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Entre los principales cambios que el texto introduce a la Ley de Inquilinato está que los
municipios contarán con una Oficina de Registro de Arrendamiento que fijará los
precios máximos de arrendamiento, registrará contratos de arrendamiento o anticresis.
Quien fue el ponente de este proyecto, el asambleísta oficialista Mauro Andino, aclara
que este proyecto se dirige exclusivamente a inmuebles destinados al arriendo de
vivienda, de vivienda y comercio y de vivienda y taller, y no al arriendo de oficinas
para consultorios jurídicos y médicos o cualquier otro tipo de actividad, porque eso lo
regula el Código Civil.
Vélez asegura que al asumir las nuevas competencias que les daría esta ley, son los
municipios los que tienen que emitir sus propias ordenanzas según la realidad de sus
cantones. Y uno de los temas que más dudas han generado y que deberán ser
regulados, agrega, es el proceso de devolución de la garantía.
Carmen Aguilar, corredora de bienes raíces, considera que no está claro qué se hará
con los recursos que se depositen como garantía mientras se resuelven eventuales
controversias entre arrendador e inquilino. Dice que quisiera saber si los municipios se
harán cargo de los daños que dejan los inquilinos cuando salen de las viviendas.
Señala que al ser el dueño el que fija la garantía y el inmueble es devuelto en las
mismas condiciones en que lo entregó, es un calvario para el inquilino recuperar ese
dinero porque en ciertos casos el propietario se queda con esos recursos.
Mientras tanto, Vélez identifica otros temas que deben regularse: el rol de los
inspectores de inquilinato, los parámetros que se tomarán en cuenta para fijar los
precios referenciales de arrendamiento.
La asambleísta agrega que también tienen que reglamentarse las condiciones para
calificar a un inmueble de arrendamiento y definirse no solo el rol de los inspectores de
inquilinato, sino también una cantidad suficiente de estos funcionarios para que la
inspección no se congestione.
Juicio
Daños: Según el asambleísta Mauro Andino, si se destruye parcial o totalmente el bien
alquilado el dueño puede pedir indemnización en un juicio sumarísimo que demoraría
entre 30 y 60 días.