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SELECTIVO DE
EXTRANJEROS
PÁG. 1 Y 10
SIN PUREZA NO
HAY DELITO
PÁG 5 Y 21
NO
VALORACIÓN
ENERO-JUNIO 2015 DE PRUEBA EN
EL TOP
PÁG. 42
BOLETÍN DE FALLOS
RELEVANTES SIMPLIFICADO
Y DEBIDO
Comentarios y fallos relevantes del PROCESO
PÁG 64
semestre
UNIDAD DE ESTUDIOS
REGIONAL
IV Región Coquimbo
Contenido
Presentación ................................................................................................... 5
Facultades fiscalizadoras de la policía uniformada y control
selectivo de extranjeros. ............................................................................. 1
Planteamiento del problema. ..................................................................... 1
Posición del Ministerio Público. ................................................................ 1
Posición que ha sostenido la defensa. ..................................................... 2
Otros aspectos a considerar. ..................................................................... 3
Sin pureza no hay delito. ............................................................................. 5
Planteamiento del problema. ..................................................................... 5
Posición del Ministerio Público. ................................................................ 5
Posición de la defensa. ............................................................................... 6
Otros aspectos a considerar. ..................................................................... 8
Anexo de sentencias: ................................................................................. 10
I.- Facultades fiscalizadoras de la policía uniformada y control
selectivo de inmigrantes. .......................................................................... 10
1.- Corte acoge recurso presentado por el MP: procedimiento
efectuado por Carabineros se enmarca dentro de la ley; no es
ilegal la detención practicada. (CA La Serena 2015.04.21 rol 145-
2015). ........................................................................................................ 10
2.- Corte acoge recurso presentado por el MP: procedimiento
efectuado por Carabineros se enmarca dentro de la ley; no es
ilegal la detención practicada. (CA La Serena 2015.06.03 rol 286-
2015). ........................................................................................................ 12
3.- Corte rechaza apelación interpuesta por el MP: detención
practicada por Carabineros fue realizada de forma ilegal. (CA La
Serena 2015.04.21 rol 159-2015). ......................................................... 16
4- Corte confirma exclusión de prueba: Carabineros de Chile
carece de facultades para efectuar controles migratorios. (CA La
Serena 2015.05.07 rol 206-2015). ......................................................... 19
II.- Sin pureza no hay delito. ..................................................................... 21
1.- Corte Suprema acoge recurso de nulidad de la defensa: no hay
delito si no se acreditó la pureza de la droga (CS 2015.06.02, rol
5223-2015) ............................................................................................... 21
2.- Tribunal absuelve del delito de tráfico en pequeñas cantidades
por faltar análisis de pureza. (TOP La Serena 2015.05.19 rol 123-
2015). ........................................................................................................ 29
3.- Corte acoge recurso de nulidad del MP: la omisión de falta de
pureza no impide valorar la presencia de sustancia prohibida por la
ley 20.000 (CA La Serena 2015.04.23 rol 125-2015). ............................. 36
III.- No valoración de prueba por el TOP por inobservancia de
garantías fundamentales. ......................................................................... 42
1.- Tribunal absuelve al imputado del delito del artículo 4° de la ley
20.000 por inobservancia de garantías en la obtención de la prueba
de cargo. (TOP La Serena 2015.03.03 rol 31-2015)............................ 42
2.- Corte rechaza recurso de nulidad interpuesto por el MP: la
existencia de indicios fundados no es una cuestión de derecho.
(CA La Serena 2015.04.29 rol 148-2015). ............................................ 48
3.- Tribunal absuelve a los acusados: si bien se encuentran
elementos que podrían haber constituido delito, el control de
identidad se realiza de forma ilegal y arbitraria. (TOP La Serena
2015.04.14 rol 87-2015). ......................................................................... 53
IV.- Procedimiento simplificado y debido proceso. .......................... 64
1.- La consideración en el juicio simplificado de prueba excluida
previamente y el exceso de preguntas aclaratorias por el tribunal
configuran la causal del 374 letra c) del CPP (CA La Serena,
2015.03.24, rol n°63-2015) ..................................................................... 64
2.- Corte acoge recurso de nulidad: falta de registro de
individualización de testigos afecta facultades del defensor. (CA
La Serena, 2015.03.25 rol 69-2015) ...................................................... 72
Presentación
Estimados:
Atte.,
1
Se impone como obligación general de los Estados partes en el 1.1. de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José)1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y
libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen
Se indica, de esta forma, en el fallo citado,2 “se desprende del mismo relato
que da el ente persecutor de acuerdo al procedimiento adoptado por los funcionarios
policiales, en este caso del OS-7 de Carabineros, funcionarios policiales asignados
a funciones exclusivas para el control del tráfico de drogas en nuestra República,
de que la actividad desplegada por ellos es conducida, determinada y precisa a
fiscalizar a ciudadanos extranjeros, lo que desde ya desborda inmediatamente a
ojos vista el hecho de que el funcionario policial actúa discriminatoriamente, y con
ello vulnerando garantías constitucionales de todos los habitantes de la República
según lo ordena nuestra Carta fundamental”
En segundo lugar, la ilegalidad de la actuación policial se fundamenta en la
ausencia de facultades legales por parte de Carabineros de Chile para efectuar
controles migratorios, pues el artículo 10° del DL 1094/1975 asigna tal actividad a
la “Dirección General de Investigaciones” y, sólo excepcionalmente, a Carabineros
de Chile “en aquellos lugares en que no haya unidades de Investigaciones”, que
alude a situaciones de pasos fronterizos que carezcan de unidades de la PDI, de lo
contrario, transformaría en inaplicable la atribución principal a la primera de las dos
policías. En este mismo sentido, la obligación a los extranjeros de presentar sus
documentos de identidad o extranjería para acreditar su condición de residencia en
Chile, que establece el Reglamento de Extranjería en su artículo 5°, lo es sólo
respecto de “las autoridades correspondientes”, esto es, las competentes, PDI.
Se indica en la resolución ya indicada que Carabineros de Chile “les está
vedado efectuar en nuestra República controles migratorios, dicha labor está
asignada única, exclusiva y excluyentemente por disposiciones de Orgánica
Constitucional tanto de Carabineros de Chile como de la Policía de Investigaciones
de Chile”.
En el mismo sentido, en fallo de fecha 7 de mayo de 2015, Rol de Corte
206-2015 se confirma resolución que excluyó del auto de apertura toda la prueba
de cargo indicándose por los sentenciadores en su considerando único que
“Carabineros de Chile carece de facultades para efectuar controles migratorios,
salvo las excepciones contempladas en el artículo 10 de la Ley de extranjería, cuyo
no es el caso de autos, y que por ende su actuación ha excedido el marco
constitucional y legal dentro el que deben desarrollar sus funciones”.
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. En similares términos 2.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Los reconocimientos del derecho de igualdad ante la Ley art. 24 de la
Convención “Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual
protección de la ley” y 26 del Pacto “Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual
protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas protección igual
y efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.”
2
A diferencia de lo indicado por el J. de Gtía. que que declaró legal la detención don Alain Maldonado, indicando que
“claramente existe en la experiencia policial y también de las investigaciones criminales que efectivamente ciudadanos de
esa nacionalidad son los que están actualmente transportando droga y eso no es un perjuicio discriminatorio, eso es
simplemente la constatación de un hecho que es concreto y que ha sido realizado así”.
En la práctica, se ha evidenciado la realización de los exámenes corporales
conforme el presunto consentimiento del controlado, aduciéndose por parte de los
órganos de persecución que la voluntad en el sentido de realización del examen
estaría acreditado del acta respectiva.
La mecanización policial en la práctica de la advertencia pasa por alto la
comprensión cabal de los derechos que se informan y la naturaleza práctica del
examen, cuestión que es de suyo discutible tratándose de extranjeros que no
manejan el idioma castellano.
La Excma. Corte Suprema ha sostenido que “... atendida la circunstancia
de que se trata de una persona de ascendencia quechua, que según su
representante es humilde y tenía cierta dificultad para manifestarse en lengua
castellana –lo que aparece también de su escritura- la decisión de proceder con su
sola firma puesta en un documento cuya trascendencia no es posible saber si
comprendió–invocándose normas del proceso penal- y donde se actúa sin
presencia de intérprete ni abogado, el procedimiento practicado resulta cuestionable
y no exento de toda mácula como sería preciso que fuera” (Considerando 4° de fallo
de la CS de fecha 4 de junio de 2013 rol 3563-13 conociendo de una apelación de
amparo).
Sin pureza no hay delito.
Las investigaciones por ilícitos penales de la Ley 20.000 también han sido
objeto de discusión desde el punto de vista de la determinación de la pureza de la
sustancia prohibida, concretamente, cocaína y pasta base de cocaína.
El artículo 43 de la Ley 20.000 señala la obligación que el Servicio de Salud
remita al Ministerio Público un protocolo de análisis en el que “se identificará el
producto y se señalará su peso o cantidad, su naturaleza, contenido, composición
y grado de pureza, como, asimismo, un informe acerca de los componentes tóxicos
y sicoactivos asociados, los efectos que produzca y la peligrosidad que revista para
la salud pública”.
Aparece de la historia de la Ley 20.000 que la obligación de indicar en los
respectivos protocolos de análisis de droga la determinación de la pureza de la
misma, fue una enmienda incluida en segundo trámite constitucional por la Comisión
de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, a propuesta del
entonces Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE), sugerida
a su vez por el propio Ministerio Público3.
La falta de determinación de la pureza se ha debido en la práctica no tanto
al cierre prematuro del plazo de investigación lograda por los defensores como a la
decisión consciente del Director del Instituto de Salud Pública desde el año 2009 de
analizar sólo la sustancia incriminada cuando el peso neto supera los 10 gramos4.
3
Historia de la Ley N° 20.000, Biblioteca del Congreso Nacional, páginas 935-936.
4
Cuestión que no ha aparecido en un comunicado expreso sino que tan sólo conocemos extraoficialmente,
http://www.latercera.com/noticia/nacional/2015/06/680-634564-9-fiscalia-responsabiliza-al-isp-por-absoluciones-en-que-no-
se-detallo-pureza-de.shtml
esto es, el D.S. 867 del año 2008 en razón de la remisión que efectúa el artículo 63
de la Ley 20.000. Conforme lo anterior, la pureza de la sustancia traficada no sería
una exigencia del tipo penal y por ello no es un elemento que deba ser probado. Por
otra parte, se señala que el artículo 43 de la Ley 20.000 que alude al protocolo de
análisis está contenido en el párrafo relativo a las medidas para asegurar el mejor
resultado de la investigación por lo que tendrían un carácter más bien administrativo.
Por último, se señala que la determinación de la pureza de la sustancia si tendrá
importancia para discernir en el caso de tratarse de pequeñas cantidades de la
sustancia ilícita, si nos encontramos o no frente a uso o consumo personal exclusivo
y próximo en el tiempo, conforme lo dispuesto en el inciso final del artículo 4° de la
Ley 20.000.
En este sentido se han pronunciado, por ejemplo, la Ilma. Corte de
Apelaciones de Iquique en fallo de fecha 11 de junio de 2013 y 2 de julio de 2013
causa Rol 77-2013 acogiendo recursos de nulidad del Ministerio Público, la Ilma.
CA de San Miguel en fallo de fecha 8 de abril de 2013 Rol 258-2013, rechazando
un recurso de nulidad de la defensa y la CA de Apelaciones de La Serena en fallo
de fecha 23 de abril de 2015, acogiendo un recurso de nulidad del MP Rol 125-
2015.
En este último caso se acoge recurso del ente persecutor fundado en el
motivo absoluto del artículo 374 letra e) del CPP en relación al artículo 342 letras
c) y 297 del CPP en contra de contra de sentencia del TOP de La Serena que había
absuelto pues no obstante acreditado que el imputado portaba pasta base de
cocaína la referida droga, habiéndose omitido el grado de pureza no puede
estimarse que revista un potencial dañoso. El Ilmo. Tribunal señala en el
considerando 10° que tal concusión “vulnera las reglas de apreciación de la prueba
de la sana crítica, se aparta de la lógica o sentido común y de los conocimientos
científicamente afianzados pues del propio informe acompañado por el recurrente,
el Informe de efectos y peligrosidad para la salud pública de cocaína base, emitido
por el Ministerio de Salud, Instituto de Salud Pública de Chile, Sub departamento de
sustancias ilícitas se infiere los efectos que producen las drogas en la salud de la
población”. Asimismo, indica que “la cocaína se encuentra contemplada en el
artículo 1° citado Reglamento – refiriéndose la CA al D.S. 867/2008 -, entre aquellas
drogas o sustancias estupefacientes o sicotrópicas que son capaces de provocar
graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud, por ende, la omisión de
falta de pureza no desvirtúa sus efectos”.
