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CIRCUNSTANCIAS

Por: Alejandra

Capitulo I

Lena llega a la pequeña y modesta casa en la que vive con sus


padres, llegaba de la escuela con la mochila a su espalda.
-¡Mamá! Ya llegué… ¿mamá?- Lena da un paseo por la pequeña
casa y la encuentra desierta -Mmm… que raro…
Deja su mochila en su cuarto, se cambia de ropa y va a la cocina.
-Auh, tengo hambre- Dice poniendo la mano en el abdomen, en la
cocina no había rastros de comida preparada, ni siquiera del
desayuno, cosa que se le hizo raro, su madre siempre tenía la
comida lista cuando ella llegaba de la escuela… trato de no
preocuparse y se puso a preparar algo de comer.

Mientras el guisado de patatas estaba listo se puso a hacer tarea,


no quería quedar mal en la escuela, de ello dependía la beca para
seguir estudiando, sus padres siempre le dieron todo lo que
necesito, siempre estaban al pendiente de ella y la amaban
infinitamente, la crisis había llegado hacía algunos años dejando a
su padre sin trabajo estable, su madre siempre delicada de salud no
podía trabajar y se quedaba en casa, estudiar era importante y
prácticamente imposible para ella en ese momento si no fuera por
esa beca que luchaba por alcanzar, quería ayudar a su padre con un
trabajo de medio tiempo pero el nunca aceptaba, “la escuela es
mas importante que cualquier otra cosa” le decía, realmente la
comida nunca faltaba en casa, aunque no en exceso siempre había
que llevarse a la boca, la ropa de Lena estaba algo deteriorada pero
no le importaba, su uniforme de escuela siempre estaba impecable.
La comida estaba lista al mismo tiempo que Lena terminaba la
tarea, se levanto guardando todo en su mochila de nuevo y fue a la
cocina a servirse comida, eran ya las 5 de la tarde, su padre llegaba
a comer a la casa entre 4 y 4.30 el debía estar con su madre, ¿pero
donde? Nuevamente trato de no preocuparse y termino de comer
dejando el suficiente para ellos, lavo su plato y fue a su cuarto.
A las 9.30 de la noche escucho ruido en la pequeña salita, se
había dormido leyendo uno de los pocos libros que su padre pudo
comprarle en navidad, quito el libro de su pecho y salió.

-Mama, papa, ¿donde estaban? Estaba preocupada- Pregunta ya en


la sala, donde ellos están sentados.
-Lena, hija, siéntate- Le dice su padre tomado de la mano de su
madre.
-Papa me estas asustando.
-Siéntate por favor.
Ahora está realmente asustada, se sienta sin saber que esperar.
-Hija, tu madre se puso un poco mal esta mañana poco después de
que te fuiste a la escuela y hemos ido al doctor…
-¿Y? ¿Que les dijo?- Preguntó Lena asustada.
-Estoy enferma Lena- le dijo su madre seriamente.
-¿Es grave?
-Si hija, necesito una operación y tratamiento… ambos muy
costosos
Lena estaba callada, escuchando, pensando.
-Nos es imposible pagarlo ahora Lena, pero ya veremos que hacer,
necesito que ahora ayudes a tu madre…

La voz del hombre se perdió para Lena, la pelirroja lo había


decidido, dejaría la escuela y buscaría un trabajo, la beca podía
esperar y estaría ahí el próximo año para ella, no podía decir los
mismo de su madre, Lena asentía a lo que su padre le decía pero no
lo escuchaba, al terminar la plática ella se levanto, calentó el
guisado y sirvió a sus padres, la mujer cansada y algo adolorida se
fue a la cama.
A la mañana siguiente Lena salió como siempre dejando en
desayuno listo, llevaba su uniforme y su mochila, no llevaba libros,
después de darse de baja en la escuela y hablar con el médico sobre
la enfermedad de su madre se cambió y se puso la mejor ropa que
tenía, que a pesar de eso no era muy buena, guardo el uniforme en
la mochila y camino por el centro buscando trabajo en algún lugar.

-Señor por favor, necesito el trabajo.


El hombre gordo con barba la observa.
-¿Que edad tienes niña?
-16, casi 17
-Escucha, no tengo problemas en contratar mujeres en el bar pero
no puedo hacerlo contigo, eres muy joven… podrían multarme,
incluso cerrar el bar, lo siento, no puedo.
-Puedo mentir en mi edad.
-Lo siento, aun así te ves joven.
-Pero…
-No insistas niña, necesito gente pero no quiero tener problemas.

Lena salió del bar y se fue al parque a sentarse en una banca, ya


casi era hora de volver a casa si no quería levantar sospechas,
suspiró y observó a su alrededor, negocios abren, otros cierran, el
lugar poco a poco se recupera de la crisis, era cuestión de tiempo
para que su padre tuviera un buen trabajo y los problemas
terminaran, por desgracia eso era lo que su madre no tenia,
tiempo.

-Dicen que en la casa Volkov hay trabajo- escucho a una pareja


joven hablar cuando pasó frente a Lena.
-¿En la casa Volkov? Ni loca iría a ese lugar…
-¿La casa Volkov?- dijo Lena en voz baja -¿Donde es la casa Volkov?-
Lena voltea a ver el reloj de la plaza, se levanta y empieza a correr a
casa.
* * *

No batallo mucho para encontrar datos de la casa Volkov al día


siguiente, estaba casi a la salida de la cuidad, 3 autobuses la
dejaron relativamente cerca, al llegar el tamaño de la propiedad
deja a Lena con la boca abierta, ¿que hace un hombre con una casa
así? Era demasiado espacio, demasiado cuidado, demasiada agua
para demasiadas plantas y árboles, demasiado de todo.

-¿Que necesitas niña?- pregunta el guardia de la casa a través de la


reja, Lena empezaba a odiar ese término.
-Me enteré de que aquí solicitan gente, quiero trabajar.
El hombre frunce el ceño y se rasca la cabeza a un lado de la gorra.
-¿Estas segura niña?
-Pues… si, aquí necesitan a alguien ¿no?
-Si, pero… espera- le dice entrando a una caseta, toma el teléfono y
habla con alguien, minutos después sale abriendo la reja.
-Entra, la dueña te espera, camina en línea recta, llegaras a la casa,
pregunta por Yulia Volkova.
-Yulia Volkova, entiendo, gracias- le dice Lena sonriendo.
El guardia levanta un poco la gorra en señal de despedida y vuelve a
cerrar la reja.

El camino a la casa es hermoso, la casa es impresionante, cada


detalle esta cuidado, el jardín parecía un pequeño bosque, el
césped cortado casi con exactitud milimétrica, las flores protegidas
de lo demás con pequeñas cercas, el camino empedrado no tiene
una mota de polvo o tierra, los árboles enormes, todo era
realmente impresionante, pudo quedarse todo el día admirando
ese jardín no imagino como era por dentro, nunca pensó que algo
así existiera… al menos no tan cerca de ella. Al llegar toca la puerta
y se encuentra una con una mujer mayor.
-Buenos días, busco a Yulia Volkova.
La mujer la observa de arriba abajo y niega con la cabeza.
-¿Vienes por lo del trabajo niña?
-Si.
-Pasa, ahora te reciben- Dijo haciéndose a un lado, Lena pasó, la
mujer cerró la puerta y camino tranquila hacia la escalera, subió
con calma cada escalón y después se perdió en el pasillo.

Lena aprovecho para observar la casa, era elegante, los pisos de


mármol, las grandes ventanas con cortinas de tela que nunca había
visto, las alfombras que estaban debajo de las mesitas de caoba con
los floreros de cristal cortado en ellos, cualquier cosa ahí costaría
mas que todas sus pertenencias juntas. La mujer le habla desde
arriba y la invita a subir, Lena lo hace rápidamente.

-Ve a la puerta del fondo, ahí te espera Yulia- Después la mujer


empieza a bajar las escaleras, Lena empieza a recorrer el pasillo y
llega a la puerta, se acomoda sus gastadas ropas y toca la puerta.
-Pasa- Dice una voz ronca desde dentro.
Le pelirroja entra a la oscura oficina, no ve a nadie y sigue
caminando hasta el escritorio, la silla esta vacía.
-Siéntate- Dice la misma voz más cerca, Lena se asusta pero trata
de aparentar que no, toma la silla frente a ella -Así que vienes por
el trabajo…- Dice una pequeña pero imponente mujer saliendo de
las sombras cercanas ahí, no se veía mucho mayor que ella.
-Si- dice siguiéndola con la mirada, la mujer se queda de pie frente
a ella, observándola.
-¿Que edad tienes?
-16, casi 17
Yulia sonríe y se acerca a ella.
-Eres linda…
*Lena no sabe que hacer y solo agradece un poco intimidada.
-¿Me conoces?- Pregunta Yulia.
Lena la observa detenidamente.
-No, lo siento.
-No lo sientas, es mejor… no has escuchado nada de mi entonces.
-No señorita
Yulia sonríe de nuevo.
-Para que quieres trabajar…
-Lena, Lena Katina.
-¿Para que quieres trabajar Lena?
-Mi madre esta enferma, necesitamos dinero para curarla.
-Yo voy a pagarte esto al mes- Dijo Yulia tomando un papel del
escritorio, Lena vio la cantidad y casi se va de espaldas, en un mes
ganaría lo suficiente para pagar en plazos lo que su madre
necesitaba.
-¿Cual sería mi trabajo?- Dijo regresándole el papel.
-La mujer que te abrió, se ira pronto, es vieja y no es lo mismo con
ella desde hace tiempo… no pongas esa cara, se ira a un asilo
especial del cual también soy dueña, será muy bien tratada, ella es
como mi segunda madre, solo quiero que descanse.
Lena asintió.
-Te encargarías de que la casa este limpia siempre, algunas cosas
del correo, comida y demás.
-Si
-¿Si que?- Preguntó la chica de ojos azules.
-Acepto el empleo.
-Muy bien… una cosa mas… hay dos condiciones para este trabajo.
-¿Cuales?
-Nadie debe saber lo que pasa dentro de esta casa- Los ojos azules
se pasearon por la figura de Lena y la chica sonrió -Esa es una, no
hablaras con nadie de lo que pasa aquí, la otra es que necesito tu
presencia de tiempo completo, tendrás que mudarte aquí.
-¿Mudarme? Pero, mi madre…
-Esas son las condiciones- dijo acercándose demasiado a ella -Lo
tomas o lo dejas Lena- dijo poniendo las manos en los
descansabrazos de la silla, Lena vio de cerca esos ojos… esos ojos
azules que parecían devorarla… no le dio mucha confianza pero no
tenía opción, mientras mas rápido empezara su madre el
tratamiento mas posibilidades había para ella y sabía que esa era la
única opción real que tenía.
-Acepto- Dijo Lena, Yulia sonrió.
-Entonces te espero mañana en la mañana, a las 9- le dijo
separándose y caminando a la puerta -Se puntual, odio la
impuntualidad y no traigas mucha ropa, te daré uniforme- le dijo en
la puerta.
Lena asintió y salió sintiendo escalofríos, esa chica era muy extraña,
demasiado para su gusto. Al salir de la casa no vio a la mujer mayor,
fue directo a la entrada y llego hasta la reja donde ya la esperaba el
guardia.
-Te veo mañana Lena- Le dijo el guardia, Lena le sonrió y volvió a
casa.
Llegó a casa, no se tomo la molestia de ponerse el uniforme, su
madre estaba haciendo la comida.
-¿Mamá, que haces de pie?- Le dijo dejando la mochila en el suelo.
-No te preocupes hija, estoy bien, tu y tu padre me consienten
mucho, ¿porque no traes el uniforme?
-Mmm… cuando llegue papa necesito hablar con los dos, ve a la
cama, yo termino aquí.

La mujer no se sentía mal y se quedo con Lena hablando de


cosas no tan importantes, la mujer sospechaba que había pasado
pero no quiso hablar de tema sin su esposo. Cuando el padre de
Lena llego, comió y todo parecía normal, hasta que Lena le pidió
sentarse en la sala.
-Tengo dos días sin ir a la escuela- dijo sin más -He estado buscando
trabajo.
-Lena…- dijo su padre molesto.
-No papa, esta vez no, solo les aviso que he conseguido un trabajo
donde me pagaran muy bien, el suficiente para la operación de
mama, en plazos claro pero podrá pagarse, a más tardar en un mes
podrá empezar a pagarse, podrás empezar con el tratamiento
mama.
-¿Donde trabajaras?- dijo le padre serio.
-En la casa Volkov.
-¿Donde vive la dueña de las empresas Volk?
-Pues… no lo se, supongo, no la conozco, se llama Yulia Volkova, es
una chica como de mi edad, no creo que ella sea la dueña- le dijo
Lena viendo que su padre suavizaba el tono.
-Creo que si lo es, ella es muy conocida aquí, sus padres murieron
hace unos años, ella tenía un tutor o algo así, ahora es mayor de
edad, ya todo debe estar a su nombre.
Lena realmente no salía mucho ni hablaba con la gente, se dedicaba
a estudiar, si Yulia era famosa definitivamente Lena nunca escucho
de ella antes.
-¿Te trato bien?- preguntó la mujer.
-Si, muy seria pero no me trato mal…- Recordó la incomoda platica
con ella -¿Porque?
-Dicen que ella es una persona rara, ¿lo es?
-No lo se, es peculiar pero no precisamente rara, no lo se, necesito
tratarla, hay algo mas… tendré que mudarme allá mañana, a las 9.
-¿Mudarte? Pero Lena…- Le dijo su madre triste.
-Lo se mamá, pero no hay otra opción… será por poco tiempo,
cuando tu estés bien dejare ese trabajo y volveré a la escuela, no se
preocupen… haré la maleta ahora- dijo levantándose y yendo al
cuarto, los padres se quedaron callados, no querían eso para su hija
pero sabían que no había mas remedio, Sergey, el padre se levanto
y fue al cuarto de Lena.
-Hija… lamento mucho que tengas que hacer esto, pero te prometo
que será por poco tiempo, estoy buscando algo estable…
-Papá no te preocupes, yo entiendo, además, aun así lo habría
hecho, lo sabes, necesito que ahora que no estaré aquí no te
ausentes tanto, necesito saber que estarás por aquí por si algo
pasa, para poder irme tranquila y hacer bien mi trabajo allá.
-Lo haré hija, además la señora Shmitav ya volvió de ver a su hijo,
ella estará checando a tu madre mientras no estoy.
-Esta bien- Dijo buscando ropa en los cajones -Creo que eso es
todo… vamos con mamá- dijo llevándose a su padre abrazado a la
sala.

El resto del día paso en una nostálgica calma, Lena no se iría de


la cuidad si quiera pero el saber que no estaba en casa ponía a sus
padres tristes pero todos sabían que no había mas por hacer.

* * *

Al día siguiente, Lena estaba puntual en el recibidor de la casa Yulia


venia bajando las escaleras.
-Vaya, eres puntual, eso me gusta.
-Buenos días señorita- le dijo con la pequeña maleta en la mano.
-Ven, te llevare a tu habitación- Le dijo subiendo de nuevo, Lena la
siguió, fueron al mismo pasillo y le dio un cuarto grande, mas que el
de su casa con cama, una pequeña televisión, despertador, un
pequeño baño y demás comodidades -Aquí vas a dormir, mi cuarto
es el siguiente, la biblioteca esta…- Yulia salió mostrándole la casa,
era enorme, Lena batallaría en aprenderse todos los lugares pero
con la practica se haría experta -Y aquí esta de nuevo tu habitación,
entra- La pelirroja entró y Yulia cerró la puerta tras ella -Ten, este
será el uniforme, póntelo, quiero verte.
Lena incomoda por la mirada azul fue al pequeño baño y se
cambió, al salir lo hizo con una faldita a medio muslo, una blusa
blanca de botones pegada al cuerpo y zapatos de tacón no tan alto
pero que hacían ver las piernas blancas muy sensuales.

-Justo como lo imagine- dijo sonriendo, Lena seguía de pie


sonrojada -Escucha, saldré unas horas, volveré a las 12, a la 1 debe
estar la comida lista, me gusta comer a las 2.
-Entiendo señorita.
Yulia se acercó lenta pero decididamente mientras Lena
inconscientemente daba pasos hacia atrás hasta topar con la
puerta del baño cerrada.
-Te veo mas tarde- le dijo casi al oído y salió del cuarto, Lena se
desconcertó al ver ese comportamiento, no sabía que trataba de
hacer al portarse así pero la intimidaba, podría jurar que la veía con
deseo pero… sacudió la cabeza y empezó sus labores.

Justo al medio día Yulia estaba de regreso en la casona, era muy


puntual, subió a su cuarto sin hablar, Lena se fue a la cocina
buscando que hacer de comer, había mucha comida en la alacena,
más de la que ella había visto en toda su vida.

Capitulo II

Lena tenía trabajando unas semanas en la casa de Yulia,


realmente no hacía nada fuera de lo normal, Yulia era muy
hermética y casi no hablaba, se encerraba horas en su cuarto y
después salía muy seria, seguía con sus acercamientos como el del
día que llego pero no pasaban a mas, Lena se había acostumbrado a
ellos y a su escaso uniforme, iba a ver a sus padres los domingos,
faltaba poco para la operación de su madre, los estudios ya estaban
hechos, era muy buen tiempo para comenzar a tratarla.
* * *

-¿Lena, ya esta la cena lista?- preguntó entrando a la cocina.


-Ya señorita- Dijo la pelirroja de pie en la estufa checando la
comida.
-Bien…- Dijo parándose detrás de ella, Lena podía sentir el cuerpo
de Yulia pegado en su espalda, Lena se sobresalto y casi deja caer la
cuchara -Tranquila- Le susurró al oído mientras se alejaba -Espero la
cena en la mesa- dijo saliendo.
Lena se quedo de píe, esos acercamientos eran muy comunes pero
ese había sido mas fuerte que los demás.
-¡Lena!- le grito desde la mesa, por poco vuelve a tirar la cuchara y
empezó a servir la cena, llegó nerviosa con el plato y lo puso al
frente de ella iba a retirarse pero Yulia la tomo de la mano.
-Explícame- le dijo sin soltarle la mano.
-¿Co… como?
-Explícame, en que consiste la cena de hoy
-Ah… es pollo en caldo… con…- La mano de Yulia empezó a tocar la
pierna de la pelirroja.
-¿Con que?
-Con… verduras y algo de… arroz- Yulia estaba ahora tocando el
muslo de Lena.
-Suena bien, retírate, termino en 20 minutos- le dijo dejando de
tocarla, Lena casi corrió a la cocina.

Su respiración era agitada por la sorpresa, ¿que pasaba con


Yulia? ¿Porque había hecho eso? ¿Que pasaría si empezaba a
tocarla mas? No podía irse… no podía dejar a su madre con el
tratamiento sin comenzar, Yulia era extraña pero no pensó que
tanto… ¿Que podía hacer?
Escucho un ruido en la escalera, Yulia había terminado de cenar,
¿tan rápido? Se asomó por la puerta y vio el comedor solo, fue a
recoger el plato y lo lavó, después fue a su recamara, se puso la
pijama y se acostó en su cama pensativa.
* * *

Al día siguiente Lena despierta a la misma hora de siempre,


apago el despertador, se estiro después iba a levantarse y casi cae
de la cama al ver a Yulia de pie viéndola.

-¡Señorita! Me asustó, ¿necesita algo?


-No, solo quería estar aquí, antes del amanecer.
Lena voltea a la ventana y ve el sol.
-¿Entonces tiene aquí mucho?
-Un tiempo- Yulia desvió la mirada y vio a Lena con una blusa de
tirantes pegada al cuerpo, Lena se sonrojó -Te veo en la mesa en un
rato, iré a trabajar- dijo saliendo.
-Ok… ¿que nunca duerme?- preguntó a sí misma cuando la morena
ya estaba afuera.
Se levanto y se baño, se puso su pequeño uniforme y salió directo a
la cocina, Yulia leía el periódico en la mesa.
-Lena- la llamo antes de ir a la cocina.
-¿Si?- le dijo acercándose.
-Ven, quiero que veas algo.
La pelirroja se acercó, Yulia le señaló algo del periódico, Lena se
agacho y se acercó un poco más.
-¿Que opinas?- le preguntó.
-Eh… no se que quiere que vea señorita- le dijo buscando con la
vista algo familiar.
-Mira, acércate mas- le dijo tomándola del brazo y jalándola hacia
ella hasta sentarla en sus piernas -Aquí podrás ver.
Lena se vio sentada sobre Yulia con una pierna de la morena entre
las suyas.
-Mira, aquí- le dijo dándole la vuelta al periódico y mostrándole una
foto de ella con más gente en una fiesta -Fue de hace dos días,
¿que opinas?- le dijo con la otra mano en la cadera.
-Ah… sale muy bien señorita…- le dijo incomoda intentando
levantarse, pero Yulia la detuvo de la cadera.
-Lena…- dijo soltando el periódico y poniendo la otra mano en la
cadera.
-¡Ah!- dijo en un grito a medias suspirando ruidosamente -Que…
que… ah- dijo por fin levantándose -¿que desea almorzar?
-Lo dejo a tu elección- le dijo acercando la silla a la mesa mientras
volvía la vista al periódico.

Lena fue la cocina y empezó a cocinar tratando de no hacerse


ideas extrañas sobre Yulia, sabía que era peculiar en algunas cosas,
pero… no podía creer que fuera homosexual, no de esas que se
ponen arneses para satisfacer a la pareja, Yulia podría satisfacer a
quien sea sin necesidad de nada… se sonrojó ante semejante
pensamiento, si bien la experiencia de Lena era nula sabía de la
vida y de la vida sexual, por boca de alguien mas claro y por lo que
leía en libros y veía en Internet cuando le encargaban tareas de
sexualidad y cosas así… aun así…
-No, debí confundirme- se dijo a si misma en un susurro.
Al dejarle el plato a Yulia la morena solo agradece sin mayor
problema, Lena vuelve a la cocina.

A las 11:30 de la mañana, Lena estaba acomodando unos libros


en la biblioteca, deseaba que Yulia algún día la dejara leer algo de
ese lugar, era fantástico, ni la de la escuela tenía tantos ejemplares
como en esa.

-Lena- le dijo a su espalda, la pelirroja salto del susto, empezaba a


pensar que Yulia disfrutaba asustarla, siempre le hablaba cuando
ella no la veía -No quise asustarte- le dijo caminando hacia ella.
-No se preocupe, estaba algo distraída.
Yulia sonrió y siguió caminando, Lena estaba casi de espaldas al
estante lleno de libros, cuando se dio cuenta de que estaba en una
posición cómoda para Yulia si quería hacer un acercamiento ya era
tarde, Yulia estaba frente a ella, muy cerca.
-Lena…
-¿Si?
-Ten- le dijo muy cerca de su rostro, Lena movió sus orbitas verdes
al lado del rostro de Yulia y vio un papel en su mano.
-¿Que es eso?- le dijo tomándolo.
-Tu cheque… se que tu madre necesita eso, si quieres puedes ir
ahora al banco, a depositarlo, antes de que lo cierren- Le dijo
acercándose aun mas, casi al punto de rozar sus labios con los de
ella.
-Gracias… si… creo que iré ahora- le dijo moviéndose a un lado y
empezando a caminar, después Yulia se puso a ver libros -
¿Señorita?- le dijo antes de alejarse mas.
-Mmm…- le dijo volteando a verla.
-Gracias- la pelirroja sonrió y salió de la biblioteca.

Lena fue a su cuarto con los ojos azules en su cabeza, eran de un


color tan hermoso, un azul no como cualquier azul un tanto común
en Rusia, era azul las oscuro, con mas color, parecían brillar cuando
la luz los llenaba, Lena volvió a sorprenderse al darse cuenta de
cómo veía a Yulia, eso no le gusto nada, trato de borrar todo eso de
su mente y salió de la casa con el cheque.
Ahora que podía, viajaba en taxi, llegó al banco, deposito todo el
cheque en la cuenta de su padre y saco del cajero algo, trataba de
no gastar mucho, llego rápidamente a la casa para avisarles y
después volvió a la mansión, no quería abusar de Yulia.
Al entrar Yulia esta sentada en la sala viendo la televisión.

-Señorita, he vuelto, muchas gracias.


-Si claro…
La pelirroja va a la cocina a preparar la comida.

* * *

Yulia ese día estaba muy intranquila, iba y venía de un lado a


otro de la casa, Lena solo la veía pasar, hablaba por teléfono, subía
y bajaba.

-Lena- le dijo -Por favor, necesito tu ayuda, se que es poco


ortodoxo pero, ¿podrías por favor mañana ayudarme con unas
visitas?
-Claro- le parecía poco ortodoxo pedirle ayuda con gente. Mas poco
ortodoxo era sentarla en sus piernas pero Yulia era peculiar.
-Mañana tendré una junta temprano, aquí en la casa, con cinco
hombres, ¿podrías ayudarme a atenderlos y todo eso?
-Claro señorita.
-Llegaran a las 7 de la mañana.
-Muy bien.
-Gracias Lena- dijo volviendo a subir con el teléfono al oído, Yulia se
regresa con el teléfono al hombro -En el despacho esta el uniforme
que usaras mañana- le dijo y después volvió a subir.

Los hombres que irían a ver a Yulia eran los gerentes generales
de sus cinco empresas, tenía juntas con ellos cada dos meses,
aunque diario le llegaba por correo electrónico y fax gráficas y
archivos de las empresas, estaba enterada de todo en tiempo real.
Yulia pasó todo es día ocupada, apenas terminaba de comer y se
iba al despacho.
A las 6:00 a.m. Lena se puso lo que Yulia de dio el día anterior,
era un uniforme como que ella usaba de tamaño normal, al parecer
no quería que los hombres la vieran que la pequeñez que usaba,
cosa que alegró a Lena, una cosa es que Yulia la viera y hasta cierto
punto la tocara, pero alguien ajeno a ella si la habría hecho sentir
incomoda. A las 7 en punto los hombres estaban tocando la puerta,
no le extrañó su puntualidad conociendo a Yulia, la pelirroja abre.

-Buenos días, pasen por favor- le dice con una sonrisa.


-Buenos días- contestan al mismo tiempo.
-Si gustan ya pueden pasar al despacho.

Los hombres la siguen, la morena ya esta en su escritorio viendo


unos papeles, todos toman sus lugares frente a ella, saluda y hace
todo lo de la cortesía. Yulia voltea a ver a Lena y asiente con la
cabeza, la pelirroja sale y después entra con una bandeja con
canapés, la junta transcurrió de lo más normal y casi al final Lena
entro por la bandeja.

-No salgas por favor- le dice Yulia cuando Lena esta por retirarse, la
pelirroja vuelve a su lugar -Bueno, esta es la cuarta junta que
tenemos, me tomo unos meses acostumbrarme a esto y bueno,
puedo decir que ya esta controlado, aquí tengo unos reportes,
sobre unos seguros de vida cobrados por familiares de nuestro
compañero y amigo Ivanovich- El hombre se puso pálido, Yulia
clavó su mirada en el -Estos reportes aparte de las investigaciones
que hice me demuestran que tu, me robaste mas de medio millón
de dólares, pero no te preocupes, no te demandaré pudiendo
hacerlo, esta será la última junta para ti conmigo y no te molestes
en regresar a la empresa, alguien mas ya ocupa tu lugar- El hombre
seguía pálido sin poder hablar -Los demás ya pueden retirarse,
muchas gracias por su tiempo, los veo en dos meses- Yulia se
levantó y les dio la mano a los cuatro hombres -Y tu, sal de mi casa
ahora que tengo cosas que hacer- le dijo fríamente mientras los
demás iban por la puerta.
-Pero señorita Yulia yo puedo explicarle…
-¿Que me vas a explicar? ¿Que tu madre esta enferma? ¿Que tus
hijos tienen hambre? Investigue todo respecto a ti para darte el
beneficio de la duda, no hay razón válida, eres un ladrón y quédate
con el dinero, te hará mas falta a ti ahora ya que no conseguirás
trabajo en toda Rusia, Lena- Llamo a la sorprendida pelirroja -
Acompáñalo a puerta por favor, y si toma algo en el camino,
coméntaselo a Hans, el se arreglara antes de salir.

La pelirroja se acercó al hombre el cual solo se levantó y fue


escoltado por Lena hasta la reja, el guardia esperaba señal de Lena
ella le dijo que todo estaba en orden y el hombre se fue para nunca
mas volver.
Mientras volvía a la casa Lena pensaba en el comportamiento de
Yulia, como se portó normal con el hasta el final, la humillación
pública con sus compañeros y con ella, la forma como arregló todo
para que todas las empresas rusas y filiales supieran que era un
ladrón, Yulia estaba enojada y tenía razón para estarlo, pero había
reaccionado de una manera correcta? Talvez lo hizo para que los
demás no intentaran robarla, era una lección para todos, no era
buena idea tenerla como enemiga.
Llegó a la casa, subió por la bandeja y la llevó a la cocina.

-Lena- le dijo saliendo de no sabía donde tomándola de la cintura


desde atrás pegando su cuerpo y recargando su cabeza en la
espalda de la pelirroja -¿Fui muy dura con ese hombre?
-Señorita… yo no se… es su empresa, hizo lo que tenia que hacer…
-No temas expresarte, si te pregunté es porque quiero saber tu
opinión- Dijo juntándose mas a su cuerpo.
-Creo que… estuvo bien, no podía dejar que se aprovechara de
usted pero…
-¿Pero?- preguntó sin soltarla.
-¿Pero, esta segura que no tenía necesidad de ese dinero?
Yulia la soltó y se puso frente ella.
-Lena, tu mama esta enferma ahora, si necesitaras mas dinero para
algo ¿me robarías?
-Claro que no.
-¿Que harías?
-Pues… hablar con usted, pedirle un préstamo o algo.
-¿Ves Lena? Era tan simple como eso, no me molesta el dinero, lo
recuperare la semana que viene, me molesta el hecho de que
quiera verme la cara de idiota, que actúe a mis espaldas pensando
que soy tan tonta que nunca me daré cuenta, ¿tu crees que se
hubiera conformado con eso? ¿Crees que no me hubiera seguido
robando?
-No.
-Es cuestión de ser lógicos Lena y respondiendo a tu pregunta, no,
su madre esta perfectamente bien viviendo a 30 minutos de aquí y
su familia también es esta sana al igual que el- Yulia dio media
vuelta -Iré a ver a empresa a hablar con la gente, el reguero de
chismes debe estar en su apogeo, regreso mas tarde- dijo para salir.

Yulia era interesante, su pensamiento era lógico, un poco radical


en cuanto a la toma de decisiones pero en el fondo tenía razón,
además, se tomo la molestia de investigar antes de actuar, eso no
cualquiera lo habría hecho, Lena volvió a sus labores.

* * *

Dos semanas habían pasado desde que Yulia había despedido al


hombre, el que lo suplió hacía un buen trabajo sabiendo porque
estaba ahí, la gente sentía un poco de miedo hacía ella pero les
explico que su hacían su trabajo normal no tendrían problemas, les
dijo que despidió a Ivanovich porque “tomo cosas que no le
pertenecían de la empresa” la gente no preguntó mas y siguió con
su trabajo.
Los acercamiento de Yulia era mas comunes y ahora eran de lo
mas normal, lo único que seguía incomodando a Lena era que
algunas veces Yulia amanecía a su lado viéndola dormir, le parecía
un comportamiento mas extraño que el resto y sobre todo, lo que
la tenia intrigada era eso que sentía cuando la abrazaba, ese arnés
que parecía ponerse cada vez que se acercaba a ella, ¿para que?
¿Que tipo de reacción esperaba ver en Lena? eso no lo entendía y
le incomodaba pero le daba curiosidad al mismo tiempo.

* * *

Un mes después, la madre de Lena ya había sido operada, el


doctor contaba con la recuperación pronta de la mujer para
después entrar al tratamiento, la parte más dura y tardada de su
proceso de curación.
Yulia preguntaba algunas por ella y Lena siempre decía que
estaba mejor, era positiva, iba religiosamente cada domingo a
verla, Yulia empezó a darle la tarde del sábado libres también, sabía
que el tratamiento iba a ser largo y entrando a el, la mujer no
saldría del hospital.

* * *

Ese lunes Lena estaba preocupada, su madre había entrado a


tratamiento desde el sábado en la noche.

-¿Lena pasa algo?- le pregunta Yulia desde la mesa.


-No señorita, ¿porque lo pregunta?
-Porque le has puesto azúcar al huevo y sal a al café.
-¿En verdad? Discúlpeme por favor- dijo retirando el plato y yendo
a la cocina.
Cuando volvió minutos después con la comida correctamente
preparada Yulia la detuvo.
-¿Que pasa Lena?
-Estoy preocupada por mi mamá, se puso mal con le tratamiento- le
dijo seria.
-Es normal Lena, en unos días mejorará.
-Eso mismo me dijo el doctor…
-¿Entonces? Es normal Lena, trata de calmarte, a tu mama no le
gustaría verte así por ella ¿o si?
-No.
Yulia sonrió y Lena sonrió con ella, después le morena empezó a
comer y Lena se retiró.

* * *

Una semana después Lena estaba de animo normal, su mama


estaba mucho mejor.
-Lena, tengo antojo de algo especial esta noche- le dijo mientras la
tomaba de la cintura y pegaba su cadera a sus glúteos.
-¿De que cosa señorita?
-Pues…- dijo acercándose mas, Lena pudo sentir nuevamente el
arnés en su trasero y pasó saliva -Digamos que tu…- El corazón de
Lena se aceleró -Podrías darme algunas ideas, quiero algo dulce.
-Ah… eh… podría preparar un dulce especial, que vi el otro día en
televisión.
-Suena bien- dijo alejándose.

Lena estaba realmente confundida ahora, había sentido a Yulia al


principio y todo parecía normal, después sintió ese arnés… no pudo
esconderlo y después ponerlo, no se separó de ella… a menos que…
Lena ahora quería saber que pasaba… ¿preguntarle? No sería
demasiado… Lena tenía acceso a su cuarto, no quería quedarse con
la duda, sabía que si Yulia la descubría tendría problemas, aunque
no tenía porque saberlo…
El dulce quedo delicioso, Yulia comió y se puso de muy buen
humor, el dulce es casi mágico.

* * *

Dos semanas después la curiosidad de Lena se había apagado


por recordar al gerente de la empresa, no quería correr su misma
suerte, pero los acercamientos de Yulia eran cada vez más obvios,
Lena pensaba que quería que la sintiera pero nunca se quedaba
tanto tiempo como para darle oportunidad de hacer algún
comentario.

