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CÓMO PLANTEAR LA INTERVENCIÓN DEL PRACTICUM EN EL ÁMBITO DEL RENDIMIENTO

Los programas de entrenamiento deportivo tienen como objetivo general la mejora del
rendimiento del deportista a todos los niveles (condicional, coordinativo, táctico, estratégico,
psicológico, etc.). Tomando como referencia los principios del entrenamiento deportivo, se
pretende trasladar a los sujetos desde su nivel actual a otro nivel superior de rendimiento y
que, en pocos casos, será el de su máximo rendimiento deportivo (normalmente el Practicum
se realiza en categorías inferiores de los clubes).

Cuando se interviene en el ámbito del rendimiento, el trabajo consiste en organizar, programar


y planificar los entrenamientos que los deportistas van a realizar bajo nuestra dirección. En
algunos casos el/la alumno/a en prácticas es el responsable de planificar la preparación física y
los calentamientos de los sujetos entrenados.

Hay que considerar que cada especialidad deportiva tiene unas exigencias particulares que son
las que facilitan la obtención de resultados, pero también, y mucho más importante, hay que
tener en cuenta que el deportista es, ante todo, una persona. Esto significa que se deben
conocer y valorar las características de los deportistas a los que se dirige nuestra intervención
para adaptarlas en función de unos objetivos deportivos.

La mayoría de nuestros alumnos de Practicum, en el ámbito de rendimiento, están haciendo


sus prácticas en clubes deportivos pero en las categorías inferiores; esto supone que van a
entrenar a niños y jóvenes, todavía en etapas de crecimiento físico y maduración somática y
psicológica, por lo que se deberán anteponer los objetivos de atención al deportista por
encima de los del deporte.

Por todo ello, para programar los entrenamientos, la intervención tendrá que considerar los
siguientes aspectos:

- Club: análisis del tipo de entidad deportiva, su misión, visión y posibilidades y/o
aspiraciones en el contexto de la competición. (CONTEXTUALIZACIÓN)
- Deportistas: análisis y valoración de los practicantes, identificando capacidades
actuales y deseadas para su futuro (¿cuál es su nivel de desarrollo motor actual? ¿Qué
nivel de desarrollo pretendo conseguir al final de la presente temporada?). Además,
con niños y jóvenes no se puede perder de vista los objetivos educativos (desarrollo
personal) y de desarrollo de una condición física saludable. (OBSERVACIÓN Y
CONTEXTUALIZACIÓN)
- Especialidad deportiva: caracterización del deporte y análisis de sus exigencias, según
el nivel y la categoría de los practicantes. (BREVE INTRODUCIÓN EN LA INTERVENCIÓN)
- Programación propia del club: es importante recoger cual es la programación (metas,
objetivos, contenidos, temporalización) que el club y el/la entrenador/a tiene para ese
equipo o deportista. (INTRODUCIÓN DE LA INTERVENCIÓN O EN LA
CONTEXTUALIZACIÓN)
- Planificación y sesiones de entrenamiento: Propuesta por el/a alumno/a con el
seguimiento de sus tutores. Es importante tener una planilla de sesión estructura y
clara. Define la intervención a realizar, pero también puede tener un apartado de
observaciones posteriores.
Es necesario realizar un correcto análisis previo de todo el contexto; en concreto, nos
referimos a:

 ¿cómo es el club (si tiene más divisiones deportivas o no, si tiene más categorías o no, si
trabaja desde la base)?
 ¿cómo es el municipio donde se encuentra ubicado (¿cómo es la oferta deportiva de esa
zona?
 ¿Hay más clubes deportivos de la misma especialidad?
 ¿Cómo es la situación sociodemográfica?
 ¿Hay masa crítica de la que “seleccionar” los deportistas?

Con estos importantes datos de partida se empieza el trabajo de planificación del


entrenamiento. Lo más frecuente en el caso de nuestro alumnado es que, como mucho, se
tenga la perspectiva de una temporada completa (y no grandes ciclos olímpicos o de
campeonatos internacionales, que requieren de una planificación a más largo plazo, bianual o
de cuatro años). Aunque la intervención del alumno/a se va a hacer solo en unos meses
concretos, no se puede perder de vista el marco de la temporada completa. Esta programación
puede existir en el club o no, pero en cualquier caso debe hacerse, y debe estructurarse en
unos periodos de acumulación, transformación y realización (si fuese el caso), agrupados en
macrociclo/s, mesociclo/s y/o microciclo/s. El/la alumno/a en prácticas, por tanto, debe situar
su intervención dentro de esta planificación de la temporada, identificar en qué momento de
la ejecución se encuentra, y diseñar/dirigir/observar las sesiones de entrenamiento concretas.

