Sus lágrimas a secar.

mañana, a esperar el día adelantándose a la


misma aurora, si quiere realizar bien su tarea. Y si en alguna lomada

En la china, tapadita con su poncho, queda su Tiene que dormir al raso,

espíritu, el rayito de luz que lo humaniza. Mar­ Pensando en ella, amigazo,

tín Fierro es un hombre, como Don Quijote se Lo hallará la madrugada.

hace humano al crear a Dulcinea, debilidad de


su corazón que hará la fortaleza de su espíritu. Allí acostao sobre abrojos,

Pasa a ser hombre porque ve en Ja hembra O entre cardos, don Laguna,

BU compañera, la razón de su vida que alentará Verá su cara en la Luna

su carne deleznable hasta hacerla divina. Y en las estrellas sus ojos.

¿Qué habrá que no recuerde

Al bien de su alma querida;

Si hasta cree ver su vestido

Un gaucho sin el recuerdo de su china, aca3'j En la nuebe que se pierde?

de una mujer cuya mano apenas rozó en el baile,


es poco común. .. A través del poema, nuestro hombre rinde su
Toda la literatura gauchesca anterior al poe­ tributo de amor a la mujer.
ma de Hernández es amorosa o patriótica. Los No hace de ella blanco de floreo literario, va­
cielitos, las payadas, las versadas, se inspiran en nidad de varón que describe a su amada más
la mujer o en la Patria. hermosa que todas las mujeres. El la dignifica
Santos Vega, considerado el más grande can­ elevándola a la categoría de compañera, condi­
tor de la pampa: ción no alcanzada por las mujeres de todos los
1
Péug. 26 VIDA F E M E N I N A

pueblos, ya que en muchos se la considera hem- Trata pior a la mujer.


bra o sierva.
Yo no sé qué pueda haber

"¡Quien es de un alma tan dura Sin ella dicha_ ni goce,

Que no quiera a una mujer! Feliz el que la conoce...

Lo olvida en su padecer Y logra hacerse querer.

Si no sale calavera.
Es la mejor compañera "Todo el que entiende la vida

Que el hombre pueda tener. Busca a su lao los placeres;

comenta Cruz. Justo es que las considere

El hombre de corazón.

Y en seguida describe de cuerpo entero a la


cainita de antaño, fiel a su amor, tributaria a Y termina la estrofa con estos versos que cons­
la suerte que le unía al hombre^ elegido, por tituirían por sí solos —si no hubiera mil más—,
quien sacrificaba juventud y belleza sin esperar el motivo por el cual las mujeres deben amar a
recompensa. Chinita de antaño repetida en la Martín Fierro.­
criolla de todos los tiempos ajena a idea alguna
de lucro, íntegra hasta el heroísmo, consecuente "Sólo los cobardes, son

hasta el martirio, ejemplar sostenido a través de Valientes con las mujeres.

las generaciones, que Sjj encuentra todavía en


ciertas mujeres de nuestra tierra a quienes la Su respeto culmina en este verso, digno
miseria obligó a cambiar de ruta... broche:
"No se hallará una mujer

Si es güeña no lo abandona A lo que esto no le cuadre

Cuando lo ve desgraciado Yo alabo al Eterno Padre

Lo asiste con su cuidado No porque las hizo bellas

Y con afán cariñoso Si no porque a todas ellas

Y usted tal vez ni un rebozo Les dio corazón de madre,

Ni una pollera le ha dao.


¿Es acaso esta visión de la mujer aureolada
Si destaca esa falta de regalos a la mujer que­ por la maternidad la que lo lleva a respetar en
rida, es porque el gaucho se siente incómodo al ella la madre?
no obsequiarla. Sabe que para ser todo un hom­ Lo cierto es que Martín Fierro no se atreve
bre su trabajo ha de rendirle lo bastante para a turbar su conciencia realizando acto pasional
porporcionar a esa mujer lo necesario y lo su­ con la cautiva, madre dolorida por la reciente
perfluo. Su amor a la Belleza le hace proceder pérdida del hijito degollado por el indio.
con ese —para nosotros— contrasentido, que Y cruza con ella, en noches y días intermina­
consiste en comprar una cabezada de plata para bles, el desierto:
BU pingo, antes que una cama para su descan­
so. A la prenda le obsequiará con la bata flo­ "Me vine como les digo
reada, bonita de colorido a sus ojos de artista, Trayendo esa compañera,
el pañuelito de seda, suave a su mano tosca de Marchamos la noche entera
domador, el zapatito charolado, antes que la za­ Haciendo nuestro camino
patilla, para el pie que anduvo descalzo toda la Sin más rumbo que el destino
vida. Sus presentes son superfluos cuando re- Que nos lleva andequiera.
gala a su mujer y a su pingo —sus dos amo­
res—, porque su bohemia innata lo lleva a pre­ "Para ocultarnos, de día,
ferir las cosas lindas a las útiles. A la vista del salvaje
Ganábamos un paraje
En que algún abrigo hubiera
A esperar que anocheciera
Nuestro héroe tiene tan alto concepto de la Para seguir nuestro viaje".
mujer que habla de ella con veneración:
Imponente espectáculo de dos seres angustia­
"Cuando el hombre es más salvaje dos en la larga travesía del desierto. Una mu­
BNERO-FEBRERO, 1840 Pá«. 27

jer doblada en dos por la pena, que marchaba "Sosegao vivía en mi rancho
a ciegas empañados los ojos por la visión ho­ Como pájaro en el nido
rrenda de un cuerpecito agonizante, y un hom­ Allí mis hijos querido»
bre de bronce guiándola a través de todos los iban creciendo a mi lao.
obstáculos, amparándola con su firmeza:
"Penurias de toda clase "Yo he conocido esta tierra

Y miseria padecimos Én que el paisano vivía

Varias veces no comimos Ysu ranchito tenía

O comimos carne cruda Y sus hijos y mujer.

Y en otras, no tengan duda


Con raices nos mantuvimos".
"Que al gaucho que llaman vago
__ Mas, 4 acaso hubo para nuestro hombre otro
No puede tener querencia.
enemigo mayor que el desierto y el hambre?
Junto a esa mujer joven y blanca, a merced de
su pericia y de su voluntad, ¿no habría surgido
el deseo de la sangre, pesada de sensualidad en "No tiene cueva ni nido

las venas todavía jóvenes del gaucho?. Alguna Como si fuera maldito.

noche, viendo a su compañera dormida, en el


abandono que presupone la fatiga de las leguas
cabalgadas bajo el sol calcinante, ¿no sintió Mar­ No tiene hijos ni mujer
tín Fierro el resquemor de la sangre?
Pensamos que si tal cosa ocurrió, pues no lo
dice, este hombre pudo buscar en el brillo de "Su casa es el pajonal

las estrellas la luz purificadora que le lavara la Su guarida es el desierto

sangre. Para algo más que para brillar en lon­


tananza las habrían creado. Y aquietada su car-
ne con la fuerza de su espíritu, no ensombreció "Como bicho sin guarida

f ya su frente pensamiento sensual, hasta que: Pero amigo, es esa vida,

Como vida d<e animales

"Al fin la misericordia


De Dios nos quiso amparar
Es preciso soportar "Que no tiene el que es matrero
Los trabajos con constancia Nido, ni rancho, ni asiento.
Alcanzamos a una estancia
Después.de tanto penar.
"Ay mesmo me despedí "En mil cosas cavilaba,

De mi infeliz compañera. Se me hacía ver a mi china

O escuchar que me llamaba.

Martín Fierro venciéndose a sí mismo en lo


más difícil A-lo que domine tu sangre te domi­ Su queja no es postura literaria. El hogar
nará a tí, dice un aforismo antiguo), es más que atrae su pensamiento y sus pasos con la fuerza
el hombre, estaba en'la categoría de santo. del instinto y del corazón.
Este hombre a quien las circunstancias arran­
can despiadadamente del lado de los suyos, cuan­
¿Cómo puede crearse la leyenda del gaucho do logra escapar del fortín endereza —sin un
incapaz de amar a la mujer, a los hijos, al ho- alto en el camino— sus pasos al lugar querido:
gar, si su nostalgia por esos bienes perdidos se
manifiesta en tantas ocasiones como suspira por "Volvía al cabo de tres años

su pasado?: De tanto sufrir al ñudo,

Desertor, pobre y desnudo

"Tuve en mi pago en un tiempo A procurar suerte nueva,

Hijos, hacienda y m\ujer. • Y lo mesmo que el peludo

Enderecé^ pa mi cueva.

