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explícitas opuestas a la ideología burguesa.

Le orden B plástico se hace una con la a des-


es hostil por naturaleza. En Rojo no hay la trucción B de la España tradicional, que también
contradicción que puede darse entre la natura- es destrucción dialéctica.. . Una España dis-
leza del arte y la posición política del artista. tinta esta naciendo. muv distante todavia de la
Tampoco está « por principio » contra la que Rojo y nosotros qúeremos, pero que con-
creación artística explícitamente cargada de trene a la nuestra. Aún no sabemos qué será en
intención ideológica o política. Simplemente, lo inmediato esa España.. . Tal vez por ello las
no la incorpora artificialmente a su pintura. últimas viñetas son a ilegibles II. El artista se
En su obra de ilustrador la intención política encuentra ante una incógnita que no corres-
aparece explícita con frecuencia. Como en las ponde descifrar al arte.
viñetas que ilustran este número de Cuadernos
de Ruedo ibérico. Aquí, la « destrucción de un M. A.

Cine
La hora de la verdad

Con unos planos de las procesiones de Semana mientras siguen pasando, desde el principio
Santa empieza el film de Rosi, con las mismas hasta el fin de cada vida, las procesiones, las
imágenes termina; cuando se ha consumado la vírgenes, las plazas de toros, los jornales exi-
tragedia, una tragedia más y una tragedia guos, la prostitución y las decepciones.
cualquiera. Esta es la hora de la verdad del film de Rosi.
Una tragedia más porque la historia individual La continuidad conduce a su inserción en una
de un muchacho que quiere ser torero se diluye absoluta y muy concreta realidad española,
en esa continuidad de unas procesiones que no para no caer en la trampa de creer que La
terminan de pasar, en unas plazas de toros hora de Za verdad es una película de toros;
siempre iguales, en un vivir observado desde por lo menos, solamente una película de toros.
la distancia de un análisis colectivo y no de una El film es indudablemente un magnífico docu-
anécdota particularizada. En el film de Rosi no mental taurino. Recorre todos los aspectos de
interesa tanto la peripecia de una aventura la fiesta, montando en ocasiones síntesis de
profesional como la permanencia inexorable de faenas y situaciones a través de tiempos y
una forma de vivir que condiciona para siem- espacios diferentes ; incorpora fZashcs reales
pre, que aboga, que determina implacablemente. y un poco irónicos, en Qnoticiario u, como la
Mientras redoblan los tambores, desfilan los aparición del Cordobés, la alternativa otorgada
« pasos », escoltan a unas vírgenes los mosque- por Gregorio Sánchez, y, con el punteo de su
tones de la guardia civil y arrastran los pies voz, el q Ronquillo B en la plaza de Madrid.
los « nazarenos » encapuchados, se huye de los
pueblos sin esperanza, se busca un trabajo Pero además Rosi, sin profundizar en el retrato
cualquiera en la ciudad hostil y hay derecho individual del protagonista que sólo sirve como
a un rato de ilusión cada semana por los cua- soporte humano individualizado de una historia
renta duros que una puta cobra. colectiva, asienta el film sobre unos primeros
planos densos, largos, muy expresivos gracias
Lo que desfila entonces, en unas imágenes a una cámara manejada a la vez con profun-
nerviosas, ágiles, cargadas de sentido, es una didad y con agilidad ; planos que rehacen
realidad dinámica que afluye a la necesidad mediante un personaje central deliberadamente
de una elección, habitualmente a la resignación esquemático, una profunda y compleja realidad
que impone la inercia, el miedo, la wolencia que tiene por intérpretes inmediatos a cente-
normalizada, la ignorancia deliberada, la enaje- nares o mrles de es añoles y como escenario
nación colectiva, toda esa red de causas y real a todo un p a! s inmerso a gusto o a
razones que retrasan o impiden la elección disgusto en esos condicionamientos.
© faximil edicions digitals, 2002 114
Como película taurina -primera vertiente for- que se anuncia bajo su dirección promete
mal- habría que situarla dentro de un género siempre ser algo más, aunque también sea
hasta ahora muy poco afortunado, si se excep eso, que una maravillosa exhibmión de Imágenes
túa * Torero D de Carlos Velo y poco más. llenas de poder, de originalidad y de vigor
