Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
El número 28 de Actualidad Penal aborda como Especial del mes la Violencia de género.
Implicancias de la psicología jurídica en el tratamiento de delitos violentos. Precisamente sobre
este asunto de suma actualidad versa nuestra columna editorial del mes, donde básicamente
se resaltan los esfuerzos por hacer frente a la violencia de género —aplicando los conceptos
de la psicología jurídica— por parte de las instituciones encargadas de la administración
de justicia (Ministerio Público, Poder Judicial e INPE).
Como parte de nuestro especial, el profesor Jerjes Loayza Javier expone y clasifica
las manifestaciones de poderes latentes y manifiestos en la denominada violencia familiar,
identificando su impacto en las mujeres adolescentes. Los profesores Pedro J. Amor, Miguel
Á. Carrasco y Enrique Echeburúa abordan la evaluación del daño psicológico en las
víctimas de delitos violentos, centrando su atención en aspectos como su definición, eva-
luación, los tipos de víctimas, entre otros. Los psicólogos jurídicos y forenses Laura Fátima
Asensi-Pérez y Miguel Díez-Jorro, desde el contexto forense, exponen la necesidad de
evaluar adecuadamente a los menores expuestos a la violencia de género. Los doctorandos,
Ana Lucía Heredia Muñoz y Gerson W. Camarena Aliaga nos explican la importan-
cia de una correcta ejecución de la pericia psicológica que certifique la credibilidad del
testimonio en casos de violencia de género. Por su parte, el magistrado Cristian Roberto
Carlos Becerra —amicus curiae en el X Pleno Jurisdiccional Supremo en materia penal—,
después de analizar la normatividad vigente en el Perú en cuanto al daño psicológico, pro-
cura resolver la siguiente interrogante: ¿cuándo una falta puede elevarse a la categoría de
delito? El magistrado Jesús Heradio Viza Ccalla —también, amicus curiae en el X Pleno
Jurisdiccional Supremo en materia penal— considera indispensable un pronunciamiento
jurisprudencial vinculante de la Corte Suprema, respecto a la antinomia existente entre los
incs. 1 y 6 del art. 2 del CPP, referidos a la aplicación del acuerdo reparatorio en el delito
de lesiones leves —cuando la víctima es mujer y ha sido lesionada por su condición de
tal—. Por último, el profesor Diego I. Quijada Sapiain procura un debate crítico acerca
del actual tratamiento de ejecución penal respecto a los agresores sexuales a partir de la
experiencia chilena.
En la sección de Derecho penal-Parte general se presenta un trabajo de investi-
gación del profesor Dr. Carlos Mir Puig, en el que se analiza la evolución metodológica
de la ciencia del derecho penal desde Cesare Beccaria hasta Franz von Liszt. El método
seguido por el fundador del derecho penal moderno es abordado especialmente por el autor.
De igual forma, se incluye un trabajo de la profesora Dra. M.ª Ángeles Rueda Martín, en
Actualidad
Penal Presentación
el cual comenta la STS N.° 832/2013, del 16 de diciembre del 2013 y aborda la cuestión
acerca de si es necesaria o no la exigencia de que el autor ostente una posición de garante
para imputar una responsabilidad en un delito de acción, o en una comisión por omisión
en un delito de resultado.
En cuanto al apartado de Derecho penal-Parte especial, presentamos un trabajo
del profesor Dr. Luis Alberto Pacheco Mandujano que desarrolla las razones por las
cuales considera que la incorporación del delito de feminicidio en el Código Penal perua-
no no contribuye a combatir eficazmente esta clase de crímenes de género ni favorece su
prevención. El autor considera que el uso de la metodología del rol social como pauta de
interpretación en este tipo de casos permitirá superar las dificultades probatorias con las
que se topan nuestros operadores del derecho. Del mismo modo, se presenta un artículo
del magistrado Manuel Humberto Utano Zevallos en el cual se defiende la necesidad de
tipificar penalmente la conducta del sujeto que, en el ámbito privado, realiza exhibiciones,
gestos o conductas de índole obscena en presencia de otras personas. Por otro lado, inclui-
mos la segunda parte del trabajo del magistrado Carlos Pinedo Sandoval que publicamos
en nuestro número 26. El autor estima que, en los casos de amenazas fingidas, el sujeto
activo es competente por el estado de debilitamiento psicológico de la víctima. Con base
en ello, desarrolla la circunstancia agravante “a mano armada” en el delito de robo y revisa
críticamente los alcances del AP N.° 5-2015/CIJ-116.
En el apartado de Derecho Procesal Penal, el profesor Luis Arturo Bermeo Ce-
vallos se cuestiona si la “declaración” del imputado efectuada en la audiencia de prisión
preventiva ¿es una verdadera declaración o su valoración afecta el derecho a la no autoin-
criminación?; el magistrado Carmelo García Calizaya, expone su preocupación por la
brevedad de la audiencia única de juicio inmediato por flagrancia delictiva, concluyendo
que la misma podría afectar el derecho a la obtención de tiempo razonable para preparar la
defensa; y, el profesor Carlos Germán Gutiérrez Gutiérrez desarrolla críticamente las
“prácticas” realizadas por los operadores jurídicos en el contexto de la aplicación del CPP
(D. Leg. N.° 957). En la sección Derecho Penal Constitucional, el profesor Elder. J.
Miranda Aburto realiza un análisis interpretativo de la vigencia de la ley procesal penal
en el caso Gregorio Santos. En Derecho Penitenciario, la profesora Diana Gisella Mi-
lla Vásquez analiza la restricción de los beneficios penitenciarios por delitos de crimen
organizado, terrorismo y delitos conexos, como manifestación de la nueva política criminal
de tolerancia cero o de derecho penal simbólico de los ordenamientos español y peruano.
Finalmente, en cada sección el lector podrá encontrar jurisprudencias relevantes que
acompañan a los estudios antes descritos.
Lima, octubre del 2016
4 Instituto Pacífico
LA COLUMNA DEL EDITOR
Violencia de género,
psicología jurídica y
tratamiento de delitos
violentos
6 Instituto Pacífico
Columna del director Violencia de género, psicología jurídica y...
En el ámbito penitenciario cabe destacar que se trata de una violencia estructural que
el “Programa de Tratamiento de Agresores forma parte de un orden social patriarcal,
Sexuales en los establecimientos peniten- por lo que su tratamiento debe desarrollar-
ciarios-TAS”, implementado por el Instituto se desde distintos ángulos de la sociedad.
Nacional Penitenciario (INPE) en los esta- Si bien las instituciones encargadas de la
blecimientos penitenciarios de Lurigancho y administración de justicia están haciendo
Ancón II. Un esfuerzo de focalización aplau- esfuerzos por abordar mejor las consecuen-
dible sin lugar a dudas, dirigido a internos cias psicológicas de este tipo de violencia,
primarios sentenciados por violación sexual; es necesario fortalecer estas prácticas como
sin embargo, ello aún no es suficiente. parte de una política integral destinada a lo-
Finalmente, en el abordaje de la violencia grar la igualdad social.
de género es imprescindible comprender
Actualidad Penal 7
Índice general
ÍNDICE GENERAL
Presentación
........................................................................................... 3
La columna del editor....................................................................................... 5
Violencia de género
ESPECIAL DEL MES Implicancias de la psicología jurídica en el
tratamiento de delitos violentos
Doctrina Práctica
Doctrina Práctica
Reseña de jurisprudencia
Doctrina Práctica
L u i s A l b e r t o Pa c h e c o M a n d u j a n o : A c e r c a d e u n a t é c n i c a
inadecuada para el análisis e interpretación del delito de feminicidio................. 223
Doctrina Práctica
Doctrina Práctica
Reseña de jurisprudencia
Doctrina Práctica
Doctrina Práctica
Doctrina Práctica
C a r l o s G e r m á n G u t i é r r e z G u t i é r r e z : G e s t i o n a n d o p ro c e s o s y
mejorando el Código Procesal Penal. Eficiencia y eficacia en la gestión
de procesos penales, retos contra los paradigmas procesales............................... 335
Reseña de jurisprudencia
Análisis jurisprudencial
DERECHO PENITENCIARIO
Doctrina práctica
Diana Gisella Milla Vásquez: Política criminal de tolerancia cero en España y Perú.
Restricción de los beneficios penitenciarios por delitos de crimen organizado,
terrorismo y delitos conexos.............................................................................. 389
ABREVIATURAS
AP Acuerdo Plenario
art. / arts. Artículo /Artículos
art. cit. Artículo citado
BGB Bürgerliches Gesetzbuch (Código Civil alemán)
cap. Capítulo
Cas. Casación
CC Código Civil (D. Leg. N.° 295)
CdeC Código de Comercio del Perú (1902)
CdePP Código de Procedimientos Penales (Ley N.° 9024)
CEP Código de Ejecución Penal (D. Leg. N.° 654)
Cfr. Confróntese
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
CJMP Código de Justicia Militar Policial (D. Leg. N.° 961)
CNA Código de los Niños y Adolescentes (Ley N.° 27337)
Const. Pol. Constitución Política del Perú
coord. Coordinador
CP Código Penal (D. Leg. N.° 635)
CPC Texto Único Ordenado del Código Procesal Civil (R. M. N.° 010-93-JUS)
CPConst. Código Procesal Constitucional (Ley N.° 28237)
CPDC Código de Protección y Defensa del Consumidor (Ley N.° 29571)
CPMP Código Penal Militar Policial (D. Leg. N.° 1094)
CPP Código Procesal Penal (D. Leg. N.° 638)
CT Texto Único Ordenado del Código Tributario (D. S. N.° 133-2013-EF)
D. L. Decreto Ley
D. Leg. Decreto Legislativo
D. S. Decreto Supremo
dir. Director
DOEP Diario oficial El Peruano
DUDH Declaración Universal de Derechos Humanos
ed. Edición
Exp. Expediente
f. / ff. Foja / fojas
f. j. /ff. jj. Fundamento jurídico / fundamentos jurídicos
Penal Abreviaturas
HC Hábeas corpus
LGS Ley General de Sociedades (Ley N.° 26887)
LIR Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a la Renta (D. S. N.° 179-2004-EF)
LOPJ Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial (D. S. N.° 017-
93-JUS)
LOMP Ley Orgánica del Ministerio Público (D. Leg. N.° 052)
LOTC Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (Ley N.° 28301)
LPAG Ley del Procedimiento Administrativo General (Ley N.° 27444)
n. m. Número marginal
nuevo CPP Nuevo Código Procesal Penal (D. Leg. N.° 957)
ob. cit. Obra citada
p. / pp. Página / páginas
PA Proceso de amparo
PI Proceso de inconstitucionalidad
PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
PJ Poder Judicial
R. D. Resolución Directoral
R. Leg. Resolución Legislativa
R. M. Resolución Ministerial
reimp. Reimpresión
RTF Resolución de Tribunal Fiscal
s. / ss. Siguiente / siguientes
STC Sentencia de Tribunal Constitucional
StGB Strafgesetzbuch (Código Penal alemán)
t. Tomo
TC Tribunal Constitucional
TEDH Tribunal Europeo de Derechos Humanos
TP Título Preliminar
TUO Texto Único Ordenado
vol. Volumen
ESPECIAL
DEL MES
Violencia de género
Implicancias de la psicología jurídica en el
tratamiento de delitos violentos
ESPECIAL
DEL
Área
Comentario Especial del mes
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Mujeres adolescentes y violencia doméstica
Una tipología a partir de casos representativos en Lima
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
Pese a significar la principal manifestación Although mean the main manifestation
de desestructuración familiar, la violencia of family breakdown, domestic violence
doméstica tiende a reforzarse y multipli- tends to reinforce and multiply because
carse debido a su condición intrafamiliar. of their domestic condition. The article
El artículo busca reconocer y clasificar seeks to recognize and classify the mani-
las manifestaciones de poderes latentes y festations of latent powers and manifests
manifiestos de este tipo de violencia, así such violence and identify its impact on
como identificar su impacto en las mujeres adolescent girls. To do this several case
adolescentes. Para ello se eligen diversos studies are selected in the city of Lima. We
estudios de caso en la ciudad de Lima. Nos approach women who are between 13 and
aproximamos a mujeres que oscilan entre 16 years old. Its three subordinate status
los 13 y 16 años de edad. Se analiza su tri-
is analyzed: as women, as daughters and
ple condición de subordinación: como mu-
even as minors. By testimonials, product
jeres, como hijas e incluso como menores
depth interviews and life histories, is to
de edad. Mediante testimonios, producto
identify the main events and how this vio-
de entrevistas a profundidad e historias de
vida, se busca identificar sus principales lence reconfigures the lives of their victims,
manifestaciones y cómo esta violencia re- who then recreate the kind of society that
configura la vida de sus víctimas, quienes possess socialization.
a su vez recrean en la sociedad el tipo de
socialización que poseen. Keywords: Adolescence / Love / Gender /
Domestic violence
Palabras clave: Adolescencia / Amor /
Género / Violencia doméstica Title: Adolescent women and domestic
violence. A typology based on representative
Recibido: 23-09-16 cases in Lima.
Aprobado: 03-10-16
Publicado en línea: 01-11-16
25 Corcuera, Paúl, Jokin de Irala, Alfonso 27 Savenije, Wim, Maras y barras, El Salvador:
Osorio y Reynaldo Rivera, Estilo de vida de FLACSO, 2009, p. 39.
los adolescentes peruanos, Lima: Universidad de 28 Trajtenberg, Nico y Ana Vigna, “Desis-
Piura y Navarra, 2010. timiento: problemas conceptuales y meto-
26 Galarza, Gonzalo, “Fuerte incremento: dológicos en la investigación del abandono
Hubo 33 mil 420 casos de abuso sexual en el del mundo criminal”, en Revista de ciencias
2010”, en El Comercio, Lima: 22 de mayo del Sociales (RECSO), vol. 1, n.° 1, 2010, pp.
2011. Recuperado de <bit.ly/2dFBLnC>. 102-119.
la mejor actitud que debe tomar frente comparar tan fácilmente, y menos
a sus problemas. generalizar36. Posee diferentes rostros
y texturas: autoinfligida (suicidio juve-
¿SABÍA USTED QUE? nil), interpersonal (familiar, de pareja,
comunitaria) y colectiva (social, política
A nivel nacional el 49 % de niñas y y económica), además su naturaleza
niños reciben golpizas por parte de puede ser física, sexual y psíquica (o
los padres, cuya práctica es conside- simbólica)37. En nuestro caso tenemos
rada por los propios niños y niñas a la ausencia de los progenitores como
como un método natural de discipli-
na y educación. una manifestación muy particular de
violencia doméstica, en la medida que
sus consecuencias llegan potenciar los
El conflicto familiar entre el padre sentimientos de odio y de rencor hacia
y la hija puede producir un profundo el padre ausente. Este rencor es capaz
rencor. Por ejemplo el caso de Jennifer35, de disminuir las capacidades de amar y
de dieciséis años de edad, odia tanto a perdonar. Albina38, de catorce años de
su padre como a su padrastro. Al pri- edad, sufrirá la ausencia del padre, quien
mero es capaz de desearle la muerte, se encuentra en la cárcel por el delito de
pues ni siquiera lleva su apellido. De terrorismo desde hace once años39. Ella
igual modo, la existencia del padrastro lo extraña, pero el rencor que genera la
no tiene ningún significado para ella insistencia de su padre por militar en el
“las cosas me rebotan, me da igual si se mismo grupo que lo llevó a la cárcel hace
mueren (…) es más, me encantaría que a Albina odiarlo:
se mueran, así estaría más tranquila”. La
ilegitimidad de la descendencia cobra Me gustaría verlo, pero él no pone empeño
sentido, esta vez, desde la perspectiva de (…) Me duele que no quiera cambiar. He
la adolescente, percibiéndose a sí misma mentido, he dicho que mi papá trabaja. Mi
papá no está a mi lado, veo a mis compañe-
como alguien ajena a toda comunión ras y me siento mal cuando me preguntan
parental. Su padre nunca estuvo para ella
ni para su familia, y su padrastro pelea
constantemente con su madre. Se puede 36 Nateras, Alfredo, “Violencia simbólica y
significaciones de los cuerpos: tatuajes en
ver entonces que no siempre el respeto jóvenes”, en Revista Temas Sociológicos, n.° 11,
hacia el padre permanecerá intacto. Santiago de Chile: 2006.
37 Nateras, “Violencia simbólica y significacio-
nes de los cuerpos: tatuajes en jóvenes”, art.
5. El odio hacia el padre como herencia cit.
38 Estudiante del segundo año de secundaria.
Las violencias no son siempre las
39 Huaycán fue durante los años ochenta, un
mismas, por lo cual no se les puede importante bastión de Sendero Luminoso,
considerado por ello como zona roja. Hoy,
vencido el terrorismo en el Perú, esta comu-
35 Estudiante... nidad ha superado dichas heridas.
por él. En el Perú hay muchas injusticias, en la socialización de las hijas y de los
yo haría lo que él hizo pero si no tuviera hijos. Más aun, su ausencia resquebraja
familia, para que no sufran por mí.
el rol que debería cumplir como padre,
En este caso, la hija excusa las lo cual conlleva a generar, por un lado,
acciones terroristas de su padre. Sin indiferencia, y por otro, un rencor que
embargo, antes que cualquier otro va transformándose, en algunos casos,
en un odio visceral. El caso de Layla,
interés colectivo, colocará a la familia
de quince años de edad, nos permite
en un primer término, otorgándole un
comprender esa ausencia, que equivale
carácter sagrado frente al cual ningún
a la nulidad de todo sentimiento de
compromiso social puede imponerse. El
pertenencia familiar. Sus padres apenas
quebrantamiento familiar encuentra aquí
la visitan una vez al mes. Incluso durante
su principal motivo: la ausencia del padre
no se debe a una circunstancia inevitable, la presencia de sus padres solía escaparse
es producto de la irresponsabilidad y de su casa. No sabe nada de sus padres,
poco amor del padre hacia su familia, y su hermano mayor es quien cumple el
para quien es un factor secundario que rol de darle algo de dinero.
interrumpe sus objetivos máximos. Los
casos de ausencia de los padres, se repite IMPORTANTE
constantemente, en algunas familias más
que en otras. Tenemos así el caso de Por desgracia mucha gente cree
Pamela, de catorce años de edad, quien de verdad que la violencia es una
herramienta imprescindible para
no sabe el paradero de su padre, por lo proteger a sus hijos de los peligros
que no es capaz de extrañarlo: “nunca que los amenazan, consideran su uso
viví con él”, replica. como un “mal necesario”.
La “China” de dieciséis años de
edad, tampoco es capaz de extrañar a su Nuevamente el compromiso econó-
padre, quien había muerto atropellado mico supone cumplir con lo que todo
cinco años atrás. No hubo puentes padre debería hacer. No se consideran
sentimentales que le permitan atesorar los bienes simbólicos que se desprenden
instantes familiares que reproduzcan un de la interrelación entre padre e hija,
sentimiento de pertenencia. Roxana, de así como de la seguridad que permite
catorce años de edad no sabe mucho de la permanencia del padre en la familia
su padre, y no sabe si es capaz de extra- como un hombre comprometido en
ñarlo. El amor familiar es un bien que se todo sentido con su familia. Reyna, de
construye a través de la experiencia com- catorce años de edad, no tiene padre y
partida. No se hereda como un com- odia a su madre por la incapacidad de
promiso a priori, adviene al momento comunicación con ella. Ella desearía
de convivir con aquel padre a quien se tener un padre que este con ella, y una
le reconoce en la medida que interviene madre que no le replique “¡vete de la
casa!”. Como estableció Callirgos, aun los hijos. Sin embargo, ante la ausencia
en las clases medias podría encontrarse del padre, la presencia de la madre cobra
esa deserción paterna, que se creía más aun mayor relevancia, aún más de la que
en esos sectores con menor acceso al po- representa, por ser la figura con la que
der: ante las restricciones para afirmar la más se puede identificar una hija. El
masculinidad mediante el acceso al poder caso de Fanny42, de trece años de edad,
“ante el mundo”, aún cabe la posibilidad quien solo tiene a su madre, al haber sido
de hacerlo en una esfera reducida40 re- abandonada por su padre, nos permite
creándose así, el mito de la súper madre analizar, hasta qué punto se puede mu-
y del macho irresponsable41. tilar el amor filial en una adolescente y,
La ausencia del padre propiciará, más aun, cómo esto puede producir una
entonces, un trastrocamiento de la fami- insalvable incapacidad para desarrollar
lia nuclear, lo cual incide en el mundo una vida social plena. Fanny señala:
simbólico de la menor. Aunque aquel Cuando mamá le pidió ayuda (a su padre),
vacío sea suplido en algunas ocasiones me despreció […]. Quería abrazarlo, pero
por la madre o en otras por hermanos él no quiso. Le dijo a mi mamá que no
mayores o amigos, no puede ser reem- fuera su hija.
plazado al vivir en un contexto social
en donde el padre juega un rol prepon- Fanny había perdido la fe en el
derante en toda familia. La presión del padre protector que quería para sí,
concepto masificado de lo que debería encargándose este hombre de despre-
ser una familia se impone y perjudica la ciarla como hija. Una vez más el macho
seguridad de sí mismo. irresponsable tomaba su lugar. Lo único
que esta adolescente tenía era a su ma-
6. Violencia doméstica producida por dre, último bastión de amor parental, y
la madre y socialización en el silen- más aún, bastión sagrado femenino. Se
cio reproduce, así, el mito de la súper madre.
Sin embargo lo único que recibía de su
La violencia doméstica tiene como madre, de cincuentaisiete años de edad,
principal figura al padre, quien manifies- eran gritos y golpes. Esta depositará sus
ta su rigor patriarcal ante la madre de los propias frustraciones en su menor hija.
hijos y ante los hijos mismos. Asimismo, Para ello se tomará como pretexto la
hemos analizado cómo ambos padres difícil vida que ha tenido que atravesar,
pueden compartir dicha violencia hacia trabajando para sostener a sus siete hi-
jos. Desamparada y olvidada del padre
40 Callirgos, Juan Carlos, Sobre héroes y batallas, de estos, no cesará en recriminar a sus
la construcción de identidades masculinas, Lima:
Demus y Escuela para el desarrollo, 1996, p. hijos una serie de faltas, pidiéndoles en
49.
41 Callirgos, Sobre héroes y batallas, ob. cit. p.
57. 42 Estudiante del segundo año de secundaria.
dijo, vamos a hablar”. Aquel hermano simbólica de toda la vida social, lo cual
solo recibió golpes de su madre. Ante ya no es un poder vertical, de hombres
la pregunta de por qué no denunciaba a mujeres, sino difuso, porque se ejerce
a su madre, ella respondió: “porque la en distintos ámbitos de la vida social46:
quiero”. En este mismo contexto, se La familia, la escuela, y el entorno social.
puede reconocer la diferenciación que Ambos casos reflejan una rígida
los auxiliares educativos, en una de socialización vertical, la cual reproduci-
las escuelas de Huaycán, hacen entre rá un ciclo de venganza encarnada del
hombres y mujeres. A cada uno se le padre o madre hacia los hijos, quienes
otorga un rol típicamente masculino absorberán esta presión, encontrando
o típicamente femenino. Por ejemplo, una serie de salidas en los amigos (as).
al momento de censurar un comporta- A medida que estos tengan mayores
miento femenino que causaba desorden niveles de integración, más a gusto se
en el aula de clases, el auxiliar recriminó: sentirán. Se puede identificar que los
progenitores buscarán desquitarse con
¿Cómo van a estar así? Ustedes son seño-
su propia sangre, plasmando un deseo de
ritas, damas y los otros, bueno […] son
varones […]. autodestrucción, que, lejos de reestruc-
turar sus vidas, los llevará a reproducir
Para el auxiliar las mujeres son su odio más profundo en la destrucción
damas y no pueden encarnar compor- lenta y cruel de aquellos que le recuerdan
tamientos caóticos, no pueden emitir constantemente sus errores, sus frustra-
vulgaridades, ni tampoco pelearse. ciones y sus limitaciones: sus hijos. En
Todos estos comportamientos, para el nuestro caso, sus hijas.
auxiliar, son masculinos por naturaleza. El hogar es un lugar relativamente
Son estructuras prediseñadas e irrevo- aislado dentro de la comunidad. Nin-
cables. La masculinidad estaría siendo guno de los vecinos se metería cuando
tipificada como irracional e indómita. entre los miembros del hogar surgen
Es un prejuicio que refuerza su actitud conflictos, aunque todos lo saben per-
transgresora y recurrente; por su parte a fectamente: es, por ello, una violencia
las mujeres se les obliga a mantener una aceptada por los demás47. Incluso allí
compostura “correcta” frente a los ojos donde la policía quiere actuar, la propia
del otro generalizado. Esta supuesta “de- familia encubrirá la falta, aludiendo
licadeza” que se repite constantemente al poder que tiene sobre la menor. Su
en el discurso masculino, e incluso el minoría de edad la convierte en una
femenino, incluye tolerar la violencia víctima de su propia familia, al restarle
desatada del hombre contra sus pares
y contra ellas mismas. De este modo, 46 Golubov, La crítica literaria feminista, ob.
los conceptos de género estructuran la cit., p. 55.
percepción y la organización material y 47 Savenije, Maras y barras, ob. cit.
obliga a creer, y mediante una sociogéne- violencia propinada por el hombre hacia
sis (en el nivel social) observaran que la la mujer y hacia la hija debido a que es,
sociedad, en buena medida, está estruc- de algún modo, digerida por una socie-
turada de aquel modo. De este modo la dad patriarcal, que tolera un comporta-
civilización se convierte en un proceso miento de ese tipo. El comportamiento
gradual de transición de una coacción masculinizado en una madre tiende a
externa a una coacción interna53. recrudecer los traumas personales de las
Los sentimientos de pertenencia adolescentes, quienes procuraban ver en
familiar no solamente se corrompen la madre una garantía para su seguridad
debido a la violencia que dinamita la y vida futura.
seguridad yoica de las adolescentes,
además les imposibilita el vínculo con CONCLUSIÓN MÁS IMPORTANTE
los hombres, quienes se convertirán en
una amenaza constante al traslaparse el [Para superar] el contexto familiar
rol de aquel padre que no solo podría dinamitado por la violencia […] son
necesarias políticas de seguridad
ser violento y autoritario, sino infiel familiar que rebasen con creces los
y desleal. Estamos frente a formas de reduccionismos psicologistas (el
estigmatización múltiple en donde la individuo tiene la culpa) y sociologistas
desviación masculina es creada por (la sociedad tiene la culpa). Hay que
la sociedad patriarcal que le otorga procurar dejar a un lado el formalismo
eminentes facilidades para corromper para tener en cuenta que la fuerza
invisible de la violencia inserta en la
a las mujeres. Del mismo modo, las práctica implícita perversa de nuestra
mujeres sienten aquello como algo sociedad no se vencerá con leyes
cotidiano, algo imposible de modificar, escuetas e interpretaciones escindidas
frente a lo cual hay que acostumbrarse de la problemática misma.
estoicamente. Acatarían esta dimensión
naturalizada de género asimilando su Del mismo modo que es urgente
posición subalterna, potenciando una crear soluciones a corto y mediano plazo
feminidad pasiva y tolerante frente a la para este tipo de delitos contra el cuerpo y la
injusticia de género. salud, lo es también ahondar mucho más
Por otro lado, la violencia doméstica en el pensar y sentir de las adolescentes
a manos de la madre es capaz de crear en riesgo, las cuales pululan entre la niñez
desórdenes aún mayores en las adoles- y la juventud en circunstancias riesgosas.
centes debido a la expectativa que existe Sin embargo, hay que considerar
en torno al rol materno a diferencia de la que en algunos casos, más allá de la
denuncia, vislumbran una lógica de
53 Bottaro, “El estigma en las relaciones sociales actores estratégica en la complejidad de
entre ‘grupos divergentes’. Algunas reflexiones
a partir de Norbert Elías y Erving Goffman”,
sentimientos que abrigan, los cuales se
art. cit. convierten en una bisagra que integra
García Ortiz, Grisela Alejandra, “La crimino- Molinari, Tirso, “Sobre la invisibilización y las
logía en la modernidad y en la postmoder- representaciones de lo indígena en el Perú”,
nidad”, en Revista de la Facultad de Ciencias en Investigaciones Sociales, Año XII, n.° 20,
Jurídicas, n.° 5, Cuenca: 1997. Lima: UNMSM, 2008, pp. 217-227.
Germaná, César, “Pierre Bourdeiu: La sociolo- Nateras, Alfredo, “Violencia simbólica y
gía del poder y la violencia simbólica”, en significaciones de los cuerpos: tatuajes en
Revista de Sociología, vol. 11, n.° 12, Lima: jóvenes”, en Revista Temas Sociológicos, n.°
UNMSM, 1999, pp. 11-29. 11, Santiago de Chile: 2006.
Giddens, Anthony, La transformación de la Picca, Georges, “Una aproximación a la socio-
intimidad, Madrid: Cátedra, 1992. logía criminal”, en EGUZKILORE, n.° 7,
Giesecke, Margarita, “Vida cotidiana y violencia 1993, pp. 169-175.
en el Perú”, en APEP, Violencia en la región Rodríguez Rabanal, César, Cicatrices de la
andina: Caso Perú, Lima: APEP, 1993, pp. pobreza, Caracas: Nueva Sociedad, 1989.
161-192.
Santos Anaya, Martín, ¿Sabes con quién estás
Goffman, Erving, Estigma. La identidad dete-
hablando? Un ensayo sobre la dinámica
riorada. Buenos Aires: Amorrortu, 1990.
individuo-persona en la sociedad peruana,
Golubov, Nattie, La crítica literaria feminista. Lima: IDL, 1999.
Una introducción práctica, México D. F.:
UNAM, 2012. Savenije, Wim, Maras y barras, El Salvador:
FLACSO, 2009.
Honneth, Axel, Reconocimiento y menosprecio.
Sobre la fundamentación normativa de una Sennet, Richard, El respeto. Sobre la dignidad
teoría social, Madrid: KATZ Editores, 2010. del hombre en un mundo de desigualdad,
Barcelona: Anagrama, 2003.
Loayza Javier, Jerjes, Juventud y clandestinidad en
Lima: imaginarios y prácticas violentas, Lima: Trajtenberg, Nico y Ana Vigna, “Desistimien-
Fondo Editorial de la Universidad Nacional to: problemas conceptuales y metodológicos
Mayor de San Marcos, 2011. en la investigación del abandono del mundo
Mac Gregor, Felipe y Marcial Rubio, “Síntesis criminal”, en Revista de Ciencias Sociales
sobre la violencia en el Perú y estrategias (RECSO), vol. 1, n.° 1, 2010, pp. 102-119.
de pacificación”, en Violencia en la región Vich, Víctor, El discurso de la calle, Lima: Red
andina: Caso Perú. Lima: APEP, 1993, pp. para el Desarrollo de las Ciencias Sociales,
256-283. 2001.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Daño psicológico en las víctimas de delitos
violentos
Implicaciones psicológicas y jurídicas*
Pedro J. Amor**
Universidad Nacional de Educación a Distancia, España
Enrique Echeburúa***
Universidad del País Vasco, España
Miguel Á. Carrasco****
Universidad Nacional de Educación a Distancia, España
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
The article discusses the evaluation of
El artículo aborda la evaluación del daño psychological damage in victims of violent
psicológico en las víctimas de delitos vio- crimes. The authors focus their attention in:
lentos. Los autores centran su atención a) the definition of psychological damage
en: a) la definición del daño psicológico y and its evaluation, distinguishing psychic
su evaluación, distinguiendo las lesiones injuries from emotional consequences, and
psíquicas de las secuelas emocionales y ex- exposing the main differences between cli-
poniendo las principales diferencias entre nical and forensic evaluation; (b) the types
la evaluación clínica y la evaluación foren- of victims and secondary victimization; (c)
se; b) los tipos de víctimas y victimización the consequences of victimization within
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
secundaria; c) las consecuencias de la victi- the family context; and (d) the evaluation of
mización dentro del contexto familiar; y d) psychological damage
la evaluación del daño psicológico. Keywords: Psychological damage / Psychic
Palabras clave: Daño psicológico / Le- injuries / Emotional consequences / Secondary
siones psíquicas / Secuelas emocionales victimization / Clinical and forensic evaluation.
/ Victimización secundaria / Evaluación Title: Psychological damage to the victims of vio-
clínica y forense lent crimes. Psychological and legal implications
Recibido: 22-08-16
Aprobado: 19-10-16
Publicado en línea: 01-11-16
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
aniversario del suceso, el cumpleaños, la que es una noción más imprecisa, sub-
celebración de la Navidad, etc.). jetiva y que implica más una percepción
El grado de daño psicológico de perjuicio a los bienes inmateriales del
(lesiones y secuelas) está mediado por la honor o de la libertad que el malestar
intensidad/duración del hecho y la signi- emocional propiamente dicho (Tabla
ficación emocional del suceso sufrido, el 1) 5
.
Tabla 1
carácter inesperado del acontecimiento Daño psíquico en víctimas de
y el grado real de riesgo experimentado, delitos violentos
las pérdidas sufridas, la mayor o menor
- Ansiedad
vulnerabilidad de la víctima y la posi- - Preocupación constante por el trauma, con tendencia
ble concurrencia de otros problemas a revivir el suceso
actuales (a nivel familiar y laboral, por - Alteraciones en el ritmo y el contenido del sueño
ejemplo) y pasados (historia de victimi- - Hostilidad, agresividad, abuso de alcohol y de drogas
- Depresión
zación), así como por el apoyo social
- Pérdida progresiva de confianza personal debida a
existente y los recursos psicológicos de los sentimientos de indefensión y de desesperanza
afrontamiento disponibles. Todo ello, experimentados
junto con las consecuencias físicas, psi- - Sentimientos negativos: humillación, vergüenza, culpa
o ira
cológicas y sociales del suceso ocurrido, - Pérdida del interés y de la concentración en actividades
configura la mayor o menor resistencia anteriormente gratificantes
al estrés de la víctima4. - Falta o pérdida del deseo sexual
- Disminución de la autoestima
2.1. Lesiones psíquicas - Modificación de las relaciones (dependencia emocio-
nal, aislamiento)
La lesión psíquica se refiere a una - Cambio drástico en el estilo de vida, con miedo a acu-
alteración clínica aguda que sufre una dir a los lugares de costumbre; necesidad apremiante
de trasladarse de domicilio.
persona como consecuencia de haber - Cambios en el sistema de valores, especialmente la
experimentado un suceso violento y confianza en los demás y la creencia en un mundo
justo
que la incapacita significativamente para
- Aumento de la vulnerabilidad, con temor a vivir en
hacer frente a los requerimientos de la un mundo peligroso, y pérdida de control sobre la
vida ordinaria a nivel personal, laboral, propia vida
familiar o social.
Las lesiones psíquicas más fre-
Este concepto de lesión psíquica, que cuentes son las alteraciones adaptativas
es medible por medio de instrumentos (con un estado de ánimo deprimido,
de evaluación adecuados, debe sustituir ansioso o mixto), el trastorno de estrés
al de menoscabo de la integridad moral,
5 Vid. Esbec, E., “Evaluación psicológica de la
4 Baca Baldomero, Enrique y María Luisa víctima”, en Esbec, E. y G. Gómez-Jarabo,
Cabanas (eds.), Las víctimas de la violencia. Psicología forense y tratamiento jurídico-legal
Estudios psicopatológicos. Madrid: Triacastela, de la discapacidad, Madrid: Edisofer, 2000
2003. (modificado).
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
3. Tipos de víctimas y victimización mientos futuros (ver Figura 1). Por otra
secundaria parte, el efecto contagio está relacionado
Se han realizado múltiples clasifica- con la convivencia con la víctima. Un
ciones de las víctimas: algunas centradas contacto cercano y prolongado con una
en el proceso de victimización; y otras, persona que ha sufrido un trauma grave
en función del grado de participación puede actuar como un estresor crónico
en la victimización sufrida. Al margen en el familiar, hasta el punto de que
de estas clasificaciones, se ha optado por puede ser responsable de un deterioro
hacer referencia, por una parte, a la dife- físico y psíquico.
rencia entre víctimas directas e indirectas
y, por otra, a la distinción entre víctimas
de riesgo y víctimas vulnerables. Suceso
traumático
3.1. Víctimas directas e indirectas Víctima
directa
El alcance de un acontecimiento Familiares y amigos
traumático puede compararse a una íntimos
piedra arrojada en un estanque, en la
Compañeros de trabajo, vecinos y
medida en que origina un efecto onda y otros miembros de la comunidad
un efecto contagio. Utilizando este símil,
el suceso traumático origina ondas que
no solo afectan a las víctimas propia- Figura 1. Expansión de un suceso traumático
mente dichas, sino también a aquellos
que están cerca de ellas10. De esta forma, En este sentido, las víctimas directas
la onda expansiva del suceso actúa en son aquellas que han sufrido directa-
círculos concéntricos. En el primer cír- mente el acontecimiento traumático.
culo se encuentran las víctimas directas. En un suceso de esta naturaleza lo que
El segundo círculo está constituido por genera habitualmente daño psicológico
los familiares, que tienen que afrontar el suele ser la amenaza a la propia vida, una
dolor de sus seres queridos y readaptarse lesión física grave y la percepción del
a la nueva situación. Y puede haber un daño como intencionado11. En general,
tercer círculo, correspondiente a los las catástrofes naturales e incluso los
compañeros de trabajo, a los vecinos o, accidentes se tienden a asumir mejor que
en general, a los miembros de la comu- aquellos sucesos traumáticos provocados
nidad, que pueden quedar afectados por intencionalmente por otro ser humano,
el temor y la indefensión ante aconteci- en donde se pierde la confianza en las de-
más personas, no se entiende el porqué
10 Echeburúa Odriozola, Enrique, Superar un
trauma. El tratamiento de las víctimas de delitos 11 Echeburúa Odriozola, Superar un trauma,
violentos, Madrid: Pirámide, 2004. ob. cit.
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
Tabla 2
Posibles fuentes de victimización secundaria
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
pectiva, no resulta fácil establecer unos das y Asistencia a las Víctimas de Delitos
criterios generales para prevenir la victi- Violentos y Contra la Libertad Sexual); y
mización secundaria. Ahora bien, desde e) R. D. 738/1997, BOE 126, del 27 de
cada ámbito de actuación —abogacía, mayo de 1997 (Reglamento de Ayudas a
trabajo social, medicina, policía, psico- las Víctimas de Delitos Violentos y contra
logía, etc.—, conviene disponer de los la Libertad Sexual).
conocimientos necesarios sobre la pro-
blemática consustancial al tipo concreto IMPORTANTE
de victimización (maltrato, agresión
sexual, terrorismo, tortura, secuestro, La lesión psíquica se refiere a una al-
etc.) y sobre las circunstancias específicas teración clínica aguda que sufre una
en función de la vivencia de cada vícti- persona como consecuencia de haber
experimentado un suceso violento y
ma y de su situación personal. De este que la incapacita significativamente
modo, se debe actuar conforme a esos para hacer frente a los requerimien-
conocimientos y al código deontológico tos de la vida ordinaria a nivel perso-
de cada ámbito profesional, mostrando nal, laboral, familiar o social.
sensibilidad hacia las necesidades de las
víctimas y tratándolas con comprensión, En este sentido, resulta fundamen-
dignidad y respeto. tal conocer la situación de la víctima
Asimismo, el Estado y los Esta- en las diferentes fases del proceso penal
dos de la UE, además de reconocer la (denuncia a la policía, intervención en el
victimización secundaria, y con el fin proceso penal, veredicto final y postsen-
de proteger mejor a las víctimas, a los tencia), así como las posibles fuentes
profesionales y a la sociedad en su con- de victimización secundaria o segunda
junto, han ido presentando diferentes victimización19.
recomendaciones y leyes, como, por Otra forma de prevenir la victimi-
ejemplo, las siguientes: a) recomenda- zación secundaria dentro de la actividad
ción de 1985 del Consejo de Europa pericial psicológica es partir del principio
(trato policial a la víctima, ayudas de intervención mínima20 o, dicho en
materiales a las que tiene derecho, in-
terrogatorio cuidadoso y considerado);
b) R. D. 673/1992 del 19 de junio y 19 Cfr. Albarrán Olivera, A. J., “Psicología
forense y victimología”, en Urra Portillo, J.
R. D. 1.879/1994 del 16 de setiembre (comp.), Tratado de psicología forense, Madrid:
(resarcimientos por daños a víctimas de Siglo XXI de España, 2002, pp. 327-363.
bandas armadas y acciones terroristas); 20 Echeburúa Odriozola, Enrique, José
Manuel Muñoz Vicente, y Ismael Loinaz
c) L. O. 19/1994 del 23 de diciembre Calvo, “La evaluación psicológica forense
(protección de testigos y peritos en cau- frente a la evaluación clínica: propuestas y
sas criminales); d) L. O. 35/1995, BOE retos de futuro”, en International Journal of
Clinical and Health Psychology, vol. 11, n.° 1,
296, del 12 de diciembre de 1995 (Ayu- 2011.
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
4.2. Maltrato infantil fancia y Aprendizaje, vol. 71, 1995, pp. 49-58;
Inglés, A., “Origen, proceso y algunos resul-
4.2.1. Delimitación y consecuencias tados del estudio sobre malos tratos infantiles
en Cataluña”, en Infancia y Aprendizaje, vol.
Una de las expresiones de la violen- 71, 1995, pp. 23-32; Inglés Prats, Antoni,
El matractament d´infants a catalunya. Quants,
cia familiar con más graves consecuen- com i perqué, Departamento de Justicia,
cias en la vida futura de una víctima es Colección Justicia i Societat, 2000; Jiménez,
la que se produce durante su infancia de J., M. Moreno, A. Oliva, J. Palacios, y D.
Saldaña, El maltrato infantil en Andalucía,
mano de sus propios padres. Se estima Sevilla: Consejería de Trabajo y Asuntos
que las cifras de maltrato infantil oscilan Sociales, 1995.
entre el 0.2 % y el 2 % según el tipo de 32 Vidal, F. y R. Mota, Encuesta de infancia
maltrato recibido, siendo el abandono en España 2008, Madrid: Fundación Santa
María, 2008.
y el maltrato emocional los más pre- 33 Inglés, “Origen, proceso y algunos resultados
valentes31. No obstante, estas cifras au- del estudio sobre malos tratos infantiles en
Cataluña”, art. cit.; Jiménez et al., El maltrato
infantil en Andalucía, ob. cit.; De Paúl et al.,
31 De Paúl, J., M. I. Arruabarrena, B. Torres, “La prevención del maltrato infantil en la
y R. Muñoz, “La prevención del maltrato provincia de Guipúzcoa”, art. cit.
infantil en la provincia de Guipúzcoa”, en In- 34 De Paúl et al., “La prevención del maltrato
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
4.2.2. Implicaciones legales y forenses del interés superior del menor; b) toda
El marco legal básico de referen- persona que detecte una situación de
cia al que el forense puede recurrir en riesgo o posible desamparo de un menor
relación con el maltrato a menores se tiene la obligación de comunicarlo
encuentra en la Ley 54/2007, del 28 de a la autoridad o a sus agentes más
diciembre, de Adopción Internacional43 y próximos (servicios municipales,
la Ley 1/1996, del 15 de enero, referida a servicios comunitarios, juez de guardia)
la Ley de Protección Jurídica del Menor44. y prestarle el auxilio inmediato que
precise (art. 13, LPJM). Las autoridades
y servicios públicos tienen la obligación
IMPORTANTE
de informar a los representantes legales
[L]as víctimas directas son aque-
del menor y al Ministerio Fiscal (arts.
llas que han sufrido directamente el 14 y 16, LPJM), así como verificar
acontecimiento traumático. […] A su la situación y adoptar las medidas
vez, las víctimas indirectas son aque- necesarias para resolverla; c) la patria
llas que sufren por las consecuencias potestad debe ejercerse respetando la
del suceso traumático que ha experi- integridad física y psicológica del menor;
mentado una persona allegada (fami- d) se debe tener presente la posibilidad
liar, amigo íntimo, etc.), por ejemplo,
la violación de una hija o hermana, el
de solicitar un Juicio Rápido cuando
asesinato de un hijo, etc. se trate de menores (art. 795 de la Ley
Enjuiciamiento Criminal, LEC); e) las
comparecencias en juicio han de ser
A continuación se indican algunas
adecuadas a la situación y desarrollo
cuestiones legales de especial interés para
evolutivo del menor; f ) se debe incluir
el ámbito pericial45: a) toda actuación del todas las medidas posibles para prevenir el
forense se regirá por el principio jurídico maltrato institucional y la victimización
secundaria: evitar la confrontación visual
A. y R. Allen, “Maternal withdrawal from del menor con el inculpado durante las
handicapped toddlers”, en Journal of Child
Psychology and Psychiatry, vol. 26, 1985, pp. declaraciones (p. ej., por medio de la
381-387. videoconferencia) (arts. 707, 737 bis y
43 LAI; Boletín Oficial del Estado (BOE), 448 LEC); obtener la declaración del
N.° 312 (29-12-2007). Ley 54/2007, de 28 de menor en presencia del Ministerio Fiscal
diciembre de Adopción Internacional.
44 LPJM; Boletín Oficial del Estado (BOE), y con sus padres si no lo niega el juez;
N.° 15 (17-1-1996). Ley 1/1996 de 15 de enero solicitar al juez la posibilidad de grabar
de Protección Jurídica del Menor. la declaración (art. 433 LEC); eliminar
45 Gómez-Bengoechea, B. y A. Beráste-
gui, “El maltrato infantil intrafamiliar una los careos salvo orden del juez; solicitar
visión general”, en Gómez-Bengoechea, B. las declaraciones en el período de
(coord.), Violencia intrafamiliar. Hacia unas instrucción como pruebas constituidas;
relaciones familiares sin violencia, Madrid:
Universidad Pontificia de Comillas, 2009, g) hay que priorizar los procedimientos
pp. 21-42. en los que tengan que declarar menores;
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
en el ámbito familiar, pero puede darse cheques, joyas u otros objetos de valor,
en el ámbito comunitario o institucional transfieren sus bienes, le obligan a firmar
y aproximadamente el 25 % de estas documentos, testamentos o poderes bajo
víctimas son maltratadas por su pareja. engaño o coacción, le niegan informa-
Se ha informado de un incremento de ción sobre su estado económico o sus
este tipo de maltrato en los últimos años, cuentas; en definitiva, utilizan los recur-
especialmente en los varones51. sos económicos y bienes del anciano en
La violencia contra los ancianos su propio beneficio.
también puede adoptar diferentes for- El maltrato dirigido a ancianos
mas52: física, psicológica/emocional, genera tanto síntomas físicos —lesiones
sexual, por abandono o negligencia. De físicas, fracturas, hematomas, deshidra-
todas ellas, el maltrato más frecuente tación/desnutrición, úlceras por presión,
es la negligencia y el maltrato psicoló- mala higiene, pérdida de peso e intoxi-
gico. No obstante, destaca el maltrato cación por fármacos—, como psicoló-
económico como una forma peculiar de gicos —dependencia a medicamentos o
violencia en este colectivo53: los cuida- alcohol, deterioro del sistema inmuno-
dores se apropian del dinero del anciano, lógico, trastornos alimentarios crónicos,
depresión y tendencias suicidas, miedo
y ansiedad, y cuadros confusionales54—.
