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PARENTESCO:
ARTICULO 529.- Es el vínculo jurídico existente entre personas en razón de la naturaleza, las
técnicas de reproducción humana asistida, la adopción y la afinidad. Una persona está
obligada respecto de otra.
-Por naturaleza: es la que existe entre dos personas una de las cuales desciende de la otra.
-por trha: Fertilizacion con material genético. El parentesco se crea en base a la voluntad
procreacional.
-Afinidad: es la q existe por la persona casada y los parientes de su cónyuge.
-Por adopción: es la que surge por sentencia judicial y varía según se trate de adopción
plena o simple.
Efectos jurídicos
Civiles: -Es base de los impedimentos matrimoniales/ -Es fuente de la obligación
alimentaria/-Es fuente de la vocación sucesoria ab intestate/ -Confiere legitimación activa
para la promoción de la acción de nulidad del matrimonio (arts. 424, 425), etc
Penales: Como agravante de los delito (de homicidio) -Como eximente de responsabilidad
(hurtos, encubrimiento de parientes).
Procesales
La relación de parentesco produce diversos efectos, que la doctrina jurídica divide en tres
grupos:
Derechos que derivan del Parentesco.- Alimentos, La responsabilidad parental y la
herencia.
Obligaciones que nacen del Parentesco.- Alimentos, que es recíproca. El deudor debe
procurar al acreedor todos los medios necesarios para su subsistencia.
Incapacidades que derivan del parentesco. La incapacidad para contraer matrimonio; la
prohibición que impone la ley, en determinados casos, para servir como testigos, en juicio,
a un pariente, y la incapacidad para ocupar determinados cargos de la administración
pública, cuando un aspirante a dichos cargos ya ocupa otros dentro de la propia
administración
ALIMENTOS:
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Son toda “prestación debida entre parientes próximos cuando quien la recibe no tiene la
posibilidad de subvenir a sus necesidades”
Caracteres: El derecho a percibir alimentos -y la correlativa obligación de prestarlos- deriva
de una relación alimentaria legal de contenido patrimonial, pero cuyo fin es esencialmente
extrapatrimonial; ( Indisponible- Irrenunciable- Imprescriptible e intermitente- Inherente
a la persona e intransmisibles- Inembargable e incompensable- Intransigible)(
-Requisitos de exigibilidad
Estado de necesidad del alimentario: sus ingresos son insuficientes para subsistir de
una manera digna y para suplir todas aquellas necesidades básicas que se generan
día tras día.
Capacidad económica del alimentante: debe satisfacerse a si mismo primero, su
grupo familiar y compromisos asumidos como el alquiler.
Relación de parentesco (vinculo familiar)
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-Por muerte del obligado o del alimentado.
-Cuando desaparecen los presupuestos de la obligación.
La pretensión de cese, aumento o reducción de alimentos tramitarán por el procedimiento
más breve que prevea la ley local.
finalidad de los alimentos familiars es satisfacer necesidades vitales del hombre.
DERECHO DE COMUNICACIÓN
ARTICULO 555.- Legitimados. Oposición. Los que tienen a su cargo el cuidado de personas
menores de edad, con capacidad restringida, o enfermas o imposibilitadas, deben permitir
la comunicación de estos con sus ascendientes, descendientes, hermanos bilaterales o
unilaterales y parientes por afinidad en primer grado. Si se deduce oposición fundada en
posibles perjuicios a la salud mental o física de los interesados, el juez debe resolver lo que
corresponda por el procedimiento más breve que prevea la ley local y establecer, en su
caso, el régimen de comunicación más conveniente de acuerdo a las circunstancias.
ARTICULO 556.- Otros beneficiarios. Las disposiciones del artículo 555 se aplican en favor de
quienes justifiquen un interés afectivo legítimo.
ARTICULO 557.- Medidas para asegurar el cumplimiento. El juez puede imponer al
responsable del incumplimiento reiterado del régimen de comunicación establecido por
sentencia o convenio homologado medidas razonables para asegurar su eficacia.
MATRIMONIO
Definicion:
Como acto de celebración: es el acto jurídico familiar en virtud del cual queda determinada
la unión entre dos personas reconocidas por la ley.
Como estado derivado del acto de celebración: Es el estado de familia que adquieren los
conyuges luego de realizar el acto de celebración del matrimonio.
Es una institución jurídica que, basada en el consentimiento mutuo, se constituye por la
unión formal, aconfesional o civil, exclusiva, exogámica, igualitaria, estable y plena entre
dos personas de distinto o igual sexo que, emplaza a los contrayentes en el estado de
familia de cónyuges o esposos del que se derivan importantes, derechos y deberes, regidos
por un estatuto legal que el estado impone.
Principios: igualdad, autonomía de la voluntad y solidaridad familiar.
Requisitos de existencia y validez
Intrinsecos: consentimiento y ausencia de impedimentos.
Extrinsecos: consentimiento debe ser expresado personalmente ante oficial publico.
Formas extraordinarias:
>El matrimonio in extremis (art. 421 CCCN), contempla el caso de que alguno de los
contrayentes se hallase en peligro de muerte y desease celebrar el matrimonio ante la
eventualidad, inminente, de fallecer.
se autoriza al oficial público a celebrar el matrimonio con prescindencia de todas o algunas
de las formalidades o ante cualquier magistrado o funcionario judicial – ej: juez de paz -.
>El matrimonio a distancia o entre ausentes (art. 422 CCCN) se admite que el
consentimiento sea prestado por uno de los contrayentes aunque el otro esté ausente, si
éste, luego y ante el oficial del Registro Civil de su domicilio o del lugar en que se
encuentre, expresa también su consentimiento; el matrimonio queda entonces
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válidamente celebrado.
ARTICULO 406.- Requisitos de existencia del matrimonio. Para la existencia del matrimonio
es indispensable el consentimiento de ambos contrayentes expresado personal y
conjuntamente ante la autoridad competente para celebrarlo, excepto lo previsto en este
Código para el matrimonio a distancia. El acto que carece de este requisito no
produce efectos civiles.
RTICULO 407.- Incompetencia de la autoridad que celebra el acto. La existencia del
matrimonio no resulta afectada por la incompetencia o falta del nombramiento legítimo de
la autoridad para celebrarlo, siempre que al menos uno de los cónyuges hubiera procedido
de buena fe, y aquellos ejercieran sus funciones públicamente.
ARTICULO 408.- Consentimiento puro y simple. El consentimiento matrimonial no puede
someterse a modalidad alguna. Cualquier plazo, condición o cargo se tiene por no
expresado, sin que ello afecte la validez del matrimonio.
ARTICULO 409.- Vicios del consentimiento. Son vicios del consentimiento:
a)la violencia, el dolo y el error acerca de la persona del otro contrayente;
b)el error acerca de las cualidades personales del otro contrayente, si se prueba que quien
lo sufrió no habría consentido el matrimonio si hubiese conocido ese estado de cosas y
apreciado razonablemente la unión que contraía.
El juez debe valorar la esencialidad del error considerando las circunstancias personales de
quien lo alega.
>Dolo: Conducta de quien, mediante la maniobra, artificio o maquinación, ha inducido al
otro contrayente a contraer matrimonio.
>Violencia: se traduce en una fuerza irresistible o amenazas “que generan el temor de sufrir
un mal grave e inminente que no se puedan contrarrestar o evitar en la persona o bienes de
la parte o de un tercero”.
>Error: es el vicio del consentimiento consistente en el falso conocimiento que se tiene de
algo, la discordancia o disconformidad entre la realidad y la imagen mental que de ella se
forma en quien lo sufre.
Condiciones de validez del acto: suponen la existencia estructural y además exigen la
inexistencia de impedimentos dirimentes entre los contrayentes o vicios en su
consentimiento
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La dispensa para el matrimonio entre el tutor o sus descendientes con la persona bajo su
tutela sólo puede ser otorgada si, además de los recaudos previstos en el párrafo anterior,
se han aprobado las cuentas de la administración. Si de igual modo se celebra el
matrimonio, el tutor pierde la asignación que le corresponda sobre las rentas del pupilo de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 129 inciso d).
HABILIDAD MENTAL: ARTICULO 405.- Falta de salud mental y dispensa judicial. En el
supuesto del inciso g) del artículo 403, puede contraerse matrimonio previa dispensa
judicial.
La decisión judicial requiere dictamen previo del equipo interdisciplinario sobre la
comprensión de las consecuencias jurídicas del acto matrimonial y de la aptitud para la vida
de relación por parte de la persona afectada.
El juez debe mantener una entrevista personal con los futuros contrayentes; también
puede hacerlo con su o sus apoyos, representantes legales y cuidadores, si lo considera
pertinente.
---Dispensa judicial: es el mecanismo mediante el cual una autoridad competente procede al
“levantamiento de la prohibición que obstaculiza el matrimonio.
Aptitud legal Impedimentos: Son prohibiciones de la ley que afectan a las personas para
contraer un matrimonio valido.
Los impedimentos matrimoniales son los hechos o situaciones que importan un obstáculo
para la celebración del matrimonio. Condiciona la capacidad para casarse de las personas.
Clasificación
Por la índole de la sanción
>Dirimentes: aquellos cuya violación habilita el ejercicio de la acción de nulidad del
matrimonio.
>Impedientes: aquellos cuya violación cumplen solo una función preventiva. El oficial
público debe negarse a celebrar el matrimonio pero una vez contraído ninguna
consecuencia jurídica produce su inobservancia. (tutela)
Por las personas respecto de las cuales se aplica
>Absolutos: los que obstan a la celebración del matrimonio con cualquier persona (falta
de edad legal).
>Relativos: los que solo representan un obstáculo con respecto a personas determinadas
(parentesco).
Por el tiempo de vigencia
>Perpetuos: no desaparecen por el transcurso del tiempo (parentesco).
>Temporales: desaparecen o están sujetos a extinción por el transcurso del tiempo (falta
de edad legal).
Efectos de los impedimentos: Son causa de oposición a la celebración del matrimonio y de
denuncia. Son causa de negativa del oficial público a la celebración del matrimonio. Dan
lugar a sanciones civiles; la nulidad del matrimonio en el caso de impedimentos dirimentes.
Dan lugar a sanciones penales: art. 134 a 137 del Código Penal, delitos de matrimonios
ilegales.
Momentos de actuación de los impedimentos: La existencia de los impedimentos opera en
dos momentos distintos:
a)Antes de la celebración del matrimonio: como causa de oposición a su celebración por
parte de los legitimados a oponerse.
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b) Después de la celebración del matrimonio: operarán como causa de nulidad de las
nupcias si se trata de impedimentos dirimentes, o de la aplicación de sanciones civiles o
penales en su caso segun los arts. 134 a 137 del Código Penal.
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c)la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo de quien solicita alimentos;
d)la colaboración de un cónyuge en las actividades mercantiles, industriales o profesionales
del otro cónyuge;
e)la atribución judicial o fáctica de la vivienda familiar;
f)el carácter ganancial, propio o de un tercero del inmueble sede de esa vivienda. En caso
de ser arrendada, si el alquiler es abonado por uno de los cónyuges u otra persona;
g)si los cónyuges conviven, el tiempo de la unión matrimonial;
h)si los cónyuges están separados de hecho, el tiempo de la unión matrimonial y de la
separación;
i)la situación patrimonial de ambos cónyuges durante la convivencia y durante la
separación de hecho.
El derecho alimentario cesa si desaparece la causa que lo motivó, el cónyuge alimentado
inicia una unión convivencial, o incurre en alguna de las causales de indignidad.
ARTICULO 434.- Alimentos posteriores al divorcio. Las prestaciones alimentarias pueden ser
fijadas aun después del divorcio:
a) a favor de quien padece una enfermedad grave preexistente al divorcio que le impide
autosustentarse. Si el alimentante fallece, la obligación se transmite a sus herederos;
b) a favor de quien no tiene recursos propios suficientes ni posibilidad razonable de
procurárselos. no puede tener una duración superior al número de años que duró el
matrimonio y no procede a favor del que recibe la compensación económica del artículo
441.
La obligación cesa si: desaparece la causa que la motivó, o si la persona beneficiada contrae
matrimonio o vive en unión convivencial, o cuando el alimentado incurre en alguna de las
causales de indignidad.
Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas convenidas.
UNIONES CONVIVENCIALES
Es la unión basada en una relacion afectiva de carácter singular, pública, notoria, estable y
permanente de dos personas que conviven y comparten un proyecto de vida común, sean
del mismo o de diferente sexo. (art 509)
Requisitos: (510)
a) los dos integrantes sean mayores de edad;
b) no estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en todos los grados, ni
colateral hasta el segundo grado;
c) no estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta;
d) no tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia de manera
simultánea;
e) mantengan la convivencia durante un período no inferior a dos años.
Registración: (511)La existencia de la unión convivencial, su extinción y los pactos que los
integrantes de la pareja hayan celebrado, se inscriben en el registro que corresponda a la
jurisdicción local, sólo a los fines probatorios.
No procede una nueva inscripción de una unión convivencial sin la previa cancelación de la
preexistente.
La registración de la existencia de la unión convivencial debe ser solicitada por ambos
integrantes.
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Prueba de la unión convivencial: (512) puede acreditarse por cualquier medio de prueba; la
inscripción en el Registro de uniones convivenciales es prueba suficiente de su existencia.
Pactos de convivencia
Rige la autonomía de la voluntad de los convivientes. Este pacto debe ser hecho por escrito
y no puede dejar sin efecto lo dispuesto en los artículos 519, 520, 521 y 522. (513)
Contenido: (514)
a) la contribución a las cargas del hogar durante la vida en común;
b) la atribución del hogar común, en caso de ruptura;
c) la división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en caso de ruptura de la
convivencia.
Límites: Los pactos de convivencia no pueden ser contrarios al orden público, ni al principio
de igualdad de los convivientes, ni afectar los derechos fundamentales de cualquiera de los
integrantes de la unión convivencial. (515)
Modificación, rescisión y extinción: Los pactos pueden ser modificados y rescindidos por
acuerdo de ambos convivientes.
El cese de la convivencia extingue los pactos de pleno derecho hacia el futuro. (516)
Momentos a partir de los cuales se producen efectos respecto de los terceros: Los pactos,
su modificación y rescisión son oponibles a los terceros desde su inscripción en el registro
previsto en el artículo 511 y en los registros que correspondan a los bienes incluidos en
estos pactos.
Los efectos extintivos del cese de la convivencia son oponibles a terceros desde que se
inscribió en esos registros cualquier instrumento que constate la ruptura.
Efectos de las uniones convivenciales durante la convivencia
Relaciones patrimoniales: Las relaciones económicas entre los integrantes de la unión se
rigen por lo estipulado en el pacto de convivencia. A falta de pacto, cada integrante de la
unión ejerce libremente las facultades de administración y disposición de los bienes de su
titularidad.
Los convivientes se deben asistencia durante la convivencia. (519)
Los convivientes tienen obligación de contribuir a los gastos domésticos.
Responsabilidad por las deudas frente a terceros: son solidariamente responsables por las
deudas que uno de ellos hubiera contraído con terceros. (521)
Protección de la vivienda familiar. Si la unión convivencial ha sido inscripta, ninguno de los
convivientes puede, sin el asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre la vivienda
familiar, ni de los muebles indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de la vivienda. El
juez puede autorizar la disposición del bien si es prescindible y el interés familiar no resulta
comprometido.
Si no media esa autorización, el que no ha dado su asentimiento puede demandar la
nulidad del acto dentro del plazo de caducidad de seis meses de haberlo conocido, y
siempre que continuase la convivencia.
La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la inscripción
de la unión convivencial, excepto que hayan sido contraídas por ambos convivientes o por
uno de ellos con el asentimiento del otro.
Cese de la convivencia.
Causas del cese de la unión convivencial: (523)
a) por la muerte de uno de los convivientes;
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b) por la sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento de uno de los
convivientes;
c) por matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus miembros;
d) por el matrimonio de los convivientes;
e) por mutuo acuerdo;
f) por voluntad unilateral de alguno de los convivientes notificada fehacientemente al otro;
g) por el cese de la convivencia mantenida. La interrupción de la convivencia no implica su
cese si obedece a motivos laborales u otros similares, siempre que permanezca la voluntad
de vida en común.
Compensación económica. Cesada la convivencia, el conviviente que sufre un desequilibrio
manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación económica con causa
adecuada en la convivencia y su ruptura, tiene derecho a una compensación. Esta puede
consistir en una prestación única o en una renta por un tiempo determinado que no puede
ser mayor a la duración de la unión convivencial.
Puede pagarse con dinero, con el usufructo de determinados bienes o de cualquier otro
modo que acuerden las partes o en su defecto decida el juez. (524)
Fijación judicial: . Caducidad. El juez determina la procedencia y el monto de la
compensación económica sobre la base de diversas circunstancias, entre otras:
a) el estado patrimonial de cada uno de los convivientes al inicio y a la finalización de la
unión;
b) la dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a la crianza y educación de los
hijos y la que debe prestar con posterioridad al cese;
c) la edad y el estado de salud de los convivientes y de los hijos;
d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del conviviente que
solicita la compensación económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o profesionales del
otro conviviente;
f) la atribución de la vivienda familiar.
La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de haberse
producido cualquiera de las causas de finalización de la convivencia enumeradas en el
artículo 523.
Atribución del uso de la vivienda familiar. El uso del inmueble que fue sede de la unión
convivencial puede ser atribuido a uno de los convivientes en los siguientes supuestos:
a) si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores de edad, con capacidad restringida, o con
discapacidad;
b) si acredita la extrema necesidad de una vivienda y la imposibilidad de procurársela en
forma inmediata.
El juez debe fijar el plazo de la atribución, el que no puede exceder de dos años a contarse
desde el momento en que se produjo el cese de la convivencia, conforme a lo dispuesto en
el artículo 523.
A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una renta compensatoria por el
uso del inmueble a favor del conviviente a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble
no sea enajenado durante el plazo previsto sin el acuerdo expreso de ambos; que el
inmueble en condominio de los convivientes no sea partido ni liquidado. La decisión
produce efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral.
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Si se trata de un inmueble alquilado, el conviviente no locatario tiene derecho a continuar
en la locación hasta el vencimiento del contrato, manteniéndose él obligado al pago y las
garantías que primitivamente se constituyeron en el contrato.
El derecho de atribución cesa en los mismos supuestos previstos en el artículo 445.
Atribución de la vivienda en caso de muerte de uno de los convivientes. El conviviente
supérstite que carece de vivienda propia habitable o de bienes suficientes que aseguren el
acceso a ésta, puede invocar el derecho real de habitación gratuito por un plazo máximo de
dos años sobre el inmueble de propiedad del causante que constituyó el último hogar
familiar y que a la apertura de la sucesión no se encontraba en condominio con otras
personas.
Este derecho es inoponible a los acreedores del causante.
Se extingue si el conviviente supérstite constituye una nueva unión convivencial, contrae
matrimonio, o adquiere una vivienda propia habitable o bienes suficientes para acceder a
ésta.
Distribución de los bienes. (528) A falta de pacto, los bienes adquiridos durante la
convivencia se mantienen en el patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio de la aplicación
de los principios generales relativos al enriquecimiento sin causa, la interposición de
personas y otros que puedan corresponder.
Sub- Eje temático 2: REGIMEN PATRIMONIAL-MATRIMONIAL ARGENTINO
Definicion: Es el sistema jurídico encargado de regir las relaciones patrimoniales entre los
conyugues y de estos con terceros.
Caracterización: Nuestro régimen es: legal; esta establecido por la ley. Imperativo; se trata
de normas de orden publico y en consecuencia no pueden ser modificadas por volunta de
los conyuges, con la excepción de la modificación de régimen.
Los conyuges tienen la posibilidad de elección entre un régimen de comunidad y un
régimen de separación de bienes.
Comunidad: se caracteriza por la existencia de una masa de bienes que corresponde a
ambos cónyuges, y que se partirá por mitades al disolverse. Se excluyen los bienes propios.
Separacion: Cada conyugue conserva la independencia de su matrimonio.
Caracterización: según Krasnow (2014), son:
>Convencional no pleno: ya que permite que la pareja antes o en el acto de celebración del
matrimonio opte por cualquiera de las dos regímenes que ofrece el sistema: comunidad de
ganancias o separación de bienes. Ante la falta de opción, funcionará por vía supletoria la
comunidad de ganancias.
>Mutable: durante la vigencia del matrimonio, los cónyuges pueden cambiar de régimen la
cantidad de veces que lo consideren necesario, con la única limitación que permanezcan en
el mismo régimen al menos un año.
>Limitación a la autonomía de la voluntad: si bien los cónyuges tienen autonomía de la
voluntad para la elección del régimen antes o durante la celebración del matrimonio e
incluso la facultad de modificar de régimen durante la vigencia del matrimonio, la ley
impone un régimen primario que es aplicable a ambos regímenes
·Capitulaciones matrimoniales: son el acuerdo celebrado entre los futuros consortes con el
fin de determinar el régimen matrimonial al q van a someterse. Convenciones permitidas:
designación de bienes, enunciación de deudas, donaciones q se hagan entre ellos y la
opción del régimen q elijan. Cualquier otro objeto es de ningún valor.
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Régimen Primario:
Definición: art 454
Es un régimen inderogable con obligaciones y deberes de cumplimiento obligatorio
independientemente del sistema por el cual opten los futuros contrayentes. - (implica una
serie de normas que se imponen sobre la voluntad de los esposos)
Excepto que se disponga otra cosa en las normas referentes a un régimen específico.
Deber de contribución:
ARTICULO 455.- Los cónyuges deben contribuir a su propio sostenimiento, el del hogar y el
de los hijos comunes, en proporción a sus recursos. Esta obligación se extiende a las
necesidades de los hijos menores de edad, con capacidad restringida, o con discapacidad de
uno de los cónyuges que conviven con ellos.
El cónyuge que no da cumplimiento a esta obligación puede ser demandado judicialmente
por el otro para que lo haga, debiéndose considerar que el trabajo en el hogar es
computable como contribución a las cargas.
-Se protege el grupo familiar. Sujeto beneficiario: hijo menor de edad. Cualquier cónyuge
está legitimado p entablar acción judicial.
Asentimiento Conyugal: Significa la conformidad de un tercero q no es parte
ARTICULO 456.- Actos que requieren asentimiento. Ninguno de los cónyuges puede, sin el
asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, ni de los muebles
indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de ella. El que no ha dado su asentimiento
puede demandar la nulidad del acto o la restitución de los muebles dentro del plazo de
caducidad de seis meses de haberlo conocido, pero no más allá de seis meses de la
extinción del régimen matrimonial.
La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la
celebración del matrimonio, excepto que lo hayan sido por ambos cónyuges conjuntamente
o por uno de ellos con el asentimiento del otro.
ARTICULO 457.- Requisitos del asentimiento. El asentimiento debe versar sobre el acto en sí
y sus elementos constitutivos.
Responsabilidad solidaria por deudas.
Autorización judicial: cuando uno de los cónyuges no puede o no quiere prestar el
asentimiento, ya sea por estar ausente, por ser persona incapaz, por estar transitoriamente
impedido de expresar su voluntad, o si su negativa no está justificada por el interés de la
familia (art.458), el Código prevé que el cónyuge que desee realizar el acto jurídico pueda
solicitar la autorización judicial. art. 458: “el acto otorgado con autorización judicial es
oponible al cónyuge sin cuyo asentimiento se lo otorgó, pero de él no deriva ninguna
obligación personal a su cargo”.
Mandato entre cónyuges: Art. 459 que: Uno de los cónyuges puede dar poder al otro para
representarlo en el ejercicio de las facultades que el régimen matrimonial le atribuye, pero
no para darse a sí mismo el asentimiento.
ARTICULO 461.- Responsabilidad solidaria. Los cónyuges responden solidariamente por las
obligaciones contraídas por uno de ellos para solventar las necesidades ordinarias del hogar
o el sostenimiento y la educación de los hijos.
Fuera de esos casos, y excepto disposición en contrario del régimen matrimonial, ninguno
de los cónyuges responde por las obligaciones del otro.
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REGIMEN DE COMUNIDAD
Carácter supletorio ARTICULO 463.- A falta de opción hecha en la convención matrimonial,
los cónyuges quedan sometidos desde la celebración del matrimonio al régimen de
comunidad de ganancias reglamentado en este Capítulo. No puede estipularse que la
comunidad comience antes o después, excepto el caso de cambio de régimen matrimonial
previsto en:
ARTICULO 449.- Modificación de régimen. Después de la celebración del matrimonio, el
régimen patrimonial puede modificarse por convención de los cónyuges. Esta convención
puede ser otorgada después de un año de aplicación del régimen patrimonial, convencional
o legal, mediante escritura pública. Para que el cambio de régimen produzca efectos
respecto de terceros, debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio. Los
acreedores anteriores al cambio de régimen que sufran perjuicios por tal motivo pueden
hacerlo declarar inoponible a ellos en el término de un año a contar desde que lo
conocieron.
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incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación;
h)Los adquiridos en virtud de un acto anterior a la comunidad viciado de nulidad relativa,
confirmado durante ella;
i)los originariamente propios que vuelven al patrimonio del cónyuge por nulidad,
resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
5)Los adquiridos por accession
j)los incorporados por accesión a las cosas propias, sin perjuicio de la recompensa debida a
la comunidad por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con dinero de ella;
6)los adquiridos por un supuesto especial de accession
k)las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era propietario
de una parte indivisa de un bien al comenzar la comunidad, o que la adquirió durante ésta
en calidad de propia, así como los valores nuevos y otros acrecimientos de los valores
mobiliarios propios, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad en caso de
haberse invertido bienes de ésta para la adquisición;
l)la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes del comienzo de la
comunidad, si el usufructo se extingue durante ella, así como la de los bienes gravados con
otros derechos reales que se extinguen durante la comunidad, sin perjuicio del derecho a
recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se emplean bienes
gananciales;
7)los bienes propios por su naturaleza.
m)las ropas y los objetos de uso personal de uno de los cónyuges, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si son de gran valor y se adquirieron con bienes de ésta;
y los necesarios para el ejercicio de su trabajo o profesión, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad si fueron adquiridos con bienes gananciales;
n)las indemnizaciones por consecuencias no patrimoniales y por daño físico causado a la
persona del cónyuge, excepto la del lucro cesante correspondiente a ingresos que habrían
sido gananciales;
ñ)el derecho a jubilación o pensión, y el derecho a alimentos, sin perjuicio del carácter
ganancial de las cuotas devengadas durante la comunidad y, en general, todos los derechos
inherentes a la persona;
8)la situación especial de la propiedad intelectual e industrial.
o)la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha sido publicada o
interpretada por primera vez, la obra artística ha sido concluida, o el invento, la marca o
el diseño industrial han sido patentados o registrados antes del comienzo de la
comunidad. El derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autor.
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c)los frutos naturales, industriales o civiles de los bienes propios y gananciales, devengados
durante la comunidad;
d)los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o industria de uno u otro cónyuge,
devengados durante la comunidad;
e)lo devengado durante la comunidad como consecuencia del derecho de usufructo de
carácter propio;
f)los bienes adquiridos después de la extinción de la comunidad por permuta con otro bien
ganancial, mediante la inversión de dinero ganancial, o la reinversión del producto de la
venta de bienes gananciales, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge si hay un
saldo soportado por su patrimonio propio. Sin embargo, si el saldo es superior al valor del
aporte ganancial, el nuevo bien es propio, sin perjuicio de la recompensa debida a la
comunidad;
g)los créditos o indemnizaciones que subrogan a otro bien ganancial;
h)los productos de los bienes gananciales, y los de las canteras y minas propias, extraídos
durante la comunidad;
i)las crías de los ganados gananciales que reemplazan en el plantel a los animales que faltan
por cualquier causa y las crías de los ganados propios que excedan el plantel original;
j)los adquiridos después de la extinción de la comunidad, si el derecho de incorporarlos al
patrimonio había sido adquirido a título oneroso durante ella;
k)los adquiridos por título oneroso durante la comunidad en virtud de un acto viciado de
nulidad relativa, confirmado después de la disolución de aquélla;
l)los originariamente gananciales que vuelven al patrimonio ganancial del cónyuge por
nulidad, resolución, rescisión o revocación de un acto.
m)los incorporados por accesión a las cosas gananciales, sin perjuicio de la recompensa
debida al cónyuge por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con sus bienes
propios;
n)las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era propietario
de una parte indivisa de carácter ganancial de un bien al extinguirse la comunidad, sin
perjuicio de la recompensa debida al cónyuge en caso de haberse invertido bienes propios
de éste para la adquisición;
ñ) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió a título oneroso durante
la comunidad, si el usufructo se consolida después de su extinción, así como la de los bienes
gravados con derechos reales que se extinguen después de aquélla, sin perjuicio del
derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se emplean
bienes propios.
No son gananciales las indemnizaciones percibidas por la muerte del otro cónyuge, incluso
las provenientes de un contrato de seguro, sin perjuicio, en este caso, de la recompensa
debida a la comunidad por las primas pagadas con dinero de ésta.