-Lena- le dijo mientras se acercaba a ella -¿Ya esta lista la cena?


-Si señorita- le dijo dándole un poco la espalda para ver las verduras
que hervían en la estufa.
-Bien, tengo algo de hambre- le dijo tomando su cadera con una
mano y juntando se cuerpo al suyo, Lena no se sorprendió antes
eso, era algo normal pero, Yulia empezó a mover la cadera
lentamente, parecía estar frotándose con ella, Lena se confundió
un poco ante esto y solo se quedo de pie, Yulia seguía, Lena
siempre imagino lo que le diría el día que le diera oportunidad pero
ahora que podía estaba en blanco, no sabía que hacer -Te veo en la
mesa- le dijo al oído y se fue.

Lena aun podía sentirla pero ella ya no estaba ahí, la pelirroja


sacudió la cabeza y sirvió la cena, al llegar la morena la vio de una
manera muy extraña, casi se la come con la mirada, la actitud de
Yulia había cambiado en el transcurso de los días pero hasta ese
momento lo noto.

-Su cena- le dijo dejándole el plato.


Lena pensó que empezaría a tocarle las piernas pero solo la
saboreo con la mirada y la dejo ir, la pelirroja ahora si quería saber
que pasaba con Yulia.

Capitulo III

Al día siguiente Yulia salió temprano, le dejo la nota de que


volvería mas tarde, no dejo hora… Lena teniendo acceso libre a
todas las habitaciones de la casa entro al cuarto de Yulia, había
estado ahí antes para limpiar pero nunca había hurgado donde no
tenía porque, ese día se sentó en la silla del escritorio y empezó a
buscar, no sabía bien que pero algo debía haber ahí.
Encuentra muchos documentos, no los lee por cuestiones de
tiempo y falta de interés, eso no es lo que busca, debe hacerlo
rápido, no sabe a que hora llegara Yulia, poco después, al final del
cajón mas bajo, detrás de una carpeta y una agenda encuentra una
carpeta, un expediente médico, lo ojea rápido, lee algunas partes,
Lena se sorprende…
Escucha la puerta, deja todo como estaba y sale rápidamente
yendo a su cuarto, esconde el archivo entre su ropa, después sale y
se topa a Yulia bajando las escaleras.

-Buenos días señorita- le dice tratando de aparentar calma.


-Lena- le dice a modo de saludo y sigue subiendo hasta encerrarse
en el despacho.
La pelirroja vuelve a su cuarto y cierra la puerta, saca el expediente
de entre su ropa y esta por leerlo.
-¡Lena!- Escucha gritar a Yulia desde el despacho, vuelve a
guardarlo y sale del cuarto.
-¿Si señorita?- le dice cuando llega.
-¿Podrías hacer mas dulce como el del otro día?
-Claro, ¿para la cena?
-No, para la comida por favor
-Muy bien- dice la pelirroja yendo a la cocina, decide hacer sus
tareas domésticas, no quiere arriesgarse a que Yulia la descubra
leyendo.
Después de la comida Yulia sonríe mucho, realmente el dulce la
pone de bien humor.
-Lena, saldré un momento, regreso en dos horas, guarda el resto
del dulce es delicioso.
-Claro señorita.

Yulia toma sus llaves y sale de la casa, Lena ve desde el ventanal


su auto salir de la propiedad, espero 10 minutos por si la morena
olvido algo pero ella no vuelve.
Lena sube corriendo, cierra su cuarto y lee con calma el informe
medico, no lo entiende de todo pero según lo que leyó Yulia tiene
algo parecido a un pene, no era intrasexual como lo llama el
informe, tiene ambas partes, femenina y masculina al parecer por
una alteración genética no peligrosa o mortal, ambas partes son
totalmente funcionales en ella, Lena busca fotografías, solo hay
diagramas, al parecer Yulia dejo de asistir con el doctor que la
revisaba, sintió curiosidad de saber como era Yulia pero después
pensó que talvez Yulia no quería que nadie supiera de eso, los
archivos del psicólogo decían que Yulia en su edad temprana había
sentido confusión con ella misma y con el entorno, que no sabía
bien que pensar respecto a ella misma, después sin decir porque,
esa confusión termino cuando ella tenía 15 años, después de eso
no hay mas informes, se sintió avergonzada de haberse
entrometido en su vida privada, cerro la carpeta y la dejo donde la
encontró volviendo a sus labores, a pesar de que la casa era muy
grande nunca estaba tan sucia como podría estarlo pero siempre
había cosas que hacer.
En la noche Yulia solo volvió y ceno y se encerró en el despacho
sin hablar mucho. Lena recordaba mientras lavaba los trastes
siempre haberla visto con pantalón, nunca con falda, detalle que
ahora tenía mucho sentido.
Estaba lavando los últimos sartenes para irse a la cama cuando
Yulia la sorprendió por la espalda, pegándose a su cuerpo y
poniendo las manos en el mueble a los lados de la pelirroja
dejándola sin escape.

-Entonces… ¿le ha servido a tu madre el dinero?- le dijo al oído.


-Si…- dijo nerviosa
-Y dime Lena… ¿te gustaría que el anterior fuera el ultimo cheque
que recibas de mi?- Lena soltó el sartén y se iba a dar la vuelta pero
Yulia la tomo de los hombros y la mantuvo en su lugar poniendo los
brazos de nuevo alrededor de la pelirroja -Responde Katina, ¿te
gustaría?
-No, por favor no me despida…
-Si tanto te importa ¿porque te metes donde no te llaman?- Le dijo
pegando el cuerpo al de Lena -¿Porque te metes en mi vida?- Ahora
tenia la cadera pegada a los glúteos de Lena -No podías quedarte
con la duda ¿verdad?- le pregunto comenzando a frotar
descaradamente -¿Realmente quieres saber?
Lena sentía como eso que tenía Yulia estaba creciendo detrás de
ella.
-¿Crees que no me daría cuenta?- le pregunto tomándola de las
caderas con las manos para hacer mas presión.
Lena puso las manos sobre el mueble, seguía sintiendo a Yulia
mientras la morena la inclinaba un poco.
-¡Ah!- gimió entre sorprendida y asustada.
-¡Sh!- Le dijo Yulia moviendo sus caderas cada vez mas rápido
mientras hacía mas presión trayendo a Lena hacia sí misma con las
manos -Mañana arreglaremos esto- dijo soltándola y separándose -
Mañana te quiero en mi habitación a las 9- dijo yéndose de la
cocina.
Lena se quedo con las manos en el mueble, un poco inclinada
como la había dejado Yulia, estaba asustada y preocupada, no
podía perder el trabajo, apenas empezarían los gastos, estaba
arrepentida de haber tomado algo tan personal y leerlo, ¿como se
enteró de eso? Eso no importaba, lo importante es que Yulia lo
sabía y estaba enojada.

* * *

Al día siguiente, con el uniforme de siempre, Lena tocó


tímidamente en la puerta de la habitación de Yulia.
-Pasa- escucho desde dentro, entro nerviosa
-¿Señorita?- pregunto al entrar, Yulia estaba sentada en un sillón,
con una bata blanca y el cabello mojado, no tenía nada de
maquillaje, estaba con las piernas cruzadas, le extiende una taza
vacía, Lena busca alrededor y encuentra una cafetera, le sirve el
café y se lo prepara, después regresa con ella y se lo da.
Yulia toma el café mientras Lena sigue de pie, el nerviosismo
aumenta, Yulia separa los labios de la taza.
-Siéntate Lena
La pelirroja se sienta en la cama, es lo que tiene mas cerca.
-Se que ayer, cuando me fui hurgaste en mis cosas y sacaste de mi
habitación el expediente medico- le dijo tomando café de nuevo,
Lena tenia la vista al suelo -Asumo que lo leíste, ¿no es así?
-Señorita yo… perdón, no lo leí todo…
-Pero lo leíste, ¿no es así?
-Si…
-Entonces, sabes de mi más que yo de ti.
Lena no contesto, seguía con la mirada al suelo.
-¿Quieres conservar tu trabajo?
-Si, por favor señorita, lo necesito…
-Te daré una oportunidad mas Katina, pero las cosas van a cambiar-
le dijo dejando la taza en el suelo y poniéndose de pie -¿Sabes
porque la confusión terminó?- le dijo caminando hacia ella, Lena
intento levantarse de la cama pero no pudo Yulia la tomó de los
hombros para evitarlo, se empezó a acercar a ella, Lena se alejaba
nerviosa y se recostaba en la cama sin darse cuenta, Yulia se
colocaba lentamente encima de ella, al darse cuenta ya era tarde,
Lena estaba totalmente sobre la cama y Yulia sobre ella -¿Sabes?
Me gustan las mujeres.
Lena se sobresalto al escuchar eso.
-Y tu eres una mujer muy linda… ¿has tenido novio?
-No…- dijo con la cara de Yulia a pocos centímetros de la suya, una
vez más vio esos ojos azules que tanto le gustaban y ahora
causaban sensaciones extrañas en ella, sintió el cabello mojado de
Yulia cayendo en su cara.
Yulia sonrió y se acercó más a Lena.
-No tenías porque saber nada más de mi Lena.
-Perdón…
-Si te besara ahora sería tu primer beso ¿no?
-¿Que?- dijo tratando de hacerse para atrás hundiéndose mas en el
colchón.
-Tú me has orillado a esto, abriste una caja de Pandora que nunca
debiste tocar- Mientras se acercaba más, Yulia instantes antes de
besarla se levando de la cama y volvió al sillón, Lena se quedó
acostada aun respirando agitada, esa pequeña mujer la ponía muy
nerviosa ahora, mas ahora con esa nueva actitud -Si escucho algún
chisme en el pueblo o en la calle, cualquier cosa que me haga
pensar que se te fue la lengua Katina en cualquier cosa que tenga
que ver con lo que pase aquí, tendremos problemas ¿esta claro?
Lena se levantaba de la cama acomodándose la ropa.
-Si señorita.
-Retírate.

Lena salió dejando a Yulia en el sillón, salió confundida, ¿como


iban a cambiar las cosas ahora? ¿Acaso Yulia se sentía atraída por
ella? ¿Si así fuera que? Lena paso saliva y fue a la cocina, ya era
hora de empezar a hacer el desayuno.
Yulia seguía en el sillón, el café se había enfriado seguía
pensando en Lena, esa chiquilla tan entrometida, ¿porque tenía
que meterse en su vida? ¿Porque tenía que haber descubierto de
esa manera tan burda ese secreto?… le daría una lección y claro, al
mismo tiempo calmaría sus hormonas, sabía que por mas cosas que
hiciera ella no se iría, esa chica movía todo dentro de ella, no pensó
pasar a mas de lo que hacía pero con eso, habían cambiado las
cosas.
Lena terminaba de hacer el desayuno, Yulia baja y se sienta en la
mesa, Lena llega con el ánimo repuesto y sirve la comida, al
retirarse la morena vuelve a tomar la mano de Lena, ésta se
detiene.

-Lena- le dice tocando las piernas blancas, la pelirroja se estremece


pero no se mueve -Desde ahora no usaras ropa interior.
-¿Que?
-Quiero conocerte, como me conoces a mi- dice subiendo la mano
casi hasta sus glúteos.
-No la he visto desnuda.
-Yo tampoco te veré desnuda, hoy será el último día con tu ropa,
mañana empezarás- las manos de Yulia tocaban las partes internas
de los muslos, Lena se incomodaba y quería irse pero sabía que no
podía perder ese ingreso que prácticamente estaba salvando a su
madre- retírate.

Lena se fue a la cocina molesta, se sentía un objeto para la


diversión de Yulia, aunque, ahora que lo pensaba Yulia solo quería
jugar, intimidarla, no le había hecho nada teniéndola en la casa día
y noche, si quería jugar, Lena aceptaba el juego.
El resto del día paso igual Yulia solo bajaba a comer, tocaba un
poco las piernas de Lena y la dejaba ir, la pelirroja se molestaba y se
ofendía por eso pero no se dejaría vencer, el extraño juego que
estaba por darse había comenzado.
Al día siguiente Lena se levantó a la misma hora, vistió su
uniforme sin ropa interior, preparo el desayuno, Yulia seguía sin
bajar, estaría ahí a la hora de comer, era tan puntual que parecía
reloj suizo, justo a las 10 Yulia bajó vistiendo pantalón de mezclilla
negro, cinturón y botas negras y una blusa roja, algo diferente y
mas relajado a los días anteriores.

-Buenos días señorita- dijo con los platos.


-Hola Lena- dijo Yulia leyendo el periódico.
-Su desayuno- le dijo poniéndolo frente sus manos.
-Gracias, ¿podrías pasarme la sal?- dijo dejando a un lado el
periódico.
-Claro- dijo inclinándose casi frente ella, la pequeña falda se
levanto, Yulia observó atentamente todo y sin moverse esperó la
sal -Aquí tiene, ¿desea algo mas?
-No gracias- dijo sin verse perturbada por lo que Lena acababa de
hacer, la pelirroja nunca coqueteo con nadie pero sabía bien lo que
naturaleza le había regalado, asintió y se fue a la cocina.

* * *

Después de 3 días de portarse así y no ver cambió en el


comportamiento de Yulia, la pelirroja se sentía una triunfadora, le
había ganado a Yulia en su propio juego.

-Si desayuno señorita- le dijo haciendo lo mismo, se quedo de pie a


su lado esperando algo, la mano de Yulia recorrió sus piernas hasta
llegar a sus glúteos.
-¿Que intentas hacer?
-¿Ah… que se refiere?- pregunto Lena sintiendo la mano
acariciando sus glúteos.
-A tu actitud, a eso me refiero.
-No entiendo… us… usted me pidió que dejara de usar ropa interior.
-¿Ah si?- Dijo levantando una ceja -Inclínate sobre la mesa.
-¿Como dice?- preguntó Lena nerviosa con la mano de la morena
aun en su trasero.
-Pon los codos sobre la mesa.
Lena no estaba segura que pasaría, cuando se ponía nerviosa no
podía pensar tan rápido.
-Hazlo

Lena tomo aire y se inclinó sobre la mesa, Yulia seguía


acariciando el trasero de la pelirroja, después bajo la mano un poco
más y toco el sexo depilado de Lena, la pelirroja se estremeció y
cerró los ojos tratando de pensar en otra cosa pero era imposible,
la morena seguía tranquila tocándola, con las piernas cruzadas,
después la mano se alejó de ella, abrió los ojos y volteo a ver a
Yulia, vio a chica con ojos de cielo meterse los dedos a la boca, Lena
volvió a voltear al frente y se enderezó.

-Regresa en 20 minutos- le dijo Yulia comenzando a comer.

Lena se alejó sin voltear a verla, en la cocina Lena estaba


enojada, se sentía usada después de eso, debía terminar con eso
pero como?… debía dejar de coquetearle a Yulia, su plan no
funcionó, al cabo de 20 minutos volvió por los platos y Yulia subió,
no cruzaron palabra, Yulia se ausentaría todo el día y no llegaría
hasta pasadas las 11 de la noche.
Lena prepara la cena, Yulia ha salido todo el día, regresa con
hambre y pide algo fuerte para cenar, mientras Lena lo prepara la
morena se baña y baja con un pantalón deportivo, al terminar de
cocer lo sirve y Yulia no le presta el mayor interés, Lena se retira y
cena mientras Yulia lo hace, al terminar lava su plato, Yulia sigue
cenando, 5 minutos después Lena va por el plato de Yulia y lo lleva
a la cocina, empieza a lavarlo mientras escucha la música del radio
que acaba de prender.
Yulia esta de pie en la puerta viéndola tatarear esa canción de
moda, se acerca y queda detrás de ella.

-Lena- le dice en el oído, la pelirroja se asusta y cuando va a voltear


Yulia no lo permite -Sigue lavando los platos- le dice mientras se
pega a ella, Yulia empieza a mover la cadera contra el trasero de
Lena, dada la pequeña falda y la tela del pantalón deportivo la
pelirroja puede sentir totalmente a Yulia, esta excitada, Lena no
sabe que hacer -Sigue lavando- le dice agitada al oído mientras la
toma de la cadera y hace mas presión, los movimientos de Yulia no
se detienen, aumentan de fuerza y constancia -¡Ah Lena!- dice en
un gemido que taladra los oídos de Lena, la pelirroja hace tiempo
que ha dejado el plato y ahora se agarra de la orilla del mueble con
ambas manos, la respiración de Yulia es cada vez mas agitada
después lanza un grito ahogado abrazando a Lena de la cintura, la
siente temblar, la morena toma aire y se recupera un poco, suelta a
Lena y se va a su habitación, la pelirroja se siente humillada,
literalmente se acaba de masturbar con ella, unas lagrimas dejan
sus ojos, termina lo pendiente y se va a su cuarto a bañarse.

* * *

Casi todas las noches de ese mes es igual, Yulia la asalta mientras
lava los platos, cada vez Lena siente mas fuerza en los vaivenes de
Yulia, la pelirroja termina por esperarla cada noche
acostumbrándose a eso.
Esa noche Yulia no se presentó mientras lavaba los platos, Lena
se relaja pensando que talvez ya perdió el interés y ahora limpia la
mesa con relativa tranquilidad, la pelirroja esta a punto de irse a
dormir cuando Yulia la toma de la cintura desde atrás y se pega
totalmente a ella, toma el cabello rizado y lo hace a un lado
empezando a besar su cuello, es la primera vez que tienen contacto
tan directo sin contar la masturbación que Yulia practica con ella.

-Lena…- le dice entrecortado para después seguir besando el cuello,


las manos de Yulia levantan la pequeña falda dejando su intimidad
al descubierto, después la pelirroja escucha como se desabrocha el
cinturón y abre su pantalón -Inclínate en la mesa- le dice agitada.
-Por favor señorita… Yulia, no…- Le dice asustada sin saber que
tiene en mente.
-¡Inclínate en la maldita mesa!- le dice con la mano en la espalda
empujándola hacia delante.
-Yulia por favor te lo suplico… no hagas esto…- Dice comenzando a
llorar.
-No voy a hacerte nada malo, deja de llorar- le dice jalando la blusa
de Lena haciendo volar los botones para después quitar la blusa de
un tirón.
-Yulia no…

Yulia empuja de una vez a Lena dejándola sobre la mesa y


empieza a besar la espalda aun con brasier… “No te muevas…” le
dice mientras se separa un poco mas de ella y baja besando la
espalda llegando al cóccix, pasa la lengua por el área y toma los
glúteos con las manos separándolos un poco, después coloca su
pene en medio aprisionándolo entre ellos, Yulia empieza a moverse
mientras Lena siente el pene entre sus glúteos pero no hay dolor, la
penetración violenta que imagino nunca llego, siente el miembro
de Yulia ir y venir entre sus glúteos, la respiración de Yulia es
agitada, después de sabe dios cuanto tiempo Yulia grita llena de
placer, Lena siente algo caliente bañar parte de su espalda y
glúteos, Yulia se deja caer encima de Lena sudorosa, aun agitada
besa la espalda de Lena tiernamente.
-No te levantes aun… espera un poco- le dice Yulia mientras se
levanta y limpia lo que dejó en Lena y después, le aplica una
pequeña inyección en la cadera y la cubre con una sábana, Lena
sigue en shock inclinada sobre la mesa, unas lagrimas han mojado
la madera -Ven, vamos a dormir- le dice tomándola de los hombros
para levantarla, la acompaña por la escalera y llegan hasta su
cuarto.
Lena esta como ausente, ya no llora, Yulia le ordena que se ponga
la pijama y se acueste, Lena como un robot se cambia en la
oscuridad y se recuesta.
-Espero no recuerdes esto mañana- le dice cerrando la puerta,
antes de dormir Yulia va por la ropa de Lena y la guarda en su
habitación.

Lena despierta, eran las 10 de la mañana, era muy tarde, se


levanta y se arregla rápidamente, y baja a hacer el desayuno, Yulia
la esta abajo esperándola.

-¿Te quedaste dormida?- Le pregunta mientras lee el periódico


-Discúlpeme- dijo yendo a la cocina
-Esta bien, pero que no se vuelva a repetir.
-Si señorita
Yulia sigue con su lectura.

El día pasa con calma Yulia ya no sale, solo pasea por el enorme
jardín y después entra a su habitación

Capitulo IV

El acoso del que Lena era victima no se repitió en muchos días,


aunque Yulia seguía viendo a Lena cuando se agachaba por algo o al
servirle la comida, seguía sin usar ropa interior.
Después del ataque de necesidad sexual que tuvo Yulia y que
Lena no recordaba, las hormonas de Yulia estuvieron tranquilas,
aunque no por mucho tiempo, Yulia como decía en informe que
leyó Lena al principio de su vida se confundió, no sabía que papel
jugaba en la sociedad y eso la llevo a la depresión, sus padres
trataron de animarla, le llevaron a con psicólogos y médicos que
estudiaron la posibilidad de operarla pero debían esperar a la
decisión de Yulia, no podría decir nada hasta los 18, mientras ella
estaba triste y sola, no quería amigos ni nada, siguió así hasta que
una chica se gano su corazón y a los 15 se enamoró de ella, su única
y mejor amiga Amy, para su suerte la chica era bisexual y
empezaron una relación, ella fue la primera aparte de su familia en
saber sobre el pene de Yulia, la chica no se escandalizo, juntas
descubrieron su sexualidad, Yulia descubrió el placer al penetrar a
otra mujer y de ser penetrada, entendió que tenía una joya que
muy pocas tienen por no decir que era la única, la posibilidad de
experimentar por ambos bandos la sexualidad, con Amy Yulia
perdió la virginidad en todos los sentidos y la chica era muy abierta
en cuando a eso y disfrutaba de la peculiaridad de Yulia haciéndola
disfrutar a ella también, mientras, los médicos seguían
estudiándola, cosa que empezaba a molestarle por lo cual, al
descubrir que no era nada dañino dejo de asistir a las citas con
ellos, el padre acepto la decisión de su hija y mando por todos y
cada uno de los archivos para evitar accidentes o fugas de
información, después de 1 año y medio la relación con Amy
termino, su familia la cambió de escuela y de casa, Yulia volvió a
Moscú, sus padres volverían una semana después, la morena en
ese tiempo rubia se adelantó por que iba a entrar a la escuela, en el
camino de regreso sus padres se volcaron en la carretera por culpa
de un ebrio y murieron casi instantáneamente, Yulia era la única
heredera de todo, siendo menor de edad la nana, la anciana Joy se
quedo con ella, Yulia se volvió mas fría y rebelde, se tiñó el cabello
de negro y empezó a salir con algunas chicas, solo con 2 tuvo
relaciones, gozaban de la confianza de Yulia para guardar su
secreto, ellas estaban felices con ella en el plano sexual, Yulia era
maravillosa y con su adaptación natural era una diosa del sexo, ella
lo sabía, poco a poco iba haciéndose adicta a el hasta que cumplió
18 y tuvo que hacerse cargo de las empresas, de eso hacía 6 meses,
las mujeres con las que estaba se fueron del país por cuestiones de
dinero, cortaron sanamente la relación con ella (ninguna sabía de la
otra) y todo quedo en paz.
La necesidad de sexo llegó a Yulia nuevamente, la nana se hacía
mas vieja cada día y se cansaba fácilmente, la morena decidió darle
un merecido descanso y empezó a buscar gente para suplirla,
chicas iban y venían a la casa, guiadas por los chismes que alguna
vez oyeron, Yulia no encontraba a alguien que fuera responsable y
discreta, hasta que Lena llegó con eso y algo extra, ese bello cuerpo
y cara angelical, era perfecta, no pensaba acosarla o en todo caso
haría lo que hizo noches atrás, la drogaría y Lena no recordaría
nada de la que bien pudo ser la mejor noche de su vida, pero dado
ese percance, al descubrir Lena su secreto decidió manejar las
cosas de otra manera, esa chica era algo especial, cada vez quería
mas de ella, el hecho de saber que de ella dependía la salud de su
madre le gustaba, no era que se aprovechara de las necesidades de
otros pero, eso no pudo llegar en mejor momento para ella, la
morena estaba enterada de la enfermedad de la madre de Lena,
sabía que pasaba con ella y sabía del tiempo que disponía con Lena
ahí mejor que la misma pelirroja, la quería para ella y no la dejaría
ir, quería que Lena la sintiera, disfrutara con ella y si con el paso de
los meses no tenía al padre de la pelirroja fúrico tratando de
despellejarla viva cual zorro destinado a un abrigo de piel, Lena
llevaba el juego bien.
Yulia no quería pasar a mas con Lena pero con el paso del
tiempo quería mas de ella, Lena la esperaba algunas veces y
empezó a cambiar su actitud, ya no se asustaba tan fácilmente,
algunas veces sola se inclinaba un poco para sentirla mas, Yulia
disfrutaba de eso, sabía que terminaría por gustarle si no es que ya
empezaba a gustarle.

-Lena- le llamo la morena cuando pasó por ahí con unas cartas.
-¿Señorita?- le dijo levantando la vista de los sobres.
-Ven aquí- le dijo sentada en un amplió sillón, Lena se acercó y se
quedó de pie a su lado, la morena empezó a tocar las piernas de
Lena -Dime, ¿antes de venir aquí estudiabas?
-Si, estaba en la escuela, en el último año.
-Ah…- dijo subiendo la mano hasta el muslo cuando Lena se agacho
de dejar las cartas en la mesita de café -¿Ibas bien en las clases?
-Si… quería ganarme una beca… para seguir estudiando.
-Mmm…– le tomo la cadera con ambas manos y la sentó en sus
piernas de espaldas a ella, aun con las manos en las caderas la
subió un poco hasta que Lena sintió nuevamente a Yulia y empezó
a moverla de arriba abajo lentamente -¿Te gustaría seguir
estudiando?
-Si… pero no se puede… por ahora- le dijo recargándose en las
rodillas con las manos, estaba sentada encima de ella con las
piernas abiertas dejándose llevar por el movimiento de Yulia.
La respiración de la morena se agitaba y empezaba a tocar los
muslos de Lena, la pelirroja estaba por levantarse cuando Yulia en
un movimiento rápido la tomó de la cintura y la acuesta en el sillón
subiéndose encima de ella.
-Lena- le dijo poniéndose entre sus piernas -Quiero que sigas
estudiando aquí en la casa.
-¿Pero como?
-Traeré un maestro…- dijo bajando una mano, Lena pensó que la
tocaría pero no sintió nada, la morena se separó un poco del
cuerpo, la pelirroja no entendía que pasaba hasta que Yulia se
acomodó nuevamente y pudo sentir el miembro de Yulia a los largo
de su vagina, Lena abrió los ojos llena de sorpresa y jalo aire por la
boca, Yulia empezó a moverse lentamente, sintiendo el calor que
emanaba del cuerpo de Lena.
-¡Ah! Señorita… yo tengo…- dijo intentando levantarse.
-Sh… sabes que teniéndote así podría hacerte mía- le dijo viéndola
a los ojos.
-¿Que? ¡No!- dijo intranquila tratando de quitarse a Yulia de
encima.
-Tranquila, solo quiero sentirte- le dijo tomando las manos para
evitar que siguiera empujándola -Si no dejas de moverte podría
hacerlo de manera equivocada- le dijo empezando a agitarse, Lena
entendió lo que quería decirle y dejo de moverse.

La imagen que cualquiera que haya entrado hubiera visto era a


Lena costada en el sillón con la diminuta faldita casi en la cintura y
la blusa algo desacomodada, a Yulia encima de ella moviéndose
lentamente tomando a la pelirroja de los hombros con las manos,
con el pantalón casi en las corvas dejando a la vista su bien
formado trasero, la morena agitada y excitada mientras Lena solo
esta acostada con sus manos sobre la espalda de Yulia esperando a
que la chica terminara.
Conociendo perfectamente su cuerpo Yulia baja una mano del
hombro de la pelirroja y abre hábilmente la blusa, sin dejar pasar la
oportunidad de admirar de cerca los senos de Lena sin tocarlos,
sube un poco su cuerpo de manera que ahora su pene roza con el
abdomen de Lena, las acometidas de Yulia aumentan de fuerza, la
pelirroja se da cuenta que si no se hubiera quitado pudo haberla
penetrado accidentalmente, Yulia sigue moviéndose hasta que
gime ahogando su voz en el cuello de Lena, la pelirroja se
estremece al sentir un liquido caliente en su piel mientras Yulia
tiembla nuevamente, agitada y agotada y deja caer en sobre el
cuerpo de Lena, mientras ésta se siente un poco húmeda entre sus
piernas, tiene aun tiene las manos en la espalda de la morena.
-¿Yulia?- le dice viendo que la morena no se movía mucho.
-¿Que?- le dice sin levantarse
-Quiero pedirle permiso… hoy es viernes y quiero ir a ver a mi
madre…
-¿Quieres irte el fin de semana?- pregunta cansada.
-Si
-No te muevas- le dice mientras la morena sin despegar el cuerpo
de Lena se estira a la mesa que café que tiene casi en frente por
unos pañuelos desechables, después se separa un poco, Lena sigue
con la vista al techo siente como Yulia pasa los pañuelos por su
abdomen unas cuantas veces y después se separa de ella
totalmente -Lena.
La pelirroja voltea a verla y la ve vestida, voltea a ver su cuerpo y se
sienta rápidamente en sillón cerrando las piernas y bajando la falda.
-¿Cuando volverías?- le pregunta sentándose correctamente.
-El lunes- contesta cerrando su blusa.
-¿Estas segura?
-Si
-Bien, ve a ver a tu madre, te veo aquí el lunes, puntual Lena.
-Si- dijo levantándose y yendo al cuarto.

Lena se baño y se puso ropa de civil, no entendía como permitía


que Yulia llegara a tanto con ella, aceptaba que tenia curiosidad y
hasta cierto punto disfrutaba del acoso de Yulia pero eso, lo que
acababa de pasar era algo mas que solo acoso, no le asqueaba la
idea de que Yulia haya depositado su semen lo que fuera en su piel,
con el paso del tiempo lo veía normal y aunque nunca había visto a
Yulia sin ropa sabía que el pene estaba ahí lo había sentido
infinidad de veces, estaba entrando en un circulo vicioso pero no
estaba segura de querer salir, no quería ser el juguete sexual de
Yulia pero tenia la idea de que esa situación no le desagradaba del
todo, aunque aun había el pero, no quería ser solo el objeto de
diversión de la morena, la tocaba constantemente, la estudiaba, la
observaba, se masturbaba con ella, en ella y ni siquiera la había
besado… besar a Yulia? las cosas se estaban saliendo de control,
debía hacer algo pronto.
Lena salió del cuarto con algo de dinero y fue a la puerta, no vio
a Yulia por ningún lado, sin buscarla salió de la mansión y fue a su
casa en taxi.

-¿Mamá?- dijo entrando a la casa con su llave.


El padre de Lena salió del cuarto al escucharla.
-¿Lena? ¡Hija! ¡Que sorpresa!- abrazándola.
-Lo se papa, Yulia me dio estos días libres para venir a ver a mama,
¿como esta?
-Bien, se recupera poco a poco, ahora duerme, ven vamos a la sala.
Padre e hija se fueron a la sala y se sentaron en el sillón.
-Y bien hija, ahora que tenemos tiempo cuéntame, ¿a ti como te ha
ido en la casa con la señorita Volkova?
Lena recordó las cosas que estaban pasando últimamente.
-Bien papa, todo bien.
-Te veo algo rara, ¿estas cansada?
-Si papa, estos días Yulia a llevado gente a la casa y he tenido algo
de trabajo.

¿Que pasaría si su padre se enterara de todo? ¿Si supiera lo que


Yulia hace con ella? ¿Se enojaría? Si, eso era seguro, ¿pero que
pasaría después? No lo imagino golpeando a una mujer que a penas
si rebasaba el metro y medio de estatura, pero sabía que no se
quedaría tranquilo, no quiso pensar más en eso, nadie tenía porque
saberlo.

-¿Lena?
-¿Si papa? Perdón, no te escuche.
-¿Tienes hambre?
-Un poco…
-¿Quieres probar mi comida?
-¿Aprendiste a cocinar papa?- le preguntó riendo.
-Pues eso trato, no pensé que la cocina fuera tan difícil.

Lena fue a la cocina y probo la comida de su padre, no estaba tan


mal como imagino, solo le faltaban unos cuantas cosas, Lena le dio
unos consejos sobre cocina y después esperó a que su madre
despertara.
La mujer despertó casi a media tarde, estaba feliz con su hija ahí,
pensó que la veía hasta el domingo, las horas pasaban felices en la
pequeña casa Katin.
La compañía con su familia durante ese tiempo hizo sentir a Lena
casi como antes, antes de que todo eso pasara y se viera forzada a
dejar de estudiar y trabajar, Yulia definitivamente era extraña y
tenia unas manías muy raras, lejos de ella unos días se dio cuenta
pero una cosa si debía agradecerle, gracias a ella su madre seguía
viva, aunque el preció que debía pagar era alto nadie le dijo que
sería fácil, aunque tampoco nadie le dijo que sería tan difícil.

-Cuéntame como te va con la señorita Volkova- le dijo su madre


mientras comía en la cama.
-Bien mama, ella es amable y me trata bien.
-¿Es rara?- le pregunto el padre.
-¿Otra vez con eso? Ella no es rara, es peculiar, deja de verla como
un fenómeno- Lena se sorprendió al escucharse a sí misma
defender a Yulia así, que si era rara? claro que lo era y mucho- eh
quiero decir, no le digas rara, ella es amable conmigo.
-Claro hija, tu debes conocerla mejor que nosotros.
-Si… pero bueno, no hablemos de ella, estaré aquí hasta el
domingo.
-Ay hija, enséñale a tu padre a hacer arroz.
-Claro mama- dijo Lena riendo mientras el hombre dolido cruzaba
los brazos.
-Hago mi mejor esfuerzo- dijo después serio.
-Lo se cariño, pero Lena te enseñará.
Tanto Lena y su madre rieron por la actitud de Sergey después el se
unió a las risas, el tiempo pasaba tranquilo mientras Lena pensaba
en Yulia.

Yulia por su parte estaba en su habitación, acostada en la cama


viendo la televisión, ahora que le pelirroja no estaba ella debía
hacer lo que hacia Lena por ella, extrañaba la comodidad que tenia
cuando Lena estaba ahí…o lo la extrañaba a ella? Realmente Lena
era hermosa pero pudiendo hacerlo no se había aprovechado de
ella, estaban todo el tiempo solas, día y noche, sería tan fácil entrar
a su recamara en la noche y meterse en su cama pero Yulia no
quería hacerlo, no de esa manera al menos, talvez Lena podría ser
algo mas que sexo, algo mas allá de solo un cuerpo de diosa del
cual desfrutar… ella era especial, Yulia sonrió y se levantó de la
cama bajando a la cocina a preparase algo para comer, iba a ser un
fin de semana largo.