“Maltrato y negligencia en personas mayores”,
en Muñoz, J. (ed.), Personas mayores y malos La mayoría de los efectos del maltrato en
tratos, Madrid: Pirámide, 2004, pp. 15-40; esta población se han estudiado con un
Wolf, R., L. Daichman, y G. Bennet, “El alcance temporal a corto o medio plazo.
maltrato de las personas mayores”, en Krug,
E., L. Dahlberg, J. Mercy, A. Zwi y R. Dentro de la evaluación forense, el
Lozano (eds.), World report on violence and perito debe estar atento a los principales
health, Washington: Organización Mundial
de la Salud, 2003. signos y síntomas55: relato inconsistente
51 Iborra Marmolejo, Maltrato de personas
mayores en la familia en España, ob. cit.; 54 Decalmer, P., “Clinical presentation and ma-
Centro Reina Sofía, Ancianos maltratados nagement”, en Decalmer, P. y F. Glenden-
en el ámbito familiar, 2004. Recuperado de ning (eds.), The mistreatment of elderly people,
<www.centroreinasofia.es/paneldecontrol/est/ London: Sage Publications, 1997, pp. 42-73;
pdf/EST010-3262.pdf>, (fecha de consulta: Sánchez del Corral, F., “Anciano con de-
13 de octubre del 2010). terioro funcional y nutricional”, en Benito,
52 Benito, L., N. Reyes e I. Sevilla, “Definición L., J. C. Molina, P. Taboso, F. Sánchez del
de malos tratos”, en Benito, L. y J. C. Mo- Corral (eds.), Situaciones clínicas en malos
lina, P. Taboso, y F. Sánchez del Corral tratos en niños y ancianos, Barcelona: Grupo
(eds.), Situaciones clínicas en malos tratos en Ars XXI de Comunicación, S. L., 2006, pp.
niños y ancianos, Barcelona: Grupo Ars XXI de 79-104 y 105-128; Wolf, R., Elder, “Abuse
Comunicación, S. L., 2006, pp. 1-38; Muñoz and Neglect: Causes and Consequences”, en
Tortosa, “Maltrato y negligencia en personas Journal of Geriatric Psychiatry, vol. 30, 1997,
mayores”, art. cit. pp. 153-174.
53 Campbell y Browne, “Elder abuse and ne- 55 Sánchez del Corral, “Anciano con dete-
glect”, art. cit.; Muñoz Tortosa, “Maltrato rioro funcional y nutricional”, art. cit., pp.
y negligencia en personas mayores”, art. cit. 79-128.
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
5. Evaluación del daño psicológico Destino de Variable (juez, aboga- El propio paciente
la evalua- do, seguros, etc.)
ción
La evaluación del daño psíquico
Estándares y Psico-legales Médico-psicológicos
sufrido en las víctimas es importante requisitos
para planificar el tratamiento, así como Fuentes de Entrevista. Test. Ob- Las mismas (excepto
i n f o r m a - servación. Informes los expedientes judi-
para tipificar los daños criminalmente, ción médicos y psicológi- ciales) y el historial
establecer una compensación adecuada cos. Familiares. Expe- clínico
dientes judiciales
o determinar la incapacidad laboral.
Actitud del Riesgo de simulación En general, sinceri-
En uno y otro caso esta evaluación se sujeto hacia o de disimulación o dad (demanda vo-
suele realizar mediante autoinformes y la evalua-
ción
de engaño (demanda luntaria)
involuntaria)
entrevistas estructuradas. Ámbito de Estado mental en rela- Global
la evalua- ción al objeto pericial
ción
5.1. Diferencias entre la evaluación clínica
Tipo de in- Muy documentado, Breve y con conclu-
y la evaluación forense forme razonado técnicamen- siones. Documento
te y con conclusio- clínico
Aunque la evaluación psicológica nes que contesten a
clínica y la forense comparten un la demanda judicial.
Documento legal
interés común por la valoración del I n t e r v e n - Esperable. En calidad No esperable. En
estado mental del sujeto explorado, la ción en la de perito calidad de testigo-
sala de Jus- perito
primera tiene como objetivo principal ticia
de su actuación poder llevar a cabo una
posterior intervención terapéutica; en Las diferencias en relación al
cambio, la segunda pretende analizar las contexto de aplicación (clínico o judicial)
repercusiones jurídicas de los trastornos y al objeto de la demanda (asistencial
mentales. Las principales diferencias o pericial) marcan las características
entre los dos tipos de evaluación se propias que adquiere el proceso de
presentan en la Tabla 458. evaluación psicológica en cada uno de
los dos ámbitos59, al tiempo que impiden
que un mismo profesional ejerza con la
58 Vid. Echeburúa Odriozola et al., “La
evaluación psicológica forense frente a la eva- 59 Ackerman, M. J., Essentials of forensic psy-
luación clínica: propuestas y retos de futuro”, chological assessment, 2.a ed., New York: John
art. cit. Wiley & Sons, 2010.
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
Síntomas Instrumentos
Puntos de rada que sirve para evaluar la gravedad e
corte
intensidad de los síntomas de este cuadro
Depresión - Inventario de Depresión
(BDI) (Beck, Rush, Shaw
18
18
clínico en víctimas de diferentes sucesos
y Emery, 1979; Vázquez y traumáticos (ver Tabla 6). Esta escala
Sanz, 1997 )
a
2. Sueños desagradables y recurrentes sobre el suceso. existente, así como determinar la validez
3. Conductas o sentimientos que aparecen como si del testimonio. Respecto a la evaluación
el suceso estuviera ocurriendo de nuevo.
4. Malestar psicológico intenso cuando el sujeto se del daño psicológico, el informe forense
expone a estímulos internos o externos que simbo- tiene como propósito, en unos casos,
lizan o recuerdan algún aspecto del acontecimiento
traumático. probar la existencia de un delito; en otros,
5. Reactividad fisiológica cuando el sujeto se expone reparar el daño causado a la víctima. En
a estímulos internos o externos que simbolizan
o recuerdan algún aspecto del acontecimiento
los dictámenes periciales, la exploración
traumático. psicológica de la víctima debe centrarse
C. Evitación persistente de los estímulos asociados con el en los siguientes aspectos (ver Figura 2):
trauma y falta de capacidad general de respuesta (no
existente antes del trauma), que se ponen de mani- a) Nivel de adaptación anterior al su-
fiesto en, al menos, tres de los siguientes fenómenos: ceso violento, tanto a nivel social y
1. Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos laboral como familiar y emocional.
o conversaciones asociados con el trauma.
2. Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas b) Nivel actual de adaptación.
que provocan el recuerdo del trauma.
3. Incapacidad para recordar alguno de los aspectos c) Reacción readaptativa tras el aconte-
importantes del trauma. cimiento: afrontamiento del suceso;
4. Disminución marcada del interés o de la partici-
pación en actividades significativas. resultados del afrontamiento.
5. Sensación de distanciamiento o de extrañamiento d) Nexo de causalidad entre el delito
respecto a los demás.
6. Limitación en la capacidad afectiva (por ejemplo, sufrido y la inadaptación actual.
incapacidad de enamorarse).
7. Sensación de acortamiento del futuro (por ejem-
e) Pronóstico en relación con el futu-
plo, desconfianza en la capacidad para realizar una ro, que puede depender del tiempo
carrera, casarse, tener hijos o vivir una vida larga). transcurrido desde la agresión, del
D. Síntomas persistentes de hiperactivación (no existen-
tes antes del trauma) que se ponen de manifiesto en,
funcionamiento actual respecto a
al menos, dos de los siguientes fenómenos: la situación anterior al delito y del
1. Dificultad para conciliar o mantener el sueño tipo y cantidad de recursos sociales y
2. Irritabilidad o explosiones de ira
3. Dificultades de concentración
personales con que cuenta la víctima.
4. Hipervigilancia
5. Respuesta de alarma exagerada Nivel de
E. La duración del trastorno descrito en los apartados (in)adaptación
B, C y D es superior a un mes. actual
F. El trastorno ocasiona un malestar clínico o es causa Nexo
causal
de una alteración significativa en el funcionamiento
social, laboral o en otras áreas importantes de la vida. Nivel de
Suceso Pronóstico de
(in)adaptación
traumático futuro
previa
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
tarios, como los dibujos, los muñecos consecuencias del hecho delictivo son
anatómicos, etc., sobre todo cuando el múltiples (p. ej., sufrir simultáneamente
niño es menor de 6 años. Asimismo, la un robo y una agresión sexual).
información proporcionada por otros
profesionales (pediatras, maestros, traba- IMPORTANTE
jadores sociales, etc.) puede ser de gran
ayuda en estas circunstancias70. Una de las expresiones de la
violencia familiar con más graves
6. A modo de conclusión consecuencias en la vida futura de
una víctima es la que se produce
Un campo fundamental de actua- durante su infancia de mano de sus
ción de los psicólogos forenses tiene que propios padres. […] El estado de in-
ver con la evaluación del daño psicológi- madurez y de dependencia familiar,
característico de un menor en proce-
co en las víctimas de sucesos traumáticos so de desarrollo, lo hace especialmen-
y, en particular, en las víctimas de delitos te vulnerable a la adversidad de la
violentos. Esta actividad se caracteriza violencia procedente del contexto de
por una gran responsabilidad, derivada seguridad y protección que se atri-
de la repercusión que tiene el informe buye y tiene asignada la familia.
pericial en la vida de las víctimas (p. ej.,
indemnizaciones económicas, credibili- Sin embargo, no todas las víctimas
dad del testimonio, asistencia psicológi- de un delito reaccionan igual ni padecen
ca, etc.) y también en la de los agresores. con posterioridad un trastorno psiquiá-
Los delitos violentos son sucesos trico. Por tanto, es labor —en ocasiones
negativos, vividos de forma brusca, que nada fácil— del psicólogo forense deli-
generan terror e indefensión, ponen en mitar el daño psíquico existente y deter-
peligro la integridad física o psicológica minar su procedencia, así como analizar
de una persona y, con frecuencia, dejan la veracidad del testimonio, tratando, en
a la víctima en tal situación emocional la medida de lo posible, de no victimizar
que es incapaz de afrontarla con sus secundariamente a esa persona.
recursos psicológicos habituales71. A su
En cualquier caso, es determinante
vez, el daño psicológico generado es más
en este ámbito que los psicólogos fo-
probable y suele ser mayor cuando las
renses tengan una experiencia clínica
amplia, recurran a diferentes fuentes de
70 Cfr. Cantón Duarte, José y María Rosario información, dispongan de distintos mé-
Cortés Arboleda, Guía para la evaluación
del abuso sexual infantil, Madrid: Pirámide, todos de evaluación (tanto cuestionarios
2000. y entrevistas como la observación directa
71 Vid. Echeburúa Odriozola, Amor Andrés de la conducta) validados en el contexto
y De Corral Gargallo, “Evaluación del
daño psicológico en víctimas de delitos vio- pericial y, por último, que tengan un
lentos”, art. cit. buen entrenamiento especializado en el
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
Boletín Oficial del Estado (BOE), N.° 314 infantil en la provincia de Guipúzcoa”, en
(29-12-2007). Ley Orgánica 1/2004, de 28 Infancia y Aprendizaje, vol. 71, 1995, pp.
de diciembre, de Medidas de Protección Inte- 49-58.
gral contra la Violencia de Género. Decalmer, P., “Clinical presentation and
Campbell, A. y K. Browne, “Elder abuse and management”, en Decalmer, P. y F. Glen-
neglect”, en Woods, R. y L. Clare (eds.), denning (eds.), The mistreatment of elderly
Handbook of the clinical psychology of ageing, people, London: Sage Publications, 1997,
Chichester: John Wiley & Sons, 2008, pp. pp. 42-73.
311-322. Derogatis, L. R., The SCL-90-R. Manual I:
Campbell, J. C., “Health consequences of inti- Scoring, Administration, and Procedures for
mate partner violence”, en The Lancet, vol. the SCL-90, Baltimore: John Hopkins Uni-
359, 2002, pp. 1331-1336. versity, School of Medicine, 1977 (version
Cantón Duarte, José y María Rosario Cortés española, Madrid, Ediciones TEA, 2002).
Arboleda, Guía para la evaluación del abuso Dodge, K., G. Pettit y J. Bates, “Effects of
sexual infantil, Madrid: Pirámide, 2000. physical maltreatment on the development
Carrasco-Ortiz, M. A., J. F. Rodríguez- of peer relations”, en Developmental Psycho-
Testal y B. M. Hesse, “Problemas de pathology, vol. 6, 1994, pp. 43-55.
conducta de una muestra de menores Echeburúa Odriozola, Enrique, Superar un
institucionalizados con antecedentes de trauma. El tratamiento de las víctimas de
maltrato”, en Child Abuse and Neglect, (25) delitos violentos, Madrid: Pirámide, 2004.
6, 2001, pp. 819-838. Echeburúa Odriozola, Enrique y Cristina
Centro Reina Sofía, Ancianos maltratados en Guerricaechevarría, Abuso sexual en la
el ámbito familiar, 2004. Recuperado de infancia: víctimas y agresores, Madrid: Ariel,
<www.centroreinasofia.es/paneldecontrol/ 2000.
est/pdf/EST010-3262.pdf>, (Revisado el Echeburúa Odriozola, Enrique, e Ignacio José
13 de octubre del 2010). Subijana Zunsunegui, “Guía de buena
Conde, V. y J. I. Franch, Escalas de evaluación práctica psicológica en el tratamiento judi-
comportamental para la cuantificación de la cial de los niños abusados sexualmente”, en
sintomatología psicopatológica en los trastornos International Journal of Clinical and Health
angustiosos y depresivos, Madrid: Laboratorios Psychology, vol. 8, 2008, pp. 733-749.
Upjohn, 1984. Echeburúa Odriozola, Enrique, Pedro Javier
Crittenden, P. M., “Maltreated Infants: Amor Andrés y Paz De Corral Gar-
Vulnerability and resilience”, en Journal gallo, “Autoinformes y entrevistas en el
of Child Psychology and Psychiatry, vol. 26, ámbito de la psicología clínica forense: limi-
1985, pp. 85-96. taciones y nuevas perspectivas”, en Análisis
Cruz, J. M., “La victimización por violencia y modificación de conducta, vol. 29, n.° 126,
urbana: niveles y factores asociados en 2003, pp. 503-522.
ciudades de América Latina y España”, en Echeburúa Odriozola, Enrique, Pedro Javier
Revista Panamericana de Salud Pública, vol. Amor Andrés, Belén Sarasua Sanz e Irene
5, 1999, pp. 259-267. Zubizarreta Anguera, “Repercusiones
De Paúl, J. y M. I. Arruabarrena, “Behavior psicopatológicas de la violencia doméstica en
problems in school-aged physically abused la mujer: un estudio descriptivo”, en Revista
and neglected children in Spain”, en Child de Psicopatología y Psicología Clínica, vol. 2,
Abuse and Neglect, vol. 19, 1995, pp. 409- 1997, pp. 7-19.
418. Echeburúa Odriozola, Enrique, Pedro Javier
De Paúl, J., M. I. Arruabarrena,, B. Torres, Amor Andrés y Paz De Corral Garga-
y R. Muñoz, “La prevención del maltrato llo, “Evaluación del daño psicológico en
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
violencia doméstica: programa de actuación, rriage and the family, New York: Brunner/
Madrid: Pirámide, 2004. Mazel, 1988.
LEC. Ley de Enjuiciamiento Civil, 12.a. ed., Organización Mundial de la Salud, CIE-10.
Madrid: Tecnos, 2010. Trastornos mentales y del comportamiento,
LECrim, Ley de Enjuiciamiento Criminal (26.a Ginebra: Organización Mundial de la
ed.). Madrid: Tecnos, 2010. Salud, 1992.
López Sánchez, Félix, Abusos sexuales a menores. Organización Mundial de la Salud (World
Lo que recuerdan de mayores, Madrid: Minis- Health Organization), Declaración de Toron-
terio de Asuntos Sociales, 1994. to para la prevención global del maltrato de
López Sánchez, Félix, E. Carpintero, M. las personas mayores, 2002. Recuperado de
Hernández, M.J. Martín, y A. Fuertes, <www.inpea.net/images/ TorontoDeclara-
“Prevalencia y consecuencias del abuso cion_Espanol.pdf>, (fecha de consulta: 14
sexual al menor en España”, en Child Abuse de octubre del 2010).
and Neglect, vol. 19, 1995, 1039-50. Pynoos, R., S. Sorenson, y A. Steinberg,
Mas, B., y M. Carrasco, “Abuso sexual y “Interpersonal violence and traumatic stress
maltrato infantil”, en Comeche, M.I. y reactions”, en Goldberger, L. y Breznitz,
M.A. Vallejo (eds.), Manual de terapia de S. (eds.), Handbook of stress: Theoretical
conducta en la infancia, Madrid: Dykinson, and clinical aspects, 2.a ed., New York: Free
2005, pp. 231-264. Press, 1993.
McGruder-Johnson, A.K., E.S. Davidson, Resnick, P. J., “Malingering of posttraumatic
D.H. Gleavves, W. Stock y J.F. Finch, disorders”, en Rogers, R. J. (ed.), Clinical
“Interpersonal violence and posttraumatic assessment of malingering and deception, New
symptomatology. The effects of ethnicity, York: Guilford Press, 1997, pp. 130-152.
gender, and exposure to violent events”,
Rosenberg, M., Society and the Adolescent Self
en Journal of Interpersonal Violence, vol. 15,
Image, Princeton: Princeton University
2000, pp. 205-221.
Press, 1965.
Mota, R., “Los nuevos contextos de maltrato: el
maltrato a los mayores”, en B. Gómez-Ben- Rosenfeld, B., D. Green, E. Pivovarova, T.
goechea (coord.), Violencia intrafamiliar. Dole, y P. Zapf, “What to do with contra-
Hacia unas relaciones familiares sin violencia dictory data? Approaches to the integration
(pp. 111-126). Madrid: Universidad Pon- of multiple malingering measures”, en Inter-
tificia de Comillas, 2009. national Journal of Forensic Mental Health,
vol. 9, 2010, pp. 63-73.
Muñoz Tortosa, J., “Maltrato y negligencia
en personas mayores”, en Muñoz, J. (ed.), Sánchez del Corral, F., “Anciano con dete-
Personas mayores y malos tratos, Madrid: rioro funcional y nutricional”, en Benito,
Pirámide, 2004, pp. 15-40. L., J.C. Molina, P. Taboso, F. Sánchez
Muñoz Tortosa, J., “Protección jurídica de las del Corral (eds.), Situaciones clínicas en
personas mayores: aspectos generales”, en malos tratos en niños y ancianos, Barcelona:
Muñoz Tortosa, J. (ed.), Personas mayores Grupo Ars XXI de Comunicación, S. L.,
y malos tratos, Madrid: Pirámide, 2004, pp. 2006, pp. 79- 128.
171-187. Sarasua Sanz, Belén e Irene Zubizarreta
Naciones Unidas, Violence against women in Anguera, Violencia en la pareja, Málaga:
the family, New York, 1987. Aljibe, 2000.
O’Leary, K.D. y Arias, I., “Prevalence, corre- Sherrod, K. B., S. O´Connor, P. M. Vítese,
lates and development of spouse abuse”, en W.A. Altemeier, “Child health and mal-
Peters, R. D. y McMahon, R. J., (eds.), treatment”, en Child Development, vol. 55,
Social learning in system approaches to ma- 1984, pp. 1174-1183.
Penal Especial del mes Pedro J. Amor / Enrique Echeburúa / Miguel Á. Carrasco
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Evaluación psicológica forense de menores
víctimas de violencia de género
Laura Fátima Asensi-Pérez*
Universidad de Alicante, España
Miguel Díez-Jorro**
Universidad de Alicante, España
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
En este trabajo exponemos la necesidad, In this paper we present the need, from
desde el contexto forense, de evaluar the forensic context, to properly evaluate
adecuadamente a los menores expuestos children exposed to gender-based violence,
a violencia de género, pudiendo consi- consideration could be given to them as
derarse a los mismos como víctimas de victims of risk, direct or indirect victims,
riesgo, directas o indirectas, y víctimas and especially vulnerable victims. A fo-
especialmente vulnerables. Una valoración rensic psychological assessment with an
psicológica forense con un protocolo ad ad hoc protocol involves the development
hoc conlleva la elaboración de un informe of a psychological expert report that would
pericial psicológico que resultaría un me- be valid like a means test to demonstrate
dio de prueba válido a fin de evidenciar the psychological harm or psychological
el daño psíquico/secuelas de los niños y consequences of children in these matters.
niñas inmersos en asuntos de violencia A proper protocol and an effective expert
de género. Un protocolo adecuado y un report also help avoid or at least minimize
informe pericial eficaz ayudarían, además, re- victimization of children by the judicial
a evitar o, al menos minimizar, una revic- system.
timización de los menores por parte del
sistema judicial. Keywords: Gender-based violence, Expert
evaluation, Children and violence, Forensic
Palabras clave: Violencia de género, psychological evaluation.
Evaluación pericial, Menores y violencia
de género, evaluación psicológica forense. Title: Psychological forensic evaluation of
child victims of gender-based violence.
Recibido: 16-08-16
Aprobado: 13-10-16
Publicado en línea: 01-11-16
severidad, intensidad, frecuencia, conti- ben seguir una metodología avalada, con
nuidad, edad de inicio, relación con el un protocolo estructurado y adecuado a
agresor, relación con otras víctimas en la evaluación infantil (teniendo además
el mismo contexto, o la concurrencia de en cuenta su posible victimización) así
diversos tipos de violencia2 con el objeto como contemplar estrategias evaluativas
de realizar una evaluación longitudinal ad hoc, todo lo cual suministrará al
y topográfica. juzgador argumentos válidos y fiables
El informe pericial psicológico para la formación de su convencimiento.
puede resultar un medio de prueba
de especial relevancia en los casos de IMPORTANTE
violencia sobre la mujer. Destacamos
la importancia de realizar un informe [Es importante] realizar un informe
psicológico-forense útil y eficaz basa- psicológico-forense útil y eficaz basa-
do en una evaluación científicamente do en una evaluación científicamente
validada, con una estructura clara,
validada, con una estructura clara, que que responda a las solicitudes del
responda a las solicitudes del contexto contexto judicial y que sirva de vía
judicial y que sirva de vía para trasladar para trasladar toda aquella informa-
toda aquella información relevante que ción relevante que ayude a esclarecer
ayude a esclarecer las situaciones vividas las situaciones vividas por las vícti-
por las víctimas menores en contextos mas menores en contextos de violen-
cia de género.
de violencia de género. En la práctica de
los tribunales, el dictamen de peritos es
uno de los medios de prueba de mayor Otra cuestión importante consiste
relevancia, como viene a demostrar el en evitar en lo posible la revictimización
estudio de la jurisprudencia y su fre- de los menores inmersos en procesos
cuente utilización cuando es necesario judiciales. El daño psíquico que puedan
realizar análisis o estudios técnicos sobre haber desarrollado sumado a la vulnera-
el objeto del proceso y los hechos que bilidad específica de los niños y las niñas
lo conforman3. Atendiendo a la función como víctimas en un proceso de violen-
principal de auxilio judicial, las evalua- cia con características peculiares en su
ciones forenses realizadas a menores de- forma, entorno, personas vinculadas y
manifestaciones, que se ejerce contra sus
2 Milling Kinard, E., “Methodological
madres (en la mayoría de los casos por
issues in assessing the effects of maltreatment sus propios padres) lleva a que sea fácil
characteristics on behavioral adjustment in reforzar su victimización en una relación
maltreated children”, en Journal of Family
Violence, vol. 19, 2004, pp. 303-318. evaluativa o asistencial.
3 González-Montes Sánchez, José Luis, “La Al hilo de lo anterior, en España
prueba pericial en la ley de enjuiciamiento
civil. Balance crítico”, en Revista Estudios ha entrado en vigor el 28 de octubre
Jurídicos, n.° 13, 2014. del 2015 la nueva Ley del Estatuto de la
Víctima (Ley 4/2015) donde se estable- A través de este trabajo nos iremos
cen normas mínimas sobre los derechos, deslizando por diferentes conceptos,
apoyo y protección de las víctimas de características, consecuencias, datos y
delitos, teniendo en cuenta el aspecto procesos relacionados con la violencia
moral y reconociendo su dignidad4. de género, concretamente sobre la eva-
Consiste en un nuevo régimen jurídico luación psicológico-forense en asuntos
que representa una decidida postura para judiciales de violencia sobre la mujer,
avanzar en la protección de los derechos y más concretamente en protocolos de
de las víctimas y mejorar la respuesta a evaluación de los menores expuestos y
sus necesidades e intereses legítimos en víctimas de estas situaciones violentas.
el marco del proceso penal, con una
especial atención a los colectivos más 2. Violencia de género y victimología
vulnerables a fin de prevenir su victimi-
Desde la victimología, como ciencia
zación secundaria. En este estatuto se
que estudia la víctima desde el punto de
contempla tanto a las víctimas directas
vista de su sufrimiento en sus diferentes
como indirectas (familiares y allegados).
etapas de victimización5, vamos a cen-
Esta nueva ley es un avance destacable
trarnos en el papel protagonista de las
ya que reconoce como víctimas a los
víctimas y personas perjudicadas en el
menores que se encuentran en un en-
proceso de la violencia contra la pareja
torno de violencia de género, con el fin
desde la perspectiva de género.
de garantizarles el acceso a los servicios
de asistencia y apoyo así como para la El Informe sobre la situación mun-
adopción de medidas de protección. A dial de la prevención de la violencia de
este respecto, es de suma importancia la Organización Mundial de la Salud
un informe pericial psicológico como (2014) refiere un elevado número de
instrumento a través del cual se puede muertes resultantes de la violencia y un
aportar este tipo de visibilidad a las víc- elevado número de consecuencias no
timas infantiles, que pueden pasar des- mortales que afectan a las mujeres, los
apercibidas o no ser consideradas como niños y las personas mayores; no obs-
tales. Ello va a suponer una protección tante, se destaca que los datos presentan
de los menores de forma más integral lagunas importantes que limitan las
en el contexto evaluativo, ajustándose a iniciativas para poder prevenirla. La vio-
los principios y a las metas establecidas lencia, en cualquier escenario, tiene un
en las directivas europeas y el Convenio doble efecto sobre la víctima, ya que le
de Estambul. produce efectos perniciosos tanto a nivel
físico como a nivel psíquico, así como que el 35 % de las mujeres han sufrido
consecuencias adaptativas y sociales. violencia física o sexual por parte de su
pareja o violencia sexual por terceros. La
¿SABÍA USTED QUE? mayor parte de esta violencia corresponde
a la ejercida por la pareja.
[L]a violencia de género se entiende En un trabajo de revisión sistemática
como un tipo de violencia que se di-
rige sobre las mujeres por el hecho
de la literatura científica realizado
mismo de serlo, por ser consideradas por Dillon, Hussain, Lozton y
por sus agresores carentes de los de- Rahman8 se revisaron investigaciones
rechos mínimos y que tiene como re- publicadas entre 2006-2012, incluyendo
sultado un daño físico, sexual o psi- estudios cuantitativos y cualitativos
cológico. de países occidentales y en desarrollo.
Los resultados (obtenidos mediante
Concretamente, la violencia de instrumentos de medida validados)
género se entiende como un tipo de muestran que, si bien hay una variación
violencia que se dirige sobre las mujeres en la prevalencia de la violencia contra
por el hecho mismo de serlo, por ser la pareja en distintos ámbitos culturales,
consideradas por sus agresores carentes este tipo de violencia se asoció con
de los derechos mínimos y que tiene una variedad de problemas de salud
como resultado un daño físico, sexual o mental como depresión, trastorno
psicológico6. De similar manera describe de estrés postraumático, ansiedad,
la violencia de género la Organización autolisis, y trastornos del sueño. En
de las Naciones Unidas. cuanto al impacto de la violencia de
La violencia contra la mujer es reco- género, en diversos estudios transversales
nocida como un grave problema de salud (investigaciones que se centran en una
pública. Con el objetivo de destacar la im- población en un solo punto de tiempo),
portancia de este problema, en un análisis la experiencia de ser objeto de violencia
reciente hecho por la OMS, la Escuela de por parte de la pareja está fuerte y
Higiene y Medicina Tropical de Londres y el consistentemente asociada con diferentes
Consejo de Investigaciones Médicas7 basado trastornos depresivos y suicidio9. Cabe
en los datos de más de 80 países, se recoge
8 Dillon, Gina, Rafat Hussain, Deborah
Loxton y Saifur Rahman, “Mental and
physical health and intimate partner violence
6 Ley Orgánica de Medidas de Protección against women: a review of the literature”, en
Integral contra la Violencia de Género International journal of family medicine, 2013.
(LO 1/2004 del 28 de diciembre). Boletín 9 Devries, Karen. M., Joelle Y. Mak, Loraine
Oficial del Estado, n.° 313, 29 de diciembre J. Bacchus, Jennifer C. Child, Gail Falder,
del 2004. Max Petzold, Jill Astbury y Charlotte
7 OMS, Violencia contra la mujer, nota descrip- H. Watts, “Intimate partner violence and
tiva n.° 239, setiembre del 2016. Recuperado incident depressive symptoms and suicide
de <bit.ly/VNwSyz>. attempts: a systematic review of longitudinal
de la investigación reciente que analiza teorías que describen cómo los menores
las relaciones entre la exposición de los víctimas de la violencia pueden desarro-
niños a la violencia de género y su ajuste llar comportamientos violentos: teorías
psicológico, el funcionamiento cogniti- del aprendizaje social, teorías del apego,
vo y la competencia social, considerando el procesamiento de la información
tanto los factores de riesgo como los social, explicaciones neurofisiológicas y
factores de protección que influyen en teorías que hacen hincapié en la genética
el desarrollo de problemas psicológicos del comportamiento22.
y conductas adaptativas. El daño psicológico, social y
emocional que puedan desarrollar
3.1. Los menores: víctimas vulnerables
estos niños estará condicionado por
Los menores expuestos a violencia numerosas variables: Edad y nivel de
de género se consideran víctimas espe- desarrollo, sexo y género, tipo, severidad
cialmente vulnerables y, por lo tanto, y tiempo de exposición a la violencia,
altamente susceptibles de ser dañados contexto familiar, apoyo e intervención
y de sufrir consecuencias perjudiciales social, acumulación de otros factores
de diversa consideración y en diferentes estresantes, capacidades propias de
áreas. afrontamiento, estilo personal, etc. Otro
En cuanto a la victimización in- tipo de consecuencias a medio y largo
fantil, se establecen diferentes aspectos plazo que pueden desarrollar consiste en
sobre los que se puede producir un conformar su personalidad en función
impacto psicológico. Lizana21 destaca: de la violencia interpersonal que han
consecuencias en el área conductual, vivido así como adquirir los modelos
en el área del ajuste social, en el área y roles de maltratador-maltratada
emocional, en el área académica y del mediante la transmisión generacional
aprendizaje, en el área física y del fun- del comportamiento violento23. Los
cionamiento biológico, en el área sexual, menores pueden aprender actitudes y
en el área económica y de subsistencia comportamientos violentos y pueden
básica así como en el área de las creen- desensibilizarse hacia este tipo de
cias y valores. Por otra parte, se destaca conductas agresivas contra la pareja.
la existencia de numerosas y diferentes
Violent Behavior, vol. 17, n.° 4, 2012, pp. 22 Widom, C. S., y H. W. Wilson, “Intergenera-
373-382. tional transmission of violence”, en J. Lindert
21 Lizana Zamudio, Raúl, “Problemas psicoló- y I. Levav (eds.), Violence and mental health,
gicos en niños y niñas víctimas de la violencia New York: Springer, 2015, pp. 27-45.
de género en la pareja. Estudio de casos en 23 Patró Hernández, Rosa y Rose María Limi-
madres y sus hijos e hijas que asisten a progra- ñana Gras, “Víctimas de violencia familiar:
mas de ayuda especializada”, tesis para optar Consecuencias psicológicas en hijos de muje-
el grado de académico de doctor, Barcelona: res maltratadas”, en Anales de psicología, vol.
Universidad Autónoma de Barcelona, 2014. 21, n.° 1, junio del 2005, pp. 11-17.
Dillon, Gina, Rafat Hussain, Deborah Loxton Ley del Estatuto de la víctima del delito
y Saifur Rahman, “Mental and physical (Ley 4/2015, del 27 de abril), en Boletín
health and intimate partner violence against Oficial del Estado, n.° 101, 28 de abril del
women: a review of the literature”, en Inter- 2015.
national journal of family medicine, 2013. Ley Orgánica de Medidas de Protección In-
Echeburúa Odriozola, Enrique, Pedro Javier tegral contra la Violencia de Género
Amor Andrés y Paz De Corral Garga- (LO 1/2004 del 28 de diciembre). Boletín
llo, “Evaluación del daño psicológico en Oficial del Estado, n.° 313, 29 de diciembre
víctimas de delitos violentos”, en Psicothema, del 2004.
vol. 14 (supl.), 2002, pp. 139-146. Lizana Zamudio, Raúl, “Problemas psicológicos
González, José Luis, José Manuel Muñoz, en niños y niñas víctimas de la violencia
Andrés Sotoca y Antonio L. Manzanero, de género en la pareja. Estudio de casos
“Propuesta de protocolo para la conducción en madres y sus hijos e hijas que asisten
de la prueba preconstituida en víctimas a programas de ayuda especializada”, tesis
especialmente vulnerables”, en Papeles del para optar el grado de académico de doc-
psicólogo, vol. 34, n.° 3, 2013, pp. 227-237. tor, Barcelona: Universidad Autónoma de
González-Montes Sánchez, José Luis, “La Barcelona, 2014.
prueba pericial en la ley de enjuiciamiento Márquez Cárdenas, Álvaro E., “La victimo-
civil. Balance crítico”, en Revista Estudios logía como estudio: redescubrimiento de la
Jurídicos, n.° 13, 2014. víctima para el proceso penal”, en Revista
Graham-Bermann, S. A., L. E. Castor, L.E. Prolegómenos. Derechos y Valores, vol. 14,
Miller y K. H. Howell, “The impact of n.° 27, Bogotá: enero-junio del 2011, pp.
intimate partner violence and additional 27-42.
traumatic events on trauma symptoms Milling Kinard, E., “Methodological issues
and PTSD in preschool-aged children”, en in assessing the effects of maltreatment
Journal of Traumatic Stress, vol. 25, n.° 4, characteristics on behavioral adjustment in
2012, pp. 393-400. maltreated children”, en Journal of Family
Hodges, M., N. Godbout, J. Briere, C. Lank- Violence, vol. 19, 2004, pp. 303-318.
tree, A. Gilbert y N. T. Kletzka, “Cumu- Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales
lative trauma and symptom complexity in e Igualdad de España, Macroencuesta de
children: A path analysis”, en Child Abuse & Violencia contra la Mujer 2015, Madrid:
Neglect, vol. 37, n.° 11, 2013, pp. 891-898. Delegación del Gobierno para la violencia
Hungerford, A., S. K. Wait, A. M. Fritz y de género, 2015.
C. M. Clements, “Exposure to intimate Muñiz, José, Ana Hernández y Vicente Pon-
partner violence and children’s psychologi- soda, “Nuevas directrices sobre el uso de
cal adjustment, cognitive functioning, and los tests: investigación, control de calidad
social competence: A review”, en Aggression y seguridad”, en Papeles del psicólogo, vol.
and Violent Behavior, vol. 17, n.° 4, 2012, 36, n.° 3, Madrid: setiembre-diciembre del
pp. 373-382. 2015, pp. 161-173.
Juárez López, Josep Ramón y Eva Sala Berga, Novo, M. y D. Seijo, “Aproximación psico-
Entrevistando a niños preescolares víctimas de social a la violencia de género: aspectos
abuso sexual y/o maltrato familiar. Eficacia de introductorios”, en Fariña, F., R. Arce y
los modelos de entrevista forense, Universidad G. Buela-Casal (eds.), Violencia de género.
de Girona: 2011. Tratado psicológico y legal, Madrid: Biblioteca
Levendosky, A. A., G. A. Bogat y C. Marti- nueva, 2009, pp. 36-74.
nez-Torteya, “PTSD symptoms in young Olaya, Beatriz, María Jesús Tarragona, Nuria
children exposed to intimate partner vio- de la Osa Chaparro, y Lourdes Ezpeleta,
lence”, en Violence against women, 2013. “Protocolo de evaluación de niños y adoles-
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
La pericia psicológica sobre la
credibilidad del testimonio
Especial referencia a las víctimas de violencia de género
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
Para los autores, la pericia psicológica de la The authors argue that the psychological
credibilidad del testimonio ofrece impor- expert report about the credibility of the
tantes ventajas, ya que sin duda dotarán al testimony offers important advantages,
juez de indicios para un ejercicio adecuado that will undoubtedly provide the judge
de la función jurisdiccional; no obstante, with evidence for a proper exercise of the
es importante que en su práctica se sigan judicial function. Notwithstanding, it
ciertos parámetros que solo personal cua- is important that its conduction follows
lificado podrá realizar, caso contrario se certain parameters that only qualified
puede llegar incluso a obtener resultados
* Abogada por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, máster en Derecho Público por la
Universidad Complutense de Madrid, doctoranda en Derecho Parlamentario, Elecciones y Estudios
Legislativos por la Universidad Complutense de Madrid y Derecho y Ciencia Política por la Uni-
versidad Autónoma de Madrid. Personal investigador en formación de la Universidad Autónoma
de Madrid.
** Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, máster en Derecho Público por la
Universidad Complutense de Madrid, doctorando en Derecho y Ciencia Política por la Universidad
Autónoma de Madrid, miembro del Instituto de Ciencia Procesal Penal (INCIPP), miembro del
Taller de Investigación jurídico penal (TAIJ-Penal) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Personal investigador en formación de la Universidad Autónoma de Madrid.
Penal Especial del mes Ana Lucía Heredia Muñoz / Gerson W. Camarena Aliaga
adversos a los que el juez puede pretender personnel could carry out. Otherwise, it may
frente al caso en concreto. even lead to obtain adverse results different
Palabras clave: Violencia de género / Peri- from the ones the judge may desire regarding
cia psicológica / Testimonio / Credibilidad the specific case.
y protocolo de evaluación Keywords: Gender violence / Forensic
psychological examination / Testimony /
Recibido: 20-10-16 believability and evaluation protocol
Aprobado: 21-10-16
Publicado en línea: 01-11-16 Title: Forensic psychological examination
about the believability of testimonies by
gender violence victims
1 Oré Guardia, A., Manual de derecho procesal 2 Florián, citado por Oré Guardia, Manual
penal, t. II, Lima: Gaceta Jurídica, 2016, p. de derecho procesal penal, ob. cit. p. 521.
522. 3 Loc. cit.
Penal Especial del mes Ana Lucía Heredia Muñoz / Gerson W. Camarena Aliaga
por el art. 283 del CdePP de 1939, es debe realizarse respetando los principios
el criterio de conciencia, esto es, la sana de inmediación, oralidad, publicidad y
crítica racional o del criterio racional, contradicción.
acorde con el sistema de la libre aprecia- Atendiendo a los criterios técnicos
ción judicial”4. Así también, respecto al para la valoración del testimonio, el
CPP del 2004, el art. 393.2 reconoce la profesor Oré Guardia, siguiendo a
facultad del juez para valorar los medios Gorphe, señala que dichos criterios se
probatorios, entre ellos el testimonio, pueden agrupar en tres:
respetando las reglas de la sana crítica,
esto es, conforme a los principios de la El primero se refiere al valor o la aptitud
lógica, las máximas de la experiencia y del testigo, según el cual debe analizarse,
los conocimientos científicos. respecto de este, el punto de vista moral
(sus hábitos de honradez y franqueza),
De conformidad con la sana crítica intelectual (su capacidad de percepción,
se establecen una serie de parámetros para lo cual debemos distinguir entre niños,
generales para la valoración del testimo- adultos y ancianos), afectiva (su interés
en el proceso y relación de afecto con las
nio, a saber: En primer lugar, se admite partes) y psíquico (si es un testigo normal
la posibilidad de condenar o absolver al o alineado y, de ser así, en qué intensidad).
procesado con la declaración de un solo El segundo alude a la propiedad del obje-
testigo, siempre que esta sea corroborada to de ser percibido, si ha sido conocido
por otros elementos y logre determinar mediante la vista, oído u otro sentido, así
como las condiciones y dificultades del
efectivamente la responsabilidad o no reconocimiento. El tercero considera la
del mismo. situación que permite la formación del tes-
timonio, que estudia la percepción (tiempo
En segundo lugar, la valoración del de observación, perspectiva, iluminación,
testimonio se realiza de forma indivi- atención, emoción e integridad cerebral),
dual, y luego de forma conjunta con la conservación de los recuerdos (tiempo o
los otros testimonios y otros medios antigüedad de los recuerdos y sugestiones
de prueba a fin de dotar coherencia al recibidas) y las condiciones de declaración
(estado del testigo y libertad para hablar,
razonamiento probatorio elaborado por seriedad para juramentar, seguridad en
el juez y que parte de dicho testimonio. las declaraciones, espontaneidad en sus
manifestaciones, etc.)5.
En tercer lugar, es importante tam-
bién tener en cuenta las condiciones en
Cabe señalar también que la doctri-
las que se ha de valorar el testimonio.
na y jurisprudencia han tenido especial
Esto supone que la práctica del testi-
consideración sobre la declaración de
monio —que es el momento preciso
la víctima, a la cual se le ha dado el
en el cual el juez inicia y culmina la
tratamiento de testimonio, sin que —si
valoración de este medio de prueba—
4 San Martín Castro, C., Derecho procesal 5 Oré Guardia, Manual de derecho procesal
penal, vol. II, Lima: Grijley, 2003, p. 908. penal, ob. cit. pp. 553 y 554.
somos estrictos en el concepto de tes- cer que los dichos del testigo, esto es, su
timonio— lo sea. Así, la Corte Supre- testimonio, recaiga en contradicciones,
ma6, siguiendo la doctrina española7, o que, en la valoración del mismo con
establece tres garantías de certeza de otros testimonios u otros medios de
la declaración cuando la víctima sea el prueba, la información que proporciona
único “testigo” de los hechos: el testigo pierda credibilidad y se dude,
a) Ausencia de incredibilidad subjetiva. por tanto, de su testimonio de forma
Es decir, que no existan relaciones parcial o total.
entre agraviado e imputado basadas
en el odio, resentimientos, enemis- ¿SABÍA USTED QUE?
tad u otras que puedan incidir en la
Mediante el peritaje sobre la
parcialidad de la deposición, que por credibilidad del testimonio se pretende
ende le nieguen aptitud para generar conseguir que el perito psicólogo
certeza. determine el grado de credibilidad
b) Verosimilitud, que no solo incide en de la declaración brindada por una
persona, es decir, si los dichos por
la coherencia y solidez de la propia
el testigo se acercan a una probable
declaración, sino que debe estar verdad o falsedad.
rodeada de ciertas corroboraciones
periféricas, de carácter objetivo que
le doten de aptitud probatoria. Ante estas situaciones, el órgano
jurisdiccional podrá utilizar los demás
c) Persistencia en la incriminación, en
medios de prueba para suplir el vacío
la que debe observarse la coherencia
que pueda dejar el testimonio respecto
y solidez en el relato de la víctima.
a la determinación de cómo sucedieron
2.3. Problemas en torno a la valoración los hechos y la autoría de los mismos. Si
del testimonio: cuestionamiento a este fuera el caso, el juez deberá justifi-
la credibilidad car adecuadamente los motivos por los
cuales restó credibilidad al testimonio o
Pese al respeto y cumplimiento de
cómo, pese a las contradicciones o defi-
los criterios de valoración (reglas norma-
ciencias del mismo, cobró credibilidad
tivas, contextuales y técnicos) expuestos
con la asistencia de la actuación de otros
en los párrafos anteriores, puede aconte-
medios de prueba.
En caso contrario, esto es, cuando
6 Corte Suprema, Acuerdo Plenario N.° los demás medios de prueba no logren
2-2005/CJ-116, Lima: 30 de setiembre del
2005, f. j. n.° 10. clarificar el escenario descrito por el
7 Al respecto, véase: Planchat Teruel, J., testigo y además el testimonio cons-
“Testigos y proceso penal”, en LLuch, Abel tituye un elemento fundamental para
y Richard González (dirs.), Estudios sobre la
prueba penal, t. II, Madrid: La Ley, 2013, pp. clarificar los hechos (y su autor) es que
305-307. consideramos la práctica de ciertas pe-
Penal Especial del mes Ana Lucía Heredia Muñoz / Gerson W. Camarena Aliaga
Penal Especial del mes Ana Lucía Heredia Muñoz / Gerson W. Camarena Aliaga
quedasen datos sin esclarecer o existie- 3.3. La valoración de los resultados obte-
ran contradicciones, se continuará con nidos
preguntas cada vez más específicas, pero Una vez finalizados los actos
tan abiertas como sea posible16. conducentes a la evaluación de la validez
La segunda fase consiste en la del testimonio, el perito psicólogo
evaluación del contenido y calidad de las emitirá un dictamen señalando el
declaraciones (en función del CBCA), grado de fiabilidad que para él tiene la
para lo cual se partirá de la premisa de que declaración brindada por la presunta
las declaraciones vertidas sobre hechos víctima; en este documento se deberá
falsos presentan diferentes características mencionar —preferentemente— la tasa
de las que se basan en hechos realmente de error del método empleado20.
experimentados17. Para ello, se evaluará Las conclusiones deberán indicar
si lo declarado se ajusta a los 19 criterios preferiblemente en términos porcen-
establecidos en el CBCA: los criterios tuales la probabilidad de credibilidad
del 1 al 13 son de índole cognoscitiva; de la declaración, indicando así si la
los del 14 al 18, de índole motivacional; declaración ha sido verdadera, inexac-
y el 19 hace referencia a la representación ta o falsa de forma parcial o total.
del conocimiento del declarante sobre el Usualmente la fórmula empleada para
tema objeto de declaración (vinculado expresar los porcentajes hace referencia
a aspectos específicos de la supuesta a cinco niveles de credibilidad: i) muy
agresión)18. creíble o altamente creíble; ii) creíble;
La tercera y última fase del proto- iii) indeterminada; iv) poco creíble; y,
colo consiste en la comprobación de la v) altamente no creíble21.
validez de la declaración, la cual consiste Está demás señalar que el contenido
en examinar toda la información acce- del dictamen no es por sí mismo
sible, para así cualificar los resultados suficiente para que el juez tome por
obtenidos con la aplicación del CBCA cierto e indiscutible lo manifestado
y tomar la decisión final sobre la validez en él. La pericia solo proporciona
de las alegaciones19. algunos indicios que sugieren que el
acontecimiento manifestado por la
16 Ibid., pp. 215 y 216. presunta víctima pudo haber sucedido
17 Asensi Pérez, L., “La prueba pericial psico- en la forma que ha declarado, pero en
lógica en asuntos de violencia de género”, en
Revista Internauta de Práctica Jurídica, n.° 21, modo alguno son concluyentes22.
2008, p. 24.
