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Acto de Contricción: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por
ser quien eres bondad infinita y porque te amo, sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte
ofendido; también me pesa porque he merecido las penas del infierno. Ayudado por tu divina gracia, propongo
firmemente nunca más pecar; confesarme bien, enmendarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Amén.
Misterios gozosos: 1. La anunciación del Ángel y la encarnación del Verbo. 2. La visitación de Nuestra Señora
a su prima santa Isabel. 3. El nacimiento del niño Jesús en Belén. 4. La presentación del niño Jesús en el
Templo y la purificación de Nuestra Señora. 5. La pérdida y hallazgo del niño Jesús en el templo.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu
voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que
nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito
es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades que
te presentamos. Antes bien líbranos de todos los peligros, Oh Virgen siempre gloriosa y bendita.
V: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres virgen hecha iglesia y elegida por el
Santísimo Padre del cielo, a la cual consagró Él con su santísimo amado Hijo y el Espíritu Santo Paráclito, en
la cual estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien.
Salve, vestidura suya; salve, esclava suya; salve, Madre suya y todas vosotras, santas virtudes, que sois
infundidas por la gracia e iluminación del Espíritu Santo en los corazones de los fieles, para que de infieles
hagáis fieles a Dios.