Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
– MARTYN LLOYD-
JONES
Del Libro Seeking the Face of God (Buscando el rostro de Dios), Nueve
Reflexiones de los Salmos. Edición 2005.
Puedes ver todos los capítulos publicados de este libro en este enlace: Buscando
el rostro de Dios Martyn Lloyd-Jones.
7
BUSCANDO CERTEZA
Oh Dios, Tú eres mi Dios,
De mañana te buscaré,
SALMO 63:1-3
Una vez más estoy ansioso de tratar con el mensaje del salmo completo. Vimos,
en nuestra consideración de éste en el último capítulo, que finalmente nada
importa más excepto el conocimiento de Dios. Aquí David ha resumido para
nosotros esta conmovedora y maravillosa oración: “Tu amorosa bondad es
mejor que la vida”. David no ruega por la vida. Lo que desea es “la amorosa
bondad de Dios” y teniendo eso –dice- “estoy listo para enfrentar cualquier
cosa”. Esta es la cosa más importante en el todo de su experiencia.
De manera que la cosa más importante es saber siempre que Él está con
nosotros, que tenemos acceso a Él, y que podemos disfrutar de Su presencia en
las circunstancias más humillantes, más dificultosas y más complicadas. Esta
es la esencia de la sabiduría aun desde el punto de vista de la experiencia
personal.
Pero tengo una segunda razón para enfatizar esto, la cual es que cada vez estoy
más convencido de que es la forma definitiva del evangelismo. El Antiguo
Testamento de forma sorprendente nos dice que muchos se adhirieron a Judá
cuando vieron que Dios estaba con ellos. Había habido un tiempo de
declinación, las personas se habían olvidado y se habían apartado de Dios, de
forma tal que se habían metido en dificultades. Algunos se habían vuelto cínicos
y estaban dudando y negando su pasada fe y religión. Pero algo sucedió a
ciertas personas en Judá; ellos experimentaron una clase de reformación y
avivamiento. Se nos dice en Zacarías 8:23 “ En esos días acontecería que diez
hombres… tomarán el manto de un judío, diciendo, iremos contigo porque
hemos oído que Dios está contigo”.
Estoy bastante seguro que este principio opera tanto hoy como lo hizo en esos
tiempos antiguos. En otras palabras, estoy seguro de que la forma en que
podemos atraer a las masas que están fuera de la iglesia y fuera de Cristo a la
fe es mostrar que Dios está con nosotros. Las personas no están interesadas
en algo teórico. El hecho que siempre convence a las personas es la
realidad. Si ven que hay algo acerca de nuestras vidas, una cierta cualidad, una
cierta calma y ecuanimidad, la habilidad de ser más que vencedores en toda
clase de circunstancias, si ven que cuando todo está en contra nuestra
prevalecemos triunfantes donde ellos no, se interesarán en lo que
tenemos. Querrán saber más sobre esto. Por lo tanto, estoy convencido que la
gran necesidad hoy en día es personas cristianas que sepan y manifiesten el
hecho de conocer al Dios viviente y para quienes sea “Su amorosa bondad mejor
que la vida”.
¿Cómo puede obtenerse esto? Aquí estamos lidiando con la más vital e
importante materia. La primera respuesta que les daría es que debemos creer
que esto es posible para nosotros. Obviamente eso debe ser primero. Si no
cree en esta posibilidad, nunca la buscará y nunca la encontrará. Muchos miran
esta clase de cosas como éxtasis o falso entusiasmo, les disgusta
profundamente y hablan en contra. A través de toda la larga historia de la
iglesia, cada vez que algo vital pasa a los individuos o a un grupo de personas,
cuando hay una clase de avivamiento y reforma, el descargo en contra es el
“entusiasmo”. A la iglesia formal no le agrada una religión viva o una fe viva, la
ven con recelo, como algo que es peligroso. Esto –dicen- no es nada más un
desorden emocional; es algo contra lo cual la gente debiera protegerse.
Todos hemos oído que un cristiano es alguien que vive una vida decente, que
es buena persona y que asiste a un lugar para adorar siempre. Pero si usted va
más allá y habla sobre algunos conocimientos y experiencias, no sólo se le verá
como en una condición de peligro sino que incluso comienzan a dudar de su
sanidad mental.