Después de descanso mental para Lena y ansiedad para Yulia el


lunes por fin llego, Lena llegó puntual y a la hora de siempre ya
estaba en la cocina buscando que prepararle a Yulia, la morena bajo
y fue directo a la cocina.

-Hola Lena, ¿como esta tu mama?- le pregunto sonriendo.


-Buenos días señorita, esta mucho mejor, gracias por preguntar.
-¿Y tu papa?
-¿Mi papa? El esta bien, aprendiendo a cocinar- dijo riendo.
-Vaya, que bien- dijo riendo al imaginarse a un hombre en la cocina
-Lena… eh… me da gusto que hayas vuelto, siempre puntual, eso
me gusta- dijo para irse a la mesa.
Lena se quedo algo sorprendida, esperaba que Yulia tuviera la
misma actitud de antes pero tuvieron lo mas parecido a una
conversación con una distancia normal entre ellas, Yulia la vio a los
ojos esta vez, el cambio le agrado a Lena, esperaba que durara lo
suficiente.

-Su desayuno- le dijo al llevarle el plato.


-Gracias- le dijo sonriendo, la pelirroja se retiró.

Los días pasaban sin cambio, Yulia no tocaba a Lena ni la


acosaba, la pelirroja estaba confundida, el cambio le gustaba pero
también extrañaba un poco esos acercamientos, se dio cuenta que
el sentirse tan deseada por la morena la excitaba, no se dio cuenta
cuando o como pasó, aunque también le gustaba el hecho de que
Yulia ahora platicara mas con ella, algunas veces se sentaba en el
sillón muy cerca de la chica de ojos azules pero ella solo platicaba,
sus manos no pasaban a su cuerpo, no supo su se sentía mejor o
algo decepcionada por eso.

-Lena, mañana vendrán los gerentes, a las 8 esta vez, podrías


ayudarme de nuevo con lo mismo.
-Claro señorita.
-Gracias… ¿podrías ponerte mañana el uniforme para ellos?
-Claro.
-Genial- dijo para sacar su celular y ver algunos números al pie de la
escalera levantó la vista y Lena seguía ahí viéndola -¿Pasa algo?
-¿Eh? Ah no no, disculpe- le respondió sonrojada retirándose.
Yulia solo frunció el ceño y subió la escalera con el teléfono al oído.

Capitulo V

Al día siguiente antes de las ocho ya estaba todo listo, Lena con
su uniforme esperaba cerca de la puerta y Yulia vestida
casualmente esperaba en el despacho, el teléfono se escucha, es la
línea interna.

-¿Si?- dice Lena al contestar.


-Hola Lena, buenos días.
-Hola Hans, buenos días.
-Los gerentes han llegado.
-Déjalos pasar, gracias.
-Muy bien- dijo cortando la comunicación.
Momentos después se escucho el timbre desde la puerta.
-Buenos días- saludo sonriente, los hombres contestaron y entraron
siguiéndola al despacho.
La junta transcurrió con normalidad, Lena entro 5 minutos antes del
final y escucho las últimas indicaciones, y los acompañó a la puerta.
-Hola- le dijo el gerente nuevo a Lena.
Ella volteo a verlo y respondió al saludo.
-Escucha… ¿Lena?
-Si
-¿Te gustaría salir a pasear por el parque algún día?
Lena observó al hombre, era mas alto que ella, cabello castaño,
ojos azules pero no como el azul de Yulia, no era feo, realmente era
bastante guapo.
-Lo siento, no puedo.
-Se que trabajas aquí, pero en tu día libre.
-No puedo- volvió a decirle Lena sin titubear.
-En verdad me gustaría salir contigo, eres muy linda y…
-¿Pasa algo Lena?- preguntó Yulia en voz alta bajando la escalera.
-No, nada- dijo Lena volteando a ver al chico.
-Bien, ¿pasa algo Javin?- le pregunto al chico ya a su lado.
-…- Yulia tomo un momento la cintura de Lena y la pelirroja sonrió
un poco, después la soltó y se quedo parada a su lado con los
brazos cruzados -No, nada señorita Volkova, disculpen- dijo
saliendo.
Lena salió detrás de el seguida de Yulia y lo acompañaron hasta la
reja, después volvieron sus pasos, el chico ni siquiera se animo a
voltear a verlas.
-¿Que te dijo?- le pregunto de vuelta a la casa.
-Quería invitarme a salir.
-Mmm… ¿que le dijiste?
-Que no.
-Mmm…- Yulia tomo la mano de Lena y sin decir mas se fueron
caminando así hasta la casa.

Lena se sentía muy bien así, esa Yulia le gustaba mas que llevaba
las cosas con calma a la Yulia que solo la usaba como un objeto
sexual, ¿había visto celos en la morena? Sonrió ante la idea.

-Lena- le dijo sin soltarla.


-¿Si?
-Hoy en la noche habrá algo en el cielo, se podrán ver algunos
planetas muy cerca con un telescopio, ¿querrías acompañarme?
-Claro- respondió sonriente.
-Bien, iré a preparar todo- se acerco y la beso en la mejilla, después
le soltó la mano y subió al despacho de nuevo.
Lena sonrió y volvió a sus deberes.

El día estuvo plagado de miradas y sonrisas, no pensó que esa


Yulia pudiera existir detrás de la Yulia fría y extraña que conoció al
principio.

-Lena- le dijo al verla salir con el uniforme -Cámbiate, la noche esta


algo fresca y estaremos aquí un tiempo.

La pelirroja asintió, realmente sintió el cambio de temperatura,


busco en su habitación algo que ponerse, lamentó no haber
comprado ropa con la paga de Yulia, pensó no necesitarla estando
ahí, busco y busco hasta que encontró algo no tan mal y se lo puso.
Al volver Yulia ya tenia listo todo, desde el telecopio en la
posición, la silla donde estarían sentadas y la frazada con la que se
cubrirían si tenían frío.

-Ven siéntate- le dijo Yulia señalando sus piernas, Lena se acerco y


se dejo mover por Yulia, quien la sentó en sus piernas y la cubrió
con la frazada, contrario a lo que la pelirroja esperaba no sintió
nada al sentarse encima de Yulia, por primera vez la morena estaba
tranquila.
-Lena, esta noche veremos algo fantástico… aparte de tus ojos.
La pelirroja se sonrojo tanto que sus mejillas parecían brillar, Yulia
sonrió.
-Hoy veremos el acercamiento de dos planetas, será algo hermoso.
Yulia explico a Lena porque se da ese fenómeno y después le
mostró los planetas y Lena realmente le interesó todo lo que Yulia
decía, al final estaban sentadas en la silla, Lena estaba sobre Yulia.
-Lena, ¿te ha gustado?
-Si, gracias por haberme invitado, a esta hora estaría durmiendo en
lugar de ver esto.

Yulia sonrió y empezó a acariciar el rostro de Lena, ambas se


veían a los ojos, Lena aun con su nula experiencia deseaba el beso,
Yulia con su basta experiencia y siendo capaz de atar la cinta de sus
zapatos con la lengua estaba nerviosa, quería besarla pero no sabía
si Lena también quería, solo había una forma de averiguarlo,
empezó a acercarse poniendo una mano en la cintura de la pelirroja
para evitar que cayera y otra en la mejilla, Lena por su parte tenía
ambas manos en el cuello de Yulia, sus cuerpos estaban cubiertos
por la frazada, Yulia se acerco hasta quedar casi en sus labios, se
vieron por ultima vez a los ojos y cerraron los ojos, los labios de
Yulia rozaron los de Lena y empezó a besarla tiernamente, Lena
inexperta al principio no sabía que hacer y solo se dejaba besar,
después se dejo llevar por lo que su cuerpo le dictaba y empezó a
besar a la morena, Yulia la besaba con cuidado, sintió la lengua de
Lena rozar sus labios y después desaparecer, la morena la junto
mas a su cuerpo y empezó un beso mas apasionado el cual Lena
correspondió de igual manera, la lengua de ambas chicas tenían
una pequeña pero excitante batalla la cual subiendo de tono hasta
que Lena pudo sentir de nuevo a Yulia, la morena se separó
cortando el beso y dejando a Lena con ganas de mas.

-¿Que pasa? ¿No lo hice bien?- pregunto preocupada.


-Lena… besas fantástico para nunca haber besado a nadie pero…
-¿Pero?- pregunto lamiéndose los labios.
-Yo…- dijo mirando hacia abajo -Lo siento.
Lena frunció el ceño pensativa y volteo a ver lo que Yulia veía y
entendió a que se refería.
-Entiendo, pero no te preocupes, no sería la primera vez que me
pasa esto contigo- Yulia se sonrojo y desvió la mirada, Lena la tomo
de la barbilla haciéndola verla -No te preocupes- dijo volviendo a
besarla.
-¿De verdad no te importa?
-No, en verdad no me importa- volviendo a besarla cada vez con
mas pasión.
Lena se levantó a terminar el beso Yulia volteo a verla interrogante.
-Tengo algo de frío- le dijo, la morena asintió y ambas entraron a la
casa, Yulia tomo de la mano a la pelirroja cuando entraron y la trajo
hacia ella besándola nuevamente contra la puerta que daba al
jardín, Lena sonrió al separarse y Yulia se alejó un poco, siguieron
caminando, subieron la escalera en silencio, al llegar a la habitación
de Lena que era la que estaba primero ambas se detuvieron ahí.
-Lena… yo…
Yulia se acercó la besar nuevamente a Lena, la pelirroja
correspondió el beso con las manos en el cuello de la morena, Yulia
la abrazaba más a su cuerpo, empezó a caminar con Lena hacía
dentro de su habitación mientras le besaba el cuello, Lena estaba
agitada, sentía algo de humedad entre sus piernas y ganas de no
parar, sintió la cama en sus piernas y se dejó caer con Yulia encima,
la morena la besaba de una manera embriagadora, Lena realmente
quería mas, sintió como la mano de Yulia se deslizaba por su cintura
y abdomen debajo de su blusa, quería sentir a Yulia, quiera sentirla
de todas las formas como Yulia podía hacer que la sintiera, las
manos de Yulia estaban a punto de tocar sus senos cuando una
pequeña voz en la cabeza de Lena la obligo a detenerse y detenerla
tomando la mano de Yulia para que no subiera mas.

-¿Que? ¿Que pasa?- preguntó agitada Yulia.


-Espera…- respondió igual de agitada.
-¿Que pasa Lena? ¿Estás bien?
-Si… solo que, no es que no quiera… pero, hoy no…
Yulia observó a Lena, sabía que era su primera vez, si la obligaba o
la convencía no sería lo que quería dejar como recuerdo para su
primera vez, la morena asintió.
-Entiendo, será cuando estés lista… será mejor que vaya a dormir,
sino no te prometo autocontrol, hasta mañana- le dijo besándole
los labios.
-Hasta mañana- contesto Lena.
Ambas fueron a dormir con una sonrisa en los labios.

A las 7:00 a.m. hora en que despertaba siempre Lena estaba en


su cama, pensando, realmente lo que había pasado el día anterior
había sido fantástico, talvez habría sido buena idea dejar a Yulia
continuar, lo deseaba pero, con la cabeza fría ahora se dio cuenta,
ella seguía trabajando para Yulia, ¿que clase de relación podrían
tener? ¿Que clase de relación tenían? ¿Sería la empleada aun? ¿La
novia? ¿La amiga con derechos? Lena estaba confundida, no quería
pensar en las cosas pero, realmente tenía que, no quería arruinar lo
que fuera que estaba naciendo con Yulia pero debía hablar con ella
y dejar las cosas en claro, se levantó, se baño y se puso el uniforme
como siempre, salió a hacer su trabajo, Yulia seguía durmiendo.
Lena estaba preparando el desayuno cuando sintió a Yulia
rodear su cintura y besarle el cuello.

-Hola, buenos días- le dijo Yulia, cuando Lena volteo a saludarla la


morena la tomo de las mejillas y la beso.
-Vaya si son buenos días- le contesto Lena al terminar al beso, Yulia
rió y después dio unos pasos atrás.
-¿Que haces con el uniforme?
-Pues… es mi uniforme… Yulia, tenemos que hablar.
Ambas mujeres fueron a la sala y se sentaron en el mismo sillón.
-Yulia… yo… lo que paso ayer fue algo genial…
-¿Pero?
-Pero no se que tipo de relación llevamos, ¿que somos?
-¿Eso te preocupa?- le pregunto tomándole las manos.
-Pues si, un poco, tú conoces el mundo y yo… yo ni siquiera conozco
Moscú.
Yulia observa a Lena.
-¿Lena, cual es el problema?
-No se que posición ocupo ahora aquí.
-Mi novia… si quieres…
-¿Y como conseguiré el dinero para mi madre?
-Yo te lo daré…
-A eso me refiero, no quiero que me pagues por ser tu novia, quiero
que me pagues por lo que vine a hacer, esto- dijo señalando su
uniforme.
-Entiendo…
Lena tomó el rostro de Yulia y la beso.
-Puedo hacer ambas cosas- le dijo volviendo a besarla, siguieron
besándose recostadas en el sillón hasta que el hambre las hizo
levantarse.
Lena preparo el desayuno y ambas desayunaban en la mesa de la
cocina.
-Eh…Lena…
-¿Si?
-¿Estas… usando ropa interior ahora?
-No- contesto con toda calma tomando de su taza de café, Yulia
pasó saliva.
-Ok…- volviendo a comer -¿Podrías empezar a usar otra vez?
-Si eso quieres…
-…No pero, es necesario.
-¿No quieres entonces?
-No…
-Entonces no lo haré- dijo le pelirroja sonriendo.
-Bien.

Las semanas pasaban, tenían todas las comidas que podían


juntas, la relación mejoraba cada día, aunque ambas querían las
cosas no pasaban mas allá de besos, Yulia no presiona a Lena y Lena
estaba muy contenta con la nueva Yulia.
Sus padres notaban un mejor estado de ánimo y pensaban que
se llevaba muy bien con Yulia, ella solo sonreía y decía que si, nunca
imaginaban que tan bien se llevaban.
Al terminar de desayunar seguían platicando en la mesa
tomando café.

-Yulia, entonces… ese líquido caliente que expulsas cuando… ah…


tienes orgasmos…- Yulia se ahogó con el café y empezó a toser,
nunca en todos esos días hablaban de sexo o del acoso que Yulia
tenia con Lena, segundos después la morena se calmó y volteo a
ver a Lena -¿Que es?
-¿A que te refieres?
-¿Podrías embarazar a una chica?
-Claro que no Lena, eso es imposible, una mujer no puede
embarazar a otra.
-No eres cualquier mujer…
-Aun así, no puedo.
-Ok.
-¿Porque tu pregunta?
-Solo quería saber… Yulia, en la noche prepararé algo especial.
-¿El dulce que me hiciste hace tiempo?- pregunto emocionada.
-Si, claro.
-¡Genial! Iré a trabajar- se levanto besándola y se fue al despacho.

El día paso normal compartían besos cuando se encontraban por


los pasillos y después volvían a sus labores, al caer la noche Yulia
estaba en la cocina con Lena, la pelirroja había preparado una cena
deliciosa que tenia como postre el dulce, ya en su cuarto Yulia
había tomado un baño y solo esperaba la hora para ir a la cama,
estaba algo cansada. Estaba recostada en la cama cuando la puerta
se escucho, se levantó y la abrió, era Lena con una bata.

-Hola Lena, ¿pasa algo?


-Si- respondió entrando, Yulia la siguió con la vista y cerro la puerta.
-¿Que pasa?
-Yulia… yo… esto es algo nuevo y…- La morena frunció el ceño -Yul…
quiero que esta noche me hagas tuya- los ojos azules se abrieron
como nunca -Debajo de esta bata no hay nada mas que mi piel…
tómame.
Yulia estaba de pie a unos metros de ella, escuchando todo con la
boca abierta, se acercó lentamente hasta Lena y la tomo de las
manos.
-¿Estas segura Lena? Esta sería tu primera vez, no te veas forzada a
esto.
-Estoy segura, antes tuve miedo, pero hoy no… hazlo.

Yulia se acercó y empezó a besar a Lena, la pelirroja respondía al


beso abrazándose más al cuerpo de Yulia, la morena acostó a Lena
en la cama y empezó a besarle el cuello, Lena simplemente cerraba
los ojos y se dedicaba a sentir, la morena se separó del cuerpo
pecoso y abrió la bata hasta la cintura descubriendo sus senos,
beso el pecho y se separo nuevamente, poso sus manos sobre los
senos blancos y firmes, la sintió estremecerse y gimió
quedadamente, empezó a acariciar, tocando con calma y paciencia
las hermosas formas de la pelirroja, rozaba el pezón erecto con la
yema de los dedos, lo hizo cuanto pudo, después bajó y metió el
pezón derecho en su boca lamiendo y chupando apasionada pero
cuidadosamente, Lena arqueo la espalda un poco y soltó un
gemido, sus manos se movieron sin que ella se los ordenara y
terminaron en la cabeza de Yulia, acariciándola y revolviendo los
cabellos negros, juntándola mas a su cuerpo, Lena gemía un poco
mas fuerte pero parecía que no quería hacerlo, Yulia cambió de
pezón y empezó la misma tarea con el otro, la respiración de Lena
se agitaba, las manos de la morena empezaron a tocar las piernas,
pero no como siempre lo hacía, esta vez era con cuidado, con
cariño, no solo con deseo, los labios de Yulia bajaron hasta llegar al
ombligo, la lengua hizo cosquillas en el abdomen de Lena y esta rió
un poco, las manos dejaron las piernas y abrieron por completo la
bata dejando al descubierto el cuerpo totalmente desnudo de Lena,
ni cuando tuvo ese ataque de ansiedad sexual lo vio así, era
perfecto.
Bajo la vista hasta su sexo, depilado como siempre, paso los
dedos por el monte de Venus y Lena gimió de nuevo y poco
después apago el gemido, abrió los ojos y volteo abajo, vio a Yulia
separando sus piernas y acercar la cabeza a su cuerpo, lo que pasó
después fue algo delirante para la pelirroja, Yulia tocaba sus piernas
y glúteos mientras lamía cada parte de su sexo, Lena no encontraba
lugar para agarrarse, tomaba la cabeza de Yulia, después las
sábanas, la pared, era demasiado placer el que la lengua experta de
la morena le proporcionaba.
“¡Yulia!” gimió en un grito con voz entrecortada “¡Ah!” Lena se
arqueo sin poder evitarlo, gritó llena de placer mientras jalaba las
sábanas entre sus manos, tembló unos momentos, respiraba
agitada tratando de jalar más aire, su cuerpo había experimentado
el primer orgasmo de su vida y estaba algo agitada aun.
Yulia volvió a colocarse encima de ella y con una mano empezó a
tocar la entrepierna completamente húmeda de Lena mientras la
besaba con un sabor dulzón, no tardo mucho para que la pelirroja
empezara a gemir en voz baja, cuando la morena supo que estaba
lista se subió encima de ella.
“Lena… abre los ojos” le dijo al oído, al abrir los ojos vio el cielo
en los ojos de Yulia, la morena se acomodaba, Lena abrió mas las
piernas y ella quedo en el lugar correcto, la beso nuevamente y
sintió la punta del pene a la entrada de la vagina, Lena se
intranquilizó un poco “Tranquila” le dijo en un susurro.
Lena asintió y Yulia empezó a moverse lentamente, friccionando
la punta con el clítoris hinchado de Lena, eso la relajó y empezó a
agitarse, la morena se separó y volvió a colocarse en posición, beso
a Lena y entro lentamente en ella, el beso se interrumpía por los
pequeños gemidos de Lena, Yulia sintió un obstáculo con la punta
de su pene, estaba poco menos de la mitad dentro, casi nada,
empujo un poco mas y sintió como esa pequeña barrera era
derribada.
“¡Ah!” dijo Lena en un quejido. Yulia se detuvo y volvió a besarla,
la morena empezó a moverse muy lentamente, seguía
adentrándose en el cuerpo de Lena, sentía como su miembro se
abría paso al interior, Lena ahogaba unos quejidos, sabía que era
molesto para Lena pero no podía hacerlo rápido, algo caliente
corrió a lo largo del pene hasta caer en la cama, después sus
cuerpos se unieron, la penetro por completo, el rostro de Lena era
una contracción de dolor.

-Tranquila mi pelirroja, lo peor ha pasado- le dijo besándole los


labios, las manos de Lena estaban en la espalda de la morena con
las uñas clavadas como un gato, Yulia comenzó a moverse
lentamente, Lena aun sentía molestias, lo sabía por su cara, lo hizo
mas lento aun, los pequeños quejidos de Lena empezaron a
cambiar a gemidos, Yulia aumentaba el ritmo sin dejar de ser
cuidadosa, Lena gemía mas fuerte cada vez.
-Yulia… hazlo mas rápido- le dijo entre gemidos de dolor y placer.
-¿Estas bien?
-Si.

La morena empezó a penetrarla con más fuerza pero nunca


olvidando que esa pequeña chica debajo de ella acaba de perder la
virginidad instantes atrás, el pene entraba y salía cada vez mas
rápido y fácilmente, Lena ahora gemía abiertamente, Yulia sentía la
humedad de Lena, sabía que el dolor había desaparecido, sintió las
contracciones presionando su pene mientras ella misma tenia un
orgasmo, ambas gritaron al mismo tiempo, Yulia sintiendo la
presión del cuerpo de Lena en su miembro y la pelirroja sintiendo
como Yulia depositaba dentro de ella ese liquido caliente, después
ambas cayeron en la cama agitadas, Yulia se retiró de Lena
haciéndola estremecer nuevamente.

-¿Estas bien?- le preguntó al verla sin moverse.


-Si… estoy cansada- le dijo acariciándole el rostro.
Se besaron y ambas durmieron felices.

Capitulo VI
El sol entra por las cortinas a medio cerrar, Lena abre los ojos y
siente el brazo de Yulia rodear su cintura, sonríe, recuerda lo que
paso el día anterior y sonríe mas, como puede se suelta del abrazo
y se sienta, mueve la sábana de su cuerpo y ve un poco sangre en la
cama, su virginidad esta ahí… no se arrepiente, hace un poco de
presión contra el colchón y tiene una sensación rara, no sabe bien
como describirla, ¿dolor? ¿Molestia? No lo sabe, lo que si sabe es
que se siente diferente, voltea a donde esta Yulia dormida aun,
retira la sabana por completo del cuerpo de la morena y por fin lo
ve, el pene de Yulia esta un poco abajo en el monte de Venus, por
lo demás todo es igual, sexo depilado, observa detalladamente, no
le parece grotesco ni nada de eso, voltea al rostro de Yulia y ella
sigue durmiendo, voltea nuevamente a su pene y lo observa, nunca
antes vio otro pero ese se veía de tamaño considerable, sube la
vista a sus senos, son muy diferentes a los suyos, pequeños y
lindos, sube mas la vista y ve a Yulia viéndola, ella se asusta y hace
un movimiento brusco.

-¡Ah!
-Ten cuidado, ¿te sientes mal?- pregunta sentándose en la cama.
-No, tengo una molestia.
-Es normal, pasara con el tiempo o… podríamos seguir haciendo el
amor- dijo sonriendo, Lena rió y se acostó en la cama junto con
Yulia.
-Pensaré en la segunda opción- le dijo recargándose en su pecho.
-Gracias- le dijo la morena abrazándola.
Lena suspiro y sonrió.
-Gracias a ti…
Ambas suspiraron y volvieron a dormir.

Lena despertó dos horas después, no sabía que hora era pero
sabía que era tarde, Yulia no estaba en la cama, con cuidado se
sienta en la cama y se pone de pie el en suelo, busca la bata que
traía el día anterior y se la pone, cuando esta a punto de salir de
cuarto la morena entra con comida.

-¿Que haces de pie?


-Tengo hambre, además es tarde.
-Siéntate, te traigo comida.
Lena dio media vuelta y se sentó en el sillón.
-¿Aun tienes molestias?- le pregunto dándole el plato.
-No, ya es menos- le dijo empezando a comer -Esto es delicioso, ¿lo
cocinaste tu?
-Si
-¿En serio?
-Oye, no soy una inútil- le dijo riendo- la nana me enseñó.
-¿Como esta tu nana por cierto?- le dijo para desviar el tema.
-Bien, ayer llamé, ella esta contenta pero quiere verme, le dije que
pronto iré.
-Ok… en verdad esta delicioso, talvez ya debas cocinar tu.
-No me gusta la cocina, recuerdo que cuando era niña estaba con
mama y la nana en la cocina…

Las chicas se la pasaron platicando de sus vidas toda la mañana,


los días seguían pasando, los encuentros sexuales se repitieron
primero de modo no tan seguido, Yulia quería que el cuerpo de la
pelirroja se acostumbrara, al tercer o cuarto encuentro la pelirroja
dejó de sentir molestias y ahora se dejaba llevar por Yulia, la
morena tenía a Lena a su merced sexualmente hablando, hacía lo
que quería con ella y Lena disfrutaba de las sesiones con Yulia.

-¡Aahh! ¡Sigue! ¡Mas… mas fuerte!- gemía la pelirroja hincada a la


orilla de la cama con los codos a la altura de las rodillas, Yulia
estaba detrás de ella penetrándola como poseída tomándola de las
caderas.
Yulia detuvo un poco los vaivenes de su cadera para tener un mejor
punto de apoyo parándose mejor, volvió a centrar su atención en
Lena quien realmente estaba ansiosa de que Yulia volviera a hacer
su labor.
-¡No te detengas… sigue!
-No te cansas de esto ¿eh?- le dijo jadeante mientras que la
penetraba rápidamente, despacio iba introduciendo el pulgar en el
ano de la pelirroja.
Lena gimió fuertemente y se aferró a la cama con las manos, y
arqueo la espalda, Yulia la conocía muy bien y sabía como llevarla a
ese punto donde nada le importaba y perdía en sentido de la
realidad.
-¡Yulia! ¡Ah!
La morena se excitaba mas viendo la excitación de Lena, la pelirroja
siendo penetrada sin piedad por la morena y Yulia penetrándola sin
miramientos, solo fue cuestión de tiempo para que ambas tuvieran
sus respectivos orgasmos, al terminar la faena Lena simplemente se
dejó caer en la cama boca abajo agitada y respirando
ruidosamente, Yulia cayo poco después encima de ella.
-Me encantas- le dijo al oído mientras retiraba los rizos de la nuca y
empezaba a besarla, llevaban 2 horas en el cuarto de la morena,
Yulia siguió besando la espalda de Lena.
-Yulia… si seguimos aquí… no podré levantarme mañana- dijo
tratando de no dejarse llevar por los labios de Yulia.
-¿Para qué quieres levantarte mañana?- le pregunto tocando los
glúteos mientras lamía la blanca espalda.
-Porque mañana… vendrán los gerentes a las 7
-Ok… acomódate como estabas- le dijo levantándose un poco, Lena
obedeció sin preguntar nada y tomo la misma posición que tenia
antes, Yulia siguió besando la espalda y bajo a sus glúteos, mientras
besaba esa parte de la pelirroja empezó a penetrarla con los dedos,
el cuerpo de la pelirroja reaccionaba al primer toque de la morena,
Yulia al sentir que estaba lista volvió a penetrarla con el pene, Lena
gimió nuevamente pero Yulia se retiró en poco tiempo, Lena volteó
a verla reclamándole seguimiento con la mirada y vio a la chica
acomodándose nuevamente, tomo algo de la humedad de la vagina
y la subió con los dedos hasta el ano- relájate- le dijo mientras
empezaba a penetrarla, Lena se quedo quieta, sintiendo a Yulia, se
relajó lo mas que pudo sintiendo a la morena poco a poco dentro
de ella.
-¡Ah!- dijo como gemido
-¿Estas bien?- Preguntó deteniéndose.
-Si, sigue.
La morena siguió explorando lentamente la cavidad de Lena hasta
penetrarla por
completo.
-¡Aahh! Esto es maravilloso- dijo Lena.

Yulia sonrió y empezó a moverse hacia dentro y fuera de Lena


lentamente, mientras mas gemía mas aumentaba el movimiento,
contrario a cuando perdió la virginidad esta vez no hubo dolor, los
dedos de Yulia se habían encargado de preparar a Lena en sesiones
pasadas para lo que la morena tenía pensado, Lena gemía en cada
acometida, aun así Yulia era cuidadosa, nuevamente un orgasmo
sacudió el cuerpo lleno de pecas mientras los ojos azules se
llenaban de lágrimas ante el orgasmo que casi la hizo llorar de tan
placentero que fue.
Eso había sido demasiado para ambas, las dos cayeron en la
cama cansadas, se besaron lo mejor que sus escasas fuerzas se lo
permitieron y después de dos horas y media de sexo constante se
durmieron casi al instante.

Al día siguiente Lena estaba esperando a los gerentes, mientras


Yulia estaba en el despacho, al llegar los hombres Javin sonrió al ver
a Lena y ésta lo ignoró haciendo su trabajo, Yulia noto eso y trato
de no molestarse y solo limitarse al trabajo, cosa que logró, al final
de la junta la morena acompañó a Lena y a Javin lo le quedo mas
remedio que irse sin cruzar palabra con Lena.
Ahora que la madre de la pelirroja estaba un poco mejor iba el
sábado en la tarde y volvía a la mansión el lunes, nadie sabía que
mas pasaba dentro de la casa, pero Yulia estaba de buen humor,
cosa que no se veía desde hacía tiempo, en todos esos meses Hans
y Lena se hicieron buenos amigos, aunque Lena era hermosa y se
portaba muy bien con el, el hombre era casado y tenía un bebé de
7 meses, veía a Lena como su hermanita y Yulia lo sabía, por lo cual
confiaba plenamente en dejarla encargada con el si ella salía a ver a
la nana o a algún negocio, mientras la relación de las chicas iba
viento en popa, algo mas estaba naciendo en el corazón de Yulia
por la pelirroja.

-Señorita Volkova- le dijo Hans al teléfono, era domingo y Lena


estaba con sus padres- esta aquí el señor Ivanovich, insiste en verla.
-Has que se vaya Hans, ese hombre no tiene nada que hacer aquí.
-Ya se lo dije pero dice que es muy importante verla, dice ser algo
que le interesa, mencionó a Lena.
-¿Que?
-El, mencionó a Lena y dijo que era algo que le interesaba…
-Voy para allá, que no entre a la casa- le dijo la morena colgando.
Yulia salió de la casa y recorrió con calma el caminó a la reja, no le
importaba hacer esperar al hombre, no entendía como tuvo el valor
de ir a la mansión de nuevo, al llegar lo ve de pie afuera, con unos
papeles, Hans solo desvió la mirada del hombre al escuchar a Yulia.
-Buenos días señorita- dijo Hans levantando la gorra un poco.
-Buenos días Hans, ¿que haces aquí?- le pregunto al hombre viendo
a la reja.
-Buenos días Yulia- le dijo Ivanovich.
-Respeta a la señorita Volkova- le advirtió amenazante Hans.
-Tranquilo Hans- le dijo tomándolo del brazo- dime a que has
venido y lárgate- dijo caminando a la reja dándole la indicación al
guardia de que la abriera, al salir Hans estuvo detrás de Yulia sin
quitarle la vista a la nada agradable visita, la morena se alejó un
poco -¿Que quieres aquí?
-Veo que no tiene idea de a que he venido señorita Volkova- le dijo
con tono irónico.
-Habla o haré que Hans te rompa las costillas.
-¿Esto te parece familiar?- le dijo dándole unas fotos.
Yulia las tomó después de unos segundos y empezó a verlas,
frunció el ceño y volteo a verlo.
-¿Que quieres decir con eso?- le dijo para después volver a verlas,
era fotos de Lena y ella aquella noche en el jardín besándose y
entrando a la casa de la mano.
-Que estas cometiendo un delito, tu novia es menor de edad.
Yulia volteó a verlo y empezó a reírse.
-¿Me estas amenazando?- le dijo aun riendo.
-Quiero dinero, por no ir a la policía con esto.
Yulia siguió riendo hasta que se calmó después de unos segundos.
-Sabes que veo yo aquí imbécil- le dijo levantando la fotos- veo que
me espiaste, que te metiste en mi casa sin mi permiso lo cual hace
de eso allanamiento de morada, imagina eso a tu record como
ladrón.
-No entre a la casa…
-No parece, ¿me crees que tan estúpida como para dejarme
intimidar por esto?- dijo aventándole las fotos en la cara y el pecho
-¿Crees que con todo el dinero y la reputación mundial que tengo
debo preocuparme por eso? Es tu palabra contra la mía, es mas,
¿no se te ocurrió pensar que era chica a que tu inteligentemente
llamas mi novia sea en realidad mi esposa?- el hombre frunció el
ceño -No, no lo pensaste ¿y sabes porque? Te diré porque, estas
tan frustrado porque te despedí que estas desesperado por sacarte
la espina de la humillación que te atreves a espiarme y a tratar de
chantajearme, toma tu poca dignidad y lárgate, tienes 3 segundos
para irte de mi casa o mañana a las 7 de la mañana tendrás a la
policía con una orden de arresto irrumpiendo en tu casa.

El hombre al ver a Yulia tan segura solo dio media vuelta y subió
a su auto dejando las imágenes en el suelo, cuando Yulia lo perdió
de vista recogió las fotos y entró a casa seguida de Hans quien tenía
una idea de que pasaba pero era fiel a la chica y obviamente no dijo
ni pregunto nada.

Cuando Lena regresó vio a Yulia sentada en la sala.


-¿Que haces tan temprano despierta?- le pregunto besándola.
-Esperaba a mi novia.
Lena rió y volvió a besarla.
-¿Como esta tu mama?
-Pues, ella dice que bien pero yo la veo rara.
-Talvez sea por el tratamiento ¿no crees?- le dijo abrazándola.
-Talvez… bueno, iré hacer el desayuno- dijo besándola de nuevo y
subiendo la escalera para cambiarse.
Lena estaba en ropa interior en su habitación, estaba sacando el
uniforme cuando escucho ruido en la puerta y volteo cubriéndose
con la blusa que estaba en la cama.
-Te ves tan linda sonrojada- le dijo Yulia con una sonrisa desde la
puerta.
-Me asustaste, no te esperaba- le dijo aun cubriéndose.
Yulia ve a Lena tapándose aun y sonríe de nuevo.
-¿Que pasa? ¿Te avergüenza que te vea en ropa interior?
-No- le respondió dejando caer la blusa.

