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UCYT
TEMAS:
- Errores que debemos evitar a la hora de realizar una
Entrevista
-Técnicas utilizadas en la Entrevista psicológica
- La Entrevista de Historia Clínica,
ESTUDIANTE
EDMUNDO SALVADOR FLORES
Sobre todo, al principio, cuando aún estés dando tus primeros pasos como
terapeuta, cometerás muchos errores. Algunos de ellos serán meras
equivocaciones o despistes. Sin embargo, otros serán más importantes y
tendrán mucha más repercusión para ti como profesional.
Me gustaría que analizases cada uno de los errores de la guía y, sobre todo,
que los reflexiones y veas si estás cometiendo alguno de ellos, porque sin
duda, éstos son los errores más comunes que un psicólogo puede cometer
durante la terapia.
Es importante tener en cuenta que para lograr que dicha relación sea
potenciadora necesita establecerse de una forma adecuada. Para ello, es
fundamental mantenerse en lo que he denominado “La Línea de
Implicación Óptima”.
Por tanto, el error que puedes cometer en este primer punto es rebasar la
línea hacia un lado o hacia otro, dando lugar a dos posibilidades, con sus
respectivas consecuencias.
Y la verdad es que no basta con saber escuchar para ser terapeuta, pero sí
que es fundamental dominar la escucha activa.
Recuerdo que en la carrera siempre nos decían que hablar sobre nosotros o
revelar cualquier tipo de información sobre nuestra vida era
contraproducente para la terapia y que ante la insistencia del paciente
debíamos responder remarcando la importancia de hablar de él/ella y no
de nosotros.
Para lograr que una persona se abra y se dé a conocer de una forma sincera
y transparente es fundamental que tú hagas los mismo, porque de lo
contrario se generará una situación de desequilibro de confianza y en
consecuencia, una baja implicación emocional.
Si le dices a tu paciente lo que tiene que hacer y no sale bien, corres el riesgo
de que te eche la culpa de que haya salido mal. En cambio, si haces las
veces de guía, es menos probable que algo salga mal y aun saliendo mal,
estarás exento de responsabilidad o culpa, dado que la decisión la tomó tu
paciente.
Es habitual que tu paciente te pida que le digas lo que tiene que hacer ante
un determinado problema o decisión, para saber cómo responderle puedes
leerte este artículo:
Si no te muestras como eres, no serás tú. Y si no eres tú, dudo que puedas
hacer un buen trabajo en la consulta. No obstante, no debes olvidar que
la espontaneidad total tampoco es adecuada.
En uno de mis primeros casos como psicólogo, atendí a una mujer que
mostraba síntomas claramente depresivos. Después de unas semanas y de
haber avanzado bastante en la terapia, empeoró. No sabía lo que ocurría,
así que decidí invitar a su familia a terapia. Al investigar con la familia, me di
cuenta de que ésta ejercía una influencia negativa sobre la paciente.
Por otra parte, un nivel subjetividad aceptable sería aquel en el que una
persona dice que la psicología no le ha resultado efectiva o en el que dice
que no le ha sido de gran ayuda, lo que a su vez es muy aceptable e
innegable.
Terapeuta: Bueno A., llegados a este punto creo que sería importante que
hablásemos de la relación que mantienes con tus padres y de los problemas
que ello te ocasiona. Se que para ti puede ser difícil o incluso doloroso hablar
sobre temas tan íntimos, pero creo que será algo fundamental para que
empieces a sentirte mejor. Te propongo que empezamos hablando de tu
madre, por ejemplo. ¡Ah! Si en algún momento te sientes incómodo o no te
ves preparado para hablar de algún tema házmelo saber e iremos un poco
más despacio.
Una de las claves para conectar con una persona consiste en hablar “su
idioma”. Si no traduces los conceptos de la psicología a términos que tu
paciente pueda entender, no los entenderás y en consecuencia puede que
no mejore, que no entienda lo que tiene que hacer, que abandone la
terapia (o que directamente no vaya nunca), que se sienta molesto… Lo
que tengo claro es que no sacará nada positivo de ello.
La improvisación, usada con cautela y con medida es sin duda una de las
mejores bazas que puedes tener para tu día a día en la consulta, dado que
te dotará de flexibilidad, espontaneidad, naturalidad… y, sobre todo, se
convertirá en un recurso muy práctico cuando ocurra lo inesperado.
Acepta que eres una persona que siente y padece y que se equivoca y no
un Superman o una superwoman a los que todo le sale bien.