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ZONAS DE CIZALLA Y SU RELACIÓN

CON LOS YACIMIENTOS MINERALES

Ing. Elías Ibadango MSc.


CONCEPTOS BÁSICOS
Falla.- Es una superficie de discontinuidad sobre la cual ha
ocurrido desplazamiento de cizalla (Keary, 1993). Una
fractura o zona de fracturas a lo largo de la cual ha ocurrido
desplazamiento relativo de los bloques paralelo a la fractura
(Bates y Jackson, 1980).

Zona de falla.- Es un conjunto de fracturas interconectadas


que representa la expresión superficial de una falla principal
en profundidad. Una zona de falla puede alcanzar
centenares de metros (Bates y Jackson, 1980).
ZONA DE CIZALLA
Una zona de cizalla (e.g., Davis y Reynolds, 1996) es un área amplia
afectada por las condiciones dúctiles a dúctiles-frágiles, caracterizada
por la presencia de rocas de la serie milonítica.

La intensidad de la deformación dentro de una zona de cizalla es muy


grande. Por ejemplo, granitos afectados por una zona de cizalla pueden
dar el aspecto y ser erróneamente cartografiados como ortogneisses,
metariolitas, esquistos o pizarras de origen metasedimentario

Muchas veces las zonas de cizalla, en realidad son grupos de múltiples


sub-zonas de mayor o menor grado de la deformación, sub-paralelas a
oblicuas entre si, ocasionadas por la acción de fuerzas tensionales o
compresionales.

Una zona de cizalla dúctil evoluciona hacia una zona de cizalla más
estrecha en régimen dúctil-frágil en la parte más superficial, dando lugar
a una compleja zona de falla frágil en las zonas más someras. Por lo
tanto una zona de falla es a menudo la prolongación en superficie de
una amplia zona de cizalla dúctil en profundidad
Las zonas de falla consisten en conjuntos de fallas relacionadas, cuya
envolvente o límite externo está marcado por un paso más o menos
discreto hacia rocas no fracturadas.

Las fallas internas se manifiestan a través de acciones que alteran las


características de las rocas que las rodean a través de fracturas mas o
menos intensas, que en algunas ocasiones pueden ser rocas que
almacenen fluidos. Las zonas de falla pueden desarrollarse a todas las
escalas, con potencias desde unos pocos centímetros a un kilómetro o
más.

Cabe destacar sin embargo, que este término se aplica principalmente a


los conjuntos potentes observados en la zona de deformación frágil.

Otra característica de las zonas de falla es la potencia variable que


presentan, mostrando adelgazamientos y engrosamientos.
Ancha zona de deformación frágil con presencia de gauge de falla de llamativos
colores (Zona de falla en Almería, SE de España).
En una zona de falla frágil existen tres grupos de fracturas que pueden
desarrollarse. Estos son los denominados planos de Riedel (R) 1 y 2 (R1 y R2;
también denominados R y R') y los planos P.

Los planos sintéticos R1 se forman a un ángulo agudo (~ 15°) con la envolvente


general de la zona de falla. Su arreglo geométrico es en échelon (escalonadas),
es decir, paralelas entre ellas dentro de la zona de cizalla.

Las fracturas antitéticas R2 son conjugadas con respecto a R1 y forman un ángulo


de unos 75° con respecto a la envolvente de la zona de falla.

Debido a la evolución dinámica de la zona de falla se producen ciertos


fenómenos que llevan a la rotación de los sets R1 y R2. Los primeros se disponen
progresivamente a ángulos inferiores (< 15° ) con respecto a la envolvente y los
segundos evolucionan hacia un ángulo mas grande (> 75° ).

Por otra parte, durante esta evolución aparece un tercer set de fracturas, esto es,
los planos P, formando un ángulo agudo con la envolvente. Otras estructuras que
se pueden formar en esta zona son pliegues y grietas de tensión en échelon,
aunque estas últimas suelen ser más representativas de transición dúctil-frágil.
Las grietas de tensión tienen sus puntas orientadas de forma paralela a s1 y
suelen rellenarse de minerales fibrosos que crecen en la dirección de s3.
Una zona de cizalla dúctil se caracteriza por la presencia de rocas de la serie
de la milonitas (proto a ultramilonitas; Wise et al., 1984).