ARTICULO 466.- Prueba del carácter propio o ganancial. Se presume, excepto prueba en
contrario, que son gananciales todos los bienes existentes al momento de la extinción de la
comunidad. Respecto de terceros, no es suficiente prueba del carácter propio la confesión
de los cónyuges.
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Gestión de los bienes de la comunidad: es una gestión separada con tendencia a la
conjunta.
ARTICULO 469.- Bienes propios. Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y
disposición de sus bienes propios, excepto lo dispuesto en el artículo 456. (actos q
requieren asentimiento)
ARTICULO 470.- Bienes gananciales. La administración y disposición de los bienes
gananciales corresponde al cónyuge que los ha adquirido. Sin embargo, es necesario el
asentimiento del otro para enajenar o gravar:
a)los bienes registrables;
b)las acciones nominativas no endosables y las no cartulares, con excepción de las
autorizadas para la oferta pública.
c)las participaciones en sociedades no exceptuadas en el inciso anterior;
d)los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.
También requieren asentimiento las promesas de los actos comprendidos en los incisos
anteriores.
Al asentimiento y a su omisión se aplican las normas de los artículos 456 a 459.
ARTICULO 471.- Bienes adquiridos conjuntamente. La administración y disposición de los
bienes adquiridos conjuntamente por los cónyuges corresponde en conjunto a ambos,
cualquiera que sea la importancia de la parte correspondiente a cada uno.
ARTICULO 472.- Ausencia de prueba. Se reputa que pertenecen a los dos cónyuges por
mitades indivisas los bienes respecto de los cuales ninguno de ellos puede justificar la
propiedad exclusiva.
ARTICULO 473.- Fraude. Son inoponibles al otro cónyuge los actos otorgados por uno de
ellos dentro de los límites de sus facultades pero con el propósito de defraudarlo.
ARTICULO 474.- Administración sin mandato expreso. Si uno de los cónyuges administra los
bienes del otro sin mandato expreso, se aplican las normas del mandato o de la gestión de
negocios, según sea el caso.
Gestión de Bienes
.En el régimen de separación de bienes, cada uno de los cónyuges conserva la libre
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administración y disposición de sus bienes personales, excepto lo dispuesto en el artículo
456 asentimiento conyugal. (505)
Es decir, uno de los cónyuges no puede disponer de los derechos sobre la vivienda familiar,
ni de los muebles indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de ella sin el asentimiento
de su cónyuge.
>deudas, el art. 505 establece que “cada uno de ellos responde por las deudas por él
contraídas, excepcion del art 461 “los cónyuges responden solidariamente por las
obligaciones contraídas por uno de ellos para solventar las necesidades ordinarias del hogar
o el sostenimiento y la educación de los hijos”.
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acompañada de una propuesta que regule los efectos derivados de éste; la omisión de la
propuesta impide dar trámite a la petición. (convenio regulador)
Si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el otro puede ofrecer una
propuesta reguladora distinta.
Al momento de formular las propuestas, las partes deben acompañar los elementos en que
se fundan; el juez puede ordenar, de oficio o a petición de las partes, que se incorporen
otros que se estiman pertinentes. Las propuestas deben ser evaluadas por el juez, debiendo
convocar a los cónyuges a una audiencia.
En ningún caso el desacuerdo en el convenio suspende el dictado de la sentencia de
divorcio.
Si existe desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador perjudica de
modo manifiesto los intereses de los integrantes del grupo familiar, las cuestiones
pendientes deben ser resueltas por el juez de conformidad con el procedimiento previsto
en la ley local.
Efectos
La disolución del matrimonio en vida de los esposos, a través del divorcio
vincular, trae aparejado ciertos efectos:
1-El divorcio disuelve el vínculo matrimonial.
2-Como principio general, cesa el deber de alimentos entre los ex cónyuges. La prestación
alimentaria luego del divorcio es excepcional en los casos establecidos por el Código Civil y
Comercial o por convención entre las partes.
3-Atribución del uso de la vivienda.
4-Apellido: La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede usar
el apellido del otro cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a
conservarlo.
5-Cese del régimen patrimonial matrimonial, ya sea el de comunidad o el de separación de
bienes.
6-Cesa la vocación hereditaria.
7-Surge la necesidad de regular ciertas cuestiones si hubiere hijos menores de edad, como
el ejercicio de la responsabilidad parental, en especial, la prestación alimentaria.
8-Cesa el beneficio de competencia.
9-Cesa la suspensión de la prescripción entre los ex cónyuges.
ARTICULO 439.- Convenio regulador. Contenido. El convenio regulador debe contener las
cuestiones relativas a la atribución de la vivienda, la distribución de los bienes, y las
eventuales compensaciones económicas entre los cónyuges; al ejercicio de la
responsabilidad parental, en especial, la prestación alimentaria;
ARTICULO 440.- Eficacia y modificación del convenio regulador. El juez puede exigir que el
obligado otorgue garantías reales o personales como requisito para la aprobación del
convenio.
El convenio homologado o la decisión judicial pueden ser revisados si la situación se ha
modificado sustancialmente.
ARTICULO 434.- Alimentos posteriores al divorcio. Las prestaciones alimentarias pueden
ser fijadas aun después del divorcio:
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a) a favor de quien padece una enfermedad grave preexistente al divorcio que le impide
autosustentarse. Si el alimentante fallece, la obligación se transmite a sus herederos;
b) a favor de quien no tiene recursos propios suficientes ni posibilidad razonable de
procurárselos. Se tienen en cuenta los incisos b), c) y e) del artículo 433. La obligación no
puede tener una duración superior al número de años que duró el matrimonio y no
procede a favor del que recibe la compensación económica del artículo 441.
En los dos supuestos previstos en este artículo, la obligación cesa si: desaparece la causa
que la motivó, o si la persona beneficiada contrae matrimonio o vive en unión convivencial,
o cuando el alimentado incurre en alguna de las causales de indignidad.
Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos, rigen las pautas convenidas.
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da cuenta de la existencia de este tipo de nulidad. La nulidad absoluta es aquella que se
produce por un objeto o causa ilícita o por la omisión de algún requisito o formalidad que
las leyes prescriben para contraer matrimonio en consideración a la naturaleza de esta
figura jurídica.
Clasificación y causales
ARTICULO 424.- Nulidad absoluta. Legitimados. Es de nulidad absoluta el matrimonio
celebrado con alguno de los impedimentos establecidos en los incisos a), b), c), d) y e) del
artículo 403.
La nulidad puede ser demandada por cualquiera de los cónyuges y por los que podían
oponerse a la celebración del matrimonio.
ARTÍCULO 403.- Impedimentos matrimoniales. Son impedimentos dirimentes para contraer
matrimonio:
-el parentesco en línea recta en todos los grados, cualquiera que sea el origen del vínculo;
-el parentesco entre hermanos bilaterales y unilaterales, cualquiera que sea el origen del
vínculo;
-la afinidad en línea recta en todos los grados;
-el matrimonio anterior, mientras subsista;
-haber sido condenado como autor, cómplice o instigador del homicidio doloso de uno de los
cónyuges;
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error, dolo o violencia. La nulidad no puede ser solicitada si se ha continuado la
cohabitación por más de treinta días después de haber conocido el error o de haber cesado
la violencia. El plazo para interponer la demanda es de un año desde que cesa la
cohabitación.
art. 403
f) tener menos de dieciocho años;
g) la falta permanente o transitoria de salud mental que le impide tener discernimiento para
el acto matrimonial.
Efectos de la nulidad.
Principios generals: La anulación del matrimonio por sentencia judicial priva de sus efectos
al título de estado de familia que derivaba del acto anulado, desplazando a los contrayentes
del estado de casados. Su estado de familia vuelve a ser el anterior a la celebración del
acto.
Efectos de la nulidad según la buena y mala fe de los conyuges
ARTICULO 426.- Nulidad matrimonial y terceros. La nulidad del matrimonio y la buena o
mala fe de los cónyuges no perjudica los derechos adquiridos por terceros que de buena fe
hayan contratado con los cónyuges.
ARTICULO 427.- Buena fe en la celebración del matrimonio. La buena fe consiste en la
ignorancia o error de hecho excusables y contemporáneos a la celebración del matrimonio
sobre el impedimento o la circunstancia que causa la nulidad, o en haberlo contraído bajo
la violencia del otro contrayente o de un tercero.
ARTICULO 428.- Efectos de la buena fe de ambos cónyuges. Si el matrimonio anulado ha
sido contraído de buena fe por ambos cónyuges produce todos los efectos del matrimonio
válido hasta el día en que se declare su nulidad.
La sentencia firme disuelve el régimen matrimonial convencional o legal supletorio.
Si la nulidad produce un desequilibrio económico de uno ellos en relación con la posición
del otro, se aplican los artículos 441 y 442; el plazo se computa a partir de la sentencia que
declara la nulidad.
ARTICULO 429.- Efectos de la buena fe de uno de los cónyuges. Si uno solo de los cónyuges
es de buena fe, el matrimonio produce todos los efectos del matrimonio válido, pero sólo
respecto al cónyuge de buena fe y hasta el día de la sentencia que declare la nulidad.
La nulidad otorga al cónyuge de buena fe derecho a:
-solicitar compensaciones económicas. el plazo se computa a partir de la sentencia que
declara la nulidad;
-revocar las donaciones realizadas al cónyuge de mala fe;
-demandar por indemnización de daños y perjuicios al cónyuge de mala fe y a los terceros
que hayan provocado el error, incurrido en dolo, o ejercido la violencia.
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Si los cónyuges hubieran estado sometidos al régimen de comunidad, el de buena fe puede
optar:
i) por considerar que el matrimonio ha estado regido por el régimen de separación de bienes
ii)por liquidar los bienes mediante la aplicación de las normas del régimen de comunidad;
iii) por exigir la demostración de los aportes de cada cónyuge a efectos de dividir los bienes
en proporción a ellos como si se tratase de una sociedad no constituida regularmente.
Mala fe: consiste en el conocimiento q hubiera tenido o debido tener al día de la
celebración del matrimonio del impedimento o circunstancia q causara la nulidad.
ARTICULO 430.- Efectos de la mala fe de ambos cónyuges. El matrimonio anulado contraído
de mala fe por ambos cónyuges no produce efecto alguno.
Las convenciones matrimoniales quedan sin efecto, sin perjuicio de los derechos de
terceros.
Los bienes adquiridos hasta la nulidad se distribuyen, si se acreditan los aportes, como si
fuese una sociedad no constituida regularmente.
La sentencia tendrá efectos retroactivos respecto del conyuge que obro de mala fe.
Sub-eje temático 4: FILIACION Y RESPONSABILIDAD PARENTAL
La filiación es el vínculo jurídico, determinado por la procreación entre los progenitores y
sus hijos. vínculo jurídico que une a una persona con sus progenitores .
ARTICULO 558.- Fuentes de la filiación. Igualdad de efectos. La filiación puede tener lugar
por naturaleza, mediante técnicas de reproducción humana asistida, o por adopción.
La filiación por adopción plena, por naturaleza o por técnicas de reproducción humana
asistida, matrimonial y extramatrimonial, surten los mismos efectos, conforme a las
disposiciones de este Código.
Ninguna persona puede tener más de dos vínculos filiales, cualquiera sea la naturaleza de la
filiación
Filiación por naturaleza o biológica: tiene su origen en la unión sexual de un hombre y una
mujer.
Determinación de la maternidad: importa quién es la madre de una persona.
ARTICULO 565.- Principio general. En la filiación por naturaleza, la maternidad se establece
con la prueba del nacimiento y la identidad del nacido.
La inscripción debe realizarse a petición de quien presenta un certificado del médico,
obstétrica o agente de salud si corresponde, que atendió el parto de la mujer a quien se
atribuye la maternidad del nacido. Esta inscripción debe ser notificada a la madre, excepto
que sea ella quien la solicita o que quien denuncia el nacimiento sea su cónyuge.
Si se carece del certificado mencionado en el párrafo anterior, la inscripción de la
maternidad por naturaleza debe realizarse conforme a las disposiciones contenidas en los
ordenamientos relativos al Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.
Determinación de la filiación matrimonial
ARTICULO 566.- Presunción de filiación. Excepto prueba en contrario, se presumen hijos
del o la cónyuge los nacidos después de la celebración del matrimonio y hasta los
trescientos días posteriores a la interposición de la demanda de divorcio o nulidad del
matrimonio, de la separación de hecho o de la muerte.
La presunción no rige en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida si el o
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la cónyuge no prestó el correspondiente consentimiento previo, informado y libre según lo
dispuesto en el Capítulo 2 de este Titulo.
ARTICULO 567.- Situación especial en la separación de hecho. Aunque falte la presunción
de filiación en razón de la separación de hecho de los cónyuges, el nacido debe ser inscripto
como hijo de éstos si concurre el consentimiento de ambos, haya nacido el hijo por
naturaleza o mediante el uso de técnicas de reproducción humana asistida. En este último
caso, y con independencia de quién aportó los gametos, se debe haber cumplido además
con el consentimiento previo, informado y libre y demás requisitos dispuestos en la ley
especial.
ARTICULO 568.- Matrimonios sucesivos. Si median matrimonios sucesivos de la mujer que
da a luz, se presume que el hijo nacido dentro de los trescientos días de la disolución o
anulación del primero y dentro de los ciento ochenta días de la celebración del segundo,
tiene vínculo filial con el primer cónyuge; y que el nacido dentro de los trescientos días de
la disolución o anulación del primero y después de los ciento ochenta días de la celebración
del segundo tiene vínculo filial con el segundo cónyuge.
Estas presunciones admiten prueba en contrario.
ARTICULO 569.- Formas de determinación. La filiación matrimonial queda determinada
legalmente y se prueba:
-por la inscripción del nacimiento en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas
y por la prueba del matrimonio, de conformidad con las disposiciones legales respectivas;
-por sentencia firme en juicio de filiación;
-en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida, por el consentimiento
previo, informado y libre debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y Capacidad
de las Personas.
Determinación de la filiación extramatrimonial
ARTICULO 570.- Principio general. La filiación extramatrimonial queda determinada por el
reconocimiento, por el consentimiento previo, informado y libre al uso de las técnicas de
reproducción humana asistida, o por la sentencia en juicio de filiación que la declare tal.
ARTICULO 571.- Formas del reconocimiento. La paternidad por reconocimiento del hijo
resulta:
-de la declaración formulada ante el oficial del Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas en oportunidad de inscribirse el nacimiento o posteriormente;
-de la declaración realizada en instrumento público o privado debidamente reconocido;
-de las disposiciones contenidas en actos de última voluntad, aunque el reconocimiento se
efectúe en forma incidental.
ARTICULO 572.- Notificación del reconocimiento. El Registro del Estado Civil y Capacidad
de las Personas debe notificar el reconocimiento a la madre y al hijo o su representante
legal.
ARTICULO 573.- Caracteres del reconocimiento. El reconocimiento es irrevocable, no
puede sujetarse a modalidades que alteren sus consecuencias legales, ni requiere
aceptación del hijo.
El reconocimiento del hijo ya fallecido no atribuye derechos en su sucesión a quien lo
formula, ni a los demás ascendientes de su rama, excepto que haya habido posesión de
estado de hijo.
ARTICULO 574.- Reconocimiento del hijo por nacer. Es posible el reconocimiento del hijo
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por nacer, quedando sujeto al nacimiento con vida.
ARTICULO 575.- Determinación en las técnicas de reproducción humana asistida. En los
supuestos de técnicas de reproducción humana asistida, la determinación de la filiación se
deriva del consentimiento previo, informado y libre, prestado de conformidad con lo
dispuesto en este Código y en la ley especial.
Cuando en el proceso reproductivo se utilicen gametos de terceros, no se genera vínculo
jurídico alguno con éstos, excepto a los fines de los impedimentos matrimoniales en los
mismos términos que la adopción plena.
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maternos, de conformidad con lo dispuesto en la ley especial. Cumplida esta etapa, las
actuaciones se remiten al Ministerio Público para promover acción judicial.
ARTICULO 584.- Posesión de estado. La posesión de estado debidamente acreditada en
juicio tiene el mismo valor que el reconocimiento, siempre que no sea desvirtuada por
prueba en contrario sobre el nexo genético.
ARTICULO 585.- Convivencia. La convivencia de la madre durante la época de la concepción
hace presumir el vínculo filial a favor de su conviviente, excepto oposición fundada.
ARTICULO 586.-. Alimentos provisorios. Durante el proceso de reclamación de la filiación o
incluso antes de su inicio, el juez puede fijar alimentos provisorios contra el presunto
progenitor, de conformidad a lo establecido en el Título VII del Libro Segundo.
ARTICULO 587.- Reparación del daño causado. El daño causado al hijo por la falta de
reconocimiento es reparable, reunidos los requisitos previstos en el Capítulo 1 del Título V
de Libro Tercero de este Código.
>Legitimación activa:
1)El hijo: es el primer interesado en establecer su filiación y puede reclamarla en todo
tiempo, mayor o menor de edad y no se fija plazo de caducidad.
2)Los herederos del hijo: comprende a herederos legítimos e instituidos por testamento.
Pueden invocarla:
-Si el hijo muere siendo menor de edad.
-Si el hijo muere siendo incapaz.
-Si el hijo muere antes de transcurrir un año desde que alcanzó la mayoría de edad o la
plena capacidad
Caducidad: la acción caduca de pleno derecho para los herederos solo en caso de que el
hijo fallezca siendo mayor de edad y capaz, que haya transcurrido un año de ella y si las
pruebas eran ya conocidas desde antes.
>Legitimación pasiva: Ambos padres, si uno ha muerto sus herederos. Prueba:
o a) al nacimiento del hijo de la madre contra la cual se reclama la filiación.
o b) el matrimonio de los progenitores contra los cuales se acciona.
o c) el nacimiento dentro del matrimonio de los progenitores.
o d) en caso de controvertirse la paternidad por vía de reconocimiento, las pruebas tenderán
a acreditar que el hijo lo es del padre contra el cual se reclama la filiación.
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ARTICULO 589.- Impugnación de la filiación presumida por la ley. El o la cónyuge de quien
da a luz puede impugnar el vínculo filial de los hijos nacidos durante el matrimonio o dentro
de los trescientos días siguientes a la interposición de la demanda de divorcio o nulidad, de
la separación de hecho o de la muerte, mediante la alegación de no poder ser el progenitor,
o que la filiación presumida por la ley no debe ser razonablemente mantenida de
conformidad con las pruebas que la contradicen o en el interés del niño. Para acreditar esa
circunstancia puede valerse de todo medio de prueba, pero no es suficiente la sola
declaración de quien dio a luz.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida
cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de
quienes hayan aportado los gametos.
ARTICULO 590.- Impugnación de la filiación presumida por ley. Legitimación y caducidad. La
acción de impugnación de la filiación del o la cónyuge de quien da a luz puede ser ejercida
por éste o ésta, por el hijo, por la madre y por cualquier tercero que invoque un interés
legítimo.
El hijo puede iniciar la acción en cualquier tiempo. Para los demás legitimados, la acción
caduca si transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que se tuvo
conocimiento de que el niño podría no ser hijo de quien la ley lo presume.
En caso de fallecimiento del legitimado activo, sus herederos pueden impugnar la filiación si
el deceso se produjo antes de transcurrir el término de caducidad establecido en este
artículo. En este caso, la acción caduca para ellos una vez cumplido el plazo que comenzó a
correr en vida del legitimado.
ARTICULO 591.- Acción de negación de filiación presumida por la ley. El o la cónyuge de la
mujer que da a luz puede negar judicialmente el vínculo filial del hijo nacido dentro de los
ciento ochenta días siguientes a la celebración del matrimonio. La acción caduca si
transcurre un año desde la inscripción del nacimiento o desde que se tuvo conocimiento de
que el niño podría no ser hijo de quien la ley lo presume.
Si se prueba que el o la cónyuge tenía conocimiento del embarazo de su mujer al tiempo de
la celebración del matrimonio o hubo posesión de estado de hijo, la negación debe ser
desestimada. Queda a salvo, en todo caso, la acción de impugnación de la filiación que
autorizan los artículos anteriores.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida
cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de
quienes hayan aportado los gametos.
ARTICULO 592.- Impugnación preventiva de la filiación presumida por la ley. Aun antes del
nacimiento del hijo, el o la cónyuge pueden impugnar preventivamente la filiación de la
persona por nacer.
Esta acción puede ser ejercida, además, por la madre y por cualquier tercero que invoque
un interés legítimo.
La inscripción del nacimiento posterior no hace presumir la filiación del cónyuge de quien
da a luz si la acción es acogida.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida
cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de
quienes hayan aportado los gametos.
ARTICULO 593.- Impugnación del reconocimiento. El reconocimiento de los hijos nacidos
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fuera del matrimonio puede ser impugnado por los propios hijos o por los terceros que
invoquen un interés legítimo. El hijo puede impugnar el reconocimiento en cualquier
tiempo. Los demás interesados pueden ejercer la acción dentro de un año de haber
conocido el acto de reconocimiento o desde que se tuvo conocimiento de que el niño
podría no ser el hijo.
Esta disposición no se aplica en los supuestos de técnicas de reproducción humana asistida
cuando haya mediado consentimiento previo, informado y libre, con independencia de
quienes hayan aportado los gametos.
Derecho a la información: art. 563 cc: “la información relativa a que la persona ha nacido
por el uso de técnicas de reproducción humana asistida con gametos de un tercero debe
constar en el correspondiente legajo base para la inscripción del nacimiento”.
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ADOPCION
ARTICULO 594.- Concepto. La adopción es una institución jurídica que tiene por objeto
proteger el derecho de niños, niñas y adolescentes a vivir y desarrollarse en una familia que
le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y materiales,
cuando éstos no le pueden ser proporcionados por su familia de origen.
La adopción se otorga solo por sentencia judicial y emplaza al adoptado en el estado de
hijo.
Principios: interes superior del niño, respeto por derecho a la identidad, etc..
Requisitos en el adoptante
ARTICULO 599.- Personas que pueden ser adoptantes. El niño, niña o adolescente puede ser
adoptado por un matrimonio, por ambos integrantes de una unión convivencia o por una
única persona.
En los de convivencia o matrimonio solo pueden adoptar si lo hacen conjuntamente, y
excepcionalmente puede ser unipersonal si:
-el cónyuge o conviviente ha sido declarado persona incapaz o de capacidad restringida, y la
sentencia le impide prestar consentimiento válido para este acto. En este caso debe oírse al
Ministerio Público y al curador o apoyo y, si es el pretenso adoptante, se debe designar un
curador o apoyo ad litem;
-los cónyuges están separados de hecho;
Todo adoptante debe ser por lo menos dieciséis años mayor que el adoptado, excepto
cuando el cónyuge o conviviente adopta al hijo del otro cónyuge o conviviente.
En caso de muerte del o de los adoptantes u otra causa de extinción de la adopción, se
puede otorgar una nueva adopción sobre la persona menor de edad.
ARTICULO 600.- Plazo de residencia en el país e inscripción. Puede adoptar la persona que:
-resida permanentemente en el país por un período mínimo de cinco años anterior a la
petición de la guarda con fines de adopción; este plazo no se exige a las personas de
nacionalidad argentina o naturalizadas en el país;
-se encuentre inscripta en el registro de adoptantes.
ARTICULO 601.- Restricciones. No puede adoptar:
-quien no haya cumplido veinticinco años de edad, excepto que su cónyuge o conviviente
que adopta conjuntamente cumpla con este requisito;
-el ascendiente a su descendiente;
-un hermano a su hermano o a su hermano unilateral.
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TIPOS DE ADOPCION
ARTICULO 619.- Enumeración. Este Código reconoce tres tipos de adopción: plena; simple;
de integración.
Adopción plena
ARTICULO 620.- Concepto. La adopción plena confiere al adoptado la condición de hijo y
extingue los vínculos jurídicos con la familia de origen, con la excepción de que subsisten
los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia adoptiva los mismos
derechos y obligaciones de todo hijo.
Caracteres
ARTICULO 624.- Irrevocabilidad. Otros efectos. La adopción plena es irrevocable. Aun que
actualmente se permite: La acción de filiación del adoptado contra sus progenitores o el
reconocimiento son admisibles sólo a los efectos de posibilitar los derechos alimentarios y
sucesorios del adoptado, sin alterar los otros efectos de la adopción.
ARTICULO 625.- Pautas para el otorgamiento de la adopción plena. La adopción plena se
debe otorgar, preferentemente, cuando se trate de niños, niñas o adolescentes huérfanos
de padre y madre que no tengan filiación establecida.
También puede otorgarse la adopción plena en los siguientes supuestos:
a)cuando se haya declarado al niño, niña o adolescente en situación de adoptabilidad;
b)cuando sean hijos de padres privados de la responsabilidad parental;
c)cuando los progenitores hayan manifestado ante el juez su decisión libre e informada de
dar a su hijo en adopción.
ARTICULO 626.- Apellido. El apellido del hijo por adopción plena se rige por las siguientes
reglas:
a) si se trata de una adopción unipersonal, el hijo adoptivo lleva el apellido del adoptante; si
el adoptante tiene doble apellido, puede solicitar que éste sea mantenido;
b) si se trata de una adopción conjunta, se aplican las reglas generales relativas al apellido de
los hijos matrimoniales;
c) excepcionalmente, y fundado en el derecho a la identidad del adoptado, a petición de
parte interesada, se puede solicitar agregar o anteponer el apellido de origen al apellido
del adoptante o al de uno de ellos si la adopción es conjunta;
d) en todos los casos, si el adoptado cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, el
juez debe valorar especialmente su opinión.
Adopción Simple
La adopción simple confiere el estado de hijo al adoptado, pero no crea vínculos jurídicos
con los parientes ni con el cónyuge del adoptante, excepto lo dispuesto en este Código.
Caracteres
ARTICULO 627.- Efectos. La adopción simple produce los siguientes efectos:
a) como regla, los derechos y deberes que resultan del vínculo de origen no quedan
extinguidos por la adopción; sin embargo, la titularidad y el ejercicio de la responsabilidad
parental se transfieren a los adoptantes;
b) la familia de origen tiene derecho de comunicación con el adoptado, excepto que sea
contrario al interés superior del niño;
c) el adoptado conserva el derecho a reclamar alimentos a su familia de origen cuando los
adoptantes no puedan proveérselos;
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d) el adoptado que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente o los adoptantes,
pueden solicitar se mantenga el apellido de origen, sea adicionándole o anteponiéndole el
apellido del adoptante o uno de ellos; a falta de petición expresa, la adopción simple se
rige por las mismas reglas de la adopción plena;
e) el derecho sucesorio se rige por lo dispuesto en el Libro Quinto.
ARTICULO 628.- Acción de filiación o reconocimiento posterior a la adopción. Después de
acordada la adopción simple se admite el ejercicio por el adoptado de la acción de filiación
contra sus progenitores, y el reconocimiento del adoptado.
Ninguna de estas situaciones debe alterar los efectos de la adopción establecidos en el
artículo 627.
ARTICULO 629.- Revocación. La adopción simple es revocable:
a) por haber incurrido el adoptado o el adoptante en las causales de indignidad previstas en
este Código;
b) por petición justificada del adoptado mayor de edad;
c) por acuerdo de adoptante y adoptado mayor de edad manifestado judicialmente.
La revocación extingue la adopción desde que la sentencia queda firme y para el futuro.
Revocada la adopción, el adoptado pierde el apellido de adopción. Sin embargo, con
fundamento en el derecho a la identidad, puede ser autorizado por el juez a conservarlo.
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Nulidad de la adopcion
-Nulidades absolutas: la edad del adoptado; la diferencia de edad entre adoptante y
adoptado; la adopción que hubiese tenido un hecho ilícito como antecedente necesario,
incluido el abandono supuesto o aparente del menor proveniente de la omisión de un
delito del cual hubiera sido víctima el menor o sus padres; la adopción simultánea por más
de una persona, excepto que los adoptantes sean cónyuges o pareja conviviente; la
adopción de descendientes;etc.
-Nulidades relativas: la edad mínima del adoptante; vicios del consentimiento; el derecho
del niño, niña o adolescente a ser oído, a petición exclusiva del adoptado.
Inscripción: “La adopción, su revocación, conversión y nulidad deben inscribirse en el
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas”.
RESPONSABILIDAD PARENTAL
Es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los progenitores sobre la persona
y bienes del hijo, para su protección, desarrollo y formación integral mientras sea menor de
edad y no se haya emancipado. (638)
Titularidad y ejercicio
ARTICULO 641.- Ejercicio de la responsabilidad parental. El ejercicio de la responsabilidad
parental corresponde:
a)en caso de convivencia con ambos progenitores, a éstos. Se presume que los actos
realizados por uno cuentan con la conformidad del otro, con excepción de los supuestos
contemplados en el artículo 645, o que medie expresa oposición;
b)en caso de cese de la convivencia, divorcio o nulidad de matrimonio, a ambos
progenitores. Se presume que los actos realizados por uno cuentan con la conformidad del
otro, con las excepciones del inciso anterior. Por voluntad de los progenitores o por
decisión judicial, en interés del hijo, el ejercicio se puede atribuir a sólo uno de ellos, o
establecerse distintas modalidades;
c)en caso de muerte, ausencia con presunción de fallecimiento, privación de la
responsabilidad parental o suspensión del ejercicio de un progenitor, al otro;
d)en caso de hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial, al único progenitor;
e)en caso de hijo extramatrimonial con doble vínculo filial, si uno se estableció por
declaración judicial, al otro progenitor. En interés del hijo, los progenitores de común
acuerdo o el juez pueden decidir el ejercicio conjunto o establecer distintas modalidades.