Pág. 28 V I D A F E M E N I N A

Tres años ele ausencia, no han logrado caJmar lía de las casas como un anticipo del hogar, el
la pena de esa esperanza. Sabe que toda su an­ volumen pequeño, lento y armonioso, inconfun­
gustia acabará viéndolos, el abrazo con que aco­ dible y querido de su mujer que vendría como
gerán su llegada curaíá todas sus heridas. —Mi­ otras veces, como todas las veces a su en en­
serable, amargado por Qn trato odioso a su con­ cuentro.
dición de hombre libre, apenas desertó cambió El senderito no se borró con la luminosidad
su gesto adusto por la sonrisa esperanzada: Je esa presencia deseada; tampoco su mujer lo
esperaba.
"Para mí el campo son flores Lo había abandonado:
Dende que libre me veo.
Exigió a su caballo el tributo a su ansiedad "Me dicen que se voló
y voló sobre los tréboles que le perfumaban su Con no sé qué gavilán"
cara curtida, día y noche, sin descaneo.
No necesitaba otra guía que su amor por la —•Cínicamente, juzga alguien.
querencia y no vaciló su rumbo, no titubeó su —Indiferentemente, opina otro, y agrega: el
orientación magnífica: gaucho no tiene más amor que su caballo y su
libertad; por eso acepta mansamente la fuga de
"Hasta en las sombras, d<e fijo su mujer.
Que adondequiera rumbeo. Mi oído que se ha apegado más de una vez
al corazón de nuestro hombre, se adentra en
Como una luz lo guiaba el propio corazón en­ esos dos versos y oye, entre esas líneas, palpitar
cendido de ternura. su dolor, pero no su derrota.
El galope de su caballo parecía retar a duelo
Ante todo, Martín Fierro sabe que no ha sido
a las sombras, para que dieran más pronto paso
vencido en el amor. Este fracaso lo ha hecho
a la aurora, con la que llegaría su destino.
caer de rodillas clamando al cielo, pero no de
Cuando por fin el alba asomó, tímida como
siempre, el rancho alzado en la loma, blanquea­ bruces ocultando el rostro a los hombres. Lo ha
do y erguido, tal como la generosidad gaucha vencido el destino, las circunstancias tejieron su
lo forjaba para guía y refugio del viajero, apa­ derrota. En este caso la miseria. Lo comprendé
reció a sus ojos, oscurecido y empequeñecido, porque ha vivido. Presiente que su amor perma­
como si de pronto se hubiera puesto de rodillas. nece en el corazón de la mujer amada, aun
Martín Fierro debió restregarse los ojos. Es cuando las desdichas lo hayan hecho tomar un
que había equivocado el camino en la carrera camino opuesto al suyo:
anhelante ?
El caballo receló también al sentirse de pron­ "Y la pobre mi mujer
¡Quién sabe cuánto sufrió!
to bruscamente frenado.
Luego la rienda se aflojó en el abrir de la
Lo que significa: cuánto debió vacilar, cuán­
mano laxa, y el animal hace, cauteloso, los cua­
to debió costarle arrancarse del rancho y sus re­
tro pasos que lo separan de la duda brutal que
cuerdos! Y en los dos versos siguientes, desci­
golpea el corazón de su dueño:
frado, clarísimo al entendimiento, su compren­
"No hallé ni rastro del rancho sión:
Sólo eétaba la tapera".
" . . se voló

Tapera: rancho acobardado que se achica para Con no sé qué gavüán.

ocultar su ruina, rompiéndose en grietas que


parecen heridas y poblándose de aves agoreras Ella, la paloma —palabra presente en su
antipáticas al hombre. Ausencia con aire de esencia aunque no se diga de viva voz-^-. Palo-
tragedia. ma, símil tan querido para el gaucho, que lo
emplea a menudo uniéndolo así a su amada con
"Sólo se oiban los aullidos el ave del arrullo, del plumaje tibio y de tono
De un gato que se salvó..." uniforme y suave.

Entonces los ojos enrojecidos de tanto trasno-' " . . . se voló


char, buscan ávidamente en la huellita que sa- Con no sé qué gavüán.
ENKUtO - F'EÍHHICKO, 1940 P&g. 29

i Con quién f ¿Importa acaso la madera de la celoso por ética del amor, no el ungido del odio
que está hecha la tabla para asirse el ahogado? del pasional amoroso, sino la comprensión, un
i Importa, de qué oenegal o vertiente brotó la poco diluida en humana amargura, del verdade­
gota de agua dulce que aplacó la sed del mo­ ro amante.
ribundo ? No oculta su tragedia porque no se considera
Sabe, sí, que es un gavilán. ¿Quién, ni no afrentado. Se siente tan superior que sabe no
un ave de presa, podía ser el que aprovechó de ha de mellarse su hombría. Su honor depende
su debilidad, de sus alas entumecidas, de su gar­ de sí mismo, de su conducta, de su manera de
ganta reseca de tanto llamar en las noches sin proceder en la vida, y no puede afectarlo en él,
fin de la usencia, para alzarse con ella, exte­ acto alguno de los otros. Al mismo tiempo pro­
nuada en la enramada del rancho, que también clama su fe en la mujer y la defiende, porque
iba agachando sus alas como pájaro herido? a la madre de sus hijos sólo puede vencerla el
hambre.
" .. gavilán Esta claridad de entendimiento en el preciso
momento en que el despecho pudo nublarle los
Manera de expresar genialmente, todo un lar­ ojos, lo hace elevarse por sobre el común de los
go y hondo proceso de injusticia. Manera de en­ hombres.
rostrar, cara a la posteridad, la vergüenza de
Depone su vanidad de macho, acepta su fra­
los hombres que permanecieron impasibles o
caso de plano, con la cara de frente, haciéndole
cómplices al derrumbe del hogar de un argen­
un jalón a su destino y no lo oculta:
tino que estaba haciendo la patria para los
otros.
"Puedo asegurar que el llanto
Cerno una mujer largué.
"Sin duda a buscar el pan
que no podía darle yo. porque su hombría, demostrada una y mil ve­
ces, lo pone a distancia de toda sospecha de
agrega, para que no se dude desella, de su ele­ renunciamiento.
gida, de la que dio con los hijos lo mejor de su
Y su mano, esa mano que pudo segar de un
sangre y con su ternura, la fe de su alma.
golpe el cuello del gavilán que se llevó a su
paloma, no se crispa en garra, y después de ha­
"No es raro que a uno le falte
ber en*jugado con el dorso áspero de la lágrima
Lo que algún otro le sobre.
que se detuvo en el surco que patentizó su boca,
se alzó en el lento ademán para pedir:
continúa explicando.
En dos líneas, en dos líneas perdidas, puestas
"Dios te dé, su bendición

como sin querer, expresando el preciso motivo


Ya que a mí no me la dio.

de la injusticia, del "desequilibrio social cuya so­


lución buscan los economistas en complicadas
La recordó siempre y permaneció fiel a esa
columnas de cifras, el mal de las sociedades hu­
mujer toda la vida, con la fidelidad de los hé­
manas que quieren mitigar lo que podría curar roes que no substituyen a la elegida. La lloró en
la justicia: a una le falta lo que al otro le sobra. su muerte.
"Si no le quedó ni un cobmi\ "Les juro que de esa pérdida
Sino de hijos un enjambre' Jamás he de hallar consuelo
¿Qué más iba hacer la pobre
Para no morirse de hambre? Y esta es la medida del amor de nuestro hom­
termina. bre, la medida cumbre del amor que no mata
Y después, no el juramento de venganza del sino que hace vivir.
Pág. 30 / I D A T E M B N I N A

LA
TALIA
FASCISTA

POR

FRANCISCO FROLA

IV tos llegó a faltar. Pero' los im-,, han desaparecido, devorados


puestos deben pagarse de to­ por los bancos y los poderosos
LA SITUACIÓN DE LOS das maneras, y el régimen fas­ de septiembre de 1934 escribió
cista los aumenta todos los capitalistas agrícolas.
CAMPESINOS días. Se debe pues, recurrir
a préstamos, a hipotecar su ca­ "II Lavoro' Fascista" de 6
La situación de los campe­ sa, su pedazo de tierra, fre­ a propósito de los pequeños
sinos en la Italia fascista es cuentemente a v e n d e r l o s o propietarios:
particularmente grave. Musso­ bien verlos confiscar por los "...llenos de deudas, vien­
lini en su periódico "II Po­ acreedores, los bancos, los usu­ do éstas aumentar s i e m p r e
pólo d'Italia" del 15 de abril reros. Se produce el fenómeno más, muchos agricultores, alar­
de 1920, escribió: " E l campe­ del abandono de la tierra, de mados por la visión de un dé­
sino quiere poseer tierra y de- invasión de las ciudades, en ficit que juzgan* incolmabie
be poseer su tierra" Vamos a las cuales inútilmente se va a han abandonado sus propieda­
ver si esta promesa fue cum­ buscar trabajo, pues no lo hay. des para hacer de braceros..."
plida. Con el fascismo en el
poder, los obreros sufrieron Bajo el fascismo la esclavi­ En un estudio del "Institu­
una fuerte disminución de sus tud y la miseria de los obreros to Nacional de Economía Agrí­
salarios y aprendieron en con­ conduce inevitablemente a la cola" se encuentra esta obser­
secuencia, a consumir menos. esclavitud y a la miseria de vación :
Esta disminución del consumo los campesincs. "Todos los campesinos están
tuvo resultados desastrosos pa­ Los trabajadores del campo cargados de deudas. Como ven
ra la economía agríco'la: los no obtuvieron "su tierra" co­ que nunca llegan a pagarlas,
pequeños y medianos agricul­ mo había prometido Mussolini. abandonan sus fondos con gra-
tores desaparecieron pues se En muchos casos han conquis­ VL perjuicio' de la agricultura.
encontraron en la imposibilidad tado un pedacito de tierra, pe­ Esí? estado de miseria es la
de vender sus productos. E] es­ ro en un cementerio' de Etiopía consecuencia sobre todo de los
caso dinero que podía econo­ o de España. impuestos demasiado e l e v a ­
mizar para pagar los impues­ Los pequeños propietarios dos" (V. "Indagine Geográ­
ENERO-FEBRERO, 1940 Pág. 31