Otros no buscan esto porque creen que esto pertenece sólo a los tiempos neo
testamentarios. Puede decirles “mire el libro de los Hechos, allí encontrará a
los apóstoles en el Día de Pentecostés en una condición tal que algunas
personas dijeron que estaban ebrios –llenos de nuevo vino”. “Estaban en un
trance de éxtasis, llenos con un exuberante gozo y exultación espiritual”. “Oh
sí, dicen, todo está bien pero ese era el comienzo de la iglesia; sólo es el libro
de los Hechos”. En los tiempos actuales, algunas enseñanzas no dicen no
prestar demasiada atención a los Hechos. “Es un libro peligroso – la gente dice-
de donde derivar su doctrina”. De tal forma que subestiman mucho de lo que
leemos en Hechos, diciendo que estaba prescrito para esos tiempos y no para
los nuestros.
Hemos lidiado con este argumento por todas partes ( ) pero suficiente sea decir
que la respuesta a esto es simplemente que usted no puede entender las
epístolas sino es a la luz de los argumentos de los Hechos de los Apóstoles. No
puede leer las epístolas sin ver que existía esta exuberancia, este gozo, esta
seguridad, este conocimiento. Y, por lo tanto, es una cosa terrible decir que
estaba sólo previsto para los tiempos del Nuevo Testamento; en verdad me
parece a mí que es ir muy cerca de sofocar el Espíritu.
Otros no están interesados en este conocimiento vital de Dios y lo rechazan de
inmediato diciendo: “oh, no disputo la validez de la experiencia. No estoy
negando que las personas como Moisés y David y Pablo y otros hayan tenido
estas grandes experiencias. Seguramente esto es sólo para ciertas personas
especiales. No es para todos”. El ejemplo clásico de esta mentalidad, por
supuesto, es lo que usted ve en las Iglesias que dividen a las personas en dos
grupos –los religiosos y los ordinarios- o si gusta, los clérigos y los laicos. Existe
una clase de aristocracia, dicen, en las esferas cristianas y en la iglesia, y
entonces existe la gente común y corriente. Y, por supuesto, las personas
comunes y corrientes no tendrán estas experiencias ni las buscarán
tampoco. Es sólo para los santos, se arguye, y sólo algunas personas son
santas. La iglesia decide quien es un santo, y ese es siempre alguien bastante
excepcional. No hay muchos santos, y la gente común y corriente –el resto de
nosotros- no está destinado a ser uno de ellos.
Los sentimientos no cuentan en absoluto. Todo lo que tiene que hacer es creer
en el mensaje y hacer esa declaración y será salvo.
Esta es una enseñanza común hoy con respecto a la seguridad: Se le dice que
todo es cuestión de tomarlo por fe. Se le disuade de considerar los sentimientos;
la salvación es algo objetivo, fuera de usted mismo. Y muchas personas aceptan
esto, pensando que tienen la plena seguridad de la salvación y que tienen todo
eso que el Nuevo Testamento y la biblia tienen para ofrecerles.
Entonces, estas son las razones por las que las personas no buscan esta
experiencia maravillosa que vino a Moisés y a David y a los otros. No creen en
ella y por esto, contradicen las enseñanzas esenciales mismas de la Biblia. La
Biblia no enseña un creer frío, intelectual sino una experiencia que envuelve a la
persona completa. También nos enseña que es para todos. La Biblia no lo
condiciona a una época particular, a un particular tipo de personas o sólo a
personas escogidas. Las epístolas están verdaderamente repletas de
esto. “Regocíjense en el Señor siempre” – el apóstol Pablo dice a los
filipenses- “y digo nuevamente, regocíjense (Fil 4:4 )”. Por supuesto que esto
no significa una clase de jolgorio, de jovialidad carnal. No puede imaginar tales
cosas en conexión con el apóstol Pablo. ¡No! Es un gozo santo, un gozo
profundo, como un rio poderoso fluyendo al mar.
Luego el apóstol Pablo dice a los efesios –a todos los miembros de esa iglesia y
a las otras iglesias a las cuales esa carta circular estaba obviamente dirigida-
que ellos, juntos con todos los santos en todas partes, deben conocer y
aprender: “la anchura, la longitud, la profundidad, la altura, para conocer el amor
de Cristo, que sobrepasa todo conocimiento, para que ustedes estén llenos de
la plenitud de Dios” (Efesios 3:18-19 ). En efecto esto es lo que todos somos
exhortados a conocer. Desafío a cualquiera a darme una cita bíblica que diga
que es sólo para algunos. No, Cristo murió para a llevar a todos los que en Él
creen a Dios, a una experiencia viviente con Él. Esta es la vida eterna – Él
dijo- que puedan conocer al único Dios verdadero, y a Jesús Cristo, a quien Tú
has enviado (Juan 17:3 ).