Yulia la observaba y se acerca, Lena sabe lo que quiere, lo ve en


sus ojos. La morena al estar a dos pasos de Lena se le echo encima
como león en celo besándola apasionadamente, Lena excitada por
su reacción y la pequeña abstinencia respondió de igual manera,
Yulia la acostó en la cama y rápidamente le quito la poca ropa que
tenía a los 2 segundos ella misma estaba desnuda también.

-Yulia…
La morena levantó la vista de entre las piernas de la pelirroja.
-Yul… hazme tuya, te necesito- le dijo casi suplicante.

La morena se levanto y puso las piernas de Lena en sus hombros,


la pelirroja cerró los ojos cuando la sintió dentro de ella, Yulia se
extasiaba viendo a Lena en ese estado, empezó a moverse con más
fuerza, la cama se sacudía violentamente, los pechos de Lena se
movían a la par con los movimiento de Yulia, los gemidos eran
fuertes por parte de ambas, mientras Lena con los brazos por
encima de su cabeza y ojos cerrados solo se dedicaba a sentirla,
Yulia entrando y saliendo de Lena con fuerza y atrapando
alternativamente los pezones de la pelirroja con la boca estaba a
punto de tener el primer orgasmo de la semana, cuando Lena sintió
su respectivo orgasmo tocando a la puerta abrazó a Yulia pasando
las piernas a la cintura de la morena y juntándola a su cuerpo,
ambas como siempre terminaron al mismo tiempo y después Yulia
aun dentro de ella se levantó un poco y la beso.

-Bienvenida a casa.
-Vaya… talvez deba irme mas seguido si me vas a recibir siempre
así- le dijo besándola.
Ambas rieron y quedaron viéndose, estaban por besarse de nuevo
cuando el estómago de Lena reclamo alimento.
-Que romántica- le dijo Yulia levantándose de ella.
-Es tu culpa- dijo sonrojada Lena- me pones a hacer ejercicio muy
temprano.
-Aja… vamos a comer- le dijo ayudándola a levantarse, antes de
bajar se dieron una lenta y relajante ducha y 1 hora después
estaban en la cocina almorzando.
Yulia no mencionó nada en la semana de la visita de Ivanovich,
no vio necesidad, ya había destruido las fotos, pensó en quedarse
con ellas como recuerdo del primer beso pero así como videos
privados de los artistas siempre se divulgan porque alguien se mete
a la casa y los roba, si por ella fuera no tendría problema pero tal
como Ivanovich había dicho Lena era menor de edad, apenas iba a
cumplir 17, realmente ante la ley estaba cometiendo un delito,
toda la discreción que siempre cuidaba era mas por Lena que por
ella, aunque fuera delito, tenía suficiente dinero para salir bien
librada de eso pero no quería lastimar la relación de la pelirroja con
sus padres si llegaban a enterarse de alguna manera, no pensó que
Ivanovich fuera con los padres de la pelirroja, no quería lastimarlas,
solo quería dinero.

Capitulo VII

Después de una semana de relación casi idílica el fin de semana


llegó, Lena se despidió de Yulia de una manera espectacular con
una noche muy especial y el día siguiente en la mañana salió a ver a
su madre.
Lena iba llegando en taxi a la casa, sacó la llave y entro, nadie
estaba ahí, eso le recordó aquella vez hace meses cuando se enteró
de que su madre estaba enferma y un mal presentimiento la lleno
de angustia, nuevamente trato de no preocuparse y salió al centro
comercial a comprar cosas que vio hacían falta.
Iba caminando con calma tratando de no pensar en nada
mientras iba al supermercado a pie cuando siente una mano
tomando su brazo, ella se asustó y se alejó del sujeto.

-Hola Lena.
La pelirroja soltó su brazo y se alejó aun más.
-Buenos días- le dijo Lena a Javin siguiendo su camino.
-Lena tengo algo que decirte- le dijo tomándola del brazo
nuevamente- mira- le mostró una fotografía de ella y Yulia
besándose en el jardín la noche de los acercamientos de planetas.
-De… ¿de donde sacaste esto?- le dijo en voz baja arrebatándole la
fotografía.
-Vayamos a tomar un café preciosa- le dijo sin soltarle el brazo.
Llegaron a un café no muy alejado de donde estaban y tomaron la
mesa mas alejada, Lena estaba sentada de brazos cruzados.
-Bien- le dijo Javin cuando el mesero llevo su orden.
-¿Que quieres?- le preguntó enojada- yo no tengo dinero si eso
deseas.
-No quiero dinero, te quiero a ti.
-¡Como te atreves!- le dijo llena de rabia -¿Sabes que lo que me
estas diciendo es un delito?
-Es interesante como interpretas la ley- le dijo sorbiendo su café-
sabes- dejo la taza en el plato- lo que sea que haga la señorita
Volkova contigo es peor que lo que hago yo ahora.
Lena quedo en silencio observando su café que empezaba a
enfriarse.
-Lena, solo quiero una noche contigo, no te pido más, nadie sabrá.
-Yo lo sabré, no puedo…
-Lena, yo no soy mala persona, solo te pido una noche de todas la
de tu vida, yo no tome estas fotografías, lo hizo un amigo, si por mi
fuera yo te las daría pero, el no quiere las cosas tan fáciles.
-Que gana el si tu y yo…
-Eso no lo se, pero podrías meter en un gran problema a la señorita
Volkova si la policía se entera de esto, podría perderlo todo y
terminar en prisión, ¿no quieres eso para ella verdad?
La mente de Lena analizaba todas las posibles salidas, tenia varias
alternativas, irse después de abofetearlo, tirarle el café en la cara o
solo levantarse y dejarlo sentado en la mesa, tenia varias opciones
pero ninguna le daba una solución que protegiera a Yulia y a ella
misma.
-¿Lena? ¿Que dices?- le preguntó Javin.
-Yo… no lo se, tengo que pensarlo…
-Tienes 20 minutos.
-¿Que? ¡No puedes darme solo 20 minutos para decidir algo así!
-Baja la voz preciosura, en 20 minutos debes decirme si o no, corre
tiempo- le dijo viendo su reloj.

¿Que debía hacer? su mente terminaba en el mismo lugar, Yulia,


¿que pasaría si ella se enteraba? de seguro la perdería, pero si no
aceptaba podría perder todo lo que su padre le dejo, todo por lo
que el lucho, por lo que lucha ahora Yulia… debía hablar con ella, se
levanta de la silla.

-¿A donde vas?- le pregunta Javin tomándola de la mano.


-Debo hablar con Yulia.
-No, el tiempo se terminó.
-Claro que no- dijo soltándose y alejándose un poco, saco su celular
y marco.
-Residencia Volkov- dijo Hans del otro lado de la línea.
-Hans, soy Lena, ¿podrías comunicarme a la señorita Volkova por
favor?
-Hola Lena, lo siento, la señorita salió a ver a su nana hace 2 horas.
-¿Viajo en avión?- preguntó un poco preocupada.
-No, por carretera, dijo que si necesitábamos algo que le dejáramos
recado en la casa donde esta la nana, ¿quieres el número?
-No gracias, aquí lo tengo, solo quería preguntarle si querría pastel
de fresa o chocolate al volver, no te preocupes, gracias- colgó,
llamo rápidamente a Yulia pero la llamada no entro, el camino al
asilo era por una montaña hermosa y muy cerrada, la carretera era
segura y la policía transitaba día y noche en busca de algún
accidente, las llamadas a los celulares no entraban, solo salía de los
aparatos para números de emergencia, no podría comunicarse con
Yulia en al menos 3 horas, Javin no se veía tan paciente.
Lena estaba con el teléfono al oído pensando que hacer.
-¿Ya tomaste la decisión?
-No…
-El tiempo se terminó.
-Necesito tiempo.

Javin sabía que no podía darle oportunidad de hablar con Yulia,


Lena era una niña y era fácil de intimidar, pero Yulia no, si Lena
hablaba con ella la morena echaría toda su furia contra el por
amenazar a su novia y sabía que ella no se detenía una vez que
había tomado una decisión.

-Lena, es ahora o nunca- dijo levantándose dejando un billete en la


mesa.
La pelirroja sabía que Javin se iría sin presionarla más pero iría a la
policía, en ese momento, con la cabeza revuelta con ideas tomo la
decisión hasta el momento más difícil de su vida.
-Es… esta bien.
Javin sonrió y la llevo del brazo fuera del café.
-Compra licor- le dijo antes de subir al auto de Javin.
-¿Que? ¿Para que quieres licor?
-¿Podrías solo comprarlo?- le dijo con voz quebrada, el hombre
sintió una punzada de culpa, pero vio a Lena, tan hermosa y
naturalmente sexy, con ese cuerpo, ese rostro de ángel, esos ojos
de gato, el era casado y realmente quería a su esposa pero la
oportunidad de tener a Lena le llego en bandeja de plata y no podía
desperdiciarla, ¿que era una noche con alguien mas después de 10
años de matrimonio? Que era una noche con el de todas las noches
de la vida de esa chica? Fue por el licor y volvió al auto, le abrió la
puerta a Lena y ella subió cerrándola con fuerza, casi le quedan a
Javin los dedos atrapados en ella, dio la vuelta y subió al auto, Lena
iba sentada viendo por la ventana, la pelirroja tomo la botella y la
abrió, tomo un trago que casi la hace vomitar.
-Se diluye en algo mas- le dijo viéndola, ella no contesto, después
de recuperar el aliento volvió a tomar -¿Lena, has hecho esto con
alguien mas?- ella seguía sin hablar -Necesito saberlo, ¿esta será tu
primera vez?- Lena dio un trago mas.
-¿Para que quieres saberlo? ¿Afecta eso en tu decisión?- le dijo
alterada.
-No quiero lastimarte, ¿es tu primera vez?
-No- fue todo lo que dijo para volver a beber otro trago.
Javin sabía lo que Lena trataba de hacer, quería estar ebria para
cuando llegaran a su destino.

Veinte minutos después habían llegado a un hotel, entro


directamente al estacionamiento y dejó a Lena fuera del elevador,
instantes después llegó con la llave del cuarto y entraron al
elevador, Lena seguía con la botella, pero no tomaba mas, estaba
ebria, al menos eso pensaba, se sentía mareada y hasta cierto
punto un poco relajada aunque no menos nerviosa, todo pasaba
con lentitud para ella, Javin a pensar de su culpa estaba
entusiasmado, eso no se daba todos los días.
Al llegar el abre la puerta y Lena entra, detrás de ella se escucha
la puerta cerrarse, ya no hay marcha atrás, abre la botella y da otro
trago, Javin llega tomándola por detrás con las manos en la cadera,
Lena cierra los ojos y vuelve a tomar, en esa posición la lleva hasta
la cama y la sienta ahí, el se quita el saco, la corbata y la camisa, el
cuerpo de Javin esta muy bien formado, años de ejercicio pero Lena
no piensa en otra cosa que no sea Yulia, no hay punto de
comparación entre ellos, primero por ser de sexos opuestos,
segundo de alguna manera Yulia eleva su excitación al máximo,
Javin no le provoca nada que no sea repulsión, el se quita el
pantalón, Lena voltea a otro lado, después lo escucha caminar por
la alfombra, cuando voltea lo tiene frente a ella, totalmente
desnudo, asqueada voltea al otro lado nuevamente, el la toma de la
mejilla volteando su rostro, su miembro queda cerca de la cara
pecosa.

-Hazlo- le dice denotando excitación.


-¿Que?- dice Lena asqueada por completo, parte el licor, gran parte
la situación.
-Quiero ver si eres tan buena para hablar como para otras cosas.
Lena intenta levantarse pero el la detiene tomándola del hombro.
-¡Estas loco! –le dice quitando la mano de Javin de su hombro con
un manotazo- ¡No voy a hacer nada, nada! Acepte esto por Yulia
pero nunca dije que fuera a colaborar contigo, eres un idiota.

Aun con Yulia no lo había hecho, nunca se lo había pedido y de


haberlo hecho la pelirroja habría aceptado, pero realmente nunca
se había dado la oportunidad, solo se dejaba hacer lo que Yulia
quisiera, confiaba en ella totalmente y nunca la lastimó,
definitivamente no haría eso con el.

-Escúchame niña-le dijo tomándola del cabello -Si yo digo que lo


hagas lo harás, no estas aquí para estar con caprichos.
-Empezare a gritar si no me sueltas- le dijo fríamente -¿Que crees
que pensara la gente cuando entre y te vea desnudo con una niña
en la cama a punto de caerse de ebria?

Javin la soltó, Lena no era tonta, podría estar algo tomada pero
no era tonta, si bien había aceptado sus términos no iba a ser
sumisa, Javin empezaba a incomodarse con la situación, sabía que
ese hombre no era el, no podía creer lo que estaba a punto de
hacer, Lena toma la botella nuevamente y esta vez siente el licor en
la garganta, ya no puede tomar mas, deja la botella en el suelo,
Javin se pone en cuclillas para verla de frente.

-Lena…
-Lo que vayas a hacer hazlo ya.

Javin observa a Lena, no quiere obligarla pero, realmente quiere


probarla solo una vez, y las palabras de Lena no llegaron en mejor
momento, estaba a punto de disculparse y dejarla ir, en ese
momento realmente es ahora o nunca, sin pensar más la acuesta
en la cama y empieza a besarla, besa los labios, Lena no responde,
solo ve al techo, deja la boca y besa el blanco cuello, Lena empieza
a llorar en silencio pero se controla, Javin ya había perdido la razón
al tener a Lena así, en el último momento de lucidez se pone el
preservativo y ya fuera de sí empieza a tocarle los senos de una
manera desesperada, la pelirroja cierra los ojos y trata de imaginar
a Yulia haciendo eso, es muy difícil, sin importar que tan deseosa
esté nunca la ha tocado así, cuando menos lo espera ya esta
desnuda con Javin viéndola con la boca abierta, Lena es muy
hermosa, ella desvía la mirada y cierra los ojos con fuerza
nuevamente cuando lo siente tocar entre sus piernas, trata
nuevamente de imaginar a Yulia, lo siente encima suyo y cuando lo
siente entrar en su cuerpo, lágrimas salen de sus verdes ojos.
Javin gime cerca de su oído, eso es mas de lo que puede
soportar, piensa en Yulia, en sus besos, sus manos, la forma tierna y
apasionada como le hace el amor, como la toca, imagina que esta
con ella, cuando Javin después de muy poco tiempo comparado con
Yulia da señales claras de haber tenido un orgasmo se queda donde
esta son moverse, Lena lo quita con asco de encima de su cuerpo y
se levanta, toma su ropa, se viste rápidamente, toma las fotografías
y negativos y se va de la habitación dejándolo en la cama aun sin
moverse.
Sale corriendo sintiendo asco por ella misma y va al elevador,
baja y sale de ahí, la visión es borrosa por las lágrimas, toma un taxi
a unas cuadras del hotel y regresa a casa, sus ruegos son
escuchados al encontrársela vacía nuevamente, no quiere explicar a
su padre nada, ni el motivo de su amargo llanto o porque necesita
desesperadamente una ducha ni que son esas fotografías.
Entra al baño y se quita la ropa, abre la llave y sin esperar a que
el agua caliente empiece a salir se mete tallando con marcada
repugnancia su cuerpo, los lugares donde Javin la besó y la tocó,
después cae de rodillas vencida por la terrible experiencia y
agotamiento mental y llora, llora porque sabe que ha engañado a
Yulia, llora porque ese día nada estuvo de su lado, el hecho de que
Yulia estuviera ausente, que se hubiera ido manejando al asilo, salir
de la mansión cuando pudo haberse quedado con Hans platicando
una hora mas, haber decidido ir al supermercado a pie y no en taxi
o en el mejor de los casos quedarse esperando a sus padres en la
casa, pero sobre todo el hecho de que bajo presión no piensa
rápido y Javin le dio un panorama muy negro sobre Yulia, su amada
Yulia, la había engañado, aun por su bien pero la había engañado,
se lo diría, no podía esconderlo, Yulia tenía el don de enterarse de
todo y tarde o temprano lo sabría, como poder confiar en la
discreción de ese hombre que prácticamente la obligó a irse a la
cama con el? se lo diría el lunes al volver a la mansión, el viernes
tenían junta, no podía ver a Javin de nuevo, tenía que decírselo a
Yulia, solo esperaba que entendiera y lo la odiara.
El timbre del teléfono la despierta de su pequeño coma
autoinducido de tanto pensar, el cielo esta oscuro, tiene mucho
tiempo ahí llorando, cierra la llave sintiéndose un poco mas limpia,
se envuelve en una bata y sale del baño.

-¿Si?- dice con la voz ronca de tanto llanto.


-Lena
-¿Papá, donde están?- dice tratando de hablar mejor.
-En el hospital, tu mama se puso algo enferma, ¿puedes venir?
-Voy para allá- dijo colgando, su madre enferma nuevamente,
nunca estuvo sana pero al menos estaba estable, ahora la situación
había cambiado, que mas podría pasarle, ¿acaso tenía una
maldición?
Se viste y se maquilla tratando de verse lo mejor posible y sale al
hospital

-Hola nana- dijo la morena con una sonrisa.


-Niña, pensé que no vendrías- le dijo abrazándola.
-Maneje esta vez.
-Niña, no debes manejar, eres muy joven aun.
-Nana…- le dijo Yulia riendo
-Te noto muy feliz desde hace semanas…
-Lo estoy nana, lo estoy- dijo sonriendo.
-¿A que se debe tu felicidad? ¿O debo preguntar a quien?
Yulia se sienta en el sillón donde la nana esta sentada y se recuesta
en su regazo, como cuando era niña y debía contarle algo
importante.
-Sabes que no puedo engañarte nana, no puedo ni quiero ocultarte
nada, eres como mi madre.
-No digas eso niña, tu madre es Larisa y siempre lo será, pero dime,
¿porque tan feliz?
-Nana, creo que estoy enamorándome de alguien- dijo sonrojada.
-Niña, eso es muy bueno, ya era hora… ¿quien es la afortunada?
-¿Afortunada?- le preguntó nerviosa
-Niña, te conozco, no me dirás lo contrario, ¿es la chica que trabaja
ahora en la casa? Es muy linda.
-Si nana- dijo totalmente roja.
-Eres una asalta cunas- le dijo riéndose.
-¡Nana!
-Es la verdad, pero dime, ¿ella te corresponde?
-Eso creo nana, si la vieras… es linda, muy amigable y dentro de su
corta edad segura de sí misma, su carita llena de pecas y esos labios
que be… eh… ah…dios- susurró avergonzada.
La nana se rió aun con Yulia en su regazo.
-Niña, nunca cambiarás, pero cuéntame más de ella…

Lena llegó al hospital preocupada, que había pasado con su madre,


preguntó a la enfermera por informes, nadie sabía nada.
-¡Lena!- la llamo su padre desde lejos, la pelirroja volteo y fue a
donde su padre estaba.
-¿Papá que paso?
-No lo se hija, tu mama iba respondiendo muy bien al tratamiento,
de repente tuvo una recaída, gracias a dios que estaba en casa con
ella sino…
-¿No lo digas papa, que le harán ahora?
-La van a revisar… ya saque dinero del banco, espero que eso sea
suficiente, la cuenta quedo en ceros.
-¿Papá, pero como? Había suficiente dinero.
-Eso me pidieron hija, no lo malgasto.
-Lo se papá, no quise decir eso disculpa.
Ambos se abrazaron y esperaron al médico, la habría encantado
que Yulia estuviera ahí con ella.

Después de horas y varios cafés el medico salió, ambos corrieron


acribillándolo con preguntas.
-A ver, señor, señorita, silencio por favor- ambos se callaron- la
señora ya esta estable, hubo que operarla de urgencia pero lo peor
ya paso, pueden estar tranquilos, ahora con la operación todo
estará como antes pero deberán cuidarla, alguien que este con ella,
evitar que haga esfuerzo.
-¿Pero que paso doctor?- preguntó Lena.
-Una complicación.
-Nunca nos hablaron de complicaciones que necesitara operación.
-Así es señorita, esta complicación casi nunca se da, su madre es del
1% que la padece.
-¿Pero ya esta bien?
-Si, la tendremos en observación estos días y después podrán
llevársela, si todo sale bien podrá mañana estar en casa.
-¿Habrá otras complicaciones?- pregunto Lena seria.
-No señorita, es buena hablando, debería ser abogada.
Lena recordó la estupidez que Javin le había dicho y su conciencia
volvió a torturarla, con tantas cosas logró olvidarlo.
-¿Señorita?- le dijo el doctor
-¿Disculpe?
-Su madre estará lista mañana, si gusta descansar, mañana podrá
entrar a verla.
-Si gracias- dijo yendo con su padre.
-Lena, debes quedarte en casa con tu madre, yo trabajaré.
-Papá, tu quédate en casa, yo seguiré con Yulia, estoy bien ahí y nos
llevamos bien, además si dices que la cuenta quedo en ceros debo
hablar con ella.

El hombre se quedo callado, sabía que la que llevaba el dinero a


casa era su hija, dejo de discutir algo que sabía no ganaría, solo
esperaban a que la mujer reaccionara bien y se la llevaran a casa.
El fin de semana para Lena paso lento y con cargos de
conciencia, mientras Yulia volvía feliz de con la nana, le dijo que se
ausentaría unas semanas, tenía junta con los gerentes y bueno, la
nana sabía como era eso y no puso objeción, Yulia llego a la
mansión a las 7:40 de la noche y llamo a la nana para avisarle que
todo estaba en orden, solo le estaba esperar a Lena, su novia,
sonreía al decir eso, su novia.
Lena llega a la casa y saluda a Hans, la fría y enorme mansión
que ahora veía como su hogar le dio miedo, debía hablar con Yulia,
entro y la encontró en el sillón donde la vio la semana pasada.

-Lena- le dijo sonriendo.


Al verla cerca la pelirroja empezó a llorar, no podía creer lo que
había hecho.
-¿Lena que pasa? ¿Porque lloras?- le dijo preocupada.
-Yul… yo… es que…
-Lena cálmate, ¿dime que paso, te hicieron algo?
La pelirroja la ve, tan preocupada por ella y la conciencia la tortura
aun mas, se calma y dispuesta a decirle todo se arrepiente.
-Mi mama Yulia, se puso muy mal, casi muere el sábado…
-Oh Lena, lo siento tanto- le dice abrazándola -¿Pero ya esta bien?
-Si… pero… se acabo el dinero-le dijo sollozando.
-Por eso no te preocupes- le dijo besándola tiernamente en los
labios y abrazándola.
-Yul…
-Lena, tu trasero esta vibrando.
-¿Que?- le dijo separándose.
-Tu trasero vibra.
-Es mi celular- dijo contestando -¿Hola? ¿Papa? Si… si… entiendo…
si papa- dijo riendo -Se lo diré a la señorita Volkova- Yulia sonrió y
se acerco a Lena tomándola de la cintura, Lena hizo la cabeza a un
lado cuando vio que la morena quería besarla y al moverse, empezó
a besarle el cuello -Si papa…- Lena se separó dándole una mirada
de reproche -Si papa, lo haré- Yulia volvió a acercarse, quería
provocarla, Lena se quita el teléfono del oído y la besa rápidamente
y vuelve con su padre -¿Como dices? Ah si, ok, bye- dijo colgando -
¡Yul!
La morena rió y la abrazo.
-Lo siento pecosa, era una tentación muy grande, ¿para que llamo
tu papa?
-Quiere que vaya a la casa a ayudarle con mi mama, solo una hora o
dos mientras el arregla lo de su trabajo, ¿puedo señorita Volkova?-
dijo poniendo las manos en el cuello de Yulia.
-Pues no lo se señorita Katina, tendrá que hacer meritos después de
que vuelva.
-Lo que me pida señorita- dijo besándola.
Cuando termino el beso Lena volvió a salir de la casa, pasaría 3
horas en casa con su madre antes de volver.

Yulia estaba en su despacho revisando los informes que cada


semana le mandaban, el viernes tenían junta, tenia un montón de
cartas que había llevado consigo al irse Lena, recibos, cuentas de
banco o otras cosas mas.
Llamó al médico de la madre de Lena y se enteró de lo que pasó,
realmente estuvo a punto de morir, agradeció al medico y se puso a
revisar la correspondencia, todo era lo de siempre, excepto por una
carta sin remitente, su nombre y dirección estaban ahí pero no
decía quien la mandaba o de donde, se encogió de hombros y la
dejó a un lado, después de revisar su cuenta bancaria y demás
cosas volvió a la carta anónima, la abrió y saco un pequeño disco,
era un CD pero mas pequeño de lo habitual, vio el disco, no tenía
nada escrito en el, busco dentro del sobre y tenía nota, la saco y la
desdobló. “Descubre que hace Katina cuando estas de viaje”
Yulia frunció el ceño y metió el pequeño disco en la PC, el lector
se encendió y abrió en la pantalla el recuadro que le preguntaba si
quería ver el contenido o cancelar todo, estuvo a punto de cancelar
todo y tirar el disco pero en el ultimo momento optó por ver que
tenia el disco.
Espero poco y el reproductor de video se abrió mostrando
primero la pantalla negra, la morena bostezo y a punto de sacar el
disco la imagen cambió, era Lena tomada del brazo por Javin en la
calle, Yulia se congeló y sus ojos se abrieron al máximo devorando
las imágenes que tenia frente a ella, ellos entran a un café que Yulia
no reconoce bien, la fecha automática de la cámara marca dos días
anterior a ese, el día que ella fue con la nana, se acerca a la pantalla
un poco, la imagen se corta y casi al instante se ven ellos saliendo
del café para cortarse de nuevo y aparecer bajando del auto de
Javin entrando a un hotel, Yulia observa con la boca abierta
totalmente incrédula, su corazón late fuertemente, la escena
vuelve a cortarse y después con una cámara que parece fija en el
techo de una habitación se ve a ambos entrar a la habitación, Lena
lleva una botella de vino o algo así, la calidad no es muy buena pero
se ve lo suficiente, Lena bebe y Javin la toma de la cadera, Yulia
siente los celos corriendo por todo el cuerpo, trata de calmarse y
sigue viendo lo que pasa, Lena se sienta en la cama mientras Javin
se desnuda, Yulia siente que le falta el aire, Lena sigue en la cama,
bebe de nuevo y Javin llega hasta ella poniéndose al frente, Lena
nueve la cabeza pero Yulia no ve lo que hace, sus manos tiemblan
al imaginar lo que hace, la mano de Javin se mueve y la toma de
cabello un momento y después la suelta y se pone de cuclillas
frente ella y hablan un poco, el la besa y la acuesta en la cama, Yulia
en este momento esta muriendo por dentro, ve a Lena en la cama
de un hotel con Javin mientras ella dice que va con sus padres, su
cuerpo tiembla, su visión es nublada, no puede respirar, entonces
se da cuenta, esta llorando, se limpia las lagrimas y trata de
controlar los sollozos, al ver de nueva cuenta la pantalla ve a Javin
encima de Lena, la esta haciendo suya y Lena no hace nada para
evitarlo, se levanta de golpe pero no sabe que hacer y vuelve a
sentarse, el cuerpo de Javin se convulsiona sobre Lena y queda
encima de ella, la pantalla negra de nuevo, el video ha terminado.
Yulia esta sentada en la silla frente a la pantalla negra con las
manos en la cara y el corazón roto, Lena la ha engañado de la
manera mas ruin, ella contándole a su nana que estaba
enamorándose de esa chica hermosa y ella en la cama con otro…
con un hombre que trabaja para ella, sigue llorando, tiembla de
rabia, esta decepcionada, siente la ira corriendo por sus venas
golpeando cruelmente sus sienes, el aire le falta, cree que se
desmayará, se levanta trabajosamente y abre la ventana, las
imágenes están en su cabeza, sigue llorando cada vez con mas
dolor, le duele el estomago, va al baño del despacho e inclinada
sobre el inodoro vomita mientras no para de llorar, cuando su
estomago a vaciado el exceso de jugo gástrico y parte de la cena del
día anterior Yulia se lava la cara, limpia el agua junto con las
lágrimas y va a la PC, saca el pequeño disco mientras la
computadora marca la pantalla azul con un error, lo ignora
oprimiendo las teclas que sus dedos encuentran, la pantalla
después de unos segundos vuelve a su estado normal, ve el disquito
en su mano, se ve muy tentada a romperlo pero solo lo observa,
agua cae sobre el, son sus lágrimas nuevamente, lo deja en el
escritorio y toma unas esferas para el estrés que se compró en
Japón hace un año… las mueve en sus manos, los sollozos siguen
saliendo de su pecho, toma una esfera en cada mano y las aprieta
con furia hasta que los nudillos le duelen y se ponen blancos por
tanta presión sobre ellos.

-¡Aaaaah!- grita tan fuerte como su garganta y sus pulmones lo


permiten y avienta las esferas contra la pared haciéndolas añicos -
¡Nadie se burla de mi! ¡Nadie! Mucho menos tu Lena, mucho
menos tu niña estúpida…- su respiración es agitada, el dolor del
pecho bajo considerablemente, Yulia dejó de llorar, ahora es un ser
lleno de rabia en busca de venganza.

Capitulo VIII

Lena regresa un poco mas tranquila al ver a su madre mejor, solo


con las molestias normales de una operación, ahora debía hablar
con Yulia.
-Lena dice la señorita Volkova que te espera en el despacho- le dice
Hans al entrar a la casa.
-Si, gracias- le responde preocupada, algo pasa con Yulia eso no es
normal.
*Al entrar a la casa va al despacho, esta abierto.
-¿Yulia?- dice entrando, voltea a un lado y ve vidrios en el suelo,
algo pasó- ¿Yulia estas aquí?
-¿Donde estabas?- le pregunta una fría voz desde atrás pasa
segundos escuchar la puerta cerrarse de golpe, Lena voltea y ve a la
morena, tiene los ojos enrojecidos e irritados, el azul es frío, como
nunca -Te hice una pregunta, ¿donde estabas?
-Con mi madre, ¿que pasa Yulia?
-Con tu madre… ¿con tu madre en el cuarto de un hotel ebria como
el sábado?

Lena no pudo hablar, otra vez la suerte no estaba de su lado, en


unas horas de ausencia Yulia se había enterado de todo, como? de
nuevo no lo sabía, el caso era que lo sabía y esa frialdad no la había
visto antes, no sabía que esperar, esa era la Yulia que Lena no
quería ver nunca, una Yulia cegada por la ira que no escuchaba ni
entendía razones.

-¡Te hice una pregunta, contéstame!- le dijo levantando la voz, el


grito hizo eco en los oídos de la pelirroja, estaba asustada, Yulia se
acercaba amenazante, con los puños cerrados, Lena
instintivamente se alejo de ella.
-Pue… puedo explicarte eso, por favor…
-¡No!
-Yulia por favor…
-¡Cállate! ¿Te acostabas conmigo por el dinero verdad?- le dijo
tomándola del cuello con la mano, la llevó de esa manera de
espaldas hasta la pared -Se que tu madre esta enferma, solo por
eso no te saco a patadas de aquí, de ahora en adelante, todo lo que
quieras extra te costara- Lena iba a decir algo y Yulia puso el dedo
índice de la otra mano sobre sus labios -Ahórrate las palabras, ya
veo que tan bien usas la boca para otra cosa que no sea hablar- le
apretó un poco el cuello -¿Ahora Lenita, ves esos vidrios ahí?- le
preguntó volteando a donde estaban las esferas reventadas, Lena
asintió como pudo con los ojos llenos de lágrimas -Pues límpialos
que para eso te pago.
La morena la soltó y salió del despacho.

Lena se quedo recargada en la pared y después sentada en el


suelo lloró, esos días nada salió como ella esperaba, hablaría con
Yulia, sin importar como le explicaría las cosas, se levantó, se limpio
las lágrimas y recogió los vidrios, después bajo a la cocina y esperó
todo el día, Yulia no regresó, la pelirroja triste desayunó, comió y
ceno sola después de meses de hacerlo con Yulia, eran las 11 de la
noche y seguía sola, decidió darle tiempo, de todas maneras no iba
a escucharla, ¿como pudo ser tan tonta y caer en ese juego? odiaba
a Javin y mas lo aborrecería si no arreglaba las cosas con Yulia.

A las 7 de la mañana Lena despertaba de una noche de mal dormir,


salió, Yulia no estaba, triste hizo sus deberes, a las 11 de la mañana
escucho la puerta y corrió solo para descubrir a Yulia con un
hombre alto.

-Por aquí- le dijo la morena indicándole el camino- Lena, café.

Fue todo lo que dijo, ni la volteó a ver, la pelirroja fue a la cocina


a preparar café y subió al despacho, dejo el café, Yulia agradeció y
Lena salió, si así iban a ser las cosas sería duro para ella. Media hora
después Yulia salió acompañada del mismo hombre y no regreso en
todo el día, una vez mas estuvo sola en la casa.

Al día siguiente Lena salió de su cuarto, ya no usaba el uniforme,


vestía normal, fue a la habitación de Yulia y escucho ruido, toco
pero no tuvo respuesta, toco de nuevo y entró.
-¿Yulia?
-¿Que haces aquí?- le dijo desde el otro extremo del cuarto.
-Quiero hablar contigo- dijo acercándose- por favor, escúchame.
-No tengo tiempo- dijo tratando de rodearla, Lena le tapaba el
paso- no estoy jugando, quítate de mi camino.
-Escúchame, ese día, yo venia de casa mis padres pero…
-¡Basta! Dije que no quiero escucharte, no tengo tiempo, quítate- le
dijo indicándole con la mano hacía donde quería que se moviera.
-Pero ellos no estaban, vi que les hacían falta algunas cosas y salí…
-No lo diré otra vez, muévete de mi camino y no te atrevas a
tocarme!- le dijo viendo que Lena se acercó.
-En eso Javin llegó no se de donde…
Yulia pasó por donde estaba Lena empujándola, la pelirroja la tomo
de la mano y no la dejó ir.
-¡Suéltame!- dijo forcejeando.
-No, me escucharas aunque tengas que golpearme no te soltare.
Yulia se quedó quieta.
-Ultima vez Lena, suéltame.
Lena entendió que aun no era tiempo y la dejó ir, ese día a pesar
que estaba en la casa no se vieron, Yulia la evitaba y Lena trataba
de hacer sus deberes.