fico-Económico-Agraria ", pág. Ahora bien, para aumentar dio anual de harina de trigo
187). la producción de trigo en un para cada habitante la canti­
país en el cual no existen tie­ dad de 142,9 kilogramos. El
Estas citas y otras que ha­
rras productivas sin cultivo, mismo Anuario para el año de
ré fueron tomadas de publica­
debe necesariamente operarse 1937, en su página 163, refiere
ciones oficiales del fascismo.
una profunda transformación el consumo promedio de 1936
El Ingeniero Qiovanni Broc­ en la economía agrícola. Hay y declara que es de 118,6 kgs.
ea, encargado por el gobierno que substituir el cultivo del Desde 1921 a 1936 hay pues
fascista de hacer una investi­ trigo a otros que el campesino una reducción de 17,1 % en
gación sobre las c a u s a s de haya escogido por ser más úti­ el co'nsumo del trigo. El fas­
abandono de las tierras, en el les. De manera es que el cam­ cismo, después de poner al pue­
tomo I de un estudio sobre pesino en esta transformación blo italiano en una condición
"Despoblación de los Alpes de encuentra un perjuicio. Por el de inferioridad política, lo re­
Liguria y Piamonte" reprodu­ contrario, los grandes propieta­ duce a una condición de infe­
ce algunas declaraciones de rios que disponen de medios
rioridad física condenándolo a
campesinos pequeños propieta­ para comprar máquinas agríco­
una sub-alimentación.
rios, que son realmente impre­ las y abonos químicos, han au­
sionantes. Véase aquí un ejem­ mentado enormemente la pro­
plo: "Si usted nos consigue un ductividad de sus latifundios y
lugar donde trabajar de brace­ -por consecuencia sus utilida­
ros, nosotros saldremos todos des, sobre todo' por ser dados Según el Censo general de
de aquí y le daremos como re­ los capitales necesarios por el 1936, el 48,2 % de la pobla­
galo todo nuestro pueblo" gobierno' como "subsidio para ción activa italiana, o sea 8 y
favorecer la producción"
"Venga usted a vivir aquí medio milloties de hombres se
con nosotros por algunos me­ Efectivamente, el promedio ocupan en la agricultura. Es­
ses y después verá si es posi­ de producción es de 8 quinta­ tos ocho millones y medio de
ble vivir de esta manera" les por hectárea en los peque­ hombres están clasificados de
ños propietarios y llega a 30 la siguiente manera: 5 millo­
Mientras el gobierno fascista nes de asalariados, 1 millón y
quintales por hectárea en los
excita al pueblo italiano paTa medio de medianeros y apar­
latifundios de la Lombardía.
la guerra contra Abisinia y la ceros y cerca de 2 millones de
justifica con " e l hambre de El gobierno fascista a pro­ pequeños propietarios que po­
tierra" de los campesinos, és­ pósito de la "batalla del gra­ seen hasta 10 hectáreas de tie­
tos están obligados a abando­ no1" se enorgullece de la dismi­ rra. Los propietarios de 100 a
nar sus campos en la misma nución de la importación. En 500 hectáreas son 10.000 y los
Italia bajo la grave carga de 1921, antes del fascismo, afir­ que poseen más de 500 hectá­
impuestos que sirven para fi­ ma Mussolini que se importa­ reas son tres mil. Estos últimos
nanciar la guerra misma.. ban 25 millones de quintales en su conjunto detentan el 20
de trigo por año. Ahora se im­ por ciento de todas las tierras
El malestar en el campo es portan sólo 6 millones de quin­ disponibles.
general entre los trabajadores. tales. Y todo el Duce está enor­
Sólo1 los gruesos propietarios Los .braceros agrícolas cons­
gullecido.
obtienen utilidades importan­ tituyen la masa más numerosa
tes. Después de llegar al po­ Pero las cosas pasan de otra y pobre de la población italia­
der, el fascismo lo hizo todo manera. La reducción de la im­ na. Sus condiciones son l^s más
para favorecerlos. La famosa portación del trigo no se de- tristes que se puedan imagi­
"batalla del trigo" tuvo por be tanto al aumento de la pro­ nar. Si uno de ellos tiene tra­
consecuencia empobrecer a los ducción nacional, cuanto a la bajo por 80 días en un año
pequeños propietarios y enri­ disminución del consumo. Des- ya se considera con suerte.
quecer a los latifundistas. El de que el fascismo conquistó a Maurice Lachin, e s c r i t o r
fascismo ha proclamado "se Italia, se inauguró el reino del frunces que visiió el campo en
debe producir trigo para to- hambre. Se consume menos. El
Italia en 1935 y que escribió
dos los italianos. Italia debe pan cuesta muy caro.
un libro: "La IVc. Italie"
cesar de importar trigo, pues El Anuario' Estadístico Ita­ (editor Gnllinard, pág. 223),
en caso de guerra no habría liano de 1921, en la página 262, afirma que los salarios agríco­
pan para todos" indica como consumo prome­ (Sigue en la pág. 3o).
PAg. 32 V I D A F E M M N I N A

EL CUENTO DEL 15

Sil
I

cA
YOLANDA FOLDES
El padre de Mitia había sido muchos otros después de él. tuvo escondido durante quince
tomado prisionero durante la Lo que importa saber es que días, y ya alejado todo peligro,
guerra e internado en Rusia. el padre de Mitia se vio obli­ pudo, moverse libremente el
Cuando estalló la revolución, se gado a huir hacia Finlandia y mozo.
invitó a los cautivos a que se que una campesina finlandesa Este había reparado en que
enrolaran en el Ejército Rojo. le salvó. su salvadora, en lugar de ser
El padre de Mitia, también, se —¡La policía roja me persi­ una campesina zafia, de ras­
había plegado a las filas revo­ gue! —gimió jadeante el pa­ gos rústicos, poseía una singu­
lucionarias, sea porque deseaba dre de Mitia cuando hizo lar hermosura. Se prendó viva-
derramar su sangre por los de­ irrupción en la casita de la mente de la muchacha, y a los
rechos del proletariado, sea por­ campesina, exhausto. pocos días la rogó que fuera
que estaba harto de la vida de La muchacha finlandesa lo su esposa. Enrojeció violenta­
los campos de concentración. miió compasiva. mente la finlandiesita. A ella
Digamos también que en aque­ —¿Ha dado muerte a algu­ también le agradaba su impre­
lla época el padre de Mitia con­ no? —le preguntó con interés. visto huésped. Y así comenzó
taba apenas veinte años. —No; he hablado única­ el idilio, que a las dos semanas
Quizá por eso, porque sólo mente. se concretó en casamiento, al
tenía veinte años, logró desta­ La muchacha comprendió. cual se prestó el cura del lugar,
carse en el ejército rojo, pero Sabía perfectamente q,ue ha­ antiguo amigo de los difuntos
fracasó lamentablemente en la blar era delito mayor que ma- padres de la moza.
política roja. Es muy dificul­ tar. Se dio, pues, a la tarea de Transcurrieron varios meses,
toso para un principiante man­ salvar al fugitivo, según las después de los cuales, y a raíz
tenerse en el camino recto en­ reglas clásicas, como se lee en de la noticia de una próxima
tre las tantas vueltas que ori­ los libros y aun se acostumbra llamada de gente joven para el
gina esa clase de política, en de cuando en cuando en esta ejército, el futuro padre de Mi­
la cual las ideas revoluciona­ parte romántica de Europa. Lo tia pensó proseguir el camino
rias al ciento por ciento de hoy escondió en un gran baúl y lo interrumpido tan inusitada­
pueden constituir la mas negra cubrió rápidamente con varias mente, dejando para más ade­
reacción de mañana. El padre prendas femeninas. A la poli­ lante 4a Isalida de su esposa,
de Mitia debió haber tropeza­ cía, que al poco rato se hizo que volvería a unirse a él una
do en algún imprevisto y obs­ presente, negó heroicamente vez que alcanzara un país se­
curo detalle, lo que, al fin y que pudiera ocultarse alguna guro.
al cabo, debía sucederles a persona en su aposento. Lo re­ —Yo te debo la vida, mi que­
BNBRO-FEBRERO, 1940 P&%. 33

rida Katia —exlamó el joven—, enviaré el dinero necesario pa­ dia, a casa de una tía mater­
y te escribiré para reunirte ra el viaje." na.
conmigo. El padre de Mitia quiso
—No me olvides. Júramelo oponerse a ese proyecto1, por­
por nuestro futuro hijo. que quería mucho a su peque­
La tranquilizó y le prome­ ño, quien cumplía en ese tiem­
tió tiernamente que pronto la La finlandesita llegó a Ber­ po los tres años; tenía una ca­
llamaría, para no separarse lín y miró alrededor con aire rita redonda, con un par de
nunca más. maravillado. Traía de la mano deliciosos hoyuelos, dos ojazos
al pequeño, que también mi­ azules, y que estaba, por la»
El padre de Mitia reanudó raba con cara asustada. mañanas, eternamente dispues­
su camino, y luego1 de algunas 1
aventuras, algunas de ellas pe­ Pero... las cosas no mar­ to a jugar en la Kcama con el
ligrosas para su libertad, lle­ charon como se hubiese desea­ padre, mientras atia lavaba
gó a Berlín, donde se orientó do. Pasado's los primeros mo­ la ropa, fregaba los pisos, sa­
para comenzar su nueva vida. mentos de expansión y de ale­ lía para el gasto diario o se
Para un muchacho como él gría por parte del padre de dedicaba a otras labores pesa­
que a los diez y siete años le Mitia al ver a éste tan pare­ das, pero se había pronto con­
dieron un fusil para integrar­ cido a él y tan crecidito, se vencido que el niño se hallaría
se a las trincheras, donde per­ percató de lo apresurado que mejor en Finlandia, debido
maneció tres años, no era em­ había sido el casarse con una también a que era un obstácu­
presa fácil. Afortunadamente, campesina, hermosa, sí, pero lo a la independencia necesa­
y merced a su excelente apti­ campesina al fin y al cabo; ria para un artista.
tud para la escena, había re­ mientras que él provenía de Así fue como el niño fue
presentado papeles de galán una familia si no noble, bur­ enviado a la casa de la tía. En
en los teatros para soldados, guesa y rica. El padre de Mi­ los primeros días, la criatura
en el frente. tia se avergonzaba de su es­ se encontró molesta en su nue­
posa cuando sus amigo's, gen­ vo ambiente.
Pudo, así, vanagloriarse de te de cine y de teatro, iban a —¡Es natural! Es el hijo de
un pasado casi artístico, y lo­ visitarlo. un señor— comentaba la tía
grar de cuando en cuando al­
guna suplencia en una que —Esta noche tenemos invi­ cuando el niño hacía visajes
otra compañía de comedias. tados —solía decirle:— Acto- ante la extraña comida que le
res, actrices, periodistas. Pro­ ponían en el plato.
Pero eso no le hubiera per­ cura desempeñarte como hábil Y la tía decidió educarlo
mitido, si no hubiese mante­ ama de casa. como conviene al hijo de un
nido una nutrida correspon­
dencia con su familia, allá en Y Katia hacía lo posible pa­ señor de pro.
Hungría, y sus padres no es­ ra logarlo. La pobre se halla­ #
tuviesen en condiciones aco­ ba atemorizada al verse entre * *
modadas. Quizá ese carteo le gente elegante, sobre todo si
trajo a la memoria la prome­ eran actrices, ¡ con esos perfu­
mes, esas pieles! Mientras, los padres de Mi­
sa hecha a su esposa, la bella
tia lo pasaban medianamente
campesina finlandesa. Y a ella Menudeaban también, entre en Berlín. Después de una
también escribió. Katia le con­ tanto boato, los días en que temporada se trasladaron a
testó en seguida, y así el pa­ faltaba lo necesario. Eran las Bruselas, creyendo que la vi­
dre de Mitia se enteró que pausas entre uno y otro con­ da allí les sería menos difícil.
. Mitia había ya cumplido su trato'. Y entonces Katia se iba Pasado un tiempo, el padre de
primer cumpleaños. a la cama sin comer. Cuando Mitia decidió separarse de su
"Sé cuál es el deber de un estas malas épocas duraban mujer, considerando que aun
marido", le contestó el padre más de lo debido, la pobre llo­ los casos en que está de por
de Mitia, que a la sazón se ha­ raba, no tanto por ella, sino medio una vida salvada deben
llaba contratado' por una com­ por la criatura, que padecía tener un límite. Y también
pañía cinematográfica para también las consecuencias. porque solo, se desmpeñaría
papeles secundarios. "Ade­ Un día, Katia se decidió a mejor.
más, me salvaste la vida, y te enviar al pequeño a Finlan­ Al dirigirse hacia la esta­
Pdg; 34 V I D A V JS ¡M K N l ' N A