La Excma. Corte Suprema ha asumido en ciertos casos está interpretación5,
como, por ejemplo, en fallo de fecha 27 de mayo de 2014 Rol 7785-2014, que
rechaza recurso de nulidad de la defensa señalando “En efecto, el protocolo de
análisis a que se refiere el artículo 43 de la citada ley, está establecido en el Título
III, Párrafo 3°, como una de las medidas para asegurar el mejor resultado de la
investigación y desde esa perspectiva le permite al juez conocer las características
de la droga incautada, lo que, ciertamente le es útil para determinar si en la especie,
se encuentra frente a la figura de consumo o de tráfico de pequeñas cantidades de
droga –situación a la que alude el artículo 4 de la ley N° 20.000-, pero en caso
alguno sirve para determinar si la sustancia periciada es de aquellas prohibidas,
pues tal determinación se encuentra establecida en el Decreto 867, que contiene el
Reglamento de la aludida ley, ...” (considerando 7°). Asimismo en fallo de fecha 4
de marzo de 2015 recaído en causa Rol N° 873-2015.
POSICIÓN DE LA DEFENSA.
5
En esta materia, las decisiones se han tomado en fallo dividido por el Excmo. Tribunal y ha dependido de la integración de
la sala penal pues mientras los ministros Brito y Fuentes siguen esta posición y en su momento Juica, los ministros
Künsemüller, Dolmestch y Cisternas siguen la posición que más adelante revisaremos.
los tipos penales sino que una función garantizadora que determina que el legislador
no puede castigar cualesquiera conductas, sino solamente aquéllas que lesionan o
pongan en peligro bienes jurídicos - Principio de lesividad6.
Consecuencia de lo anterior si el protocolo de análisis químico del 43 LD no
estableció la pureza de la sustancia incautada, sino únicamente la presencia del
estupefaciente sin indicar su concentración, resulta imposible determinar si aquella
tiene la capacidad de la salud pública, bien jurídico protegido en estos delitos.
Esa posición se grafica en el fallo de la Excma. CS Rol de Corte 5223-2015
de fecha 02 de junio de 2015 que acoge recurso de nulidad de la defensa fundado
en la causal del artículo 373 b) CPP en relación a 376 inciso 3° CPP en contra de
sentencia dictada por el TOP de La Serena.
Los hechos establecidos en el fallo del tribunal a quo daban cuenta de la
posesión y guarda por parte del imputado, recluido en el Centro Penitenciario de La
Serena, de 80 envoltorios de papel con 2.07 gramos netos de cocaína base al
interior de tres lápices marcadores y de un lápiz destacador que mantenía entre sus
vestimentas del imputado, comportamiento que fue calificado por el MP como tráfico
en pequeñas cantidades.
El TOP, no obstante las alegaciones de la DPP, condenó por el ilícito en
cuestión considerando que el protocolo de análisis determinó la presencia de
cocaína base en la sustancia incautada, la que, aun desconociéndose su
concentración, es capaz de provocar graves efectos tóxicos o daños considerables
a la salud.
La Excma. Corte, acoge el recurso de nulidad por voto de mayoría
(magistrados Dolmestch (R), Juica, y Cisternas), recogiendo las argumentaciones
antes indicadas.
Se sostiene, de esta forma que “Así, dentro de la pluralidad de funciones
del bien jurídico, cabe destacar, por su especial trascendencia -en el caso que nos
ocupa- la de garantía; esto es, consistiendo el delito esencialmente en la lesión o
puesta en peligro de un bien jurídico, el poder punitivo del Estado queda sometido
a determinados límites: el legislador no puede castigar cualesquiera conductas, sino
solamente aquéllas que lesionan o pongan en peligro bienes jurídicos”
(considerando 7°).
Más adelante se indica “Que tratándose de la infracción penal en examen,
su lesividad consiste en el peligro concreto que debe revestir la sustancia
estupefaciente respectiva para la salud pública -objeto material de la acción-
derivado de su naturaleza, peso o cantidad, contenido, composición y grado de
pureza.
En esta línea, esta Corte ha resuelto que si el informe regulado en el
artículo 43 de la ley N° 20.000 no estableció la pureza o concentración de la droga,
sino únicamente la presencia del estupefaciente, resulta imposible determinar si ella
tiene o no idoneidad o aptitud como para producir graves efectos tóxicos o daños
considerables en la salud pública y, por consiguiente, los hechos tenidos por
comprobados no pueden ser castigados como tráfico de sustancias estupefacientes
o sicotrópicas conforme al artículo 4° de la ley citada” (Considerando 8°).
Esta línea jurisprudencial había sido seguida también por la Ilma. CA de
Valparaíso, como en fallo de 22 de abril de 2013 Rol 356-2013 que acoge recurso
de nulidad de la defensa y de fecha 1 de julio de 2014 789-2014 que rechaza recurso
de nulidad del Ministerio Público y, en ese mismo sentido, fallo de fecha 3 de mayo
de 2013 Rol 613-2013 de la Ilma. CA de Santiago.
6
“.. ha de ser el daño social el fundamento y medida de la pena prevista por la ley en un Estado de Derecho, y no
consideraciones respecto a la fidelidad o al sentimiento de las personas frente a dicha organización estatal, propias de los
regímenes totalitarios del siglo pasado”. (Politoff, Matus, Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno, Parte General, 2004,
Editorial Jurídica de Chile, p. 65). “En lo que se refiere a la interpretación de la ley penal, ésta tiene que hacerse desde el bien
jurídico. Esto significa que no puede apreciar la comisión de un delito, si el comportamiento no ha significado una lesión
significativa del bien jurídico. El principio dominante en este sentido es el principio de lesividad que se expresa con la máxima
latina nullum crimen sine iniura”. (Bustos, El Derecho Penal Subjetivo y sus límites (II), en Obras Completas, Tomo I, Ara
Editores, p. 562 y 563).
Asimismo, ha sido acogida por el TOP de la Serena7 en fallo ejecutoriado
de fecha 19 de mayo de 2015, que además de la argumentación referida a la falta
de acreditación de la antijuricidad material (considerando 7°), propia de la
jurisprudencia proclive a esta posición señala un argumento de mayor
abundamiento, la desidia por parte del Instituto de Salud Pública en efectuar el
análisis de pureza de la droga no obstante haberse solicitado, como queda claro del
reservado enviado por el Servicio de Salud Coquimbo a dicho organismo sin que
justificara la razón por la cual no haya podido efectuarse (considerando 9°).
En lo que dice relación con la Excma. Corte Suprema, se ha acogidos
recursos de nulidad de la defensa en diversos fallos entre los que puede
mencionarse de fecha 25 de julio de 2012 Rol N° 4215-2012, de fecha 1 de
septiembre de 2014 Rol 21599-2014, de fecha 20 de noviembre de 201425488-
2014 de fecha 14 de abril de 2015 Rol 3421-2015, de fecha 28 de abril de 2015
3707-2015, de fecha 2 de junio de 2015 Rol 5223-2015, de fecha 18 de mayo de
2015, de fecha 4 de junio de 2015 Rol 5273-2015, 5672-2015, lo que determina que
se trate a estas alturas de la posición mayoritaria.
7
En juicio oral causa Rol, 123-2015 seguido ante la 2° Sala de ese tribunal integrada por los magistrados doña Caroline
Turner González, don Nicanor Alberto Salas Salas y don Marcos Antonio Pincheira Barrios
8
Ya sea por considerar que condenar aún frente a la ausencia de acreditación de la pureza de la sustancia constituye un vicio
de falta de fundamentación como en el caso de fallo de la CA Valparaíso rol 869-2012 o, como hace la CA de La Serena en
el fallo citado rol 215-2015, para anular el juicio y la sentencia que había absuelto al imputado por carecer de ella.
9
Un estudio del Instituto Nacional de Toxicología español de fecha 22 de diciembre de 2003 ha determinado que las
dosis mínimas sicoactivas respecto del hachís (la resina separada, en bruto o purificada, obtenida de la planta de
cannabis) es de 10 milígramos y en el caso del MDMA (éxtasis) de 20 milígramos, por lo que bajo estos valores
siquiera pueden producir efectos estupefacientes o psicotrópicos de una persona. (En Manjón-Cabeza Olmeda, Araceli,
Venta de cantidades mínimas de droga: insignificancia y proporcionalidad. Bien jurídico y (des)protección de menores e
incapaces, Anuario de derecho penal y ciencias penales, Tomo 56, Fasc/Mes 1, 2003, p. 63, disponible en
http://dialnet.unirioja.es/buscar/documentos?querysDismax.DOCUMENTAL_TODO=venta+de+cantidades+minimas+de+dro
ga%3A+insignificancia+y+proporcionalidad
10
“En los delitos de peligro concreto la consumación exige que el bien jurídico que está en la base del injusto se haya
encontrado en el caso dado realmente en peligro, que haya existido una probabilidad cierta de su destrucción” (Bustos, El
delito de acción doloso: La antijuricidad), en Obras Completas, Tomo I, Ara Editores, p. 562 y 563).
principio de insignificancia como lo son el suministro de droga para aliviar síndrome
de abstinencia o procurar deshabituación, la adquisición para un grupo de adictos,
los hipótesis de consumo compartido o incluso considerar que la mínima cantidad
determina que no ha existido un riesgo de expansión del consumo, como se
desprende de la extensa Jurisprudencia del Tribunal Supremo Español11.
11
Criterios recogidos en un fallo de Tribunal Supremo Español de 18 de julio de 2001 que identifica grupos de
supuestos en que el comportamiento no pone en riesgo la salud pública o sólo lo hace de modo irrelevante.
Disponible en buscador de sentencia del Tribunal Supremo Español
http://www.poderjudicial.es/search/doAction?action=contentpdf&databasematch=TS&reference=2948782&links=&optimize=
20031203&publicinterface=true
Anexo de sentencias:
Normas asociadas: DL 1094 ART 10; L 18290 ART 4;DL 212 ART 59 bis;
DS 597 ART 5.
TEXTO COMPLETO.
Pronunciado por la Primera Sala integrada por los Ministros señor Juan
Pedro Shertzer Díaz, señora Marta Maldonado Navarro y la abogado integrante
señora Marcela Viveros Varela.
Normas asociadas: DL 1094 ART 10; L 18290 ART 4;DL 212 ART 59 bis;
DS 597 ART 5.
TEXTO COMPLETO.
La Serena, tres de junio de dos mil quince
Siendo las 11:45 horas, ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones
presidida por el Ministro señor Jaime Franco Ugarte, e integrada
extraordinariamente por el Ministro Humberto Mondaca Díaz y el abogado
integrante señor Ciro Sabadini Foretich, se lleva a efecto audiencia para la vista del
recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público, en contra de la resolución
de fecha catorce de mayo de dos mil quince por el Juez de Garantía de La Serena,
señor Juan Carlos Orellana Venegas, que declaró ilegal la detención, respecto del
imputado de autos por un delito de tráfico ilícito de drogas.
Asiste a la audiencia, que queda registrada íntegramente en sistema de
audio, por el Ministerio Público la abogado doña María Eugenia Bustos, quien se
anuncia y alega por el lapso de 15 minutos, revocando y por la defensa, la abogado
doña Paula Pérez, quien se anuncia y alega por el lapso de 15 minutos, solicitando
la confirmación de la resolución en alzada.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.
VISTOS:
Normas asociadas: CPP ART 132; CPP ART 132 bis; CPP ART 364 y ss;
DL 1094 ART 10; DS 597 ART 4.
TEXTO COMPLETO
Normas asociadas: DL 1094 ART 10; L 18290 ART 4;DL 212 ART 59 bis;
DS 597 ART 5.
TEXTO COMPLETO.
VISTOS:
Compartiendo las argumentaciones formuladas por el juez a quo, toda vez
que estos sentenciadores estiman especialmente que Carabineros de Chile carece
de facultades para efectuar controles migratorios, salvo las excepciones
contempladas en el artículo 10 de la Ley de extranjería, cuyo no es el caso de autos,
y que por ende su actuación ha excedido el marco constitucional y legal dentro el
que deben desarrollar sus funciones. Y visto, además, lo dispuesto en los artículos
358 y 360 del Código Procesal Penal, SE CONFIRMA en lo apelado, la resolución
dictada en audiencia de fecha dieciséis de abril de dos mil quince, por el Juez de
Garantía de La Serena, don Juan Carlos Orellana Venegas, que excluyó toda la
prueba ofrecida por el Ministerio Público por haberse obtenido esto con infracción a
las garantías fundamentales de los acusados.
