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Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no

puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un
no lugar.

La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es productora de no lugares, es decir,


de espacios que no son en si lugares antropológicos y que, contrariamente a la modernidad
baudeleriana, no integran los lugares antiguos: estos, catalogados, clasificados y promovidos a
la categoría de “lugares de memoria” ocupan allí un lugar circunscripto y específico.

Un mundo donde se nace en la clínica y donde se muere en el hospital, donde se multiplican,


en modalidades lujosas o inhumanas, los puntos de transito y las ocupaciones provisionales
(las cadenas de hoteles y las habitaciones ocupadas ilegalmente, los clubes de vacaciones, los
campos de refugiados, las barracas miserables destinadas a desaparecer o a degadarse
progesivamente) donde se desarrolla una apretada red de medios de transporte que son
también espacios habitados, donde el habitue de los supermercados, de los distribuidores
automaticos y de las tarjetas de crédito renueva con los gestos del comercio “de oficio mudo”
un mundo asi prometido a la individualidad solitaria, a lo provisional y a lo efímero, al
pasaje...” Pag 84

Un no lugar existe igual que un lugar, no existe nunca bajo una forma pura. Allí los lugares se
recomponen, las relaciones s ereconstituyen, las astucias milenarias de la invención de lo
cotidiano y de las artes del hacer de las que Michel de Certeau ha propuesto análisis tan sutiles
pueden abrirse allí un camino y desplegar sus strategias.

Son mas bien polaridades falsas: el primero no queda nunca completamente borrado y el
segundo no se cumple nunca totalmente.

Por no lugar designamos dos realidades complementarias pero distintas: los espacios
constituidos con relación a ciertos fines (transporte, comercio, oficio) y la relación que los
individuos mantienen con esos espacios. Si las dos relaciones se superponen bastante
ampliamente, en todo caso, oficialmente (los individuos viajan, compran, descansan) no se
confunden por eso pues los no lugares mediatizan todo un conjunto de relaciones consigo
mismo y con los otros que no apuntan sino indirectamente a sus fines: como los lugares
antropológicos crean lo social orgánico, los no lugares crean la contractilidad solitaria.

Ya no se atraviesan las ciudades, sino que los puntos notables están señalados en carteles en
los que se inscribe un verdadero comentario. El viajero ya no necesita detenerse e inclusive ni
mirar. Asi, se ruega en la autopista del sur que preste cierta atención a tal pueblo fortificado
del siglo XVIII o tal viñedo renombrado...”

Otro ejemplo de invasión del espacio por el texto: los grandes supermercados en los cuales el
cliente circula silenciosamente, consultan las etiquetas.... dialogo más directo pero aún más
silencioso: el que cada titular de una tarjeta mantiene con la maquina distribuidora donde la
inserta y en cuya pantalla le son transmitidas instrucciones generalmente alentadoras pero
que constituyen verdaderos llamados al orden “retire su tarjeta” “tarjeta mal introducida”, etc.

El espacio del no lugar no crea ni identidad singular ni reacion, sino soledad y similitud.

Las radios privadas hacen la publicidad de los grandes supermercados; los grandes
supermercados la de las radios privadas. Las estaciones de servicio de los lugares de
vacaciones ofrecen viajes a los Estados Unidos y la radio nos lo informa. Las revistas de las
compañías aéreas hacen la publicidad de los hoteles que hacen la publicidad de las compañías
aéreas... y lo interesante es que todos los consumidores de espacio se encuentran así
atrapados en los ecos y las imágenes de una suerte de cosmología objetivamente universal, a
diferencia de aquellas que tradicionalmente estudiaban los etnólogos y, al mismo tiempo,
familiar y prestigiosa.

Así podemos oponer las realidades del tránsito (los campos de tránsito o los pasajeros en
tránsito) a las de la residencia o la vivienda, las intersecciones de distintos niveles (donde no se
cruza) a los cruces de ruta (donde se cruza), el pasajero (que define su destino) al viajero (que
vaga por el camino) —significativamente, aquellos que son todavía viajeros para la SNCF se
vuelven pasajeros cuando toman el TGV—, el complejo ("grupo de casas habitación nuevas"),
donde no se vive juntos y que no se sitúa nunca en el centro de nada (grandes complejos:
símbolo de zonas llamadas periféricas) al monumento, donde se comparte y se conmemora; la
comunicación (sus códigos, sus imágenes, sus estrategias) a la lengua (que se habla). En este
caso el vocabulario es esencial pues teje la trama de las costumbres, educa la mirada, informa
el paisaje

ECHEVERRIA

nte la transformación radical del espacio y del tiempo social. Martin Bangemann (Barcelona,
septiembre de 1996) afirmó que la sociedad de la información está induciendo un cambio
profundo en las categorías de espacio y de tiempo, entendidas como categorías sociales