Habría que situarla entre lo poco recordable, creacional. Tanto en Giuliano como en Marmi
por sus imágenes tan comunicativas, por su sulla cittci reconstruía además un mundo
enorme capacidad expresiva, por una utili- concreto inmediato y real cuyas contradicciones
zación del color que concede a la imagen resaltaba. En este su quinto film -el primero
taurina ese prestigio de la luz cegadora entre en color- el planteamrento ha sido el mismo,
amarillos y rojos, con la sangre brillante, los obediente a esa exigencia que impone a su
relámpagos breves de las espadas, los borda- cine.
dos; todo el andamiaje de falsa poesia y lujo
de alquiler que oculta la realidad de una fiesta El abundante rodaje en escenarios naturales,
triste y trágica -pero con un sentido de lo la ausencia casi absoluta de personajes, la
trágico radicalmente distinto al utilizado siem- espontaneidad de las escenas taurinas, la misma
pre que se habla de la belleza del riesgo y ductilidad un poco ingenua de Miguel Mateo,
todo eso- aliviadero para la presión insopor- Miguelín -de gran fotogenia- dan al film
table de unas masas que se histerizan en la esa apariencia meramente descriptiva del docu-
locura provocada, negocio importante para los mental. Pero a partir de esa apariencia, de ese
verdaderos rectores de la fiesta que rara vez paseo sobre un país pintoresco y una costumbre
son los toreros. barbara pero superficialmente bella, ha ido
Pero además está lo otro. El hilo de la surgiendo un retrato vigoroso, amplio y exacto,
tragedia verdadera. A través de los sueños y de de una realidad que en algún momento escalo-
los terrores del protagonista, a través de su fría. Ayudado por una * expresividad cromá-
impecable y brutal demistificaciún de la fiesta tica I>eficaz y por una banda sonora muy rica
de los toros -x Yo ~610 estoy aquí para ganar y siempre dramática ha redondeado unas imá-
dinero y en cuanto lo tenga me retiro D-- tan genes frescas, vivas, en las que la continuidad
distinto de la tópica monserga del arte, el de las insinuaciones visuales devuelven siempre
amor a una profesi6n gloriosa, los aplausos, a la hora de la verdad, pese a un lenguaje
la vocación del triunfo, se va delimitando la cinematografico menos sobrio que en sus ante-
auténtica hora de la verdad. Hay que ser torero riores obras -sigo prefiriendo Giulianc-
porque es el todo o nada, el camino rápido arrastrado por la realidad retratada, colorista,
para ganar dinero, para comer todos los días, excitada, barroca y tensa.
para comprar un coche, Qpara vivir como esa
otra gente que vemos entrar y salir de los bares Esa hora de la verdad tan esperada por tantos
elegantes, coger el automóvil y llevar una tantas veces es encontrada en ocasiones por
gachí imponente s como declaraba no hace algunos. Por los menos valientes en realidad.
mucho un maletilla mis. Para salir de esa Por aquellos a quienes la falta de valor para
angustia colectiva de tantos muchachos que se encontrar su vida -e Yo no tengo nada ue
tiran al toro como salida para una vida que perder, o salgo en hombros o voy a la ell?er-
tiene cegadas todas las demás, y que no meria IC, para resolverla para sí y su colectivi-
tienen valor para afrontarla. El torerillo 10 dice dad, para intentarlo al menos, les empuja a los
’ : Q Si no me voy a Alemania B. 0 el toro ruedos. Luego el dinero, todo lo que se consigue
z”f huída. Pero eso es la huida en ambos fácilmente cuando eso se tiene, devuelve al
casos. miedo, al miedo de siempre, al de verdad, al
que empujb cuando la úmca puesta era la vida
Francesco Rosi ha tratado el tema con la en la partida que como premio tenía la for-
severidad con que se plantea siempre sus tuna o la cornada. Generalmente, y sublima-
films. Tras de un aprendizaje tan largo como el ciones literarias aparte, el juego conduce a la
suyo, tan concienzudo, ayudante de Visconti en frustración y a la inadaptación para siempre
Terra trenza nada menos, ayudante de Emmer cuando el fracaso llega. Pero es el miedo,
en su primer film, Una domenica d’agosto, de recisamente el miedo al resto de las cosas,
Giannini, de Visconti en otras dos películas ‘po que empuja al cara o cruz del toro. El
-Bellisima y Senso-, de Monicelli, de Miche- miedo y nosotros, todos los demás.
langelo Antonioni en Z vint$ tras de la madmez
de su primera obra, La sftda, en 1958, un film R. L.

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