Mientras un día se sumaba a la lista mas pesado era para Lena la


indiferencia de la morena, el día siguiente era la junta, Javin estaría
ahí, ya era de noche y Lena debía aclarar las cosas, verlo
despertaría más el enojo de Yulia y no quería eso.

-Yulia- le dijo en la puerta de la habitación, la morena estaba


sentada en el sillón tomando una copa de vino- Yulia…
-¿Que quieres?- le dijo desde donde estaba sin voltear.
-Hablar contigo- dijo acercándose e hincándose a su lado- lo que
sea que te hayan dicho no es verdad mira, las cosas…
-Cállate, nadie me dijo nada, yo lo vi, no puedo creerlo, yo
estúpidamente confiada en que ibas a ver a tu madre, ¿desde
cuando te ves con el?
-Yulia yo no…
-¿Desde cuando? ¿Desde que lo conociste aquí? Ya me imagino lo
mucho que te burlaste de mi, pero eso se acabo, aléjate de mi vista,
no te quiero ver aquí- le dijo viendo al frente.
-Yulia- Lena se levanto y en un arranque se acerco tomándola de las
mejillas besando sus labios con sabor a vino, la morena recordó
como Javin la besaba y ella solo lo aceptaba, en una reacción
involuntaria la alejó levantándose y se limpió la boca.
-No vuelvas a hacer eso, te lo advierto!
Lena volvió a tomarla de las mejillas y la besó nuevamente, Yulia se
alejó de ella y la abofeteo fuertemente, el golpe resonó en todas
los rincones de la habitación, Lena se quedó de pie con la mano en
la mejilla.
-Te lo advertí, lárgate de aquí antes de que te corra de mi casa.

Lena solo dio media vuelta y se alejó sollozando, Yulia volvió a


sentarse y tomo de su copa con tranquilidad, mientras la pelirroja
llegaba llorando a su habitación, nunca esperó eso de Yulia, no
sabía que pasaría mañana cuando Javin llegara y así con la ropa que
tenía puesta y la cabeza llena de pensamientos se durmió.
A las 7 de la mañana como siempre Lena se levantó, le dolía el
cuerpo por la mala posición al dormir, se dio un baño y se puso el
uniforme, no quería que Javin notara cambio alguno, el golpe que
le dio Yulia le dolió, tenia una marca, mas le dolió en el alma ese
golpe, salió del cuarto a preparar todo y esperar a los hombres.
Puntuales a las 8 llegaron todos, Javin al verla sonrió pero
inmediatamente borro la sonrisa.

-¿Lena? ¿Que te paso?


-Por aquí por favor- les dijo a todos, como siempre la siguieron, al
llegar al despacho toca y abre la puerta, Yulia lo espera, su mirada
se centra en Javin, el lo sabe, Yulia se enteró de lo que paso.
-Bienvenidos, tomen asiento por favor- les dice la morena.
Los demás se sientan donde siempre, es un día normal en la junta,
Javin esta nervioso y asustado.
-Empecemos- les dice la morena.
Mientras los demás gerentes hacen su trabajo y le explican a Yulia
las cosas, ella se porta normal con ellos, cuando es el turno de Javin
la mirada azul pesa demasiado y evita verla directamente, después
de algunos errores por fin termina.
-Muy bien, los esperó la próxima junta, esperemos sigamos siendo
los mismos de ahora- le dice viendo a Javin quien solo suda.
Lena llega por ellos para acompañarlos a la puerta, los demás
hombres tienen prisa y se adelantan un poco, van por el camino de
salida a la reja, Lena va mirando al suelo.
-¿Lena?- le dice tímidamente, ella no voltea -¿Lena?
-Espero estés feliz, ¿tenías que decirle a Yulia verdad? No pudiste
quedarte con las ganas- le dijo sin levantar la vista.
-No se de que hablas, yo no le dije nada- le dice tomándola del
brazo.
-No hagas eso- Javin la suelta -¿Entonces si no fuiste tu como
demonios se enteró? nadie mas sabía eso, te odio Javin.
-No me digas eso, yo no dije nada, lo siento mucho Lena… ¿te
golpeo?- dijo tratando de tomarle la mejilla, ella quito la mano con
un manotazo.
-Eso no te importa, si querías tenerme lo lograste, ese fue el peor
día de mi vida, ¿pero porque tenías que decírselo? ¿Que no te
basto conmigo? Veme, ve como estoy gracias a ti, espero estés
feliz- dijo caminando hacia los demás gerentes que iban hablando
de cosas sin importancia entre ellos, Javin se quedo de pie
pensando, volteó a la casa y vio a Yulia viéndolo desde uno de los
balcones, siguió su camino, ahora el estaba en la mira de la
morena, ¿habría sido capaz de golpear a Lena? Lena estaba
emocionalmente destruida y Yulia estaba llena de rabia y no se
quedaría con los brazos cruzados, ¿que había hecho?

Al llegar a la reja simplemente salió, no quiso ver a Lena, estaba


entendiendo las cosas, iría a hablar con Ivanovich, le pareció muy
raro que el hombre al que el suplía fuera a buscarlo, que se
entendiera tan bien con el, ¿habría manipulado todo? Esta idea lo
molestó.
La casa de Ivanovich no estaba tan lejos llegó después de 45
minutos, el esperaba en el pórtico bebiendo cerveza.

-Buenos días- le dijo sonriendo.


-¿Que hiciste?
-¿De que hablas?- le dijo ofreciéndole una cerveza.
-¿Es muy temprano para empezar a beber no crees?
-Cuando no tienes trabajo ni opción te topas con viejos vicios de
nuevo- le respondió dejando la cerveza cerrada en el suelo
bebiendo de la suya -¿Entonces de que hablas?
-De lo que paso con Lena…
-¿Hablas de cómo la mocosa arrogante de Volkova se enteró de que
su amada noviecita se acostó contigo?- Javin lo observó fijamente
pero no dijo nada- pues fue por mi claro.
-¿Como? ¿Porque?
-Realmente pensaste que me interesaba que te llevaras a la cama a
esa niña? si es linda y lo que quieras pero por dios Javin, es una
niña… eso es estar mal de la cabeza…
Javin escuchaba todo lo que le decía, se dio cuenta lo tonto que
fue.
-¿Porque?
-¿Porque que?
-Porque te acercaste a mi… ¿porque me usaste?
-¿Te sientes usado? imagina como se siente esa niña, Javin, para ser
joven eres muy inteligente pero, bien dicen afortunado en el juego
desafortunado en el amor, o bueno, yendo al grano, eres muy
ingenuo, ¿que pensabas que ganaba yo si te la llevabas a la cama?
no me importa esa niña, ella fue una herramienta para llegar a
Volkova, y vaya herramienta, si no pude sacarle dinero al menos
destruiría algo de ella, tiene lo que me pertenece.
-De ella nada te pertenece, su padre trabajo por eso y ahora ella
trabaja de igual manera.
-Como sea, el punto es que he resquebrajado algo importante en su
arrogante vida, me iré de viaje con su dinero, solo quería estar
seguro de que todo resultó como esperaba.
-¿Que?- le preguntó sin querer entender los hechos.
-Javin, Javin, ¿porque crees que te conseguí el cuarto? ¿Por
amabilidad?- dijo riendo- no amigo, en el techo del cuarto instale
una pequeña cámara, buena faena con la niña- dijo sonriendo y
levantando la cerveza.
*Javin veía al suelo, estaba avergonzado, el da media vuelta y se
topa con agentes federales mostrando sus credenciales.
-¿Alexander Ivanovich?- pregunta uno.
-No- y señala al nombrado.
-¿Alexander Ivanovich?- pregunta otro viéndolo mientras camina.
-Si.
-Esta arrestado por malversación de fondos de la empresa textil de
la señorita Yulia Volkova, abuso de confianza, amenazas y espionaje
a la señorita Volkova- dijo esposándolo.
-¡Eso no es verdad!- dijo tratando de soltarse, el agente le decía sus
derechos- yo solo robe dinero!- le dijo al oficial- yo solo robe
dinero- le dijo a Javin- imagina lo que te hará a ti.

Los oficiales lo metieron en el auto policíaco y se lo llevaron, sus


palabras eran muy ciertas, el le robo dinero y lo metió en prisión
acusado de otras cosas que sí hizo pero no tenía forma de probar,
que le hará a el que hizo lo que le hizo a Lena, su novia…
Esa noche como el la llamo empezaba a pesarle, subió a su auto
y volvió a la empresa.

-Yulia- insistía Lena.


-Ahora no, estoy ocupada- le dijo con el celular al oído- si… ok…
gracias- dijo colgando.
-Yulia…
La morena la ignoró y salió de la casa con las llaves del auto en la
mano.

La empresa de textiles de Yulia era grande e imponente, al verla


el guardia la saluda, ella responde el saludo y pregunta por Javin, el
dice que acaba de llegar y entra a la empresa, va directo a la oficina
principal.

-Hola, vengo a ver al gerente por favor- le dice a la chica que esta
antes de la puerta.
-¿A quien anuncio?- pregunta indiferente.
-Yulia Volkova.
-¿Volkova? Se-señorita Volkova, ¿gusta un café? ¿Refresco? ¿Algo?-
le pregunta nerviosa poniéndose de pie.
-Si, se mas amable con la gente que venga- le dijo caminando a la
oficina, entro sin tocar y encontró a Javin con las manos en la cara.
-¿Que no deberías trabajar?- le pregunto cerrando la puerta, al
escucharla se levanta nervioso.
-Se… señorita Volkova
-No me vengas con se… señorita Volkova- le dijo imitando su tono,
se sentó frente a el cruzando la pierna el la imitó -¿Desde cuando
se ven?
-¿Como?
-¿Tu y Lena, desde hace cuanto se ven?
-Solo fue esta vez…
-¿Crees que soy tonta?- le pregunto tranquila.
-No señorita.
-Bien, porque no lo soy, solo te digo algo Javin, no voy a luchar
contigo, y más te vale no luchar contra mi porque perderás.
-Lo se…- el celular de Javin empieza a sonar.
-Deberías contestar, talvez sea una emergencia.
-¿Si?- dice contestando -¿Hola amor… que? Entiendo…- y colgó
serio.
-¿Alguna emergencia en casa?- pregunto Yulia.
-Eh…
Yulia se levanto.
-Deberías ir, la familia es primero.
Javin pensativo toma su saco y va camino a la puerta.
-Javin- lo llama Yulia, el voltea- una cosa mas… conmigo no se
juega- después sonrió, el solo salió avisando a la secretaria que
tenía una emergencia en casa y volvería lo mas rápido que pudiera -
la familia es primero- dijo Yulia saliendo de la oficina.

Cuando Javin llegó a casa su mujer lo recibió con una bofetada,


el sorprendido no dice nada pero la mira interrogante.

-Eres un cerdo- le dice la mujer enfurecida.


-¿Que?- pregunta presintiendo las cosas.
-Como te atreves a meterte en nuestra cama después de hacerle lo
que le hiciste a esa chiquilla, ¡es una niña! ¿La embriagaste para
acostarte con ella? Eres un enfermo, no te demando solo porque
no quiero que mi hija se quede con esa imagen de su padre, toma
tus cosas y vete- le dice apuntando unas maletas, la computadora
esta encendida, su esposa vio el video, no hay mas que decir, no
hay donde esconderse, toma sus cosas y camina a la puerta, voltea
a ver a su mujer, la ama, después intentara hablar con ella,
realmente fue un tonto.

Sale de la casa con las maletas, al subirlas al coche ve el auto de


Yulia del otro lado de la acerca, la morena esta dentro con lentes
oscuros, no sabe si lo observa pero es lo mas seguro, Yulia sonríe,
sube el vidrio polarizado y se va, quería que la viera, que supiera
que ella era la artífice de todo, ahora debe afrontar las
consecuencias de sus actos, Yulia no era tonta y no se detenía ante
nada, eso lo sabía, pensó en Lena, ¿que haría Yulia con Lena?

Capitulo IX

Lena estaba en casa preparando la comida, era mas del medio


día y Yulia simplemente no estaba, nunca estaba en casa ya, los
días eran cada vez mas frescos y su cumpleaños se acercaba, le
ilusionó tanto pasarlo con Yulia que deseaba que el tiempo pasara
rápido, ahora que todo había cambiado no quería que el día llegara,
¿lo recordaría?
Yulia entró riendo a la casa, Lena salió pero la morena la ignoró,
subió con su extraño y repentino buen humor al despacho,
resignada volvió a la cocina.
A la hora de comer Yulia bajo y se sentó en el comedor, leía algo
que Lena no alcanzo a ver, llego con el plato y Yulia no hablo, dejó
los papeles a un lado y empezó a comer, Lena estaba de pie
viéndola.

-¿Que?- le preguntó sin voltear a verla.


-Nada, solo te veo…
-No lo hagas- dijo comiendo la sopa.
-Perdón…- dijo sin poder irse, solo quería verla.
-¿Que?- preguntó fastidiada.
-Yulia…
La morena dejo caer la cuchara en el plato y se levanto tomando
los papeles y salió de la casa dejando la comida casi intacta,
tardaría horas en volver, Lena no soportaba la indiferencia, la
morena no quería verla o hablar con ella, eso le dolía. A la hora de
la cena y tomando la experiencia anterior solo le dejo la comida y
se fue, Yulia poco después subió dejando el plato a medio comer.
Los días pasaban y Yulia se volvió hermética, no hablaba con
Lena, salía casi todos los días por horas, prácticamente se veían
unos minutos al día.

Lena solo iba a ver a su mama los domingos, aunque Yulia iba
con la nana desde el viernes y volvía el domingo en la madrugada,
la pelirroja iba triste y muy seria, sus padres lo notaban pero no
querían preguntar nada, el dinero escaseaba en la cuenta a causa
de que se quedo vacía, necesitaban mas, Lena lo pediría a Yulia
esperando que se lo prestara.

-¿Yulia?- preguntó tímida en la puerta.


-¿Que?
Lena entró y la encontró en el mismo sillón con una bata y el
cabello húmedo, bebía, últimamente bebía mucho, aunque no
parecía ella también extrañaba a Lena y estaba deprimida, en parte
por eso salía tanto de la casa, para no verla y recordar su traición.
-Yulia… quería pedirte un… préstamo, mi mama necesita unas
medicinas y no podemos compararlas…
La morena subió la mirada y vio a la pelirroja esperando su
respuesta, la extrañaba tanto, la quería tanto, pero le rompía el
corazón saber que solo la utilizo por el dinero, quería un futuro con
Lena, sino una vida al menos algo mas que solo sexo.
-¿Lo necesitas mucho?- le preguntó sin verla.
-Si
-Lo que quieras extra te va a costar, ¿recuerdas?- le dijo bebiendo.
-Si lo recuerdo… ¿que quieres que haga?
-Quítate la ropa.
-¿Que?
-Quitare la ropa.
Lena lo hizo, se desnudo lentamente frente a Yulia, la morena
estudiaba ese cuerpo que alguna vez fue solo suyo, cuando Lena
terminó se quedó de pie frente ella totalmente desnuda.
-Ponte de rodillas.
-¿Quieres que te ruegue por dinero?- le pregunto molesta.
-No vas a rogarme, ponte de rodillas.
Lena lo hizo y Yulia abrió las piernas.
-Acércate.
La pelirroja se acerco a ella caminando como una gata llena de
sensualidad, era algo innato en ella y la pelirroja no lo notaba,
cuando estuvo cerca de la morena se detuvo y Yulia se enderezó un
poco tomándola de la barbilla para levantar su rostro.
-Ahora, veamos que tan buena eres con la boca- le dijo y la soltó, la
morena volvió a su lugar.
-¿Que? No quiero hacer eso para que me des dinero- dijo
levantándose.
-Lo hiciste con el gratis.
-No hice eso con el, el quería pero no quise, por favor Yulia, lo
habría hecho si me lo hubieras pedido, lo haría ahora si otra fuera
la circunstancia.
-Bueno, como quieras- le dijo cruzando las piernas de nuevo y
volviendo a su copa.
Lena estaba indecisa, no tenía problemas con hacer eso con Yulia,
la idea la excitaba, la excito desde siempre que lo imagino, pero no
quería hacerlo por dinero.
-Pídelo- le dijo la pelirroja de pie viéndola.
-Esto no es un juego Lena, las ofertas tienen caducidad y esta ya
expiró, vístete y vete- le dijo viéndola y después bebió.
Lena se hinco de nuevo y empezó a tocar las piernas de Yulia
debajo de la bata, Yulia reaccionó al sentirla de nuevo, realmente
estaba enamorada de ella.

Volteo a ver la cara de la pelirroja, ella estaba viendo su


miembro crecer poco a poco, Yulia olvido todo, solo quería amarla
nuevamente, Lena abrió la bata descubriendo el cuerpo moreno,
sus manos se pasearon por la cadera, tocando los senos y el
abdomen, la morena gimió un poco, las manos pecosas bajaron
para tomar el miembro, lo acarició a todo lo largo con la mano,
Lena se enderezó un poco y abrió la boca muy cerca del pene, "lo
que quieras extra te costara" recordó las palabras de Yulia y se
alejó.

-No puedo hacerlo así.


-Si puedes, hazlo- le dijo tomando la cabeza de Lena acercándola
nuevamente.
-Espera, por favor- le dijo luchando contra la fuerza.
-¡Hazlo!

Lena se dejo vencer, no podría tener lo que necesitaba de otra


manera, abrió nuevamente la boca y dejo entrar el pene en ella,
Yulia gimió al sentirse dentro de la boca, la pelirroja apreso el
miembro de Yulia con los labios y empezó a succionar, la morena
gimió mas fuerte.

-Abre mas la boca y… aah!…

Lena nunca había hecho eso antes y parecía que se entendía a


las mil maravillas con el cuerpo de Yulia, desvió la mirada del rostro
relajado de Yulia y se vio a si misma en el espejo, se vio de rodillas,
desnuda frente a la morena haciendo algo que años atrás jamás
hubiera imaginado, los gemidos de Yulia hicieron que volteara de
nuevo a ella mientras le tomaba la cabeza.

-¡Lena!- la pelirroja la veía desde abajo- eres solo mía- le decía


entre gemidos, después la tomo de los hombros y la levantó para
sentarla encima de ella con las piernas abiertas y empezó a besarla
con pasión, con ese deseo reprimido de semanas, empezó a tocar la
entrepierna que estaba un poco húmeda, Lena empezó a gemir,
después le pelirroja simplemente se levantó un poco para dejar
entrar a Yulia en su cuerpo nuevamente, Lena se movía hacia arriba
y abajo tomando el cuello a Yulia mientras la morena sentada
tomaba la de las caderas y glúteos, con una fuerza pocas veces vista
en alguien de su tamaño llevo en esa posición a Lena a la cama, al
caer siguió penetrándola cada vez mas fuerte.

-¡Aah Yulia!- gemía Lena entre una mezcla de placer y dolor por las
embestidas tan fuertes de la morena.
-Lena… eres mía- le decía al oído -¡Mía!- le decía mientras la
penetraba -Dilo… di que eres… solo mía.
-Yulia… aah! si… soy solo tuya… solo tuya!

La morena seguía haciéndola suya duramente, Lena estaba en un


punto donde no sabía si el dolor o el placer podían mas en su
cuerpo, después, como siempre, ambas tuvieron sus orgasmos al
mismo tiempo, Lena sintió la calidez que no veía en Yulia desde
hacía tiempo dentro de ella mientras la morena ahogaba un grito
mordiendo su hombro, Lena grito después de su orgasmo por la
mordida, cuando Yulia la soltó simplemente se desplomó sobre ella
agitada, si bien la resistencia física de ambas era asombrosa esa vez
fue diferente, estaban cansadas y se durmieron casi al instante.
Lena despierta y se encuentra sola, va a levantarse y la
entrepierna le molesta, no como la primera vez, esta vez sabe que
Yulia se excedió un poco con ella, cuando esta por bajar de la cama
la morena entra lista para salir.

-¿Yulia?- la llamo esperando a que las cosas volvieran a la


normalidad después de lo del día anterior, la morena le arroja una
bata y se acerca a ella.
-Tu cheque- le dice dejándoselo en la almohada- cambia las
sabanas de mi cama hoy- y sale de la habitación.
Lena esta muy confundida, ahora entiende eso de que cualquier
cosa extra le costara, ese era el costo, sexo.

Después de la humillación había pasado un mes, en ese tiempo


Lena busco mas a Yulia, ella no quería escucharla, la nueva junta
llegó, Javin se veía cansado y algo acabado, Yulia sabía que intentó
por todos los medios posibles hablar con su esposa pero ella no
quería verlo, vendió la casa, se quedó con el dinero y se fue con su
hija, vía correo le mando el divorcio con su abogado, el no quería
firmar pero ella estaba decidida a separarse.
Lena seguía triste, Yulia estaba cada día mas lejos de ella, vivían
donde mismo pero la convivencia era casi nula, Yulia era accesible
cuando de trabajo se trataba, si Lena cambiaba el tema la morena
se iba o la ignoraba.

Ese domingo sus padres le tenían un pequeño pastel, el lunes


cumplía 17 años, con tantas cosas lo había olvidado, la salud de su
madre estaba mucho mejor y no hubo necesidad de pedirle a Yulia
de nuevo, cosa que no supo si alegrar o decepcionar a la pelirroja,
mientras ella estaba feliz en su casa, agradeció a sus padres el
pastel pero casi no comió, después de tanto tiempo de comer sola
algunas veces se saltaba alimentos o comía poco y volvía a lo que
hacía, Yulia comía en el comedor o fuera de la casa, al terminar el
pequeño festejo Lena volvió a la mansión, Yulia estaba en su cuarto
pero no la buscó, llego directo a su cama.
El lunes Yulia se portó con la indeferencia que ya era normal,
nada en su actitud cambió, Lena no esperaba realmente nada de
ella, a las 6 de la tarde, poco antes de que empezara a preparar la
cena llego un mensajero con un pastel.
La pelirroja firmo de recibido y llevó el pastel a la cocina, abrió la
caja, Yulia iba entrando por un vaso de jugo cuando lo vio, Lena
volteo a verla en espera de respuestas, la morena frunce el ceño y
se acerca a la caja, después ve su reloj deportivo que marca la fecha
también y suspira.

-Lo mande comprar hace tiempo, olvide cancelar el pedido, mañana


vendrá un maestro también, si quieres tomar clases con el hazlo,
solo no descuides tus labores- le dijo saliendo con el vaso en la
mano.

Lena voltea al pastel, Yulia lo recordó en su momento y mando


comprar pastel, quería festejar su cumpleaños con ella, y ahora,
meses después solo le explico que olvido cancelar el pedido, cerro
la caja y lo puso en el refrigerador, empezó a preparar la cena.
Yulia estaba cenando en la mesa mientras Lena comía algo ligero
en la cocina, cuando escucho que Yulia se iba saco el pastel y partió
dos pedazos, los puso en platitos y sirvió leche en dos vasos, lo
acomodo en una charola y subió, como pudo toco la puerta, a los
pocos segundos Yulia abrió la puerta, la morena espera a que
hable.

-Hola… ¿te gustaría comer pastel conmigo?- le pregunto sonriendo


un poco mostrándole la charola.
-Estoy cansada.
Lena borró su pequeña sonrisa y dio un paso atrás bajando la
mirada.
-Claro, disculpa- dijo dando media vuelta con la charola.
-Lena- le pelirroja se detuvo y volteo a verla -Pasa, un poco de
pastel me caería bien.
La pelirroja se alegró nuevamente y volvió entrando a la habitación,
dejo la charola en el escritorio y fue a donde estaba Yulia sentada y
le dio el plato y el vaso con leche, ella volvió por el suyo y se sentó
frente a ella, empezaron a comer pastel sin hablar.
-Y… ¿como esta tu mama?
-Bien, creo que esta vez si estará bien… gracias por preguntar.
La morena asintió y volvió a comer pastel, después de unos minutos
el pastel había terminado, Lena no quiso retar la decisión de Yulia
de dejarla entrar estado ella ahí y cuando vio que Yulia termino se
levantó para irse.
-Termina tu pastel- le dijo, Lena volvió a su lugar y comió tratando
de no verla, no quería hacer algo que la molestara, cuando termino
recogió el vaso de Yulia y lo puso encima de los platos vacíos.
-Gracias- le dijo Lena al caminar hacia afuera de la habitación, Yulia
no dijo nada, solo se quedo donde estaba y Lena salió contenta,
sentía que había dado un paso hacia delante con ella, lavo todo y
fue a la cama.

Al día siguiente, a las 10 de la mañana llego un hombrecillo de


lentes a la casa preguntando por Lena, era su maestro, la pelirroja
no sabía que hacer, aunque seguir estudiando en casa sería mejor
que no estudiar, no siempre estaría con Yulia y ella lo sabía, la
morena dijo que no había problema, acepto las clases, el maestro
puso una prueba para saber que tal estaba de conocimientos, salio
bien y solo se verían los martes en la tarde, el le dejaría tarea y la
revisaría, se escuchaba fácil y tenia validez oficial, si Yulia no puso
peros ella tampoco los podría.

-¿Yulia?- la llamo al entrar a la casa, la morena se detuvo -Vino el


maestro, me dejo algo de tarea, ¿puedo ir a la biblioteca a
investigar? prometo no tardar.
-¿No están los libros que necesitas aquí?
-Si pero no sabía si podía tomarlos, ¿puedo investigar aquí?
-Si- y volvió a caminar a su recamara.
Lena veía un avance considerable en su relación con Yulia, estaba
segura que de seguir así podría hablar con ella, solo necesitaba más
tiempo.

Dos días después, estaba Lena limpiando el recibidor, cuando


alguien toco a la puerta, cosa que la sorprendió, si bien la gente
llegaba hasta la casa siempre Hans le avisaba quien iba y para que,
esta vez no llamó, la pelirroja abrió la puerta y encontró a una
mujer de cabello oscuro y ojos violeta, parecía una actriz de cine,
era impresionantemente bella.

-Hola- le dijo sonriendo y entrando a la casa- busco a Yulia Volkova.


-Eh… ¿quien? ah espere un poco por favor, ¿quien la busca?- dijo al
reponerse de la sorpresa, Yulia iba pasando a otra parte de la casa y
sabiendo que estaba Lena limpiando por ahí no volteo.
-¡Hey Volky!- le dijo la chica, Yulia se detuvo en ese momento y dio
media vuelta llena de sorpresa, solo una persona en el mundo la
llamaba de esa manera- ¿Así recibes a tus viejas amigas?- le dijo
sonriendo.
-¿Amy?- Yulia sonrió y se acerco a ella dando pasos grandes, al
estar frente a ella la abrazo.
-¡Amy, cuanto tiempo!- le dijo aun abrazándola.
-Amy- susurró Lena, el primer amor de Yulia, volteo a la pareja,
seguían abrazadas, la chica no puedo llegar en peor momento para
ella.
-¿Que haces aquí?- la feliz voz de Yulia la saco de sus pensamientos,
el abrazo había terminado.
-Vine a verte.
-Fantástico, ¿te quedaras?
-Traje maletas y todo, claro que si, un tiempo, a menos que no
quieras.
-Claro que quiero- le dijo tomándola de la mano- Lena, acomoda las
maletas de Amy en una habitación y…
-¿Como que en una habitación?- preguntó Amy soltando a Yulia
cruzándose de brazos -¿Que ya perdí el privilegio de dormir con la
dueña de la casa?- le dijo coqueta sin importarle que Lena estuviera
ahí.
-Claro que no- le dijo riendo- Lena sube las maletas a mi habitación.
Lena no podía creer lo que estaba pasando.
-Volky, vayamos al jardín, tengo tantas cosas que contarte, gracias
Lena- le dijo sonriendo, después volteo con Yulia -¿Recuerdas que
te dije que estaría de viaje por Asia?
-Si claro.
-Pues veras…- ambas pelinegras se fueron caminando de la mano al
jardín mientras Lena seguía sin moverse, realmente tenia una
maldición.

Lena estaba en la ventana de la cocina, Amy y Yulia tenían mas


de una hora hablando en el jardín, la morena ríe feliz con las cosas
que Amy le dice, realmente se la pasa bien con ella, la pelirroja
muere de celos.

-Eso fue genial Volky, ver su cara- le decía riéndose.


-Estas loca, ¿como se te ocurrió hacer eso? pobre japonés- le dijo
entre carcajadas.
-Bueno, me conoces…
-Si… Amy, sabes que me encanta tenerte aquí pero se que no
viniste solo a verme- le dijo sin reír.
-Bueno, sabes que fuiste mi primer amor, y te adore como a nadie,
si las cosas no hubieran cambiado aun seguiríamos juntas ¿no
crees?
-Si, talvez.
-Volky, conocí a alguien, en Alemania.
-Amy, eso es muy bueno- le dijo la morena sincera.
-Quiere casarse…
-¿Y?
-No se, tengo miedo, que tal si la vida de casados no es lo que
espero… sexualmente hablando…
Yulia levanto una ceja
-Volky, eres la mejor, eres una fiera y eso me encanta y… quiero
despedirme de ti antes de ser una señora en toda la extensión de la
palabra.
La morena soltó una carcajada y después la abrazo.
-Estas loca pero bueno, una despedida, nunca la tuvimos- le dijo
tomándola la mano- tu eh… ¿prometido es guapo?
-Claro, pero nadie como tu Volky, ¿como es que sigues soltera?
La morena volteo a la casa y vio a Lena espiándola por la ventana y
después volteo con Amy.
-Tengo cosas que contarte también.

Las chicas siguieron platicando hasta la hora de la comida, Lena


era amable con Amy porque tenia que serlo, pero no le agradaba,
sabía que la situación no era buena para ella, Amy era preciosa y
Yulia la había amado mucho, ¿a que había vuelto? ¿A
reconquistarla? ¿Solo quería pasar tiempo con su amiga? ¿Tenían
algo ya? Yulia se ve radiante con ella, ríe y la toma de la mano, la
abraza constantemente haciendo sentir peor a Lena y ella parece
no darse cuenta de que esta ahí si quiera, Amy por su parte
también busca a Yulia y solo se deja querer por ella, es amable con
Lena y se ve que también quiere a la morena.
Todo es día se la pasaron hablando en el jardín, Lena no sabía si
eso era costumbre de ellas o si no quería que Lena las escuchara,
cuando estaba a punto de avisarles que la cena esta lista vio a Amy
besar muy cerca de la boca a Yulia, no perdía el tiempo, Lena no
hace mas que aguatarse y servir la cena después que entraron a la
casa. A las 9 ya estaban en la recamara, Lena prefiere no acercarse
y solo se va a la cama, esta tensa y preocupada, siente que ahora si
puede perder a Yulia.

Capitulo X

El pequeño reloj hace el mismo trabajo de siempre, Lena se


levanta, se baña y se arregla, baja a preparar el desayuno, Yulia
centra toda su atención en Amy, Lena se limita a hacer su trabajo y
cuando ellas se ausentan de la casa ella se dedica a hacer su tarea,
al menos algo con que distraerse.
Los días pasan, Yulia vive feliz con Amy en la casa, la pelirroja
sabe que ellas tienen algo, una noche las escucho cuando iba a la
cama, esos gemidos solo podía provocarlos Yulia, ella mejor que
nadie lo sabía, varias veces encontró empaques de condones
femeninos en el bote de la basura o el suelo, la deprimida Lena al
menos se alegra de que Yulia se cuide, Amy no le da mucha
confianza.

Lena y la chica ojos violeta no han hablado mucho, si bien


porque siempre esta con Yulia o porque Lena la evita, Amy tiene
curiosidad por conocerla.

-Lena- le dice Amy entrando a la cocina, la pelirroja voltea- se que


no te agrado pero, me interesa conocerte.
La pelirroja se sorprende.
-No es eso, estoy ocupada- le dice lo mas amable que puede, no se
siente bien, tiene días con mareos repentinos.
-Entiendo, aun así, deberíamos hacer un esfuerzo por Volky ¿no
crees?
Lena asiente y sale de la cocina, odia ese sobrenombre que usa con
Yulia, Amy va detrás de ella.
-¿Sabe? Estoy estudiando aquí en las tardes- le dice Lena subiendo
las escaleras- es difícil hacerse cargo de una casa tan…- Lena se
agarra de la protección que tiene la escalera con la mano en la
frente, se ha madreado de nuevo.
-¿Lena?- dice Amy tomándola de la cintura.
-Estoy bien- dice soltándose- es…
Lena hace el intento de agarrase de nuevo pero no puede, el
desmayo se lo evita y cae de espaldas con la cabeza a un lado
golpeándose la sien derecha con el filo de un escalón, Amy como
puede ha detiene para evitar que siga golpeándose.
-¿Lena?- le dice tomándole el rostro pecoso- ¡Yulia!- le grita desde
abajo- ¡Yulia!
La morena que estaba en el pasillo escucha su nombre de la voz de
Amy, ella no la llama Yulia a menos que sea algo serio, preocupada
corre y cuando puede ver que pasa ve a Lena aun en la escalera con
Amy hincada a su lado, la morena baja corriendo, sino fuera porque
tenia toda su vida bajando esos escalones se habría caído.
-¿Que paso?- le pregunto al llegar.
-No se, solo se desmayó.
-Hay que bajarla de aquí- le dice cargándola con cuidado y
poniéndola en suelo firme- llamare al doctor- dice yendo al
teléfono de la sala.
Cuando regresa observa preocupada a Lena quien parecía querer
volver en sí sin lograrlo.
-No salgas con que estas embarazada Lena, por favor- dijo entre
dientes Yulia, Amy la escucha y solo voltea a ver a la pelirroja.

El médico de Yulia llegó 15 minutos después, la morena lo


recriminó por tardar tanto, Amy trato de tranquilizarla, llevaron a
Lena a su habitación y la acostaron en la cama, el doctor la reviso y
después de 10 minutos dejó que las chicas se acercaran.

-¿Y bien doctor?- preguntó Yulia.