En algunas especialidades deportivas los objetivos de la temporada pueden ser finales, en


otras puede haber dos grandes citas (campeonatos de invierno y de verano) y en otras hay una
cierta continuidad de las competiciones (ligas con competiciones semanales o mensuales). Es
decir, puede haber unos hitos que marquen claramente unos objetivos de “máximo
rendimiento” o bien hay que mantener un cierto nivel a lo largo de varios ciclos. Esto, que es
característico de cada especialidad deportiva, hace que la estructura de la planificación sea
totalmente diferente.

Determinar correctamente los objetivos es el primer paso para organizar las acciones que nos
llevarán a conseguirlos. Hay que situarlos temporalmente y dividir los ciclos de entrenamiento
de manera ordenada, siendo realistas y sabiendo que el entrenamiento deportivo tiene un
marcado carácter personal y creativo. Habrá que determinar cuántos mesociclos y microciclos
de entrenamiento hay que planificar y cómo vamos a ir alcanzando los objetivos previstos en
cada uno de ellos, pero siendo flexibles y con orientaciones basadas en los principios teóricos,
los datos y la experiencia propia o de la investigación. Para ello, habrá que establecer qué
controles se van a realizar y en qué momento para ver si el entrenamiento está dando los
resultados deseados o si hay que hacer modificaciones. Finalmente, habrá que describir cómo
se van a dirigir los entrenamientos haciendo hincapié en la función educadora del entrenador
(más cuanto menores sean los deportistas entrenados).

En la memoria de la fase de intervención del portafolios del Practicum se deben reflejar todas
estas decisiones que se han tomado, y sería interesante que estuvieran fundamentadas en
referencias de especialistas en la materia, acompañadas de las citas bibliográficas
correspondientes. No se trata sólo de poner las sesiones de entrenamiento que se han hecho,
sino reflejar todo el trabajo de diseño del entrenamiento que no se ve:

- Objetivos: de la temporada, de cada ciclo de entrenamiento y de cada sesión.


- Contenidos: número de entrenamientos a la semana, duración de cada sesión,
ejercicios tipo que se van a realizar, y temporalización de la temporada.
- Controles de seguimiento: test o resultados en competiciones de referencia para
valorar si se están alcanzando los objetivos deseados.

Cuanto más explicado esté el porqué de cada decisión, mejor será la intervención. Es
fundamental recurrir a los principios del Entrenamiento Deportivo, pero también del
Aprendizaje Motor, de la Pedagogía y la Psicología Deportivas.

Recordamos que todas y cada una de las sesiones que se imparten en la fase de intervención
deben aparecer en el portafolios del Practicum, bien sea en este capítulo de intervención o en
un anexo final. A la hora de reflejar en el portafolios todo este trabajo si las sesiones de
entrenamiento son muy similares, se explica su estructura tipo y cada una de las sesiones
pueden aparecer en un anexo, en el caso de que conformen el grueso de la intervención y sean
lo que le da sentido, pueden aparecer descritas y detalladas todas. (Esta decisión dependerá
del criterio del tutor/a académico y del propio alumno/a en prácticas.)

En cualquier caso, es recomendable que se elabore una ficha de sesión con cada una, donde
aparezcan los datos identificativos (fecha, lugar, asistentes, entrenador, etc.), los contenidos
desarrollados (ejercicios, actividades, tareas) y un apartado final de observaciones o
comentarios, que se rellenará a posteriori de la aplicación, para poder recoger aquellas
incidencias que se hayan podido producir o adaptaciones del entrenamiento que se han tenido
que realizar. Todas las intervenciones deben estar presentadas previamente al tutor/a
profesional.

Es importante diferenciar de algún modo las sesiones planificadas íntegramente por el/la
alumno/a y las que el único responsable es el entrenador y el/a alumno/a sólo colabora.

En la memoria escrita se debe RESPETAR EL PRINCIPIO DE CONFIDENCIALIDAD de información


sobre los/las deportistas, especialmente si son menores de edad. En la memoria no pueden
aparecer datos personales de los deportistas que los permitan identificar.

Independientemente de la calidad y nivel deportivo de los clubes o entidades donde se estén


haciendo las prácticas, los estudiantes del Grado deben aspirar a adquirir las competencias
necesarias para elaborar una planificación del entrenamiento digna de su formación
universitaria. De una experiencia a veces no tan satisfactoria también se puede aprender
mucho, si se reflexiona bien sobre ella.

Pregunta frecuente: ¿qué pasa si en mis prácticas no me dejan diseñar las sesiones de
entrenamiento? La planificación del entrenamiento en este caso me viene impuesta y como
mucho me dejan aplicarla o, a veces, sólo observar al entrenador. En este caso la intervención
del alumno en prácticas consistirá en un análisis crítico de ese plan de entrenamiento que está
aplicando/observando, incluyendo sugerencias de variantes o mejoras.
En el diario no se recogen las sesiones, se realizan valoraciones de la misma en general o de
algún detalle concreto que se haya podido hacer. Es importante tener una reflexión crítica,
reflexiva y fundamentada, que nos lleve a reflexionar en la acción y para la acción futura.

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