18 Márquez Gallego, “Valoración pericial 20 Ibid., p. 227.
psiquiátrica y víctimas de violencia de género”, 21 Márquez Gallego, “Valoración pericial
art. cit., p. 88. psiquiátrica y víctimas de violencia de género”,
19 Masip y Alonso, “La evaluación de la credi- art. cit., p. 89.
bilidad del testimonio de víctimas”, art. cit., 22 Masip y Alonso, “La evaluación de la credi-
p. 222. bilidad del testimonio de víctimas”, art. cit.,
Penal Especial del mes Ana Lucía Heredia Muñoz / Gerson W. Camarena Aliaga
este tipo de escenarios que cobra una es- puede detectar el uso de lenguaje sexual
pecial relevancia este tipo de pruebas, ya inapropiado por parte del menor.
que a la par de la pericia psicológica para Ahora bien, la pericia que viene
la determinación del daño emocional, siendo objeto de comentario proporcio-
la pericia psicológica sobre credibilidad na también datos importantes sobre la
del testimonio se constituye en una he- credibilidad del testimonio en los casos
rramienta más que permite verificar si el de violencia de género. Al respecto,
relato vertido por el menor se ajusta a los debemos realizar algunas acotaciones:
criterios de credibilidad o no. En primer lugar, la pericia sobre la
Aun cuando un gran porcentaje credibilidad del testimonio en mayores
de casos de abusos sexuales a menores de edad se practicará, siempre y cuando
de edad se denuncian con base en las demás pruebas científicas no pro-
hechos que han ocurrido realmente, porcionen resultados concluyentes; así,
su empleo se limitará a los casos en que
existe otro pequeño, pero no por ello
realmente sea necesario.
menos importante, en los que —por
ejemplo— alguno de los progenitores A modo de ejemplo, frente a los
o familiares cercanos ha adoctrinado casos de violación sexual de mujeres
en los que haya mediado una grave
al menor (con premios o amenazas)
amenaza, es muy probable que la prueba
para que manifieste falsamente que ha
médico-legista no evidencie indicios
sido violentado sexualmente o que el de violencia física sobre el cuerpo de
autor de aquella vejación fue un sujeto la mujer, toda vez que, a consecuencia
distinto del que lo realizó. Es por ello de dichas amenazas, la víctima no suele
que pericias, como la que versa sobre la ofrecer resistencia por temor a mayores
credibilidad del testimonio, ayudan a daños (a su persona o familiares si la
dilucidar si el testimonio del menor es amenaza iba dirigida a terceros). En estos
espontáneo o inducido por alguien, y a supuestos, la sola pericia médico-legal
determinar si los hechos relatados por no permitiría distinguir si el acto sexual
el menor tienen coherencia lógica —y, fue o no consentido, lo que conllevaría
por tanto, verificar de la mejor manera a la necesidad de practicar otras pericias
si estos hechos han ocurrido en la rea- para lograr el mejor esclarecimiento
lidad— o si realmente son producto de de los hechos. Es justamente en estos
escenarios, donde la pericia sobre la
una mentira o fantasía del menor.
credibilidad del testimonio y la pericia
Uno de los aspectos que el perito psicológica para la determinación de
psicólogo tiene en cuenta es el lenguaje los daños emocionales asumen un
sexual empleado por el menor, el mismo papel importante para que, juntos
que debe ir acorde con su edad. Es de con otros indicios, permitan al juez
advertir que, en los casos donde existe corroborar la veracidad o no de los
algún tipo de manipulación parental, se hechos denunciados.
Penal Especial del mes Ana Lucía Heredia Muñoz / Gerson W. Camarena Aliaga
COMENTARIO
Comentario
Daño psicológico de faltas y delitos:
¿tipicidad o atipicidad?
¿Cuándo se eleva una falta a delito?*
Cristian Roberto Carlos Becerra**
Corte Superior de Justicia de Piura
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor analiza la normatividad vigente The author analyzes the current regulation
tratando de establecer si la configuración del trying to establish whether the configura-
daño psicológico constituye una conducta tion of psychological damage is a criminally
sancionable penalmente —ya sea como punishable conduct - either as a felony or
a misdemeanor - depending on the quan-
delito o falta, dependiendo de la cuantifi- tification of the injury-, and attempts to
cación de la lesión—, y procura resolver la answer the following question: In which
siguiente interrogante: ¿cuándo una falta cases a misdemeanor can be upgraded to
puede elevarse a la categoría de delito? the category of a felony crime?
Palabras clave: Violencia familiar / Violen- Keywords: Family violence / Psychologi-
cia psicológica / Daño psicológico cal violence / Psychological damage.
Recibido: 17-10-16 Title: Psychological damage of misdemea-
Aprobado: 18-10-16 nors and felonies: Tipicity or atipicity? When
Publicado en línea: 01-11-16 does a misdemeanor become a felony crime?
* Trabajo expuesto en la Audiencia pública programada con motivo del X Pleno Jurisdiccional Supremo en
materia penal, desarrollada el 28 de setiembre del 2016 en la Sala de Juramentos del Palacio Nacional
de Justicia del Poder Judicial-Lima, donde el autor fue invitado en calidad de amicus curiae para tratar
el tema: “Los delitos de violencia de género y de miembros del entorno familiar (tratamiento penal
sustantivo y procesal)”.
** Abogado por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque, egresado de la maestría en
Derecho con mención en Derecho Constitucional y Gobernabilidad por la misma casa de estudios.
Juez supernumerario del Juzgado de Paz Letrado con funciones de Investigación Preparatoria del
distrito de Huarmaca-Corte Superior de Justicia de Piura.
Esta situación no solo viene gene- exactamente iguales, pero como quiera que
rando una desprotección desmedida de la las faltas conciernen sanciones más leves,
y están referidas a vulneraciones a bienes
víctima de este flagelo, sino que además jurídicos, de menor intensidad, es del caso,
existe un inminente peligro que la actua- tratarlas distintamente en función a la
ción tuitiva del Estado —en pro de la so- simple diferencia cuantitativa que existen
ciedad— refleje un presunto desinterés de entre ellos8.
las autoridades administradoras de justicia.
Como consecuencia de lo señala-
do, se tiene que la diferencia sustancial
CONCLUSIÓN MÁS IMPORTANTE
entre un delito y una falta es el aspecto
Resulta necesario que, como
cuantitativo, elemento que se toma en
operadores del derecho, cuenta para establecer el trámite de un
garanticemos una protección proceso, bajo el proceso penal común o
adecuada para las víctimas de el proceso especial de faltas, atendiendo
violencia familiar en su modalidad a que se busca la protección del mismo
de daño psicológico, implementando bien jurídico y, en ambos, se recogen los
en los tipos penales existentes
la inclusión de la graduación
elementos de tipicidad, antijuridicidad
contenida en el art. 124-B del CP y culpabilidad.
(para el caso de lesiones graves el Si bien la descripción del tipo penal
nivel grave o muy grave del daño contenido en el art. 441 de la norma
psíquico), o en el caso de las faltas.
sustantiva da pie a que sea el juez quien
efectuando un análisis del caso concreto
7. ¿Cuándo una falta se eleva a delito? establezca la concurrencia de circuns-
El art. 441 del CP, prescribe las tancias o medios que den gravedad al
faltas contra la persona, señalando: hecho, lo que incluso podría —para
algunos— constituir una vulneración
El que, de cualquier manera, causa a al principio de legalidad, debe precisarse
otro una lesión dolosa que requiera hasta la razonabilidad y proporcionalidad de
diez días de asistencia o descanso, según
prescripción facultativa, será reprimido la reconducción de falta a delito que
con prestación de servicio comunitario de efectúe el juzgador, más aún si tenemos
cuarenta a sesenta jornadas, siempre que no en cuenta que la finalidad del proceso
concurran circunstancias o medios que den penal es la protección de bienes jurídicos
gravedad al hecho, en cuyo caso será conside-
rado como delito [El resaltado es agregado].
a través de la sanción de las acciones
humanas consideradas por el legislador
Con relación a las faltas, el profesor como delitos o faltas y, de esa manera,
San Martín Castro ha precisado: procurar una ordenada convivencia
social.
[S]on simples injustos menores en relación
con los delitos, no hay entre ambas dife- 8 San Martín Castro, César, Derecho procesal
rencias cualitativas, pues sus elementos son penal, Lima: Grijley, 2006, p. 1261.
COMENTARIO
Comentario
¿Se puede aplicar el acuerdo reparatorio en el
delito de lesiones leves si la víctima es mujer y
ha sido lesionada por su condición de tal, bajo la
modificatoria realizada al art. 122 del CP por la
Ley N.° 30364?*
Jesús Heradio Viza Ccalla*
Fiscalía Provincial Penal de Madre de Dios
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor considera indispensable un pro- The author argues that there is an in-
nunciamiento jurisprudencial vinculante de dispensable need for a judicial binding
la Corte Suprema, respecto a la antinomia decision of the Supreme Court, regarding
existente entre los incs. 1 y 6 del art. 2 del the existing antinomy between section 1
CPP, referidos a la aplicación del acuerdo and 6 of article 2 of the Code of Criminal
Procedure, referred to the application of
reparatorio en el delito de lesiones leves reparatory agreements in the crime of mi-
—cuando la víctima es mujer y ha sido nor injuries – when the victim is a woman
lesionada por su condición de tal—, origina- and has been injured due to her condition
da por la reciente modificación del art. 122 of such – caused by the recent amendment
del CP, por la Ley N.° 30364. made by Law N.° 30364 to article 122 of
the Penal Code.
* Trabajo expuesto en la Audiencia pública programada con motivo del X Pleno Jurisdiccional Supremo en
materia penal, desarrollada el 28 de setiembre del 2016 en la Sala de Juramentos del Palacio Nacional
de Justicia del Poder Judicial-Lima, donde el autor fue invitado en calidad de amicus curiae para tratar
el tema: “Los delitos de violencia de género y de miembros del entorno familiar (tratamiento penal
sustantivo y procesal)”.
** Fiscal provincial penal de Madre de Dios, egresado de la maestría en Derecho Procesal Penal por la
Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (Juliaca), docente del PROFA-17 AMAG.
El art. 2.1 del CPP, como norma procede aplicar el principio de oportu-
rectora de la abstención de la acción nidad y el acuerdo reparatorio, debido
penal, solamente faculta a la abstención a que sus efectos no trascienden en la
de la acción penal por la vía de los me- sociedad, la pena privativa de libertad
canismos de negociación y solución del para reprimir este delito en su extremo
conflicto penal denominados principio máximo no superaba los dos años.
de oportunidad y acuerdo reparatorio,
cuando la pena para el delito no sobre- 3.3. El art. 122 del CP y las modificatorias
pase los cuatro (4) años de pena privativa realizadas por Ley N.° 30364
de la libertad y la pena resulte innece-
saria, cuando se trate de delitos que no a. Texto legal del art. 122 del CP y sus
afecten gravemente el interés social, y submodalidades antes de la modifica-
se advierta que no exista ningún interés toria realizada por la Ley N.° 30364
público gravemente comprometido con Hasta antes de que entrara en
su persecución. vigencia de Ley N.° 30364 —Ley para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia
3.2. El delito de lesiones leves contra las mujeres y los integrantes del gru-
El art. 122 del CP tipifica al delito po familiar (publicada el 23 noviembre
de lesiones leves, conocido también del 2015)—, el art. 122 del CP contem-
como lesión simple o menos grave, plaba el tipo básico del delito de lesiones
en su tipicidad objetiva, este delito es leves y en los sub tipos de los arts. 122-A
considerado subsidiario del delito de y 122-B, se preveía las sub modalidades
lesiones graves, debido a que para su agravadas de lesiones leves cuando la
configuración se requieren golpes de víctima es un menor de edad y lesiones
poca intensidad, heridas de mínima leves por violencia familiar. Los textos
gravedad, excoriaciones, equimosis y originales son los siguientes:
otras vías de hecho, que no cuentan Artículo 122. Lesiones leves
con la idoneidad y/o aptitud suficiente El que causa a otro un daño en el cuerpo
como para poner en peligro la vida de la o en la salud que requiera más de diez y
víctima3; por tales consideraciones este menos de treinta días de asistencia o des-
canso, según prescripción facultativa, será
delito ha sido considerado dentro de la reprimido con pena privativa de libertad no
gama de delitos de bagatela4 en los que mayor de dos años y con sesenta a ciento
cincuenta días-multa.
3 Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl, Derecho Cuando la víctima muere a consecuencia
penal. Parte especial, Lima: Idemsa, 2015. de la lesión y el agente pudo prever este
4 Los delitos de bagatela son aquellos que tienen resultado, la pena será no menor de tres ni
escasa repercusión social, delitos de poca im- mayor de seis años.
portancia y aunque su descripción encuadre a
simple vista en la figura que tipifica una norma
penal. La falta de lesión al bien jurídico o la lógica consecuencia de su eliminación dentro
inconsistencia de tal afectación, imponen la de la órbita del poder punitivo del estado.
entre los incs. 1 y 6 del art. 2 del CPP, ratorio, haciendo prevalecer que el inc. 6
ello debido a que la Ley N.° 30364, al ser del art. 2 del CPP expresamente permite
redactada, no ha previsto este supuesto su aplicación y que hasta el momento no
fáctico, y el inc. 6 del art. 2 del CPP existe norma ni criterio jurisprudencial
no prevé circunstancias de exclusión de en contrario. Ello por la sencilla razón
los alcances de aplicación del acuerdo de que para un imputado resulta más
reparatorio respecto del delito de lesio- conveniente arribar a un acuerdo repa-
nes leves previsto en el art. 122 del CP. ratorio con base en el cual el Ministerio
En el mismo sentido, se produce Público se abstenga de ejercitar la acción
otro problema: si se lesiona a una perso- penal y no se le genere ningún tipo de
na que no es mujer —esto es, un varón antecede y así evitar la judicialización del
y/o otra persona de cualquier sexo que proceso el cual obviamente si le genera
no forme parte del grupo familiar—, y antecedentes.
las partes por consenso, previo pago de
una reparación civil, acuerdan solucio- CONCLUSIÓN MÁS IMPORTANTE
nar el problema por la vía del acuerdo
preparatorio, nos encontraríamos en el Resulta indispensable que los jueces
escenario de que tampoco procedería supremos de las Salas Penales de la
aplicar el acuerdo reparatorio o el prin- Corte Suprema, que participaron en
el cónclave del X Pleno Supremo Penal
cipio de oportunidad, ello teniendo en fijen un criterio jurisprudencial vin-
cuenta que el quantum de la pena del culante […], debiendo determinar si
tipo penal básico del art. 122.1 del CP se procede o no el acuerdo reparatorio
ha incrementado a una pena no menor en el delito de lesiones leves, cuando
de menor de dos (2) ni mayor de cinco la víctima es mujer y ha sido lesionada
(5) años —la misma que evidentemente, por su condición de tal.
sobrepasa en su extremo máximo los
cuatro años—.
8. Conclusión, consideraciones per-
Ante estos casos, la postura de la sonales y propuesta de solución
defensa técnica del imputado siempre planteada
va ser la de buscar la abstención de la
acción penal y evitar la judicialización En el contexto actual donde el
del caso, sea por la vía del principio de Estado considera a la violencia contra
oportunidad o por la del acuerdo repa- la mujer como un acto que afecta no
solo el interés público sino la dignidad
contradicción entre dos leyes, principios
de la mujer; si bien estamos frente a
racionales, ideas o actitudes, se presenta una una lesión leve, la naturaleza del hecho
antinomia cuando una disposición jurídica cometido le dota de especial gravedad
prescribe una calificación diferente a la que
da otra, para el mismo comportamiento o y por criterio lógico resulta inaplicable
conducta. el acuerdo reparatorio en el delito de
mo Penal fijen un criterio jurisprudencial La Prensa, “Todo sobre el caso del hijo de regi-
vinculante que atienda las circunstancias dor que atacó desnudo mujer en Ayacucho”,
en Laprensa.pe, Lima: 6 de agosto del 2015.
especiales que suponen estos casos, Recuperado de <bit.ly/2e3D5Cq>, (fecha
debiendo determinar si procede o no el de consulta: 9 de setiembre del 2016).
acuerdo reparatorio en el delito de lesio- Ministerio de Justicia y Derechos Huma-
nes leves, cuando la víctima es mujer y ha nos, Protocolo de Mecanismos de Negocia-
ción y Solución del Conflicto Penal, Lima:
sido lesionada por su condición de tal. Comisión Especial de Implementación del
Código Procesal Penal-MINJUS, 2014.
9. Referencias bibliográficas Recuperado de <bit.ly/2eeS3Gx>.
Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl, Derecho
Acosta González, Martín, “Lady Guillén y una
penal. Parte especial, Lima: Idemsa, 2015.
lucha que no encontró justicia [crónica]”,
en El Comercio, Lima: 19 de julio del 2016. OAS, CIDH, Acceso a la justicia para las mujeres
Recuperado de <bit.ly/2ein7Dk>, (fecha de víctimas de violencia en las américas, OEA/
consulta: 9 de setiembre del 2016). Ser.L/V.II.Doc. 68, 20 de enero del 2007,
sección sobre “Violencia y Discriminación”.
Diario Correo, “El brutal castigo de un padre
a su menor hijo por demorarse en comprar”, OAS, Indicadores de progreso para la medición de
en Correo, Lima: 6 de setiembre del 2016. la implementación de la Convención intera-
Recuperado de <bit.ly/2eCETo8> (fecha de mericana para prevenir, sancionar y erradicar
consulta: 9 de setiembre del 2016). la violencia contra la mujer “Convención de
Belém do Pará” (aprobado por el Comité de
Gálvez Villegas, Tomas Aladino, William
Expertas-CEVI, el 21 de mayo del 2013).
Rabanal Palacios y Hamilton Castro
Recuperado de <bit.ly/1f4Mf97>, (fecha de
Trigoso, El Código Procesal Penal, Lima:
consulta: 10 de setiembre del 2016).
Jurista Editores, 2012.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Política criminal en materia de intervención
para agresores sexuales
Avances desde la psicología jurídica y revisión del estado
del arte en tratamiento penitenciario
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El presente artículo busca entregar This article seeks to provide the back-
antecedentes para un debate crítico acerca ground for a critical debate about the
del actual tratamiento de ejecución penal current treatment of criminal enforcement
en materia de agresores sexuales a partir regarding sexual offenders based on the
de la experiencia chilena. Con este fin, el Chilean experience. To this end, the author
autor se apoya en distintos sistemas peni- relies on various prison systems and cu-
tenciarios y legislaciones vigentes donde rrent legislations wherein reductions in the
se han evidenciado reducciones de riesgo risk of recidivism have taken place.
de reincidencia.
Keywords: Prison treatment / Peniten-
Palabras clave: Tratamiento penitenciario tiary intervention / Recidivism / Intra-
/ Intervención penitenciaria / Reincidencia penitentiary benefits.
/ Beneficios intrapenitenciarios.
Title: Criminal intervention policy for
Recibido: 15-09-16 sex offenders. Advances from the forensic
Aprobado: 01-10-16 psychology and review of the state-of-the-
Publicado en línea: 01-11-16 art in prison treatment.
* Psicólogo, magíster en intervención psicojurídica y forense por la Universidad Diego Portales, sub-
director académico y profesor titular de psicología jurídica en la Universidad San Sebastián, jefe del
Centro de Apoyo para la Integración Social de Puerto Montt (CASI)-Gendarmería de Chile.
los robos no violentos esta supera el 60 delitos vienen cargados por un fuerte
%, mientras que en los homicidios la sentido de ofensa social y se constituye
reincidencia llegaría al 28.5 % y en los fácilmente en una noticia que amplifica
delitos sexuales al 13.3 %. la reacción de rechazo, generando
Considerando la evidencia reporta- una demanda por un castigo rápido y
da, la reducción de la reincidencia debe ejemplar8, no es menos cierto que desde
considerarse como uno de los objetivos un punto de vista de política criminal,
fundamentales en el diseño de las polí- la mayor eficiencia en materia de
ticas públicas en materia de seguridad, seguridad pública, tiene que ver con no
ya que es uno de los indicadores más tan solo con incrementar y potenciar su
relevantes para evaluar la eficacia de persecución, sino que también, hacerse
los modelos de reinserción a la hora de cargo de esa población una vez que
reducir tasas de victimización. De ahí cumple sus condenas o bien durante el
la importancia de generar conocimien- mismo proceso de su ejecución, evitando
to empírico que oriente el accionar la reincidencia delictual y por ende, la
institucional para realizar mejoras en la re-victimización de otras víctimas.
planificación, gestión y evaluación de Por otra parte, no han sido pocos
sus actividades dirigidas a disminuir la los casos en que más de algún sujeto
reincidencia delictual. que ha sido condenado por este tipo
En materia de delitos sexuales, si de delitos (sexuales), vuelve a reincidir
bien ha habido una serie de avances en en la misma conducta, situación que
términos de la persecución del delito enciende todas las alarmas tanto desde
y aumento de las penas asociadas7, no el punto de vista judicial como del de
ha habido una estrategia de prevención la propia comunidad, y es en ese con-
terciaria que posibilite la creación de texto que se empieza a cuestionar la
programas de evaluación de reincidencia real efectividad de la pena en términos
y tratamiento para este tipo de del propósito rehabilitador que debiese
infractores. Si bien sabemos que estos tener en estos casos . Así las cosas, uno
9
7 La definición legal de los delitos sexuales se 8 Macchino Farias, Miguel Ángel, “Defenso-
mantuvo invariante por un período de más ría penal pública. Departamento de estudios
de 120 años, desde la entrada en vigencia y proyectos defensoría penal pública: delitos
de nuestro Código Penal en 1874. El año sexuales y prevención terciaria”, en Revista
1999 (Ley N.° 19,617), y posteriormente en de Estudios Criminológicos y Penitenciarios,
el año 2004 (Ley N.° 19,927), se efectuaron vol. 17, Santiago de Chile: Gendarmería de
importantes modificaciones que representaron Chile, 2007, pp. 477-509. Recuperado de
un significativo avance en el ámbito penal y <bit.ly/2eaK0Le>, (fecha de consulta: 13 de
procesal, toda vez que se habría mejorado febrero del 2015).
y actualizado la redacción de algunos tipos 9 Redondo Illescas, Santiago, “¿Sirve el
penales, y se incorporaron figuras penales no tratamiento para rehabilitar a los delincuentes
previstas en la realidad de los pasados dece- sexuales?”, en Revista Española de Investiga-
nios. ción Criminológica, vol. 6, n.° 4, Barcelona:
na. De esta misma manera el Decreto este sentido, resulta imperante tomar
N.° 94346 que establece un estatuto en cuenta que el proceso de concesión
laboral y de formación para el trabajo contempla una serie de dificultades
penitenciario, otorgando condiciones relacionadas a la falta de uniformidad
aptas para entregar herramientas que en los procedimientos, a la diversidad
fomenten la integración social del su- de criterios utilizados, a la escasez de
jeto. Por su parte, el Decreto N.° 518 recursos humanos para la elaboración
de 1998 establece un Reglamento de de informes técnicos, entre otros aspec-
Establecimientos Penitenciarios, en el tos. En el caso que nos ocupa en este
cual se incorpora de manera inédita trabajo, y tal como se ha reiterado, los
en su título quinto, actividades y ac- agresores sexuales presentan caracterís-
ciones para la reinserción social donde ticas criminológicas disímiles respecto
se establecen una serie de permisos a del grupo de delincuente habitual, toda
la población condenada que forman vez que la complejidad de factores
parte de las actividades de reinserción involucrados en el comportamiento
social y confieren a quienes se les otor- de la agresión sexual requiere de la
gan gradualmente, mayores espacios instalación de programas especiales que
de libertad (salida esporádica, salida procure dar respuesta a la reinserción
dominical, salida de fin de semana, de estas personas con mayor focaliza-
y salida controlada al medio libre). ción y coherencia, respondiendo a las
En consecuencia con lo señalado, y necesidades de intervención específicas.
siguiendo a Espinoza 47, si bien la Por lo anterior, la mera observación de
posibilidad de otorgamiento de benefi- una conducta intachable en el cumpli-
cios intrapenitenciarios resulta ser una miento de la condena, o el solo hecho
práctica positiva para las posibilidades de mostrar interés por participar de los
de reinserción de la población recluida, estudios o talleres o en asistir a un curso
es necesario considerar una serie de de capacitación en oficio no debiesen ser
alcances en lo que respecta a los sujetos solamente criterios de inclusión que les
condenados por delitos sexuales. En permita postular a los beneficios intra-
penitenciarios, toda vez que la evidencia
46 Biblioteca Del Congreso Nacional De internacional no ha reportado a la fecha
Chile (BCN), Decreto Ley N.° 943, Regla- que estas sean actividades idóneas para
mento que establece un estatuto laboral y de
formación para el trabajo penitenciario, 2011. reducir la reincidencia delictual en agre-
Disponible en <bit.ly/2dkL370>, (fecha de sores sexuales.
consulta: 20 de marzo del 2015).
47 Espinoza, O., “Procesos de concesión de Como se explicó y como se ha
beneficios intrapenitenciarios en relación a la reiterado en este artículo, en cada caso,
reinserción social” en Debates Penitenciarios, el riesgo de reincidencia y por ende las
vol. 3, Santiago de Chile: diciembre del 2006,
pp. 4-14. Recuperado de <bit.ly/2cXG0xl>, posibilidades de tratamiento van a de-
(fecha de consulta: 12 de enero del 2015). pender de la tipología del agresor de que
ría de Chile, 2013. Recuperado de <bit. Macchino Farias, Miguel Ángel, “Defensoría
ly/2c4fK0m>, (fecha de consulta: 12 de penal pública. Departamento de estudios y
enero del 2015). proyectos defensoría penal pública: delitos
Greenberg, David. M. y John M. W. Brad- sexuales y prevención terciaria”, en Revista
ford, “Treatment of the paraphilic disor- de Estudios Criminológicos y Penitenciarios,
ders: A review of the role of the selective vol. 17, Santiago de Chile: Gendarmería de
serotonin reuptake inhibitors” en Sexual Chile, 2007, pp. 477-509. Recuperado de
Abuse: A Journal of Research and Treatment, <bit.ly/2eaK0Le>, (fecha de consulta: 13 de
vol. 9, 1997, pp. 349-360. Recuperado de febrero del 2015).
<bit.ly/2dLcNoU>, (fecha de consulta: 15 Marshall, Williams L., Agresores sexuales, Bar-
de mayo del 2015). celona: Ariel, 2001, pp.123 y ss.
Hanson, R. Karl, “What do we know about Marshall, Williams L. y Redondo Illescas,
sex offender risk assessment?” en Psychology, Santiago, “Control y tratamiento de la
Public Policy, and Law, vol. 4 (1-2), mar-jun. agresión sexual”, en Redondo Illescas,
de 1998, pp. 50-72. Recuperado de <bit. Santiago (coord.), Delincuencia sexual y so-
ly/2cXSiFM>, (fecha de consulta: 25 de ciedad, Barcelona: Ariel, 2002, pp. 301-328.
julio del 2015). Morales Peillard, Ana María, Nicolás Muñoz
Hanson, R. Karl y Kelly E. Morton-Bourgon, Correa, Gherman Welsch Chahuán y
“The characteristics of persistent sexual Jorge Fabrega Lacoa, La reincidencia en
offenders: A meta-analysis of recidivism el Sistema Penitenciario chileno, Santiago de
studies” en Journal of Consulting and Clinical Chile: Fundación Paz Ciudadana, 2013.
Psychology, vol. 73, n.° 6, 2005, pp. 1154- Recuperado de <bit.ly/2dz8cIg>, (fecha de
1163. Disponible en <bit.ly/2cHgfyJ>, consulta: 14 de marzo del 2015).
(fecha de consulta: 12 de enero del 2015). Peggy, Heil y Kim English, Prison Sex Offender
Hanson, R. Karl, A. Gordon, A. J. Harris, J. Treatment: Recommendations for Program
K. Marques, W. Murphy, V. L. Quinsey Implementation, California: California
y M. Seto, “First report of the collaborative Department of Corrections and Rehabil-
outcome data project on the effectiveness of itation, 2007, p. 20. Recuperado de <bit.
psychological treatment for sex offenders” ly/2cXKbZU>, (fecha de consulta: 12 de
en Sexual abuse: A journal of research and febrero del 2015).
treatment, vol. 14, 2002, pp. 169-194. Quijada Sapiain, Diego I., “Aportes al debido
Recuperado de <bit.ly/2cuABwv>. proceso penal en evaluación pericial psico-
Herrero, Oscar, “¿Por qué no reincide la mayo- lógica y psiquiátrica a imputados en delitos
ría de los agresores sexuales?” en Anuario de sexuales ¿existe relación de coherencia
Psicología Jurídica, vol. 23, 2013, pp. 71-77. entre solicitud y respuesta pericial?”, en
Recuperado de <bit.ly/2dBHA6s>, (fecha de Fuentes, Claudio (coord.) Diez años de la
consulta: 12 de abril del 2015). Reforma Procesal Penal en Chile, Santiago
Instituto Nacional de Estadísticas de Chile de Chile: Ediciones Diego Portales, 2011,
(INE), Encuesta de Seguridad Ciudadana pp. 457- 500.
2016. Recuperado de <bit.ly/2dkS483>, Quinsey, Vernon L., Marnie E. Rice y Grant
(fecha de consulta: 10 de agosto del 2016). T. Harris, “Actuarial prediction of sexual
Losel, Friedrich y Martin Schmucker, “The recidivism”, en Journal of Interpersonal
effectiveness of treatment for sexual of- Violence, vol. 10, n.° 1, 1995, pp. 85-105.
fenders: A comprehensive meta-analysis”, Recuperado de <bit.ly/2eaQ2v7>, (fecha de
en Journal of Experimental Criminology, consulta: 15 de abril del 2015).
vol. 1, 2005, pp. 117-146. Recuperado de Quinsey, Vernon L., Martin Lalumiere, Marnie
<bit.ly/2dSBwEi>, (fecha de consulta: 12 E. Rice y Grant T. Harris, “Predicting
de enero del 2015). sexual offenses”, en J.C. Campbell (ed.), As-
DERECHO PENAL
PARTE GENERAL
DERECHO PENAL
PARTE GENERAL
Área práctica
Doctrina Derecho penal - Parte general
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
La metodología de la ciencia
jurídico-penal alemana
La escuela de Franz von Liszt
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor analiza la evolución metodológica The author analyzes the methodological
de la ciencia del derecho penal en Francia, evolution of criminal law science in France,
Italia y Alemania, desde la Cesare Beccaria Italy, and Germany, from Cesare Beccaria
hasta Franz von Liszt. El método seguido to Franz Von Liszt. The method followed in
en la ciencia jurídico-penal alemana por the German criminal-legal science by this
este último, considerado fundador del latter, considered the founder of modern
derecho penal moderno y del sistema del criminal law and of the criminal system,
delito, es especialmente examinado. is particularly examined.
Palabras clave: Ciencia jurídico-penal / Keywords: Criminal-legal science /
Dogmática penal / Metodología / Positi- Criminal dogmatic / Methodology / Legal
vismo jurídico positivism.
Recibido: 02-09-16 Keywords: The methodology of the Ger-
Aprobado: 17-10-16 man criminal-legal science. The school of
Publicado en línea: 01-11-16 Franz von Liszt.
* Profesor de Derecho Penal de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona). Magistrado titular de la Sección
Octava de la Audiencia Provincial de Barcelona.
derecho natural tenía, en la escuela clá- escuela clásica, sustituyó como objeto de
sica, además, un sentido político-liberal la ciencia penal al derecho natural por
inequívoco21, en el sentido de propiciar una concepción de la realidad empírica
un Estado liberal abstencionista. A todo del delito, es decir, el delito como mani-
ello hay que añadir que la pena retri- festación biológica22 o sociológica, como
butiva, basada en el libre albedrío, se realidad empírica naturalista, que preten-
concebía como único medio de lucha dió estudiar con método experimental,
contra el delito, de modo que tal sistema a consecuencia fundamentalmente del
penal se encontraba con el problema de auge del positivismo de Comte, del
la criminalidad reincidente y habitual, evolucionismo de Darwin y Spencer y
así como el problema de los inimpu- del naturalismo de Moleschott, Bü-
tables a quienes no podía imponerse chner y Haeckel. Asimismo, la scuola
una pena. Sin embargo, el importante positiva representa la cristalización de la
auge de la criminalidad en la época de concepción política intervencionista del
la industrialización en el siglo xix y por Estado, tras haberse debilitado el libera-
causa de esta no puede atribuírsele a la lismo clásico. A diferencia de la escuela
escuela clásica, como la culpó la scuola clásica, que se basaba en el libre albedrío,
positiva (especialmente Ferri), sino a las la scuola positiva se basa en el determi-
circunstancias económico-sociales que nismo del hombre, sometido a las leyes
trajo consigo el auge del maquinismo de la causalidad, al modo de las ciencias
industrial, y que propiciaron un trán- de la naturaleza, y traslada el punto de
sito a un Estado intervencionista que mira de la garantía del individuo a la
modificara la realidad y disminuyera la defensa activa de la sociedad: la defensa
delincuencia. social. La pena como concepto mismo
La scuola positiva (Lombroso, debía desaparecer, no podía seguir
Garófalo, Ferri), a diferencia de la siendo retribución de significado ético
o jurídico, sino, con nuevo nombre (de
siguió solamente una realización formal del “sanción”), instrumento de incidencia en
principio de igualdad ante la ley. Vid. Mir
Puig, Introducción a las bases del derecho penal,
ob. cit., p. 179.
21 Antón Oneca, Derecho penal, t. I, en la p. 22 Como dice Jorge Barreiro, Agustín, Las
32 dice lo siguiente: “La escuela clásica del medidas de seguridad en el derecho español,
derecho penal surgida de la filosofía de la Ilus- Madrid: Civitas, 1976, p. 58: “No cabe duda
tración, va unida en todas partes al liberalismo que la doctrina positivista se vio claramente
político. Los derechos del hombre imponen: influenciada por la concepción biológica
el legalismo, o sea que la ley regule detallada- entonces imperante”; y, citando a Ferri: “La
mente la función punitiva para que el indivi- sociedad viene a ser considerada como un
duo quede a cubierto de las arbitrariedades de organismo al igual que el cuerpo animal. El
los jueces; y el humanitarismo, esto es: la pena Estado y la sociedad como verdaderos orga-
debe limitarse a lo estrictamente necesario, e nismos vivientes tienen derecho a la propia
incluso en muchas ocasiones se dejó sacrificar conservación y están sujetos a las necesidades
la necesidad a motivos sentimentales”. de la propia defensa”.
fundamentación expresada por medio tas consideran que uno de los postulados
de la responsabilidad social, sirviendo fundamentales del derecho criminal (ya
como concreto módulo de graduación de no se utiliza el adjetivo penal) es el de
la misma. La intensidad de la defensa de “ninguna sanción sin peligrosidad del
la sociedad había de depender del grado agente”29. La scuola positiva pretende
de probabilidad de que el sujeto cayese absorber la pena retributiva y ejemplar
en el delito. Esto se expresó primero con en la medida de seguridad, que tiende a
el término “temibilidad” y más adelante combatir científicamente la delincuencia.
con el de “peligrosidad”. En cualquier Al excluirse toda idea de retribución y de
caso, el presupuesto de la defensa social culpa moral en el delito, las medidas de
se situó en el delincuente, en lugar de seguridad vienen a poseer la misma fun-
buscarse en el delito, como en la doctrina ción y naturaleza que las penas. Dicha
clásica. Era en el sujeto en donde radica- scuola se decide por un sistema monista
ba la peligrosidad. El delito no constituía para la lucha contra el delito, unificando
más que una manifestación indiciaria de pena y medida de seguridad, que vienen
la peligrosidad de su autor27. a ser dos especies de un mismo género:
En la scuola positiva se utilizó, como la sanción. Dicho sistema monista se
ya se ha dicho, el método experimental o plasmó en el Proyecto Ferri de 1921 del
inductivo, a diferencia de la escuela clá- Código Penal italiano, que no preveía
sica que utilizó el método racionalista, el binomio pena-medida de seguridad,
deductivo. Así se habla de positivismo sino un único tipo de sanciones de tiem-
criminológico, en que la justificación de po relativamente indeterminado, gradua-
las medidas preventivas se encuentra do con respecto al tipo de peligrosidad
en la idea de utilidad. La scuola positiva del sujeto. En otras palabras, la scuola
propugna organizar en un solo sistema los positiva reclamó la sustitución de la pena
medios preventivos y represivos, civiles por medidas de seguridad30.
y penales, de los que la sociedad pueda
disponer. Integra la pena retributiva, im- 29 Jorge Barreiro, Las medidas de seguridad en
potente e ineficaz en palabras de Ferri, el derecho español, ob. cit., p. 62.
30 Mir Puig, Introducción a las bases del derecho
en un concepto de sanción criminal que penal, ob. cit., p. 184. Dicho autor dice: “Mas
pueda satisfacer también las necesidades sería equivocado pensar que con el concepto
de prevención especial. Para aplicar la tradicional de pena se prescindió también de
la utilización de la idea de represión quia pec-
sanción criminal han de concurrir dos catum est. El propio Ferri reconoce que una
presupuestos: el delito y la peligrosidad clase de medidas de seguridad deberá tener
criminal del delincuente28. Los positivis- carácter represivo, ‘del propio modo que en
la defensa contra las enfermedades ordinarias
conviene emplear a la vez la profilaxis higiéni-
27 Mir Puig, Introducción a las bases del derecho ca y la terapéutica clásica’. Pero también esta
penal, ob. cit., p. 183. forma de represión debe individualizarse en
28 Ferri, Sociología criminal, t. I, ob. cit., pp. razón a la temibilidad del delincuente y no
249 y 551. por su culpabilidad, en lo que se manifiesta
racionalista idealista deductivo, propio positivo36 37. Dicho método, según Roc-
de la escuela clásica, introduce el método co se compone de tres fases: a) la fase
inductivo, propio de la scuola positiva35. analítica, exegética o de interpretación,
que persigue descubrir el sentido de las
IMPORTANTE proposiciones jurídico-penales; b) la
fase denominada “dogmática” (término
El positivismo normativista de Bin- desacertado, porque toma el todo por la
ding se oponía abiertamente a las parte: la dogmática no es una fase, sino
nuevas corrientes que reclamaban un el método jurídico-penal en su conjun-
acercamiento a la realidad empírica to) que podría designarse mejor como
del delito y la pena, y rechazaba las
“sistemática” o “sintética” frente a la fase
nuevas tendencias naturalísticas.
analítica propia de la interpretación. En
ella se aplica el método inductivo sobre
Finalmente es la llamada “Direc- los preceptos jurídico-penales previa-
ción técnico-jurídica”, representada por mente interpretado en la fase exegética.
Rocco (1876-1942), la que ya en el Tales resultados son las categorías con-
siglo xx, concretamente en 1910, efec- ceptuales de carácter general (dogmas) y,
tuó un cambio de rumbo de la ciencia en último término, el sistema a que cabe
penal, en el sentido de que aquella, tras reducirlas. De ambos se espera poder
el apartamiento y olvido por parte de la
escuela clásica (clasicismo) y de la scuola
positiva (positivismo criminológico) del 36 Dice Rocco: “[…] debe reducirse la ciencia
penal principalmente por no decir exclusiva-
derecho vigente, sustituye el objeto de la mente, como ya se ha efectuado hace tiempo
ciencia penal por el derecho positivo (con en el derecho privado, a un sistema de prin-
total rechazo de interferencias filosóficas cipios de derecho, a una teoría jurídica, a un
conocimiento científico de la disciplina jurí-
procedentes de la realidad empírica, de dica de los delitos y de las penas, a un estudio,
ahí su nombre dirección técnico-jurídi- en suma, general y especial del delito y de la
ca), que había quedado en manos de una pena bajo el aspecto jurídico, como hechos
o fenómenos regulados por el ordenamiento
práctica falta de la imprescindible guía jurídico positivo. Y esta dirección, llamada
teórica, e influenciada dicha dirección técnico-jurídica, y, por añadidura de carácter
técnico-jurídica por la ciencia penal ale- especial y la única de la que puede esperarse
una reconstitución orgánica de la debilitada
mana (Binding, von Liszt y Beling) compaginación científica del derecho penal”,
adoptará el método técnico-jurídico o dog- véase Rocco, Arturo, Il problema e il método
mático seguido en Alemania con carácter della scienza del diritto penale, en Opere giuri-
diche, t. III, Roma, 1933, citado por Jiménez
general en la elaboración del derecho de Asúa, Tratado de derecho penal, t. II, ob.
cit., p. 125.
37 Se advierte en la dirección técnico-jurídica de
Rocco al positivismo jurídico que inspira la
reacción metodológica de este. Vid. Mir Puig,
35 Mir Puig, Introducción a las bases del derecho Introducción a las bases del derecho penal, ob.
penal, ob. cit., p. 187. cit., p. 190.
ta, que no se alcanza solo por medio considerar que la pena tiene el fin de
de conceptos concretos”56. Ahora bien, protección de los intereses de la vida hu-
continúa Heck, “los conceptos genera- mana de la comunidad reconocidos por
les son para nosotros, no fundamentos el derecho, mediante fundamentalmente
causales de las normas, sino únicamente la prevención especial, es decir, la coacción
conceptos de orden”. Lo fundamental frente al delincuente. Las clases de pena
es la vida en toda su extensión, que no se determinan de acuerdo con sus fines
se puede albergar solo en conceptos esenciales de corrección, intimidación
concretos. Sería por ello inexacto decir e inocuización. La pena está destinada
que la jurisprudencia de intereses quiere a realizar las funciones siguientes: 1)
desplazar los conceptos generales; lo que corregir a los criminales susceptibles de
lleva a cabo es una utilización distinta corrección; 2) intimidar a los no necesi-
de los mismos; los coloca en segundo tados de corrección, e 3) inocuizar a los
plano. La realidad concreta está por incorregibles. Así el derecho tiene por
encima de todo. La norma procede de misión peculiar la defensa más enérgica
las necesidades vitales y es anterior a su de dichos intereses, especialmente dig-
inclusión en un concepto57. nos y necesitados de protección a través
Von Liszt, influenciado por su de la pena. Esta tiene como fin la tutela
maestro Jhering, en el denominado de los bienes jurídicos. La pena solo
Programa de Marburgo de 1882, dio será justa en cuanto resulte necesaria
una lección inaugural llamada “Der para la protección de aquellos intereses,
Zweckgedanke im Strafrecht” (“La idea es decir, en la medida en que se adapte
de fin en derecho”)58 en la Universidad a la idea de fin59. La doctrina de Liszt
de Marburgo al tomar posesión como tiende hacia un concepto utilitario de
catedrático de Derecho Penal, basándose pena, siguiendo a Jhering, aunque hay
en el pensamiento de Jhering, en la que advertir que su postura es ecléctica,
segunda fase de la vida de este, lo aplica por cuanto admite la prevención gene-
al derecho penal. ral, pero prevaleciendo la prevención
especial. La única pena retributiva
Así construye von Liszt el con- fecunda y que puede mantenerse es la
cepto de pena-fin (Zweckstrafe), o pena- pena-defensa. La antítesis entre “quia
defensa (Schutzstrafe) que consiste en peccatum” y “ne peccetur”, no tiene razón
de ser según von Liszt. El fin de la pena
56 González, Jerónimo, “Jurisprudencia de reúne como un haz los de prevención
intereses”, en Revista crítica de derecho inmo- general y especial. Así la pena destinada
biliario, n.° 126, Madrid: junio de 1935, p. a retribuir se determinará no a través
564.
57 Hernández Gil, Metodología de la ciencia del del concepto abstracto de delito sino
derecho, ob. cit., pp. 299 y 300.
58 Von Liszt, Franz, Der Zweckgedanke im
Strafrecht, vol. II, Leipzig, 1877-1884. 59 Ibid., p. 31
Jhering, Rudolf, Gheist des römischen Rechts auf en Mir Puig, Santiago (ed.), Derecho penal
den vershiedenen Stufen seiner Entwicklung, y ciencias sociales, Barcelona: Universidad
Leipzig: Breitkopf und Härtel, 1923. Autónoma de Barcelona, 1982.
Jhering, Rudolf, Jurisprudencia en broma y en Mir Puig, Santiago, Derecho penal. Parte general,
serio, traducción de Román Riaza, Madrid: 10.ª ed., Barcelona: Reppertor, 2015.
Revista de derecho privado, 1933.
Mir Puig, Santiago, Introducción a las bases del
Jiménez de Asúa, Luis, Tratado de derecho pe- derecho penal, Barcelona: Bosch, 1976.
nal. Tomo I: Concepto del derecho penal y de
la criminologia, historia y legislación penal Saínz Cantero, José Antonio, La ciencia del
comparada, Buenos Aires: Losada, 1950. derecho penal y su evolución, Barcelona:
Bosch, 1970.
Jorge Barreiro, Agustín, Las medidas de segu-
ridad en el derecho español, Madrid: Civitas, Spirito, Ugo, Storia del diritto penale italiano,
1976. 2.a ed., Torino: Bocca, 1932.
Latorre, Ángel, Introducción al derecho, Barce- Tomás y Valiente, Francisco, “Introducción”, en
lona: Ariel, 1968. Beccaria, Cesare, De los delitos y las penas,
Lombroso, Cesare, L’huomo delinquente, To- Madrid: Aguilar, 1982.
rino, s. f. Von Liszt, Franz, “Rechtsgut und Handlungs-
Mir Puig, Santiago, “Dogmática creadora y begriff im Bindingschen Hanbuche”, en
política criminal”, en Revista Jurídica de Strafrechtliche Anfsätze und Vorträge, Berlín:
Cataluña, vol. 77, n.° 3, Barcelona: julio- Guttentag, 1905, reimpresión fotomecánica
setiembre de 1978. de 1970.
Mir Puig, Santiago, “Sobre la posibilidad y lími- Von Liszt, Franz, Der Zweckgedanke im Strafre-
tes de una ciencia social del derecho penal”, cht, vol. II, Leipzig, 1877-1884.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Sobre la necesidad de exigir una posición de
garante para atribuir una responsabilidad penal
Comentario a la Sentencia del Tribunal Supremo de España
N.° 832/2013, del 16 de diciembre del 2013*
RESUMEN ABSTRACT
En este comentario a la STS N.° 832/2013, This commentary of the Supreme Court
del 16 de diciembre de 2013 se aborda el Judgment number 832/2013, of 16 De-
interrogante relativo a si es necesario exigir cember 2013, addresses the question on
que el autor ostente una posición de garan- whether it is necessary to require that
the author holds a position of guarantor
te para imputar una responsabilidad ya sea to impute responsibility either in a crime
en un delito de acción, o en una comisión of action or in a commission by omission
* La realización del trabajo que se presenta en esta revista a los lectores desarrolla uno de los objetivos de
investigación del Grupo de Estudios Penales de la Universidad de Zaragoza financiados por el depar-
tamento de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón y el Fondo Social Europeo. El Grupo de
Estudios Penales se ha reconocido como grupo de investigación consolidado por la Dirección General
de Investigación, Innovación y Desarrollo del Gobierno de Aragón (B.O.A. de 28 de agosto del 2014),
y del que el Dr. Miguel Ángel Boldova Pasamar es el investigador principal.