-Caso de desacuerdo de los progenitores cualquiera puede recurri ante el juez p q resuelva.
la ley prevé el caso de que los desacuerdos se den en forma reiterada, o si concurriese
cualquier otra causa que entorpece gravemente el ejercicio de la responsabilidad parental,
el juez podrá atribuir el ejercicio de la responsabilidad parental total o parcialmente a uno
de los progenitores, o distribuir entre ellos sus funciones, por un plazo que no puede
exceder de dos años. Asimismo, el juez tiene facultades para ordenar medidas de
intervención interdisciplinaria y someter las discrepancias a mediación.
Delegación del ejercicio
El CCCn da la posibilidad de que el o los progenitores deleguen el ejercicio de la
responsabilidad parental (en virtud de que el interés superior del menor lo exija). Esta
figura deja de lado la indelegabilidad de lapatria potestad.
El art 643 establece que “en el interés del hijo y por razones suficientemente justificadas,
30
los progenitores pueden convenir que el ejercicio de la responsabilidad parental sea
otorgado a un pariente”. “El acuerdo con la persona que acepta la delegación debe ser
homologado judicialmente, debiendo oírse necesariamente al hijo”.
EL plazo máximo de duración de la delegación del ejercicio de la responsabilidad parental es
de un año, “pudiendo renovarse judicialmente por razones debidamente fundadas
Cuidado personal del hijo: clases y modalidades
ARTICULO 648.- Se denomina cuidado personal a los deberes y facultades de los
progenitores referidos a la vida cotidiana del hijo.
ARTICULO 649.- Clases. Cuando los progenitores no conviven, el cuidado personal del hijo
puede ser asumido por un progenitor o por ambos.
ARTICULO 650.- Modalidades del cuidado personal compartido:
Cuidado personal Compartido. puede ser:
>Alternado: En esta modalidad “el hijo pasa períodos de tiempo con cada uno de los
progenitores, según la organización y posibilidades de la familia”
>Indistinto: En esta modalidad “el hijo reside de manera principal en el domicilio de uno de
los progenitores, pero ambos comparten las decisiones y se distribuyen de modo equitativo
las labores atinentes a su cuidado”.
Como principio general, “el juez debe otorgar, como primera alternativa, el cuidado
compartido del hijo con la modalidad indistinta, excepto que no sea posible o resulte
perjudicial para el hijo”.
“En caso de que cuidado pernal sea atribuido a un solo progenitor, el otro tiene el derecho
y el deber de mantener una adecuada comunicación con el hijo”.
Cuidado personal unilateral. Deber de informar
La regla general es que el cuidado personal del hijo debe ser compartido e
indistinto. Sin embargo, si de manera excepcional el cuidado personal del menor
fuera unilateral: el juez debe ponderar
a)la prioridad del progenitor que facilita el derecho a mantener trato regular con el
otro;
b)la edad del hijo;
c)la opinión del hijo;
d)el mantenimiento de la situación existente y respeto del centro de vida del hijo.
El otro progenitor tiene el derecho y el deber de colaboración con el conviviente
ARTICULO 652.- Derecho y deber de comunicación. En el supuesto de cuidado atribuido a
uno de los progenitores, el otro tiene el derecho y el deber de fluida comunicación con el
hijo..
ARTICULO 654.- Deber de informar. Cada progenitor debe informar al otro sobre cuestiones
de educación, salud y otras relativas a la persona y bienes del hijo.
31
perjudiciales para el niño; también pueden intervenir cuando el progenitor omite realizar
las acciones necesarias para preservar su adecuado desarrollo.
El consentimiento del progenitor adolescente debe integrarse con el asentimiento de
cualquiera de sus propios progenitores si se trata de actos trascendentes para la vida del
niño, como la decisión libre e informada de su adopción, intervenciones quirúrgicas que
ponen en peligro su vida, u otros actos que pueden lesionar gravemente sus derechos. En
caso de conflicto, el juez debe decidir a través del procedimiento más breve previsto por la
ley local.
Plan de parentalidad
ARTICULO 655.- Plan de parentalidad. Los progenitores pueden presentar un plan de
parentalidad relativo al cuidado del hijo, que contenga:
a)lugar y tiempo en que el hijo permanece con cada progenitor;
b)responsabilidades que cada uno asume;
c)régimen de vacaciones, días festivos y otras fechas significativas para la familia;
d)régimen de relación y comunicación con el hijo cuando éste reside con el otro progenitor.
El plan de parentalidad propuesto puede ser modificado por los progenitores en función de
las necesidades del grupo familiar y del hijo en sus diferentes etapas.
32
Reclamo a ascendientes: Los alimentos a los ascendientes pueden ser reclamados en el
mismo proceso en que se demanda a los progenitores o en proceso diverso; además de lo
previsto en el título del parentesco, debe acreditarse verosímilmente las dificultades del
actor para percibir los alimentos del progenitor obligado.
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progenitores cuando ambos estén en ejercicio de la responsabilidad parental”.
Fin de la responsabilidad parental
Extinción de la titularidad: causas
a)muerte del progenitor o del hijo; b)profesión del progenitor en instituto monástico;
c)alcanzar el hijo la mayoría de edad;
d)emancipación. e)adopción del hijo por un tercero.
Tutela: aquella institución “destinada a brindar protección a la persona y bienes de un niño,
niña o adolescente que no ha alcanzado la plenitud de su capacidad civil cuando no haya
persona que ejerza la responsabilidad parental”.
Definición
La naturaleza del llamamiento a suceder determina distintas especies de sucesiones, ya
sea que el título creador de la vocación sucesoria reconozca su origen en las
disposiciones legales o bien en la voluntad del causante; conforme a ello, corresponde
distinguir la sucesión legítima o intestada de la testamentaria.
La sucesión intestada o ab intestato es aquella en que el llamamiento a la sucesión es
realizado por la ley, sin intervención de la voluntad del difunto manifestada en el
testamento.
La sucesión intestada presenta los siguientes caracteres:
1) Es una sucesión hereditaria: pues el sucesor es siempre un heredero. No comprende
los legados. Se trata de un sucesor universal que recibe el conjunto de bienes del
causante y responde por sus deudas. Cuando concurren varios herederos, reciben una
parte alícuota del patrimonio, con derecho a acrecer.
2) Se defiere por ministerio de la ley: el llamamiento a los herederos es realizado de
manera directa y exclusiva por la ley.
3) Es supletoria de la testamentaria: ya que si el causante en un testamento ha
dispuesto el destino de su patrimonio, no procede la sucesión intestada, pues prevalece
la voluntad del sujeto. El límite está dado por el respeto a las legítimas cuando tiene
legitimarios, de tal manera que si el difunto se ha excedido de la porción disponible al
distribuir sus bienes, aquellos tienen acciones para la protección de las legítimas.
4) Procede cuando por testamento sólo se ha dispuesto de una parte de los bienes, o
aquel resulta parcialmente ineficaz: en este caso, se abre la sucesión intestada con
relación al resto de bienes, es decir, a los que no estén alcanzados por el testamento.
Así, la sucesión será en parte intestada y en parte testamentaria. Esta solución es
receptada por el art. 2277, cuando regula la apertura de la sucesión, pues establece que:
“si el testamento dispone sólo parcialmente de los bienes, el resto de la herencia se
defiere por la ley…”.
Por último, el fundamento de la sucesión intestada radica, por un lado, en la presunta
voluntad del causante que responde al reconocimiento del orden natural de los afectos
y, por otro, a la protección de la familia.
Causas que la originan
Entre las causas que originan la sucesión intestada, podemos señalar las siguientes:
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a) Cuando el causante no ha testado. Este es el supuesto que se da con mayor
frecuencia. En nuestra sociedad, no es una práctica generalizada el otorgamiento de un
testamento.
b) Cuando el causante ha testado, pero el testamento es ineficaz, ya sea por nulidad,
caducidad o revocación.
Si el testamento es nulo ab initio, se considera que nunca ha existido y da lugar a la
sucesión intestada. La nulidad puede surgir ante la ocurrencia de alguno de los
supuestos del art. 2467 del Código Civil y Comercial.
Ahora bien, la nulidad puede afectar a algunas de las disposiciones testamentarias; en
tal caso, el resto de las disposiciones mantienen su validez.
Por su parte, la caducidad implica la ineficacia del testamento, que es válido de por sí,
atento a la carencia, luego de abrirse la sucesión, de algunos de los presupuestos
indispensables para que el testamento o alguna de sus disposiciones testamentarias
produzcan sus efectos (p. ej.: beneficiario no sobrevive al causante o es indigno, etc.). Si
la caducidad es total, se abre la sucesión intestada (siempre que no actúe el derecho de
representación); en cambio, si es parcial, puede dar lugar a la sucesión intestada si no
existe derecho de acrecer a favor de los beneficiarios no afectados.
Por último, la revocación que deja sin efecto un testamento puede producir la apertura
de la sucesión intestada en determinados casos. Así procede cuando se deja sin efecto
un testamento anterior o alguna disposición contenida en él, atento a un cambio en la
voluntad del difunto:
c) cuando el testamento no instituye herederos y se limita a disposiciones
patrimoniales particulares a título de legados;
d) cuando el heredero testamentario renuncia a la herencia;
e) y cuando las disposiciones testamentarias no alcanzan la totalidad de los bienes.
Asimismo, debemos formular una distinción entre la sucesión intestada y la sucesión
legitimaria, pues esta última es la sucesión que la ley defiere forzosamente a favor de
determinados parientes y cónyuge, a quienes adjudica porciones de la herencia.
El derecho sucesorio se organiza primordialmente sobre la base del llamamiento
legítimo de los legitimarios (también denominados legitimarios). Son tales: los
descendientes, los ascendientes y el cónyuge supérstite. Los parientes colaterales que
tienen llamamiento o vocación hereditaria (hasta el cuarto grado) no son legitimarios.
Por último, resulta oportuno indicar que el Código Civil y Comercial suprime el llamado
hereditario a la nuera viuda sin hijos. Ello responde a que la realidad social es diferente
de la existente al momento de su incorporación y afecta la igualdad jurídica del hombre
y la mujer, pues no se justifica una distinción entre yerno y nuera.
Se suprime el derecho hereditario de la nuera viuda porque, además de los ataques a su
constitucionalidad al distinguir según sea hombre o mujer, altera los principios del
derecho sucesorio y ocasiona un sinnúmero de dificultades interpretativas,
especialmente después de la incorporación del matrimonio de personas del mismo
sexo.
Principios que rigen las sucesiones mortis causa deferidas por la ley
Trataremos a continuación los principios fundamentales que gobiernan el llamamiento
ab intestato. Estos son:
1) jerarquía o prioridad de los órdenes hereditarios;
2) proximidad de grado dentro de cada orden;
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3) indistinción del origen y naturaleza de los bienes;
4) título universal del llamado.
Estos principios no son absolutos, pues reconocen excepciones que desarrollaremos
oportunamente.
Prioridad entre los órdenes sucesorios
La vocación legítima se basa en la prelación o sucesión de órdenes de llamamiento y,
dentro de cada orden, en la proximidad de grado de parentesco con el causante. Los
órdenes son llamados a la herencia de manera sucesiva; de este modo, si existen
miembros de un orden preferente, no se puede pasar a un orden posterior. Cuando se
trata de clases pluripersonales, esto es, compuestas por varios herederos (la del
cónyuge es unipersonal), cobra plena vigencia el principio según el cual el orden
preferente excluye al orden siguiente; por ejemplo, los descendientes excluyen a los
ascendientes. Por su parte, el cónyuge supérstite constituye un orden anómalo o
atípico. En efecto, el cónyuge supérstite no actualiza su vocación excluyendo
llamamientos ulteriores, sino que en el caso de no existir descendientes, es un orden
excluyente de los parientes colaterales; sin embargo, concurre con descendientes y
ascendientes del causante.
Así, encontramos en los órdenes hereditarios: los parentales y el orden del cónyuge. La
ley convoca primero a los descendientes; no habiéndolos, llama a los ascendientes.
Ambos órdenes concurren con el cónyuge supérstite que, a su vez, hereda como único
sucesor cuando no hay descendientes o ascendientes y excluye a los colaterales. Por
último, los colaterales sólo son llamados en ausencia de descendientes, ascendientes y
cónyuge.
En definitiva, la sucesión intestada se defiere a los descendientes, ascendientes,
cónyuge supérstite y a los colaterales.
En tal sentido, el art. 2424 del Código Civil y Comercial enuncia que:
Las sucesiones intestadas se defieren a los descendientes del causante, a sus
ascendientes, al cónyuge supérstite, y a los parientes colaterales dentro del cuarto
grado inclusive, en el orden y según las reglas establecidas en este Código. A falta de
herederos, los bienes corresponden al Estado nacional, provincial o a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, según el lugar en que están situados.
En los parientes consanguíneos y en la adopción plena, no hay límite de grado en el
orden de los descendientes y en el de ascendientes; en cambio, los colaterales sólo
heredan hasta el cuarto grado.
En la adopción simple no hay límite en la línea descendiente; en la línea ascendiente,
sólo hereda el adoptante. En cuanto a los colaterales, Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 77)
señala que atento a que el Código Civil y Comercial omitió regular la vocación
hereditaria del adoptado simple y los demás hijos y nietos del adoptante, debe
inducirse la inexistencia de tal vocación3. Asimismo, el Código suprimió el art. 329 del
Código Civil que estipulaba que los hijos adoptivos de un mismo adoptante serían
considerados hermanos; en consecuencia, tal supresión parece decisiva para negar la
vocación.
De acuerdo con estas ideas, este primer principio que rige la sucesión ab intestato
puede enunciarse así: los órdenes hereditarios se excluyen entre sí, según la jerarquía,
prioridad o preeminencia que la ley le asigna, salvo el cónyuge, que siempre concurre,
nunca es excluido y a su vez excluye.
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De acuerdo con las ideas expuestas, puede elaborarse el siguiente cuadro:
Jerarquía orden excluye Concurre Excluido por
de los
ordenes
1 descendientes Ascendientes cónyuge nadie
y colaterales
2 ascendientes colaterales cónyuge descendientes
3 conyuges colaterales Ascendientes nadie
y
descendientes
4 colaterales fisco nadie Descendiente
Ascendiente y
cónyuge
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propios o gananciales. De este modo, sobre los bienes gananciales, el cónyuge
supérstite retira la mitad que le corresponde en calidad de integrante de la comunidad
de ganancias, y el resto (mitad que le corresponde al causante) se divide entre los
descendientes.
2) En la sucesión del adoptado por adopción simple (art.2432)5 el adoptante no tiene
derechos sucesorios sobre los bienes que el adoptado recibe de su familia de origen.
Asimismo, la familia biológica no hereda los bienes que el adoptado hubiera recibido a
título gratuito de su familia de adopción.
Tales exclusiones no proceden si los bienes quedasen vacantes.
Con relación a los demás bienes, los adoptantes excluyen a los padres biológicos.
En conclusión: Los bienes gratuitos recibidos por el adoptado de parte de su familia
biológica vuelven a la familia biológica. Si se tratase de bienes adquiridos por el
adoptado, la prioridad la tiene el adoptante. Los bienes gratuitos de su familia adoptiva
vuelven a la familia adoptiva.
Título universal del llamado
38
El derecho de representación.
Hay vocación referida cuando el llamamiento a ciertos herederos se hace con referencia
a la posición jurídica que hubieran ocupado otros herederos, pero que atentos a
distintas circunstancias, no efectivizaron esa ocupación.
Cuando la vocación es referida a otra posición hereditaria por disposición de la ley,
estamos ante el derecho de representación.
La esencia del derecho de representación está en que los derechos sucesorios de ciertos
herederos (representantes) se determinan por referencia al grado, calidad parental y
cuantía que hubieran tenido otros herederos (representados), que los hubieran
excluido de haber heredado. (Pérez Lasala, 2014, tomo 1, p. 334).
El grado se refiere al grado de parentesco; la calidad parental está relacionada a la
circunstancia de ser descendiente biológico o adoptivo, o hermano bilateral o unilateral
del difunto, y la cuantía es la porción hereditaria que le hubiere podido corresponder al
representado.
El derecho de representación constituye una excepción al principio según el cual el
pariente más cercano en grado excluye al más remoto. El derecho de representación es
la facultad que la ley le concede a los descendientes de los hijos y de los hermanos del
causante para acercarse al autor de la sucesión y ocupar los lugares que hubieran
quedado vacantes por determinados supuestos.
Al momento de la muerte hay una vocación que falla, que es la del representado. En este
caso, los representantes heredan en su lugar y ejercen los derechos hereditarios
directamente por disposición de la ley.
El Código Civil y Comercial no define el derecho de representación (a diferencia del
Código de Vélez, que lo definía en el art. 3459), sino que determina los sujetos que
suceden por representación. Estos son:
a) los descendientes de hijos del causante, sin límites. Esta procede en la línea recta a
favor de los nietos y descendientes de grado inferior; en tal sentido, el art. 2427
sostiene: “Sucesión de los demás descendientes. Los demás descendientes heredan por
derecho de representación, sin limitación de grados”.
Respecto al parentesco por adopción: la adopción plena le confiere al adoptado la
condición de hijo, con lo cual se crea un parentesco igual que el consanguíneo entre
adoptado y familia del adoptante. Por lo tanto, el derecho de representación se da en
los mismos casos que en el parentesco por consanguinidad.
En la adopción simple, el adoptado y sus descendientes no heredan en la sucesión de
los ascendientes del adoptante. Respecto a éste último, tiene los mismos derechos
hereditarios que el hijo y sus descendientes por naturaleza.
b) los descendientes de hermanos del causante hasta el cuarto grado. Preceptúa el art.
2439: “Orden. Los colaterales de grado más próximo excluyen a los de grado ulterior,
excepto el derecho de representación de los descendientes de los hermanos, hasta el
cuarto grado en relación al causante…”.
Condiciones para que funcione el derecho de representación:
Para la procedencia del derecho de representación deben reunirse presupuestos
objetivos y presupuestos subjetivos.
Los presupuestos objetivos constituyen circunstancias de facto referentes al
representado. Estas son:
1) Premuerte: el descendiente de grado más próximo o el hermano del causante faltan a
39
la sucesión por haber premuerto. Así, sus estirpes vienen a suceder en la cuantía y
grado que le hubiere correspondido al premuerto.
2) Conmoriencia: Pérez Lasala (2014) sostiene que hay derecho de representación en
los casos de conmoriencia. Por ejemplo, en un accidente automovilístico en el que
fallecen padre e hijo, los descendientes de este último pueden representarlo en la
sucesión del abuelo, pese a que no hay transmisión de derechos hereditarios entre
padre e hijo; lo que ocurre es que los descendientes del hijo reciben la herencia
directamente del abuelo.
3) Ausencia con presunción de fallecimiento.
4) Renuncia de la herencia.
5) Indignidad: el fundamento de la procedencia de la representación está dado porque
los nietos o sobrinos no tienen responsabilidad por la mala conducta del representado.
El art. 2429 señala que la representación tiene lugar en caso de premoriencia, renuncia
o indignidad del ascendiente12.
En cuanto a los presupuestos subjetivos: Requisitos del representante:
1) debe tener vocación hereditaria del causante;
2) debe tener delación hereditaria, es decir, llamamiento efectivo que presupone deben
tener habilidad para suceder y no ser indigno del causante;
3) aunque no reciba la herencia del representado, no debe haber sido declarado
indigno por aquel13. Requisitos del representado:
1) Debe tener el grado parental necesario para ser considerado ab initio heredero
legítimo. La representación sólo funciona en la línea recta descendiente, respecto de la
descendencia de los hijos, y en la línea colateral la representación sólo tiene lugar a
favor de los hijos y descendientes de los hermanos. No gozan de esta prerrogativa los
ascendientes ni el cónyuge del difunto, tampoco sus colaterales que no fueran
descendientes de sus hermanos.
A continuación, desarrollaremos diferentes casos en los que procede el derecho de
representación:
1) C+
A B D
A la Muerte de C le sobreviven A, B y D; a éstos, conforme al vínculo con C, por derecho
propio y por partes iguales, les corresponde una alícuota equivalente en valor a 1/3 del
acervo.
2) Supongamos, en cambio, que habiendo premuerto D, al momento de la apertura de la
sucesión de C, le sobreviven sus hijos A y B y sus nietos N, M y Ñ (hijos de D).
C+
A B D+
N M Ñ
Estos nietos actualizarán su vocación en la sucesión de C, "representarán" a su padre
prefallecido y concurrirán con A y B a recibir la misma parte de la herencia a la cual su
padre D habría sucedido. Entonces, heredan por estirpe; es decir, la herencia no se
divide entre cinco personas que son las que concurren, sino que se divide en tres: 1/3
para A, 1/3 para B y 1/3 para los herederos de D, que es el contenido de la vocación
40
que están representando. Al tercio que les corresponde lo dividen en partes iguales.
3) Pero si la estirpe ha producido muchas ramas, la subdivisión se hace también por
estirpe en cada rama.
C+
A B D+
N M Ñ+
X Y
Ocurre que Ñ también ha prefallecido al causante C. En este caso, sus hijos actualizarán
su vocación recibiendo en conjunto la parte que hubiera correspondido a su padre.
Efectos de la representación:
En cuanto a los efectos de la representación, podemos distinguir tres categorías:
efecto necesario o esencial;
efectos eventuales;
efectos accesorios.
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más remoto; así, la parte del pariente próximo que falta acrece a los herederos de igual
grado. Ello no sucede cuando opera el derecho de representación, pues aquí los
representantes reciben la parte del representado.
La representación en la sucesión testamentaria
En el Código de Vélez solo se regulaba el derecho de representación en la sucesión
intestada. Las teorías que niegan la representación en tal especie de sucesión fundan su
posición en que está basada en el parentesco y deriva exclusivamente de la ley; otros
sostienen que es innecesario admitirla en la sucesión testamentaria, pues existe una
institución que cumple esos fines y es la sustitución vulgar.
El Código Civil y Comercial, en el art. 2429, tercer párrafo, la recepta expresamente; así,
prescribe que la representación “se aplica también en la sucesión testamentaria, si el
testador se limita a confirmar la distribución a la herencia que resulta de la ley”.
Es decir, la representación se aplica a la sucesión testamentaria si el testador distribuye
la herencia de la misma forma que la distribuye la sucesión intestada.
Si bien tal norma se encuentra en el capítulo referido a la sucesión de los descendientes,
autores como Pérez Lasala (2014, tomo 1, p. 359), estiman que atento a los amplios
términos del artículo, la representación testamentaria se aplica también a la línea
colateral.
Es conforme al curso ordinario de las cosas presumir que el testador que dispone a
favor de sus hijos o de sus hermanos, si hubiera previsto la contingencia de la
premoriencia o incapacidad del heredero instituido habría querido favorecer en
defecto de éste a sus hijos o descendientes que son los naturales continuadores de su
persona. (Graciela Medina, 2014, p. 348).
Sucesión de los descendientes. Regulación legal. Sucesión de los hijos: alcance
En la sucesión de descendientes, los de grado más próximo excluyen a los más lejanos,
salvo derecho de representación; en ese caso, la división de la herencia se realiza por
estirpe. Los hijos heredan por derecho propio y por partes iguales17. Por su parte, los
demás descendientes heredan por derecho de representación, sin limitación de
grados18.
Tal regulación continúa el sistema previsto en el Código de Vélez y responde a la idea
de que el afecto, en primer lugar, desciende.
A fin de reforzar los conceptos ya estudiados, podemos señalar que si a la sucesión
vienen los descendientes, entonces los ascendientes y los colaterales son excluidos. Los
descendientes concurren con el cónyuge y, en su caso, con los nietos y demás
descendientes que heredan por representación.
En cuanto a la sucesión de los hijos, es necesario precisar el alcance del término “hijos”.
El art. 2426 no determina a qué hijos se refiere; sin embargo, debe entenderse que –en
principio– alcanza a todos los hijos sin distinción.
Así, comprende a:
1) los hijos nacidos de matrimonio válido, tanto antes de la muerte del causante o
después de acaecida;
2) los hijos nacidos de matrimonios declarados nulos;
3) los hijos extramatrimoniales;
4) los hijos nacidos mediante técnicas de reproducción humana asistida, cuando se
cumplimenten los requisitos exigidos;
5) Los hijos adoptivos.
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Por último, la distribución de la herencia se realiza de la siguiente manera:
Si se trata de un solo descendiente: recibe toda la herencia
Si concurren varios hijos: se distribuye por cabeza y por partes iguales
Si concurren hijos con descendientes de otros hijos: se distribuye por estirpe,
atento al principio de representación
Si concurren con cónyuge sujeto al régimen de comunidad: el cónyuge supérstite
no hereda sobre los gananciales, sino que sólo recibe la parte que le corresponde
como integrante de la comunidad de ganancias. Los descendientes heredan la
parte de los gananciales que correspondían al causante y la distribuyen por
cabezas, salvo derecho de representación. En cuanto a los bienes propios del
causante, el cónyuge supérstite recibe una parte igual a la de los descendientes.
Si concurren con cónyuge sujeto al régimen de separación de bienes: éste recibe
una parte igual a la de cada hijo.
43
El art. 2432 prescribe que: Los adoptantes son considerados ascendientes. Sin
embargo, en la adopción simple, ni los adoptantes heredan los bienes que el adoptado
haya recibido a título gratuito de su familia de origen, ni ésta hereda los bienes que el
adoptado haya recibido a título gratuito de su familia de adopción. Estas exclusiones no
operan si, en su consecuencia, quedan bienes vacantes. En los demás bienes, los
adoptantes excluyen a los padres de origen.
Del artículo se desprende como principio general que el adoptante hereda al adoptado
y es legitimario; asimismo, excluye a los padres biológicos.
Excepción: los adoptantes en adopción simple no heredan los bienes recibidos a título
gratuito por el adoptado de su familia de origen (son excluidos por los progenitores
biológicos), salvo que quedasen vacantes.
Como el vínculo de parentesco en la adopción simple sólo es entre adoptante y
adoptado, los padres del adoptante carecen de vocación hereditaria con relación al
adoptado.
Por otra parte, respecto a los ascendientes de sangre del adoptado por adopción simple,
sólo tienen vocación hereditaria sobre los bienes generados por el hijo cuando no hay
descendientes, cónyuge, ni padres adoptivos. Tal vocación hereditaria no alcanza los
bienes recibidos a título gratuito de la familia de adopción, salvo vacancia.
Sucesión del cónyuge.
Cabe recordar que el cónyuge concurre con los descendientes y ascendientes y excluye
a los colaterales. Constituye un orden anómalo.
Respecto a la concurrencia con los descendientes, el art. 2433 expresa que:
Concurrencia con descendientes. Si heredan los descendientes, el cónyuge tiene en el
acervo hereditario la misma parte que un hijo.
En todos los casos en que el viudo o viuda es llamado en concurrencia con
descendientes, el cónyuge supérstite no tiene parte alguna en la división de bienes
gananciales que corresponden al cónyuge prefallecido.
Así, el cónyuge supérstite hereda como un hijo más cuando concurre con ellos a la
sucesión de su cónyuge. Esto se aplica cuando el régimen patrimonial elegido entre los
esposos es el de separación de bienes. Asimismo, cuando se trate de un régimen de
comunidad, rige respecto a los bienes propios del causante. En cuanto a los bienes
gananciales, el cónyuge supérstite no hereda sobre los gananciales que le
correspondiesen al cónyuge fallecido. En consecuencia, respecto a los bienes
gananciales, el cónyuge supérstite retira la mitad, atento a su calidad de integrante de la
comunidad de ganancias, y la mitad que le corresponde al causante se distribuye entre
sus descendientes.
Graciela Arga (2014, pp. 358-359) cuestiona esta solución, pues entiende que resulta
paradójico que si los cónyuges eligieron el régimen de separación de bienes, el cónyuge
supérstite herede cuando concurre con los descendientes; en cambio, si el régimen
elegido es el de comunidad, el cónyuge sólo hereda en los propios, no así en los
gananciales. Estima la autora que no hay razón jurídica para sostener tal distinción
pues implica diferenciar el origen de los bienes, lo que es contrario al principio que rige
las sucesiones intestadas.
Por otra parte, cuando el cónyuge concurre con los ascendientes, el art. 2434 regula:
“Concurrencia con ascendientes. Si heredan los ascendientes, al cónyuge le corresponde
la mitad de la herencia”24. En este supuesto, la herencia se divide por mitades: una es
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para el cónyuge y la otra es para los ascendientes, cualquiera sea su número. Esto se
aplica tanto para el régimen de separación de bienes como para el de comunidad.
Es importante hacer una aclaración, si el régimen entre los esposos es el de comunidad,
de los bienes propios, una mitad le corresponde a los ascendientes y la otra, al cónyuge.
