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Ejemplo # 8 - El Alcance de la Expiación

El pasaje familiar de Romanos 3:23 dice, “Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios.” Los que pertenecen al grupo Reformado,
que son acérrimos calvinistas, dicen, “En Romanos 3:23 la palabra “todos” se
refiere a todos los hombres sin excepción.” ¿Por qué dicen esto? Porque
armoniza con su teología. Ellos creen en la total depravación del hombre,
por lo cual creen que todos los hombres, sin excepción, son pecadores y
totalmente depravados. En este punto su teología es correcta.

Pero en otros pasajes, los hombres reformados entienden el término “todos”


de manera muy diferente:

“Mas Jehová cargó en ÉL el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).

“El cual se dio a sí mismo en rescate por todos” (1 Timoteo 2:6).

Ahora se nos dice que el término “todos” no puede referirse a todos los
hombres sin excepción, porque su teología los obliga a limitar el término
“todos” a los elegidos. Ellos creen que Cristo murió solamente por los
elegidos.

En Isaías 53:6 el término “todos” ocurre dos veces: “Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová
cargó en Él el pecado de todosnosotros.” Los hombres Reformados no tienen
problema en entender que todos los hombres, sin excepción, se han
descarriado, porque armoniza con su teología de la depravación. Pero tienen
problema de decir que el SEÑOR cargó en Cristo la iniquidad de todos los
hombres, sin excepción, porque eso estaría en conflicto con su teología de la
expiación limitada. Su interpretación de las Escrituras depende de su
teología.

En Romanos 3:19 la Palabra de Dios dice esto: “Pero sabemos que todo lo
que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se
cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios.” Los Reformados
entienden que “todo el mundo” se refiere a todos los hombres sin excepción.
Su doctrina de la total depravación está en armonía con la verdad de que
todos los hombres, sin excepción, son culpables ante un Dios santo.
Obviamente, estamos de acuerdo con esto.

En 1 Juan 2:2 se usa el término “todo el mundo”: “Y ÉL es la propiciación por


nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los
de todo el mundo” (1 Juan 2:2). Los hombres reformados nos dicen que en
este pasaje “todo el mundo” no se refiere a todos los hombres sin excepción,
sino a todos los hombres sin distinción. Es decir, Cristo no murió solamente
por los judíos elegidos, sino también por los gentiles elegidos. Su teología
de la expiación limitada determina cómo entienden el texto.

Los claros enunciados de las Escrituras deberían determinar mi teología y no


al revés. Si los claros enunciados de las Escrituras están en constante
conflicto con mi teología, entonces quizás debería rectificar mi teología. Los
hombres reformados tienen la poco envidiable tarea de explicar
constantemente que “todos” realmente no significa “todos” y que “todo el
mundo” realmente no significa “todo el mundo” y que “todo hombre” no
significa realmente “todo hombre”, etc.

El lenguaje de la Biblia no puede ser más claro:

ÉL murió por. . .

el mundo (Juan 3:16; 6:33, 51)


todo el mundo (1 Juan 2:2)
todos (1 Timoteo 2:6)
todos nosotros (Isaías 53:6)
todos los hombres (Romanos 5:18)
por todos (Hebreos 2:9)
por los que niegan a Cristo (2 Pedro 2:1)

¿Quiere Dios realmente decir lo que dice? ¿Podemos tomarlo por Su


Palabra? ¿O permitiremos que nuestra teología nos obligue a cambiar el
significado de las palabras que, en sí mismas, son muy claras?

Sir Robert Anderson, en el prefacio de su libro Forgotten Truths (Verdades


Olvidadas) ha escrito lo siguiente:

Durante los primeros años de mi vida cristiana yo estaba muy confundido y


afligido por la suposición de que las simples y llanas palabras de Escrituras
tales como Juan 3:16; 1 Juan 2:2; 1 Timoteo 2:6 no eran ciertas, salvo en un
sentido misterioso que sólo era entendido por los iniciados. Porque, se me
había dicho, la predominante verdad de la soberanía divina en la elección,
impedía tomarlas literalmente. Pero hace medio siglo, un amigo de esos días
--el finado Dr. Horatius Bonar—me libró de este extrañamente prevaleciente
error. El me enseñó que hay verdades que pueden parecernos irreconciliables
solo porque nuestras mentes finitas no pueden entender al Infinito: y que
nunca debemos permitir que nuestra pobre comprensión de los eternos
consejos de Dios impidan la incuestionable fe en las palabras de las Sagradas
Escrituras”. [Del prefacio del libro de Anderson ‘Forgotten Truths’ (Grand
Rapids Kregel Publications, 1980), preface].