Con lo actuado, se pone término a la audiencia, firmando el Tribunal
conjuntamente con el Relator Carlos Manque Tapia, quien actúa como ministro de
fe y certifica su lectura.
Devuélvase vía interconexión.
Rol N° 206-2015.-
II.- SIN PUREZA NO HAY DELITO.
Normas Asociadas: CPP ART. 373 letra b); CPP ART. 376; CPP ART.
385; L 20000 ART. 4; L 20000 ART. 43
TEXTO COMPLETO:
Vistos:
Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Milton
Juica A., Hugo Dolmestch U., Haroldo Brito C., Juan Fuentes B. y Lamberto
Cisternas R. No firman los Ministros Sres. Brito y Fuentes, no obstante haber estado
en la vista de la causa y acuerdo del fallo, por estar con permiso y licencia médica,
respectivamente.
Sentencia de remplazo.
SÍNTESIS: TOP de La Serena absuelve por mayoría del delito del artículo
4° de la Ley 20.000: Del análisis de los artículos 1°, 43 y 65 de la Ley N° 20.000,
se puede colegir que la acción calificada de dañosa tiene como su objeto sustancias
que envuelven la potencialidad de dañar la salud pública, o sea, capaces de
provocar graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud, si carecen de ella,
faltará la antijuridicidad material de la conducta (1); si el protocolo de análisis
químico no establece la pureza o concentración de la droga, sino que únicamente
la presencia del estupefaciente, resulta imposible determinar si ella tiene la
idoneidad o la aptitud como para producir graves efectos tóxicos o daños
considerables en la salud pública (2); que en el caso subjudice, se puede advertir
que además se solicitó efectuar un análisis sobre el grado de pureza de la droga,
sin que se haga referencia alguna en el protocolo de análisis químico efectuado en
el Instituto de Salud Pública, incumpliéndose así con un imperativo legal.
(Considerandos 7°, 8° y 9°).
TEXTO COMPLETO.
Dictada por los jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de la ciudad
de La Serena, doña Caroline Turner González, don Nicanor Alberto Salas Salas y
don Marcos Antonio Pincheira Barrios, este último en calidad de suplente.
3.- Corte acoge recurso de nulidad del MP: la omisión de falta de
pureza no impide valorar la presencia de sustancia prohibida por la ley 20.000
(CA La Serena 2015.04.23 rol 125-2015).
Normas asociadas: CPP ART 374 E; CPP ART 342 C; CPP ART 297; L 20000
ART 4; l 20000 ART 43; 20000 ART 63; D.S. 867/ 2008 ART 1
TEXTO COMPLETO.
CONSIDERANDO
PRIMERO: Que la causal principal invocada dice relación con el motivo absoluto de
nulidad establecido en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal en
relación al artículo 342 letra c) del mismo cuerpo legal. La fiscalía alega que el
Tribunal de fondo, en el considerando CUARTO tiene por configurado o acreditado
que el ente persecutor, logró acreditar su propuesta fáctica contenida en la
acusación presentada en contra del acusado A.A.R.A. con la prueba rendida en
juicio al resolver que, se le encontró poseyendo oculto en su ropa la cantidad de
5,85 gramos netos de pasta base de cocaína, según constó de los respectivos
peritajes de las muestras que se remitieron al Subdepartamento de Sustancias
Ilícitas del Instituto de Salud Pública, contenidos en 07 envoltorios de nylon, y
distribuidos en 210 contenedores de papel.
Sin embargo, enseguida concluye que la sustancia poseída y guardada por
el acusado A.A.R.A. dentro del recinto penitenciario, no es de aquellas que pueden
provocar graves efectos a la salud pública.
SEGUNDO: Que enseguida sostiene que esta conclusión de mayoría, colisiona o
infringe los conocimientos científicamente afianzados, derivados de las pruebas
allegadas en la audiencia de juicio oral. ”Ya que, al estimar que la sustancia que era
poseída y guardada por el acusado (pasta base de cocaína), y que se encontró
dosificada en 210 papelillos distribuidas en 7 bolsas de nylon, se trataría de una
aparentemente una sustancia inocua o inofensiva, como podrían ser, por ejemplo,
harina tostada, azúcar rubia, polvo de levadura, etc.” ignorando que la totalidad de
la prueba pericial incorporada determina inequívocamente que la sustancia
incautada, corresponde a cocaína base, confundiendo el grado de pureza de la
misma con su naturaleza.
Agrega que en cuanto a la naturaleza de la sustancia incautada, el Tribunal
contó con prueba pericial, contenida en Protocolo de Análisis Químico, elaborado
por la perito químico Paula Fuentes Azocar, de la Unidad de Sustancias Ilícitas, de
fecha 11/07/2014, Código Muestra 10503-2014-M1-1 del Instituto de Salud Pública
de Chile, el señala que la muestra de 2.00 gramos de polvo beige recibida, fue
sometida a la prueba del Tiocianato de cobalto modificada (prueba de Scott), prueba
de Fenolftaleina y Cromatografía en capa fina (TLC), arrojando que la sustancia
incautada al acusado al interior del recinto penitenciario al acusado, se trata de
cocaína base. Además se acompañó el Informe de efectos y peligrosidad para la
salud pública de cocaína base, emitido por el Ministerio de Salud, Instituto de Salud
Pública de Chile, Sub departamento de sustancias ilícitas.
TERCERO: Que enseguida arguye que de esta manera, queda claramente
establecido con la prueba rendida, especialmente con la prueba pericial, realizada
por un perito químico del Laboratorio de Análisis de Drogas del Instituto de Salud
Pública, profesional idóneo, perteneciente a una institución pública, que a mayor
abundamiento fue complementada con los testimonios del funcionario de
Gendarmería Cristian Torrejón Barraza, que dieron cuenta de la realización de la
prueba de campo a la sustancia incautada y de su resultado positivo para cocaína;
conclusiones que no fueron controvertidas por prueba alguna en contrario, todas
probanzas que dieron razón que ésta no se trata de una simple y aparentemente
sustancia inocua o inofensiva, sino que la sustancia incautada tiene la naturaleza
atribuida por la Fiscalía, en su acusación, es decir, se trata de cocaína base.
Que continúa su recurso señalando que afirmar lo contrario, es arribar a
conclusiones que infringen los conocimientos científicamente afianzados,
entendidos como: "El entendimiento o las conclusiones que las distintas ramas de
la ciencia establecen para los hechos que constituyan su objeto de estudio".
CUARTO: Que luego agrega que en el caso en comento, el proceso técnico utilizado
por la Perito Químico, doña Paula Fuentes Azocar, del Laboratorio de Análisis de
Drogas del Instituto de Salud Pública, para determinar la naturaleza de la sustancia
incautada, es aquel de general aceptación, realizado conforme al método científico
y la conclusión científica a la que arribó es verificable empíricamente. A mayor
abundamiento, en el referido informe se detalla la descripción de las operaciones
practicadas y conclusiones realizadas a las muestras de la sustancia incautada,
prueba que indica claramente la naturaleza prohibida de la sustancia incautada en
poder del imputado.
Luego refiere que el Tribunal, al tener por acreditado un hecho distinto de
aquellos que resultaron probados científicamente, comete una evidente violación a
los conocimientos científicamente afianzados, no solo en cuanto la naturaleza de la
sustancia incautada, sino que también a los graves efectos que produce tal
sustancia, cuya naturaleza acreditada corresponde a cocaína base.
QUINTO: Que en lo concerniente a la pureza refiere que los informes del Instituto
de salud Pública no lo indican, justamente, porque al contener el principio activo, ya
se trata de una sustancia peligrosa, siendo inoficioso e impracticable realizar un
informe para caso en particular.
La sustancia incautada -pasta base de cocaína- al acusado, está incluida en el
Reglamento 867 del Ministerio de Salud y la información sobre el grado de pureza
o concentración de la droga, es una obligación administrativa del ISP, según
dispone el artículo 3 de la Ley 20.000.
Concluye diciendo que “Estas probanzas en su conjunto, deben ser
analizadas o ponderadas, bajo el prisma procesal de la "sana crítica" en su totalidad,
como lo hace acertadamente el considerando QUINTO en el voto de minoría
condenatorio y que la eventual mención relativa a la "pureza " de la droga solo
aparece en el artículo 4 de la Ley 20.000 en su inciso final, solo en relación a la
causal de justificación, para distinguir o determinar si se está ante un consumidor o
un traficante”.
SEXTO: Que es útil consignar que la sentencia en lo pertinente dispone:
“Que sin embargo la misma prueba técnica de cargo, no resultó eficaz para
establecer si la sustancia incautada era idónea para producir graves efectos tóxicos
o daños considerables a la salud pública, como lo exige categóricamente el artículo
43 de la ley 20.000, no cumpliéndose así con un requisito típico inherente a una
figura de peligro que tiene por objeto precisamente proteger la salud pública, al
punto de configurar delitos en base de presunciones de determinadas conductas.
En el caso que nos ocupa, la sustancia incautada al encartado, los 31, 4
gramos brutos en 210 contenedores de papel, que según la acusación se trataría
de pasta base de cocaína, los informes Reservados del Instituto de Salud Pública
de Santiago, n°10503-2014, 0026 y el Protocolo de Análisis Químico 0027 ya
aludido, no describen el porcentaje de pureza, con lo que se impide determinar si lo
que se describe como droga incautada es realmente dañina para la salud de todos
los ciudadanos, en cuyo caso, pondría en forma efectiva en peligro el bien jurídico
protegido por el legislador, por cuanto la prueba pericial, como se ha dicho, no lo
establece, no pudiendo, por ende, estimarse que la sustancia incautada al
encartado revista un potencial dañoso, por lo que resulta imposible establecer si
ésta ostenta idoneidad para producir los graves efectos tóxicos o daños
considerables a la salud pública, como lo requiere el legislador para estar en la
presencia del tipo penal del artículo 4 de la ley 20.000.”
SEPTIMO: Que, en relación a la causal de nulidad invocada, esta Corte ha
sostenido que resulta preciso tener presente que el Código Procesal Penal ha
entregado al Tribunal Oral la apreciación con libertad de la prueba rendida y la
convicción que con ella logra, conforme a lo preceptuado en sus artículos 297 y 340,
por cuanto es en dicha sede donde los actos de prueba están sometidos a los
principios de contradicción, oralidad e inmediación, acorde con lo dispuesto en los
artículos 296 y 340 inciso 2° del precitado Código, sin que sea permitido a este
Tribunal efectuar una valoración diversa.
OCTAVO: Que no obstante, de acuerdo a lo consignado en el considerando
precedente, de conformidad a lo dispuesto en el citado artículo 297 del Código
Procesal Penal, en relación con lo previsto en el 342 letra c) del mismo texto legal,
la fijación que se hace de los hechos y circunstancias que se tuvieren por probadas,
favorables o desfavorables al acusado, si bien corresponde al ejercicio de una labor
soberana de los jueces del fondo, forzosamente ella debe ir precedida de la debida
valoración de toda la prueba producida en el juicio, sea de cargo o descargo, lo cual
conduce a que los juzgadores deban examinar y ponderar cada uno de los medios
de prueba aportados por los intervinientes, valorándolos libremente, pero sujetos a
las normas de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimiento
científicamente afianzados.
NOVENO: Que en la especie, los jueces del tribunal oral luego de analizar la prueba
rendida por el ministerio público, testimonial, pericial y gráfica lograron la convicción
que el día 23 de junio de 2014, alrededor de las 21:30 horas, tras un registro corporal
a A.A.R.A., interno del Complejo Penitenciario de Huachalalume, se le encontró
poseyendo oculto en su ropa la cantidad de 5,85 gramos netos de pasta base de
cocaína. Sin embargo, no obstante acreditado que se trataba de la referida droga,
concluyeron que habiéndose omitido el grado de pureza no puede estimarse que
revista un potencial dañoso.