ción del ferrocarril, Katia llo­ dad, pero... después de un marido, un francés de familia
raba, pero encontró consuelo par de años de esa vida, el- noble.
al pensar que abrazaría pronto padre de Mitia llegó a la con­ Rosa se había indignado por
a su querido hijito. Este había clusión de que el mejor puesto los proyectos de su familia
crecido, y cuando la madre para su hijo era allá en casa respecto al porvenir de Mitia.
quiso besarlo, la miró huraño, de sus padres, en Hungría. Y —¡Me opongo a que hagáis
luego con indiferencia, y des­ su familia era de las más dis­ de él un obrero! —había pro­
pués, co'n el tiempo, se acos­ tinguidas de la ciudad. testado, con esa determinación
tumbró. La abuela de Mitia recibió que .caracteriza a las mucha­
El padre de Mitia había lle­ al nieto con verdadero entu­ chas del pueblo, que, casándo­
gado finalmente a una deter­ siasmo ; un entusiasmo que, a se, entran a formar parte de
minación; que, junto con su pesar de eso,- con el tiempo una familia de noble alcurnia.
idílico matrimonio, ya era ho­ languideció bastante. Y sin —Lo llevaré conmigo a París.
ra de terminar con las locu­ embargo, Mitia era un mucha­ —¿ Quieres venir conmigo,
ras de la juventud. Renunció, chito bueno1; sosegado, gentil Mitia? —le preguntó.
pues, a sus sueños de artista y y educado: nunca tenía un ca­ —Como quieras, tía Rosa —
logró encontrar un empleo en pricho, una impertinencia. El contestaba gravemente Mitia.
una 'curtiduría. único inconveniente estribaba —¡ Pobre niño! Todos sus im­
en que no comprendía el hún­ pulsos han sido reprimidos—
"Ya he sentado el juicio", garo, y a menudo se quedaba
escribió a Katia. "Me he vuel­ deploraba Rosa. —No tiene
silencioso, con la mirada fija. una idea propia, es incapaz de
to un hombre, en una pala­
bra." —¡ Qué* torpe y callado es! tomar una determinación. Pe­
—comentaba la familia—. ¡Es ro yo remediaré eso1.
Y estaba de ello1 tan conven­
natural! ¡Como es hijo de una Una vez en París, Mitia si­
cido, que en cuanto le aumen­ campesina!
guió siendo el niño tranquilo,
taron el sueldo, volvió a es­ gentil, bien educado, "dema­
cribir a Katia rogándola (jue —i Te gusta quedarte co'n
nosotros? —le preguntaban. siado tranquilo y gentil", co­
le confiara a él el hijo. mentaba tía Rosa. A todo con­
"Aquí, en nuestros países —No lo sé —contestaba Mi­ descendía, a todo se adaptaba.
tia, pensativo.
occidentales existe mayor cul­ —Ponte el sobretoditó, Mi­
tura, y eso no puede sino fa­ >—% Preferías quedarte entia.
vorecer a nuestro hijo." Bruselas ? —Sí, tía Rosa.
Katia volvió a llorar, pero —No lo sé —repetía, como —jVamos al cine, Mitia?
como, todo1 lo que podía ser enajenado. —Como quieras, tía Rosa.
de provecho para el porvenir Se acercaba Navidad, y tía
—Es un estúpido — con­
de Mitia era sagrado para ella, Rosa le preguntó:
cluían por decir los familia-
accedió al pedido de su ena­
res.— Es probable que sea un —Dime, Mitia, i qué quieres
morado de otros tiempos, y
estúpido. También en'la escue­ que te traiga el Niño Jesús?
envió) sin demora a Mitia a
la se quejan de él. ¡ Si pudié­ ¿Qué regalo te gustaría más?
Bruselas. ramos conseguir que termina­ —Nada... Gracias, tía Rosa.
Desdichadamente, el niño ra sus estudios y emplearlo
—Pero, en fin. querido Mi­
había olvidado del idioma ale­ después!...
tia, habrá algo que deseas y
mán que había aprendido en
que no tienen, en lo cual pen­
Berlín; por ello encontraba di­
sarías desde tiempo... Sé fran­
ficultades en la escuela. Por
co1 con tu tía Rosa, dile lo que
otra parte, un hombre no pue­
deseas...
de estar tapado todo el día
en casa haciendo de niñera; El verano siguiente fue a pa­ Y entonces, de repente, Mi­
un hombre debe salir de cuan­ sar una temporada en casa de tia exclamó:
do en cuando, ver gente, ha­ los abuelos de Mitia la herma­ —Una casa para niños huér­
blar con los amigos, asistir a na del padre del muchacho. fanos, desearía. jNo podría ir­
algún espectáculo1. Mitia era Rosa, la aristocrática de la fa­ me a una casa de huérfanos,
una preciosa criatura, es ver­ milia. Vivía en París con su tía Rosa?
?JNBJRO , 1S40 Fá*. 35

LA ITALIA F A S C I S T A

(Viene d« la pág. 31)


las sufrieron "una reducción de apropiado .i indebida de 14 trimonio zoo-técnico" algunas
de más del 50 % en relación quintales de muíz y de un cer cabras. Ahora bien, el régimen
al período pre-fascista". 'lo, pertenecientes al dueño del fascista las ha sometido a un
También los aparceros y me­ fundo. impuesto anual de 20 liras.
dianeros se encuentran en con­ Ellos declararon: "Trabajá­ ¿Qué pasó entonces?... Las
diciones penosas. El fascista bamos como bestias, sin obte­ estadísticas nos lo dicen. En
Perdisa que se ocupa en la eco­ner ninguna utilidad, La tie­ 1926, antes de ese impuesto,
nomía, escribe: "Desgraciada­ rra rendía poco y la dueña nos había 3.100.000 cabras; 10
mente es una realidad el hecho quitaba todo. Para la renta de­ años después, en 1936, habían
de que donde la tierra está bíamos pasarte 100 quintales disminuido a 1.795.000.
cultivada por aparceros la ren­ de trigo', 100 quintales de maíz Para concluir, la política
ta baja a niveles tan impresio­cada año, y además 1.000 liras agraria del fascismo se puede
nantes que obligan al campesi­ en dinero. Aparte cada año de­ resumir como sigue: sujeción
no, aun contra su apego a la bíamos regalarle 10 gallos, 10 sistematizada y progresiva de
tierra, a transformarse en bra­patos, 18 gallinas, 8 capones, la economía agrícola al capita­
cero agrícola". 8 embutidos y 200 huevos" lismo, emprobrecimiento conti­
El aparcero que se queda li­ Es evidente que en estas con­ nuo de la población campesi­
gado a su tierra, se endeuda diciones, no podía quedar casi na, subalimentación crónica de
de modo que no le será posi­ nada a los campesinos. los campesinos y braceros agrí­
ble nunca liberarse. Los pequeños propietarios, colas.
Los que rentan tierras es­ desde que existe el fascismo Y Mussolini, en un discurso
tán en la misma situación. "II han visto disminuir sus rentas pronunciado' el 4 de noviembre
Gazzettino di Venezia" de 2 en 2/3 partes. El gobierno fas­ de 1938 en una reunión de cam­
de febrero de 1938 revela el cista recargó de impuestos to- pesinos, cínicamente proclamó:
pro'ceso efectuado contra tres do, también a los pequeños ani- "Debéis enorgulleceros de ser
campesinos que tenían rentada males, como las gallinas y los campesinos. ¡ Los pueblos que
una propiedad de doce hectá­ conejos. En Italia los campesi­ abandonan la tierra están des­
reas y que estaban abusados nos pobres poseen como "pa­ tinados a la ruina!"

¿IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIMIIIMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII IIP:

CONDE & Cía.