La Biblia ofrece esto a todos aquellos que son creyentes. Esto es lo que se
espera tengamos. Y no sólo es verdad en la enseñanza de la Biblia. Encontrará
que esto ha sido verdad también en la historia subsecuente de la iglesia
cristiana. Nuevamente, se aplica a todos los tipos, todas las clases, todas las
eras, todos los países, todos los climas y a todos los contextos. No se confina a
ninguna época ni a ningún tipo. Esta es la cosa más maravillosa, la más
apasionante.
Déjenme probar mi contienda dando sólo unas pocas citas. Quiero mostrarles
ahora cómo esto es verdad en las personas que pueden diferir fundamental y
profundamente en su teología.
Ahora déjenme darles otro ejemplo muy diferente, un pequeño extracto del diario
de un hombre llamado Parkinson Milton que vivió en el siglo XIX hasta más o
menos 1890. Era un arminiano muy convencido –el opuesto exacto del
calvinista Mather. Este hombre era un metodista antiguo, visto por muchos
como un “criticón”, como los metodistas antiguos primitivos solían ser,
entusiastas, gente de éxtasis. A mayor abundamiento, había nacido en
circunstancias muy humildes, muy diferentes de las de Cotton Mather. Era un
hombre capaz pero carecía de la educación y de la erudición de Mather. Esto
es lo que escribió acerca de sí mismo en Octubre 26, 1874:
Estos son sólo fragmentos al pasar. Déjenme ponerlo en una forma más
doctrinal. Un antiguo puritano William Ames escribió: “La seguridad de nuestro
llamado y elección es una cosa importantísima que desear”. Estas personas
sabían todo acerca de las Escrituras y sobre aceptar la evidencia bíblica pero no
era esto de lo que ellos hablaban. No estaban sólo diciendo “aquí está, ¿cree
en esto? ¿Sí? Bien entonces, tiene la absoluta seguridad” ¡No! La seguridad de
nuestro llamado y nuestra elección es una cosa importantísima que desear. Esta
seguridad no es sólo posible para nosotros de alcanzar sino que pertenece a
nuestro deber hacer nuestro llamado y elección seguros. Escribió uno.
Escuche a William Perkins, quizá unos de los primeros más grandes puritanos,
al final del siglo XVI, que tuvo influencia sobre muchos otros: “No enseñamos
que todo y cada hombre vivo dentro de los distritos de la iglesia que profesa en
el nombre de Cristo está seguro de su salvación sino que así debe serlo y debe
dedicarse a alcanzar eso”. Eso lo pone bastante claro, usted puede ser un
cristiano sin esto pero no tiene ningún derecho, en un sentido, a serlo de este
modo. Debe tener la certeza de esto. Puede ser un cristiano sin esto pero es
su tarea buscarla y obtenerla, poseerla y vivirla en la plenitud del gozo.
Usted ve, esta es la obra directa del Espíritu, no una seguridad meramente
externa, teórica, intelectual. Si se queda corto en esto, está apagando el
Espíritu:
Confío en que ustedes están convencidos de que esto es algo que todos
debemos conocer y poseer. No está destinado a ciertas personas, ciertas
edades o ciertos lugares. Es universal para todos los hijos de Dios. Dios quiere
que Sus hijos se regocijen en Él.
La Biblia está llena de esto. El objetivo final del hombre es glorificar a Dios y
disfrutarlo por siempre. ¿Está usted disfrutando a Dios? Estamos hechos para
eso. Vergüenza venga sobre nosotros si no lo estamos haciendo, aún mayor
vergüenza sobre nosotros si tratamos de descartar esto y decimos “en la medida
en que creo y vivo una buena vida, nada más se requiere.” No, estamos hechos
para regocijarnos en Él y disfrutarlo por siempre.
¿Cómo, por lo tanto, se obtiene esto? David contestó esa pregunta para
nosotros. Es el regalo de Dios, no hay duda alguna sobre eso. Pero el hecho
de que es un regalo de Dios no quiere decir que no debamos hacer nada. Más
bien, debido a que creemos es Su regalo, debemos buscarlo.