DECIMO: Que tal conclusión a juicio de estos sentenciadores vulnera las reglas de
apreciación de la prueba de la sana crítica, se aparta de la lógica o sentido común
y de los conocimientos científicamente afianzados pues del propio informe
acompañado por el recurrente, el Informe de efectos y peligrosidad para la salud
pública de cocaína base, emitido por el Ministerio de Salud, Instituto de Salud
Pública de Chile, Sub departamento de sustancias ilícitas se infiere los efectos que
producen las drogas en la salud de la población, señalando “que la cocaína base a
nivel del sistema nervioso central lo estimula incluso hasta la euforia, es una
sustancia muy adictiva debido a que la excitación y el bienestar que provoca son
muy breves, añadiendo que la cocaína base aumenta el riesgo de sufrir trombosis,
derrame cerebral y paranoia transitoria en la mayoría de los adictos”. Por otra parte,
se debe tener presente que la propia Ley N° 20.000, en su artículo 63 ha establecido
que será un reglamento el que señale las sustancias a que se refiere el artículo 1°
del referido cuerpo legal. A tal efecto, el D.S. 867 del año 2008, que reemplazó el
D.S. 565 del año 1995, clasifica las sustancias estupefacientes o sicotrópicas
productoras de dependencia física o síquica en dos listas (artículos 1° y 2°),
dependiendo de si son capaces de provocar graves efectos tóxicos o daños
considerables a la salud, o no, haciendo expresa mención a lo preceptuado en el
inciso primero del artículo 1° de la Ley 20.000. La cocaína se encuentra
contemplada en el artículo 1° del citado Reglamento, entre aquellas drogas o
sustancias estupefacientes o sicotrópicas que son capaces de provocar graves
efectos tóxicos o daños considerables a la salud, por ende, la omisión de falta de
pureza no desvirtúa sus efectos.
Que además, tal como lo sostiene el voto de minoría la cantidad de papelillos
o contenedores con la sustancia que se estableció era cocaína base, no permiten
otra cosa que colegir que estaban destinados a la distribución interna; de manera
tal que la decisión de los jueces no guarda relación con los antecedentes aportados
por el ente persecutor.
UNDECIMO: Que lo reflexionado lleva a concluir que los jueces de mayoría han
infringido los principios de la lógica de la razón suficiente, máximas de la experiencia
y los conocimientos científicamente afianzados, circunstancia suficiente que
naturalmente conduce a estos sentenciadores a invalidar la sentencia recurrida por
haberse vulnerado las normas de los artículos 342 letra c) y 297 del Código Procesal
Penal y por ende la causal de nulidad del artículo 374 letra e) deberá ser acogida.
DUODECIMO: Que habiéndose acogido la causal interpuesta en lo principal, es
inoficioso pronunciarse sobre la causal alegada en forma subsidiaria, esto es, la del
artículo 373 letra b) del citado código procesal penal.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 352,
372, 374 letra e), 376, 378, 384,386, y 399 del Código Procesal Penal, se ACOGE,
sin costas, el recurso de nulidad interpuesto por el fiscal adjunto don Marcial Pérez,
en contra de la sentencia definitiva de fecha veinte de Febrero del dos mil quince,
fundado en la causal prevista en el artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal
y en consecuencia, se declaran nulos el juicio y la sentencia, debiéndose realizar
un nuevo juicio oral, por jueces no inhabilitados.
Incorpórese a la carpeta digital, debiendo mantenerse su original en el
correspondiente registro del señor Secretario.
Redacción de la ministro titular, señora Marta Maldonado Navarro.
Rol N° 125-2015
Pronunciado por la Primera Sala integrada por los Ministros Titulares señor
Fernando Ramírez Infante, señora Marta Maldonado Navarro y la abogado
integrante señora Marcela Viveros Varela.
III.- NO VALORACIÓN DE PRUEBA POR EL TOP POR
INOBSERVANCIA DE GARANTÍAS FUNDAMENTALES.
Normas asociadas: CPP ART 83; CPP ART 85; CPR 5; CPR 19 N°7.
TEXTO COMPLETO
Dictada por los jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena,
Juan Carlos Espinosa Rojas, Jimena Soledad Pérez Pinto y Jaime Vicente Meza
Sáez.
Normas asociadas: CPP ART 373 LETRA B; CPP ART 83; CPP ART 85
Tema: Recursos.
TEXTO COMPLETO
TEXTO COMPLETO.
La Serena, catorce de abril de dos mil quince.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que con fecha nueve de abril en curso, ante esta Primera Sala del
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, constituida por los jueces titulares
del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de la ciudad de Ovalle, subrogando
legalmente, don Claudio Andrés Weishaupt Milner y don Cristián Arturo Alfonso
Durruty, y don Iván Roberto Corona Albornoz, juez titular de este Tribunal, se llevó
a efecto audiencia de juicio oral en causa rol interno N° 87-2015 —a la que fue
acumulada la causa rol N° 97-2015— seguida respecto de los acusados D.E.G.C.,
chileno, soltero, nacido en La Serena el 22 de diciembre de 1987, 27 años de edad;
E.A.A.N., chileno, soltero, nacido en Parral el 16 de julio de 1982, 32 años de edad,
operador de maquinaria pesada, y J.A.J.T. , nacido en Puente Alto el 19 de
septiembre de 1983, 31 años de edad, carpintero.
Fue parte acusadora en el presente juicio el Ministerio Público,
representado por Juan Pablo Torrejón Silva, domiciliado en Eduardo de La Barra
315, La Serena.
La defensa de los acusados fue asumida por el Defensor Penal Público
Christian Román Rodríguez Villalobos, con domicilio en Carlos Lambert N°736 La
Serena
SEGUNDO: Que los hechos materia de la acusación, fueron descritos en ella de la
siguiente forma:
“El día 30 de marzo de 2014, a las 00:20 horas aproximadamente, en
la vía pública, específicamente en Avenida Islón con calle Perú, Las
Compañías, comuna de La Serena, los acusados ya individualizados fueron
sorprendidos por funcionarios de Carabineros de Chile, movilizándose en un
vehículo marca Hyundai, modelo Accent, placa patente única DPHK-99,
manteniendo y portando al interior del maletero del mismo, sin la autorización
competente, un arma de fuego consistente en una escopeta de doble cañón,
calibre 12, serie N° 126336, lográndose determinar además por personal
policial que el acusado Jorge Arturo Jofré Toro mantenía y portaba a fin de
traficar, en uno de sus calcetines, una bolsa contenedora de 20 gramos 100
miligramos de clorhidrato de cocaína, sustancia que por su pesaje y
circunstancias de la detención, no estaba destinada a su uso o consumo
personal, exclusivo ni próximo en el tiempo”.
Tales hechos, a juicio del Ministerio Público, serían constitutivos de un delito
de tenencia ilegal de arma de fuego, previsto y sancionado en el artículo 9° en
relación al artículo 2° letra b) de la Ley Nº 17.798 sobre Control de Armas y
Explosivos, en el que les atribuyó participación en calidad de autores a todos los
encausados y de un delito de tráfico ilícito de pequeñas cantidades de droga,
previsto y sancionado en el artículo 4° de la Ley N° 20.000 en el que atribuyó
participación en calidad de autor sólo al acusado Jorge Arturo Jofré Donoso.
Por lo anterior solicitó se dictase sentencia condenatoria en su contra,
imponiendo al imputado E.A.A.N., a la pena de cuatro años de presidio menor en
su grado máximo, con las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua
para derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos
durante el tiempo de la condena, al comiso del arma de fuego incautada y al pago
de las costas de la causa como autor del delito de tenencia ilegal de arma de fuego;
al acusado D.E.G.C. como autor del delito de tenencia ilegal de arma de fuego, la
pena de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, con las
accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la
de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la
condena, más el comiso del arma de fuego incautada, con costas, y al acusado
J.A.J.T., la pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo,
con las accesorias legales de “inhabilitación absoluta perpetua para derechos
políticos, la de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el
tiempo de la condena” y el comiso del arma de fuego incautada, como autor de un
delito de tenencia ilegal de arma de fuego, y a la pena de cuatro años de presidio
menor en su grado máximo y multa de veinte unidades tributarias mensuales —sin
mencionar accesorias—, como autor, del delito de tráfico ilícito de estupefacientes
en pequeñas cantidades, previsto y sancionado en el artículo 4° de la ley 20.000,
en relación al inciso 1° del artículo 1” del mismo cuerpo legal, con expresa condena
en costas.
Para la solicitud de pena antes indicada, hizo presente la fiscalía que a su
juicio, respecto del acusado E.A.A.N. no concurren circunstancias modificatorias de
responsabilidad penal; que respecto del acusado J.A.J.T. concurre la agravante de
responsabilidad penal del artículo 12 Nº 16 del Código Penal, sólo con relación al
delito de tráfico ilícito de estupefacientes en pequeñas cantidades y que con relación
al acusado D.E.G.C. concurre la modificatoria del numeral sexto del artículo 11 del
Código Penal.
TERCERO: Que en su alegato de apertura el Ministerio Público sostuvo la
acusación formulada contra los imputados, indicando que con la prueba que rendiría
en el juicio se justificaría la existencia de los hechos cuya descripción reiteró, su
calificación jurídica y participación que se atribuyó a los acusados, por lo que renovó
su solicitud condenatoria con las penas ya indicadas.
Que la defensa, con relación al acusado D.E.G.C., señaló que éste prestaría
declaración en los hechos, reconociendo ser el propietario del vehículo en que se
encontró el arma. Respecto de los demás acusados, Arcos y Jofré, solicitó la
absolución por del delito de tenencia de arma de fuego, ya que éstos no tenían
conocimiento de la existencia del arma en el vehículo, cuyo propietario es el
acusado Grado Castro. En cuanto al acusado Jofré Toro y el delito de tráfico ilícito
de droga en pequeñas cantidades, solicitó su absolución por cuanto la tenencia de
la sustancia estaba destinada a su consumo personal, exclusivo y próximo en el
tiempo.
CUARTO: Que para acreditar los hechos materia de la acusación y la participación
atribuida en ellos a los imputados, el Ministerio Público presentó en estrados a
Jaime Fernández Sepúlveda, Capitán de Carabineros de Chile quien manifestó
que el día 30 de marzo del año 2014, siendo aproximadamente las 00:20 horas, en
circunstancias que participaba como jefe de patrulla en un dispositivo policial de
“control vehicular aleatorio” con motivo del “día del joven combatiente” que se
estaba conmemorando desde el día 29 de marzo, estando situados en un vehículo
policial entre calles México y Perú del sector Las Compañías de esta ciudad, se
procedió a fiscalizar aleatoriamente a un automóvil marca Hyundai con cuatro
ocupantes; que se procedió a la verificación de sus identidades y al registro de sus
vestimentas; no recordando si se solicitaron los documentos a los ocupantes y
conductor del vehículo. Que en primer lugar se efectuó un control de identidad a
través del sistema biométrico y a uno de los ocupantes, Jorge Jofré, personalmente
le encontró una bolsa con una sustancia que impresionó como droga, cocaína o
pasta base, la que llevaba al interior de un calcetín; que el sujeto no entregó
información acerca de dicha sustancia.
Que seguidamente se procedió a registrar el vehículo, encontrándose en el
maletero del mismo una escopeta de doble cañón, antigua, la que reconoció en la
evidencia material que le exhibió el fiscal, correspondiente a una escopeta de dos
cañones recortada, no recordó su número de serie; que se consultó acerca de dicho
armamento estableciéndose que no tenía encargo por robo.
Que las pericias de rigor a la droga fueron efectuadas por personal del OS7
y supo que la prueba de campo resultó positiva.
Señaló al defensor que los ocupantes del vehículo no se resistieron al
control. Indicó que al comprobar que se trataba de cuatro sujetos solicitó apoyo y
cobertura, llegando al lugar otros veinte funcionarios, antes de proceder a la
fiscalización.
También fue llamado por la fiscal como testigo de cargo Cristian Araya
Espinosa, Cabo Segundo de Carabineros de Chile, quien manifestó que con fecha
30 de marzo del año 2014, siendo cerca de las 00:20 Horas, en circunstancias que
acompañaba al Capitán Fernández y a otros funcionarios en labores de control
aleatorio vehicular en avenida Islón al llegar a calle Perú, procedieron a controlar a
un automóvil Hyundai Accent, color gris grafito, al que el Carabinero Troncoso le
ordenó detenerse, el que era ocupado por cuatro sujetos, correspondiendo a los
acusados y conducido por Demian Grado. Que se procedió a realizar un control de
identidad, solicitando los documentos del vehículo y licencia de conductor y luego
se registraron sus vestimentas, encontrando a uno de ellos una bolsa con cocaína
que portaba en el calcetín del pie derecho, reconociendo que era de su propiedad.
Que al registrar el vehículo se encontró una escopeta de cañón doble, corta, que
estaba en el maletero del automóvil.
Exhibidas las fotografías N° 1, 2 y 3 reconoció una escopeta y una rueda de
repuesto en el maletero del automóvil; en la N° 2 una escopeta sobre un cubre vidrio
y en la N° 3 la placa patente del vehículo, DPHK-99.
Exhibida la evidencia material reconoció una escopeta, con empuñadura de
madera y cañón metálico. En cuanto al arma señaló que se efectuó la consulta
determinándose la identidad y domicilio del propietario, quien no fue ubicado pero
el arma no tenía encargo.