OBRAS SANITARIAS I

GAS - INCENDIO i

PERÚ 84 - U.T.33, Av. 9907

TÍliiiiii/iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiíiiiiiiiiiilfiiiiiiMiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiHiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiif:
V I D A F E M E N I N A
PA«. 36

LOS
PECADOS

LITERARIOS

DE
EmilioZola

POR
Carlos

Rovetta

También en literatura se vuelve a los viejos y el horros de las fallas visibles a fuer de
amores. El lector, de visita por las librerías, en­ gruesas.
cuentra ahora, al lado de las novelas de Stefan La curiosidad de los críticos suele llegar, sin
Zweig y de Pearl Buck, las de Balzac y Jorge embargo, hasta esas páginas, hijas del pecado,
Sand. a veces con el propósito de estudiar desapasio­
"Indiana", "César Birotteau" y el mismo nadamente una vocación literaria, desde el mo­
'Pere Gaviot" reaparecen, rejuvenecidos por mento mismo en que ella se manifiesta. Otras
buidada presentación gráfica. Esta longevidad veces —y esto es frecuente aunque no disculpa­
de obras literarias que llevan la marca del ta­ ble— Con la mezquina intención de exhumar
lento, demuestra que la novela —la buena no- cadáveres literarios, ellos hurgan en el pasado
vela— lejos de hallarse en decadencia, como se de un escrito hasta dar con el inevitable pecado
pretende por allí, cuenta todavía con numero­ literario.
sos lectores. Lectores devotos de Zola, si nosotros vamos a
Uno de los escritores que se relee actualmente ocuparnos aquí de las tentativas poéticas de
con gusto, es Emilio Zola. Y ya que se vuelve Zola y de su novela, "Los misterios de Mar-
al autor de "Trabajo", con visible predilección sella', será para señalar cuánto del genuino Zola
por sus novelas, no parecerá inactual que nos hay en aquellos poemas de su juventud y en
ocupemos de uno de los aspectos de su obra, esos truculentos "Misterios de Marsella", que
no el más brillante, sin duda, pero tampoco el escribiera para " E l Mensajero de Marsella"
más Quien cometió esos pecados literarios que su­
Los grandes escritores suelen avergonzarse de man seis con " E l mandato de una muerta" no
algunas de sus obras y a veces, ¡cuánto no da­ murió poeta ni quedó en simple folletinista. En
rían por verlas olvidadas definitivamente! Tie sus tres poemas juveniles y en las truculencias
nen el pudor de los primeros pasos, inseguros, de los Misterios, hallábase, sin embargo,, ya
ENERO - FEBRERO, 1940 Pág. 37

manifiesto, el talento literario del autor de "La pesaroso. Es que, aunque se sentía poeta, el
culpa del padre Marvet"",, como en las tru­ joven Zola se veía en figurillas para llevarlos
culencias de los Misterios se descubre ya la in­ al papel. "Si en mi soledad llamo a las musas,
tención de usar el documento que más tarde se esa dulce consolatriz, la musa no me responde",
confirmará en la tendencia naturalista. confiesa, desesperado. Y "para el poeta estas
horas de duda son tristísimas
El afán de hacer los versos cada vez mejores
lo lleva a romper las cuartillas sen que los es­
Había llegado a París pobre y ambicioso, co­ cribe. Piensa que puede hacerlos mejores y se
mo tantos provincianos, y la gran ciudad le ne­ da un fórmula que ha de ser el lema de su
gó, durante varios años, la seguridad de comer madurez laboriosa: "Con valor se llega siempre,
todos los días. En cuanto a la conquista de Pa­ sobre todo cuando se tiene conciencia de lo que
rís, este joven ya de hocicos con las amarguras se busca". De esta tarea encarnizada salen sus
de la vida, se le iba apareciendo un poco más ensayos poéticos. Son poemas enormes, con in­
distante de lo que ideara en sus planes, allá en tenciones filosóficas, de los cuales ha dicho Mar­
la Provenza. cel Batelliat: "A pesar de sus exageraciones
No se halaba derrotada su voluntad, a pesar sentimentales, que incitan a sonreír, estos poemas
de este diario cuerpo a cuerpo con la misma. de juventud no carecen de mérito. Asombran
Era heroico sin saberlo, y a los veinte años por la extraordinaria precocidad lírica de su jo­
este hijo de París amamantado por la Provenza, ve autor y algunos de ellos pueden soportan ven­
tenía, la constancia de las grandes encerronas tajosamente la comparación con los primeros
con sus libros y su pipa. Lo atormentaba la ensayos de los poetas más célebres."
elección de una profesión, pero instintivamente Estos pecados literarios de Emilio no se pue­
iba optando por lo que sería la pasión de toda su den separar, sin embargo, de su vida literaria;
vida, en esos días solitarios que él llenaba con son una fase de la misma, como una anticipación
su infatigable actividad epistolar y poética. Se del talento literario del autor.
sabe que escribía cartas. Y también se sabe a La gestación es dolorosa. "La Aérea", el gran
quiénes iban dirigidas estas cartas. Dos jóvenes poema en que se halla empeñado, le produce una
las esperaban ansiosas en Aix y estos dos jóve­ verdadera indigestión de alejandrinos: "No
nes eran los primeros en conocer los proyectos puedes figurarte —le escribe a Baylle— el efec­
poéticos de Zola, que contaba como clarines de to que me causa el trabajo terminado. Es algo
la fama al futuro profesor de la Escuela Poli­ así como una lasitud mezclada al abrumamiento.
técnica, Bautista Baylle, y al maestro de la La rima es una cárcel para su imaginación
pintura moderna, Pablo Cezanne. desbordante y como este joven de apenas veinte
Permanecía extraño —lo ha dicho uno de sus años odia ya la ficción y no comulga con los
biógrafos— a todo lo que no fuere la literatura "secretos" del oficio, clama contra los ripios y
y él, que antes de los cuarenta años sería, no teme que sus versos no se vean libres de ellos.
ya "un escritor", sino "el escritor", discutido "Mi verso ideal —escribe al amigo— es sobrio,
e injuriado, pero también aceptado y aplaudido, nervioso, sin excluir la soltura, pero ¡cuan am­
sentía en su veintena la obseción poética. Paul puloso y lleno de afectación es todavía mi modo
Alexis, el gran amigo y aliado que encontrara de componer!
años más tarde en las batallas literarias del na­ Después de "La Aérea" y "Rodolfo", el
turalismo,, confiesa que la idea de publicar esos futuro escritor, maestro de la prosa en la des­
versos no seducía al ya célebre escritor de " L 'as­ cripción del "Paradon", intenta el poema gi­
somoir'' gantesto "La cadena de los Seres", cuyo plan
No es ercepcional que un hombre de letras explica en una de sus cartas. Trata nada menos
inicie su vida literaria haciendo versos. Plau­ que de "poner en verso la historia misma del
bert los había hecho; Daudet los había cultiva­ mundo, desde sus orígenes hasta su más lejano
do con • provecho. El, los hacía, a su vez, sin porvenir, dice Marcel Batillat, que encuentra en
cálculos y a lo grande. este plan una previsión embrionaria de la gran
En una de sus primer cartas a Baille hace trilogía futura: Los Roenfa-Micquart, las tres
confidente a éste de sus primeros tormentos poé­ ciudades, los cuatro evanbelios. Tres) cantos
ticos. "Desde hace tiempo padezco una verda­ compondrán "La cadena de los Slres", según
dera indigestión de alejandrinos, le escribía, el plan del poeta y esos cantos corresponderán
Pág. 38 V I D A F E M E N I N A

a cada una de las tres edades; así: en el primer para el autor, que nocesitaba dinero, y aceptó
canto el poeta describirá la creación sucesiva de con decisión la empresa de escribir "algo" qué
los seres hasta la del hombre, si nomitir las pro­ representaba centenares de francos al mes. Es­
gresivas perturbaciones geológicas; el nacimien­ critos apresuradamente, estos "Misterios de
to de los seres y la vida hasta los tiempos más Marsella" son de una extraordinaria pobreza de
civilizados, será motivo del segundo; y, por fin, factura, tanto por el asunto como por el estilo.
el poeta será, e nel tercer canto, un vidente de Lo ha aceptado Zola, que se vio obligado a publi­
los tiempos futuros. El joven Zola se promete car una segunda edición de esta novela folle­
ser sabio en el primer canto, filósofo en el se­ tinesca, en la cual reconocía con sus visibles
gundo y cantor lírico en el tercero como lo deficiencias, la primer manifestación de sus ten­
confiesa en s ucarta a Baylle. dencias naturalistas.­
Todavía un poema, "Juana de Arco", había "El procedimiento era tosco —escribía en el
de escribir el poeta,.que había dejado de sufrir 'prólogo de esta segunda edición— pero también
estrecheces y podía trabajar ahora más tran­ sé decir que volviendo a leer las cuartillas,
quilo. Afirmado en su vocación literaria, Zola días atrás,, llamó mi atención el hecho casual,
no tardaba en llegar a la prosa, como instrumen­ en momentos en que yo aún no me conocía, el
to predilecto. Lo hacía con "Los cuentos a Nn­ haberme puesto a escribir esta obra de un me­
nón", que eran sus primeras armas en el glo­ canismo vulgar, basándome en un conjunto de
rioso ejército de líos prosistas franceses del si­ documentos. Posteriormente no he seguido otro
glo XIX, sin pensar que poco después el autor métodoi en mis obras literarias" Y afirma jac­
de estos cuentos había de escandalizar al públi­ tanciosamente: "Los misterios de Marsella" for-
co con "La confesión de Claudio". El público man parte de la tarea ordinaria que mé tenía
gustó de esos cuentos que eran como la transi­ atado al yunque."
ció nentre el poeta' y el novelista. Desde esa pobre producción literaria "Los
misterios de Marsella" hasta "La fortuna de
•ü * ü los Eangon", ¡cuánto camino andado por el
escritor en lucha constante con la miseria y te­
naz siempre hacia ese fin que se proponía como
Se había despedido de la bohemia y de los
objeto y que había de tomarle toda su vida,
versos, pero su actividad literaria era siempre
hasta principios de este siglo,! Lo ha recordado
incesante y regular. De estos primeros años de
Zola a los lectores de "Los misterios de Mar-
su vida literaria datan "Los misterios de Mar-
sella", del que no estaba descontento, "puesto
sella", otro pecado literario de Emilio Zola.
que tan mediano como es, da al lector una idae
La historia de este novelón ha sido contada del gran capital de voluntad y de trabajo que
por el mismo Zola, que lejos de avergonzarse he debido emplear para llegar desde esta pobre
de esa novela, de tosca factura, la ha explicado publicación al esfuerzo literario de "Los Bou­
en el prólogo que escribiera para la segunda gon-Macquart".
edición.
Trabajaba el escritor en "Teresa Requin" y
esta labor literaria se realizaba lenta y cuida­
dosamente —apenas dos páginas por día— cuan­ Aquellos poemas de "La comedia amorosa"
do recibió una proposición tnetadóra desde el. que hacían sonrojar al escritor ya en la madu­
punto de vista económico. Se le pedía que es­ rez ; y esos '' Misterios de Marsella'' que defen­
cribiera para el folletín del diario "El Correo día con coraje, eran sus pecados literarios. Sin
de Marsella", una novela ideada sobre la base embargo, ellos prometían la obra cíclica, bella,
de documentos extraídos en los tribunales de que había de colocarlo en la posición indiscutibe
Aix. Era este un trabajo relativamente fácil de uno de los más grandes escritores de Francia.
"fe JtfekÓ*- F . 1 9 4<i