Richard Baxter (1615-1691) era un hombre piadoso y es muy estimado entre


los hombres reformados. Escribió lo siguiente en cuanto a esta materia:

Cuando Dios nos dice, con toda la sencillez posible, que Cristo murió por
todos y que gustó la muerte por todo hombre, los hombres lo negarán y,
con ese fin, torcerán el sentido llano de las palabras, simplemente porque no
pueden ver cómo esto puede reconciliarse con Cristo condenando a
hombres y con Su especial amor hacia Sus elegidos. No es difícil ver la justa
y equilibrada coherencia. Pero, ¿y si tu no puedes ver cómo concuerdan dos
verdades del Evangelio? ¿Negarás entonces una de ellas, cuando ambas son
evidentes? ¿No es un gran orgullo preferir tu propio entendimiento antes de
la sabiduría del Espíritu de Dios, que ha inspirado las Escrituras? ¿No debería
un hombre humilde decir más bien, sin duda que ambas son verdad, aunque
yo no pueda reconciliarlas? De modo que otros negarán estas llanas
verdades, porque ellos piensan que todos por quienes Cristo murió están
ciertamente justificados y salvados; porque por quienquiera que Él muriera y
satisficiera la justicia, Él les proveería de fe para creer en Él; Dios no podría
castigar justamente a aquellos por quienes Cristo dio satisfacción, etc. Pero,
¿expresan las Escrituras todas o algunas de estas opiniones con la sencillez
con la dice que Cristo murió por todos y por cada hombre? ¿Dice claramente
en alguna parte que Él no murió por todos? ¿Dice que hace excepción de un
hombre, y que Cristo no murió por él? ¿Dice en alguna parte que ÉL murió
solamente por Sus ovejas o por Sus elegidos y que excluye a los no
elegidos? No hay tal palabra en toda la Biblia; ¿no deberían estar las
verdades ciertas y los textos claros por sobre los puntos inciertos y los textos
oscuros? (Richard Baxter, Universal Redemption of Mankind, p.282-283).

Richard Baxter aplica luego hábilmente estos principios al caso en cuestión:

Quisiera preguntar a cualquiera, ¿creerías que Cristo murió por todos los
hombres si las Escrituras lo dicen claramente? Si lo hicieras, dime, ¿qué
palabras encontrarías o desearías encontrar que fueran más claras que las
que son usadas aquí? ¿No es suficiente que Cristo es llamado el Salvador del
Mundo? Dirás, ¿pero lo es de todo el mundo? Sí, dice que ÉL es la
propiciación por los pecados de todo el mundo. Dirás, ¿pero no es para
todos los hombres del mundo? Si, dice que Él murió por todos los hombres,
como también por todo el Mundo. Pero dirás, ¿no dice que para cada
hombre? Sí, lo dice, Él gustó la muerte por cada hombre. Pero, podrás decir,
eso significa por todos los elegidos, si dijera eso de todos los no-elegidos,
yo lo creería. Sí, lo dice así de quienes negaron al Señor que los compró, y
que traerán sobre sí mismos destrucción repentina. Sin embargo, todo esto
parece ser nada para el hombre prejuiciado. [Richard Baxter, Universal
Redemption of Mankind, p.286-287. Los versículos aludidos en esta cita son
Juan 4:42; 1 Juan 2:2; 1 Timoteo 2:4-6; Hebreos 2:9; 2 Pedro 2:1]

Conocí a un hombre que no estaba comprometido con la creencia que Cristo


murió por todos los hombres y que, sin embargo, hizo esta notable
concesión: “Si Cristo murió por todos los hombres, no sé cómo la Biblia
podría decirlo aún más claramente”. ¡Cuán cierto! Este mismo hombre, más
adelante, adoptó la doctrina de la expiación ilimitada porque no podía negar
las claras y llanas afirmaciones de las Escrituras.

Ejemplo # 9 - Elección

Los teólogos reformados sostienen con firmeza la doctrina de la elección


soberana de Dios. Muchos hombres reformados también han adoptado la
teología del reemplazo, la teoría de que la Iglesia ha reemplazado
permanentemente a Israel como el instrumente por medio del cual Dios obra
y que el Israel natural no tiene futuro en los planes y propósitos de Dios.

Nuevamente tenemos que considerar el asunto de la consistencia. ¿Cómo


pueden sostener, con tanta fuerza, los hombres reformados la doctrina de la
elección incondicional y sostener tan débilmente la elección incondicional de
Israel? “Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de
vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres”
(Romanos 11:28). Si alguien debiera venir en defensa de la nación de Israel,
deberían ser los hombres reformados. ¿Por qué toman los hombres
reformados muy en serio y muy literalmente las promesas que Dios ha hecho
a Sus santos elegidos por una parte, y por otra parte, espiritualizan o ignoran
las promesas que Dios ha hecho a Su nación elegida? Esto no es consistente.
Jeremías 31:35-37

35: Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las
leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche,
que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los
ejércitos es su nombre:

36: Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová,


también la descendencia de Israel faltará para no ser
nación delante de mí eternamente.

37: Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden


medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra,
también yo desecharé toda la descendencia de Israel por
todo lo que hicieron, dice Jehová.

Los hombres reformados también sostienen firmemente la doctrina de la


seguridad eterna del creyente. Dios nunca echará a quien ha venido
verdaderamente a ÉL (Juan 6.37). Pero muchos de estos mismos hombres
reformados no ven seguridad para la nación de Israel y creen que Dios ha
desechado la descendencia de Israel por todo lo que han hecho. ¿Cómo
pueden sostener la seguridad de uno y no la seguridad de otro?