El padre tiene el regalo bajo su posesión y el niño lo sabe. ¿Significa esto, por
lo tanto, que el niño no hace nada sino sólo actuar en forma pasiva, esperando
que el padre se lo dé? ¡¡No, el niño pide, y pide, y pide!!! Y continúa pidiéndolo
y se vuelve un fastidio hasta que lo recibe. En realidad esto es lo que las
Escrituras enseñan. No puede ordenarlo, tampoco puede tomarlo por fe cuando
usted lo desee. No, es el regalo soberano de Dios, pero eso significa que debe
buscarlo.
También quiero enfatizar el aspecto ansioso de esto. ¿Ve usted cómo David
va paso a paso? En el versículo 8 dice “mi alma está apegada a ti”. Es como
un perro que ha percibido un olor y lo persigue a toda costa. La presa que
escapa se apresura pero el perro se mantiene tras él. ¿Sabe algo sobre esta
urgencia?
Y luego en el versículo 17 dice “porque Tú has sido mi auxilio, por lo tanto, bajo
la sombra de tus alas me regocijaré”. Esto es un principio muy importante,
práctico.
¿Notó que Cotton Mather escribió que su corazón “era como una
piedra”? ¿Sabemos de esto, verdad? ¿Creemos la verdad que es en Cristo
Jesús pero, cómo son nuestros corazones? Alguien vino una vez a verme en mi
estudio –en verdad me ha sucedido muchas veces- y dijo: “¿Sabe lo que me
molesta? ¡Es el hecho que puedo sentarme y escuchar lo que ha estado
diciendo sobre el Salvador y permanecer impasible! Lo creía todo pero no fue
tocado. No hubo un arrobo pero sintió que debía haberlo. Y estaba en lo
cierto. Como Isaac Watts lo pone en su gran himno:
¿Y entonces qué debe hacer cuando está en ese estado? Bien es una cosa muy
buena hacer lo que David hizo, practicar su arte de recolección. Esto
simplemente significa que se recuerde a usted mismo lo que Dios ha hecho por
usted en el pasado. Tome las más insignificantes manifestaciones que usted
alguna vez haya tenido del amor de Dios y recuérdeselo a sí mismo.
Comience con eso, recuérdese de las bendiciones pasadas. La copla rimada
en el bien conocido himno lo expresa perfectamente:
Usted ve, no tiene sentido tratar de trabajar en sus sentimientos. Las personas
que hacen esa conexión con la religión están sólo desplegando su ignorancia
total sobre esta materia.
Tomar algo por garantizado es una cosa terrible. Aparte de cualquier otra cosa,
es un insulto y qué pobre clase de personalidad refleja –alguien que está
siempre listo para retener su mano y tomar todo y nunca preocuparse de
agradecer o alabar.
Pero, ¿no es esa la forma que todos tratamos a Dios? Si quiere conocerlo, si
quiere conocer Su sonrisa, si quiere saber algo de esta realización viva que Dios
es su Dios y que Él lo ha amado “con amor eterno” (Jer. 31:3 ), que usted es Su
hijo y que Él nunca lo dejará o abandonará (Heb 13:5 ) –Si desea que este
testigo viviente del Espíritu, esta seguridad definitiva que se da a través del amor
derramado en nuestros corazones, que va hacia arriba y regresa a Él en
alabanza, adoración, veneración y acción de gracias, entonces comience a
alabar a Dios por lo que tiene.
Alábelo por todo –por los regalos de la vida y la salud y la fortaleza. Muchas
personas están enfermas y relegadas a un lado y no pueden ir a un lugar de
adoración. ¿ Agradecemos a Dios por nuestra salud y fortaleza, nuestras
facultades, por todos estos regalos que Él esparce sobre nosotros en forma
constancia y gratuita? ¡¡Agradezca a Dios!! David, por supuesto, continúa
repitiendo esto:
“Porque Tu amorosa bondad es mejor que la vida, mis labios te alabarán”. Por
consiguiente te bendeciré mientras viva: Elevaré mis manos en Tu nombre…
mi boca Te alabará con labios gozosos (Salmo 63: 3-5 ). Y continúa, aún hasta
el último versículo donde dice “el rey se regocijará en Dios…”.
Usted va a un rey
JOHN NEWTON