En cuanto a los gananciales, los ascendientes heredan una mitad y la otra se le entrega
al cónyuge, independientemente de la mitad que recibió de los gananciales en su
carácter de integrante de la comunidad de ganancias.
Desde otra arista, respecto a los colaterales, el art. 2435 afirma: “Exclusión de
colaterales. A falta de descendientes y ascendientes, el cónyuge hereda la totalidad, con
exclusión de los colaterales”25. De tal manera, a falta de descendientes y ascendientes,
el cónyuge supérstite recibe la totalidad de la herencia.
Supuestos de exclusión hereditaria:
Lloveras y Orlandi (2012, p. 18) postulan que la regulación relativa a los casos de
exclusión del cónyuge se adecua a la reformulación realizada sobre el matrimonio y la
crisis matrimonial; así, los supuestos de exclusión hereditaria conyugal sufren el
impacto de la eliminación de la separación personal y de las causales del divorcio. Por
lo tanto, al suprimirse la separación personal desaparecen las causales de exclusión
hereditaria del cónyuge culpable, así como las causales de ineficacia de vocación que
produce el hecho de que el inocente en la separación incurriere en injurias graves o
concubinato.
El art. 2437 prescribe:
Divorcio, separación de hecho y cese de la convivencia resultante de una decisión
judicial. El divorcio, la separación de hecho sin voluntad de unirse y la decisión judicial
de cualquier tipo que implica cese de la convivencia, excluyen el derecho hereditario
entre cónyuges.
En cuanto al divorcio, se mantiene la exclusión sucesoria y la pérdida de los derechos
hereditarios para ambos cónyuges, con total independencia de culpabilidad.
Con relación a la separación de hecho y en los supuestos de cese de convivencia, se
produce la pérdida de vocación hereditaria sin analizar la culpa, es decir, cualquiera sea
la causa de la separación.
A un supuesto especial de exclusión de la vocación hereditaria lo encontramos en el
matrimonio in extremis, el que es regulado en el art. 2436. Éste señala que:
La sucesión del cónyuge no tiene lugar si el causante muere dentro de los treinta días
de contraído el matrimonio a consecuencia de enfermedad existente en el momento de
la celebración, conocida por el supérstite, y de desenlace fatal previsible, excepto que el
matrimonio sea precedido de una unión convivencial.
En la norma se mantiene la regulación del Código de Vélez, pero se realizan ciertas
especificaciones:
1) La enfermedad debe ser, por un lado, existente y conocida por el cónyuge supérstite
al momento de celebrarse el matrimonio y, por el otro, debe ser de desenlace fatal
previsible. Es decir, debe ser una enfermedad de gravedad suficiente para ser la causa
directa e inmediata de la muerte.
2) Se recepta una excepción a la exclusión hereditaria: esta es que el matrimonio esté
precedido de una unión convivencial en los términos y con los requisitos del art. 509 y
siguientes del Código Civil y Comercial. Esta solución pone fin a las dudas que se
suscitaban en la norma del Código de Vélez que establecía que la excepción procedía si
45
el matrimonio se hubiese celebrado para regularizar una situación de hecho, sin
resultar claros los casos que quedaban comprendidos en el supuesto.
La finalidad de la norma es evitar la captación de la herencia, es decir que se busca
impedir que el matrimonio sea celebrado con el fin espurio de servir de causa a un
llamamiento hereditario conyugal.
Sucesión de los colaterales. Orden de llamamiento. Situación de los hermanos
bilaterales y unilaterales
En este tema también se mantienen los lineamientos del Código de Vélez.
Los herederos colaterales hasta el cuarto grado inclusive heredan a falta de
descendientes, ascendientes y cónyuge.28
En primer lugar, es importante recordar que los colaterales llamados a la herencia no
son herederos forzosos o legitimarios; es decir, son herederos legítimos porque son
llamados a la sucesión por la ley, pero no son legitimarios pues no gozan de legítima.
Respecto al orden en que son llamados, los colaterales de grado más próximo excluyen
a los de grado más remoto, excepto el derecho de representación que existe a favor de
los descendientes de los hermanos. Además, los hermanos y descendientes de
hermanos desplazan a los demás colaterales.29
Atento al régimen del Código Civil y Comercial, Pérez Lasala (2014, p. 70) afirma que
hay dos grupos de colaterales:
1) Los hermanos y sus descendientes (que heredan por derecho de representación) son
colaterales preferentes. En este grupo, el heredero más próximo desplaza al más
remoto, salvo representación. Los hermanos dividen la herencia por partes iguales; si
concurren descendientes de los hermanos, reciben por estirpe; dentro de cada estirpe,
la subdivisión es por cabezas.
2) Demás colaterales: tíos abuelos, tíos y primos hermanos del causante (no heredan
por representación) son colaterales ordinarios. Heredan a falta de los colaterales
preferentes. El de grado más próximo desplaza al más remoto. Si hay varios herederos,
reciben la herencia por partes iguales.
La consecuencia más importante es que los primeros desplazan a los segundos.
Por ejemplo, el sobrino del causante –está en tercer grado– excluye al tío – tercer
grado–, pues aquel es un colateral preferente, mientras que este último es un colateral
ordinario.
Por otra parte, señalan Lloveras y Orlandi (2012, p. 19) que no resulta relevante el
carácter matrimonial o extramatrimonial del vínculo entre sucesor y difunto; en
cambio, sí es relevante distinguir entre el parentesco bilateral y unilateral, pues ello
tiene impacto en la distribución de la herencia.
En esta línea, el art. 2440 expresa que: “en la concurrencia entre hermanos bilaterales y
hermanos unilaterales, cada uno de éstos hereda la mitad de lo que hereda cada uno de
aquéllos. En los demás casos, los colaterales que concurren heredan por partes
iguales”30. Esta regla solo se aplica a los hermanos y, en virtud del derecho de
representación, a los descendientes del hermano que falló en su vocación; por tanto, no
se extiende a los demás colaterales. Para dividir la herencia en este supuesto, los
hermanos de doble vínculo reciben doble porción que los de vínculo simple.
46
A modo de introducción, en el derecho comparado, podemos distinguir dos sistemas
con relación a la facultad del causante de disponer de los bienes por medio de
testamento:
Sistema de libertad de testar: el testador tiene amplia libertad para designar a
las personas beneficiadas por las disposiciones mortis causa y para distribuir sus
bienes. En este sistema, la ley no prevé limitaciones ni reserva parte de los bienes
para determinados parientes.
Sistema de legítima: se limita la libertad de testar, pues una determinada
porción de la herencia se confiere a ciertos parientes (legitimarios) y el causante
sólo puede disponer de la porción que reste.Dentro de este sistema, es dable
distinguir: “1) sistema con distribución forzosa de legítima; 2) sistema con
porción de distribución forzosa y otra de libre disposición dentro de la cuota de
legítima, llamado sistema de mejora.” (Pérez Lasala, 2014).
“La legítima es una limitación legal y relativa a la libertad de disponer por testamento o
donación, que lleva como consecuencia la reserva de una porción de la herencia o de
47
bienes líquidos a favor de los denominados legitimarios” (Pérez Lasala, 2014, p. 213).
Naturaleza jurídica
Existen dos posturas con relación a la naturaleza jurídica de la legítima:
1. Una parte de la doctrina sostiene que la legítima es una parte o porción de la
herencia (pars hereditatis) con su activo y pasivo; por lo tanto, los legitimarios deben
ser necesariamente herederos.
2. Otro sector afirma que la legítima es una porción líquida de los bienes (pars
bonorum), es decir, lo que resulta después de deducidas las deudas y cargas. En
consecuencia, el legitimario tiene derecho a recibir la porción de bienes que
corresponden a la legítima aun cuando no ostentase la calidad de heredero.
Tal discrepancia surgió en virtud de ciertos artículos regulados en el Código de Vélez.
El art. 3591 establecía que la legítima era un derecho de sucesión limitado a
determinada porción de la herencia, por lo tanto, los legitimarios debían ser
necesariamente herederos40. Asimismo, el art. 3592 refería que tenían una porción
legítima los llamados a la sucesión41. En consecuencia, conforme a la primera postura,
necesariamente primero debía ser heredero para poder luego ser legitimario. Por otra
parte, el art. 3354 señalaba que los que tuvieran una parte legítima en la sucesión
podían repudiar la herencia sin perjuicio de tomar la legítima que les correspondiera, lo
que permitía que se pudiera ser legitimario sin ser heredero42. Esta norma reforzaba la
segunda postura.
La reforma de la ley 17711 suprimió el citado art. 3354, de manera que el legislador
intentó remarcar el carácter de pars hereditatis de la legítima. Sin perjuicio de ello, la
controversia no cesó.
El Código Civil y Comercial no explicita cuál es la naturaleza jurídica de la legítima. Por
un lado, elimina el concepto de legítima como "porción de la herencia", de modo tal que
podríamos presuponer que se acerca entonces a una legítima pars bonorum; sin
embargo, los únicos legitimarios señalados en la ley son herederos, por lo que podría
sostenerse que para poder ser legitimario, debe tenerse tal calidad; en consecuencia, la
legítima es pars hereditatis. (Pitrau y Dangeli, 2014, p. 383).
La mayoría de los autores se inclinan por sostener la primera posición, porque ser
heredero es el requisito previo y necesario para ostentar la calidad de legitimario, y si
el heredero recibe la herencia, la legítima ineludiblemente debe ser parte de ella
(Azpiri, 1998, p. 294).
Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 214) señala que la legítima implica la reserva de una
porción de la herencia en favor de los legitimarios (pars hereditatis) o de una porción
líquida de los bienes (pars bonorum) según si la legítima se recibe por ser heredero
intestado o testamentario, o se otorgue por otros títulos, respectivamente.
Antecedentes históricos
En el derecho romano primitivo, el testador tenía ilimitados poderes para disponer de
sus bienes, por lo tanto, ninguna porción de la herencia estaba reservada
necesariamente a sus hijos ni a su cónyuge. Esta situación se mantuvo hasta fines de la
República.
Pero a fin de frenar la injusticia dada por la posibilidad del causante de disponer de sus
bienes sin restricciones y dejar en la miseria a los hijos, sin ninguna razón fundada, se
introdujo luego el instituto inofficiosi testamenti, conforme al cual se partía de la ficción
de que una exclusión injusta sólo podía emanar de una mente enferma; bastaba esa
48
simple apariencia de insania, dada por la irrazonabilidad del acto, para que se hiciese
lugar a la acción. El resultado era la caída de todo el testamento; los bienes se
distribuían, entonces, como si aquél hubiera fallecido intestado.
Recién en el derecho justinianeo, la legítima adquiere su configuración moderna; ya no
cae todo el testamento, sino que el heredero forzoso tiene derecho a reclamar una parte
de la herencia de la cual no puede ser privado sin justas causas (Borda, 1994, ptos.
1120.902).
Caracteres
En atención a que nuestro Código recepta un sistema protectivo imperativo, la legítima
presenta los siguientes caracteres:
1) Inviolabilidad: prescribe el art. 2447 que el testador no puede imponer gravamen o
condición alguna a las porciones legítimas; si lo hace, se tendrán por no escritas.43
2) Irrenunciabilidad: afirma el art. 2449 que es irrenunciable la porción legítima de una
sucesión no abierta.44
3) Instituto de orden público: es inconmovible por la voluntad del propio titular de los
bienes.
4) Limitación legal: constituye un freno a la libertad de testar que es impuesto por la
ley.
Legitimarios. Definición
Los legitimarios son los titulares de la porción legítima. El art. 244445 establece que
son tales:
1. los ascendientes;
2. los descendientes;
3. el cónyuge.
En cuanto a quienes tienen derecho a la legítima, el Código Civil y Comercial los llama
legitimarios, salvo en el art. 2493, que se relaciona con el fideicomiso testamentario, en
el que se los llama “herederos forzosos”46. Entonces, la terminología seguida por el
Código y receptada por la mayoría de la doctrina es la de legitimarios.
Por otro costado, resulta necesario distinguir al legitimario del heredero legítimo.
Heredero legítimo es todo aquel sucesible cuyo fundamento de la vocación reside en el
llamamiento ab intestato que hace la ley, independientemente de la voluntad del
causante. Si bien todo legitimario es, a la vez, heredero legítimo, no es igual a la inversa,
pues hay herederos legítimos que pueden ser preteridos por el causante mediante la
institución de a otras personas. En nuestro derecho, este es el caso de los parientes
colaterales que no tienen por la ley porción legítima.
Porciones legítimas. Porción disponible
La legítima lleva consigo la existencia de una porción disponible. La porción disponible
o de libre disposición es la parte de la herencia sobre la que el testador puede disponer
libremente cuando hay legitimarios.
Para determinar la parte disponible debemos realizar el cálculo de la legítima global.
Esta se calcula determinando el activo neto del caudal hereditario (activo bruto menos
las deudas), a lo que deben adicionarse las donaciones.
El Código, en el art. 244547, distingue las porciones legítimas según el orden sucesorio;
así, los hijos tienen una legítima de 2/3; los ascendientes, de ½, y el cónyuge, también
de ½. En consecuencia, la porción disponible en el caso de los hijos es de 1/3, y en el de
49
los ascendientes y el cónyuge es de ½.
El Código de Vélez regulaba porciones legítimas mayores (descendientes: 4/548,
ascendientes: 2/349, y cónyuge: ½50), las que fueron reducidas en el nuevo Código, el
que recepta las porciones establecidas en el Proyecto de reforma del Código Civil del
año 1998.
El fundamento de tal reducción responde a la doctrina mayoritaria que considera
excesivas las porciones establecidas en el Código de Vélez, pues considera que es más
justo ampliar las posibilidades de libre y definitiva disposición del futuro causante
(Lorenzetti, R. L. Presidente de la Comisión Redactora del Código Civil y Comercial de la
Nación, 2014, Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial. p. 804).
Por otra parte, el Código Civil y Comercial prevé la posibilidad de mejorar la legítima de
los herederos descendientes o ascendientes con discapacidad, así el causante puede
disponer de hasta 1/3 de la legítima que corresponde a los demás legitimarios.51
Concurrencia de legitimarios del mismo y distinto orden hereditario
Respecto a la concurrencia de legitimarios, establece el art. 2446 que “si concurren sólo
descendientes o sólo ascendientes, la porción disponible se calcula según las
respectivas legítimas. Si concurre el cónyuge con descendientes, la porción disponible
se calcula según la legítima mayor”52.
Dentro de un mismo orden y grado, resulta irrelevante el número de parientes, pues la
legítima global siempre es la misma. Por ejemplo, la legítima de los hijos es de 2/3, ya
sea que se trate de un sólo hijo o de varios.
En los supuestos de concurrencia del cónyuge con los descendientes, se mantiene el
criterio del Código de Vélez y del Proyecto de reforma del Código Civil de 1998, en
cuanto establecen que se impone la legítima mayor. Esto se debe a que en el caso de
concurrir legitimarios de distintos órdenes hereditarios, las cuotas legítimas no se
acumulan, pues se debe respetar la porción disponible. En estos supuestos, la porción
legítima surge de la legítima más elevada, distribuyéndosela en la proporción fijada
para la sucesión intestada. Por ejemplo, si concurren los hijos y el cónyuge del causante,
la parte del cónyuge es sacada de la legítima mayor; esto es, 2/3, y se mantiene intacta
la porción disponible que es de 1/3. En el caso de concurrencia de los hijos y el
cónyuge, debe distinguirse si hay régimen de separación de bienes o de comunidad
entre los esposos. En el primero, la legítima global es de 2/3 y el cónyuge recibe una
parte igual como si fuera un hijo más. En el segundo, si los bienes son gananciales, no
hay concurrencia, pues el cónyuge no hereda. Los descendientes reparten la herencia
por partes iguales y la legítima global es de 2/3. Si los bienes son propios, rige lo mismo
que en el sistema de separación de bienes; esto es, que el cónyuge recibe una parte
igual como si fuera un hijo más; la legítima global es de 2/3. En el caso de existir
ascendientes del difunto y el cónyuge, concurrirán participando de la mitad de la
herencia; la legítima global es de ½.
Lo expuesto aplica a los casos de adopción plena.
En la adopción simple podemos diferenciar: Legítima de los hijos adoptados: el
adoptado y sus descendientes tienen los mismos derechos hereditarios que los hijos
por naturaleza; en consecuencia, la legítima global es de 2/3, y concurren con el
cónyuge de la misma manera que éstos. Legítima de los adoptantes: hay que recordar
que los adoptantes no heredan los bienes que el adoptado hubiese recibido a título
gratuito de su familia de origen, ni a la inversa. Realizada tal aclaración, la legítima de
50
los adoptantes es de ½, y concurren con el cónyuge del adoptado, siendo la legítima
global también de ½.
Resulta necesario diferenciar la legítima global y la cuota hereditaria del legitimario,
suponiendo que al recibir la herencia concurriesen varios. Es decir, deben distinguirse
las operaciones destinadas a calcular la legítima global, de las destinadas a repartir el
caudal correspondiente entre los legitimarios.
Para determinar la cuota de legítima de cada heredero, se aplicarán las mismas normas
de la sucesión intestada. Así, por ejemplo, los hijos del autor de la sucesión lo heredan
por derecho propio y en partes iguales; por lo tanto, para fijar la cuota de legítima,
deberá dividirse la legítima global por el número de hijos que concurran.
Mejora. Mejora a los ascendientes y descendientes con discapacidad
Una importante innovación en el Código Civil y Comercial está dada por la
incorporación de la mejora que puede realizar el causante a favor de los descendientes
o ascendientes con discapacidad.
Así regula el art. 2448 que:
Mejora a favor de heredero con discapacidad. El causante puede disponer, por el medio
que estime conveniente, incluso mediante un fideicomiso, además de la porción
disponible, de un tercio de las porciones legítimas para aplicarlas como mejora estricta
a descendientes o ascendientes con discapacidad. A estos efectos, se considera persona
con discapacidad, a toda persona que padece una alteración funcional permanente o
prolongada, física o mental, que en relación a su edad y medio social implica
desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral.53
El fundamento de esta innovación esta dado por la necesidad de armonizar la
normativa con los tratados internacionales que protegen a las personas con
discapacidad ratificados por nuestro país. (Lorenzetti, R. L. Presidente de la Comisión
Redactora del Código Civil y Comercial de la Nación, 2014, Fundamentos del
Anteproyecto de Código Civil y Comercial. p. 804).
La mejora para el heredero con discapacidad responde al principio integral de
asistencia y solidaridad entre los miembros de una familia, pues permite al autor de la
sucesión disponer de hasta un tercio de la porción legítima para otorgarla como mejora
(Pitrau y Dangeli, 2014, p. 404). Así, si el heredero es descendiente, se aplica el 1/3
sobre la legítima de 2/3; si es ascendiente, el 1/3 se aplica sobre la legítima de ½. Tal
mejora puede ser dispuesta por medio de fideicomiso, indivisión forzosa, legado de
cosa cierta, alimentos, derechos de uso, habitación o usufructo, etcétera.
Cargas y condiciones. Regla. Supuestos especiales
Señala el art. 2447 del Código Civil y Comercial que “el testador no puede imponer
gravamen ni condición alguna a las porciones legítimas; si lo hace, se tienen por no
escritas”54. Ello se encuentra en consonancia con el principio de inviolabilidad de la
legítima, receptado en el Código de Vélez.
Analizada esta norma en armonía con el art. 2444, se infiere que la protección alcanza
tanto a la integridad del monto de la legítima como al derecho de gozarla sin
condicionamientos.
La norma se aplica a las condiciones suspensivas y resolutorias, a los plazos ciertos o
inciertos, a los cargos, a los gravámenes como servidumbres, entre otros.
Tal regla admite excepciones, estas son:
1) Referidas a la vivienda: afectación del inmueble destinado a vivienda al régimen
51
previsto en el capítulo 3: “Vivienda”, del Título III: “bienes”, del Libro Primero.
2) Indivisión forzosa.
3) Derecho real de habitación del cónyuge supérstite.
Cálculo de la legítima. Fórmula. Donaciones
El art. 2445, en su segundo párrafo, prescribe que:
Dichas porciones se calculan sobre la suma del valor líquido de la herencia al tiempo de
la muerte del causante más el de los bienes donados computables para cada legitimario,
a la época de la partición según el estado del bien a la época de la donación. Para el
cómputo de la porción de cada descendiente se toman en cuenta las donaciones
colacionables o reducibles, efectuadas a partir de los trescientos días anteriores a su
nacimiento o, en su caso, al nacimiento del ascendiente a quien representa y, para el del
cónyuge, las hechas después del matrimonio.57
Como expresamos con anterioridad, la legítima se calcula teniendo en cuenta el valor
de los bienes que quedaron al momento de la muerte del testador, a lo que se restan las
deudas. Al valor que resulte, se adicionan las donaciones realizadas por el causante.
El caudal relicto está compuesto por los bienes y derechos que ha dejado el causante y
que no se han extinguido con su muerte. La valoración del activo debe referirse al
momento de la muerte del testador, a fin de determinar en ese instante las
disposiciones que resultan inoficiosas y el complemento que podrá reclamar el
legitimario.
El pasivo estará integrado por las deudas del causante que no se extinguieron con su
muerte. No comprende las cargas de la sucesión, que son obligaciones que surgen luego
del fallecimiento.
Al activo neto que resulte de restar las deudas al activo bruto, deben sumársele las
donaciones hechas en vida por el causante, tanto las efectuadas a favor de los
legitimarios como a favor de terceros. Si deducidas las deudas, no resulta activo líquido,
la masa de cálculo será determinada por el valor de las donaciones, y si afectaran la
legítima, serán pasibles de reducción.
Una vez realizadas esas operaciones, se obtendrá un monto total sobre el que se
aplicará el porcentaje que establece la ley y, de esta manera, quedará conformada la
legítima global; la porción que reste es de libre disposición.
No deben computarse las donaciones efectuadas por el causante cuando ya hayan
transcurrido diez años desde la adquisición de la posesión58. De tal manera, si el
causante fallece luego de que hayan pasado diez años desde que realizó la donación, el
bien donado queda fuera de la reducción.
En el fundamento del anteproyecto (Lorenzetti, R. L. Presidente de la Comisión
Redactora del Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). p. 805), se manifiesta que
se limitan los alcances de los efectos reipersecutorios de la acción de reducción, al
permitir al donatario poseedor oponer la excepción de prescripción adquisitiva. Así, se
pretende solucionar el problema que las donaciones tienen en el tráfico jurídico.
Esta norma, a entender de importante doctrina, genera la posibilidad de violentar las
legítimas. Así, se manifiesta que el art. 2459 no distingue si el donatario es un tercero o
un legitimario, lo que puede generar desequilibrios entre los herederos. Por ejemplo, el
padre dona importantes bienes a un hijo que quiere beneficiar, dejando un caudal
hereditario pequeño, y lo hace en la plenitud de su vida, por lo que el plazo de diez años
52
transcurre sin complicaciones y muere muchos años después. De esta manera, la
donación que violaba la legítima queda fuera de la masa de cálculo y, en consecuencia,
los hermanos –incluido el donatario– solo contarán con el caudal hereditario que se
forme sin ese bien. (Pérez Lasala, 2014, tomo 2, p. 221).
Las legislaciones que admiten una norma similar no conceden este beneficio a los
legitimarios, sino sólo a los terceros.
Respecto al momento que debe tenerse en cuenta para determinar el valor de lo
donado, el Código Civil y Comercial ha realizado una regulación más prolija.
Según el Código de Vélez, los bienes donados debían ser valuados al momento de la
apertura de la sucesión; esto presentaba el inconveniente producido por la
depreciación monetaria hasta el momento de la partición. Por su parte, el Código Civil y
Comercial establece que el momento para determinar dicho valor es el de la partición,
según el estado del bien a la época de la donación. Esto implica que el estado del bien,
sea físico o jurídico, quedó determinado por el momento de la donación, siendo
indiferentes los cambios que tuviere con posterioridad; por otra parte, el valor
económico quedará determinado en el momento particional.
ACCIONES VINCULADAS A LA PROTECCIÓN DE LA LEGÍTIMA
La porción legítima a la que tienen derecho los legitimarios, según la clase a la que
pertenecen, es intangible; en consecuencia, tienen derecho a reclamarla íntegramente.
Cada uno, de acuerdo con la cuota de concurrencia, goza así de las acciones tendientes a
obtener su legítima la cual es protegida con diversos remedios, dentro de los cuales
tenemos, entre otros: a) la opción conferida al heredero en el supuesto de legados o
donaciones de usufructo, uso o habitación o de renta vitalicia; b) la presunción de
gratuidad de determinadas transmisiones hechas por el causante a favor de sus
legitimarios.
Dentro de las acciones, el Código Civil y Comercial distingue tres:
1. acción de entrega de la legítima;
2. acción de complemento;
3. acción de reducción.
Acción de entrega de la legítima
Si bien la libertad de testar del causante no puede exceder la porción disponible en los
casos en que tenga legitimarios, podría ocurrir que instituyere herederos en su
testamento, de modo universal y con llamamiento potencial a toda la herencia, lo que
excluiría al legitimario. Ante esto, la normativa ha venido a tutelar los derechos de los
legitimarios, confiriéndoles la acción de entrega de la porción legítima.
En tal sentido, prescribe el art. 2450: “Acción de entrega de la legítima. El legitimario
preterido tiene acción para que se le entregue su porción legítima, a título de heredero
de cuota. También la tiene el legitimario cuando el difunto no deja bienes pero ha
efectuado donaciones”.
Tal norma regula dos situaciones: la del legitimario preterido;cuando el causante no
deja bienes, pero ha efectuado donaciones.
En el primer supuesto, el causante ha realizado un testamento en el que ha omitido a un
legitimario. Por ejemplo, el causante tiene dos hijos y en el testamento deja todos sus
bienes a uno de ellos. En el segundo supuesto, el legitimario pide íntegramente su
porción legítima a los donatarios.
Desde otro costado, Pérez Lasala (2014, tomo 2, pp. 342 y ss.) señala que podría
53
distinguirse la preterición errónea de la preterición intencional. En el primer caso, la
preterición obedece a ignorancia o error sobre la existencia del legitimario omitido; en
el segundo, se debe a una intención deliberada de desconocer los derechos que la ley le
concede al legitimario.
De aceptarse tal distinción, los efectos son relevantes, pues en el primer caso,
correspondería la nulidad del testamento, ya que habría error.
Un aspecto novedoso en la regulación está dado porque tal posibilidad se confiere al
legitimario, pero a título de heredero de cuota. Esto ha generado un debate doctrinario,
ya que por regla general los herederos de cuota no tienen vocación a toda la herencia,
lo que desnaturaliza la condición del legitimario preterido. Así, se expresa que la
voluntad del testador de instituir un heredero en omisión a un legitimario, avanzando
sobre la porción legítima, no es óbice para modificar la característica principal de su
título, pues el llamamiento del legitimario sigue teniendo su base en la ley (Córdoba,
Ferrer y Natale, 2012, como se citan en Pitrau y Dangeli, 2014, p. 412).
Por otra parte, se cuestiona que pueda ejercerse esta acción cuando el causante no ha
dejado bienes, pero ha efectuado donaciones, ya que cuando la porción legítima se ve
afectada por las donaciones, los legitimarios pueden ejercer la acción de reducción.
En cuanto al ejercicio de la acción:
Tramita ante el juez de la sucesión (fuero de atracción).
Legitimado activo: legitimario preterido; legitimados pasivos: herederos,
legatarios y donatarios.
Carga de la prueba: el preterido debe probar que fue omitido en el testamento y
que es un heredero forzoso. Asimismo, es conveniente que manifieste en la
demanda que no es donatario del causante, pues de lo contrario podría suceder
que lo donado cubriera su legítima y no proceda la acción.
Prescribe a los cinco años.
Efectos: reintegro de la legítima. El legitimario preterido, al ejercer la acción no
obtiene la nulidad de la institución de heredero, sino que reduce el monto de los
herederos instituidos en la proporción necesaria para dejar a salvo su legítima.
Acción de complemento
El art. 2451 regula la acción de complemento; así, establece que “el legitimario a quien
el testador le ha dejado, por cualquier título, menos de su porción legítima, sólo puede
pedir su complemento”.
Tal norma debe analizarse de manera armónica con los artículos que regulan la acción
de reducción.
Ambas acciones se encuentran fuertemente relacionadas, pues la de complemento se
dirige a integrar la legítima, mientras que la de reducción tiene por fin reducir las
liberalidades hasta el límite en que se hubiese afectado la legítima. De esta manera, la
consecución del complemento aparece como el fin, y la reducción, como el medio para
alcanzarlo.
Respecto a las vías procesales, generalmente se plantea como acción. Puede plantearse
como excepción cuando el heredero legitimario se opone a la entrega de los legados
que afectan la legítima.
El juez competente es el juez del sucesorio.
54
Acción de reducción.
Esta acción prevé el modo de lograr el complemento de la legítima mediante la
reducción de las disposiciones testamentarias contenidas en legados o, en su caso, de
las donaciones hechas por el causante en la medida que están sujetas a declaraciones
de inoficiocidad.