-¿La señorita ha comido bien en estos días?
-Pues… supongo, no lo se bien.
-¿Que no vive aquí?
-Si, pero ella come en la cocina, yo salgo mucho, no lo se.
-Bien Yulia, el desmayo fue provocado por falta de alimentación y…
-¿Que quiere decir que no esta comiendo?- pregunto Yulia.
-Si esta comiendo pero no como debería, le falta algo de peso, no
se cuando pese pero a simple vista se nota- la morena volteo a ver
a Lena, era verdad, se veía mas delgada y no lo noto hasta ese
momento- y si sumamos eso al hecho de que esta bajo algo de
tensión el desmayo era de esperarse, ¿tenia mareos o nauseas?
-No lo se…
El doctor la miró interrogante, Yulia prefirió no decir más.
-Bien, entonces…
-¿Esta embarazada?- interrumpió Yulia.
-No… ¿debía estarlo?
-No, solo pregunto.
-No lo esta, te daré unas medicinas, deberá tomarlas cada 12 horas
y sobre todo cuidar la alimentación, que tenga todas las comidas
del día, las primeras dos semanas debe comer muy bien para evitar
que algo así pase de nuevo y en cuanto al golpe en la cabeza no
paso a mayores, solo se vera morado y aparatoso, pero no pasa
nada.
-Entiendo, gracias.
Yulia acompaño al doctor a la puerta pagándole la consulta y
recibiendo las últimas indicaciones. Mientras en la habitación Amy
estaba sentada en la cama observando a Lena.
-Así que tu fuiste quien conquisto a Volky…- dijo en voz baja.
Lena empezó a moverse y abrió los ojos, vio a Amy viéndola y se
descubrió en la cama, intentó levantarse y la cabeza le dolió.
-¡Auh! Que…
-Tranquila Lena, no te levantes- le dijo Amy.
-¿Que paso?- preguntó volviéndose a acostar.
-Te desmayaste y te golpeaste en la escalera.
Lena se toco la cara esperando sentir algún vendaje, al pasar sus
dedos por el golpe volvió a quejarse.
-No deberías tocar eso- le dijo retirándole la mano de la cara- dime
Lena, ¿has comido estos días?
-Si
-Pues no parece.
Lena se quedo callada, ¿porque estaba Amy con ella y donde estaba
Yulia?
-Amy- dijo Yulia entrando -Ah Lena, despertaste, ¿como te sientes?-
le preguntó sentándose en la cama a un lado de Amy.
-Me duele la cabeza.
-Es normal, te pegaste con un escalón, ya te mande comprar tus
medicinas, debes comer mas.
-Eso mismo me decía la señorita- dijo Lena viendo a Amy- iré a
preparar algo de comer.
-Quédate en cama, nosotras haremos algo de comer, ¿no es así
Volky?
-Claro, quédate aquí y descansa.
-Gracias- dijo Lena, realmente no se sentía muy bien aun.

Los días siguientes Lena estuvo bien cuidada por ambas chicas, la
pelirroja le pago a Yulia el costo del medico y sus medicinas, Yulia
no quería pero Lena no aceptó el no como respuesta y le dejo el
dinero en el escritorio, su relación mejoró un poco pero Lena no
tenía esperanza de nada, la relación con Amy fue mucho mas
amigable y abierta, la mujer se preocupó cuando se desmayó y la
cuido muy bien y realmente no tenía la culpa de lo que pasaba
entre Yulia y ella, la salud de Lena mejoró y el golpe aun visible no
era como al principio, sus padres se escandalizaron al verla pero
después que les dijo que se pego con una puerta ellos se
tranquilizaron un poco, la junta se acercaba nuevamente.
-Volky- la llamo Amy acariciando la espalda desnuda de Yulia,
estaban acostadas en la cama, escasamente cubiertas con la
sábana.
-Dime…
-Quiero ver el video que mencionaste
-¿Para que?- pregunto levantándose un poco.
-Quiero ver algo, no creo que las cosas hayan pasado como piensas,
creo que ella te ama.
-Como quieras- dijo volviendo a acostarse.
-¿Te molesta que lo haga?
-No.
-Ok

Amy empezó a tocar a Yulia, la morena cerró los ojos, le


encantaba, aunque con Lena fue algo genial la realidad era que le
faltaba experiencia y Amy era una maestra, todas las bases de lo
que Yulia sabía las había experimentado con Amy, no había punto
de comparación.

Lena estaba en el despacho con los gerentes, Yulia les agradecía


su presencia, Javin estaba muy sorprendido de ver a Lena con el
golpe en la cara, realmente comenzaba a pensar que Yulia la
golpeaba, intento hablar con ella pero Lena simplemente lo ignoró,
su situación con su esposa seguía siendo tensa, la mujer comenzaba
a odiarlo.
Por más preguntas que Javin le hacía, Lena simplemente lo
ignoraba, Yulia se veía mas tranquila y realmente ahora también
ignoraba a Javin.
Al salir los gerentes de la casa Amy entro al despacho y busco el
disco donde le había dicho Yulia que estaba, después de mover
carpetas y papeles lo encontró, era la hora de la verdad para Lena,
puso el disco en el lector y fijo su atención en la pantalla, el video
comienza… no duraba tanto realmente, empieza a observar
detalladamente, el video esta editado, eso es obvio…

-Ahora entiendo Volky- dice a la pantalla.


Amy sale de ahí y va a la sala, Lena esta limpiando una mesita y
Yulia esta un poco lejos de ella revisando el correo de la nana.
-Volky- le dice con una voz sensual- Yulia levanta la vista y la
encuentra frente a ella- ah Volky!- dice sentándose en sus piernas,
la toma del cuello y la besa apasionadamente, Lena se molesta y se
va, Amy se separa.
-¿Que fue eso?
-Un beso Volky- le respondió dándole otro beso tierno.
-Ok…
Amy se levantó y caminó a la cocina dejando a Yulia con su lectura
un tanto confundida, al pasar por donde esta Lena, la pelirroja trata
de no verla, Amy sonríe.

-Volky te lo dijo, algo hay raro en todo ese asunto, confía en mi- le
decía Amy en su recámara, Lena estaba con el maestro en la
biblioteca tomando clases.
-No Amy, o sea confío en ti, en ella no confío, ¿viste el video?
-Si, estoy segura que Lena iba tomando para estar ebria.
-Eso es obvio- le dijo cruzando los brazos.
-No Volky, no quería sentir nada, quería perderse.

Yulia se queda pensando, realmente no se fijo en muchos


detalles, estaba demasiado impactada o llorando para darse cuenta
de pequeñas cosas, vio a Lena bebiendo pero no vio mucho de su
lenguaje corporal, debía ver el video nuevamente o creer
ciegamente en Amy, la primera opción no seria viable, creería
ciegamente en Amy, a pesar de todo quería lo mejor para ella,
¿porque le mentiría?
-A ver- le dijo sentándose en la cama- ¿que me quieres decir?
-Que estoy segura de que todo fue un plan, ¿que crees que gana el
tipo ese que te robo el dinero con ayudarte a ver la “verdad” sobre
Lena? El quería sacarte dinero ¿no?
-Si
-Y al no conseguirlo solo quería molestarte, lastimarte de alguna
forma, Lena fue lo mejor que pudo usar contra ti.
-Suponiendo que eso sea cierto y suena lógico ¿que tiene que ver
Javin en esto?
-Eso no lo se bien, pero, tomando en cuenta que Lena es una
pequeña con un cuerpo de diosa y…- Yulia la veía seria- y… bueno
tiene el cuerpo así y lo sabes, el caso es que Javin se dejó convencer
por el o le prometió algo no se, es hombre, los hombres pierden el
control con las mujeres hermosas y no me digas que Lena no es una
mujer hermosa, joven pero hermosa- Yulia seguía seria- además se
muere de celos cuando estamos juntas o te beso, no lo has
notado?- la morena seguía callada, las cosas sonaban muy lógicas
en su cabeza ahora, de ser cierto o no sonaban con mucho sentido,
al momento de ver le video estaba tan enojada y decepcionada que
se cerro a todo lo que tuviera que ver con Lena, no la dejó hablar,
aunque tampoco pregunto nada, solo asumió las cosas, dio por
hecho cosas que a simple vista parecían reales, olvido que algunas
veces las apariencias engañan.
-Houdini…
-¿Como?- pregunto desconcertada Amy.
-El mago Harry Houdini siempre dijo que, si los ojos ven y los oídos
escuchan, el cerebro cree…
-El ladrón resulto ser más inteligente de lo que pensé.
-No, aun y si todo es cierto y las cosas pasaron como dices, así no
puedo estar con ella ahora, todo es muy reciente, muy…
-¿Doloroso?
-Si, demasiado, no se que pensar, todo suena tan lógico ahora que,
no se si quiero hacerme esa idea para no sufrir.
-Volky, por favor…
-Ya Amy, no me presiones- dijo con una mano en la frente.
-Solo quiero que estés conciente de que talvez todo fue un
malentendido muy muy grande, yo me iré pronto y lo sabes, me
casare y bueno, las cosas no serán las mismas, podré venir a verte
cuando quieras y tu podrás ir pero, quiero que estés bien, que seas
feliz- le dijo abrazándola.
-Gracias Amy.
-Y claro, te traeré a mis hijos para que los cuides- le dijo
separándose.
-Será un placer- le dijo besándola en la boca, ese era el trato que
llegaron el primer día, sería una despedida del amor y la relación
que una vez tuvieron y que por causas del destino se vieron
forzadas a romper, ahora, con de paso de los años querían cerrar
ese ciclo, Amy al casarse pasaría a ser solo la mejor amiga de Yulia,
sin importar el pasado ni olvidarlo tampoco, dejarían las relación
amorosa adolescente atrás y ahora tendrían una madura y adulta
relación de amigas, después de los días de despedida claro.
Lena preparaba la comida, odiaba cuando Amy empezaba a
portarse romántica con Yulia, siempre besándola, abrazándola, ya
había aceptado que estuvieran juntas pero verlo era otra cosa.
-Lena.
La pelirroja volteó sorprendida, era una de esas pocas veces que
Yulia le habla, de seguro necesitaba algo, ella solo volteo sin
responder.
-Escucha, Amy se ira el viernes, quiero que por favor hagas es
platillo que hiciste hace tiempo, ¿lo recuerdas?
-¿Cual?
-El dulce ese que me dijiste habías visto en la televisión.
-Ok.

Yulia dio media vuelta y se fue, Lena se quedo pensando, Amy se


iba por fin después de muchas y agotadoras semanas pero no esta
feliz por eso, si Amy se iba Yulia volvería a su estado habitual,
siempre enojada o de mal humor, ya no habría pretextos para que
Lena justificara el comportamiento de la morena, antes se decía “es
porque esta con Amy” ella en el fondo sabía que no era por eso
pero ella quería pensarlo así, ahora que Amy se iba tenía que
aguantar nuevamente la indeferencia de Yulia, intentaría hablar
una vez mas con ella, si no aceptaba dejaría todo como estaba y
solo esperaría a que su madre mejorara y se iría para siempre de la
casa tratando de no verse lastimada por todo eso.

La semana pasó muy tranquila, Amy y Yulia se la pasaban


siempre juntas, Lena hacía su trabajo y estudiaba, el viernes, Yulia
salió temprano al aeropuerto y despidió a Amy, después volvió a la
casa, Lena la noto algo triste y decidió esperar, después como
siempre fue a ver a la nana.

La madre de Lena estaba bien, aun le faltaba algo de


recuperación, Lena podía irse de la casa en ese momento si
quisiera, pero decidió cerrar el mes, no querían quedarse en blanco
con la cuenta y quería algo mientras su padre conseguía trabajo,
cosa que ya estaba buscando. El lunes Lena llegó a la mansión pero
Yulia no estaba, volvió sus pasos y vio a Hans hablando por
teléfono.

-Era la señorita Volkova, esta en Italia, al parecer tardará unos días


más.

Lena asintió y volvió a la casa, empezó a preparar algo para


desayunar y ya estando sola pensó en muchas cosas, no quería solo
dejar ir a Yulia, habría lo que fuera para explicarle, pero si no lo
entendía ya no era su problema
Una semana después Yulia volvió muy de buenas, Lena la
atendió y todo siguió como hasta ese momento, excepto que Yulia
se ocupaba más de cosas que antes no hacía.

-Yulia…
-Si Lena- dijo leyendo unas hojas en el escritorio del despacho.
-¿Podemos hablar?
-Dime.
Por fin, la morena acepto, debía manejar las cosas con tacto.
-Yulia, quiero hablar de lo que pasó hace meses, solo quiero
explicarte, que me escuches y después de eso no te molestaré ¿ok?
-Te escucho.
-Bueno, aquel día yo iba con mis padres, al llegar a la casa no
estaban y salí a comprar cosas que les hacían falta, iba caminando
cuando el salió de no se donde, te tomo del brazo y me mostró una
fotografía de nosotras aquel día de los planetas ¿recuerdas?- la
morena asintió- la fotografía era de nosotras besándonos, me dijo
que tenía que hablar conmigo al respecto, y me llevó a un café, yo
pensé que quería dinero pero el me dijo que no, el me dijo que
podrían meterte a prisión por eso por que yo soy menor de edad,
que podrías perder todo lo que tu papá y tu han logrado a base de
esfuerzo, el me dijo que las imágenes las había tomado un amigo
suyo y que a cambio de dármelas y no crearte problemas debía…
eso… yo intente llamarte para preguntarte si no había otra opción
para ti pero ese día habías ido al asilo por carretera, las montañas
hicieron imposible la comunicación, simplemente no hubo forma, el
me dijo que tenía 20 minutos… yo no quería que algo malo te
pasara, así que acepté, le pedí alcohol, quería estar lo menos
conciente posible, no quería recordar nada… el accedió y lo
compró, después me llevó a ese lugar… yo estaba ebria supongo,
solo dejé que hiciera eso- dijo empezando a llorar- fue horrible y
me arrepiento tanto de eso porque te perdí, yo estaba tan feliz
contigo y… solo lo perdí- Lena lloraba y pasaba el dorso de las
manos por la nariz y las mejillas.
Yulia escuchaba con la mandíbula apretada, no podía creer la
manera como Javin había manipulado las cosas, a fin de cuentas
Amy tenía razón en casi todo lo que pensó, Yulia se levantó
mientras Lena la observaba, se acercó a Lena y le acarició el rostro.
-¿Te lastimo?
Lena negó con la cabeza entre sollozos.
-Ahora regreso- dijo Yula saliendo de ahí.
Lena después de un poco se limpió la nariz y se puso a limpiar el
cuarto de Yulia, ya le había dicho la verdad, ahora todo dependía de
ella.

Yulia llega a la empresa textil, entra hecha una furia.


-Señorita Volkova- le dijo la secretaria -¿Gusta un café? ¿Un
refresco? ¿Agua? ¿Algo?
-No gracias, solo no nos molesten- dijo seriamente al entrar a la
oficina de Javin, el estaba viendo unos documentos en la pantalla,
cuando escucho la puerta cerrarse.
-Señorita Vol…
-¡Cállate!- le dijo caminando hacia el -¡Como te atreves!- para ese
momento ya estaba frente a Javin, lo tomaba del saco -¿Como te
atreviste a amenazar a Lena?
-Señorita… yo… yo… yo solo quería.
-¡No hables! Toma tus cosas y vete, no quiero verte en mi empresa.
-Pero por favor, mi esposa se esta divorciando, necesito el empleo…
-Ese no es problema mío, vete.
-Pero el gobierno me pide dinero para mi hija, yo necesito…
-¡Javin! No me interesa, vete
-Pero…
Yulia tomo el teléfono, después de unos segundos pidió la
presencia de seguridad, instantes después entraron sin anunciarse.
-¿Señorita?- dijo el jefe
-Escolten a este hombre fuera de las instalaciones, desde hoy no
trabaja mas aquí.

Mientras dos lo tomaban de los brazos otro iba por sus cosas,
Yulia observaba la escena con las manos a la espalda, Javin intento
soltarse y correr en dirección a Yulia, los que lo tenían de los brazos
lo evitaron y otros dos se pusieron delante de ella a modo de
protección.

-Quédate con tu buena imagen Javin, no me hagas destruir eso


también- dijo Yulia empezando a caminar protegida por los dos
guardias al lado de Javin, el chico se tranquilizó, podía buscar
trabajo en otra parte, a eso se refirió con cuidar su imagen, no
quería estar vetado siempre como Ivanovich, tranquilo caminó por
si mismo a la salida y fue acompañado hasta que salió por
completo, Yulia volvió y arreglo su liquidación y dejo encargado al
subgerente, la gente no entendía porque había pasado todo, pero
la realidad era que Javin de un tiempo a la fecha estaba cansado y
algo distraído, con las lecciones que había dado Yulia todos se
cuidaban de hacer bien su trabajo, tenia fama de ser impulsiva y
despedir gente pero a la morena no le importaba.

Yulia volvió a la casa y Lena estaba en el jardín recogiendo las


hojas secas, la morena la observa por el cristal, las cosas habían
marchado con muy mala suerte para ellas, ahora que sabía lo que
pasó realmente se sentía mal por la forma como trato a la pelirroja
antes, pero también estaba enojada y no pensó, justificación tenía y
ahora no había mas por hacer, talvez cosas buenas salgan de cosas
malas, si no se hubiera separado de ella de la forma dolorosa como
lo hizo ahora no sabría que hacer, fue mejor así, quería a esa
pelirroja a su lado pero eso ya no podía ser, suspiró y salió al jardín.

-Lena- la pelirroja dio un brinquito y dejo caer la bolsa con hojas.


-Me asustaste- le dijo con la mano en el pecho, Yulia rió, recordó
cuando Lena recién llegó y se asustaba fácilmente con su presencia.
-Disculpa, no quise hacerlo, ven, necesito hablar contigo.
-Yo también- dijo Lena haciéndole un nudo a la bolsa y dejándola
en el suelo, ambas entraron a la casa y se sentaron en la mesa de la
cocina.
-Lena, ya arregle las cosas con Javin, no volverá a molestarte, lo
despedí.
La pelirroja asintió.
-¿Porque hiciste eso?
-Porque lo merecía, escucha Lena…
-Yulia mi mama esta casi bien ya, creo que, si no dispones otra cosa
quisiera solo terminar el mes aquí, extraño mi casa y… quiero darte
gracias por ayudarme tanto cuando nadie mas lo hizo.
Yulia asintió, eso hizo las cosas mas fáciles.
-Entiendo, no te preocupes, de hecho yo iba a decirte que en un
mes me iré a Roma por negocios, no se cuando volveré, podría ser
un mes o años, talvez nunca.
Lena volteo a la cocina.
-Esta casa se ha convertido en mi segundo hogar, podría decir mi
primer hogar, la extrañare pero está bien, supongo que así
debieron ser las cosas.
-¿Como vas en tus clases?- le preguntó evitando el silencio que
amenazaba con apoderarse de ambas.
-Bien, al terminar este mes es como si nunca me hubiera ausentado
de la escuela, gracias por eso también, no tenías porque hacerlo.
Yulia solo sonrió, Lena se levanto y con ella también lo hizo la
morena, Lena le extendió los brazos y Yulia solo la abrazó, aspiró el
aroma de su cabello y se separó.
-Espero verte algún día- le dijo Lena.
-Talvez en mis vacaciones venga a Moscú- le dijo resignada, ambas
sonrieron.
El restó del mes paso como si fueran grandes amigas, no
querían llegar a mas porque sabían que sería mas difícil separarse
después, era mejor así, la ultima semana Lena recogió todas sus
cosas y las tenía listas, mientras Yulia hablaba por teléfono,
después salió muy sonriente, debía ser Amy pensó Lena.
El ultimo día, Yulia tenía todo listo y Lena recogía las ultimas
cosas, no quería olvidar nada, las casa estaría sola, Hans se iría con
ella a Roma, al final del nostálgico día solo se abrazaron de nuevo y
cada una partió a su destino con una sensación de vacío.

TRES AÑOS DESPUES

Yulia maneja impaciente entre el tráfico italiano, desde que se


mudo dejando su amada Rusia tuvo que aprender otro idioma,
adecuarse a las costumbres y a la forma de vida de un país extraño,
en el transcurso de esos tres años viajo por el mundo, su nana
mejoro en salud con el clima menos frió que las montañas de Rusia,
conoció casi toda Europa y cerro muchos tratos importantes, pero
seguía sola, después de irse de su casa llegó a Alemania para la
boda de Amy, una ceremonia muy emotiva, Yulia se emocionó por
su ahora amiga y el novio era muy atractivo, no tanto como la
morena pero era guapo, después de la boda Yulia partió a Roma y
empezó su vida allá, nunca se acostumbro del todo y ahora que los
tratos estaban cerrados y sus cuentas bancarias aumentando ya
podía volver a Moscú, en todo ese tiempo lo único ruso que veía
eran películas, vodka y Amy, la chica tuvo en Moscú un bebe rubio
como su padre y hasta el momento con los ojos del mismo tono
que el de ella, era una preciosura y Yulia lo adoraba, ella lo vio
nacer y cuidó a Amy después del parto, de no haber sido por eso no
habría pisado su patria en tres años pero fue una visita de 3 o 4
días, lo que Amy duro en el hospital.
Voltea por el retrovisor al auto negro que la sigue a todos lados
y sonríe su fiel amigo Hans trabajo como guardaespaldas en Roma y
ahora ambos están ansiosos por llegar al departamento de Yulia,
ese día volverán a Moscú.

Lena descansa en la cama cuando su celular empieza a sonar, se


levanta apoyándose en sus brazos dejando los senos desnudos al
aire.
-¿Si?- contesta tallándose los ojos.
-¿Donde estas hija?- la voz de su madre termina de despertarla.
-Investigo algo para el caso, ¿que pasa mama?
-Tolkien llego hace más de 30 minutos.
-ÇQue?
-La cena hija, trabajas tanto que olvidas las cosas importantes.
-Si, lo olvide, ahora salgo para allá- dijo colgando.
Volvió a acostarse boca abajo con los ojos cerrados.
-¿Quien era?- le pregunto una chica rubia desnuda mientras le
acariciaba la espalda pecosa.
-Mi madre, Tolkien llego a la casa para cenar- respondió sin abrir los
ojos.
-Odio que tu esposo nos interrumpa- le dijo la rubia besándole la
espalda.
-Lo se, me encartaría quedarme pero debo asistir a una cena
familiar- dijo dándose la vuelta y besándola en la boca, se levanto y
se vistió.
-¿Te veré mañana?- pregunto la rubia.
-Claro- dijo lanzándole un beso y salió.

Capitulo XI

Lena se arregló en su auto antes de llegar a la casa de sus padres,


ya lista bajo y entro a la casa.
-Lena, no deberías trabajar tanto- le dijo su madre saludándola.
-Lo se mamá, hola papá, mi amor- le dijo besando los labios de su
esposo.
-Hola nena- le dijo tomándola de la cintura para llevarla al
comedor.
-Como te va con el caso Lena?- le pregunto su padre.
-Bien papá aunque es difícil aun siendo estudiante, ya sabes,
muchos jueces no me dejan participar activamente pero no
importa, se puede decir que ayudo a los demás abogados y eso es
algo.
-Claro hija, pero solo te faltan unas cuantas asignaturas- le dijo la
madre.
-Dos, después de esas dos seré pasante de abogado- dijo
sonriendo.
Todos sonrieron con ella y Tolkien le tomo la mano y la beso.
-¿Hija, se que eres joven pero cuando me darás un nieto?- pregunto
la madre emocionada.
-Ay mama- dijo riendo- no por ahora, apenas acabare la escuela.
-¿Tu no quieres hijos aun Tolkien?- volvió a preguntar Inesa.
-Claro que si suegra, me muero por una pequeña Lenita corriendo
por la casa pero eso no lo decido yo solo, mi princesa es la que
cargara con todas las molestias y cansancios, ella decidirá cuando
sea tiempo- dijo acariciándole la mejilla, la pelirroja sonrió.
-Hacen la pareja perfecta, sus hijos serán hermosos- dijo ilusionada
la madre.
-Gracias mama, te prometo intentar darte un nieto hoy en la noche.
Tolkien se sonrojo a mas no poder junto con sus padres, Lena
estalló en carcajadas.
-Que cosas dices hija, mejor sirvo la cena- dijo la mujer aun
apenada yendo a servir la comida.

La cena transcurrió con mucha tranquilidad, el ambiente en la


casa era de armonía, al terminar la cena Lena decidió retirarse, los
padres los acompañaron al auto de Lena, vieron a su yerno abrir la
puerta para Lena, el manejaría.
-¿Que tal tu día Tolkien?- le pregunto Lena.
-Bien, ya sabes sigo con complicaciones con el caso de la demanda
de los trabajadores.
-Si, eso es algo complicado, nadie quiere dar su brazo a torcer.
-Es complicado lo se, pero me gusta los retos.
-Lo se Tolkien.
El tráfico era escaso y en poco tiempo llegaron a casa, al entrar
Tlokien la tomo de la cintura y la acerco a el.
-Lenita, debemos intentar darle un nieto a tu mama- dijo
sonriendo, Lena rió entre sus brazos.
-Tolkien, tu sabes que no es posible.
*El chico rió y la soltó.
-Si no necesitas algo saldré con Yirki.
En eso la puerta se escucha y Tolkien abre, momentos después un
chico de cabello negro y piel blanca entra sonriendo.
-Hola Lena
-Hola Yirki
-Lena, si no necesitas nada mas, saldré hoy.
-No te preocupes, estoy bien, estoy cansada y me dormiré
temprano.
-Bueno, siendo ese el caso, me robo a tu marido esta noche- dijo
Yirki tomándolo de la mano.
-Es todo tuyo, diviértanse chicos, te cuidas cariño- dijo
despidiéndose de ambos y subiendo las escaleras.
Tolkien y Yirki caminaron hasta la puerta y antes de salir se
soltaron. La pelirroja estaba en la habitación quitándose la ropa, se
daría un baño y se dormiría.

Tolkien y Lena se conocieron en la universidad, después de todo


ella decidió estudiar derecho, Tolkien era un estudiante extranjero
hijo de un magnate noruego, era un año mayor que ella y se
conocieron en una clase que el tuvo que repetir por problemas del
cambio de escuelas, era un tipo ideal para muchas, alto, cabello
castaño, ojos azules, muy guapo y atractivo, rico a mas no poder y
heredero de una firma internacional de abogados que empezó dos
años atrás en Moscú, Tolkien estaba destinado a ser el director
general de la empresa, todo era correcto pero el era extranjero, no
podía esperar a que pasaran otros dos años para la nacionalización,
y le propuso un trato a la única amiga que estaba con el por lo que
era, no porque era guapo y rico, esa chica pelirroja que luchaba por
mantener la beca, esa chica que el esta seguro es gay, tan gay como
el mismo.
Con un 1% de inseguridad fue a proponerle un negocio a su
amiga en aquel café donde la había citado, ella sorprendida por la
propuesta le pidió tiempo, el solo quería una cosa, la nacionalidad,
¿como? Casándose con ella, ella no quería nada de el, el le ofrecía
la nacionalidad noruega y todas las comodidades que una esposa
tiene, sería socia de la firma de abogados y tendría acceso a una
cuenta exclusiva de ella y nada despreciable, pero a Lena no le
interesaba nada de eso, ella quería trabajar, ganar su propio dinero,
así se lo hizo saber a Tolkien, el le explico que su padre empezaba a
sospechar de sus preferencias y si aceptaba casarse sería en esos
términos, ella aceptó solo por el trabajo y por ayudar a su amigo, la
pelirroja creo un contrato matrimonial que nadie mas que ellos vio
donde se especificaba que ellos estarían casados no menos de 3
años, tiempo cuando Tolkien podría obtener la nacionalidad sin
depender de ella, el divorcio, el caso de darse debía ser por
acuerdo mutuo, Lena disfrutaría de los privilegios de esposa y al
separarse ella se quedaría con lo que había obtenido por su cuenta
a menos que Tolkien dijera otra cosa, el trabajo en la firma sería
aparte de todo, si ella era capaz de sostenerse ahí por su buen
desempeño no se iría un si el divorcio de daba y ella no quisiera
irse, Tolkien leyó muy bien todo el contrato, era una abogada muy
capaz, entendía los términos de la supuesta relación y no esperaba
nada a cambio que el no pudiera darle, había confiado en su
instinto y no se había equivocado, empezaron a dejarse ver en la
escuela y eventos juntos, de la mano, con unos cuantos besos
esporádicos y después de un año se casaron, los padres de ambos
estaban contentos por sus hijos, Tolkien rápidamente empezó a
trabajar mientras Lena estudiaba, cuando pudo empezó a trabajar,
era muy buena en lo que hacía, ambos exitosos y hermosos eran la
sensación de la sociedad, la única persona ajena a ellos que sabía la
verdad era Yirki, novio de Tolkien desde hacía 2 años quien quedo
encantado con Lena y acepto el trato de ellos dos.
Lena por su parte vivía tranquila, estaba por terminar la escuela
y todos estaban orgullosos de ella, en la universidad conoció a una
chica que se volvió su amiga, ella sentía mucha atracción por Lena y
un día en una fiesta se lo hizo saber, Lena hasta ese momento no
había salido con nadie, seguía recordando esos ojos azules con
amor, estaba por decirle que no a la chica pero una tarde, vio a
Yulia salir de una tienda con un bebe rubio en brazos, era muy
pequeño, parecía recién nacido, iba a acercarse para ver al
pequeño pensando que talvez era hijo de Yulia cuando vio a Amy
detrás de ella con algunas bolsas, entendió que Yulia se había
decidido por ella, Yulia paso sin notarla, iba embelesada viendo al
rubiecito y platicando con Amy, volvió a su casa triste y empezó a
salir con la chica, la atracción seguía pero no había amor, eran algo
así como amigas con derecho, cuando Lena acepto casarse ella
acepto seguir viendo a Lena y Lena no podía ocultar mucho sus
necesidades naturales, aunque nadie como Yulia, Tolkien sabía de
la relación de Lena con su “amiga”, ella misma se lo dijo, eso no le
importó siempre y cuando fueran discretas y si lo eran, cada uno
tenía su vida aparte en privado y en público eran la pareja ideal.

Yulia llega a casa después de un día cansado por el viaje y los


últimos arreglos de los negocios, extrañaba tanto ese lugar, el clima
cruelmente frío le dio la cálida bienvenida a su hogar, entró
dejando las maletas en el suelo y se sentó en un sillón, respiro
profundamente y sonrió, había vuelvo a casa, su casa… donde
estaría Lena? pensó al ver ese lugar donde tantas cosas pasaron,
después de unos momentos se levanto y tomó la maleta mas
pequeña y la llevó a su cuarto, saco ropa limpia y se baño, después
durmió mucho tiempo, le tomaría algunos días acostumbrarse al
cambio de horario.
Tres días después Yulia tomaba café en el jardín, se hacía cargo
de la casa ella sola, no quería meter a gente extraña a su casa, en el
fondo ella sabía que solo era un pretexto, quería ver a Lena pero no
podía buscarla para ofrecerle trabajo, había pasado mucho tiempo,
sabía que talvez ella estaría en el ultimo año de su carrera
profesional, sería mas fácil solo buscarla y llevarla a comer, pero no
lo hacía porque realmente no sabía que esperar, ¿seguiría soltera?
Se levanto y fue a la cocina a dejar a taza, debía empezar a
trabajar, fue al despacho y se hundió en un mundo de papeles.

-¿Si?- dice al teléfono, se siente tan bien de hablar ruso con alguien
mas.
-Yulia, necesito verte hoy mismo- le dice su abogado de asuntos
laborales.
-Si, estoy bien- dijo sarcástica.
-No estoy para bromas, te han demandado.
-¿Que? ¿Quien y porque?- pregunto sorprendida Yulia.
-Mira, ya te hice una cita con la mejor firma de abogados de Moscú,
debes ir ahora a las 3 de la tarde a la firma de Von Troken, ¿la
conoces?
-No, ¿que clase de nombre es ese?- pregunto Yulia anotando el
nombre.
-Es noruego, no importa, debes ir a las tres, te veo ahí y te explico
las cosas ¿ok?
Yulia anoto la dirección también y se preparó para salir, ¿una
demanda? ¿Porque? nadie la había demandado antes.
Lena llega a la oficina, todos saben que ella es prácticamente la
dueña, camina confiada con su traje ceñido al cuerpo, es hermosa y
lo sabe.

-Lena- le dice la secretaria de Tolkien, la única que se animó a


entrar en el mundo de Lena descubriendo a una chica muy amable
y sencilla.
-Hola Kristen, ¿que tal tu fin se semana?- pregunta Lena caminando
a su lado.
-Hola, todo bien, oye, ¿recuerdas las empresas Volk?
-Claro- dice Lena sintiendo mariposas en el estómago.
-Bueno, adivina que
-No tengo idea- dice Lena entrando a su oficina.
-La dueña vendrá- dice emocionada.
-¿Yulia?- dice algo emocionada.
-¡Si! ¿La conoces?
-Si, algo así, tengo tiempo sin verla, talvez ya no me recuerde- dice
tratando de sonar casual.
-Vendrá a las 3, ¿quieres atenderla?
-No creo, solo ayudare en el caso, gracias.

Kristen sale tomando nota y Lena se queda de pie, Yulia ira


directamente a su oficina… por las condiciones de Yulia lo mas
seguro es que alguien la haya demandado… talvez si sea bueno idea
tomar el caso, por ser estudiante no esta permitido pero puede ser
la segunda a bordo.

Yulia lleva 10 minutos buscando estacionamiento, debe ser una


firma importante, no quiere entrar al subterráneo pero tendrá que
hacerlo, al hacerlo se da cuenta que hay igual cantidad de autos ahí
pero con mas espacio, encuentra lugar y baja, ve cámaras por todos
lados, el lugar esta bien cuidado, eso le crea confianza, entra y su
abogado lo espera impaciente.
-Vaya, ya era hora- le dice intranquilo.
-Ya Fabrizzio, tranquilo ya llegue.
-Mira, el es Tolkien Von Trolken, el director de la firma.
-Hola- dice Yulia
-Hola
-Eh… ¿puedes decirme ya que pasa Fabrizzio?
-Eso te lo explicara el señor Von Troken.
Yulia voltea al hombre y espera.
-Señorita Volkova, la realidad es que es algo importante, vayamos a
mi oficina, mi esposa les dará una visión general de las cosas, es su
especialidad.
El pequeño grupo caminó a la gran oficina, entraron y Tolkien les
pidió esperar, Yulia estaba un poco preocupada, no sabía que podía
pasar.
-Señorita Volkova no se preocupe, es algo complicado pero no
imposible de resolver.
La morena asintió.
-Ah ahí viene mi esposa.
Todos voltearon a verla, Yulia se quedo sin habla, Lena entró con
ese atractivo traje que marcaba su perfecta figura, la niña que
trabajó para ella se convirtió en unos años en una preciosa mujer.
-Ella es Lena Katina de Von Troken, mi esposa, ella los atenderá,
cualquier cosa me llamas cariño- le dijo Tolkien, la pelirroja sonrió y
el salió.
-Buenas tardes- dijo con voz segura, Yulia seguía observándola sin
hablar- soy Lena Katina de Von Troken pero pueden llamarme
simplemente Lena, seré su asesora en esta demanda, entiendo que
la señorita Volkova aun no esta enterada de nada- dijo
observándola, la morena seguía sin hablar.
-No Lena, aun no le digo nada- dijo Frabrizzio al ver el estado
catatónico repentino de Yulia.
-Entiendo, señorita Volkova, necesito hacerle unas preguntas…-
Lena volteo confundida a ver a Fabrizzio, Yulia seguía sin moverse.
-¡Yulia!- le dijo el hombre sacudiéndola del hombro, la morena
despertó de su letargo mental.
-Señorita Volkova necesito hacerle unas preguntas- dijo sentándose
en el escritorio.
-¿Lena?- preguntó después de un momento.
-¿Si?
-¿Lena?- preguntó de nuevo.
-¿Si?
-¿Lena que haces aquí?
-Aquí trabajo, mi esposo es el director general, ahora Yulia, ¿puedo
llamarte Yulia? pasaremos muchos meses juntas y creo que es mas
cómodo así- dijo destilando seguridad por cada poro de su blanca
piel.
-Eh… ah si claro, así me llamabas antes ¿no?
Lena ignoró el último comentario y empezó a explicarles lo que
realmente estaba pasando.