Indicó que el control fue efectuado sólo por cuatro funcionarios, no
presentándose otros en el lugar. Aclaró que la fiscalización la efectuó el capitán
Fernández. Señaló que el hallazgo de la droga se efectuó en el lugar y reconoció al
acusado Jofré como la persona que portaba la droga y al acusado Demian Grado
como conductor del vehículo.
Prestó declaraciones como testigo de la acusación Claudio Eugenio
Herrera Peralta, Cabo Segundo de Carabineros de Chile, quien manifestó que
encontrándose realizando servicio de tránsito y control vehicular en Avenida Islón,
el día 30 de marzo de 2014 cerca de la medianoche, se fiscalizó a un vehículo marca
Hyundai modelo Accent, ocupado por cuatro personas, conducido por D.G.C.; que
el capitán Fernández solicitó la licencia de conducir al conductor y luego se hizo
descender a los ocupantes procediendo a su revisión, encontrando en un calcetín
de Jorge Jofré una bolsa de Nylon y en el maletero del vehículo una escopeta.
Aclaró que el control vehicular se llevó a efecto respecto del conductor y a
los demás se les efectuó un control de identidad y se registró sus vestimentas y
vehículo en razón de la fecha, 29 de marzo, denominado “día del joven combatiente”.
El fiscal solicitó seguidamente la presencia del testigo Carlos Salgado
Canales, Sargento Segundo de Carabineros de Chile, quien manifestó que con
fecha 30 de marzo del año 2014 prestó una asesoría técnica para análisis de droga,
efectuando una prueba de campo a una bolsa de plástico transparente con una
sustancia de color blanco, con un peso total bruto de 20 gramos, obteniendo
resultado positivo para cocaína; que la droga fue remitida con oficio N° 296 de igual
fecha, al Servicio de Salud de Coquimbo.
Finalmente prestó declaración como perito Carlos Ramón Veloso
Sepúlveda, Cabo Primero de Carabineros de Chile quienes refirió al informe pericial
balístico N° 199-2014, del Laboratorio de Criminalística de Carabineros de Chile,
manifestando que sometió a estudio y análisis la evidencia material presentada por
el Ministerio Público, señalando que se trata de una escopeta convencional de caza
marca Bernard, calibre 12, de dos cañones yuxtapuestos, determinándose que se
encuentra apta para el disparo sólo respecto de uno de sus cañones; que dicha
arma se encuentra inscrita y no tiene encargos pendientes. Agregó que tiene su
culata recortada asimismo sus cañones.
Exhibida la fotografía propia del informe, señaló que corresponde a la
escopeta de caza que perició.
Mediante su lectura, el fiscal incorporó la siguiente prueba documental:
1.- Certificado de inscripción y anotaciones vigentes en el Registro de
Vehículos Motorizados del Registro Civil correspondiente al vehículo placa patente
DPHK-99.-
2.- Acta de recepción N° 4151/2014, de fecha 31/03/2014, del Servicio de
Salud Coquimbo, recibido por Mario Araya Rodríguez.
3.- Informe de efectos y peligrosidad para la salud pública de la Cocaína
Base, emitido por Boris Duffau Garrido, Perito Químico del Instituto de Salud Pública
de Chile.
4.- Reservado N° 5982/2014, de fecha 29/04/2014, emitido por Iván Triviño,
Jefe (S) del Subdepartamento de Sustancias Ilícitas, del Instituto de Salud Pública.
5.- Reservado 2C/N° 209, de fecha 10 de abril de 2014, del Servicio de
Salud Coquimbo a Instituto de Salud Pública.
Del mismo modo se incorporó la siguiente prueba pericial:
1.- Protocolo de análisis químico, correspondiente al código de muestra
5982-2014-M1-1, de fecha 28/04/2014, evacuado por Boris Duffau Garrido, Perito
Químico del Instituto de Salud Pública.
Que la defensa se valió de las declaraciones de los propios acusados,
quienes renunciando a su derecho a guardar silencio y de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 326 del Código Procesal Penal, declararon en el juicio
señalando el imputado D.G.C. que el día 29 de marzo del año 2014, siendo cerca
de las once de la noche, salió a buscar a Elías Arcos y a Sebastián Patricio a sus
respectivas casas en la Villa Lambert y posteriormente a J.J.T. a la Villa El Romero,
movilizándose en su automóvil marca Hyundai Accent, el que conducía, con el fin
de dirigirse a una discoteca; que después se dirigieron a echar bencina y a la salida
de la bencinera, en Avenida Islón, fueron controlados por Carabineros, encontrando
éstos en el maletero del vehículo una escopeta que usaba para cazar, señaló que
era un arma antigua que casi no funcionaba, tenía su cañón recortado; indicó que
dicho elemento se lo había prestado un amigo hacía unos cinco años. Indicó que no
tiene armas inscritas ni autorización para portarlas.
Señaló que tenía conocimiento que Jofré Toro portaba cocaína, ya que
todos consumen y él les iba a convidar.
Indicó que fueron controlados por unos cinco Carabineros, quienes se
dirigieron especialmente a ellos y actuaron con agresividad exhibiendo metralletas.
Que no tenía idea que en esa fecha se celebraba “el día del joven combatiente.
Aclaró que el vehículo es de su propiedad y que se encuentra inscrito a su
nombre. En cuanto al arma señaló que ésta nunca funcionó.
Por su parte el imputado E.A.N. manifestó que el día 29 de marzo del año
2014, junto con Sebastián Patricio, se reunió con Demian quien se movilizaba en su
automóvil con el fin de ir a una discoteca; que luego se dirigieron a buscar a Jorge
a la villa El Romero; que luego se dirigieron a una bomba de bencina para cargar
combustible y al salir de la bencinera fueron controlados por Carabineros quienes
registraron el vehículo, encontrando en el maletero la escopeta y los registraron
personalmente a cada uno de ellos.
Aclaró que los carabineros se encontraban en un vehículo con las luces
apagadas y al pasar por calle Islón, casi al llegar a Perú los interceptaron
encendiendo las balizas; que actuaron con agresividad y pasaron bala cuando
encontraron la escopeta; que el vehículo era conducido por Demian.
Indicó que a Jorge le encontraron cocaína, sin embargo no tenía
conocimiento que la portara hasta el momento en que la descubrieron, y supo que
era cocaína por lo que comentó Jorge; que dicha droga la iban a consumir todos en
la discotheque.
Señaló no haber tenido conocimiento de la existencia de la escopeta.
Finalmente el acusado J.A.J.T. manifestó que en forma previa al día de los
hechos todos habían acordado reunirse para ir a una discotheque; que la cocaína
que le fue encontrada estaba destinada a su consumo; señaló que aquello ocurrió
el “día del joven combatiente”, no recordando la fecha exacta siendo el año 2014.
Que ese día lo pasaron a buscar los demás acusados en el vehículo que
conducía Demian, ubicándose en el asiento del copiloto; que se dirigieron a cargar
combustible y al salir, a la vuelta de la bencinera, fueron controlados por
Carabineros quienes estaban en un paradero frente al supermercado Santa Isabel.
Agregó que se enteró de la existencia de la escopeta cuando fue encontrada
por carabineros en el maletero del vehículo, no teniendo conocimiento previo de su
existencia. Señaló conocer a Demian desde hacía años y antes había viajado en el
vehículo.
Informó que la cocaína la portaba en una bolsa plástica transparente marca
“Ziploc” que llevaba en uno de sus calcetines; que eran veinte gramos y que es
habitual que consuman en conjunto, pero cada uno consume su droga; que E.A.N.
no sabía que portaba la droga y que esa droga era solo para su consumo. Indicó
que esa droga la había comprado barata porque no era muy buena. Señaló que no
le encontraron dinero.
QUINTO: Que habiendo procedido el tribunal a valorar la prueba de cargo rendida
en el juicio, especialmente la testimonial, en la forma establecida en el artículo 297
del Código Procesal Penal, ha estimado que de ella se desprende de modo claro y
más allá de toda duda razonable que el procedimiento policial, que los propios
funcionarios de Carabineros de Chile que comparecieron a estrados calificaron
como un control vehicular aleatorio, en realidad constituyó un control de identidad
acompañado del registro de vestimentas y del vehículo ocupado por los acusados,
por medio del cual se obtuvo toda la evidencia que a éstos incriminaba y que se
materializó en la prueba rendida en el juicio para sustentar los cargos formulados
en su contra.
Que tal procedimiento, que sin duda alguna desde su inicio configuró un
control de identidad aunque fuese denominado de otro modo, no se encontró
revestido de ninguna legitimidad en razón de que las circunstancias de acuerdo a
las cuales los funcionarios policiales estimaron procedente llevarlo a cabo no se
ajustaron, de manera inequívoca y suficiente, a los requisitos y exigencias que
perentoria e imperativamente establece artículo 85 del Código Procesal Penal para
su procedencia, especialmente en lo que se refiere a la existencia de indicios de la
cercana comisión de un crimen, simple delito o falta y de la participación que en
ellos se pudiera atribuir a los imputados, por lo que la prueba así obtenida no pudo
ser valorada por el tribunal para fundar con ella una decisión condenatoria desde
que al haber existido una vulneración de derechos fundamentales en su obtención,
en el marco de una actuación policial no autorizada por la ley, cualquier ponderación
que de ella se hiciese y que significase una declaración de culpabilidad, implicaría
necesariamente la nulidad de dicha decisión.
SEXTO: Que, en efecto, la prueba testimonial de cargo ya reproducida y presentada
por el Ministerio Público, de forma más o menos conteste y pormenorizada, señaló
que el día 30 de marzo del año 2014, pasada la medianoche, se encontraban
cumpliendo funciones institucionales propias de su función como Carabineros de
Chile, efectuando un control vehicular en Avenida Islón cercanos a la intersección
con calle Perú del sector Las Compañías de esta ciudad; que dicha actuación
estaba motivada por los acontecimientos que pudieran haber sucedido con ocasión
de la fecha, 29 de marzo, en la que sectores de la comunidad conmemoran lo que
se denomina “el día del joven combatiente” y que como es de conocimiento público
ha sido propicio para la ocurrencia de sucesos que han significado la producción de
daños a los bienes privados y públicos y a las personas, incluso con pérdida de
vidas. Que en tales circunstancias, según señalaron todos los testigos, ordenaron
detenerse el conductor del vehículo en que viajaban todos los acusados y de
inmediato procedieron a controlar sus identidades, a registrar sus vestimentas y a
registrar el vehículo en que viajaban con el consiguiente hallazgo del arma y de la
droga cuyo porte y tenencia material podría haber determinado la comisión de los
delitos por los que finalmente se les acusó.
De este modo se ha establecido que el Capitán de Carabineros a cargo del
dispositivo ordenó la realización de un verdadero control de identidad pero sin
ajustarse en modo alguno para su ejecución a la disposición del artículo 85 del
Código Procesal Penal, especialmente en lo que dice relación a los supuestos
fácticos que lo autorizan y que permiten que mediante dicha actuación, sin
intervención del Ministerio Público o de una autoridad judicial que califique su
procedencia y legitimidad, vulnerar los derechos de libertad personal ambulatoria y
de protección de la identidad, consagrados explícita e implícitamente en nuestra
Constitución Política.
Al efecto los funcionarios de Carabineros reconocieron sin ambages que lo
que en realidad ejecutaron fue un control de identidad con los consiguientes
registros de vestimentas y vehículo, aún cuando desde un inicio de sus respectivas
declaraciones señalaron que se encontraban realizando un control vehicular
aleatorio y rutinario con el fin de precaver la comisión de hechos ilícitos con ocasión
de la fecha que conmemoraba. Que precisamente dicha circunstancia, “el día del
joven combatiente”, fue estimada por dichos funcionarios como un indicio suficiente
de la posible comisión de un delito y que les autorizaba para efectuar dicho control
de identidad, incurriendo de tal modo en una ilegalidad flagrante que ha determinado
la ilicitud en la obtención de la prueba la que por dicho efecto no ha podido ser
valorada por el tribunal para siquiera considerar procedente la pretensión del
Ministerio Público. Ello en razón de que atenta contra toda cordura el considerar
que la sola circunstancia de que se viva en un día determinado, por peligrosa que
ella pueda parecer, constituye un indicio de que en determinado momento,
determinados sujetos pudieran estar preparando o cometiendo o acabado de
cometer un hecho ilícito constitutivo de crimen, simple de lito o falta.