La reducción sólo se ejerce hasta lograr el complemento de la legítima.
El efecto principal de esta acción es resolver las liberalidades en la medida en que
excedan los límites de la porción disponible.
Caracteres:
es patrimonial, pues persigue integrar la porción legítima;
es transmisible;
es renunciable a partir de la muerte del autor de la sucesión;
es prescriptible: a los cinco años de la muerte del causante.
Naturaleza jurídica:
Para una parte de la doctrina, se trata de una acción real, pues persigue un fin
reivindicador (Aubry y Rau, como se cita en Pérez Lasala, 2014, p. 263). En cambio, otro
sector sostiene que es una acción personal, ya que hay una limitación respecto a los
sujetos demandables y por su plazo de prescripción. Pérez Lasala (2014, tomo 2, p.
263) entiende que se trata de una acción personal, con la particularidad de que produce
efectos reales. Por último, una posición intermedia considera que se trata de una acción
personal que abre camino a una acción real contra los terceros que hubieren adquirido
el dominio del donatario (Maffia, 1986). Esta perspectiva postula que al vencer el
heredero en la acción personal, se abre una acción real para perseguir el bien en manos
de quien se encuentre.
Todas las posturas coinciden en que la acción tiene efectos reipersecutorios a fin de
recomponer la porción legítima.
Orden en que debe operar la reducción:
En cuanto al orden de la reducción, primero se reducen las disposiciones
testamentarias y luego las donaciones.
Esto es materia de orden público, por lo que no puede ser alterado por la voluntad del
testador.
Lo que se persigue con la acción de reducción es redistribuir las cuotas asignadas hasta
cubrir las legítimas de los afectados, en los casos en que el testador haya realizado una
distribución que resulte violatoria de las legítimas.
Con relación a la reducción de las disposiciones testamentarias, el art. 2452 postula
que:
A fin de recibir o complementar su porción, el legitimario afectado puede pedir la
reducción de las instituciones de herederos de cuota y de los legados, en ese orden. Los
legados se reducen en el mismo orden establecido en el segundo párrafo del artículo
2358.64
Por lo tanto, la acción de reducción puede ser ejercida contra los herederos instituidos
por testamento y contra los legatarios de cosa cierta.
De la norma se desprende que la reducción se realiza en el siguiente orden:
1. las instituciones de herederos de cuota;
2. los legados.
55
Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 289) sostiene que si bien el artículo sólo se refiere a los
herederos de cuota, también comprende a los herederos instituidos sin asignación de
cuota. Afirma que esto sucede cuando el testador instituye como herederos a
legitimarios y no legitimarios. Por ejemplo: el testador nombra herederos de todos sus
bienes a su único hijo y a su hermano; el caudal relicto es de 10,000 pesos, dividido por
partes iguales, es decir que le corresponde a cada uno 5,000 pesos; pero el hijo es
legitimario y la legítima global es de 2/3, esto es: 6,666 pesos, por lo que podrá reducir
la parte de su tío en 1,666 pesos, a fin de conformar la legítima.
Dentro de los legados, la reducción se realiza conforme a lo establecido en el art. 2358.
Allí se observa el siguiente orden:
a) “los que tienen preferencia otorgada por el testamento;
b) los de cosa cierta y determinada;
c) los demás legados”.
En cuanto a la reducción de las donaciones, expresa el art. 2453 que:
Si la reducción de las disposiciones testamentarias no es suficiente para que quede
cubierta la porción legítima, el heredero legitimario puede pedir la reducción de las
donaciones hechas por el causante.
Se reduce primero la última donación, y luego las demás en orden inverso a sus fechas,
hasta salvar el derecho del reclamante. Las de igual fecha se reducen a prorrata.
Esta reducción opera de manera supletoria a la reducción de las disposiciones
testamentarias. Se reduce de la última donación a las de fechas anteriores; es decir, en
orden inverso al que fueron realizadas. Pero puede suceder que se trate de donaciones
realizadas en la misma fecha; en ese caso, la reducción es a prorrata.
El art. 1565 define a las donaciones inoficiosas: “Se considera inoficiosa la donación
cuyo valor excede la parte disponible del patrimonio del donante. A este respecto, se
aplican los preceptos de este Código sobre la porción legítima”.
El art. 2454 regula lo relativo a la reducción de las donaciones y distingue distintos
supuestos:
si la reducción es total, la donación queda resuelta; si es parcial, pueden presentarse
dos situaciones:
el bien donado es divisible: se lo divide entre el legitimario y el donatario;
el bien donado es indivisible: se entrega al que tiene la porción mayor y se
reconoce un crédito a favor de la otra parte por el valor de su derecho.68
56
contrario, el Código Civil y Comercial dispone que puede plantearse la acción de
reducción.
De todo lo analizado, resulta necesario que nos refiramos a distintas situaciones:
1. donaciones efectuadas a terceros no legitimarios: las donaciones se imputan a la
porción disponible;
2. donaciones efectuadas a legitimarios que renunciaron a la herencia o fueron
declarados indignos: también aquí se imputan las donaciones a la porción disponible;
3. donaciones efectuadas a los legitimarios: se encuentra sujeto a reducción el exceso
del valor donado sobre la cuota hereditaria del legitimario donatario.
Si la sucesión es intestada y la donación es a favor de un legitimario, será reducida
cuando su valor excediese la porción disponible y la porción legítima del donatario. Si,
en cambio, la sucesión es intestada y la donación a favor de un tercero, la donación se
reducirá cuando su valor exceda la porción disponible.
Desde otro costado, resulta relevante analizar las soluciones previstas por el Código
Civil y Comercial en caso de perecimiento del bien donado. El art. 2455 distingue los
siguientes casos:
Si el bien donado perece por culpa del donatario, éste debe su valor.
Si perece sin su culpa, el valor de lo donado no se computa para el cálculo de la
porción legítima.
Si perece parcialmente por su culpa, debe la diferencia de valor; y si perece
parcialmente sin su culpa, se computa el valor subsistente.
57
Por otro costado, en cuanto a la reducción de las disposiciones testamentarias y los
terceros adquirentes, cabe señalar que si los herederos o legatarios hubiesen enajenado
a favor de terceros los bienes que recibieron, pero que afectan la legítima, no procede la
acción de reducción contra los terceros. Al legitimario le queda la posibilidad de
accionar por daños y perjuicios.
Prescripción adquisitiva:
Por último, debemos referirnos a un aspecto novedoso regulado en el Código, esto es,
un límite a la procedencia de la acción de reducción.
En tal sentido, el art. 2459 expresa: “Prescripción adquisitiva. La acción de reducción no
procede contra el donatario ni contra el subadquirente que han poseído la cosa donada
durante diez años computados desde la adquisición de la posesión. Se aplica el artículo
1901”.
Como expresamos con anterioridad, en el fundamento del anteproyecto (Lorenzetti, R.
L., Presidente de la Comisión Redactora del Código Civil y Comercial de la Nación, 2014
p. 805) se manifiesta que con este artículo se limitan los alcances de los efectos
reipersecutorios de la acción de reducción, ya que permite al donatario poseedor
oponer la excepción de prescripción adquisitiva. Así, se pretende solucionar el
problema que las donaciones tienen en el tráfico jurídico.
La posesión se produce cuando se efectúa la donación; si la realiza el causante y fallece
luego de diez años de realizada, esa donación no puede ser sujeta a reducción, porque
no forma parte de la masa que sirve de base para determinar la legítima.
Críticas:
Tal solución ha sido cuestionada por numerosos doctrinarios, ya que podría suceder
que el plazo se encuentre cumplido antes de producida la muerte del causante. De esta
manera, el legitimario no cuenta con acción alguna para proteger su legítima, ya que el
plazo de prescripción corrió completamente cuando el heredero no podía plantearla.
Bajo la misma perspectiva, se cuestiona que así se vulnera el principio jurídico de que la
prescripción nace con la acción.
Debe tenerse presente que el cálculo de la legítima recién puede efectuarse luego de la
muerte del causante, pues es en ese momento cuando se forma la masa con los bienes
que dejó el difunto, menos las deudas y se suman las donaciones; recién allí el
legitimario puede determinar si se ha vulnerado o no su legítima.
Si bien la norma otorga mayor seguridad jurídica al donatario, por otra parte, implica
una disminución importante sobre la integración de la masa legítima.
En cuanto al ejercicio de la acción:
Legitimación para demandar la reducción: se otorga en cabeza de los legitimarios
y sus acreedores (acción subrogatoria).
La acción puede ser ejercida contra los herederos –forzosos o voluntarios–, los
legatarios y los donatarios. En algunos casos, también procede contra los
adquirentes de donaciones inoficiosas.
La acción no puede ser ejercida antes de la muerte del causante, pues se trata de
un derecho que nace originariamente en los legitimarios con motivo de la muerte
del causante.
Se puede renunciar a la acción de manera expresa o tácita.
58
La acción de reducción prescribe a los cinco años desde la muerte del autor de la
sucesión (aplica el art.2560, pues no hay disposición especial).
59
donaciones que realizó a favor de sus descendientes o cónyuge implica interpretar que
ha sido efectuado como anticipo de herencia. El anticipo de herencia surge por
donaciones hechas por el causante en vida a determinados legitimarios.
Acción de colación. Definición. Condiciones para su ejercicio
La acción de colación es una acción personal que termina en una resolución que fija la
suma colacionable, la que se hará valer en el juicio sucesorio, en el acto de partición. Se
trata de una acción divisible, pues cada heredero puede ejercerla o renunciarla. En
consecuencia, la interrupción de la prescripción por uno de los herederos que demandó
por colación no aprovecha a los demás que no la reclamaron.
Presupuestos para el ejercicio de la acción:
Dentro de los presupuestos, podemos distinguir los objetivos y los subjetivos.
Los presupuestos subjetivos son los siguientes:
quien colaciona debe ser descendiente o cónyuge;
el descendiente o cónyuge que recibió la donación debe concurrir con otros a la
herencia.
60
de herencia, ya que los hijos heredan a sus padres, pero no a la inversa. Por lo tanto, se
presume que la donación efectuada por un hijo a un ascendiente supone simplemente
una liberalidad.
La legitimación activa y pasiva del cónyuge guarda armonía con la posibilidad de donar
entre cónyuges regulada en el Código Civil y Comercial.
Los herederos que concurren a la sucesión del causante en representación de su
ascendiente que ha recibido la donación, también deben colacionar. Esto responde al
alcance y características del derecho de representación.
Por otra parte, el descendiente o cónyuge que renuncia a la herencia puede conservar el
bien donado o reclamar el legado hasta el límite de la porción disponible. Tal situación
puede ser muy conveniente para el heredero renunciante que ha recibido una donación
que supera la cuota alimentaria que le correspondería, sin vulnerar la legítima.
Heredero que no era tal al momento de la donación:
Apunta el art. 2388 a que: “el descendiente que no era heredero presuntivo al tiempo
de la donación, pero que resulta heredero, no debe colación. El cónyuge no debe
colación cuando la donación se realiza antes del matrimonio”.
Se infiere de la norma que no son legitimados pasivos aquellas personas que al
momento de recibir la donación no eran legitimarios, si no que adquirieron con
posterioridad tal calidad. Es decir, no deben colacionar. Por otra parte, expresa el art.
2395 que a la colación solo puede pedirla quien era heredero presuntivo al momento
de la donación. Asimismo, el cónyuge no puede pedir la colación respecto a las
donaciones hechas por el difunto antes de celebrado el matrimonio83. De ello se
desprende que para poder estar legitimado activamente para ejercer la acción, se debe
tener la calidad de legitimario al momento de la donación y mantenerla a la apertura de
la sucesión.
Respecto a los herederos nacidos con posterioridad a la donación, se entiende que
carecen de legitimación activa para solicitar la colación.
Modo de hacer la colación
En cuanto al modo de hacer la colación, postula el art. 2396 que “la colación se efectúa
sumando el valor de la donación al de la masa hereditaria después de pagadas las
deudas, y atribuyendo ese valor en el lote del donatario”84. Por lo tanto, la masa que
sirve de base a la colación se forma con los bienes dejados por el causante, una vez
deducidas las deudas, y por las donaciones efectuadas en vida por aquel a
determinados legitimarios.
La igualdad entre los herederos se obtendrá incorporando el valor colacionable al
caudal relicto, acreciendo así la masa hereditaria como si el bien existiese realmente en
el patrimonio del causante en el momento de su muerte, y adjudicando ese mismo valor
al heredero afectado a quien se le da menos, con lo cual figurará en su hijuela como ya
recibido. De esta manera, no se deja sin efecto la donación, sino que se imputa a la
hijuela del beneficiario el valor de lo donado. En los hechos, el donatario recibe menos
que los demás herederos, porque se descuenta de su hijuela el valor de los bienes
recibidos con anterioridad a la muerte del causante.
Donación realizada a los descendientes o ascendientes del heredero:
Aquí debemos distinguir dos situaciones:
1) las donaciones hechas a los descendientes: en este caso, el heredero no debe
colacionar;
61
2) los descendientes que concurran por representación a la sucesión del causante
deben colacionar las donaciones hechas por éste a su ascendiente. Ello responde a los
efectos propios de la representación85.
Si bien el art. 2389 se refiere a las donaciones a los ascendientes o descendientes, en su
desarrollo se limita a estos últimos; sin embargo, en un análisis armónico con el art.
2388, debe entenderse que el ascendiente que al momento de la donación no es
heredero presuntivo, no debe colacionar.
Donación al cónyuge del heredero:
El art. 2390 contempla dos situaciones, a saber:
1) donaciones hechas al cónyuge del heredero: no deben ser colacionadas por éste.
2) donaciones hechas conjuntamente a ambos cónyuges: deben ser colacionadas por la
mitad, por el que resulta heredero86.
Esto responde al principio de que no es posible colacionar por otro.
El cónyuge del heredero, no es heredero forzoso en el sistema previsto por el Código
Civil y en consecuencia, por disposición de la ley, no tiene obligación de colacionar las
donaciones que el causante le hubiera hecho en vida, salvo que se tratara de un acto
simulado y fuera probado en juicio. (Casado, 2014, p. 274).
La solución del segundo supuesto guarda armonía con lo expresado, en cuanto que solo
el heredero es pasible de colacionar, si correspondiere.
Respecto a los beneficios que deben colacionarse:
El art. 2391 regula que:
Los descendientes y el cónyuge supérstite obligados a colacionar también deben
colacionar los beneficios recibidos a consecuencia de convenciones hechas con el
difunto que tuvieron por objeto procurarles una ventaja particular, excepto dispensa y
lo dispuesto para el heredero con discapacidad en el artículo 2448.87
Con esta norma se amplía el alcance de las liberalidades –que no son donaciones– que
deben colacionarse. Por ejemplo, el préstamo gratuito del causante a uno de los
legitimarios de un campo con plantaciones; el presunto heredero podría disfrutar por
un tiempo de ese beneficio en perjuicio de los demás coherederos, lo que podría
generar desigualdad entre ellos. Es decir, esta solución se debe a que la exclusión de
colacionar esas liberalidades implica un detrimento para los demás herederos.
Además, se regulan dos supuestos en los que no procede la colación:
dispensa;
mejora al heredero con discapacidad.
Por otra parte, no procede la colación cuando el bien ha perecido sin culpa del
donatario, es decir, por caso fortuito. En tal caso, si la pérdida de la cosa ha generado
una indemnización (subrogación real), tal indemnización es colacionable89.
En cuanto a los frutos e intereses:
Afirma el art. 2394 que “el heredero obligado a colacionar no debe los frutos de los
bienes sujetos a colación, pero debe los intereses del valor colacionable desde la
notificación de la demanda”90. En consecuencia, los frutos de los bienes colacionables
pertenecen al heredero donatario y no se colacionan.
Pero el valor colacionable del bien genera intereses. Estos se deben desde la
notificación de la demanda.
Cálculo del valor colacionable
62
Al referirse al valor del bien donado, establece el art. 2385 que “dicho valor se
determina a la época de la partición según el estado del bien a la época de la donación”.
Una diferencia importante entre el Código Civil y el nuevo Código se produce respecto
del momento para determinar el valor de lo donado, que en el Código Civil era al
momento de la apertura de la sucesión, mientras que ahora es al momento de la
partición. Esto responde a los cambios producidos en el valor de los bienes por la
inflación. Asimismo, el parámetro para determinar el valor corresponde al estado del
bien al celebrarse la donación.
Beneficios excluidos de la colación
Los beneficios excluidos de la colación están establecidos en el art. 2392. Estos
son:
los gastos de alimentos;
los de asistencia médica por extraordinarios que sean;
los de educación y capacitación profesional o artística de los descendientes,
excepto que sean desproporcionados con la fortuna y condición del causante
los gastos de boda que no exceden de lo razonable;
los presentes de uso
el seguro de vida que corresponde al heredero, pero sí por las primas pagadas
por el causante al asegurador, hasta la concurrencia del premio cobrado por el
asegurado;
lo empleado para establecer al coheredero o para el pago de sus deudas.
63
los plazos pendientes.
En esta misma línea, el art. 2398 postula que los coherederos no pueden exigir el pago
de tales deudas antes de la partición.
Al tratarse de un procedimiento de liquidación, el momento oportuno para imputar la
deuda, es la partición, que es un conjunto complejo de actos jurídicos encaminados a
poner fin al estado de indivisión, de modo que los copartícipes materializan la porción
ideal que en la herencia les corresponde, transformándola en bienes concretos sobre
los que tienen un derecho exclusivo. (Casado, 2014, p. 284).
En las deudas contraídas durante la indivisión (es decir, con posterioridad a la muerte
del causante), se aplica la colación de deudas cuando se trata de sumas de las cuales un
coheredero se hace deudor hacia los otros en ocasión de la indivisión, siempre que el
crédito esté relacionado a bienes indivisos. Se establece como excepción que se realice
el pago antes de la partición.
Momento a partir del cual se generan intereses: las sumas colacionables producen
intereses desde la apertura de la sucesión si el coheredero era deudor del difunto,
cuando no se hubiesen pactado intereses con anterioridad; las sumas colacionables
producen intereses con anterioridad al fallecimiento del autor de la sucesión (los
intereses se deben desde su origen); desde el nacimiento de la deuda, si ésta surge en
ocasión de la indivisión.97
Compensación:
Si el coheredero deudor es a la vez acreedor, aunque su crédito no sea aún exigible al
tiempo de la partición, hay compensación y sólo se colaciona cuando la deuda fuera
mayor y sólo en la medida del exceso.
Trasmisión de bienes a legitimarios en vida del causante: casos en que se presume
la gratuidad
La posibilidad de maniobras del causante que, con el objeto de beneficiar a alguno de
sus legitimarios, ocultare la gratuidad de la transmisión de bienes a favor de alguno de
éstos, bajo el velo de una apariencia onerosa, no escapa a las previsiones del Código
vigente ni al Código Civil anterior.
El art. 2461 del Código Civil y Comercial99 tiene como fuente próxima el art. 3604 del
Código Civil, cuya redacción mejora.
La norma presume, sin admitir prueba en contrario, que las enajenaciones efectuadas
en vida por el causante a sus legitimarios, en la medida en que llevan anexo el cargo de
una renta vitalicia en favor de aquel o la reserva de usufructo, uso o habitación,
encubren una liberalidad que debe imputarse sobre la porción disponible a título de
mejora. Por ejemplo, el padre vende a uno de sus hijos un inmueble y se reserva el
usufructo.
Por otra parte, si el valor de los bienes recibidos por el legitimario excede la porción
disponible, el excedente debe ser traído a la masa o acervo, pues se encuentra sujeto a
colación.
Se contempla la posibilidad de que si el acto no es absolutamente gratuito, el
adquirente pueda demostrar que ha abonado algunas sumas, las que podrán deducirse
del valor de lo donado.
Este artículo se aplica a las transmisiones a título oneroso, ya que en las gratuitas rigen
las normas relativas a la colación.
En definitiva, las enajenaciones hechas por el causante a cualquiera de los legitimarios
64
en las condiciones expuestas son reputadas a título gratuito.
Por último, se establece que tanto la imputación a la porción disponible como la
colación (del excedente) no pueden ser demandadas por el legitimario que hubiese
prestado su consentimiento al acto.
SUB EJE 6 SUCESIONES TESTAMENTARIAS
Testamento.
Postula el art. 2462:
Testamento. Las personas humanas pueden disponer libremente de sus bienes para
después de su muerte, respetando las porciones legítimas establecidas en el Título X de
este Libro, mediante testamento otorgado con las solemnidades legales; ese acto
también puede incluir disposiciones extrapatrimoniales.
De la norma, podemos señalar los siguientes aspectos:
Se recepta expresamente la limitación del testador a la facultad de disponer de sus
bienes en el supuesto de que tuviese legitimarios, pues puede disponer de la porción
disponible y debe respetar las legítimas.
Tal aclaración ha sido cuestionada por parte de la doctrina que señala que el
testamento sigue siendo válido aun cuando no se hubiesen respetado las legítimas; en
ese caso, los legitimarios podrán ejercer la acción de reducción una vez acaecida la
muerte del testador (Pérez Lasala, 2014, tomo 2, p. 360 y ss.). Se admite que el
testamento pueda contener disposiciones extrapatrimoniales.
A modo de ejemplo, podemos mencionar:
La designación de tutor para los hijos menores de edad.
65
El reconocimiento de hijos extramatrimoniales.
Declaraciones sobre estados de conciencia, ruegos, etcétera; por ejemplo, puede
contener recomendaciones para los sucesores. Estas declaraciones no hacen
nacer relaciones jurídicas, por lo tanto, el acto que contenga exclusivamente esas
declaraciones no es un testamento. El testamento, para poder tener
exclusivamente contenido extrapatrimonial, debe contener declaraciones que
constituyan una tutela jurídica que haga surgir una relación jurídica, es decir,
debe haber una persona titular del derecho y otra persona designada como
obligada
66
6. Es personalísimo: La voluntad debe ser expresada personalmente por el testador y
no por otra persona, no puede delegarla ni dar poder a otro para testar.
7. Es individual: Puesto que las disposiciones testamentarias no pueden dejarse al
arbitrio de un tercero11, ha de ser otorgado por una sola persona. No puede ser hecho
en el mismo acto por dos o más personas, sea a favor de un tercero, sea a título de
disposición recíproca y mutua.
8. Es autosuficiente: En consecuencia, las disposiciones testamentarias deben bastarse
a sí mismas y la prueba del cumplimiento de solemnidades debe surgir del mismo
testamento.
9. Es formalmente indivisible.
Por último, resultan aplicables a los testamentos las reglas establecidas para los actos
jurídicos, en tanto no sean alteradas por las disposiciones de este título.
Esta remisión presenta la ventaja de que será aplicable al testamento lo relativo a los
principios generales sobre validez del acto jurídico.
Una norma de gran relevancia en la sucesión testamentaria es el art. 247014, que
regula la interpretación.
Capacidad para testar
El Código Civil y Comercial no contiene una norma específica que establezca el
principio general de capacidad para testar; ello surge de los principios que inspiran el
acto jurídico. En cambio, el art. 3606 del Código Civil sí receptaba una regla general de
capacidad para testar de las personas que legalmente eran capaces de tener voluntad y
manifestarla15.
Cabe señalar que la habilidad para testar se aplica sólo a las personas físicas, pues las
personas jurídicas no pueden disponer de sus bienes por testamento. En efecto, el
testamento es un acto destinado a tener efecto después de la muerte del causante.
67
testamento. Por ejemplo, la falta de edad. Junto a tales incapacidades, ha previsto
incapacidades específicas que afectan a determinadas personas para testar usando
determinadas formas testamentarias. Por ejemplo, quien no sabe leer ni escribir no
puede testar por la forma ológrafa.
Edad para testar
Según el art. 2464, pueden testar las personas mayores de edad al tiempo del acto. En
consecuencia, no pueden hacerlo los menores de 18 años de uno y otro sexo.
La capacidad para testar se cuenta desde el mismo día en que se cumplen los 18 años,
momento a partir del cual cesa la incapacidad de los menores de conformidad a la
modificación introducida por la Ley Nº 2657918.
Capacidad testamentaria de los emancipados:
Conforme al art. 27, la celebración del matrimonio antes de los dieciocho años
emancipa a la persona menor de edad, la que goza de plena capacidad de ejercicio,
salvo las limitaciones determinadas por el Código.
La única emancipación prevista es la de matrimonio, pues ha quedado derogada la
emancipación por habilitación de edad.
Respecto a si tales menores de edad pueden testar, hay dos posiciones:
a) Para un sector de la doctrina, no pueden otorgar testamento atento a lo dispuesto
por el art. 2464, pues esta norma tiene carácter preeminente sobre las normas
generales, en virtud del art. 2463 (Barcala, 2014, p. 437).
Lo establecido por el art. 2464 es una limitación a la plena capacidad conferida por el
art. 27.
b)Para otro sector, los menores emancipados pueden otorgar testamento en virtud de
la plena capacidad otorgada por el art. 29 que sólo exige autorización judicial para
disponer de bienes recibidos a título gratuito, y el art. 30 que les permite disponer
libremente de los bienes adquiridos con el producto de su título habilitante, por lo que
sería incoherente negarles la posibilidad de otorgar testamento (Pérez Lasala, 2014,
tomo 2, p. 390 y ss.).
Personas privadas de razón
El Código de Vélez sostenía que para poder testar, era preciso que la persona se
encontrara en su perfecta razón. Asimismo, el art. 3616 presumía que toda persona
estaba en su sano juicio mientras no se probara lo contrario. La segunda parte del art.
3615 admitía que los dementes podían testar en los intervalos lúcidos, con tal de que
éstos fueran lo suficientemente ciertos y prolongados como para asegurar que la
enfermedad hubiera cesado por entonces19.
Actualmente, el art. 2467 expresa que:
Es nulo el testamento o, en su caso, la disposición testamentaria: …c) por haber sido
otorgado por persona privada de la razón en el momento de testar. La falta de razón
debe ser demostrada por quien impugna el acto; d) por haber sido otorgado por
persona judicialmente declarada incapaz. Sin embargo, ésta puede otorgar testamento
en intervalos lúcidos que sean suficientemente ciertos como para asegurar que la
enfermedad ha cesado por entonces.
De tal manera, es posible distinguir dos supuestos:
inc. c): se refiere a la persona que otorga un testamento que podría ser atacado por
nulidad por quien lo invoque y pruebe que el testador, al momento de testar, se
encontraba falto de razón. Este supuesto es similar al de demente no interdicto previsto
68
por el Código Civil.
La regla general es que la persona goza de salud mental, por lo tanto, la privación
constituye la excepción. En consecuencia, la capacidad se presume y quien sostiene la
falta de razón debe probar dicho extremo.
inc. d): reconoce la facultad de testar válidamente que tiene la persona declarada
incapaz judicialmente, siempre que sea en un intervalo lúcido.
No estar privado de razón significa que la persona tiene el raciocinio suficiente para
comprender el acto conforme al cual dispone de sus bienes a favor de las personas que
quiera.
Se admite la validez del testamento otorgado por quien ha sido declarado judicialmente
incapaz, pero tiene discernimiento en el acto de testar, sea por remisión transitoria de
su enfermedad, sea por curación de ella sin haber sido aún rehabilitado. También se
prevé la privación de la razón sin interdicción, caso en el cual la carga de la prueba
incumbe a quien alega dicha privación. (Lorenzetti, R. L. Presidente de la Comisión
Redactora del Código Civil y Comercial de la Nación, 2014, Fundamentos del
Anteproyecto de Código Civil y Comercia, p. 805).
Supuesto de incapacidad. Intervalos lúcidos
Tanto el inciso c) como el inciso d) del art. 2467 se refieren a personas privadas de
razón; la diferencia radica en que en éste último esa persona ha sido declarada incapaz
en un proceso judicial.
En tal sentido, enuncia el art. 32, en su último párrafo, que:
Por excepción, cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de
interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o
formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez puede declarar la
incapacidad y designar un curador.22
El intervalo lúcido consiste en períodos de salud completa en la evolución crónica de
una enfermedad cuya intermitencia y recaída se suponen fatales.
Conforme a tal concepto, corresponde analizar cómo se produce la carga de la prueba:
En el inciso c), la carga de la prueba se rige por las siguientes pautas:
quienes pretendan la nulidad del testamento deberán probar la notoriedad de la
alienación;
quienes pretendan su validez, deberán acreditar la existencia del intervalo lúcido.
En el inciso d), el testamento que se realice es nulo, salvo que se hubiese otorgado en
intervalo lúcido, lo que deberá probar quien sostenga su validez; es decir, deberá
demostrar que el testador, al momento de otorgar el testamento, se encontraba en un
intervalo prolongado de lucidez.
El concepto de intervalo lúcido se aplica tanto al caso de que la enfermedad hubiera
cesado definitivamente como aquellos en que hubiera cesado al tiempo de otorgarse al
testamento.