Cuento para Niños

Cuatro manantiales formaron' una soaieda 1 Los manantiales trabajaban y su criatura se


hicieron un arroyito. hacía "espejo para el cielo, reflejaba los juncos
Se propusieron: gráciles, los camalotes delicados y daba de be­
—Seremos- más útiles así. Regaremos tierras, ber a las vacas de grandes pupilas maternales,,a
-daremos vida a plantas y árboles; satisfaremos los bueyes pacíficos, a las ovejas tímida».
la sed de más necesitados. Era Su misión.
. . Y el arroyüelo se puso- a correr alegremente Y vivía feliz,
_por las pequeñas hondonadas, saltando piedras
y agitando las hierbas del campo.
. Hizo su camino y tributó sus aguas a un her-
mano mayor que ya gozaba el privilegio de; un
más grande caudal y poseía un patrimonio de Pero poco había de durar la serena y fecun­
bosquecillo en sus márgenes. da vida laboriosa.
P&g. 40 V I D A F E M E N I N A

El arroyuelo, descuidando sus ,ocupaciones dio se desarrolla la civilización, se abren las


dio en entretenerse con los vecinos. comunicaciones, se realizan los viajes, se activa
el comercio y prosperan las guerras.
El arroyo de quien era afluente le habló de
arterias mayores que él, dueñas de bosques sono­ Esto no te habrá revelado el ignorante y es­
ros, llenos de pájaros que cantaban día y noche; túpido arroyo, muy conforme con su vida apá­
luego de ríos caudalosos y fecundos, hirvientes tica y prosaica.
<de peces y de actividad, de ríos en los cuales ¡ No* te ha dicho que nosotros lo formamos, y
navegaban los bellos barcos de velámenes es­ hacemos los ríos y damos la necesaria vitalidad
ponjados y le reveló que, más lejos aún, estaba al enorme océano!
el mar y el océano inmenso casi tan vasto como
el cielo. Es que él no sabe nada.. En general nues­
tros colegas son torpes y cobardes, irresolutos y
—¡ Me gustaría ver todo eso! y rutinarios.
—No es posible porque cuando tú llegas a «
¡Mírame a mí: decidido, audaz, dinámico!
mí pierdes tu personalidad, como me deshago de
ella yo al confundirme con la vía de agua de ¡ Obsérvame ahora!
la que soy contribuyente. —Pero tú a veces no corres, no estás...
El arroyuelo restó con una idea confusa de su —¡ Oh, simple; qué tonterías dices!... ¡ Cómo
importancia, despreció a los juncos y a los ca­ voy a estar siempre aquí si debo obedecer a mi
malotes y agredió a la oveja y a,l buey: divina misión! Cuando me voy es que formo el
—Y ustedes que tienen piernas, ¿por qué no océano.
van a ver los bosques musicales y los ríos azu­ —¡Ah!
les con barcos que parecen grandes pájaros
—Ya pierdo tiempo... Espléndido de mí gas­
blancos ?
tando palabras con este hético sujeto...
El buey respondió:
Y se alejó dando tumbos, por hendiduras y
—Hijo, yo labro mi tierra. zanjas, diciendo bravadas, oscuro y revuelto
—Yo preparo la lana para abrigo del hombre de bajas ambiciones.
—se enorgulleció la oveja.
—¡ .. o alimento a dos esclavos poltrones!—
les increpó el arroyo, atribuyéndose más valor
de.1 que tenía. El arroyuelo empezó a llenarse de orgullo y
de soberbia.
—nosotros somos todo, nosotros somos divi­
nos. .. Yo alimento el río, doy la vida al hom­
Después de unas copiosas lluvias el cañadón bre, formo el océano!
que casi todo el verano estaba seco o tenía sus No quería dar agua al buey y a la oveja, se
escasas aguas estancadas y corruptas, vino de retiraba de los juncos y se resolvió a correr
gran carrera, levantando la voz, llevándose las mundo e inmantinente ser estuario o mar.
cosas por delante, repitiendo fanfarronadas.
—Señores manantiales, —y les planteó su
Galopó junto al arroyito, también hinchado y problema... dando curso a su malomanía...—
rumoroso y conversaron. ¡ Necesito más agua, mucha más agua!... Esa no
Este le narró sus novedosas historias y el ca­ me da para nada y yo debo llenar mi destino.
ñadón reía: Los socios hicieron esfuerzos para hacerlo más
—Cómo eres ingenuo, pobre y tímido provin­ caudaloso.
ciano. ¿Quién no sabe esas cosas, y otras aun —Aun más. ¡ No sean avaros!... Es aún
más importantes, más bellas, más altas? poco... Así me engrosó, pero no dejo de ser
Nosotros somos compuestos de materia divina. el mismo... ¡Más agua o si no me marcho
El Agua es la Diosa y la Reina del Universo. Sin por mi cuenta!
agua no existiría la vida; el hombre y los ani-
Era una amenaza.
males morirían (pues sabrás que nosotros hasta
formamos parte de su sangre. Por nuestro me- —¡ Qué locura! —raciocinaron sus genitores.
), 1940 Pág. 41

— ¿Quieres variar! Los manantiales aconsejaban al hijo:


—Sí. —Cuidado, mírate en ese espejo, ese puede
—Perfecciónate. Sé más puro. Alimenta con ser tu fin.
más cuidado seres y plantas. Limpia tu interior.
Canta. El eañadón le susurraba:
—¡ Estupideces! ¡ Idealismos trasnochados! —Historias, qué saben ellos.. Oente rutina­
¡Ñoñerías! ¡Yo deseo ser río, yo quiero ser ria... Ahora duermo, descanso, para después
mar, yo sueño ser océano 1 ¡ No me comprenden! volver a la gloria de ser océano!

No les hagas caso, tus viejos chochean... y,


cuando te encuentren con fuerzas, inicia tu
Se amargaba y se hacía turbio con su bilis marcha.
y sus pretensiones. Se detenía en ocios inúti­ Y no por el camino conocido y trillado. To-
les, intentaba salirse de su cauce, había tantas dos conspirarían contra ti, el arroyo, el río...
rarezas que el hombre terminó por hacer anali­
zar su linfa. Corre a campo traviesa, como yo, desprecian­
—No es más potable... Parece envenenado... do tierras, piedras y arenales, a nuestro envi­
Los manantiales lloraban y los seres y las diado norte!
plantas se alejaron de él, despreciándolo. El invierno hinchó el eañadón que repitió
Ni con eso se corrigió. sus frases ladinas, mientras corría desmelenado
por la campiña.
El arroyuelo también salió de madre y galopó
Entre tanto el eañadón estaba reseco, despe­ ilusionado uno, dos, tres días, hasta que se lo
día miasmas y creaba sabandijas y mosquitos. bebió la tierra.

- 3f

1
Lo Mejor
en i

i5
i Medias 5*
3*

3
3
I

Nuevos Tonos
para el Verano
II
con o sin cuchilla Is

3t
!*
¡*
3*
| MARTIN GARCÍA 465 CANGALLO 2 0 7 0
s
3

P&g. 42 V I D A F K M K N I N A

EL RINCÓN DE

LOS GARBANZOS

Se Fue el Año 1939


Tomé el compromiso de escribir darme algunas veces sinsabores ha
en la Revista VIDA FEMENINA la contribuido también a facilitarme
página titulada "El rincón de los medios para poder cubrir las ne­ país por el eminente e inolvidable
garbanzos", página que se inicia cesidades del hogar y colocar a compañero y m a e s t r o Juan B.
bajo este compromiso espontáneo mis hijos en superioridad de co­ Justo.
y formal desde el número que apa­ nocimientos de los que yo he po­ Por estas razones, yo saludo con
reció el día 15 de abril del año dido alcanzar. eBte número p. las lectoras de
que ha terminado. En las sencillas explicaciones VIDA FEMENINA deseándoles que
Creo haber cumplido en la me­ expuestas para el buen desarrollo inicien el nuevo año con una pros­
dida de mis conocimientos en es­ en la preparación de las recetas peridad superior a la que han te­
ta profesión, en la cual he sido publicadas, he puesto el mismo ca­ nido en el año que se fue, pidién­
explotado unas veces de mi vida y riño y entusiasmo que siempre doles que refuercen su entusias­
aun lo soy en la actualidad, en pongo en las cosas de nuestro par­ mo auspiciando la obra emprendi­
otras la he manipulado por mi pro- tido, y en este caso, por entender da por las compañeras que bajo
pia cuenta, pero siempre poniendo que VIDA ¡FEMENINA es una par­ su responsabilidad hacen que apa­
en el desarrollo de mi actividad tícula importante del gran tronco rezca esta revista educadora de la
cariño por el oficio, que a pesar de Socialista plantado en nuestro mujer argentina.