- Diversas tecnologías de interrelación a distancia han posibilitado en el siglo XX la aparición de


un Tercer Entorno, que rompe con esas estructuras topológicas y métricas, instituyendo
ámbitos reticulares, transterritoriales e incluso transtemporales de interacción a distancia (3).
Cabe mencionar muchos precedentes (imprenta, grabado, prensa, fotografía, cine, etc.), pero
las tecnologías que han posibilitado un desarrollo rápido y masivo de ese Tercer Entorno son,
ante todo, las actuales tecnologías de las telecomunicaciones, y en particular las tecnologías
telemáticas. Por eso hay que analizar el impacto de dichas tecnologías sobre la vida social, y en
concreto sobre la vida cotidiana de las personas.

Telépolis es (será) una ciudad planetaria que se superpone a los otros dos entornos y genera
nuevas formas de interrelación humana y social, que se añaden a las formas previamente
existentes, y a veces entran en conflicto con ellas.

Ese nuevo espacio de interacción social no sólo incide en la vida pública, sino también en la
vida íntima y en las actividades privadas. La metáfora de la ciudad global se justifica porque,
además de la vida pública, se transforman también las empresas, las oficinas y las casas. La
vida privada y la vida íntima se adaptan a su vez a ese entorno reticular de interacción a
distancia

Frente a la interacción por proximidad, presencia física y coincidencia temporal de los espacios
sociales tradicionales, las interrelaciones en Telépolis no requieren cercanía, presencia ni
sincronía entre agentes. En el tercer entorno las interacciones se producen a distancia,
asincrónicamente, multidireccionalmente y por medio de representaciones.

Como principio fundamental, el acceso a Telépolis ha de ser libre y voluntario para todo ser
humano, independientemente de su lugar de residencia. Por ello hay que construir la
infraestructura mundial de interacción a distancia por todo el planeta (el “suelo” de Telépolis)
como un espacio de libre acceso para cualquier ser humano. Las casas, los edificios, las
ciudades, y los países actuales habrán de urbanizarse para el tercer entorno, y no sólo para el
primero o el segundo.

En este momento Internet es la calle mayor de Telépolis (en fase de pavimentación,


ampliación y expansión). Por su carácter potencialmente interactivo (aunque dicha
interactividad sea todavía muy escasa en la red), Internet prefigura la futura sociedad civil de
Telépolis. Por eso los debates en torno a los derechos civiles en Internet tienen gran
importancia, en tanto debates preconstitucionales de Telépolis. Pero Telépolis no es sólo el
ciberespacio: también incluye otras telecalles (como la red militar Milnet, la red financiera
Swift y otras redes telemáticas de acceso restringido), así como numerosas teleplazas (radios y
televisiones generalistas o temáticas, hertzianas o por cable, analógicas o digitales, nacionales
o internacionales), algunas de ellas todavía en régimen de monopolio. En Telépolis hay algunas
calles y plazas públicas, pero la mayoría son privadas

Las telecasas no sólo son unidades de consumo, sino también de producción

Fomentar la participación activa de los teleciudadanos desde sus hogares, tanto en las
actividades productivas (teletrabajo) como en las actividades políticas (democracia electrónica,
participación en grupos de debate, difusión de ideas y propuestas, etc.)

El cuarto se lleno de sonidos de timbres, y tubos parlantes.¿Como era la nueva


comida?¿Ella la recomendaría?¿Había tenido alguna idea últimamente?¿Podía uno
contarle su propias ideas? ¿Sería posible solicitar que visitase los albergues infantiles
públicos en algún momento? – ¿digamos este día-mes?
Cuidado con las ideas de primera mano!” exclamaba uno de los más progresistas de
ellos.” Las ideas de primera mano no existen realmente. No son mas que las meras
impresiones físicas producidas por el miedo y la vida, y ¿Quién puede basar una
filosofía sobre un cimiento tan vulgar? Que tus ideas sean de segunda mano, y si es
posible de decima mano, porque en ese caso estarán todavía mas alejadas del
elemento distorsionante – la observación directa. No traten de aprender nada sobre el
tema de esta disertación- la revolución francesa. Estudien, en cambio, que pienso yo
sobre lo que pensaba Enicharmon de Urizen y este de Gutch y este de Ho-Yung y este
de Chi-Bo-Sing y este de Lafcadio Hearn y este de Carlyle y este de Mirabeau sobre el
tema de la revolución francesa. A través de la óptica de estas tres grandes mentes, la
sangre que fue vertida en París y las ventanas rotas en Versalles serán puestas a la
luz de una idea que les será útil en sus vidas cotidianas