Personas limitadas en sus facultades de expresión
Afirma el art. 2467, en su inc. e), que es: Es nulo el testamento o, en su caso, la
disposición testamentaria: …e) por ser el testador una persona que padece limitaciones
en su aptitud para comunicarse en forma oral y, además, no saber leer ni escribir,
excepto que lo haga por escritura pública, con la participación de un intérprete en el
acto
En el Código Civil, los sordomudos que no sabían leer y escribir eran incapaces
69
absolutos de hecho y, por lo tanto, no podían testar24. El Código Civil y Comercial
suprimió el término sordomudez y se refiere a las personas que tienen limitaciones
para comunicarse en forma oral y que no saben escribir ni leer.
El art. 2467 permite a las personas que se encuentran en tal situación testar por
escritura pública y con la intervención de un intérprete, siempre que comprendan el
contenido del acto25. Esto responde a los principios receptados por el Código en
materia de capacidad.
Expresión personal de la voluntad del testador
Según el art. 2465:
Expresión personal de la voluntad del testador. Las disposiciones testamentarias deben
ser la expresión directa de la voluntad del testador, y bastarse a sí mismas. La facultad
de testar es indelegable. Las disposiciones testamentarias no pueden dejarse al arbitrio
de un tercero.
Esto responde al carácter personalísimo e individual del testamento, conforme al cual
el testamento debe ser la expresión de la voluntad del causante. Por lo tanto, se
establecen dos prohibiciones:
el testamento no puede hacerse por medio de apoderado;
ni puede dejarse su formación al arbitrio de un tercero.
Mediante estas interdicciones, se desea asegurar que el testamento sea la expresión
auténtica de la voluntad del causante, así como evitar que el representante traicione el
pensamiento de aquel y disponga de sus bienes de una manera distinta a la que era su
voluntad, cosa tanto más fácil cuanto que, habiendo muerto el mandante, será
prácticamente imposible probar que se ha desviado del mandato y responsabilizar al
representante por las consecuencias de su culpa o dolo. Es, además, innecesario, pues
no se advierte qué utilidad puede tener la delegación del poder de testar (Borda, 1994,
tomo I, pto. 1120.1057).
Respecto a los testamentos por poder otorgados en el extranjero, parte de la doctrina
considera que la prohibición de testar por medio de apoderado responde a una
cuestión formal; en consecuencia, estiman que es factible su aplicación en nuestro país
si ha sido realizado conforme a las leyes del lugar de su celebración (Pérez Lasala,
2014, tomo 2, p. 377).
Testamentos conjuntos
Por otra parte, dice el art. 2465, en su último párrafo, que “no es válido el testamento
otorgado conjuntamente por dos o más personas”27. Esto es una derivación lógica del
carácter individual y unilateral del testamento, en virtud del cual el testamento no
puede ser realizado en un mismo acto por dos o más personas. No procede tal
prohibición si se trata de distintos actos, aun cuando los testadores se instituyan
recíprocamente.
En tal sentido, afirma Borda (1994, tomo I, pto. 1120.1064) que puede ocurrir que dos
personas redacten sus testamentos en el mismo papel, uno a continuación del otro, y
que en esos testamentos se instituyan recíprocamente como herederos. Tales
testamentos son perfectamente válidos, porque cada uno de ellos es independiente y
podría luego ser revocado libremente, sin afectar al otro. Lo que está prohibido es que
dos personas hagan su testamento en el mismo acto.
Los testamentos conjuntos pueden adoptar dos modalidades:
1. los testadores disponen recíprocamente el uno a favor del otro;
70
2. los testadores disponen simultáneamente a favor de terceros.
Se protege que el testamento represente la expresión de voluntad del causante, lo que
puede afectarse si queda sujeta al arbitrio de otra persona. De esta manera, se persigue
garantizar la espontaneidad de la voluntad, pues en el testamento conjunto se supone
que hay un previo acuerdo y una influencia recíproca de voluntades. Asimismo, se
busca evitar que se afecte la espontaneidad de la voluntad de revocar el testamento,
pues el acuerdo, de celebrarlo, encerraría el convenio de que para ser revocado
también ser requiere el común acuerdo.
Desde otro costado, surge el interrogante de si el testamento conjunto otorgado en el
extranjero, celebrado conforme a las leyes de ese país, tiene validez en nuestro país. La
doctrina no es uniforme al respecto. Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 376) entiende que
resulta válido, pues se trata de una cuestión formal y, en consecuencia, se rige por la ley
de su otorgamiento. La excepción estaría dada en el caso de que el testamento conjunto
otorgado en el extranjero implicara un pacto sucesorio, pues no se limitaría a un
aspecto formal, sino que afectaría un aspecto sustancial prohibido por nuestra ley.
Vicios de la voluntad
Expresa el art. 2467 que “es nulo el testamento o, en su caso, la disposición
testamentaria: …f) por haber sido otorgado con error, dolo o violencia…”28. El
testamento debe surgir de la expresión de voluntad del testador dada con
discernimiento, intención y libertad. Por lo tanto, procederá la nulidad si fuese
otorgado con algún vicio de error, dolo o violencia. En el caso del error, debe ser
esencial. Debemos diferenciar dos posibles casos:
1. Ausencia de voluntad: es cuando se trata de un escrito que tiene la forma y el
contenido de un testamento, pero que no fue realizado con la voluntad de disponer
mortis causa, ni de crear el documento; por ejemplo, fue realizado como modelo para
enseñar o en broma.
2. Voluntad viciada: es cuando se tiene la voluntad de testar, pero ha sido influenciada
en su formación por violencia, dolo o error. De tal forma, sin esos vicios se habría
formado de otra manera o no habría llegado a formarse. En estos casos, lo declarado es
acorde a lo que se ha querido, pero el querer ha sido viciado en su formación.
Son aplicables a los testamentos las reglas que regulan los vicios de los actos jurídicos.
En cuanto a la violencia psíquica, Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 431) afirma que debe
ser interpretada en sentido amplio, como la influencia psíquica que altera la
independencia de la voluntad del testador. Constituye una fuerza irresistible que se
proyecta sobre el testador o sobre la persona de su cónyuge, ascendiente, descendiente,
no importando que sea obra del beneficiario o de un tercero.
Por otro costado, en el dolo, no es necesario que revista la gravedad que establece el
art. 27229 a fin de que resulte factible anular el testamento, pues es suficiente que haya
un engaño que determine la disposición testamentaria en un sentido distinto al que
tendría si no hubiese mediado aquel.
Respecto al error, cuando sea sobre los motivos del testamento, debe ser determinante
a fin de que proceda la nulidad.
Para parte de la doctrina, para que proceda la nulidad es necesario que se den los
siguientes requisitos: el motivo debe ser determinante: debe ser esa razón la que
indujo al testador a instituir heredero o legatario a determinada persona; debe ser el
único motivo que llevó al testador a testar de la manera que lo hizo; el motivo
71
erróneo debe surgir explícita o implícitamente del testamento (Pérez Lasala, 2014).
Tales testamentos son nulos.
También puede suceder que el error sea sobre la persona; esto también constituye un
error esencial30. Aquí pueden darse dos supuestos:
a) El testador puede incurrir en error en la expresión de la voluntad, por ejemplo,
cuando ha querido designar heredero o legatario a una persona y por error puso el
nombre de otra. A opinión de Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 436), esto no da lugar a la
nulidad, sino a la rectificación siempre que la duda surja del testamento.
b) El error en la persona puede encubrir un error en los motivos: procede la nulidad del
testamento. Por ejemplo, instituyó heredero a una persona que creía era pariente, pero
en realidad no lo era.
El error en el objeto puede darse cuando ha testado sobre una cosa que no le pertenece
y muere sin adquirirla. En ese caso, la disposición testamentaria es nula.
Si el error ha sido de expresión –se ha designado una cosa por otra– la doctrina
considera que no hay nulidad, sino que procede la rectificación, pues se trata de un
error accidental.
Desde otra arista, la simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un
acto bajo la apariencia de otro o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras o
de fechas que no son verdaderas o cuando por él se constituyen o trasmiten derechos a
personas interpuestas que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o
trasmiten.
En cuanto a la acción de impugnación, es dable apuntar:
legitimación activa: pueden impugnar el testamento quienes se benefician con la
nulidad;
la impugnación puede versar sobre todo el testamento o sobre algunas de sus
disposiciones;
prescripción: prescribe a los dos años desde que el vicio fue conocido por la
persona que intenta la acción; la acción de simulación, a los dos años desde que el
titular aparente del derecho hubiera intentado desconocer la simulación.
72
El Código Civil y Comercial utiliza el vocablo inhabilidad en lugar de incapacidad
relativa. Algunos autores sostienen que éste último término es más preciso que
inhabilidad, pues sólo la incapacidad puede ser absoluta, relativa, de derecho o de
hecho (Pérez Lasala, 2014, tomo 2, p. 413). Asimismo, sostienen que se trata de
incapacidades de derecho que no admiten la posibilidad de probar que no ha existido la
captación de la herencia. Por su parte, otros autores consideran que no se trata de
incapacidades, sino que la ley desconfía de la influencia que ciertas personas pueden
tener sobre el testador y, a fin de evitar la captación de la herencia, se anula la
disposición testamentaria que la beneficia (Fornieles, como se citan en Pérez Lasala,
2014, p. 418). En tal sentido, se trataría de una presunción iuris tantum que admitiría
prueba en contrario. Estos últimos, postulan que basta con decir que tal disposición es
nula, en lugar de hablar de incapacidad.
Análisis de los supuestos de inhabilidad:
1. Tutores y curadores: la norma no se limita a regular el supuesto del tutor y pupilo,
sino que alcanza a la curatela.
Asimismo, distingue dos situaciones: si el fallecimiento se produce durante la tutela
o curatela: aquí se cuestiona que resulta bastante difícil que pueda el pupilo fallecer
bajo la tutela, pues el causante debe ser mayor de edad al momento de testar; si el
fallecimiento se produce luego de cesada la tutela, pero previamente a que se hayan
aprobado las cuentas: se entiende que basta que se hubiesen presentado las cuentas y
que sean correctas para que no se produzca la inhabilidad, pues de lo contrario el tutor
o curador podría verse perjudicado por una demora judicial que no le es imputable.
Explica Borda (1994, tomo I, pto. 1120.1115) que también puede suceder que las
cuentas no se hubieren rendido y hubiese transcurrido el plazo de prescripción de la
acción de rendición de cuentas; parece razonable considerar que cesa la incapacidad,
pues ya nadie tendrá acción para cuestionar la administración del tutor.
2. Escribanos y testigos: se aplica al testamento por acto público.
El Código de Vélez extendía la incapacidad al cónyuge o determinados parientes del
escribano o los testigos; esto ha sido suprimido en el Código vigente. Sin embargo,
pueden quedar incluidos en la regulación de personas interpuestas34.
3. Ministros de cualquier culto y líderes o conductores espirituales: La norma alcanza a
aquellos que hubiesen asistido al causante en su última enfermedad; esta es, la que
causó la muerte.
No se limita a los sacerdotes católicos o a los ministros protestantes, sino que
comprende a los de cualquier culto o corriente espiritual.
Por otra parte, el art. 2483 prescribe la sanción por testar a favor de quien no puede
suceder; así, establece que tales disposiciones testamentarias serán de ningún valor,
por lo tanto, si hubiese recibido los bienes, deberá devolverlo junto con sus frutos.
Si el inhábil, antes de ser declarado tal, hubiese realizado actos de disposición sobre los
bienes, esos actos serán válidos si se trata de inmuebles que reúnen las condiciones del
art. 2315, pero deberá responder por los daños y perjuicios. La misma solución aplicará
cuando la disposición testamentaria se realice a nombre de una persona interpuesta, es
decir, toda persona que figura como beneficiaria en el testamento, cuando en realidad
no es el verdadero destinatario de los bienes. La norma reputa como tales –sin admitir
prueba en contrario– al cónyuge, conviviente o determinados parientes de las personas
inhabilitadas para suceder.
73
El momento en que debe existir la habilidad para suceder es el de la apertura de la
sucesión
Ejercicio de la acción:
Legitimados activos: quienes se beneficiarían del testamento en caso de que
proceda la declaración de inhabilidad.
La forma en los testamentos. Ley aplicable. Sanción por inobservancia de las formas
El testamento es un acto que requiere necesariamente, para su validez, la observancia
de las disposiciones de forma impuestas por la ley.
Las formalidades exigidas ad solemnitatem no impiden que se admita que el testador
elija entre las distintas formas de testar.
El principio de solemnidad implica que un acto produce los efectos cuando es realizado
cumpliendo las formalidades impuestas por la ley.
Es conveniente, entonces, distinguir entre las formalidades o solemnidades que son
requisitos exigidos para la validez del acto, de las formas o maneras de testar
autorizadas por la ley.
De este modo, el testamento ológrafo, que constituye una de las formas admitidas de
testar, requiere ser escrito de puño y letra por el testador como una de las formalidades
para su validez.
En el Código de Vélez, las formas testamentarias se clasificaban en:
Ordinarias: que eran aquellas que el testador podía usar en cualquier circunstancia;
Especiales: eran las autorizadas en situaciones particulares a determinadas personas;
como característica específica, evidenciaban lo limitado de su duración. Los
testamentos especiales constituían actos de emergencia que se llevaban a cabo en
condiciones que impedían cumplir los requisitos corrientes, los que eran dispensados
por ese motivo. Pero cuando cesaban los motivos especiales y había transcurrido un
término prudencial, el acto carecía de eficacia.
El Código Civil y Comercial regula como formas de testar: el ológrafo y el de acto
público. Se suprimió el testamento cerrado. Además, se eliminaron las formas
extraordinarias (testamento militar, marítimo, entre otros). Por su parte, el testamento
consular es regulado en el Libro Sexto, Título IV, Capítulo 3, Sección 9, art. 2646; esto
es, en la regulación de las disposiciones de derecho internacional privado.
Las solemnidades de cada una de las formas testamentarias han sido regladas por el
Código Civil y Comercial, que presenta una redacción más concisa y precisa que la del
Código Velezano.
Postula el art. 247337 que:
El testamento sólo puede otorgarse según alguna de las formas previstas en el
Código.
Las formalidades que rigen una clase de testamento no se extienden a otra clase.
Esto responde a la autonomía de cada forma testamentaria; es decir que las
74
formas de testar son independientes entre sí, en tanto que las formalidades
fijadas para un testamento no pueden extenderse a otro.
El cumplimiento de las formalidades debe surgir del mismo testamento y no
puede suplirse por prueba alguna. Es decir, las disposiciones de un testamento
sólo se podrán probar con la presencia física y material del testamento. Ello, sin
perjuicio, que pueda recurrirse a una prueba extrínseca al testamento para
desentrañar la voluntad real del difunto38.
Por otra parte, la ley vigente al momento de testar es la que rige la forma del
testamento39. Parte de la doctrina entiende que se ha dejado pasar una buena
oportunidad para aclarar la solución en el caso de que al momento de testar, el testador
hubiese omitido un requisito formal fundamental que luego ya no fuese exigido
conforme a la normativa dictada con posterioridad. Por lo tanto, considera que debe
aplicarse el principio favor testamenti y declarar válido el testamento (Moreyra, 2014,
p. 452; Pérez Lasala, 2014, tomo 2, p. 463).
Si se trata de un testamento otorgado en el extranjero, será válido en nuestro país si se
observan:
las formas exigidas por la ley del lugar en que fue otorgado;
por la ley del domicilio, residencia habitual; por la ley de la nacionalidad del
testador al momento de testar;
por las formas de la ley argentina.
75
manera corriente de expresar una conformidad; en la sucesión testamentaria, es la
expresión de la voluntad de otorgar testamento y de que comprende lo que acontece.
En tal sentido, afirma el art. 2476:
Firma. Cuando en los testamentos se requiera la firma, debe escribírsela tal como el
autor de ella acostumbra firmar los instrumentos públicos o privados. Los errores de
ortografía o la omisión de letras no vician necesariamente la firma, quedando su validez
librada a la apreciación judicial.
El Código de Vélez prescribía que la regla general en la firma de los testamentos era la
de escribir todas las letras que componen el nombre y el apellido; de esta manera, no se
tenían por firmados aquellos en que sólo se ponía el apellido, las iniciales o el apellido
de una familia distinta a la que pertenecía el testador. Sin embargo, se estimaba válida
la firma incompleta si esta era la que habitualmente utilizaba.
Conforme al Código vigente, la firma del testamento se rige por las normas generales.
La firma en el testamento debe ser de la misma forma que se utiliza en los actos de la
vida cotidiana. Puede consistir en la escritura del nombre o en el uso de un signo. Por
otra parte, la norma señala que los errores de ortografía y la omisión de letras no causa
la nulidad del acto, sino que quedará sujeto a lo que resuelva el juez. Se sostiene que tal
apreciación judicial también procederá cuando se hubiese firmado con un seudónimo o
haciendo referencia al grado de parentesco (p. ej.: tu hermano).
Formas de testar. Ventajas e inconvenientes de cada una
Como adelantáramos en el punto anterior, el Código Civil y Comercial regula las
siguientes formas de otorgar testamento:
ológrafo;
por acto público.
76
por parte de los que no resultaren favorecidos con las disposiciones testamentarias.
b) Facilita la captación, pues no hay intervención de escribano y testigos, lo que permite
que se teste privado de razón.
Testamento por acto público:
Ventajas:
a) La intervención del notario aleja la posibilidad de que se hagan mandas inoficiosas o
ineficaces, en las cuales podría incurrir el testador por su desconocimiento jurídico. El
escribano, al tomar conocimiento de las disposiciones testamentarias, podrá sugerir
precisiones técnicas que aclaren su contenido y eviten dificultades interpretativas o
eventualmente su nulidad.
b) Brinda mayor seguridad, ya que su destrucción por terceros interesados no será
factible, puesto que es prácticamente imposible la destrucción de los protocolos
notariales o su pérdida.
c) Es el que pueden utilizar quienes no saben leer o escribir o no pueden hacerlo.
Inconvenientes:
a) La participación y necesario conocimiento de su contenido por muchas personas
impide mantener el secreto del testamento.
b) Debido a la intervención del escribano, se torna un acto oneroso.
Testamento ológrafo. Definición. Requisitos. Valor probatorio. Protocolización
Es el testamento que realiza por sí el testador, sin intervención de un escribano y
testigos, escrito de su puño y letra, con fecha y firma. El testamento ológrafo, para ser
válido en cuanto a sus formas, debe ser escrito “con los caracteres propios del idioma
en que es otorgado, fechado y firmado por la mano misma del testador”.
Regla
La falta de alguna de estas formalidades lo invalida en todo su contenido.
Excepción
Que contenga elementos materiales que permitan establecer la fecha de manera cierta;
por ejemplo, enunciaciones como “el día de la independencia de 2015” son válidas, pues
permiten saber con precisión la fecha en que fue redactado.
Escrito
Debe ser escrito enteramente por puño y letra del testador. Puede ser redactado en
cualquier idioma. Lo prohibido es el uso de caracteres no idiomáticos tales como los
taquigráficos o criptográficos o alfabeto morse, dado que
ello no ofrece la garantía de exactitud de la escritura común. Generalmente es escrito
utilizando tinta y papel, pero no hay inconveniente en que se utilice cualquier otro
medio que permita escribir (lápiz, pintura) y que se escriba sobre otros materiales
(lienzo, madera).
Firma
Debe estar a continuación de las disposiciones testamentarias. La firma demuestra la
conformidad definitiva del causante con las últimas disposiciones, que no bastaría con
que fuesen de su puño y letra y que tuvieran la fecha para considerarse como
jurídicamente eficaces. La firma cierra el testamento, de ahí que si se le hicieren
agregados, deberán reunir todas las condiciones del testamento ológrafo para ser
eficaces.
Fecha:
77
Ordinariamente, la fecha se enuncia con la mención del día, mes y año
correspondiente al calendario gregoriano. Sin embargo, no es indispensable que
se adopte esa forma, por lo que se consideran válidas las enunciaciones
perfectamente equivalentes que fijen de manera precisa la fecha del testamento.
Debe estar puesta antes o después de la firma.
El error del testador sobre la fecha no invalida el acto. Señala Moreyra (2014, p.
463) que no procederá la nulidad siempre que por medio de otras enunciaciones
pueda determinarse la fecha verdadera.
El testamento no es válido si voluntariamente el testador puso una fecha falsa con
el fin de violar una disposición de orden público. Por ejemplo, el declarado
incapaz coloca en el testamento una fecha que es anterior a tal declaración.
En este supuesto, quien alegue que la fecha es falsa deberá acreditar dicho
extremo, pues en principio las disposiciones testamentarias son veraces.
78
Conforme a ello, el escribano lo protocoliza y extiende la correspondiente escritura
pública.
Al formar parte de la escritura, es un documento público. Parte de la doctrina sostiene
que el carácter de testamento público lo tiene desde que es aprobado por el juez y
ordenada su protocolización, aún cuando ésta no se hubiese realizado.
Protocolización:
El testamento ológrafo debe presentarse, en la forma en que se encuentre, al juez
competente. Si estuviese cerrado, el juez convoca a una audiencia para realizar la
apertura y procederá para que los testigos reconozcan la letra y firma del testador. Si el
testamento se presenta abierto ante el juez, la audiencia tiene por finalidad el
reconocimiento de la escritura y firma del testador. Si resulta que se valida la identidad,
es decir, que los testigos confirman autenticidad, el juez rubricará el principio y fin de
cada página y mandará a que se entregue con todas las diligencias hechas al escribano.
El Código vigente no contiene norma que regule la protocolización; esta es regulada por
los Códigos procesales. La protocolización se realiza extendiendo una escritura pública
suscripta por el juez, que contiene el testamento y las actuaciones judiciales realizadas.
De esta manera, se convierte en público el instrumento privado.
Testamento por acto público. Definición. Requisitos. Etapas que comprende el
otorgamiento. Testigos: capacidad
El testamento por acto público (también llamado abierto) es aquel que se otorga ante
un escribano, por escritura pública y en presencia de testigos. Así, dispone el art. 2479
que: “el testamento por acto público se otorga mediante escritura pública, ante el
escribano autorizante y dos testigos hábiles, cuyo nombre y domicilio se deben
consignar en la escritura…”47. A este testamento se le aplican las disposiciones de los
artículos 299 y siguientes; por lo tanto, se le aplican las normas propias de la sucesión
testamentaria y las relativas a la escritura pública.
El testador, para poder testar por esta forma, no debe estar comprendido dentro de las
inhabilidades para testar. En el caso de que sea una persona que padece limitaciones en
su aptitud para comunicarse en forma oral y, además, no sabe leer ni escribir, puede
testar por esta forma, por medio de la participación de un intérprete.
Etapas que comprende el otorgamiento:
1) fase preparatoria: el testador le manifiesta su deseo de testar al escribano y le da las
instrucciones de manera verbal o escrita;
2) fase de redacción de la escritura: el escribano redacta la escritura testamentaria
según las instrucciones dadas por el testador;
3) fase de otorgamiento: el escribano, en presencia del testador y los testigos, procede a
la lectura del testamento y luego lo firman los intervinientes.
Modo de ordenar las disposiciones:
Expresa el art. 2479 que:
El testador puede dar al escribano sus disposiciones ya escritas o sólo darle por escrito
o verbalmente las que el testamento debe contener para que las redacte en la forma
ordinaria. En ningún caso las instrucciones escritas pueden ser invocadas contra el
contenido de la escritura pública.
El escribano debe recibir las disposiciones o las instrucciones del testador de manera
personal, es decir que no puede delegar tal tarea.
Enunciación que debe contener la escritura:
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El testamento debe redactarse cumpliendo las reglas comunes a las escrituras públicas.
Así, deberán observarse los siguientes requisitos:
1) Redactarse en un único acto.
2) Redactarse en idioma nacional. Si el testador no conoce nuestro idioma, deberá
realizarse una minuta firmada, traducida por traductor o, si no lo hay, por intérprete
aceptado por el escribano. La escritura y la minuta deben protocolizarse.
3) No deben usarse abreviaturas, iniciales, ni dejarse espacios en blanco. Pueden
utilizarse números.
4) Si el testador tuviese discapacidad auditiva, deben intervenir dos testigos que
puedan acreditar el conocimiento y comprensión del acto por parte del testador. Si
es alfabeto, debe labrarse una minuta firmada por ésta y por el escribano, la que debe
protocolizarse.
5) La escritura debe contener: lugar y fecha de otorgamiento, nombre y domicilio de los
testigos, datos personales del testador, naturaleza del acto, constancia instrumental de
la lectura que realiza el escribano, y las firmas del otorgante, testigos y escribano.
Desarrollo del acto final:
El art. 2479 prevé el desarrollo del acto final; así, dispone que una vez concluida la
redacción del testamento, debe ser leído ante el testador y los testigos, quienes deberán
firmarlo55.
Los testigos deben asistir desde el comienzo hasta el fin del acto sin interrupción, lo que
debe hacer constar el escribano; esto conforme al principio de unidad de acto de las
escrituras56. Esto se refiere al acto solemne de la escritura. No es necesario que estén
presentes cuando el testador da las instrucciones al escribano o cuando se lo está
redactando.
Firma del testador:
Expresa el art. 2480 que
Firma a ruego. Si el testador no sabe firmar, o no puede hacerlo, puede hacerlo por él
otra persona o alguno de los testigos. En este caso los dos testigos deben saber firmar.
Si el testador sabe firmar y manifiesta lo contrario, el testamento no es válido. Si
sabiendo firmar, no puede hacerlo, el escribano debe explicitar la causa por la cual no
puede firmar el testador.57
En la norma se prevén tres hipótesis:
a) que el testador no sepa firmar;
b) que no pueda hacerlo;
c) que sepa firmar, pero manifieste lo contrario.
En las hipótesis a) y b) puede firmar a ruego otra persona o un testigo. En virtud del art.
305, inc. f), en el testamento debe constar la causa del impedimento y debe contener la
impresión digital del testador58. En este supuesto c), procede la invalidez del
testamento.
Testigos:
Son imprescindibles en esta forma testamentaria.
El Código de Vélez exigía la presencia de tres testigos; por su parte, el Código Civil y
Comercial redujo dicho número a dos.
La importancia de los testigos se funda en que ellos constituyen una garantía de la
seriedad del acto, contribuyen a su solemnidad y robustecen la fe dada por el escribano
sobre la autenticidad de que el testamento traduce fielmente la voluntad del otorgante.
80
Capacidad: Pueden ser testigos, las personas capaces al momento de otorgarse el acto.
No pueden serlo:
los ascendientes, los descendientes, el cónyuge o conviviente del testador;
los albaceas, curadores o tutores designados en el testamento;
los beneficiarios de alguna de las disposiciones testamentarias;
las personas incapaces de ejercicio (personas por nacer, menores de edad e
incapaces declarados judicialmente) y quienes por sentencia se encuentran
impedido de ser testigos en instrumentos públicos;
los dependientes del escribano;
el cónyuge, conviviente y los parientes del escribano dentro del cuarto grado, y
del segundo de afinidad
81
que se otorga el testamento. Se regula en número de dos testigos, igual que para el
testamento por acto público otorgado en nuestro país.
Formalidades:
a) autenticación de la legación o consulado;
b) rúbrica: debe ser rubricado en cada página por el cónsul o jefe de legación;
c) visto bueno: el testamento hecho ante un ministro plenipotenciario, un encargado de
negocios o un Cónsul, en el que no hubiese intervenido el jefe de legación, deberá ser
llevado ante éste para que dé el visto bueno, el que será colocado al pie del testamento
si es abierto y sobre la carátula si es cerrado;
d) rubricación y visto bueno de cónsul extranjero de una nación amiga: esto procede
cuando no hay cónsul ni jefe de legación argentino en el país extranjero (esto es
criticado por la doctrina);
e) remisión de copia del testamento: debe realizarla el cónsul al Ministerio de
Relaciones Exteriores. Éste la remite al juez civil del último domicilio del testador, que
ordenará su protocolización ante algún escribano del lugar. Si no se conociere el
domicilio, se remite a juez civil de la Capital Federal, quien ordena la protocolización a
un escribano de tal jurisdicción.
INSTITUCIÓN DE HEREDEROS Y LEGATARIOS.
La institución de herederos, en principio, implica la asignación de la universalidad de la
herencia o de una parte indivisa de ella. Las cuotas surgen cuando hay varios herederos
en virtud del concurso o cuando el testador asigna partes alícuotas. La institución de
legatarios, en principio, procede cuando la disposición se refiere a bienes concretos.
Esto es en principio, pues puede suceder que el testador quisiera instituir heredero en
bienes particulares o legatarios de partes alícuotas.
Cabe señalar que la institución de herederos no es esencial en nuestro sistema; en
consecuencia, el testador puede disponer de todos sus bienes por medio de legados. Se
trata de un acto personalísimo que, por lo tanto, depende exclusivamente de la
voluntad del causante. No es un acto formal, por lo que es suficiente con que se den las
circunstancias objetivas y subjetivas que permitan calificar la disposición del testador
como institución de heredero. Por ejemplo, “dejo todos mis bienes en calidad de
herederos a José y Juana”, “dejo todos mis bienes a Sofía y Marcela”, “lego mi auto a
Pedro y el remanente de mis bienes a Carlos”.