PASTELERÍA "BUDÍN SMALL" tamaño que se desee, preferibles


400 g. de harina grandes, los, cuales deben ser un­
AFRICANOS, GALLETITAS

250 g. de azúcar tados con manteca. Se cocen a


PARA TE

250 g. de manteca horno bajo.


10 huevos
1 kilo de harina 250 g. de almentdras tostadas y C O C I N A
100 g. de azúcar
picadas grueso.
400 g. de chocolate en polvo. 1 copa de cognac o rom. CHORIZOS EXTREMEÑOS
600 g. de manteca 150 g. de pasas corintas
3 huevos Un poco de cascara de limón Estos chorizos son preparados
2 g. de carbonato de amoníaco rallado. exclusivamente con carne de cer­
en polvo. Una cucharada de café de "Ro­ do, teniendo la precaución que la
Preparación. — Sobre la mesa se yal" o "Sic" carne que se emplee debe ser dos
forma la corona con la harina y Preparación. — Con la harina partes magras y una gorda.
en el centro los demás ingredien­ se forma una corona sobre la me- Se adoban con pimentón dulce y
tes; éstos se trabajan muy bien se mezclándole a la harina el ro­ picante, mitad y mitad. Ajos bien
hasta que queden muy fino, des­ jal, en el centro se colocan la machacados y según la cantidad
pués se le une la harina sin darle manteca, la almendra, las pasas y do carne que se prepare, sal sufi­
mucho trabajo, dejando descan­ el limón. Aparte, en una, cacero­ ciente y vino seco, que para cada
sar la masa diez o quince minutos. la se baten bien los huevos junto cinco kilos de carne debe ponerse
Con el palote se extiende la masa, con el azúcar, una vez bien for­ media botella. La carne se deja
dejándola de un espesor de un cen­ mada una crema espesa se hecha en adobo durante doce horas en
tímetro y ee cortan las galletitas cu el centro de la harina adicio­ un lugar seco.
con un molde ovalado y liso. Se nándole también el cognac, se Se pasan a llenar las tripas, que
cocen en asadera untada con man­ mezcla todo "bien y se le une la de antemano se tendrán prepara­
teca y en horno de temperatura harina sin trabajarla mucho. das, sirviéndose de un embulo y
regular. Se pone en moldes rizados del
(Sigue en la pág. 46).
BNKlRO-FIBBRERO, 1,940 I'áj . 43

GORKI, LA M A D R E , R U S I A

(Viene de la píj». 5)

ven hacia ella ojos que turban el dolor y la que ésta que lo ha conducido a un nuevo des­
indignación. potismo donde la forma y los nombres han cam­
¿ Qué se han hecho aquellos ensueños de fra­ biado, pero donde persiste el mismo cruel des­
ternidad? El inmenso abrazo que levantaría en precio por la personalidad humana, el mismo
alto a todos loa desheredados del mundo se ha sometimiento servil ante la fuerza?
convertido en el nudo implacable que aprieta Hay un evidente progreso material en la vi­
la garganta de un pueblo nuevamente oprimido. da de esa nación, pero ¿es ésa la nueva huma­
El estado que tiene como canto oficial a La nidad que soñáronlos precursores, las innume­
Internacional, se une al nazismo para despeda­ rables luchadores que desde los decembristas
zar a Polonia, se vuelve contra Finlandia y pre­ hasta los revolucionarios del 17 todo lo dieron
fiere destruirla no pudiendo someterla. sin medida por la emancipación de su pueblo?
I Cuántos habrán creído como el ingenuo '' ru­ Seguramente, no. Toda la organización técnica­
sito" de Gorki: "Cualquiera que sea el nombre y económica de la sociedad debe resolverse pa­
que lerga el socialista, es nuestro hermano es­ ra nosotros en el aumento de la felicidad del
piritual siempre, ahora y para siempre, por los hombre; de otro modo, carece de sentido. Y es
/siglos de los siglos"! evidente que la felicidad no es sólo la seguridad
¿Pensarán ahora así los aviadores rusos, cu­ del bienestar material, sino la plena satisfacción
yas alas llevan el símbolo del trabajo, en el mo­ de las más altas aspiraciones del hombre.
mento en que dejan caer sobre los hogares de Para llegar a esto, ¿es necesario torturar un
campesinos y proletarios finlandeses sus bombas pueblo, hacer de la policía secreta su sistema
incendiarias ? íntimo, profundo; ahogar no ya toda rebeldía
Una profunda desilusión amarga y descon­ sino simplemente toda tendencia crítica? ¿La
cierta a cuantos han sido sinceros y rectos en diminución de la jornada de trabajo o el cine­
su adhesión a la nueva Rusia. Por cierto, no matógrafo gratis, compensan la librea del autó­
nos referimos a los que hoy aun aceptan su mata?
alianza infamante con el nazismo, antes por ellos Las más altas aspiraciones del hombre a que
aborrecido, y justifican la invasión de Polonia nos referíamos, son sus necesidades espirituales,
y Finlandia. Tal estado de espíritu sólo puede su sentido de la libertad, su necesidad de jus­
explicarse por una total incapacidad para rec­ ticia. No desconocemos, por cierto, el valor del
tificar un razonamiento hecho o por algo aun "bienestar mensurable del pueblo" Es básico,
más bajo: la obligación de defender una con- fundamental. Olvidarlo sería volver a poner en
signa por servilismo o interés. los cielos la búsqueda de la felicidad humana.
Una lección se desprende, sin embargo, del Pero, justamente, para que sea humana —no
terrible espectáculo del mundo. ¿Caeremos en animal— debe acompañarse de todo aquello que
el escepticismo, aceptando la incapacidad del el hombre ha conquistado tan lentamente: el
hombre para desenvolverse en un régimen de li­ reconocimiento del derecho, el respeto de la per­
bertad; la necesidad de la mano fuerte y rígida sonalidad, la libertad social.
del déspota que impone su voluntad y sus ideas, Toda organización política incapaz de ofrecer
como etapa obligada en el cambio de régimen esas garantías a los hombres que ella abraza,
de los pueblos? ¿Reconoceremos como necesaria cualquiera sea su base económica, no es digna del
la dictadura del proletariado, fórmula falsa en sacrificio del pueblo. Esta es la gran lección
su expresión que pobló de ilusiones la mente de que el mundo hoy nos trae.
tantos hombres? El experimento ha sido hecho bajo nuestros
Tales conclusiones nos llevarían a un estado de ojos. Un pueblo de un inmenso valor, que ha
negativismo o pNgividad, al abandono de todo es­ dado al mundo artistas y sabios inmortales, que
fuerzo consciente de mejoramiento social y al posee extraordinarias reservas de entusiasmo, re­
goce egoísta del breve paso por la vida, estado signación y resistencia, después de haberse lan­
mental que, por desgracia, es frecuente y nos zado a la conquista de su soñada liberación,
explica en parte la lentitud del progreso social. vuelve a ser hoy, ante el mundo sorprendido, el
i No tenía el pueblo ruso otra vía ante sí más instrumento del imperialismo despótico, explica­
PAg. 44 V I D A F E M E N I N A

ble en un Pedro El Grande, pero imposible de


admitir en un Stalin comunista e internaciona­
lista.
Nos hace comprender esto el valor del régi­
men democrático. Si bien en él las reformas son
lentas y difíciles, si hay titubeos y retrocesos, < • •

si un complicado y a veces pesado rodaje im­


pide el cambio radical que la impaciencia sueña,
se obtiene en cambio la dispersión del poder.
El déspota ilustrado, que pareció a muchos la
fómula suprema de la sabiduría política, no es,
en realidad, sino expresión de la profunda in­
capacidad política de la masa del pueblo. Cuan­
do éste abandona su suerte en manos de un solo
hombre o de una casta reducida, a los cuales
cree superiores y ante los cuales se inclina, no
hace sino revelar su falta de conciencia social.
Esta se forma y perfecciona en el grupo, como
en el individuo, por el continuo ejercicio, lo cual
es sólo posible en el régimen democrático.
Toda la historia de las naciones que llama­
mos democráticas, es un largo y a veces muy
penoso aprendizaje que ha permitido, por fin,
la formación de ideas, prácticas, costumbres
transmitidas de generación en generación y que
constituyen la esencia y también la garantía de
esa forma de vida política. Los pueblos que no
han pasado por ese aprendizaje pagan un pesa­
do tributo a la ambición, a la sed de omnipoten­
EN VENTA en todas partes
cia que fácilmente se apodera de un hombre o y e n las Perfumería»
un grupo cuando no hay otras fuerzas sociales Av. San MARTIN 2625, RIVADAVIA 3085, 7083 y 8835
BOEDO 919, NAZCA 2369, CABILDO 1984
que los equilibren y así los anulen. Tal es la y SUIPACHA 19. - Buenos Aires
suerte de Alemania, Rusia, Italia. LABORATORIOS LEMA1RE

Lula Gómez Alvares

Si el nivel mental de la masa es muy bajo J. V. González 8485 p . T - 50-2013

puede un jefe gobernar y a veces transformar


un pueblo sin mayores resistencias y por tanto Siete Productos "IADA"
sin imponerse por la fuerza, más o menos des­ Loción .. S 6.50
piadada. Tal es el caso de Turquía y del Irán. „ N' 6 . . . .
Colonia P . M
I „ 6.50
, 1.50
Pero cuando existen dentro del pueblo hombres
con capacidad crítica (sabios, artistas, políticos,
etcétera), cuando existen grupos o tendencias
Colonia G. M. . . .
Crema de Belleza,
A „ 6.50

opuestas al jefe supremo, éste sólo puede do­


minar mediante la destrucción sistemática y
desde
Colorete D „

1-30
1-50
cruelmente necesaria de cuanto se opone a él.
Crema de Afeitar
Polvos, desde . . . . A »