** Profesora titular y catedrática acreditada de Derecho Penal de la Universidad de Zaragoza.
por omisión en un delito de resultado. in a crime of result. The criteria set in the
Seguidamente se expone la valoración del paper are based on the case analyzed by the
supuesto de hecho enjuiciado por el TS, Judgment of the Supreme Court and on the
se analiza y se fundamenta una respuesta assessment of the mentioned case made by
(negativa) a la pregunta planteada. the Supreme Court in this resolution.
Palabras clave: Comisión por omisión / Keywords: Commission by omission /
Delito de omisión / Posición de garante / Crime of omission / Guarantor position /
Relación de dominio social Relationship of social control.
Title: Regarding the necessity of demanding
Recibido: 29-08-16 a guarantor position to attribute criminal
Aprobado: 11-10-16 responsibility.
Publicado en línea: 01-11-16 Comments to the Decision of the Supreme
Court of Spain N.° 832/2013, of December
16, 2013.
cluso dentro de la aludida opinión ma- aspecto discutido, con carácter general,
yoritaria las discrepancias surgen sobre es si la posición de garante define el crite-
si la posición de garante se define según rio de la equivalencia o identidad entre la
determinadas fuentes formales, como acción y la omisión con alguna exigencia
la ley, el contrato y el actuar precedente adicional de imputación objetiva para
peligroso (injerencia), o si se fundamen- fundamentar una responsabilidad10; si,
ta en una relación material permanente por el contrario, la posición de garante
de un sujeto con un bien jurídico o y la equivalencia o identidad entre la
con campos de peligro en virtud de las acción y la omisión son dos requisitos
funciones que aquel desempeñe9. Otro independientes que necesariamente de-
ben confluir de modo cumulativo para
Barreales, María Anunciación, “La partici- imputar una responsabilidad penal en
pación omisiva en el delito de abusos sexuales:
¿La guarda de hecho como posible fundamen- un delito de resultado en comisión por
to de la posición de garante? Comentario a omisión11; o si, finalmente, para imputar
la Sentencia del Tribunal Supremo de 9 de
octubre de 2000”, en Anuario de la Facultad
de Derecho de Ourense, Orense: 2003, p. 449 ción, insuficiencias y perspectiva político-
y ss.; Lascuraín Sánchez, Juan Antonio, Los criminal”, en Política criminal y reforma penal.
delitos de omisión: Fundamento de los deberes de Homenaje a la memoria del Prof. Dr. D. Juan
garantía, Madrid: Civitas, 2002, p. 107 y ss.; del Rosal, Madrid: Edersa, 1993, pp. 930, 931,
Rodríguez Mesa, María José, La atribución 932 y 933. Un ejemplo de la crítica expuesta
de responsabilidad en comisión por omisión, por Romeo Casabona se encuentra en la
Pamplona: Aranzadi, 2005, p. 190 y ss.; STS del 9 de octubre del 2000 (A. 9958) que
Rueda Martín, M.ª Ángeles, ¿Participación castigó a Manuela, que acababa de comenzar
por omisión? Un estudio sobre la cooperación por una relación sentimental con convivencia
omisión en un delito de acción doloso cometido con Enrique, por una cooperación necesaria
por un autor principal, Barcelona: Atelier, en comisión por omisión en un delito de
2013, pp. 53 y ss., 124 y ss. abusos sexuales realizado por Enrique sobre
9 Véanse las características de la posición de su hija Marta de seis años, por no hacer nada
garante exigida por la doctrina mayoritaria para impedir dichos abusos y por ostentar, a
efectuada por Gracia Martín, “Los delitos juicio del Tribunal, una posición de garante al
de comisión por omisión. (Una exposición fundamentar que Manuela tenía una guarda
crítica de la doctrina dominante)”, art. cit., p. de hecho sobre la menor. Véase el comentario
435 y ss. Sobre la ley, el contrato y la injerencia crítico de dicha sentencia efectuado por Tra-
como fuentes de la posición de garante, véase pero Barreales, “La participación omisiva
Gimbernat Ordeig, “Artículo 11”, art. cit., en el delito de abusos sexuales: ¿La guarda de
pp. 414, 415 y 416. hecho como posible fundamento de la posi-
Romeo Casabona se manifestó críticamente ción de garante? Comentario a la Sentencia del
con la fundamentación de la posición de Tribunal Supremo de 9 de octubre de 2000”,
garante en las teorías formales y en las mate- art. cit., p. 449 y ss.
riales, puesto que desde estas dos perspectivas 10 Véanse en este sentido, por ejemplo, Rudol-
se pretenden extraer posiciones de garante phi, Hans-Joachim y Stein, Ulrich, “§ 13”, en
no establecidas inequívocamente o de modo Systematischer Kommentar zum Strafgesetzbuch,
suficiente, o porque se corre el riesgo de querer t. I, Fráncfort del Meno: Metzner Verlag,
derivar deberes jurídicos de simples deberes 2009, vor § 13, n.° 55 con referencias.
morales, o de confundir estos con aquellos. 11 Véanse en este sentido, por ejemplo, Baciga-
Véase Romeo Casabona, Carlos María, “Los lupo, Enrique, Delitos impropios de omisión,
delitos de comisión por omisión: delimita- Madrid: Dykinson, 2005, pp. 217 y ss., 221
en las que puede tener lugar la lesión ejemplo, en el supuesto de los padres
del bien jurídico por la omisión de un respecto de las funciones de cuidado
concreto deber de actuar. Este motivo y capacitación que ostentan sobre sus
se encuentra reconocido de forma im- hijos; o en el supuesto de la contratación
plícita en la STS N.° 832/2013, del 16 de un salvavidas en una piscina respecto
de diciembre del 2013, objeto de este de las funciones de vigilancia sobre los
comentario, cuando concluye que “ni bañistas y de intervención si se produce
siquiera por la vía de la omisión negli- una situación de peligro sobre aquellos.
gente del art. 11 CP, se acreditan hechos
susceptibles de generar responsabilidad
IMPORTANTE
por la circunstancia de tener asignada la
custodia legal por ley, cuando de facto se La posición de garante definida con
trasladó transitoria e intermitentemente arreglo a las tres fuentes formales
a la abuela, por razones justificadas de indicadas, como la ley, el contrato y
necesidad. Se desconoce a su vez, la el actuar precedente peligroso (inje-
distancia a la que se hallaba la acusada rencia) resulta insuficiente para fun-
damentar una responsabilidad penal
de su hija y los posibles contactos con la en comisión por omisión, porque no
misma y su frecuencia”. Por otra parte, responde a la cuestión de la determi-
es evidente que la simple condición de nación del concreto sujeto obligado a
“ser los progenitores de la niña menor producir efectos favorables en la si-
de edad” no puede ser la fuente de la tuación de un determinado bien ju-
rídico.
que emane una responsabilidad penal,
porque tendría que haberse respon-
sabilizado igualmente al padre y a la ¿Supone, entonces, la STS N.°
madre por la mutilación genital de la 832/2013, del 16 de diciembre del 2013,
hija menor de edad y no ha sido así. que ahora comentamos, un cambio en
Además, a ello hay que añadir que una la doctrina jurisprudencial hasta ahora
posición de garante definida por el deber unánime, que exigía una posición de
de evitar el resultado que tiene su origen garante para castigar por comisión por
en la ley —como sucede, por ejemplo, omisión, ya sea a título de autor como a
con los padres respecto de sus hijos título de partícipe? Desde mi punto de
menores—, o en el contrato —como vista, sería muy precipitado responder
sucede, por ejemplo, con el socorrista afirmativamente a esta pregunta, si bien
respecto de los bañistas de la piscina—, es cierto que en esta sentencia se pone
resulta sumamente formal, puesto que de manifiesto la necesidad de establecer
hace referencia únicamente a la mera una determinada conexión para poder
titularidad de la posición jurídica del atribuir una responsabilidad penal entre:
sujeto en virtud de la cual interviene en a) las circunstancias específicas en las
la sociedad, como se puede apreciar, por que puede tener lugar la lesión del bien
del resultado”. El autor por omisión autor o a título de partícipe con la que
responde por la producción del resultado, habrá que establecer la equivalencia del
no por su no evitación55, pues este es un hecho que califiquemos de comisión por
hecho que en cualquier caso no puede omisión (autoría, o bien cooperación
subsumirse en el tipo porque tiene un necesaria por omisión).
contenido de lo injusto específico dis- En segundo lugar, el criterio deci-
tinto al de las acciones de los tipos de sivo de identidad entre la omisión y la
la Parte Especial mediante las que se correspondiente acción, desde el punto
produce el resultado, y, por consiguiente, de vista del tipo de lo injusto, es el de
distinto al de las omisiones a las que tam- la relación de dominio social entendido
bién ha de poder imputar la producción como el conjunto de condiciones aco-
del resultado56. De forma similar Silva tadas por dicho tipo de lo injusto, que
Sánchez ha manifestado que la esencia fundamentan una relación específica
de la comisión por omisión tampoco es de dependencia del bien jurídico con
la no evitación del resultado del tipo de respecto a un sujeto o a una clase de
la Parte Especial. Cuando el art. 11 del sujetos y que son determinantes de la
CP exige para castigar la comisión por posibilidad de actualización del dominio
omisión que la no evitación del resulta- finalista del hecho típico57. En conse-
do, al infringir un especial deber jurídico cuencia, este juicio de identidad entre
del autor, equivalga, “según el sentido la acción y la correspondiente omisión
del texto de la Ley, a su causación”, a que solo puede establecerse en la esfera
juicio de Silva Sánchez, se desfigura la normativa de la tipicidad58, necesita
circunstancia evidente de que el sentido
del texto de la ley no se agota nunca, en
57 Véase Gracia Martín, “La comisión por
los delitos comisivos, en la causación: la omisión en el derecho penal español”, art. cit.,
realización típica (sentido del texto de p. 83 y ss.; idem, “Los delitos de comisión por
la ley) requiere la concurrencia de los omisión. (Una exposición crítica de la doctri-
na dominante)”, art. cit., p. 411 y ss.; idem,
presupuestos de la imputación objetiva Delitos contra bienes jurídicos fundamentales,
y, de modo adicional, los específicos de vida humana independiente y libertad, Va-
la autoría o de la participación. Es con lencia: Tirant lo Blanch, 1993, passim; idem,
“Política criminal y dogmática jurídico penal
la realización típica activa a título de del proceso de reforma penal en España (y
II)”, art. cit., p. 360 y ss.
58 Exigen también una equivalencia exacta o
55 Véase un ejemplo de la doctrina que configura una identidad estructural y material entren
el supuesto de hecho de la comisión por omi- la omisión y la acción Luzón Peña, “La par-
sión de esta forma en Cerezo Mir, Curso de ticipación por omisión en la jurisprudencia
derecho penal español. Parte General, t. III, ob. reciente del TS”, p. 80; Silva Sánchez, “Zur
cit., p. 232, con referencias bibliográficas. Dreiteiligung der Unterlassungsdelikte”,
56 Véase Gracia Martín, “Los delitos de comi- art. cit., p. 641; Díaz y García Conlledo,
sión por omisión. (Una exposición crítica de “Omisión de impedir delitos no constitutiva
la doctrina dominante)”, art. cit., p. 452, nota de participación por omisión. ¿Un caso de
177. dolo alternativo? (Comentario a la STS, Sala
encontrar una estructura lógico-objetiva que el sujeto pueda tomar una decisión
de la cual se deduce: el dominio finalista sobre la lesión típica del bien jurídico,
del hecho. La relación de dominio social será imprescindible que realice un acto
presupone que el bien jurídico está ya personal de asunción del dominio sobre
involucrado en el ejercicio de una de- esa situación organizada en dirección a
terminada función social o institucional la lesión del bien jurídico59. Es decir, es
que desempeña el autor, que tanto la imprescindible que el omitente sea un
situación como el conjunto de factores sujeto que de un modo totalmente vo-
causales favorables a la producción luntario y libre haya incorporado el pro-
de la lesión del bien jurídico están ya ceso causal que se desarrolla en dirección
previamente dados y a disposición del a la producción del resultado a su esfera
autor antes de que este se decida por de dominio social, y que este dominio
la lesión del bien jurídico. Pero para se actualice luego específicamente en la
situación concreta en que el sujeto omi-
te realizar una acción determinada de
2.ª, de 8 de octubre de 1991)”, art. cit., p. neutralización de la causa determinante
209, habla indistintamente de equivalencia o
identidad. Rodríguez Mesa, La atribución del resultado. En tales supuestos podre-
de responsabilidad en comisión por omisión, mos subsumir la omisión directamente
ob. cit., p. 108 y p. 113 y ss., requiere una en el tipo correspondiente de la Parte
auténtica igualdad en el plano estructural y
normativo. Morales Prats, Fermín, “Artí- Especial del Código Penal —por tanto
culo 11”, en Quintero Olivares, Gonzalo como autor—60. A este acto personal de
(dir.), Morales Prats, Fermín (coord.), asunción voluntaria y libre del domi-
Comentarios al Código Penal, t. I, 6.a ed.,
Pamplona: Aranzadi, 2011, p. 127, exige una nio sobre la incorporación del proceso
equivalencia “jurídica”. Huerta Tocildo, causal que se desarrolla en dirección a la
Principales novedades de los delitos de omisión en producción del resultado lo denomina
el Código penal de 1995, ob. cit., p. 47 se refiere
al art. 11 del CP de 1995 como una cláusula Gracia Martín, la posición de garante
general de “transformación” o de equivalencia específica61 o posición de comisión por
punitiva del delito de comisión por omisión
al correspondiente delito comisivo.
Schünemann, Bernd, “El llamado delito de
omisión impropia o la comisión por omisión”,
en García Valdés, Carlos; Margarita Valle 59 Vid. Gracia Martín, “La comisión por omi-
Mariscal de Gante; Antonio Rafael Cuerda sión en el derecho penal español”, art. cit., pp.
Riezu; Margarita Martínez Escamilla y 85 y 86.
Rafael Alcácer Guirao (coords.), Estudios 60 Véase Gracia Martín, “Los delitos de co-
penales en homenaje a Enrique Gimbernat, t. misión por omisión. (Una exposición crítica
II, Madrid: Edisofer, 2008, pp. 1620 y 1621; de la doctrina dominante)”, art. cit., pp. 411
sin embargo, se refiere a la equiparabilidad y 412; idem, “Prólogo”, en Rueda Martín,
—no identidad— de la omisión con un hacer ¿Participación por omisión?, ob. cit., pp. 24-27.
activo bajo el aspecto decisivo del dominio del 61 Véase Gracia Martín, “La comisión por
hecho. Robles Planas, Garantes y cómplices, omisión en el derecho penal español”, art. cit.,
ob. cit., p. 56 alude a una equivalencia en el p. 83 y ss.; idem, “Los delitos de comisión por
plano normativo entre la omisión y la corres- omisión. (Una exposición crítica de la doctrina
pondiente acción dominante)”, art. cit., p. 411 y ss.
tenido su origen en un curso causal clusión expuesta por autores como, por
natural que lesiona o pone en peligro ejemplo, Robles Planas, para quien a
un bien jurídico. la hora de configurar la propia conducta
nadie debe tener en cuenta el hecho de
CONCLUSIÓN MÁS IMPORTANTE que un tercero esté decidido a cometer
un delito72. La circunstancia indicada, es
Autor en comisión por omisión es
aquel que de un modo totalmente vo- Teilnahme”, en Zeitschrift für die gesamte
luntario y libre haya incorporado el Strafrechtswissenschaft, vol. 94, n.° 4, Berlín:
proceso causal que se desarrolla en 1982, p. 829 y ss., si bien es cierto que no alu-
de, expresamente, al dominio del hecho pero
dirección a la producción del resul-
su presupuesto se aprecia con claridad cuando
tado a su esfera de dominio social y afirma que “el dolo del autor, en los delitos
siempre que este dominio se actualice dolosos, pertenece a los elementos del delito
luego específicamente en la situación que constituyen lo injusto. El dolo del autor
concreta en que el sujeto omite reali- concede al hecho concretamente realizado una
zar una acción determinada de neu- configuración y una dirección” [art. cit., p.
tralización de la causa determinante 831]; idem, “Das garantiepflichtwidrige Un-
terlassen der Taterschwerung”, en Zeitschrift
del resultado.
für die gesamte Strafrechtswissenschaft, vol. 97,
n.° 2, Berlín: 1985, p. 283 y ss.; Hoffmann-
Holland, “Die Beteiligung des Garanten am
Ahora bien, en el segundo supuesto, Rechtsgutsangriff”, art. cit., pp. 630, 633 y
es decir, el del omitente que se encuentra ss.; Jescheck, Hans-Heinrich y Thomas Wei-
ante un curso causal lesivo dominado gend, Tratado de derecho penal. Parte general,
traducción de la 5.a edición alemana (1996)
por un autor principal que comete una por Miguel Olmedo Cardenete, Granada:
acción dolosa, aquel nunca puede ser Comares, 2002, p. 749; Gracia Martín,
autor de una comisión por omisión por- “Prólogo”, en Rueda Martín, ¿Participación
por omisión?, ob. cit., p. 28.
que el dominio del hecho lo ostenta un
72 Véase Robles Planas, Garantes y cómplices,
autor principal que actúa dolosamente. ob. cit., p. 62; idem, “Los dos niveles del sis-
En estas situaciones, el omitente única- tema de intervención en el delito (El ejemplo
mente puede ser partícipe —cómplice de la intervención por omisión)”, en InDret,
n.° 2/2012, Barcelona: abril del 2012, p.
o cooperador necesario— por omisión, 10. Robles Planas indica que “en tanto en
tal y como concluyó convincentemente cuanto pueda afirmarse la posición de garante
Gallas71. No puedo compartir la con- de un funcionario público, cuya omisión sea
desaprobada típicamente de forma equivalente
a la acción, esta podrá constituir autoría si
71 Véase la argumentación expuesta por Ga- lo cometido por el que actúa es lo específico
llas, “Strafbares Unterlassen im Fall einer del deber sumido por el omitente, esto es, lo
Selbsttötung”, art. cit., p. 687: “junto al que lo caracterizaba completamente. Ejem-
autor que despliega el dominio del hecho en plo, el policía dolosamente omite asegurar
el delito doloso de comisión, a todo garante al detenido que abiertamente va a matar a
que no impida el resultado no le queda sino su mujer y por eso estaba detenido”. Véase
el papel de cómplice”. Véanse asimismo Robles Planas, “Los dos niveles del sistema
Ranft, Otfried, “Garantiepflichtwidriges de intervención en el delito (El ejemplo de la
Unterlassen der Deliktshinderung. Ein Bei- intervención por omisión)”, art. cit., pp. 19 y
trag Zur Abgrenzung von Täterschaft und 20. Desde mi punto de vista, en este supuesto
decir, que un tercero está decidido a co- del CP? La respuesta tiene que ser tam-
meter un delito y en el que se inserta en bién negativa, en mi opinión, porque
su realización una conducta omisiva, es no concurren los requisitos necesarios
decisiva para tratar la responsabilidad del para atribuirle responsabilidad penal
omitente porque pone de manifiesto un como cooperadora por omisión en un
elemento estructural relevante para la va- delito doloso dominado por un tercero.
loración, es decir, el dominio del hecho Ello es así porque 1) no se ha acreditado
que lo ostenta quien actúa y por ello es que Celestina conozca, por una parte, la
autor. En consecuencia, el omitente úni- situación típica, es decir, que mediante
camente puede ser partícipe –cómplice su omisión se va a facilitar la realización
o cooperador necesario– por omisión. del hecho principal por parte del autor
En relación con el caso enjuiciado por el doloso; y 2), por otra parte, tampoco
TS en la sentencia que comentamos, si se ha acreditado que Celestina hubiera
se hubiera acreditado que fue un tercero conocido el modo de no contribuir, no
quien realizó la mutilación genital sobre favorecer, no asegurar o no fortalecer
la víctima menor de edad, por un lado, el hecho principal. 3) Además, en el
se podría afirmar que la madre no osten- dolo del partícipe omisivo es necesario
ta una posición en comisión por omisión también exigir un acuerdo de voluntades
por dicha mutilación genital, porque entre un autor doloso que domina el
como se ha indicado el dominio del hecho principal y el partícipe omitente,
hecho lo ostenta un autor principal que y en la sentencia comentada no se ha
actúa dolosamente. Por otro lado, ¿po- demostrado que pueda existir dicho
dría ser Celestina, la madre de la víctima acuerdo de voluntades entre el tercero y
de la mutilación genital, una partícipe Celestina. Este acuerdo de voluntades se
omisiva en el delito doloso cometido por pone de relieve cuando el partícipe asu-
un tercero subsumible en el art. 149.2 me de un modo totalmente voluntario y
libre un compromiso efectivo de poner
el omitente no puede ser autor de un homi-
en práctica su capacidad específica de
cidio porque ostenta un deber consustancial contribución, favorecimiento, asegura-
a su desempeño policial que infringe cuando miento o fortalecimiento en un hecho
dolosamente omite asegurar al detenido, que ajeno dominado por un autor73. Por
escapa y mata a su mujer. En un caso como
el expuesto existe un autor principal doloso último, 4) tampoco se ha acreditado la
que domina el hecho constitutivo de un mayor cercanía de la omitente respecto
homicidio; y al policía que omite asegurar al del inicio de la ejecución del hecho
detenido se le debe castigar por una partici-
pación omisiva en un homicidio, puesto que principal dominado por un autor74.
concurren los requisitos que deben exigirse
para castigar tal comportamiento y que he
expuesto en mi trabajo, Rueda Martín, 73 Vid. Rueda Martín, ¿Participación por omi-
¿Participación por omisión?, ob. cit., p. 124 y sión?, ob. cit., p. 133 y ss.
ss., en concurso ideal con el delito tipificado 74 Sobre los requisitos de la participación por
en el art. 410.1 CP. omisión en un delito de acción doloso come-
Serrano González de Murillo, José Luis, “La Stree, Walter y Nikolaus Bosch, “§ 13”, en
responsabilidad penal de los miembros de las Strafgesetzbuch Kommentar, 28.a ed., Mú-
fuerzas policiales por no impedir delitos”, en nich: C. H. Beck, 2010.
Revista de derecho penal y criminología, n.° 2, Tomás-Valiente Lanuza, Carmen, “Artículo
Madrid: julio-diciembre del 2009. 11”, en Gómez Tomillo, Manuel (dir.),
Silva Sánchez, Jesús-María, “Artículo 11”, en Comentarios al Código Penal, Valladolid:
Cobo del Rosal, Manuel (dir.), Comenta- Lex Nova, 2010.
rios al Código Penal. Tomo I: Artículos 1 al Trapero Barreales, María Anunciación, “La
18, Madrid: Edersa, 1999. participación omisiva en el delito de abusos
Silva Sánchez, Jesús-María, “Aspectos de la co- sexuales: ¿La guarda de hecho como posible
misión por omisión: Fundamento y formas fundamento de la posición de garante?
de intervención. El ejemplo del funcionario Comentario a la Sentencia del Tribunal
penitenciario”, en Cuadernos de Política Cri- Supremo de 9 de octubre de 2000”, en
minal, n.° 38, Madrid: setiembre-diciembre Anuario de la Facultad de Derecho de Ourense,
de 1989. Orense: 2003.
Silva Sánchez, Jesús-María, “La regulación de Vives Antón, Tomás Salvador, “Artículo 11”, en
la ‘comisión por omisión’ (artículo 11)”, Cobo del Rosal, Manuel (dir.), Comenta-
en El nuevo Código penal: cinco cuestiones rios al Código Penal. Tomo I: Artículos 1 al
fundamentales, Barcelona: Bosch, 1997. 18, Madrid: Edersa, 1999.
Silva Sánchez, Jesús-María, “Zur Dreiteiligung Weigend, Thomas, “§ 13”, en Strafgesetzbuch.
der Unterlassungsdelikte”, en Schünema- Leipziger Kommentar, 12.a ed., Berlín: Wal-
nn, Bernd; Hans Achenbach; Wilfried ter de Gruyter, 2007.
Bottke; Bernhard Haffke; Hans-Joachim Zugaldía Espinar, José Miguel (dir.); María Rosa
Rudolphi (Hrsg.), Festschrift für Claus Ro- Moreno-Torres Herrera (coord.); Esteban
xin zum 70. Gerburstag am 15. Mai 2001, Juan Pérez Alonso; Elena Marín de Espi-
Berlín: Walter de Gruyter, 2001. nosa Ceballos y M.a Inmaculada Ramos
Silva Sánchez, Jesús-María, El delito de omisión. Tapia, Fundamentos de derecho penal. Parte ge-
Concepto y sistema, Barcelona: Bosch, 1986. neral, 4.ª ed., Valencia: Tirant lo Blanch, 2010.
CONSULTA N.° 1
¿En qué consiste el miedo insuperable?
realizaban actos de colaboración para […]. [E]l acusado temía por su vida o la
organizaciones terroristas, pero bajo de sus familiares, que resulta ser un bien
los alcances de un miedo insuperable6. jurídico prevalente […].
Como ejemplo puede citarse el R. N.
Que, por tanto, se concluye que el encausa-
N.° 2649-2012-Lima, emitido por la do […] realizó actividades de colaboración
Sala Penal Transitoria, en el cual se ar- para la organización terrorista “Sendero
gumenta lo siguiente: Luminoso”, pero bajo un estado de miedo
insuperable7.
[E]l acusado fue amenazado de muerte
por sujetos identificados como miembros
de la organización terrorista “Sendero Lu- Fundamento legal
minoso” […]. [E]n el caso que se analiza, Código Penal: art. 20.7
el acusado tenía motivos suficientes para
temer, teniendo en cuenta que terroristas lo
habían amenazado con causarle la muerte a
su persona o a sus familiares y que, además,
el lugar donde se produjo tal hecho estaba
7 Sala Penal Transitoria (ponente: Sr. Juez
considerado como “zona de emergencia” José Neyra Flores), Recurso de Nulidad N.°
3649-2012-Lima, Lima: 21 de enero del
6 Véase la Ejecutoria N.° 268-94-Junín, del 6 2013, ff. jj. n.os 4 y 8, en Talavera Elguera,
de marzo de 1995, citado por Villavicencio Pablo, Jurisprudencia vinculante: penal, pro-
Terreros, Derecho penal. Parte general, ob. cesal penal y de ejecución penal, t. II, Lima:
cit., p. 644. Instituto Pacífico, 2016, pp. 37-42.
CONSULTA N.° 2
¿Puede revocarse la suspensión de la pena ante el primer incumpli-
miento de las reglas de conducta?
Esta postura se vio respaldada por la sin que sea necesario que se dicten co-
Resolución Administrativa N.° 321- rrelativamente7.
2011-P-PJ, emitida el 8 de setiembre Al respecto, la recientemente pu-
del 2011 por la Presidencia de la blicada Casación N.° 656-2014-Ica
Corte Suprema de Justicia de la Re- considera que no hay ambigüedades en
pública, que estableció lo siguiente: la fórmula legislativa “[…] el juez podrá,
según los casos […]” del art. 59 CP, por lo
[E]l juez deberá aplicar de manera correlati- que se adhiere a la interpretación de la ju-
va lo dispuesto en el artículo 59 del Código risprudencia del Tribunal Constitucional
Penal —salvo lo reglado en el artículo 60—.
Esto es, primero amonestará al infractor.
e indica que el f. j. n.° 5 de la Resolución
Luego, si persiste en el incumplimiento, Administrativa N.° 321-2011-P-PJ debe
prorrogará el periodo de la suspensión hasta ser desatendido8. En efecto, la Sala Penal
la mitad del plazo que se fijó inicialmente. Permanente establece como doctrina
Finalmente, si el agente hace caso omiso a jurisprudencial lo siguiente:
las sanciones precedentes, revocará la sus-
pensión de la ejecución de la pena4. [L]a aplicación de los efectos del incum-
plimiento de reglas de conducta, previsto
ii) Posturas a favor de la discreciona- en el artículo 59 del Código Penal, deberá
lidad del juez. Otro sector de la doctrina darse conforme a la propia norma de
nacional ha señalado que el art. 59 CP manera discrecional por el juez. Es decir,
según el caso concreto está en la decisión
“faculta”5 al juez penal a imponer una del juez penal optar por cualquiera de los
de las distintas medidas frente al in- tres supuestos, sin la necesidad de que se
cumplimiento de las reglas de conducta, siga una secuencia prelativa9.
a diferencia de lo establecido en el art.
60 del CP, en el cual la revocación es Fundamento legal
obligatoria6.
Código Penal: art. 59.
En este mismo sentido, la juris-
prudencia del Tribunal Constitucional
7 Tribunal Constitucional, Expediente N.°
ha sido uniforme en resaltar que la 2517-2005-PHC/TC, Lima: 23 de junio del
aplicación de las diferentes sanciones 2005, f. j. n.° 3; idem, Expediente N.° 3165-
contenidas en el art. 59 CP se puede 2006-PHC/TC, Lima: 22 de junio del 2006,
imponer, previo requerimiento fiscal, f. j. n.° 2; idem, Expediente N.° 3883-2007-
PHC/TC, Lima: 16 de agosto del 2007, f. j.
n.° 3; idem, Expediente N.° 2076-2009-PHC/
4 Presidencia de la Corte Suprema de TC, Lima: 3 de junio del 2009, f. j. n.° 5; idem,
Justicia de la República, Resolución Ad- Expediente N.° 1770-2010-PHC/TC, Lima:
ministrativa N.° 321-2011-P-PJ, Lima: 8 de 30 de setiembre del 2010, f. j. n.° 3; idem,
setiembre del 2011, f. j. n.° 5. Expediente N.° 1820-2011-PA/TC, Lima: 21
5 Vid. Reyna Alfaro, Luis Miguel, Introduc- de marzo del 2012, f. j. n.° 13.
ción a la teoría del delito y a las consecuencias 8 Sala Penal Permanente (ponente: Sr. Juez Josué
jurídicas del delito, Lima: Instituto Pacífico, Pariona Pastrana), Casación N.° 656-2014- Ica,
2016, p. 395. Lima: 18 de mayo del 2016, f. j. n. ° 14.
6 Vid. García Cavero, Percy, Derecho penal. Parte 9 Sala Penal Permanente, Casación N.° 656-
general, 2.a ed., Lima: Jurista, 2012, p. 859. 2014-Ica, cit., f. j. 15.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
SENTENCIA CASATORIA
I. ANTECEDENTES
A. Itinerario de primera instancia
Primero: El siete de junio del dos mil trece se emitió la sentencia conformada en contra
de Domingo Antonio Tantachuco Uchuya —fojas tres—, por delito contra la familia, en
su modalidad de omisión a la asistencia familiar, en agravio de Fátima Melchorita Tanta-
chuco Lurita. Ahí se impuso al imputado la pena privativa de libertad de un año y nueve
meses, cuya ejecución se suspendía con carácter de condicional por un periodo de prueba
de un año y seis meses, y se le impuso el cumplimiento de reglas de conducta, entre las
cuales destaca el cancelar un monto total por concepto de pensiones alimenticias ascen-
dente a S/. 3 187.00 soles, en 10 cuotas mensuales, mediante depósitos judiciales ante el
Segundo Juzgado Penal de Investigaciones Preparatorias de Chincha, bajo apercibimiento
de que en caso de incumplimiento de las cuotas se aplicará las alternativas indicadas en el
artículo 59 del Código Penal, previo requerimiento judicial.
Segundo: Al incumplirse con el pago de la segunda cuota correspondiente, el Ministerio
Público solicitó se amoneste al sentenciado conforme al inciso 1 del artículo 59 del Códi-
go Penal —véase el requerimiento fiscal N.° 1 a fojas veinte—, emitiéndose en razón de
lo solicitado la resolución N.° 2 del cuatro de setiembre de 2013 que amonesta al senten-
ciado, por el incumplimiento de la segunda y tercera cuota de las pensiones alimenticias
devengadas y lo requiere para que en el plazo de quince días hábiles cumpla con hacer
efectivo el pago, bajo apercibimiento de que en caso contrario se le aplique las alternativas
que prevé los numerales 2 y 3 del artículo 59, esto es, prorrogar el periodo de prueba o
revocar las suspensión de la pena —fojas treinta y uno—.
B. Itinerario de segunda instancia
Tercero: El imputado, pese a lo señalado, incumplió con lo prescrito; así, el Ministerio
Público requirió se revoque la suspensión de la pena —véase Requerimiento Fiscal N.° 2
del Tribunal Constitucional; en ese sentido, véase el fundamento jurídico décimo tercero
del Exp. N.° 01820-2011-PA/TC, que señala:
“dicha norma no obliga al juez a aplicar tales alternativas en forma sucesiva, sino que
ante el incumplimiento de las reglas de conducta impuestas la suspensión de la ejecución
de la pena puede ser revocada sin necesidad de que previamente sean aplicadas las dos
primeras alternativas [...]” (Resaltado nuestro).
Octavo: Conforme a lo señalado y advirtiendo el cumplimiento cabal de los requisitos
formales del recurso de casación excepcional esta Suprema Corte con fecha cuatro de
mayo de dos mil quince —fojas veintisiete del cuaderno de casación—, declaró bien
concedido el recurso de casación excepcional interpuesto por el Ministerio Público. Ad-
mitiendo con ello el análisis del artículo 59 del Código Penal para desarrollo de doctrina
jurisprudencial.
“Si durante el periodo de suspensión el condenado no cumpliera con las reglas de conducta
impuestas o fuera condenado por otro delito, el juez podrá según los casos:
1. Amonestar al infractor.
2. Prorrogar el periodo de suspensión [...].
3. Revocar la suspensión de la pena”.
Nótese, que en la redacción de la norma, no se precisa que esta será de aplicación co-
rrelativa y tampoco deja margen de error o interpretación en dicho aspecto, pues señala
textualmente que de incumplirse las normas de conducta “[...] el juez podrá, según los
casos [...]” aplicar los efectos citados en la norma.
Décimo tercero: Si la norma penal hubiese omitido señalar textualmente “[…] según
los casos [...]” podríamos afirmar que en efecto la norma puede ser interpretada de dos
maneras, una donde se crea que los efectos se aplicarán correlativamente u otra donde se
aplique cualquiera de ellas a discreción del juez. Sin embargo, nuestro legislador, fue claro
al precisarlo, no dejando lugar a duda de que tales efectos podrán ser aplicados por el juez
penal según el caso concreto.
Décimo cuarto: Conforme a lo señalado, este Supremo Tribunal afirma que conforme
a la ley penal, claramente redactada, la correcta interpretación de esta es la señalada en
reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, pues se adecúa cabalmente a una
interpretación gramatical, sistemática y funcional. Así, el fundamento jurídico quinto de
la Resolución Administrativa N.° 321-2011-P-PJ debe ser desatendido, en razón a que la
interpretación que allí se plantea se contrapone con una correcta interpretación, más aún
si la misma carece de fundamento.
Décimo quinto: A modo de conclusión se puede establecer que la aplicación de los
efectos del incumplimiento de reglas de conducta, previsto en el artículo 59 del Código
Penal, deberá darse conforme a la propia norma de manera discrecional por el juez. Es
decir, según el caso concreto está en la decisión del juez penal optar por cualquiera de
los tres supuestos, sin la necesidad de que se siga una secuencia prelativa. No se puede
exigir al juez penal a imponer dichos efectos de manera correlativa, cuando es algo ex-
presamente contrapuesto a la norma, y más aún que se contrapone con el sentido de
esta. No todos los casos e imputados son iguales; así, habrá algunos que abiertamente y
sin mayor culpa incumplan las reglas de conducta impuestas, a los cuales conforme una
debida motivación podrá corresponder prima facie la imposición de la revocación de la
suspensión de la pena.
Décimo sétimo: Así, el auto emitido en segunda instancia, Resolución N.° ocho de se-
tiembre del dos mil catorce, no estaba conforme a ley, pues amparado en una errada
resolución, realizó una errónea interpretación del artículo 59 del Código Penal, gene-
rando con ello una resolución que vulneraba claramente el principio de legalidad; por
tanto, conforme al lit. “d” del artículo 150 del Código Procesal Penal, la falencia que se
advierte en la resolución de vista conduce a la nulidad absoluta de la citada resolución.
Debiéndose generar un nuevo pronunciamiento de fondo teniendo en consideración el
razonamiento planteado en la presente ejecutoria, que concuerda con lo establecido en el
propio artículo 59 del Código Penal.
IV. DECISIÓN
Por estos fundamentos declararon:
I. FUNDADO el recurso de casación por la causales 3 del artículo 429 del Código Procesal
Penal.
II. CASARON el auto del ocho de setiembre del dos mil catorce que declaró nulo el auto
del once de junio del dos mil catorce que resolvió declarar fundado el requerimiento de
revocatoria de la suspensión de la pena en contra del sentenciado Domingo Antonio
Tantachuco Uchuya por delito con la familia en su modalidad de omisión a la asistencia
familiar, en agravio de Fátima Melchorita Tantachuco Lurita.
III. ORDENARON que la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Ica conformada
por magistrados distintos a los que emitieron el auto de vista que es declarado casado y
por consecuencia declarado nulo, en la presente resolución, cumpla con emitir nuevo
pronunciamiento de fondo, con el debido respeto de derechos y garantías constitucionales;
y las demás formalidades establecidas en la ley procesal penal.
IV. ESTABLECIERON como doctrina jurisprudencial, los fundamentos jurídicos décimo
segundo a décimo quinto de la presente ejecutoria, los cuales se refieren a que la aplicación
de los efectos regulados en el artículo 59 del Código Penal, referentes al incumplimiento de
las reglas de conducta, se podrán aplicar según sea el caso cualquiera de ellas a discreción
motivada del juez. Por lo que, no se exige una aplicación correlativa de los mismos.
V. ORDENARON se dé lectura de la presente sentencia casatoria en audiencia pública y
se publique en el diario oficial El Peruano, de conformidad con lo previsto en el numeral
tres del artículo cuatrocientos treinta y tres del Código Procesal Penal.
VI. MANDARON que cumplidos estos trámites se devuelvan los autos al órgano jurisdic-
cional de origen, y se archive el cuaderno de casación en esta Corte Suprema.
S.S.
VILLA STEIN/ RODRÍGUEZ TINEO/ PARIONA PASTRANA/ HINOSTROZA
PARIACHI/ NEYRA FLORES
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
Área práctica
Doctrina Derecho
El delito penal / Parte
de contaminación especial
del ambiente ...
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Acerca de una técnica inadecuada para el análisis
e interpretación del delito de feminicidio
Luis Alberto Pacheco Mandujano*
Universidad Inca Garcilaso de la Vega
Universidad César Vallejo
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor considera que la incorporación The author considers that the incorporation
del delito de feminicidio en el Código of the crime of feminicide in the Peruvian
Penal peruano no constituye un factor Penal Code neither constitutes a political-
político-criminal que contribuya a com- criminal factor that contributes to effecti-
batir eficazmente esta clase de crímenes de vely combat these type of gender crimes, nor
género ni promueve su prevención. Por el promotes its prevention. On the contrary,
contrario, ante las dificultades probatorias, given the evidentiary difficulties, the legal
los operadores del derecho formados bajo operators formed under the theory of final
la teoría de la acción final prefieren imputar action prefer to charge for homicides and
homicidios o no utilizar este tipo penal. A not to use this type of crime. He argues
su juicio, se obtendrían mejores resultados that better results would be obtained if the
si se promueve el uso de la metodología del use of the methodology of the social role is
rol social como pauta de interpretación de promoted as an interpretation guide for
este tipo de casos. this type of cases.
* Abogado titulado en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Peruana Los An-
des. Doctor honoris causa por la Universidad Ada Byron. Profesor de Lógica Jurídica y Filosofía del
Derecho en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
Profesor de Teoría de la Argumentación Jurídica y Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho
de la Universidad César Vallejo. Presidente del Instituto Peruano de Estudios de Derecho Penal.
Miembro y docente honorario del Instituto Latinoamericano de Derecho, miembro asociado de la
Sociedad Peruana de Derecho, membresía internacional de la Sociedad Internacional de Intelectuales
Sartreanos en defensa de la Humanidad.
No íntimo
No íntimo
No íntimo
No íntimo
No íntimo
No íntimo
No íntimo
Íntimo
Íntimo
Íntimo
Íntimo
Íntimo
Íntimo
Íntimo
Íntimo
tarse también, contrario sensu, cuándo legalidad de los delitos y de las penas.
es que un hecho no constituye delito, La ausencia de la tipicidad excluye el
aunque parezca lo contrario. delito, aunque el hecho sea antijurídico y
Formalmente hablando, dado que culpable. El delito es la realización ob-
para la constitución del delito se requiere jetiva de un tipo; si el hecho no alcanza
de la necesaria e imprescindible concu- esta realización, ni siquiera se dirige a
rrencia de las tres categorías jurídico- realizarla en la 18realidad, está fuera del
penales mencionadas, es perfectamente derecho penal” .
lógico concluir que si en una conducta En otras palabras, la atipicidad de
cualquiera, por determinadas condicio- una conducta implica que, desde una pers-
nes y circunstancias, se llegase a excluir pectiva ontológica, el hecho no constituye
tan solo una de aquellas categorías delito pues solo “sobrevendrá el título de
—como, por ejemplo, la tipicidad—, la imputación (autor en sentido estricto)
entonces estaríamos en la posibilidad en el sujeto que practique finalmente19 el
de asegurar con absoluta certeza que no supuesto de hecho de la norma con la
nos encontraremos ante un acto al cual calificación objetiva especial”20.
podamos calificar como delito. De ahí que la propia jurisprudencia
En este sentido, el mismo Zaffa- nacional, siguiendo esta orientación
roni, hablando sobre la exclusión de la que en este campo de la teoría jurí-
categoría tipicidad, ha dicho bien que dico-penal es dominante, sea clara al
“si concluimos que la conducta no está asumir, por ejemplo, que:
individualizada en un tipo penal, no a) “El hecho no constituye delito cuan-
tiene caso averiguar si está permitida o do el suceso investigado no se adecua
si es contraria al orden jurídico y menos a la hipótesis típica de la disposición
aún si es reprochable, puesto que jamás penal pre-existente [o sea, al tipo pe-
será delito, aunque ambas respuestas sean
afirmativas. Nos hallaremos en un caso
18 Marcone Morello, Juan, Diccionario jurí-
de falta de tipicidad que se denomina dico penal y ciencias auxiliares, t. III, Lima: A.
‘atipicidad’”17. F. A., 1995, p. 1943. El resaltado es agregado.
19 Es decir, por medio de una conducta que en
La noción del concepto de atipici- el plano de la realidad objetiva sea dirigida
dad en el derecho penal, como precisa voluntariamente hacia la realización de un fin
Marcone Morello, “equivale a decir preestablecido, de una finalidad predetermi-
nada.
que el acto no es subsumible en ningún 20 Peña Cabrera, Raúl, Delitos contra la ad-
precepto legal vigente. Se ha dicho en este ministración pública, edición actualizada,
sentido que no hay delito sin tipicidad, corregida y ampliada, Lima: Fecat, 1999, p.
338. En el mismo sentido, cfr. Caro John,
por lo mismo que rige el principio de José Antonio, Diccionario de jurisprudencia
penal. Definiciones y conceptos de derecho penal
y derecho procesal penal extraídos de la jurispru-
17 Loc. cit. El resaltado es agregado. dencia, Lima: Grijley, 2007, p. 19.
si tal acción puede, después, ser pasible teoría superadora y revolucionaria por
de una sanción penal. solucionar de modo eficaz los problemas
más inquietantes de la teoría del dolo, y,
¿SABÍA USTED QUE? sin embargo, más tarde, a fines de la cen-
turia pasada, terminar de ser completada
La Academia peruana, desde fines con la teoría de la imputación objetiva
de 1970, prohijó la teoría de la acción de filo finalista30.
final de Welzel, la que se difundió
amplia y masivamente en el foro na- Pero no fue sino a partir de 1985
cional, pasando a formar parte de la cuando, tras pronunciar Jakobs su cé-
consciencia jurídica mayoritaria de lebre discurso titulado “Criminalización
los hombres de derecho que, en el en el estadio previo a la lesión de un bien
Perú, dedican su vida al estudio y la
jurídico”31 en el Congreso de penalistas
práctica del derecho penal.
alemanes celebrado en Frankfurt am
Mein en mayo de aquel año, que la
Este desenvolvimiento de la teoría teoría del rol social, diseñada como parte
jurídica del delito experimentó el in- integrante del sistema penal hegeliano-
flujo de las tendencias iusfilosóficas y funcionalista, emprende un proceso de
jurídicas más avanzadas de las épocas ascenso epistemológico y de aceptación
correspondientes, en las cuales se dio mayoritaria por juristas y operadores
un proceso diacrónico de avance del jurídicos en el mundo, en medio de
derecho penal 29, discurriendo este, una feraz polémica desarrollada entre los
primero, desde consideraciones del representantes del finalismo remozado,
causalismo naturalista propias de las bastante arraigado en el derecho penal
ciencias naturales que triunfaban en el latinoamericano32, y los seguidores de
siglo xix, para pasar después —por el
problema que representaba el retroceso
30 Cfr. Polaino Navarrete, Miguel, Lectio
ad infinitum propiciado por las cadenas Doctoralis: Quince minutos de derecho penal.
de causalidad generadas a partir de un Discurso de investidura como Doctor honoris
hecho determinado— a implementar causa por la Universidad de Huánuco, leído
el viernes 8 de junio del 2007, Lima: Grijley,
un causalismo restringido por medio de la 2007.
fórmula de la conditio sine qua non, cuyo 31 Jakobs, Günther, Estudios de derecho penal, tra-
posterior fracaso definitivo permitió que ducción de Enrique Peñaranda Ramos, Carlos
se llegara a adoptar, a mediados del siglo Jesús Súarez González y Manuel Cancio Me-
liá, Madrid: Civitas y Universidad Autónoma
xx, al finalismo welzeliano como una de Madrid, 1997, pp. 293-324. Título original
en alemán “Kriminalisierung im vorfeld einer
Rechtsgutsverletzung”, en Zeitschrift für die
29 Un análisis detallado y cumplido de este gesamte Strafrechtswissenschaft, vol. 97, n.° 4,
proceso histórico se encuentra en mi citado Berlín: 1985, pp. 751-785.
“Quodlibetum VIII: De las estructuras lógico- 32 El peso y la autoridad académica de Eugenio
objetivas a la teoría del rol social en el derecho Raúl Zaffaroni se han encargado de afirmar y
penal”. concretar, con solidez, la vigencia del finalismo
por la Comisión de Delitos Graves, Lima: 6 de Sin embargo, más allá de este bien
mayo del 2015 (publicado en El Peruano: intencionado teleologicismo político-
7 de mayo del 2015. Recuperado de <bit.
ly/2egGrjC>. criminal, con los resultados obtenidos
50 En realidad, en el caso del feminicidio se en los procesos que se tramitan entre el
trata de “un concepto acuñado en las ciencias Ministerio Público y el Poder Judicial, se
sociales y la teoría de género” que ha sido
incorporado al mundo del derecho penal; es
tiene que para los operadores de justicia
decir, el concepto del feminicidio constituye cada vez resulta más difícil, si no impo-
una noción que fue importada del campo de sible, concluir las causas de feminicidio
las ciencias sociales por parte del legislador
para sembrarlo en el fecundo, pero diferente,
con finales satisfactorios, los que debe-
suelo del derecho penal, de lo que “aparece una rían ser expresados mediante la sanción
colisión” que marca y define mucho del grave penal de aquellos cobardes que asesinan
problema que ha significado para el ámbito
sustantivo así como para el procesal, respecti-
a mujeres. Por el contrario, lo que se está
vamente, interpretar y probar esta nueva figura obteniendo en grado ascendente es la
delictiva. Al respecto, cfr. Mujica, Jaris y impunidad de los feminicidas.