Requisitos:
La institución de herederos y legatarios está condicionada a la observancia de los
siguientes requisitos:
a) empleo de la forma testamentaria: la institución de herederos y legatarios puede ser
hecha sólo por testamento; por lo tanto, el testador no puede expresar su voluntad
refiriéndose a elementos extrínsecos al testamento;
b) designación por el testador: pues éste debe nombrar por sí mismo al heredero o
legatario, atento al carácter personalísimo del testamento; si estipula que otra persona
lo nombrará por encargo suyo, la institución no vale (esto guarda concordancia con el
art. 2465, primer párrafo73);
c) determinación inequívoca del instituido: el heredero o legatario debe ser designado
de manera tal que no quede duda alguna sobre la persona instituida. No es necesario
que el instituido sea determinado con nombre y apellido, sino que lo que se requiere es
que se suministren los elementos necesarios para individualizarlo de manera precisa.
82
El Código Civil establecía que si la institución dejaba duda entre dos o más individuos,
ninguno de ellos sería tenido por heredero; esto no ha sido regulado por el Código
vigente.
En cuanto a la situación del heredero instituido, no existen diferencias sustanciales
entre los herederos instituidos y los herederos intestados. Tienen los mismos derechos
aunque la situación no es idéntica.
Fundamento:
Mediante la institución de herederos y legatarios, se permite al testador manifestar su
voluntad respecto a la disposición de sus bienes.
Casos especiales:
Como ya expresamos, el principio general es que la institución de herederos y
legatarios no debe dejar duda sobre la persona instituida.
El art. 2485 regula los casos especiales donde hay indeterminación de los instituidos,
estos son:
La institución a los parientes se entiende hecha a los de grado más próximo,
según el orden de la sucesión intestada y teniendo en cuenta el derecho de
representación. Si a la fecha del testamento hay un solo pariente en el grado más
próximo, se entienden llamados al mismo tiempo los del grado siguiente.
La institución a favor de simples asociaciones se entiende hecha a favor de las
autoridades superiores respectivas del lugar del último domicilio del testador
con cargo de aplicar los bienes a los fines indicados por el causante. [Pérez Lasala
(2014) sostiene que se trata de un legado con cargo].
La institución a los pobres se entiende hecha al Estado municipal del lugar del
último domicilio del testador o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su caso,
con cargo de aplicar los bienes a fines de asistencia social. [Se trata de un legado,
pues la calidad de heredero implica tomar la posición jurídica del causante,
responder por las deudas, lo que no armoniza con la condición de los
destinatarios, que son los pobres. No es un legado a favor del Estado, sino que los
destinatarios de los bienes deberán ser siempre las personas que lo necesitan].
La institución a favor del alma del testador o de otras personas se entiende hecha
a la autoridad superior de la religión a la cual pertenece el testador, con cargo de
aplicar los bienes a sufragios y fines de asistencia social. [Es un legado con cargo.
83
heredero sin parte designada reciba tanto como el heredero instituido en la fracción
menor.
La diferencia entre el heredero universal y el de cuota está dada por la vocación al todo
que es inherente al primero, pues el heredero de cuota carece de derecho a acrecer,
salvo que la ley o el testamento lo establezca.
Casos:
Como ya expresamos, la institución de herederos no tiene formas sacramentales; basta
con que las personas sean designadas con el objeto de suceder la universalidad de los
bienes, acordándoles el derecho de acrecer.
El art. 2487 regula los supuestos de institución indirecta de los herederos universales, a
saber:
a) “La atribución de la universalidad de los bienes de la herencia, aunque se limite a la
nuda propiedad”. La disposición testamentaria por la cual el testador otorga a una o
muchas personas la universalidad de los bienes que deja a su muerte importa instituir
herederos a las personas designadas, aun cuando según los términos del testamento, la
disposición se encuentre restringida a la nuda propiedad y que separadamente el
usufructo se haya dado a otra persona.
b) “El legado de lo que reste después de cumplidos los demás legados”: si después de
haber hecho a una o muchas personas legados particulares, el testador lega lo restante
de sus bienes a otra persona, esta última disposición importa la institución de heredero
de esa persona, cualquiera que sea la importancia de los objetos legados respecto a la
totalidad de la herencia.
c) “Los legados que absorben la totalidad de los bienes, si el testador confiere a los
legatarios el derecho de acrecer”.
El heredero instituido en uno o más bienes determinados es legatario.
A los fines de interpretar las disposiciones testamentarias, se establecen las siguientes
pautas:
interpretación literal: deben considerarse las palabras utilizadas por el testador;
interpretación contextual: cuando de las cláusulas demuestren que otra ha sido la
voluntad del testador, debe realizarse una interpretación contextual conforme al
grado de cultura y la construcción gramáticas propias del testador;
interpretación legal: la ley regula dos supuestos que pueden generar dudas al
momento de establecer la naturaleza del llamamiento testamentario; estos son:
legado de remanente e institución de herederos con asignación de partes.
84
“heredero de cuota”. Conforme a esta norma, estos herederos carecen de derecho a
acrecer, salvo:
cuando deba interpretarse que el testador le asignó vocación expansiva en el caso
que las demás disposiciones no pudiesen cumplirse;
cuando las sumas de las partes asignadas a los herederos de cuota no cubre toda
la herencia y no existan herederos legítimos. Si hubiese herederos instituidos, lo
recibirán en proporción a sus cuotas.
Es decir, la sustitución de herederos procede cuando dos o más personas son llamadas
por el testador como herederos o legatarios de manera sucesiva. En la sucesión
testamentaria, el testador establece el orden, y aunque llame a varias personas, puede
determinar un orden para todas o para algunas. Así puede suceder que a un heredero le
nombre un sustituto; por ejemplo: instituye heredero a Juan y nombra como sustituto a
Pedro. También puede nombrar varios sustitutos para un heredero, de manera
conjunta o sucesiva, o nombrar un sustituto para varios herederos o varios sustitutos
para varios herederos o varios herederos sustitutos entre sí.
El Código Civil derogado trataba en varios artículos la posibilidad de establecer ese
orden subsidiario, institución que también podía hacerse respecto de los legatarios
conforme a lo que disponía el art. 373182. La única sustitución que permitía era la
vulgar.
El Código Civil y Comercial contempla la posibilidad de instituir herederos o legatarios
y aclara que esto no significa imponerle un sucesor al instituido en primer término. Por
otra parte, aclara que de producirse esta última posibilidad, no se afectará la validez de
la institución si se dan las siguientes condiciones:
que subrogue al instituido frente al supuesto de que éste no quiera o no pueda
aceptar la herencia o legado;
85
que la sustitución establecida para uno de esos casos valga para el otro.
86
designación de sus sucesores a otra persona.
Caracteres:
a) Es una disposición realizada por causa de muerte y que requiere, por tratarse de un
acto de última voluntad, la forma testamentaria.
b) Es una disposición a título gratuito; sin embargo, no en todos los casos hay
verdadera liberalidad; por ejemplo, no la hay en los legados remuneratorios ni en el
caso en que los cargos impuestos al legado insuman su valor.
c) Grava a la masa hereditaria: el legado pesa sobre los herederos, es decir, sobre la
masa hereditaria; en consecuencia, si los gravados no son todos los herederos, sino
algunos de ellos, no estamos en presencia de un legado, sino de un cargo.
Sujetos del legado: Sobre quién pesa el legado:
El cumplimiento del legado pesa sobre los herederos; es decir, sobre la masa
hereditaria. Prescribe el art. 2467 que “el heredero queda obligado por las deudas y
legados de la sucesión sólo hasta la concurrencia del valor de los bienes hereditarios
recibidos. En caso de pluralidad de herederos, éstos responden con la masa hereditaria
indivisa”. Es decir que la obligación de pagar los legados pesa sobre todos los
herederos, en proporción a la parte de cada uno de ellos.
Otro supuesto posible es que la herencia se hubiese distribuido sólo en legados y, por lo
tanto, no existan herederos. En este caso, la entrega material del legado la realizará el
albacea, curador o administrador.
Sujeto beneficiado:
Los sujetos beneficiados por los legados se llaman “legatarios”. Son sucesores
singulares que tienen su llamamiento de un testamento.
El legatario no responde por las deudas del causante, y la posesión que recibe es la
material ante la entrega del objeto que efectúa el heredero.
El legatario debe ser designado con la precisión suficiente que no deje dudas sobre su
calidad de beneficiario89.
Normas aplicables:
Postula el art. 2494 que “el heredero está obligado a cumplir los legados hechos por el
testador conforme a lo dispuesto en este Código sobre las obligaciones en general,
excepto disposición expresa en contrario de este Capítulo”90.
Los legatarios tienen derecho al legado desde la muerte del testador.
Resultan aplicables las normas que regulan las obligaciones en general, salvo norma en
contrario dispuesta en el capítulo que regula los legados.
El heredero debe cumplir con el legado; si no lo hiciera, el legatario podrá emplear los
medios legales para obtener su legado y reclamar las indemnizaciones que resulten
ante el incumplimiento.
Adquisición del legado. Modalidades. Entrega
El derecho al legado se adquiere a partir de la muerte del testador o desde el
cumplimiento de la condición91. A su vez, la adquisición de la titularidad sobre la cosa
legada se produce de pleno derecho a la muerte del testador. Sin embargo, el legatario
pedirá a los herederos, al albacea o al curador de la herencia que se le entregue el
objeto legado. En el caso en que el legado estuviera sujeto a una condición suspensiva,
se adquirirá a partir del cumplimiento de la condición. Si se tratara de bienes muebles
registrables ej., un automóvil) el registro es constitutivo, por lo tanto, el legatario
adquirirá el dominio a partir de la inscripción (Flores Medina y Landaburu, 2014, p.
87
512).
Si se trata de un legado de bienes determinados, el legatario es propietario desde la
muerte del causante y podrá ejercer todas las acciones de las que éste era titular.
En cuanto a la entrega del legado, podemos distinguir los siguientes supuestos:
a) El heredero debe simplemente entregar la cosa al legatario. Éste último era
propietario del objeto legado desde la muerte del testador, pero no tenía la posesión
material de la cosa, la que adquiere cuando le es entregada por el heredero. P. ej.:
legado de cosa cierta y determinada.
b) El heredero deberá entregar la propiedad del objeto legado que, en principio, le
perteneció. P. ej.: legado de cosa genérica.
c) El heredero deberá entregar los títulos que acreditan el derecho. P. ej.: legado de
crédito.
d) No existe obligación sustancial por parte del heredero. P. ej.: legado de liberación.
Aceptación del legado:
El legatario debe aceptar el legado. Los caracteres de la aceptación son:
no hay presunción de aceptación;
puede ser expresa o tácita;
es indivisible;
es pura: no puede estar sujeta a condición ni término.
Puede ser realizada por el legatario y sus sucesores universales. Se prevé que puedan
efectuarla los acreedores de aquel, aun cuando haya repudiado el legado.
Objeto de los legados
Legado de cosa cierta, de cosa ajena, de cosa ganancial, de un bien en condominio, de
cosa gravada, de cosa inmueble, con cargo, de género, de dar sumas de dinero, de
prestaciones periódicas: alimentos, alternativos, de créditos, de liberación de deuda, de
reconocimiento de deuda
Regla general:
El Código establece que pueden legarse todos los bienes que estén en el comercio, aun
los de existencia futura. Dispone el art. 2497: “Bienes que pueden ser legados. Pueden
ser legados todos los bienes que están en el comercio, aun los que no existen todavía
pero que existirán después”93.
El término bienes comprende las cosas y los derechos. Alcanza a los objetos de
contenido patrimonial cuya enajenación no se encuentra prohibida o dependiente de
autorización pública. Conforme a ello, no podrán ser objeto de legados: la jubilación, el
bien de familia, entre otros.
El objeto legado debe ser designado por el testador, pues –como lo establece el art.
249594–, no puede dejarse aquel al arbitrio de un tercero.
La cosa legada debe pertenecer al testador, si se trata de un legado de cosa cierta y
determinada.
Legado de cosa cierta:
El legado de cosa cierta es aquel por el cual se dispone de un objeto material, cierto y
determinado.
El legatario podrá reivindicar la cosa, con citación al heredero. Para obtener la cosa,
deberá pedir su entrega al heredero, albacea o administrador, aunque la tuviese en su
poder por cualquier título.
88
Los legatarios adquieren el dominio de pleno derecho a la muerte del testador; por lo
tanto, la facultad para intentar la acción reivindicadora deriva de tal dominio. La acción
puede ser ejercida aun cuando no tuviese la posesión de la cosa; por ello, debe citar a
los herederos a fin de resguardar los derechos de éstos últimos.
En estos legados, en principio, los herederos carecen de la facultad para reivindicar la
cosa de terceros que la posean. Parte de la doctrina estima que podrán hacerlo cuando
se impugne la validez del legado o hubiese caducado. En ese supuesto deberá citarse al
legatario.
Por otra parte, los gastos de entrega del legado se encuentran a cargo de la sucesión.
Éstos son los necesarios para la entrega material de la cosa al legatario. Pesa sobre el
legatario el pago de impuestos que pesen sobre la cosa legada desde la muerte del
causante.
Extensión:
La cosa legada se debe en el estado que existe al tiempo de la muerte del testador,
comprendiendo los accesorios96.
La norma no es sino un corolario del principio de que los testamentos producen sus
efectos al momento de la muerte del causante. Empero, la regla cede en algunos
supuestos.
La referencia de que la cosa debe entregarse en el estado en que se encuentra no se
limita al estado material, sino que comprende el jurídico, pues los contratos que la
gravan deben ser respetados.
Las mejoras corresponden al legatario y pesan sobre él los deterioros de la cosa legada
desde la muerte del testador
Legado de cosa ajena:
Está regulado en el art. 250797. El principio es que el testador sólo puede legar sus
propios bienes; por lo tanto, es de ningún valor todo legado de cosa ajena cierta y
determinada.
Excepción: se convalida el legado si la cosa es adquirida con posterioridad por el
testador.
Adquisición ordenada por el testador:
Si el testador ordenare que se adquiera una cosa ajena para darla a alguna persona, el
heredero debe adquirirla y darla al legatario; pero si no pudiese adquirirla porque el
dueño no quiere enajenarla o pide un precio excesivo, el heredero estará sólo obligado
a dar en dinero el justo precio de la cosa.
Si la cosa ajena legada hubiese sido adquirida por el legatario antes del testamento, se
le debe su precio equitativo.
Por último, si la adquisición es gratuita, el legado queda sin efecto.
Legado de cosa ganancial:
El Código Civil y Comercial no regula expresamente el legado de cosa ganancial.
Se distinguen dos supuestos:
que la cosa sea adjudicada al testador antes de su muerte: en tal caso, el legado es
válido como legado de cosa cierta y determinada; lo importante es que al
legatario se le adjudique en la liquidación de la sociedad conyugal el bien legado
aun cuando tal adjudicación se produzca luego de su muerte;
89
que la cosa legada le sea adjudicada al cónyuge supérstite al dividir los
gananciales: en este caso el legado vale como legado de cantidad conforme al
valor que tenía el bien al momento de la muerte del causante.
90
a) Legado de cosa indeterminada:
El legado cuyo objeto está determinado genéricamente es válido, aunque no haya cosa
de ese género en la herencia102. Por ejemplo: heladera de dos puertas. Si en el
patrimonio del testador hay una sola cosa de ese género, con ella debe cumplirse el
legado.
Forma de hacer la determinación:
Si el testador ha dejado expresamente la elección al heredero o al legatario, podrá el
heredero dar lo peor y el legatario escoger lo mejor.
Estos legados confieren un derecho de crédito para su cobro que deberán reclamar los
legatarios a los herederos. El derecho sobre el objeto se tendrá cuando el heredero lo
entrega.
b) Legado de cosa fungible:
Está regulado en el art. 2504, cuando se refiere a los legados con determinación del
lugar103.
Conforme a esta norma, el legado se cumple entregando la cantidad allí existente a la
muerte del testador, aunque sea menor que la designada. Si es mayor, se cumple
entregando la cantidad designada. Si no se encuentra cosa alguna, nada se debe. Si las
cosas legadas han sido removidas temporariamente del lugar habitual de ubicación
aludido en el testamento, el legado comprende las que subsistan en el patrimonio del
testador hasta la concurrencia de la cantidad indicada por éste.
Es necesario para la validez del legado que una vez determinada la especie del objeto
del legado se indique su peso, medida o cantidad.
Evicción:
En los legados de género el heredero responde por evicción104. Esto se aplica también
a los legados alternativos.
Legado de dar sumas de dinero:
Este legado es una subespecie dentro del legado de cantidad o cosas fungibles. Puede
consistir en la entrega de una determinada cantidad de moneda nacional o de moneda
extranjera. En cuanto a su exigibilidad, ésta procede aunque no hubiese dinero en la
herencia.
El cumplimiento de estos legados, si es puro y simple, es exigible desde la apertura de la
sucesión, sin perjuicio de la facultad de los herederos de oponerse a entregarlo hasta
tanto se hubiesen pagado las deudas.
Si los herederos no cumplen con el legado, el legatario podrá constituirlos en mora y a
partir de allí comenzarán a correr los intereses. En cambio, si el legado está sujeto a
condición suspensiva o a un plazo, sólo podrá exigirse cuando se hubiese cumplido la
condición o acaecido el plazo.
Legados de prestaciones periódicas: alimentos
El legado de prestaciones periódicas es aquella disposición por la cual se otorga al
legatario el derecho de recibir la manda, que consiste generalmente en una suma de
dinero durante períodos determinados por el testador. Estos pueden ser semanales,
quincenales, mensuales, etcétera. Pueden tener plazo o carácter vitalicio.
Establece el art. 2510 que cuando el legado es de pago periódico, se considera que
“existen tantos legados cuantas prestaciones se deban cumplir”. Desde la muerte del
testador, se debe la cuota íntegramente, “con tal de que haya comenzado a transcurrir
el período correspondiente, aun si el legatario fallece durante su transcurso”.
91
En cuanto al legado de alimentos:
Comprende la instrucción adecuada a la condición y aptitudes del legatario, sustento,
vestimenta, vivienda, asistencia en las enfermedades hasta que alcance la mayoría de
edad o recupere la capacidad.
Debe tenerse presente que el legado se mantiene mientras dure la falta de aptitud para
procurarse alimentos aun cuando hubiese alcanzado la mayoría de edad.
Si el legado de alimentos se confiriera a una persona capaz, se considera legado de
prestaciones periódicas conforme a lo dispuesto por el testador.
Legados alternativos:
En estos legados, el heredero o, en su caso, el legatario pueden elegir entre dos o más
objetos.
Sólo ha sido regulado por el Código vigente en cuanto a la evicción. Se le aplican
supletoriamente las normas sobre obligaciones alternativas.
En principio, la elección corresponde al heredero, pero el testador puede disponer que
sea realizada por el legatario. Le elección es irrevocable.
Legados de créditos. Legados de liberación de deudas.
Ambos legados son regulados por el art. 2505.
El legado de un crédito a favor del testador “comprende la parte del crédito… que
subsiste a la muerte del testador y los intereses desde entonces” . El objeto de este
legado es un derecho creditorio del cual el causante es titular, y el deudor es un tercero.
El heredero no es responsable de la insolvencia del deudor. El legatario tiene todas las
acciones que tendría el heredero. El legatario recibirá el bien tal como se hallaba a la
apertura de la sucesión, de manera que si estaba perjudicado por cualquier
circunstancia, así se le trasmitirá, de la misma forma que deberá reconocer las sumas
que se hubieran pagado a cuenta o las modalidades que condicionaran la obligación.
El legado de liberación consiste en la remisión de la deuda que hace el causante al
legatario, que es el deudor; así lo libera de su obligación.
Puede tener dos modalidades:
puede ser realizado mediante una manifestación expresa del testador de liberarlo
de la deuda;
puede realizarse disponiendo que se entregue al legatario el instrumento en que
consta la deuda.
Por otra parte, el código establece que la remisión no comprende las deudas
posteriores a la fecha del testamento. Si el testador lega el instrumento de la deuda,
ésta se entiende remitida. Asimismo, una vez legada la cosa tenida en prenda, se
entiende también remitida la deuda si no hubiese documento público o privado de ella;
si lo hubiese y no se legase, se entiende sólo remitido el derecho de prenda.
El legado de la deuda hecho a uno de los deudores solidarios, si no es restringido a la
parte personal del legatario, causa la liberación de los codeudores. El legado hecho al
deudor principal, libra al fiador; mas el legado hecho al fiador no libera al deudor
principal.
Legado de reconocimiento de deuda
Prescribe el art. 2506 que el reconocimiento de una deuda hecho en el testamento, es
reputado como un legado mientras no se pruebe lo contrario.
Si el testador manda a pagar lo que cree deber y no debe, la disposición se tendrá por
92
no escrita. Si en razón de una deuda determinada se manda pagar más de lo que ella
importa, el exceso no es debido. La presunción es iuris tantum y, por ende, cabe al
acreedor la demostración de la existencia de la deuda. Por otra parte, lo que el testador
legue al acreedor no se imputa al pago de la deuda, salvo disposición en contrario.
Prelación de pago
El art. 2358 dispone:
El administrador debe pagar a los acreedores presentados según el rango de
preferencia de cada crédito establecido en la ley de concursos.
Pagados los acreedores, los legados se cumplen, en los límites de la porción disponible,
en el siguiente orden:
a) los que tienen preferencia otorgada por el testamento;
b) los de cosa cierta y determinada;
c) los demás legados. Si hay varios de la misma categoría, se pagan a prorrata.111
Así deben ser pagadas las deudas del causante, las cargas de la sucesión deben
apartarse la porción legítima de los herederos forzosos, y sobre el remanente, deben
seguir el orden de pago de los legados previstos por el artículo 2358.
Responsabilidad
En cuanto a la responsabilidad del legatario por las deudas y cargas de la sucesión, es
dable distinguir:
1) Sucesión solvente: los legatarios no son responsables por las deudas y cargas de la
sucesión.
Excepción:
cuando las deudas forman parte de un conjunto de bienes tomados como una
unidad (fondo de comercio);
cuando la cosa legada tiene un gravamen real (hipoteca): el legatario debe
responder por la deuda que es garantizada con el bien legado;
cuando el testador lo dispusiera.
2) Sucesión insolvente: los legados no pueden pagarse hasta que estén pagas las deudas
y cargas de la sucesión. Los legados se abonarán en la medida en que alcance y en el
orden del art. 2358.
Si se declara el concurso o quiebra de la herencia, se aplica la ley de concursos.
Pérdida, renuncia, revocación y caducidad de los legados
Estos temas serán desarrollados con detenimiento en los puntos 6.4 y 6.5 de este
módulo. Estos aspectos se encuentran regulados en el capítulo 6 “Revocación y
caducidad de las disposiciones testamentarias” del Título XI “Sucesiones
testamentarias”.
Brevemente, es dable señalar que los legados pueden ser revocados por enajenación o
transformación de la cosa legada. La transmisión de la cosa legada revoca el legado,
aunque el acto no sea válido por defecto de forma o la cosa vuelva al dominio del
testador. En cambio, la constitución de gravámenes sobre la cosa legada no revoca el
legado. También procede la revocación por la propia conducta del legatario dada por el
incumplimiento de los cargos o por causa de ingratitud.
La caducidad procede ante la premoriencia del legatario antes de que fallezca el
testador o del cumplimiento de la condición suspensiva. Otros supuestos de caducidad
93
del legado se producen ante el perecimiento o la transformación de la cosa legada sin
voluntad del causante.
En cuanto a la renuncia, el legatario puede renunciar al legado siempre y cuando no lo
hubiese aceptado. En consecuencia, una vez renunciado el legado, se considera que
aquél nunca ha sido legatario.
Derecho de acrecer
Dentro de la esfera en que el testador puede disponer, su voluntad es decisiva; en
consecuencia, puede determinar quién se beneficiará en caso de que falle alguno de los
llamamientos.
En la doctrina se distingue:
la vocación parciaria: es aquella en la que el testador llama al sucesor a una parte
de la herencia o llama a varios en cuotas distintas;
la vocación solidaria: es aquella en que cada sucesor es llamado a la totalidad; en
consecuencia, las cuotas no han sido queridas por el testador, sino que son el
resultado del concurso de varios herederos.
94
corresponderá al coheredero o colegatario cuando no medie derecho de representación
en esa cuota.
e) Voluntad del causante: el derecho de acrecer no podrá funcionar si el causante
expresamente se ha opuesto a él. Por ejemplo, el causante estableció una sustitución
vulgar para el heredero que no pudo o no quiso recibir la herencia.
Personas a las que se aplica
El derecho de acrecer se otorga a colegatarios o coherederos. Los colegatarios tienen
derecho a acrecer cuando el testador los llama conjuntamente sobre un mismo objeto,
sin asignarles parte. En el caso de los herederos, el derecho de acrecer se da en dos
supuestos:
a) Varios herederos llamados a una misma herencia: si alguno de ellos no acepta, su
parte acrece a todos los demás por partes iguales. Por ejemplo: Juan (quien no tiene
legitimarios) nombra herederos a sus sobrinos, Lucas, Hernán y Pablo; éste último no
acepta la herencia. En este caso, Lucas y Hernán reciben la porción de Pablo, la que se
asignarán en partes iguales.
Ahora bien, no tienen derecho de acrecer los herederos que son instituidos por cuotas,
salvo que del testamento deba entenderse que el testador ha querido darles ese
llamado para el caso que no puedan cumplirse las demás disposiciones testamentarias.
Esta solución está prevista en el art. 2488, primer párrafo. Por ejemplo: Lucas, Hernán y
Pablo son nombrados herederos por su tío Juan, quien ha asignado al primero la mitad;
al segundo, un cuarto, y al tercero, el cuarto restante. Si Hernán fallece, la regla es que
no hay acrecimiento a favor de Pablo y Lucas. La excepción es que del testamento se
desprenda que el llamado ha sido al todo.
b) varios herederos llamados a una misma porción de la herencia.
Institución de herederos con asignación de partes y sin asignación de partes en el
mismo testamento:
El art. 2486, en el segundo párrafo, regula:
Si el testamento instituye uno o varios herederos con asignación de partes y otro u
otros sin ella, a éstos corresponde el remanente de bienes después de haber sido
satisfechas las porciones atribuidas por el testador. Si éstas absorben toda la herencia,
se reducen proporcionalmente, de manera que cada heredero sin parte designada
reciba tanto como el heredero instituido en la fracción menor.
Conforme a esta norma, los herederos instituidos sin asignación de partes reciben por
partes iguales y son llamados al todo si los otros fallaran en su vocación. Por otra parte,
a los instituidos sin parte les corresponde el remanente de los bienes que quedara
luego de dadas las porciones a los herederos instituidos por el testador con asignación
de parte.
Ahora bien, la norma prescribe una solución a fin de proteger a los herederos
instituidos sin asignación de parte, pues prevé que si las cuotas absorben toda la
herencia, deben ser reducidas para que aquellos reciban tanto como el heredero
instituido en la fracción menor.
Conjunciones que dan origen al derecho de acrecer. Efectos
En el supuesto de que varios herederos sean llamados a una misma porción de la
herencia la ley determina la procedencia del derecho de acrecer en los siguientes casos:
a) Conjunción re et verbis: esta surge cuando varios herederos son llamados a la misma
cuota y en la misma frase. Por ejemplo: el testamento expresa: “nombro herederos a
95
Soledad y Rogelio en la mitad de mi herencia y a Sofía en la mitad restante”. Si se frustra
el llamado de Soledad acrece solamente Rogelio y viceversa.
b) Conjunción re tantum: se presenta cuando por cláusulas distintas se da el mismo
objeto a varios legatarios. Es decir, se llama a varios herederos a la misma cuota, pero
en frases distintas. Por ejemplo, en el testamento se detalla: “nombro heredero de la
mitad de la herencia a Soledad y a Sofía en la otra mitad”. Luego, en otra cláusula
expresa: “Sobre la primera mitad, nombro heredero también a Rogelio”. Si se frustra el
llamado de Soledad acrece solamente Rogelio y viceversa117.
Lo dicho también aplica al derecho de acrecer entre colegatarios unidos por una
conjunción, es decir, a los legatarios llamados conjuntamente a un mismo objeto, sin
asignación de partes.
Ahora bien, no hay acrecimiento cuando se establecen cuotas en la conjunción; esto es,
cuando varios herederos han sido llamados a la misma porción, pero se han fijado
cuotas en esa porción. Por ejemplo, el testador nombra herederos a Sofía en la mitad de
su herencia, y a Soledad y Rogelio en la otra mitad, asignando un tercio de esa mitad a
Soledad y los otros dos tercios a Rogelio. En este supuesto no hay acrecentamiento
entre los llamados conjuntamente, porque se le ha asignado una porción determinada a
cada uno.
Sin embargo, gran parte de la doctrina entiende que si el testador deja sus bienes a sus
herederos o una cosa a los legatarios: “por mitades” o “por partes iguales”, no ha
pretendido establecer cuotas que impidan el acrecentamiento. Lo cierto es que habrá
que estar a la voluntad del causante en cada caso a fin de determinar si ha querido o no
privar del derecho de acrecer a sus herederos o legatarios.