0.55
LSO
Defender la democracia es, pues, salvar la
Lápiz labial "8ALÜTARI8"
única posibilidad para un pueblo de evolucionar
En seis magistrales supertonos lumi­
y perfeccionarse sin dolor inútil; de construir
nosos y radiantes, uno para cada
sin necesidad de aniquilar, antes, aquéllos para
color de rostro $ 1.80
quienes se quiere construir.
HNER.O • K'HBIRIERO. 1940 Pá?. 46

Hay Que Reconquistar la Escuela Laica


(Viene de la pág. 23)
más de medio siglo— son hoy de rigurosa ac­ Media centuria larga de vida de la ley nacio­
tualidad. nal 1420, y más de tres décadas de vigencia de
la ley provincial dictada en 1905, han demos­
La democracia —se ha dicho con gran acierto trado la excelencia de la escuela neutral, de
—es, ante todo, una problema de educación. la enseñanza laica.
Hay, pues, razones fundamentales para de­ En el país argentino, formado por el aluvión
fender la enseñanza laica, contra la cual dirigen inmigratorio, la escuela laica, gratuita y obli­
sus ataques los elementos reaccionarios que gatoria, ha cumplido y cumple, ante todo, una
conspiran contra los principios esenciales de la obra de asimilación nacional y es, puede decirse,
democracia y de sus instituciones básicas. —por su amplio espíritu de tolerancia y res­
"Todo lo que compromete el libre examen, se peto hacia todas las creencias,— el crisol donde
ha afirmado, la independencia de opinión, per­ se está fundiendo el arquetipo de nuestra na­
judica la democracia. El dogma de la obedien­ cionalidad.
cia implica la existencia del rebaño humano"... Al cumplirse el quincuagésimo aniversario
Educar al hombre para atarlo al erro, para de la ley 1420, un patriarca del magisterio ar­
tenerlo sujeto al prejuicio1 y a la superstición, gentino —Don Pablo Pizzurno— escribió estas
ha sido siempre la obra de la escuela dogmática. magníficas palabras: "Nada hay que distancie
Educar al ciudadano para la libertad, para la más a los hombres y a las sociedades, que la
democracia, la razón y la verdad; en síntesis: cuestión religiosa. La escuela argentina ha da­
educar al hombre para el goce pleno de las más do un hermoso ejemplo de la serenidad y de la
nobles libertades del espíritu humano, ha sido paz en ese sentido, y así nos hemos evitado mu­
y es el rol fundamental de la escuela laica. chos disgustos y asegurado adelantos de todo
En una democracia la escuela dogmática es orden."
una aberración. "Será acto de patriotismo y sensatez, el no
. La democracia proclama como un principio agitar de nuevo los espíritus alrededor de este
fundamental: "La escuela de todos, para to- asunto, doblemente grave e imperdonable, si lle­
dos." Y al defender la escuela laica —la escue­ váramos la agitación a la escuela, entre los ni­
la de todos— defendemos la esencia misma de ños. Sigamos dando, para honor del país, el
la democracia. bello ejemplo de la tolerancia, la gran virtud de
los hombres y de los pueblos civilizados."

Choca, por lo parado jal, que sean los gober­
nantes de la Provincia de Buenos Aires —que La restauración de la enseñanza religiosa sig­
ha sido el vasto escenario donde actuaron hom­ nifica una verdadera deformación de la escuela
bres de la talla de Rivadavia, que libraran bata­ común, por lo mismo que importa introducir un
llas formidables en defensa de la libertad de factor de perturbación en el ámbito escolar, don-
conciencia— quienes actúen de espaldas al pro­ de el niño debe respirar una atmósfera de pure­
greso histórico, y olviden la honro'sa tradición za, de tranquilidad espiritual y de respeto.
liberal del primer Estado argentino. Felizmente, esta reforma regresiva será tan
La provincia de Buenos Aires ofrece, en esta efímera, como la gravitación política dei sus
materia, la más pura fuente de inspiración: La autores.
ley de educación común, dictada en el año 1875,
El laicismo —preciada conquista democrática
establecía la enseñanza religiosa. La Constitu­
— será ardientemente defendido por el pueblo,
ción provincial sancionada en el año 1889 —cin­
que sabrá reconquistar para sus hijos la escuela
co años después que el Congreso Nacional san­
laica, en cuyo recinto se forjaran los ciudadanos
cionara la gran ley 1420, que contó entre sus
del porvenir, capaces de hacer de este país la
animadores a Sarmiento— nada decía sobre es­
verdadera tierra de promisión, que asegure el
te punto. Y la ley de 1905 —que reformó la
bienestar general y los beneficios de la liber­
ley del 75—borró el artículo que establecía la
tad, para los que aquí hemos nacido y para to-
enseñanza religiosa, por considerarlo un verda­
dos los hombres del mundo que quieran habitar
dero anacronismo en pugna con el espíritu lai­
en el suelo argentino.
co que orienta y preside la vida de la colecti­
vidad. Tandil, 1939.
l'úg. 46 V I D A F E M E N I N A

EL RINCÓN DE LOS GARBANZOS

(Viene de la pág. 42)


llenas a mano, para no triturar carne de cerdo gorda, el estóma­ mismo se coloca un buen pedazo
mucho la carne, una vez prepara­ go del cerdo, bien cocido, el bo­ de zapallo criollo bien zazonado
dos LÍO cuelgan en un lugar alto fe, el intestino grueso, -todo bien y una cebolla grande.
aireado hasta que se sequen; si cocido también. Cuando el zapallo está cocido se
se desea puede también ahumar­ Se pica todo junto como para saca y se lo pasa por un colador
los gradualmente. cualquier embutido, se adoban con o tamiz, en una olla aparte se
pimentón dulce y ajos machaca­ ponen dos cucharadas de mante­
LONGANIZAS A LA
dos. Debe quedar en adobo 24 ho­ ca adicionándole la cebolla que
EXTREMEÑA
ras, después se llenas las tripas se ha -cocido con el zapallo, uri
que deben ser finas, después se poco de perejil !bien picado y se
Esta longaniza es muy poco co­ cuelgan y se ahuman lo mismo lleva a un fuego lento adicionán­
nocida f u e r a de Extremadura, que loa chorizos. dole 100 gramos de queso rallado
pues las familias de esas provin­ Para comerlas crudas deben pa­ y la crema que se ha hecho del
cias españolas la fabrican para sar treinta días. zapallo que se cocinó. Se zazona
el consumo familiar siendo muy y se le adiciona el caldo colado
sabrosas, pudiéndoselas comer co­ SOPA PROVINCIANA previamente.
cidas, crudas o fritas. Al servirse, se le adiciona cru­
Se prepara un caldo con huesos
Su preparación se efectúa con de carne de vaca y dentro del tones o trozos de queso fresco.

¡ A G U A !

(Viene de la pág. 13)

nada más que de un poquito de buena volun­ ran aprisionarnos entre sus tentáculos y des­
tad depende la paz y la tranquilidad de nues­ trozarnos lo harían sin piedad; pero esto no lo
tros hogares;, y al pedir paz y tranquilidad •conseguirán, y no lo conseguirán, he dicho,
para nuestros hogares, lo hacemos para nues­ porque a un pueblo unido les será muy difí­
tros hijos. I. cil vencerlo, a un pueblo dispuesto a hacer
Cuando la razón está del lado del pueblo y valer sus derechos como es el de la defensa de
la verdad es el baluarte en todos nuestros ac­ nuestro techo, que como argentinas y cobija­
tos, aunque a veces ésta dicha de frente hiere, das bajo el más hermoso de lo's pabellones,
es necesario manifestarlo y hacerlo pública­ lucharemos todas como un solo hombre, como
mente, no es ya posible seguir fingiendo lo supieron hacerlo nuestros antepasados; lu­
que no' se siente. Las manifestaciones que en charemos mucho,- hasta repetir nuestro vencer
este momento me permita exteriorizar, creo o morir.
que son el sentir general y lo hago con aque­ Y para terminar, sólo pido' a todos los aquí
lla fe y segura de que mi pueblo no me re­ presentes a no desmayar, a persistir, a unir­
prochará. nos todos, porque la unión hace la fuerza.
En este momento nos sentimos reconforta? No quiero abandonar esta tribuna sin agra­
dos y llenos de optimismo al vernos acompa­ decer la sincera cooperación prestada por las
ñados por instituciones que luchan a la par conocidas líderes Dra. Alicia Moreau de Jus-
de nosotros, por una causa noble, una causa to, Sra. de Maroucci, dirigientes de Coopera­
justa como1 es la lucha por la nacionalización ción y Unión de Avellaneda, que nos han
del agua corriente y la nuestra por la rebaja acompañado, y a todo el periodismo que con
del pavimento. tanto calor y entusiasmo ha sabido dar cabida
No queremos ni por un momento pensar en en sus -columnas y demostrado' en todo momen­
la derrota, puesto que cuando se lucha con to estar con estos movimientos de carácter ne­
toda la razón de nuestra parte, el triunfo tar­ tamente populares. Pido para todos ellos -un
de o temprano será nuestro1. Tengamos fe en aplauso.
nuestras instituciones, ayudémonos los unos a He dicho.
los otros, aunemos nuestros esfuerzos y sólo
así venceremos a estos pulpos, que si pudie­ MARÍA ü. de LÓPEZ.
P R O F E S I O N A L E S

PP«f. Dr. ENRIQUE MOUCHET


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