Diego Tuesta, “Problemas en la investigación
procesal-penal del feminicidio en el Perú”, en Este grave problema ha sido pues-
Urvio, Revista Latinoamericana de Estudios de to en conocimiento de todo el país a
Seguridad, n.° 17, Quito: diciembre del 2015,
p. 81. Recuperado de <bit.ly/2edAfbR>. En el través de los medios de comunicación,
mismo sentido, los mismos Mujica y Tuesta produciéndose la mortificación general
subrayan el hecho de que “la categoría política de la sociedad, a la vez que un marcado
feminicidio evidencia problemas de ‘traduc-
ción’ a categorías de registro criminológico, rechazo por los efectos obtenidos en este
pues sus elementos inherentes no se deben caso y, naturalmente, la acentuación
a elementos materiales, sino a ‘motivaciones’ de la ya profunda desconfianza que
—‘misoginia’, ‘sexismo’, etcétera—, y por
lo tanto, presentan severas dificultades en experimenta el pueblo respecto de su
términos de registro positivo” [Vid. Mu- sistema de administración de decisión
jica, Jaris y Diego Tuesta, “Problemas de jurisdiccional. Vale la pena, por ende,
construcción de indicadores criminológicos
y situación comparada del feminicidio en el
Perú”, en Anthropologica, n.° 30, Lima: 28 de 51 Reátegui Sánchez, James, Tratado de derecho
diciembre del 2012, p. 188. Recuperado de penal. Parte especial, vol. I, Lima: Ediciones
<bit.ly/2dV14mm>]. Legales, 2016, pp. 33 y 34.
investigar qué es lo que está produciendo Por eso es que cuando nuestros ma-
este problema para proponer soluciones gistrados, mayoritariamente portadores
efectivas que motiven la reversión de de este bagaje teórico, se encuentran en
lo que hasta el momento se tiene en, la necesidad de analizar los hechos que
máximamente, un mediano plazo. No parecerían ser subsumibles al tipo penal
se puede esperar más. del artículo 108-B del CP que prescribe
que “será reprimido con pena privativa
Para ello, existen varias formas de
de libertad no menor de quince años el
abordar el problema y con algunas de
que mata a una mujer por su condición
ellas se procura explicar a qué se debe
de tal”, ellos van a comprender que, en
este nefasto fenómeno jurídico-judicial. efecto, la finalidad de este delito es matar
En este trabajo, como lo señala el título a una mujer por su condición de tal, con
y la presentación inicial del texto, solo lo cual la pregunta que lógica y natu-
me he querido referir a la técnica que ralmente van a formularse en este caso
se usa consuetudinariamente en el es la siguiente: ¿cómo es que habrá de
establishment judicial peruano, la cual probarse que alguien mató a una mujer,
tiene que ver con lo que hemos venido por el solo hecho de ser mujer? Dicho
analizando hasta este momento: la teoría de otra manera, ¿cómo se probará esta
de la acción final del delito, la que, como conducta típica: matar a una mujer por
lo explicaré más adelante, se revela como ser mujer? ¿De qué modo se demuestra
una técnica inútil, inadecuada para el la existencia del dolo que conlleva tal
análisis e interpretación del delito de conducta típica?
feminicidio.
Con el uso de la metodología de la
En efecto, sostengo que, entre otras teoría de la acción final que, reitero, es
causas, el quid del problema radica, de dominante en el Perú, la cuestión se pre-
manera principal, en la aplicación del senta gráficamente de la siguiente forma:
método finalista en aquellos casos que [Fig. 3]
conllevan en sí supuestos delitos de fe- Despliegue voluntario y consciente
minicidio, método con el que han sido de actos para realizar una
formadas y entrenadas las generaciones
de abogados que provienen de mediados SUJETO FINALIDAD
de la década de 1970 hasta la década ini- ACTIVO
cial de la presente centuria, generaciones
de las cuales proceden los magistrados
Exclusivamente, un Matar a una mujer
judiciales que actualmente desempeñan varón por ser mujer
funciones en el país, método con el cual
ellos procuran comprender el delito; Si se prueba ese fin,
todo a la luz de las consideraciones de la conducta puede ser imputable
la teoría de la acción final.
ción y para ello será de trascendental tar a la mujer por ser mujer”; cómo
importancia el valor de la prueba que demostrará la misoginia con la que el
lo determina cada juzgador y en algunos supuesto feminicida actuó, finalmen-
casos dándose de forma dudosa lo que te, para matar a la mujer.
permitirá nuevamente la impunidad”54.
En nuestro propio país, Ana Ysabel IMPORTANTE
Cossío Cabrera, fiscal provincial de
familia del Callao y experta en temas Aun cuando surgiera el caso de que
un misógino declarado decidiera dar
de género, reconoce honestamente que
muerte a una mujer, conocida o no
“es muy difícil probar el feminicidio. por él, por el solo hecho de ser esta
La ley fue tomada de México, donde mujer, el efecto logrado bien podría
las mujeres vinculadas a la violencia ser transfigurado como resultante
terminaban descuartizadas, mutiladas. de cualquier otro fin diferente al de
Es evidente que [en esos casos] hay un “matar a una mujer por su condición
de tal”.
ataque por el hecho de ser mujer. [Pero]
Acá el asesino puede alegar celos, un
exceso de amor, para matar a su pareja. En la mayoría de casos, el fiscal
¿Cómo probar que mató o agredió por simplemente no podrá demostrar tal
su condición de ser mujer? […]. No es finalidad porque, salvo contadísimos
una ley fácil de aplicar”55. eventos, tal demostración resultará casi
imposible de ser realizada conforme
De manera que, como queda claro
queda demostrado con todo lo previa-
en la práctica judicial, cuando tras la
mente examinado, y porque, además, la
respectiva investigación que debe ha-
obtención de medios probatorios que
berse dispuesto previamente, un fiscal evidencien la presencia en los hechos
desee sustentar en juicio que un pre- de una consideración que es propia de
sunto feminicida mató a una mujer, la consciencia, que pertenece al ámbito
en cualquiera de las formas que prevé del fuero interno del ser humano, no
el artículo 108-B del CP, se encontra- es asunto sencillo —quizás ni siquiera
rá rápidamente con un grave proble- posible— de conseguir. Incluso hasta
ma, a saber: cómo logrará demostrar las famosas pericias psicológicas y psi-
que la finalidad del homicidio perpe- quiátricas siempre se manejarán dentro
trado por su acusado fue la de “ma- de un manifiesto margen de dudas, por
más objetivos que fueren los trabajos
54 ABC Color, “La misoginia, difícil probar ofrecidos. Y, como se sabe, la duda
en un juicio”, en ABC Color, Asunción: 25
de marzo del 2013. Recuperado de <bit.
siempre favorecerá al reo por mandato
ly/2ekFl5t>. constitucional.
55 Perú.21, “Ana Cossío: ‘La violencia contra la
mujer es un hecho inaceptable’”, en Perú.21,
Y si todo esto fuera poco, a lo ante-
Lima: 11 de setiembre del 2016. rior se suma la falta de capacitación per-
pudiese generarnos, es muy dudoso que Pero aun así, en el supuesto impro-
tanto los golpes propinados como el bable de que si se llegase a convenir, en
violento jaloneo de cabellos que sufriera un acto de excelso malabarismo propio
Cindy Contreras constituyesen acciones de funámbulo del Cirque du Soleil, que
que tuviesen la finalidad de matarla, las acciones ejecutadas por Pozo Arias sí
puesto que ninguna de ellas, ninguno tuvieron la finalidad de matar a Cindy
de esos actos, ni juntos ni separados, Contreras, necesariamente tendríamos
podrían haber servido para lograr un que preguntar cuál vendría a ser el
homicidio. Dicho de otra manera: nadie indicador que señalase incontroverti-
muere por ser arrastrado de los cabellos. blemente que tal finalidad fue desple-
Esta acción no puede constituir el medio gaba en el marco de un sentimiento
para ejecutar un homicidio. Más bien, misógino. Salvo que se asuma —como
parece ser la forma idónea para descargar lo hacen neciamente las organizaciones
furia e impotencia cobardes que generen feministas en el Perú— que todos los
concomitantemente lesiones físicas. Pero, golpes, todos los homicidios y todos los
¿matar? Sinceramente, lo dudo mucho. intentos de asesinatos ejecutados contra
Y en cuanto a los golpes que Pozo Arias las mujeres son la prueba palpable per
propinó a su expareja, generándole una se, el indicador incontrovertiblemente
serie de lesiones leves, al final, le sirvieron certero, de un sentimiento misógino
para ser condenado penalmente. que despliega el hombre en su conducta
Al enjuiciar la detestable y cobarde agresiva dirigida hacia la mujer, lo cual
acción de este sujeto bajo la conside- no es cierto in toto, no veo otra forma de
ración de la metodología finalista, el probar que Pozo Arias tuvo con sus actos
resultado del análisis de este acto es reve- la finalidad de matar a Cindy Contreras.
lador: pretender asumir que las acciones Pero este supuesto, por sandio, fatuo y
ejecutadas por Pozo Arias tuvieron la estéril, debe ser eliminado como posible
intención final de matar a su exenamo- explicación de los hechos. Carece de
rada por el solo hecho de ser mujer, y que valor real para el análisis.
ello constituye la demostración plena y Ahora, seamos realistas y pregun-
categórica del fin matar a una mujer por témonos limpiamente: ¿acaso todos los
su condición de tal, sería bastante arries- actos de agresión, de discriminación,
gado, porque, en verdad, tal comproba- todos los homicidios perpetrados contra
ción es sumamente deleznable; se trata las mujeres, por más detestables que
de una argumentación, literalmente, fuesen, tienen que ser necesariamente
tirada de los cabellos, por cuanto ni con entendidos como acciones manifes-
lo que se vio por televisión, ni tampoco tantes de alguna especie de odio hacia
con lo que se obtuvo durante la inves- la mujer? Los científicos sociales Jaris
tigación preliminar es posible llegar a Mujica y Diego Tuesta responden la
esta conclusión de manera terminante. legítima pregunta que formulo, seña-
lando que “no todo sujeto con ánimo Vale decir, se puede matar a una
discriminatorio comete, necesariamente, mujer por diversos motivos, en diversos
un feminicidio”57. Esto es sumamente casos y por diversas circunstancias, pero,
evidente, porque, además, ¿qué pasaría como queda aquí demostrado, aún en
si, por ejemplo, para ponernos en un los supuestos del tipo penal de femini-
supuesto fronterizo con las conductas cidio, no todas esas motivaciones, como
hipotéticas recogidas por el artículo 108- no todos esos casos y circunstancias,
B, la agresión o el homicidio se dieran tienen que ser necesariamente siempre
en un marco de arrebato de celos? Los la realización de una sola y misma fina-
celos, como es sabido, no se emparentan lidad: matar a la mujer por ser mujer.
con el odio a nada ni a nadie, sino más Ciertamente, las finalidades de los
bien se derivan de la desconfianza, de homicidios de mujeres, como las causas
la inseguridad, hasta incluso del temor, que los originan, son diversas, múltiples.
pero jamás son expresión del odio, mu- Y por eso mismo, salvo que se ejerza la
cho menos del odio hacia la mujer. Por profesión de ser portador de la verdad
eso mismo, por regla general, los celos única e inmutable58, jamás podría con-
pueden llegar a ser la base anímica del siderarse que todos los homicidios de
homicidio por emoción violenta. Pero mujeres son siempre “actos que están
en un homicidio por emoción violenta enraizados en una situación de discrimi-
no se mata a la mujer por ser mujer. nación estructural que ameritan la exis-
Se mata, básicamente, movido por la tencia de un mecanismo de protección
obnubilación de la consciencia a que penal especial”59. Francamente, se tiene
llevan los celos.
¿Y qué sucedería, por otro lado, si 58 Profesión reservada exclusivamente a Dios y
la agresión o el homicidio de una mujer a los imbéciles.
se ejecutasen incluso en el marco de los 59 Como lo aseguraron recientemente, imperté-
rritos y arrogantes, dos juristas peruanos que,
supuestos tipificados en el artículo 108- siendo maestro el uno y aprendiz el otro, pre-
B del CP, como consecuencia de alguna tendieron axiomatizar sus juicios de opinión
patología psicopática que padeciese el en un reciente texto de análisis que, en verdad,
debidamente considerado, solo sirve para
agente criminal? Como se sabe, existen revelar el alto grado de estolidez con que sus
casos en los que se puede agredir o matar razonamientos se encuentran afectados, motivo
a alguien, movido por un sentimiento por el cual disparatan en la línea de lo políti-
camente correcto, demostrando así su decidida
tanático que responde a razones de or- adhesión militante al nuevo orden social y la
den psicopático. En estos casos, tampoco doctrina que este genera, regidos ambos por
se matará a una mujer por ser mujer, sino la dictadura del pensamiento único, es decir,
la dictadura del pensamiento impuesto en el
por razones de orden psíquico. Perú por las ONG “defensoras de los derechos
humanos”. Así como otros, también ese par
57 Mujica y Tuesta, “Problemas en la investi- de juristas logra que sus nombres resuenen en
gación procesal-penal del feminicidio en el instituciones y publicaciones de prestigio. Es
Perú”, art. cit., p. 90. el modo con que los ramplones aseguran su
que ser bien ingenuo o un auténtico presente caso coincido plenamente, aun-
descriteriado para sostener semejante que por vía diferente, con la conclusión
verdad. a la que arribaron los jueces ayacuchanos
en el proceso que aquí examinamos:
IMPORTANTE
La parte acusadora […] no probó el dolo
trascendente […] basados en razones de
Desde la perspectiva metodológica género como la misoginia, el odio o des-
del finalismo, la conducta de Adriano precio por la condición de la víctima, el
Manuel Pozo Arias no pudo ser sub- mismo que no se configura con la simple
sumida en el tipo penal del artículo calificación o conclusión de dicho operador
108-B del CP, con lo que su acción de- jurídico, menos de la agraviada, en vista
vino atípica. que ni de los propios actos o hechos probados
se puede desprender tal conducta62.
Contrario sensu, así como en todos
Con propiedad finalista, la sen-
los exámenes que suelo realizar sobre
tencia debió haber dicho mejor “ni de
asuntos controvertidos como el que
los propios actos o hechos probados
ahora tenemos entre manos, no pre-
se puede desprender tal sentimiento
tendo tampoco aquí ser dogmático en
final”, para ser más afín a su propia base
mis estudios, ni mucho menos quisiera
metodológica welzeliana. Pero aún sin
asegurar que me encuentro in eodem
esta precisión, la redacción y sentido
statu absolute verum60, pero no puedo
de la sentencia es perfectamente clara y
dejar de relevar el hecho de que al ser
evidentemente coherente en cuanto a su
guiado en mis discernimientos por
evaluación epistemológica de los hechos
reglas epistemológicas de análisis, evito
analizados. Y así, confieso que han sido
incurrir en ideologías que distorsionan
poquísimas las ocasiones —como en este
la realidad, como aquella tan procaz y
caso— en las que he encontrado alguna
pusilánime —quizás la peor de todas—
sentencia judicial con la que pueda con-
que recibe la denominación de “criterio
cordar, epistemológicamente hablando,
de lo políticamente correcto”. Al menos,
tanto por su contenido como por su
con dicha guía, evito escupir inepcias y es-
forma. De hecho, me suele suceder
parcir necedades, como diría Denegri61.
exactamente todo lo contrario, es decir,
Es por eso que, sobre la base de los suelo disentir de las construcciones reso-
hechos, y premunido de las reglas y mé- lutivas con las que nuestros magistrados
todos más apropiados de la razón, en el
62 Juzgado Penal Colegiado de Huamanga
ingreso y ubicación clasificatoria preferente de la Corte Superior de Justicia de Aya-
en alguno de los niveles más altos de la nueva cucho, “Lectura de sentencia del Exp. 1641-
genealogía nobiliaria. 2015, delitos de feminicidio y libertad sexual
60 Loc. lat.: en estado de verdad absoluta. en grado de tentativa” [video], Ayacucho:
61 Cfr. Denegri, Marco Aurelio, Esmórgasbord, 22 de julio del 2016. Recuperado de <bit.
Lima: UIGV, 2011, p. 157. ly/2dveVQA>.
concluyen sus causas. Sin embargo, en artículo 108-B del CP, con lo que su
este caso debo admitir, aunque muy a acción devino atípica. Y, como ya quedó
mi pesar por lo que significa el fondo explicado líneas arriba, si una acción es
del asunto, que los jueces ayacuchanos atípica, entonces no constituye delito.
dieron en el clavo en esta oportunidad. Lo que, por el contrario, sí resulta
En efecto, probar el dolo del femi- objetivamente verificable en los hechos
nicidio implica, previamente, probar la y a través de su resultado, es que Pozo
finalidad de la acción que busca matar a Arias le generó a Cindy Contreras
una mujer por ser mujer. Y el lector habrá una incapacidad para asistir al trabajo
podido verificar a estas alturas de la lectu- inferior a 30 días, con lo que su con-
ra que en este trabajo hemos demostrado ducta solo pudo ser subsumida, como en
reiterada y aplicadamente que tal tarea es efecto sucedió, al tipo penal del artículo
muy difícil, si no imposible, de cumplir. 121, inciso 1, del CP que prevé, califica
Por eso es que, en función de lo ana- y sanciona el delito de lesiones leves.
lizado hasta aquí, pareciera ser mucho No obstante, la violenta y detestable
más razonable y lógico suponer que lo acción de Adriano Pozo Arias tampoco
que sucedió en la conducta de Adriano podría, al igual que en el caso del supues-
Manuel Pozo Arias ese trágico 12 de to feminicidio que acabamos de analizar,
agosto del 2015, podría describirse grá- haberse subsumido en el inciso 3, literal
ficamente de la siguiente manera: c), del referido artículo 121 del CP, toda
vez que este apartado tiene la siguiente
Figura 4
tipificación:
Artículo 122.- Lesiones leves
ACCIÓN PROBADA […]
SUJETO FINALIDAD
DE ADRIANO
ACTIVO 3. La pena será privativa de libertad no
POZO ARIAS menor de tres ni mayor de seis años si
la víctima:
Golpes y jaloneo de Lesionar a Cindy […]
cabellos Arlette Contreras a) Es mujer y es lesionada por su condi-
ción de tal, en cualquiera de los con-
textos previstos en el primer párrafo
del artículo 108-B.
Siendo esto así, desde la perspec- Como se ve, la exigencia objetiva
tiva metodológica del finalismo, la de este tipo penal es que la lesión que
conducta de Adriano Manuel Pozo se ejerza contra la mujer tiene que ser
Arias —probablemente hoy, con justa ejecutada, finalmente, por su condición
razón, el hombre más despreciado del de mujer, con lo que trasladamos el pro-
Perú gracias a su insano proceder— no blema del feminicidio a esta particular
pudo ser subsumida en el tipo penal del versión de lesiones leves: tampoco aquí
podríase demostrar que el varón que problemas que, como hemos podido
lesiona a una mujer lo hace porque es comprobar, ofrece el delito de femini-
ella mujer. También en este tipo penal cidio. Con tales figuras nada más debe
se nos presenta un nuevo tema difícil, si probarse el homicidio de la víctima, o
no imposible, de resolver. su tentativa, o, a lo sumo, el grado de
He aquí las razones por las cuales parentesco que pudiese mediar entre el
hechos como el caso emblemático de agente y la víctima, si se tratara de un
Cindy Arlette Contreras terminan reca- parricidio.
yendo en la impunidad. No se trata de Solo así estos fiscales obtienen
un hecho de corrupción. Tampoco de mejores logros judiciales al obtener
incompetencia profesional en el ámbito sanciones debidas para los asesinos de
judicial. Nada de eso. Se trata, simple- mujeres, evitando la impunidad de estos
mente, del resultado de la aplicación de crímenes. Por eso Ana Cossío reconoce
una teoría específica, en este caso, de la al respecto que “los fiscales prefieren
teoría de la acción final, que se encuen- denunciar por lesiones o por tentativa
tra arraigada de manera dominante y de homicidio [porque el feminicidio]
mayoritaria en la consciencia jurídica de no es una ley fácil de aplicar”64.
los jueces y fiscales del país, tal como se Pero así, con este inteligente pro-
demostró líneas arriba. ceder, al mismo tiempo se genera una
Aquí tenemos, pues, las razones por falsa apariencia en las estadísticas que
posee el Observatorio de Criminalidad
las cuales, de seguir por esta vía finalista,
la opinión pública seguirá siendo testigo del Ministerio Público: la supuesta re-
de más casos de impunidad, mientras su ducción de casos de feminicidios en el
estupor e indignación seguirán crecien- país no es cierta de ninguna manera. Los
do exponencialmente. homicidios contra las mujeres siguen
Por eso mismo es que algunos fis- ejecutándose y, por lo visto en los medios
cales conscientes de este problema, en de comunicación de la prensa masiva,
un loable afán de no dejar impunes los tal vez en mayor grado que antes. Solo
homicidios ejecutados contra mujeres,
el feminicidio, por las razones ya explicadas. En
prefieren recurrir a figuras alternas de el mismo sentido, Jaris Mujica y Diego Tuesta
delitos contra la vida, el cuerpo y la reconocen en su investigación que “varios
salud63 en las cuales no se presentan los fiscales, en dicho escenario, eligen como estra-
tegia procesal alternativa imputar cargos por
homicidio” [Mujica y Tuesta, “Problemas en
63 Por lo general, con el objetivo de que sus inves- la investigación procesal-penal del feminicidio
tigaciones y posteriores juicios no “se caigan”, en el Perú”, art. cit., pp. 91-92].
los fiscales peruanos terminan calificando los 64 Perú.21, “Ana Cossío: ‘La violencia contra la
hechos de homicidios de mujeres como si se mujer es un hecho inaceptable’”, art. cit. En
trataran de parricidios, homicidios simples u el mismo sentido, cfr. Cossío Cabrera, Ana
homicidios calificados, con los que pueden en- Ysabel, “No se debe medir la violencia”, en
contrar mejores resultados punitivos que con Somos, Lima: 13 de agosto del 2016.
que al ingresar los casos a los sistemas prevención de este género de ilícitos
internos del Ministerio Público, los fis- penales, con lo que la segunda cuestión
cales no los reportan como feminicidios, planteada al inicio de este trabajo se
porque, como ya ha sido explicado antes, responde por sí sola. ¿Qué hacer, enton-
ellos prefieren calificar estos hechos de ces? Es la pregunta final que procuraré
acuerdo a otras figuras delictivas. responder a continuación.
De esta manera, la primera pregun-
ta formulada al inicio de este trabajo, 3. El necesario enfoque de los derechos
que interrogaba si la introducción del humanos y la teoría del rol social
delito de feminicidio en el CP peruano Evidentemente, no podemos que-
constituye un factor político-criminal darnos de brazos cruzados con el proble-
que contribuye a combatir eficazmente ma que genera la interpretación de los
esta clase de delitos de género, debe ser hechos que potencialmente podrían ser
respondida en un lamentable sentido ne- considerados como auténticos feminici-
gativo, no porque así lo queramos noso- dios, desde la perspectiva de la teoría de
tros, o seamos partidarios de eliminar el la acción final.
delito de feminicidio con la redacción y
Sobre todo porque si lo que vamos
estructura que actualmente posee. Nada
a obtener generalmente tras la trami-
de eso. La respuesta es negativa simple-
tación de procesos de feminicidio es la
mente porque el análisis desarrollado
impunidad. Tan ineficaz e ineficiente
a lo largo de la presente investigación
respuesta ofrecida por el sistema de ad-
sobre la base de hechos reales nos arroja
ministración de decisión jurisdiccional
el desdichado resultado que obtenemos.
a este tipo de problemas sociales comu-
El efecto de la incorporación del nica a las masas un mensaje66 que, en
delito de feminicidio en el CP peruano este caso, es espeluznante. El mensaje
no es alentador hasta la fecha, no es el
que se esperaba; por el contrario, “la
consecuencia no es que haya más perso- 66 En su teoría de la acción comunicativa, Jürgen
Habermas desarrolló la noción de acción regu-
nas en prisión o que haya más sanciones, lada por normas, según la cual los miembros de
sino más bien es que haya una tendencia un grupo social orientan su acción en función
a optar por imputar homicidio o a no de valores comunes. En el caso peruano que
tratamos, donde lo anormal casi termina
utilizar el tipo penal”65. convirtiéndose en lo normal —para decirlo
en términos del famoso sociólogo Émile
Si esto es así, la presencia de este Durkheim—, esos valores no son sino autén-
delito en el CP, naturalmente, tampoco ticos antivalores, y por eso es normal golpear a
estaría sirviendo como elemento de la mujer, ahorcarla, humillarla, degradarla y, si
es posible, asesinarla. Tales son los valores que
se fomentan desde el Estado con la inacción
65 Mujica y Tuesta, “Problemas en la investi- del sistema de administración de decisión
gación procesal-penal del feminicidio en el jurisdiccional, generador de impunidad en
Perú”, art. cit., p. 92. los casos de feminicidio.
anteponiéndosele, la pena, la que también Todo ello sin que los jueces y
es un hecho, pero un hecho que niega al fiscales, a la hora en que tengan que
delito y posee, al mismo tiempo, un con-
tenido de comunicación: la negación del
determinar las relaciones de imputación
derecho por parte del autor es irrelevante, que correspondan establecer entre el
la norma sigue vigente y se mantiene la homicidio de una mujer por ser mujer y
configuración de la sociedad69. el sujeto que ejecutó este crimen, tengan
que preguntarse por elementos ontoló-
El rango de punición propuesto por gicos de la realidad como, por ejemplo,
el artículo 108-B del CP para sancionar cuál es la finalidad del delito. Esta
las diversas formas del delito de femi- distracción metafísica queda muy bien
nicidio con la suficiente razonabilidad superada, a juicio propio y de muchos
como para lograr obtener una preven- juspenólogos de reconocida trayectoria,
ción general eficaz en nuestro medio, con la introducción de la teoría del rol
es adecuado. Pero para que esta pena se social en lugar de la teoría de la acción
imponga real y efectivamente a los femi- finalista.
nicidas, además de hacer posible que ella
cumpla ciertamente su función70, se hace En las siguientes líneas, desarrollaré
necesario recurrir a un método jurídico- mejor esta propuesta y presentaré algu-
penal de interpretación de los hechos nas sugerencias de acción para lograr
que permita a nuestros magistrados leer alcanzar los fines últimos que acabamos
adecuadamente los hechos catalogados de señalar.
como feminicidios para comprender que
la sociedad ni el Estado puede seguir 4. Propuestas de acción inmediata
tolerando prácticas de agresión contra Por los magníficos resultados que se
la mujer71, aceptadas socialmente por el han obtenido en la praxis judicial con la
statu quo patriarcal. resolución efectiva de casos complejos,
así como por la eliminación de elemen-
69 Pacheco Mandujano, Luis Alberto, “Quod-
libetum V: La dialéctica de la teoría de la pena
tos metafísicos en el análisis jurídico-
en el derecho penal del ciudadano del Prof. G. penal, es imposible no reconocer a estas
Jakobs. ¿Hegel y Jakobs o Hegel en Jakobs?”, alturas del desarrollo de la teoría del
en Gaceta Penal & Procesal Penal, t. 22, Lima:
abril del 2011, pp. 329-348.
delito el gran valor epistemológico y
70 Tanto preventiva como sancionadora.
71 Sobre todo porque, como apunta muy certera-
mente Patricia Faraldo Cabana, el problema adecuado para conseguir la obediencia de
de la violencia contra la mujer: “No es un la mujer (esposa, compañera, novia o hija)”
problema de fuerza física, sino de actitud: la [Faraldo Cabana, Patricia, “Razones para
mujer está condicionada socialmente a aceptar la introducción de la perspectiva de género
que el varón utilice la violencia contra ella, en derecho penal a través de la Ley Orgánica
y no responde violentamente aunque tenga 1/2004, de 28 de diciembre, sobre medidas
medios para ello o la oportunidad de hacerlo. de protección integral contra la violencia de
El hombre está condicionado socialmente a género”, en Revista Penal, n.° 17, Barcelona:
aceptar el uso de la violencia como medio 2006, p. 82].
el rol social que debe desempeñar un Esto es así porque, como lo precisa
varón en relación con la mujer. nuevamente Polaino-Orts:
Precisa señalarse que el rol del va-
[E]n el seno del rol se incorporan, como
rón en dicho contexto, o sea, en el de la digo, derechos y deberes, y lógicamente
relación de género varón/mujer, el rol nada obsta, sino todo lo contrario, que
del varón como sujeto social poseedor determinados conocimientos se vean
de derechos pero también de deberes, revestidos de la condición de deber. Esos
conocimientos normativizados que pierden
tiene que ver con cualquier asunto su condición subjetiva y que se revisten
propio de su género, menos con matar como deber estandarizado u objetivado
ni lesionar mujeres. Esto lo sabe bien son también, claro está, objeto idóneo
el varón, independientemente de cuál de imputación si debiendo cumplirse, se
sea su condición social. De manera tal infringen81.
que, por ello, sabe también, y muy bien,
Lógicamente, los derechos y deberes
que lesionar o matar a una mujer en el
del varón en relación con la mujer, y en
ámbito de esa trama social, es decir, en
un contexto de género, no tienen absolu-
el ámbito de la relación de género varón/
tamente nada que ver con el ejercicio de
mujer, no podría significar otra cosa más
acciones violentas de sometimiento de
que violentar a la mujer aprovechando
aquel sobre esta. Muy por el contrario,
su condición de tal. Por tanto, al proce-
para ser legítimos y legales, derechos y
der de esta manera, quebraría la vigencia
deberes del varón han de ejercerse en
de las normas de trato a la mujer en el
consonancia con los valores de igualdad,
contexto de género y, en este supuesto,
respeto y reconocimiento mutuo en un
tal persona infringiría su rol de varón,
plano de horizontalidad material, econó-
defraudando las expectativas sociales al
mica y moral, y completamente alejados
respecto, lo que ameritaría un reproche
de una hipócrita y farisea combinación
jurídico por su proceder, en el grado que
de igualdad formal y desigualdad mate-
correspondiese aplicar la sanción por la
rial. Así es como en este caso, las normas
referida infracción; es decir, tal persona
de protección de las mujeres adquieren
habría de ser penada80.
el valor real de normas orientadoras de
acciones y promotoras de conductas,
[…] es el de un Estado constitucional”. En la
literatura especializada, cfr. Häberle, Peter, El mientras que el delito de feminicidio,
Estado constitucional, México D. F.: UNAM, que representa la negación del derecho
2001.
80 “La explicación es muy clara —dice al
respecto Polaino-Orts—. El sujeto que institucionalizadas, de manera que corre el
gestiona su ámbito de organización creando riesgo de que se le reprochen jurídicamente su
una disimetría entre su comportamiento real proceder” [Miró Llinares y Polaino-Orts,
y el comportamiento que de él, en función Imputación y valoración en derecho penal. Un
de su rol social, se esperaba socialmente, no debate moderno entre los conceptos funcionalista
solo infringe su rol y quebranta la norma, y kantiano de imputación, ob. cit., p. 79].
sino que defrauda expectativas socialmente 81 Ibid., p. 69.
que recoge estos avances sociales, debe tos estos problemas a la luz de los hechos
ser anulado con la aplicación de la pena y de los avances de la teoría del delito,
correspondiente82. De manera que, vis- sostengo que frente a la metodología de
análisis y comprensión de la realidad que
82 Sobre el particular, en mi “Quodlibetum V”, ofrece el finalismo welzeliano, la solu-
precisando la orientación hegeliana que debe ción más eficaz y eficiente para el análisis
subyacer en la interpretación jakobsiana de la e interpretación de casos potencialmente
teoría de la pena, dije claramente lo siguiente:
a) La vigencia de las normas jurídicas, que no susceptibles de ser considerados como
son sino modos de orientación de conduc- feminicidios, la encontramos en la apli-
tas, garantiza la producción de expectativas cación de la teoría del rol social.
sociales. Esto explica la identidad de la so-
ciedad con el derecho y, por eso, constituye Empero, para que este método sea
la afirmación de una integración dialéctica.
b) El delito constituye la proclama de un masivamente aplicado por los opera-
mundo alternativo y contrario al bosque- dores de justicia en el país, se requiere
jado por el derecho [he aquí precisamente, garantizar la implementación de dos
en este caso, que el mensaje enarbola una
supuesta superioridad del varón sobre la elementos fundamentales de acción
creída inferioridad de la mujer. Por esta social, a saber:
razón el delito de feminicidio representa
la negación de la afirmación anterior: la a) En principio, la sociedad en su
vigencia de las normas jurídicas, en el caso conjunto debe ser educada en los
que tratamos, de protección a la mujer]. valores democráticos de igualdad
c) La pena, por el contrario, manifiesta que
el proyecto o mundo parcial que busca entre el hombre y la mujer83, fo-
el autor no es válido ni aceptable, por mentando y diseminando la idea
lo que rechaza la negación del derecho, de que el rol varón no tiene nada
reafirmándose entonces, llevándola a un
plano superior, la vigencia de la norma que ver con que este sea macho84,
y la identidad de la sociedad. Este es
el mensaje simbólico que contiene in-
trínsecamente la pena, a la que puede presentación de José Antonio Caro John,
concebirse así como “un instrumento de Lima: Grijley, 2004, p. 141.
aseguramiento contrafáctico y cognitivo 83 Estos valores democráticos de igualdad deben
de la vigencia de la norma” y puede, por quebrar y desterrar de manera absoluta el an-
tanto, ser entendida, al mismo tiempo, tivalor usado por una sociedad patriarcalista
como la negación de la negación de la como la actual, donde la mujer es relegada a
integración dialéctica. un suerte de esclavitud casera, en la que las
Sobre el particular, cfr. Pacheco Mandujano, mujeres “viven agobiadas por la labor más
“Quodlibetum V: La dialéctica de la teoría de mezquina, más ingrata, más dura y más em-
la pena en el derecho penal del ciudadano del brutecedora: la de la cocina y, en general, la
Prof. G. Jakobs. ¿Hegel y Jakobs o Hegel en de la economía doméstica familiar individual”
Jakobs?”, art. cit., pp. 329-348; igualmente, [Lenin, Vladimir Ilyich, “El día internacio-
Jakobs, Günther, Sociedad, norma y persona nal de las obreras”, en Obras escogidas, t. XI,
en una teoría de un derecho penal funcional, Moscú: Progreso, 1977, p. 404].
traducción de Manuel Cancio Meliá y Bernar- 84 En el proceso educativo al que nos referimos
do Feijóo Sánchez, Madrid: Civitas, 1996, p. en este ítem, el Estado debería involucrar no
11; asimismo, Polaino Navarrete, Miguel, solo a las instituciones propias del sistema
Derecho penal. Modernas bases dogmáticas, con cerrado de educación, es decir, a colegios,
la colaboración de Miguel Polaino-Orts y la institutos y universidades, sino, fundamen-
108-B del CP, según la cual “será repri- Otra vez aquí, Mujica y Tuesta
mido con pena privativa de libertad no atinan al precisar que “la figura penal
menor de quince años el que mata a una [de feminicidio] presupone imputar
mujer por su condición de tal”, ofrece se- responsabilidad sobre el sujeto que mata
rias complicaciones a la hora en que los a una mujer por razones de género.
operadores de justicia, básicamente los Empero, en la práctica de investigación,
fiscales, deban demostrar que el supuesto los fiscales encuentran dificultades para
feminicidio que lleguen a tener entre establecer pruebas fehacientes respecto
manos fue ejecutado porque la finali- de una teoría del caso de feminicidio”87.
dad del sujeto activo de este delito era Por ello, es necesario cambiar en
eliminar a su víctima por ser mujer. Esto, la praxis judicial el uso del método
como se ha visto analíticamente en este jurídico-penal de interpretación de
trabajo, es casi imposible de demostrar los hechos para lograr obtener mejores
en la práctica86. resultados en la labor de imputación de
En efecto, en este problema con- ciertos especiales hechos que puedan ser
tribuye el hecho de que la metodología calificados como feminicidios, al tipo
que ofrece la teoría de la acción final de penal del artículo 108-B del CP. Una
Welzel para la interpretación de los ca- buena alternativa, a mi modo de ver, se
sos, dominante en la consciencia jurídica ofrece en el uso de la metodología de la
de los operadores de justicia en el Perú, teoría del rol social.
se revela ineficaz para la solución de las Empero, aun así, para garantizar la
investigaciones, pues, como ha quedado aplicación del método jurídico-penal de
demostrado aquí, es prácticamente im- la teoría del rol social en casos como los
posible demostrar que la finalidad del que aquí tratamos y evitar la impunidad
sujeto activo es matar a la mujer por el de los homicidas de mujeres, se requiere
solo hecho de ser mujer. capacitar masivamente a los operadores
de justicia en todo el país a fin de que
86 En la comprensión de Mujica y Tuesta, se comprendan la necesidad de desterrar las
asume que “el tipo penal de feminicidio, desde
su diseño, presupone que el fiscal construya viejas prácticas de la metodología de la
argumentos probatorios sobre las motivacio- acción final88 y, en su lugar, se fomente
nes del victimario, desafío sui generis que no el uso del método de la antedicha teoría.
ha sido estudiado a profundidad en la práctica
judicial aplicada al feminicidio en el Perú”
[Mujica y Tuesta, “Problemas en la inves- 87 Mujica y Tuesta, “Problemas en la investi-
tigación procesal-penal del feminicidio en el gación procesal-penal del feminicidio en el
Perú”, art. cit., p. 85]. Como lo he puesto de Perú”, art. cit., p. 91.
manifiesto a lo largo de este trabajo, yo mismo 88 Que, eventualmente, así como sucede con el
estoy de acuerdo con tal planteamiento, solo caso de la teoría del causalismo restringido,
que he preferido “estudiar a profundidad” puede seguir sirviendo para cierto tipo de
el problema y pasar de la palabra a la acción casos delictivos, pero definitivamente no para
ofreciendo en hechos la solución a ese “desafío asuntos como los que corresponden al delito
sui generis”. de feminicidio.
Hurtado Pozo, José, Manual de derecho penal. funcionalista y kantiano de imputación, Mé-
Parte general I, 3.ª ed., Lima: Grijley, 2005. xico D. F.: Flores, 2013.
Jakobs, Günther y Manuel Cancio Meliá, Mujica, Jaris y Diego Tuesta, “Problemas de
Derecho penal del enemigo, Madrid: Civitas, construcción de indicadores criminológicos
2003. y situación comparada del feminicidio en el
Perú”, en Anthropologica, n.° 30, Lima: 28
Jakobs, Günther, “Criminalización en el estadio
de diciembre del 2012. Recuperado de <bit.
previo a la lesión de un bien jurídico”, en
ly/2dV14mm>.
Estudios de derecho penal, traducción de
Enrique Peñaranda Ramos, Carlos Jesús Mujica, Jaris y Diego Tuesta, “Problemas en la
Súarez González y Manuel Cancio Meliá, investigación procesal-penal del feminicidio
Madrid: Civitas y Universidad Autónoma en el Perú”, en Urvio, Revista Latinoamerica-
de Madrid, 1997 [Título original en ale- na de Estudios de Seguridad, n.° 17, Quito:
diciembre del 2015. Recuperado de <bit.
mán “Kriminalisierung im vorfeld einer
ly/2edAfbR>.
Rechtsgutsverletzung”, en Zeitschrift für die
gesamte Strafrechtswissenschaft, vol. 97, n.° 4, Muñoz Conde, Francisco y Mercedes García
Berlín: 1985]. Arán, Derecho penal. Parte general, 7.a ed.,
Valencia: Tirant lo Blanch, 2007.
Jakobs, Günther, Dogmática de derecho penal
y la configuración normativa de la sociedad, Muñoz Conde, Francisco, Teoría general del
delito, 2.ª ed., Valencia: Tirant lo Blanch,
Madrid: Thomson-Civitas, 2004.
1991.
Jakobs, Günther, Sociedad, norma y persona en
Observatorio de Criminalidad del Mi-
una teoría de un derecho penal funcional, tra-
nisterio Público, “Estadísticas sobre
ducción de Manuel Cancio Meliá y Bernar- feminicidio según las características de
do Feijóo Sánchez, Madrid: Civitas, 1996. las víctimas y el presunto victimario”, en
Jescheck, Hans-Heinrich y Thomas Weigend, Cuadro N.° 1 del Registro de Feminicidio del
Tratado de derecho penal. Parte general, vol. Ministerio Público, Lima: julio del 2016.
I, traducción de la 5.ª ed. alemana (1996), Pacheco Mandujano, Luis Alberto, “El
renovada y ampliada por Miguel Olmedo método en el derecho penal. Entrevista
Cardenete, Lima: Instituto Pacífico, 2014. al Profesor Eugenio Raúl Zaffaroni por el
Juzgado Penal Colegiado de Huamanga doctor Luis Alberto Pacheco Mandujano”,
de la Corte Superior de Justicia de en Ius Puniendi, vol. 2, Lima: 2015.
Ayacucho, “Lectura de sentencia del Exp. Pacheco Mandujano, Luis Alberto, “Presen-
1641-2015, delitos de feminicidio y libertad tación del libro Tópica Jurídico-Penal, vol.
sexual en grado de tentativa” [video], Aya- 1, del profesor Dr. Iván Guevara Vásquez”
cucho: 22 de julio del 2016. Recuperado de [video], Lima: octubre del 2013. Recupera-
<bit.ly/2dveVQA>. do de <bit.ly/2dq00r8>.
Lenin, Vladimir Ilyich, “El día internacional de Pacheco Mandujano, Luis Alberto, “Quod-
las obreras”, en Obras escogidas, t. XI, Moscú: libetum V: La dialéctica de la teoría de la
Progreso, 1977. pena en el derecho penal del ciudadano del
Prof. G. Jakobs. ¿Hegel y Jakobs o Hegel en
Marcone Morello, Juan, Diccionario jurídico
Jakobs?”, en Gaceta Penal & Procesal Penal,
penal y ciencias auxiliares, t. III, Lima: A. F. t. 22, Lima: abril del 2011.
A., 1995.
Pacheco Mandujano, Luis Alberto, “Quod-
Martínez Silva, José María, La psicología de la libetum VII: El inhumano derecho penal
mentira, Buenos Aires: Paidós, 2006. de una funesta concepción de los derechos
Miró Llinares, Fernando y Miguel Polaino- humanos. Un punto de vista heurístico
Orts, Imputación y valoración en derecho concerniente al entendimiento convenido
penal. Un debate moderno entre los conceptos [aunque no conveniente] del sistema teórico
de los derechos humanos a partir de un caso investidura como Doctor honoris causa por la
concreto”, texto inédito, Lima, 2014. Universidad de Huánuco, leído el viernes 8 de
Pacheco Mandujano, Luis Alberto, “Quod- junio del 2007, Lima: Grijley, 2007.
libetum VIII: De las estructuras lógico-ob- Polaino-Orts, Miguel, Funcionalismo norma-
jetivas a la teoría del rol social en el derecho tivo. Bases dogmáticas para el nuevo sistema de
penal”, en Gaceta Penal & Procesal Penal, t. justicia penal, t. I, México D. F.: Centro de
54, Lima: diciembre del 2013. Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y
Pacheco Mandujano, Luis Alberto, Teoría Criminológicas, 2014.
dialéctica del derecho, Lima: Ideas, 2013. Reátegui Sánchez, James, Tratado de derecho
Pawlik, Michael, “El delito, ¿lesión de un bien penal. Parte especial, vol. I, Lima: Ediciones
jurídico?”, en InDret, n.° 2/2016, Barcelona: Legales, 2016.
abril del 2016.
Roxin, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo
Peña Cabrera, Raúl, Delitos contra la ad- I: Fundamentos. La estructura de la teoría
ministración pública, edición actualizada,
del delito, traducción de la 2.ª ed. alemana
corregida y ampliada, Lima: Fecat, 1999.
(2003) y notas por Diego-Manuel Luzón
Perú.21, “Ana Cossío: ‘La violencia contra la Peña (dir.), Miguel Díaz y García Conlledo,
mujer es un hecho inaceptable’”, en Perú.21, José Paredes Castañón y Javier de Vicente
Lima: 11 de setiembre del 2016. Recupera-
Remesal, Madrid: Civitas, 2014.
do de <bit.ly/2czcj5M>.
Perú.21, “Sujeto que agredió desnudo a su expa- Sala Penal de Apelaciones, Resolución N.° 3
reja en un hostal fue liberado en Ayacucho”, del Expediente N.° 00148-2012-4-1826-JR-
en Perú.21, Lima: 16 de julio del 2016. PE-02 (ponente: Sra. Jueza Sara del Pila
Recuperado de <bit.ly/2ekt2tu>. Maita Dorregaray, Lima: 28 de octubre
del 2013.
Polaino Navarrete, Miguel, “Prólogo”, en
Kindhäuser, Urs; Miguel Polaino-Orts Welzel, Hans, El nuevo sistema del derecho penal.
y Fernando Corcino Barrueta, Imputa- Una introducción a la doctrina de la acción
ción objetiva e imputación subjetiva en derecho finalista, título original de la obra Das neue
penal, Lima: Grijley, 2009. Bild des Strafrechtssystems. Eine Einführung
Polaino Navarrete, Miguel, Derecho penal. in die finale Handlungslehre, traducción y
Modernas bases dogmáticas, con la colabo- notas por José Cerezo Mir, reimpresión de
ración de Miguel Polaino-Orts y la presen- la 1.ª ed. en castellano (1964), Montevideo:
tación de José Antonio Caro John, Lima: B de F, 2002.
Grijley, 2004. Zaffaroni, Eugenio Raúl, Manual de derecho
Polaino Navarrete, Miguel, Lectio Doctoralis: penal. Parte general, t. I, Lima: Ediciones
Quince minutos de derecho penal. Discurso de Jurídicas, 1986.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
El delito de ofensas al pudor en
el ámbito privado
Fundamentos para su incorporación en el
Código Penal vigente
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor expone la necesidad de tipificar The author presents the necessity of
penalmente la conducta del sujeto que, criminally defining the conduct of the
en el ámbito privado, realiza exhibiciones, person that, in the private sphere, makes
gestos o conductas de índole obscena en exhibitions, gestures or display behaviors
presencia de otras personas. Asimismo, of obscene nature in the presence of other
propone la inclusión de una circunstancia persons. Likewise, it proposes the incorpo-
agravante en el caso de que la víctima sea ration of an aggravating factor in case the
un menor de edad. victim is a minor.
Palabras clave: Ámbito privado / Con- Keywords: Private sphere / Obscene beha-
ductas obscenas / Indemnidad sexual / vior / Sexual indemnity / Offenses / Decency
Ofensas / Pudor
Title: Criminal offenses against decency in
Recibido: 19-08-16 the private sphere: Grounds for its incorpo-
Aprobado: 18-10-16 ration in the current Penal Code.