Esta zona dúctil se caracteriza por una altísima deformación, que ha generado
importantes niveles de recristalización dinámica en las rocas afectadas. Las
estructuras más notables en la zona dúctil son las denominadas S-C (del
francés: schistosité-cisaillement) que corresponden a planos de foliación (S) y
de cizallamiento (C). Los planos C son fácilmente reconocibles (superficies
discretas), siendo paralelos a la dirección de cizallamiento. Los planos S son
sigmoidales y oblicuos a la dirección de cizallamiento (oblicuos con respecto a
C) y perpendiculares a la dirección de compresión (planos de aplastamiento,
perpendiculares a s1).

En la práctica muchas zonas de cizalla presentan en realidad un caracter


dúctil-frágil, ya que han operado mecanismos propios de ambos tipos de
deformación (e.g., Davis y Reynolds, 1996). Gran parte de los yacimientos de
oro asociados a zonas de cizalla en Canada y otras regiones del mundo se
han originado justamente en este ambiente.

Alternativamente, las zonas de cizalla pueden presentar una evolución en el


tiempo, de dúctil a frágil o de frágil a dúctil si el sector en concreto ha sufrido un
levantamiento o hundimiento tectónico progresivo mientras funcionaba el
sistema.
Inflexiones, saltos, abanicos imbricados y duplexes en sistemas
transcurrentes. Woodcock y Fischer (1986).
Arreglos diversos de fallas. Tomada de Davis y Reynolds (1996).
Situaciones de extensión y compresión (ver sentido de las flechas) en sistemas de fallas
dextrales y sinestrales con inflexiones y saltos. Tomada de Davis y Reynolds (1996).
MINERALIZACIÓN
Desde el punto de vista de la mineralización hidrotermal, son los
sectores en extensión los que interesan, ya que estas zonas se
encuentran en apertura, lo cual tiene dos consecuencias principales:

1.- Permiten una circulación más fácil de los fluidos hidrotermales.

2.- Si la precipitación de la carga mineral ocurre en esos sectores, la


masa mineral será mayor, por el carácter en expansión que representan.

Las relaciones empíricas entre zonas en apertura y masas minerales de


mayor entidad es ampliamente conocida (e.g., McKinstry, 1948), sin
embargo no ha sido hasta los años 80-90 que esta relación empezó a
entenderse en términos de la dinámica de fluidos en sistemas de fallas
(e.g., Sibson,1990).

Por lo anteriormente descrito, los sectores a lo largo de una falla o zona


de cizalla que presentan inflexiones o saltos en extensión son los más
interesantes.
Sectores en extensión y compresión
Variación en la potencia de una veta con los cambios en el rumbo en una falla dextral. La
masa descubierta estaría asociada a una estructura tipo duplex extensional (Tomada de
McKinstry, 1948).
En el caso de los yacimientos auríferos, los epitermales formados a
profundidades de 1 km o menos se han generado bajo condiciones
netamente hidrostáticas.

Los grandes yacimientos auríferos mesotermales asociados a zonas de


cizalla en régimen dúctil-frágil, corresponden por su parte a situaciones
donde la presión ha sido suprahidrostática a litostática.

Una de la premisas fundamentales es que las mineralizaciones se


generan en sistemas de falla activos.

La capacidad de ruptura de un sismo induce abruptamente el movimiento


de fluidos en una falla, y por lo tanto, la precipitación de su carga metálica
en zonas estructuralmente favorables (en extensión) donde se crean las
condiciones físicas adecuadas.

De acuerdo a Sibson (1990) existirían dos mecanismos principales que


llevarían a la formación de mineralizaciones hidrotermales 1) La bomba
de succión (suction-pump); y 2) la válvula activada (fluid-activated valve).
Esquema teórico para la relación entre la variación entre la presión de fluidos en el tiempo en
función de eventos rupturales causados por sismos (EQ). Pl: presión litostática, Ph: presión
hidrostática (Sibson (1990).
Aspectos morfológico de las masas minerales en zonas de falla
Los aspectos morfológicos más conocidos en mineralizaciones
hidrotermales asociados a fallas son aquellos relacionados con los
sistemas que han operado en régimen frágil. Entre ellos cabe destacar
las morfologías tipo en escalera (échelon), lazo sigmoide, y cola de
caballo, así como las mallas complejas

Una morfología tipo lazo sigmoide no es importante bajo el punto de


vista económico "per se“ sino si y solo si, ese lazo sigmoide se originó
bajo condiciones extensionales. De ahí que resulte vital no solo entender
la geometría general de un sistema si no que además se debe conocer
la cinemática del mismo.