Pablo era consistente: “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a Su pueblo? En


ninguna manera” (Romanos 11:1).
Ejemplo # 10 - Los Textos Referentes al Tiempo de los
Preteristas

El preterismo es una variante de la escatología cristiana que sostiene que


algunas o todas las profecías bíblicas concernientes a los Últimos Días (o
Tiempos del Fin) se refieren a eventos que en realidad sucedieron en el
primer siglo después del nacimiento de Cristo. El término preterismo viene
del latín praeter, que significa “pasado”. Los partidarios del preterismo son
conocidos como preteristas. Los preteristas creen que la Segunda venida de
Cristo tuvo lugar en el año 70 D.C. y también creen que la “gran tribulación”
(Mateo 24:21) tuvo lugar en o alrededor del año 70 D.C.

Textos de los Preteristas Referentes al Tiempo

De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí,


que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo
del Hombre viniendo en Su reino (Mateo 16:28).

De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta


que todo esto acontezca (Mateo 24:34).
Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que
desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la
diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del
cielo (Mateo 26:64).

No acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel,


antes que venga el Hijo del Hombre (Mateo 10:23).

No selles las palabras de la profecía de este libro, porque


el tiempo está cerca (Apocalipsis 22:10).

(Él) ha enviado Su ángel, para mostrar a Sus siervos las


cosas que deben suceder pronto (Apocalipsis 22:6-7).

Los pasajes mencionados son los textos favoritos que usan los preteristas
para probar que la venida de Cristo tuvo lugar en el año 70 D.C.

¿En qué sentido son inconsistentes los preteristas cuando se trata de la


interpretación literal? los preteristas tienen seis “textos tiempo” (ver arriba)
que aseguran interpretar muy literalmente. Basados en esos seis textos,
neutralizan el peso literal de cientos y cientos de profecías relacionadas con
el período venidero de tribulación, la segunda venida de Cristo y el futuro
reino milenial. Interpretan todas esas cientos de profecías de manera no
literal. Cualquier sistema teológico que toma seis versículos de la Biblia y los
usa para evitar y rechazar el sentido llano, normal y literal de cientos de
enunciados escriturales debería ser altamente sospechoso.
El dispensacionalista busca entender todas las afirmaciones de Dios de
acuerdo con su sentido natural, normal, llano y literal, incluso los seis “textos
tiempo” preteristas citados arriba.

Si cientos de profecías no se cumplirán exactamente como los describe la


Biblia, ¿qué significa ésto? Las implicaciones son desconcertantes. Significaría
que Dios nos ha engañado y que Dios no quiere decir realmente lo que dice.
Si las predicciones de Dios no suceden, eso haría a Dios un falso profeta.
¡Dios no lo permita! El Dios que conoce el fin desde el principio nunca ha
hecho una predicción falsa o engañosa. Podemos confiar plenamente en
todas las predicciones de Dios.

CONCLUSIÓN

Una Advertencia para los Dispensacionalistas

Como creyentes en la Biblia y como dispensacionalistas, debemos examinar


nuestros corazones para ver si realmente tomamos la palabra de Dios
literalmente y si realmente tomamos en serio la Palabra de Dios. Considere
lo siguiente:

“Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también


vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque
escrito está: Sed santos porque yo soy santo” (1 Pedro
1:15-16).

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu


Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y
que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por
precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19-
20).

“¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para


que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que
hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”
(Romanos 6:1-2).

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas


de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con
Cristo en Dios” (Colosenses 3:1-3).

La verdadera prueba si acaso realmente interpretas la Biblia literalmente y


tomas a Dios por Su Palabra es tu manera de vivir. La verdadera prueba no
está en si puedes trazar el diagrama dispensacional, o si puedes describir en
detalle la secuencia de los eventos proféticos o si puedes explicar cómo
serán las condiciones durante el reinado milenial de Cristo. Todas estas cosas
tienen su lugar para entender y enseñar la Palabra de Dios, pero la prueba
real es esta: Si realmente está consistentemente a Dios por Su Palabra y si
realmente eres serio sobre lo que Dios ha dicho, entonces tu vida debe
demostrarlo.

Ha habido tristes y trágicos relatos de dispensacionalistas cuyas vidas han


sido arruinadas y destruidas por el pecado: por adulterio y otros pecados
sexuales, por infidelidad a Cristo, por manejar asuntos de dinero de manera
turbia, por apartarse del Dios vivo. por otra parte, ha habido muchos no-
dispensacionalistas que han sido conocidos por su vida piadosa, por su
santidad personal y su caminar semejante a Cristo. ¿Por qué es así? Porque
estos no dispensacionalistas han tomado muy en serio y muy literalmente
ciertos pasajes de las Escrituras. Ellos han tomado a Dios por Su Palabra,
actuaron por Sus mandatos, creyeron Sus promesas y se gloriaron en un
Salvador fiel e hicieron estas cosas CONSISTENTEMENTE.

Si eres un fiel intérprete de la Palabra de Dios, tu vida lo demostrará.

“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor
a los que son Suyos; y, Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el
nombre de Cristo” (2 Timoteo 2:19).

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