Publicado en línea: 01-11-16
* Fiscal penal titular de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de La Esperanza, Trujillo. Abogado
por la Universidad Nacional de Trujillo. Estudios de doctorado concluidos en la Universidad San
Pedro (Escuela de Posgrado-Filial La Libertad).
gravemente el pudor, excitar prematu- sin embargo, en los incs. 1, 2 y 3 del tipo
ramente o pervertir su instinto sexual. penal en estudio se recogen las conductas
2. El que incita a un menor de dieciocho punibles en su forma agravada, pues lo
años a la práctica de un acto obsceno o
le facilita la entrada a los prostíbulos u
que se protege es el normal desarrollo del
otros lugares de corrupción. instinto sexual de los menores y adoles-
3. El administrador, vigilante o persona centes hasta la edad de dieciocho años8.
autorizada para controlar un cine u otro En relación con los agravantes, se
espectáculo donde se exhiban represen-
tiene que el inc. 1 del art. 183 CP se
taciones obscenas, que permita ingresar
a un menor de dieciocho años. configura cuando el agente expone,
vende o entrega —en este caso al menor
El tipo base señala que este delito de edad— consoladores, preservativos,
se configura cuando el sujeto activo o muñecas inflables, libros pornográficos,
agente, en lugar público, realiza exhi- escritos o alguna imagen visual o auditi-
biciones, tocamientos o cualquier otro va de carácter obsceno9.
comportamiento de carácter obsceno,
En ese orden, el inc. 2 del tipo penal
entendido el mismo según la Real
en estudio prevé la conducta de incitar o
Academia Española4, como algo que es
motivar a un menor de dieciocho años
ofensivo al pudor5. El jurista Salinas
a la ebriedad o a la práctica de un acto
Siccha sostiene que “debe tratarse de
obsceno o le facilita la entrada a los pros-
un movimiento, actividad corporal o
tíbulos u otros lugares de corrupción10.
tocamiento que se relacione con la vida
Pero esta norma ha sido tipificada sin
sexual y que ofenda objetivamente la
tener en cuenta la realidad social en la
moral sexual social”6.
que vivimos, ya que la conducta desple-
Podemos inferir que, en el tipo base, gada por el padre que lleva a su menor
la protección del bien jurídico específico hijo para que sostenga sus primeras
sería la moral sexual colectiva o social7; relaciones sexuales en un prostíbulo, se
adecúa dentro del tipo penal agravado,
4 Real Academia Española, “Obsceno”, en
el portal web del Diccionario de la Lengua
Española. Recuperado de <bit.ly/2ecSjHc>.
5 Pizarro Guerrero, “Lo obsceno en el de- Ediciones Jurídicas, 1994, p. 349.
recho penal: Análisis del delito de ofensas al 8 Peña Cabrera, Derecho penal. Parte especial,
pudor público”, art. cit., p. 7. ob. cit., p. 349.
6 Salinas Siccha, Derecho penal. Parte especial, 9 En este punto, Villa Stein sostiene que el
ob. cit., p. 886. material debe carecer de todo valor estético
7 Del mismo parecer es el jurista Peña Cabrera, o literario, pues de lo contrario se ampararía
quien menciona que el bien jurídico protegido por estos valores, la libertad de expresión.
que se desprende del tipo base sería la moral Vid. Villa Stein, Javier, Derecho penal. Parte
sexualmente aceptada en la sociedad, de la cual especial, t. I-B, Lima: Editorial San Marcos,
todos los seres humanos estamos investidos 1997, p. 226.
sin excepción alguna. Vid. Peña Cabrera, 10 Salinas Siccha, Derecho penal. Parte especial,
Raúl, Derecho penal. Parte especial, t. I, Lima: ob. cit., p. 888.
por ser en este caso su menor hijo, un un cine u otro espectáculo de naturaleza
menor de edad. obscena13.
Del estudio del inc. 3 del art. 183 Igualmente, el sujeto pasivo, que se-
CP, la agravante se configura cuando el ría la persona agraviada por la comisión
agente, ya sea en su calidad de adminis- del hecho típico, puede ser cualquier
trador, vigilante o persona autorizada persona, sea mayor o menor de edad.
para el control de un cine u otro lugar Este último es relevante para agravar la
donde se realizan espectáculos de índole conducta del agente activo.
obscena11, como la visualización de una En el aspecto subjetivo, la conducta
película pornográfica, facilita el ingreso
realizada por el sujeto activo tiene que
a aquellos lugares a menores de 18 años. ser dolosa. Es también un delito de
Como ya se ha sostenido anterior- mera actividad y, para algún sector de
mente, la circunstancia por la que el la doctrina, admite la tentativa14.
agente realiza el hecho impúdico, ya sea En ese orden de ideas, la penalidad
mostrando los genitales, masturbándose, para el agente que realiza estas conductas
entre otros, debe considerar el lugar de relevancia penal será para el tipo base
donde ocurren los hechos, y es que, para receptor de una sanción de privación de
la configuración de este tipo penal, ya libertad no menor de dos ni mayor de
sea en su tipo base o en sus agravantes, cuatro años. El agente que realiza los
el agente debe realizarlo necesariamente agravantes del art. 183 CP será merece-
en un lugar público12. dor de una pena privativa no menor de
Por otro lado, en cuanto a las per- tres ni mayor de seis años.
sonas que intervienen en la comisión de
estas conductas, tenemos que el sujeto 3. Fundamentos para la adecuación
activo puede ser cualquier persona, sea del delito de ofensas al pudor en el
varón o mujer, no hay exigencia alguna ámbito privado
o calidad especial en el agente, salvo lo
Como ya se ha visto, del estudio
regulado por el inc. 3 del artículo en
en las líneas precedentes del delito de
mención, ya que el autor debe tener la
ofensas al pudor público regulado en el
condición de administrador, vigilante
art. 183 del CP, necesariamente, para
o persona autorizada para el control de
la configuración del tipo, se tiene que
realizar en un lugar público. En conse-
cuencia, si el agente realiza exhibiciones,
11 Loc. cit.
gestos o tocamientos de índole obscena
12 En este tipo de actos se han ampliado las con-
ductas del agente con la dación de la Ley N.°
30314 del 2015, Ley para prevenir y sancionar 13 Salinas Siccha, Derecho penal. Parte especial,
el acoso sexual en espacios públicos. Recuperado ob. cit., p. 889.
de <bit.ly/1bxAw7c>. 14 Ibid., p. 891.
por lo que se vienen adoptando medidas como nombre “Delitos contra el pudor
para evitar su comisión. Al respecto, la público”, proponemos su extensión al
última medida fue la dación de la Ley ámbito “privado”.
N.° 30314 en el 2015, para la preven-
ción y sanción del acoso en espacios CONCLUSIÓN MÁS IMPORTANTE
públicos.
Este es un país donde nueve de El accionar del agente, considerando
cada diez mujeres es víctima de acoso que la agraviada es menor de edad,
en transporte público , por lo que, si
20 afecta el equilibrio o desarrollo psí-
quico que tiene en formación, por lo
en la vía pública el agente realiza este que se lesiona el bien jurídico indem-
tipo de comportamientos, con mayor nidad sexual; por esta razón, dicha
razón, no sería descabellado pensar que conducta realizada por el sujeto pasi-
realiza actos como acoso, exhibiciones vo debe ser sancionada penalmente.
o conductas obscenas en su esfera
privada en presencia de personas que
Haciendo esta modificación, se
estén en ese momento en el lugar de
propone incorporar el art. 183-C, el cual
los hechos.
prescribe lo siguiente:
Precisamente, estas dos últimas no
se han regulado como conductas con Será reprimido con pena privativa de liber-
relevancia penal en la actualidad, por tad no menor de dos ni mayor de cuatro
lo que es necesaria la incorporación de años el que, en un lugar privado, realiza
normas que castiguen la conducta de exhibiciones, gestos, tocamientos u otra
conducta de índole obscena en presencia
los ciudadanos de índole obscena, en de terceras personas, sin el ánimo de aco-
presencia de otras personas, aun cuando so, aquí el agente solo realiza conductas
se encuentren en la esfera privada del obscenas.
agente. La pena privativa de libertad se agrava a una
sanción no menor de tres ni mayor de seis
4. El tipo penal de ofensas al pudor años, si la conducta se da ante la agraviada
menor de edad.
en el ámbito privado en el Código
Penal
Teniendo como base que, en la 5. Conclusiones
actual regulación, el Capítulo XV — • En la actualidad no hay una regula-
Título IV— del Código Penal lleva ción penal que sancione la conducta
del agente que se exhibe, realiza ges-
20 Radio Programas del Perú, “Estudio alerta tos o conductas de índole sexual en
que 9 de 10 mujeres sufre acoso en transporte presencia de tercera persona, aun en
público”, en el portal web de RPP Noticias,
Lima: 1 de junio del 2014. Recuperado de un ámbito privado, que en este caso
<bit.ly/2dubGqq>. sería el domicilio del primero.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
La amenaza en los delitos de coacción
patrimonial (II)
Revisión crítica del Acuerdo Plenario N.° 5-2015/CIJ-116 referido
al concepto de arma como componente de la circunstancia
agravante “a mano armada” en el delito de robo*
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor considera que, en los delitos de The author argues that, in patrimonial
coacción patrimonial, la responsabilidad coercion offenses, responsibility for the
por el estado de conmoción o temor de la state of shock or fear of the victim shall
víctima debe determinarse en función de be determined regarding competency by the
la competencia por el hecho. De este modo, fact. Therefore, in cases of fake menaces,
en los casos de amenazas fingidas, el suje- the active person is competent due to the
to activo es competente por el estado de state of psychological weakness of the vic-
debilitamiento psicológico de la víctima. tim. On this basis, he analyzes the “armed”
Con base en ello, analiza la circunstancia aggravating factor in the crime of robbery
agravante “a mano armada” en el delito and makes a critical review to the scope of
de robo y realiza una revisión crítica a los the Plenary Accord N.° 5-2015/CIJ-116.
* El presente estudio forma parte de un proyecto de investigación de mayor envergadura sobre la siste-
mática de los delitos patrimoniales bajo la dirección de mi maestro, el Prof. Dr. Percy García Cavero.
** Magíster en Derecho Público con mención en Derecho Penal y Procesal Penal por la Universidad de
Piura. Fiscal adjunto provincial de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huamanga,
Ayacucho.
alcances del Acuerdo Plenario N.° 5-2015/ Keywords: Malice aforethought / Patrimo-
CIJ-116. nial coercion offences / States of mind of the
Palabras clave: Alevosía / Delitos de coac- victim / Intimidation / Violence
ción patrimonial / Estados mentales de la Title: Menace in patrimonial coercion
víctima / Intimidación / Violencia offenses (II): Critical review of the Plenary
Accord N.° 5-2015/CIJ-116 referred to the
Recibido: 26-09-16 concept of weapon as a component of the
Aprobado: 07-10-16 “armed” aggravating factor in the crime
Publicado en línea: 01-11-16 of robbery.
mativa. En ese sentido, pueden haber producido mediante una amenaza fingi-
casos de estafa en los que el autor: “obs- da o ficticia de robo, extorsión, chantaje
taculiza a la víctima el acceso a informa- o usurpación, será competencia del autor
ciones que estaban accesibles para esta cuando este haya realizado un acto de
última con tal intensidad que la víctima bloqueo por el cual el destinatario de la
no puede acceder a la información veraz “amenaza” se vea obligado a creer en la
realizando el esfuerzo que es razonable verosimilitud de la misma o impedido de
según su posición económica”5. A modo descubrir su falsedad. En consecuencia,
de ejemplo: compete a la entidad ban- parece que en estos casos no es razonable
caria comprobar la identidad de quien exigirle al destinatario de tal “amenaza”
se presenta a retirar fondos, exigiéndole un esfuerzo más allá del ordinario para
que muestre su DNI, pero si un cliente verificar si el contenido de la misma es
muestra un DNI falsificado y se hace real.
pasar por otra persona, bloquea el acce- Es en el ámbito del delito de ex-
so de la víctima (la entidad bancaria) a torsión donde estos actos de bloqueo
información que estaba normativamente por parte del autor en detrimento de la
accesible para ella6. Integrando estas víctima resultan, muchas veces, prácti-
ideas al ámbito de los delitos de coacción camente consustanciales a la ejecución
patrimonial: la lesión del patrimonio de la amenaza. A modo de ejemplo:
que sufre la víctima a causa del temor las amenazas extorsivas proferidas me-
diante mensajes de texto o llamadas al
5 Pastor Muñoz, “El engaño típico en el delito teléfono de la víctima7. En estos casos,
de estafa”, art. cit., p. 140.
6 En el CP peruano han sido tipificados varios
supuestos en que el autor bloquea el acceso de 7 Desde luego, son muchas las situaciones límite
la víctima a información que, en principio, era en que la competencia deberá resolverse en el
normativamente accesible. Algunos de estos caso concreto. Por ejemplo, cuando la víctima
supuestos se han contemplado bajo el ámbito recibe una llamada telefónica con información
de la estafa, mientras que otros han dado lugar cuya veracidad ella no puede descartar en ese
a tipos penales distintos. Así, la estafa realizada momento, sobre la detención o situación
con simulación de juicio o empleo de otro fraude de peligro de un familiar cercano. Surge la
procesal (inc. 1 del art. 197), con alteración de cuestión de si a lo mejor hubiese bastado una
precios o condiciones de los contratos por parte llamada de la víctima para superar la farsa y,
del comisionista o cualquier otro mandatario en ese sentido, ¿sería competencia de la víctima
(inc. 3 del art. 197) o, cuando se vende o grava, por no haber agotado los medios para “com-
como bienes libres, los que son litigiosos o están probar” la veracidad de la amenaza? Como
embargados o gravados y cuando se vende, grava puede observarse, parece que aquí los límites
o arrienda como propios los bienes ajenos (inc. todavía deben trabajarse. ¿Le es exigible al
4 del art. 197). Por otra parte, el delito de padre indagar por celular si es que de verdad
usurpación mediante engaño utilizando do- su menor hijo se encuentra en peligro? ¿Sería
cumentos privados falsos o adulterados (inc. posible que, aunque fácticamente el padre
9 del art. 204), fraude procesal (art. 416), pueda averiguarlo, no le sea exigible normati-
denuncia calumniosa a través de la simulación vamente? Estos casos límite, en consecuencia,
o adulteración de pruebas o indicios de su deberán resolverse en el caso concreto, v. gr.,
comisión (art. 402), etc. no puede exigirse, del mismo, comprobar la
etc.). Pero la diferencia, como bien aclara asumidas, siempre ha considerado que
Bascuñán, es que “el miedo inducido estos supuestos se subsumen bajo el tipo
mediante engaño es temor y no error”24, de robo simple26. Por su parte, en Chile,
“[...] en cualquier caso, la libertad de la una reciente línea jurisprudencial tam-
víctima está perdida”25. bién ha arribado a las mismas conclusio-
nes, tal como lo sostuvo, por ejemplo, el
¿SABÍA USTED QUE? voto de mayoría de la Ilustrísima Corte
de Apelaciones de San Miguel del 9 de
La tesis de que solo una amenaza junio del 2000, ocasión en que se des-
que implique un peligro objetivo para vinculó de la tesis tradicional defendida
bienes jurídicos personalísimos, dis- por Mera Figueroa27 y aplicada juris-
tintos de la propiedad, puede fun- prudencialmente por Künsemüller
damentar el injusto de un delito de
coacción patrimonial pasa por alto Loebenfelder:
que toda amenaza coercitiva efectiva
implica ya la lesión de un bien jurí- [E]l carácter de arma de fogueo del objeto
dico personalísimo distinto de la pro- empleado por el reo para amenazar no le
piedad, como es la libertad. quita el carácter de medio idóneo para
coaccionar su voluntad, y por ende, para
obtener la apropiación de cosas ajenas sin
Precisamente, y en lo que respecta el consentimiento de su poseedor28.
a las amenazas fingidas en el robo, la
jurisprudencia mayoritaria española, en En conclusión, basta con que el mal
coincidencia con las conclusiones aquí objeto de la amenaza sea verosímil, es
decir, que parezca posible de realizarse
24 Bascuñán Rodríguez, “El robo como coac- a los ojos de la víctima, conforme a un
ción”, art. cit., p. 105. juicio ex ante de un “hombre medio”
25 Jakobs, “Las coacciones por medio de ame- puesto en su situación, aun cuando, en la
nazas como delito contra la libertad”, art. cit.,
p. 475. En contra, y partiendo de la necesidad realidad, sea objetivamente imposible de
de un peligro concreto en la amenaza típica ser realizado o el sujeto activo no tenga
de robo, Bacigalupo Zapater, “¿Robo con
intimidación violenta fingida?”, art. cit., p.
105: “El que puramente finge violencia se
vale ante todo del engaño y con este no pone
en peligro a la persona del propietario. Su 26 Con mayores referencias, véase Bacigalupo
comportamiento, de todos modos, tampoco Zapater, “¿Robo con intimidación violenta
resultaría punible como estafa […] pues faltará fingida?”, art. cit., p. 101 y ss., quien, sin em-
una disposición patrimonial de la víctima bargo, se muestra en contra de dicho parecer
fundada en su error, ya que, en los casos que jurisprudencial.
estamos tratando, si la víctima ‘dispone’ de la 27 Mera Figueroa, Jorge, Hurto y robo, Santiago
cosa, no será ignorando el daño patrimonial de Chile: Conosur, 1995, passim.
que ello le produce. Por lo tanto, solo estamos 28 Sentencia de la Corte de Apelaciones de San
en presencia de un delito de hurto formal- Miguel (Chile), del 9 de junio del 2000 sin
mente similar al del que distrae al dueño de denominación, citada por Bascuñán Rodrí-
las maletas en la estación del ferrocarril para guez, “El robo como coacción”, art. cit., p.
apoderarse de ellas”. 110.
víctima, ante la alevosía con que obra el posición intimidatoria del agente37, “no
agente delictivo35. resuelve dogmáticamente el problema
y genera paradojas”38. En ese sentido,
Para demostrar que nos encontra-
cuando la Corte Suprema expone su
mos ante una incongruente interpre-
posición sobre el tema buscando resaltar
tación extensiva del término “arma”,
la existencia de un elemento subjetivo de
la misma que no resiste un mínimo
tendencia distinto al dolo, en el agente, y
cuestionamiento de carácter dogmáti-
el trauma psíquico o daño, en la víctima,
co, llevaremos a cabo un análisis crítico
ya no queda ningún espacio para dudar
y pormenorizado de cada uno de los
que nos intenta presentar su perspecti-
fundamentos vertidos por la Corte
va como una perspectiva subjetiva. Sin
Suprema en el AP N.° 5-2015. Con
embargo, ¿es la posición de la Corte
ello demostraremos, también, que hay
Suprema realmente subjetiva —en con-
una contradicción insalvable entre los
traposición a la, así denominada por ella
fundamentos y las conclusiones a las que
misma, perspectiva objetiva—? Veamos,
arriba la Corte Suprema.
según la Corte Suprema:
3.2. Deficiencias metodológicas en las [D]esde la perspectiva objetiva el funda-
que incurre la Corte Suprema en el mento de la agravante [“a mano armada”]
AP N.° 5-2015 reside en el peligro que para la vida, la
integridad o la salud del sujeto pasivo o de
3.2.1. El desfasado binomio “objetivo/subje- los terceros supone la utilización de armas
tivo” (posibilidad de daño o peligro concreto),
evaluado ex post, sin tener en cuenta la real
Aunque la Corte Suprema nunca complejidad e intensidad del ataque e igno-
nos lo dice de manera expresa, ella rando los efectos psicológicos producto de
la agresión, la especial posición intimidato-
misma se encarga de dejar bastante ria del agente, el grado de indefensión de la
en claro que adopta una perspectiva libertad que efectivamente sufre la víctima
subjetiva. Así, en varias partes del AP y la facilidad para la comisión del ilícito y
N.° 5-2015 se refiere críticamente a la para asegurar su impunidad39.
“perspectiva o postura objetiva”36, a la
cual descalifica por cuanto considera Por otra parte, según la perspectiva
que, al ignorar los efectos psicológicos subjetiva que pretende defender —y
producto de la agresión y la especial
37 Vid. Corte Suprema de Justicia de la
República, Acuerdo Plenario N.° 5-2015/
CJ-116, cit., f. j. § 2.10 segundo párrafo.
35 Corte Suprema de Justicia de la Repúbli- 38 Corte Suprema de Justicia de la Repúbli-
ca, Acuerdo Plenario N.° 5-2015/CJ-116, cit., ca, Acuerdo Plenario N.° 5-2015/CJ-116, cit.,
f. j. § 3.17 segundo párrafo. f. j. § 2.10 segundo párrafo.
36 Vid. Corte Suprema de Justicia de la 39 Corte Suprema de Justicia de la Repúbli-
República, Acuerdo Plenario N.° 5-2015/ ca, Acuerdo Plenario N.° 5-2015/CJ-116, cit.,
CJ-116, cit., ff. jj. § 2.10 y § 3.11. f. j. § 3.11. El resaltado es agregado.
en ninguna parte del AP N.° 5-2015 broquela quien utiliza el arma aun cuando
se menciona, siquiera mínimamente, esta no sea apta para disparar por deterioro
[o] falsedad, sea simulada o de juguete; ge-
cuál es el fundamento de la agravante nera un ámbito de diferencia con el delito de
“a mano armada” prevista en el inc. 3 robo simple, en el cual el sujeto pasivo puede
del primer párrafo del art. 189 CP. En ejercer efectivamente resistencia ante un
ese sentido, la Corte Suprema utiliza el riesgo que no tiene la misma magnitud de
la amenaza, que cuando se porta un arma43.
concepto de alevosía de forma incorrec-
ta, esto es, sin percatarse de que está Como puede perfectamente apre-
confundiendo el fundamento que sirve ciarse, la Corte Suprema “da un salto”
para hacer competente, como autor de desde un nivel de discusión a otro
robo simple mediante amenaza, a quien distinto, y traslada, indebidamente, el
emplea armas ficticias para apoderarse fundamento de la relevancia penal de la
del bien de la víctima, con el funda- amenaza con armas ficticias —que según
mento propio de la agravante “a mano la Corte Suprema radica en la alevosía—
armada”. Ambos fundamentos se ubican al ámbito de discusión sobre la correcta
en planos distintos. La problemática de interpretación de la agravante “a mano
la lesión patrimonial que sufre la víctima armada” contemplada en el inc. 3 del
de amenaza con armas ficticias es una primer párrafo del art. 189 CP. Según
cuestión de imputación objetiva, esto la Corte Suprema, la alevosía “importa
es, se resuelve determinando quién es un incremento del injusto y una mayor
competente por esa lesión. Para nosotros, culpabilidad”44, y “[a]llí radica, pues,
es el acto de bloqueo lo que hace compe- lo alevoso como fundamento de la
tente al autor; para la Corte Suprema, lo agravante”45. Sin embargo, la pregunta
es la alevosía con que aquel actúa. Estos sigue sin respuesta: ¿cuál es el fundamen-
fundamentos, cabe precisar, solamente to para la aplicación de la agravante “a
sirven para afirmar la relevancia típica mano armada” en el robo? Precisamente,
del empleo de armas ficticias como este aspecto es totalmente omitido en
delito de robo simple con amenaza. En el AP N.° 5-2015, el cual, paradójica-
otro nivel de discusión, sin embargo, se mente, se elaboró justamente con el fin
encuentra la problemática referida a la determinar la ratio de dicha agravante.
correcta interpretación de la agravante Por si eso fuera poco, y sin percatarse de
“a mano armada” prevista en el inc. 3 del
primer párrafo del art. 189 CP.
En el siguiente párrafo puede ob- 43 Corte Suprema de Justicia de la Repú-
servarse claramente esta confusión de blica, Acuerdo Plenario N.° 5-2015/CJ-116,
cit., f. j. § 3.17 primer párrafo. El resaltado
planos en que incurre la Corte Suprema: es agregado.
44 Ibid., f. j. § 3.13 parte in fine. El resaltado es
Esa especial facilidad para la perpetración agregado.
y aseguramiento de impunidad con que se 45 Loc. cit. El resaltado es agregado.
especial que, al no ser exigible a una robo, diferenciada sin motivo atendible por
víctima estándar, resulta superfluo para la naturaleza del bien material sustraído. Se
generaría por interpretación una protec-
determinar la competencia por el hecho. ción especial al patrimonio ganadero, dife-
rente a lo que corresponde a la persona (de
3.2.4. ¿Interpretación sistemática o interpre- cualquier edad o condición) que no lo es55.
tación descontextualizada por parte la
Corte Suprema?
IMPORTANTE
La Corte Suprema, en un intento de
“reforzar” su posición sobre la interpre- Una acción de coacción mediante
tación extensiva del término arma, pone amenaza que logra constreñir la vo-
como ejemplo lo previsto en el segundo luntad del coaccionado implica una
lesión de su libertad. No es un re-
párrafo del art. 189-C CP, referido al sultado que tenga necesariamente
delito de robo de ganado, en donde se una dimensión corporal, pero eso no
agrava la responsabilidad en un marco lo hace menos objetivo. La coacción
penal no menor de cinco ni mayor de mediante amenaza es un fenómeno
quince años cuando el agente “hubiere comunicacional y, en esa medida,
portado cualquier clase de arma o de una cuestión de sentido. En tanto sea
intersubjetivamente reconocible, es
instrumento que pudiese servir como una cuestión objetiva.
tal”. De ello concluye la Corte Suprema
que, en el delito de robo de ganado, “el
legislador asumió el sentido amplio de La Corte Suprema pretende de-
‘arma’ y consideró la alevosía contra mostrar que su posición a favor de una
la víctima en el proceder del agente interpretación extensiva del término
que sustrae ganado, valiéndose de tales “arma” en la agravante del robo pre-
elementos”54; y, agrega: vista en el inc. 3 del primer párrafo del
art. 189 CP, se encuentra respaldada
Resultaría paradójico que se pudiera en- por una interpretación sistemática por
tender como “arma” en general o, “arma de comparación de normas entre este su-
fuego” en particular, únicamente el arma puesto y el contemplado en el segundo
auténtica y funcional para el supuesto de
asalto a las personas para despojar a las víc-
párrafo del art. 189-C (robo de ganado
timas de cualquier bien que no sea ganado; portando arma). Sin embargo, tal razo-
pero cuando se configurase un supuesto namiento de la Corte Suprema merece
de abigeato, se tuviera que entender que ser criticado, precisamente, porque se
cualquier instrumento que pudiere servir ha inobservado la naturaleza misma de
como arma (útil para configurar la alevosía
del agente) deberá ser considerado como tal la interpretación sistemática. Este méto-
y calificar la conducta como delito agrava- do de interpretación —conforme a la
do. Se generaría así un doble estándar de definición bastante precisa de García-
aplicación de la propia ley en materia de Pablos de Molina—, “descansa en una
tante, la cifra concreta de delitos en los problema, sin embargo, debe también
que se utilizan armas aparentes y armas criticarse por dos razones. En primer lu-
de fuego inoperativas u otro tipo de ob-
jetos, réplicas, de utilería o simuladas, se
gar, porque —como bien lo ha advertido
incrementa cada vez más y motiva que la Hurtado Pozo— “invocar factores de
judicatura penal de la Corte Suprema se política criminal, como la grave insegu-
pronuncie, determinando firmemente la ridad pública y la frecuencia cada vez
connotación de aquel elemento agravatorio más grande con la que los delincuentes
en su dimensión cabal, para aplicarse como
decisión vinculante, sin generar paradojas utilizan armas facticias, de apariencia
ni impunidad […]. Según la información real, no es oportuna para justificar una
consolidada emitida por las Divisiones cierta manera de interpretar la ley”63. Si
Territoriales y Divisiones Policiales en la bien la dogmática no puede prescindir
Región Policial de Lima, durante el 2014
se incautaron 17 armas de fuego hechizas,
de consideraciones políticas64, no debe
74 réplicas de armas de fuego y 31 armas olvidarse que la interpretación de la
de fuego inoperativas, mientras que el 1 ley es una función básica propia de la
de enero hasta el 31 de agosto del 2015 dogmática jurídico-penal65 y no de la
se incautaron 11 armas de fuego hechizas, política criminal. Si fuese al contrario,
120 réplicas de arma de fuego y 29 armas
de fuego inoperativas. Se eleva por tanto la aplicación de la ley se convertiría en
el empleo de elementos con apariencia de una mera decisión política rayana en la
arma, en particular de fuego, usadas para arbitrariedad del gobierno de turno. Las
facilitar los robos, reduciendo o anulando circunstancias coyunturales invocadas
la resistencia de las víctimas61. por la Corte Suprema a lo mejor podrían
servir para que se modifique la ley en el
Esta realidad criminológica es la
sentido que se considera conveniente66,
que motiva a la Corte Suprema para
que, erróneamente, aborde el tema so-
bre la interpretación de la agravante “a 63 Hurtado Pozo, “¿Cómo equiparar ‘mano
armada’ a ‘mano armada con arma de jugue-
mano armada” en el robo a partir de la te’?”, art. cit.
siguiente interrogante: 64 Silva Sánchez, Jesús-María, “Retos científi-
cos y retos políticos de la ciencias del derecho
¿[H]ay una necesidad desde la perspectiva penal”, en Revista de derecho penal y crimino-
político criminal de comprender en las logía, n.° 9, Madrid: 2002, p. 96 y ss.
agravantes del robo el empleo en su comi- 65 En la concepción de Jakobs, a la dogmática le
corresponde básicamente la tarea de sistemati-
sión de armas de juguete, armas simuladas
zación de las reglas de imputación existentes
o armas descargadas o defectuosas? […]62. en un determinado ordenamiento practicado,
sin pretensiones político-criminales trascen-
La perspectiva político-criminal dentes. Al respecto, véase Suárez González,
con que la Corte Suprema aborda el Carlos y Manuel Cancio Meliá, “Estudio
preliminar”, en Jakobs, Günther, La imputa-
ción objetiva en derecho penal, Madrid: Civitas,
61 Corte Suprema de Justicia de la Repúbli- 1996, p. 79 y ss.
ca, Acuerdo Plenario N.° 5-2015/CJ-116, cit., 66 Cfr. Hurtado Pozo, “¿Cómo equiparar
f. j. § 1.6. ‘mano armada’ a ‘mano armada con arma de
62 Ibid., § 1.6 in fine. juguete’?”, art. cit.
pero no podrían servir para fundamen- Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, n.°
tar una interpretación extensiva de la 1, Santiago de Chile: 2004.
misma. Bascuñán Rodríguez, Antonio, “El robo como
coacción”, en Revista de Estudios de la Justi-
cia, n.° 1, Santiago de Chile: 2002.
IMPORTANTE Cáceres Ruiz, Luis, Delitos contra el patrimonio.
Aspectos penales y criminológicos. Especial
La Corte Suprema utiliza el concepto referencia a Badajoz, Madrid: Visión Libros,
de alevosía de forma incorrecta, esto 2006.
es, sin percatarse de que está confun- Castillo Córdova, Luis, “La amenaza como
diendo el fundamento que sirve para modalidad de agresión de los derechos
hacer competente, como autor de robo fundamentales”, en Actualidad Jurídica, t.
simple mediante amenaza, a quien 175, Lima: junio del 2008.
emplea armas ficticias para apoderar- De Vicente Martínez, Rosario, “El delito
se del bien de la víctima, con el fun- de robo con violencia o intimidación en
damento propio de la agravante “a las personas: Interpretación y aplicación
mano armada”. jurisprudencial”, en Arroyo Zapatero,
Luis Alberto e Ignacio Berdugo Gómez
de la Torre (coords.), Homenaje al Dr.
La segunda crítica que se puede Marino Barbero Santos: In Memoriam, vol.
hacer a la perspectiva político criminal ii, Cuenca: Ediciones de la Universidad de
Castilla-La Mancha, 2001.
de la Corte Suprema es que, con la
Etcheberry Orthusteguy, Alfredo, Derecho
interpretación extensiva del término penal. Parte especial, t. III, 3.a ed., Santiago:
“arma” se dará lugar a un efecto político- Editorial Jurídica de Chile, 1998.
criminal totalmente contrario al genui- García Cavero, Percy, Derecho penal económico.
namente buscado. Citando nuevamente Parte general, 3.a ed., Lima: Jurista, 2014.
la importante observación de Hurtado García Cavero, Percy, Derecho penal. Parte
Pozo, “los delincuentes, por el riesgo general, 2.a ed., Lima: Jurista, 2012.
que corren de que se les imponga la García-Pablos de Molina, Antonio, Intro-
ducción al derecho penal. Instituciones, fun-
pena extremadamente severa prevista damentos y tendencias del derecho penal, vol.
en la ley decidan, para asegurar sus fines I, 5.a ed., Madrid: Editorial Universitaria
delictuosos, utilizar armas verdaderas. Ramón Areces, 2012.
Con lo que se logra el efecto contrario Hruschka, Joachim, “La conducta de la víctima
y perverso de aumentar los peligros para como clave para un sistema de los delitos
patrimoniales que llevan consigo sustrac-
la vida e integridad física de las personas, ción”, traducción de Pablo Sánchez-Ostiz,
en lugar de protegerlas mejor”. en Anuario de derecho penal y ciencias penales,
t. 52, Madrid: 1999.
4. Referencias bibliográficas Hurtado Pozo, José, “¿Cómo equiparar ‘mano
armada’ a ‘mano armada con arma de jugue-
Bacigalupo Zapater, Enrique, “¿Robo con te’?”, en el portal web del Anuario de derecho
intimidación violenta fingida?”, en Poder penal, Friburgo: julio del 2016. Recuperado
Judicial, n.° 5, Madrid: 1987. de <bit.ly/2bmaTsA>.
Bascuñán Rodríguez, Antonio, “Delitos con- Jakobs, Günther, “Las coacciones por medio de
tra intereses instrumentales”, en Revista de amenazas como delito contra la libertad”,
Finalmente, debemos indicar que primera instancia por publicar una co-
recientemente nuestra jurisprudencia lumna de opinión contra la exdirectora
nacional, en el caso del periodista Rafo del diario El Comercio, quien criticaba
León —querellado y sentenciado en las actividades de función de la ex alca-
desa de Lima— ha resuelto en idéntico
Derechos Humanos: “[...] Aquellas personas sentido:
que influyen en cuestiones de interés público
se han expuesto voluntariamente a un escru- [E]n el uso del derecho a la libertad de
tinio público más exigente y, consecuente- expresión se admite utilizar palabras o fra-
mente, se ven expuestas a un mayor riesgo de ses chocantes, exageradas, cuestionadoras,
sufrir críticas, ya que sus actividades salen del
dominio de la espera privada para insertarse
hirientes, cáusticas, desagradables, de mal
en la esfera del debate público”. Véase Corte gusto, ingratas, perturbadoras, satíricas,
Interamericana de Derechos Humanos, humorísticas, y hasta de parodia, siempre
Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, San José: 2 que recaigan en ámbitos de interés públi-
de julio del 2004, f. j. n.° 129, recuperado de co5.
<bit.ly/2dQn5Di>. En el mismo sentido, “[L]
a protección de la reputación de particulares
que se encuentran inmiscuidos en actividades Fundamento legal
de interés público, también se deberá realizar
de conformidad con los principios del plura- Código Penal: arts. 130-132
lismo democrático”, “[…] el margen de acep-
tación y tolerancia a las críticas por parte del
propio Estado, de los funcionarios públicos,
de los políticos e incluso de los particulares que
desarrollan actividades sometidas al escrutinio
público debe ser mucho mayor que el de los 5 Sexta Sala Especializada en lo Penal para
particulares”, véase Corte Interamericana Procesos con Reos Libres de la Corte
de Derechos Humanos, Caso Ricardo Ca- Superior de Justicia de Lima, Apelación de
nese vs. Paraguay, San José: 31 de agosto del sentencia del Exp. N.° 14156-2014, Lima: 29
2004, f. j. n.os 100 y 103, recuperado de <bit. de agosto del 2016, f. j. n.° 17. Recuperado
ly/1nNE7gT>. de <bit.ly/2dQnLZB>.
CONSULTA N.° 2
Fuentes periodísticas locales informaron sobre cierto esquema de
inversión, en el que se requiere el aporte de USD 4,200 a cambio de
recibir USD 33,600 en el lapso de 10 semanas. A cambio, se deberá
captar a dos nuevos inversores. Se promete, de este modo, una ren-
tabilidad del 700 %, es decir, más alta de la que cualquier negocio
lícito. La Superintendencia de Banca y Seguros informó que está
investigando este tipo de casos*. ¿Estas conductas recaerán bajo los
alcances del algún tipo penal?
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
A. V. N.° 09-2015-1
Principio de intervención mínima en el
delito de peculado doloso
A. V. N.° 09-2015-1
TEMA Principio de intervención mínima en el delito de peculado doloso
FECHA DE EMISIÓN Y/O 4-03-2016/18-10-2016
PUBLICACIÓN
NORMAS APLICADAS Código Penal: arts. IV del Título Preliminar y 387
Código Procesal Penal: art. 6
CONTEXTO FÁCTICO Se acusa a la investigada Eva Giselle García León, en su condición de procuradora
pública del Ministerio de Energía y Minas, de apropiarse S/. 133. Dicho dinero corres-
pondía al fondo de caja chica de la Procuraduría del Ministerio de Energía y Minas.
Asimismo, se le imputa haber falsificado la firma de su practicante preprofesional en
los comprobantes de egreso, a fin de sustentar gastos de movilidad irreales ante la
Tesorería y Oficina General de Administración de la institución mencionada.
TEXTO DE LA RESOLUCIÓN
se consideró que existe un concurso real de delitos, toda vez que también se cometió el
delito de falsificación de documentos.
2.2. El representante de la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción
fundamenta su recurso de apelación —fojas doscientos uno—, alegando que: i) No se
consideró que la investigada ostentaba el cargo de procuradora pública y a fin de justi-
ficar el egreso de dinero de la caja chica que tenía en su custodia falsificó la firma de un
practicante de su entidad; ii) Establecer la insignificancia de la conducta de la investiga-
da implica quebrantar los deberes funcionales de lealtad y probidad de los funcionarios
públicos; iii) No se consideró que la Convención de las Naciones Unidas contra la Co-
rrupción y la Convención Interamericana contra la Corrupción determinan que no será
necesario que los delitos enunciados en ella produzcan daño o perjuicio patrimonial al
Estado, situación por la que no se puede aplicar el principio de mínima intervención; iv)
Se debe ponderar que exista o no perjuicio económico ello queda superado en atención
a la protección del bien jurídico en los delitos contra la administración pública y las con-
venciones internacionales anticorrupción; y, v) En el presente caso, además, se ha produ-
cido un daño de naturaleza civil, por lo que, no debe dejarse de emitir pronunciamiento
en cuanto a este extremo, en atención a que el actor civil ejerce la acción reparatoria por
un daño civil ocasionado al Estado.
III. FUNDAMENTOS
3.1. Sobre el principio de mínima intervención
3.1.1. El principio de intervención mínima constituye un límite al ius puniendi del Es-
tado, pues señala que se justifica la intervención penal siempre que esta sea necesaria e
indispensable para el mantenimiento de la armonía social y pues “El derecho penal deja
de ser necesario para proteger a la sociedad cuando esto puede conseguirse por otros me-
dios, que serán preferibles en cuanto sean menos lesivos para los derechos individuales”.
— [Mir Puig, Santiago, Derecho Penal. Parte General, sétima edición, Buenos Aires: B de
I, 2005, p. 126] —. En ese sentido, se tiene que este principio acoge los siguientes sub-
principios: fragmentariedad y subsidiariedad (ultima ratio). En ese sentido, se tiene que
el principio de fragmentariedad establece que el derecho penal no interviene en la regula-
ción de todas las conductas lesivas de los bienes que protege, sino solo en las modalidades
más peligrosas — [Vid. Mir Puig, Santiago, Derecho Penal. Parte General, sétima edición,
Buenos Aires: B de f, 2005, p. 127] —. Asimismo, el principio de subsidiariedad y/o
ultima ratio señala que el derecho penal deberá intervenir exclusivamente cuando otros
medios de control social hayan fracasado en el intento de salvaguardar el buen desarrollo
de la sociedad — [Bramont-Arias Torres, Luis Miguel, Manual de Derecho penal. Parte
General, tercera edición. Lima: EDDILI, 2005, pp. 90-91.]
3.1.2. En la jurisprudencia nacional existen diversos pronunciamientos sobre este princi-
pio. Así, la ejecutoria suprema recaída en el R. N. N.° 238-2009-Lima, en su fundamento
jurídico quinto, señala que “en el caso concreto es relevante y aplicable el principio de
subsidiariedad según el cual el derecho penal ha de ser la ultima ratio, el último recurso
que se debe utilizar a falta de otro menos lesivo, así como el denominado carácter frag-
mentario del derecho penal que constituye una exigencia relacionada con la anterior, es
decir, significa que el derecho penal no ha de sancionar todas las conductas vulneradoras
de los bienes jurídicos que protege, ni tampoco todos ellos son objeto de tutela, sino solo
castiga las modalidades de ataque más peligrosas para ellos —el Derecho Penal protege
el bien jurídico contra ataques de especial gravedad—; que ambos postulados integran
el llamado principio de intervención mínima del Derecho Penal que consiste en que la
intervención del Estado solo se justifica cuando es necesaria para el mantenimiento de
su organización.” Siguiendo esta línea jurisprudencial, este Supremo Tribunal también
ha expedido las ejecutorias recaídas en los R. N. N.° 3763-2011-Huancavelica y R. N.
N.° 1336-2012-Apurímac, indicando que cuando la lesión resulta ínfima se deben buscar
otros mecanismos alternativos al sistema penal, toda vez que con dicho obrar no se que-
branta significativamente la norma.
3.2. Sobre la excepción de improcedencia de acción
3.2.1. Los medios de defensa técnicos se erigen como instituciones procesales que forman
parte de la estrategia de la defensa, cuya finalidad es evitar la prosecución del proceso
penal, siempre que el órgano jurisdiccional no haya cumplido con verificar las condi-
ciones necesarias para la validez del procedimiento — [Oré guardia, Arsenio, Manual de
derecho procesal penal, tomo I, Lima: Editorial Reforma, 2011, pp. 438-439] —. Nuestro
Código Procesal Penal reconoce los siguientes medios de defensa técnicos: a) la cuestión
previa, b) la cuestión prejudicial, y c) las excepciones. Estas últimas están reguladas en el
artículo sexto del citado texto procesal y son; i) la excepción de naturaleza de juicio, ii) la
excepción de improcedencia de acción, iii) la excepción de cosa juzgada, iv) la excepción
de amnistía, y v) la excepción de prescripción.
3.2.2. En ese sentido, el literal b) del inciso primero del artículo 6 del Código Procesal
Penal establece que; “las excepciones que pueden deducirse son las siguientes: b) Impro-
cedencia de acción cuando el hecho no constituye delito o no es justiciable penalmente”.
De esta manera, se advierte que cuando se invoca este mecanismo de defensa técnica
existen dos supuestos en que resulta procedente: i) cuando el hecho imputado no consti-
tuye delito, pues no se configura la tipicidad ni la antijuridicidad penal, o ii) cuando este
hecho no es justiciable penalmente. En este último punto, se examina “la punibilidad, y
comprende la ausencia de una condición objetiva de punibilidad y la presencia de una causa
personal de exclusión de pena o excusa absolutoria, que son circunstancias que se encuentran
en relación inmediata con el hecho, en el primer supuesto, o que excluyen o, en su casos supri-
men la necesidad de pena” — [citando a Jescheck y Weingend, Vid. San Martín Castro,
César. Derecho Procesal Penal. Lecciones. Lima: INPECCP & CENALES, 2015, p. 284]
—.
3.2.3. En ese sentido, entendiéndose que los principios rectores del derecho penal —
principio de mínima intervención, entre otros— exigen que su intervención se produz-
ca estrictamente cuando el ilícito ocasionado tenga una alta trascendencia que altere el
desarrollo normal de la sociedad, se tiene que la normativa penal no puede intervenir
en ilícitos menores que puedan ser resueltos por otros mecanismos legales de nuestro
ordenamiento jurídico. De esta manera, pese a que los hechos atribuidos al investigado
pueda configurar el tipo penal imputado, no obstante, en aplicación del principio de
mínima intervención, el derecho penal no podrá acudir a sancionar dicha conducta. En
consecuencia, resulta idóneo analizar en el caso concreto la viabilidad de la postulación de
la excepción de improcedencia de acción, pues si la conducta atribuida no es merecedora
de pena, carece de relevancia proseguir con el desarrollo del proceso penal, más aun si
existen otras vías alternas que lesionan en menor grado el derecho del ciudadano.
3.3. Sobre la fijación de la reparación civil en caso de sobreseimiento
3.3.1. Previo a emitirse juicio en el presente caso, es necesario tener en cuenta que el
primer párrafo del fundamento jurídico sexto del Acuerdo Plenario N.° 6-2006/CJ-110
señala que: “El proceso penal nacional [...] acumula obligatoriamente la pretensión penal
y la pretensión civil. El objeto del proceso penal entonces, es doble: el penal y el civil,
concordante con el artículo 92 del Código Penal — [“La reparación civil se determina con-
juntamente con la pena”] —; entendiéndose que el juzgador penal emite dos pronun-
ciamientos en una sentencia: una pena y una reparación civil, advirtiéndose que ambas
instituciones tienen naturaleza distinta, por tanto, se regulan por diferentes principios.
En el mismo sentido, el Acuerdo Plenario N.° 05-2011/CJ-116 o, en su fundamento
jurídico décimo, señala que: “la acumulación de la acción civil al proceso penal responde
sencillamente a un supuesto de acumulación heterogénea de pretensiones, con fines pro-
cesales estrictos. Esta tendencia encuentra un beneficio en el hecho de que, con el menor
desgaste posible de jurisdicción, se pueda reprimir el daño público causado por el delito
y reparar el daño privado ocasionado por el mismo hecho”.
3.3.2. La reparación civil, entonces, es una de las consecuencias jurídicas del delito,
que se impone a la persona responsable de la comisión de un delito, con la finalidad de
resarcir el daño ocasionado a la víctima, en razón de restituirle al estatus anterior al desa-
rrollo del suceso delictivo, conforme lo establece el artículo 93 del Código Penal. En ese
sentido, este Tribunal entiende a la “restitución” como aquella “forma de restauración de
la situación jurídica alterada por el delito o devolución del bien, dependiendo del caso, al
legítimo poseedor o propietario” — [Guillermo Bringas, Luis Gustavo, La reparación
civil en el proceso penal, Lima: Pacífico Editores, 2011, p. 94]—, siempre que se hayan
vulnerado derechos patrimoniales; asimismo, se entiende por indemnización de daños y
perjuicios” como aquella forma de reestabilización de los derechos menoscabados por el
delito, “siempre que se ha vulnerado derechos no patrimoniales del perjudicado o, incluso,
habiéndose realizado la sustracción del bien” —[Guillermo Bringas, Luis Gustavo, La
reparación civil en el proceso penal, Lima: Pacífico Editores, 2011, p. 100]—.
3.3.3. Una de las innovaciones del Código Procesal Penal se encuentra en el artículo
doce, inciso tercero, donde se establece que: “la sentencia absolutoria o el auto de sobre-
seimiento no impedirá al órgano jurisdiccional pronunciarse sobre la acción civil derivada
del hecho punible válidamente ejercida, cuando proceda” reconociéndose así que en el
proceso penal no solo se debate la existencia de responsabilidad penal y consecuentemen-
te la pena, sino también la existencia de responsabilidad civil y su correspondiente monto
indemnizatorio y/o reparatorio. No obstante, ello será pertinente siempre que proceda,
conforme lo señala la última parte de la norma citada.