Si bien la relación de zonas de cizalla con mineralizaciones auríferas es


ampliamente conocida en países como Canadá y Australia, donde estas
grandes estructuras son relativamente comunes, en el ámbito andino
aun dista mucho por establecerse el potencial real de las grandes
estructuras de este tipo, por ejemplo, la zona de falla de Atacama y sus
ramales.
Estructura interna de sistemas mineralizados filonianos en saltos extensionales generados por
saltos de fallas transcurrentes sinestrales (Sibson, 1990).
Las morfologías más comunes en zonas de cizalla (transición dúctil-
frágil) son las siguientes (Hodgson, 1989):

1) Fracturas de cizalla: vetas centrales

2) Fracturas de extensión: grandes vetas extensionales; grietas de


tensión en échelon.

3) Fracturas de extensión y cizalla: vetas centrales con envoltura de


grietas de tensión.
Rasgos estructurales de una zona de cizalla y algunos tipos filonianos asociados, en relación
con el elipsoide de deformación (Hodgson (1989).
Diversos arreglos de filones en zonas de cizalla (Hodgson (1989).
El distrito minero Zaruma - Portovelo, es un ejemplo de
mineralización asociada a sistemas de falla

Zona de falla

Portovelo

Brechas de falla en afloramiento de rocas de


composición andesítica y dacítica.
CONCLUSIONES

1) Las zonas extensionales son las más favorables para el desarrollo de


mineralizaciones. La extensión genera espacios, la compresión los sella. Esto
tiene dos consecuencias, ahí donde se generan espacios los fluidos podrán
circular con mayor facilidad y las masas minerales serán mayores.

2) Las fallas y estructuras asociadas cumplen dos roles principales en la


formación de yacimientos: actúan como canales de migración de los fluidos
hidrotermales y albergan a las mineralizaciones.

3) La determinación del sentido de movimiento de una falla individual o zona


de cizalla es vital para predecir la presencia de zonas en extensión. Por ejemplo,
el determinar la presencia de un dúplex no es un hecho significativo si no
entendemos las condiciones mecánicas interiores de éste, y para entender esto,
necesitamos saber cual es el movimiento de la falla principal y del sistema
imbricado.
4) Las fallas rara vez presentan "un" solo sentido de movimiento. Por
ejemplo, una falla puede haber jugado primero como inversa y luego como falla
normal. Un dúplex puede haberse originado como una estructura compresiva y
luego haber pasado a condiciones extensionales. Para ello hay que "leer" en la
falla su historia cinemática. La utilización de software "especializado" puede
llevar a grandes errores si no se conoce previamente, y con precisión, cual es la
historia cinemática de una falla o zona de falla. Al respecto dos corolarios: a) el
software es tan bueno o tan malo como su usuario; b) el software no substituye a
un geólogo de campo.

5) Independientemente de la escala (desde la microscópica a la regional), las


fallas pueden presentar localmente zonas extensionales y compresionales.
Esas zonas están relacionadas directamente con las curvaturas (inflexiones) o
saltos de las fallas. Las estructuras que nos interesaran serán aquellas tipo
abanicos imbricados (cola de caballo), inflexiones, saltos, duplexes (lazo
sigmoide; flor negativa), de carácter extensional.

6) El segmento más interesante de una zona de cizalla bajo el punto de vista


económico, se encuentra desde la transición dúctil-frágil hacia superficie. Es ahí
donde se generan los espacios y estructuras discretas donde mejor puede ser
precipitada la carga mineral.
7) Las zonas de cizalla pueden tener una larga y compleja historia. La
superposición de una fábrica frágil a una fábrica dúctil es un fenómeno relativamente
normal por alzamiento tectónico del bloque en cuestión durante la evolución del
proceso. El encontrar estructuras frágiles (e.g., fallas, brechas) superpuestas a una
fábrica dúctil (e.g., milonitas) es el mejor indicativo de que ha ocurrido este proceso.

8) La exploración de yacimientos tiene que estar basada, antes que nada, en el


conocimiento de la geología local o regional de una zona. La determinación de la
estructura es a su vez un requisito esencial para entender la geología. Dado que las
fallas juegan un rol principal en la formación de un gran número de mineralizaciones
hidrotermales, el entender como funcionan éstas resulta vital.

9) No existen fallas "buenas" o fallas "malas", en general todas presentan


sectores más favorables y menos favorables para el desarrollo importante de masas
minerales.

10) Si la evidencia de campo contradice los planteamientos teóricos iniciales,


sustituya la teoría, lo opuesto garantiza el desastre.
GRACIAS

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