Efectos del acrecimiento:
Regula el art. 2489:
Cuando el testador instituye a varios herederos en una misma cuota, o atribuye un bien
conjuntamente a varios legatarios, cada beneficiario aprovecha proporcionalmente de
la parte perteneciente al heredero o legatario cuyo derecho se frustra o caduca. Los
favorecidos por el acrecimiento quedan sujetos a las obligaciones y cargas que pesaban
sobre la parte acrecida, excepto que sean de carácter personal. El derecho de acrecer se
transmite a los herederos.
De la norma se desprende que el efecto natural es que la porción no recogida por el
legatario o heredero aprovecha a sus otros colegatarios o coherederos,
respectivamente, de manera proporcional.
El acrecentamiento produce sus efectos en el momento en que se produce la vacante,
sin necesidad de aceptación de los coherederos o colegatarios.
Otra consecuencia es que los beneficiados deben asumir las obligaciones y cargas que
pesaban sobre la parte acrecida. Esto no se aplica si se trata de obligaciones o cargas
intuitu personae.
Por último, prevé la norma que el derecho de acrecer se transmite a los herederos. Por
ejemplo: el derecho de acrecer que tuvo el padre le corresponderá a sus herederos.
Situación del legado de usufructo
Prescribe el art. 2490: “Legado de usufructo. La muerte del colegatario de usufructo,
posterior a la del testador, no produce el acrecimiento de los otros colegatarios excepto
disposición en contrario del testamento”119. Nada impide la existencia de un sucesor
universal en la nuda propiedad, aunque el usufructo dado a otros de manera conjunta
96
se extienda a la totalidad de los bienes. El legado de usufructo es una excepción al
derecho de acrecer, ya que el fallecimiento de uno de los legatarios favorece al nudo
propietario, salvo que el testador hubiese dispuesto lo contrario.
Principio: la muerte de un colegatario de usufructo, posterior a la muerte del testador,
no da derecho de acrecer al resto de los colegatarios.
Excepción: la disposición en contrario en la cláusula testamentaria.
El fundamento de tal solución reside en la conveniencia de poner fin a la
desmembración de la propiedad.
Pérez Lasala (2014, tomo 1, pp. 390-391) entiende que atento al carácter excepcional
de la norma, debe ser interpretada restrictivamente; por lo tanto, sólo procede en el
caso del fallecimiento de uno de los legatarios luego de la aceptación del legado.
Ineficacia de testamentos y disposiciones testamentarias. Principios generales
Se dice que un testamento o cualquiera de sus disposiciones son ineficaces cuando no
producen sus efectos propios, cualquiera fuere la causa.
La noción genérica de ineficacia se especifica con los conceptos de nulidad, revocación y
caducidad, aplicables con relación al testamento como acto jurídico mortis causa.
a) Nulidad
La nulidad se ocasiona por vicios o defectos constitutivos, es decir, concurrentes en el
otorgamiento del testamento. Es decir, la causa de la ineficacia es originaria, vale decir,
concomitante con el otorgamiento del acto.
b) Revocación
La revocación es cuando se deja sin efecto el testamento o la disposición testamentaria
en virtud de un cambio en la voluntad del propio testador, sea expresa o presunta.
También procede cuando devienen ineficaces las disposiciones testamentarias por
inejecución de las cargas impuestas al gravado o por ingratitud del beneficiario.
c) Caducidad
La caducidad se produce ante la falta de alguno de los presupuestos indispensables,
después de que se abra la sucesión, para que el testamento o determinadas
disposiciones testamentarias puedan producir sus efectos. Es ocasionada ante una
causal de ineficacia sobrevenida con posterioridad al acto y que es independiente de la
voluntad del testador. Puede afectar al testamento completo o a alguna de sus
disposiciones testamentarias.
La ineficacia del testamento siempre es total; en consecuencia, en principio caen todas
las disposiciones testamentarias contenidas en él. En cuanto a las disposiciones
testamentarias, la ineficacia puede ser total o parcial; en este último supuesto, las
disposiciones no afectadas se mantienen.
La noción de inexistencia en materia testamentaria. Caracterización conceptual.
Posiciones doctrinarias. Posibles supuestos
Un acto es inexistente cuando falta el acto mismo, aunque pudiera llegar a tener la
apariencia de tal; en consecuencia, no produce efecto jurídico alguno.
Esta noción no ha sido regulada por el Código Velezano y tampoco lo ha hecho el Código
Civil y Comercial.
En la doctrina, reconocidos autores sostienen que es inexistente el testamento cuando
carece de los elementos esenciales para su existencia (Maffia, Fassi, Belluscio y Pérez
Lasala, como se citan en Pérez Lasala, 2014, p. 754).
Entre los supuestos, podemos señalar:
97
a) Falta de las solemnidades relativas a la esencia misma del testamento: la falta de la
firma del testamento por parte del testador provoca su inexistencia. Esto sucede en el
testamento ológrafo, por ejemplo, si es escrito de manera digital, pues una de las
solemnidades en esta forma de testamento es la escritura de puño y letra. En el
testamento público, la falta de escribano implica que el testamento es inexistente como
tal.
b) Testamento no admitido o prohibido: por ejemplo, nuestro sistema no admite el
testamento por poder, por lo tanto, un testamento realizado de esta manera es
inexistente. Otro supuesto es el testamento mancomunado, pues aún cuando la
voluntad de los sujetos otorgantes existe, la vinculación de la de cada uno de ellos con
la del otro implica que no se trata de la voluntad individual y desligada de toda otra,
que es la que nuestra ley admite como formativa del acto testamentario.
c) Ausencia absoluta de voluntad de testar: tiene la apariencia del testamento, pero no
ha habido voluntad de testar. Por ejemplo, el realizado con fines docentes.
d) Falta de autenticidad: cuando el testamento es falso con relación a la persona que se
atribuye. Tal caso ocurriría por la falsedad material de un testamento ológrafo,
producida por la acción de un tercero que ha imitado la firma y letra del presunto
causante.
Distinción con la nulidad:
La nulidad es una sanción de la ley que recae sobre un acto jurídico real o existente; es
decir, que reúne los elementos esenciales de tal, esto es: sujeto, objeto y forma. En
cambio, la inexistencia es una noción que se aplica a ciertos hechos que no obstante
tener la apariencia de actos jurídicos, no son tales por carecer de algún elemento
esencial de ellos. La inexistencia no se declara, sino que se constata (se la invoca como
defensa sin que sea necesario plantearla como acción o reconvención); debe ser
verificada por el Ministerio Público Fiscal dentro del proceso sucesorio. En la nulidad es
necesario que se plantee una controversia sobre la validez o no del testamento.
Nulidad. Clasificaciones: posiciones doctrinarias
Como ya adelantáramos, la nulidad se ocasiona por vicios o defectos constitutivos; es
decir, concurrentes en el otorgamiento del testamento.
El criterio de distinción entre nulidad absoluta o nulidad relativa se funda en el interés
que protege la sanción de ineficacia. La nulidad del acto es absoluta cuando el vicio
afecta el interés general, orden público. En cambio, la nulidad es relativa cuando el vicio
atañe al interés de las partes intervinientes.
La doctrina no es pacífica respecto a si resulta aplicable la clasificación de nulidad
relativa y absoluta a los testamentos. En el derecho comparado, encontramos dos
posiciones:
1) no es posible aplicar tal clasificación, pues la nulidad testamentaria siempre es
absoluta;
2) resulta posible realizar tal distinción, ya que puede suceder que los testamentos
estén afectados de nulidad absoluta o de nulidad relativa; éste último caso es el que se
produce cuando solo se puede invalidar el testamento a instancia de alguien legalmente
autorizado para impugnarlo.
En nuestro país, Fassi (como se cita en Pérez Lasala, 2014, p. 752) admite tal
clasificación. Por su parte, Pérez Lasala (2014) sostiene que el criterio que inspira la
clasificación no resulta, en principio, aplicable a las nulidades testamentarias. Este
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autor postula, además, que ninguna de las causales de
nulidad de los testamentos da lugar a la nulidad absoluta; en consecuencia, las
nulidades en materia testamentaria son siempre relativas.
Nulidad total y nulidad parcial:
La nulidad de un acto jurídico puede ser completa o sólo parcial. En este segundo caso,
la nulidad de una disposición no perjudica a las demás. Ello permite mantener la
validez de las disposiciones testamentarias que no estén afectadas por la ineficacia de
otra u otras.
Análisis de las causales
Al tratar los aspectos generales de la sucesión testamentaria, analizamos con mayor
detenimiento los supuestos establecidos por el art. 2467.
Prescribe la norma que:
“Es nulo el testamento o, en su caso, la disposición testamentaria:
a) por violar una prohibición legal;
b) por defectos de forma;
c) por haber sido otorgado por persona privada de la razón en el momento de testar. La
falta de razón debe ser demostrada por quien impugna el acto;
d) por haber sido otorgado por persona judicialmente declarada incapaz. Sin embargo,
ésta puede otorgar testamento en intervalos lúcidos que sean suficientemente ciertos
como para asegurar que la enfermedad ha cesado por entonces;
e) por ser el testador una persona que padece limitaciones en su aptitud para
comunicarse en forma oral y, además, no saber leer ni escribir, excepto que lo haga por
escritura pública, con la participación de un intérprete en el acto;
f) por haber sido otorgado con error, dolo o violencia;
a) por favorecer a persona incierta, a menos que por alguna circunstancia pueda llegar
a ser cierta”.130
Pérez Lasala (2014, tomo II, pp. 756-757) distingue las siguientes causales:
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este último caso, puede suceder que la nulidad de una provoque la de la otra.
Acción de nulidad. Legitimación activa y pasiva. Carga de la prueba
La nulidad del testamento o de alguna de sus disposiciones podrá ser demandada por
cualquier interesado, salvo que, conociendo el vicio, la hubiese ratificado o cumplido
espontáneamente.
El fundamento de la posibilidad de accionar por nulidad cuando se ratificaron o
cumplieron espontáneamente las disposiciones testamentarias radica en que siempre
debe estarse a favor de la validez del testamento y no de su nulidad. En este sentido,
resulta aplicable lo dispuesto por el art. 394132. Se reconoce una amplia legitimación
activa, pues puede ser entablada por todo aquel a quien pasarían los bienes si se
declara la nulidad del testamento o la disposición. Por ejemplo: herederos intestados;
herederos testamentarios o legatarios de un testamento anterior, siempre que el
posterior fuese declarado nulo por defectos de forma.
Los legitimados pasivamente son aquellos a quienes beneficia el testamento.
Quien pretende la nulidad, deberá acreditar el vicio o defecto por cualquier medio de
prueba. La acción debe plantearse ante el juez del sucesorio.
Prescripción: rige el plazo genérico de los cinco años.
En el caso de las acciones derivadas del dolo, la violencia y la simulación o en las que
corresponden por los actos otorgados por incapaces, prescriben a los dos añoS.
Revocación de testamentos. Definición. Clases. Efectos. Revocación de legados
La revocación es el acto por el cual el testador deja sin efecto una disposición
testamentaria anterior (Borda, 1994, tomo II, pto. 1120.1588).
El testamento es en esencia revocable, atento al carácter unilateral del acto y al hecho
de no producir efectos hasta la muerte del testador.
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tal forma o de acto público.
La revocación es tácita cuando la ley presume la intención del testador de dejar sin
efecto las disposiciones testamentarias (Borda, 1994, Tomo II, pto. 1120.1589). Así la
revocación tácita procede cuando el causante, si bien expresamente no revoca el
testamento anterior, en el nuevo testamento realiza disposiciones testamentarias que
resultan incompatibles con las dispuestas en aquel; también, cuando destruye el
testamento ológrafo celebrado, o cuando efectúa la venta de la cosa que es objeto del
legado.
Prescribe el art. 2513 que el testamento posterior revoca al anterior si no contiene su
confirmación expresa, excepto que de las disposiciones del segundo resulte la voluntad
del testador de mantener las del primero en todo o en parte137.
Para que el testamento posterior revoque al anterior debe ser incompatible con éste. A
los fines de determinar la incompatibilidad, la segunda disposición testamentaria debe
interpretarse de acuerdo a la intención del testador, deducida del propio tenor del
testamento.
Por otra parte, puede suceder que las disposiciones del primer testamento puedan
coexistir con las del posterior.
La revocación es legal cuando con posterioridad a la celebración del testamento, se
producen hechos que llevan al testador a revisar las disposiciones testamentarias que
realizó.
En virtud de ello, podemos identificar los siguientes supuestos de revocación legal:
1) Postula el art. 2514 que “el matrimonio contraído por el testador revoca el
testamento anteriormente otorgado, excepto que en éste se instituya heredero al
cónyuge o que de sus disposiciones resulte la voluntad de mantenerlas después del
matrimonio”138. La ley supone, en ese caso, que por el solo hecho de las nupcias ha
cambiado la voluntad del testador, ya que se crean nuevas afecciones y un vínculo que
origina un legitimario que no tenía ese carácter cuando se redactó el testamento
preexistente. Este segundo matrimonio también deja sin efecto el testamento dictado
durante la vigencia del primer matrimonio. El matrimonio posterior no establece una
presunción iuris et de iure de revocación del testamento. “se trata de una presunción
iuris tantum porque admite prueba en contrario, ya que permite que el testamento
anterior al matrimonio tenga valor si de sus disposiciones resultare la voluntad de
mantenerlas después del matrimonio” (Flores Medina y Medina, 2014, p. 547). Esta
interpretación es acorde con el principio general de interpretación de los testamentos
de acuerdo a la voluntad del causante.
Matrimonio anulado:
Si el matrimonio -celebrado luego de la realización del testamento- es posteriormente
declarado nulo, el testamento recobra su validez.
Matrimonio putativo:
Una situación especial es la que corresponde al matrimonio putativo, pues si tal
matrimonio resulta anulado luego de la muerte del testador, el cónyuge supérstite de
buena fe podrá invocar la revocación del testamento ya que para éste rigen las
consecuencias establecidas para el matrimonio válido.
2) Otro de los supuestos es el de destrucción del testamento ológrafo. En este supuesto
dispone el art. 2515 que dicho testamento debe ser revocado por su cancelación o
destrucción, la que debe haber sido hecha por el testador o por orden suya139.
101
Cuando existen varios ejemplares del testamento, éste queda revocado por la
cancelación o destrucción de todos los originales, y también cuando ha quedado algún
ejemplar sin ser cancelado o destruido por error, dolo o violencia sufridos por el
testador.
Por tanto, que subsistan ejemplares que se consiguieron por error, dolo o violencia no
afectan la revocación perseguida por el causante al destruir el testamento.
Alteraciones por accidente o por hecho de un tercero: para que la cancelación o
destrucción tengan el efecto revocatorio, ellas deben obedecer a la decisión del
testador. No lo tendrán, por tanto, cuando resulten ajenas a su voluntad.
La cancelación o destrucción puede ser total o parcial. Es parcial cuando lo que se
destruyó o canceló es una parte del testamento que puede ser separada. Por tanto, si
los elementos esenciales no han sido afectados, el testamento mantendrá su validez.
La destrucción parcial del testamento presume iuris tantum la revocación mientras no
se pruebe lo contrario. Si el testamento estaba en poder del testador y aparece con
desperfectos de importancia, se ha producido un cambio en su voluntad. Quien alegue
la validez de ese testamento debe probar la falta de intencionalidad del testador, pues
en contra suya pesa la presunción de que el testamento guardado por éste, que
aparezca alterado de aquella forma, debe ser revocado (por presunción de cambio de
voluntad).
Dado que la cancelación o destrucción del testamento producen su revocación cuando
son la obra del testador, resulta decisiva la prueba de la autoría. Para facilitarla, el
102
artículo en análisis establece la presunción iuris tantum de que si el testamento total o
parcialmente destruido o cancelado se encuentra en casa del testador, es obra de éste.
3) Otro de los supuestos es la revocación del legado por transmisión, transformación o
gravamen de la cosa. Establece el art. 2516:
La transmisión de la cosa legada revoca el legado, aunque el acto no sea válido
por defecto de forma o la cosa vuelva al dominio del testador.
El mismo efecto produce la promesa bilateral de compraventa, aunque el acto sea
simulado.
La subasta dispuesta judicialmente y la expropiación implican revocación del
legado, excepto que la cosa vuelva a ser propiedad del testador.
La transformación de la cosa debida al hecho del testador importa revocación del
legado.1
La constitución de gravámenes sobre la cosa legada no revoca el legado.
También es revocado el legado cuando se trate de una venta con pacto de retroventa, ya
que el dominio ha sido transmitido con la salvedad de estar subordinado a una
condición resolutoria.
Un supuesto en el que la doctrina no es unánime es el de la enajenación sujeta a
condición suspensiva. Para algunos, el legado es revocado pues es manifiesta la
voluntad del causante de disponer de ese bien, sea la condición suspensiva o
resolutoria.
Otros autores consideran que el legado se revoca si la condición suspensiva se cumple,
porque la intención del enajenante es la de someter los efectos al cumplimiento de la
103
condición (Pérez Lasala, 2014, p.789).
Por otra parte, la enajenación sujeta a condición resolutoria provoca la revocación del
legado pues se evidencia la intención del testador de disponer de la cosa.
En cuanto a la responsabilidad de los herederos, señala el art. 2517 que “si la cosa
legada se pierde o deteriora por el hecho o culpa de uno de los herederos, sólo
responde del legado el heredero por cuya culpa o hecho se ha perdido o
deteriorado”142.
La pérdida o deterioro de la cosa legada que se produce luego de la muerte del testador
es soportada por el legatario en virtud del principio que el dominio de la cosa es
atribuido al legatario desde la apertura de la sucesión.
Si la cosa no ha sido entregada es posible que tales eventos acarreen la responsabilidad
de los herederos, pues mientras la entrega no se haya efectivizado, los herederos son
meros tenedores de la cosa con la obligación de restituirla al dueño (legatario). (Flores
Medina y Medina, 2014, p. 554).
La responsabilidad es extracontractual y prescribe en el plazo de cinco años.
4) Otro supuesto está dado por la revocación del legado por causa imputable al
legatario.
Regula el art. 2520 que:
Los legados pueden ser revocados, a instancia de los interesados:
a) por ingratitud del legatario que, después de haber entrado en el goce de los bienes
legados, injuria gravemente la memoria del causante.
[La revocación no excluye la indignidad; es decir que frente a los legatarios ingratos el
sucesor puede optar por solicitar la revocación del legado o indignidad sucesoria]
b) por incumplimiento de los cargos impuestos por el testador si son la causa final de la
disposición. En este caso, los herederos quedan obligados al cumplimiento de los
cargos. (Flores Medina y Medina, 2014, p. 559).
Por causa final se entiende el móvil determinante que ha impulsado al autor del
testamento a efectuar la liberalidad. Cuando el cargo impuesto por el testador ha sido la
causa determinante de la liberalidad, ésta se revoca si aquél no se cumple. De lo
contrario, no hay razón que justifique la revocación.
Efectos
El efecto principal de la revocación es que despoja de efectos al testamento o a las
disposiciones testamentarias que son alcanzadas por ella.
Los beneficiarios no pueden pretender algún resarcimiento del testador por el hecho de
revocar un testamento, pues los instituidos no gozan de ningún derecho en vida del
causante.
El testamento revocado queda privado de todos sus efectos en cuanto acto de
disposición de bienes, pero si el acto contiene otras manifestaciones [reconocimiento
de hijos] éstas… no son alcanzadas por los efectos de la revocación, ya que no quedan
privadas de eficacia las declaraciones del testador que configuren una confesión
extrajudicial de relaciones jurídicas con terceros. (Flores Medina y Medina, 2014,
p.542)
Resulta necesario precisar las distinciones que existen entre la caducidad y la
revocación de las disposiciones testamentarias, ya que si bien ambas causan la
extinción de éstas, cubren circunstancias que no se superponen.
Para la eficacia de la disposición testamentaria, es necesario que el testador haya
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preservado la manifestación de voluntad hasta su muerte. Si la cambia, habrá
revocación. En cambio, la caducidad obedece a circunstancias que son ajenas a la
voluntad del causante.
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por el legatario; salvo, que se tratara de un legado subordinado a una condición y el
perecimiento por caso fortuito sucediera antes del cumplimiento de la condición.
Si la cosa ha perecido parcialmente, el legado es eficaz por lo que no ha sido afectado.
3. Transformación de la cosa legada:
Puede suceder que luego de la celebración del testamento, la cosa legada sufra una
transformación y, en consecuencia, constituya una nueva especie. Ante ello, es dable
diferenciar dos situaciones:
a) que la transformación responda a la voluntad del causante: en este caso, se produce
la revocación tácita de la disposición testamentaria.
b) que la transformación se deba a un caso fortuito o al hecho de un tercero: estamos
ante un supuesto de caducidad.
En consecuencia, “el legado caduca por la transformación de la cosa por causa ajena a la
voluntad del testador, anterior a la muerte de éste o al cumplimiento de la condición
suspensiva”145.
En el primer caso, el legado es revocado aun en el caso que la cosa legada recobrara la
forma que tenía antes de la transformación. En el segundo, si la cosa legada recuperara
su forma original, renacerá el legado.
4) Renuncia del legatario:
Establece el art. 2521 que “el legatario puede renunciar al legado en tanto no lo haya
aceptado.
Cualquier interesado puede pedir al juez la fijación de un plazo para que el instituido se
pronuncie, bajo apercibimiento de tenerlo por renunciante”146.
“La renuncia de un legado no puede ser parcial. Si se han hecho dos o más legados a una
misma persona, uno de los cuales es con cargo, no puede renunciar a éste y aceptar los
legados libres”147.
El beneficiario de un legado puede aceptarlo o renunciarlo. La voluntad del legatario en
uno u otro sentido no está sujeta a formas sacramentales, pudiendo manifestarse en
forma expresa o tácita, por escrito o verbal.
…El derecho de opción puede ser ejercido por el legatario, o bien por sus sucesores
universales, ya que de producirse el fallecimiento del primero, el mismo se transmite a
sus herederos.
Caracteres de la aceptación:
1. Es lisa y llana: no puede ser sometida a condición o a término…
2. Es indivisible: no puede ser aceptada en forma parcial…
3. Es irrevocable: la doctrina mayoritaria sostiene que la aceptación del legado es
irrevocable… (Flores Medina y Medina, 2014, p. 560 y ss.).
Si el legatario renuncia al legado se produce la caducidad de éste. La renuncia no se
presume. El legatario podrá renunciar al legado en cualquier tiempo, desde la apertura
de la sucesión.
El albacea. Definición. Caracteres. Designación. Capacidad
El albacea es la persona designada por el causante con la función de hacer cumplir las
disposiciones testamentarias.
Naturaleza Jurídica:
La doctrina no es pacífica respecto a la naturaleza del albacea. En consecuencia, se han
desarrollado distintas posiciones:
106
a) Es un mandatario post mortem del causante: el ejecutor testamentario es el
mandatario del causante, designado por él para hacer cumplir sus disposiciones
de última voluntad. Tal mandato presenta las siguientes notas específicas:
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ejecución se encomienda…”.
El albacea debe ser individualizado de tal manera que no exista duda sobre su
designación.
En los casos que la designación se hace en virtud del cargo o función pública, se
entiende que será albacea quien ocupe el cargo al momento de la ejecución del
testamento, cualquiera sea la persona que lo ejerza.
Así, dice la norma en análisis, en su último párrafo, que: “cuando se nombra a un
funcionario público, la designación se estima ligada a la función, cualquiera sea la
persona que la sirve”.
El art. 2524, en su segundo párrafo, establece que pueden ser albaceas:
“Las personas humanas plenamente capaces al momento en que deben
desempeñar el cargo [Podrán ser albaceas: los menores emancipados y los
mayores de edad. Los designados deben ser capaces al momento de ejercer el
cargo; esto tiene su lógica, pues antes de la muerte del causante, no tienen
función que cumplir.];
“Las personas jurídicas;
“y los organismos de administración pública centralizada o descentralizada”153.
Si bien el Código Civil y Comercial respeta la voluntad última del causante, ella resulta
acotada en dos supuestos:
o imposibilidad de dispensa al albacea del deber de inventariar los bienes legados;
o imposibilidad de dispensa de rendir cuentas por su labor.
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podemos indicar las siguientes posibilidades:
Albacea único: se designa una sola persona que ejerce el cargo de forma
individual.
Albaceas sucesivos: se designan varias personas para que ejerzan el cargo de
forma individual, aunque en forma sucesiva. El albacea que hubiese cesado en su
función o hubiese cumplido la labor por la que fue designado, será seguido por el
siguiente.
Albaceas conjuntos: se designan varios albaceas para que actúen en forma
conjunta. En este caso, las decisiones se toman por mayoría y si no es posible
llegar a una decisión, lo hará el juez.
Por último, si se hubiesen designado varios albaceas a los que se les hubiese dado
una tarea o función diferente, cada uno ejercerá en forma particular el
albaceazgo. De esta manera, la responsabilidad por la actuación de uno no afecta
a los restantes.
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típica de ejecución de la voluntad del causante, pues ejecutar el testamento es
esencialmente pagar los legados.
o Debe reservar los bienes suficientes para proveer a las disposiciones del testador
y darles el destino correspondiente.
o Debe demandar a los herederos y legatarios el cumplimiento de los cargos que el
causante les hubiese impuesto.
o Debe dar cuenta a los herederos de su administración, aunque el testador lo
hubiese eximido de hacerlo156.
Responsabilidad:
“El albacea responde por los daños que el incumplimiento de sus deberes cause a los
herederos y legatarios”.
El Código Civil y Comercial sigue el criterio fijado por el Código Velezano.
El albacea deberá responder por los daños causados a los herederos o legatarios
derivados del incumplimiento de sus funciones. Tal responsabilidad es una
consecuencia lógica de las obligaciones de ejecución del mandato del causante158, de
inventariar los bienes y de rendir cuentas159. Surge ante el incumplimiento de la
manda (con dolo o culpa) y el consecuente daño a los herederos y legatarios.
El Código vigente limita los sujetos ante quienes debe responder el albacea; estos son;
los herederos y legatarios. Sin embargo, la doctrina mayoritaria estima que aquel debe
responder por los daños que ocasiones a cualquier persona (acreedores de la sucesión,
beneficiarios de un cargo, etc.), pues no hay razón para eximirlo de ello, lo que
resultaría contrario al orden jurídico.
Facultades de los herederos y legatarios:
Están reguladas en el art. 2528 del Código Civil y Comercial.
La regla es que:
Los herederos y los legatarios conservan las facultades cuyo desempeño no es atribuido
por la ley o por el testador al albacea.
Los herederos pueden solicitar la destitución del albacea por:
incapacidad sobreviniente,
negligencia,
insolvencia o
mala conducta en el desempeño de la función160.
Pedida la destitución, será el juez quien evaluará las circunstancias y las causales en las
que se funda tal solicitud.
Por otra parte, en cualquier tiempo pueden poner término a su cometido pagando las
deudas y legados, o depositando los fondos necesarios a tal fin, o acordando al respecto
con todos los interesados.
Los herederos y legatarios pueden solicitar las garantías necesarias en caso de justo
temor por la seguridad de los bienes que están en poder del albacea. En este supuesto,
el albacea podrá dar fianza u otra seguridad para continuar en el ejercicio de su
función.
Remuneración. Gastos
El albacea tiene derecho a percibir la retribución fijada por el testador o, en su defecto,
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la que sea determinada por el juez conforme a: “la importancia de los bienes legados
y la naturaleza y eficacia del trabajo realizado”161.
En el caso que sea fijada por el testador, el albacea que aceptó el cargo no puede
impugnarla ni reclamar una suma mayor ni renunciar a tal remuneración a fin de
solicitar que sus honorarios sean regulados por el juez. Ello se funda en que al aceptar
el cargo consintió las condiciones impuestas en el testamento.
La remuneración es una carga de la sucesión.
El art. 2530 nada dice respecto a la posibilidad de que el albaceazgo sea gratuito. Ante
esto, algunos autores consideran que si el testador prevé en el testamento que la
función será gratuita y esto es aceptado por el albacea, debería respetarse tal solución
(Ollantay Caparrós, 2014, p. 590).
Cuando el albacea es también legatario, se establece que la función constituye un cargo
del legado y, por lo tanto, no puede pretender remuneración alguna, salvo que haya
sido otra la voluntad del causante.
Por otra parte, tiene derecho a que se le reembolsen los gastos incurridos para cumplir
sus funciones. Asimismo, si ha realizado trabajos en ejercicio de su profesión que son
de utilidad para la sucesión, tiene derecho a que se le paguen los honorarios
pertinentes. Se recepta la utilidad como parámetro para la medición en la retribución
de gastos y honorarios. 6.6.4. Conclusión del albaceazgo
El albaceazgo acaba:
a) por la ejecución completa del testamento,
b) por el vencimiento del plazo fijado por el testador,
c) por la muerte del albacea,
d) por su la incapacidad sobreviniente,
e) por renuncia, y
f) por la destitución ordenada por el juez.
Ante el cese de función del albacea designado, si subsiste la necesidad de cubrir la
vacancia, el juez lo designará previa audiencia con los herederos y legatarios.
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