3.4. Sobre los cuestionamientos planteados en el presente caso
3.4.1. En ese sentido, si bien el representante del Ministerio Público cuestiona los alcan-
ces de la excepción de improcedencia de acción, en relación a la presunta insignificancia
de la lesividad en la conducta imputada, así como que en este medio técnico de defensa
no se puede debatir la existencia de conflictividad; no obstante, conforme se señaló pre-
DECISIÓN
Por estos fundamentos, el Colegiado de esta Sala Penal Especial de la Corte Suprema de
Justicia resuelve:
I. INFUNDADA los recursos de apelación interpuestos por el representante del Minis-
terio Público y el representante de la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de
corrupción,
II. CONFIRMARON la resolución del cinco de febrero del dos mil dieciséis —fojas sesenta
y cuatro— que declaró fundada la excepción de improcedencia de acción formulada
por la investigada Eva Giselle García León, respecto al delito de peculado doloso, en la
investigación que se le sigue por el citado delito y otro, en agravio del Estado.
III. EXIMIERON a los recurrentes del pago de las costas por la tramitación del recurso.
IV. MANDARON se remita los actuados al Juzgado Supremo de Instrucción, a fin de que
continúe el proceso según su estado.
Hágase saber y los devolvieron.
S.S.
RODRÍGUEZ TINEO / PARIONA PASTRANA / HINOSTROZA PARIACHI
DERECHO
PROCESAL PENAL
DERECHO
PROCESAL PENAL
Área práctica
Doctrina Derecho procesal
Reflexiones penal
metodológicas mínimas ...
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
La “declaración” del imputado en
audiencia de prisión preventiva:
¿Es una verdadera declaración o afecta gravemente el
derecho a la no autoincriminación?*
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
Después de analizar las funciones del juez After analyzing the functions of the judge's
de investigación preparatoria, la audiencia preliminary investigation, the pre-trial deten-
de prisión preventiva y la declaración del tion hearing, and the statement of the accused
imputado, el autor se cuestiona acerca de si person, the author analyzes whether this
esta “declaración” efectuada en la audien- "statement" made at the pre-trial detention
cia de prisión preventiva ¿es una verdadera hearing is a true statement or if its valuation
declaración o su valoración afecta el dere- affects the right against self-incrimination.
cho a la no autoincriminación?
Keywords: Pre-trial detention hearing /
Palabras clave: Audiencia de prisión Declaration of the accused person / Self-
preventiva / Declaración del imputado / incrimination
Autoincriminación
Title: The "statement" of the accused person
Recibido: 12-08-16 in a pre-trial detention hearing. Is it a true
Aprobado: 05-10-16 statement or does it seriously affect the right
Publicado en línea: 01-11-16 against self-incrimination?
* El presente trabajo está dedicado con mucho aprecio y cariño para Cinthia Aracely Querevalu Ray-
mundo, por su forma de ser y por su incansable apoyo hacia mi persona.
** Abogado por la Universidad César Vallejo, maestrista en derecho penal por la Universidad Nacional
de Piura, profesor del curso de derecho penal en la Escuela Técnica de la Policía Nacional del Perú
(Piura), socio del estudio jurídico Bermeo Cevallos & Abogados Asociados (Piura).
los derechos que tienen los ciudadanos esa decisión no podrá ser utilizada en
detenidos y el deber de los policías de su perjuicio; se le instruiría que tiene
respetarlos. Estos son: “tiene derecho derecho a la presencia de un abogado
de permanecer en silencio, todo lo que defensor, y que si no puede nombrarlo,
diga puede y será usado en su contra en se le designará un defensor de oficio. El
el tribunal, tiene el derecho de consultar derecho a que, si el abogado recién se
un abogado y de asistirse por el defensor incorporara a la defensa, el imputado
a lo largo del interrogatorio”19. puede consultar con el antes de iniciar
la diligencia y si es necesario el derecho
IMPORTANTE a pedir la postergación de la misma20.
jurídico y más aún en el proceso penal en el proceso penal, Lima: Instituto Pacífico,
donde la afectación de derechos se torna 2015.
más intensa, es de extrema importancia Moreno Holman, Leonardo y Francisco,
García Manzor, “El modelo procesal penal
que se reconozcan nuevos contenidos a chileno”, en Reyna Alfaro, Luis Miguel,
este derecho. Para ello, el referido autor, (coord.), Proceso penal acusatorio, fundamen-
propone “la interpretación evolutiva o tos, funcionamiento y cuestiones trascendentes,
mutación interpretadora del contenido Lima: Instituto Pacífico, 2015.
constitucionalmente protegido de los Taboada Pilco, Giammpol, “La confesión en el
nuevo Código Procesal Penal”, en Instituto
derechos fundamentales”31. Y vaya que de Ciencia Procesal Penal, portal web. Recu-
tiene razón, pues el imputado como perado de <bit.ly/2cJnBko>.
sujeto pasivo del proceso no tiene la Quiroz Salazar, William F. El sistema de au-
obligación de colaborar con su propia diencia en el proceso penal acusatorio, Lima:
incriminación32. Instituto Pacífico, 2015.
Reyna Alfaro, Luis Miguel, “El proceso penal
¿acusatorio? ¿adversarial?”, en Reyna Al-
6. Referencias bibliográficas
faro, Luis Miguel, (coord.), Proceso penal
Arbulú Martínez, Víctor Jimmy, Derecho pro- acusatorio, fundamentos, funcionamiento
cesal penal. Un enfoque doctrinario y jurispru- y cuestiones trascendentes, Lima: Instituto
dencial, t. II, Lima: Gaceta Jurídica, 2015. Pacífico, 2015.
Arbulú Martínez, Víctor Jimmy, La investiga- Riego, Cristhian, “¿Cuál es el futuro de la
ción preparatoria en el nuevo proceso penal, prisión preventiva en América Latina?”, en
Lima: Instituto Pacífico, 2014. Castillo Alva, José Luis (coord.), Prisión
Bermeo Cevallos, Luis Arturo, “El delito des- Preventiva, Lima: Instituto Pacífico, 2015.
cubierto y el delito probado en el proceso Rosas Alcántara, Joel, La nulidad del proceso
inmediato”, en Actualidad Penal, n.° 21, penal por el habeas corpus en la jurispruden-
Lima: marzo del 2016.
cia del Tribunal Constitucional, Lima: Gaceta
Espinoza Ramos, Benji, “Las intervenciones Jurídica, 2015, p. 77.
corporales como medidas restrictivas de
derechos con fines de búsqueda probato- San Martín Castro, César, “Acerca de la
ria”, en Herrera Guerrero, Mercedes y función del juez de la investigación pre-
Elky Villegas Paiva (coords.), La prueba paratoria”, en Instituto de Ciencia Procesal
Penal, portal web. Recuperado de <bit.
ly/1kyuZzK>.
31 Cfr. Espinoza Ramos, “Las intervenciones
corporales como medidas restrictivas de San Martín Castro, César, Derecho procesal
derechos con fines de búsqueda probatoria”, penal, 2.a ed., Lima: Grijley, 2003.
ob. cit., p. 263. Villegas Paiva, Elky Alexander, La presunción
32 “[…] La tensión me dominó y le apreté el de inocencia en el proceso penal peruano, un
cuello, pero estoy arrepentido […], por eso estado de la cuestión, Lima: Gaceta Jurídica,
es que vine hoy sábado temprano a denunciar 2015.
lo sucedido pero no fui totalmente sincero,
por eso es que he regresado en la tarde para Villegas Paiva, Elky Alexander, “Los ejes te-
denunciarme a mí mismo, la conciencia no máticos a ser debatidos en la audiencia de
me deja tranquilo [Confesión de un homicida. prisión preventiva: consideraciones a partir
Trujillo, 01-03-2008]”. Taboada Pilco, “La de la Casación N.° 626-2013-Moquegua”,
confesión en el nuevo Código Procesal Penal”, en Gaceta Penal & Procesal Penal, t. 82,
ob. cit., p. 1. Lima: abril del 2016.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Derecho a tiempo razonable para preparar
defensa y juicio inmediato por flagrancia
delictiva
Carmelo García Calizaya*
Juzgado Penal Unipersonal de Lircay-Angaraes, Huancavelica
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor se cuestiona acerca de si la bre- The author raises questions about whether
vedad de la audiencia única de juicio the briefness of the unique hearing of the
inmediato por flagrancia delictiva —de immediate trial for criminal flagrancy —
carácter inaplazable— afecta el derecho de of urgent character— affects the right to
defensa, concretamente, el derecho a la ob- defense, specifically, the right to obtain re-
tención de tiempo razonable para preparar asonable time to prepare the defense, either
la defensa, sea para la negociación (salidas for the negotiation (alternative solutions)
alternativas) o refutación de la imputación. or rebuttal of the charge alleged.
Palabras clave: Juicio inmediato / Fla- Keywords: Immediate trial / Criminal
grancia delictiva / Derecho de defensa / flagrancy / Right to defense / Reasonable
Tiempo razonable. time
Recibido: 14-07-16 Title: Right to a reasonable time to pre-
Aprobado: 01-08-16 pare the defense and immediate trial for
Publicado en línea: 01-11-16 criminal flagrancy.
* Abogado por la Universidad Nacional del Altiplano Puno. Ex defensor público de Yauri-Espinar (Cusco),
juez titular penal unipersonal de Lircay-Angaraes (Distrito Judicial de Huancavelica).
sunta (art. 259.3 y 4), cuya existencia espionaje y tráfico ilícito de drogas el
descansa solo en la presunción a partir plazo es de 15 días naturales.
de indicios encontrados.
La redacción original establecía que ¿SABÍA USTED QUE?
se aplica el proceso inmediato en los
casos en que el imputado es sorpren- El juicio inmediato se realiza en el
dido y detenido en flagrante delito, lo día, una vez recibido el auto que in-
que podía interpretarse como que solo coa el proceso inmediato, sin exceder
72 horas; se lleva en audiencia oral
caben los dos primeros supuestos de fla- y pública, además en sesiones conti-
grancia, porque es mucho más evidente nuas e ininterrumpidas.
que no existiría la necesidad de actos de
investigación y, por tanto, la incoación
Dentro de los plazos indicados, se-
del proceso inmediato encuentra su
gún corresponda, el fiscal debe solicitar,
fundamento directo; sin embargo, la
al juez de la investigación preparatoria,
nueva regulación establece que procede
la incoación del proceso inmediato (art.
proceso inmediato en cualquiera de los
447.1).
supuestos establecidos en el art. 259
del CPP3. Luego, en el plazo de 48 horas de
requerimiento fiscal, el juez realiza la
3. Etapas y duración audiencia única de incoación para deter-
minar la procedencia o no del proceso
El proceso inmediato por flagrancia inmediato (art. 447.1)
se distingue por no tener las etapas de
investigación preparatoria formalizada El plazo para que el fiscal pueda
e intermedia. formular acusación una vez aprobada la
incoación del proceso inmediato es de
Las diligencias preliminares están 24 horas (art. 447.6).
determinadas por las actuaciones de la
policía o del fiscal, a consecuencia, de El juicio inmediato se realiza en el
la intervención del evento delictual en día, una vez recibido el auto que incoa el
flagrancia. proceso inmediato, sin exceder 72 horas
(art. 448.1); se lleva en audiencia oral y
Esta etapa tiene una duración de 24 pública, además en sesiones continuas e
horas en los delitos comunes. En cam- ininterrumpidas (art. 448.2).
bio, tratándose de delitos de terrorismo,
4. Derecho de defensa
3 Hurtado Huailla, Ana Cecilia y Luis Miguel
Reyna Alfaro, “El proceso inmediato: Va- Nuestra Constitución no reconoce
loraciones político-criminales e implicancias expresamente el derecho de defensa,
forenses del D. Leg. N.° 1194”, en Gaceta sino que consagra el “principio de no
Penal & Procesal Penal, t. 76, Lima: Gaceta
Jurídica, octubre del 2015, pp. 16 y 17. ser privado del derecho de defensa” (art.
rechos que este, o bien tiene el deber de Por ello, nuestro ordenamiento
respetar y garantizar o bien está llamado jurídico y las normas internacionales
a organizar su acción a fin de satisfacer su conciben el derecho de defensa como
plena realización. Uno de estos derechos pilar de cualquier tipo de procedimien-
que el Estado debe respetar y garantizar to y, por ende, como una garantía del
es el ejercicio pleno de la defensa5, en debido proceso. La defensa constituye
diferentes ámbitos en que medie un un verdadero requisito para la validez
conflicto, con mayor razón dentro de del proceso9, y la aplicación de la pena10.
un proceso judicial de índole penal en La esencia de este derecho a la
que se determinará la libertad o prisión defensa radica en que, una vez que se le
de una persona. haya informado de la acusación, debe
No olvidemos que el derecho de garantizarse al acusado “la posibilidad
defensa a su vez es el principio6 y garan- de ejercer su derecho de manera efectiva,
tía7 que constituye un principio, porque concreta y, en especial, con un margen
sirve de fundamento para el desarrollo de tiempo” adecuado para prepararla11.
El contenido esencial del derecho
4 Cfr. Oré Guardia, Arsenio, Manual derecho de defensa queda afectado cuando, en el
procesal penal, t. I, Lima: Reforma, 2011, p.
169.
seno de un proceso judicial, cualquiera
5 Mory Príncipe, Freddy, La investigación de las partes resulta impedido, por
del delito, el policía, el fiscal y el juez, derechos concretos actos de órganos judiciales de
fundamentales del imputado, Lima: Rodhas, hacer uso de los medios necesarios, sufi-
2012, p. 490.
6 Los principios son los fundamentos de algo, cientes y eficaces para ejercer la defensa
se entienden como proposiciones o verdades
que sustentan el saber o la ciencia jurídica.
Flores Polo, Pedro, Diccionario de términos
jurídicos, t. II, Lima: Editores importadores, 8 Pastor Salazar, Luis, La investigación del
1984, p. 340. Cfr. Revilla LLaza, Percy delito en el proceso penal, Lima: Iustitia, 2015,
Enrique (coord.), Principios fundamentales pp. 384 y 385.
del nuevo proceso penal, Lima: Gaceta Jurídica, 9 Pastor Salazar, La investigación del delito en
2013, p. 17. el proceso penal, ob. cit., pp. 384 y 385.
7 Las garantías importan el aseguramiento y/o 10 Gimeno Sendra, Vicente, Derecho penal,
protección contra algún riesgo o necesidad. p. 225, citado por Oré Guardia, Manual
Las identificamos con el concepto de tutela, derecho procesal penal, ob. cit., p. 170.
amparo o protección jurídica. Flores Polo, 11 Pérez Vaquero, Carlos, “El principio acusa-
Diccionario de términos jurídicos, ob. cit., p. torio según el Tribunal Europeo de Derechos
12. Cfr. Revilla LLaza, Principios fundamen- Humanos”, en Derecho y Cambio Social, p. 26.
tales del nuevo proceso penal, ob. cit., p. 17. Recuperado de <bit.ly/29VMjQG>.
eficaz, y el derecho de defensa eficaz Penal & Procesal Penal, t. 76, Lima: Gaceta
del procesado. Jurídica, octubre del 2015.
Flores Polo, Pedro, Diccionario de términos
• El Pacto Internacional de Derechos jurídicos, t. II, Lima: Editores importadores,
Civiles y Políticos, la Convención 1984.
Americana sobre Derechos Humanos Minaya Ramos, Juan Leonardo, comentando a
de San José de Costa Rica y el Título Campos Bernal, Heber Joel. “El populismo
penal es una enfermedad crónica que debe-
Preliminar del Código Procesal Penal mos eliminar de nuestra práctica jurídica”,
establecen, como manifestación del en Legis.pe, Lima: 21 de diciembre del 2015.
derecho de defensa, que toda persona Recuperado de <bit.ly/2aa8gK3>.
tiene derecho a que se le conceda un Mory Príncipe, Freddy, La investigación del
delito, el policía, el fiscal y el juez, derechos
tiempo razonable para que prepare su fundamentales del imputado, Lima: Rodhas,
defensa. 2012.
• En el proceso inmediato por fla- Oré Guardia, Arsenio, Manual derecho procesal
grancia, una persona es sentenciada penal, t. I, Lima: Reforma, 2011.
Palomino Amaro, Raúl M., “Aproximaciones
en menos de 24 horas, ya que la
sobre la defensa eficaz en el proceso penal
audiencia única de juicio inmediato desde la jurisprudencia”, en Alerta Infor-
se realiza en el día, apenas recibido el mativa. Loza Avalos abogados, Lima: 24 de
auto que incoa el proceso, y excep- setiembre del 2014. Recuperado de <bit.
ly/1vugCPF>.
cionalmente sin exceder las 72 horas.
Pastor Salazar, Luis, La investigación del delito
• Esta realidad afecta el derecho a en el proceso penal, Lima: Iustitia, 2015.
tener tiempo razonable para prepa- Pérez Vaquero, Carlos, “El principio acusatorio
rar defensa, sea para la negociación según el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos”, en Derecho y Cambio Social.
(salidas alternativas) o refutación de Recuperado de <bit.ly/29VMjQG>.
los cargos imputados. Revilla LLaza, Percy Enrique (coord.), Princi-
• Resulta difícil que en menos de pios fundamentales del nuevo proceso penal,
24 horas se pueda elaborar una es- Lima: Gaceta Jurídica, 2013.
trategia de defensa con estándar y Reyna Alfaro, Luis Miguel, El proceso penal
aplicado conforme al Código Procesal Penal
exigencia que la naturaleza de cada de 2004, Lima: Grijley, 2011.
caso impone, dado que para ello se Reyna Alfaro, Luis Miguel, Manual de derecho
requiere tiempo. procesal penal, Lima: Instituto Pacífico,
2015.
8. Referencias bibliográficas Sota Sánchez, André, “Programa penal de la
Constitución Política de 1993 y el derecho
Binder, Alberto, Ed Cape y Zaza Namoradze, penal constitucional peruano”, en Gaceta
Defensa penal efectiva en América Latina, Constitucional, t. 60, Lima: Gaceta Jurídica,
Bogotá: Ediciones Antropos, 2015. diciembre del 2012.
Hurtado Huailla, Ana Cecilia y Luis Miguel Tello Ramírez, Jorge Juan, “El derecho a un
Reyna Alfaro, “El proceso inmediato: Va- tiempo razonable para preparar la defensa
loraciones político-criminales e implicancias en el NCPP”, en Instituto de Ciencia Procesal
forenses del D. Leg. N.° 1194”, en Gaceta Penal. Recuperado de <bit.ly/2aoX1hV>.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Gestionando procesos y mejorando el
Código Procesal Penal
Eficiencia y eficacia en la gestión de procesos penales,
retos contra los paradigmas procesales
Carlos Germán Gutiérrez Gutiérrez*
Universidad de Trujillo
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
El autor resalta las “prácticas” realizadas The author brings into focus the "practices"
por los operadores jurídicos en el contexto carried out by legal operators in the context
de la aplicación del Código Procesal Penal of the implementation of the Code of Crimi-
(D. Leg. N.° 957), calificándolas de “bue- nal Procedure (Legislative Decree N.° 957),
nas” o “erróneas” según su análisis; más describing them as "good" or "wrong", in
accordance with his analysis. Moreover, it
aún, centra su atención en estas últimas, centers its attention in the latter, proposing
proponiendo alternativas para superarlas. alternatives to supersede them.
Palabras clave: Uso racional de recursos Keywords: Rational use of resources /
/ Logro de metas / Costumbres asimiladas Goals achievement / Customary norms
en el ámbito judicial. assimilated in the judicial sector.
Title: Managing processes and improving
Recibido: 26-07-16 the Code of Criminal Procedure. Efficiency
Aprobado: 28-09-16 and efficacy in the management of criminal
Publicado en línea: 01-11-16 processes, challenges against the procedural
paradigms.
* Magíster en Derecho con mención en Ciencias Penales y doctor en Derecho por la Universidad
Nacional Pedro Ruiz Gallo. Docente universitario en Derecho Penal y Derecho Procesal Penal en la
Escuela de posgrado de la Universidad Nacional de Trujillo. Juez del Primer Juzgado Penal Colegiado
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad.
Penales, vigente aún en parte de Lima, gestión del despacho y proceso penal en
era entendido como correcto y legal oposición a los paradigmas procesales.
que para la lectura de una sentencia
condenatoria debía estar presente el 4. Eficiencia y eficacia: conceptos de
acusado, caso contrario no podía leerse aplicación (el uso racional de los
la sentencia; y ahora ya aceptado, apro- medios y logro de metas)
bado y normado, que solo se trataba de
En el sistema de justicia penal, los
un acto previo de citación, pero que no
conceptos de eficiencia y eficacia deben
era un requisito imperativo su presencia
ser apreciados según el actuar de cada
para la lectura de sentencia, curiosa
una de las partes o de los órganos es-
anécdota judicial registrada en la historia
tatales respecto a sus competencias. En
y de la cual fuimos y seguimos siendo
este punto nos referiremos a la Fiscalía2
protagonistas.
2 Con la reforma procesal en el Perú, vigente a
partir del 2004 —cuya aplicación es progresi-
IMPORTANTE va a nivel nacional— , aun cuando la LOMP
y la Ley de la Carrera Fiscal no establece
En el sistema de justicia penal, los despachos de decisión temprano ni despachos
conceptos de eficiencia y eficacia de- de investigación, la Fiscalía de la Nación en
ben ser apreciados según el actuar de Perú autorizó la estructura de fiscalías corpo-
cada una de las partes o de los órga- rativas integradas por grupos de despachos
y equipos de trabajo fiscal conformados en
nos estatales respecto a sus compe- fiscalías corporativas y al interior de estas en
tencias. despachos fiscales de decisión temprana y
despachos de Investigación, que por el trans-
curso del tiempo y aun ante la ausencia de
marco normativo que lo autorice y la realidad
2. Problema de carga procesal en algunos distritos fiscales
como Piura se han reestructurado perdiendo
¿Existen circunstancias que posibi- vigencia los despachos de decisión temprana
litan la eficiencia y eficacia de la gestión para todos los fiscales asumir competencia sin
del despacho y proceso penal en oposi- una subespecialidad, en tanto que por ejemplo
en la Provincia de Trujillo aún se mantienen
ción a los paradigmas procesales? los despachos corporativos pero al interior de
cada una se asigna una cantidad distinta de
3. Hipótesis fiscales para casos que consideran de decisión
temprana. Así en la Primera Fiscalía Corpo-
Sí existen circunstancias que po- rativa solo tres fiscales adjuntos provinciales
conocen casos delitos de omisión de asistencia
sibilitan la eficiencia y eficacia de la familiar y conducción en estado de ebriedad y
coacción laboral, repotenciando con un mayor
número los equipos fiscales de investigación
285-B del CdePP (también lo establecido en el que conocen los demás delitos; en tanto
art. 6 del D. Leg. N.° 124), estableciendo que que la Segunda Fiscalía Corporativa tiene
la sentencia tanto para procesos sumarios como un mayor número de fiscales para decisión
ordinarios será leída ante quienes comparezcan, temprana, pero mayor número de delitos a
señalando las pautas de notificaciones previas; los antes indicados; y finalmente en la misma
como también lo señala el NCPP en el art. 396. localidad, inclusive en la misma sede de Tru-
que un gran número de estos casos se con una carga judicial por juzgado cole-
encuentran con plazos vencidos. giado en juzgamiento simultáneo de más
En tanto que en el Poder Judicial de medio ciento de casos por juzgado en
a manera de ejemplo, en la ciudad de plena actividad probatoria.
Trujillo en 11 juzgados de investiga-
ción preparatoria se dictan autos de 5. La gestión de despacho y gestión del
enjuiciamiento en una sola audiencia proceso penal
generándose así una carga judicial que La gestión de despacho entendida
luego será de competencia de 8 juzga- como la administración de los recursos
dos unipersonales; además, de estos 11 con los que se cuenta tanto en grupo
juzgados de investigación preparatoria humano, logístico e infraestructura,
se suma la carga generada por los casi 9 termina representado en la gestión de
juzgados de investigación preparatoria procesos de la fiscalía. El despacho fiscal
de las diversas provincias, tanto cercanas debe estar integrado por lo regular, por
como lejanas de Trujillo, que suman un un fiscal provincial y dos fiscales adjun-
total de 20 juzgados de investigación tos provinciales que a su vez cuentan con
preparatoria, los mismos que generan 2 o 3 asistentes; sin embargo, a pesar de
casos para competencia de dos juzgados que en el Perú la organización de los
colegiados supraprovinciales. En el caso
de los juzgados colegiados, la conclusión
vincial de Trujillo, pues este despacho registra
del proceso, por lo general, no se lleva a en su agenda diaria un promedio entre 15 y
cabo en una audiencia sino en sesiones 24 sesiones de audiencia con reos en cárcel en
continuadas y aparentemente en un un solo día, señalándose para cada caso apro-
ximadamente entre 15 a 30 minutos, tiempo
número indeterminado por las frustra- en el que tan solo se examinan 1 o 2 testigos
ciones atribuibles no al órgano jurisdic- y se continua ese caso siete días después, para
cional sino a las partes, a los órganos de luego dar lugar a una mini audiencia y así
terminar todos los casos de la agenda diaria,
pruebas, por notificaciones, logística todos los días de la semana. Esta circunstancia
como videoconferencias, u otras de ca- pareciera increíble pero es real, aun con un
rácter penitenciario, generándose un mayor índice de sentencias de conformidad
por conclusión anticipada de juicio ante JPC,
efecto colateral antisistémico, como son pero que refleja a la vez una menor cantidad
las reales mini sesiones5 y concurriendo de sentencias por proceso especial de termi-
nación anticipada de proceso ante JIP. Este es
un riesgo que la comunidad está asumiendo
5 Véase, el concepto mini-sesiones en Neyra a pesar de la abrumadora cantidad de casos.
Flores, José Antonio, “Manual de juzga- El recordar cada uno de estos casos, seguir
miento, prueba y litigación oral en el nuevo la secuencia de los mismos, la inmediación
modelo procesal penal”, Lima: Academia de que corresponde para decidir en cada uno,
la Magistratura, s/f., pp. 33 y 34. Recuperado el cansancio que amenaza la fortaleza de los
de <bit.ly/1U8iiIf>, (fecha de consulta: 14 de magistrados, son algunas de las circunstancias
junio del 2016). El término mini-sesiones, me que presenta el sistema de justicia local, cuyos
permite describir la realidad de la que soy tes- responsables serían —desde larga data— tanto
tigo como Juzgado Penal Colegiado Suprapro- fiscales, abogados y jueces.
despachos fiscales forman parte de una cuando se está frente a una causa pro-
Fiscalía corporativa, designándose con bable o no, en la medida de que en la
este fin a un fiscal provincial coordina- mayoría de los casos es posible la apli-
dor, eso es relativo en la realidad pues cación de salidas alternativas —como el
la organización mencionada constituye principio de oportunidad— y archivos
una estructura formal, y en su mayoría —por no existir indicios ni elementos
cada uno de los casos fiscales se gestionan necesarios para formular una acusa-
de manera individual —esto es, “cada ción—, debiéndose realizar los actos de
fiscal con su caso”— sin la coordinación, investigación necesarios y no reiterativos
asistencia y debate al interior del despa- ni repetitivos para evitar la existencia de
cho fiscal que lo conforma. Todo esto, en una carga procesal sin futuro.
abierta contradicción con la concepción
de un despacho corporativo. ¿SABÍA USTED QUE?
Por otra parte, desde el inicio de
la aplicación del Código Procesal Penal La gestión de despacho entendida
como la administración de los recur-
en distritos fiscales como La Libertad
sos con los que se cuenta tanto en
y Piura, se conformaron despachos de grupo humano, logístico e infraes-
decisión temprana y despachos de in- tructura, termina representado en la
vestigación con la intención de gestionar gestión de procesos de la fiscalía. […]
adecuadamente los casos fiscales. En la En su mayoría, cada uno de los casos
actualidad, los fiscales son testigos de fiscales se gestiona de manera indi-
vidual —esto es, “cada fiscal con su
que la estructura corporativa ha tenido caso”— sin la coordinación, asisten-
un tratamiento y ejecución muy par- cia y debate al interior del despacho
ticular en cada sede: en el interior de fiscal que lo conforma. Todo esto, en
cada una de estas sedes se ha distribuido abierta contradicción con la concep-
la carga a través del fiscal provincial ción de un despacho corporativo.
coordinador quien a su criterio asigna y
reasigna los casos. Al respecto, considero Los casos fiscales que no tienen fu-
que si bien al fiscal coordinador le co- turo dentro del sistema penal, sea porque
rresponde esta decisión, es necesario que no es posible determinar su realización
las unidades de decisión temprana sean o porque no es posible imputársele a al-
funcionalmente repotenciadas con los guien sólidamente, deben tener la apro-
fiscales provinciales y fiscales adjuntos bación del equipo de decisión temprana
así como los asistentes de función fiscal analizada no solo por el fiscal del caso
(muchos de ellos alumnos y egresados de sino por el equipo en el debate en una
maestrías y doctorados), pues aún con el mesa de trabajo semanal, así se contará
escaso recurso humano, si la calificación con la aprobación también del coordi-
sustantiva es la correcta se verificará a nador —quien brindará instrucciones y
través de un tratamiento célere y eficaz recomendaciones—, e incluso debería
de ser el caso contar con la participación sin perjuicio de una calificación de la in-
del fiscal superior como líder del equipo vestigación estratégica, una prognosis de
—sin perjuicio de que en su momento la existencia o no de causa probable de
pueda pronunciarse por la queja de de- condena. De no hacer ello se incremen-
recho en caso de impugnación—. tará considerablemente la carga así como
Actualmente, en el distrito fiscal de el trabajo fiscal sin futuro alguno, ya que
Piura se han dejado de gestionar casos los recursos del despacho generan efectos
fiscales, diferenciándolos por despachos con relación a otras investigaciones.
de decisión temprana e investigación, El primer acto fiscal es evaluar si los
ya que se han reformulado los diseños hechos referidos en la denuncia escrita se
estructurales de despachos, asumiendo subsumen en un delito, identificando no
competencia sin dicha diferenciación. solo el artículo del tipo penal sino cuál
Al margen de esto, al interior de cada de los verbos o conductas, sea de acción
despacho fiscal deberá potenciarse la u omisión, se le atribuye, en ese contexto
conclusión célere de los casos según también si es autor, coautor, instigador,
corresponda, esto siguiendo el diseño cómplice primario o secundario; ade-
originario que representaba una pirá- más, de ser el caso, corresponde precisar
mide con una base ancha de casos sin qué circunstancia específica de la figura
futuro ni causa probable que representa agravada correspondería —por ejemplo,
a los archivos liminares, seguido por un ferocidad o alevosía—.
segmento superior con una menor can-
tidad de investigaciones preparatorias, Un segundo acto por desarrollar es
luego un segmento de casos sobreseídos, el examen del denunciante o agraviado
e inmediatamente después un subni- según sea el caso desde la perspectiva
de la psicología del testimonio6, está
vel superior con una menor carga de
procesos por existir causa probable de
condena —representados por las acusa- 6 Sobre psicología del Testimonio consultar
Nieva Fenoli, Jordi, “Oralidad e inmedia-
ciones en etapa intermedia— y al final, ción en la prueba: luces y sombras”, en Civil
en la cúspide, los procesos en la fase de Procedure Review, vol. 1, n.° 2, julio-setiembre
juzgamiento. del 2010, pp. 27-41. Recuperado de <bit.
ly/2c75Byq>; ídem, “La razón de ser de la pre-
sunción de inocencia”, en InDret. Revista para
6. Buenas prácticas vs. paradigmas ju- el análisis del derecho, 1/2016. Recuperado de
rídicos desde la denuncia y durante <bit.ly/2e4SLUv>; asimismo, Querejeta,
Luis Miguel, “Validez y credibilidad del tes-
las diligencias preliminares timonio. La psicología forense experimental”,
en Eguzkilore, n.° 13, San Sebastián: diciembre
Durante las diligencias prelimina- de 1999. Recuperado de <bit.ly/2cEaqVQ>; y
res derivadas de una noticia delictiva, finalmente, Solís Espinoza, Alejandro, “Psi-
sea por informe policial o denuncia de cología del testigo y el testimonio”, en Derecho
PUCP. Revista de la Facultad de Derecho, n.°
parte, es necesario realizar actos de in- 53/2000. Recuperado de <bit.ly/2cTUC1q>,
vestigación, pero también es necesario, todos consultados el 23 de junio del 2016.
por causa atribuible a algún acusado o su 11. Preparación para el juicio, la insta-
defensa, se procedería de conformidad lación y fase inicial del juzgamiento
con el art. 275 del NCPP, esto es, hacer La carga procesal es abundante
efectivo el apercibimiento previamente tanto en los despachos fiscales como en
decretado y disponerse el no cómputo los judiciales, incrementándose consi-
del plazo de prisión preventiva de los derablemente con los casos de proceso
todos acusados con dicha medida, ya inmediato —modificado por D. Leg.
que tal frustración perjudica la unidad N.° 1194 para casos de flagrancia, de-
del proceso, la unidad del juzgamiento, litos de incumplimiento de obligación
la unidad del desarrollo de la audiencia, alimentaria (art. 149 del CP) y delito de
más aun si el título de imputación es conducción en estado de ebriedad (art.
en relación a un mismo hecho materia 274 del CP)—.
de juzgamiento. Con esta medida, las El juez da por instalado el juz-
partes estarían debidamente enteradas gamiento y siguiendo las pautas hace
con antelación a la audiencia como conocer sus derechos al acusado y si no
una medida preventiva de gestión de se declara responsable penalmente, el
audiencia, lo cual les permitiría estar juzgamiento continúa.
debidamente enteradas de las medi-
Esta secuencia es un actuar formal
das a adoptar según las circunstancias
según las pautas procesales establecidas
para lograr los fines del juzgamien-
en el art. 371 del NCPP; sin embargo,
to —consistente en un juzgamiento
ello no impide, antes de dar por instalado
oportuno y célere sin distracciones ni
el juzgamiento, habilitar un espacio o mo-
obstáculos—, ya que si se siguiera con mento en que el juez haga conocer a las
el entendido de que solo se dispusiera partes, sin apremios ni apresuramientos,
el no cómputo de prisión preventiva que existe la justicia penal consensuada,
para quien ocasionara la frustración. el beneficio premial y la dimensión de
Imagínense si quien lo motivara fuera estos, y que sea la fiscalía quien haga
la defensa de una pluralidad de acu- conocer al acusado una propuesta de
sados que se encuentran en libertad y pena concreta con los beneficios tanto
no en prisión preventiva, si ello fuera de tipo sustantivos y procesales que le
así se constituiría en una audiencia puedan corresponder según el caso, con
aparentemente regular; sin embargo, las reducciones de penalidad, si aceptase
generaría libertades procesales debido los cargos de acusación. Realizar esta
a posibles concertaciones. Para evitar actuación no se contrapone a ningún
esto, considero que se deben prever las principio procesal, por lo que debe cons-
pautas necesarias para lograr una audien- tituirse en un mecanismo en el contexto
cia sin frustraciones y con un desarrollo de una mejor gestión de audiencias y de
regular de la misma. procesos. Este mecanismo procesal ha
sado y declararlo contumaz en caso de —reconocido como tal por todos los
inasistencia injustificada. Si esto es así, a operadores en el sistema de justicia pe-
la semana se realizarían cien audiencias nal—, dota de un derecho al procesado,
de esta naturaleza y solo entre las 8:00 a pero requiere de presupuestos exigibles
12:00 horas, lo que constituiría una rea- al mismo Estado más que al imputado,
lización de 500 % más de audiencias a la el cual está materializado previamente
semana, con un efecto de descarga con- en las reglas claras de persecución penal
siderable producto de un señalamiento planteadas por el Ministerio Público y
oportuno de la audiencias; lo cual no controladas por el juez penal15. No se
significa aun acto de ligereza procesal, le puede exigir que acepte algo que a la
sino la efectividad de un apercibimiento luz del derecho penal no corresponda,
decretado. Por otra parte, si concurriera en la imputación debe habérsele tenido
el acusado en ese intervalo, se suspende en cuenta responsabilidad restringida,
para continuarse el mismo día con una tentativa, eximente imperfecta, ebrie-
alta probabilidad de aceptación de los dad, drogadicción, emoción violenta al
cargos materia de acusación para casos reaccionar, proporcionalidad y razonabi-
de omisión de asistencia familiar y con- lidad, etc. Todo esto, en el marco de un
ducción en estado de ebriedad, receso acuerdo para que solo así pueda evaluar
que permitiría a las partes un espacio de el acusado y su defensa si lo mejor que
negociación procesal, sea para criterio puede hacer es aceptar los cargos como
de oportunidad con el pago oportuno mejor opción ante la estrategia punitiva
de la reparación civil (para evitar más contenida en la acusación escrita —que
condenas en la sociedad) o conclusión en algunos casos es formal y sin desarro-
anticipada de juicio cuando no sea lo llo, advirtiéndose en ellos una pretensión
anterior, o el juzgamiento regular a que punitiva mucho más alta—, solo así será
todo acusado tiene derecho. posible una justicia penal consensuada.
decisiones que se adopten sea sobre Nieva Fenoli, Jordi, “Oralidad e inmediación
el fondo o las medidas coercitivas en la prueba: luces y sombras”, en Civil Pro-
cedure Review, vol. 1, n.° 2, julio-setiembre
personales que ha sufrido la persona del 2010, pp. 27-41. Recuperado de <bit.
como consecuencia de haber sido ly/2c75Byq>.
sometida a un proceso. Querejeta, Luis Miguel, “Validez y credibili-
dad del testimonio. La psicología forense
experimental”, en Eguzkilore, n.° 13, San
16. Referencias bibliográficas Sebastián: diciembre de 1999. Recuperado
NDP/RRC, “Poder Judicial: la mitad de casos de <bit.ly/2cEaqVQ>.
de flagrancia es por omisión a la asistencia Rivas Belotti, Martín, Taller de capacitación y
familiar”, en Andina del Perú para el mundo, entrenamiento en el nuevo Código Procesal Pe-
Lima: 21 de febrero del 2016. Recuperado nal a los nuevos fiscales del Ministerio Público
de <bit.ly/2cqdG3I>. (uso de la guía fiscales del Ministerio Público
Neyra Flores, José Antonio, “Manual de juzga- (uso de la guía de actuación fiscal en el nuevo
miento, prueba y litigación oral en el nuevo modelo Código Procesal Penal”. Recuperado
modelo procesal penal”, Lima: Academia de de <bit.ly/2cpuEjj>.
la Magistratura, s/f. Recuperado de <bit. Solís Espinoza, Alejandro, “Psicología del testi-
ly/1U8iiIf>. go y el testimonio”, en Derecho PUCP. Re-
vista de la Facultad de Derecho, n.° 53/2000.
Nieva Fenoli, Jordi, “La razón de ser de la
Recuperado de <bit.ly/2cTUC1q>.
presunción de inocencia”, en InDret. Revista
para el análisis del derecho, n.° 1/2016. Re- Villavicencio Terreros, Felipe, Derecho penal.
cuperado de <bit.ly/2e4SLUv>. Parte general, Lima: Grijley, 2006.
CONSULTA N.° 1
¿En qué consiste la denominada “entrevista única”?
CONSULTA N.° 2
¿A qué órgano jurisdiccional le corresponde conocer funcionalmente
la prolongación de la prisión preventiva cuando el acusado está sen-
tenciado y la pena impuesta ha sido recurrida al superior?
El art. 29.2 del CPP establece que prisión preventiva se refiere a la presencia
a los juzgados de investigación prepara- de elementos de convicción, que vinculen
razonablemente al procesado con los he-
toria les compete: “Imponer, modificar chos que se le imputan, pues solo se prevé
o hacer cesar las medidas limitativas de excepcionalmente que se pueda decidir la
derechos durante la investigación pre- admisibilidad de la prueba penal rechazada
paratoria [...]”. por el Juez de la Investigación Preparatoria
en la etapa intermedia o cuando se haya
A decir de nuestros jueces supre- descubierto con posterioridad, debiéndose
mos, de esta norma no se desprende formar convicción sobre la base de la prue-
una prohibición expresa a que los jueces ba producida en el juicio oral1.
de investigación preparatoria realicen
la actividad señalada en otros estadios Más aún, a efectos de salvaguardar
del proceso. Por eso, concluyeron lo tanto el principio de imparcialidad
siguiente: como el de pluralidad de instancias, la
Corte Suprema estableció como doc-
[D]ebe entenderse que es este Magistrado trina jurisprudencial vinculante que
[Juez de investigación preparatoria] el el encargado de resolver el pedido de
competente para pronunciarse sobre las prolongación de prisión preventiva, en
medidas cautelares que se solicitan con todos los casos, es el juez de la investi-
posterioridad a la conclusión de la etapa
de investigación preparatoria, a fin que gación preparatoria.
no exista el riesgo que lo decidido pueda
influir en el futuro del proceso, toda vez Fundamento legal
que es otro órgano jurisdiccional el que
se va a encargar del juzgamiento: Juez de Código Procesal Penal: art. 29. 2.
Juzgamiento Unipersonal y/o Colegiado,
que no realizaría un prejuzgamiento de
los hechos materia de investigación si
tuviera que pronunciarse sobre la medida 1 Corte Suprema, Recurso de Casación N.°
cautelar de naturaleza personal solicitada, 328-2012-Ica, Lima: 17 de enero del 2013,
tanto más, si uno de los presupuestos de la f. j. n.° 6.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
SENTENCIA CASATORIA
I. VISTOS
En audiencia pública; el recurso de casación por la causal de infracción de norma procesal
—inc. 2 del art. 426 del nuevo Código Procesal Penal—, interpuesto por la defensa téc-
nica de los procesados Roisser Delgado Bravo y Roberto Vallejos Samamé contra la sen-
tencia de vista —fojas 373— del 10 de noviembre del 2014 que confirmó la resolución
apelada — fojas 249— del 12 de junio del 2014, que condenó a los citados imputados
como autores del delito contra la libertad personal-secuestro agravado en agravio de Se-
gundo Esau Huamán Tejedo, y como tal les impuso 30 años de pena privativa de libertad,
fijó en S/. 2000 el monto que por concepto de reparación civil deberán abonar a favor del
agraviado. Interviene como ponente el señor juez supremo Villa Stein.
A. Imputación fáctica —hechos—
De acuerdo a la acusación fiscal —fojas 02—, se imputa a los procesados Roisser Delga-
do Bravo y Roberto Vallejos Samamé que el día 30 de agosto del 2011 a las 20:00 horas
aproximadamente, los citados procesados, en su condición de personal de serenazgo de
la Municipalidad Provincial de Utcubamba, han ingresado al domicilio del agraviado
Segundo Esau Huamán Tejedo, lo cogieron y lo llevaron por la fuerza hacia afuera de
la casa, para posteriormente llevarlo a bordo de una camioneta con dirección al oriente,
llegando a 8 km aproximadamente de recorrido desde el sector de San Luis e ingresaron
a unos 150 metros por una trocha carrozable por un desvío hacia el lado izquierdo de la
carretera en mención, lugar donde le han bajado del carro y lo han agredido físicamente
con golpes de puño y patadas por diferentes partes del cuerpo, además de golpearlo en
la planta de los pies con una vara de ley, sin importarles que el agraviado se encontraba
con los grilletes puestos en las manos, y que por motivo de esta detención, y durante el
forcejeo, el agraviado ha perdido su billetera que contenía su DNI N.° 41172992, dos li-
cencias de conducir categoría A-1 y B-2-III esta última de vehículo menor, una tarjeta de
afiliación a la entidad financiera “Raíz” y la suma de trescientos nuevos soles en efectivo,
para luego dejarlo abandonado en el lugar, por lo que, Segundo Esau Huamán Tejedo ha
tenido que caminar un buen lapso de tiempo para llegar a esta ciudad de Bagua Grande,
hechos por los cuales Segundo Esau Huamán Tejedo ha interpuesto la denuncia y se le
practicó el reconocimiento médico legal.
oral, y el día 12 de junio del 2014 emitió sentencia —fojas 249— en la cual condenó
a Roisser Delgado Bravo y Roberto Vallejos Samamé como autores del delito contra la
libertad personal-secuestro agravado en agravio de Segundo Esau Huamán Tejedo, y
como tal les impuso 30 años de pena privativa de libertad y, fijó en S/. 2000 el monto
que por concepto de reparación civil deberán abonar a favor del agraviado.
8. Contra esta última sentencia, la defensa de los procesados Roisser Delgado Bravo y Ro-
berto Vallejos Samamé interpuso recurso de apelación —fojas 293— argumentando que
se habrían vulnerado los derechos al debido proceso, a la motivación de las resoluciones
judiciales y a la prueba.
Segunda instancia producto de la anulación del juicio anterior
9. Con fecha 9 de julio del 2014, el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Amazonas
admitió el recurso de apelación planteado por la defensa de los sentenciados Roisser Del-
gado Bravo y Roberto Vallejos Samamé; el día 21 de octubre del 2014 —fojas 356—, la
Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Bagua, llevó a cabo la audiencia de apelación
de sentencia conforme se aprecia del acta —fojas 355— con presencia de la defensa de
los citados procesados y el representante del Ministerio Público.
10. El día 10 de noviembre del 2014, la Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Bagua
emitió sentencia de vista —fojas 373— en la cual confirmó la resolución apelada —fojas
249— del 12 de junio del 2014, que condenó a los procesados Roisser Delgado Bravo y
Roberto Vallejos Samamé como autores del delito contra la libertad personal-secuestro
agravado en agravio de Segundo Esau Huamán Tejedo, y como tal les impuso 30 años
de pena privativa de libertad y, fijó en S/. 2000 el monto que por concepto de reparación
civil deberán abonar a favor del agraviado. En tanto los citados procesados tenían la
condición de no habidos, se ordenó su ubicación y captura.
11. Contra la sentencia de vista del 10 de noviembre del 2014, la defensa de los sentenciados
Roisser Delgado Bravo y Roberto Vallejos Samamé interpuso recurso de casación —fojas
403— invocando la procedencia de admisibilidad de los incisos 1 y 2 del artículo 427 del
nuevo Código Procesal Penal, y las causales de: vulneración de normas constitucionales
de carácter procesal, normas legales procesales y manifiesta ilogicidad o falta de logicidad
en la motivación de la sentencia, conforme a los inciso 1, 2 y 4 del artículo 429 del nuevo
Código Procesal Penal.
Recurso de casación interpuesto por la defensa de los procesados Roisser Delgado Bra-
vo y Roberto Vallejos Samamé
12. El Tribunal Superior por resolución del 3 de diciembre del 2014 —fojas 427— concedió
el recurso de casación interpuesto por la defensa de los procesados Roisser Delgado Bravo
y Roberto Vallejos Samamé.
13. Este Supremo Tribunal, mediante el auto de calificación del recurso de casación del 8
de junio del 2015 —fojas 60 del cuaderno de casación formado en esta instancia— de-
claró bien concedido los recursos de casación interpuestos por la defensa técnica de los
procesados Roisser Delgado Bravo y Roberto Vallejos Samamé solo por la causal prevista
en el inciso 2 del artículo 429 del nuevo Código Procesal Penal —infracción al derecho
fundamental a la motivación contenido en el inciso 2 del artículo 426 del nuevo Código
Procesal Penal—.
