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identidad y la existencia. Hoy, aprovechando esa capacidad, vamos a jugar a un juego muy
interesante. Se llama “Staying Alive” y es un test elaborado por Philosophersnet para evaluar la
concepción propia que tenemos de qué es ser nosotros mismos, es decir, qué entendemos por ser
uno mismo.
Esto se trata de una traducción del test original. Si prefieres hacerlo en inglés, entra aquí.
PRESENTACIÓN
Hay tres rondas. En cada ronda se te presentará un escenario y tendrás dos opciones para elegir.
Las decisiones que hagas determinarán si sigues vivo o pereces. Deberás basar tus decisiones en
nada más que tu deseo de seguir existiendo. Cada escenario es presentado tal y como es. La
situación es tal cual se describe, no hay trucos y no debes preocuparte por otros “y si…”. Al final de
juego, descubrirás si sigues vivo o no.
Has sido elegido para una importante misión a Marte. No puedes elegir no ir, tienes que ir. Pero
puedes elegir el medio de transporte,
La otra opción es ir en nave espacial. Esta opción es muy arriesgada y hay 50% de probabilidad de
que la nave no complete el viaje y mueras en el trayecto. Pero si lo haces con éxito, tu cuerpo y tu
cerebro no habrán sido destruidos como plantea el método anterior.
Debes elegir la opción con la que creas que tienes más posibilidades de sobrevivir.
Enhorabuena, el viaje ha sido un éxito. Pero la vida en Marte no es un lecho de rosas. De hecho,
dos extraños virus han evolucionado en este planeta y están causando muchos problemas. El
primero destruye partes del cuerpo. Afortunadamente, la ciencia médica está muy evolucionada
también y la gente puede obtener órganos artificiales cuando es requerido. Has sido infectado por
este virus. De hecho, casi todo tu cuerpo está ahora hecho de partes artificiales.
No obstante, existe un segundo virus que ataca el cerebro. Es particularmente molesto porque no
destruye exactamente el cerebro sino que reconfigura las vías neurales, dando lugar a pérdidas de
memoria y cambios en la personalidad. Una persona infectada por este virus era una estrella del
rock, pero ahora no puede recordar nada de cómo suenan sus propias canciones. Al menos, se ha
vuelto bueno en matemáticas. ¡Este es un virus muy raro!
Nos entristece decirte que también te ha infectado este virus. Los médicos pueden combatirlo
reemplazando partes de tu cerebro con avanzados chips de silicona. En tu caso, deberían
reemplazar prácticamente tu cerebro por completo. Las pruebas muestran que el resultado
preservará por completo tus memorias, personalidad, planes, creencias, etc, y podrías tener una
vida perfectamente normal.
Las alternativas son sucumbir al virus con su consecuente pérdida de memoria y de personalidad o
reemplazar las partes por los chips de silicona. Debes escoger la opción que te suponga mayor
probabilidad de sobrevivir:
Aunque parezca extraño, se ha descubierto que la reencarnación es un hecho. Parece ser que hay
algo inmaterial (llamémoslo alma) en los seres humanos. En la muerte, este alma abandona el
cuerpo y ocupa el cuerpo de un recién nacido, animal o humano. No se lleva memorias con él, por
supuesto; ¡si fuese así, hubiésemos sabido lo de la reencarnación mucho antes! Se piensa que
tiene un cierto efecto que determina el caracter de uno, pero dada la evidencia de la fuerte
influencia de genes y entorno, este efecto será relativamente pequeño.
Más extraño que la reencarnación es el hecho de que parece ser que este alma muere si es
almacenada en congelación más de una semana.
Estos dos hechos son importantes para la elección que tienes que hacer. Estás muy enfermo, pero
los científicos casi han encontrado la cura para la enfermedad que tienes. Además han
desarrollado una técnica para congelar a los humanos, permitiéndoles, al ser revividos, volver con
sus memorias y personalidad intactas. Tienes dos opciones:
La primera opción es dejar que la enfermedad haga lo que debe. Tu cuerpo morirá, pero tu alma
vivirá. La segunda opción es congelarte y esperar a que encuentren la cura. Destruirá tu alma y la
cura tendrá sólo un 30% de probabilidades de éxito. Es decir, tienes un 70% de probabilidad de
que la cura no funcione.
AAA. Según tus dos primeras respuestas, tú estás vivo mientras exista continuidad psicológica
(pensamientos, memorias, personalidad, etc.). Da igual tu cuerpo. Pero, según tu tercera
respuesta, la continuidad psicológica está basada en el concepto de alma. Sin tu alma, no eres tú.
BBB. La continuidad de tu cuerpo es básica para considerarte vivo. Estás vivo mientras sobreviva tu
cuerpo, aunque pierdas tus memorias, pensamientos y personalidad.
ABB. Estas opciones son poco consistentes y no encajan en ninguna concepción. ¿Seguro que has
contestado con sinceridad?
BAB. Tu perspectiva entra en la corriente denominada reduccionismo psicológico, como AAB, pero
parece que has tomado un riesgo innecesario al escoger la nave si luego te daba igual que partes
de tu cerebro fuesen reemplazadas por chips de silicona. ¡Te habría dado igual tomar el
teletransporte!
BAA. Parece que tu conflicto está en dónde, para ti, existe el alma, si en la continuidad del cuerpo
o en la continuidad psicológica.
BBA. Tu concepción de la existencia es un alma que habita un cuerpo de manera continua. El alma
pertenece al cuerpo y si el cuerpo se destruye, el alma desaparece con él. No puede sobrevivir si
falta partes físicas de ti o si implantan tus pensamientos en un robot.
Con este divertido test puedes comprender por qué ciertos conceptos que hemos tratado o
vayamos a tratar en antroporama chocan más o menos con tu concepción de la existencia. Lo que
la neurociencia y la psicología nos han permitido entender sobre el ser humano hasta la fecha es
que cada individuo es, básicamente, una configuración determinada de una red neuronal. Un
cambio en ella o en el entorno que provoque un cambio en su funcionamiento hace cambiar
nuestra personalidad, humor, etc. ¿A partir de qué punto dejamos de ser nosotros mismos?