Lena hablaba y hablaba sobre cuestiones legales, Yulia


escuchaba tratando de no distraerse y no saltarle encima a Lena y
besarla, ella parecía indiferente y solo hacía muy bien su trabajo. El
problema era un poco grave pero muy complicado de resolver,
requería tiempo y dinero, por suerte Yulia contaba con las dos
cosas.

-Entonces Yulia, estas totalmente segura de que lo que ellos dicen


nunca paso- pregunto Lena después de una hora de junta.
-No Lena, claro que no, me conoces, nunca haría eso.
Ese tipo de comentarios dejaban a Fabrizzio confundido, Yulia le
hablaba como si se conocieran y Lena respondía como si no fuera
así.
-Ok, mira, creo que por ahora es suficiente, necesito los archivos
laborales de estas personas para estudiarlos.
-Están en Roma, acabo de volver de allá- dijo Yulia cansada.
-Los necesito- volvió a decir.
-Yo puedo ir por ellos- dijo Fabrizzio.
-De hecho, necesitaría que se quedara allá, estaremos requiriendo
algunas cosas conforme a la marcha de la demanda.
-Si, el puede hacer eso- dijo Yulia, Fabrizzio era el caso contrario a
Yulia, era italiano trabajando en Moscú y extrañaba su tierra.
-Muy bien, te veré en tres días Yulia, espero que para ese momento
ya tengas todo en tus manos- dijo levantándose.

Ambos se levantaron y se fueron a la puerta acompañada de la


pelirroja, Yulia iba confundida por su comportamiento. Al salir Yulia
hablo con Fabrizzio de su viaje, no quería que empezara a
preguntar cosas, esa misma noche Fabrizzio iba feliz rumbo a Italia.

Yulia esta en su recámara, no entiende que paso con Lena, sigue


siendo hermosa y esa seguridad que apenas nacía en ella se
desarrollo de una manera casi intimidante, ahí estaba esa linda
pelirroja, al parecer su vida dio un giro de 180 grados, esta casada
con un hombre exitoso y muy guapo… casada… ahora la morena se
sentía sola, de alguna manera siempre guardo la esperanza de que
al volver intentaría algo con ella, nunca espero encontrarla casada,
pero ella nunca se comunicó, siempre estuvo tan ocupada que
nunca mandó una carta, un mensaje, nada, simplemente se fue,
¿que quería? ¿Que la esperara toda la vida? fueron tres años de
abandono, eso pesa en cualquiera.
Cuando menos se dio cuenta estaba marcando el teléfono y con
la secretaria esperando.

-Si, disculpe, ¿podría comunicarme con Lena Katina?


-Claro que si, ¿quien la busca?- dijo la voz amable.
-Yulia Volkova
-Un momento por favor.
La comunicación se cortó y después Lena contesto.
-Hola Lena, soy Yulia.
-¿En que te puedo ayudar Yulia?
-Quería invitarte a comer mañana, ¿puedes?
-No, no creo, iré con mi esposo a comer pero puedo pasado
mañana, ¿te parece?
-Si claro…
-Bien, pasa por mí a las 2
-Ok…
-Adiós.

La comunicación se corto, Lena era totalmente diferente, no


sabía si le gustaba o no pero era diferente Yulia estaba confundida,
mientras la pelirroja sonreía, veía claramente la sorpresa y el
interés en Yulia pero no se la dejaría fácil.

-Hola Lena- dijo la morena sonriente al verla llegar.


-Hola- dijo besándole la mejilla- vamos a comer, muero de hambre-
dijo caminando al auto de Yulia y se quedo esperando en la puerta
del pasajero, la morena se acerco y abrió la puerta- gracias- dijo
entrando.
Yulia un poco confundida tomo su lugar.
-Y bien Lena, ¿a donde quieres ir?
-Sorpréndeme- dijo para después ponerse el cinturón.
Al llegar al restaurant de lujo Lena se maneja con total seguridad,
pide la comida mas deliciosa y cara del lugar, no era nuevo para
ella.
-Yulia, brindemos- le dice levantando la copa, la morena la imita- el
brindis es por la interesante situación que tenemos ahora- dijo para
inmediatamente después beber, Yulia bebió su copa sin entender
sus palabras, iba a preguntar pero la comida llego, ambas
agradecieron.
-Bien, comamos, he tenido un día algo complicado- dijo Lena.
La comida transcurrió en silencio mayormente, al finalizar Lena no
pudo evitar la pregunta, no quería saber, pero necesitaba hacerlo.
-¿Y como esta Amy?- pregunto bebiendo su copa.
-Bien, feliz con su hijo, es una hermosura el niño, se parece a ella en
algunas cosas.
-¿Y a ti en otras?- pregunto viéndola fijamente.
-No tendría porque parecerse a mi, no es hijo mío, se parece a su
padre, el esposo de Amy.
-¿Se caso?- pregunto Lena sorprendida.
-Si, hace 3 años en Alemania, fue una boda muy emotiva.
Lena estaba pensativa, todo lo que ella creyó durante tres años no
era verdad, Yulia no estaba con ella, el rubiecito que vio en sus
brazos si era hijo de Amy, pero Yulia no tenia nada que ver con ella.
-¿Lena?
-¿Si?- dijo volteando a verla.
-¿Donde conociste a tu esposo?
-En la universidad, después que te fuiste entre a la escuela con la
beca, nos conocimos ahí.
-Debe ser un buen hombre para poder conquistarte- le dijo un poco
triste.
-Es muy bueno, el mejor.
Yulia asintió y volteo a otro lado.
-Aunque, conocí a alguien mejor que todos.
La morena volteo confundida, Lena solo sonrió.
-¿Nos vamos? Tengo que hacer algo aun y es algo tarde- dijo la
pelirroja.
-Claro, solo pagare la cuenta y nos vamos.

El tiempo que Lena se quedo esperando pensaba las cosas, la


realidad era que nunca había dejado de sentir eso que había
sentido en la casa, ahora podría ser su oportunidad y no la dejaría
ir, solo restaba ver si Yulia sentía lo mismo. Yulia dejo a Lena en su
trabajo y salió de ahí con una sonrisa, ver a la pelirroja la hacía feliz,
aunque estuviera casada.

Capitulo XII

El siguiente día a primera hora los archivos que Lena quería


habían llegado, ahora que Fabrizzio estaba en Italia serían ellas dos
y su equipo de abogados, situación que le favorecía a la morena.

-Lena- dijo sonriendo, la pelirroja beso a Tolkien y el se fue, gesto


que no hizo feliz a Yulia.
-Bueno días Yulia- dijo quitándose algo de lápiz labial -¿Tienes los
archivos que te pedí?
-Si- dijo seria.
-Bien, pasemos a la oficina, necesito revisarlos contigo.
Ambas fueron a la oficina.
-Siéntate por favor.
La morena tomo una silla y Lena se sentó en la silla detrás del
escritorio, tomo las carpetas y empezó a leer.

Mientras Lena se concentra en la lectura Yulia la observa,


recordó todas las cosas que pasaron dentro de la mansión, desearía
que al volver ella estuviera soltera, simplemente fue algo que la
agarro fuera de todo, nunca lo espero, Lena levanta sus ojos verdes
y sus labios rojos se mueven, ¿esta preguntándole algo? Sale de sus
pensamientos como puede.
-¿Como dices?- pregunta apenada, eso fue demasiado obvio.
-Creo que ya se que hacer, ganaremos el caso pero se llevara
tiempo, tenemos que demostrar las cosas negativas de sus
expedientes y resaltar tus cosas buenas, escucha, ahora tengo algo
que hacer pero mas tarde iré a tu oficina, ¿estarás ahí?
-Si, todo el día.
-Bien, iré a verte.
Ambas se levantaron, Lena tenía que consultar su idea con Tolkien,
si todo resultaba como ella pensaba ganarían ese juicio en unos
meses.

-¡Lena!- la llamo su amiga en la escuela.


-Jen, hola- dijo sonriendo.
-Hola, ¿saldremos este fin de semana?
-No lo se, tengo que estudiar, ya casi termino y quiero estudiar.
-Lena, eres millonaria, soborna a alguien.
-Jen, no soy millonaria y si lo fuera tampoco sobornaría a alguien,
quiero que todo lo que tenga sea por mi mérito.
-Si Lena, lo se, ¿entonces saldremos?- dijo algo coqueta.
-Basta, no lo hagas aquí- dijo alejándose un poco.
-Lo olvide, entonces- dijo tomándola del brazo como cualquier
amiga a otra amiga- paso por ti a las 9:30.
-Ok, pero ten un plan B, no se si pueda.
-Ok, te veo el viernes- dijo besándola en la mejilla y fue a su clase.

Lena ya estaba a punto de terminar, no quería perder la beca, no


quería tomar dinero de Tolkien para la escuela, el realmente no le
pedía cuentas de nada, podía hacer el con dinero que era para ella
lo que quisiera, pero quería lograr todo por ella misma, talvez su
amiga tenia razón, desde que tomo el caso de Yulia solo estudiaba y
trabajaba, talvez si le hacía falta relajarse.

Saliendo de la escuela Lena fue al trabajo, no iba con traje sastre


como siempre, solo iría a preguntarle algunas dudas a Tolkien, así
que entro y salió rápidamente después volvió a su casa.
El tiempo pasó rápidamente, Jen llego puntual por ella, Lena
terminaba su baño, estaba cansada, bajo a abrir, se sorprende,
olvido la cita.
-¡Lena! ¿No te has cambiado?- dijo molesta entrando.
-Jen lo olvide, lo siento
-Lena, necesitas relajarte, esta cita la hicimos hace pocos días ¿y se
te olvido? De seguro te la pasaste leyendo algo ¿verdad?- dijo
molesta cruzada de brazos.
-Un poco, pero…
-¿Pero?
-Pero puedo compensarte, te llevo a cenar.
-Yo no quería cenar hoy… pero puedes darme lo que quiero- dijo
tomándola de la cintura -¡Ah tu esposo!- dijo soltándola.
-No esta, no llegara hoy- dijo acercándose a ella empezando a
besarla, Lena y Jen dormirían en otra habitación, Tolkien sabría que
Lena estaba ocupada dejándole una nota, aunque sabía que llegaría
en la madrugada o hasta la mañana, el saldría con Yirki esa misma
noche.

-¡Ah Lena!- dijo Jen cayendo en la cama agitada -Cada vez es


mejor… me alegra no… haber salido.
Lena se acostó a su lado, volteo a ver el reloj del cuarto, marcaba la
1:00 a.m., la pelirroja sonrió, realmente le hacía falta relajarse.
-Lena, recuerdas que, ¿dijimos que cuando alguna tuviera pareja
dejaríamos esto?
-Si.
-Estoy por darle el si a la chica de quinto semestre ¿la recuerdas?
-¿La de cabello negro?
-Si, ella.
-Vaya, me alegro por ti Jen, se que has andado detrás de ella por
muchos meses.
-Bueno, desde que tomaste el caso dejaste de ponerme atención.
-Lo se, discúlpame, he estado ocupada.
-No importa, creo que esta será la despedida, ¿seguiremos siendo
amigas verdad?- pregunto algo temerosa, detrás del sexo que
tenían frecuentemente las chicas se tenían cariño.
-Claro- respondió Lena besándola en la boca- ese fue el trato- dijo
volviendo a besarla.
-Extrañare esto.
-Yo también, suerte con la chica- dijo encima de ella

Los siguientes meses Lena solo se dedicó al caso de Yulia, ya


había terminado las materias y esperaba que el semestre
terminara, en ese tiempo se veían constantemente, solo estaba
Tolkien presente cuando Lena no podía estar por cuestiones de que
aun terminaba de estudiar oficialmente pero el caso era totalmente
de ella.

-Yulia, el caso casi termina, te invito esta noche a salir- dijo Lena en
aquel café al que iba seguido.
-Bueno, solo si vamos a bailar, nunca te vi bailar.
-Hecho- dijo sonriendo.

Al salir Yulia dejo a Lena en la oficina, siempre se veían en la


oficina de una u otra o en café, al parecer Lena no quería volver a la
mansión, cosa que desconcertaba a la morena pero Lena había
cambiado.

Después de terminar sus pendientes Yulia busco a Lena en la


oficina, ella se había cambiado, salió con una pequeña y ajustada
faldita, una blusa que acentuaba muy bien su figura y unas
zapatillas de tacón que le sentaban de maravilla, a la morena le
recordó el uniforme que usaba cuando trabajaba en la casa, estaba
de pie a un lado del auto con la boca abierta, la pelirroja se acercó
sonriendo.
-¿Nos vamos?- le dijo sin dejar de sonreír.
-Ah… si claro, sube- dijo abriendo la puerta, dio gracias a dios por ir
sentada sino, Lena habría notado que tanto le gusto su vestimenta.
Después de poco llegaron al sitio de moda, Lena había reservado en
el área exclusiva, aun mesera las atendió en medio del ruido, poco
después les trajo una bebida a cada una.
-Vamos a bailar- dijo Lena tomándola de la mano, en la parte donde
estaban la gente era escasa, parecían tener la pista para ellas, la luz
era poca, el ambiente estaba lleno de sensualidad, en compañía de
una mujer hermosa, la morena se deja llevar a la pista y al llegar se
pone a bailar, Lena empieza a hacer lo mismo, se mueve sensual,
sonríe, la toma de la mano, la suelta, vuelve a sonreír sin dejar de
bailar.
Yulia nerviosa trata de no verla mucho, no sabe si Lena lo hace
inconscientemente pero si libido aumentaba y no estaba segura
que esperaba o quería Lena con eso.
-Relájate- le dice Lena para darle la espalda y empieza a bailar
pegándose a su cuerpo, Yulia no se movía- muévete conmigo- le
dijo tomando las manos de Yulia poniéndolas en su cintura, pego
sus glúteos a la cadera de Yulia, seguía moviéndose, el cuerpo de la
morena reaccionó sin poder controlarlo, Lena volteó a verla un
poco y sonrió, Yulia contrariada no sabía que hacer, Lena seguía
bailando, sentía a Yulia y parecía gustarle, cada vez se pegaba mas a
su cuerpo, Yulia estaba excitada, estaba bajando las manos a la
cadera cuando recordó que era casada, la soltó y se alejó un poco,
Lena se dio la vuelta y la rodeo con los brazos del cuello.
-¿Que pasa?- le dijo la pelirroja al oído -¿No te gusta?
-Eres una mujer casada Lena- dijo secamente sin bailar mucho.
-Esa es una historia interesante, vámonos de aquí- dijo tomándola
de la mano sin darle tiempo de responder.
Después de salir del lugar y pudiendo hablar sin gritar Yulia aun
algo aturdida por el ruido y la actitud de Lena abre la puerta y
espera a que Lena suba, después sube.
-¿A donde vamos?
-A mi casa, quiero que veas algo.
-Ok
Lena guía a Yulia y poco tiempo después llegan a una mansión, era
diferente a la de Yulia pero no dejaba de ser impresionante, ambas
se bajaron y entraron a la casa.
-Me gusta tu casa, es enorme- dijo Yulia viendo los detalles.
-Si, ¿sabes que es lo mejor?
-¿Que?
-Que esta vez yo no la limpio- dijo sonriendo, Yulia sonrió un poco y
se quedo de pie esperando.
-¿Que quieres que vea?- dijo buscando algo sin saber bien que.
-¿Ya quieres irte?- pregunto sirviendo unos tragos.
-No quiero que tu esposo llegue y se pregunte que hago aquí.
-Tolkien no esta, salió del país con su socio- dijo sonriendo
ofreciéndole la copa.
La morena acepta la copa y la bebe rápidamente, Lena se acerca a
Yulia poniendo las manos en el cuello muy cerca de su oído.
-¿Yul, recuerdas lo que dije la ultima vez que estuvimos juntas?-
dijo susurrando.
-¿Que cosa exactamente?
-Soy tuya Yulia, solo tuya.
La morena no la tocaba, no sabía que hacer.
-¿Que buscas de mi Lena?- preguntó sin separarse.
-Todo, nunca deje de amarte Yulia, quiero saber que sientes tu,
dímelo.
-Lena- dijo tomándola de los brazos para retirarlos de su cuello-
estas casada, no tiene caso hablar de eso.
-Dímelo- dijo sin soltarle las manos.
-¿En que afectaría eso, te divorciaras? ¿Si te dijera que te amo lo
dejarías?- preguntó secamente.
-No, pero te diría que mi matrimonio es una fachada, Tolkien es gay
y yo también por si no lo has notado - le respondió volviendo a
abrazarla, Yulia le dio la respuesta sin darse cuenta.
-¿Que?
-¿No te das cuenta que me vestí así para ti?- le dijo al oído -No es el
lascivo uniforme que me diste en tu casa pero es lo que mas se
parece si es que quiero salir a la calle, hace tres años éramos
inmaduras en algunas cosas y las situaciones no ayudaron mucho,
tu solo te fuiste y yo no te detuve, esta vez no pasara lo mismo,
tómame Yulia, hazme tuya una vez mas y para siempre, quiero
sentirte- le dijo empezando a mover sus labios a los de la morena.

Yulia cerró los ojos esperando el contacto, Lena al verla cerró los
ojos también y la beso, sus labios se tocaron, Lena pasó las manos a
la nuca de Yulia mientras la morena tomaba a Lena de la cintura
juntándola a su cuerpo, el beso fue lleno de sentimientos
guardados durante años, ese amor que ninguna de las dos se
atrevió a expresar. El beso tomaba pasión a cada momento, las
respiraciones se agitaban.

-Lena…
-No digas nada, ven- dijo tomándola de la mano subiendo las
escaleras, caminaron en silencio, no había necesidad de hablar,
llegaron a una de las habitaciones y entraron, Lena cerro la puerta
con llave, tomo nuevamente a Yulia la sentó en la cama, la pelirroja
dio unos pasos hacia atrás, Yulia la miraba expectante.

Lena sonrió y desabrochó dos botones de la blusa, sus senos se


asomaban de una manera peligrosamente sensual, Yulia observaba
recargándose en los codos quedando un poco recostada, Lena
camino lentamente hasta llegar a ella, se acerco lo mas que pudo
sin tocarla sobre la cama, rozo los labios con los de Yulia, bajo al
cuello también rozándolo pero sin besarlo, después se sentó en sus
piernas abriendo las propias y empezó a besarla apasionadamente
tocándole los senos con las manos, Yulia la tomaba de la cintura, la
cadera y los glúteos, como aquella última vez que la hizo suya.
La pelirroja se separó lentamente, se levantó y se alejó dos pasos
atrás, Yulia seguía viéndola, Lena dio un paso adelante y se hincó
tocando sus piernas, Yulia la observaba, sabía lo que Lena tenia en
mente, subió las manos al abdomen mientras la morena se excitaba
de solo recordar la única vez que Lena había hecho eso, lo haría de
nuevo, esta vez sin presiones de nada, Lena bajo las manos al
cinturón y lo desabrochó siguiendo con el pantalón, se hizo un poco
para atrás y jaló toda la ropa de una vez dejando a Yulia desnuda de
la cintura hacia abajo, ahí estaba, justo como lo recordaba, ambos
sexos, el pene listo para hacer su trabajo y la vagina visiblemente
húmeda, Lena sonrió y se acercó tomando la base del pene con la
mano derecha recorriéndolo a todo lo largo, la respiración de Yulia
era ruidosa y pesada, la pelirroja se acercó y sin dudarlo metió el
miembro de Yulia en la boca, la morena gimió, Lena seguía su labor
ante el rostro lleno de placer de Yulia, mientras con una mano
acariciaba las piernas morenas con la otra empezaba a penetrarla
sin dejar que el miembro dejara su boca, Yulia dio un grito
mezclado con un placentero gemido, antes de perderse en las
sensaciones alcanzo a tomar una almohada en recargarse en ella,
después dejo de pensar, solo gemía acostada en la cama, Lena
excitada de verla como nunca seguía con su labor, no paso mucho
tiempo cuando Yulia empezó a gemir mas fuerte y mas agitada, se
enderezó un poco y tomo a Lena de los brazos y la subió un poco,
tomo la mano que la penetraba indicándole que quería que la
dejara ahí mientras ella sola se masturbaba cerca del abdomen de
Lena, se besaban apasionadamente, segundos después Yulia
interrumpió los besos haciendo la cabeza hacia atrás entre fuertes
gritos, Lena sintió mas humedad en sus dedos dentro de Yulia
mientras ese mismo líquido caliente caía en su abdomen, la morena
gritaba y gemía, después, la espalda de Yulia volvió a su posición
natural, la morena tenia la frente llena de pequeñas gotas de sudor,
su cuerpo aun tenía ligeros espasmos, Lena retiró los dedos
húmedos del cuerpo de Yulia y se los llevo a la boca ante la mirada
cansada de la morena, al terminar de lamerlos sonrió y la beso.
La morena suspiró fuertemente y Lena se levanto de encima de
ella, rodó sobre la cama tomo unos pañuelos desechables
limpiando su blusa, terminó por abrir todos los botones y limpió
también su piel, al levantar la mirada tenía a Yulia frente a ella
desnuda, se le echo encima totalmente fuera de control, terminó
de quitar la blusa dejando a la pelirroja en ropa interior, la besaba,
tocaba sus senos, en un desesperado intento por sentirla
prácticamente arranco el brasier bajando ansiosa a lamer, chupar y
mordisquear los senos y pezones erectos de una Lena que
empezaba a gemir tomando la cabellera negra.
Mientras la boca se entretenía con el blanco pecho las manos de
Yulia bajaron por la cadera y desabrocharon la falda bajándola
hasta donde alcanzaron sus brazos, Lena con sus piernas terminó
por quitarla, con las manos en la cadera de la pecosa Yulia bajo
besando y lamiendo el abdomen, bordeo la pequeña braga negra y
bajó a sus piernas tocándolas y besándolas, la morena volvió a subir
besándola en la boca.

-Te amo- le dijo al oído para después lamer el lóbulo.


-Te amo Yulia- respondió tomándole la cabeza.

La morena volvió a bajar llevando las bragas fuera del cuerpo de


Lena con las manos, la pelirroja al sentirse desnuda abrió las
piernas dejando a Yulia entre ellas, la morena observó el cuerpo
pecoso, era mas hermoso de lo que recordaba, esos tres años le
sentaron muy bien, acarició las piernas y sin perder mas tiempo
dirigió su cabeza a la intimidad de Lena, empezó a lamer
lentamente, quería llevarla al límite como Lena lo había hecho
hacía unos momentos, la pelirroja gemía tomando la cabeza de
Yulia.

-Aaah! Mas!- exigió Lena, Yulia comenzó a chupar el clítoris


mientras con las manos tocaba los senos y cualquier otra cosa que
Lena dejara a su alcance- Yul… ahora! Hazlo ya!- la morena se alejó
de la pelirroja solo para ponerse encima de ella, se acomodo y
lentamente entro en ella mientras la besaba mordiendo los labios
de Lena- Yuli…aah!- dijo mezclando un gemido con lo único que
pudo decir al sentir a la morena dentro de ella- mas!- ordenó con
los ojos cerrados y las manos en la espalda de Yulia, la morena
empezó a moverse cada vez mas rápido y fuerte, Lena estaba muy
excitada, intentaba hablar, decirle a Yulia cuando la amaba pero de
sus labios solo salían gemidos y palabras entre cortadas que no
tenían mucho sentido y aunque hubiera podido decir algo los
gemidos llenaban los oídos de Yulia, las uñas de Lena empezaban a
enterrarse en la espalda morena mientras los inconfundibles
espasmos del orgasmo sacudían a Lena, Yulia por su parte tenía el
segundo orgasmo de la noche entre los espasmos de Lena

Cuando un poco de lucidez llegó a sus mentes estabas acostadas en


la cama, Yulia aun encima de Lena.
-Vaya…- dijo Yulia.
-Lo se…- respondió Lena sonriendo. -Te amo Yul- dijo abrazándola.
-Yo también te amo- respondió besándole el cuello, la pelirroja
sonrió, sería una noche muy larga, una de las mejores de sus vidas.

Al día siguiente Yulia despierta abrazando por la espalda a Lena,


vio la espalda blanca y pecosa con algunos mechones rojos, sonrió y
beso el hombro y la abrazo mas fuerte, así era como quería
despertar todos los días. Le pelirroja al sentirse abrazada sonrió y
se juntó mas al cuerpo que la aprisionaba.
Horas después estaban desayunando en la cocina de la casa de la
pelirroja, Yulia había cocinado.

-Entonces el te propuso el trato.


-Si y bueno, con eso no se lastiman a nadie, el es gay y no se puede
enamorar de mi ni yo de el, lo quiero mucho pero solo como amigo.
-¿Y te divorciarás?- pregunto la morena.
-La verdad no lo hemos hablado, yo pensé que tu estabas con Amy,
así que no lo hemos hablado, pero supongo que si.
La morena se quedo seria, la idea de compartir a Lena con alguien
nunca le gusto, no le gusto antes y tampoco le gustaba ahora.
-Yul, tranquila.
-¿Estas segura que Tolkien es gay?
La pelirroja rió.
-Si, estoy segura.
-¿Como lo sabes?
-Yul- dijo riendo aun tomando su mano por encima de la mesa- en
todo este tiempo no me ha tocado, nos besamos en eventos
públicos y demás pero al llegar aquí no pasa nada, tenemos la
recámara principal que es nuestra según mis padres, los suyos yo
todo el mundo pero cada uno tiene su habitación, tu ya conociste la
mía- dijo sonriendo- además, el ahora esta de viaje con su novio de
años.
La morena escuchaba aun seria, ya había perdido a Lena por malos
entendidos y por ser tan impulsiva, si bien tomaba las decisiones
correctas lo hacía después de pensar las cosas.
-¿Yul?
-Lena… no quiero perderte otra vez por malos entendidos.
-No pasara Yul- dijo levantándose para abrazarla, la morena se
levanto también- no podría estar sin ver tus ojos de cielo cada día.
La morena suspiro y recargo la cabeza en el pecho y cuello de Lena
mientras la abrazaba.
-Lena no creerás lo que pasó- dijo Tolkien emocionado entrando a
la cocina, encontró a las chicas abrazándose -¿Que demonios pasa
aquí?- pregunto molesto.
Yulia soltó a Lena y volteo a ver a Tolkien.
-¿Señorita Volkova? Pero que…
Yulia no sabía que hacer, estaba de pie viéndolo mientras Lena
volvía a tomar la mano de la morena.
-Tolkien ella sabe- dijo Lena.
-Ah bien, disculpen, esta si es una sorpresa- dijo sonriendo
perdiendo el porte y viéndose un poco afeminado mientras servía
jugo- Lena, Yirki y yo iremos a Noruega, acabamos de llegar y lo
decidimos ahora, todo en orden?- dijo terminándose el jugo.
-Si no te preocupes- dijo le pelirroja abrazando de la cintura a una
Yulia que trataba de entender lo que pasaba.
-Bien, vuelvo en 3 días, debemos ir a la cena de gala en una
semana, te veo después, cualquier cosas me llamas- dijo besándola
en la mejilla- señorita Volkova, siempre un placer- dijo sonriendo, la
morena solo sonrió confundida.
-¿Tolkien todo esta bien?- dijo Yirki entrando a la cocina, Yulia lo
estudió rápidamente- hola Lena.
-Hola- dijo la pelirroja sonriendo.
-Cielo- le dijo Tolkien al chico- ella es la señorita Volkova, goza de la
confianza de Lena, señorita Volkova, el es Yirki, mi novio.
El chico se acerco a darle la mano a Yulia y sonrió, después el
saludo volvió al lado de su novio.
-Debemos irnos o perderemos el vuelo- dijo Yirki acariciando la
mejilla de Tolkien- hasta luego Lena, mucho gusto señorita Volkova.
Ambos se fueron tomados de la mano y salieron de la casa, Yulia
seguía viendo al lugar donde estaban antes confundida.
-¿Yul?- dijo Lena tomándole el rostro -¿Ahora estas segura de que
Tolkien es gay?
-Si- dijo volviendo a abrazarla.
Aunque no pregunto nada sabía que Lena había salido con mas
gente, lo comprobó la noche anterior y aunque ella misma estuvo
con Amy mientras Lena estaba aun en la mansión no podía evitar
los celos, pero tampoco podía hacer reaclamaciones, lo importante
era que estaban juntas, ¿desde cuando eran tan celosa?

Capitulo XIII

Las chicas salían constantemente, era normal verlas juntas ya


que Lena llevaba el juicio de Yulia así que no era raro verlas en la
oficina de la otra.
Aunque las cosas iban bien entre ellas había cosas que no le
agradaban mucho a la morena, como que Lena dijera su apellido de
casada o que todos le preguntaran por Tolkien, sabia que así serian
las cosas pero aun no se terminaba de acostumbrar.

-Yul, mi mama se enteró de que trabajo en tu caso y quiere


conocerte, nunca te dio las gracias por darme trabajo en aquel
momento, te invitó a cenar, ¿podrías?
-Claro, yo también quería conocerla.
-Entonces paso por ti a las 8:00 ok?- dijo dándole un beso en los
labios- debo irme ahora, tengo que hacer algo antes de la cena.

La pelirroja salió de la oficina de Yulia y fue a buscar unos


informes, horas después volvió por la morena, Yulia se había
cambiado de ropa, iba formal pero cómoda. Yulia a pesar de ir un
poco nerviosa no hizo nada que delatara su estado, entro confiada
a la casa.

-Mama- dijo Lena en voz alta- ya llegamos.


Los padres de Lena salieron de la cocina.
-Hola hija- dijeron viendo a Yulia como si fuera una estrella de cine,
la morena sonrió.
-Mama, papa, ella es Yulia Volkova, Yulia, ellos son mis padres,
Inessa y Sergey Katin.
La morena se acerco y les dio la mano a ambos.
-Señorita Volkova, es un honor conocerla- dijo la madre de Lena
tomando la mano de la morena con ambas manos- muchas gracias
por lo que hizo por nosotros, al darle trabajo a mi hija, gracias a
usted es que ahora estoy viva.
-Señora Katina no diga eso, fue un placer para mi tener a Lena en la
casa- dijo volteando a ver a Lena quien se sonrojo un poco y
después recuperó su palidez habitual.
-Bueno mama, regrésale la mano a la señorita Volkova y vamos a
cenar, muero de hambre.

La mujer soltó a Yulia y fueron a la mesa, Yulia se portó


totalmente tranquila con los padres de Lena al final de la cena
platicaban como si fuera común ese tipo de cena juntos. Lena
estaba sentada frente a Yulia con las piernas cruzadas viéndola
hablar con sus padres, deseo tanto que esas cenas se hicieran
sabiendo que ella era la dueña de su corazón y no Tolkien como
ellos creían.

-Yo le digo a Lena que debería tener hijos ¿no cree señorita
Volkova? Tolkien, el esposo de Lena es tan guapo- decía Inessa
emocionada a la morena.
-¿Otra vez con eso mama?- dijo Lena tomando de su copa.
-Es que serían preciosos, ustedes tan guapos… ¿que opina señorita
Volkova?
-Bueno, esa es decisión de Lena y su esposo, ellos deben hablar de
eso aunque creo que esta muy joven.
-Eso le dijo yo- le dijo Lena a la morena quien se veía incomoda con
la platica.
Yulia se quedo seria pensando en lo que la madre de Lena decía,
no pudo evitar imaginarse a Lena con Tolkien igual que como la vio
en ese video hace años, talvez Lena podía ceder a la presión de su
madre y embarazarse aunque Tolkien era gay, sería un excelente
padre por la forma en como cuidaba a Lena siendo solo su amiga
pero no estaría dispuesto a embarazar a Lena, no del método
tradicional ¿y si Lena quiere un hijo? Seria maravilloso tener un hijo
de la pelirroja, le gustaría que fuera así pero con ella, que el o la
pequeña la llame mama a ella y no papa a Tolkien o a cualquier
otro, quiere una familia con Lena, ¿la pelirroja querría una familia
con ella?

-¿Yulia?- la voz de Lena la trajo de vuelta a la mesa, todos la veían.


-Disculpa Lena, no te escuche.
-¿Te sientes mal?- pregunto preocupada.
-No, solo estoy algo cansada- dijo sonriendo.
-Te llevo a tu casa- dijo Lena levándose de la mesa.
-Si… señora fue un placer, la cena estuvo deliciosa, muchas gracias-
dijo la morena levantándose también.
La señora emocionada las despidió y ambas subieron al auto de
Lena.
-¿Que pasa Yul?- dijo tomándola de la mano.
-Nada, es solo que esa platica de tus hijos…
-No hagas caso, desde que me case mi mama me ha dicho lo
mismo.
-Lena tu quieres…
-¿Un hijo? Si, pero no con el, lo quiero contigo.
-Lena yo no…
-Yulia- dijo interrumpiéndola, detuvo el auto a media calle- no te
preocupes, te amo y si tengo un hijo será contigo- después se
acerco y la besó, el beso fue corto pero tierno, al separarse Yulia
sonrió y tomo la mano pecosa.
-¿Sabes? No deberías detenerte así, podrías provocar un accidente.
Lena rió y continuó su camino, irían a la casa de Lena nuevamente,
quedaba mas cerca y ambas estaban cansadas.