14. Deliberada la causa en secreto y votada el día 18 de mayo del 2016, esta sala suprema
emitió la presente sentencia de casación, cuya lectura en audiencia pública —con las
partes que asistan— se realizará por la Secretaria de Sala el día 1 de junio del 2016, a las
8:30 horas.
que “los vicios in iudicando se cometen cuando el juez resuelve sobre el fondo del
asunto, mientras que los in procedendo acontecen en cualquier otro caso en que la
aplicación de la norma no haya tenido por fin resolver el objeto del litigio”5.
13. La pena en tanto consecuencia jurídica del delito, es de naturaleza penal y por ende
de derecho sustantivo en tanto versa sobre el fondo del litigio. En el proceso penal
se ventila la responsabilidad penal del procesado, tanto respecto a los hechos que se
prueban en el juicio, como en la subsunción típica —identidad entre el hecho y la
ley penal en la cual encajaría el mismo—. Naturalmente, todo tipo penal contempla
un supuesto de hecho y una consecuencia jurídica que normalmente es una pena
privativa de libertad6.
14. Incluso su determinación está regulada en el Código Penal —arts. 45, 46, 46-A,
46-B, 46-C, 46-D y 46-E— porque se entiende que la cantidad de pena encuentra
correspondencia en el reproche que la sociedad hace al individuo por haber defrau-
dado una expectativa normativa7.
15. La norma contenida en el inciso 2 del artículo 426 del nuevo Código Procesal Penal,
no regula la determinación judicial de la pena, como sí lo hacen los dispositivos antes
señalados del Código Penal. Lo que establece es un tope a la facultad del juez de
determinar la pena a imponer en la sentencia que emana del nuevo juicio.
16. En la medida que la norma bajo análisis condiciona la facultad del juez de decir
el derecho objetivo por una situación procesal, esto es la nulidad de una sentencia
anterior que fijó una pena específica, la naturaleza del error que acontece ante la
inobservancia del inciso 2 del artículo 426 del nuevo Código Procesal Penal es en el
proceder —in procedendo—.
17. A esta conclusión abona el que su incidencia sea en el nuevo juicio, que tendrá
como límite lo decidido en el juicio anterior que fue anulado; y el que la norma está
contenida en el nuevo Código Procesal Penal. Así las cosas, falta determinar si en el
caso concreto resulta menester anular la sentencia impugnada o si se puede revocar
su decisión evitando el reenvío de la causa.
18. La nulidad es la sanción más drástica que se desencadena por infracción a una norma
procesal. Se entiende que es menester recurrir a esta consecuencia jurídica cuando
no es posible que el tribunal revisor emita un pronunciamiento sobre el fondo sin
vulnerar derechos de los justiciables8. Ello, en tanto la finalidad del proceso es lograr
5 Idem, p. 71.
6 Se dice normalmente porque existen tipos penales como el delito de injuria, contenida en el artículo
130 del Código Penal, que no contemplan como consecuencia jurídica una pena privativa de libertad.
7 En tal sentido, el profesor Jakobs nos explica que: “La pena hay que definirla positivamente: es una
muestra de la vigencia de la norma a costa del responsable. De ahí surge un mal, pero la pena no
ha cumplido ya su cometido con tal efecto, sino solo con la estabilización de la norma lesionada”.
Jakobs, Günther, Derecho Penal. Parte General, 2.a ed., Madrid: Marcial Pons, 1997, p. 9.
8 En este sentido, Fredie Didier Jr. y Pedrosa Nogueira nos explican que: “La invalidez de un acto
procesal o del procedimiento es encarada por el derecho procesal como algo pernicioso. La invali-
dación del acto debe ser vista como solución de ultima ratio, tomada solo cuando no fuese posible
aprovechar el acto practicado con defecto. El magistrado debe sentir un profundo malestar cuando
tenga que invalidar un acto procesal”. Didier Jr., Fredie y Pedrosa Nogueira, Pedro Henrique,
Teoría de los hechos jurídicos procesales, Lima: Ara Editores, 2015, p. 91.
9 Respecto a la definición de proceso y su finalidad Cfr. Vilela Carbajal, Karla, Nulidades procesales
civiles, ob. cit., p. 43.
25. Esta decisión fue confirmada por la Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Bagua
perpetuando la infracción al inciso 2 del artículo 426 del nuevo Código Procesal Penal.
Una infracción tan flagrante del ordenamiento procesal, que limita las facultades del
juzgador, vicia a dicha sentencia de un error insubsanable que debe ser corregido por
este Supremo Tribunal.
26. Lo que nos queda por preguntarnos es si corresponde anular la sentencia impugnada
para que el colegiado superior emita un nuevo pronunciamiento, o si corresponde
que este Supremo Tribunal corrija directamente el error judicial. Para ello tendremos
que verificar si nos encontramos en condiciones de realizar tal tarea.
27. El delito de secuestro agravado, por el cual han sido condenados los recurrentes,
contempla 30 años de pena privativa de libertad como sanción mínima a imponer.
Sin embargo, en el caso que nos ocupa, la primera sentencia condenatoria les impuso
10 años. Un tercio del mínimo de la pena a imponer, muy por debajo del mínimo
legal. Por tanto, resulta evidente que no sería posible en ningún caso rebajar aún más
la pena.
28. En tanto la primera sentencia es el límite cuantitativo punitivo infranqueable, el
máximo de pena que se les puede imponer en el segundo juicio —conforme al inc.
2 del art. 426 del nuevo Código Procesal Penal— no puede superar los 10 años de
pena privativa de libertad.
29. Estando a una solución tan clara a la cual puede llegar este supremo tribunal sin
necesidad de ninguna otra actuación procesal, corresponde que se fije la pena im-
puesta a los recurrentes en la misma de la que fueron objeto en la primera sentencia
que lograron anular. Esto es, debe sancionárseles con 10 años de pena privativa de
libertad pues resultaría imposible una reducción mayor.
III. DECISIÓN
Por estos fundamentos declararon:
I. FUNDADO el recurso de casación por la causal de infracción procesal —previsto en el
inc. 2 del art. 429 del nuevo Código Procesal Penal por vulneración del inc. 2 del art. 426
del nuevo Código Procesal Penal—, interpuesto por la defensa técnica de los procesados
Roisser Delgado Bravo y Roberto Vallejos Samamé.
II. CASARON la sentencia de vista —fojas 373— del 10 de noviembre del 2014 que con-
firmó la resolución apelada —fojas 249— del 12 de junio del 2014, en el extremo que
impuso a Roisser Delgado Bravo y Roberto Vallejos Samamé 30 años de pena privativa
de libertad como autores del delito contra la libertad personal-secuestro en agravio de
Segundo Esau Huamán Tejedo; actuando en sede de instancia y emitiendo pronuncia-
miento sobre el fondo, REVOCANDO y reformando dicho extremo, IMPUSIERON
a Roisser Delgado Bravo y Roberto Vallejos Samamé diez (10) años de pena privativa de
libertad a los citados procesados por el delito y agraviado en mención, la misma que se
computará a partir de sus capturas.
III. MANDARON que la Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora de Bagua y las demás
cortes superiores de los distritos judiciales que aplican el nuevo Código Procesal Penal,
consideren ineludiblemente como doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en los
fundamentos jurídicos contenidos en los numerales dos (2) al veintiuno (21) —Motivo
casacional: Infracción por inaplicación de la norma procesal contenida en el inciso 2 del
artículo 426 del nuevo Código Procesal Penal— de la presente sentencia suprema, de
conformidad con el inciso 3 del artículo 433 del Código Procesal Penal; y se publique
en el diario oficial El Peruano.
IV. ORDENARON que cumplidos estos trámites se devuelva el proceso al órgano jurisdic-
cional de origen y se archive el cuaderno de casación en esta Corte Suprema; notifíquese.
S.S.
VILLA STEIN/ RODRÍGUEZ TINEO/ PARIONA PASTRANA/ HINOSTROZA
PARIACHI/ NEYRA FLORES
DERECHO PENAL
CONSTITUCIONAL
DERECHO PENAL
CONSTITUCIONAL
Área práctica
Doctrina Derecho penal constitucional
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL
Análisis jurisprudencial
Análisis interpretativo de la vigencia de la ley
procesal penal en el caso Gregorio Santos
Elder. J. Miranda Aburto*
Universidad Nacional Federico Villarreal
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
Para el autor, en el caso Gregorio Santos no For the author, in Gregorio Santos case
se aplica la ley más favorable, bajo la justi- the law most favorable is not applicable,
ficación de que la referencia a “ley penal” under the justification that the reference to
en la Constitución se alude únicamente a “criminal law” in the Constitution refers
la “ley material”, sin tener en cuenta que only to the “substantive law”, without
el sistema penal debe ser considerado en considering that the criminal justice system
forma integral comprendiendo a ley penal shall be considered in an integral manner
sustantiva, procesal penal y de ejecución comprehending the substantive criminal
penal. law, criminal procedure law, and the law
of criminal enforcement.
Palabras clave: Tempus regit actum / Pro-
Keywords: Tempus regit actum / Retroac-
hibición de retroactividad / Principio de
tivity prohibition / Principle of legality of
legalidad de la represión
repression
Recibido: 30-06-16 Title: Interpretative analysis of the validi-
Aprobado: 08-08-16 ty of the criminal procedure law in Gregorio
Publicado en línea: 01-11-16 Santos case
* Abogado por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Mg. y Dr. por la Universidad Nacional Federico
Villarreal. Profesor en la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional Federico Villarreal, Univer-
sidad Privada San Juan Bautista y de la Universidad Peruana Los Andes; profesor de pregrado en la
Universidad de Inca Garcilaso de la Vega y en la Universidad Nacional Federico Villareal. Miembro
del Instituto Panamericano de Derecho Procesal e integrante de la Comisión Consultiva del Colegio
de Abogados de Lima.
2. Naturaleza del artículo 103 de la nera expresa, fue consagrada por primera
Constitución Política en materia vez en la Declaración de los Derechos del
penal Hombre de 1791 (art. 8) y, luego, en la
El art. 103 de la Constitución se- Constitución Francesa de 1793 (art. 14).
ñala: “[…] La ley, desde su entrada en Pero en esas disposiciones la prohibición
vigencia, se aplica a las consecuencias se refería solo a las leyes penales. Por el
contrario, en la Constitución del 5 de
de las relaciones y situaciones jurídicas
Fructidor del Año III, se mencionaba
existentes y no tiene fuerza ni efectos
también las leyes civiles. Su art. 14 era
retroactivos; salvo, en ambos supuestos,
muy claro al ordenar que “ninguna
en materia penal cuando favorece al reo
ley criminal o civil puede tener efecto
[…]”. Entonces, por regla general, la ley
retroactivo”2.
se aplica desde el momento que entra en
vigencia salvo en materia penal cuando El art. 9 de la Convención America-
favorezca al imputado, es decir, si pos- na sobre Derechos Humanos de San José
teriormente sale una norma más grave de Costa Rica, respecto al principio de
que restringe derechos fundamentales legalidad y de retroactividad, señala lo
no se le puede aplicar. siguiente: “Nadie puede ser condenado
por acciones u omisiones que en el mo-
El principio de la irretroactividad mento de cometerse no fueran delictivos
de la ley penal se funda en el principio según el derecho aplicable. Tampoco se
de legalidad de la represión, de la cual puede imponer pena más grave que la
constituye el corolario indispensable y la aplicable en el momento de la comi-
consecuencia directa. Desde este punto sión del delito. Si con posterioridad a
de vista, se comprende fácilmente, que la comisión del delito la ley dispone la
la justificación de la irretroactividad imposición de una pena más leve, el
de la ley penal más grave se halla en la imputado se beneficiará de ello”.
protección de la seguridad jurídica y de
De lo expuesto anteriormente, se
la libertad personal. Este principio de
tiene que el principio de legalidad ha
naturaleza constitucional impide que a
sido consagrado en los tratados interna-
los hechos pasados se apliquen disposi-
cionales donde el Perú ha suscrito y que
ciones futuras más desfavorables para
pertenecen al derecho interno conforme
el imputado. Ello, a fin de evitar que la
al art. 55 de la Constitución. Es así
coyuntura actual motive al legislador a
que este principio, expresión genuina
dictar leyes ad hoc, para el juzgamiento
del Estado de derecho, se introduce
más severo de conductas pasadas que a en el ordenamiento jurídico peruano
su juicio revisten mayor gravedad.
El origen de la irretroactividad de
2 Para mayores detalles, véase Hurtado Pozo,
la ley penal, así como del principio de José, Manual de derecho penal. Parte general I,
legalidad, es de carácter político. De ma- 3.a ed., Lima: Grijley, 2005, p. 294.
las normas no solo por estar prohibida bunal Constitucional y que también ha
constitucionalmente, sino porque debido sido adjudicado por la Corte Suprema.
a la naturaleza del proceso, como sucesión
de actos, se debe aplicar la norma vigente Una segunda interpretación del art.
al momento que estos se producen. 103 de la Constitución, que es asumida
por la doctrina mayoritaria e incluso
El tema central a desentrañar es por los organismos supranacionales,
cuál es el sentido que debe asignarse entiende por “material penal” no solo la
a la expresión constitucional referida referencia a ley penal sustantiva, sino que
a “materia penal”. Al respecto, hay amplía su comprensión abarcando la ley
dos claras opciones hermenéuticas: penal procesal y la ley penitenciaria. Así,
una, entender materia penal como si por “materia penal” se comprende a todo
aludiera a ley penal sustantiva o, en el complejo normativo del sistema penal
otro aspecto, como si fuera omnicom- que tiene rango de ley, independiente-
prensiva de toda clase de leyes penales, mente de si se trata de una ley procesal
independientemente de si se trata de o penitenciaria. La llamada “materia
una ley penal o procesal. penal”, tendría un alcance amplio y muy
En el primer punto de vista se sugestivo en la medida que comprende-
sostiene que la interpretación que debe ría sin mayor inconveniente al sistema
asignarse a la frase “materia penal” es penal en su dinámica normativa.
solo en el sentido de ley penal sustantiva, Esta última, que postulamos, se vin-
excluyendo cualquier otro contenido cula a una interpretación teleológica de
o eventual referencia. Por tanto, solo la ley penal que plantea la necesidad de
las leyes penales de carácter sustantivo articular la interpretación de las normas,
tendrán aplicación favorable. Las leyes de tal forma que se muestre más afín
procesales o de naturaleza penitenciaria, y respetuosa de los derechos humanos
a pesar de que tengan un contenido y fundamentales de las personas: en
penal, quedarán automáticamente ex- particular la libertad individual10, cum-
cluidas; de tal manera que no operará pliendo, además, con lo establecido en
la aplicación retroactiva de las leyes el art. 139.11 que establece como prin-
penales, pues los tres tipos de normas
restringen derechos fundamentales de
los ciudadanos y, por tanto, no pueden 10 Jescheck, Hans-Heinrich y Thomas Wei-
gend, Tratado de derecho penal. Parte general,
ser tratadas en forma distinta como traducción de Miguel Olmedo, Granada:
si fueren instituciones excluyentes o Comares, 2002, p. 139; Eser, Albin y Björn
antagónicas. Este planteamiento es un Burkhardt, Derecho penal. Cuestiones fun-
damentales de la teoría del delito sobre la base
ejemplo de interpretación restringida de casos de sentencias”, traducción de Manuel
que limita al máximo la capacidad de Cancio Meliá y Silvina Bacigalupo, Madrid:
rendimiento y el sentido de la ley penal, Colex, 1995, p. 29; Zugaldía Espinar, José
Miguel, Fundamentos de derecho penal, 3.a ed.,
posición que ha sido asumida por el Tri- Valencia: Tirant lo Blanch, 1993, p. 297.
de vista de las garantías del Estado de de- 1. La Ley procesal penal es de aplica-
recho sería vano, por ejemplo, garantizar ción inmediata, incluso al proceso en
trámite, y es la que rige al tiempo de
solo los presupuestos y los respectivos
la actuación procesal. Sin embargo,
castigos de un determinado hecho, si no continuarán rigiéndose por la Ley
estuviera garantizado también las reglas anterior, los medios impugnatorios ya
que van a regir la marcha del proceso interpuestos, los actos procesales con
de imputación o de cumplimiento de principio de ejecución y los plazos que
condena15. hubieran empezado.
2. La Ley procesal referida a derechos
individuales que sea más favorable al
FERNANDO VELÁSQUEZ V. dice: imputado, expedida con posterioridad
a la actuación procesal, se aplicará re-
troactivamente, incluso para los actos
“Cuando se habla
de la ‘Ley’, se alude
ya concluidos, si fuera posible.
3. La Ley que coacte la libertad o el ejer-
tanto a las normas
cicio de los derechos procesales de las
penales completas, personas, así como la que limite un
como a las incomple- poder conferido a las partes o establezca
tas y a las en blanco; sanciones procesales, será interpretada
asimismo, se inclu- restrictivamente. La interpretación ex-
yen a las procesales tensiva y la analogía quedan prohibidas
y de ejecución penal, las de carácter ci- mientras no favorezcan la libertad del
vil, laboral, administrativo, etc., cuan- imputado o el ejercicio de sus derechos.
do introducen modificaciones a las pe- 4. En caso de duda insalvable sobre la Ley
nales e, incluso, a la ley o al reglamento aplicable debe estarse a lo más favorable
complementario. En otras palabras, la al reo.
ley que ha de aplicarse no es solo la
norma de la parte especial, sino tam- El artículo penal adjetivo antes
bién la contenida en la parte general y mencionado no solo tiene naturaleza
en el derecho penal complementario . ”
procesal, sino también constitucional
y su radio de aplicación la constituye
en sus tres dimensiones (sustantivas,
4. Análisis del caso concreto y posición procesales y de ejecución) como se ha
del autor descrito anteriormente y que ha sido
El art. VII del Título Preliminar del asumido por la doctrina mayoritaria.
Código Procesal Penal señala: Como lo señala el tratadista Velásquez
Velásquez, al tratar los alcances del
principio de legalidad:
15 Posición asumida por el autor, véase Miran-
da Aburto, Elder. J., “Retroactividad de la
normas penitenciaria y procesal penal. Obser- Cuando se habla de la “Ley”, se alude tanto
vaciones desde la perspectiva del principio de a las normas penales completas, como a las
legalidad”, en Jus Jurisprudencia, t. 1, Lima: incompletas y a las en blanco; asimismo,
2008, p. 195. se incluyen a las procesales y de ejecu-
ción penal, las de carácter civil, laboral, señalar que si bien es cierto no se trata
administrativo, etc., cuando introducen de una medida coercitiva de carácter
modificaciones a las penales e, incluso, a
la ley o al reglamento complementario. En
personal, pero al prolongar el plazo de
otras palabras, la ley que ha de aplicarse no investigación vulnera derechos funda-
es solo la norma de la parte especial, sino mentales como el ser investigado dentro
también la contenida en la parte general de un plazo razonable, el principio de
y en el derecho penal complementario16. inocencia, de la irretroactividad de la ley
penal y otros derechos que contempla
De igual parecer, Manzini afirma
nuestra normatividad constitucional-
que cuando “se aplica comúnmente,
procesal penal.
que las leyes judiciales son retroactivas,
se enuncia un error, puesto que su pre- La nueva modificación posterior
tendida retroactividad se refiere a delitos, que se realice no puede ser aplicada a
o sea, a algo sobre lo que ellas no dis- los procesos penales en trámite si esta es
ponen, mientras que son irretroactivas más gravosa como lo sostiene en el voto
respecto de los procedimientos, y los de discordia el vocal supremo Pariona
actos procésales”17. Para Villavicencio Pastrana, emitido a propósito de la
Terreros: “Se excluye la posibilidad Casación materia de análisis:
de aplicación retroactiva de la ley penal
(penas, características de lo injusto, 3.4.- Este Tribunal considera que si bien la
Ley N.° 30077 entró en vigencia el 1
condiciones procésales, ejecución pe- de julio del 2014, que modificó el plazo
nal, etc.) cuando son desfavorables al de la investigación preparatoria a 36
inculpado”18. meses en las investigaciones de delitos
perpetrados por imputados integrantes
Se debe destacar la posición asumi- a organizaciones criminales, sin embar-
da por el vocal supremo Villa Stein en go, dicho plazo no puede ser tomando
su voto singular emitido a propósito de en cuenta en el caso sub examine, toda
la Casación N.° 309-2015-Lima, cuan- vez que la misma norma procesal en
el artículo VII del Título Preliminar
do señala: “Al tratarse de una prórroga señala que si bien rige el principio tem-
del plazo de investigación preparatoria y pus regit actum, no obstante esto tiene
no de prisión preventiva, no se restringe sus excepciones al indicar entre otras,
este último derecho”. Al respecto, cabe que se regirán por la ley anterior. Los
medios impugnatorios, ya interpuestos
los actos procesales con principio de
ejecución y los plazos que hubieran
16 Velásquez Velásquez, Fernando, Manual
de derecho penal. Parte general, Bogotá: Temis, empezado, siendo este último aplicado
2002, p. 140. al caso concreto, ya que el inicio de la
17 Manzini, Vincenzo, Tratado de derecho investigación preparatoria se dio el 13
procesal penal, t. I, Buenos Aires: Ediciones. de mayo del 2014 transcurriendo el
Jurídicas Europa-América, 1951, p. 231. plazo del mismo para su culminación
18 Villavicencio Terreros, Felipe, Lecciones que es de 8 meses, pues la referida
de derecho penal. Parte general, Lima: Cuzco etapa procesal tiene como una de sus
Editores, 1990, p. 52. características esenciales que está sujeta
“sibilidad
es controlar la investigación, atender a Se excluye la po-
la afectación de un derecho fundamen- de apli-
tal y prestar tutela cuando lo requieran,
cación retroactiva
no tuvo en cuenta que dicha decisión
de la ley penal
vulnero la garantía al debido proceso
que le asiste a los recurrentes, puesto (penas, caracterís-
que el plazo establecido en la citada ley ticas de lo injusto,
no le son favorables. condiciones pro-
césales, ejecución
[…] penal, etc.) cuando son desfavorables
3.6.- En tal sentido, el caso sub judice se al inculpado . ”
rige bajo las normas ya establecidas en
el nuevo Código Procesal Penal, puesto Comparto la posición asumida de
que no se encuentran en diligencias pre- manera minoritaria por el vocal supremo
liminares, sino en la etapa de investiga-
ción preparatoria, es decir, ya se inició
Pariona Pastrana, porque ha realiza-
el proceso penal instaurado contra los do una interpretación bajo el tamiz de
recurrentes, el mismo que debe regirse considerar que toda persona humana
bajo las normas que estaban vigentes detenta a su favor el valor “dignidad”, en
al momento que el representante del el sentido de no ser un medio para otros
Ministerio Público formalizó la in-
vestigación preparatoria, que fue el 13 fines, sino ser considerado un fin en sí
de mayo del 2014, por lo que el plazo mismo; así como, el valor “libertad”, en
de la misma es de 8 meses en casos de la configuración de los ámbitos de su
procesos complejos, prorrogable por 8 competencia; por tanto, el respeto a su
meses, conforme lo establece el inciso
2 del artículo 342 de la norma adjetiva
dignidad y libertad denota, sujetarlo no
tanto más si la acotada ley se refiere al al vaivén de las reformas legales, sino a
principio de favorabilidad que deben un punto inamovible, que la doctrina en
regir en determinados procesos, como materia penal y de manera mayoritaria,
el de este. considera que es el momento en que se
cometió el ilícito penal.
Si bien, los delitos graves que come-
ten las organizaciones delictivas deben Por lo tanto, desde mi humilde
ser sancionados de manera ejemplar pero punto de vista, considero que la apli-
debe ser a través de políticas criminales cación retroactiva de la norma procesal
19 Binder,
Alberto, Introducción al derecho 20 Tribunal Constitucional, Expediente
procesal penal, Buenos Aires: Ad Hoc, 1993, N.° 2196-2002-HC/TC-Lima, Lima: 10 de
p. 129. diciembre del 2003, ff. jj. n.os 7 y 8.
Cobo Del Rosal, Manuel y Tomás Vives An- Peces-Barba, Gregorio, Curso de derechos
tón, Derecho penal. Parte general, Valencia: fundamentales. Teoría general, Madrid:
Tirant lo Blanch, 1991. Universidad Carlos III, Boletín Oficial del
Eser, Albin y Björn Burkhardt, Derecho penal. Estado, 1999.
Cuestiones fundamentales de la teoría del Pérez Luño, Antonio, Derechos humanos. Estado
delito sobre la base de casos de sentencias”, tra- de derecho y Constitución, 4.a ed., Madrid:
ducción de Manuel Cancio Meliá y Silvina Tecnos, 1991.
Bacigalupo, Madrid: Colex, 1995. Roxin, Claus, Derecho penal. Parte general, t. I,
Fernández Segado, Francisco, El sistema cons- traducido por Diego-Manuel Luzón peña,
titucional español, Madrid: Dykinson, 1992. Miguel Díaz y García Conlledo y Javier de
Vicente Remesal, Madrid: Civitas, 1997.
Hurtado Pozo, José, Manual de derecho penal.
Valle Riestra, Javier, “Irretroactividad nociva de
Parte general I, 3.a ed., Lima: Grijley, 2005.
normas procesales, penales y penitenciarias:
Jescheck, Hans-Heinrich y Thomas Weigend, y la claudicación del Tribunal Constitucio-
Tratado de derecho penal. Parte general, nal”, en Actualidad Jurídica, t. 123, Lima:
traducción de Miguel Olmedo, Granada: Gaceta Jurídica, 2004.
Comares, 2002. Velásquez Velásquez, Fernando, Manual de
Manzini, Vincenzo, Tratado de derecho procesal derecho penal. Parte general, Bogotá: Temis,
penal, t. I, Buenos Aires: Ediciones. Jurídicas 2002.
Europa-América, 1951. Villavicencio Terreros, Felipe, Lecciones de
Miranda Aburto, Elder. J., “Retroactividad de derecho penal. Parte general, Lima: Cuzco
la normas penitenciaria y procesal penal. Editores, 1990.
Observaciones desde la perspectiva del prin- Zugaldía Espinar, José Miguel, Fundamentos
cipio de legalidad”, en Jus Jurisprudencia, t. de derecho penal, 3.a ed., Valencia: Tirant lo
1, Lima: 2008. Blanch, 1993.
CONSULTA N.° 1
¿En qué consiste el principio de correlación como garantía judicial?
Como bien señala el profesor Men- como sanción la invalidación del acto
doza Díaz, “al momento de precisar procesal, de lo cual se infiere no solo la
el alcance de la correlación acusación- existencia de la institución, sino también
sentencia se presentan serios problemas su importancia”2.
de aplicación, pues concurren varios En efecto, si bien la competencia
principios fundamentales del proceso constitucional asignada al Ministerio
penal, que requieren de un adecuado Público (ejercicio del principio acusa-
balance de fuerzas; de una parte está la torio) es eminentemente postulatoria,
vigencia del acusatorio, con la presencia lo cual facultad al órgano jurisdiccional
de un tribunal equidistante de las partes, a apartarse de los términos estrictos de
que esté separado de la acusación y al la acusación fiscal; esta desvinculación
mismo tiempo debe lograrse un enjui- debe respetar los hechos ciertos objeto de
ciamiento con todas las garantías y sin acusación, no se puede cambiar el bien
que se produzca indefensión, para lo jurídico tutelado por el delito acusado
cual hay que garantizar una satisfactoria y, fundamentalmente, debe observarse el
bilateralidad, con plena contradicción”1. derecho de defensa y el principio contra-
Al respecto, el Tribunal Consti- dictorio: “El derecho a ser informado de
tucional ha señalado que “el principio la acusación es un atributo del derecho
de correlación o congruencia entre lo de defensa que integra, entre otros, el
acusado y lo condenado, aun cuando debido proceso y, por ende, la tutela
—expresamente— no esté enunciado jurisdiccional, a la par que constituye
en la ley procesal especial de la materia, lo primordial del principio acusatorio”3.
es el límite a la potestad de resolver
del órgano jurisdiccional, e impone
2 Tribunal Constitucional, Expediente N.°
402-2006-PHC/TC, Lima: 23 de marzo del
1 Mendoza Díaz, Juan, “La correlación entre 2007, f. j. n.° 10.
la acusación y la sentencia. Una visión ameri- 3 Tribunal Constitucional, Expediente N.°
cana”, en Ius. Revista del Instituto de Ciencias 402-2006-PHC/TC, Lima: 23 de marzo del
Jurídicas de Puebla A.C., n.° 24, 2009, p. 153. 2007, f. j. n.° 13.
Más aún, a decir del máximo intérpre- hecho imputado una definición jurídica
te de la Constitución nacional, como diferente, pero no puede modificarlo.
expresión del principio de correlación: Empero, cuando, a consecuencia de
lo anterior, tuviera que acudir a otro
[…] Los principios acusatorio y contra-
dictorio se integran y complementan, toda tipo penal, tal modificación implicaría
vez que el primero identifica los elementos la variación de la estrategia de defensa
necesarios para individualizar la pretensión —si esta no se encuentra implícita en la
penal e individualizar al procesado, mien- nueva disposición— que a su vez exige el
tras que el segundo custodia que el acusado conocimiento previo del imputado para
pueda alegar y/o presentar todas las pruebas
que estime necesarias para su interés. garantizar su defensa y el contradictorio,
tanto más si, constitucionalmente, está
De ahí que el derecho del procesa- proscrita la indefensión .
4
CONSULTA N.° 2
¿Cómo interpreta el Tribunal Constitucional la “obediencia jerárqui-
ca” como supuesto de eximente de responsabilidad penal?
El inc. 9 del art. 20 del CP, dispone En este sentido, el Tribunal Cons-
que “está exento de responsabilidad pe- titucional señala que para que exista
nal: […] El que obra por orden obliga- una obligación de cumplimiento como
toria de autoridad competente, expedida eximente de responsabilidad penal, esta
en ejercicio de sus funciones”. debe ser constitucionalmente válida.
Al respecto, Mañalich Raffo Leamos:
señala que “[l]a idea de que el cumpli- El inciso 9 del artículo 20 del Código
miento de una orden ilícita no puede Penal establece que se encuentra exento
representar una eximente de responsa- de responsabilidad penal el que obra por
bilidad se ha convertido en un auténtico orden obligatoria de autoridad competen-
lugar común. La falta de claridad acerca te, expedida en ejercicio de sus funciones,
lo que no puede ser interpretado en el
de lo que aquí está en juego se ha hecho sentido de que tal exención alcance a los
igualmente común. Primero, porque supuestos de cumplimiento de órdenes
la referencia a la ilicitud de la orden ilícitas. Resulta evidente que cuando la
es equívoca. Lo ilícito no es, al menos disposición establece que la orden de la
no directamente, la orden misma, sino autoridad debe ser dictada en “ejercicio de
sus funciones” hace alusión a un ejercicio
aquello que se ordena hacer (o no hacer). funcional compatible con la Carta Funda-
Y segundo, porque desde el punto de vis- mental. Lo que equivale a decir que para
ta de las reglas del derecho penal […] no que exista obligación de cumplimiento,
es la orden en cuestión, tampoco cuando debe ser constitucionalmente válida .
2
DERECHO
PENITENCIARIO
DERECHO
Área práctica
Doctrina Derecho penitenciario
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Política criminal de tolerancia cero
en España y Perú
Restricción de los beneficios penitenciarios por delitos de crimen
organizado, terrorismo y delitos conexos
SUMARIO
RESUMEN ABSTRACT
La autora analiza la restricción de los bene- The author analyzes the restriction of the
ficios penitenciarios por delitos de crimen prison benefits for offences of organized
organizado, terrorismo y delitos conexos, crime, terrorism, and related crimes, as a
como manifestación de la nueva política manifestation of the new criminal policy
criminal de tolerancia cero o de derecho of zero-tolerance or of symbolic criminal
penal simbólico de los ordenamientos system of Spanish and Peruvian legal re-
español y peruano, y de la sensación de gimes, and the sense of insecurity perceived
inseguridad percibida por los ciudadanos. by the citizens.
Palabras clave: Beneficios penitenciarios Keywords: Prison benefits / Criminal
/ Política criminal / Crimen organizado/ policy / Organized crime / Symbolic cri-
Derecho penal simbólico minal law.
Recibido: 16-08-16 Title: Criminal policy of zero-tolerance
Aprobado: 20-09-16 in Spain and Peru. Restriction of prison
Publicado en línea: 01-11-16 benefits for the offenses of organized crime,
terrorism, and other related offences.
beneficios penitenciarios para estos que solo este puede asegurar un ámbito de
delitos, se niega a priori la posibilidad convivencia en el que sea posible el ejercicio
de los derechos y libertades, mediante la
de su resocialización. Siguiendo este eliminación de la violencia y la remoción de
norte, contra todo pronóstico el 26 de los obstáculos que se opongan a la plenitud
marzo del 2015 en España, se aprobó de aquellos […].
definitivamente la Ley de Seguridad
Ciudadana, Ley Orgánica 4/2015, del IMPORTANTE
30 de marzo, proyecto propuesto por el
Partido Popular que contiene el instituto [E]n el Perú, se ha vivido y se sigue
de la prisión permanente revisable, equi- viviendo una suerte de obsesión en
parable a la “cadena perpetua” tal como la restricción desenfrenada al acceso
algunos expertos señalan43 y supone que a los beneficios penitenciarios, res-
se revise el cumplimiento a los 25 o 35 pecto a los delitos materia de estu-
dio [crimen organizado, terrorismo y
años para delitos graves, pero que sea delitos conexos], bajo argumentos de
posible el internamiento de por vida. El “lucha contra el crimen organizado”
modelo de Derecho Penal de la Seguri- y de “preeminencia de la seguridad
dad Ciudadana viene a configurarse en ciudadana”.
la exposición de motivos de la citada ley,
con estos términos: Sin más y sin vergüenza, su poder
represivo y custodial convoca el soporte
La seguridad ciudadana es la garantía de de los poderes públicos, como sigue:
que los derechos y libertades reconocidos
y amparados por las constituciones demo- Para garantizar la seguridad ciudadana,
cráticas puedan ser ejercidos libremente que es una de las prioridades de la acción
por la ciudadanía y no meras declaracio- de los poderes públicos, el modelo de
nes formales carentes de eficacia jurídica. Estado de derecho instaurado por la Cons-
En este sentido, la seguridad ciudadana titución dispone de tres mecanismos: un
se configura como uno de los elementos ordenamiento jurídico adecuado para dar
esenciales del Estado de derecho. Las de- respuesta a los diversos fenómenos ilícitos,
mandas sociales de seguridad ciudadana un Poder Judicial que asegure su aplicación,
van dirigidas esencialmente al Estado, y unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
pues es apreciable una conciencia social de eficaces en la prevención y persecución de
las infracciones.
43 Contra la figura de la prisión permanente
revisable y las modificaciones realizadas al Por su parte, en el Perú se ha vivido
Código Penal español, se han manifestado y se sigue viviendo una suerte de obse-
60 catedráticos de Derecho Penal de 33
universidades públicas. Vid, Europa Press,
sión en la restricción desenfrenada al
“Catedráticos de Penal de 33 universidades acceso a los beneficios penitenciarios44,
dicen que la reforma penal es reaccionaria y
pisotea la dignidad humana”, en Europa press,
Madrid: 21 de enero del 2015. Recuperado 44 El Código de Ejecución Penal (D. Leg. N.°
de <bit.ly/2elHUc5>, (fecha de consulta: 25 654, publicado en el diario oficial El Peruano,
de enero del 2015). el 2 de agosto de 1991) recoge taxativamente
Ríos Martín, Juan Carlos, “Reflexiones sobre la Small Arana, Germán, Situación carcelaria
Ley 7/2003: El incremento de la violencia en el Perú y beneficios penitenciarios, Lima:
punitiva”, en Revista de Derecho Penal y Grijley, 2006.
Criminología, n.° 2 (extraordinario), 2004.
Téllez Aguilera, Abel, “La ley de cumplimien-
Sanz Delgado, Enrique, “Incorporar mayores
to íntegro y efectivo de las penas: una nota
penas no siempre es suficiente”, en Diario
El Pueblo, Arequipa: 18 de marzo del 2012. de urgencia”, en diario La Ley, n.° 5837,
Sanz Delgado, Enrique, “La reforma introdu- 14 de agosto de 2003. Recuperado de <bit.
cida por la regresiva Ley Orgánica 7/2003. ly/2dbFkCi>, (fecha de consulta: 7 de fe-
¿Una vuelta al siglo xix?”, en Revista de brero del 2015).
Derecho Penal y Criminología, n.° 2 (extraor- Téllez Aguilera, Abel, Nuevas penas y medidas
dinario), 2004. alternativas a la prisión, Madrid: Edisofer,
Serrano Gómez, Alfonso (dir.), Tendencias 2005.
de la criminalidad y percepción social de la
inseguridad ciudadana en España y la Unión Zúñiga Rodríguez, Laura, “Criminalidad
Europea, Madrid: Edisofer, 2007. organizada, Unión Europea y sanciones a
Solís Espinoza, Antonio, Ciencia penitenciaria empresas”, en Anuario de Derecho Penal.
y derecho de ejecución penal, 5.ª ed., Lima: Recuperado de <bit.ly/2d4HbZb>, (fecha
Editores ByB, 1999. de consulta: 2 de abril del 2015).
CONSULTA N.° 1
¿En qué consisten los establecimientos especiales?
CONSULTA N.° 2
¿En qué supuestos puede suspenderse el beneficio de visita íntima?
Fundamento legal
ACTUALIDAD
LEGAL Y JURISPRUDENCIAL
ACTUALIDAD
LEGAL Y JURISPRUDENCIAL
Actualidad
Área legal
Actualidad legal
y jurisprudencial y jurisprudencial
1 Vid. Ministerio Público, Res. N.° 4033-2016-MP-FN: Disponen que las Fiscalías Supraprovinciales
Especializadas contra la Criminalidad Organizada, asuman por excepción investigaciones por delitos
establecidos en la Ley 30077, en el distrito fiscal de Ventanilla, y aprueban otras disposiciones, Lima: 19
de setiembre del 2016 (publicado en El Peruano: 21 de setiembre del 2016). Recuperado de <bit.
ly/2ctTyig>.
2 Vid. Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, Resolución Administrativa N.° 212-2016-CE-PJ:
Aprueban el proyecto “Plan de Implementación del Servicio de Emisión del Certificado Electrónico de
Antecedentes Penales (CAPe)”, disponen puesta en vigencia del Servicio de Emisión del CAPe y autorizan
expedición del Certificado Electrónico de Antecedentes Penales de uso administrativo, Lima: 24 de agosto
del 2016 (publicado el 26 de setiembre del 2016). Recuperado de <bit.ly/2dbbmhO>.
Artículos 1. Objeto
El presente reglamento tiene por objeto establecer la tipificación de las infracciones en
materia de prevención del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo, así
como las sanciones administrativas aplicables a las personas jurídicas que explotan juegos
de casino y/o máquinas tragamonedas, por la comisión de las referidas infracciones.
Artículo 2. Alcance
Este reglamento es aplicable a las personas jurídicas que se dedican a la explotación
de salas de juegos de casino y/o máquinas tragamonedas, reguladas por la Ley N.°
27153 y sus normas modificatorias, que se encuentran bajo el control, supervisión,
fiscalización y potestad sancionadora de la Dirección General de Juegos de Casino y
Máquinas Tragamonedas del Viceministerio de Turismo del Ministerio de Comercio
Exterior y Turismo –MINCETUR.
Artículo 3. Definiciones
[…]
e) Norma para la prevención del LA/FT: Norma para la prevención del lavado de
activos y del financiamiento del terrorismo aplicable a las personas jurídicas que
explotan juegos de casino y/o máquinas tragamonedas, aprobada por Resolución
SBS N.° 1695-2016, y las normas que la modifiquen o reemplacen.
f ) Reglamento: Reglamento de Infracciones y Sanciones en materia de prevención del
lavado de activos y financiamiento del terrorismo aplicable a las personas jurídicas
que explotan juegos de casino y/o máquinas tragamonedas.
h) Sujeto obligado: persona jurídica que explota juegos de casino y/o máquinas tra-
gamonedas, autorizada por el MINCETUR para el ejercicio de dicha actividad.
[…]
Artículo 5. Categorías de infracciones y tipos de sanción aplicables
Las infracciones se clasifican en leves, graves y muy graves, de acuerdo con lo señalado
en el Anexo N.° 1 - Infracciones y Sanciones del presente reglamento.
Las sanciones aplicables según cada categoría son las siguientes:
Anexo N.° 1 - (Infracciones y Sanciones)
I.- Infracciones leves
Con relación a la información y capacitación en materia de prevención del LA/
FT.
Con relación al conocimiento de directores y trabajadores.
Con relación al oficial de cumplimiento.
II.- Infracciones graves
Con relación al conocimiento del cliente.
Con relación a observaciones y requerimiento de información efectuadas por la
DGJCMT y/o la UIFPerú en materia de prevención del LA/FT.
Con relación a la evaluación de riesgos del LA/FT.
por ello que “se hace necesaria la conformación de un Grupo de Trabajo sectorial
con la finalidad de establecer una estrategia de intervención sectorial que permita
la articulación de los diversos programas y servicios que brinda el Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos”.
En conclusión, se resuelve:
Artículo 1. Creación y finalidad
Constituir el Grupo de Trabajo sectorial con la finalidad de optimizar la implementación
del Plan Nacional de Prevención y Tratamiento del Adolescente en conflicto con la Ley
Penal 2013-2018, en el marco del mejoramiento de la Justicia Penal.
Artículo 2. Integrantes
El Grupo de Trabajo creado en el artículo precedente estará conformado por los
siguientes integrantes:
− El (la) Director (a) General de Política Criminal y Penitenciaria; quien lo presidirá;
− Un (a) representante del Gabinete de Asesores;
− Un (a) representante de la Dirección General de Desarrollo y Ordenamiento
Jurídico;
− Un (a) representante de la Dirección General de Justicia y Cultos;
− Un (a) representante de la Dirección General de Defensa Pública y Acceso a la
Justicia;
− Un (a) representante de la Dirección General de Derechos Humanos;
− Un (a) representante de la Dirección General de Protección de Datos Personales;
y,
− Un (a) representante de la Oficina General de Asesoría Jurídica.
El ejercicio de las funciones del mencionado Grupo de Trabajo será ad honorem.
Artículo 3. Secretaría Técnica
El Grupo de Trabajo tendrá una Secretaría Técnica que estará a cargo de un (a) repre-
sentante de la Dirección General de Política Criminal y Penitenciaria del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos.
Artículo 4. Participación de otras instituciones
El Grupo de Trabajo podrá invitar a instituciones públicas o privadas o a profesionales
especializados en la materia, cuya participación se estime necesaria para la consecución
de sus fines.
Artículo 5. Instalación y cese
El Grupo de Trabajo deberá instalarse indefectiblemente en un plazo no mayor de
cinco (05) días calendario contados desde la publicación de la presente Resolución
Ministerial. En un plazo no mayor de veinte
(20) días calendario, contados desde su instalación, presentará al Despacho Viceminis-
terial de Justicia un informe final conteniendo propuestas concretas, a fin de optimizar
los alcances del Plan Nacional de Prevención y Tratamiento del Adolescente en Con-
flicto con la Ley Penal 2013-2018 en el marco del mejoramiento de la Justicia Penal.
[…].
7 Vid. Poder Judicial, “PJ impulsa plataforma virtual para divulgar avances en justicia de género”, en
el portal web del Poder Judicial, Lima: 16 de septiembre del 2016. Recuperado de <bit.ly/2cpslNO>.
3. Consejo de Ministros aprueba Decreto Legislativo que modifica las penas por la
comisión de delitos de corrupción de funcionarios9
8 Invitación al “X Pleno Jurisdiccional Supremo en materia Penal”, en el portal web del Poder Judicial,
Lima: 28 de setiembre del 2016. Recuperado de <bit.ly/2djWcXj>.
9 Vid. El Peruano, “Sentenciados por corrupción no laborarán más en el Estado”, en El Peruano, Lima:
20 de octubre del 2016. Recuperado de < http://bit.ly/2dsySnU >.
10 Sala Penal Nacional (jueces Marco Fernando Cerna Bazán, Miluska Giovanna Cano Lopez y
Omar Antonio Pimentel Calle), Exp. N.° 501-2011, Lima: 3 de octubre del 2016. Recuperado de
<http://bit.ly/2dNn9BS>.
de los factores más importantes para desencadenar la rabdomiolisis fueron las lesiones
traumáticas, es innegable que la muerte del agraviado, se produjo adicionalmente por
la contribución de otros factores concomitantes, como fueron: El padecimiento de
una patología crónica […].
11 Sala Penal Liquidadora (jueces Aldo Martín Figueroa Navarro, Liliana del Carmen Placencia
Rubiños y Ezequiel Lozada Rivera), Exp. N.° 57-2009, Lima: 27 de setiembre del 2016. Recuperado
de < bit.ly/2dneEyG>.
12 Sala Penal Permanente (jueces Marco Fernando Cerna Bazán, Miluska Giovanna Cano Lopez y
Omar Antonio Pimentel Calle), Exp. N.° 581-2015, Lima: 5 de octubre del 2016. Recuperado de
<http://bit.ly/2eWpTRq>.
PODER EJECUTIVO
JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS
Constituyen el Grupo de Trabajo sectorial con la finalidad de optimizar
R. M. N.° 0283-2016-JUS
la implementación del Plan Nacional de Prevención y Tratamiento del
El Peruano, 08-10-16 (p. 601061)
Adolescente en conflicto con la Ley Penal 2013-2018.
COMERCIO EXTERIOR Y TURISMO
Res. M. N.° 326-2016-MINCETUR Aprueban el Plan Anticorrupción para el Sector Comercio Exterior y
El Peruano, 06-10-16 (p. 600864) Turismo 2016-2017
Modifican la R. M. N.° 247-2010-MINCETUR/DM designando repre-
R. M. N.° 327-2016-MINCETUR
sentante alterno del MINCETUR ante la Comisión de Lucha contra los
El Peruano, 09-10-16 (p. 601223)
Delitos Aduaneros y la Piratería.
PODER JUDICIAL
CONSEJO EJECUTIVO DEL PODER JUDICIAL
Ratifican designación de magistrado de la Corte Superior de Justicia de Lima
Res. Adm. N.° 202-2016-CE-PJ
Sur como responsable de la Implementación del Nuevo Código Procesal
El Peruano, 13-10-16 (p. 601502)
Penal en la Sala Penal y Juzgados Penales Nacionales.
Referencias bibliográficas
Los artículos y comentarios recibidos, antes de su publicación y de manera anónima, serán ar-
bitrados por los evaluadores externos a la revista (la identidad de los autores de los manuscritos
se oculta a los revisores durante el proceso de revisión).
En la etapa de revisión, el autor no podrá enviar el manuscrito a otras revistas.
Los trabajos pueden remitirse a: actualidadpenal@institutopacifico.com.pe
Actualidad Penal
Número 28
Se terminó de imprimir
en el mes de octubre del 2016
en los Talleres Gráficos de
Pacífico Editores S.A.C
Jr. Castrovirreyna N.° 224 - Breña
Telefax: 332-6117 / Central: 330-3642
LIMA-PERÚ