Que el artículo 85 del Código Procesal Penal conlleva en si mismo, más que
una autorización, un deber para los agentes policiales del Estado, precisamente
señalados en el artículo 83 del mismo Código, a fin de que en cumplimiento de las
funciones que le son propias, sin necesidad de orden previa y en casos fundados,
controlen la identidad de los ciudadanos quienes, amparados por el derecho
fundamental de la libertad ambulatoria, tienen la facultad de circular libremente por
espacios públicos sin que dicha libertad pueda verse o resultar afectada, ni tampoco
su derecho a la privacidad de sus actuaciones personales, ni la protección de la
propia identidad, requiriendo la ley, como garantía de tales derechos, que dicha
actuación sea fundada y llevada a cabo de acuerdo a los parámetros que la misma
norma jurídica contiene. Es así que sólo la posible existencia de una conducta
constitutiva o involucrada en la comisión de un delito puede autorizar a dichos
agentes a intervenir en vulneración de tales derechos, tornándose su actuación en
lícita a partir de la consideración de que en tal situación tiene preminencia la
persecución penal en su ámbito de prevención y de represión del delito por sobre la
consideración de los derechos fundamentales del controlado. Por ello la propia ley
señala que el control de identidad sólo debe realizarse en casos fundados, ya que
se trata de una actuación que implica una excepcional vulneración de derechos y
es llevada a cabo sin orden previa, es decir, sin que anticipadamente exista una
ponderación por la autoridad judicial o por el Ministerio Público del modo en que una
actuación oficial pueda afectar los derechos garantidos constitucionalmente y si
resulta procedente su vulneración.
Para tal efecto los criterios que la ley entrega a los agentes Estatales, para
decidir controlar la identidad de una persona, consisten en la existencia de indicios
que den cuenta que ella pudo haber cometido o intentado cometer un crimen, simple
delito o falta; de que se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar
informaciones útiles para la indagación de un crimen, simple delito o falta; o en el
caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular
su identidad.
Sin lugar a dudas la determinación por parte del agente policial de la
existencia de las situaciones de acuerdo a las cuales puede y debe controlar la
identidad de un individuo, requieren de una personal interpretación de la realidad
que lo rodea de acuerdo a sus conocimientos y experiencia policial así como de su
propia experiencia de vida, la cual, por estar involucrada la vulneración de derechos,
deberá ser efectuada con la máxima rigurosidad, de la manera más objetiva posible,
lo que equivale a decir que la norma en comento debe ser interpretada y aplicada
de manera estricta o restringida sin dejar lugar, en la medida de lo posible, a la
apreciación subjetiva, caprichosa o arbitraria de los funcionarios policiales, sin
perjuicio de que se trata de una actuación esencialmente autónoma.
La regulación de esta actuación por órganos del Estado tiene por objeto
precisamente evitar posibles arbitrariedades en el ejercicio de la función policial y
encuentra su fundamento en el resguardo de los derechos esenciales del ser
humano protegidos por el ordenamiento jurídico que, como paradigma de la
actuación del Estado frente al ejercicio de la persecución penal, consagra la
Constitución y la ley, garantizando el resguardo de la objetividad y minimizando al
máximo la posibilidad de ejecutar actos arbitrarios vulneratorios de derechos,
especialmente si se actúa sin la debida autorización, conforme a lo cual el mismo
ordenamiento jurídico entrega criterios sustanciales y objetivos que deben ser
respetados al momento de decidir actuar interrumpiendo o impidiendo el ejercicio
legítimo de derechos.
Que el análisis de la disposición que se comenta permite observar que la
ley requiere de la existencia de elementos de juicio que de manera clara y precisa
y sin lugar a equívocos permitan concluir que se está en presencia de la posible
comisión de un delito, ya sea que se haya cometido en tiempo próximo o que se
prepare su ejecución. Cuando se habla de indicios se debe entender que, a simple
vista y sin mayor análisis, se puede apreciar la existencia de un “fenómeno que
permite conocer o inferir la existencia de otro no percibido”, de acuerdo a como
los define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, de tal manera
que de la universalidad de conductas o actitudes que se puedan apreciar en quien
está siendo observado por la policía como susceptible de ser controlado, se deben
descartar, como justificativos de la intervención policial, todas aquellas que puedan
resultar equívocas o inocuas, de acuerdo a la apreciación que racionalmente puede
realizar cualquier persona, esto es debe tratarse de conductas que de alguna
manera puedan vincularse a la existencia o comisión de un delito. El ocultamiento
de la identidad, como tal, debe ser evidente, y plasmado en conductas que no dejen
lugar a erradas interpretaciones, el sujeto debe efectivamente tratar de ocultarse
mediante hechos o actos concretos que no dejen lugar a dudas de su propósito de
evitar el control policial en pos de la impunidad.
Las actitudes y conductas que puedan denotar alteraciones en el ánimo de
quien se siente observado y que lo llevan a evitar ya sea disimulada o abiertamente
la presencia policial, pueden ser originadas por diversos motivos y pueden alcanzar
diversas intensidades, las que van desde las de aquella persona que siendo
naturalmente nerviosa, tímida o temerosa reacciona torpemente evidenciando su
inquietud por la presencia policial, hasta las que efectivamente son demostrativas
del propósito de huir actuando evidentemente en procura de la impunidad; sin
embargo ellas, por sí mismas y aisladamente, aun en los casos más intensos o
notorios, no pueden racionalmente ser consideradas como indicios de la comisión
de un delito o de participación en el mismo ni constitutivas de ocultamiento de la
identidad, sin que complementariamente se acompañen de otras circunstancias que
de manera certera y objetiva permitan inferir tal conclusión, como por ejemplo el
caso del sujeto que a deshora se ahuyenta con la presencia policial portando
visiblemente consigo especies que probablemente son producto o provenientes de
una sustracción, porque son similares a las que han sido objeto de una denuncia
previa, o bien el de un sujeto que huye ocultando su rostro al percatarse de que es
observado por la policía, sabiendo los agentes de la efectiva comisión de un delito
en las cercanías en un tiempo próximo y coincidiendo las características de
vestimenta y físicas del presunto autor con las de aquella persona que disimulada
o abiertamente trata de escapar u ocultarse.
Que en el caso conocido en este juicio no existió de parte de los enjuiciados
comportamiento alguno que se hubiese podido interpretar como claro indicio de la
cercana comisión de un delito, teniendo la decisión policial como fundamento para
llevar a cabo su control de identidad una circunstancia que nada tenía que ver con
su comportamiento, actuando de ese modo los agentes estatales de una manera
abiertamente arbitraria e ilegal, vulnerando flagrantemente los derechos
constitucionales de los encausados, principalmente el de su libertad ambulatoria y
el de la protección de la identidad —este último en su calidad de derecho implícito—,
lo que de manera necesaria determina que toda la prueba incriminatoria así
obtenida adolezca de ilicitud resultando de ese modo imposible su valoración
positiva para los efectos de fundar con ella una sentencia condenatoria, por lo que
al decidir este caso los jueces de este tribunal no tenemos más opción que absolver
a los acusados de todos los cargos formulados en su contra por el Ministerio Público
dado que la prueba no contaminada de ilicitud, como lo fueron los peritajes balísticos
y de drogas, sólo dan cuenta del resultado de un análisis científico pero de modo
alguno, por sí solos, permiten tener por acreditada la existencia de algún delito ni
menos la participación punible endilgada a los acusados.
SÉPTIMO: Que en su intervención de clausura la defensa reiteró su petición
absolutoria con los mismos fundamentos que esgrimió en la apertura, pero además
considerando que la prueba de cargo fue obtenida de manera ilícita en una
actuación no autorizada por la ley, como lo fue el haber efectuado un control de
identidad a los acusados con la sola justificación de que circulaban por la vía pública
en medio de la conmemoración del “día del joven combatiente”, por lo que la
evidencia material así obtenida no puede ser valorada por el tribunal para una
decisión de condena, dada la vulneración de derechos fundamentales que se
produjo al incautarla.
OCTAVO: Que los razonamientos y fundamentos ya expuestos condujeron al
tribunal a adoptar una decisión absolutoria en este caso por lo que, a fin de evitar
reiteraciones innecesarias, deberá tenerse por íntegramente reproducido en este
acápite lo que se ha expuesto y razonado en los motivos quinto y sexto de esta
sentencia desde que ellos abordan totalmente los argumentos de la defensa, sin
que sea necesario pronunciarse en detalle respecto de sus alegaciones.
Por estas consideraciones y visto lo dispuesto en los artículos 1°, 3° y 5°,
del Código Penal; artículos 2º y 9° de la Ley Nº 17.798, sobre control de armas y
explosivos; artículos 1° y 4° de la Lay N° 20.000 y artículos 1°, 45, 47, 295, 85, 297,
341, 342 y 348 del Código Procesal Penal, SE DECLARA:
I.- Que SE ABSUELVE a los acusados acusados D.E.G.C., E.A.A.N. y
J.A.J.T., ya individualizados, de los cargos formulados en su contra como autores
del delito de tenencia ilegal de arma de fuego y que SE ABSUELVE al acusado
J.A.J.T., de la imputación de ser autor de un delito de tráfico ilícito de
estupefacientes en pequeñas cantidades, que se habrían cometido en esta comuna
de La Serena el día 30 de marzo del año 2014.
II.- Que no se condena en costas al Ministerio Público.
Ejecutoriada que sea esta sentencia, remítase al Juzgado de Garantía de
La Serena y devuélvase la prueba presentada en juicio.
Regístrese.
Redactada por el Juez don Iván Corona Albornoz.
RUC N° 1400312641-3
Rol interno N° 87-2015
IV.- PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO Y DEBIDO PROCESO.
NORMAS ASOCIADAS: CPP ART. 373 a), CPP ART. 374 c), CPP ART.
276, CPP ART. 160, CPP ART. 383, CPP ART. 329 INC. 4, CPR ART. 19 N° 3,
CADH ART. 8 N°1
TEXTO COMPLETO
La Serena, veinticuatro de marzo de dos mil catorce.
VISTOS:
En los antecedentes RUC 1400361436-1, RIT J-557-2014, el señor Juez
Subrogante del Juzgado de Garantía de Illapel, don Luis Alberto Muñoz Caamaño,
por sentencia de fecha 26 de diciembre de 2014, condenó a R. M. F. F. a la pena
de trescientos días de presidio menor en su grado mínimo, al pago de una multa de
cuatro Unidades Tributarias Mensuales y a la suspensión de su licencia para
conducir vehículos motorizados por el término de dos años, más la pena accesoria
de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, por su
responsabilidad como autor de un delito de conducción de vehículo motorizado en
estado de ebriedad, hecho perpetrado en la Comuna de Illapel el día 12 de abril de
2014.
En contra de la sentencia anterior, la abogada Patricia Cecilia Flores Parra,
Defensora Penal Pública (L), en representación del sentenciado, interpuso recurso
de nulidad, para ante la Excma. Corte Suprema, solicitando la invalidación de la
misma y del juicio oral simplificado en que ella recayó, aduciendo que se incurrió en
el fallo en la causal contenida en el artículo 373 letra a) del Código Procesal Penal,
por haberse infringido las normas referentes al debido proceso y a la defensa
técnica.
La Excma. Corte Suprema, estimando que lo que se ha reprochado en el
libelo que contiene el recurso, en que se ha señalado haberse incurrido en la
infracción a garantías constitucionales contemplada en la letra a) del artículo 373
del Código Procesal Penal, es más bien constitutivo de un reclamo propio de la
causal del artículo 374 letra c) del Código en referencia, motivo por el cual y en
virtud de lo dispuesto en el artículo 383 letra a) del cuerpo legal en mención, ordenó
su remisión a esta Corte a fin de que se pronunciara respecto de su admisibilidad y
en caso de estimarlo admisible procediera al conocimiento y fallo del mismo.
Declarado que fue admisible por esta Corte el recurso en cuestión, se llevó
a efecto la audiencia fijada para su vista, determinándose para la lectura del fallo la
audiencia del día 24 de marzo de 2015 a las 12:00 horas.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que para invocar el vicio de nulidad aducido por la defensa del
sentenciado, se hicieron presentes los siguientes fundamentos: El sentenciado fue
requerido en procedimiento simplificado como autor del supuesto delito de Manejo
en Estado de Ebriedad, en grado de desarrollo consumado, previsto y sancionado
en los artículo 110 y 196 de la Ley del Tránsito N°18.290, ocurrido supuestamente
el 12 de Abril de 2014 en la comuna de Illapel.