Al medio día Tolkien había vuelto y todo volvía a la normalidad,


se preparaban para la cena a la que tenían que asistir, Lena le contó
a Tolkien lo que pasaba con Yulia, el siempre supo que hubo una
mujer muy importante en la vida de Lena y que por malos
entendidos tuvieron se separarse dejando a la pelirroja muy triste
pero nunca imagino que sería ella, Tolkien estaba feliz de que Yulia
haya entendido la situación y que Lena haya recuperado a la que el
sabía era el amor de su vida.
Esa misma noche estaban listos para la fiesta, Tolkien llevaba un
traje impecable y Lena un vestido de noche negro sin mangas y
descubierto en parte de la espalda, zapatillas altas y el cabello
recogido.

-Tolkien, querido, si no fuéramos como somos caería rendida a tus


pies- dijo sonriendo.
-Lo mismo digo Lenita, vamos a desplazar a todos en esa fiesta, ¿se
me ve bien el cabello?
-Si Tolkien, vamos.

Salieron del brazo de la casa y subieron al auto, al llegar la fiesta


estaba plagada de reporteros y medios de comunicación, Lena y
Tolkien saludan a algunas personas y entran al lugar, Lena va
tomada de la cintura por el atractivo hombre. Al entrar la pareja se
encuentran con mas parejas conocidos de Tolkien, todos adoraban
a Lena, ella sabía manejar su posición y a cada momento se los lleva
al bolsillo con comentarios adecuados y haciendo gala de sus
encantos innatos que ahora sabía como manejar.

-Lena, iré por mas bebidas, ¿quieres algo?- le dice Tolkien.


-Si, solo agua por favor.
-Ahora regreso.
El chico salió del grupo y fue a la barra, se tomo su tiempo para
regresar, al volver todos ríen en el pequeño grupo.
-Ah señor Von Troken, su esposa es simplemente adorable- dice un
hombre mayor que tenia fama de ser algo gruñón.
-Lo se, Lena es única- dijo Tolkien acariciando la espalda desnuda
de Lena.
-Deberían ir a cenar a la casa- Tolkien sonrió, Lena era un imán para
la gente, gente que a Tolkien le convenía tener de su lado.
-Cuando guste- dijo Lena sonriendo, desvió la mirada del hombre,
detrás de el estaba Yulia viéndola, un hombre hablaba con ella pero
la morena parecía no escucharlo, llevaba un traje elegante de
pantalón y saco, se veía muy bien, Lena sonrió y Yulia la vio sonrió
un poco forzado y le dijo algo al hombre y subió las escaleras,
estaba enojada.
-Tolkien, amor, ahora regreso- dijo dándole la copa con agua,
Tolkien había visto a Yulia en entendió que pasaba, tomo la copa de
Lena, la pelirroja se disculpo con los demás y subió las escaleras, vio
a Yulia entrar al baño mas alejado del segundo piso y ella apresuro
el paso, entro sin anunciarse y cerró la puerta con seguro, Yulia
estaba de pie viéndose en el espejo con las manos sobre en el
lavamanos.
-¿Lena? ¿Que haces aquí?- le pregunto en voz baja volteando a
verla.
-Vengo a verte, se que estas molesta.
-Lo estoy, no me gusta eso que hace tu esposo- dijo esto ultimo con
sarcasmo.
-Yulia, no te pongas así… por favor…- dijo acercándose con esa
mirada que nadie podía resistir, la morena cruzo los brazos volteo a
otro lado, ni ella podía resistirse a esa mirada- Yul…- le dijo
tomando la barbilla para hacer que la volteara a ver- te amo, lo
sabes, deja de preocuparte ¿si?
-Lena es mas que eso, muero de celos cada vez que te toca como lo
hizo hoy, se que tarde o temprano lo besaras y eso no podré
soportarlo, te amo, te quiero solo para mi, sin compartirte con
nadie, odio que seas la señora de Von Troken, que la gente digan
que hacen una pareja perfecta, que la gente te relacione conmigo
solo porque eres mi abogado, quiero que seas la señora de Volkova,
que todos sepan que te amo, que nos amamos, que eres mía- dijo
tomándola de la cintura acercándola a ella.
-Solo soy tuya Yulia lo sabes- le dijo pasando las manos por el cuello
de la morena.
-Lo se pero…
-¿Pero? No hay peros Yul, soy tuya lo sabes- dijo bajando la mano
derecha hasta el zipper del pantalón y lo bajo.
-¿Lena que haces?
La pelirroja no contestó, metió la mano y empezó a tocarla.
-Lena…
-Tómame Yulia, demuéstrame que solo soy tuya.

Estas palabras de reto acusaron el efecto que Lena buscaba, la


pelinegra comenzó a besarla con pasión y deseo, con las manos
subió el vestido hasta poder tocar la piel, sintió una pequeña braga,
con las manos en los glúteos la llevo de espaldas a la pared del
amplio baño y se recargó ahí, se separó de los labios de su amada y
bajo poco a poco junto con sus manos las cuales tenían la braga,
para cuando se hinco en el suelo de mármol la pelirroja dejó de
sentir su ropa interior.

-¡Ah Yul!- gimió con los ojos verde grisáceo clavados en los azules
de Yulia, la morena sonrió y se metió debajo del vestido, Lena solo
separó las torneadas piernas y el placer que solo Yulia podría
proporcionarle empezó en oleadas que estremecían a la pelirroja la
cual en un momento pensó que se caería si no tomaba algo para
sostenerse, la morena se levanto y ya a la altura de Lena empezó a
besarla, la pelirroja agitada correspondió el beso lo mejor que su
estado le permitió, Yulia levantó nuevamente el vestido y se acercó
a ella, la pelirroja pudo sentirla, con las manos la tomo de las
piernas subiéndolas a la su cintura, la pelirroja se aferró ahí
mientras Yulia la detenía de los glúteos, ¿de donde sacaba una
mujer tan pequeña tanta fuerza? No lo sabía pero en ese momento
era lo que menos le importaba.

-¡Ah!- gimieron ambas al mismo tiempo, Yulia la había penetrado,


empezó a moverse con Lena recargada en la pared sosteniéndose
solo de los brazo de Yulia y sus propios brazos en el cuello de la
morena.
-¡Lena! Eres mía… siempre lo has sido…- dice a la pelirroja agitada
mientras la penetra viéndola a los ojos -Lo fuiste a los 16… lo eres
ahora… lo serás siempre… ¡Dilo!
-Lo soy Yulia… siempre lo seré ¡ah! Hazme tuya… te pertenezco-
dice para después besarla apasionadamente.

Entre besos interrumpidos por los gemidos ambas llegan al


orgasmo tratando de no gritar, Lena baja las piernas y se pone de
pie en el suelo, sabía que Yulia no podría sostenerla mucho tiempo
después de eso, cuando Yulia sabe que Lena esta segura en el suelo
ella deja la poca fuerza que le quedaba y se recargo en la pelirroja,
Lena la abrazó y besó su frente.

-Te amo Yulia, mañana es fin de semana, iré a tu casa a quedarme


contigo.
La morena se había recuperado ya y se enderezó aun agitada
separándose de Lena para besarla en la boca.
-Te amo, seré mas paciente, te espero en casa- dijo subiendo su
pantalón.
-Yul- la morena volteó a verla, se arreglaba el cabello en el espejo-
¿Podrías regresarme mi ropa interior?
-No- dijo sonriendo, se acercó y la besó rápidamente- te espero
mañana- y se dirigió a la puerta.
-¡Yul!
-Sh!…- la morena se abrió la puerta y se asomó y volvió a entrar- el
pasillo esta solo, te espero- y salió cerrando la puerta.
-¡Yulia mi ropa!- la morena se había ido, la pelirroja suspiro y
después sonrió, se arregló y cuando estuvo lista salió también,
Tolkien estaba hablando con otras personas.
-Lena, estaba por buscarte- dijo tomándola de la cintura al llegar a
su lado.
-Me entretuve con algo importante, disculpa.

Las presentaciones no se hicieron esperar, Lena conoció mucha


gente ese día, se cruzaba con Yulia algunas veces y solo sonrían
cómplices, horas después, la morena se despidió de la joven pareja
y se fue a su casa, instantes después ellos también se fueron, el
dueño de la casa los despidió en la puerta, Tolkien tomo a Lena de
la cadera un momento y le ayudo a subir rodeando el auto.

-Mañana iré con Yulia, estaré el fin de semana con ella- le dijo
cuando subió.
-Muy bien Lena, yo invitare a Yirki a la casa.
Ambos sonrieron y platicaron de otras cosas, así era su relación,
sincera, abierta y llena de confianza y cariño.

Llegaron a la casa, durmieron en sus habitaciones después de


hablar un poco mas, Lena se preparaba mentalmente para volver a
la mansión Volkov, la casona donde todo comenzó, donde cosas
pasaron tanto buenas como malas, el lugar donde hace casi 4 años
Lena dejó su corazón con esos ojos azules que nunca dejo que
amar.
-Buenos días- dijo Lena en la reja de la casa de Yulia, Hans estaba
distraído viendo algo en la caseta, levanto la vista y salió.
-Buenos di… ¿Lena?- dijo sorprendido.
-Hans- le dijo sonriendo.
Abrió la reja rápidamente y salió abrazando a la pelirroja.
-¡Lena! Cuanto has cambiado- dijo levantando a la mujercita del
suelo.
-Lo se- dijo riendo cuando la dejo en el piso.
-La señorita Yulia me lo dijo pero no tenía idea de cómo te veías,
eres hermosa.
Lena se sonrojó y Hans rió.
-Supongo que vienes a verla.
-Supones bien.
-Pasa entonces.
-Ahora vengo con mi auto, necesitare mas espacio- dijo
acercándose a su vehículo.
-Cielos… ¿ese es tu auto?- pregunto a ver el lujoso y costoso auto al
que Lena se acercaba.
-Si- dijo abriendo la puerta.
-¡Genial!

Lena solo rió y subió al auto encendiéndolo, Hans abrió la reja y


Lena entro despidiéndose con la mano desde dentro, recorrió con
calma la gran entrada de la casa, al llegar a la puerta bajo con la
pequeña maleta al hombro y todo la puerta, instantes después
Yulia abría con una sonrisa.

-Lena- dijo abrazándola.


-Yul- dijo empujándola hacia dentro de la casa, cuando estuvo
dentro la abrazo fuertemente y le beso la mejilla- extrañaba tanto
esta casa.
Ambas se soltaron y Lena dio una mirada rápida al recibidor,
algunas cosas habían cambiado.
-Demos un paseo por la casa- dijo Lena tomándola de la mano,
Yulia le pidió la pequeña maleta y empezaron el paseo por la casa
dejando la maleta en el cuarto de Yulia, la pelirroja se estremeció al
entrar, Lena lo recorrió lentamente hasta quedar frente a la cama
de Yulia, en esa cama donde tuvo la primera y la ultima vez con
Yulia.
-¿Que pasa Lena?- dijo tomándola de la cintura.
-Nada, solo recuerdo cosas, vamos a ver la casa.
Salieron de la mano y fueron al cuarto que Lena ocupo, todo estaba
como lo dejó al irse.
-No ha cambiado nada- dijo sorprendida.
-No quise cambiar nada.
Lena sonrió y volteó a besarla.
-Sigamos- dijo Lena al terminar el beso.

Recorrieron la casa, ambas tenían recuerdos de cada una de las


partes, algo había pasado en cada rincón de la casa, bajan
nuevamente para salir al jardín, el lugar de su primer beso. Al
terminar el recorrido pasaron todo el día hablando entre risas,
besos y muestras de cariño, se sentía bien para ambas estar así.

Los días pasaban, el juicio estaba por terminar, Lena veía a Yulia
casi a diario, tanto Tolkien como Lena estaban ansiosos por vivir
con su verdaderos amores, el día de decir la verdad se acercaba,
ambos estaban emocionados y un poco nerviosos, aun en publico
seguían con sus roles de pareja perfecta, Yulia había controlado sus
celos y ahora solo esperaba el día que la verdad se revelara, sin
importar lo que pasara estaría al lado de la pelirroja. Ese era el
ultimo año que estaban casado cumpliendo con le contrato.

-¿Tolkien, como será el divorcio?- preguntó Lena sentándose a su


lado en la sala de su casa.
-Pues, Yirki tiene un departamento aquí, quiero irme con el.
-Yo quiero irme con Yulia, la verdad amo esa casa.
-Vendemos esta casa y dividimos el costo a la mitad- le dijo el
hombre cruzando las piernas.
-Tolkien, tu compraste esta casa.
-Lena, el contrato estipula que si yo quiero puedo darte algo mas y
eso quiero hacer.
La pelirroja solo asintió, cuando Tolkien decidía algo muy raras
veces cambiaba de parecer.
-Bueno, creo que eso podremos verlo mas adelante, ¿cual será la
causa del divorcio?- preguntó Lena.
-¿Incompatibilidad de carácter?
-Será una sorpresa para todos- dijo Lena recostándose en el pecho
de Tolkien- tu papa pondrá el grito en el cielo cuando le digas, ¿te
quitara la oficina?
-No, hace seis meses empezó los tramites para darme todo, en
poco tiempo estará listo.
-Quiero seguir trabajando ahí.
-Claro.
-¿Estas tan emocionado como yo Tolkien? Por fin podremos ser
libres para estar con la persona que amamos, sin tener que salir en
publico o besarnos en fiestas.
-Oye, eso pudo herir mi ego- dijo riendo Tolkien.
-No es eso cariño, besas de maravilla pero sabes que me refiero-
dijo Lena acariciando el rostro de aun su esposo.
-Si Lenita, lo se, será fantástico.

El día de la graduación de Lena sus padres, Tolkien y Yulia


estuvieron presentes y ese día hubo una cena en la casa de los
padres, todo estuvo bien y en armonía, Tolkien trato de no portarse
cariñoso con Lena por la presencia de la morena y Yulia realmente
agradeció el gesto.

-¿Que tal salí en la foto?- preguntó Lena mostrándole el periódico.


-“La firma Von Troken ganó un extraordinario e importante caso
legal a favor de la empresaria de origen ruso Yulia Volkova, el juicio
fue llevado por la esposa del gerente general, la joven pero
inteligente recién egresada Lena Katina de Von Torken…”- la
morena levanto la vista del periódico y lo tomo viendo la fotografía
de Lena saliendo del juzgado- ganaste tal como dijiste que pasaría-
le dijo sonriendo.
-Así es, ganamos- dijo besándola, al separase Yulia le regreso el
periódico, la puerta se escucho, ambas tomaron sus posiciones,
Lena sentada cruzada de piernas y Yulia de pie.
-Adelante- dijo la morena, la puerta se abrió y un niño entra
caminando tambaleándose, Yulia corrió y lo cargo, Lena se
sorprendió -¿Que haces aquí solo preciosura?- dijo la morena con el
niño en brazos riendo alegre tomando a Yulia de la cabeza.
-No esta solo Volky- dijo Amy entrando momentos después
entrando, Lena se levanto.
-Amy, que sorpresa- dijo Yulia besándola en la mejilla con el niño en
brazos- ¿recuerdas a Lena?- le dijo tomándola del brazo con su
mano libre para poder cerrar la puerta.
-¿Lena?- dijo Amy caminando hasta ella- Lena, que cambio, te ves
fantástica- dijo sonriendo.
La pelirroja observaba a escena, Yulia cargando a un niño pequeño
que se veía feliz en sus brazos.
-Tía Volky- dijo el pequeño- dulce.
La morena siguió su camino sonriéndole a Lena y le dio una paleta
de un cajón del escritorio.
-Max- dijo Yulia llamando la atención del pequeño, el niño volteo a
verlo con los ojos violeta que había heredado de su madre- ella es
tu tía Lena- dijo de pie a un lado de la pelirroja- el niño sonrió y
metió la paleta en la boca- ah es un pequeño convenenciero, ya le
di la paleta, no me hará caso hasta que se la termine- el niño se
acerco y la abrazó- pero aún así lo adoro- dijo besándole la mejilla,
Amy caminaba hacia ellos, al llegar tomo Max en sus brazos y
sonrió.
-Así que eres la tía Lena- dijo a la callada pelirroja- me alegra tanto
por ambas- dijo sincera.
Lena no había hablado en esos minutos.
-¿Sabes que me case verdad?- le preguntó Amy ante la expresión
de Lena- Max es hijo de mi esposo… ¿lo sabe Volky?- preguntó
viendo a Yulia.
-Si lo se, discúlpame, solo estoy sorprendida- dijo acercándose al
pequeño- es muy lindo- dijo Lena acariciándole la mejilla, el niño
sonrió y después volvió la vista a Amy- tiene tus ojos.
-Si, es como la firma familiar- dijo Amy yendo a sentar al niño en el
sillón.
-Lena- dijo la morena tomándola de la cintura- quiero un bebe.
-Hey, no hagan sus cosas aquí, mi hijo esta presente- dijo tapándole
los ojos con una mano, después rió ante el sonrojo de ambas y se
sentó correctamente cruzando las piernas.

Lena no sabía bien que hacer, Amy seguía viéndola sin


molestarle que Yulia estuviera con ella, además ahora estaba
casada, no era una amenaza para su relación con Yulia así que bajo
la guardia se sentó donde estaba, Yulia se sentó en las piernas de la
pelirroja, quería dejarle claro que nada pasaba entre Amy y ella
ahora y Lena entendió el mensaje y empezaron a platicar.

-Entonces les digo chicas, deberíamos ir a cenar ¿no creen? ¡Max!


No agarres eso, esta sucio- dijo Amy interrumpiendo la plática.
-Oye, en mi oficina nada esta sucio- dijo Yulia algo resentida.
-Volky, es un cenicero- dijo Amy con el niño en brazos- desde que
aprendió a caminar ya no hallo que hacer con el.
-¿Aun así quieres tener hijos Yul?- pregunto Lena riendo de la
expresión de Amy.
-Si- dijo sonriente la morena- podré dejárselos a Amy para que
jueguen con Max.
-Volky eso sería fant… Max! ¡No metas las manos ahí!- dijo
levantándose.
-Será genial tener hijos Lena- dijo besándola rápidamente.

Lena sonrió, la morena realmente quería tener hijos con ella y


de cierta forma la entendía, no tuvo hermanos y sus padres
murieron a temprana edad, aunque su nana la cuido no era lo
mismo, necesitaba tener una familia a la cual cuidar y proteger,
alguien que la hiciera sentir necesaria aparte de Lena, esa idea la
hizo sentirse feliz y llena de emoción.

Final

El día había llegado, Lena estaba en la casa de sus padres,


Tolkien estaba esperándola afuera de la casa, insistió en
acompañarla pero ella se negó.

-Lena hija, ¿tienes alguna buena noticia?- le preguntó su madre


viéndole el abdomen, se había vuelto casi una obsesión el
embarazo de su hija.
-No es buena pero es noticia, escuchen traten de tomar esto con
calma… Tolkien y yo nos vamos a divorciar.
La noticia les cayó como balde de agua fría en la espalda, los padres
estaban cayados, viéndola fijamente.
-¿Pero porque?- pregunto su padre, la pelirroja estaba callada -¿Te
fue infiel?
-No papá… yo…- la pelirroja suspiró- yo estoy enamorada de una
mujer.
Eso los dejó totalmente sin palabras, no la voltearon a ver por verse
a ellos mismos.
-Yo siempre he estado enamorada de ella, desde que tenía 16 y
ahora que ha vuelto no la dejaré ir, ya hable con Tolkien y esta de
acuerdo en todo solo…
-¡No! No Lena- dijo su madre gritando- ¡No! Lena estas confundida,
equivocada, mi hija no puede ser una de esas.
-Mama- dijo Lena con la mano en la frente- por favor, gritármelo en
la cara no me hará cambiar.
-¿Es Yulia verdad?- dijo la madre temblando- ella es la que te
pervirtió en la casa cuando trabajaste para ella, ¿te hizo algo
estando allá?
-Mama…
-¡Dime! ¿Te hizo algo?
-Mama…
-¡Lo sabía ella te pervirtió!- dijo la mujer llorando casi fuera de sí.
-¡Mama! ¡Basta! Deja de culpar a Yulia, si, ella es la mujer a quien
amo y ella no me pervirtió ni me hizo nada, las cosas simplemente
se dieron, papá…
El hombre volteó a verla.
-Papá, mamá, necesito saber si me apoyan o no, no contesten
ahora, vendré en tres días, me encantaría que estuvieran conmigo
como lo estuvieron con Tolkien, sé que es algo difícil y sorpresivo
pero es la verdad, siento no haber llenado sus expectativas pero no
puedo ni quiero cambiar, ya sea que me apoyen o no yo los seguiré
amando.
Tolkien entro a la casa por los gritos de la mujer.
-¿Lena?- los tres voltearon a verlo.
-Todo esta bien Tolkien, vamonos- dijo tomando del brazo al chico
mientras la mujer lloraba en el sillón, el padre de la pelirroja estaba
a su lado, tratando de consolarla pero con su mente lejana,
recordando aquellos momentos cuando ella volvía de la casona,
durante un tiempo estuvo pensativa, distante, perdida dentro de su
cabeza, después estaba radiante y feliz, después triste y deprimida
y en ese momento Yulia se fue, ahora muchas cosas tenían sentido
para el en el comportamiento extraño de su hija hacía casi 4 años,
lo que no entendía era porque se había casado con Tolkien y
porque el seguía acompañándola y tratándola como si nada pasara.
-¿Tan mal fue?- le preguntó Tolkien dentro del auto.
-Si, mi madre dijo que no podía creer que su hija fuera una de esas,
una de esas- repitió la pelirroja con la voz quebrada- de seguro
ahora cree que soy la peor persona del mundo.
-No te pongas así Lenita, dale tiempo- dijo Tolkien sonriendo
tratando de confortarla, la pelirroja sonrió un poco y no hablo hasta
despedirse de el en la casa de Yulia, la morena estaba con Hans
esperándola, al bajar la pelirroja la mano de Tolkien despidió a
ambas chicas, al entrar la pelirroja saludó a Hans y entro de la
mano con Yulia.
-¿Lena que paso?- preguntó la morena dentro de la casa.
-Pues… lo que tenía que pasar, mi madre se puso como loca, me
gritó y dijo que su hija no podía ser una de esas, que tu me
pervertiste mientras estuve aquí.
-Bueno, técnicamente eso podría ser verdad- dijo Yulia
tímidamente.
-Lo se- dijo Lena riendo un poco, después suspiró- Tolkien dice que
necesita tiempo.
-¿Y si no lo acepta?
-Nada, solo no asistirá a nuestra boda- dijo sonriendo un poco
besándola, no se dejaría intimidar por nadie, por nada la perdería
de nuevo.
Esa noche parte solo la pasaron en el balcón viendo las estrellas y
después durmieron, a la mañana siguiente la pelirroja amaneció de
mejor animo y se bañó.
-Yul, amor- dijo bajando en bata y cabello húmedo- recuerdas
donde deje mi ropa ayer… ¿papa?- dijo la pelirroja sonrojada
viendo a su padre hablando en la sala con Yulia.
-Hola Lena.
-¿Papá? ¿Que haces aquí?- preguntó recuperándose de la sorpresa.
-Vine a hablar contigo y bueno, la señorita Volkova me dijo que te
estabas bañando y decidí hablar con ella.
La pelirroja se preocupó pero al ver el rostro de Yulia entendió que
nada malo había pasado y se relajó.
-Bueno, aquí me tienes, ¿que pasa?- dijo sentándose al lado de
Yulia.
-Hija, seré honesto contigo, la noticia de ayer me sorprendió mucho
pero no me es nueva, yo había notado algo diferente en ti, no
quiero saber detalles, solo quiero decirte que, si esta relación te
hace feliz y ella te quiere yo te apoyo, aunque tu madre ahora no lo
haga, yo si.
-¿En verdad papa?- dijo emocionada.
-Si, eso le dije a la señorita Volkova hace un momento.
Lena volteo con Yulia y ella sonrió, Lena la abrazo.
-Aun así Lena- dijo el padre evitando que ellas tuvieran mas
contacto, no le molestaba pero una no estaba listo para ver a su
hija besar a otra mujer- no me has explicado que pasa con Tolkien.
-Aun no puedo decir nada papa, pero todo se sabrá.
El hombre asintió y se levantó.
-Bueno hija, no vayas mañana, tu madre aun no lo supera bien, dale
tiempo, ahora me voy, con permiso señorita Volkova- ambas chicas
acompañaron al hombre a la puerta, Lena quería llevarlo hasta la
reja pero como vestía solo bata Yulia no lo permitió y fue sola con
el.
-Señor Katin- le dijo Yulia mientras iba camino a la reja- realmente
agradezco su apoyo y comprensión, se que no es fácil para usted
pero es muy importante para nosotras su decisión, mas para Lena,
le prometo que la cuidare muchísimo, nunca la lastimare.
-Eso espero, ¿la ama?
-Con toda mi alma señor.
El hombre asintió y después suspiró.
-Solo quiero pedirle… quiero pedirte que la hagas feliz, tan feliz
como sea humanamente posible.
Yulia asintió y siguieron caminando hasta llegar a la reja.
-Te veré después Yulia, tu casa es muy bonita.
-Claro señor, gracias.
El salió y Yulia volvió a la casa contenta, el apoyo de Sergey era
importante para su pelirroja, ahora solo faltaba su madre pero
tenía esperanzas.

Tolkien había hablado con su padre también, el cual tuvo una


reacción muy mala, amenazó con desheredarlo pero Tolkien no se
echo para atrás, todos en casa querían saber que pasaba con Lena,
el dijo que estaba de acuerdo después salió de la casa dejándolos
confundidos, ahora Lena estaba de vacaciones y no iba a la oficina,
el padre de Tolkien no supo donde buscarla y Sergey no dijo donde
estaba y aunque Inessa tenía una sospecha se negó a la idea y
tampoco dijo nada, los días pasaban entre dudas para todos.

-Yul, mañana iré a firmar el divorcio definitivo, seguiré en la oficina


trabajando.
-Ok, ¿que hay con tu mama? ¿Ya te habló?
-No… no creo que lo haga en un buen tiempo, ella estaba
obsesionada con que tuviera un bebe y adoraba a Tolkien…
-No te pongas triste pelirroja, veras como todo se arregla, dale
tiempo- le dijo Yulia besándola tiernamente.
-Lo se Yul- dijo antes de empezar a besarla nuevamente.

Al día siguiente Lena se presentó en el trabajo de manera


normal, ella y Tolkien formaron el divorcio y después se fueron a
comer, relación seguía siendo la misma y nadie notó cambio,
mientras la madre de Lena estaba muy confundida, estaba segura
de que la culpable de todo era Yulia.

-¿Señorita Volkova?- dijo si secretaria al teléfono.


-¿Si?
-La busca la señora Inessa Katina.
La morena suspiró, sabía que ese día llegaría.
-Dile que pase y que no nos interrumpan por favor.
La secretaria obedeció y cerro la puerta tras ella dejándolas solas.
-Señora Katina, dígame que puedo hacer por usted.
-No se como, pero estoy segura de que usted sedujo a mi hija- le
dijo seria pero tranquilamente- solo quiero pedirle que la deje,
déjela continuar su vida, con su esposo, con su familia.
Yulia estaba callada escuchándola a la mujer, no tenía pensado
contestarle de alguna mala manera, aun si ella fuera agresiva.
-Ella es una buena persona, no haga que arruine su vida con otra
mujer, eso no es natural.
La morena seguía callada, unos pasos acercándose la hicieron
desviar su atención de la mujer, era Lena entrando sin anunciarse.
-Buenas tardes madre- dijo casi a su lado- hola amor- dijo yendo a
ella, al llegar la beso en los labios y se sentó en el escritorio- madre,
¿puedo saber que haces con mi novia?
La mujer seguía viéndolas sorprendidas.
-Lena…
-Madre, te hice una pregunta- dijo Lena interrumpiendo a Yulia.
-Hija, yo vine a hablar con esta mujer- dijo viendo despectiva a la
morena.
-Mama, esta mujer como le dices tiene nombre, se llama Yulia
Volkova y lo sabes, y sabes también que ella es mi novia, solo te
aviso, el divorcio esta firmado y si vas a venir a verme o a ver a Yulia
solo quiero pedirte que seas amable con ambas, Yulia nunca me
trato mal, no lo ha hecho ni lo hará, además es la mujer que amo y
me casare con ella, espero nos acompañes.
Inesa estaba con la boca abierta, no podía creer lo que escuchaba
de los labios de su hija.
-Lena pero…
La mujer no dijo mas y solo se levantó saliendo de la oficina.
-Siento que tengas que pasar por esto- dijo Lena sentándose en las
piernas de Yulia cuando su madre salió.
-No te preocupes Lena, sabía que algo así pasaría.
-¿Sabes? Papa nos invito a cenar hoy.
-¿A casa de tus padres?
-Claro que no- dijo riendo, Lena estaba tranquila, sabía que su
padre la aceptaba sin importar que ahora estuviera con una mujer.

Los siguientes meses se hicieron mas fáciles para Lena, su madre


ya no molesto a Yulia y su padre se portaba de lo mas normal con
ambas, tenía todo ese tiempo viviendo en la mansión, Hans ahora
sabía y estaba feliz por sus amigas.

-Lena…
La pelirroja agitada se movía encima de la morena mientras esta la
tomaba de las caderas.
-Lena…
La chica abrió los ojos y volteo a verla.
-Mírame- le dijo la morena para volver a tomarla de las caderas y
empezar con el movimiento haciéndola gemir- no cierres los ojos.

La pelirroja gimió mas fuerte y se agacho a besarla después


enderezo el cuerpo con las manos hacia atrás dejando ver cada
parte de la anatomía pecosa, hizo la cabeza para atrás moviendo el
cabello con ella, los senos danzaban al mismo tiempo que sus
movimientos, Yulia no resistió y los tomo con las manos, los
movimientos de Lena aumentaban, las respiraciones de ambas se
agitaban cada vez mas, ambas gemían y se movían cada vez mas
rápido. Ese orgasmo fue demasiado para la espina dorsal de la
pelirroja y al terminar cayo sobre Yulia.

-Ah Yul, eso fue genial- dijo agitada.


-Lo se.
Siguieron besándose hasta pasada la media noche, su boda estaba
cerca y la emoción crecía.

Como era de esperarse Amy viajaba constantemente para


ayudarles con la boda, Tolkien ayudaba a Lena para escoger el
vestido y Yirki ayudaba escogiendo los arreglos del salón, sería una
boda pequeña, solo familia y amigos irían, Lena tenía una pequeña
esperanza de que su madre aceptara su relación y estuviera con
ellas.

El día había llegado, Lena estaba en una habitación con Tolkien,


su padre y Jen, la cual se enojó por no haberle dicho la verdad, pero
después se le paso entendiendo un poco las razones de Lena.

-Papa, estoy muy nerviosa.


-Tranquila Lena, todo saldrá bien.
-Lenita, trata de estar tranquila- le dijo Tolkien
-Si Lena, cálmate- dijo Jen.
-De seguro Yulia esta totalmente tranquila, quien tuviera su
temple- dijo viéndose al espejo.

Mientras Yulia estaba en otra habitación con la nana, Hans, Amy y


Yirki, estaba nerviosa.
-Yulia cálmate- le dijo la nana.
-No puedo.
-Volky, no querrás dejar viuda a Lena antes de la boda ¿verdad?
-¡No!
-Entonces cálmate, te vas a desmayar.
-Hazle caso a Amy- dijo la nana riendo.
-Gracias nana- dijo la chica de ojos violeta.
-¡Amy! ¿Donde esta Max?- dijo Yulia levantándose de golpe del
sillón.
-Con su padre, Volky, cálmate- dijo acercándose a acomodarle el
saco.
-Yulia, si te despeinas no volveré a peinarte- dijo la nana.
-Y yo no volveré a maquillarte- dijo Yirki.
-¡Bueno bueno ya!- dijo Yulia sentándose de nuevo.

Mientras en el salón los pocos invitados platicaban entre si, casi


nadie sabía de esa boda, ni siquiera del divorcio de Lena y Tolkien,
eran amigos de Tolkien, el esposo de Amy con Max, la novia de Jen
y la familia de Hans. A las 6:00 la juez llegó puntual, la novia de Jen
corrió a avisar que la hora había llegado, Yulia salió primero del
brazo de la nana seguidas de los demás.

-Nana- dijo en voz baja- me habría encantado que mis padres


estuvieran aquí hoy.
-Lo están Yulia, en primera fila- dijo tomándole la mano tratando de
que no se deprimiera en ese momento.
-Gracias por decirme lo que necesitaba escuchar nana, sigo
nerviosa.
-Todo saldrá bien- le dijo abrazándola frente a la juez, la anciana
tomo su lugar al frente, Yulia esta nerviosa, su estomago parece
tener una guerra dentro, sus manos tiemblan un poco, sus palmas
sudan, su corazón parece salirse de pecho en cualquier momento,
de repente, escucha pasos, siente que el corazón se detiene un
momento, después casi jura que los demás escuchan sus latidos al
ver a Lena entrar con el vestido de novia de la mano de su padre.
Ella sonríe, Lena responde de la misma manera, el padre llega hasta
su lado con Lena, le besa la mejilla y la deja al lado de Yulia.

La boda paso muy lento para ellas, rápida para los demás, a la
hora de pedir los anillos Max camino con su pequeño traje hasta
donde estaba la pareja y se los dio en un pequeño cojín rojo esa era
una sorpresa para Yulia quien no pudo evitar besarlo al dejarlo ir,
casi al terminar la boda Lena volteo hacia atrás esperando ver su
madre pero no estaba, suspiró y volteo a ver a Yulia, entendió que
no puede tenerlo todo en la vida, solo esperaba que el tiempo la
ayudara y volvieran a tener la misma relación de antes.

-Te ves hermosa- le dijo Lena mientras iban en la limosina.


-No, tu te ves hermosa- dijo besándola.
Antes de bajar se retocaron lo que pudieron el maquillaje.
-Adelante señora de Volkova
-No sin usted señora de Katina.
Ambas sonrieron y se besaron.
-La amo señora de Volkova
-La amo también señora de Katina.
Volvieron a besarse.
-¿Ya terminaron?- pregunto Amy en la puerta interrumpiendo el
beso.
-¡Amy!
-¡Volky!- dijo imitando su tono- ya entren, las esperan para iniciar el
baile.

Entraron felices y la fiesta comenzó, al final se fueron a


escondidas de todos a la luna de miel que Tolkien les regaló a París,
la madre de Lena no asistió a la boda, talvez, con el tiempo
entendería la nueva y feliz relación de su hija, no puede tenerse
todo en la vida, pero mientras mas cerca estás de la felicidad las
cosas se van haciendo a cada momento mas fáciles.

FIN

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