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MEMORIA DE TRABAJO DEL WISC-IV: TEST DE DÍGITOS

El Test de Dígitos del WISC-IV mide esencialmente la memoria auditiva a corto plazo,
la capacidad de seguir una secuencia y, por lo tanto, la atención y la concentración.

Existen dos tareas a realizar: dígitos directos e inversos.

En la primera se dicen una serie de dígitos con un intervalo de un segundo entre ellos y
el niño debe repetirlos a continuación.

En la parte de dígitos inversos, lo que se le pide al niño es que los repita pero en orden
inverso, de atrás hacia adelante.

Se comienza con dos dígitos y se va aumentando un dígito más hasta que se produzcan
dos fallos consecutivos.

Puntuaciones bajas en el test de Dígitos pueden ser indicativas de:

-Deterioro o falta de atención

-Deficiencias auditivas.

-Ansiedad o incapacidad para controlar operaciones mentales

Por otra parte, puntuaciones altas en el test de Dígitos podrían igualmente indicar:

-Ansiedad alta

-Buena memoria auditiva inmediata

Se trata de una habilidad de atención auditiva que es muy fácilmente entrenable, ya sea
con dígitos, palabras, o con una combinación de ambos.
VELOCIDAD DE PROCESAMIENTO DEL WISC-IV: TEST DE CLAVES

El Test de Claves del WISC-IV tiene dos formas, la forma A y la forma B. Ambas formas miden
esencialmente la velocidad de procesamiento, la percepción visual y la coordinación visomanual, la
memoria a corto plazo, la capacidad de aprendizaje y la flexibilidad cognitiva.

La tarea que se presenta al niño es en la forma A, el completamiento de unas figuras según un modelo
dado (por ejemplo, dentro de un cuadrado dibujar una cruz, o dentro de un círculo un signo =, etc) y en
la forma B, escribir unos símbolos (cruz, paréntesis, etc.) debajo de unos números, siguiendo también
un modelo dado. Todo ello en un tiempo cronometrado de 2 minutos.

Lo que se pide al sujeto es que trabaje lo más rápido que pueda pero sin equivocarse, y si lo hace, no
pararse a borrar, sino continuar.

Se trata por tanto de una prueba no verbal y que puede aplicarse perfectamente a niños que
desconozcan el idioma, ya que la explicación también puede ser no verbal, pues es un ejercicio de lapiz
y papel que cualquier niño ha realizado a lo largo de su escolaridad. Por eso, los niños no escolarizados
parten con desventaja en este terreno.

Puntuaciones bajas en el test de Claves pueden ser indicativas de:

-Ausencia de interés en la tarea

-Problemas de coordinación visomotora

-Falta de control del lápiz

-Defectos visuales: problemas de dominancia manual.

Por otra parte, puntuaciones altas en el test de Claves podrían igualmente indicar:

-Motivación elevada

-Destreza y capacidad para memorizar símbolos gráficos.

-Ansiedad (si se salta elementos)

-Rebeldía (si no cumple las instrucciones).

Para desarrollar las capacidades exigidas por este test es necesario exponer al niño de manera repetida a
este tipo de ejercicios.

Es bueno también acostumbrar al niño a realizar ejercicios de lápiz y papel cronometrados, haciéndole
ver sus progresos en relación al tiempo.Enseñarle a ayudarse del lenguaje en la realización de la
actividad, para aumentar la concentración y la eficacia. Emplear el método de las autoinstrucciones.
Comenzar haciendo de modelo para que aprenda la correcta ejecución.
RAZONAMIENTO PERCEPTIVO DEL WISC-IV: TEST DE CUBOS

El Test de Cubos del WISC-IV mide esencialmente la percepción visual, la capacidad de establecer
relaciones espaciales y la coordinación visomotriz.

El niño dispone de 9 cubos para realizar diversos diseños. Estos cubos tienen colores en sus 6 caras,
unas son rojas, otras blancas y otras mitad rojas y mitad blancas.

Al principio se presenta un modelo real que construimos delante del niño y que el debe reproducir.
Posteriormente, el niño tendrá que componer diseños que aparecen dibujados en unas láminas, siempre
dentro de un tiempo límite, existiendo en los items más avanzados bonificación por acabar antes del
tiempo señalado

Esta tarea requiere capacidad de visualización espacial, tanto a la hora de percibir los diseños-modelo,
como de reproducirlos. Una planificación general de la tarea produce mejor resultado que una actividad
de tanteo y ensayo-error.

Al tratarse de una prueba no verbal puede perfectamente aplicarse a sujetos con desconocimiento del
castellano.

Puntuaciones bajas en el test de Cubos pueden ser indicativas de:

-Procesos perceptivo-conceptuales pobres

-Inseguridad personal. Tendencias compulsivas.

-Perturbaciones del sentido de la realidad

-Tendencia al fracaso (negativismo a buscar soluciones)

Por otra parte, puntuaciones altas en el test de Cubos podrían igualmente indicar:

-Buena capacidad de conceptualización.

-Flexibilidad de pensamiento

-Buena coordinación visomotora.

-Excelente integración visual.

-Habilidades analítico-sintéticas (relaciones con la función visual)

Desarrollar este tipo de razonamiento implica exponer al niño a este tipo de tareas:

- Lo más adecuado es confeccionar 9 cubos como los de la prueba (de papel, por ejemplo) y pintar dos
caras blancas, dos caras rojas, y las otras dos, mitad rojas mitad blancas (cuando hablamos de la mitad
nos referimos a las mitades que resultan de dividir el cuadrado por su diagonal). A partir de ahí
plantear sencillos diseños (por ejemplo formar un cuadrado con cuatro cubos, los dos de arriba por sus
caras rojas y los dos de abajo, por las blancas) que el niño deberá imitar. Una vez vaya adquiriendo
soltura y práctica con estos sencillos diseños, se pasa a incluir en los modelos cubos mitad rojo/mitad
blancos. Para niños mayorcitos o que hayan adquirido más habilidad visoespacial, se podrá incluso
presentarles diseños con 9 cubos (formando un cuadrado de 3x3) que deberán igualmente reproducir
(lógicamente, necesitaríamos otro juego de 9 cubos, o bien dibujar el diseño).

- Otra manera de hacer que el niño se interese y practique estas habilidades es que el sea el que invente
diseños que nosotros tengamos que completar. Si la prueba se hace con tiempo límite, resultará más
divertida.

- Asimismo podemos hacer dictados de diseños: el niño deberá seguir las indicaciones que le damos:
"primer cubo a la izquierda, rojo; a su derecha, blanco...". Y a la inversa, el niño dictará el diseño para
que el adulto lo realice.

- La prueba de cubos se parece a juegos del tipo rompecabezas, en los que hay que completar un dibujo
o lámina con diferentes cubos que tienen sus caras dibujadas con una porción de la lámina total.

-También los puzzles desarrollan destrezas parecidas a las exigidas por la prueba de cubos del WISC-4.

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