En la audiencia de rigor el encartado no admitió responsabilidad en los
hechos del requerimiento fiscal, realizándose la audiencia de preparación del juicio
oral simplificado el día 03 de noviembre de 2014. En dicha audiencia, y conforme a
la aplicación de las normas del artículo 276 del Código Procesal Penal, la defensa
solicitó exclusión temática en cuanto al punto de prueba sobre el que declararían
los testigos del Ministerio Público, funcionarios de Carabineros, solicitando que no
pudieran referirse a los dichos que hubiera manifestado el requerido en su presencia
previo a su detención, a lo que el Tribunal accedió. Luego, al momento de ofrecer
prueba la defensa, se señaló que se rendiría testimonial consistente en la
declaración de una testigo, señalándose su individualización y el punto de prueba
sobre el que declararía, sin manifestar objeción alguna el Fiscal presente en
audiencia. Sin embargo, el Juez de Garantía Marcelo Reyes Pozo promovió, de
oficio, la exclusión de la testigo de la defensa por considerarla impertinente, dando
la palabra nuevamente al Ministerio Público en relación a la exclusión denunciada,
quien literalmente respondió: “siendo emplazado por el Tribunal” y solicitó la
exclusión propuesta por el juez, accediendo este último. La defensa incidentó de
nulidad procesal conforme al artículo 160 del CPP, rechazándola el magistrado, sin
dar la posibilidad a la defensa para justificar la pertinencia de la testimonial ofrecida,
despojándola de la única prueba de descargo ofrecida para sustentar su teoría del
caso. En esta misma audiencia la defensa solicitó se certificara lo ocurrido por el
Ministro de Fe del Tribunal, el cual se acompaña en el primer otrosí.
Posteriormente, con fecha 23 de Diciembre de 2014 se llevó a efecto el
juicio oral simplificado, en el que el requerido guardó silencio, declarando solamente
los testigos del Ministerio Público, funcionarios de Carabineros Cabo 1° D. A. D. y
Carabinero J. Q. C., quienes fueron contestes en señalar que la madrugada del 12
de Abril de 2014 efectuaban un patrullaje preventivo por la Ruta D-85 cuando
encontraron un automóvil chocado en su parte delantera y a dos personas que se
encontraban a un costado del vehículo, una de sexo femenino y al requerido.
Señalan también que el Cabo A. se entrevistó primero con la mujer quien señaló ser
la esposa del imputado, a quién no se empadronó, ni se le tomó declaración durante
la investigación, no se le hizo la advertencia del artículo 302 del CPP, ni se dejó
registro alguno en el parte policial de su presencia en el lugar de los hechos.
Una vez terminado el examen directo y el contraexamen del testigo A. D. el
Juez Muñoz Caamaño comenzó a realizar una serie de preguntas “aclaratorias” al
testigo referido, viéndose en la obligación la defensa de oponerse a ellas por
exceder claramente el carácter de aclaratoria que contempla el inciso 4° del artículo
329 del CPP, rechazando la objeción el Tribunal, transformándose derechamente
en un interrogatorio directo de los que corresponde realizar a la parte que presenta
al testigo, el Ministerio Público en este caso. El interrogatorio denunciado duró
aproximadamente 8 minutos, desde el minuto 6’42’’, mientras que el de los
intervinientes no duró más de 5 minutos en total.
A continuación se procede a una transcripción extractada del interrogatorio
en cuestión, que fuera conducido por el magistrado Muñoz Caamaño: “JUEZ: yo
tengo un montón de dudas, vamos por parte, ustedes dicen que iban en un patrullaje
preventivo por ruta D-85 kilómetro 49,940, ustedes van en este patrullaje preventivo
visualizan un vehículo que está chocado al costado del camino dice usted? que está
chocado con qué? TESTIGO: había chocado contra el cerro. JUEZ: que vehículo
era? DEFENSA: Magistrado disculpe que me meta pero esa es una pregunta que
debió haber efectuado el ministerio público me parece que excedería las facultades
aclaratorias del tribunal. JUEZ: Por qué? DEFENSA: porque es una pregunta del
ministerio público. JUEZ: dijo que vió el vehículo. DEFENSA: sí, pero es pregunta
del ministerio público. JUEZ: estoy pidiendo especificaciones del vehículo que vio.
DEFENSA: bueno magistrado. JUEZ: si quiere quede anotado para el eventual
recurso de nulidad. DEFENSA: sí. JUEZ: que vehículo era? TESTIGO: era un
automóvil, no recuerdo la marca. JUEZ: qué color? TESTIGO: me parece que verde.
JUEZ: verde, no recuerda la marca? TESTIGO: no. JUEZ: era de qué tipo? Sedan,
hatchback? TESTIGO: era sedan. JUEZ: sedan ya, usted dice que el vehículo
estaba chocado? TESTIGO: si, correcto. JUEZ: cómo se dio cuenta que estaba
chocado? TESTIGO: porque estaba en la carretera hacia donde estaba y ahí había
una zanja y el vehículo pasó por encima de eso y llegó al otro lado, eso me llamó la
atención que el vehículo estaba a ese lado. JUEZ: ya pero cómo sabe usted que
estaba chocado? usted dice que estaba chocado. TESTIGO: si nosotros pasamos
y estaba fuera del camino y estaba metido hacia el lado del cerro, con su rueda
derecha y toda la parte del parachoques toda la parte de adelante estaba rota.
JUEZ: tenía daños entonces? TESTIGO: sí, correcto. JUEZ: que daños tenía?
TESTIGO: tenía daños en todo el costado derecho, donde está el tapabarros y
ruedas. JUEZ: usted dice tapabarros y ruedas? TESTIGO: si. JUEZ: tapabarro
derecho? TESTIGO: si. JUEZ: usted dice que había pasado por encima de la zanja?
TESTIGO: si, correcto. JUEZ: esa zanja está al costado del camino? TESTIGO: está
al costado derecho del camino, está la zanja y hay una parte de tierra donde no
entra ningún vehículo. JUEZ: ya perfecto, por lo tanto estaba en imposibilidad de
moverse ¿o se podía mover? TESTIGO: él se podía mover, pero no podía salir de
ahí porque estaba la zanja. JUEZ: ya, las personas que usted encontró ahí al
costado del vehículo, un hombre y una mujer según lo dijo, cierto? TESTIGO: si.
JUEZ: ellos tenían algún daño, alguna lesión a primera vista? TESTIGO: no, a
primera vista no mantenían lesiones. JUEZ: no mantenían lesiones, usted dice que
una de esas personas era el Sr. Frez. TESTIGO: si. JUEZ: ya, la otra persona usted
dice que era su esposa? TESTIGO: según lo que manifestó ella, que era su esposa.
JUEZ: ella dijo que era su esposa? TESTIGO: si. JUEZ: no dijo el nombre?
TESTIGO: no. JUEZ: no lo recuerda usted? TESTIGO: no, no lo recuerdo en estos
momentos el nombre. JUEZ: esa persona era una mujer de que edad más o menos?
TESTIGO: más menos de 40 años aproximadamente. JUEZ: 40 años, qué
características físicas tenía si usted recuerda? TESTIGO: no las recuerdo muy bien.
JUEZ: no recuerda sus características? TESTIGO: características físicas tan
específicas no, era de estatura media lo único que recuerdo. JUEZ: estatura media,
contextura? TESTIGO: no era ni gorda ni flaca, entre medio, contextura media.
JUEZ: ya, quien tomó el procedimiento? quién se acerca? porque usted andaba
solo o andaba con alguien más? TESTIGO: yo andaba acompañado con el
carabinero Quidel. JUEZ: quien tomó el procedimiento? TESTIGO: yo lo adopté, por
ser el más antiguo. JUEZ: usted entonces habló con los peatones que estaban al
lado del vehículo? TESTIGO: si correcto. JUEZ: a quien se dirigió primero?
TESTIGO: a la señora. JUEZ: la señora, usted le preguntó quién venía manejando?
TESTIGO: si le consulté si ella venía manejando, porque era la que estaba como
más sana. Y dijo que no, que no mantenía licencia de conducir, que no sabía
conducir...”
Luego, en el minuto 5’46’’ el Tribunal preguntó al testigo si había hablado
con el requerido en el lugar, a lo que el testigo contestó que sí, consultando el
magistrado qué le dijo, pregunta que la defensa también objetó ya que ese tema fue
excluido expresamente de las declaraciones de los testigos de cargo conforme lo
discutido en la audiencia de preparación de juicio simplificado, circunstancia que se
hizo presente al magistrado, el que primero cuestionó la resolución que hizo lugar a
la exclusión temática y luego, pese a la insistencia y explicaciones de la defensa,
rechazó de plano la objeción, rechazando también el incidente de nulidad procesal
del artículo 160 del Código Procesal Penal, limitándose a señalar que se deja
constancia de la preparación del recurso, y prosiguió con su interrogatorio,
consignando expresamente los dichos del testigo A. D. en la última parte del
considerando Octavo de la sentencia recurrida: “estimando además el hecho que
por los dichos de los testigos, dicho accidente de tránsito es atribuible únicamente
a la pérdida de control del vehículo de parte del conductor; el hecho que el propio
imputado manifestó a carabineros para explicar este percance que se le había
pinchado un neumático, lo que es coincidente con los daños que presenta el móvil,
es posible presumir la conducción del aquel por parte del encartado más allá de
cualquier duda razonable, atendido que se encuentra probado su estado de
ebriedad…”,
En ninguna parte del fallo recurrido se hace referencia alguna a las
objeciones de la defensa ni a los incidentes de nulidad procesal que la defensa del
requerido promovió producto de la irregular interrogación del Tribunal a los testigos
de cargo.
Tampoco se hace cargo el Tribunal de las alegaciones de dicha defensa en
cuanto a la prueba ilícitamente obtenida de la testigo de sexo femenino que se
encontraba en el lugar y cuya existencia y dichos no fueron consignados en registro
alguno, por lo que sólo tuvo la defensa acceso a esa información en la audiencia de
juicio. Sin embargo, sus dichos fueron introducidos de oídas por los funcionarios
policiales y el Tribunal los valoró para fundar su veredicto condenatorio, al igual que
los dichos del sentenciado que el Tribunal preguntó al testigo A. D. en abierta
vulneración a lo resuelto al momento de preparar el juicio oral simplificado,
impidiendo además el ejercicio del derecho constitucional de la adecuada Defensa
técnica.
El profesor Héctor Hernández plantea, en su artículo Contra los Testimonios
de oídas pre-constituidos, que respecto de las declaraciones de testigos de oídas,
si bien es posible aceptar esta clase de deposiciones indirectas y que sustraen del
debate al testigo real, es decir, a la persona que percibió directamente a través de
sus órganos sensoriales el hecho sobre el cual versa la declaración, ello implica que
se valoren las manifestaciones de este testigo directo, al que no se le ha exhortado
a decir verdad ni a responder con claridad y precisión. Además, debe agregarse
que, a la propia percepción del hecho efectuada por el testigo directo se le suma la
valoración personal que haga del evento referido el testigo de oídas. Este último
reemplaza al juez en su labor apreciando la declaración testifical de la cual es
receptor, constituyéndose, de esta manera, en una especie de nexo entre la persona
que posee un conocimiento directo del hecho y los jueces de la causa, lo que afecta
el principio de contradicción o bilateralidad que, derivado del derecho fundamental
de defensa en juicio, garantiza al imputado realizar un efectivo control de la prueba
de cargo, a través de su defensor técnico.
En consecuencia, en el juzgamiento de autos se han vulnerado las
garantías procesales de un racional y justo procedimiento y la del derecho a defensa
en juicio, ambas contenidas en el artículo 19 Nº 3 de la Carta Fundamental desde
la perspectiva de ser juzgado por un juez imparcial, imposibilitado de adicionar
elementos no aportados por los intervinientes o valorar prueba obtenida con
infracción de normas procesales y ejercer una adecuada defensa técnica en juicio.
En nuestra legislación, el impulso y carga procesal de perseguir la
responsabilidad penal, dirigir la investigación y aportar pruebas en juicio está
entregada exclusivamente al Ministerio Público por nuestra Constitución, su Ley
Orgánica y el Código Procesal Penal.
Lo anterior dice relación con lo dispuesto en el artículo 8 numeral 1 de la
CADH:
8.1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías
y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o
de cualquier otro carácter.
En concreto, el sentenciador deviene en un persecutor más, no en un
órgano atributivo de jurisdicción imparcial en el sentido subjetivo y objetivo de la
garantía invocada quien, con los insumos que las partes le entreguen debe resolver
en la instancia procesal pertinente.
El rol del sentenciador, en consecuencia, se encuentra contenido en
determinar y atribuir responsabilidad con los antecedentes que le aporten los
intervinientes, estando vedado a éste adicionarlos de oficio como ha ocurrido en el
caso que nos convoca, por cuanto cesa en su rol de sentenciador imparcial, deviene
en una judicatura con aplicación del principio inquisitivo, actualmente derogado de
nuestra legislación, vulnerando la garantía antes reseñada.