Las características que Lash identifica para la tipología de las formas tecnológicas de
vida son tres: 1) se aplanan, 2) se vuelven no lineales, y 3) se elevan en el aire.39

Nadie confesaba que la Máquina era incontrolable. Año tras año se la servía
con más eficacia y menos inteligencia. Cuanto mejor conocía un hombre sus
obligaciones respecto a ella, menos comprendía las de su vecino, y no había
en todo el planeta un solo cerebro que comprendiera el monstruo en su
conjunto. Esas mentes privilegiadas se habían extinguido. Habían dejado
instrucciones completas, cierto es, y cada uno de sus sucesores había llegado
a dominar un fragmento de esas instrucciones. Pero la Humanidad, en su
deseo de comodidades, había excedido sus límites. Había sobreexplotado las
riquezas de la naturaleza. Con calma y satisfacción, iba hundiéndose en la
decadencia, y el progreso había acabado significando progreso de la
Máquina».

El hombre debe ser adaptado a su entorno, ¿no es así? En los albores de nuestro
mundo los débiles eran expuestos en el monte Taigeto, en el ocaso del mismo los
fuertes sufren la eutanasia para que la maquina progrese, para que la maquina
progrese, para que la maquina siga progresando eternamente.

Pero llego un día en el cual, sin la más mínima advertencia, sin ningún indicio previo
de debilidad, todo el sistema de comunicación colapsó, en todo el mundo, y todo el
mundo, como lo entendían, terminó.

También hallamos en esta novela corta otro icono característico de la CF:


la ciudad. Las imágenes de magníficas ciudades utópicas de corte futurista se
yuxtaponen a menudo en el género con otras de urbes reducidas a escombros,
víctimas de todo tipo de catástrofes, desde la decadencia de la civilización
hasta un cataclismo planetario pasando por la aniquilación masiva a causa de
un virus. Incluso en una época tan temprana dentro de la historia de la ciencia
ficción, ya hemos tenido la oportunidad de revisar varios ejemplos, desde “El
Último Hombre” (1826) hasta “After London” (1885) por citar solo un par de
ellos. Estas imágenes de los restos de civilizaciones una vez magníficas no
eran sólo una expresión de ansiedad; simbolizaban también esa nostalgia por
escapar a un modo de vida más sencillo que acecha a muchos urbanitas
actuales. Forster era uno de ellos.
Es un conocido especialista de la lógica de los "media". Según Lash, ya no se trata de la
información: hoy, la clave es la comunicación. "La primera generación de la sociedad de la
información nos dió grandes empresas de información: la generación de Intel, Microsoft e IBM.
La segunda generación ha producido las grandes compañías de comunicaciones, el crecimiento
de las firmas del sector de la red como Cisco, Oracle, AOL, Netscape y Yahoo. Estas empresas
proporcionan una infraestructura: una infraestructura de comunicaciones para Internet." A su
vez, considera que las formas tecnológicas de vida no sugieren positivismo, que es el
pensamiento clasificatorio del tipo sujeto-objeto, sino empirismo, en el cual el observador no
es fundamentalmente diferente del observado. Esta característica lleva el nombre de
aplanamiento, en el cual el significado profundo desaparece y el conocimiento se encuentra
atado a las actividades, expresiones y acontecimientos

Consignas examen final DTM 2016 El examen final consiste de dos partes:

1. Cuestionario “eliminatorio” online (presencial el di ́a y hora del examen) basado en cualquier


contenido dado en clase o publicado en la plataforma. Si se aprueba este cuestionario se pasa
a la segunda instancia. Si no se aprueba se asienta un aplazo y no se permite pasar a la
segunda instancia.

2. Defensa oral del trabajo desarrollado. En caso de no aprobar el trabajo, o su defensa, la


fecha siguiente se rinde el examen completo (eliminatorio y defensa).

Trabajo a desarrollar:

Se trata de un trabajo de integración de contenidos de las clases dictadas por Marti ́n Parselis y
los arti ́culos:

• Lash, S. (2005). Cri ́tica de la información. Capi ́tulo. "Formas de vida tecnológica".

• Echeverri ́a, J. (1997). "21 Tesis sobre el Tercer Entorno". XIV Congreso de Estudios Vascos.
(14. 1997. Donostia, Bilbo, Gasteiz, Iruñ ea, Baiona, Madril). – Donostia : Eusko Ikaskuntza,
1998. – P. 7-

11. – ISBN: 84-89516-62-6 https://www.uv.es/lejarza/amv/adefini/pdf/14007011[1].pdf

• Marc Augé, Los no lugares

Objetivo: relacionar conceptualmente distintos autores de manera de construir un modelo


anali ́tico para el análisis de casos.

Entregable: un documento que explique el modelo y el análisis de un caso concreto a través


del modelo.

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