En consecuencia, se ha vulnerado la garantía precedentemente expuesta
generando el vicio de nulidad que conlleva la nulidad del juicio y sentencia recaída
en éste.
La infracción invocada es sustancial, por cuanto deviene en una sentencia
dictada en abierta contradicción a la garantía señalada y genera un agravio
manifiesto en el sentido de mandatar una condena sin que el tribunal, conforme a
Derecho, haya tenido elementos para arribar al veredicto condenatorio, salvo su
actuación autónoma vedada a la luz de los principios desarrollados en esta
impugnación.
Es dable precisar que se recurre precisamente por la forma en que el
juez adquiere gran parte del insumo procesal que genera su convicción para efectos
de dictar su resolución, de oficio, sin que hubiese sido aportada por las partes.
En sentencia dictada en Causa Rol Nº 1.414-2009, de 19 de mayo de
2009, la Excma. Corte Suprema ya había dicho que en los casos en que se decida
ejercer por algún miembro del tribunal la facultad establecida en el inciso cuarto del
artículo 329 del Código Procesal Penal “deberá serlo con la mayor prudencia
posible, recordando los jueces siempre como límite el consistente en que es función
exclusiva de las partes incorporar la evidencia en juicio y mantenerse ajenos al
debate adversarial entre ellas.” En el mismo sentido se pronunció nuestro
máximo Tribunal en causa Rol N° 4.164-2009, de 01 de septiembre de 2009, al
acoger Recurso de nulidad de la defensa, declarando nulo el juicio oral y la
sentencia recaída en él, estableciendo la imparcialidad como límite a la facultad de
los miembros del tribunal de formular preguntas aclaratorias. En este caso, la
infracción consistió en que uno de los jueces del Tribunal Oral se excedió de la
facultad establecida en el inciso 4° del artículo 329 del Código Procesal Penal,
procediendo a interrogar a la presunta víctima y a un perito por medio de preguntas
sugestivas.
Respecto del vicio producido durante la audiencia de preparación de juicio
simplificado, conforme lo dispuesto en el inciso 1° del artículo 377 y certificado que
se acompaña, la defensa promovió incidente de Nulidad Procesal conforme lo
dispone el artículo 160 del Código Procesal Penal por Infracción de Garantías
Judiciales al Debido Proceso al exigir requisitos no contemplados en la ley, con la
consecuente afectación de los principios de Libertad de Prueba e Igualdad de
Armas.
Por su parte, el resto de los vicios alegados en el cuerpo del presente escrito
se producen en el pronunciamiento mismo del fallo impugnado, por lo cual, y
respecto de ellos, el presente recurso no requiere preparación previa de acuerdo a
lo dispuesto en el artículo 377 inciso segundo del Código Procesal Penal.
La resolución que excluyó de oficio la prueba de descargo de la
defensa, de fecha 03 de Noviembre de 2014, causa agravio a esta parte al haber
impedido a mi defendido aportar prueba suficiente para sustentar su teoría
alternativa del caso.
La sentencia condenatoria dictada con fecha 26 de Diciembre de 2014
igualmente causa agravio a esta parte, en atención a que la misma, concede la
pretensión de reproche del ente persecutor fundando el fallador su convicción en
prueba obtenida de manera ilícita, excediendo sus facultades legales y vulnerando
con ello de manera sustancial la Garantía Constitucional del Debido Proceso y el
Derecho a Defensa de mi defendido, situación que ha devenido en la dictación de
una sentencia condenatoria en su contra.
SEGUNDO: Que de lo señalado por la defensa del sentenciado se advierte que
entre los vicios que atribuye al procedimiento y a la sentencia y en que fundaría su
recurso de nulidad, se encontraría el siguiente: Que en la audiencia de preparación
del juicio oral simplificado su parte ofreció la declaración de una testigo, cuestión
que no objetó el Ministerio Público, pero sin embargo de lo cual el juez de oficio
promovió la exclusión de la declaración de la misma por estimarla impertinente,
punto sobre el cual dio la palabra al ente persecutor, quien concordó en tal parecer
solicitando que se declarara la exclusión en comento, a lo que accedió el
magistrado. Respecto a esta resolución incidentó de nulidad la defensa, recurso que
fue rechazado.
TERCERO: Que la concurrencia del vicio anterior, es el parecer de estos
sentenciadores, que no se presentaría, ello en atención a que el fundamento que
tuvo el juez a quo para excluir la prueba en referencia por impertinente fue que la
defensa no había planteado una teoría del caso, situación que se aprecia al
escuchar el registro de audio, lo cual hace que lo resuelto por el tribunal en
referencia se haya ajustado a derecho, ya que del artículo 263 letra c) del Código
Procesal Penal fluye que el acusado puede exponer sus argumentos de defensa
(teoría del caso) y señalar los medios de prueba cuyo examen en el juicio oral
solicitare, en los mismos términos previstos en el artículo 259. Esto último importa
que si se ofrece rendir prueba de testigos, deberá individualizarse al mismo,
debiendo señalarse además los puntos sobre los cuales habrán de recaer sus
declaraciones. Estos puntos por cierto se habrán de referir a los hechos que
circunstanciadamente se han atribuido al acusado (letra b del artículo 259). De todo
esto se concluye que si la defensa del requerido no ha planteado hechos en la
oportunidad del artículo 263 del citado Código, el testigo que presente no podrá ser
relacionado con punto alguno, lo que acarreará la impertinencia de su declaración.
CUARTO: Que otra situación viciosa que hace presente la defensa del sentenciado
para fundar su recurso de nulidad la hace consistir en que en la audiencia de
preparación del juicio oral simplificado se pidió una exclusión de prueba temática
respecto de las declaraciones de los testigos presentados por la Fiscalía, los
funcionarios de Carabineros A. y Q., en base al respeto del derecho a guardar
silencio que corresponde al requerido, a lo que accedió el tribunal, quien resolvió
que los testigos en mención no podrían referirse a lo que dijo dicho requerido en
el tiempo previo a su detención. Sin embargo de esto, en la audiencia del juicio oral
simplificado el magistrado interrogó al testigo A. acerca de si había hablado con el
requerido en el lugar, a lo que el testigo contestó que sí, preguntándole además que
le había dicho. En ese momento la defensora del requerido formuló objeción a tales
interrogaciones y promovió un incidente de nulidad en base al artículo 160 del
Código Procesal Penal, todo lo cual fue rechazado, prosiguiendo el juez con su
interrogatorio al deponente.
Otra situación viciosa que se habría producido durante el desarrollo del
juicio oral simplificado, según la defensa del requerido, es aquella de haberse
excedido el magistrado actuante, don Luis Muñoz Caamaño, en las facultades
concedidas a los jueces por el inciso 4° del artículo 329 del Código Procesal Penal
para formular preguntas aclaratorias a los testigos, procediendo a efectuar
planteamientos y preguntas que habrían correspondido al Ministerio Público como,
afirmar que los carabineros visualizaron un vehículo chocado al costado del camino,
con qué estaba chocado, que vehículo era, si el vehículo estaba chocado, como
sabía que estaba chocado, si tenía daños, donde los tenía, si las personas que se
encontraron junto al vehículo tenían lesiones, si una de ellas era el requerido R. F.,
si la otra era su esposa, etc.
QUINTO: Que de los vicios anteriormente aludidos excede la competencia de este
tribunal el analizar si su concurrencia ha afectado garantías constitucionales como
el debido proceso u otras de tal naturaleza, debiendo limitarse en el análisis de los
hechos a que se alude por el recurrente a la posible concurrencia de la causal de
nulidad contenida en la letra c) o alguna otra del artículo 374 del Código Procesal
Penal a la que pudiera llegarse por vía de la norma del artículo 379 inciso 2° del
mismo Código.
SEXTO: Que se encuentra acreditado que en la audiencia de preparación del juicio
oral simplificado se había hecho lugar a una exclusión temática respecto de las
declaraciones de testigos de cargo de los funcionarios de carabineros A. y Q., que
impedía que extendieran sus declaraciones a aquello que les había manifestado el
requerido F. antes de que lo detuvieran, no obstante lo cual en la audiencia del
juicio, según aparece del registro de audio, el señor juez de garantía que intervino
en la misma los interrogó sobre este tema, desechando la objeción e incidente de
nulidad planteados por la defensa, interrogatorio al que por último aludió en el
motivo 8° de la sentencia, donde menciona que, “…el hecho que el propio imputado
manifestó a Carabineros para explicar este percance que se le había pinchado un
neumático…”. En esta situación debe concluirse que al desechar el juez de garantía
la oposición de la defensa a que se interrogara a los testigos de cargo en relación a
un tema que había sido excluido expresamente, se le impidió hacer valer aquello a
que alude la ley, la cual restringe la rendición de la prueba en el juicio oral a aquella
ofrecida por los litigantes y a la cual se diere su aceptación en el auto de apertura
del juicio oral, situación que no concurría en cuanto a las declaraciones de los
aludidos testigos en lo que dice relación con aquel tema que se les había prohibido
tratar.
Igualmente debe estimarse que ha sido conculcado el derecho a la
defensa, cuando se ha desestimado la oposición de la defensora del requerido a
que el magistrado en la audiencia del juicio oral formulara preguntas que excedían
el marco de la mera aclaración de lo dicho por el testigo, como lo permite el inciso
4° del artículo 329 del Código Procesal Penal, abandonando la posición neutral que
le correspondía como conductor del procedimiento y asumiendo el papel de sujeto
productor de prueba que en el procedimiento acusatorio corresponde a los
intervinientes.
Y visto además lo dispuesto en los artículos 352, 372 374 letra c) y 384 del
Código Procesal Penal, SE ACOGE el recurso interpuesto por la abogada Patricia
Cecilia Flores Parra en representación del sentenciado R. M. F. F. y se declara la
nulidad de la sentencia de fecha veintiséis de diciembre de dos mil catorce y del
juicio simplificado en que ella recayó, debiendo procederse por el tribunal no
inhabilitado que corresponda a la realización de un nuevo juicio oral.
Regístrese y devuélvase.
Redacción del Ministro Titular, don Jaime Franco Ugarte.
Rol N° 63-2015 (Reforma Procesal Penal).
Pronunciado por la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de La Serena,
integrada por los Ministros Titulares señor Jaime Franco Ugarte, señor Humberto
Mondaca Díaz y la Fiscal Judicial señora Erika Noack Ortiz. No firma el Ministro
señor Mondaca, no obstante haber concurrido a la vista y acuerdo de la causa, por
encontrarse con permiso.
Normas Asociadas: ART. 391 d) CPP, ART. 393 CPP, ART. 276 CPP,
ART. 19 N° 3 INC 2 CPE, CPP ART. 93 e), CPP ART 181, CPP ART. 227, CPP
ART. 228, CPP ART. 332 INC. 1, CPP ART. 330, ART. 276 CPP, CPP 374 c), CPP
ART. 383 CPP.
Temas: Prueba, Principios y Garantías del Sistema Procesal en el DPP.
Descriptores: Exclusión de prueba, Derecho de Defensa.
SINTESIS: Defensa privada promueve en el contexto de procedimiento
simplificado recurso de nulidad por la causal del art. 373 a) CPP, que es reconducida
por la CS a la causal del 374 letra c) del CPP y reenviada a la CA de La Serena,
acogiendo esta última el recurso pues luego de constatar el incumplimiento por parte
del MP y la policía de la obligaciones que establecen los artículos 181, 227, 228 del
CPP al no haberse registrado en la investigación la individualización de testigos, ni
aun en forma somera lo que les conste sobre ellos y se hace figurar a los mismos
sólo a contar de la audiencia de preparación (1) entiende que se afecta el derecho
del imputado a conocer el contenido de la investigación del artículo 93 letra e) del
CPP (2), no pudiendo el Juez de Garantía hacer uso de la facultad que le concede
el artículo 276 del CPP de excluir las declaraciones de testigos que resulten
manifiestamente impertinentes, o que su presentación vaya a producir sólo efectos
dilatorios (3°), y se verá privada la defensa del requerido de la posibilidad de
confrontar al testigo con sus propios dichos en el contrainterrogatorio, conforme el
inciso 2° del artículo 330 del CPP y leer las declaraciones anteriores según el inciso
1° del artículo 332 del CPP (4°) (Considerandos 4°, 5°, 6° y 7°)
TEXTO COMPLETO:
La Serena, veinticinco de marzo de dos mil quince.
VISTOS: